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Perfil lip�dico y la influencia de cirug�as bari�tricas en pacientes de la Cl�nica San Marcos

 

Lipid profile and the influence of bariatric surgeries in patients at the San Marcos Clinic

 

Perfil lip�dico e influ�ncia das cirurgias bari�tricas nos doentes da Cl�nica San Marcos

 

Miguel Antonio Loor-Alvarado I
loor-miguel3133@unesum.edu.ec 
https://orcid.org/0000-0003-4618-0396
Roberto Arnaldo Ponce-Pincay II
roberto.ponce@unesum.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-4753-0397
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: loor-miguel3133@unesum.edu.ec

 

Ciencias de la Salud

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 12 de octubre de 2024 *Aceptado: 05 de noviembre de 2024 * Publicado: �31 de diciembre de 2024

 

        I.            Universidad Estatal del Sur de Manab�, Instituto de Posgrado, Maestr�a en Ciencias del Laboratorio Cl�nico, Jipijapa, Manab�, Ecuador.

      II.            Universidad Estatal del Sur de Manab�, Instituto de Posgrado, Maestr�a en Ciencias del Laboratorio Cl�nico, Jipijapa, Manab�, Ecuador.

 


Resumen

La cirug�a bari�trica ofrece un tratamiento para la obesidad y morbilidades cardiometab�licas. Investigaciones recientes demuestran mejoras en par�metros bioqu�micos, con pocos estudios sobre el perfil lip�dico. El objetivo fue analizar el perfil lip�dico y la influencia de cirug�as bari�tricas en pacientes de la Cl�nica San Marcos. Se realiz� un estudio con dise�o observacional, tipo anal�tico, longitudinal y retrospectivo. La poblaci�n seleccionada correspondi� a una muestra de 200 registros de pacientes atendidos durante el periodo julio 2023-julio 2024, en un rango de 18 a 45 a�os. Los resultados muestran que la poblaci�n femenina fue mayor (68,0%) que la masculina (32,0%). Del total, 80% se realizaron gastrectom�a en manga vertical y 20% Bypass g�strico Roux-en-Y. En el perfil lip�dico pre y postoperatorio durante cuatro meses, fue evidente un descenso significativo (p<0,0001) y sostenido en las concentraciones de colesterol, triglic�ridos, y lipoprote�nas de alta y media densidad, desde el primer mes para ambos tipos de cirug�a. Dentro de los factores demogr�ficos y cl�nicos que influyen en los cambios del perfil lip�dico post cirug�a, se identificaron los porcentajes de disminuci�n de los componentes del perfil lip�dico y la p�rdida de peso postoperatoria, independientemente de la edad, el sexo y el tipo de cirug�a. Se concluye que existe relaci�n estad�stica entre los cambios en los triglic�ridos y lipoprote�na de alta densidad, tanto en pacientes sometidos a gastrectom�a en manga vertical como a Bypass g�strico Roux-en-Y. Es evidente el efecto de las cirug�as bari�tricas sobre el perfil lip�dico y su potencial en el control de la desregulaci�n y el riesgo cardiometab�lico.

Palabras clave: Bypass g�strico Roux-en-Y; cirug�as metab�licas; gastrectom�a en manga vertical; l�pidos s�ricos.

 

Abstract

Bariatric surgery offers a treatment for obesity and cardiometabolic morbidities. Recent research shows improvements in biochemical parameters, with few studies on the lipid profile. The objective was to analyze the lipid profile and the influence of bariatric surgeries in patients at the San Marcos Clinic. A study with an observational, analytical, longitudinal and retrospective design was carried out. The selected population corresponded to a sample of 200 records of patients treated during the period July 2023-July 2024, in a range of 18 to 45 years. The results show that the female population was older (68.0%) than the male population (32.0%). Of the total, 80% underwent vertical sleeve gastrectomy and 20% Roux-en-Y gastric bypass. In the pre- and postoperative lipid profile for four months, a significant (p<0.0001) and sustained decrease in cholesterol, triglycerides, and high- and medium-density lipoprotein concentrations was evident from the first month for both types of surgery. Among the demographic and clinical factors that influence changes in the postoperative lipid profile, the percentages of decrease in the components of the lipid profile and postoperative weight loss were identified, regardless of age, sex, and type of surgery. It is concluded that there is a statistical relationship between changes in triglycerides and high-density lipoprotein, both in patients undergoing vertical sleeve gastrectomy and Roux-en-Y gastric bypass. The effect of bariatric surgeries on the lipid profile and its potential in controlling deregulation and cardiometabolic risk is evident.

Keywords: Roux-en-Y gastric bypass; metabolic surgeries; vertical sleeve gastrectomy; serum lipids.

 

Resumo

A cirurgia bari�trica oferece tratamento para a obesidade e morbilidades cardiometab�licas. Pesquisas recentes demonstram melhorias nos par�metros bioqu�micos, existindo poucos estudos sobre o perfil lip�dico. O objetivo foi analisar o perfil lip�dico e a influ�ncia das cirurgias bari�tricas nos doentes da Cl�nica San Marcos. Foi realizado um estudo com desenho observacional, anal�tico, longitudinal e retrospetivo. A popula��o selecionada correspondeu a uma amostra de 200 processos cl�nicos de doentes atendidos no per�odo de julho de 2023 a julho de 2024, numa faixa et�ria dos 18 aos 45 anos. Os resultados mostram que a popula��o feminina era superior (68,0%) � masculina (32,0%). Do total, 80% foram submetidos a gastrectomia vertical e 20% a bypass g�strico em Y-de-Roux. No perfil lip�dico pr� e p�s-operat�rio durante quatro meses, foi evidente uma diminui��o significativa (p<0,0001) e sustentada nas concentra��es de colesterol, triglic�ridos e lipoprote�nas de alta e m�dia densidade, a partir do primeiro m�s para ambos os tipos de cirurgia . De entre os fatores demogr�ficos e cl�nicos que influenciam as altera��es do perfil lip�dico ap�s a cirurgia, foram identificadas as percentagens de diminui��o dos componentes do perfil lip�dico e de perda de peso p�s-operat�rio, independentemente da idade, sexo e tipo de cirurgia. Conclui-se que existe uma rela��o estat�stica entre as altera��es dos triglic�ridos e da lipoprote�na de alta densidade, tanto nos doentes submetidos a gastrectomia vertical vertical como a bypass g�strico em Y-de-Roux. � evidente o efeito das cirurgias bari�tricas no perfil lip�dico e o seu potencial no controlo da desregula��o e do risco cardiometab�lico.

Palavras-chave: Bypass g�strico em Y-de-Roux; cirurgias metab�licas; gastrectomia vertical vertical; l�pidos s�ricos.

 

Introducci�n

La obesidad es una de las epidemias m�s importantes del siglo XXI. En el 2022, 2.500 millones de adultos ten�an sobrepeso, de ellos, 890 millones fueron clasificados como obesos en todo el mundo. Para 2025, se espera que la prevalencia mundial de la obesidad ascienda al 18% en hombres y al 21% en mujeres. Seg�n la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) la obesidad es un espectro de trastornos caracterizados por el �ndice de masa corporal (IMC), considerando que un IMC de 30 kg/m2 es obeso en los cauc�sicos; sin embargo, en los chinos se considera obeso un IMC de 28 kg/m2 (1, 2). Existen m�ltiples formas de tratamiento de la obesidad, incluyendo terapia diet�tica, terapia con medicamentos y cirug�a bari�trica (CB) (3). Sin embargo, los resultados a largo plazo han demostrado que la CB es el tratamiento m�s eficaz para la obesidad, siendo la gastrectom�a vertical en manga (VSG) y el bypass g�strico Roux-en-Y (RYGB) las CB m�s recomendadas (4).

La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar comorbilidades metab�licas como diabetes tipo 2 (DT2), hipertensi�n, cardiopat�a isqu�mica y apnea obstructiva del sue�o (AOS), as� como una mayor mortalidad en general. El s�ndrome metab�lico, descrito originalmente como un conjunto de factores de riesgo de diabetes y enfermedad cardiovascular, se asocia con la obesidad como un componente clave, junto con la resistencia a la insulina (RI), la dislipidemia y/o la hipertensi�n. Por lo tanto, el tratamiento de la obesidad se convierte en una prioridad para reducir las complicaciones subyacentes relacionadas. Las operaciones quir�rgicas bari�tricas han evolucionado a lo largo de los a�os, siendo la VSG y el RYGB los procedimientos dominantes en la actualidad, que juntos representan casi el 90% de todas las operaciones realizadas en todo el mundo (5).

La p�rdida de peso juega un papel importante en la reversibilidad de los factores de riesgo metab�lico, y la CB da como resultado altas tasas de remisi�n. No est� tan claro si los pacientes con obesidad logran una p�rdida de peso y una remisi�n a largo plazo de los factores metab�licos y aunque los resultados de la CB se informan ampliamente en la literatura, hay una escasez de estudios de cohorte longitudinal que analicen un grupo y sus resultados paralelos en el perfil lip�dico como medida b�sica de los cambios cardiometab�licos en estos pacientes. Por lo tanto, este estudio tuvo como objetivo general analizar el perfil lip�dico y la influencia de cirug�as bari�tricas en pacientes de la Cl�nica San Marcos, aportando al conocimiento de este importante tema de salud, al examinar los resultados pre y posoperatorios de los pacientes sometidos a diferentes procesos quir�rgicos de cirug�a bari�trica.

 

Situaci�n problem�tica

La obesidad es una epidemia creciente en todo el mundo y genera una carga de salud continua en la poblaci�n mundial. La cirug�a bari�trica (CB) ofrece un tratamiento eficaz para la obesidad m�rbida y las comorbilidades m�dicas asociadas, con excelentes resultados a corto y largo plazo. Es tambi�n llamada cirug�a metab�lica dado que investigaciones recientes y entornos cl�nicos han demostrado repetidamente que conduce a aumentar la sensibilidad a la insulina en el p�ncreas, niveles favorables de glucosa y reducci�n en el peso corporal (5). M�ltiples estudios muestran que las terapias quir�rgicas bari�tricas, como el bypass g�strico Roux-en-Y (RYGB), la VSG y la derivaci�n biliopancre�tica (BPD), podr�an mejorar la diabetes tipo 2 (DT2) en la mayor�a de los pacientes, con resultados que son independientes de la p�rdida de peso corporal (6).

Los mecanismos subyacentes pueden incluir restricciones cal�ricas o malabsorci�n, cambios en las hormonas intestinales (especialmente el p�ptido similar al glucag�n 1 (GLP-1)), la microbiota intestinal y otros (7). Adem�s, las CBs reducen otras comorbilidades relacionadas con la obesidad, como la dislipidemia, la enfermedad cardiovascular (ECV) y los c�nceres (8). 

Por otro lado, est� bien establecido que los l�pidos aterog�nicos elevados son factores de riesgo independientes para la enfermedad arterial coronaria (EAC) y la medici�n precisa de estos es importante para estimar el riesgo de las enfermedades cardiometab�licas (ECM). Los l�pidos, incluido el colesterol total (CT), son una clase de mol�culas esenciales para muchas funciones corporales. Se transportan en la circulaci�n como lipoprote�nas solubles en agua que tienen dos capas: (i) una superficie anfif�lica que comprende prote�nas (apolipoprote�nas), colesterol y fosfol�pidos; y (ii) un n�cleo hidr�fobo que comprende �cidos grasos libres, �steres de colesterol y triglic�ridos (TG). Seg�n su densidad (que depende de su contenido de prote�nas y TG), las lipoprote�nas se clasifican, en orden de densidad creciente, en quilomicrones (CM), lipoprote�nas de muy baja densidad (VLDL), lipoprote�nas de densidad intermedia (IDL), lipoprote�nas de baja densidad (LDL) y lipoprote�nas de alta densidad (HDL) (9).

Todas las gu�as internacionales destacan la importancia del CT s�rico y sus principales subtipos (LDL-C, HDL-C, colesterol no HDL (no HDL-C), de las VLDL-C), as� como la lipoprote�na(a) [Lp(a)] y TG en la fisiopatolog�a de las ECM (10,11). Se considera que una persona tiene una reca�da de dislipidemia si tiene un nivel de LDL-C ≥ 160 mg/dL, un nivel de HDL-C < 40 mg/dL para hombres o menos de 50 mg/dL para mujeres, un nivel de CT ≥ 240 mg/dL o niveles de TG ≥ 200 mg/dL (12). Behrooznia y col. (13), en un estudio sobre los efectos de la CB en los marcadores diab�ticos despu�s de 5 a�os de seguimiento y a pesar de no ser la reca�da de las dislipidemias el alcance de los objetivos del estudio, encontraron una disminuci�n insignificante en LDL-C y un aumento en el CT.

Adem�s, en el grupo RYGB, la reducci�n del nivel de LDL-C fue menor que en otros grupos (bypass g�strico de una anastomosis (OAGB) y VSG). Estos hallazgos demostraron una reca�da de dislipidemia en aproximadamente el 23% de los pacientes, el 20% en el grupo RYGB y el 3% en el grupo OAGB, considerando que la mayor�a de �stos se hab�an sometido a cirug�a RYGB (65%). Cabe destacar que tambi�n se encontr� un nivel alto de CT s�rico en la mayor�a de los pacientes que experimentaron una reca�da de la dislipidemia y dado que no se realiz� un seguimiento gradual de los pacientes, otras causas, como la adherencia al r�gimen diet�tico, pueden estar asociadas con la progresi�n de la dislipidemia en los pacientes, mientras que la ingesta de �cidos grasos saturados aumenta los niveles de LDL-C despu�s de la CB (14). El efecto de la CB en la reducci�n del nivel de CT en la obesidad m�rbida es discutible, por lo que la realizaci�n de investigaciones a este respecto es necesaria.

Una investigaci�n llevada a cabo por Lei y col. (15) mostr� que, a los 5 a�os de la CB, la RYGB produjo una mayor p�rdida de peso y logr� una mejor tasa de remisi�n de la DT2 y la dislipidemia que la VSG. Sin embargo, la VSG tiene una tasa de morbilidad menor que la de la RYGB. En concordancia a estos hallazgos, un metaan�lisis reciente sobre 1.551 pacientes demostr� una reducci�n significativa de los niveles s�ricos de la Lp(a) y LDL-C despu�s de la CB, especialmente despu�s de RYGB (16). Sin embargo, Hu y col. (12) en un metaan�lisis sobre 7.443 sujetos que se sometieron a RYGB y VSG, revelaron en m�s de 3 a�os de seguimiento, que comorbilidades como la dislipidemia y la hipertensi�n no hab�an mejorado significativamente. Asimismo, Coleman y col. (17), en un estudio de 8.265 pacientes, encontraron una menor reca�da de dislipidemia en 4 a�os de seguimiento en RYGB versus el grupo con VSG (21% vs. 24%). 

Aunque la CB aumenta la remisi�n diab�tica e influye en las dislipidemias y otras ECM, las ventajas y desventajas del tipo de cirug�a, como la mortalidad y la reversibilidad, siguen siendo objeto de debate. Algunos estudios han encontrado un 70% de remisi�n diab�tica, pero el tipo de cirug�a no afecta la remisi�n. Un metaan�lisis reciente mostr� que VSG, OAGB y RYGB impactan en la remisi�n diab�tica y OAGB tiene un mayor efecto (18). Sin embargo, el mecanismo de remisi�n se atribuye a varios factores, como las hormonas gastrointestinales, la adherencia y el cumplimiento del paciente con el tratamiento y el estilo de vida (19). Asimismo, Gloy y col. (20) encontraron que la CB tuvo un impacto importante en la diabetes, el nivel de HDL-C, obesidad, s�ndrome metab�lico (SMet) y la calidad de vida, en comparaci�n con intervenciones no quir�rgicas. Sin embargo, algunos estudios apuntan a que, entre las cirug�as metab�licas, la RYGB ha sido superior a otros tipos de cirug�a (21,22).

La desregulaci�n del metabolismo lip�dico es un factor cr�tico que contribuye a la obesidad; sin embargo, ha sido poco estudiada. La medici�n precisa de diversos l�pidos es importante para la prevenci�n y el tratamiento de las ECM. Idealmente, el estado lip�dico de un paciente deber�a determinarse en condiciones de estado estacionario. Todas las lipoprote�nas y l�pidos alcanzan un nuevo equilibrio entre 4 y 6 semanas despu�s de un cambio (reducci�n de peso, cambio en la dieta, farmacoterapia). En consecuencia, una evaluaci�n detallada de cualquier intervenci�n s�lo es �til una vez transcurrido este per�odo. Esto tambi�n se aplica a situaciones posteriores a un evento agudo (cirug�a extensa, infarto agudo de miocardio). En tales circunstancias, los niveles de l�pidos pueden disminuir o aumentar en comparaci�n con la condici�n de estado estacionario. Por este motivo, se debe reevaluar el estado lip�dico al cabo de unas semanas, independientemente del tratamiento realizado, para realizar cambios en la pauta si fuera necesario (23).

Para contrarrestar los trastornos asociados a la obesidad, la CB se implementa como un m�todo muy eficaz. Sin embargo, la cirug�a como el RYGB es irreversible y produce cambios de por vida en el tracto digestivo. Al investigar los cambios en la microbiota fecal antes y despu�s del RYGB en relaci�n con los perfiles lip�dicos en sangre y la interleucina (IL)-6 proinflamatoria hasta seis a�os despu�s del procedimiento RYGB, los resultados mostraron una mejor salud entre los pacientes despu�s de la cirug�a, que coincidi� con la p�rdida de peso y la mejora del metabolismo lip�dico (24).

La obesidad representa un problema de salud p�blica a nivel mundial, con cifras significativas en Am�rica Latina, donde se estima su prevalencia hasta de 20% (25). En Ecuador han demostrado prevalencias de obesidad en adolescentes de 10,5% y en adultos de 60 a�os o m�s, la prevalencia fue de 65,9% en mujeres y 16,3% en hombres, consider�ndose de origen multifactorial (26). En un grupo pacientes con comorbilidades asociadas de Cuenca-Ecuador, se evidenci� en un estudio retrospectivo, que la CB disminuy� el peso corporal e IMC, glicemia, CT y TG influyendo positivamente en las comorbilidades como la obesidad y la presi�n arterial media (27). Tambi�n Cazorla y col. (28) determinaron la efectividad de la CB como tratamiento de la obesidad en pacientes operados en el Hospital General del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) de la ciudad de Riobamba en el Chimborazo, se demostr� que en los pacientes que fueron operados quir�rgicamente se observ� una disminuci�n notable de la obesidad de grado II y III gracias a la eficacia de este tratamiento.

Dado que la obesidad aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades metab�licas y cardiovasculares, la herramienta de manejo m�s eficaz tanto para la obesidad como para la DT2 y el SMet, entre otras ECM, ha sido la CB/metab�lica. Adem�s, el retraso en la depuraci�n plasm�tica de TG postprandiales contribuye al desarrollo de aterosclerosis en pacientes con DT2. El estudio piloto de Metelcov� y col. (29) sobre los niveles postprandiales de TG, glucosa e insulina 10 a�os despu�s de la CB en mujeres con obesidad severa y DT2 antes de la cirug�a y luego dos y diez a�os despu�s de la BPD, encontraron disminuci�n significativa en los niveles plasm�ticos postprandiales medios de estos par�metros, permitiendo evidenciar que los cambios observados en el perfil metab�lico pueden contribuir a una mejor salud cardiometab�lica despu�s de la CB. Otros estudios concuerdan que la BPD es el procedimiento m�s eficaz en la remisi�n a largo plazo de la DT2. Sin embargo, la heterogeneidad de los estudios no permite una clara interpretaci�n de los datos (30).

La obesidad se asocia con un aumento de la morbilidad y la mortalidad de enfermedades cardiometab�licas (DT2, hipertensi�n arterial, dislipidemias, SMet, aterosclerosis y ciertos tipos de c�ncer), una disminuci�n de la calidad de vida y un aumento considerable de los costos de atenci�n m�dica (31).� Est� demostrado que la CB es la herramienta m�s eficaz para el tratamiento de la obesidad en t�rminos de p�rdida de peso y la reducci�n de los riesgos cardiometab�licos para la salud. En pacientes con obesidad grave y DT2, la CB redujo el peso corporal y mejor� el control metab�lico general en mayor medida que el tratamiento m�dico con un agonista del p�ptido similar al glucag�n 1 (GLP-1) (32). El control adecuado de las alteraciones del perfil lip�dico es un reto clave en la prevenci�n cardiometab�lica en la pr�ctica cl�nica y en especial en pacientes sometidos a CB. Adem�s, pocos estudios en la literatura comparan las consecuencias metab�licas de la CB por tipo de procedimiento sobre estos par�metros, lo que hace relevante la presente propuesta de investigaci�n.�

Asimismo, se ha demostrado que el aclaramiento prolongado de TG postprandiales contribuye significativamente al aumento del riesgo cardiovascular en pacientes con DT2 y la RI est� asociada con anomal�as en las lipoprote�nas incluso despu�s de la correcci�n de la hiperglucemia y la hiperinsulinemia en estos pacientes (33). Hasta ahora, no se ha estudiado el efecto directo de la CB sobre el perfil lip�dico, enfoc�ndose la mayor�a de los estudios en el control gluc�mico y del peso corporal a largo plazo, y teniendo en cuenta que el cuerpo humano sufre cambios metab�licos importantes al momento de la CB, profundizar en el conocimiento de estos cambios aportan ventajas en beneficio de la salud y aumento de la calidad y estilo de vida de estos pacientes.

Adem�s, las dislipidemias junto a la obesidad y otras ECM podr�an estar presente en la poblaci�n en estudio, de hecho, es un hallazgo com�n que la dislipidemia suele estar presente en personas con obesidad y, al mismo tiempo, muchas personas obesas tienen trastornos del metabolismo de los l�pidos. Especialmente la obesidad abdominal aumenta el riesgo cardiometab�lico debido a la presencia de dislipidemia aterog�nica, mientras que LDL-C puede ser normal y es el objetivo principal en el tratamiento de la dislipidemia. La dislipidemia y la obesidad presentan enfermedades comunes que deben ser manejadas para disminuir el riesgo cardiovascular y de complicaciones relacionadas con la obesidad (34); por lo cual es necesario un conocimiento preciso respecto de la influencia que las CBs pueden tener en los resultados de laboratorio, dado el antecedente de una respuesta mejorada de glucosa en sangre, insulina y TG, hasta 2 a�os despu�s de una VSG o RYGB en pacientes con obesidad y DT2 (35). En virtud de la escasez de datos es imperiosa la necesidad de conocer la aplicabilidad de la CB en la mejora de la morbilidad causada por las dislipidemias en pacientes ecuatorianos.

Cabe mencionar que la obesidad y las dislipidemias son morbilidades de importancia en salud publica en Latinoam�rica y Ecuador (25, 26), el presente estudio cobra importancia social y cient�fica, dado que en Latinoam�rica son pocos las investigaciones llevadas a cabo al respecto al valorar la influencia de los diferentes tipos de procedimientos quir�rgicos de CB sobre los componentes del perfil lip�dico, el cual a su vez determina enfermedades y comorbilidades cardiometab�licas en un individuo, considerando que las ECM son una de las primeras causas de morbimortalidad en este pa�s; asimismo, se espera aportar al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (36) y al Plan de Creaci�n de Oportunidades 2021-2025 del Ecuador (37).

En este contexto, es claro que la CB ha emergido como una intervenci�n eficaz para lograr una p�rdida de peso significativa y sostenida en pacientes con ECM, entre otros beneficios; no obstante, los estudios que valoran la evoluci�n del perfil lip�dico comparando los tipos de CB son escasos; espec�ficamente los relacionados al tipo de intervenci�n quir�rgica pre y post cirug�a y en especial en poblaciones ecuatorianas, por lo que el prop�sito del presente estudio es aportar conocimiento� sobre los cambios en el perfil lip�dico en respuesta a diferentes tipos de procedimientos quir�rgicos de cirug�a bari�trica en pacientes de la ciudad de Guayaquil atendidos en la Cl�nica San Marcos durante el periodo julio de 2023 a julio de 2024.

 

Antecedentes

Ammar y col. (38) en el a�o 2020 publicaron el estudio longitudinal prospectivo sobre CB y resultados cardiovasculares con el objetivo de estudiar el impacto de la CB en el perfil de riesgo CV, la estructura y la funci�n cardiaca en 100 pacientes con obesidad m�rbida en Egipto, al inicio y 6 meses despu�s de la CB. La edad media de la poblaci�n del estudio fue de 37,2 � 10,49 con un IMC de 47 � 6,82. Se realizaron VSG en el 79% y RYGB en 21%. La mortalidad y morbilidad fueron de 0,94% y 4,7%, respectivamente. A 6 meses, hubo disminuci�n significativa del IMC, frecuencia card�aca, presi�n arterial. La prevalencia de DT2 disminuy� de 21% a 11%, dislipidemia de 32% a 7%, SMet 54% a 26%. Se observaron cambios significativos en HbA1c, CT, LDL-C, TG y aumento en HDL-C despu�s de la CB. Se concluye que la CB adem�s de permitir la p�rdida de peso, proporciona una mejor salud cardiovascular.

Ordo�ez y Moscoso (27) en el estudio descriptivo retrospectivo publicado en el a�o 2021 sobre el impacto post quir�rgico de la CB y comorbilidades asociadas en pacientes de un hospital de Cuenca-Ecuador, determinaron en pacientes con obesidad y comorbilidades asociadas como hipertensi�n arterial, hiperglicemia, CT y TG despu�s de la CB. La muestra consisti� en 66 historias cl�nicas. El 80,3% de pacientes fueron mujeres con una edad media 42,8�10,51 con IMC promedio 43,66�5,13. Tras 6 y 12 meses post quir�rgicos el IMC disminuy� a 32,26�3.90 y 29,73�3,93, respectivamente. Adicionalmente existi� reducci�n en presi�n arterial media (PAM) (7,11�10,73mmHg), glicemia (28,21�17,29 - 47�25,73mg/dL), TG (40,53 � 70,11mg/dL) y CT (32,17 � 47,35mg/dL). Concluyen que la CB permiti� el descenso del peso, IMC y cifras de PAM, glicemia, CT y TG.

Abell�n y col. (39) en el estudio observacional retrospectivo de cohortes anal�ticas publicado en el a�o 2021 sobre la evaluaci�n del perfil lip�dico a medio-largo plazo despu�s de CB (RGBY versus VSG), compararon la variaci�n del perfil lip�dico. 100 pacientes espa�oles distribuidos en 50 intervenidos con RGBY y 50 con VSG. Se determin� el CT, LDL-C, HDL-C y TG preoperatorio y a 1, 6, 12, 24, 36, 48 y 60 meses. A los 60 meses, el CT y LDL-C se redujeron significativamente solo en el grupo RGBY. Ambas t�cnicas aumentaron HDL-C sin diferencias entre las CB. Los TG disminuyeron en ambos, pero fue superior con RGBY. Se concluye que RGBY obtuvo mejores resultados en cuanto a reducci�n del peso y la resoluci�n de hipercolesterolemia comparado con la VSG a medio-largo plazo.

Jamialahmadi y col. (16) en el a�o 2022 publicaron un metan�lisis sobre el efecto de la CB en los niveles circulantes de lipoprote�na (a). Se realiz� una b�squeda bibliogr�fica en PubMed, Scopus, Embase y Web of Science y se utiliz� un modelo de efectos aleatorios y el m�todo gen�rico de ponderaci�n de varianza inversa para compensar la heterogeneidad de los estudios en t�rminos de dise�o del estudio, duraci�n del tratamiento y caracter�sticas de las poblaciones estudiadas. El metaan�lisis de 13 estudios que incluyeron a 1551 pacientes mostr� una disminuci�n significativa de la Lp(a) circulante despu�s de la CB. Concluyen que la CB reduce significativamente las concentraciones circulantes de Lp(a). Esta disminuci�n puede tener un efecto positivo sobre la ECV en pacientes obesos.

Coleman y col. (17) en el estudio comparativo retrospectivo publicado en el a�o 2022 sobre remisi�n y reca�da de la dislipidemia despu�s de una VSG en comparaci�n con RYGB en una poblaci�n racial y �tnicamente diversa de California, compararon los resultados a 4 a�os. Se incluyeron pacientes con dislipidemia sometidos a VSG (4142 pacientes) o RYGB (2853 pacientes). La remisi�n fue significativamente mayor para aquellos que se sometieron a RYGB en comparaci�n con VSG. Sin tener en cuenta la reca�da, la remisi�n de la dislipidemia despu�s de 4 a�os fue del 58,9% (1279) para los que se sometieron a RYGB y del 51,9% (2079) con VSG. Se concluye que, la RYGB se asoci� con tasas m�s altas de remisi�n de la dislipidemia. Sin embargo, los pacientes deben ser monitoreados durante todo el per�odo postoperatorio para maximizar los beneficios de estas CB en el tratamiento de la dislipidemia.

Cazorla y col. (28) publicaron en el a�o 2022 el estudio no experimental comparativo y retrospectivo sobre la efectividad de la CB en el tratamiento de la obesidad en pacientes operados en el IESS de Riobamba, Chimborazo-Ecuador. Se recolectaron datos a partir de las historias cl�nicas. Los hallazgos m�s destacados indicaron un promedio de edad de 43,58 a�os, predominio de pacientes de sexo femenino (60,61%) y de los que ten�an comorbilidades (82,58%). Antes de la cirug�a, el 68,94% de los pacientes exhibi� obesidad de grado III, la mayor�a present� comorbilidades (82,59%), destacando la DT2. Concluyen que en los pacientes sometidos a cirug�a hubo una disminuci�n estad�sticamente significativa de la incidencia de obesidad de grado II y III, lo que puso de manifiesto la eficacia del procedimiento quir�rgico.

Alamro y col. (40) en el a�o 2022 publicaron el estudio retrospectivo sobre el efecto de la CB sobre el SMet, las puntuaciones de riesgo de Framingham y la funci�n tiroidea durante un a�o de seguimiento en Arabia Saudita. Un total de 160 pacientes se sometieron a CB y completaron visitas de seguimiento de un a�o. La historia cl�nica, los par�metros antropom�tricos, bioqu�micos y hormonales se evaluaron al inicio y de 3 a 12 meses despu�s de la CB. La prevalencia del SMet, la DT2, HTA y la FRS disminuyeron significativamente de 72,5%, 43,1%, 78,1% y 11,4 a 16,3%, 9,4%, 22,5% y 5,4, respectivamente. Se concluye que adem�s de lograr una p�rdida de peso sustancial, la CB mejora la prevalencia del SMet y los perfiles de riesgo cardiovascular.

Wen y col. (5) en el a�o 2023 publicaron el estudio cl�nico retrospectivo sobre los cambios r�pidos en el peso corporal y el control gluc�mico determinados por el estado previo a la CB en individuos chinos con el objetivo de identificar los factores asociados a la remisi�n de la glucemia, el peso corporal y el perfil lip�dico en pacientes obesos j�venes despu�s de la CB. En un total de 131 pacientes se analizaron el IMC, la circunferencia de la cintura, la presi�n arterial (PA) y los l�pidos, lipoprote�nas plasm�ticas y HbA1c antes de la CB, con seguimiento en 1,6 y 12 meses. Los resultados mostraron que el peso corporal, PA, glucemia en ayunas (FPG), la HbA1c y los TG disminuyeron significativamente entre uno y tres meses postcirug�a. Se concluye que los cambios en el peso corporal estaban determinados por la edad, el estado del peso corporal previo a la operaci�n y la HbA1C en j�venes chinos obesos.

Behrooznia y col. (13) en el estudio retrospectivo publicado en el a�o 2023 sobre marcadores diab�ticos cinco a�os despu�s de la CB en Ir�n, investigaron el impacto de la CB, evaluando el perfil lip�dico, nivel de glucosa y los medicamentos antidiab�ticos requeridos. Se incluyeron 34 pacientes consecutivos, 30 (88,2%) mujeres, con una edad media de 52,71 � 8,53 a�os. 65% de las cirug�as fueron RYGB y el resto OAGB y VSG. Los niveles s�ricos de marcadores diab�ticos se redujeron durante el seguimiento, excepto los niveles de HDL-C y CT s�rico, que aumentaron. Los niveles de LDL-C se redujeron, pero fue insignificante. Los tipos de cirug�a hab�an afectado los cambios de los marcadores diab�ticos. Concluyen que el estudio mostr� resultados favorables de la CB en pacientes con diabetes en el seguimiento a largo plazo. Sin embargo, la dislipidemia sigue siendo una preocupaci�n.

Akpinar y col. (22) publicaron en el 2023 un an�lisis nacional emparejado por puntaje de propensi�n sobre la recurrencia de peso despu�s de una CB en pacientes holandeses. Compararon la SVG frente a RYGB despu�s de la p�rdida de peso adecuada en 1 a�o. El resultado fue ≥ 10% de recurrencia de peso entre 2 y 5 a�os, despu�s de ≥ 20% al a�o de seguimiento. Se incluyeron un total de 19.762 pacientes, 14.982 pacientes con RYGB y 4.780 con VSG. Despu�s de emparejar a 4.693 pacientes de cada grupo, los pacientes sometidos a VSG tuvieron una mayor probabilidad de recurrencia de peso y con menor frecuencia remisi�n de DT2, hipertensi�n, dislipidemia, reflujo gastroesof�gico y s�ndrome de apnea obstructiva del sue�o. Concluyen que los pacientes sometidos a VSG experimentan recurrencia de peso y menos probabilidades de remisi�n de la comorbilidad que los pacientes sometidos a RYGB.

Apaer y col. (4) en el a�o 2024 publicaron el estudio de revisi�n sistem�tica y un metan�lisis de ensayos controlados aleatorios (RCTs) sobre seguridad y eficacia de la VSG frente a la RYGB en pacientes con obesidad. Se incluyeron ensayos cl�nicos de 1270 pacientes. Se encontr� una eficacia superior de RYGB frente a VSG en la p�rdida de IMC a los 6, 12 y 36 meses y en la ganancia de peso. Se lograron tasas de remisi�n significativamente m�s altas de DT2 y dislipidemia con RYGB a los 12 meses. Adem�s, se mejoraron los par�metros lip�dicos y de DT2 con RYGB. VSG dio menores complicaciones postoperatorias. Concluyen que la RYGB fue superior a la VSG en lo que respecta a la p�rdida de peso a corto y mediano plazo, la eficacia de la remisi�n de la DT2 y los par�metros bioqu�micos relacionados; sin embargo, VSG es la opci�n por la menor tasa de complicaciones y tiempo quir�rgico.

Lei y col. (15) en el estudio de revisi�n sistem�tica y metan�lisis sobre actualizaci�n sobre la comparaci�n de la gastrectom�a en manga laparosc�pica (SVG) y el bypass g�strico laparosc�pico Roux-en-Y (RYGB), publicado en el 2024, resumieron la evidencia disponible sobre p�rdida de peso, remisi�n de comorbilidades y calidad de vida en SVG y RYGB. Buscaron ensayos controlados aleatorizados y estudios intervencionistas no aleatorizados en PubMed, EMBASE y la Biblioteca Cochrane, seleccionaron 18 estudios elegibles, donde se demuestra que la RYGB produjo una mayor p�rdida de peso en comparaci�n con la VSG a los 5 a�os, pero existe una alta heterogeneidad. Concluyen que la tasa de resoluci�n de la DT2 y la dislipidemia fue mayor en el grupo RYGB que en el grupo VSG a los 5 a�os. Sin embargo, la VSG tiene una tasa de morbilidad menor que la de la RYGB.

Prykhodko y col. (24) en el estudio publicado en el a�o 2024 sobre cambios a largo plazo en el microbioma, perfil lip�dico en sangre e IL-6 en pacientes suecos en respuesta RYGB, estudiaron los efectos hasta seis a�os posoperaci�n en los microbiomas intestinales de 15 pacientes y su bienestar, comparando seg�n el sexo. Los resultados mostraron una mejor salud, que coincidi� con la p�rdida de peso y la mejora del metabolismo lip�dico. Los cambios en la salud se asociaron con una disminuci�n de la inflamaci�n y alteraciones significativas en el microbioma intestinal despu�s de la cirug�a, que difirieron entre mujeres y hombres. En conclusi�n, los hallazgos indican que hubo cambios a largo plazo en el microbiota intestinal despu�s de RYGB y los cambios en los taxones microbianos parecieron diferir seg�n el sexo, lo que deber�a investigarse m�s a fondo en una cohorte m�s grande.

Benaiges y col. (41) en el ensayo cl�nico aleatorizado BASALTO publicado en el 2024 sobre efectos a corto plazo del RYGB versus SGV sobre LDL-C elevado, determinaron si los niveles altos de LDL-C deben considerarse al seleccionar el procedimiento quir�rgico en 38 pacientes en Espa�a, con obesidad grave y niveles elevados de LDL-C, que fueron asignados aleatoriamente a RYGB o VSG. El resultado fue la remisi�n del LDL-C a los 12 meses, definida como LDL-C<3,36 nmol/l sin hipolipemiantes. La remisi�n en el 66,6% de los pacientes con RYGB en comparaci�n con 27,8% de pacientes con VSG. En el seguimiento, RYGB demostr� una remisi�n superior (80,0% frente a 29,4%). Concluyen que la RYGB es superior a la VSG en t�rminos de remisi�n a corto plazo de LDL-C elevado, adem�s de producir una mejora en los par�metros aterog�nicos.

Ragavan y col. (42) en un estudio de cohorte comparativo retrospectivo observacional de 5 a�os publicado en el a�o 2024 sobre la p�rdida de peso despu�s de la CB en personas con o sin SMet en el Reino Unido. Se incluyeron 333 pacientes (72% mujeres) sin (Grupo A, n =133) o con (Grupo B, n =200) SMet al inicio del estudio. La media general del IMC inicial fue de 51,7�7,5 sin diferencias entre los grupos. La media del porcentaje de p�rdida de peso total (%TWL) fue de 31,9% a los 24 meses despu�s de la cirug�a. Aunque el %TWL fue mayor en el Grupo A (34,9%) que en el Grupo B (30,2%) a los 24 meses, no hubo diferencias significativas entre los grupos posteriormente hasta los 60 meses de seguimiento. Concluyen que la CB produce una p�rdida de peso comparable a largo plazo en pacientes con o sin SMet junto con las mejoras esperadas en las comorbilidades metab�licas.

Szymanski y col. (43) publicaron en el 2024 el estudio retrospectivo sobre el efecto del bypass g�strico con una anastomosis (BAGOU) primaria y de revisi�n sobre el perfil de �cidos grasos (AG). Compararon el perfil de AG en suero de pacientes despu�s de un BAGOU primario (BAGOUp) y un BAGOU de revisi�n (BAGOUr) para identificar alteraciones posquir�rgicas en pacientes con obesidad de Polonia. El porcentaje de p�rdida excesiva de IMC (% EBMIL) despu�s de BAGOUp fue de 73,5 � 2,47% en comparaci�n con 45,9 � 4,15% en el grupo BAGOUr. Tambi�n encontraron una disminuci�n en los AG de cadena muy larga (VLCFA) y un aumento en los de cadena ramificada (BCFA) despu�s de ambos tipos de BC. Concluyen que ambos procedimientos BAGOU mejoraron el perfil de los AG, con disminuci�n de los VLCFA, considerados perjudiciales, y mejora de los BCFA beneficiosos.

 

Fundamentaci�n Te�rica

Perfil lip�dico y dislipidemias

Las dislipidemias son trastornos en el metabolismo de las lipoprote�nas que se manifiestan con niveles de l�pidos alterados, ya sea por sobrecarga (hiperlipidemia) o por carencia (hipolipidemia). Las lipoprote�nas son mol�culas que juegan un rol crucial en el traslado de l�pidos (como triglic�ridos, fosfol�pidos, colesterol y vitaminas liposolubles), y se pueden clasificar en las siguientes categor�as: VLDL (Lipoprote�nas con densidad muy baja), IDL (Lipoprote�nas de densidad media), HDL (Lipoprote�nas de alta densidad), LDL (Lipoprote�nas de baja densidad) y Lipoprote�na a (Lp (a)). La investigaci�n de estas anomal�as es relevante, dado que hay una correlaci�n significativa entre los cambios en las lipoprote�nas plasm�ticas y el progreso del proceso ateroscler�tico. As� pues, su diagn�stico bas�ndose en un an�lisis cotidiano de laboratorio es crucial debido a su v�nculo con la ECV es causal y muestran una alta morbilidad y pueden llegar a ser mortal (44).

 

Tipos de dislipidemias

De acuerdo con la clasificaci�n por etiolog�a, se pueden distinguir dislipidemias primarias y secundarias. Las primeras provienen de un origen donde predominan las causas gen�ticas, mientras que las segundas provienen de un origen donde predominan factores ambientales u otros trastornos o enfermedades. Se caracterizan por el incremento del colesterol en el plasma, los triglic�ridos (TG) o ambos, o un nivel bajo de colesterol en lipoprote�nas De acuerdo con los expertos, es probable que haya una correlaci�n lineal entre los niveles de grasas y el riesgo de enfermedades cardiovasculares (45).�

Actualmente, las dislipidemias pueden categorizarse en funci�n del fenotipo lip�dico o la etiolog�a. No obstante, la clasificaci�n etiol�gica es la m�s beneficiosa ya que, la primera es �til para distinguir las hiperlipemias, pero tiene restricciones debido a la incapacidad para distinguir el origen y el mecanismo que provoca la alteraci�n lip�dica. Por lo tanto, su uso en la pr�ctica m�dica es restringido. Hay cinco fenotipos distintos: El fenotipo I se refiere a una hipertrigliceridemia causada por un incremento en los quilomicrones en el plasma, el fenotipo IIa se refiere a un hipercolesterolemia causada por un incremento en VLDL y LDL, con un aumento moderado de triglic�ridos end�genos, mientras que el fenotipo III se refiere a una dislipidemia caracterizada por la presencia de residuos de quilomicrones y VLDL, VLDL llenas de colesterol e IDL, las que se combinan para formar la β-VLDL. Por otro lado, los fenotipos IV y V se asocian a hipertrigliceridemias, siendo la de origen end�geno la de tipo IV en detrimento de VLDL, mientras que la de origen mixto presenta un incremento tanto de TG ex�genos (quilomicrones) como end�genos (VLDL) (44,45).

Dentro de la distribuci�n seg�n el tipo de dislipidemia y el nivel de riesgo de Framingham, la dislipidemia mixta es la manifestaci�n m�s habitual, seguida por hipercolesterolemia y el alto riesgo, mientras que solo un porcentaje muy reducido de pacientes presentan un riesgo bajo.� La hipercolesterolemia se refiere a los niveles de CT en la sangre que superan los 200 mg/dl. Cuando se presentan estos niveles, el nivel de grasa se acumula. En caso de tener niveles superiores, la acumulaci�n de grasas en las arterias obstaculiza el flujo sangu�neo adecuado, lo que podr�a provocar graves enfermedades card�acas, as� como accidentes cerebrovasculares (46). La hipertrigliceridemia se refiere al aumento de la TG en el plasma que supera los 175 mg/dL. Las causas m�s comunes incluyen el exceso de peso, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, entre otras.� La dislipemia mixta se refiere a un trastorno lip�dico y lipoproteico asociado a un alto riesgo cardiovascular y se distingue por la combinaci�n de hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia, junto con incrementos de colesterol (47).

Las part�culas densas y peque�as de LDL tienen una mayor propensi�n a la oxidaci�n, especialmente en situaciones de un control insuficiente de la glucosa. Otras pruebas indican, De acuerdo con los especialistas, la glicaci�n de LDL (reacci�n lenta y no enzim�tica de az�cares) puede incrementar la diabetes, afectando la identificaci�n de la lipoprote�na por su receptor en el h�gado. Una caracter�stica esencial de la dislipidemia diab�tica es un incremento en la generaci�n hep�tica de lipoprote�nas de baja densidad (VLDL) como reacci�n a incrementos en el flujo, frecuentemente vistos en la diabetes con adipocitos resistentes a la insulina. A pesar de que la insulina y las lipasas, como la lipoprote�na lipasa, influyen en la absorci�n de derivados de triglic�ridos por el m�sculo estriado, disminuyen los niveles presentes en el h�gado. Sin embargo, la resistencia a la insulina provoca el efecto contrario, incrementando los niveles presentes en el h�gado. Este fen�meno se conoce como s�ndrome metab�lico, caracterizado por la obesidad abdominal y la resistencia a la insulina, tambi�n incrementa la transmisi�n de estos derivados al h�gado. Por otro lado, la disminuci�n de la actividad de la lipoprote�na lipasa en la DM2 provoca una acumulaci�n de lipoprote�nas con alto contenido de triglic�ridos en el plasma de estos pacientes y tambi�n puede provocar una reducci�n fisiol�gica de la liberaci�n de mol�culas biol�gicamente activas provenientes de la lip�lisis a las c�lulas (48.

Las modificaciones en las lipoprote�nas pueden ser provocadas por diversas razones. Hay dislipoproteinemias vinculadas a enfermedades metab�licas o org�nicas como la Diabetes Mellitus, las dietas deficientes y la obesidad. Para aquellos individuos con obesidad central, muestran un incremento en el flujo de �cidos grasos hacia el h�gado proveniente de la grasa visceral resistente a la insulina, lo que resulta en un aumento del flujo de �cidos grasos hacia el h�gado, consecuencia un aumento de la s�ntesis hep�tica de triglic�ridos. Los niveles elevados de HDL provocados por ciertos des�rdenes gen�ticos pueden no proteger contra los trastornos cardiovasculares y los niveles bajos de HDL provocados por ciertos des�rdenes gen�ticos pueden no incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. A pesar de que los niveles de HDL predicen el riesgo cardiovascular en la poblaci�n general, el incremento del riesgo puede ser provocado por otros factores, como las irregularidades metab�licas y de l�pidos que acompa�an, como la hipertrigliceridemia, en lugar del nivel de las HDL propiamente (49).

 

 

 

Consecuencia de las dislipidemias

Por s� solas, las dislipidemias suelen no presentar s�ntomas, pero puede desencadenar patolog�as vasculares sintom�ticas, como la enfermedad coronaria, el accidente cerebrovascular y la enfermedad arterial perif�rica. El desarrollo de la enfermedad arterial ateroscler�tica se inicia con la dislipidemia y la inflamaci�n vascular, que son los procesos preliminares.�

Hay pruebas abundantes que indican la correlaci�n causal entre las dislipidemias y el peligro de padecer enfermedad coronaria ateroscler�tica e isqu�mica card�aca (34). La investigaci�n llevada a cabo por Hern�ndez-Hern�ndez y colaboradores (47) evidenci� hallazgos con una alta prevalencia de valores de riesgo vascular en diversos indicadores metab�licos evaluados en adolescentes y adultos. Esto indica la importancia de supervisar los indicadores estudiados e implementar intervenciones que modifiquen sus valores para disminuir el riesgo relacionado, desde fases tempranas, como las anteriores a la adolescencia. Las elevadas concentraciones de triglic�ridos pueden provocar pancreatitis aguda; adem�s, pueden provocar hepatoesplenomegalia, parestesias, falta de aire y confusi�n.

 

Obesidad y riesgo cardiometab�lico

Se estima que aproximadamente 1.000 millones de adultos se volver�n obesos y 177 millones de adultos corren el riesgo de volverse severamente obesos para el a�o 2025 en todo el mundo. Adem�s, la obesidad se asocia con un aumento de la mortalidad en numerosos trastornos, y casi 1 de cada 5 muertes se atribuye a la obesidad. Es alarmante observar que los adultos de 35 a 59 a�os con obesidad m�rbida, definida como un �ndice de masa corporal (IMC) mayor o igual a 40 kg/m2, tienen 5 veces m�s probabilidades de morir de insuficiencia card�aca y enfermedades cardiovasculares, 6,5 veces m�s riesgo de morir de accidente cerebrovascular y, lo que es m�s sorprendente, 22,5 veces m�s riesgo de morir de complicaciones asociadas con la diabetes mellitus (DM), en comparaci�n con la poblaci�n adulta con un IMC normal (50). 

De hecho, la obesidad se identifica como un factor de riesgo independiente de ECV y su mortalidad asociada. Recientemente, la circunferencia de la cintura y la relaci�n cintura-cadera se han utilizado ampliamente para predecir las complicaciones cardiometab�licas, ya que son mejores medidas de la obesidad abdominal. Aunque el IMC es la medida m�s simple y m�s utilizada para evaluar la obesidad, no diferencia entre masa muscular magra y masa grasa y no predice la distribuci�n de la grasa corporal. En consecuencia, se supone que la circunferencia de la cintura y la relaci�n cintura-cadera son mejores predictores de los riesgos relacionados con la obesidad en comparaci�n con el IMC (51).

En el a�o 2014, la obesidad en adultos afect� a alrededor del 10,8% de los hombres y el 14,9% de las mujeres a nivel mundial. Si esta tendencia contin�a, se estima que para 2025, el 18% de los hombres y el 21% de las mujeres ser�n obesos en todo el mundo. Un interesante metaan�lisis de 239 estudios prospectivos, en los que participaron 10,6 millones de personas de diversas regiones, entre ellas Am�rica del Norte, Asia y Australia, revel� que la poblaci�n con un IMC de 20 a 25 kg/m2 ten�a las tasas de mortalidad por todas las causas m�s bajas. Por el contrario, las poblaciones con sobrepeso y obesidad experimentaron un aumento significativo de la mortalidad (52).

El aumento de la adiposidad y su conexi�n con numerosas complicaciones se puede atribuir tanto a efectos estructurales como metab�licos. El tejido adiposo subcut�neo funciona principalmente para almacenar el exceso de calor�as en forma de triglic�ridos a trav�s de la hipertrofia de los adipocitos, lo que a su vez protege �rganos vitales como el h�gado, el coraz�n y los ri�ones. Sin embargo, si la capacidad del tejido adiposo subcut�neo supera un cierto umbral, los adipocitos hipertrofiados pueden romperse y desencadenar una inflamaci�n, lo que lleva al dep�sito de triglic�ridos dentro del tejido adiposo visceral (53). 

Los efectos metab�licos asociados con las complicaciones relacionadas con la obesidad son causados ​​principalmente por la estimulaci�n de las citocinas proinflamatorias (como TNF-α, IL-1, IL-6) y la lipotoxicidad resultante del aumento de los niveles de �cidos grasos libres e intermediarios lip�dicos como las ceramidas, que est�n implicadas en la resistencia a la insulina, la diabetes mellitus, la enfermedad de Alzheimer y las enfermedades cardiovasculares (9).

En la compleja fisiopatolog�a de la obesidad y sus complicaciones relacionadas intervienen m�ltiples v�as de se�alizaci�n. La v�a PI3K/AKT, estrechamente relacionada con la se�alizaci�n de la insulina, interviene en la regulaci�n de diversos procesos fisiol�gicos y es crucial para mantener la homeostasis metab�lica. 9 Su funci�n en los tejidos sensibles a la insulina est� interconectada con la obesidad y las complicaciones relacionadas con ella. Adem�s, la inflamaci�n del tejido adiposo causada por la activaci�n de las quinasas de prote�na activadas por mit�genos (MAPK) desempe�a un papel clave en la adipog�nesis. Adem�s, las MAPK causan intolerancia a la glucosa en estados obesos al inactivar directamente IRS1 e inactivar indirectamente PPARγ. Adem�s, la v�a JAK-STAT participa en los efectos anor�xicos mediados por la leptina y regula la acumulaci�n de grasa en el h�gado (54).

Finalmente, otros mecanismos de se�alizaci�n incluyen la v�a AMPK, cuya activaci�n provoca aumento de peso, la se�alizaci�n TGF-β involucrada en la regulaci�n de la homeostasis de la glucosa y las v�as de se�alizaci�n del ret�culo endopl�smico (RE) en las que la acumulaci�n de respuesta de prote�na desplegada en el RE provoca disfunci�n metab�lica (55).

 

Cirug�a bari�trica

La base fundamental de la CB es lograr la p�rdida de peso en pacientes que no han podido perder peso por medios no quir�rgicos. Los criterios espec�ficos establecidos por consenso indican que la CB es apropiada para pacientes con un IMC > 40 kg/m2 y para pacientes con un IMC > 35 kg/m2 que tienen comorbilidades asociadas. El procedimiento de CB m�s com�n es el bypass g�strico Roux-en-Y (RYGB), en el que se secciona el est�mago para crear una bolsa g�strica de aproximadamente una onza de capacidad. La gastrectom�a en manga vertical (VSG) implica resecar alrededor del 80% del est�mago para crear un est�mago tubular. Adem�s, la derivaci�n biliopancre�tica (BPD) con switch duodenal, junto con dispositivos implantables, son algunos otros ejemplos de procedimientos bari�tricos (56).

En los �ltimos a�os, varios estudios han demostrado efectos superiores de p�rdida de peso por la CB. Una revisi�n sistem�tica y un metan�lisis que evaluaron el porcentaje de p�rdida de peso (EWL%) y la remisi�n de la DT2 demostraron efectos superiores un a�o despu�s de la cirug�a en comparaci�n con el est�ndar de atenci�n. Sorprendentemente, estos efectos todav�a eran evidentes tres a�os despu�s de la cirug�a. Adem�s, existe evidencia significativa que respalda el uso de la cirug�a bari�trica para lograr la remisi�n de la diabetes en pacientes con diabetes tipo 2 (57).

La CB ha demostrado ser eficaz y eficiente, pero s�lo el 1% de los pacientes seleccionados la recibir�n alguna vez. En comparaci�n con la terapia farmacol�gica de la obesidad, la CB ha inducido mayor disminuci�n de peso mantenida a largo plazo, una reducci�n de la mortalidad tanto total como cardiovascular, una mejor�a o remisi�n de los factores de riesgo cardiometab�licos y ​​otras comorbilidades asociadas a la obesidad, as� como una mejor movilidad y calidad de vida. Sin embargo, existen complicaciones asociadas con la CB, incluidos problemas relacionados con la cirug�a y deficiencias nutricionales. La CB tiene riesgos similares a otras cirug�as abdominales, con la obesidad como otro factor de riesgo adicional. No obstante, la mortalidad despu�s de este tipo de cirug�a, es menor a 1%, y en instituciones especializadas puede llegar a ser menor a 0,3%, con cifras de morbilidad menores al 7%. Los procedimientos quir�rgicos m�s realizados en la actualidad son la gastrectom�a vertical y el bypass g�strico en Y de Roux, preferentemente por abordaje laparosc�pico (58).

 

Beneficios generales de la cirug�a bari�trica

La CB es un m�todo efectivo para tratar la obesidad y las complicaciones vinculadas a esta. Inicialmente, se atribuy� la p�rdida de peso a la restricci�n anat�mica o a la disminuci�n de la absorci�n de energ�a. Sin embargo, hoy en d�a se conoce que tambi�n influye en las zonas subcorticales del cerebro para reducir la masa de tejido adiposo. Los procesos vinculados a la reestructuraci�n del sistema gastrointestinal comprenden la regulaci�n central del apetito, la emisi�n de p�ptidos intestinales, la alteraci�n en la flora microbiana y los �cidos biliares. No obstante, la combinaci�n precisa y la sincronizaci�n de las se�ales involucradas contin�an siendo considerablemente inexploradas. Hay tres etapas fundamentales en el procedimiento de CB: la etapa inicial de p�rdida de peso despu�s de la cirug�a, una etapa donde la p�rdida de peso persiste, y, en un subgrupo de pacientes, una fase donde se recupera la masa corporal. Los resultados de la CB se determinan por factores como el tipo de intervenci�n quir�rgica, el nivel de satisfacci�n postoperatoria y las particularidades individuales de cada paciente. Es crucial tener en cuenta que los resultados de la CB solo se conservan si el paciente adopta un estilo de vida apropiado para la nueva circunstancia (59).

El sistema endocrino intestinal y el eje del intestino-sistema nervioso central operan para procesar y asimilar los alimentos y, por ende, controlar el apetito. El sistema endocrino pancre�tico-intestinal constituye uno de los sistemas endocrinos m�s importantes y grandes del cuerpo. La mayor parte de las hormonas producidas en el intestino (incluyendo las incretinas, colecistoquinina y polip�ptido pancre�tico), a excepci�n de la grelina, funcionan para incrementar la sensaci�n de saciedad y reducir la ingesta de comida. El tejido adiposo se encuentra extensamente distribuido en el organismo; desempe�a roles diferentes tanto en la regulaci�n de la energ�a como en un �rgano endocrino. La leptina, un compuesto adiposo producido por el tejido adiposo, ejerce un efecto de saciedad en el sistema nervioso central (60).

La obesidad es una condici�n multifactorial que se controla mediante circuitos interoceptivos neuronales en el cerebro, cuya alteraci�n provoca un peso corporal desmedido. Algunas agrupaciones neuronales centrales en el cerebro son identificadas como puntos esenciales en la homeostasis energ�tica; especialmente, la zona del n�cleo arqueado hipotal�mico (ARC) alberga dos microcircuitos pept�dicos que mantienen la homeostasis energ�tica con funciones opuestas: El p�ptido/neurop�ptido-Y asociado al agouti (AgRP/NPY) indica el hambre y promueve el consumo de alimentos; mientras que la proopiomelanocortina (POMC) indica el apetito y disminuye la ingesta de comida. Los niveles de estas c�lulas neuronales interact�an con el estado energ�tico e incorporan se�ales de grelina perif�rica, leptina e insulina para controlar la nutrici�n y el consumo de energ�a (61).

En contraste con el tratamiento farmacol�gico de la obesidad, la CB ha evidenciado un incremento en la p�rdida de peso sostenida en el tiempo y una disminuci�n de la mortalidad, tanto total como cardiovascular (CV), mejora o eliminaci�n de los factores de riesgo CV (DT2, presi�n arterial alta y dislipemia) y del S�ndrome de Apnea Hipoapnea del Sue�o (SAHS), reducci�n en la prevalencia de ciertos c�nceres, mejora de la enfermedad del h�gado graso no alcoh�lico (EHGNA), osteoartritis, incontinencia urinaria, adem�s de un mejor movilidad y calidad de vida. En individuos con DT2, la CB, frente a la intervenci�n no quir�rgica, consigue un control gluc�mico m�s efectivo y una disminuci�n significativa del riesgo de CV y obesidad (62).

Por lo general, la tasa de �xito de la CB en cuanto a la disminuci�n de peso es elevada, llegando a alcanzar el 80%, especialmente si el paciente sigue una alimentaci�n y una actividad f�sica apropiadas. La p�rdida de peso mediante el CB var�a entre el intervalo de 25% y el 30% a los 12 meses. Es complicado sostener la p�rdida de peso a largo plazo y las directrices cl�nicas respaldan la administraci�n de f�rmacos antiobesidad a largo plazo cuando las acciones en el estilo de vida no son suficientes para mantener la meta. En adultos con IMC ≥ 35 kg/m2 y en contraste con el tratamiento m�dico tradicional, la CB provoca una p�rdida de peso superior y conservaci�n del peso perdido, evidenciando una reducci�n en la incidencia de DT2 en individuos sin DT2 y una mejora en el control gluc�mico con una mayor remisi�n de la DT2 preexistente en individuos que ya la sufr�an (63).

Respecto a la HTA, la CB presenta un perfil positivo a corto plazo, not�ndose disminuciones en los niveles de presi�n arterial o en la cantidad de medicamentos antihipertensivos utilizados a los dos o tres a�os de seguimiento, y una menor incidencia de la hipertensi�n en los individuos con hipertensi�n basal, en comparaci�n con el grupo control (nivel de evidencia: moderado). Sin embargo, en los estudios que mantienen un seguimiento de 10 a�os, no se notan variaciones en los n�meros de presi�n arterial sist�lica o en la emergencia de nuevos casos de HTA. Otras comorbilidades pueden mejorar con la CB, a pesar de que la evidencia es menos robusta, como en situaciones como el reflujo gastroesof�gico, la presi�n intracraneal, la estasis venosa u otros indicadores como la disminuci�n de la movilidad o una baja calidad de vida (40).

Adem�s, la CB ha evidenciado un incremento en la calidad de vida. La obesidad implica un declive en la calidad de vida que puede impactar tanto en el �mbito f�sico como psicosocial. No obstante, la p�rdida puede provocar un deterioro en la calidad de vida a nivel f�sico y psicosocial. No obstante, el efecto beneficioso en la calidad de vida es directamente proporcional a la p�rdida de peso e independiente del procedimiento quir�rgico empleado (64).

Tras la banda g�strica, la cura de la diabetes se basa m�s en la reducci�n de peso. La CB disminuye los factores de riesgo cardiovascular, tales como la presi�n arterial alta, las alteraciones lip�dicas, el h�gado graso no alcoh�lico, el dolor musculoesquel�tico y disminuye la mortalidad por diabetes, enfermedades cardiovasculares y c�nceres. La CB tambi�n incrementa el nivel de vida. Las complicaciones m�s graves de la operaci�n incluyen la infecci�n, la hemorragia y la expulsi�n anastom�tica. Las complicaciones a largo plazo incluyen las carencias nutricionales, que incluyen vitaminas y minerales, as� como la anemia. Algunos pacientes experimentan vaciamiento g�strico tras la ingesta y algunos pueden desarrollar hipoglucemia posprandial tras la terapia con RYGB. Aproximadamente el 25% de los pacientes necesitan intervenciones quir�rgicas para mitigar el exceso de tejido cut�neo (21).

Se ha demostrado que la CB contribuye a conseguir una reducci�n de peso m�s relevante que el tratamiento no quir�rgico en pacientes con obesidad grave. De acuerdo con informaci�n de la Sociedad Americana de Cirug�a Bari�trica y Metab�lica (ASMBS), el n�mero de intervenciones quir�rgicas bari�tricas se increment� anualmente desde 2011 hasta 2019. Por ende, resulta crucial mantenerse alerta a los sucesos adversos posteriores a la operaci�n. La hipoglucemia bari�trica posoperatoria se est� volviendo cada vez m�s conocida. El s�ndrome de dumping tard�o, hipoglucemia reactiva o hipoglucemia hiperinsulin�mica posprandial, es el nombre de esta. No obstante, no hay una definici�n concreta de hipoglucemia bari�trica posoperatoria (65).

Se ha identificado la hipoglucemia posoperatoria bari�trica como una condici�n que se distingue por s�ntomas de hipoglucemia que surgen tras una comida en personas que se han sometido a una cirug�a de p�rdida de peso. No obstante, mediante t�cnicas m�s precisas, como el seguimiento constante de la glucosa, se est�n detectando otros patrones de hipoglucemia. La hipoglucemia bari�trica posoperatoria suele estar vinculada con la operaci�n de bypass g�strico Roux-en-Y (RYGB). No obstante, tambi�n puede suceder con distintos tipos de intervenciones bari�tricas, tales como la gastrectom�a en manga (VSG) y la banda g�strica ajustada mediante laparoscopia (LAGB) (66).

 

Perfil lip�dico y cirug�a bari�trica

Se ha demostrado que la cirug�a bari�trica es eficaz para tratar la hiperglucemia, dislipidemia, hiperuricemia, hipertensi�n y otros trastornos del SMet. Los cambios en los niveles de grasas no son uniformes en todas las investigaciones, sin embargo, se nota una tendencia a disminuir los niveles de TG y el �ndice de colesterol total/lipoprote�nas de alta densidad (HDL), y un incremento de los niveles de colesterol HDL. La disminuci�n sustancial en el peso corporal, HbA1c, FPG, BP y niveles de TG cambian en los primeros uno a tres meses; sin embargo, el nivel de HDL-C y LDL-C cambi� aproximadamente seis meses o un a�o despu�s. La hip�tesis es que la restricci�n cal�rica, el alivio de la hiperglucemia, la toxicidad lip�dica y la RI son cl�nicamente responsables de este efecto. No obstante, la reducci�n significativamente retrasada de HDL-C y LDL-C puede deberse al cambio posterior en el peso corporal y la reducci�n del tejido adiposo (67).

Pocos estudios han comparado la mejor�a de los niveles plasm�ticos de l�pidos despu�s de diferentes tipos de cirug�a, en particular en comparaci�n con el bypass g�strico de una anastomosis (OAGB). Un estudio donde se investig� c�mo la gastrectom�a en manga laparosc�pica (VSG) y la OAGB impactan en la p�rdida de peso y el perfil lip�dico 18 meses despu�s de la cirug�a en pacientes con obesidad severa, evidenci� en cuarenta y seis pacientes tratados con OAGB emparejados con ochenta y ocho pacientes sometidos a VSG, una p�rdida de peso despu�s de OAGB de 33,2%, m�s evidente que despu�s de VSG (29,6%). La diferencia en la prevalencia de dislipidemia mostr� una reducci�n estad�sticamente significativa solo despu�s de OAGB (61% versus 22%). Los pacientes con obesidad severa sometidos a OAGB presentaron una mejor�a mayor de los valores plasm�ticos de l�pidos que los pacientes VSG. La reducci�n de los niveles plasm�ticos de l�pidos fue independiente de la disminuci�n significativa del IMC despu�s de la cirug�a, de la edad y del sexo (68).

Una revisi�n sistem�tica y un metan�lisis para examinar la efectividad y los riesgos de la CB mostraron que solo unos pocos estudios investigaron el resultado de la dislipidemia; sin embargo, m�s de dos tercios de los pacientes incluidos en estos estudios mostraron remisi�n de la dislipidemia despu�s de la cirug�a (69), de all� la importancia de investigar a profundidad la influencia de la CB sobre el perfil lip�dico.

Un estudio de ensayo controlado aleatorizado donde se investig� la eficacia y seguridad de la CB en adolescentes sin p�rdida de peso suficiente despu�s de la intervenci�n multidisciplinaria del estilo de vida (MLI) para la obesidad grave, evidenci� como resultados principales el cambio de peso y la p�rdida de IMC espec�fica por sexo y edad. La p�rdida de peso media (� desviaci�n est�ndar) en el grupo de CB fue de 11,2 � 7,8% despu�s de 12 meses, en comparaci�n con un aumento de peso de 1,7 � 8,1% en el grupo control. La insulina en ayunas, la RI y el perfil lip�dico mejoraron significativamente en el grupo de CB.� La CB se asoci� con una p�rdida de peso sustancial y mejoras en el metabolismo de la glucosa y los l�pidos despu�s de 12 meses en comparaci�n con el tratamiento conservador en adolescentes con obesidad grave (70).

La herramienta de manejo m�s eficaz tanto para la obesidad como para la DT2 es la CB/metab�lica. El retraso en la depuraci�n plasm�tica de triglic�ridos posprandiales contribuye al desarrollo de aterosclerosis en pacientes con DT2. Se ha demostrado que la derivaci�n biliopancre�tica (BPD) es el procedimiento m�s eficaz en la remisi�n a largo plazo de esta complicaci�n. La cohorte estudiada incluy� a 7 mujeres (edad media al inicio = 49,3 � 8,2 a�os) con obesidad grave (IMC medio = 45,7 � 2,9 kg/m2) y DT2. Se realiz� una prueba estandarizada de comida l�quida mixta y se analizaron los niveles postprandiales medios de glucosa plasm�tica, insulina y triglic�ridos. Diez a�os despu�s de la DBP, no solo se demostr� una reducci�n significativa del IMC promedio, sino tambi�n disminuciones significativas en los niveles plasm�ticos postprandiales medios de glucosa, insulina y triglic�ridos. Los cambios observados en el perfil metab�lico postprandial pueden contribuir a una mejor salud cardiometab�lica despu�s de la CB (29).

La desregulaci�n del metabolismo lip�dico es un factor cr�tico que contribuye a la obesidad. Para contrarrestar estos trastornos, la CB se implementa como un m�todo muy eficaz. Sin embargo, la cirug�a como RYGB es irreversible y produce cambios de por vida en el tracto digestivo. Al dilucidar los cambios en la microbiota fecal antes y despu�s de RYGB en relaci�n con los perfiles lip�dicos en sangre, se demostr� una mejor salud entre los pacientes despu�s de la cirug�a, que coincidi� con la p�rdida de peso y la mejora del metabolismo lip�dico. Los cambios se asociaron con una disminuci�n de la inflamaci�n y alteraciones significativas en el microbioma intestinal que difirieron entre mujeres y hombres. Estos hallazgos indican cambios a largo plazo despu�s de RYGB, lo que deber�a investigarse m�s a fondo en una cohorte m�s grande (24).

Adem�s de su efecto beneficioso sobre la p�rdida de peso, la RYGB puede afectar los niveles circulantes de fosfol�pidos y esfingol�pidos. Sin embargo, no se han explorado los efectos a largo plazo. Un estudio que investig� las alteraciones en las firmas lipid�micas asociadas con la p�rdida masiva de peso despu�s de RYGB, encontraron un reordenamiento espec�fico de tejido del 13% entre m�s de 400 especies de fosfol�pidos y esfingol�pidos cuantificadas en suero y en el tejido adiposo subcut�neo (TAS) 1 a�o despu�s, con una reducci�n sustancial de los niveles de ceramida y una mayor cantidad de hexosilceramidas detectadas en ambos tejidos. La comparaci�n de estos nuevos perfiles lipid�micos con los lipidomas s�ricos y TAS establecidos a partir de una cohorte independiente de sujetos delgados y obesos m�rbidos revel� que RYGB restaur� parcialmente las alteraciones lip�dicas asociadas con la obesidad m�rbida (71).

Se ha producido un aumento sustancial en el uso de la VSG para tratar la obesidad m�rbida a pesar de la evidencia observacional que demuestra la superioridad del RYGB para reducir el colesterol de lipoprote�nas de baja densidad (LDL-C). En un ensayo aleatorizado, de un solo centro, en 38 pacientes con obesidad grave y niveles elevados de LDL-C se observ� que la remisi�n del colesterol LDL se produjo en el 66,6% de los pacientes con RYGB en comparaci�n con el 27,8% de los pacientes con SG. Entre los pacientes que completaron el seguimiento, RYGB demostr� una remisi�n superior (80,0% frente a 29,4%). Los beneficios exclusivos de RYGB incluyeron una reducci�n de part�culas LDL grandes, medianas y peque�as (41).

 

Metodolog�a

Dise�o del estudio

Se llev� a cabo una investigaci�n con dise�o observacional y tipo de estudio anal�tico, retrospectivo y longitudinal.

 

Poblaci�n y muestra

Al tratarse de una investigaci�n retrospectiva, la muestra fue censal incluyendo todos los adultos atendidos en la Cl�nica privada San Marcos Medical Center de la Ciudad de Guayaquil en la provincia de Guayas, Ecuador (Perteneciente a la zona 8 de Guayaquil) en el periodo de julio de 2023 a julio de 2024. La muestra total fue de 200 pacientes que cumplieron con los criterios de selecci�n.

Se aplicaron los siguientes criterios de selecci�n:

 

Criterios de inclusi�n

Fueron seleccionados sin discriminaci�n de sexo, etnia o procedencia, los registros de adultos mayores de 18 a�os, con o sin dislipidemias, que se hubiesen realizado procedimientos quir�rgicos de cirug�a bari�trica y con datos del perfil lip�dico (Colesterol, triglic�ridos, C-HDL y C- LDL) pre-post quir�rgico.

 

Criterios de exclusi�n

Se excluyeron pacientes bajo tratamiento hipolipemiante declarado previo a la cirug�a o con trastornos del metabolismo de los l�pidos como el hipotiroidismo. Tambi�n a pacientes inmunosuprimidos o bajo tratamiento con f�rmacos inmunosupresores u oncol�gicos revelados en sus historias cl�nicas.

 

Consideraciones �ticas

Se tramitaron las autorizaciones ante las instituciones auspiciantes, para dar cumplimiento de las normas �ticas nacionales e internacionales, as� como lo establecido en la Ley Org�nica de Protecci�n de Datos Personales (72). El proyecto fue sometido a la consideraci�n para su aprobaci�n ante el Comit� de �tica de Investigaci�n en Seres Humanos (CEISH) del Instituto Superior Tecnol�gico Portoviejo (ITSUP), autorizado por el Ministerio de Salud P�blica del Ecuador, d�ndose constancia de ello en el acta de aprobaci�n codificada bajo el N� 1723666260, de fecha 21 de septiembre de 2024. Adem�s, previo al inicio de la ejecuci�n se socializ� la importancia junto a la problematizaci�n y justificaci�n del proyecto, dando a conocer los objetivos establecidos ante las instituciones participantes.

 

Instrumento de recolecci�n de datos

Al identificar los casos que cumpl�an con los criterios de selecci�n, se dio paso a la recolecci�n de datos en una matriz anonimizada codificada con la numeraci�n consecutiva desde 1 en adelante, seguido del seud�nimo �paciente� y del mes y a�o de la toma de muestra (1-paciente-julio 2023), para asegurar el uso de datos an�nimos o sin informaci�n personal que no permita la identificaci�n del paciente. En la base de dato se incluyeron, la edad y el sexo de los pacientes adicional a los par�metros necesarios para el estudio (tipo de cirug�a bari�trica y concentraciones pre y postoperatorias del perfil lip�dico).

 

M�todos de cuantificaci�n del perfil lip�dico

Todos los pacientes incluidos en la investigaci�n fueron atendidos por personal calificado, especialista y autorizado para la recolecci�n de muestras de sangre venosa, previo ayuno, utilizando el sistema de recolecci�n de muestras al vac�o en tubos sin anticoagulantes, haciendo antisepsia de la zona a puncionar. La muestra fue centrifugada y separado el suero para la detecci�n de los componentes del perfil lip�dico (Triglic�ridos (mg/dl), colesterol total (mg/dl), y colesterol de las HDL y LDL) pre y postcirug�a, de manera automatizada por procedimientos de laboratorio est�ndar utilizando el equipo analizador de Bioqu�mica Cl�nica Mindray� (BS-240 Pro, Espa�a) y para lo cual se utilizaron los valores de referencia siguiente:

Colesterol Total: hasta 200 mg/dl

Triglic�ridos: Hasta 150 mg/dl

HDL-C: Mujeres: Mayor a 65 mg/dl; Hombre: Mayor a 55 mg/dl

LDL-C:� Optima: Menos de 100 mg/dl; levemente elevada: de 100-129 mg/d; elevada:130-159 mg/dl; altos: 160-189 mg/dl; muy altos: mayor a 190 mg/dl

Las muestras una vez procesadas fueron desechadas de acuerdo a la normativa vigente en el Ecuador (73).

 

An�lisis estad�stico

En el an�lisis de los resultados mediante estad�stica descriptiva, los datos fueron expresados en valores de frecuencias relativas y absolutas, tabulados y analizados mediante el uso apropiado del programa estad�stico Graph Pad Prism 8.0�. La asociaci�n de las variables o estad�stica inferencial fue analizada por la prueba del Ji-cuadrado, con test exacto de Fisher considerando un nivel de significancia de p<0,05.

 

 

 

 

Resultados

 

Tabla 1: Concentraciones s�ricas de los componentes del perfil lip�dico antes (preoperatorio) y despu�s de la cirug�a bari�trica (primer a cuarto mes) en pacientes adultos atendidos en la Cl�nica San Marcos. Guayaquil, Julio 2023-julio 2024.

Tipo de cirug�a bari�trica

Tiempo de medici�n

Perfil lip�dico

Colesterol

Triglic�ridos

HDL-C

LDL-C

Gastrectom�a en manga vertical (VSG)

(n=160)

Preoperatorio

451�74,6*

311�51,0*

121�20,0*

303�50,3*

Primer mes

445�74,5

306�51,2

119�19,8

299�50,1

Segundo mes

415�74,4

271�52,0

111�19,9

279�50,0

Tercer mes

331�74,0

18853,9

88,5�19,8�����������

222�49,8

Cuarto mes

242�58,5

163�48,9

63,8�13,2

163�39,3

Bypass g�strico Roux-en-Y (RYGB)

(n=40)

Preoperatorio

43065,6*

31056,3*

11517,6*

28944,1*

Primer mes

42465,8

30456,4

11417,6

28544,2

Segundo mes

39565,5

27056,6

10617,5

26544,0

Tercer mes

31065,8

18555,9

82,9�17,6

20844,2

Cuarto mes

228�41,2

161�53,0

61,1�11,0

153�27,7

�Total

(n=200)

Preoperatorio

45576,0*

31452,2*

11617,8*

30354,9*

Primer mes

45076,1

30852,3

11519,7

30054,8

Segundo mes

42075,9

273�52,8

10719,5

28155,0

Tercer mes

326�72,8

18754,1

87,4�19,4

219�48,9

Cuarto mes

239�55,7

162�49,7

63,3�12,9

160�37,4

*p<0,001 al comparar con el resto de las concentraciones del componente del perfil lip�dico respectivo.

 

La poblaci�n seleccionada bajo los criterios del estudio correspondi� a una muestra de 200 registros de pacientes en un rango de 18 a 45 a�os, donde la poblaci�n femenina fue mayor (68,0%) que la masculina (32,0%). Del total de pacientes 80% se realizaron VSG y 20% RYGB.� Al determinar el perfil lip�dico preoperatorio y postoperatorio durante los cuatro meses siguientes en los pacientes sometidos a diferentes procedimientos quir�rgicos de cirug�as bari�tricas en la Cl�nica San Marcos durante el periodo julio 2023 a julio de 2024, fue evidente un descenso significativo y sostenido (p<0,0001) en las concentraciones s�ricas (promedio� desviaci�n est�ndar) de todos los componentes del perfil lip�dico, desde el primer mes postoperatorio, tanto con VSG como con RYGB (Tabla 1).�

 

 

Figura 1: Cambios longitudinales en las concentraciones s�ricas de las pruebas del perfil lip�dico por tipo de cirug�a bari�trica seg�n el sexo de los pacientes atendidos en la Cl�nica San Marcos. Guayaquil, Julio 2023-julio 2024.

 

En la Figura 1 se representa la variaci�n secuencial y significativa que se observ� en cada uno de los componentes del perfil lip�dico por tipo de cirug�a bari�trica seg�n el sexo de los pacientes, a pesar de evidenciarse un descenso significativo y marcado desde el primer hasta el cuarto mes postcirug�a en las concentraciones de todos los componentes del perfil lip�dico (colesterol, triglic�ridos, HDL-C y LDL-C), al compararlos con las concentraciones preoperatorias respectivas, en ambos tipos de cirug�a (RYGB y VSG), no se encontraron diferencias estad�sticas por sexo, observ�ndose un patron longitudinal similar en mujeres y en hombres.

 

Tabla 2: Par�metros demogr�ficos y cl�nicos que influyen en los cambios del perfil ��lip�dico post cirug�a bari�trica.

Tipo de cirug�a bari�trica

������� Edad

(Media� DE)

Porcentaje de disminuci�n

 

Colesterol

Triglic�ridos

HDL-C

LDL-C

P�rdida de peso

 

Gastrectom�a en manga vertical (VSG)

30�5,7

53,7

52,4

52,7

53,8

41,3

 

 

Bypass g�strico Roux-en-Y (RYGB)

32�5,0

53,0

51,9

53,1

52,9

47,2

 

 

Total

 

30�5,6

52,5

51,6

54,6

52,8

45,5

 

 

Con la finalidad de identificar factores demogr�ficos y cl�nicos que influyen en los cambios del perfil lip�dico post cirug�a, se analizaron las edades, el sexo, los porcentajes de disminuci�n de los componentes del perfil lip�dico y la p�rdida de peso postoperatoria de los grupos de pacientes seg�n el tipo de procedimiento de cirug�a bari�trica al cual fueron sometidos. Se evidenci� que las edades, expresadas en medias y sus desviaciones est�ndar, fueron muy similares tanto en el grupo de pacientes sometido a VSG como los de RYGB; al analizar los porcentajes de disminuci�n de los componentes del perfil lip�dico, los mayores valores se observaron para LDL-C en los pacientes sometidos a VSG y en el colesterol total con ambos procedimientos; mientras que fueron muy homog�neos para triglic�ridos y HDL-C. La p�rdida de peso postoperatoria fue mayor por RYGB alcanzando 47,2% (Tabla 2).

 

Tabla 3: Relaci�n entre el tipo de cirug�a bari�trica y los cambios en el perfil lip�dico en pacientes atendidos en el en la Cl�nica San Marcos. Guayaquil, Julio 2023-julio 2024.

Par�metros del perfil lip�dico

 

Tipo de cirug�a bari�trica

Total

 

c2

VSG

RYGB

n=160

n=40

�� n

Colesterol

31

12

 

 

 

200

P=0,1951

 

Triglic�ridos

76

20

�P= 0,001

 

HDL-C

111

28

 

P=0,001

 

LDL-C

2

0

 

 

� P=0,999

 

Para demostrar la relaci�n estad�stica entre el tipo de cirug�a bari�trica y los cambios en las concentraciones en el perfil lip�dico presentes en los pacientes seleccionados bajo estudio tomando como referencia al cuarto mes post cirug�a, se aplic� la prueba de Chi cuadrado c2 encontr�ndose un nivel significativo de asociaci�n (p=0,001) entre los cambios en los triglic�ridos y HDL-C hasta alcanzar niveles de referencia tanto en pacientes sometidos a VSG como a RYGB (Tabla 3).

 

Discusi�n

La obesidad se asocia con un aumento de la morbilidad y la mortalidad y es un factor de riesgo de ECV. Por lo tanto, prevenir y tratar la obesidad se ha convertido en un objetivo importante de salud p�blica. La CB se considera la intervenci�n m�s eficaz para pacientes con obesidad grave con comorbilidades y para mantener la p�rdida de peso a largo plazo. La presente investigaci�n retrospectiva se plante� con el objetivo de analizar el perfil lip�dico y la influencia de cirug�as bari�tricas en un grupo de pacientes ecuatorianos atendidos en una Cl�nica de la ciudad de Guayaquil durante el periodo julio de 2023 a julio de 2024, al tiempo que se determinaron los cambios en el perfil lip�dico pre y post-operatorio de los pacientes sometidos a diferentes procedimientos quir�rgicos de CB como el bypass g�strico Roux-en-Y (RYGB) y la gastrectom�a en manga vertical (VSG), identificando factores demogr�ficos y cl�nicos que influyen en los cambios del perfil lip�dico post cirug�a en estos pacientes.

La CB afect� significativamente los perfiles lip�dicos en sangre de los pacientes analizados en el presente estudio, lo que result� en un mejor metabolismo lip�dico para toda la cohorte, que se manifest� como una disminuci�n significativa y sostenida de las concentraciones de CT, TG, HDL-C y LDL-C, desde el primer mes postoperatorio, tanto en los pacientes sometidos a VSG como RYGB. Estos resultados concuerdan con los descritos con Ammar y col. (38) al evaluar el impacto de la CB en el perfil de riesgo CV, la estructura y la funci�n cardiaca en pacientes con obesidad m�rbida en pacientes de Egipto sometidos a VSG, encontrando cambios significativos en HbA1c, CT, LDL-C, TG. Asimismo, Abell�n y col. (39) al evaluar el perfil lip�dico a medio-largo plazo despu�s de CB (RGBY versus VSG), en pacientes espa�oles, demostraron a los 60 meses que el CT y LDL-C se redujeron significativamente solo en el grupo RGBY. Los TG disminuyeron en ambos, pero fue superior con RGBY.

Benaiges y col. (41) encontraron al valorar los efectos a corto plazo del RYGB versus SGV sobre LDL-C elevado, la remisi�n del LDL-C a los 12 meses, en el 66,6% de los pacientes con RYGB en comparaci�n con 27,8% de pacientes con VSG; sin embargo, en la presente investigaci�n se observ� una disminuci�n franca por encima del 50,0% con ambos procedimientos quir�rgicos. Los resultados obtenidos mostraron cambios estad�sticamente significativos entre los distintos componentes del perfil lip�dico, al comparar los valores pre operatorios con los de seguimiento, y resultan particularmente significativos los hallazgos relacionados con la concentraci�n de TG. Algunos estudios han reportado una correlaci�n d�bil entre la p�rdida de peso y las mejoras en TG y las lipoprote�nas ricas en TG (VLDL), lo que sugiere que factores como peptido-1similar al glucagon (GLP-1) m�s all� de la p�rdida de peso, pueden contribuir a los cambios marcados en los TG que ocurren posterior a la CB (74).

En Ecuador Ordo�ez y Moscoso (27) en el estudio sobre el impacto post quir�rgico de la CB y comorbilidades asociadas en pacientes de un hospital de Cuenca, concluyen que la CB permiti� el descenso del IMC y cifras de glicemia, CT y TG. Igualmente, un estudio llevado a cabo en pacientes argentinos sometidos a CB se observ� una reducci�n de los niveles de CT, TG y LDL-C, con el aumento de HDL-C al a�o de la intervenci�n, concluyendo que la CB puede constituir un tratamiento efectivo en pacientes obesos con dislipidemia que no respondan a la terapia farmacol�gica, dado que se observan cambios significativos en el perfil lip�dico (75).

A pesar de las evidentes correspondencias de los resultados obtenidos en el perfil lip�dico de los pacientes sometidos a CB de la presente investigaci�n con diferentes estudios previos, son contrarios a los descritos por Behrooznia y col. (13) en un grupo de pacientes iran�es, donde las CB (RYGB, OAGB y VSG) redujeron durante el seguimiento los marcadores diab�ticos y los TG, no as� los niveles de HDL-C y CT s�rico, que aumentaron. Los niveles de LDL-C se redujeron, pero sin significancia, lo que mostr� resultados favorables de las CB en pacientes con diabetes, pero no en la dislipidemia.

Un hallazgo que llam� la atenci�n, fue la disminuci�n de HDL-C en los pacientes sometidos a CB en los dos tipos evaluados, dado que en la mayor�a de las investigaciones previas las CBs (RGBY versus VSG) proporcionan una mejor salud cardiovascular y aumento en HDL-C, cuando sus valores preoperatorios son bajos (13, 38, 39). Se afirma, que valores altos de HDL-C protegen al individuo de enfermedades coronarias, mientras que, por el contrario, los valores bajos constituyen un factor de riesgo cardiovascular. Esto podr�a explicarse por la complejidad de la desregulaci�n del panorama lip�dico en las enfermedades metab�licas como la obesidad, donde la homeostasis compensa dicho riesgo. De hecho, en un estudio reciente los niveles medios de HDL-C fueron 50,19 mg/dl en el preoperatorio, alcanzando 54,69 mg/dl en el seguimiento programado de 1, 3, 6, 12 y 24 meses despu�s de la cirug�a VSG (76).

Uno de los m�todos quir�rgicos m�s eficaces para tratar la obesidad severa es el bypass g�strico Roux-en-Y (RYGB), que ha sido bien documentado para lograr resultados sostenidos a largo plazo. Sin embargo, algunos estudios han informado que el 20-30% de los pacientes no logran una p�rdida de peso satisfactoria despu�s de esta CB. Adem�s, una quinta parte de los pacientes sometidos a CB pueden no perder suficiente peso para ser considerado un procedimiento exitoso. Se ha informado que varios factores cl�nicos y demogr�ficos, entre ellos la edad y el sexo, la p�rdida de peso despu�s de la cirug�a bari�trica/metab�lica, problemas de comportamiento, factores sociales, t�cnica quir�rgica y polimorfismos gen�ticos (77). En esta investigaci�n se analizaron las edades, el sexo, los porcentajes de disminuci�n de los componentes del perfil lip�dico y la p�rdida de peso postoperatoria de los grupos de pacientes seg�n el tipo de procedimiento de CB al cual fueron sometidos, con la finalidad de identificar factores demogr�ficos y cl�nicos que influyen en los cambios del perfil lip�dico post cirug�a.

A este respecto, se encontr� que las edades fueron muy similares tanto en el grupo de pacientes sometido a VSG como los de RYGB; al analizar los porcentajes de disminuci�n de los componentes del perfil lip�dico, los valores se ubicaron por encima del 50%, siendo m�s altos para LDL-C en los pacientes sometidos a VSG y en el CT con ambos procedimientos; mientras que fueron muy homog�neos para TG y HDL-C. La p�rdida de peso postoperatoria fue mayor por RYGB (47,2% vs. 41,3%) al comparar con VSG y no se observaron diferencias en las concentraciones de todos los componentes del perfil lip�dico en cuanto al sexo. No se dispone de datos sobre los cambios individuales en el estilo de vida y la ingesta de nutrientes durante el per�odo pre y posquir�rgico, lo que se considera constituye una limitaci�n del presente estudio.

Estos hallazgos corroboran lo descrito por Coleman y col. (17) al evaluar la remisi�n y reca�da de la dislipidemia despu�s de una VSG en comparaci�n con RYGB en una poblaci�n de California, donde encontraron una remisi�n significativamente mayor para aquellos que se sometieron a RYGB en comparaci�n con VSG. Sin tener en cuenta la reca�da, la remisi�n de la dislipidemia fue del 58,9% para los que se sometieron a RYGB y del 51,9% con VSG. Tambi�n en un grupo de j�venes chinos obesos, Wen y col. (5) analizaron los cambios en el peso corporal, el control gluc�mico y el perfil lip�dico determinados por el estado previo a la CB con seguimiento en 1,6 y 12 meses. Los resultados mostraron que el peso corporal y los TG disminuyeron significativamente entre uno y tres meses postcirug�a, determinados por la edad y el estado del peso corporal previo a la operaci�n.

Aunque la reducci�n del CT fue similar por ambas CB, la mayor disminuci�n de TG y LDL-C se observ� en pacientes sometidos a VSG; sin embargo, la mayor p�rdida de peso postoperatorio fue con RYGB, independientemente de la edad. Un an�lisis de propensi�n sobre la recurrencia de peso despu�s de una CB en pacientes holandeses, evidenci� que los pacientes sometidos a VSG tuvieron una mayor probabilidad de recurrencia de peso y con menor frecuencia remisi�n de dislipidemia que los pacientes sometidos a RYGB (22). Asimismo, en una revisi�n sistem�tica y metan�lisis de ensayos controlados aleatorios reciente sobre seguridad y eficacia de la VSG frente a la RYGB en pacientes con obesidad, se encontr� una eficacia superior de RYGB frente a VSG en la p�rdida de IMC a los 6, 12 y 36 meses y en la ganancia de peso. Se lograron tasas de remisi�n significativamente m�s altas de dislipidemia con RYGB a los 12 meses (4).

Al igual que en la presente investigaci�n, en el estudio de revisi�n sistem�tica de Lei y col. (15) comparan SVG y RYGB y se demuestra que la RYGB produjo una mayor p�rdida de peso en comparaci�n con la VSG, pero destacan que esta �ltima tiene una tasa de morbilidad menor. No obstante, al investigar los factores asociados a los cambios a largo plazo en el microbioma, perfil lip�dico e IL-6 en pacientes suecos en respuesta a RYGB, los resultados mostraron una mejor salud, que coincidi� con la p�rdida de peso y la mejora del metabolismo lip�dico, asociados con una disminuci�n de la inflamaci�n y alteraciones significativas en el microbioma intestinal despu�s de la CB, que difirieron entre mujeres y hombres. Estos autores concluyen que los hallazgos indican que hubo cambios a largo plazo que parecieron diferir seg�n el sexo, lo que deber�a investigarse m�s a fondo en una cohorte m�s grande (24). De all� que es pertinente recomendar la realizaci�n de estudios con grupos pareados en edad y sexo y de mayor densidad poblacional que permita profundizar en estos factores.�

A�n quedan por responder los mecanismos que subyacen a las respuestas metab�licas sub�ptimas y a la variaci�n del estado de remisi�n de la obesidad despu�s de la cirug�a bari�trica/metab�lica en algunos pacientes independientemente del tipo de procedimiento. Hay una escasez de datos que comparen a personas con y sin remisi�n despu�s de la cirug�a. Uno de los hallazgos m�s notables de este estudio es la asociaci�n estad�stica entre la CB y los cambios en las concentraciones de TG y HDL-C tanto en pacientes sometidos a VSG como a RYGB en los pacientes estudiados, lo que no solo confirma la hip�tesis de la investigaci�n, sino que responde francamente a la interrogante formulada y aporta evidencia cient�fica demostrando de forma amplia que la CB es una modalidad de tratamiento efectiva para lograr reducciones sostenidas en la morbilidad causada por dislipidemias en pacientes obesos, independientemente de su edad, sexo y del procedimiento quir�rgico ensayado.

La obesidad como pandemia silente, de la cual pa�ses como Ecuador forman parte importante, se ha transformado en una enfermedad discapacitante, que no solo se refleja en la limitaci�n f�sica evidente que estos pacientes puedan presentar, sino tambi�n en el impacto metab�lico que tiene sobre sus organismos, quedando clara la relaci�n directa con el riesgo cardiometab�lico subyacente.� Es muy importante entender que estos beneficios, no se limitan a pacientes obesos m�rbidos, tambi�n aquellos con obesidad tipo I y II e incluso sin obesidad que son portadores de patolog�as metab�licas de dif�cil control m�dico (78); de all� la importancia de generar esta vertiente a partir del presente estudio y de dar continuidad a investigaciones en este interesante problema de salud p�blica.

 

Conclusiones

Se determinaron cambios significativos en el perfil lip�dico de los pacientes sometidos a gastrectom�a en manga vertical (VSG) o Bypass g�strico Roux-en-Y (RYGB) en la Cl�nica San Marcos durante el periodo julio 2023 a julio de 2024, con diminuci�n sostenida en las concentraciones s�ricas de colesterol total, triglic�ridos, HDL-C y LDL-C desde el primer y hasta el cuarto mes post-cirug�a al comparar con los valores preoperatorios.

Dentro de los factores demogr�ficos y cl�nicos estudiados que influyen en los cambios del perfil lip�dico post cirug�a, se identificaron los porcentajes de disminuci�n de los componentes del perfil lip�dico y la p�rdida de peso postoperatoria, independientemente de la edad, el sexo y el tipo de cirug�a bari�trica.

Se demostr� relaci�n estad�stica entre los cambios en los triglic�ridos y HDL-C tanto en pacientes sometidos a VSG como a RYGB.

 

Recomendaciones

Las evidencias aportadas en la presente investigaci�n, sientan las bases para dar continuidad a futuras investigaciones que incluyan el seguimiento de las modificaciones del estilo de vida, h�bitos diet�ticos, ejercicios aer�bicos y de resistencia, as� como la terapia conductual, como parte angular del tratamiento post-operatorio para reducir la adiposidad visceral, mejorar la sensibilidad a la insulina y la dislipidemia en grupos poblacionales grandes y pareados. 

Promover estudios adicionales para comparar los efectos de diversos procedimientos de cirug�a bari�trica en la cin�tica de las lipoprote�nas con �nfasis en las HDL-C para dilucidar los mecanismos subyacentes a los hallazgos encontrados.

Debido a la escasez de antecedentes locales, se recomienda dar a conocer a la instituci�n auspiciante la relevancia de los resultados obtenidos en los pacientes atendidos.

 

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