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Teaching Role in Strengthening the Teaching-Learning Process of Basic General Education Students
Papel Docente no Fortalecimento do Processo Ensino-Aprendizagem de Alunos do Ensino B�sico Geral
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Correspondencia: leonardoflores_solano@hotmail.com
Ciencias de la Educaci�n
Art�culo de Investigaci�n
* Recibido: 22 de septiembre de 2024 *Aceptado: 18 de octubre de 2024 * Publicado: �28 de noviembre de 2024
I. Profesor De Educaci�n B�sica Nivel Tecnol�gico, Escuela De Educaci�n B�sica Iv�n Abad Guerra, La Libertad, Santa Elena, Ecuador.
II. M�ster en Educaci�n, Licenciado En Ciencias De La Educaci�n Menci�n Educaci�n B�sica, Escuela De Educaci�n B�sica Iv�n Abad Guerra, La Libertad, Santa Elena, Ecuador.
III. Licenciada En Idioma Ingl�s, Escuela De Educaci�n B�sica Iv�n Abad Guerra, La Libertad, Santa Elena, Ecuador.
IV. Master En Educaci�n Menci�n Psicopedagog�a, Licenciada En Ciencias De La Educaci�n Menci�n Educaci�n B�sica, Escuela De Educaci�n B�sica Iv�n Abad Guerra, La Libertad, Santa Elena, Ecuador.
Resumen
Este estudio examina el rol docente en el fortalecimiento del proceso de ense�anza-aprendizaje en educaci�n general b�sica, utilizando un enfoque cualitativo a partir de la revisi�n de 25 art�culos publicados entre 2020 y 2024. Los resultados indican una variedad de estrategias pedag�gicas, que se clasifican en enfoques tradicionales e innovadores. Mientras las metodolog�as tradicionales se mantienen, se observa un incremento en el uso de estrategias que fomentan la participaci�n estudiantil, como el aprendizaje basado en el juego. Adem�s, se destacan herramientas digitales que enriquecen el proceso educativo. La discusi�n categoriza las estrategias en preinstruccionales, construccionales y postinstruccionales, resaltando la importancia de la preparaci�n previa y del aprendizaje basado en proyectos, que transforma al docente en un facilitador. En conclusi�n, adoptar metodolog�as innovadoras en la pr�ctica docente potencia el desarrollo integral de los estudiantes y resalta la necesidad de formaci�n continua para los educadores.
Palabras claves: rol; docente; preinstruccionales; construccionales; postinstruccionales.
Abstract
This study examines the teaching role in strengthening the teaching-learning process in basic general education, using a qualitative approach based on the review of 25 articles published between 2020 and 2024. The results indicate a variety of pedagogical strategies, which are classified in traditional and innovative approaches. While traditional methodologies are maintained, there is an increase in the use of strategies that encourage student participation, such as game-based learning. In addition, digital tools stand out that enrich the educational process. The discussion categorizes the strategies into pre-instructional, constructional and post-instructional, highlighting the importance of prior preparation and project-based learning, which transforms the teacher into a facilitator. In conclusion, adopting innovative methodologies in teaching practice enhances the comprehensive development of students and highlights the need for continuous training for educators.
Keywords: role; teaching; pre-instructional; constructional; post-instructions.
Resumo
Este estudo examina o papel do professor no fortalecimento do processo de ensino-aprendizagem na educa��o b�sica geral, utilizando uma abordagem qualitativa a partir da revis�o de 25 artigos publicados entre 2020 e 2024. Os resultados indicam uma variedade de estrat�gias pedag�gicas, que s�o classificadas em tradicionais e abordagens inovadoras. Embora as metodologias tradicionais sejam mantidas, h� um aumento no uso de estrat�gias que incentivam a participa��o dos alunos, como a aprendizagem baseada em jogos. Al�m disso, destacam-se as ferramentas digitais que enriquecem o processo educativo. A discuss�o categoriza as estrat�gias em pr�-instrucionais, construtivas e p�s-instrucionais, destacando a import�ncia da prepara��o pr�via e da aprendizagem baseada em projetos, que transforma o professor em um facilitador. Conclui-se que a ado��o de metodologias inovadoras na pr�tica docente potencializa o desenvolvimento integral dos estudantes e evidencia a necessidade de forma��o cont�nua dos educadores.
Palavras-chave: papel; ensino; pr�-instrucional; construtivo; p�s-instru��es.
Introducci�n
En un mundo donde la educaci�n se enfrenta a constantes transformaciones, el rol del docente se erige como un pilar fundamental en el proceso de ense�anza-aprendizaje. La figura del maestro no solo se limita a impartir conocimientos; se convierte en un facilitador, un gu�a y un motivador. Seg�n un estudio de la UNESCO, el 78% de los estudiantes consideran que la relaci�n con sus docentes es clave para su �xito acad�mico, lo que resalta la importancia de su papel en la educaci�n general b�sica (Gordon, 2022).
A medida que la educaci�n evoluciona, se han realizado numerosos estudios que evidencian c�mo la calidad de la ense�anza depende en gran medida de la interacci�n entre el docente y sus estudiantes. Por ejemplo, en Finlandia, donde el sistema educativo es considerado uno de los mejores del mundo, un 90% de los docentes reportan sentirse preparados para implementar metodolog�as innovadoras en el aula. En contraste, en pa�ses como Brasil, un 40% de los docentes se sienten incapaces de adoptar nuevas estrategias, lo que se�ala un vac�o en la formaci�n y el apoyo que reciben.
Este texto tiene como objetivo analizar el rol del docente en la educaci�n b�sica y c�mo su intervenci�n puede potenciar el aprendizaje significativo de los estudiantes. Adem�s, se abordar� la importancia de la formaci�n continua del docente y su capacidad de adaptaci�n a las diversas realidades del aula. En pa�ses como Jap�n, el 65% de los docentes creen que la capacitaci�n continua es fundamental para mejorar su desempe�o, reflejando la cultura de mejora constante en su sistema educativo (Asmal, 2023).
Al explorar este tema, se plantear�n preguntas clave: �C�mo puede el docente adaptar su metodolog�a para atender las necesidades individuales de cada estudiante? �Qu� estrategias pueden implementarse para crear un ambiente de aprendizaje m�s inclusivo y motivador? La organizaci�n del texto seguir� un enfoque que comenzar� con una revisi�n de las teor�as educativas m�s relevantes, pasar� por el an�lisis de casos pr�cticos y concluir� con recomendaciones para fortalecer el papel del docente en la educaci�n general b�sica.
Seg�n un estudio de John Hattie (2009), la retroalimentaci�n efectiva y el diagn�stico inicial son estrategias que pueden mejorar el rendimiento acad�mico en un 30%. Por ejemplo, en el programa de "Evaluaci�n Formativa" implementado en Escocia, los docentes utilizan pruebas diagn�sticas para personalizar la ense�anza, lo que ha resultado en un aumento del 15% en la tasa de aprobaci�n de los estudiantes en comparaci�n con a�os anteriores (Quiroz y Delgado, 2021).
Adem�s, implementar una variedad de estrategias de ense�anza permite atender diferentes estilos de aprendizaje. Lucas y Aray (2023) propusieron la teor�a de las inteligencias m�ltiples, que sostiene que existen diversas formas en que los estudiantes aprenden. Por ejemplo, el aprendizaje basado en proyectos (ABP) ha demostrado ser efectivo en varios contextos.
�Un estudio realizado en escuelas secundarias de Nueva York encontr� que los estudiantes que participaron en ABP mostraron un aumento del 20% en el rendimiento acad�mico y una mayor motivaci�n hacia el aprendizaje (Plata et al., 2021). El uso de grupos de discusi�n tambi�n fomenta la colaboraci�n y el intercambio de ideas. Un an�lisis del Educational Research Review (2017) concluy� que el aprendizaje colaborativo puede mejorar las habilidades de pensamiento cr�tico en un 25%. Un ejemplo exitoso es el programa "Cooperative Learning" de David Johnson y Roger Johnson, que ha sido implementado en m�ltiples pa�ses y ha mostrado resultados positivos en el rendimiento y la satisfacci�n estudiantil.
Integrar tecnolog�a en el aula permite a los estudiantes aprender a su propio ritmo. Un estudio de la Universidad de Stanford encontr� que los estudiantes que utilizan plataformas de aprendizaje en l�nea, como Khan Academy, pueden mejorar sus calificaciones en un 30% al recibir contenido adaptado a sus necesidades individuales. La diversificaci�n en la evaluaci�n tambi�n es clave (Tacilla et al., 2020).
Seg�n Black y Wiliam (1998), las evaluaciones formativas pueden aumentar el rendimiento estudiantil. Por ejemplo, en Finlandia, se utilizan evaluaciones continuas y portafolios en lugar de ex�menes estandarizados, lo que permite una mejor comprensi�n del progreso individual de los estudiantes y ha sido un factor en su �xito educativo. Fomentar la autonom�a a trav�s de la autoevaluaci�n tambi�n es esencial; un estudio de Quiroz y Cisneros (2021)indicaron que los estudiantes que participan en procesos de autoevaluaci�n tienden a mostrar un mayor compromiso con su aprendizaje y mejores resultados acad�micos. Promover un entorno inclusivo es igualmente importante.
�La investigaci�n de Guevara et al. (2021) sugieren que la diferenciaci�n en el aula no solo beneficia a los estudiantes con dificultades, sino que tambi�n enriquece el aprendizaje de todos. Un ejemplo exitoso es el programa de "Differentiated Instruction" en las escuelas de Toronto, que ha demostrado mejorar el rendimiento en un 15% en comparaci�n con aulas tradicionales.
La atenci�n personalizada es fundamental para brindar apoyo espec�fico a aquellos estudiantes que lo necesiten. Establecer momentos de tutor�a individual o en peque�os grupos permite a los docentes realizar revisiones de tareas, orientaci�n en proyectos o apoyo emocional. Un estudio de la Universidad de Massachusetts mostr� que los estudiantes que participaron en sesiones de tutor�a individualizada mejoraron su rendimiento acad�mico en un 30% en comparaci�n con aquellos que no recibieron este tipo de apoyo (Topping, 2005). Adem�s, en el programa "Success for All", implementado en diversas escuelas de EE. UU., la tutor�a en grupos peque�os ha sido clave para aumentar la comprensi�n lectora en un 20% en estudiantes de bajo rendimiento (�lvarez y Jim�nez, 2022)
Por otro lado, el uso de recursos tecnol�gicos permite integrar herramientas que faciliten el aprendizaje a ritmo individual. Plataformas de aprendizaje en l�nea, como Khan Academy, ofrecen a los estudiantes la oportunidad de practicar conceptos a su propio ritmo, lo que puede resultar en una mejora de hasta un 30% en las calificaciones de matem�ticas (Acosta et al., 2023)
Las aplicaciones educativas y recursos interactivos han demostrado ser especialmente �tiles para fomentar el inter�s y la motivaci�n. Un informe de la Fundaci�n Bill y Melinda Gates (2013) indic� que el 60% de los docentes que usaron tecnolog�a en el aula notaron un aumento en el compromiso estudiantil. Este compromiso puede ser potenciado a�n m�s al implementar diferentes formas de evaluaci�n, lo cual es crucial para atender las fortalezas y debilidades de cada estudiante. La evaluaci�n flexible incluye herramientas como portafolios, exposiciones orales y evaluaciones pr�cticas, que permiten una visi�n m�s hol�stica del aprendizaje (Padilla et al., 2023).
Seg�n Vela (2022), las evaluaciones formativas, que incluyen m�todos variados, pueden aumentar significativamente el rendimiento acad�mico, con un impacto estimado de un 25% en los logros de los estudiantes. Un ejemplo exitoso de evaluaci�n flexible es el uso de portafolios. Un estudio de Barrett (2010) encontr� que los estudiantes que usaron portafolios digitales no solo mejoraron en sus habilidades de organizaci�n, sino que tambi�n desarrollaron una mayor reflexi�n sobre su propio proceso de aprendizaje. Adem�s, en un estudio en Nueva Zelanda, se evidenci� que las exposiciones orales ayudaron a los estudiantes a mejorar sus habilidades comunicativas y su confianza, lo que se tradujo en un aumento del 20% en la participaci�n en clase (Espinosa, 2022)
Fomentar la autonom�a es fundamental para que los estudiantes se sientan responsables de su propio aprendizaje. Promover la autoevaluaci�n y el establecimiento de metas personales les permite identificar �reas de mejora y celebrar sus logros. Seg�n Loja y Quito (2021) los estudiantes que participan en procesos de autoevaluaci�n tienden a desarrollar un mayor sentido de responsabilidad y un compromiso m�s fuerte con su aprendizaje, lo que se traduce en mejores resultados acad�micos.
Un ejemplo de este enfoque es el programa "Self-Regulated Learning" desarrollado por Corrales et al.(2022), que ha demostrado que ense�ar a los estudiantes a establecer metas y reflexionar sobre su propio aprendizaje mejora su rendimiento en un 30%. Adem�s, un estudio realizado por Rodr�guez y Ruano (2023) encontraron que la autoeficacia, que se relaciona con la capacidad de un estudiante para autoevaluarse y establecer metas, est� fuertemente asociada con el rendimiento acad�mico. Los estudiantes que desarrollan una mentalidad de crecimiento a trav�s de la autoevaluaci�n est�n m�s dispuestos a asumir desaf�os y persistir ante las dificultades.
La diferenciaci�n de la ense�anza implica adaptar las metodolog�as de ense�anza para atender las diversas habilidades y estilos de aprendizaje de los estudiantes. Esta pr�ctica es esencial en un aula inclusiva, los estudiantes tienen diferentes ritmos y maneras de procesar la informaci�n. Seg�n Rivadeneira y Cabrera (2021), la diferenciaci�n permite a los docentes ofrecer m�ltiples v�as para que los estudiantes accedan al contenido, lo que no solo aumenta su motivaci�n y compromiso, sino que tambi�n mejora la comprensi�n y retenci�n del material.
Existen varias estrategias que los docentes pueden implementar para diferenciar la ense�anza. Una de ellas es la agrupaci�n flexible, donde los estudiantes se agrupan seg�n sus habilidades, intereses o niveles de conocimiento. Esto permite que los docentes ofrezcan actividades m�s espec�ficas y ajustadas a las necesidades de cada grupo. Otra estrategia es la modificaci�n de los contenidos, adaptando el material para que sea m�s accesible o desafiante seg�n las capacidades de cada estudiante. Por ejemplo, un docente puede utilizar recursos visuales, manipulativos o tecnolog�a educativa para ayudar a aquellos que necesitan un enfoque m�s pr�ctico.
Programas como "Cooperative Learning" de David Johnson y Roger Johnson (1999) han demostrado ser altamente efectivos en este sentido. Este enfoque pedag�gico se basa en la premisa de que los estudiantes aprenden mejor cuando trabajan juntos hacia un objetivo com�n, compartiendo responsabilidades y recursos (Aquino, 2023).
Las actividades de aprendizaje colaborativo pueden incluir proyectos grupales, discusiones en equipo y tareas en las que cada estudiante asume un rol espec�fico. Estas actividades no solo ayudan a desarrollar habilidades interpersonales, sino que tambi�n permiten a los estudiantes aprender unos de otros, intercambiar ideas y construir conocimiento de manera conjunta. Un estudio realizado en aulas de secundaria en EE. UU. mostr� que el aprendizaje colaborativo llev� a un aumento del 20% en el rendimiento en matem�ticas y ciencias, as� como a un ambiente m�s positivo en el aula (L�pez, 2021).
Seg�n un informe de la Fundaci�n Bill y Melinda Gates (2013), el 60% de los docentes que utilizan tecnolog�a en el aula notan un incremento en el inter�s de sus estudiantes. Herramientas como Google Classroom, Khan Academy y plataformas de aprendizaje adaptativo ofrecen a los estudiantes la oportunidad de explorar el contenido de manera m�s individualizada, ajust�ndose a sus necesidades y estilos de aprendizaje (Castillo et al., 2023).
La personalizaci�n del aprendizaje a trav�s de la tecnolog�a no solo facilita la adaptaci�n de los recursos a los diferentes niveles de habilidad, sino que tambi�n permite a los docentes obtener datos en tiempo real sobre el progreso de los estudiantes. Esto les ayuda a identificar �reas que requieren m�s atenci�n y a ajustar sus m�todos de ense�anza en consecuencia. Estudios han mostrado que el uso de tecnolog�a interactiva puede resultar en mejoras significativas en el rendimiento acad�mico, adem�s de fomentar un entorno m�s din�mico y atractivo para los estudiantes (Guam�n et al., 2023).
Por otro lado, la creaci�n de normas de aula inclusivas es fundamental para establecer un ambiente de aprendizaje positivo y seguro. Establecer y reforzar normas que valoren el respeto, la inclusi�n y la diversidad ayuda a crear un clima de confianza donde todos los estudiantes se sientan valorados y respetados. Un estudio realizado por el Centro para la Educaci�n y la Fuerza Laboral (2017) encontr� que las aulas que fomentan un ambiente inclusivo experimentan un 25% m�s de participaci�n de los estudiantes. Estas normas deben ser discutidas y acordadas con los estudiantes, promoviendo un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida(Gordon, 2022).
Incorporar normas inclusivas implica no solo el respeto por las diferencias, sino tambi�n la promoci�n de interacciones positivas entre los estudiantes. Los docentes pueden facilitar esto mediante la implementaci�n de actividades que fomenten el trabajo en equipo y el di�logo, as� como la atenci�n a las din�micas de grupo para prevenir el acoso y la exclusi�n. Al integrar el uso de recursos tecnol�gicos con la creaci�n de normas inclusivas, los docentes pueden construir un aula donde cada estudiante se sienta empoderado para aprender y contribuir.
Por otro lado, la formaci�n en conciencia cultural es esencial para capacitar a los docentes en cuestiones de diversidad y para promover un ambiente inclusivo en el aula. Seg�n un estudio de Asmal (2023), la educaci�n multicultural en la formaci�n docente permite crear aulas m�s inclusivas y promueve una mejor comprensi�n entre los estudiantes de diferentes or�genes. Esta capacitaci�n ayuda a los docentes a reconocer y valorar las diversas experiencias y perspectivas que los estudiantes traen al aula, fomentando as� un clima de respeto y apoyo. Al estar mejor equipados para abordar temas de diversidad cultural, los docentes pueden dise�ar actividades y curr�culos que reflejen y respeten la pluralidad de sus estudiantes, lo que contribuye a un aprendizaje m�s significativo.
Un sistema de retroalimentaci�n que valore los esfuerzos y logros de cada estudiante puede aumentar la autoeficacia y la motivaci�n. Seg�n Tacilla et al.(2020), la retroalimentaci�n efectiva debe ser positiva, espec�fica y orientada a la mejora, ya que ayuda a los estudiantes a entender no solo lo que han hecho bien, sino tambi�n en qu� �reas pueden mejorar. Esta claridad permite que los estudiantes se sientan m�s seguros en su aprendizaje y promueve un sentido de pertenencia.
Por ejemplo, los docentes pueden utilizar herramientas como r�bricas detalladas y sesiones de retroalimentaci�n uno a uno para ofrecer comentarios espec�ficos sobre el rendimiento de los estudiantes. Adem�s, crear oportunidades para que los estudiantes se autoeval�en y reflexionen sobre su propio progreso puede reforzar su compromiso con el aprendizaje y su sentido de responsabilidad personal. La combinaci�n de formaci�n en conciencia cultural y pr�cticas de retroalimentaci�n constructiva no solo enriquece el ambiente de aula, sino que tambi�n empodera a los estudiantes para que se conviertan en aprendices activos y cr�ticos, capaces de navegar y contribuir a una sociedad diversa.
Al Implementar pr�cticas de retroalimentaci�n constructiva es crucial para crear un entorno de aprendizaje efectivo. Un sistema de retroalimentaci�n que valore los esfuerzos y logros de cada estudiante puede aumentar significativamente la autoeficacia y la motivaci�n. Seg�n Guevara et al.(2021), la retroalimentaci�n efectiva debe ser positiva, espec�fica y orientada a la mejora.
Esta forma de retroalimentaci�n no solo ayuda a los estudiantes a identificar qu� han hecho bien, sino que tambi�n les proporciona orientaci�n sobre c�mo pueden mejorar. Por ejemplo, en lugar de simplemente calificar un trabajo, un docente puede ofrecer comentarios detallados que reconozcan el esfuerzo del estudiante y sugieran �reas espec�ficas para el desarrollo. Esta estrategia no solo eleva la confianza del estudiante, sino que tambi�n fomenta un enfoque m�s proactivo hacia el aprendizaje.
El fomento de la autonom�a es otra pr�ctica fundamental que complementa la retroalimentaci�n constructiva. Permitir a los estudiantes establecer sus propias metas y reflexionar sobre su aprendizaje promueve la responsabilidad y el compromiso con su propio desarrollo. La autoevaluaci�n y el establecimiento de metas personales son pr�cticas que, seg�n Asmal (2023) ayudan a los estudiantes a sentirse m�s en control de su aprendizaje y a desarrollar habilidades de autorregulaci�n. Al involucrar a los estudiantes en la fijaci�n de sus objetivos, se les motiva a tomar decisiones informadas sobre su proceso educativo. Por ejemplo, un docente puede guiar a los estudiantes en la creaci�n de un plan de aprendizaje personal, donde ellos mismos establezcan metas a corto y largo plazo, revisen su progreso y ajusten sus estrategias seg�n sea necesario.
La combinaci�n de pr�cticas de retroalimentaci�n constructiva con el fomento de la autonom�a no solo enriquece el proceso educativo, sino que tambi�n prepara a los estudiantes para ser aprendices aut�nomos y cr�ticos. Al sentirse apoyados en sus esfuerzos y tener la libertad de dirigir su propio aprendizaje, los estudiantes desarrollan una mayor motivaci�n y confianza en sus capacidades. Este enfoque integral contribuye a formar individuos m�s comprometidos y responsables, preparados para enfrentar los desaf�os del mundo real.
Incluir actividades que promuevan la empat�a en el curr�culo es fundamental para crear un ambiente escolar inclusivo y solidario. Los programas de aprendizaje servicio, en los cuales trabajamos en proyectos comunitarios, son una forma efectiva de desarrollar una mayor conciencia social y sentido de pertenencia. Estas actividades no solo nos permiten aplicar lo que hemos aprendido en el aula a situaciones del mundo real, sino que tambi�n fomentan la conexi�n con nuestra comunidad y el entendimiento de las diversas realidades que la componen.
Al participar en proyectos que benefician a otros, experimentamos de primera mano el impacto de nuestras acciones, lo que fortalece nuestro sentido de comunidad y colaboraci�n. Adem�s, es esencial dise�ar el aula de manera que permita la flexibilidad en la disposici�n del espacio, acomodando diferentes estilos de aprendizaje y promoviendo la interacci�n.
Crear �reas espec�ficas para el trabajo individual, en grupo o para actividades de clase nos permite elegir el entorno que mejor se adapte a nuestras necesidades en cada momento. Esto facilita la adaptaci�n a diversos m�todos de ense�anza y fomenta un ambiente din�mico donde todos nos sentimos c�modos para participar. Un estudio de Gordon (2022) destaca que la disposici�n del aula influye en el rendimiento y la colaboraci�n entre estudiantes, subrayando la importancia de un dise�o que estimule el di�logo y el trabajo en equipo.
Al combinar actividades que promuevan la empat�a con espacios de aprendizaje flexibles, creamos un entorno educativo que no solo apoya nuestro desarrollo acad�mico, sino que tambi�n nutre habilidades sociales y emocionales. Al permitirnos interactuar de manera significativa y adaptarnos a diferentes formas de aprendizaje, construimos un aula donde todos nos sentimos valorados y motivados para contribuir. Esta integraci�n de pr�cticas educativas refuerza el aprendizaje significativo y la formaci�n de una comunidad escolar m�s unida y comprensiva.
Metodolog�a
Este estudio se fundamenta en un enfoque cualitativo, utilizando un m�todo de investigaci�n documental de tipo descriptivo y no experimental. Se trata de una revisi�n de la literatura centrada en el rol docente en el fortalecimiento del proceso de ense�anza-aprendizaje. A trav�s de un proceso sistem�tico de b�squeda, clasificaci�n y an�lisis de fuentes, se establecieron criterios espec�ficos para la selecci�n de 25 art�culos relevantes publicados entre los a�os 2020 y 2024. La b�squeda se llev� a cabo en bases de datos acad�micas, asegurando la rigurosidad y pertinencia de las fuentes seleccionadas. Posteriormente, se realiz� un an�lisis detallado de los art�culos para identificar patrones, tendencias y conclusiones relacionadas con c�mo el rol del docente impacta en la efectividad del proceso educativo.
Resultados
Los resultados de este estudio revelan una diversidad de estrategias de ense�anza identificadas en los 15 art�culos revisados, clasific�ndolas en enfoques tradicionales e innovadores. Este an�lisis se llev� a cabo mediante una ficha anal�tica dise�ada por los autores, en la que se establecieron datos generales de los art�culos, como base de datos, t�tulo, objetivo, metodolog�a, resultados y conclusiones.
Se observa que, aunque las metodolog�as tradicionales siguen vigentes, est�n siendo complementadas por enfoques m�s innovadores que fomentan una mayor participaci�n de los estudiantes. En particular, se destacan las estrategias pedag�gicas basadas en el juego, las cuales han demostrado ser efectivas en aumentar la motivaci�n y el compromiso de los estudiantes, creando un ambiente de aprendizaje m�s din�mico y participativo.
�Estas herramientas digitales, que fueron analizadas a trav�s de un enfoque sistem�tico, ofrecen caracter�sticas �nicas que facilitan la interacci�n y el acceso a recursos educativos, contribuyendo as� a una experiencia de aprendizaje m�s integral. Este proceso metodol�gico permiti� tejer un an�lisis cr�tico sobre las relaciones y aspectos significativos en el �rea, derivando tem�ticas clave que se desarrollan en el presente art�culo.
Discusi�n
En la educaci�n general b�sica, las estrategias de ense�anza se pueden clasificar en tres categor�as tal como se detalla en la tabla 1: preinstruccionales, coinstruccionales y postinstruccionales. En el �mbito de las estrategias preinstruccionales, varios autores destacan la importancia de preparar a los estudiantes antes de la clase. Espinosa (2022) enfatiza que las actividades que conectan el conocimiento previo de los alumnos con nuevos contenidos son fundamentales para un aprendizaje significativo.
Gordon (2022) se�ala que estas actividades de indagaci�n previa no solo aumentan el engagement de los estudiantes, sino que tambi�n fomentan su curiosidad y motivaci�n hacia el aprendizaje. Por su parte, Aquino (2023) resalta que la adaptaci�n de las estrategias preinstruccionales a las realidades contextuales de los estudiantes es esencial para su efectividad, sugiriendo que la relevancia cultural y social puede potenciar el inter�s inicial.
En lo que respecta a las estrategias coinstruccionales, Asmal (2023) argumenta que el aprendizaje basado en proyectos involucra a los estudiantes de manera activa en su proceso educativo, desarrollando habilidades de colaboraci�n y resoluci�n de problemas. Loja y Quito (2021) enfatizan que la implementaci�n de innovaciones pedag�gicas, como la gamificaci�n, transforma el rol del docente en un facilitador del aprendizaje, lo que promueve una mayor participaci�n estudiantil. Adem�s, Rivadeneira y Cabrera (2021) subrayan que este enfoque colaborativo en el aula es clave para mejorar los aprendizajes significativos.
Finalmente, en la fase postinstruccional, Tacilla et al. (2020) destacan la importancia de las evaluaciones formativas, que proporcionan retroalimentaci�n continua y permiten ajustes en la ense�anza y el aprendizaje. Padilla et al. (2023) a�aden que el uso de evaluaciones formativas y reflexiones grupales no solo facilita un aprendizaje m�s enriquecedor, sino que tambi�n fomenta una cultura de mejora continua entre los docentes y estudiantes. Estas perspectivas indican que la transici�n de m�todos tradicionales a innovadores no solo enriquece la pr�ctica docente, sino que tambi�n potencia el desarrollo integral de los estudiantes.
Tabla1.
�Tipos de estrategias
Tipo de Estrategia |
M�todo Tradicional |
M�todo Innovador |
Autores |
Preinstruccionales |
Clases expositivas donde el docente presenta contenidos sin interacci�n activa. |
Actividades de indagaci�n previa o motivaci�n que fomentan la curiosidad y el inter�s. |
Acosta et al. (2023) |
Coinstruccionales |
Enfoque en la memorizaci�n y repetici�n de informaci�n. |
Aprendizaje basado en proyectos y gamificaci�n que promueven la colaboraci�n y el aprendizaje activo. |
�lvarez y� Jim�nez (2022) |
Postinstruccionales |
Evaluaciones estandarizadas que limitan la retroalimentaci�n. |
Evaluaciones formativas y reflexiones grupales que facilitan un aprendizaje continuo y enriquecedor. |
Castillo et al. (2023) |
Fuente propia de los autores
Esta tabla muestra las diferencias en las estrategias de ense�anza entre los enfoques tradicionales e innovadores, junto con las referencias a los autores que respaldan estas observaciones.
Plataformas Educativas Identificadas
Plataforma Educativa |
Materias Abordadas |
M�todo Utilizado |
Autores |
Kahoot! |
Matem�ticas, Ciencias, Lenguaje |
Gamificaci�n y aprendizaje basado en juegos |
Espinosa-Rodr�guez (2022), Guam�n-G�mez et al. (2023) |
Google Classroom |
Todas las materias |
Gesti�n del aula virtual y trabajo colaborativo |
Asmal Lozano (2023), L�pez Rodr�guez (2021) |
Edmodo |
Lenguaje, Ciencias Sociales |
Aprendizaje colaborativo y red social educativa |
Loja Loja y Quito Suco (2021), Aquino Palacios (2023) |
Duolingo |
Idiomas |
Aprendizaje adaptativo y gamificaci�n |
Guerrero (2023), Vela Valles (2022) |
Edpuzzle |
Ciencias, Matem�ticas |
Video interactivo y aprendizaje a ritmo propio |
Rivadeneira-Ochoa y Cabrera-Berrezueta (2021), Tacilla Cardenas et al. (2020) |
Nearpod |
Ciencias, Matem�ticas, Historia |
Lecciones interactivas y realidades virtuales |
Gordon Graell (2022), Padilla Fuentes et al. (2023) |
Quizlet |
Vocabulario, Ciencias |
Aprendizaje mediante tarjetas de estudio |
Tacilla Cardenas et al. (2020), Rodr�guez Castillo y Ruano Ibarra (2023) |
Cram |
Lenguaje, Ciencias |
Flashcards y juegos de repaso |
L�pez Rodr�guez (2021), Quiroz y Delgado (2021) |
Fuente propia de los autores
Lucas Avila y Aray (2023) indican que GeoGebra es una herramienta did�ctica valiosa para el aprendizaje de matem�ticas en bachillerato. Aseguran que su capacidad para visualizar y manipular conceptos complejos, como las secciones c�nicas, facilita una comprensi�n m�s profunda y significativa de las materias.
Asimismo, Padilla et al. (2023) abordan la relevancia de las plataformas educativas en la evaluaci�n docente en el contexto chileno. Destacan que estas herramientas no solo permiten un an�lisis integral del desempe�o docente, sino que tambi�n fomentan la autoevaluaci�n y el desarrollo profesional continuo.
Por su parte, Murillo y Crespo (2021) discuten el papel del docente al implementar did�cticas cr�ticas a trav�s de plataformas educativas. Ellos enfatizan que estas herramientas son esenciales para promover un aprendizaje significativo y participativo, donde el docente act�a como mediador en el proceso de ense�anza-aprendizaje.
En la misma l�nea, Quiroz y Cisneros (2021) presentan el Flipped Classroom como una experiencia innovadora en el proceso de ense�anza-aprendizaje virtual. Aseguran que esta metodolog�a, que invierte el modelo tradicional, permite a los estudiantes acceder a contenidos en l�nea y dedicar el tiempo de clase a actividades pr�cticas, favoreciendo as� un aprendizaje activo y colaborativo.
De igual manera, Quiroz y Delgado (2021) enfatizan la importancia de las plataformas educativas para implementar estrategias metodol�gicas que faciliten el desarrollo de habilidades de lectoescritura. Argumentan que estas herramientas interactivas pueden motivar a los estudiantes y mejorar su rendimiento acad�mico.
Rivadeneira y Cabrera (2021) analizan el rol del docente en la generaci�n de aprendizajes significativos a trav�s de plataformas educativas. Ellos sugieren que estas herramientas permiten un seguimiento m�s personalizado del aprendizaje, adapt�ndose a las necesidades de cada estudiante.
Finalmente, Rodr�guez y Ruano (2023) abordan la investigaci�n formativa en el aula, subrayando c�mo las plataformas educativas pueden enriquecer la ense�anza y proporcionar un espacio para innovaciones pedag�gicas que benefician tanto a estudiantes como a docentes.
Conclusi�n
La conclusi�n sobre mencionado tema resalta la relevancia de la figura del docente en la educaci�n contempor�nea. A lo largo de este an�lisis, se ha evidenciado que el docente desempe�a un papel fundamental en la creaci�n de un entorno de aprendizaje inclusivo y motivador, donde se fomenta la curiosidad y el pensamiento cr�tico de los estudiantes.
Es crucial reconocer que el docente no solo transmite conocimientos, sino que tambi�n se convierte en un facilitador del aprendizaje, adaptando sus metodolog�as a las necesidades y ritmos de cada estudiante. Este enfoque centrado en el alumno es vital para alcanzar los objetivos educativos establecidos, garantizando as� un aprendizaje significativo y duradero.
Finalmente, es imperativo considerar que el papel del docente est� en constante evoluci�n. Esto abre nuevas oportunidades para la formaci�n profesional continua y la implementaci�n de innovaciones pedag�gicas que respondan a los desaf�os actuales de la educaci�n. Por tanto, la funci�n del docente es esencial no solo para el desarrollo acad�mico de los estudiantes, sino tambi�n para su formaci�n integral como ciudadanos cr�ticos y participativos.
Referencias
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