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Gesti�n p�blica y educaci�n inclusiva universitaria: retos y desaf�os en la formaci�n de competencias profesionales

 

Public management and inclusive university education: challenges in the formation of professional skills

 

Gest�o p�blica e educa��o universit�ria inclusiva: desafios na forma��o de compet�ncias profissionais

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: nahin1991.ns@gmail.com

 

Ciencias de la Educaci�n

Art�culo de Investigaci�n

 

* Recibido: 30 de enero de 2024 *Aceptado: 22 de febrero de 2024 * Publicado: �22 de marzo de 2024

 

       I.          Gobierno Aut�nomo Descentralizado Provincial de El Oro, Ecuador.

     II.          Universidad T�cnica de Machala, Ecuador.

   III.          Universidad T�cnica de Machala, Ecuador.

  IV.          Universidad T�cnica de Machala, Ecuador.

 

Resumen

Con el transcurrir del tiempo y conforme aparecen nuevas formas de exclusi�n en la sociedad,� la noci�n de educaci�n inclusiva se ha ido expandiendo para focalizar la atenci�n no solo en las personas que padecen alg�n tipo de discapacidad f�sica, intelectual y emocional, sino tambi�n respecto a la orientaci�n sexual, origen �tnico, econ�mico, sociocultural u otras. Sobre esta base, el objetivo del presente trabajo de investigaci�n busca describir algunos aspectos de la gesti�n p�blica y educaci�n inclusiva universitaria considerados como retos y desaf�os en la formaci�n de competencias profesionales. Desde esta perspectiva, para poder dar respuesta a las necesidades formativas en el contexto de la pluralidad, las pol�ticas p�blicas en el entorno educativo universitario en diversos pa�ses han sido objeto de la debida revisi�n y reformulaci�n con el prop�sito de dise�ar, planificar y ejecutar acciones tendientes a garantizar una infraestructura f�sica adecuada, espacios accesibles, acogedores y confortables, as� como tambi�n la implementaci�n de programas de formaci�n para todo el personal que labora en la educaci�n superior, especialmente para los docentes quienes tienen la responsabilidad formativa, a fin de que puedan superar las barreras que impiden la praxis inclusiva dentro y fuera del aula, cambiar la forma de �mirar� al estudiante �diferente� que salen del marco de la �normalidad� y en consecuencia� potenciar� las capacidades, conocimientos y los valores de la solidaridad, la convivencia, la cooperaci�n y el respeto, que conforman el motor para poner en marcha las acciones necesarias para lograr el cambio cultural profundo requerido para contrarrestar la exclusi�n y abrir las oportunidades de las personas diversas que requieren el apoyo real y constante de una docencia de calidad y calidez para que se produzca la mejor preparaci�n social, acad�mica y profesional posible de todos los estudiantes en un escenario moderno caracterizado por el cambio constante y pleno de diversidades.

Palabras Clave: Pol�ticas p�blicas; educaci�n superior; inclusi�n; calidad; diversidad.

 

Abstract

With the passage of time and as new forms of exclusion appear in society, the notion of inclusive education has expanded to focus attention not only on people who suffer from some type of physical, intellectual and emotional disability, but also with respect to sexual orientation, ethnic, economic, sociocultural or other origin. On this basis, the objective of this research work seeks to describe some aspects of public management and inclusive university education considered as challenges in the formation of professional skills. From this perspective, in order to respond to training needs in the context of plurality, public policies in the university educational environment in various countries have been subject to due review and reformulation with the purpose of designing, planning and executing actions aimed at to guarantee adequate physical infrastructure, accessible, welcoming and comfortable spaces, as well as the implementation of training programs for all personnel who work in higher education, especially for teachers who have training responsibility, so that they can overcome the barriers that prevent inclusive praxis inside and outside the classroom, change the way of �looking� at the �different� student who leaves the framework of �normality� and consequently enhance the capabilities, knowledge and values of solidarity, coexistence, cooperation and respect, which form the engine to launch the necessary actions to achieve the profound cultural change required to counteract exclusion and open opportunities for diverse people who require the real and constant support of quality teaching and warmth to produce the best possible social, academic and professional preparation of all students in a modern scenario characterized by constant change and full of diversities.

Keywords: Public politics; higher education; inclusion; quality; diversity.

 

Resumo

Com o passar do tempo e � medida que novas formas de exclus�o aparecem na sociedade, a no��o de educa��o inclusiva expandiu-se para centrar a aten��o n�o s� nas pessoas que sofrem de algum tipo de defici�ncia f�sica, intelectual e emocional, mas tamb�m no que diz respeito � orienta��o sexual, origem �tnica, econ�mica, sociocultural ou outra. Com base nisso, o objetivo deste trabalho de pesquisa busca descrever alguns aspectos da gest�o p�blica e da educa��o universit�ria inclusiva considerados como desafios na forma��o de compet�ncias profissionais. Nesta perspectiva, para responder �s necessidades de forma��o no contexto da pluralidade, as pol�ticas p�blicas no ambiente educativo universit�rio em v�rios pa�ses t�m sido objecto da devida revis�o e reformula��o com o objectivo de desenhar, planear e executar ac��es destinadas a garantir uma adequada infra-estruturas f�sicas, espa�os acess�veis, acolhedores e confort�veis, bem como a implementa��o de programas de forma��o para todo o pessoal que trabalha no ensino superior, especialmente para os professores que t�m responsabilidades formativas, para que possam superar as barreiras que impedem a pr�xis inclusiva dentro e fora do sala de aula, mudar a forma de �olhar� para o aluno �diferente� que sai do quadro da �normalidade� e consequentemente potenciar as capacidades, conhecimentos e valores de solidariedade, conviv�ncia, coopera��o e respeito, que constituem o motor para lan�ar o a��es necess�rias para alcan�ar a profunda mudan�a cultural necess�ria para combater a exclus�o e abrir oportunidades para diversas pessoas que necessitam do apoio real e constante de um ensino de qualidade e calor para produzir a melhor prepara��o social, acad�mica e profissional poss�vel de todos os alunos em um cen�rio moderno caracterizado por mudan�a constante e cheia de diversidades.

Palavras-chave: Pol�ticas p�blicas; Educa��o superior; inclus�o; qualidade; diversidade.

 

Introducci�n

Cada nueva etapa evolutiva de la sociedad, interviene de alguna manera, en el funcionamiento de los sistemas educativos de los pa�ses del mundo, en el reconocimiento de que constituyen fen�menos socioculturales de gran importancia para alcanzar el crecimiento y desarrollo de los pueblos. Hoy en d�a se afirma que se transita la era de la sociedad del conocimiento, de ah�,� los compromisos globales que conjugan el ideal del logro de una vida mejor para todos, exigen una educaci�n de calidad que aporta esencialmente una formaci�n s�lida para que las persona sean capaces de convivir, de asumir compromisos y liderazgo, y de introducir cambios en el �mbito social donde se desenvuelva.

El marcado car�cter y relevancia social de la Educaci�n, se ha reconocido a trav�s de los a�os en diversas conferencias mundiales y regionales celebradas alrededor del mundo, a modo ilustrativo se� mencionan la Declaraci�n Universal de los Derechos Humanos de 1948 donde se concibe la Educaci�n como un derecho fundamental humano; la Conferencia Mundial sobre Educaci�n para Todos celebrada en 1990, ratifica ese derecho y va m�s all� en la exigencia a los Estados de lograr el objetivo del acceso universal a la educaci�n, por otro lado, la Declaraci�n de Salamanca de 1994, se establecieron pautas para sobre una educaci�n integradora a fin de consolidar la visi�n de una Educaci�n para Todos.

El progreso hacia una educaci�n inclusiva y de calidad, se reconoce dentro de objetivos de desarrollo sostenible (ODS) Objetivo 4: Garantizar una educaci�n inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos�(Naciones Unidas, 2020). Adem�s se hace hincapi� en el hecho de que la educaci�n es la clave que permitir� alcanzar muchos otros ODS, debido a que cuando las personas pueden obtener una educaci�n de calidad, pueden romper el ciclo de la pobreza�(Naciones Unidas, 2020).

La educaci�n inclusiva es el resultado de diversos an�lisis dados desde tratados, convenciones y movimientos, as� como normativas como las constituciones, leyes, reglamentos, acuerdos, decretos, ordenamientos, entre otros, presentados como un mecanismo desarrollado y mandatorio�(UNESCO, 2021). Particularmente, el Ecuador ha suscrito diversos convenios internacionales en materia de educaci�n inclusiva. Asimismo, como destacan los autores�(Torres, Veas, & Chaguay, 2022), la implementaci�n de la educaci�n inclusiva en las universidades se ha realizado desde la base normativa que plantea� la Constituci�n de la Rep�blica del a�o 2008.

Desde esta perspectiva�(Pita, 2020) dice que la importancia concedida a la educaci�n radica en que esta es un proceso a trav�s del cual cada individuo se construye como ser humano y construye sociedad; por tanto, es una responsabilidad social y una tarea prioritaria para el desarrollo de un pa�s. Dentro de este marco,�(Torres Fern�ndez, 2017) argumenta, la educaci�n constituye una prioridad b�sica de las sociedades actuales modernas, pues �stas demandan una educaci�n completa, globalizadora y globalizada, integradora y de calidad. En este punto enfatiza�(S�nchez E. , 2019) la sociedad reclama un sistema educativo que sea capaz de cumplir con la promoci�n de los cambios sociales, el desarrollo econ�mico y capital intelectual para su desarrollo socio-econ�mico.

Conforme con ello, la Organizaci�n de las Naciones Unidas para la Educaci�n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) hace hincapi� en la cuesti�n de que una educaci�n de calidad se erige sobre los pilares de la inclusi�n y la equidad�(UNESCO, 2016). La inclusi�n es un proceso permanente que reconoce el derecho de toda persona a una educaci�n de calidad basada en el reconocimiento y la valoraci�n de la diferencia y la diversidad�(Castilla Devoz, 2023).

La educaci�n inclusiva posibilita no solo la participaci�n plena de las personas con discapacidad en todos los niveles del sistema educativo y su inclusi�n laboral y social, sino que propicia, adem�s, la sensibilizaci�n y formaci�n de todos los sectores de la sociedad para la asunci�n de la diversidad como marco referencial para el desarrollo de los pa�ses, a partir de principios fundamentales como son la accesibilidad, el dise�o universal, entre otros�(Corredor, 2022).

La educaci�n inclusiva se fundamenta en principios como la equidad, la igualdad de oportunidades, el acceso sin distinciones ni privilegios y la atenci�n a las necesidades educativas como elementos centrales del desarrollo; por tanto, se imparte gratuitamente y se definen acciones para garantizar el derecho de todos los ciudadanos, sin distinci�n ni privilegio, a los primeros niveles de educaci�n (preescolar o inicial y primaria o b�sica, e inclusive secundaria o bachillerato)�(UNESCO, 2021).

En el estamento universitario,� las instituciones de educaci�n superior deben asegurar el acceso, la permanencia y la graduaci�n oportuna con ajustes razonables, la formaci�n efectiva, el objetivo de la plena inclusi�n, participaci�n plena y en igualdad de condiciones en la educaci�n y aprendizaje durante toda la vida�(Benet, Moliner, & Sales, 2020). A trav�s de pol�ticas y estrategias que apoyen el cambio curricular participativo, las universidades deben promover cambios reales en la exclusividad de los espacios, necesarios para la plena inclusi�n de los estudiantes a fin de acabar con los sistemas de desigualdad que cultivan la segregaci�n, segmentaci�n y divisi�n de la sociedad y contribuir con una educaci�n en funci�n de las necesidades de cada individuo�(Mej�a, Esteves, & Mateo, 2023 ).

Tradicionalmente se ha asociado el concepto de educaci�n inclusiva a los estudiantes con discapacidad o con necesidades educativas especiales, pero progresivamente se ha ido adoptando un enfoque m�s integral que evita la discriminaci�n, y que permite reconocer en el otro capacidades y potencialidades diversas, lo cual requiere de unos ajustes espec�ficos en t�rminos de infraestructura, pero tambi�n de did�cticas innovadoras�(Castilla Devoz, 2023).

Para dar cumplimiento a dichos postulados los Estados deben cumplir con su responsabilidad y obligaci�n y asumir un verdadero compromiso de gestionar pol�ticas educativas p�blicas inclusivas para garantizar los principios de excelencia y pertinencia de una educaci�n para todos. Es importante considerar que el avance educativo de los pa�ses es un componente del proceso de mejoramiento de las condiciones de vida de las sociedades; es decir, de su desarrollo�(Pita, 2020). En este contexto, las pol�ticas educativas deben estar armonizadas con la realidad social, pol�tica, econ�mica y cultural de los pa�ses, y deben ser graduales, coherentes y consistentes. Asimismo, las pol�ticas deben ir cambiando a medida que se avanza en el desarrollo educativo del pa�s. Estos cambios plantean desaf�os sustanciales para quienes toman las decisiones, puesto que deben trabajar en gestionar la mejora del sistema educativo�(Pita, 2020). �Los esfuerzos por lograr una educaci�n inclusiva en Am�rica Latina se materializan en pol�ticas p�blicas, en lineamientos institucionales y en programas y proyectos adelantados por organismos multilaterales�(Castilla Devoz, 2023). Una pol�tica p�blica debe llevar a encontrar soluciones a los problemas de car�cter general y especifico, con principios de inclusi�n y de representaci�n mayoritaria�(Pita, 2020).

Sobre la base de las consideraciones anteriores, el presente trabajo de investigaci�n busca describir algunos aspectos de la gesti�n p�blica y educaci�n inclusiva universitaria considerados como retos y desaf�os en la formaci�n de competencias profesionales.

Desarrollo

La universidad inclusiva

A medida que la sociedad se vuelve cada vez m�s global, el sistema educativo universitario requiere poner en pr�ctica los postulados de la inclusi�n, considerando la diversidad de cada estudiante, para asegurar el �xito y la calidad formativa del futuro profesional.

En ese orden de ideas,�(G�mez J. , 2017) considera que hablar de una universidad inclusiva es hacer referencia a una� universidad que est� comprometida con la sociedad. Es una universidad que, adem�s de impartir una docencia de calidad y de producir la mejor de las investigaciones, asume el mandado social de ser una referencia de valores y progreso humano. Tambi�n�(M�rida, 2017) define la universidad inclusiva como es aqu�lla que adem�s de ofrecer oportunidades a las personas diferentes, es una universidad que est� convencida de que la excelencia, adem�s de perseguir la mejor preparaci�n acad�mica y profesional, debe apostar por una formaci�n humanizadora sustentada en la igualdad, la justicia social y la solidaridad. Las buenas pr�cticas en materia de inclusi�n en educaci�n en las Instituciones de Educaci�n Superior (IES) necesitan de un sistema educativo que, adem�s de asegurar una educaci�n de calidad al alcance de todos, reconozca en las personas sus singularidades y encuentre en las diferencias, un potencial y el equilibrio de la existencia�(Castilla, 2020). Para alcanzar estos prop�sitos, la universidad requiere del alto compromiso pol�tico-legal de la gobernanza, un modelo curricular adaptable, flexible y mim�tico a los diversos contextos socioculturales y el uso de tecnolog�as como soporte para la inclusividad�(Reyes, Rodr�guez, Cerna, & Oceda, 2023).

Gesti�n P�blica en Materia de Inclusi�n

La educaci�n superior (universidad, instituciones t�cnicas, tecnol�gicas y universitarias) conlleva m�ltiples beneficios para el desarrollo de las personas y los pa�ses, por lo que la permanencia y el acceso a ella son, a nivel internacional, una de las pol�ticas educacionales de mayor discusi�n en las �ltimas dos d�cadas�(Solano, Eneth, & Aaron Zubiria, 2022). Seg�n las citadas autoras, discutir sobre la noci�n de gesti�n, pasa previamente por asumir postura en cuanto a lo que se entiende y asume como pol�tica p�blica.

En tal sentido, las pol�ticas p�blicas son conjuntos de objetivos, decisiones y acciones que lleva a cabo un gobierno para solucionar los problemas que en un momento dado los ciudadanos y el propio gobierno consideran prioritarios�(Delgado Godoy, 2009). Las pol�ticas p�blicas est�n conformadas por diversidad de actividades que, aunque emergen de actores con investidura de autoridad p�blica, intervienen en su desarrollo diversidad de actores y entes gubernamentales y no gubernamentales. Es decir, en la actualidad, en la definici�n, implementaci�n y evaluaci�n de las pol�ticas p�blicas, la participaci�n no solo es posible, sino deseable�(Corredor, 2022).

Es importante se�alar que la gesti�n de las pol�ticas p�blicas debe estar fundamentalmente dirigida a mejorar la educaci�n superior, por tanto, las mismas deben ser objetivas, factibles y realistas. Junto esto, tienen que insertarse de la mejor manera en los proyectos de Estado con el fin de brindar la mejor educaci�n posible para todos�(Solano, Eneth, & Aaron Zubiria, 2022).

En los momentos actuales la noci�n de la inclusi�n es un tema relevante en la gesti�n p�blica, las razones suelen ser diversas, algunas de ellas pueden estar referidas a: 1) garantizar los derechos humanos, como impera en la Declaraci�n Universal de los Derechos Humanos (1948), en la Convenci�n de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, entre otros; 2) promover la equidad y la inclusi�n; 3) fomentar la contribuci�n a la sociedad; 4) fomentar los roles productivos y contribuir al crecimiento econ�mico; 5) abordar las necesidades de las personas mayores con discapacidad; 6) promover la inversi�n en innovaci�n y tecnolog�a; 7) promover la educaci�n inclusiva; 8) promover la conciencia y la sensibilizaci�n sobre las cuestiones relacionadas con la discapacidad, combatiendo los estereotipos y la discriminaci�n�(Huamani, 2023).

Desde esta perspectiva, el enfoque no est� puesto en la persona que tiene una discapacidad o alguna condici�n, ni se circunscribe meramente al �mbito de lo legal, propio del modelo social de la discapacidad, sino que supone un cambio paradigm�tico hacia una visi�n hol�stica, compleja, integral, del ser humano, que exige un abordaje transdisciplinario, en coparticipaci�n entre los organismos de poder, las organizaciones no gubernamentales, los empresarios, y los colectivos de personas con discapacidad�(Corredor, Z; Cabello, M, 2021).

Si bien la regi�n latinoamericana tiene sus particularidades en relaci�n con las pol�ticas p�blicas de inclusi�n, que es un tema de gran importancia a nivel mundial, ser� necesario considerar las buenas pr�cticas en pol�ticas educativas que existen en otras regiones, para adaptarlas al contexto latinoamericano. Las normativas, modelos, gu�as pr�cticas, manuales, estudios, entre otros, pueden informar sobre el desarrollo de pol�ticas p�blicas, programas, estrategias y acciones de inclusi�n�(UNESCO, 2021).

Es necesario reconocer a la inclusi�n como un proceso continuo, y que, por tanto, se eval�e regularmente la pertinencia y fundamentaci�n de sus pol�ticas p�blicas, y cuando sea necesario, las adapten y actualicen. Las pol�ticas educativas deben enfocar sus planteamientos en procesos de evaluaci�n y sostenibilidad�(UNESCO, 2021).

Retos y Desaf�os

La agenda de la educaci�n inclusiva supone combatir las inequidades y potenciar las diversidades como una manera de democratizar la sociedad y la educaci�n�(MinEducaci�n, 2013). En particular en Am�rica Latina, se han hecho esfuerzos importantes relacionados con estrategias encaminadas a lograr una educaci�n inclusiva, pese a ello, millones de personas de diversos pa�ses de la regi�n se ven privadas a�n de su derecho a la educaci�n y las oportunidades de aprendizaje siguen distribuy�ndose de manera desigual�(Castilla Devoz, 2023).

En funci�n de sus pol�ticas educativas, los pa�ses de Am�rica Latina deben fortalecer sus argumentos en cuanto a lo dispuesto en materia de educaci�n inclusiva. Hoy en d�a se muestra un enfoque diferente, que abarca a la diversidad de estudiantes, considerando las condiciones sociales, interculturales y personales en los diferentes niveles educativos y seg�n los contextos en los que se requiera�(UNESCO, 2021).

El cambio de paradigma de la educaci�n inclusiva a escala mundial implica modificaciones sustanciales en las culturas, en las mentalidades, en las pol�ticas, en las ofertas y en las pr�cticas educativas, de solo acotarla a grupos de poblaci�n a transformarla en un principio/eje transversal de organizaci�n y de funcionamiento de los sistemas educativos�(MinEducaci�n, 2013). Uno de los mayores desaf�os radica en progresar desde un concepto de educaci�n inclusiva ligado esencialmente a grupos y personas categorizadas en funci�n de las denominadas necesidades especiales y de situaciones de marginalidad y de pobreza, a su entendimiento como atenci�n personalizada a la diversidad de expectativas y necesidades de todo el alumnado�(MinEducaci�n, 2013).

En el caso de las actitudes hacia la inclusi�n en los espacios universitarios de personas con diversas Barreras para el Aprendizaje y la Participaci�n (BAP), el trabajo resulta un desaf�o cuando los participantes son los profesores�(L�pez Garcia & Aguilar L�pez, 2021). El desaf�o mayor para que la inclusi�n deje de ser una bandera pol�tica y se convierta en una verdadera transformaci�n de fondo est� en la forma de pensar restringida que actualmente tienen muchos sistemas educativos. Regularmente el pensamiento de los profesores y directivos est�n basados en la creencia de que todos en el aula deben comportarse y aprender de la misma manera. Esto descansa en la fantas�a de la homogeneidad y no permiten comprender la importancia de las diferencias, las cuales se sancionan porque se sale de la �normalidad��(L�pez Garcia & Aguilar L�pez, 2021).

La ruptura con esta forma de pensar, implica un enorme reto a vencer al interior de las aulas, en los espacios educativos y tambi�n fuera de ellos para no ver al otro como inferior ya sea por su origen �tnico, lengua, preferencia sexual, g�nero, entre otros. Es un largo camino que se tiene que recorrer para remover las estructuras conceptuales arraigadas en pr�cticas que son aceptadas como adecuadas, aquellas pr�cticas que cuestionan al �diferente� como deficiente o an�malo�(L�pez Garcia & Aguilar L�pez, 2021).

En este sentido, es crucial la formaci�n del profesorado para la educaci�n inclusiva para potenciar las competencias, los conocimientos, la comprensi�n, las actitudes y los valores necesarios de todos los docentes, independientemente de la materia, la especialidad o el rango de edad al que ense�an o el tipo de centro educativo en el que trabajan�(Agencia Europea NEE, 2012).

Se han se�alado cuatro valores esenciales relativos a la ense�anza y al aprendizaje como la base del trabajo en la educaci�n inclusiva de todos los docentes. Estos valores est�n asociados con las �reas de competencia del profesorado. Las �reas de competencia se componen de tres elementos: actitudes, conocimientos y habilidades. Una determinada actitud o creencia necesita un cierto conocimiento o nivel de comprensi�n y posteriormente una serie de habilidades para poder aplicar este conocimiento a una situaci�n pr�ctica. Para cada �rea de competencia identificada se presentan las actitudes, conocimientos y habilidades que las estructuran�(Agencia Europea NEE, 2012)

Un aspecto destacado de la educaci�n inclusiva es garantizar que todos los docentes est�n preparados para ense�ar a todos los alumnos. La inclusi�n solo ser� posible si los docentes son agentes de cambio capacitados y cuentan con los valores, conocimientos y actitudes necesarios para que todos los alumnos tengan �xito�(UNESCO, 2020). Para que este cambio sea definitivo, los sistemas educativos deben propiciar oportunidades de formaci�n de docentes y aprendizaje profesional que disipen la concepci�n arraigada de que algunos alumnos presentan carencias, son incapaces de aprender o son incompetentes�(UNESCO, 2020). La ense�anza inclusiva requiere que los profesores reconozcan las experiencias y capacidades de cada alumno, adopten la idea de que la capacidad de aprendizaje de cada estudiante es ilimitada y est�n abiertos a la diversidad�(UNESCO, 2020).

 

 

Conclusiones

La gesti�n p�blica en el contexto de la educaci�n superior es fundamental para llevar adelante la ejecuci�n de las pol�ticas p�blicas que hacen posible una verdadera educaci�n universitaria inclusiva, la cual debe propiciar una acci�n pedag�gica de calidad para impulsar la formaci�n, desde la perspectiva de la diversidad en el aula, de un profesional capaz de afrontar las tareas y trabajos espec�ficos de acuerdo al perfil de egreso de la carrera especifica en la cual se form�, no obstante, todo ello, pasa por la superaci�n de los retos y desaf�os que se presentan en torno a la superaci�n sesgos, prejuicios y visiones restringidas que se hacen patentes en las actitudes y en la propia pr�ctica del personal docente a la hora de �mirar� al estudiante �diferente� que salen del marco de la �normalidad�

A trav�s de la formaci�n del docente universitario es posible superar las barreras que impiden la praxis inclusiva dentro y fuera del aula, de ah�, es vital potenciar las capacidades, conocimientos y los valores de la solidaridad, la convivencia, la cooperaci�n y el respeto, que conforman el motor para poner en marcha las acciones necesarias para lograr el cambio cultural profundo requerido para contrarrestar la exclusi�n y abrir las oportunidades de las personas diversas (discapacidad, orientaci�n sexual, origen �tnico, econ�mico, sociocultural, otras) que requieren el apoyo real y constante de una docencia de calidad y calidez para que se produzca la mejor preparaci�n social, acad�mica y profesional de todos los estudiantes.

Las pol�ticas de inclusi�n en la educaci�n universitaria que permitan mejorar procesos de ense�anza y aprendizaje en� las instituciones de educaci�n superior deben estar acompa�adas por el apoyo gubernamental, en t�rminos de financiamiento, que permitan adecuar la infraestructura f�sica, ofreciendo un entorno acorde, acogedor� y plenamente adaptado a las diversas necesidades especiales estudiantiles. As� tambi�n es requerido para ofrecer capacitaci�n constante al personal que labora en dichos centros de ense�anza, especialmente, de la planta docente, para generar los cambios conceptuales, actitudinales y procesuales concordantes con� la misi�n, visi�n, objetivos, metas y valores que caracterizan a una universidad inclusiva.

 

Referencias

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