����������������������������������������������������������������������������������

 

La Virtud en la Educaci�n Superior

 

Virtue in Higher Education

 

Virtude no Ensino Superior

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: marguith.espin@utm.edu.ec

 

 

Ciencias de la Educaci�n ���

Art�culo de Investigaci�n

��

* Recibido: 23 de febrero de 2023 *Aceptado: 12 de marzo de 2023 * Publicado: 4 de abril de 2023

I.            Master of Science en Ingenieria, National University Of Science And Technology Misis, Ingeniero De Minas, National University Of Science And Technology Misis, Oman, Universidad T�cnica de Manab�, Ecuador.

II.            Investigador Independiente, Universidad T�cnica de Manab�, Ecuador.

Resumen

El presente art�culo se ha elaborado con el prop�sito de dar unas pautas de a seguir con respecto al comportamiento y la actitud�� que pueden adoptar docentes y� estudiantes en el �mbito educacional-formativo, espec�ficamente en el contexto universitario.� La manera de comportarse de un docente y/o de un estudiante no puede llegar a ser jam�s una tarea sencilla debido al grado de subjetividad que la divergencia humana suele representar al momento de� definir�� su actitud frente a situaciones, no obstante, se cree que el presente estudio colabora con�� muchos puntos dirigidos tanto a representantes� directivos y estudiantes de las instituciones para entender y tratar de resolver cuestiones contextuales que hasta hoy parecen dif�ciles de aclarar y m�s a�n de manejar.

Para�� dar una soluci�n a situaciones concretas, se ha recurrido a ��corrientes filos�ficas que�� ayudan a aclarar este tipo de circunstancias: inspeccionando, profundizando y razonando en los pensamientos de Plat�n por medio de una de las obras m�s reconocidas de Arist�teles, ya que el autor considera que son los �nicos que pueden dar una luz a esta realidad universitaria. �Adem�s de una visi�n desde el an�lisis de documentos como las Normativas y Reg�menes de Educaci�n tanto a nivel europeo, Latinoamericano y del Ecuador, puntos y art�culos que se refieren a la actitud tanto de docentes y estudiantes frente a situaciones o comportamientos espont�neos, a�� modos de ser. Y finalmente, una breve encuesta a p�blico en general sobre su conocimiento de algunos t�rminos de virtud y la necesidad de se encuentren no en las normativas o reglamentos.

Palabras Claves: Virtud; Educaci�n Superior.

 

Abstract

This article has been prepared with the purpose of giving some guidelines to follow regarding the behavior and attitude that teachers and students can adopt in the educational-training field, specifically in the university context. The way a teacher and/or a student behaves can never be a simple task due to the degree of subjectivity that human divergence usually represents when defining their attitude towards situations, however, it is believed that the This study collaborates with many points aimed at both the management representatives and students of the institutions to understand and try to resolve contextual issues that until today seem difficult to clarify and even more difficult to handle.

In order to provide a solution to specific situations, philosophical currents have been used to help clarify this type of circumstance: inspecting, deepening and reasoning in Plato's thoughts through one of Aristotle's most recognized works, since the author considers who are the only ones who can shed light on this university reality. In addition to a vision from the analysis of documents such as the Regulations and Education Regimes both at a European, Latin American and Ecuadorian level, points and articles that refer to the attitude of both teachers and students in the face of spontaneous situations or behaviors, ways of be. And finally, a brief survey of the general public about their knowledge of some virtue terms and the need for them not to be found in the rules or regulations.

Keywords: Virtue; Higher education.

 

Resumo

Este artigo foi elaborado com o objetivo de dar algumas orienta��es a seguir quanto ao comportamento e atitude que professores e alunos podem adotar no campo educacional-formativo, especificamente no contexto universit�rio. A forma como um professor e/ou aluno se comporta nunca pode ser uma tarefa simples devido ao grau de subjetividade que a diverg�ncia humana costuma representar ao definir sua atitude diante das situa��es, por�m, acredita-se que o Este estudo colabora com muitos pontos voltados tanto para aos representantes da dire��o e aos alunos das institui��es entender e tentar resolver quest�es contextuais que at� hoje parecem dif�ceis de esclarecer e ainda mais dif�ceis de manejar.

Para dar solu��o a situa��es espec�ficas, correntes filos�ficas foram utilizadas para ajudar a esclarecer esse tipo de circunst�ncia: perscrutar, aprofundar e raciocinar no pensamento de Plat�o atrav�s de uma das obras mais reconhecidas de Arist�teles, pois o autor considera quem s�o os �nicos que podem lan�ar luz sobre essa realidade universit�ria. Al�m de uma vis�o a partir da an�lise de documentos como os Regulamentos e Regimes Educativos tanto em n�vel europeu, latino-americano e equatoriano, pontos e artigos que se referem � atitude de professores e alunos diante de situa��es ou comportamentos espont�neos, maneiras de ser. E, por fim, um breve levantamento do p�blico em geral sobre o conhecimento de alguns termos de virtude e a necessidade de n�o constarem das normas ou regulamentos.

Palavras-chave: Virtude; Educa��o superior.���������������������

 

 

Introducci�n

�La Educaci�n Universitaria es un Campus muy amplio de conocimientos y de espacios en donde los derechos, libertades y obligaciones reinan por doquier. En este trabajo, se toma como punto de partida, las relaciones de docentes � estudiantes universitarios ya que, en este contexto, se dan las situaciones que se analizar�n a continuaci�n. Si bien se podr�a hablar de Educaci�n Superior en general, no es el caso de Institutos u otros organismos de Educaci�n en donde las autoridades a�n demandan un cierto grado de autoritarismo, no dejando rienda suelta a que varias situaciones como las que vamos a analizar se den.

Dos casos particulares que son experiencias vividas propias del uno de los autores se toman encuenta como referencia para el presente an�lisis.� En el art�culo se trata de esclarecer la importancia de una relaci�n exitosa de los dos bloques m�s importantes en este �mbito: el de DOCENTE-ESTUDIANTE en el contexto universitario.� La relevancia est� basada en t�rminos elementales de virtudes. Se estudian pensamientos b�sicos de grandes representantes del pensamiento universal como son�� Arist�teles (384�322 B.C.E.) (Arist�teles F,1995, Madrid: Editorial Gredos) y se los compara con algunas provenientes de corrientes paralelas o totalmente contrarias como las de Nietzsche. Se ha elegido a estos dos grandes debido a que ellos forman l�neas completamente opuestas en muchos �mbitos sin embargo en lo que a la educaci�n respecta, congenian y encajan de manera perfecta.

El an�lisis se ha dividido en tres partes:

PARTE I. Una breve mirada a conceptos b�sicos de L�mites, Democracia, Libertad de Expresi�n, T�rmino Medio o Virtud, Diano�tica, �tica, Educaci�n, Amistad.

PARTE II. se lleva a consideraci�n principios filos�ficos, dignos de un an�lisis, de esa Biblia Aristot�lica, su libro de �tica Nicom�quea, de Pol�tica y Ret�rica. Espec�ficamente en segundo libro sobre la Naturaleza de la Virtud �tica, libro Octavo sobre La Educaci�n de los J�venes, el sexto libro sobre la Democracia. Estos libros de Arist�teles se ponen en comparaci�n con la idea general que dio Nietzsche.

Una referencia de lo que es la influencia de la filosof�a escol�stica (movimientos filos�ficos religiosos, conservadores y formalistas) de Tom�s de Aquino.�

�Indagaci�n en el Tuning europeo y el Tratado de Bolonia con fines de encontrar alunas pautas sobre conducta y comportamiento basados en virtudes.

PARTE III. Estos puntos filos�ficos relacionados con la educaci�n se afianzan y se los liga a la realidad de Latinoam�rica misma que en la actualidad se basa en acciones pasadas derivadas del��� Manifiesto de C�rdoba. Tambi�n se analiza algunos aspectos y puntos a la Ley Org�nica de la Educaci�n Intercultural de Ecuador y el Reglamento del R�gimen Acad�mico ecuatoriano.

PARTE IV.� Se presenta unos gr�ficos de los resultados de una encuesta realizada a 100 personas en su totalidad latinoamericanos en los que se denota claramente su opini�n con respecto a puntos espec�ficos que se tratan en este tema.

 

Casos Reales Como Base Para El Estudio

1985 Quito-Ecuador. EL profesor universitario que impart�a la materia de F�sica para los estudiantes de Preparatoria para ingenier�a comete un error ortogr�fico en la pizarra. En la primera fila, una estudiante, que estaba recibiendo esa clase para el�� ingreso a la facultad, misma� que su conocimiento de la Lengua� Espa�ola era excelente, debido a� la preparaci�n debida especialmente� a� sus padres (profesores de Lengua Espa�ola en Primaria y Secundaria respectivamente),� se dirige al docente para que corrija el error ortogr�fico en la pizarra. No indicando una molestia que se note, el profesor sigui� con su clase, ignorando lo dicho por aquella estudiante.� La nota del examen de la asignatura de F�sica para el ingreso a la universidad fue un CERO.� Parec�a imposible para la chica ese resultado, ya que ten�a seguridad de que en ning�n caso estar�a su examen para una nota tan baja. Sin enojo, pero a sabiendas de que se deb�a comunicar con el docente, acudi� a su oficina y le pidi� educadamente que se le permitiera ver su examen a lo que, de manera cortante, el profesor respondi� �ya los bot� los ex�menes a la basura�.�

 

1989- Krivoy Rog. Ucrania-Ex - URSS.� Cerca de 120 estudiantes en el llamado �PATOK�, que significa �grupo de estudiantes�,� escuchan y atienden� la clase de matem�ticas en uno de los inmensos auditorios que suelen tener las universidades, tanto las� de los pa�ses que conformaban el bloque la Ex Uni�n Sovi�tica como las de los del resto de pa�ses europeos. Esa fue, la cantidad de estudiantes que en ese a�o recib�an� las clases te�ricas. Aquel d�a, el profesor que impart�a la clase de matem�ticas, en la plataforma, escrib�a en la pizarra las f�rmulas que el ejercicio requer�a, de repente un estudiante,� le lanza una piedra peque�a de m�s o menos 1cm.� La piedra rebot� en la espalda del docente y cay� al suelo de la plataforma, resonando al rozarse con la madera. La reacci�n del profesor fue de sorpresa para los que vivimos esa acci�n; �l, se dio la vuelta, se agach�, recogi� la piedrita, la puso en la mesa, se dio vuelta hacia la pizarra y continu� como si nada su clase,� mientras el estudiante y otros, se rieron de manera algo ir�nica �

 

Desarrollo

Parte I

Al ver que siempre alguien se pregunta y surge la duda, �c�mo delimitar las funciones y actuaciones de catedr�ticos y de alumnos? �Est�n siempre ligados estos comportamientos a derechos y obligaciones? �A respetos, conductas y comportamientos?�� Para darnos una idea de las posibles respuestas a estas interrogantes, debemos examinar los t�rminos de L�mite, Democracia y Libertad de Expresi�n que entran como t�rminos completamente opuestos y en contraposici�n al CAOS y a la ANARQU�A.�

 

De los l�mites�

Seg�n la definici�n del Nuevo Diccionario Espa�ol Ilustrado SOPENA, la palabra l�mite se define como fin, conf�n, lindero y t�rmino.� Pues, parad�jicamente, este t�rmino es el comienzo del problema general de la humanidad, LA DEFINICI�N DE LOS LIMITES.

Si en algo resulta bastante obstinado poder definir los l�mites de cuestiones simples entonces se considera m�s a�n m�s complicado, definir las cuestiones abstractas. Vamos a poner a consideraci�n estas dudas.

EL L�MITE entre� t�rminos abstractos. Pero la l�nea de los l�mites o del fin puede tener dos componentes:�� llegar al fin del uno y el comienzo del otro o,� el l�mite cuando dos vocablos llegan a sus lados opuestos y llegan al extremos. (Ver figuras a y b)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

� L�mites Del Comportamiento Basado En Los Extremos (Autor�a Propia)

����������������

 

������������������������������������������� Fin del uno ��������Comienzo del otro����

Fig. a. Fin de una acci�n y comienzo de otra

 

 

������ �Extremo 1������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������� Extremo 2�

 

Fig. b� .� L�mites de acciones

 

������������������������������������������������������������������������� �����������������������������������

Por un lado, la conducta de los protagonistas del primer ejemplo , del catedr�tico que pone una nota de cero y niega dar su examen a la estudiante, tal vez guiado por experiencias pasadas de estudiantes que suelen sobrepasarse con su actitud de reclamo� o tal vez simplemente por el hecho de que su ego se vio herido ante la verg�enza que le hizo pasar la estudiante ante el resto de estudiantes. Por otra parte, la actitud de la estudiante al atreverse, a corregir un punto considerado para ella importante, debi� seguramente haberlo hecho de otra manera o a lo mejor no haberlo intentado para nada.

Vamos por el segundo caso, el del estudiante que lanza la piedrita, no cabe duda que su comportamiento ser�a reprochable en cualquier sociedad y bajo cualquier an�lisis dogm�tico o filos�fico, por ello, base de un an�lisis es el comportamiento del catedr�tico.

�Hasta d�nde alcanza el nivel de libertad de expresar un pensamiento?� La educaci�n, el tacto, la prudencia, el atrevimiento, la osad�a, el temor, la paciencia, la ira, etc. �Cu�ndo empiezan y cu�ndo terminan? �Cu�ndo es conveniente o no su aplicaci�n �Cu�les son los l�mites de cada actitud y/o comportamiento de cada actor que interviene con su acci�n en este estudio?

�Hasta qu� punto la Democracia, junto con su aliado principal, la Libertad de Expresi�n, deber�an ir?� �D�nde se pone punto final caos, la anarqu�a, el abuso, la desigualdad e inequidad y, empieza el orden, la igualdad, lo com�n y el freno a lo incontrolado con normas y leyes?, todas estas son algunas de las preguntas que miles de personas las hacen casi a diario, y�� las respuestas siempre son algo dif�cil de aclarar con t�rminos breves. En sus tiempos, fil�sofos, pensadores, cient�ficos, doctores, etc. han tratado de dar ideas o respuestas a estas interrogantes, pero s�lo uno, seg�n lo analizaremos, da con una respuesta que estamos buscando.: Arist�teles y su an�lisis sobre la Virtud.

Para poder continuar, debemos realizar una indagaci�n a otros t�rminos, como los que ya se han expuesto y que vienen seguidamente.

 

De la democracia��

�Los t�rminos y significados de la palabra Democracia, vienen d�ndose y van aumentando seg�n su uso en cada sociedad.� La etimolog�a de la palabra es Dimos- pueblo y Kratos- poder, es decir, El poder del pueblo. Sin embargo, es necesario ir a nuestra gu�a aristot�lica, misma que textualmente, en su libro Sexto, sobre los M�todos de Organizaci�n y de Conservaci�n de la Democracia y de la Oligarqu�a dice sobre la Democracia de que existen varias formas de democracia, tantas, como reg�menes hay en la tierra, corroborando as� con el desarrollo de la terminolog�a ya mencionada. No obstante, en el cap�tulo dos de mismo libro, que habla sobre los principios de la democracia, Arist�teles es muy claro en mencionar que �El fundamento b�sico del Sistema Democr�tico es la Libertad� [1] (p�g. 483) y, contin�a ��una caracter�stica de la libertad es gobernar y ser gobernado por turno. La justicia democr�tica consiste en tener lo mismo seg�n el n�mero y no seg�n el m�rito y lo que apruebe la mayor�a ser� ser el fin y lo justo� �[2] (p�g. 483). Prosigue Arist�teles, afirmando que los dem�cratas tienen como signo distintivo, la Libertad, llegando a definir otra caracter�stica de esta como �vivir como se quiere, pues dicen que esto es obra de la Libertad, si se piensa que el esclavo vive como no quiere, de esta comparaci�n ejemplar, se da a la democracia esa relaci�n directa de libertad. En este mismo cap�tulo, Arist�teles incluye un aspecto m�s a la democracia y es el t�rmino igualdad ya que proviene del que nadie deber� ser gobernado preferentemente por nadie, y si no es posible, por turno. Y de esta manera, Arist�teles contribuye a la libertad fundada en la igualdad. Y as�, de estos t�rminos, nace la palabra justicia, es decir, que todos tengan num�ricamente lo mismo. No que los unos, manden m�s que los otros, ni tengan la soberan�a, sino que todos tengan por igual num�ricamente y as� poder pensar que hay el r�gimen de Igualdad y Libertad.��������

La Libertad para los cuatro protagonistas de los dos ejemplos que ya hemos mencionado al principio, no da una soluci�n clara. Si se habla de Democracia y tomamos como base el t�rmino de Libertad, todos los actores estar�an sujetos a los mismos trazos de comportamiento, derechos y obligaciones. En este caso, qui�nes son la mayor�a y qui�nes la minor�a estar�a notablemente claro que ser�a el alumnado por ser mayor�a y all� es cuando se complica ya que nuestro reg�menes modernos de democracia, los de Latinoam�rica, est�n influenciados m�s por la llama de los derechos� basados en conceptos democr�ticos de libertad y no en otros aspectos como los que se analizar�n a continuaci�n como lo son los de los valores basados en la virtud.

 

De la libertad de expresi�n en el contexto de los derechos humanos

La Declaraci�n Universal de Derechos Humanos fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 en el Palais de Chaillot, en Par�s, Francia� y fue presidido por Eleanor Rooselvelt . Se redact� en respuesta directa a las calamidades y actos de barbarie experimentados por los pueblos del mundo durante la Segunda Guerra Mundial. Es la encarnaci�n de los valores universales que trascienden culturas, naciones y regiones, y proclama los derechos inalienables a la que todos los seres humanos sin distinci�n de raza, color, religi�n, sexo, idioma, opini�n pol�tica o de otra �ndole, origen nacional o social, posici�n econ�mica, nacimiento o cualquier otra condici�n tienen derecho inherente como seres humanos. El texto consta de 30 art�culos [3]. El Art�culo 19 nos dice lo siguiente: �Todo individuo tiene derecho a la libertad de opini�n y de expresi�n; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitaci�n de fronteras, por cualquier medio de expresi�n� [4]

No obstante, si bien la Declaraci�n de los Derechos Humanos nos da un apoyo a lo que se debe actuar como ser humanos, con libertad, aparecen algunas restricciones a estos derechos, debido a que la humanidad est� sujeta a actuaciones de personas que pueden causar malestar en otras. Por ello, es importante referirnos tambi�n al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Pol�ticos PIDCP, [5] que es un tratado Internacional Multilateral General adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1966� en el que se enfatiza que no solamente los Derechos son de relevancia para las personas sino tambi�n las obligaciones, dando un marco de afianzamiento y de limitaci�n a acciones de derechos que pueden sobrepasarse y llegar a oprimir los derechos o reputaci�n de otras personas, en pocas palabras� Los derechos de una persona pueden acabarse cuando empiezan los de otras.

La libertad de palabra y expresi�n, por lo tanto, puede no ser reconocida como absoluta, y las limitaciones comunes a la libertad de expresi�n se relacionan con difamaci�n, calumnia, obscenidad, pornograf�a, sedici�n, incitaci�n, palabras de combate, informaci�n clasificada, violaci�n de derechos de autor, secretos comerciales, etiquetado de alimentos, acuerdos de confidencialidad, el derecho a la privacidad, el derecho al olvido, la seguridad p�blica y el perjurio. Las justificaciones incluyen el principio de da�o, propuesto en On Liberty [6], que sugiere que:

"El �nico prop�sito para el que el poder puede ejercerse leg�timamente sobre cualquier miembro de un colectivo civilizado, en contra de su voluntad, es evitar da�os a otros". El principio de libertad de Mill indica que el individuo tiene libertad de acci�n sobre todo aquello que no afecte a los dem�s. La �nica raz�n leg�tima por la que una comunidad puede imponer l�mites a cualquiera de sus integrantes es la de impedir que se perjudique a otros miembros. En lo que no importa a nadie m�s que a uno mismo, la libertad de acci�n es absoluta. Mill declara que �sobre s� mismo, sobre su cuerpo y sobre su esp�ritu, el individuo es soberano�[7]

En nuestros dos casos sujetos al an�lisis se puede afirmar que la libertad de comportamiento de los cuatro actores est� sujeta a ciertas normas y restricciones, en todo caso, el hecho de actuar bas�ndonos en l�mites, en derechos u obligaciones, a�n no esclarece lo que realmente debe o� no hacerse con claridad. Mientras que los Derechos son claros y precisos, aparecen las leyes de protecci�n a los que se pueden ver perjudicados por estos de derechos de expresi�n o derechos de defensa. La inexactitud sigue vigente, no es objetiva. Por ello seguimos en una b�squeda m�s clara que nos pueda llevar a algo menos subjetivo.

 

De la virtud

Arist�teles, en el segundo libro, titulado Naturaleza de la Virtud �tica, nos define claramente las dos clases de Virtud; La Diano�tica- que se origina y crece por la ense�anza y la �tica � que procede de la costumbre. As�, nuestro fil�sofo, descarta completamente el hecho de que la virtud exista por naturaleza.

Las pasiones, las facultades y las maneras de ser, son cosas permanentes que acompa�an nuestra vida. Pero de todas las tres, s�lo los modos de ser son las virtudes. Entonces si a las pasiones pertenecen la ira, la envidia, el coraje, el miedo, la alegr�a, el amor, el odio, el deseo, los celos, la compasi�n y en general todo lo que acompa�a a la alegr�a y al dolor, y a las facultades son las cualidades que tenemos por nacimiento, ejemplo, inteligencia, sensibilidad, voluntad, etc. entonces queda a merced de la virtud, s�lo los modos de ser.

Si la virtud es considerada como algo no innato, entonces es aqu� donde empieza la respuesta a nuestra hip�tesis inicial. El comportamiento correcto de uno de los dos personajes que hemos iniciado el presente art�culo, o por lo menos con el que te�ricamente y desde unas ciertas perspectivas se le podr�a considerar como el m�s d�bil, EL ALUMNO.� De esta manera, el fil�sofo, haciendo referencia a lo dicho por Plat�n, nos da a entender de manera perfecta que el placer, la alegr�a y el dolor acompa�an a nuestras acciones y que para podernos alegrar y dolernos como es debido, debemos haber tenido o seguido un buen proceso de ense�anza o de costumbres, que para muchos tendr�a que ver con esa palabra hermosa llamada EDUCACI�N. �sta, seg�n Arist�teles, debe darse desde edades tempranas. Dolerse de lo provocado al Docente, aunque no haya dado indicios de molestia, es un sin�nimo de educaci�n.

Si entre el alumno y el docente hay situaciones por exceso o por defecto, Arist�teles nos da la soluci�n al mencionar El T�rmino Medio como una virtud. Aclara que tanto el exceso como el defecto, destruyen la perfecci�n, mientras que el T�rmino Medio, la conserva. Por tanto, la Educaci�n, la Formaci�n, el Aprendizaje, al ser virtudes, son un modo de ser selectivo, algo relativo a nosotros, determinado por la raz�n y por aquello por lo que decidir�a el hombre prudente .

En el libro tercero de la �tica Nicom�quea, Arist�teles nos ayuda para realizar este an�lisis del comportamiento del estudiante al decir textualmente �Todo lo que se hace por ignorancia es no voluntario. El que por ignorancia hace algo, cualquier cosa que ello sea, sin sentir el menor desagrado por su acci�n, no ha obrado voluntariamente, puesto que no sab�a lo que hac�a, pero, tampoco involuntariamente ya que no sent�a pesar��[8]� y los autores de este escrito reflexiona y dice� �Un joven est� por aprender tanto aun, su mundo de ignorancia y desconocimiento es moment�neo y lo seguir� siendo si no pone de su parte para aprender, formarse y educarse�, adjunta dos t�rminos m�s a este an�lisis que corresponden a las virtudes: el aprendizaje y la formaci�n. All� es donde se nota la vinculaci�n de Nietzsche con Arist�teles, o mejor dicho el punto de congruencia que algunos consideran falto en Arist�teles. Nietzsche, sin darse cuenta, incluye al segundo personaje de nuestro art�culo, el Docente, el profesor, el maestro quien lleva el papel m�s serio y responsable, el de Educar: instruir, ense�ar, aprender. Lo m�s propio de la educaci�n, lo que la hace real, es el educar. As� se vuelven como un bumerang las acciones, si el uno necesita educarse, el otro debe dar educaci�n.

Veamos sobre el profesor de nuestro ejemplo. Habr�a dos formas de reacci�n de su parte, una con ira y la otra con calma, seg�n va concluyendo en su libro de Ret�rica, Arist�teles define la ira como un apetito penoso de venganza por causa de un desprecio manifestado contra uno mismo o contra los lejanos sin ������ que hubiera raz�n para tal desprecio [9], pero a sabiendas de que nuestro profesor no pod�a haber conocido al estudiante con anterioridad, se desprecia esa reacci�n y procedemos a analizar el siguiente t�rmino de la calma en donde la define como lo contrario de encolerizarse, de la ira y por consiguiente la calma es un apaciguamiento o pacificaci�n de la ira, nace muchas veces de los que reconocen sus faltas y piden perd�n por lo que cumplen su sentencia por el mal que hab�an hecho y por ello �Qui�n puede saber lo anterior sucedido al docente, para haber conservado esa calma? Esa calma, aunque aparentemente buena, para unos algo as� como un s�mbolo de virtud� como la nobleza, la grandeza o magnificencia del ser humano, para otros puede parecer un acto de cobard�a o de debilidad. Se permanece en calma, tambi�n cuando se cree que aquel a quien se deber�a castigar, no va a darse cuenta que es por causa de uno mismo y en represalia por el mal que le hizo pasar, entonces, m�s inclinaci�n tienen los autores es por el T�RMINO MEDIO DE NOBLEZA, GRANDEZA O MAGNIFICIENCIA.

El alumno, su actuaci�n, tal vez, esa ira�� causada por quienes provocan al joven una competencia, una admiraci�n, ante los que le inspiran respeto, de igual manera ante los que hablan en serio, contra los que son benefactores de otros [10]. Para el alumno, la calma no tendr�a sentido porque est� jugando con la risa, la burla, la ignorancia al dolor ajeno. El t�rmino medio de virtud, no encaja en este individuo, no existe una palabra media, s�lo los t�rminos de extremos, que ni por la derecha ni por la izquierda no ayudar�an, al considerarse como exageraciones.

Antes de alejarme del concepto y sentido de la virtud, seg�n Arist�teles, quisiera analizar de corrida, un t�rmino que nuestro amado fil�sofo nombra en su �tica Nicom�quea: LA AMISTAD.� �Por qu� intervendr�a esa bella palabra en este contexto? Pues, de que, siendo una virtud, de pronto ser�a conveniente que se aplique a la relaci�n de Docente - Alumno?, �tendr� que ver esa relaci�n algo as� como eran anta�o� las relaciones padres-hijos? Esa manera jer�rquica por parte dominante del mayor en edad o, en su defecto como en la actualidad las corrientes educativas expresan de alguna manera la conveniencia de ir� por el camino de fomentar las relaciones de amistad. Las relaciones de amistad �Qu� consecuencias traer�an en nuestra sociedad latinoamericana esa pr�ctica? �Se resolver�an algunas situaciones o por el contrario nos ver�amos envueltos en situaciones de abuso?.

Seg�n Arist�teles, la amistad entre desiguales est� fundada en la superioridad [11](p�g.184).� Dice que este tipo de amistades, cada cual no recibe ni da lo mismo que el otro. Un ejemplo da sobre lo anunciado ya en este contexto: �Cuando los hijos dan a los padres lo que les deben como a sus progenitores y los padres lo que deben a sus hijos, la amistad de tales personas ser� buena y duradera�, define igualmente que � en las amistadas fundadas en la superioridad, el que es mejor,� debe ser amado m�s que �l amar, y lo mismo el que es m�s �til, porque el afecto debe ser proporcional al m�rito�.�

 

Parte II

De las corrientes filos�ficas

�Nietzsche o Arist�teles con relaci�n a la educaci�n? Se pone a consideraci�n estas dos grandes doctrinas filos�ficas.

Bas�ndonos en los escritos aristot�licos de Plat�n divulgados por los apuntes de Arist�teles en su libro octavo sobre La Educaci�n de los J�venes, p�g. 549, en el que dice �La educaci�n debe necesariamente ser �nica y la misma para todos y que el cuidado de ella debe ser com�n y no privado, de que la legislaci�n debe regular� la educaci�n y que �sta debe ser obra de la ciudad,� adem�s no se debe olvidar de cu�l debe ser la educaci�n y c�mo se ha de educar�[12]. �Desde la �poca de Plat�n hasta hoy no est� realmente clara la conveniencia de atender m�s a la inteligencia que al car�cter del alma.� En este punto se hace el primer an�lisis, Plat�n, pone�� delimita y separa�� estas dos virtudes humanas. Contin�a nuestro gran fil�sofo con conceptos�� que pr�cticamente est�n en vigencia hasta nuestros d�as, es decir, desde el punto de vista del sistema educativo actual, la educaci�n continua llevando esa confusi�n y no est� nada claro si deben practicarse las disciplinas que van a ser �tiles para la vida, las que tienden a la virtud, o las que salen de lo ordinario.

A pesar que han pasado , muchos a�os desde la existencia de este fil�sofo, sus pensamientos siempre est�n a la altura de nuestra actualidad. El an�lisis a los problemas de anta�o y modernos, no ha cambiado en absoluto. Pareciera que el tiempo se ha detenido, pareciera que lo dicho por Charles Darwin sobre la evoluci�n del hombre, se ha congelado con respecto a las virtudes o no que afectan o influyen comportamiento humano.

Por otro lado, viene Nietzsche�� que desde su juventud se ocupa en muy diversas formas de la educaci�n y de la� filosof�a y por ello,� �stas aparecen continuamente en sus obras.� El cuarto y �ltimo de los libros en que divide Nietzsche La voluntad de poder, denominaci�n que designa igualmente su propia filosof�a, lleva por t�tulo �Disciplina y educaci�n�. Asumamos, pues, que la educaci�n, en la que ya desde este t�tulo vemos el sentido de la filosof�a, aunque no el �nico ciertamente, es una de estas grandes cosas respecto de las cuales Nietzsche nos exige callar o hablar con grandeza [13].�

Cu�l es el fin de la educaci�n en la consideraci�n que Nietzsche hace de la cultura. La educaci�n ha de estar, pues, dirigida a todos los hombres; educar es educar un pueblo, es conducir a los hombres a su m�s propia y verdadera meta: la humanidad. El mayor valor y la mayor verdad de una cultura y de la educaci�n que le pertenece debe medirse por su resultado; esto es, por la clase de pueblo que produce, por el tipo de humanidad que hace posible. (Betancourt D, 2009, p. 11)

Para Nietzsche la educaci�n es es considerada de esas �grandes cosas�, de ella depende,� el ser del hombre; en ella est� en juego el hombre futuro y lo que ella misma llegue a ser resulta, por necesidad, determinante. Nietzsche privilegia dos tendencias propias de la educaci�n que surgen en oposici�n a las ya mencionadas: la tendencia a la simplificaci�n y a la concentraci�n de la cultura.

El fil�sofo germano, pese a su postura�� antag�nica hacia la de los fil�sofos griegos, en lo que se refiere a la educaci�n, se fusiona con su filosof�a de extrema oposici�n a la de la Aristot�lica, como dos hermanos, con caracter�sticas distintas, el uno rubio y el otro moreno, el uno delgado y el otro grueso, el uno alto y el otro peque�o, pero ante el temor, hambre y fr�o, se estrechan fuertemente. Nietzsche conmociona con su ideolog�a ya que, hasta ese entonces, reinaba una�� influencia aristot�lica � Tom�stica (Tom�s de Aquino). Tom�s de Aquino hace referencias sobre educaci�n basada en Arist�teles. No elabor� un tratado sistem�tico sobre la educaci�n, sin embargo, el car�cter pedag�gico de sus textos reafirma el papel activo que la persona posee en el proceso de aprendizaje. Seg�n el llamado santo, lo esencial radica en la formaci�n integral, la formaci�n de la libertad y las virtudes como fundamentos de cualquier proyecto educativo.[14]� .��� No obstante, en lo que a educaci�n se refiere, tanto el movimiento idealista aristot�lico � Tom�stico encajan como una pieza de un rompecabezas con su contrario de Nietzsche, no se sustituyen, m�s bien, se complementan.� Se pone como ejemplo estas dos corrientes filos�ficas ya que se consideran dos ideolog�as opuestas, por un lado, El espiritualismo de la corriente aristot�lica basada en valores, principios, �tica, virtud, etc y en cambio, est� la ideolog�a de Nietzsche, menos humanista, basada en la esencia del ser, de lo que puede llegar a ser la persona en s�.

El valor del alma, de lo profundo, de lo m�stico, est� presente en el convivir diario de estos pueblos, se puede ir un poco m�s y relacionar a la cultura latinoamericana como m�s arraigada a estas posiciones. Por ello, se sugiere como l�nea de seguimiento, a la corriente filos�fica aristot�lica, aunque como ya se aclara, en el aspecto educativo, las dos corrientes tienen y dan un solo mensaje.

Los pueblos latinoamericanos, con sus l�neas de cultura que, aunque provenientes en un porcentaje del mestizaje entre sur europeos y nativos americanos, sur europeos y afros, afros y nativos americanos, etc. se consideran sociedades sensibles, amantes de conocimientos y valores, su actitud, siempre en contra de todo lo que pueda considerarse pol�mico, no es dif�cil de entender, por ello, la tendencia de pertenecer o identificarse��� con Arist�teles y Tom�s de Aquino.

Por otro lado, la cultura europea, con culturas, religiones y lenguas diversas que se tratan de fusionar para borrar errores pasados sufrimientos por�� guerras y hambrunas. Las pol�micas sociales, culturales y pol�ticas han sido tan hondas que sus cicatrices tardan en borrarse pero que a la vez tratan de formar un nuevo cuerpo renovado y con principios, virtudes, conocimientos. Eso ha hecho que sean los pioneros en querer cambios en muchos aspectos, en especial en la educaci�n. Han puesto en marcha programas serios como son los de Tuning Europeo, proveniente del antiguo Tratado de Bolonia.

 

Se concluye en esta parte del art�culo en que las filosof�as de sur y del norte no difieren en lo que a la educaci�n de refiere. La educaci�n misma ha hecho que se unan estos dos grupos y as� nos apoyaremos para este presente art�culo, no sin antes hacer una aclaraci�n de que la educaci�n se ve como el resultado de un proceso m�s bien ligado a todos y no solo a un determinado lado por lo que se reconoce la importancia de la DEMOCRACIA. �Y en ese sentido, la filosof�a plat�nica, cubre los aspectos tanto del lado del profesor como del estudiante, aplicado ya a nuestro tema.��

Pero nosotros, como latinos, seguimos y nos queda mejor la corriente filos�fica de las escuelas�� griegas, al igual que a los pa�ses del sur de Europa, Espa�a, Italia, Portugal, Italia y Grecia As�, Plat�n para los del Sur y Nietzsche para los N�rdicos.

�

Parte III

Del manifiesto de C�rdoba

El Manifiesto de C�rdoba [15] es un anuncio oficial a un movimiento de reforma universitaria de la Universidad Nacional de C�rdoba (Argentina) del 21 de junio de 1918 nacido de la sublevaci�n de los estudiantes universitarios ante la jerarqu�a sin valores de sus docentes. Ese impulso que los llev� al l�mite.

Frente a los modelos universitarios de Europa y Estados Unidos, C�rdoba represent� la exigencia de la participaci�n estudiantil no s�lo a nivel del aprendizaje como que �toda la educaci�n es una larga obra de amor a los que aprenden�.

C�rdoba fue un grito de independencia contra el dominio profesoral de los ineptos y de los dogm�ticos. C�rdoba represent� una nueva concepci�n institucional universitaria como un hogar de estudiantes y dej� como ideal para todas las generaciones esa gran pedagog�a representada por aquella parte del Manifiesto que dice: �...La autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: ense�ando. Si no existe una vinculaci�n espiritual entre el que ense�a y el que aprende, toda ense�anza es hostil y de consiguiente infecunda.[16]

Una gran lecci�n procurada por el m�s d�bil hacia el coloso que cree que es suficiente el m�rito profesional al m�rito espiritual.

Nuevamente, con el Manifiesto de C�rdoba, sale a relucir el car�cter latinoamericano, diferenci�ndose al europeo, especialmente al europeo del norte, en su relaci�n con lo espiritual, con lo �tico, con lo sentimental. De all� que promovemos en nuestros pa�ses esa relaci�n de amistad y amor. Pero, no olvidemos que, recordando los conceptos plasmados en los�� fragmentos aristot�licos de este art�culo, sobre los l�mites, sobre lo que significa virtud y su base del punto medio y m�s que nada, sobre los conceptos de amistad, misma que desde el punto de vista de autor del presente art�culo, m�s se aproxima a nuestra cultura, que a las n�rdicas, anglosajonas, cir�licas y de origen roma en menos grado.

�

Del Reglamento De R�gimen Acad�mico Ecuatoriano.

Art. 4.- Funciones sustantivas.- Las funciones sustantivas que garantizan la consecuci�n de los fines de la educaci�n superior, de conformidad con lo establecido en el art�culo 117 de la LOES, son las siguientes: a) Docencia.- La docencia es la construcci�n de conocimientos y desarrollo de capacidades y habilidades, resultante de la interacci�n entre profesores y estudiantes en experiencias de ense�anza-aprendizaje; en ambientes que promueven la relaci�n de la teor�a con la pr�ctica y garanticen la libertad de pensamiento, la reflexi�n cr�tica y el compromiso �tico.

 

De La Ley Org�nica De Educaci�n Ecuatoriana.

Observemos lo que dice la Ley org�nica de Educaci�n�n ��ecuatoriana. En su art�culo 3, habla de manera general sobre el car�cter humanista y cultural ( adem�s del cient�fico) pero, a continuaci�n sobre los derechos de los estudiantes� (art. 5 no se refiere para nada sobre las cuestiones virtuales de comportamiento) [17]

Art. 3.- Fines de la Educaci�n Superior.- La educaci�n superior de car�cter humanista, cultural y cient�fica constituye un derecho de las personas y un bien p�blico social que, de conformidad con la Constituci�n de la Rep�blica, responder� al inter�s p�blico y no estar� al servicio de intereses individuales y corporativos.

 

Encuesta A 100 Personas

Conclusiones

1.      Debido a esta ausencia de pautas espec�ficas que se refieran al comportamiento basado en las virtudes, se propone una acci�n por parte de las universidades en donde se introduzcan temas de virtudes, ya que en una �poca como la actual , en la cual aparentemente los Derechos pertenecen por igual manera a diferentes rangos jer�rquicos, no se define hasta qu� punto se puede castigar o perdonar una actitud. Aparentemente porque en su mayor�a se tiende a malinterpretar reglamentos o normas, algo parecido a lo que sucede con los libros de la Biblia, que cada pueblo o grupo de personas interpreta algunos pasajes a su manera en su af�n de formar nuevas religiones.

2.      En caso de que tanto el abuso de poder por parte de los docentes como dl abuso de derechos por parte de los estudiantes, los casos deber�an ser tratados en l�neas de jerarqu�a.

3.      Tanto profesores como estudiantes deben prepararse para enfrentar este tipo de situaciones de manera que no sean cuestiones de resolver a �ltima hora.

 

Referencias

1. ARIST�TELES. Biblioteca Cl�sica Gredos- �tica Nicom�quea. Traducido por Julio Pall� Bonet. 2011.a ed. Vol. II. Editorial Gredos, Madrid, S.A., 2011.
2. Arist�teles, Pol�tica. Biblioteca B�sica Gredos-Pol�tica. Traducido por Manuela Garc�a Vald�s. 2011.a ed. Vol. II. Madrid: Editorial Gredos, Madrid S.A., 2011.
3. Arist�teles, Ret�rica. Biblioteca B�sica Gredos-Ret�rica. Traducido por Quint�n Racionero. Vol. II. Editorial Gredos, Madrid, 2011.
4. Betancourt D, William. �NIETZSCHE: FILOSOF�A Y EDUCACI�N�. Praxis Filos�fica, n.o 28 (junio de 2009): 23-54.
5. Sarup, Madam. �NIETZSCHE Y LA EDUCACI�N�, s. f., 22.

6.      Arbelaez, Augusto Franco. �EL MANIFIESTO DE CORDOBA PRESENTACION�. Revista Colombiana de Educaci�n, n.^o 11 (1 de enero de 1983). https://doi.org/10.17227/01203916.5091.

7.      ARIST�TELES. Biblioteca Cl�sica Gredos- �tica Nicom�quea. Traducido por Julio Pall� Bonet. 2011.^a ed. Vol. II. Editorial Gredos, Madrid, S.A., 2011.

8.      Arist�teles, Pol�tica. Biblioteca B�sica Gredos-Pol�tica. Traducido por Manuela Garc�a Vald�s. 2011.^a ed. Vol. II. Madrid: Editorial Gredos, Madrid S.A., 2011.

9.      Arist�teles, Ret�rica. Biblioteca B�sica Gredos-Ret�rica. Traducido por Quint�n Racionero. Vol. II. Editorial Gredos, Madrid, 2011.

10.  Garc�a Jara, O. P., �dgar Pineda, O. P. Garc�a Jara, y �dgar Pineda. �La educaci�n desde la perspectiva de Tom�s de Aquino en el contexto de la cibercultura�. Hallazgos 18, n.^o 35 (junio de 2021): 319-40. https://doi.org/10.15332/2422409x.5497.

11.  �Ley Org�nica de Educaci�n Superior.pdf�. Accedido 3 de abril de 2023. https://bibdigital.epn.edu.ec/bitstream/15000/10006/1/Ley%20Org%C3%A1nica%20de%20Educaci%C3%B3n%20Superior.pdf.

12.  �LIBERTAD DE EXPRESION JOHN MILL�. Accedido 26 de diciembre de 2022. https://www.boe.es/biblioteca_juridica/anuarios_derecho/abrir_pdf.php?id=ANU-F-2006-10001300036.

13.  �Mujeres de la� pol�tica EEUU�. Accedido 27 de diciembre de 2022. https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/55660/Pages%20from%20libro%20locas-2.pdf?sequence=1.

14.  �PIDCP-CCPR N^o 31.PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLITICOS�. Accedido 26 de diciembre de 2022. https://www.mre.gov.py/simoreplus/Adjuntos/Informes/CCPR%20N%C2%BA%2031.pdf.

15.  Roosevelt, Eleanor. The Autobiography of Eleanor Roosevelt. Bloomsbury Publishing, 2018.

16.  �UDHR-2017-text-S-compressed.pdf�. Accedido 26 de diciembre de 2022. http://acnudh.org/wp-content/uploads/2018/10/UDHR-2017-text-S-compressed.pdf.

 

 

 

 

 

 

 

� 2023 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

(https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/).