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Constructo te�rico � pr�ctico de la ontolog�a del ser clave para el liderazgo educativo

 

Theoretical-practical construct of the ontology of being key for educational leadership

 

Construto te�rico-pr�tico da ontologia de ser chave para a lideran�a educacional

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: aaaraviche@gmail.com

 

 

 

Ciencias de la Educaci�n �

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 23 de junio de 2022 *Aceptado: 12 de julio de 2022 * Publicado: 27 de agosto de 2022

 

 

         I.            Doctora en Ciencias de la Educaci�n - (UPEL),� ph Dr. en Pol�ticas P�blicas y Educaci�n (UNEY),� MSc. Administraci�n de la Educaci�n B�sica (UNERMB), Especialista en Direcci�n y Supervisi�n Educativa (UNEM - Samuel Robinson-MPPE), Licenciada en Educaci�n Inicial (UNESR) Actualmente cursando ph Dr �en Educaci�n y Humanidades - (UNELLEZ) y un ph Dr en Hermen�utica y la Interpretaci�n Cient�fica (UNEY), me desempe�o como Docente con Funci�n Directiva del CEIS Centro de educaci�n Inicial "Centro del Ni�o y la Familia"- CNF - CORO, adem�s de Docente Investigador - Facilitador Universidad Nacional Experimental "Sim�n Rodr�guez" - (UNESR) - Universidad Nacional Experimental "Samuel Robinson" (UNEM) Tutor, asesor de trabajos de Investigaci�n pregrado y Postgrado, Venezuela. Ponente nacional e Internacional. Revisor/evaluador de la Revista� Bioglogarl Desarrollo (Portuguesa) y of American Journal of Education and Information Technology (AJEIT), Venezuela.

 

Resumen

El presente estudio tiene por prop�sito Generar un constructo te�rico � pr�ctico de la ontolog�a del ser clave para el liderazgo educativo en relaci�n a la importancia que reviste desde la visi�n ontol�gica entre investigador-investigados; en esta aproximaci�n documental en la cual el proceso de construcci�n debe partir de la consideraci�n ontol�gica del cual el contexto educativo como un l�der con el fin de elevar la calidad de la producci�n de conocimiento. En referencia a la metodolog�a la investigaci�n desarrollada se enfoca en lo cualitativo, paradigma interpretativo, el tipo de investigaci�n fenomenol�gica con base en revisi�n documental dise�o explicativo � descriptivo, luego de una revisi�n y an�lisis profundo, se realiz� una revisi�n cr�tica del pensamiento presentados en la categorizaci�n, triangulaci�n y contrataci�n de los resultados. Consecuentemente, se presenta como parte de la met�dica del m�todo AMAR� (Araviche, 2020) entrelazado a la hermen�utica de Gadamer. En relaci�n a los resultados la evoluci�n educativa depende en gran medida de que sus l�deres sean capaces de reconocerse a s� mismos, de valorarse y dar respuesta a las personas que generan sus esfuerzos. Se concluye, plenamente con la necesidad de reimpulsar visi�n ontol�gica del ser, manteniendo la libertad sin generar lesiones irreversibles al territorio. Este es el desaf�o que nos sugiere la humanidad para garantizar la coexistencia de las generaciones presentes y futuras. Estamos conscientes que alcanzar la meta, requiere de un gran esfuerzo colectivo, y un desaf�o si se quiere ontol�gico, aunado a ello, el papel de la globalizaci�n, que cada d�a separa al hombre del hecho natural.

Palabras Claves: Ontolog�a; Teor�a; Pr�ctica; Liderazgo; Educaci�n.

 

Abstract

The purpose of this study is to generate a theoretical-practical construct of the ontology of the key being for educational leadership in relation to the importance it has from the ontological vision between researcher-investigated; in this documentary approach in which the construction process must start from the ontological consideration of which the educational context as a leader in order to raise the quality of knowledge production. In reference to the methodology, the developed research focuses on the qualitative, interpretive paradigm, the type of phenomenological research based on documentary review, explanatory - descriptive design, after a review and in-depth analysis, a critical review of the thought presented in the categorization, triangulation and contracting of the results. Consequently, it is presented as part of the methodology of the AMAR method (Araviche, 2020) intertwined with Gadamer's hermeneutics. In relation to the results, educational evolution depends to a large extent on its leaders being able to recognize themselves, value themselves and respond to the people who generate their efforts. It is concluded, fully with the need to reinvigorate the ontological vision of being, maintaining freedom without generating irreversible damage to the territory. This is the challenge that humanity suggests to us to guarantee the coexistence of present and future generations. We are aware that reaching the goal requires a great collective effort, and an ontological challenge, if you like, coupled with the role of globalization, which every day separates man from the natural fact.

Keywords: Ontology; Theory; Practice; Leadership; Education.

 

Resumo

O objetivo deste estudo � gerar uma constru��o te�rico-pr�tica da ontologia do ser-chave para a lideran�a educacional em rela��o � import�ncia que ela tem a partir da vis�o ontol�gica entre pesquisador-investigado; nesta abordagem documental em que o processo de constru��o deve partir da considera��o ontol�gica de que o contexto educacional como protagonista para elevar a qualidade da produ��o do conhecimento. No que se refere � metodologia, a pesquisa desenvolvida incide sobre o paradigma qualitativo, interpretativo, do tipo de pesquisa fenomenol�gica baseada em revis�o documental, delineamento explicativo - descritivo, ap�s uma revis�o e an�lise aprofundada, uma revis�o cr�tica do pensamento apresentado no categoriza��o, triangula��o e contrata��o dos resultados. Consequentemente, apresenta-se como parte da metodologia do m�todo AMAR (Araviche, 2020) entrela�ada com a hermen�utica de Gadamer. Em rela��o aos resultados, a evolu��o educacional depende em grande parte de seus l�deres serem capazes de se reconhecer, se valorizar e responder �s pessoas que geram seus esfor�os. Conclui-se, plenamente, com a necessidade de revigorar a vis�o ontol�gica do ser, mantendo a liberdade sem gerar danos irrevers�veis ao territ�rio. Este � o desafio que a humanidade nos prop�e para garantir a conviv�ncia das gera��es presentes e futuras. Estamos cientes de que atingir a meta exige um grande esfor�o coletivo, e um desafio ontol�gico, se preferir, aliado ao papel da globaliza��o, que a cada dia separa o homem do fato natural.

Palavras-chave: Ontologia; Teoria; Pr�tica; Lideran�a; Educa��o.

 

Introducci�n

Varias disciplinas han sufrido cambios con el transcurrir de los a�os y a�n m�s en la actualidad cuando el auge de la tecnolog�a forma parte del panorama transformacional constructivista, motivado a que se concibe como un sustento te�rico, el cual tiene como soporte gnoseol�gico un proceso de desarrollo mediante la construcci�n y reconstrucci�n de la realidad como se conoce por el individuo que se encuentra en un espacio de reciprocidad constante. Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; est� fundado en nuestros pensamientos y est� hecho de nuestros pensamientos. (Buda)

Desde esa l�nea de orientaci�n donde la ontolog�a ha conllevado a generar cambios en la conducta humana, por cuanto, el ser humano ha generado una perspectiva del mundo m�s desarrollada mediante su historia personal y sus diferencias, de tal manera que su forma de ver el mundo, le permite percibir la idea de que existen cosas que pueden llevarse a cabo y otras que no.

Es importante tener presente que algunos de los principales deberes del individuo con visi�n constructivista est�n definidos por realizar, preservar, trasmitir, evocar y organizar acuerdos. Al respecto, Brice�o (1999), el enfoque constructivista parte de la premisa de que la realidad es epist�mica que obedece a un proceso interactivo entre el sujeto y el objeto de estudio, donde se pone en evidencia conceptos y experiencias del investigador que definen el qu� y c�mo estudiar la naturaleza. En esta interacci�n el sujeto percibe una situaci�n problem�tica con la ayuda de sus sentidos, con el prop�sito de reconstruir, elaborar o acomodar el conocimiento sobre la base de una preconcepci�n te�rica.

En este sentido, las leyes, teor�as, hip�tesis e incluso los problemas son elaboraciones, invenciones o construcciones del sujeto investigador, resultado de un proceso de interacci�n con la realidad. D�ndole continuidad a lo antes expuesto, es importante tener presente que las estructuras organizadas son tramas de relaciones y responsabilidades orientadas en debatir y apertura e intercambios a los fines de lograr nuevas perspectivas con visi�n ontol�gica basada en el crecimiento personal y liderazgo.

Bajo una interesante desde una la visi�n organizacional existe� la necesidad de una cultura propia. Ahora bien, aplicado al �mbito educativo, exige que los gerente educativos, l�deres institucionales, permanezcan abiertos a las exigencias y cambios propulsados por la realidad desde los entornos propios, sociales y comunitarios, es asumir gran perspectiva en la gesti�n educativa posibilitar�a la innovaci�n y contribuir�a a que la educaci�n formal, en cualquiera de sus niveles y modalidades se acerque m�s a las expectativas de la sociedad y sea capaz de generar propuestas creativas e innovadoras en el contexto de la sociedad globalizada.

El prop�sito del estudio presentado consiste en Caracterizar la realidad que emerge desde lo ontol�gico, principios y acciones. En todo el espectro del quehacer educativo se hace alusi�n a categor�as y conceptos filos�ficos y muchas veces no nos detenemos a valorar el nexo intr�nseco entre el cuerpo te�rico de la filosof�a y la educaci�n, como bien apunta Saviani (1998).

Es precisamente por ello, que se hace necesario apostar por una reflexi�n m�s profunda sobre el ser de la Educaci�n. Ya que el hecho que podamos preguntar por el sentido del ser de la Educaci�n s�lo es posible, porque todo acto educativo es acto humano, que increpa al hombre en su propia existencia, o como bien plantea Heidegger, increpa al hombre abierto a la �significatividad� Heidegger, (2003:167). Es decir, porque nos encontramos comprendi�ndonos en la apertura del ser, es posible que nos proyectemos en �sta o aquella interpretaci�n de �ste u otro dominio del mismo y en el cual se incluye la educaci�n como acto humano. En este sentido, reconociendo que la ontolog�a nace como una rama de la filosof�a que estudia el �ser� de las cosas, tal como afirma Bunge (1972:330)

en cierto modo, reflexiona sobre las concepciones de la realidad, sus relaciones y caracter�sticas. Luego, la ontolog�a es la disciplina filos�fica m�s importante. El resto de disciplinas -Antropolog�a, Axiolog�a, Teor�a del Conocimiento...- dependen de un modo u otro de ella.

Luego, al indagar entre el� ser-ah� que es materia com�n de la ontolog�a y de la filosof�a tiene una peculiar problem�tica: �C�mo puedo conocer, el ser / ah�, el mundo y su propio ser? �C�mo generar un constructo te�rico sobre la ontolog�a del ser? �Cu�les elementos claves permiten fortalecer la formaci�n integral y liderazgo del individuo?� �Cu�l es la realidad que emerge desde lo ontol�gico, principios y acciones? Al respecto, el Prop�sito del art�culo es Caracterizar la realidad que emerge desde lo ontol�gico, principios y acciones. Donde se aborda el accionar educativo inverso en los niveles y modalidades del Sistema Educativo. Al reflexionar sobre la Ontolog�a de la Educaci�n no es un apostar por una deliberaci�n te�rica vac�a o nominalista, sino que enraizada en la profundidad de la persona humana, se reviste de gran actualidad, pues se vuelve paradigma en el que han de sustentarse los modelos educativos que respondan a las realidades particulares y globales, no de un ideario, sino del hombre y la mujer que viven, sue�an, trabajan y tienen el derecho de conocer y aprender el mundo.

 

Fundamentos del corpus te�rico

Existe un reconociendo de la ontolog�a como una rama de la filosof�a que estudia el �ser� de las cosas, afirma Bunge (1972:330) en cierto modo, para �ste autor, permite reflexionar sobre las concepciones de la realidad, sus relaciones y caracter�sticas. Por su parte, el resto de disciplinas (antropolog�a, axiolog�a, teor�a del conocimiento) dependen de un modo u otro a la ontolog�a. De lo anterior, este t�rmino desde la perspectiva que nos plantea Navarro (2004) permite comprensi�n m�s profunda del mismo: Ante ello, resulta oportuno definir la palabra educar, viene de Educere, que significa sacar afuera. Una vez se�alado el concepto universal, la educaci�n reviste caracter�sticas especiales seg�n sean los rasgos peculiares del individuo y de la sociedad. En palabras de Freire (2010:49) al hace referencia a una teor�a y una praxis transformadora.

el educador no precisa negar las diferencias entre el conocimiento existente, el suyo, en cuanto profesional calificado y habilitado para ejercer su profesi�n, y aquel que el educando lleva consigo al ambiente donde se desarrolla el aprendizaje. Al rev�s, consciente de estas diferencias, debe trabajar para que las mismas no se trasformen en l�mites del aprendizaje, sino en �contenidos referencias�, escalones importantes para nuevas s�ntesis resultantes del dialogo contin�o. Freire enfatizaba que �no existen saberes m�s o saberes menos. Existen saberes diferentes�

Es importante referir, que existe una ruptura educativa, que se ve contrarrestada por la interdisciplinariedad, en referencia a lo anterior, para Freire �no nace del ocaso, sino de la importancia otorgada a la necesidad de entender la totalidad en la que se vive, o sea, el mundo con todas sus variables y posibilidades�, esa totalidad permanece integrada a lo largo de los estudios y de las reflexiones, esto sucede porqu� a pesar de que cada hombre y mujer se dediquen a cuestiones espec�ficas en su vida profesional, permite la b�squeda de la satisfacci�n de sus necesidades biol�gicas, intelectuales, culturales afectivas y est�ticas se establecen las m�s diversas relaciones con los contenidos existentes.

 

Teor�a Fenomenol�gica

La teor�a Fenomenol�gica de Husserl se presenta en esta investigaci�n como eje filos�fico met�dico, presento a este filosofo como padre de la fenomenolog�a, Terricabras (2004:239) �la fenomenolog�a es a la vez un �m�todo� y un �modo de ver�. Ambos se hallan estrechamente relacionados, por cuanto el m�todo se constituye mediante un modo de ver y �ste se hace posible mediante el m�todo�. Otra definici�n de la fenomenolog�a se puede observar desde la opini�n de Ziri�n (1990:44)

la fenomenolog�a es la ciencia descriptiva de las esencias de los fen�menos puros. �Ciencia descriptiva� significa, primordialmente, ciencia que procede gui�ndose meramente por la intuici�n, por la evidencia, ciencia, pues, que se impone el principio �de todos los principios�. Por otro lado, que sea ciencia de las esencias de los fen�menos puros, significa, ante todo, dos cosas: primera, que emplea el m�todo llamado reducci�n eid�tica, y segunda, que emplea, en conjunci�n con �l, el m�todo llamado reducci�n fenomenol�gica.

�Para este autor, se debe distinguir entre la fenomenolog�a entendida como ciencia (o conjunto de disciplinas cient�ficas) y la fenomenolog�a entendida como un m�todo, o, m�s en general como una actitud intelectual. Ahora bien, como el camino met�dico que se desea transitar es el de la fenomenolog�a debemos acercarnos a su descripci�n desde su principal exponente y creador, Husserl (1997:12), el cual destaca que:

La fenomenolog�a va a fundarse aqu� como una ciencia de esencias, como ciencia aprior�stica, o, seg�n tambi�n decimos, eid�tica, ser� �til anteponer a todos los esfuerzos que habr� que consagrar a la fenomenolog�a misma una serie de discusiones fundamentales sobre las esencias y las ciencias de esencias y una defensa de los derechos naturales del conocimiento esencial frente al naturalismo.

Para ello debemos, en primer lugar, adentrarnos en los m�todos propios de la fenomenolog�a, el autor antes mencionado (1990), como lo son: la reducci�n fenomenol�gica, la reducci�n eid�tica, el an�lisis intencional (intuiciones) y un factor determinante, el del yo trascendental. El hilo conductor de la mirada hermen�utica lo constituye lo que Heidegger llama "indicaci�n formal" concepto que us� mucho antes de Ser y tiempo, aunque las referencias tem�ticas son escasas. La indicaci�n formal es un concepto que no tiene un contenido material. Heidegger llama "interpretaci�n" a un desarrollo ulterior de la comprensi�n, la que se apropia de lo comprendido, haci�ndolo expreso o expl�cito. Si la interpretaci�n de mueve dentro de lo ya comprendido y se nutre de ello, entonces se mueve en un c�rculo.

En referencia a Gadamer fue alumno de Heidegger. Al igual que su maestro, no concibe la comprensi�n como un sistema de reglas orientadas a la recta comprensi�n de cierto tipo de fen�menos, sino como una reflexi�n sobre lo que acontece con el hombre cuando efectivamente comprende, este te�rico destaca que poner en suspenso los prejuicios para examinar sus pretensiones de validez es lo que define la pregunta, en tanto que sit�a nuestras opiniones en el terreno de lo abierto.

 

Teor�a� Multidimensional� Socioeducativa

Las presentes l�neas se fundamentan en la realidad din�mica del pensamiento complejo para la investigadora, (2020) como referente indispensable de la experiencia, �el acercarse al conocimiento de la intervenci�n socioeducativa nos obliga, de entrada, a dejar de lado formas de pensamiento lineal y simple, y buscar respuestas desde otra perspectiva m�s abierta. Todo lleva impl�cita la intencionalidad de transformar una determinada circunstancia, din�mica o realidad siendo crucial para comprender la intervenci�n social en cuanto acci�n humana en la que intervienen de manera simult�nea elementos racionales, objetivables, conscientes, reflexionados expl�citamente junto con elementos como motivaciones, emociones, aspiraciones desde el propio ser�

 

Ontolog�a: Teor�a y Pr�ctica

A la luz de los postulados, es importante definir claramente las concepciones necesaria, siendo una reflexi�n sobre los supuestos ontol�gicos y las visiones del mundo, a fin de identificar la relaci�n con el conocimiento e inter�s que fundamenta la acci�n del docente como l�der Los supuestos ontol�gicos de acuerdo con (M�ndez, 2007: 263)� Son categor�as amplias que fundamentan las opciones epistemol�gicas, en atenci�n a la concepci�n del hombre, sociedad, historia y realidad, los cuales se correlacionan con la teor�a del conocimiento, posibilitando a trav�s de la cosmovisi�n, una l�gica coherente y organizadora del proceso cognitivo. Las posturas mencionadas anteriormente, aunque con cierta diferencia, atribuyen en la medida la pr�ctica, es decir una forma de conocer, producto de la reflexi�n permanente y simultanea de su acci�n como l�der educativo. Forma de conocer, que desarrolla como consecuencia de su pr�ctica educativa y tiene su base en la reflexi�n sobre su quehacer y forma parte de la fundamentaci�n del rol del docente-investigador.

 

 

Ontolog�a

Es necesario analizar que la perspectiva que el sujeto tiene sobre el mundo, es un reflejo de sus compromisos, por lo tanto cada vez que se debe realizar una elecci�n de lo que se encuentra ocurriendo a su alrededor a partir de sus apreciaciones personales, si dichas elecciones se hacen conscientes, se convierten en compromisos, mientras que si el sujeto no se toma el tiempo de hacer conciencia de las mismas, se tornaran en obligaciones. �Por su parte, �Rinc�n (2008) define a la ontolog�a como la �disciplina que estudia al ser� (p. 174). Esto me lleva a deducir que se encarga del estudio de la persona como ser pensante, con habilidades y capacidades cognitivas que le permiten hacer conjeturas, apreciaciones, reflexiones, observaciones, entre otras, que al final conducen a la interpretaci�n de determinados eventos, circunstancias o fen�menos.

Desde esta perspectiva ontol�gica, la iniciativa creadora es un diferenciador de los seres vivos racionales; en el gerente est� ligado a las acciones propias del ser para motivar y dirigir a metas donde todos convergen que incluyan al equipo y a su propio modo de accionar. Al respecto, la capacidad de liderar e influir en el c�mo ser de otros emana de las destrezas en el manejo de sus relaciones personales, capaz de sembrar sus ideas y sentimientos a su interlocutor sin que este sienta que es afectado o que sus derechos son obviados o violentados.

 

La Ontolog�a del ser Dasein

El t�rmino �Dasein� no presenta la definici�n de algo, sino, intenta mostrar (c�mo es) el ser de algo Heidegger, (2003:68-157). Ese algo es el hombre como ente que, en cierta forma, se muestra especial, en atenci�n a la relaci�n singular que entabla con el mundo (Heidegger, 2003: 80-81 y 170). Entonces el �ser / ah� heideggeriano no es pura descripci�n de algo que ocurre en el presente; es, por el contrario, un acontecer que se va desplegando entre una nacer y un morir. Donde este ser / ah� irrenunciablemente ha de asumir su finitud, puesto que se encuentra arrojado en la mundanidad, y s�lo puede ser comprendido como facticidad: temporal e hist�rica.

 

Ontolog�a y Liderazgo

La realidad emergente exige identificar/conocer las interrelaciones funcionales de la organizaci�n como fundamento de la relaci�n del ser con su empresa/instituci�n en sus aspectos filos�ficos, pedag�gicos, administrativos, t�cnico y sociales, al ser relacionado a sus competencias, el liderazgo del gerente se hace esencial para lograr y conseguir las metas de la organizaci�n, el cual se funda en su acci�n de influir en la conducta de la organizaci�n desde el liderazgo gerencial. Aunado a lo se�alado anteriormente, debe poseer la habilidad de controlar los sentimientos y motivaciones tanto la de sus colaboradores como los propios, independientemente de lo que est� aconteciendo, todo ello en concordancia con la inteligencia emocional.

Cada d�a, me impresiona, las facultades que tiene nuestro poder cognitivo, siendo un alcance inigualable dentro de las caracter�sticas propias del ser. Ante la pregunta acerca de c�mo es la ontolog�a� y �C�mo puedo conocer, el ser / ah�, el mundo y su propio ser? A trav�s del paradigma interpretativo, indico, la dimensi�n de la naturaleza del ser en la realidad, donde se comprende en el sentido hol�stico, divergente y m�ltiple, tal como lo se�ala Trigo, Boh�rquez y Rojas (2013), un escenario din�mico que enfatiza los elementos subjetivos no est�n separados de los sujetos que conocen y conviven en la realidad.

Posteriormente, al preguntarnos �c�mo generar un constructo te�rico sobre la ontolog�a del ser? pretendo discurrir de aprendizaje e introducir ciertos conocimientos que sirven de eslab�n a la conducta del hombre en la sociedad, bien sea que se trate de su evoluci�n, o de su continuo d�a a d�a. Por cuanto, la historia a pesar de no haber sido perfecta ha servido de ense�anza, aprendizaje para el desenvolvimiento de ese hombre, mediante el cual da su reflejo a la sociedad en la cual interact�a.

 

Liderazgo Educativo en tiempos de pandemia

Los l�deres gerentes universitarios sortean desaf�os m�s profundos que los momentos, puesto que se debaten entre la virtualizaci�n casi absoluta de la gesti�n de la universidad y la continuidad de los procesos de ense�anza aprendizaje, m�s a�n, viven en un ambiente cambiante que amerita el pensar hol�sticamente Samoilovich, (2020). Siguiendo al autor, este tipo de pensamiento ayuda a visualizar los elementos necesarios para gestionar y liderar grupos universitarios, as� como revisar el papel humano en la vida en sociedad, de la vida en el planeta.

Dentro de �ste transitar, los elementos reflexivos ontol�gicos claves del liderazgo educativo, en buena parte de los estudios a nivel institucional y/u organizativos se ha evidenciado la existencia de un fen�meno del liderazgo relacionado con la influencia personal. Al presentar, las diferencias entre enfoques, objetivos y an�lisis, son varias las escuelas de pensamiento cient�fico que al generalizar definen al l�der� como �aquella persona que es capaz de ejercer una cierta influencia sobre un grupo humano� donde es posible cambiar / transformar su conducta, su estilo de pensamiento y/o h�bitos.

Al respecto, al hablar del liderazgo en tiempos de pandemia requiere, no solo tener los conocimientos b�sicos en el �rea de disciplinar sino ver m�s all� de lo evidente es, por cuanto "nuestras categor�as y nuestro lenguaje" se encuentran al borde del abismo ante una realidad excepcional, De Sousa Santos, (2020).� Es esto lo que fundamenta su quehacer, no solo dirigir y aplicar estrategias, sino dar sentido a los miembros de la comunidad acad�mica, a pesar de la distancia y con la mirada prospectiva de c�mo asumir la "nueva normalidad".� Analizando el impacto de la pandemia en el liderazgo se ha vuelto no un reto, sino un desaf�o en todas las �reas, por cuanto, algunos preparados y otros no tanto enfrentaron y enfrentar diversas situaciones para contrarrestar los cambio, modo de vida, y acciones a las que estaban acostumbrados.

En el campo educativo, no deber�amos ver la situaci�n c�mo limitante m�s bien c�mo una fortaleza, por cuanto permiti� actuar, decidir y poner en acci�n diversas estrategias, ideas, y/o acciones para responder eficiente y eficazmente en referencia a la formaci�n profesional, �mbito laboral, y nuestra rutina, permitiendo innovar en las evaluaciones y planificaciones, el aprovechar lo poco o mucho de los recursos existentes, el valorar lo que tenemos.

El liderazgo en tiempos de pandemia es una oportunidad de cambio que requiere nuevas competencias en el docente, entre ellas se destacan las relacionadas a la comunicaci�n para la interacci�n no presencial, la cual est� enlazada a las tecnolog�as como herramientas para superar la distancia, es as� como el docente puede implementar el aprendizaje colaborativo que usa las tecnolog�as de informaci�n y comunicaci�n y fomentar la comunicaci�n colaborativa con la finalidad de socializar o colectivizar la informaci�n, lo que implica en el docente un rol de aprendiz caracterizado por una formaci�n acad�mica constante y continua.

 

El l�der de la escuela para Todos: una visi�n ontoepist�mica

El mundo est� evolucionado de manera acelerada, la sociedad demanda transformaciones en todos los �mbitos, el campo educativo es uno de ellos, en �l se demanda accesibilidad y equidad, emergiendo nuevas estrategias, modelos, enfoques, t�cnicas para aplicar en el ambiente escolar; en este sentido, es relevante reflexionar sobre �c�mo se caracteriza un docente l�der en su formaci�n para la escuela de Todos?

Para los que trabajamos en el campo educativo no es un secreto que la escuela tradicional contin�a vigente en varios aspectos, a pesar de surgir planteamientos distintos en cuanto a la concepci�n de la escuela, la tradicional no ha desaparecido. En contraposici�n a la educaci�n fundamentada en la corriente tradicional, surge como alternativa una escuela abierta a la diversidad, es decir una escuela para Todos que ponga en pr�ctica la Educaci�n Inclusiva, que en palabras de Tonucci (2021) ser�a en realidad una escuela exclusiva.

La Organizaci�n de las Naciones Unidas para la Educaci�n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en varios documentos (2008- 2013:02), define la Educaci�n Inclusiva como: Un proceso cuyo fin �ltimo es lograr la inclusi�n social y la participaci�n de todos, mediante estrategias educativas que respondan a la diversidad de demandas del alumnado, que trabajen particularmente con aquellos en riesgo de ser excluidos del sistema educativo (por discapacidad, pobreza, trastornos de aprendizaje y de conducta, etc.) y consecuentemente de la sociedad.

De modo que, se trata de educaci�n para Todos, as� se demanda en el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) n�mero cuatro (4) establecido por la Organizaci�n de Naciones Unidas, que planea una educaci�n de calidad y hace especial �nfasis en la educaci�n inclusiva al proponer que se debe garantizar una educaci�n equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para Todos.

En este sentido, desde el punto de vista ontol�gico se asume a la organizaci�n en la escuela como la plante� Sim�n Rodr�guez citado en Rumazo, (2008232) �Las organizaciones se reconocen, no por las conexiones que tienen entre s� las partes que componen un todo, sino por las relaciones en que est�n. No es lo mismo conexi�n que relaci�n. Las relaciones se reconocen por las funciones que ejercen unas partes con otras, y las funciones hacen considerar cada parte como un instrumento de la acci�n general�. De manera que la escuela es concebida como una organizaci�n, en la cual se relacionan las partes que la componen al ejercer las funciones que les corresponde para llegar a la acci�n general, todo enmarcado en un ir y venir de voluntades compartidas.

Ahora bien, c�mo debe ser el l�der de las anheladas organizaciones educativas inclusivas; si partimos de que el liderazgo y el hecho educativo son procesos sumamente complejos que vistos sin�rgicamente pueden resultar en beneficio de la sociedad, entonces si es posible un l�der que logre una escuela para Todos, lo importante ser�a conocer en qu� condiciones surge este l�der, qu� explica su aparici�n, qu� lo motiva, tal como lo plantea Guerra, (2018).

De acuerdo a lo expuesto, la aparici�n de este l�der debe emerger en situaciones en las cuales se relacionan las partes que la componen al ejercer las funciones que les corresponde para llegar a la acci�n general, todo enmarcado en un ir y venir de voluntades compartidas, entre las cuales se encuentra el liderazgo compartido, pues cada docente es un l�der. Prieto (1987:96) �La direcci�n no se da en el aire. Est� incluida dentro de un grupo humano del cual aparecemos a veces como eje, pero en realidad el dirigente es parte integral del grupo al cual dirige. Solamente es dirigente quien, sinti�ndose parte de un grupo, influye en �l y se deja influir por el grupo�.

Es as� como el liderazgo en la organizaci�n escolar inclusiva debe ser compartido y consensuado, en el cual el gerente educativo, en la figura del director, aparecer� como eje cuando as� lo amerite la realidad del contexto, y �sta se desarrollar� con una postura de l�der transformacional que seg�n (Lithwood y Sun 2012), se caracteriza por: establecer v�nculos directos y de confianza, motivar permanentemente, promover la estimulaci�n intelectual y buscar el crecimiento a largo plazo.

No obstante, c�mo se lograr�a lo descrito en el p�rrafo anterior �existe alg�n modelo te�rico que lo facilite? Al respecto, asumimos la postura de Guerra (2018), quien plantea que la decisi�n entre una v�a te�rica u otra respecto al mejor modo de acci�n lleva obligatoriamente a una dimensi�n pragm�tica y que por lo tanto el estudio del liderazgo en pleno siglo XXI debe avanzar hacia explicaciones estoc�sticas y complementarse entre s�; es decir, para el liderazgo de la escuela para todos, se deben complementar entre las teor�as y esto depender� de la pr�ctica.� �Se invita a los l�deres de la gesti�n a atreverse a innovar en relaci�n a los estilos de liderazgo desde la ontolog�a el contexto actual, como lo se�ala Petrasso (2015), se invita a las escuelas del mundo contempor�neo que buscan una escuela para Todos, a cumplir con el dec�logo de la educaci�n inclusiva planteado por Avila (2016):

�         Todos son protagonistas.

�         Todos poseen visi�n de respeto a la diversidad.

�         Todos hacen de la escuela una organizaci�n lo menos injusta posible.

�         Todos act�an con una escala de valores fundamentada en el respeto y el amor.

�         Todos participan en funci�n de un curr�culo abierto y flexible.

�         Todos participan en las estrategias did�cticas adaptadas a los estudiantes.

�         Todos se involucran y experimentan los avances del siglo XXI.

�         Todos se organizan y participan haciendo valer sus derechos.

�         Todos sienten compromiso por la educaci�n.

�         Todos tienen voluntad para poner en pr�ctica el dec�logo de la educaci�n inclusiva.

Lo anterior, representan peque�as acciones que depender�n del l�der y que desarrollarlas de una manera constante y con autotilia pueden encaminar hacia la escuela abierta a la diversidad, siempre que est�n avaladas por cambios de paradigmas en materia de pol�ticas p�blicas y servicios p�blicos de calidad, tal como lo se�ala Vegas (2017), evaluando adecuadamente las decisiones y su impacto sobre el inter�s p�blico, destac�ndose la innovaci�n y el compromiso en ello.

 

Coaching ontol�gico y el liderazgo Educativo en la Formaci�n Integral

El manejar la ontolog�a del liderazgo en los espacios educativos se debe considerar adem�s el t�rmino de Coaching Ontol�gico, la esencia del ser, la filosof�a. Al respecto, surge el inter�s de conocer c�mo se interrelacionan el coaching ontol�gico y el liderazgo, para luego analizar de qu� manera se pueden utilizar estas herramientas para mejorar la calidad de vida organizacional.

Es relevante mencionar a Echeverr�a (2015) quien expresa �Coaching� significa Entrenamiento y proviene del �mbito deportivo, donde el coach es el director t�cnico que les indica a los jugadores c�mo lograr una mejor performance. Entonces Ontolog�a, para el autor mencionado, constituye una parte de la filosof�a que se define como la Ciencia del Ser. Es decir que coaching ontol�gico, significa entrenamiento en el ser.

Al respecto, para Kotter (1999) la gerencia no es mala, sino que es muy distinto a lo que se conceptualiza como liderazgo, por eso el autor hace hincapi� en que deben diferenciarse claramente. De la reflexi�n desarrollada en el p�rrafo anterior es posible reconocer que la pregunta sobre el car�cter ontol�gico de la educaci�n le es propia al ser porque s�lo el hombre es capaz de educarse. Entonces la pregunta sobre el ser de la educaci�n puede ser entendida como la pregunta que se hace el existente sobre la manera en que se conoce, conoce su entorno y se da cuenta que su existir es concreto real y autentico Mays, (1960), con base a lo antes planteado, se puede considerar:

�         El ser de la educaci�n es el hombre, es decir, la educaci�n solo puede ser en la medida en que el hombre deje que esta educaci�n se vaya concretizando en su naturaleza de ser consciente y pesante.

�         El ser humano s�lo puede participar de un proceso educativo, porque su propia naturaleza se circunscribe a un momento hist�rico determinado por el tiempo y el espacio.

�         Estos horizontes arremeten contra el �Dasein�, lo embargan y acompa�an en su existencia cotidiana (Heidegger, 2003), que tiene sus singularidades, las cuales condicionan la finalidad del proceso educativo que siempre es cronol�gico e inacabado.

�         La ontolog�a de la educaci�n como acto humano, solo puede ser reflexionada como un proceso de reconocimiento de nuestra autenticidad en un mundo en el que estamos arrojados.

�         Oportunamente se�alo, al padre del pensamiento ontol�gico como lo es Arist�teles aunque parece tambi�n el padre de muchas otras tantas cosas: la psicolog�a, la biolog�a, la zoolog�a, la l�gica.

�         Por su parte, refiero a que Arist�teles no accede a planteamientos ontol�gicos por pura inspiraci�n, ya que, aun siendo el que inaugura esta clase de reflexi�n, su forma de llegar a ellos se da como respuesta a uno de los problemas de mayor resonancia de la filosof�a antigua.

�         Arist�teles da una respuesta mayor todav�a al problema del cambio.

�         Arist�teles su ontolog�a y su filosof�a sufrir�n una gran expansi�n que peligrar�, dado que tambi�n lo har�n sus obras.

�         En palabras de Arist�teles,�

�         El g�nero humano tiene, para saber conducirse, el arte y el razonamiento.

�         Es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostraci�n y lo que no la necesita.

 

Materiales y m�todos

El estudio presentado se basa en el enfoque cualitativo, paradigma interpretativo, el tipo de investigaci�n fenomenol�gica con base en revisi�n documental dise�o explicativo � descriptivo, luego de una revisi�n y an�lisis profundo, se realizar� una revisi�n cr�tica del pensamiento presentados en la categorizaci�n, triangulaci�n y contrataci�n de los resultados. Consecuentemente, se presenta como parte de la met�dica, el m�todo AMAR� Araviche, (2020) entrelazado a la hermen�utica de Gadamer permitiendo analizar, evaluar y caracterizar de forma horizontal y c�clica la informaci�n recolectada; partiendo del lenguaje empleado por parte de los informantes clave, la acci�n o realidad hol�stica desde su ser, respetando las caracter�sticas propias de la muestra recolectada de las experiencias, y vivencias propias.

Insertado en la l�nea de Investigaci�n Concepciones Epistemologica y Did�cticas de la Ciencia, en la cual se busca explorar y organizar el trabajo liberador tanto en la educaci�n universitaria, como en la pre-universitaria para consolidar los proyectos socio-productivos directamente con las comunidades, promocionando una did�ctica social, integrando las �reas de aprendizajes e intencionalidades b�sicas del curr�culo emergente del nuevo sistema educativo.

Avanzando en las ideas sobre el sentido del habla o lenguaje en Heidegger y Gadamer. Esta tarea, no resulta nada sencilla; ambos pensadores dedicaron a esta cuesti�n gran parte de su reflexi�n filos�fica, y vieron en ella una forma de contribuir a la superaci�n de los obst�culos y problemas que aquejaban a la tradici�n de la filosof�a en su �poca. Ambos compartieron una forma de introducirse al problema y tematizar sus cuestiones m�s dif�ciles. El intento de superaci�n de la metaf�sica de Heidegger y la hermen�utica Gadameriana, en efecto, tienen muchas cosas en com�n que decirse. Sin embargo, esto no nos debe impedir ver los caminos diversos que significan ambas formas del reflexionar.

 

An�lisis de resultados

En relaci�n a los resultados la evoluci�n educativa depende en gran medida de que sus l�deres sean capaces de reconocerse a s� mismos, de valorarse y dar respuesta a las persona que generan sus esfuerzos. Para ello es necesario de un modelo educativo que ense�e a aprender y gerencial lo aprendido, porque en la medida en que logra que las acciones de cada participante sean el resultado de un esfuerzo transformador, no solo har� mejor uso de sus capacidades, sino que se elevar�n las posibilidades para que cada persona pueda alcanzar el �xito.

 

Conclusiones

Para finalizar el presente estudio, se debe se�alar que es necesario abrir espacios para la dialogicidad emergiendo nuevos paradigmas de investigaci�n en el �mbito acad�mico. En relaci�n al primer prop�sito Describir los elementos existenciales del ser. Coincido plenamente con la necesidad de reimpulsar visi�n ontol�gica del ser, manteniendo la libertad sin generar lesiones irreversibles al territorio. Este es el desaf�o que nos sugiere la humanidad para garantizar la coexistencia de las generaciones presentes y futuras.

�         Por su parte, al Desarrollar el constructo te�rico sobre la ontolog�a del ser. Para Gadamer no existe la posibilidad de comprender una pr�ctica social desde una posici�n privilegiada de un ente extra�o a este; la comprensi�n no deformada de las pr�cticas educativas solo puede ser desarrollada por los pr�cticos, es decir por los propios docentes l�deres involucrados en los procesos; del otro lado Habermas propone la presencia de un experto que act�a como especie de un ser consciente y comprometido desde� su propio espacio.

�         Seguidamente, Evaluar los elementos claves permite fortalecer el liderazgo. Contar con una educaci�n eficiente, eficaz, relevante y equitativa para todos, requiere de la transformaci�n del modo tradicional de organizar el proceso educativo. Por ello, el fortalecimiento de la funci�n del docente para ejercer un liderazgo responsable, el aumento en la confianza en sus recursos personales, en sus conocimientos t�cnicos y en su inteligencia emocional es imperativo, pues no basta con impartir conocimientos hay que gerenciales.

�         Posteriormente, Analizar los elementos reflexivos ontol�gicos claves del liderazgo educativo. �Estamos conscientes que alcanzar la meta, requiere de un gran esfuerzo colectivo, y un desaf�o si se quiere ontol�gico, ante la posici�n que asume el sujeto en el espacio territorial. Aunado a ello, el papel de la globalizaci�n, que cada d�a separa al hombre del hecho natural. No quiero dejar pasar �stas l�neas para invitar a escuchar sus pensamientos, y marcar su futuro en unas palabras confianza en si mismo, ERES TU� CRECE, AMA, REFLEXIONA, VALORA TU ANDAR.

 

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