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De la virtualidad a la presencialidad
From virtual to face-to-face
Do virtual ao cara-a-cara
Juan Patricio Santill�n-Aguirre I
juan.santillan@espoch.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-8610-6724
Ramiro David Santos-Poveda II
ramiro.santos@espoch.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-2270-1735
Correspondencia: juan.santillan@espoch.edu.ec
Ciencias de la educaci�n
Art�culos de revisi�n
*Recibido: 19 de junio de 2021 *Aceptado: 15 de julio de 2021 * Publicado: 10 de agosto de 2021
I. Mag�ster en Docencia Universitaria e Investigaci�n Educativa, Licenciado en Ciencias de la Educaci�n, Profesor de Psicolog�a Educativa y Orientaci�n, Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo, Riobamba, Ecuador.
II. Mag�ster en Inform�tica Educativa, Licenciado en Dise�o Gr�fico, Dise�ador Gr�fico, Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo, Riobamba, Ecuador.
Resumen
El presente art�culo tiene como objetivo Realizar una revisi�n sobre elementos presentes en dos modalidades de ense�anza, uno es la virtualidad y el otro la presencialidad tradicional. En este sentido, muchos han sido los aportes que diversos autores han podido dar sobre la forma de ense�ar, los medios y elementos involucrados, incluidos as� tambi�n el profesor y el estudiante como sujetos principales del hecho educativo. De manera tal que con la presente investigaci�n se desarroll� bajo el contexto metodol�gico de una revisi�n documental, el an�lisis reflexivo sobre la forma de innovaci�n que ha representado el educar mediante los diversos entornos de ense�anza en lugar del tradicional espacio del aula de clases. Las conclusiones luego de las revisiones hechas al material investigado sobre indagaciones de otros autores indican que la virtualidad concierne a un ajuste perfecto de las necesidades de desplazamiento f�sico, gasto en materiales y hasta limitaciones f�sicas que a veces restringe el acceso a la formaci�n en aula; debido al hecho de que muchos de los estudiantes poseen acceso a dispositivos tecnol�gicos y ameritan constantemente ver las modificaciones y actualizaciones de otros usuarios, los escenarios virtuales favorecen el aprendizaje colaborativo y no presencial. Por lo que, es posible que mediante criterios de este tipo la efectividad del m�todo virtual de ense�anza sea id�neo para complementar lo que la presencialidad no puede cubrir en la educaci�n y viceversa.
Palabras clave: Educaci�n Virtual; Educaci�n Presencial; Ense�anza; Modelos pedag�gicos.
Abstract
The objective of this article is to carry out a review on elements present in two teaching modalities, one is virtuality and the other is traditional presence. In this sense, many have been the contributions that various authors have been able to give on the way of teaching, the means and elements involved, thus also including the teacher and the student as main subjects of the educational event. In such a way that with the present investigation, the reflective analysis of the form of innovation that educating through the various teaching environments instead of the traditional classroom space was developed under the methodological context of a documentary review. The conclusions after the revisions made to the investigated material on inquiries from other authors indicate that virtuality concerns a perfect adjustment of the needs of physical displacement, expenditure on materials and even physical limitations that sometimes restrict access to classroom training; Due to the fact that many of the students have access to technological devices and constantly deserve to see the modifications and updates of other users, virtual scenarios favor collaborative and remote learning. Therefore, it is possible that through criteria of this type the effectiveness of the virtual teaching method is suitable to complement what face-to-face cannot cover in education and vice versa.
Keywords: Virtual Education; Face-to-face Education; Teaching; Pedagogical Models.
Resumo
O objectivo deste artigo � rever os elementos presentes em duas modalidades de ensino, uma � a virtualidade e a outra � o ensino presencial tradicional. Neste sentido, muitas foram as contribui��es que diferentes autores foram capazes de dar sobre o modo de ensinar, os meios e os elementos envolvidos, incluindo o professor e o aluno como as principais disciplinas do facto educativo. Desta forma, a presente investiga��o foi desenvolvida no contexto metodol�gico de uma revis�o documental, a an�lise reflexiva sobre a forma de inova��o que tem sido representada pela educa��o atrav�s dos v�rios ambientes de ensino em vez do tradicional espa�o de sala de aula. As conclus�es ap�s as revis�es feitas ao material pesquisado sobre inqu�ritos de outros autores indicam que a virtualidade diz respeito a um ajustamento perfeito das necessidades de desloca��o f�sica, despesas em materiais e mesmo limita��es f�sicas que por vezes restringem o acesso � forma��o em sala de aula; devido ao facto de muitos dos alunos possu�rem acesso a dispositivos tecnol�gicos e merecerem ver constantemente as modifica��es e actualiza��es de outros utilizadores, os cen�rios virtuais favorecem a aprendizagem colaborativa e n�o presencial. Portanto, � poss�vel que atrav�s de crit�rios deste tipo, a efic�cia do m�todo virtual de ensino seja ideal para complementar o que a educa��o presencial n�o pode cobrir e vice-versa.
Palavras-chave: Educa��o Virtual; Educa��o Presencial; Ensino; Modelos Pedag�gicos.
Introducci�n y estado de la cuesti�n
La educaci�n superior ha sido objeto de muchas modificaciones en t�rminos de curr�culos y modos de planificar la ense�anza, sin embargo, uno de los procesos m�s discutidos aun en el presente es justamente la tem�tica que hace menci�n de que escenario es m�s adecuado para que en efecto los objetivos de aprendizaje se concreten. En este sentido, como llevar a cabo en condiciones alternas la acci�n de educar, de qu� manera es posible advertir a los sujetos que se encuentran como discentes en el intercambio de la informaci�n expuesta que su rol es importante, sea cual sea el ambiente para que se logren las metas comunes e individuales. Para Boh�rquez (2018) Las Tecnolog�as de la informaci�n y la comunicaci�n (TIC) actualmente han potenciado las transformaciones de la pr�ctica pedag�gica en las diferentes instituciones educativas (IE), cambios que probablemente se vienen presentando por la resignificaci�n de los modelos educativos para la ense�anza/aprendizaje y la nueva orientaci�n de los actores en el proceso. En contraste Bartolom� (2002) advierte que el modelo presencial ha sido el m�s ampliamente utilizado desde el principio de la existencia de las instituciones universitarias. Por lo que el mismo es visto como un modelo de �xito. Seg�n Sangra (2001) La educaci�n en la virtualidad, es decir, desde la no-presencia en entornos virtuales de aprendizaje, no se sit�a necesariamente en ninguna orientaci�n educativa concreta. Al igual que en la presencialidad existe la convivencia entre orientaciones y did�cticas diversas, siempre que �stas act�en de forma coherente con las finalidades educativas y con los fines de la educaci�n, de la misma forma sucede en la virtualidad.
De manera tal que, se habla de la adecuaci�n de los modelos f�sicos de ense�anza a las nuevas adaptaciones de los escenarios propicios para que con igualdad de condiciones todos los interesados en participar del hecho educativo tengan v�lida cabida en el mismo. En este orden, Reigeluth (2012) acota que �un modelo de transmisi�n directa de la informaci�n a un modelo que privilegie la interacci�n y la evaluaci�n formativa, implica el dise�o de escenarios que permitan transitar de espacios espec�ficos de transmisi�n de conocimientos, protagonizados por el �sabio en la tarima�. Tales espacios se han estudiado durante muchas d�cadas, han dejado lugar a la importancia de una adecuada planificaci�n de los elementos que en suma se vinculan con la acci�n del docente y el estudiante en el proceso educativo. Seg�n Prensky (2010) la Universidad debe formar estudiantes que respondan a las necesidades y cuenten con las competencias que exige vivir en el siglo XXI, situaci�n que implica la innovaci�n y transformaci�n de los entornos y de las pr�cticas de ense�anza y de aprendizaje, para los estudiantes, denominados �Nativos Digitales�. Debido a que, se trata de aspectos que no conciernen �nicamente a los sujetos del contexto universitario, sino que la virtualidad y la presencialidad, ya en el presente aborda importantes aspectos de la sociedad, donde se conjugan aspectos de la vida diaria, como la imposibilidad de movilidad en algunos casos especiales por parte de estudiantes que ameritan acceder a las instituciones para cumplir con sus estudios versus el escenario tradicional presencial como alternativa preferida aun por muchos de los sujetos del �mbito de educaci�n.
Los autores Azcarate y Bustamante (2017) indican que la Educaci�n Superior a nivel global est� viviendo cambios sustanciales, no �nicamente en el acceso, cobertura, pertinencia y equidad; sino en c�mo las Tecnolog�as de la informaci�n y comunicaci�n (TICs) est�n reconstruyendo paradigmas, desarrollando nuevas ciencias y teor�as; las mismas que a su vez han reconfigurado modelos de ense�anza que proponen ambientes de aprendizaje interconectados, flexibles y din�micos. En este orden, la educaci�n por ser un elemento fundamental de la composici�n social en el pa�s y la regi�n que se analice debe cubrir con una serie de lineamientos que se adecuan a la estandarizaci�n de los procesos comunes para los ciudadanos o sujetos de un determinado contexto. Debido a esto, se presume que la educaci�n est� sometida a paradigmas sobre su control y manejo de los subprocesos que la componen y desde ese punto son evaluados los elementos internos, as� Moreira et al (2014) indica que en el escenario de la educaci�n mediante esquemas de virtualidad el paradigma de ense�anza-aprendizaje es indispensable que el tutor virtual exhiba una serie de caracter�sticas y atributos con el objeto de guiar y promover un proceso educativo din�mico. Para Borges (2005) el docente debe ser consciente de las acciones y carencias en las que puede incurrir y que puedan estimular la desmotivaci�n y frustraci�n de sus estudiantes. Tradicionalmente se hab�a concebido al profesor como un importante elemento dentro del aprendizaje, y es as� pero tambi�n lo es la realidad protag�nica del estudiante de ejercer su llamado con base en las necesidades de construir en un ambiente distinto al del aula de clase, los modelos de auto ense�anza que la virtualidad demanda de estos, pues al no estar dentro de un mismo escenario f�sico, amerita que su compromiso con las asignaciones y deberes acad�micos sea m�s fehaciente.
Seg�n Boh�rquez (2018) Desde esta nueva perspectiva y competitividad acad�mica, las universidades que aspiran a ser pioneras y trascender a lo largo del siglo XXI, se proyectan a proponer programas que las lleven a una transformaci�n bajo los nuevos est�ndares tecnol�gicos y exigencias mundiales, pues el futuro educativo implica grandes cambios que involucran desaf�os y oportunidades. Por lo que dentro de la educaci�n desarrollada como un marco virtual para ella, es preciso que la inventiva del facilitador sea pertinente y adecuada a las demandas de los sujetos que forman parte del intercambio mediante la formaci�n en l�nea, siendo esta una importante raz�n para cumplir con modelos probados de eficiencia en el contexto de la innovaci�n que representa la modificaci�n de la presencia por una responsabilidad compartida de intercambio mediante software y dispositivos que corresponden con las necesidades de los estudiantes y profesores de cumplir con la ense�anza.
Un elemento significativo dentro de la aplicaci�n de los esquemas alternos a la presencialidad deriva justamente de la concepci�n de los propios estudiantes de su aprendizaje, al respecto Gagn� (1971) El aprendizaje consiste en un cambio de la disposici�n o capacidad humana, con car�cter de relativa permanencia y que no es atribuible simplemente al proceso de desarrollo.
Al respecto Moreira et al. (2014) manifiesta que
Los espacios virtuales de aprendizaje favorecen aspectos que la presencialidad limita o simplemente no contempla. Entre estas facilidades de la virtualidad, las m�s relevantes se asocian con el rompimiento de la barrera de la distancia, la rigidez de los horarios y la facilidad de la distribuci�n del tiempo de estudio sumado a la posibilidad de combinarla con las m�ltiples ocupaciones que conlleva el estilo de vida moderno. (p.2)
Es as� c�mo, son m�ltiples las ventajas de la educaci�n en el contexto de los medios virtuales de esta sin embargo en contraste con la misma, investigaciones realizadas permiten inferir que hay necesidad de gestionar mejor los accesos a los modelos de ense�anza virtual, como refiere Boh�rquez et al, (ob. Cit.) Las actividades de aprendizaje deben ser motivantes, interesantes, enfocarse en un contexto profesional o laboral, que permitan que el estudiante desarrolle las competencias. Tambi�n se debe incluir, el apoyo acad�mico y psicosocial cuando el estudiante lo requiera, mejorar las retroalimentaciones por parte de los docentes indicando las fortalezas y debilidades en los procesos de aprendizaje, las video-clases deben enfocarse a ampliar la comprensi�n de los conceptos de cada m�dulo y los docentes deben tener en cuenta en ampliar los tiempos dados para las entregas de las actividades propuestas.
De acuerdo con Sangra (2001)
Los factores en los que deber� fundamentarse la estrategia hacia la construcci�n de un espacio de formaci�n virtual deben girar alrededor de los siguientes ejes:
� Accesibilidad. Garantizar el acceso a la formaci�n de todas las personas que quieran formarse y hacerlo a trav�s del mayor n�mero de medios posibles. Ello comporta seguir atentamente la evoluci�n de la tecnolog�a.
� Modelo de aprendizaje. Trabajar en la mejora de los modelos educativos centrados en la forma de aprender. Las estrategias de aprendizaje en el escenario de un espacio de formaci�n virtual y global no son las mismas que las usadas por los alumnos de las universidades actuales.
� Modelos de docencia. El perfil de los profesionales de la docencia deber� cambiar pasando a ser m�s facilitadores que instructores. Ese cambio deber� realizarse a partir de la integraci�n en el modelo de aprendizaje compartido que conlleva el modelo educativo basado en las nuevas tecnolog�as.
� Estilo organizativo-cultural. Uno de los grandes retos de la globalidad es el de procurar no perder la identidad, ya no s�lo cultural, sino tradicional e hist�rica de las organizaciones educativas que hasta ahora han funcionado y ganado prestigio. Un marco en el que no haya estilos propios de actuaci�n docente es un espacio gris y poco atractivo. Deberemos trabajar para poner el estilo de nuestras organizaciones educativas actuales tambi�n en la red.
� Interculturalismo. La posibilidad de relacionar culturas diferentes en la red ya es una realidad que funciona. El �nico problema es ling��stico. No para las grandes lenguas, pero s� para las lenguas minoritarias. Los traductores simult�neos ayudar�n, sin duda, a la comprensi�n de los mensajes, pero no superar�n la comprensi�n cultural de quien los emite o los recibe. Creemos que �ste es uno de los grandes retos de la globalidad hacia la que avanzamos.
Sin embargo, es posible dar constancia de que la tecnolog�a m�vil presenta un enorme potencial, con el que se puede vincular el aprendizaje de aula con el realizado en otros �mbitos informales, como el dom�stico. Usando los t�rminos que emplea Joung-Souk Sung (2009). En este sentido, es v�lido se�alar que se modifican muchos de los aspectos de la instrucci�n, dentro de los que se mencionan de manera significativa, el rol de los actores del proceso de formaci�n, lo que representa un importante elemento dentro del alcance de los logros acad�micos que se lleven a cabo mediante la modalidad alterna a la presencialidad. Es por esto que, la inventiva y adecuaci�n de los espacios virtuales como es debido para que el estudiante tenga la noci�n correcta de estar en el medio de un intercambio acad�mico, el cual se desarrolla con el fin de concretar el aprendizaje es de suma importancia.
Alves y Raposo (2005) refieren que el nivel de satisfacci�n del estudiante universitario es de vital importancia, pues obliga a las universidades a instaurar exigencias necesarias para una educaci�n de alta calidad, que ofrezca una permanencia de sus estudiantes, basados en una valoraci�n positiva de la voz a voz. Por lo que, se modifica la concepci�n de la presencialidad, los roles y tareas a cumplir de cada uno de los estudiantes y del facilitador que antes era entendido, aun de manera cultural e inconsciente, como el centro de la ense�anza, cuando el contexto cambia, es all� donde se evidencia que hay una forma distinta de ejercer la labor docente, dando lugar a la importancia del tema y los objetivos acad�micos, considerando materiales y medios de transmisi�n y no al maestro o profesor como el mentor del aprendizaje.
Seg�n Moreno (1997)
Dejar claro que cuando hablamos de tecnolog�a aplicada a la educaci�n nos estamos refiriendo a todos los elementos metodol�gicos y t�cnicos que se utilizan con prop�sitos educativos, desde los m�s primitivos hasta los m�s modernos y que sin duda, al intervenir en la relaci�n educativa entre las personas, siempre modifican los modos de aprender y ense�ar. Partiendo del entendido de que la educaci�n es primero y ante todo una relaci�n entre personas y por lo tanto ante todo un hecho social, lo nuevo debe darse en esta relaci�n; la innovaci�n educativa debe consistir b�sicamente en la renovaci�n de los ambientes, de las personas y como consecuencia de las pr�cticas educativas, que nos lleven a nuevos modos de aprender. En este sentido los medios tienen una gran potencialidad para ayudarnos a acceder a la informaci�n, procesarla, recrearla, expresarla y transferirla (pp. 73).
Por tanto, en el presente art�culo se reflexiona sobre los elementos presentes en las modificaciones de la modalidad presencial a la virtual, con la que muchas casas de estudio superior han debido alternar muchos de los esquemas de ejecuci�n de sus actividades de instrucci�n formal.
Materiales y M�todos
Dise�o
Respecto a la metodolog�a empleada. Se ubica el estudio presentado dentro de la investigaci�n cuantitativa, bajo un dise�o bibliogr�fico o documental el cual seg�n lo que permite construir una realidad con los actores, elabor�ndose un an�lisis completo de la situaci�n y a partir de la informaci�n obtenida se realiza una descripci�n focalizada de la realidad estudiada (Hern�ndez-Sampieri et al., 2006), fundamentado en las necesidades de ahondar en la perspectiva de la modalidad virtual en contraste con la presencialidad tradicional por parte de importantes estudios hechos en la materia, por diversos autores. Dicha investigaci�n se basa en los criterios del deber de los actores de entender las bondades y limitaciones de ambos contextos de ense�anza dentro de los esquemas propios de la educaci�n superior.
Procedimiento
� Se desarroll� un levantamiento de informaci�n basado en las referencias bibliogr�ficas y webgr�ficas concernientes al tema en desarrollo.
� Se precisaron autores con experiencia en el an�lisis de la tem�tica de la virtualidad y la presencialidad.
� Se establecieron el aspecto de las investigaciones revisadas que fueran m�s adecuados al estudio.
� Fichaje de los elementos m�s representativos de cada investigaci�n consultada
� Exposici�n de los aspectos resultantes que favorecieron de manera pertinente las conclusiones sobre la investigaci�n.
An�lisis y Resultados
A continuaci�n, se presentar�n los estudios que forman parte del conjunto de publicaciones vinculadas con la revisi�n que se realiza en este art�culo:
Boh�rquez, Mar�a Cristina; Rodr�guez Mendoza, Brigitte; Barrera Buitrago, Dayana; Pach�n Pedraza, Hugo desarrollaron un estudio denominado �Inmersi�n de la virtualidad en la modalidad presencial: medici�n de la satisfacci�n del estudiante bajo criterios de clasificaci�n de modelos de un ideal imaginario� en el a�o 2018.
La referida investigaci�n da a conocer la pertinencia de las asignaturas virtuales y sus procesos de transformaci�n en los programas presenciales de la Universidad Manuela Beltr�n (UMB), desde el punto de vista de las percepciones de los estudiantes. La metodolog�a empleada es por medio de una encuesta en l�nea para diferenciar algunas variables inmersas en el proceso ense�anza-aprendizaje, valoradas bajo una escala de Likert. Estas variables miden el grado de satisfacci�n que manifiestan los estudiantes frente a la interacci�n en el aula virtual, teniendo en cuenta elementos del modelo pedag�gico de la Universidad, tales como: materiales, recursos, contenidos, el rol del docente, estrategias pedag�gicas y did�cticas empleadas en los cursos. Su an�lisis se hace bajo un dise�o cuantitativo centrado en identificar la correlaci�n y la correspondencia entre las variables involucradas y de esta manera determinar su incidencia en la satisfacci�n de los estudiantes. Se inicia con un an�lisis descriptivo, que arroja resultados que refuerzan lo encontrado en el dise�o estad�stico a partir de los cuales se proponen estrategias para cualificar el modelo b-learning propuesto, comenzar su redise�o, b�squeda de recursos y materiales, fortalecimiento de las estrategias pedag�gicas, la cualificaci�n y formaci�n de los docentes.
Al finalizar la investigaci�n como se puede apreciar en el estudio revisado, los estudiantes evidencian criterios diversos en torno a la plataforma virtual de aprendizaje, denotando de manera incipiente aspectos inherentes a la percepci�n y nivel de satisfacci�n de los discentes respecto al rol de los facilitadores del contenido, los cuales se reflejan en las opiniones aportadas por los estudiantes en relaci�n con los esquemas planificados para la consignaci�n de las tareas, motivaci�n e incentivo que reciben estos a la incorporaci�n a la interacci�n mediante las plataformas virtuales, entre otros. De acuerdo con los hallazgos de la investigaci�n de Boh�rquez et al. (ob. Cit.) Los criterios que presentan mayor satisfacci�n est�n en las orientaciones para el uso de la plataforma, la claridad en las fechas de entrega y los de evaluaci�n, donde el docente evalu� las actividades a partir de los m�todos de evaluaci�n y promueve procesos que busquen interacci�n con otros compa�eros, los compromisos acad�micos en el aula de aprendizaje promovieron el uso de las TIC fuera de la plataforma, existi� un trato cordial y equitativo por parte del docente y se resolvieron las dudas de manera oportuna.
Se tiene a Aguilar, Mar�a Alejandra; Del Valle, Mar�a Elena en su estudio titulado �De lo presencial a lo virtual: Caso Universidad Metropolitana� en el a�o 2016.
La investigaci�n que se presenta se desarroll� en la Universidad Metropolitana de Caracas, donde se emprendi� un proceso de introspecci�n profundo que implic� la revisi�n de programas de estudio, dise�os instruccionales e incluso modalidades en la administraci�n de materias para acortar las distancias entre los perfiles esperados por el �mbito laboral y los generados por la referida casa de estudios. Se produjeron cambios en el dise�o y planificaci�n de cursos presenciales que se cambiaron a virtuales. Dentro de las modificaciones que desarrollaron con la implementaci�n del esquema virtual en lugar del presencial se tiene Preparaci�n del personal: todo lo mencionado en l�neas previas lleva impl�citos cambios estructurales dentro la instituci�n que los paradigmas sedimentados y caducos con ninguna voluntad de autocr�tica. Pedirle a un personal que planifique y dise�e cursos virtuales requiere una formaci�n en el �rea para la cual hay que destinar tiempo y recursos.� En cuanto a la infraestructura tecnol�gica: se demand� la actualizaci�n constante de plataformas, software y dem�s complementos lo cual puede significar para cualquier instituci�n una inversi�n importante. Respecto al estudiante, la administraci�n del tiempo y su independencia al aprender descollan como elementos potenciales. Sin duda, requiere aprender a trav�s de procesos m�s independientes en el que �l es su propio gestor.
Como se puede apreciar en la investigaci�n desarrollada por Aguilar et al. (2016) La modificaci�n del esquema tradicional de ense�anza que se hab�a aplicado en la Universidad Privada �Metropolitana� de Caracas en Venezuela, es un vivo ejemplo de la necesidad que han tenido las casas de estudio desde hace menos de diez a�os en el caso, al menos de este pa�s, de recurrir a modificaciones externas e internas para concretar la virtualidad y sus elementos que la componen como canal para ejecutar los procesos de ense�anza. Al finalizar la conclusi�n de los autores fue que los estudiantes percibieron mayor demanda de responsabilidad en sus deberes acad�micos, as� como en la administraci�n del tiempo, mientras que los maestros y profesores presentaron resistencia al cambio, alteraciones en las entregas de las planificaciones de los aprendizajes.
Cristian Moreira Segura y Brenda Delgadillo Espinoza realizaron una investigaci�n denominada �La virtualidad en los procesos educativos: reflexiones te�ricas sobre su implementaci�n� en el a�o 2014.
En la referida investigaci�n se da un esbozo de las cualidades de un aula virtual, las caracter�sticas propias de un proceso de ense�anza-aprendizaje de naturaleza virtual, el papel que tienen los recursos y los participantes y el perfil de un tutor. Se enfatiza en el rol del tutor en este proceso de construcci�n y reconstrucci�n de conocimiento en un espacio virtual y en las experiencias que cada uno de los integrantes aporta en cuanto a su propia vivencia como estudiante o tutor virtual. Adem�s, se comparan los conceptos relacionados con la virtualidad con el de educaci�n tradicional y se brinda una valoraci�n general de estos procesos. Finalmente, se hace un repaso de los elementos que se deben considerar al plantear e implementar un curso en modalidad virtual.
La citada investigaci�n recoge aspectos importantes desde el contexto pr�ctico en el que se implementa este tipo de esquemas o modelos de ense�anza bajo la virtualidad con el fin de establecer mecanismos de comparaci�n y evaluar los resultados acad�micos entre los estudiantes a los que se les brind� la ense�anza mediante plataformas de aprendizaje, dispositivos electr�nicos y a quienes se les aplic� el modelo de la educaci�n tradicional en aula. De ah� que los autores obtuvieron conclusiones importantes, que permiten inferir que ante un mundo tan convulsionado por las innovaciones y las nuevas tecnolog�as de comunicaci�n e informaci�n, necesario es para los estudiantes y profesores alternar en la manera de interactuar, brindando espacios a otros de sus semejantes en el escenario de la ense�anza y aprendizaje, es as� como se tiene lo dicho por los autores del estudio citado Moreira y Delgadillo (2014) �La experiencia en la educaci�n presencial, ciertamente, es importante, mas no es suficiente para la virtualidad. Se requiere un cambio de paradigmas y de concepciones con respecto al proceso educativo, acompa�ado del conocimiento t�cnico de c�mo conducir la virtualidad. El tutor no solo debe ser un especialista en su �mbito profesional, sino tambi�n tener formaci�n en t�cnicas did�cticas virtuales�. De manera que, el aporte crucial de esta investigaci�n a las ciencias educativas es que es menester modificar los paradigmas de ense�anza, los cuales representan en s� una de las principales barreras para que los modelos educativos sean m�s exitosos y de verdadera calidad en los ambientes de aprendizaje donde estos se requieran.
�vila, Claudia quien desarroll� una investigaci�n que titul� �De la Presencialidad a la Virtualidad en la Ense�anza del Trabajo Social. El Caso de la Nivelaci�n a Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad de Guadalajara� en el a�o 2008.
La referida investigaci�n se desarrolla con el objeto de presentar el estado actual del programa de Nivelaci�n a Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad de Guadalajara (Universidad p�blica del estado de Jalisco, M�xico), programa que se fund� con el objetivo de impulsar una estrategia de superaci�n acad�mica dirigida a t�cnicos en trabajo social, bajo la condici�n de que se encontrasen en la pr�ctica profesional, pero que no contasen con el t�tulo de licenciatura, debido a las caracter�sticas con que se ofrec�a dicha carrera en el tiempo en que la estudiaron. El proceso de transformaci�n del programa inicialmente ofrecido a distancia, mediante medios impresos hasta su actual impartici�n en l�nea, pas� por una serie de aciertos y desaciertos que en el presente trabajo se plantean, hasta constituirse en un caso exitoso al ser el primer y �nico programa a distancia de la Universidad de Guadalajara (hasta enero de 2007), en ser acreditado, por un organismo nacional, que certifica su calidad a nivel nacional.
Como se puede apreciar en la investigaci�n referida el estudio contempla las aristas de la modificaci�n dentro de la Universidad de Guadalajara en M�xico, pa�s de Norte Am�rica en el que se advierte sobre la necesidad de alternar el esquema presencial por el virtual por lo que es necesario el an�lisis y evaluaci�n de muchos de los aspectos referidos a la implementaci�n de forma de educaci�n a distancia, lo cual implica la reconceptualizaci�n por parte de los maestros y estudiantes de la casa de estudio, en un ambiente valido y aceptable pero necesariamente abrumador, si se quiere para muchos de ellos. Por la reestructuraci�n de los escenarios de ense�anza y la reconfiguraci�n de elementos que posibiliten la implantaci�n de la forma de impartir las clases y cumplir con las planificaciones acad�micas de manera adecuada.
Un elemento importante a destacar en los resultados de las observaciones a los registros estad�sticos del rendimiento de los estudiantes en el contexto educativo en la Universidad de Guadalajara durante el periodo 2007 fue que �la calidad de la construcci�n de los productos acad�micos se ve ampliamente superada en los estudiantes que cursan en l�nea y se enriquecen de la construcci�n y del aprendizaje colaborativo en comparaci�n con los estudiantes independientes que siguen utilizando exclusivamente el medio ahora llamado electr�nico (que sustituy� el impreso.�
Lo anterior, se interpreta como el valor que se le asigna a las interacciones virtuales en contraposici�n con las presenciales que favoreciendo el aprendizaje colaborativo entre iguales es m�s incipiente y positiva para la consolidaci�n del aprendizaje. De all� que, es m�s importante seg�n la autora, quien luego de la evaluaci�n cualitativa en el contexto educativo que realiz�, concluy� �vila (ob. Cit.) que la implementaci�n de un esquema de virtualidad �es un proceso dirigido deliberadamente al aprendizaje en el cual juega un importante papel la asesor�a a distancia que implica profesores capacitados y conscientes del rol que les toca desempe�ar. Es tambi�n fundamental la utilizaci�n de una metodolog�a de la ense�anza que atienda el perfil de la poblaci�n usuaria del programa, que motive aprendizajes significativos a partir de utilizar el conocimiento y experiencias (de vida y laborales) de las estudiantes logrando as� la aplicaci�n del nuevo conocimiento para resolver problemas y situaciones de la vida diaria.� As� mismo, �es de capital importancia comprender en el dise�o de planes de estudios que pretendan mejores niveles de aprendizaje del alumno, que �ste aprende tanto en el aula como en otros espacios y tiempos no dedicados exclusivamente a actividades �ulicas�.
Sangra, Albert desarroll� un estudio denominado �Ense�ar y aprender en la virtualidad� desarrollado en 2001.
En la investigaci�n que se presenta el autor enfatiza en que la educaci�n en la virtualidad no se sit�a necesariamente en ninguna orientaci�n educativa concreta. La diferencia m�s importante entre la educaci�n en la presencialidad y en la virtualidad reside en el cambio de medio y en el potencial educativo que se deriva de la optimizaci�n del uso de cada medio. El art�culo establece que los elementos diferenciales de los procesos educativos en ambientes virtuales deben ser de dos tipos: metodol�gicos y organizativos. A partir de la experiencia en la UOC, analiza los cambios vinculados a la docencia virtual que se est�n sucediendo y que afectan a los propios docentes, a los estudiantes y a la cultura organizativa de las instituciones. Plantea si estamos ante la emergencia de un nuevo paradigma, basado en el aprendizaje en red y en el uso de Internet en la educaci�n y concluye contrastando la formaci�n virtual con el reto de la globalidad que se plantea la sociedad actual.
En este sentido, las proposiciones de modificaci�n de los esquemas de ense�anza dentro de la educaci�n universitaria o superior son adecuadas a las coordinaciones tambi�n formativas de los directivos y personal docente de las instituciones, debido a la relevancia que debe tener para los encargados de la planificaci�n de los aprendizajes confirmar las demandas de los estudiantes, intereses, conocimiento de la metodolog�a a distancia y la reconfiguraci�n de los m�todos instruccionales que divergen de los presenciales y de la instituci�n y regi�n en la que se puede ver planteado, de acuerdo a las conclusiones del autor Sangra (ob. Cit.) �La realidad es que el mundo de la formaci�n se mueve hacia el futuro con una rapidez vertiginosa. Estar en este espacio planetario de formaci�n universitaria ser� una realidad en breve (de hecho, ya lo es casi ahora). Como personas con nuestros valores y como instituci�n con estilos y valores propios tambi�n tenemos la misi�n de garantizar que ese espacio cumpla el objetivo para el que se crea: la formaci�n de las personas a partir del compartir conocimientos e ideas, pero desde el reconocimiento y el respeto a la diversidad.�
Discusi�n y Conclusiones
En los hallazgos de la revisi�n hecha a los trabajos de otros autores, se obtuvieron aspectos resaltantes:
Dentro de los estudios que se revisaron existieron resultados diferentes que conducen a pensar que las tecnolog�as aplicadas en la educaci�n no siempre mantendr�n la misma l�nea de acci�n, por el contrario existen escenarios donde las plataformas de ense�anza no tendr�n la acogida esperada por el com�n de los actores del hecho educativo, debido a que como se pudo evidenciar en la investigaci�n presentada por Boh�rquez y otros autores en 2018, la cual evidenci� que los estudiantes evidencian conductas distintas debido a la forma de gesti�n del contenido en los espacios virtuales de los docentes o facilitadores, por lo que no todos presentan un elevado nivel de satisfacci�n en las actividades que son desarrolladas en los entornos no presenciales de la educaci�n, as� mismo como refiere Aguilar (2016) los estudiantes y profesores, sobre todo estos �ltimos, ameritan el desprendimiento de sus viejos modelos de ense�anza, para que todos los cambios que son requeridos para el cumplimiento de las actividades encontradas en la virtualizaci�n de los procesos educativos sea factible. Pues amerita cambios sustanciales en los m�todos empleados para las planificaciones tradicionales de la ense�anza. Sin embargo, Zuboff, 1988; Hammer, 1996; Sviokla, 1996; Castells et al., 1999; Brown y Duguid, 2000) presentan evidencias que sugieren que el uso de tecnolog�a de la informaci�n s� cambia la naturaleza del trabajo de manera importante. Trasladar la din�mica educativa de los espacios descritos en l�neas previas, efectivamente obliga al redimensionamiento de las estrategias, de los contenidos y de los papeles desempe�ados por cada actor en el proceso.
Es este sentido, es v�lido mencionar que el modelo de la virtualidad concierne a un ajuste perfecto de las necesidades de desplazamiento f�sico que algunas veces limita el acceso a la formaci�n presencial en aula, as� como el hecho de que muchos de los estudiantes poseen acceso a dispositivos tecnol�gicos y ameritan constantemente ver las modificaciones y actualizaciones de otros usuarios. Por lo que, es posible que mediante criterios de este tipo y con el apoyo de otros estudiantes la efectividad del m�todo virtual de ense�anza sea id�neo. Por esta raz�n, la educaci�n virtual y la presencial no deben verse como rivales una de la otra, sino que se pueden exponer condiciones de igualdad que privilegien las acciones de asistir a clases de muchos estudiantes, la necesidad de reutilizar recursos digitales para la autogesti�n del conocimiento, etc.
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� 2020 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)
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