Relación entre las infecciones cutáneas y las enfermedades crónicas como diabetes y obesidad. Un artículo de revisión

Resumen

La conexión entre estas enfermedades crónicas y las infecciones cutáneas es compleja y multifactorial. En pacientes diabéticos, las tasas de infecciones cutáneas, como celulitis, úlceras infectadas y fascitis necrosante, son considerablemente más altas en comparación con la población general. En el caso de la obesidad, la evidencia indica que el exceso de tejido adiposo provoca un estado de inflamación crónica de bajo grado que afecta la función inmunológica, lo que facilita infecciones cutáneas recurrentes como erisipela, foliculitis y abscesos. Materiales y Métodos: La revisión de la literatura se realizó a partir de estudios publicados en los últimos 5 años en bases de datos electrónicas como PubMed, Scopus y Elsevier. Se seleccionaron artículos que incluyeran estudios clínicos, revisiones sistemáticas, ensayos controlados y metaanálisis sobre la relación entre la fisiopatología e implicaciones clínicas de las infecciones cutáneas. Resultados: Tanto la obesidad como la diabetes mellitus, provocan alteraciones en la función de la barrera cutánea, las glándulas sebáceas y la generación de sebo, las glándulas sudoríparas, los vasos linfáticos, la formación y funcionamiento del colágeno, la curación de heridas, la microcirculación y la macrocirculación, así como la grasa subcutánea. Adicionalmente, la obesidad se encuentra relacionada con una variedad extensa de patologías dermatológicas, no infecciosa e infecciosas como la celulitis, la hidradenitis supurativa, entre otras. Abordar este problema requiere un enfoque integral que combine el manejo estricto de las enfermedades metabólicas subyacentes con estrategias preventivas y terapéuticas específicas para proteger la salud cutánea.