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Perfil de Resistencia de Pseudomonas aeruginosa por infecci�n nosocomial en pacientes atendidos en el Hospital de Infectolog�a Guayaquil 2020 � 2023
Resistance profile of Pseudomonas aeruginosa due to nosocomial infection in patients treated at the Guayaquil Infectious Diseases Hospital 2020-2023
Perfil de resist�ncia de Pseudomonas aeruginosa devido � infec��o nosocomial em pacientes tratados no Hospital de Doen�as Infecciosas de Guayaquil 2020-2023
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Correspondencia: pazmay-paul7288@unesum.edu.ec
Ciencias de la Salud
Art�culo de Investigaci�n
* Recibido: 16 de marzo de 2025 *Aceptado: 13 de abril de 2025 * Publicado: �09 de mayo de 2025
I. Lic. Universidad Estatal del Sur de Manab�, Instituto de Posgrado, Maestr�a en Ciencias del Laboratorio Cl�nico, Jipijapa, Manab�, Ecuador.
II. Dr. Universidad Estatal del Sur de Manab�, Instituto de Posgrado, Maestr�a en Ciencias del Laboratorio Cl�nico, Jipijapa, Manab�, Ecuador.
Resumen
Las infecciones nosocomiales representan un desaf�o en entornos hospitalarios, particularmente en unidades de cuidados intensivos donde los pacientes son m�s susceptibles a contraer infecciones oportunistas. Pseudomonas aeruginosa es uno de los pat�genos asociados a estas infecciones, causando complicaciones graves. El objetivo fue determinar el perfil de resistencia de Pseudomonas aeruginosa por infecci�n nosocomial en pacientes atendidos en el Hospital de Infectolog�a de Guayaquil, 2020 - 2023. Se realiz� un estudio observacional, de tipo anal�tico, transversal y retrospectivo. La muestra consisti� en 265 registros de cultivos microbiol�gicos positivos a Pseudomonas aeruginosa, seleccionados bajo criterios. Los resultados evidenciaron que las infecciones nosocomiales causadas por Pseudomonas aeruginosa ocurridas con mayor frecuencia (p=0,001) fueron neumon�a (68,7%), infecci�n del torrente sangu�neo (15,1%) e infecci�n del tracto urinario (9,8%), en menor frecuencia infecci�n del sitio quir�rgico y otitis media con 4,9% y 1,5%, respectivamente. El perfil de resistencia a los antimicrobianos evidenci� porcentajes a Imipenem de 44,2%, Meropenem (42,3%), Cefepime (38,4%), Ciprofloxacina (37,7%), Piperaciclina-Tazobactan (37,4%), Ceftazidima (25,7%) y Aztreonam (8,3%). Se evidenci� asociaci�n significativa (p<0,01) entre el perfil de resistencia antimicrobiana de Pseudomonas aeruginosa con las infecciones nosocomiales, espec�ficamente con infecci�n del torrente sangu�neo, infecci�n del tracto urinario e infecci�n del sitio quir�rgico. En conclusi�n, es evidente el alto potencial de resistencia antimicrobiana de Pseudomonas aeruginosa como pat�geno nosocomial en este centro hospitalario durante los tres a�os del estudio, lo que amerita vigilancia continua y la necesidad de mejorar el control de �stas, bas�ndose en informaci�n local. ���
Palabras clave: Epidemiolog�a; infecciones asociadas a atenci�n sanitaria; multirresistencia bacteriana; perfil de susceptibilidad microbiana.
Abstract
Nosocomial infections represent a challenge in hospital settings, particularly in intensive care units where patients are more susceptible to opportunistic infections. Pseudomonas aeruginosa is one of the pathogens associated with these infections, causing serious complications. The objective was to determine the resistance profile of Pseudomonas aeruginosa due to nosocomial infections in patients treated at the Guayaquil Infectious Diseases Hospital, 2020-2023. An observational, analytical, cross-sectional, and retrospective study was conducted. The sample consisted of 265 records of microbiological cultures positive for Pseudomonas aeruginosa, selected according to criteria. The results showed that the most frequently occurring nosocomial infections caused by Pseudomonas aeruginosa (p=0.001) were pneumonia (68.7%), bloodstream infection (15.1%) and urinary tract infection (9.8%), less frequently surgical site infection and otitis media with 4.9% and 1.5%, respectively. The antimicrobial resistance profile showed percentages to Imipenem of 44.2%, Meropenem (42.3%), Cefepime (38.4%), Ciprofloxacin (37.7%), Piperacycline-Tazobactan (37.4%), Ceftazidime (25.7%) and Aztreonam (8.3%). A significant association (p < 0.01) was found between the antimicrobial resistance profile of Pseudomonas aeruginosa and nosocomial infections, specifically bloodstream infections, urinary tract infections, and surgical site infections. In conclusion, the high potential for antimicrobial resistance of Pseudomonas aeruginosa as a nosocomial pathogen in this hospital during the three years of the study is evident. These warrants continued surveillance and the need to improve its control based on local information.
Keywords: Epidemiology; healthcare-associated infections; bacterial multidrug resistance; microbial susceptibility profile.
Resumo
As infec��es nosocomiais representam um desafio em ambientes hospitalares, especialmente em unidades de terapia intensiva, onde os pacientes s�o mais suscet�veis a infec��es oportunistas. Pseudomonas aeruginosa � um dos pat�genos associados a essas infec��es, causando complica��es graves. O objetivo foi determinar o perfil de resist�ncia de Pseudomonas aeruginosa devido � infec��o nosocomial em pacientes tratados no Hospital de Doen�as Infecciosas de Guayaquil, 2020 - 2023. Foi realizado um estudo observacional, anal�tico, transversal e retrospectivo. A amostra foi composta por 265 registros de culturas microbiol�gicas positivas para Pseudomonas aeruginosa, selecionados conforme crit�rios. Os resultados mostraram que as infec��es nosocomiais mais frequentes causadas por Pseudomonas aeruginosa (p=0,001) foram pneumonia (68,7%), infec��o da corrente sangu�nea (15,1%) e infec��o do trato urin�rio (9,8%), menos frequentemente infec��o do s�tio cir�rgico e otite m�dia com 4,9% e 1,5%, respectivamente. O perfil de resist�ncia antimicrobiana apresentou percentuais para Imipenem de 44,2%, Meropenem (42,3%), Cefepima (38,4%), Ciprofloxacino (37,7%), Piperaciclina-Tazobactana (37,4%), Ceftazidima (25,7%) e Aztreonam (8,3%). Foi evidenciada associa��o significativa (p<0,01) entre o perfil de resist�ncia antimicrobiana de Pseudomonas aeruginosa e infec��es nosocomiais, especificamente com infec��o da corrente sangu�nea, infec��o do trato urin�rio e infec��o do s�tio cir�rgico. Concluindo, fica evidente o alto potencial de resist�ncia antimicrobiana da Pseudomonas aeruginosa como pat�geno nosocomial neste hospital durante os tr�s anos do estudo, o que justifica vigil�ncia cont�nua e a necessidade de aprimorar seu controle, com base em informa��es locais.���
Palavras-chave: Epidemiologia; infec��es associadas � assist�ncia � sa�de; resist�ncia bacteriana a m�ltiplos medicamentos; perfil de suscetibilidade microbiana.
Introducci�n
Las infecciones relacionadas con la atenci�n sanitaria (IAAS), tambi�n conocidas como nosocomiales, se refieren a aquellas que una persona contrae mientras recibe tratamiento m�dico por una condici�n distinta. Las IAAS son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad, y cada a�o 2 millones de pacientes estadounidenses desarrollan IAAS. Esto da como resultado 90.000 muertes y miles de millones de d�lares en gastos evitables cada a�o. Las IAAS m�s comunes incluyen entre otras, infecciones como las del torrente sangu�neo (ITS) asociada a una v�a central, del tracto urinario (ITU) relacionadas con cat�ter, del sitio quir�rgico (ISQ), neumon�a adquirida en el hospital (NAH), y neumon�a asociada al respirador o ventilaci�n mec�nica (NAV) (1).
Pseudomonas aeruginosa (P. aeruginosa) es una bacteria gramnegativa ampliamente distribuida, caracterizada por sus bajos requerimientos nutricionales y su capacidad para desarrollarse en diversos ambientes. Puede proliferar en agua, superficies, dispositivos m�dicos y residuos hospitalarios, lo que la convierte en un microorganismo altamente adaptable. Es uno de los pat�genos oportunistas que contribuye a las IAAS e infecta a pacientes con fibrosis qu�stica, quemaduras, inmunodeficiencias, enfermedad pulmonar obstructiva cr�nica (EPOC), c�ncer e infecciones graves que requieren ventilaci�n, como COVID-19, neumon�a, ITS, ISQ, ITU, queratitis y otitis media (2).
Las infecciones causadas por bacterias resistentes a los antimicrobianos (RAM) representan un desaf�o cr�tico para la salud p�blica a nivel mundial. En 2019, se estim� que estas bacterias estuvieron relacionadas con aproximadamente 4,95 millones de muertes en todo el mundo, de las cuales 1,27 millones fueron directamente atribuibles a la resistencia antimicrobiana (3).
Pseudomonas aeruginosa est� entre las bacterias asociadas a la RAM a nivel mundial. Junto con Escherichia coli, Staphylococcus aureus, Klebsiella pneumoniae, Streptococcus pneumoniae y Acinetobacter baumannii, contribuy� al 18,8% de todas las muertes relacionadas con RAM, lo que evidencia su impacto en la salud p�blica. En el 2019 en la regi�n africana, la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS), estim� que 1,05 millones de muertes estuvieron asociadas con RAM bacteriana, de las cuales 250.000 fueron directamente atribuibles a RAM (4). Un estudio multic�ntrico global inform� una prevalencia del 4,1% de NAV, lo cual se asocia, adem�s, con una alta tasa de recurrencia y a menudo requiere un tratamiento prolongado. La bacteria P. aeruginosa es en la actualidad uno de los microorganismos de mayor impacto en las IASS (5).
La frecuencia de estas infecciones var�a en los diferentes pa�ses. En Espa�a su prevalencia es de 10% y en Estados Unidos de Am�rica (EE. UU) de 25%. Estas diferencias son debidas a factores como: tipo de hospital, de servicio, de antibi�ticos usados, de pacientes y �rea geogr�fica. La mortalidad se ubica entre 35 a 70% (6). Se ha sumado a esta problem�tica, el aumento de la RAM observado en los �ltimos a�os, hacia antimicrobianos como carbapen�micos con actividad frente a Pseudomonas spp.� Se han descrito diversos mecanismos para explicar este aumento de la resistencia, dentro de estos, la producci�n de carbapenemasas, alteraci�n de las porinas y bombas de eflujo (7).
En Etiop�a han evaluado la prevalencia de RAM en P. aeruginosa, con tasas de resistencia informada que van desde 0-100% en diferentes estudios (8). Aunque existe controversia, las infecciones por cepas con resistencia a m�ltiples f�rmacos (MDR) se asocian estad�sticamente a una mayor mortalidad. Es una situaci�n que se est� extendiendo en centros de salud y merece valorar su significancia cl�nica y analizar los factores predictivos y pron�sticos, as� como una permanente revisi�n de la prevalencia.
En Ecuador, las IAAS se registran como parte de la vigilancia a enfermedades de denuncia obligatoria; en el bolet�n epidemiol�gico del periodo 2018�2021, se evidenci� en los servicios de adultos,� que las NAV mostraron una tasa de 14,1 episodios por el uso de ventilador mec�nico en mil d�as, mientras que en las ITS, la tasa fue de 4,27 por el uso de cat�ter venoso central cada mil d�as, lo que represent� un incremento del 88% y 113,5% en comparaci�n con Chile y un 0,79% y 35,56% en comparaci�n con Per�. En Pediatr�a, las NAV con 9,52 episodios por el uso de ventilador mec�nico en mil d�as y las ITS con 6,55 episodios por el uso de cat�ter venoso central cada mil d�as, tambi�n presentaron incremento significativo, duplicando las tasas de Chile en 228% y 151,92% y de Per� en 196% y 142,59%, respectivamente (9).
Entender la magnitud y el impacto de la RAM en las infecciones causadas por P. aeruginosa es fundamental, considerando su papel significativo en las IAAS. Adem�s, m�s all� de su importancia local, comprender la magnitud de esta problem�tica contribuir� a las iniciativas de salud global destinadas a combatir la RAM, en particular contra pat�genos MDR en entornos hospitalarios. Por lo tanto, esta investigaci�n plantea determinar el perfil RAM de P. aeruginosa en las infecciones nosocomiales de pacientes atendidos en el Hospital de Infectolog�a de Guayaquil, durante el periodo 2020 � 2023.
Situaci�n problem�tica
El tiempo de hospitalizaci�n prolongado sobre todo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y la utilizaci�n de antibi�ticos emp�ricos provocan que las bacterias muten y adquieran mayor resistencia a �stos. P. aeruginosa es un grave problema que favorece el progreso de la enfermedad e incrementa la permanencia del paciente en hospitalizaci�n, por lo que aparte de su impacto en la mortalidad y la discapacidad, la RAM tambi�n genera cargas econ�micas sustanciales. Seg�n estimaciones del Banco Mundial, la RAM podr�a generar un gasto adicional en atenci�n m�dica de 1 bill�n de d�lares para el 2050. Tambi�n se estima que para el a�o 2030, la RAM podr�a generar p�rdidas anuales en el producto interno bruto (PIB) global, con un impacto econ�mico que oscilar�a entre 1 y 3,4 billones de d�lares (10).
De igual manera, el uso injusto y excesivo de antimicrobianos en distintos sectores, ha acelerado la proliferaci�n de pat�genos resistentes, afectando a pa�ses de todos los niveles de ingresos. Sin embargo, las consecuencias son particularmente severas en los pa�ses de ingresos medios y bajos (PIMB), donde el acceso limitado a tratamientos adecuados y medidas de control agravan la crisis sanitaria. Factores como el uso inadecuado de antimicrobianos, el f�cil acceso sin r�cipe m�dico, la falta de conciencia p�blica sobre el uso adecuado y los sistemas de vigilancia reactivos y no preventivos, exacerban la prevalencia de infecciones causadas por pat�genos RAM, particularmente en las naciones en desarrollo (11).
La OMS ha clasificado Pseudomonas aeruginosa resistente a los antimicrobianos como un pat�geno de prioridad cr�tica, debido a su capacidad para desarrollar resistencia a m�ltiples tratamientos y su papel en infecciones graves en entornos hospitalarios. Esta clasificaci�n resalta la necesidad urgente de desarrollar nuevas estrategias terap�uticas y medidas de control para combatir su impacto en la salud p�blica (12).
Pseudomonas aeruginosa ha desarrollado resistencia a m�ltiples f�rmacos (MDR) modificando la permeabilidad de la membrana externa, utilizando bombas de eflujo, produciendo enzimas inactivadoras de antibi�ticos y facilitando la transferencia de genes de resistencia o sufriendo mutaciones, lo que dificulta el tratamiento de enfermedades infecciosas comunes (13).
P. aeruginosa ha emergido como una de las principales causas de infecciones nosocomiales, oportunista, con una amplia distribuci�n debido a su diversidad fenot�pica y su metabolismo f�cilmente adaptable a cualquier ambiente. Su creciente resistencia a los antibi�ticos convencionales se ve a�n m�s favorecida por la formaci�n de biopel�culas en las superficies, lo que le otorga una protecci�n adicional contra los tratamientos antimicrobianos (14). Una vez que P. aeruginosa produce biopel�culas para crear infecciones cr�nicas, sufre una secuencia de cambios que agravan la MDR, lo que hace que las infecciones dif�ciles de tratar sean potencialmente fatales, particularmente en personas con la condici�n hereditaria de fibrosis qu�stica y otras debilidades inmunol�gicas (15).
Los aminogluc�sidos han sido fundamentales en el tratamiento de infecciones nosocomiales causadas por P. aeruginosa durante m�s de ocho d�cadas. No obstante, el aumento progresivo de la RAM representa un desaf�o significativo, limitando su eficacia y demandando nuevas estrategias terap�uticas para el manejo de estas infecciones. En un estudio en Ir�n se demostr� una prevalencia de 48%, de cepas de P. aeruginosa resistentes a aminogluc�sidos y el 94,7% resultaron con MDR y exhibieron capacidades de formaci�n de biopel�culas y albergaron todos los genes asociados con la producci�n de �stas (16). Adem�s del impacto en la patogenicidad de P. aeruginosa, la correlaci�n entre la virulencia y la RAM tambi�n ha atra�do el inter�s cient�fico. Muchos estudios han informado de que la presencia o expresi�n de genes de virulencia est� relacionada con la RAM, sin embargo, otros sugirieron que son antag�nicos (17).
En Ecuador, la informaci�n sobre la carga de RAM, es limitada y escasa. Los reportes disponibles evidencian la utilizaci�n de forma inapropiada y sin control de los antibi�ticos, tanto en los humanos, como en los animales, lo que conlleva a un aumento desproporcionado de las IAAS, al comparar con otros pa�ses de la regi�n (18, 19). El Centro Nacional de Referencia para la Resistencia a los Antimicrobianos (CRN-RAM) es el ente responsable de la vigilancia de la RAM en el pa�s y confirma y administra la informaci�n de los centros hospitalarios de la red, emitiendo directrices. Asimismo, sus estudios han revelado elevadas tasas de aislamientos de pat�genos RAM en pacientes que acuden a hospitales o centros de servicios de salud, siendo m�s altas en aislamientos de pacientes hospitalizados (20).
Sat�n y col. (21) realizaron un an�lisis secundario de la epidemiolog�a de la RAM en Ecuador de bacterias aisladas de muestras de pacientes hospitalizados y ambulatorios para el a�o 2018, evidenci�ndose que el 77,1% de las bacterias fueron gramnegativas en 83% de pacientes ambulatorios y en 71% de hospitalizados.
Son pocos los estudios reportados al respecto en Ecuador, a pesar de existir el Plan Nacional para la Prevenci�n y Control de la RAM 2019-2023, faltan investigaciones respecto a P. aeruginosa asociada a la atenci�n m�dica (20). Una investigaci�n reciente de Soria-Serraga y col. (22) donde se investig� el alcance de la RAM para priorizar la utilidad de nuevos f�rmacos, evaluaron las caracter�sticas moleculares y los perfiles de susceptibilidad antimicrobiana de Enterobacterales resistentes a carbapen�micos en Ecuador en el a�o 2022. Demostrando que la epidemiolog�a de la resistencia a carbapen�micos en este pa�s est� dominada por K. pneumoniae productora de carbapenemasas y tambi�n cepas de P. aeruginosa y A. baumannii extremadamente resistentes a f�rmacos (XDR), lo cual revel� la urgente necesidad de implementar estrategias para reducir la propagaci�n de estas cepas en Ecuador.
Pseudomonas aeruginosa representa una amenaza significativa en entornos hospitalarios, especialmente en UCI, donde los pacientes son m�s vulnerables a las infecciones. A pesar de los avances, esta bacteria ha demostrado una creciente resistencia, lo que complica su tratamiento y aumenta la morbilidad y mortalidad entre los pacientes infectados. Investigar los patrones de infecci�n, las cepas predominantes y su RAM durante un per�odo espec�fico, proporciona informaci�n valiosa para el desarrollo de estrategias de prevenci�n y tratamiento m�s efectivas. Del mismo modo, P. aeruginosa multirresistente o MDR se encuentra entre los principales agentes causantes de IAAS en todo el mundo. Es uno de los pat�genos prioritarios cr�ticos actuales de la OMS para la vigilancia de la RAM y el descubrimiento de nuevos antibi�ticos (8). Sin embargo, hay escasez de datos sobre las infecciones nosocomiales causadas por estas bacterias en Ecuador.�
Los beneficiarios directos de esta investigaci�n son los pacientes del Hospital de Infectolog�a y el personal del sistema de salud ecuatoriano. La vigilancia de las IAAS surge de la necesidad de prevenir y disminuir el contagio de infecciones en las instituciones; raz�n por la cual la informaci�n que se aporte permite identificar brotes, patron de ocurrencia, grupos m�s expuestos y orientar las acciones preventivas y de control de manera eficaz y eficiente. En Ecuador se realiza la vigilancia de las IAAS en todos los grupos poblacionales que cumplen con los criterios establecidos. Esto ha sido progresivo a nivel nacional. Para el 2021, la red del Sistema Nacional de Salud hab�a incorporado 59 hospitales notificadores, siendo las de mayor n�mero, Pichincha con 17 hospitales, Guayas con 11, Manab� con 5 y Los R�os con 2 (18).
Adem�s, la presente investigaci�n aplicada, aporta al vac�o cient�fico en cuanto a la epidemiolog�a y la RAM de los aislados de P. aeruginosa en un centro notificador de IAAS y de vigilancia para RAM en Ecuador, lo que a su vez puede contribuir a la formulaci�n de pol�ticas de salud p�blica destinadas a combatir estas infecciones nosocomiales y optimizar los protocolos de tratamiento, lo que podr�a reducir la incidencia de las IAAS y mejorar los resultados cl�nicos. El uso de antimicrobianos ha desempe�ado un papel clave en la reducci�n de la morbilidad y la mortalidad por infecciones microbianas en humanos, plantas y animales. Sin embargo, su uso excesivo ha acelerado la evoluci�n de la RAM (23).
Es de destacar, que la presente investigaci�n contribuye al fortalecimiento del Plan Nacional para la Prevenci�n y Control de la RAM al profundizar en el conocimiento de las IAAS causadas por P. aeruginosa y los perfiles de RAM, tambi�n es importante destacar que se fortalece el cumplimiento de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) (24); y del Plan de Creaci�n de Oportunidades 2021-2025 del Ecuador (25).
El problema central radica en la RAM de P. aeruginosa, un pat�geno oportunista asociado a infecciones nosocomiales que afecta significativamente a pacientes hospitalizados en �reas cr�ticas. En particular, el prolongado tiempo de hospitalizaci�n y el uso de antibi�ticos emp�ricos contribuyen a la evoluci�n de cepas multirresistentes (MDR), agravando la carga cl�nica y econ�mica. Aunque se han reportado estudios sobre RAM en Ecuador, la informaci�n sobre P. aeruginosa asociada a infecciones nosocomiales, sigue siendo limitada, especialmente en el contexto del Hospital de Infectolog�a de Guayaquil. Esto dificulta la formulaci�n de estrategias efectivas para el control de su propagaci�n y tratamiento.
Por lo tanto, se plantea la necesidad de investigar el perfil de resistencia antimicrobiana de P. aeruginosa en este hospital durante el periodo 2020�2023, identificando infecciones nosocomiales causadas por esta bacteria gramnegativa, analizando los patrones de resistencia antimicrobiana predominantes en las cepas aisladas y relacionando estas variables. Esto permitir� generar evidencia local para desarrollar intervenciones dirigidas y fortalecer las estrategias de vigilancia y control de infecciones nosocomiales.
Motbainor y col. (8) en el a�o 2020 publicaron el estudio transversal sobre MDR de las infecciones nosocomiales por A. baumannii y P. aeruginosa en el torrente sangu�neo (ITS), tracto urinario (ITU) y el sitio quir�rgico (ISQ) entre pacientes hospitalizados en Etiop�a. Se incluyeron 238 pacientes. Se recolectaron y procesaron muestras por procedimientos bacteriol�gicos est�ndar. La edad media fue de 29 a�os. 8,4% de los pacientes ten�an IAAS MDR por A. baumannii y P. aeruginosa. Las MDR de ITS fueron de 8,9%, de ITU 8,3% e ISQ fue de 6,3%. La frecuencia fue de 3,8% para A. baumannii MDR y 4,6% para P. aeruginosa MDR. Concluyen que las IAAS por A. baumannii y P. aeruginosa MDR son problemas cr�ticos que requieren intervenciones urgentes y espec�ficas para contener su propagaci�n.
Kula, Hudson y Sligl (26) en el a�o 2020 publicaron el estudio sobre epidemiolog�a, resultados y susceptibilidad a los antimicrobianos de la infecci�n por P. aeruginosa en UCI, en Canad�. Se examin� el origen, las caracter�sticas del paciente, idoneidad de la terapia y susceptibilidad a los antimicrobianos y la mortalidad a los 30 d�as. 71% de los 140 pacientes con P. aeruginosa fueron ventilados mec�nicamente, 73% requirieron vasopresores y 23% murieron. Concluyen que la infecci�n nosocomial ocurri� en el 72% de los casos. El origen fue respiratorio (66%), piel-tejidos blandos (11%), urinario (10%), sangu�neo (5%), quir�rgico (5%), gastrointestinal (2%) o desconocido (1%). 14% de los aislados fueron MDR. La infecci�n por P. aeruginosa en la UCI fue mayormente respiratoria y con una mortalidad sustancial.
Reynolds y Kollef (27) en el a�o 2021 publicaron el estudio de revisi�n sobre la epidemiolog�a, patogenia y tratamiento de las infecciones por P. aeruginosa. Describen a P. aeruginosa como una bacteria gramnegativa causante de IAAS. La epidemiolog�a evidencia tendencias crecientes de RAM en los �ltimos a�os, incluidos aislados multirresistentes. P. aeruginosa tiene varios mecanismos de virulencia como toxinas secretadas, detecci�n de qu�rum y formaci�n de biopel�culas, que aumentan su capacidad para causar infecciones graves. Concluyen que el manejo de las infecciones por P. aeruginosa se centra en la prevenci�n cuando sea posible, la obtenci�n de cultivos y el inicio r�pido de la terapia antimicrobiana, ocasionalmente con una terapia combinada dependiendo del escenario cl�nico.
Wang y col. (28) publicaron en el a�o 2022 la revisi�n de la literatura sobre las caracter�sticas de distribuci�n y RAM de pat�genos bacterianos en neonatos con sepsis, en China. Se eligieron 86 art�culos, de los cuales 30 fueron seleccionados, con un total de 4098 cepas bacterianas de 24 ciudades (2494 bacterias grampositivas, 1429 gramnegativas). Los pat�genos m�s detectados fueron estafilococos coagulasa-negativos (40,2%), estreptococos (6,8%), enterococos (6,1%) y S. aureus (5,2%); entre las gramnegativas, Klebsiella (14,5%), Escherichia coli (12,1%), Enterobacter cloacae (1,9%) y Pseudomonas (1,4%). Se concluye que las IAAS en las UCI neonatales fueron causadas con mayor frecuencia por SCoN. La vancomicina sigue siendo el f�rmaco de elecci�n, porque la mayor�a de los aislados son resistentes a los β-lact�micos.
Wang y col. (17) en el a�o 2023 publicaron la investigaci�n sobre prevalencia de los genes de virulencia y su correlaci�n con la resistencia a carbapen�micos entre las cepas de P. aeruginosa aisladas de un hospital terciario en China. Evaluaron la prevalencia de diecis�is genes de virulencia en 209 cepas de P. aeruginosa. La tasa de detecci�n de cada gen fue muy variable. phzM y plcN se detectaron en todas las cepas recolectadas, mientras que pilB y exoU solo fueron transportados por una peque�a porci�n de los aislamientos (6,7% y 16,3%). Se concluye que se destaca la significativa diversidad de genes de virulencia entre cepas de P. aeruginosa. Podr�a existir cierta incompatibilidad entre sexos y genes de carbapenemasas, lo que proporcion� informaci�n valiosa para comprender la relaci�n entre la resistencia a carbapen�micos y la virulencia.
Sat�n y col. (21) publicaron en el a�o 2023 el estudio sobre la epidemiolog�a de la RAM en pacientes ambulatorios y recluidos en hospitales del Ecuador en el a�o 2018.� Recopilaron los datos de 57.305 aislamientos bacterianos, donde el 48,8% eran de pacientes hospitalizados, 55,7% de mujeres y 60,1% de pacientes > 45 a�os. Las muestras m�s frecuentes fueron orina (42,9%) y sangre (12,4%). 77,1% de los aislados fueron gramnegativos (83% de pacientes ambulatorios y 71% de hospitalizados). Las bacterias aisladas con mayor frecuencia fueron S. aureus y E. coli. La RAM encontrada alcanz� hasta el 80% y fue mayor en los pacientes hospitalizados. En conclusi�n, los hallazgos proporcionan una base sobre RAM en Ecuador, fortaleciendo el sistema de vigilancia y desarrollo de pautas de terapia basadas en la epidemiolog�a local.
Ng y col. (29) publicaron en el a�o 2023 el estudio de revisi�n sistem�tica sobre las tendencias de la bacteriemia por P. aeruginosa durante la pandemia de COVID-19, donde realizaron una b�squeda sistem�tica en Cochrane, Embase y Medline de acuerdo con las directrices PRISMA. Se eligieron ocho estudios seg�n los criterios de inclusi�n. Antes de la pandemia, la prevalencia de P. aeruginosa estaba en alza, y durante la pandemia fue mayor. Estos hallazgos destacan la importancia de una buena prevenci�n, control de infecciones y la administraci�n de antimicrobianos, en cualquier per�odo (pand�mico y no pand�mico). Concluyen que es importante implementar medidas efectivas, la intensificaci�n de limpieza y desinfecci�n de ambientes y el desarrollo de pautas sobre la prescripci�n adecuada de antibi�ticos.
Asamenew y col. (30) en el a�o 2023 publicaron el estudio transversal sobre el perfil de RAM de P. aeruginosa en diferentes muestras cl�nicas del Hospital Integral Especializado en Etiop�a. Recolectaron muestras cl�nicas (sangre, frotis de heridas, orina y esputo) de 348 participantes y se procesaron siguiendo t�cnicas bacteriol�gicas est�ndar. La prevalencia general de P. aeruginosa fue de 19,3%. La detecci�n seg�n el tipo de muestra vari� de 0% en esputo a 54,5% en frotis de heridas. P. aeruginosa mostr� 62,2% de resistencia a gentamicina, 51,4% a ceftazidima, 50% a cefepima, 29,7% a amikacina, 28,4% a imipenem y 14,9% a ciprofloxacina. El nivel de MDR fue de 45,9% y la tasa de resistencia extrema a f�rmacos (XDR) fue de 9,5%. Concluyen que el perfil de RAM de P. aeruginosa es alarmante y se deben reforzar las acciones de prevenci�n.
Phan y col. (31) publicaron en el a�o 2023 la investigaci�n de revisi�n sobre abundancia y detecci�n de P. aeruginosa en infecciones cr�nicas de heridas a nivel mundial. Para cada continente, se estableci� una jerarqu�a que determin� cu�les fueron los organismos m�s frecuentemente aislados en cada regi�n. Con excepci�n de Am�rica del Sur, P. aeruginosa ocup� el segundo lugar en prevalencia a nivel mundial, mientras que Staphylococcus aureus fue el pat�geno m�s abundante en todas las dem�s regiones, mientras que P. aeruginosa lo fue en varias naciones del sudeste asi�tico y con menor frecuencia de las infecciones de pie diab�tico en Am�rica del Norte, Europa y �frica en comparaci�n con otros tipos de infecciones cr�nicas. Se concluye que el tratamiento emp�rico debe basarse en la frecuencia local de P. aeruginosa.
Sophonsri y col. (32) publicaron en el a�o 2023 el estudio descriptivo sobre la evoluci�n en EE. UU y los factores de riesgo asociados a la coinfecci�n con K. pneumoniae resistente a carbapen�micos (CRKP) y P. aeruginosa o A. baumanii resistentes a carbapen�micos (CRPA), compararon los grupos de pacientes en funci�n de sus caracter�sticas demogr�ficas, cl�nicas, tratamiento y evoluci�n. Se analizaron 86 pacientes con infecci�n por Klebsiella pneumoniae CRKP y 60 coinfectados. En estos �ltimos, el tracto respiratorio fue el sitio m�s frecuente de infecci�n, siendo P. aeruginosa CRPA el pat�geno predominante. El tracto urinario fue el sitio principal de infecci�n en el grupo con infecci�n por CRKP. Concluyen que la coinfecci�n por CRKP con otro pat�geno resistente a carbapen�micos agrega una morbilidad significativa.
Li y col. (5) en el a�o 2024 publicaron el estudio de revisi�n sistem�tica y un metan�lisis sobre la epidemiolog�a mundial de la neumon�a asociada a la ventilaci�n mec�nica (NAV) causada por P. aeruginosa MDR. Se realiz� una b�squeda en cuatro bases de datos y se incluyeron 31 estudios, con un total de 7951 casos de 16 pa�ses. P. aeruginosa causante de NAV se encontr� en una prevalencia global agrupada de MDR del 33%. La prevalencia m�s alta se registr� en Ir�n con un 87,5% y la m�s baja en los EE. UU. con un 19,7%. La prevalencia europea fue del 29,9%. Concluyen que la prevalencia de P. aeruginosa en pacientes con NAV y fenotipo multirresistente, es generalmente alta y var�a significativamente entre pa�ses; sin embargo, los datos son insuficientes para muchos pa�ses.
Saeli y col. (16) en el a�o 2024 publicaron el estudio sobre prevalencia y mecanismos de resistencia a los aminogluc�sidos entre los aislamientos cl�nicos de P. aeruginosa resistente a f�rmacos, en Ir�n. Se determin� el perfil de RAM de los aislamientos de P. aeruginosa a tobramicina, amikacina y netilmicina mediante el m�todo de difusi�n en disco, en 200 aislamientos provenientes de cinco hospitales. La prevalencia de P. aeruginosa resistente a aminogluc�sidos fue del 48%, resultando 94,7% como MDR. Se concluye que, dada la alta prevalencia de P. aeruginosa resistente a los aminogluc�sidos, se justifica la aplicaci�n de medidas para realizar la transici�n hacia el uso de aminogluc�sidos nuevos y mantener la vigilancia continua de los patrones de resistencia.
Sendra y col. (33) en el 2024 publicaron el estudio de revisi�n sobre el impacto de la MDR en la virulencia y la aptitud de P. aeruginosa: una perspectiva microbiol�gica y cl�nica. Reportan que P. aeruginosa se ha identificado como uno de los pat�genos nosocomiales m�s frecuentes y una de las especies emergentes clave en el contexto de la RAM, representando una amenaza creciente para la salud p�blica en el siglo XXI. Esta bacteria posee varios factores de virulencia que contribuyen a su patogenia en infecciones tanto agudas como cr�nicas. Concluyen que las mutaciones responsables de la RAM no necesariamente conllevan una disminuci�n de la virulencia. Adem�s, ciertas mutaciones compensatorias pueden permitir que las cepas MDR restablezcan su aptitud inicial, lo que representa un desaf�o adicional para el control y tratamiento de estas infecciones.
Pezzani y col. (34) en el a�o 2024 publicaron el estudio de revisi�n sistem�tica sobre la frecuencia de ITS causadas por seis pat�genos RAM para priorizar la investigaci�n y el descubrimiento de nuevas terapias en Europa. Se identificaron 271 estudios con 52 sistemas de vigilancia en 32 pa�ses europeos. S. aureus resistente a meticilina y E. faecium resistente a la vancomicina fueron de mayor frecuencia (80%), mientras que P. aeruginosa resistente a carbapen�micos lo fue en el norte de Europa (88%). Los porcentajes de resistencia a carbapen�micos fueron m�s altos fueron para A. baumannii (66%) y K. pneumoniae resistente (62,8%). Concluyen que las estimaciones mostraron porcentajes de resistencia m�s bajos en las infecciones asociadas a la comunidad en comparaci�n con las IAAS y en ni�os en comparaci�n con los adultos.
Gupta y col. (35) en el a�o 2024 publicaron un estudio de la experiencia de un centro de atenci�n de la India sobre tendencias en la RAM de los pat�genos ESKAPEEc (Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus, Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter baumanni, Pseudomonas aeruginosa, Enterobacter spp. y Escherichia coli) de las ITS. Los hemocultivos y la prueba de sensibilidad a los antimicrobianos, se realizaron por sistemas automatizados. El 10,7% resultaron positivos. Predominaron E. coli (24%) y K. pneumoniae (20,5%), seguidas de S. aureus (9,5%) y A. baumanni (9%). Se observaron altas tasas de RAM a cefalosporinas de tercera generaci�n, combinaciones de β-lact�micos e inhibidores de β-lactamasa y carbapen�micos. Concluyen que m�s del 77% de las ITS fueron causadas por pat�genos del tipo ESKAPEEc, con altas tasas de RAM.
Sahuanay y col. (36) publicaron en el 2024 la investigaci�n documental sobre P. aeruginosa con doble carbapenemasa tipo IMP y KPC en un hospital pedi�trico de Lima, Per�. Describen que en los �ltimos a�os la resistencia a los carbapen�micos se ha incrementado significativamente a nivel mundial. Como parte de la vigilancia epidemiol�gica de las IAAS, se reportaron 276 aislamientos de P. aeruginosa en muestras de aspirados traqueales, esputo y orina, de los cuales 18 fueron carbapenemasa positiva. Entre estas, se encontr� un aislamiento productor de doble carbapenemasa tipo IMP y KPC, a partir de un urocultivo. Concluyen que este hallazgo es importante por la implicancia terap�utica y ante esto, es importante establecer algoritmos eficientes de identificaci�n y terap�utica para estos microorganismos, para prevenir brotes de IAAS.
Fundamentaci�n te�rica
Infecciones nosocomiales o infecciones asociadas a la atenci�n sanitaria (IAAS)
Las infecciones asociadas a la atenci�n en salud o sanitaria (IAAS) se definen como infecciones que un individuo adquiere durante el tratamiento de otras afecciones. Incluyen la duraci�n de la hospitalizaci�n, procedimientos invasivos, uso de dispositivos m�dicos, inmunosupresi�n, entre otros. Las infecciones nosocomiales, son aquellas adquiridas durante la estancia en un centro de salud y que no estaban presentes ni en per�odo de incubaci�n al momento del ingreso del paciente. Las IAAS son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad, y cada a�o 2 millones de pacientes estadounidenses desarrollan IAAS. Esto da como resultado 90.000 muertes y miles de millones de d�lares en gastos evitables cada a�o (1).
Pueden ocurrir en diferentes �reas de la atenci�n m�dica, en hospitales, centros de atenci�n, entornos ambulatorios y tambi�n pueden aparecer despu�s del alta del paciente. Las IAAS tambi�n incluyen infecciones ocupacionales que pueden afectar al personal. La infecci�n se produce cuando uno o m�s pat�genos se propagan a un paciente susceptible. En la atenci�n sanitaria, los procedimientos invasivos y la cirug�a, los dispositivos m�dicos permanentes y los dispositivos prot�sicos se asocian con estas infecciones. La etiolog�a de las infecciones asociadas a la atenci�n sanitaria se basa en la fuente o el tipo de infecci�n y el pat�geno responsable, que puede ser bacteriano, v�rico o f�ngico (37).
Las IAAS representan, tambi�n, el evento adverso de mayor frecuencia que puede afectar la seguridad del paciente. Contribuyen a la morbilidad y mortalidad significativas y a una carga financiera para los pacientes, las familias y los sistemas de atenci�n sanitaria. La aparici�n de organismos MDR es otra complicaci�n observada con las IAAS. Este tipo de infecciones afectan al 3,2% de todos los pacientes hospitalizados en los EE.UU., al 6,5% en la Uni�n Europea y es probable que la prevalencia mundial sea mucho mayor y debido a la falta de sistemas de vigilancia homog�neos, no es conocida la carga de las IAAS en el mundo. No obstante, los programas de prevenci�n y control de estas infecciones han realizado un gran esfuerzo para desarrollar sistemas de vigilancia y m�todos de control de infecciones efectivos (37).
Los pat�genos responsables de las IAAS, se originan de diversas fuentes y est�n representados por distintos tipos de infecciones. Las IAAS m�s comunes incluyen la ITS asociada a la v�a central, la ITU relacionada con el cat�ter, la ISQ, la neumon�a adquirida en el hospital (NAH), la neumon�a asociada al respirador (NAV), la infecci�n por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), la infecci�n por Clostridium difficile y otras (1). Muchos factores contribuyen a las IAAS, incluida la higiene de manos inadecuada por parte de los trabajadores de la salud, el uso inadecuado de antibi�ticos, la creciente prevalencia de organismos MDR, la desinfecci�n y limpieza sub�ptimas de las habitaciones y el equipo del hospital y el uso de dispositivos m�dicos invasivos (2).
La NAH y la NAV juntas representan las IAAS m�s comunes. El control de las IAAS implica soluciones de alta y baja tecnolog�a, como la luz de xen�n pulsada como complemento para la desinfecci�n de las habitaciones, la mejora de la adherencia de los trabajadores sanitarios a la higiene de manos y las precauciones est�ndar, as� como la limpieza peri�dica de los tel�fonos m�viles y los estetoscopios. Se ha demostrado que los programas de administraci�n de antibi�ticos reducen la prescripci�n inadecuada de �stos, un factor importante que contribuye a la aparici�n de MDR e infecci�n por Clostridium difficile. Las intervenciones agrupadas para controlarlos han resultado eficaces. Es probable que en el futuro se utilicen aplicaciones de inteligencia artificial para identificar a los pacientes en riesgo de contraer IAAS (4).
Los microorganismos espec�ficos tienen caracter�sticas �nicas que favorecen tipos particulares de infecciones en hu�spedes susceptibles. La prevalencia de infecciones causadas por microorganismos particulares, var�a seg�n la ubicaci�n del centro de atenci�n m�dica, el entorno sanitario de atenci�n y la poblaci�n de pacientes. En general, las bacterias son los pat�genos m�s comunes, seguidos de los hongos y los virus, que podr�an originarse desde una fuente ex�gena o end�gena como parte de la flora natural o normal. Estas infecciones oportunistas ocurren cuando hay un deterioro de las funciones del sistema inmunol�gico del hu�sped. Los organismos grampositivos comunes incluyen Staphylococcus coagulasa negativo, Staphylococcus aureus, especies de Streptococcus y de Enterococcus (38).
De todos los pat�genos asociados a las IAAS, en los hospitales de EE. UU., C. difficile representa el pat�geno notificado con mayor frecuencia (15% de todas las infecciones notificadas). Los organismos gramnegativos comunes incluyen especies de la familia Enterobacteriaceae, incluidas Klebsiella pneumoniae y Klebsiella oxytoca, Escherichia coli, Proteus mirabilis y especies de Enterobacter; P. aeruginosa, Burkholderia cepacian y A. baumanii. Este �ltimo, debido a sus propiedades de MDR, se asocia con una alta mortalidad en pacientes recluidos en unidades de cuidados intensivos (38).
Las infecciones nosocomiales o IAAS, definitivamente, afectan a un n�mero considerable de pacientes, lo que genera un aumento de la mortalidad y un impacto financiero en los sistemas de atenci�n sanitaria en el mundo. La prevalencia de estas infecciones en los hospitales europeos, var�a seg�n el tipo de establecimiento. Se ha reportado una incidencia del 4,4% en hospitales de atenci�n primaria, 7,1% en hospitales terciarios, 19,2% en unidades de cuidados intensivos (UCI) y 3,7% en centros de atenci�n a largo plazo. A nivel general, se estima que alrededor de 8,9 millones de episodios de IAAS ocurren anualmente en centros de atenci�n aguda y de atenci�n a largo plazo dentro de la Uni�n Europea. En particular, las infecciones adquiridas en la UCI, presentan una prevalencia del 20,6%, lo que subraya la necesidad de estrategias de control y prevenci�n m�s eficaces en estos entornos de atenci�n cr�tica (39).
La carga end�mica de las IAAS es notablemente mayor en los pa�ses en desarrollo. Un an�lisis agrupado de datos provenientes de estas regiones indic� una prevalencia del 15,5%, con la mayor�a de los casos de NAV e infecciones neonatales en UCI.� Asimismo, una revisi�n sistem�tica sobre la incidencia de las IAAS en los pa�ses del sudeste asi�tico determin�, que la prevalencia general en esta regi�n es del 9,1%, lo que refuerza, una vez m�s, la necesidad de implementar estrategias m�s efectivas de prevenci�n y control (40).
Las infecciones nosocomiales son cada vez m�s problem�ticas debido a la creciente resistencia bacteriana. Las biopel�culas desempe�an un papel clave en la persistencia de estas infecciones, lo que conduce a fracasos del tratamiento y resultados adversos para los pacientes. Son un agregado complejo de bacterias encerradas en una matriz autogenerada de sustancias polim�ricas extracelulares que proporcionan a las bacterias una variedad significativa de condiciones de vida necesarias para su desarrollo y supervivencia. Promueve las interacciones y el intercambio de genes, incluidos los que confieren RAM, por lo tanto, abordar esta problem�tica es especialmente cr�tico en los hospitales, siendo esencial, desarrollar nuevas estrategias para manejar estas infecciones y frenar la resistencia bacteriana (41).
Infecciones nosocomiales y Pseudomonas aeruginosa�
La bacteria Pseudomonas aeruginosa es un bacilo gramnegativo, no fermentador, que frecuentemente causa infecciones nosocomiales. Aunque es un organismo ubicuo, es un pat�geno oportunista importante en hu�spedes inmunodeprimidos. Por esta raz�n, es uno de los pat�genos nosocomiales m�s com�nmente aislados en NAV y NAH, y es responsable de hasta el 24% de las infecciones respiratorias en pacientes de UCI. Otros sitios de infecci�n reconocidos, incluyen heridas, tracto genitourinario, sangre, sitios quir�rgicos, quemaduras y cat�teres venosos centrales. En los �ltimos a�os, la propagaci�n global de los clones de alto riesgo de P. aeruginosa multirresistentes o extremadamente resistentes a los f�rmacos (MDR/XDR), han convertido a esta bacteria en una verdadera amenaza para la salud p�blica (42).
Pseudomonas aeruginosa es un pat�geno oportunista MDR, que causa infecciones agudas o cr�nicas, en individuos inmunodeprimidos con enfermedad pulmonar obstructiva cr�nica (EPOC), con fibrosis qu�stica, c�ncer, traumatismos, quemaduras, sepsis o NAV, incluidas las causadas por COVID-19 (29).� Una vez formada la biopel�cula, P. aeruginosa puede sobrevivir en esa atm�sfera hip�xica u otros entornos extremadamente hostiles. Adem�s, los tratamientos de la infecci�n causada por P. aeruginosa, son extremadamente dif�ciles, debido a sus r�pidas mutaciones y adaptaci�n para ganar resistencia. Tambi�n, es uno de los principales pat�genos que causan IAAS, al encontrarse contaminando dispositivos m�dicos y de ventilaci�n, dado que tienden a prosperar en superficies h�medas (6).
Es importante destacar que P. aeruginosa es uno de los pat�genos ESKAPE MDR (Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus, Klebsiella pneumoniae, A. baumannii, P. aeruginosa y Enterobacter) (35). La Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado Pseudomonas aeruginosa resistente a los carbapen�micos como un pat�geno de prioridad cr�tica, debido a su alta capacidad de resistencia y su papel en infecciones graves en entornos cl�nicos (12).
Es posible estimar la importancia de las infecciones nosocomiales a trav�s de la morbilidad y mortalidad. Esto resulta dif�cil debido a que suelen asociarse a otros factores. Los estudios epidemiol�gicos han demostrado que casi 700.000 personas mueren cada a�o por infecciones bacterianas resistentes a los antibi�ticos. El an�lisis de P. aeruginosa aislada en poblaciones europeas, revel� una resistencia combinada del 12,9%, lo que refuerza su papel como una amenaza creciente para la salud p�blica. La infecci�n hospitalaria causada por este pat�geno contin�a generando RAM, lo que dificulta el tratamiento y agrava la crisis de resistencia antimicrobiana. Seg�n la encuesta EPINE de 2016, E. coli y P. aeruginosa fueron identificadas como las principales infecciones bacterianas causantes de IAAS en Espa�a (43).
Asimismo, el Centro Europeo para la Prevenci�n y el Control de Enfermedades (ECDC), en su informe epidemiol�gico del a�o 2016, identific� a P. aeruginosa como el pat�geno responsable de diversas infecciones adquiridas en hospitales y unidades de cuidados intensivos (UCI). Entre las afecciones m�s comunes se encuentran brotes de neumon�a, infecciones del tracto urinario (ITU) e infecciones del torrente sangu�neo (ITS) (43).
Los datos recopilados por la Red de Vigilancia Antimicrobiana de China (CHINET) identificaron un total de 301.917 cepas pat�genas aisladas. Dentro de este an�lisis, P. aeruginosa se posicion� como la cuarta causa m�s frecuente de infecciones nosocomiales, precedida por Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae y Staphylococcus aureus. Su prevalencia en estos entornos hospitalarios alcanz� el 7,96%. Aunque en una poblaci�n total de 100 pacientes con COVID-19, con infecciones bacterianas (26%), los pat�genos bacterianos m�s comunes fueron A. baumannii (45,1%), P. aeruginosa (16,1%), Klebsiella pneumoniae (16,1%) y E. coli (9,6%). Estos datos son una evidencia m�s que P. aeruginosa no es solo una amenaza local para la salud humana, sino global (44).
Un estudio reciente llevado a cabo entre los a�os 2018 y 2022, por el programa ATLAS (Antimicrobial Testing Leadership and Surveillance), revel� que las tasas de P. aeruginosa resistente a carbapen�micos oscilaron entre 15% y 33%, dependiendo de la regi�n analizada. En cuanto a las cepas de P. aeruginosa clasificadas como resistentes dif�ciles de tratar, los datos mostraron que, en el 2022, la prevalencia vari� desde 6% en Am�rica del Norte hasta 12% en Am�rica Latina. A nivel global, estas tasas se mantuvieron relativamente estables a lo largo del tiempo, excepto en Europa, donde se observ� una disminuci�n significativa en los aislamientos resistentes (45).
Como evidencia de su impacto cl�nico, P. aeruginosa es responsable de entre 4,7% y 8,9% de las infecciones del torrente sangu�neo (ITS) adquiridas en entornos hospitalarios. Adem�s, las cepas multirresistentes o MDR representaron el 26,3% de las bacteriemias causadas por pat�genos resistentes. La NAH por P. aeruginosa se ha asociado con una mortalidad de hasta el 43% en la poblaci�n de UCI y una estancia prolongada. Se ha informado que la tasa de terapia antimicrobiana emp�rica inadecuada es de hasta el 56% cuando se identifica a P. aeruginosa como el organismo causal. Sin embargo, las caracter�sticas de los pacientes de UCI con infecci�n por P. aeruginosa no neumon�a han sido menos bien descritas (46).
Las estad�sticas hacen necesario identificar dianas farmacol�gicas para la mejora del tratamiento y el desarrollo de vacunas contra P. aeruginosa, lo que permitir�a en general, mejorar la salud humana. Sin embargo, ambos esfuerzos han encontrado enormes dificultades debido al aumento de casos de cepas resistentes a m�ltiples f�rmacos. P. aeruginosa es uno de los pat�genos m�s comunes asociados a las IAAS, y, a menudo, es resistente a los antibi�ticos, lo que genera mayores tasas de mortalidad en casos de bacteriemia (26). Dentro de los mecanismos de virulencia descritos para P. aeruginosa se encuentran la producci�n de toxinas, enzimas y factores de adherencia que facilitan la colonizaci�n y la evasi�n del sistema inmunitario, es intr�nsecamente resistente a muchos antibi�ticos y tiene una notable capacidad para desarrollar RAM (30).
Factores de virulencia y mecanismos de resistencia antimicrobiana de Pseudomonas aeruginosa
La virulencia de un pat�geno es su capacidad de infectar al hu�sped y causar s�ntomas cl�nicos, asistida por factores que promueven la adhesi�n bacteriana, colonizaci�n, invasi�n de los tejidos del hu�sped, diseminaci�n, as� como evasi�n de la respuesta inmune del hu�sped. Entre los numerosos factores de virulencia de P. aeruginosa, el sistema de secreci�n tipo III (T3SS) est� involucrado en la patogenicidad de la c�lula hu�sped. Usando una estructura similar a una aguja, T3SS detecta c�lulas eucariotas e inyecta toxinas directamente en su citosol, destacando as� su capacidad para interferir con la respuesta inmune del hu�sped (47).
En relaci�n con los factores celulares, la superficie de P. aeruginosa est� equipada con estructuras como los flagelos y los pili tipo IV, que desempe�an un papel esencial en la adhesi�n y la motilidad bacteriana. Adem�s, los exo-polisac�ridos, entre los que se incluyen los lipopolisac�ridos alginato, Pel y Psl, contribuyen significativamente, tanto a la fijaci�n de la bacteria a las c�lulas hu�sped como a la formaci�n de biopel�culas (48). Los pili tipo IV son estructuras filamentosas presentes en la superficie de Pseudomonas aeruginosa y otros pat�genos vers�tiles, desempe�ando un papel clave en la adhesi�n y colonizaci�n de diversas superficies. Estas estructuras est�n compuestas por una serie de prote�nas llamadas pilinas, que adem�s de facilitar la adhesi�n, act�an como receptores del hu�sped para los fagos, contribuyendo a interacciones espec�ficas con otros microorganismos y sistemas biol�gicos. P. aeruginosa utiliza prote�nas accesorias espec�ficas para glicosilar pilinas y evadir la infecci�n por fagos (49).
El lipopolisac�rido (LPS) es un factor clave de virulencia presente en muchas bacterias gramnegativas. Su estructura se compone de tres partes esenciales: el l�pido A, que se ancla en la membrana externa y es responsable de los efectos endot�xicos; el oligosac�rido central, que conecta el l�pido A con el ant�geno O; y el ant�geno O, el componente m�s distal, clave en la evasi�n del sistema inmunol�gico. Este componente estructural confiere a P. aeruginosa resistencia al sistema del complemento, a diversos p�ptidos antimicrobianos y compuestos t�xicos, adem�s de desempe�ar un papel fundamental en la respuesta proinflamatoria del hu�sped (50).
El ant�geno O ha sido empleado para clasificar los aislamientos de P. aeruginosa, y ciertos serotipos, se han asociado con pron�sticos m�s adversos en distintas infecciones. En particular, los serotipos O1 y O11 est�n relacionados con infecciones del tracto respiratorio, mientras que el serotipo O11 tambi�n ha sido vinculado con bacteriemias, aumentando la gravedad del cuadro cl�nico (50).
Es conocido que P. aeruginosa tiene m�ltiples mecanismos intr�nsecos y extr�nsecos de RAM que dan lugar a patrones impredecibles de susceptibilidad a los antimicrobianos. Estos mecanismos incluyen la regulaci�n positiva de las bombas de eflujo, la inserci�n de porinas, la producci�n de betalactamasas y la alteraci�n del sitio diana. La RAM es un problema creciente y se ha asociado de forma independiente con una mayor mortalidad hospitalaria, una estancia hospitalaria prolongada y unos costes m�s elevados. El aumento de �sta, tambi�n plantea un reto cl�nico en t�rminos de selecci�n de antibi�ticos, tanto emp�ricos como definitivos (51).
El �xito de P.aeruginosa como pat�geno oportunista radica en su notable complejidad gen�mica y plasticidad metab�lica, lo que le permite adaptarse eficientemente a diversos entornos hostiles. Su arsenal de resistencia incluye mecanismos de defensa intr�nsecos, una amplia gama de genes de virulencia y una capacidad destacada para formar biopel�culas, lo que refuerza su persistencia y dificulta los tratamientos antimicrobianos. Esta especie bacteriana, exhibe caracter�sticas que le permiten proliferar en diferentes condiciones ambientales, incluida la capacidad de colonizar materiales inertes como equipos m�dicos y superficies hospitalarias. Tambi�n demuestra, in vivo, una capacidad muy alta de desarrollar y propagar RAM (51).
Los factores de virulencia extracelulares de Pseudomonas aeruginosa incluyen diversas toxinas, elastasas, pigmentos y sider�foros, como pioverdina y pioquelina, que desempe�an un papel clave en la adquisici�n de hierro y en la supervivencia del pat�geno dentro del hu�sped. Adem�s, esta bacteria produce varias proteasas, que contribuyen a la degradaci�n de tejidos. El sistema de secreci�n tipo III (T3SS) de Pseudomonas aeruginosa inyecta exotoxinas (ExoS, ExoT, ExoU y ExoY) en las c�lulas hu�sped, afectando la barrera epitelial e induciendo apoptosis. Entre ellas, ExoU destaca por su elevada virulencia, vincul�ndose a una mayor gravedad en neumon�a y bacteriemia (52).
La exotoxina A de P. aeruginosa es una ADP-ribosil transferasa que bloquea la s�ntesis de prote�nas, provocando muerte celular, producci�n de citocinas y disminuci�n de la respuesta inmunitaria del hu�sped. Las proteasas LasA y LasB poseen actividad elastol�tica, degradando tejidos de vasos sangu�neos y alv�olos pulmonares. La proteasa alcalina y la proteasa IV degradan prote�nas del complemento, citocinas y factores de coagulaci�n, favoreciendo la evasi�n inmunitaria. Por otro lado, los ramnol�pidos contribuyen a la patog�nesis de infecciones pulmonares, degradando el surfactante alveolar y promoviendo la ciliostasis, lo que dificulta la eliminaci�n del pat�geno por parte del hu�sped (2).
Por �ltimo, el quorum sensing, tambi�n secretado al medio extracelular para la comunicaci�n entre c�lulas bacterianas, implica la producci�n, detecci�n y respuesta a mol�culas de se�alizaci�n llamadas autoinductores, que regulan la expresi�n gen�tica, incluidos una gran cantidad de genes responsables del comportamiento relacionado con la virulencia de P. aeruginsa (53).
La Resistencia antimicrobiana o RAM, espec�ficamente la causada por bacterias, es una advertencia para la salud mundial. En el a�o 2019, cinco millones de personas fallecieron debido a esta causa y se estima que pueda aumentar para el a�o 2050, si no se toman medidas de contenci�n urgentes. La reciente pandemia de COVID-19, intensific� el uso de antibi�ticos y precipit� el desarrollo de RAM en los pat�genos y un brote multi estatal de P. aeruginosa resistente a carbapen�micos en los EE. UU. vinculado a l�grimas artificiales provoc� infecciones oculares y sist�micas graves, con muertes. La RAM mundial contra las enzimas carbapenemasas y la posible formaci�n de biopel�culas, que producen varias especies bacterianas, est� asociada con una alta mortalidad, lo que refuerza, a�n m�s, la necesidad a�n insatisfecha, de actuar y prevenir la RAM (54).
En el 2012, se public� un documento de consenso que establec�a definiciones internacionales para los t�rminos relacionados con la resistencia antimicrobiana, incluyendo resistencia a m�ltiples f�rmacos (MDR) (no susceptible a ≥ 1 agente en ≥ 3 categor�as de antimicrobianos), resistencia extensa a f�rmacos (XDR) (no susceptible a ≥ 1 agente en todas las categor�as excepto ≤ 2) y resistencia a panf�rmacos (PDR) (no susceptible a todos los agentes antimicrobianos), entre otros. Estas definiciones han sido clave para la estandarizaci�n del diagn�stico y el monitoreo de pat�genos resistentes a nivel global, facilitando el desarrollo de estrategias de control y tratamiento m�s efectivas (55).
Entre las bacterias gramnegativas, P. aeruginosa se asocia con altas tasas de morbilidad y mortalidad, principalmente relacionadas con su capacidad intr�nseca de desarrollar RAM. Se han propuesto varias clasificaciones de RAM en los �ltimos 15 a�os. La m�s utilizada es la de Magiorakos y col., (55). Tambi�n se propuso una clasificaci�n adicional basada en la resistencia a fluoroquinolonas, cefalosporinas y a carbapen�micos. Sin embargo, ambas han sido criticadas debido a su limitada utilidad en la cl�nica y por su escasa correlaci�n con el resultado del paciente, principalmente en infecciones debidas a P. aeruginosa. M�s recientemente, se ha propuesto la nueva definici�n de resistencia dif�cil de tratar (DTR), que se refiere a falta de susceptibilidad a carbapen�micos, combinaciones de inhibidores de β-lactamasa y fluoroquinolonas (56).
Estudios que incluyen grandes cohortes de pacientes con ITS por bacterias gramnegativas han confirmado el valor pron�stico de la clasificaci�n DTR y su utilidad cl�nica principalmente en infecciones debidas a P. aeruginosa. De hecho, en los documentos recientes de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos sobre el manejo de infecciones por gramnegativos RAM, la clasificaci�n DTR se aplic� a P. aeruginosa. Sin embargo, esto requiere una revisi�n peri�dica para mantenerse al d�a con la introducci�n de nuevos antibi�ticos y el patr�n evolutivo de la resistencia (56).
Finalmente, una reciente actualizaci�n del Grupo de Estudio Europeo para la Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos de la Sociedad Europea de Microbiolog�a Cl�nica y Enfermedades Infecciosas sugiere incluir 5 nuevas categor�as, considerando que ni las definiciones del Centro Europeo para la Prevenci�n y el Control de Enfermedades ni las de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos toman en consideraci�n las nuevas combinaciones de β-lact�minas y BL-BLI aprobadas: ceftolozano/tazobactam, ceftazidima/avibactam, imipenem/relebactam, meropenem/vaborbactam y cefiderocol (57).
Diagn�stico de la infecci�n por Pseudomonas aeruginosa
El diagn�stico de la infecci�n por P. aeruginosa depende de la obtenci�n oportuna y apropiada de cultivos en un sitio apropiado. En pacientes gravemente enfermos con sospecha de infecci�n por P. aeruginosa, es fundamental obtener hemocultivos antes de iniciar el tratamiento antibi�tico. Este procedimiento debe realizarse idealmente dentro de una hora desde la identificaci�n del paciente en estado cr�tico. Se deben obtener cultivos de orina en pacientes con sospecha de ITU. En el caso de sospecha de neumon�a, se deben obtener cultivos de esputo, cuando se pueda producir. En pacientes con fibrosis qu�stica, el cultivo de esputo debe estar dirigido a buscar organismos asociados, como P. aeruginosa, de hecho, la presencia de esta bacteria en estos cultivos puede ser una pista temprana para el diagn�stico de fibrosis qu�stica en ni�os (58).
Los m�todos convencionales para la identificaci�n de P. aeruginosa en el laboratorio incluyen la evaluaci�n de su morfolog�a y caracter�sticas de colonias en medios de cultivo. Para mejorar la precisi�n en muestras polimicrobianas, se emplean medios selectivos, como los que contienen cetrimida, ya que favorecen el crecimiento espec�fico de este microorganismo. Una vez identificada la bacteria en el cultivo, el siguiente paso esencial es la prueba de susceptibilidad a los antimicrobianos, que permite determinar la resistencia bacteriana y guiar la terapia antibi�tica m�s adecuada. Para este prop�sito, la mayor�a de los laboratorios emplean kits automatizados de susceptibilidad a los antimicrobianos, los cuales no solo facilitan la identificaci�n de resistencia, sino que tambi�n miden las concentraciones inhibitorias m�nimas de los antibi�ticos evaluados (59).
La identificaci�n de cepas de P. aeruginosa resistentes a los carbapen�micos es crucial, especialmente en escenarios donde existe riesgo de brotes hospitalarios. Su diagn�stico en neumon�a nosocomial es particularmente complejo, ya que la elecci�n del m�todo de muestreo puede influir en la precisi�n del diagn�stico. En pacientes ventilados con sospecha de NAV o NAH que ha requerido ventilaci�n mec�nica, las pautas de la Sociedad Tor�cica Americana (ATS) y la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Am�rica (IDSA) recomiendan la aspiraci�n endotraqueal como m�todo preferido para obtener cultivos semicuantitativos. Sin embargo, falta evidencia robusta que compare la eficacia de la aspiraci�n endotraqueal con un muestreo m�s invasivo, como la broncoscopia con lavado bronco alveolar (60).
Las pautas de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS) recomiendan la obtenci�n de muestras m�s distales, como el lavado bronco alveolar, con el objetivo de reducir la exposici�n innecesaria a antibi�ticos y mejorar la precisi�n diagn�stica. Por otro lado, los defensores del muestreo invasivo mediante broncoscopia con cultivo cuantitativo sostienen que esta t�cnica permite una identificaci�n m�s espec�fica del pat�geno, lo que se traduce en una terapia antimicrobiana m�s precisa y una reducci�n m�s temprana del uso de antibi�ticos, evitando tratamientos innecesarios y favoreciendo una mejor recuperaci�n del paciente (61).
Tambi�n se dispone de pruebas r�pidas para el diagn�stico de neumon�a nosocomial por P. aeruginosa. Las pruebas para infecciones del tracto respiratorio inferior, que utilizan la reacci�n en cadena de la polimerasa (PCR) en tiempo real, para detectar una variedad de pat�genos, que se sabe que causan neumon�a han demostrado una buena sensibilidad y especificidad para P. aeruginosa, incluidas las muestras de lavado bronco alveolar (62).
Existen m�ltiples ventajas en el uso de una prueba de diagn�stico r�pido para la infecci�n por P. aeruginosa, incluido un diagn�stico en 2 h, a diferencia del cultivo est�ndar que puede tardar entre 48 y 72 h, la identificaci�n de una infecci�n viral o bacteriana concomitante y la identificaci�n temprana de algunos genes RAM, que se pueden identificar por pruebas de PCR, que pueden conducir a una terapia antibi�tica inicial adecuada, que permita una desescalada oportuna de los antibi�ticos. Una advertencia importante con las pruebas de diagn�stico r�pido es que, si bien pueden ayudar a detectar la presencia del microrganismo, no ayudan a determinar si esto se debe a una infecci�n o colonizaci�n, lo que hace esencial, que se solicite cuando exista sospecha de infecci�n y que los resultados se interpreten en el contexto cl�nico (27).
Perfil de resistencia antimicrobiana de Pseudomonas aeruginosa
La RAM se ha convertido en una amenaza creciente para la salud global y la atenci�n sanitaria moderna. La primera evaluaci�n integral de su impacto estim� 4,95 millones de muertes asociadas con infecciones bacterianas resistentes y 1,27 millones de muertes directamente atribuibles a RAM en el a�o 2019. Aunque la RAM afecta a nivel mundial, su carga es desproporcionadamente alta en pa�ses de ingresos bajos y medios (PIBM), donde el acceso limitado a antibi�ticos m�s eficaces agrava el problema. En regiones como el �frica subsahariana, la falta de estos tratamientos esenciales podr�a estar impulsando el aumento de la RAM, dificultando el control de infecciones y exacerbando la crisis sanitaria (2).
Pseudomonas aeruginosa es una bacteria oportunista gramnegativa ampliamente distribuida que se ha consolidado como una de las principales causas de infecciones nosocomiales debido a su diversidad fenot�pica y versatilidad metab�lica. Su capacidad para desarrollar RAM sigue en aumento, complicando el tratamiento con antibi�ticos convencionales. Adem�s, la formaci�n de biopel�culas en diversas superficies hospitalarias potencia a�n m�s su resistencia, lo que dificulta la erradicaci�n de las infecciones y contribuye a la persistencia del microorganismo en entornos cl�nicos. Una vez que P. aeruginosa produce biopel�culas para crear infecciones cr�nicas, sufre una secuencia de cambios que agravan la MDR, lo que hace que las infecciones dif�ciles de tratar sean potencialmente fatales, particularmente en personas con la condici�n hereditaria de fibrosis qu�stica y otras debilidades inmunol�gicas (17).
La vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) busca reducir la tasa de resistencia mediante el uso de f�rmacos m�s eficaces y la restricci�n del uso de antibi�ticos, especialmente en tratamientos combinatorios. A diferencia de las monoterapias, estos enfoques combinan m�ltiples f�rmacos para tratar una enfermedad simult�neamente, lo que puede generar sinergismo o antagonismo. El sinergismo ocurre cuando la combinaci�n de medicamentos potencia significativamente su efecto m�s all� de una simple suma de sus acciones individuales. Este fen�meno permite mejorar la eficacia del tratamiento y, en algunos casos, minimizar la aparici�n de resistencia bacteriana (48).
Los p�ptidos antimicrobianos combinados con antibi�ticos han demostrado potencial en la inhibici�n de bacterias resistentes a los antimicrobianos (RAM). Un ejemplo notable es la erradicaci�n de P. aeruginosa mediante la combinaci�n del p�ptido DP7 con azitromicina o vancomicina, seg�n estudios recientes. Esta estrategia aprovecha el efecto sin�rgico entre los compuestos, mejorando su eficacia contra pat�genos dif�ciles de tratar (63).� El p�ptido SET-M33 ha demostrado ser altamente eficaz contra diversos organismos MDR, incluida P. aeruginosa, particularmente cuando se combina con rifampicina. Adem�s de su efectividad contra bacterias planct�nicas, su combinaci�n con antibi�ticos ha mostrado beneficios en la inhibici�n de biopel�culas bacterianas, lo que mejora el control de infecciones persistentes. Asimismo, un estudio reciente evalu� AMP38, un nuevo an�logo sint�tico ciclolipop�ptido de la polimixina, en combinaci�n con carbapen�micos. Esta investigaci�n revel� un efecto sin�rgico capaz de eliminar P. aeruginosa, incluso cuando forma biopel�culas y presenta resistencia a los carbapen�micos, lo que sugiere nuevas estrategias terap�uticas prometedoras contra este pat�geno (64).
Los p�ptidos de nigrosina, descubiertos en varias especies de anfibios, han demostrado actividad contra bacterias grampositivas y gramnegativas, adem�s de poseer efectos antivirales y antif�ngicos. Su estructura m�s caracter�stica es la caja de rana, un bucle de siete elementos conectados por un puente disulfuro en el extremo C. Sin embargo, el papel de esta estructura a�n es objeto de debate. Mientras algunos investigadores sostienen que es esencial para la actividad antimicrobiana (AMP) de estos p�ptidos, otros argumentan que no es necesariamente el factor determinante de su efecto. La controversia sigue abierta, y estudios adicionales podr�an esclarecer su verdadera funci�n en la acci�n de los AMP (65).
El desaf�o del tratamiento de P. aeruginosa siempre se debe a su capacidad para sobrevivir en un espectro de condiciones ambientales y su resistencia a los agentes antimicrobianos disponibles. Un sello distintivo de P. aeruginosa es su propensi�n a la formaci�n de biopel�culas, un proceso complejo en el que las c�lulas bacterianas se agregan dentro de una matriz extracelular autoproducida. La formaci�n de biopel�culas es un mecanismo clave de resistencia, caracterizado por una arquitectura compleja que dificulta la penetraci�n de los antibi�ticos convencionales. Esta estructura protectora no solo contribuye a la persistencia de la infecci�n, sino que tambi�n incrementa su impacto cl�nico al favorecer la supervivencia de la bacteria. En un giro parad�jico, se ha observado que estas estructuras de biopel�culas aumentan la vulnerabilidad de la bacteria cuando se expone a ciertos factores estresantes, como agentes antimicrobianos, luz ultravioleta (UV) y variaciones en la salinidad (66).
Pseudomonas aeruginosa es un pat�geno oportunista que puede presentar m�ltiples mecanismos de resistencia, incluyendo fenotipos MDR (resistencia a m�ltiples f�rmacos) y XDR (resistencia extrema a f�rmacos). Dentro de las opciones terap�uticas, ceftazidima-avibactam es un agente antimicrobiano combinado que incorpora ceftazidima, una cefalosporina semisint�tica de tercera generaci�n, junto con avibactam, un innovador inhibidor de β-lactamasa no β-lact�mico. Este tratamiento ha demostrado buena actividad in vitro contra en comparaci�n con otros agentes β-lact�micos y fluoroquinolonas, mostrando resultados similares a los obtenidos con amikacina y ceftolozano-tazobactam, lo que lo convierte en una alternativa prometedora en el manejo de infecciones resistentes (67).
En los ensayos cl�nicos de fase 3, ceftazidima-avibactam ha demostrado resultados cl�nicos y microbiol�gicos comparables a otros tratamientos en pacientes con infecciones intraabdominales complicadas, infecciones del tracto urinario complicadas y neumon�a adquirida en el hospital/asociada a la ventilaci�n mec�nica causadas por P. aeruginosa. Aunque los datos son limitados, se han notificado resultados favorables con el tratamiento con ceftazidima-avibactam en algunos pacientes con infecciones por P. aeruginosa MDR y XDR. Esta combinaci�n puede ser potencialmente importante en el tratamiento de infecciones graves y complicadas, incluidas estas cepas (67).
Recientemente, una serie de modelos farmacocin�ticos poblacionales (PK) iterativos y an�lisis de probabilidad de logro del objetivo (PTA) basados en datos emergentes respaldaron la selecci�n de dosis de aztreonam-avibactam, un antibi�tico combinado en investigaci�n para infecciones bacterianas gramnegativas graves. Una dosis de carga m�s infusiones de mantenimiento de 3 horas de aztreonam-avibactam en una proporci�n fija de 3:1 cada 6 horas optimiza la PTA articular. Estos an�lisis respaldaron la selecci�n de la dosis para el programa cl�nico de fase III de aztreonam-avibactam (68).
En la actualidad, muchos laboratorios cuentan con un sistema automatizado de pruebas de sensibilidad a los antimicrobianos (AST) para la generaci�n de informes basados en la concentraci�n m�nima inhibitoria, lo que permite al m�dico elegir el antimicrobiano adecuado para el tratamiento oportuno de las infecciones en especial la sepsis. Un estudio donde se evalu� el rendimiento de la AST directa a partir de un caldo de cultivo de sangre positivo de 25 pacientes en UCI de un hospital de la India, utilizando un sistema automatizado de AST para determinar la precisi�n y el tiempo necesario para emitir el informe, demostr� entre 60 aislamientos de Enterobacterales, se observ� un acuerdo categ�rico del 99% para E. coli y K. pneumoniae observado por dos m�todos para AST (69).
En el grupo de bacterias no fermentadoras, P. aeruginosa present� un acuerdo categ�rico del 99,6%, mostrando una alta concordancia en las pruebas de identificaci�n. En contraste, Acinetobacter spp. y otros gramnegativos ex�ticos exhibieron una concordancia ligeramente menor, con valores entre 95-96%, lo que refleja diferencias en su perfil de identificaci�n microbiol�gica. La AST directa de los frascos de hemocultivo con marcadores positivos puede reducir significativamente el tiempo necesario para publicar el informe de susceptibilidad bacteriana hasta en 24 horas, manteniendo al mismo tiempo la precisi�n (69).
Metodolog�a
Se cumpli� un estudio con dise�o observacional no experimental, de tipo anal�tico, transversal y retrospectivo. Es un estudio observacional ya que su fin es la observaci�n y b�squeda de hechos sin intervenir en el comportamiento natural de �stos. La medici�n se realiz� en datos secundarios de registros digitales obtenidas en el pasado, raz�n por la cual es retrospectivo y los datos recopilados sobre una poblaci�n o muestra correspondieron a una medici�n realizada por una sola vez en el periodo de tiempo, por lo que es un estudio transversal. Adem�s, fue una investigaci�n anal�tica porque se establecieron asociaciones estad�sticas entre las variables del estudio (70).
Poblaci�n y muestra
Al tratarse de un estudio retrospectivo, la muestra fue censal (donde todas las unidades de investigaci�n son consideradas como muestra, de all�, que la muestra a estudiar se precise como censal por ser simult�neamente poblaci�n y muestra) (71).� La muestra se consolid� a partir de todos los registros de los pacientes que cumplieron con los criterios de selecci�n, atendidos desde enero 2020 a diciembre del a�o 2023 en el Laboratorio Cl�nico del Hospital de Infectolog�a ''Dr. Jos� Daniel Rodr�guez Maridue�a'' de la Ciudad de Guayaquil en la provincia de Guayas, Ecuador, ubicado en el Distrito D0905.� La muestra seleccionada por muestreo intencional no probabil�stico fue de 265 pacientes.
Criterios de selecci�n��
Se aplicaron los siguientes criterios de selecci�n:
Criterios de inclusi�n
� Pacientes adultos mayores de 18 a�os, de ambos sexos (masculino y femenino), de cualquier etnia
� Pacientes diagnosticados con infecciones nosocomiales causadas por Pseudomonas aeruginosa durante su estancia en el Hospital de Infectolog�a Dr. Jos� Daniel Rodr�guez Maridue�a en el periodo 2020-2023.
� Pacientes con registro completo de las variables del estudio (cultivos microbiol�gicos e identificaci�n de aislados y el perfil de resistencia y susceptibilidad antimicrobiana de cepas de P. aeruginosa) en el sistema WHOnet.
Criterios de exclusi�n
� Pacientes fuera del rango de edad de inter�s del estudio
� Pacientes que no cumplen con los criterios epidemiol�gicos, microbiol�gicos y cl�nicos de las infecciones asociadas a la atenci�n sanitaria.
� Pacientes con enfermedades que afecten el sistema inmunol�gico o con enfermedades cr�nicas no transmisibles.
Consideraciones �ticas
Antes de iniciar la investigaci�n, en la fase preanal�tica, se solicitaron las autorizaciones respectivas ante las instituciones participantes (Laboratorio del Hospital de Infectolog�a 'Dr. Jos� Daniel Rodr�guez Maridue�a' y Coordinaci�n de la Maestr�a en Ciencias del Laboratorio Cl�nico de la Universidad Estatal del Sur de Manab�), para asegurar el cumplimiento de lo establecido en la Ley Org�nica de Protecci�n de Datos Personales (72).
La presente investigaci�n se considera desde el punto de vista �tico seg�n el Art. 44. del Acuerdo Ministerial N� 00005 � 2022 del MSP (73), como una investigaci�n de riesgo m�nimo: �Investigaciones que se realizan con datos de salud o muestras biol�gicas almacenados en servicios de salud de manera tal que no se pueda determinar la identidad de los titulares (revisi�n de historias cl�nicas cuyos datos de identificaci�n fueron anonimizados, an�lisis de muestras biol�gicas humanas an�nimas o anonimizadas). Siempre y cuando el establecimiento o instituci�n p�blica o privada cuente con un proceso estandarizado de anonimizaci�n o seudonimizaci�n, conforme lo determina la Ley Org�nica de Protecci�n de Datos Personales�.�
Se siguieron las normas nacionales e internacionales de �tica, previstas en la Declaraci�n de Helsinki (74) y el protocolo fue aprobado por un Comit� de �tica de Investigaci�n en Seres Humanos (CEISH), lo cual consta en el acta de aprobaci�n de fecha 16 de noviembre de 2024 y codificado con el N� 1729034112.
En todo momento se asegur� que el custodio de los datos tomara medidas para proteger la confidencialidad de la informaci�n vinculada a los mismos, para lo cual solo se compartieron datos an�nimos y codificados con el investigador principal y se limit� el acceso de terceros a los mismos. Tambi�n se socializ� una vez aprobado el proyecto, la importancia junto a la problematizaci�n y justificaci�n, dando a conocer los objetivos establecidos ante los entes responsables antes de dar inicio a la fase anal�tica.
Procedimientos y m�todos
Instrumento de recolecci�n de datos
una vez identificados en el sistema WHOnet del laboratorio ya en la fase anal�tica de la investigaci�n, se procedi� a la recolecci�n de datos en una matriz anonimizada, codificada con una numeraci�n seguida de la palabra �paciente� y el a�o de recolecci�n de la muestra (1-paciente-2020), a fin de asegurar el uso de datos sin informaci�n personal del paciente. En dicha base de dato se incluyeron los resultados de los cultivos microbiol�gicos, la identificaci�n de los aislados de P. aeruginosa y el perfil de susceptibilidad y resistencia antimicrobiana, as� como las �reas o servicios hospitalarios implicadas.
Cultivos microbiol�gicos
Se recolectaron muestras de los pacientes seg�n el sitio de la infecci�n, de las cuales se realizaron tinciones directas en frotis con colorante de Gram y cultivadas seg�n protocolos microbiol�gicos estandarizados de la instituci�n. Para la identificaci�n y estudio de sensibilidad antimicrobiana se utiliz� el sistema automatizado de identificaci�n microbiana VITEK� 2 COMPACT (BioM�rieux, Argentina), el cual se basa en la inoculaci�n de una suspensi�n de microorganismos en tarjetas con determinados paneles de reacciones bioqu�micas. La prueba de sensibilidad antimicrobiana se realiz� mediante tarjetas que contienen diluciones estandarizadas de distintos antibi�ticos, alineadas con los puntos de corte de sensibilidad, establecidos por el Comit� Nacional de Normas de Laboratorio Cl�nico (CLSI) (75).
Las muestras fueron analizadas en el Laboratorio del Hospital de Infectolog�a "Dr. Jos� Daniel Rodr�guez Maridue�a" en Guayaquil, asegurando su correcto procesamiento. Posteriormente, fueron eliminadas como desechos biol�gicos, siguiendo la normativa vigente en Ecuador, garantizando el cumplimiento de los protocolos de seguridad y manejo ambiental (76).
An�lisis estad�stico
Los datos fueron analizados mediante estad�stica descriptiva para expresar los datos en porcentajes de frecuencias (absolutas y relativas). Fueron tabulados y analizados mediante el software estad�stico Graph Pad Prism 8.0�. La asociaci�n de las variables o estad�stica inferencial fue analizada mediante el uso de la prueba del Chi-cuadrado, por tratarse de variables cualitativas. El nivel de significancia considerado fue de p<0,05.
Resultados
El primer objetivo espec�fico se cumpli� al identificar las infecciones nosocomiales causadas por Pseudomonas aeruginosa en los pacientes internados en el hospital Infectolog�a en el periodo del estudio.
Tabla 1. Infecciones nosocomiales causadas por Pseudomonas aeruginosa en los pacientes del Hospital de Infectolog�a de Guayaquil periodo 2020-2023
Tipo de Muestra |
�rea hospitalaria |
|
TOTAL |
|||||
Medicina Interna |
Emergencia |
UCI |
Hosp. adultos |
n |
% |
|||
Neumon�a |
96 |
60 |
22 |
4 |
182* |
68,7 |
||
21 |
11 |
6 |
2 |
40* |
15,1 |
|||
8 |
10 |
6 |
2 |
26* |
9,8 |
|||
10 |
2 |
1 |
- |
13 |
4,9 |
|||
Otitis media |
2 |
2 |
- |
- |
4 |
1,5 |
||
TOTAL
|
n |
137 |
85 |
35 |
8 |
265 |
100,0 |
|
% |
51,7 |
32,1 |
13,2 |
3,0 |
||||
*p=0,001 con respecto al resto de las infecciones. Nota: UCI= Unidad de Cuidados Intensivos; Hosp= Hospitalizaci�n
Interpretaci�n: Las infecciones nosocomiales causadas por P. aeruginosa ocurridas con mayor frecuencia (p=0,001) fueron neumon�a (68,7%), infecci�n del torrente sangu�neo (15,1%) e infecci�n del tracto urinario (9,8%). Se observaron con menor frecuencia otitis media e infecci�n del sitio quir�rgico con 4,9% y 1,5%, respectivamente; present�ndose en los servicios de Medicina Interna (51,7%), Emergencia (32,1%) y Unidad de Cuidados Intensivos (13,2%) y en el 3,0% de los aislamientos de pacientes del �rea de Hospitalizaci�n de adultos, durante los tres a�os del estudio (Tabla 1).
Se cumpli� el segundo objetivo espec�fico al analizar los patrones de resistencia antimicrobiana predominantes en las cepas aisladas de Pseudomonas aeruginosa de los pacientes seleccionados.
Tabla 2. Patr�n de resistencia antimicrobiana de cepas de Pseudomonas aeruginosa aisladas en pacientes internados en el Hospital Infectolog�a de Guayaquil periodo 2020-2023
Tipo de infecci�n |
Cepas resistentes |
Total |
||||
n |
% |
n |
% |
|||
|
Neumon�a |
47 |
40,2 |
117* |
44,2 |
|
Imipenem |
ITS |
36 |
30,8 |
|||
ITU |
20 |
17,1 |
||||
ISQ |
13 |
11,1 |
||||
Otitis media |
1 |
0,9 |
||||
|
Neumon�a |
57 |
50,9 |
112* |
42,3 |
|
Meropenem |
ITS |
25 |
22,3 |
|||
|
ITU |
15 |
13,4 |
|||
|
ISQ |
15 |
13,4 |
|||
|
Neumon�a |
67 |
65,7 |
102* |
38,4 |
|
Cefepime |
ITS |
17 |
16,7 |
|||
|
ITU |
13 |
12,7 |
|||
|
ISQ |
4 |
3,9 |
|||
|
Otitis media |
1 |
0,9 |
|||
|
Neumon�a |
56 |
56,0 |
100* |
37,7 |
|
Ciprofloxacina |
ITS |
34 |
34,0 |
|||
ITU |
7 |
7,0 |
||||
ISQ |
2 |
2,0 |
||||
Otitis media |
1 |
1,0 |
|
|
||
|
Neumon�a |
49 |
49,5 |
99* |
37,4 |
|
Piperaciclina tazobactan |
ITS |
25 |
25,3 |
|||
|
ITU |
14 |
14,1 |
|||
|
ISQ |
11 |
11,1 |
|||
Neumon�a |
22 |
32,4 |
68 |
25,7 |
||
ITU |
19 |
27,9 |
||||
ITS |
17 |
25,0 |
||||
ISQ |
9 |
13,2 |
||||
Otitis media |
1 |
1,5 |
||||
|
ISQ |
10 |
45,5 |
22 |
8,3 |
|
ITS |
5 |
22,7 |
||||
Neumon�a |
4 |
18,2 |
||||
ITU |
3 |
13,6 |
||||
*p=0,005 al comparar con los grupos de menor porcentaje de resistencia.
Nota: ITS= Infecci�n del torrente sangu�neo; ITU= Infecci�n del tracto urinario;
ISQ= Infecci�n del sitio quir�rgico
Interpretaci�n: El perfil de resistencia a los antimicrobianos indicados para las infecciones causadas por P. aeruginosa permiti� evidenciar porcentajes de resistencia en un rango de 8,3% a 44,2% correspondiendo los mayores porcentajes de resistencia en orden descendiente a Imipenem (44,2%), Meropenem (42,3%), Cefepime (38,4%), Ciprofloxacina (37,7%), Piperaciclina-Tazobactan (37,4%); mientras que a Ceftazidima (25,8%) y Aztreonam (8,3%) correspondieron los valores porcentuales de resistencia m�s bajos, respectivamente. De las infecciones nosocomiales identificadas, se observ� que los casos de neumon�a ocuparon el primer lugar de resistencia a todos los antibi�ticos ensayados en un rango de 32,4% a 65,7%, a excepci�n del Aztreonam donde ocup� el tercer lugar con 18,2%. Las infecciones del torrente sangu�neo y del tracto urinario ocuparon el segundo y tercer lugar en los porcentajes de resistencia; mientras que las infecciones del sitio quir�rgico ocuparon el cuarto lugar en frecuencia y el primero ante Aztreonam (45,5%). Las infecciones de o�do se presentaron con resistencia ante Imipenem, Cefepime, Ciprofloxacina y Ceftazidima en un rango de 0,9% a 1,5% (Tabla 2).
En el tercer objetivo espec�fico se relacion� el perfil de resistencia antimicrobiana de Pseudomona aeruginosa con la infecci�n nosocomial identificada en el estudio
Tabla 3. Asociaci�n entre el perfil de resistencia antimicrobiana de aislados de Pseudomonas aeruginosa e infecci�n nosocomial en el Hospital de Infectolog�a de Guayaquil
Infecci�n nosocomial |
|
Aislados de Pseudomonas aeruginosa |
|||
|
Con resistencia |
Sin resistencia |
|||
Total |
n |
% |
n |
% |
|
Neumon�a |
182 |
44 |
44,4 |
138* |
83,1 |
Infecci�n del torrente sangu�neo |
40 |
27* |
27,3 |
13 |
7,8 |
Infecci�n del tracto urinario |
26 |
17* |
17,2 |
9 |
5,4 |
Infecci�n del sitio quir�rgico |
13 |
10* |
10,1 |
3 |
1,8 |
Otitis media |
4 |
1 |
1,0 |
3* |
1,8 |
TOTAL |
265 |
99 |
37,4 |
166 |
62,6 |
*p= 0,01 con respecto al patron contrario respectivo
Interpretaci�n: Se evidenci� asociaci�n significativa (p<0,01) entre el perfil de resistencia antimicrobiana de las cepas de P. aeruginosa y la infecci�n del torrente sangu�neo, infecci�n del tracto urinario e infecci�n del sitio quir�rgico; mientras que en los pacientes con neumon�a y otitis media la asociaci�n fue a cepas no resistentes (Tabla 3).
Discusi�n
Hoy en d�a, las infecciones nosocomiales son problemas importantes para las organizaciones de atenci�n sanitaria. Prolongan el per�odo de tratamiento, aumentando la carga hospitalaria. Por lo tanto, al prevenir y reducir estas infecciones, se logran ahorros significativos en los costos impuestos al sistema de salud y la sociedad en consecuencia (77). Por otro lado, Pseudomonas aeruginosa es un pat�geno bacteriano gramnegativo que se asocia com�nmente con infecciones nosocomiales ampliamente resistentes, surgiendo como una amenaza importante con resultados adversos para los pacientes (78). �En este estudio retrospectivo, se plante� el objetivo de determinar el perfil de resistencia de Pseudomonas aeruginosa por infecci�n nosocomial en pacientes atendidos en el Hospital de Infectolog�a de Guayaquil en el periodo 2020 � 2023.
Estos resultados son comparables a los encontrados en Canad� por Kula, Hudson y Sligl (26), donde la infecci�n por P. aeruginosa fue mayormente respiratoria y con una mortalidad sustancial.� Tambi�n son consistentes con lo descrito por Meschiari y col. (79) al demostrar en Italia y Francia como principal infecci�n nosocomial, la neumon�a grave adquirida en respirador debido a Pseudomonas aeruginosa.� Tambi�n, Barbecho (80) en un estudio sobre susceptibilidad antimicrobiana de Pseudomona spp., en pacientes del Hospital General Docente de Cuenca en el periodo 2015-2019, encontraron mayor frecuencia de neumon�a y otras infecciones del tracto respiratorio, seguida de infecciones del tracto urinario (ITU), como las principales infecciones nosocomiales, con la diferencia que la mayor cantidad de aislados fueron del servicio de hospitalizaci�n de adultos, seguido del �rea de consulta externa.
Asimismo, Mesinas-Garrido y col. (81) en M�xico, encontraron en 59 pacientes, que el aislamiento de P. aeruginosa fue en casi el 50% de infecciones respiratorias (26 casos), demostr�ndose infecci�n nosocomial en 48 pacientes, adquiridas en estancias hospitalarias largas en la UCI, report�ndose, adem�s, mortalidad en 20 de estos pacientes. Los factores de riesgo identificados fueron ventilaci�n mec�nica invasiva y tratamiento antimicrobiano no especifico y sin actividad contra Pseudomonas.
Sophonsri y col. (32) tambi�n encontraron que el tracto respiratorio fue el sitio de mayor frecuencia de aislamiento de P. aeruginosa resistentes a carbapen�micos y predominante para las coinfecciones con otros agentes de importancia como A. baumannii lo que agreg� una morbilidad significativa. Asimismo, la alta frecuencia de aislados de P. aeruginosa en casos de infecci�n del torrente sangu�neo e infecciones urinarias, encontrada en� esta investigaci�n, permiten inferir una alta prevalencia de ITS e ITU como infecciones nosocomiales, tal como lo describen Gupta y col. (35) en la India con una frecuencia de m�s del 77% de las ITS causadas por pat�genos del tipo ESKAPEEc, con altas tasas de RAM y Sahuanay y col. (36) en Lima, donde demostraron P. aeruginosa con doble carbapenemasa tipo IMP y KPC en muestras de orina de pacientes sintom�ticos con ITU.
Los tratamientos antibi�ticos para P. aeruginosa incluyen diversas clases con actividad espec�fica contra este pat�geno resistente. Entre los m�s utilizados est�n las cefalosporinas anti-pseudomonas (como ceftazidima y cefepima), los carbapen�micos (meropenem, imipenem), y las combinaciones de β-lact�micos/inhibidores de β-lactamasa (ceftolozano-tazobactam, ceftazidima-avibactam). Tambi�n se administran fluoroquinolonas (ciprofloxacino, levofloxacino), aminogluc�sidos (amikacina, tobramicina), y polimixinas (colistina, polimixina B), especialmente en casos de resistencia extrema. La elecci�n del tratamiento depende del perfil de sensibilidad del aislamiento cl�nico y la gravedad de la infecci�n (82).
El perfil de resistencia a los antimicrobianos indicados para las infecciones causadas por P. aeruginosa en la presente investigaci�n, permiti� evidenciar porcentajes de RAM en un rango de 8,3% a 44,2% correspondiendo los mayores porcentajes de resistencia en orden descendiente a Imipenem, Meropenem, Cefepime, Ciprofloxacina, Piperaciclina-Tazobactan, Ceftazidima y Aztreonam; sin embargo es de destacar que todos los aislados de P. aeruginosa en los casos de neumon�a, ITU e ITS analizados mostraron resistencia ante todos los antibi�ticos analizados, ocupando los tres primeros lugares en frecuencia a excepci�n de la resistencia ante Aztreonam donde las ISQ fueron las m�s resistentes; mientras la otitis media se presentaron con resistencia ante Imipenem, Cefepime, Ciprofloxacina y Ceftazidima en un rango de 0,9% a 1,5% .
Estos resultados confirman lo descrito por Paz-Zarza y col. (83) sobre Pseudomonas aeruginosa como pat�geno ubicuo, oportunista y muy persistente en el medio ambiente, adem�s las infecciones por Pseudomonas ocupan el tercer lugar de ITUs adquiridas en el �mbito intrahospitalario y asociadas a cat�ter; tambi�n se confirma la alta frecuencia como causa de neumon�a e ITS (1, 63). En contraste a estos resultados, Asmare y col. (84) en Etiop�a, evidenciaron que la prevalencia de RAM a diferentes antibi�ticos para P. aeruginosa var�a desde 20,9% para Ceftriaxona hasta 94,72% para Ceftazidima. Observaron, adem�s, una RAM relativamente menor para Meropenem (28,64%), mientras que en el presente estudio fue una de las altas (42,4%). La resistencia a m�ltiples f�rmacos (MDR) en P. aeruginosa fue del 80,5%.
Este �ltimo dato no se incluy� en los objetivos de este estudio, por lo que podr�a considerarse una limitaci�n, aunque de manera pertinente se recomienda, con base a los resultados aqu� presentados, que futuras investigaciones incluyan datos demogr�ficos de las poblaciones de donde se originen los aislados y la valoraci�n de la� multirresistencia en las cepas de P. aeruginosa que se identifiquen, adem�s, es ideal� que se realicen estudios longitudinales multic�ntricos por provincia, para evidenciar la din�mica de cambios en el perfil de RAM y evaluar coinfecciones.�
La resistencia ante Aztreonam es preocupante en infecciones nosocomiales graves, y su manejo requiere pruebas de sensibilidad para guiar el tratamiento. En algunos casos, combinaciones con inhibidores de betalactamasas (como avibactam) pueden restaurar su eficacia. En Colombia el estudio de los cambios en la resistencia antimicrobiana en los �ltimos cinco a�os no ha sido significativo, excepto para P. aeruginosa, bacteria que mostr� un incremento en las tasas de resistencia a piperacilina-tazobactam y betalact�micos como el Aztreonam que es un monobact�mico que act�a inhibiendo la s�ntesis de la pared celular bacteriana y es particularmente eficaz contra bacterias gramnegativas (85).
Asamenew y col. (30) tambi�n en Etiop�a, demostraron que P. aeruginosa mostr� 51,4% a Ceftazidima, 50% a Cefepima, 28,4% a Imipenem y 14,9% a Ciprofloxacina. El nivel de MDR fue de 45,9% y la tasa de resistencia extrema a f�rmacos (XDR) fue de 9,5%, lo que muestra el perfil de RAM de P. aeruginosa como alarmante y recomiendan reforzar las acciones para minimizar el efecto y realizar estudios a gran escala para determinar las causas.
Es de hacer notar que este patron de RAM es compatible con el encontrado en un hospital de Cuenca, donde se encontr� que existe una mayor prevalencia de P. aeruginosa con RAM a aminogluc�sidos (20-25%), fluoroquinolonas (22-25%) y carbapen�micos (19-21%) (80). Tambi�n con el estudio de Sat�n y col. (21) quienes evidenciaron que las bacterias gramnegativas, entre ellas P. aeruginosa fueron m�s frecuentemente aisladas de pacientes hospitalizados en Ecuador.
Los resultados del perfil RAM de P. aeruginosa en el Hospital de Infectolog�a de Guayaquil, proporcionan una referencia para el manejo de la infecciones y estrategias de personalizaci�n de los f�rmacos en este centro hospitalario, dado que representan tres a�os de seguimiento. Li y col. (5) destacan que la prevalencia de P. aeruginosa multirresistente en pacientes mayormente con neumon�a asociada a ventilaci�n mec�nica (NAV) es generalmente alta y var�a significativamente entre pa�ses; sin embargo, los datos son insuficientes para muchos pa�ses. Esto es particularmente cierto en pa�ses como Ecuador, donde los estudios al respecto son escasos y no permiten una comparaci�n y seguimiento exhaustivo.
Otro hallazgo importante de esta investigaci�n es la presencia de IAAS asociadas a perfiles de cepas RAM en el 37,4% de los casos analizados, relacionadas con las infecciones nosocomiales de infecci�n del torrente sangu�neo, ITU e infecci�n del sitio quir�rgico (ISQ); mientras que, en los pacientes con neumon�a y otitis media, la asociaci�n fue evidente a cepas de P. aeruginosa no resistentes. Estos hallazgos enfatizan la urgencia de optimizar el control de infecciones, mejorar las estrategias de gesti�n de antimicrobianos y fortalecer los sistemas de vigilancia, con el objetivo de contener la propagaci�n de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) y asegurar un tratamiento eficaz contra infecciones por P. aeruginosa.
Similar a estos resultados, en Cuba, P�rez y col. (86) en un grupo de 1847 cultivos realizados de pacientes de UCI, evidenciaron que los pat�genos gramnegativos, entre ellos con alta frecuencia P. aeruginosa, sigue siendo aisladas en los cultivos de los pacientes hospitalizados en terapia intensiva de infecciones sist�micas o ITS, con un alto nivel de resistencia para la mayor�a de los antibi�ticos. Tambi�n, Sahuanay y col. (36) en Per�, describen como parte de la vigilancia epidemiol�gica de las IAAS, el reporte de 276 aislamientos de P. aeruginosa de infecciones respiratorias e ITU, de las cuales el 7% estuvieron asociadas a perfiles de RAM carbapenemasa positiva. Esto evidencia la importancia de establecer algoritmos de identificaci�n y de tratamiento �ptimo de estos microorganismos para prevenir futuros brotes de las IAAS causada por P. aeruginosa o cualquier otro pat�geno nosocomial.
Es de destacar que a pesar que las infecciones respiratorias fueron las IAAS m�s frecuentes en los tres a�os de este estudio, su presencia estuvo en su mayor�a asociada a patrones sin RAM; contrario a lo descrito por Sophonsri y col. (32) dado que evidenciaron que el tracto respiratorio fue el sitio de infecci�n nosocomial predominante para las coinfecciones que involucraban principalmente CRPA, mientras que el tracto urinario fue el sitio primario para el grupo CRKP solo, evidenciando adem�s, que la coinfecci�n por CRKP con otro pat�geno resistente a carbapen�micos agrega una morbilidad significativa.
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) representa un desaf�o cr�tico para los sistemas de salud en todo el mundo, dificultando el tratamiento de infecciones y aumentando la mortalidad. P. aeruginosa, el principal agente infeccioso en el �mbito de la atenci�n de la salud, es ahora una de las principales amenazas debido a ello, por lo que esta investigaci�n es de relevancia no solo cient�fica sino tambi�n social, dado que no solo se aportan datos a la epidemiolog�a local de las cepas RAM de este importante pat�geno, sino que se confirma la hip�tesis donde los resultados esperados, se validan como una realidad en este centro hospitalario donde las infecciones nosocomiales por P. aeruginosa son tangibles y se demuestra una alta tasa de RAM de casi 50,0% a los antibi�ticos carbapen�micos como Imipenem y Meropenem, a cefalosporinas de cuarta generaci�n como Cefepime, a fluoroquinolonas como Ciprofloxacina y a inhibidores de beta lactamasa como Piperacilina Tazobactam, lo que amenaza la capacidad de tratar estas infecciones en un futuro pr�ximo.
Los resultados de esta investigaci�n demostraron un perfil de RAM alto y de resistencia intermedia con tendencia al aumento, confirmando lo descrito en estudios epidemiol�gicos que han identificado tendencias crecientes de RAM para P. aeruginosa, incluidos aislamientos MDR en los �ltimos a�os, a trav�s de varios mecanismos de virulencia que aumentan su capacidad para causar infecciones graves, como toxinas secretadas, detecci�n de qu�rum y formaci�n de biopel�culas (27). Es necesario comprender en profundidad la magnitud de la RAM, en particular de los pat�genos de gran importancia para la salud p�blica como P. aeruginosa, para gestionar las infecciones bas�ndose en informaci�n local.
Los puntos fuertes de los an�lisis de este estudio es la identificaci�n del perfil de RAM, infecciones nosocomiales, las �reas hospitalarias de mayor riesgo asociadas a P. aeruginosa y su nivel de resistencia desarrollado; esto sienta las bases para la toma de acciones de vigilancia en las zonas de altos flujos de pacientes y procedimientos invasivos que facilitan la aparici�n de cepas RAM, tomando en cuenta otros aspectos ambientales y factores asociados, dado que, en los entornos sanitarios, el agua y dispositivos relacionados pueden actuar como reservorio de infecciones. El agua potable, los lavabos, los aireadores de los grifos, las duchas, las ba�eras de inmersi�n, los inodoros, el agua de di�lisis, los ba�os de agua, las estaciones de lavado de ojos y las estaciones de agua de las unidades odontol�gicas se han relacionado con brotes nosocomiales (87).
La toma de medidas y acciones de intervenci�n efectiva para prevenir y controlar las infecciones nosocomiales es una tarea larga, que debe cumplirse continuamente y valorar su efectividad. Una medida muy com�n, pero poco evaluada es el cumplimiento de las pr�cticas de higiene de manos (HH) como un desaf�o importante para prevenir las IAAS (87).
Vale mencionar un estudio transversal en 18 centros de atenci�n de salud de Tanzania, llevado a caobo por Rayson y col. (88), evaluaron la HH mediante un cuestionario estructurado de la OMS y an�lisis microbiol�gico de muestras de manos para cultivo, encontrando una mediana designada como de nivel b�sico, con el 26,4% de los trabajadores de la salud ten�an las manos contaminadas con bacterias (17,9% gramnegativas como Acinetobacter spp. y P. aeruginosa; 8,0% por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) y 0,5% por ambos). Esto permiti� evidenciar que una cuarta parte de los trabajadores sanitarios ten�an las manos contaminadas, que no coincid�an con la higiene personal declarada por los propios trabajadores. Este aspecto ser�a de inter�s para investigaciones futuras en el Hospital de Infectolog�a.
Otra iniciativa que se ha implementado en la Costa de Marfil en �frica mediante una encuesta transversal con un componente conceptualizado considerando la tem�tica de seguridad de inyecciones y manejo de residuos sanitarios, evidenci� que las actividades del componente de prevenci�n y control de las IAAS eran inadecuadas y fragmentadas en los establecimientos de salud con recursos insuficientes en el momento de la evaluaci�n. Ser�a adecuado proporcionar recursos apropiados y desarrollar conocimientos especializados en materia de prevenci�n y control de la infecci�n mediante una voluntad pol�tica y un liderazgo firmes. Esto contribuir� al logro de los objetivos de salud universal con servicios de salud seguros para los pacientes (89).
Esto evidencia la necesidad no solo de dise�ar e implementar medidas, sino que necesario incorporar par�metros microbiol�gicos de higiene personal y herramientas de evaluaci�n, y las futuras medidas de intervenci�n, de prevenci�n y control de las infecciones nosocomiales, deber�an adaptarse al nivel de los profesionales sanitarios y a las zonas rurales. Es pertinente recomendar, adem�s, investigaciones en esta l�nea que permita no solo implementar estrategias de intervenci�n para las IASS, sino evaluar continuamente el cumplimiento y efectividad de las mismas, especialmente las causadas por P. aeruginosa, dado su potencial de RAM, expuesto en este estudio.
La presencia de este pat�geno asociado a casi todas las �reas o servicios hospitalarios evaluados demostr� deficiencias en las pr�cticas de prevenci�n de estas infecciones que deben abordarse. La vigilancia constante de la frecuencia de las bacterias resistentes y la actualizaci�n de los antibiogramas son fundamentales para garantizar tratamientos efectivos a nivel individual y optimizar los programas de control de infecciones hospitalarias en Ecuador.
Conclusiones
La identificaci�n de infecciones nosocomiales causadas por Pseudomonas aeruginosa en los pacientes atendidos en el Hospital de Infectolog�a Guayaquil 2020 � 2023, permiti� confirmar la presencia de aislados en pacientes con neumon�a, infecci�n del torrente sangu�neo e infecci�n del tracto urinario y en menor frecuencia de infecci�n del sitio quir�rgico y otitis media durante los tres a�os del estudio provenientes de diferentes �reas hospitalarias.
El patr�n de resistencia antimicrobiana predominante en las cepas aisladas de Pseudomonas aeruginosa de los pacientes seleccionados, demuestra una alta tasa de resistencia a los antibi�ticos carbapen�micos (Imipenem y Meropenem), a cefalosporinas de cuarta generaci�n (Cefepime), a fluoroquinolonas (Ciprofloxacina) y a combinados de con inhibidores de betalactamasa (Piperacilina Tazobactam), y de resistencia intermedia, lo que amenaza la capacidad de tratar estas infecciones en un futuro pr�ximo.
Se determin� una alta asociaci�n entre el perfil de resistencia antimicrobiana de Pseudomonas aeruginosa con las infecciones nosocomiales, espec�ficamente con infecci�n del torrente sangu�neo, infecci�n del tracto urinario e infecci�n del sitio quir�rgico.
Recomendaciones
A partir de los resultados obtenidos se resalta la importancia de indagar y profundizar en investigaciones que incluyan datos demogr�ficos de las poblaciones de donde se originen los aislados y la valoraci�n de la multirresistencia en las cepas de Pseudomonas aeruginosa que se identifiquen, mediante estudios longitudinales multic�ntricos por provincia, que permitan evidenciar la din�mica de cambios en el perfil de resistencia antimicrobiana y evaluar coinfecciones.
Promover la aplicaci�n de estrategias de control de transmisi�n y prevenci�n de las infecciones nosocomiales por Pseudomonas aeruginosa, y la vigilancia continua de las cepas con diferentes niveles de resistencia en diferentes �reas hospitalarias, dada la tendencia y el potencial de multirresistencia de este pat�geno.�
Desarrollar estudios prospectivos que eval�en la efectividad microbiol�gica de las medidas de contenci�n, prevenci�n y control de Pseudomonas aeruginosa en el Ecuador.
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� 2025 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)
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