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Incidencia de los saberes ancestrales en la alimentaci�n para prevenir la desnutrici�n infantil en ni�os y ni�as de 1 a 3 a�os
en la parroquia Mulalillo
Impact of ancestral knowledge on nutrition to prevent childhood malnutrition in children ages 1 to 3 in the Mulalillo parish
Impacto do conhecimento ancestral sobre nutri��o para prevenir a malnutri��o infantil em crian�as dos 1 aos 3 anos
na par�quia de Mulalillo
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Correspondencia: dbguti�rrezj@istx.edu.ec
Ciencias de la Salud
Art�culo de Investigaci�n
* Recibido: 26 de febrero de 2025 *Aceptado: 24 de marzo de 2025 * Publicado: �17 de abril de 2025
I. Docente Instituto Superior Universitario Cotopaxi, Ecuador.
II. Docente Instituto Superior Universitario Cotopaxi, Ecuador.
III. Docente Universidad T�cnica de Ambato, Ecuador.
IV. Estudiante Instituto Superior Universitario Cotopaxi, Ecuador.
Resumen
La adecuada alimentaci�n puede ser una respuesta al rescate de nutrientes que permitan disminuir la DCI, introducir adecuadamente estos alimentos en la dieta diaria de los ni�os de 1 a 3 a�os mediante recetas atractivas y f�ciles de consumir puede garantizar una combinaci�n equilibrada de macronutrientes. El objetivo fue determinar la incidencia de los saberes ancestrales en la alimentaci�n para prevenir la desnutrici�n infantil en ni�os y ni�as de 1 a 3 a�os en la parroquia Mulalillo. Para lo cual, se utiliz� un enfoque mixto o cuali-cuantitativo y un dise�o descriptivo � explicativo, se combin� la observaci�n de campo, una encuesta a 25 padres y la revisi�n documental. Mediante t�cnicas como el uso de Google Forms y Microsoft Excel 2019, se analizaron patrones alimentarios y conocimientos locales. La triangulaci�n metodol�gica permiti� validar los resultados con un diagn�stico, para luego estructurar una matriz de recetas de alto valor nutricional con el uso de alimentos ancestrales. Los hallazgos destacaron una preferencia del 96% por alimentos naturales y tradicionales, aunque otros alimentos presentaron bajo consumo. Adem�s, las hortalizas y plantas medicinales tambi�n son valoradas en la dieta local. La conclusi�n subray� la relevancia de rescatar y promover conocimientos nutricionales ancestrales, integr�ndolos con estrategias de salud p�blica. Este enfoque contribuir� no solo a prevenir la DCI, sino tambi�n a preservar el patrimonio cultural y fortalecer la sostenibilidad alimentaria en comunidades rurales, como la parroquia de Mulalillo.
Palabras Clave: Desnutrici�n cr�nica infantil; Alimentaci�n ancestral; Nutrici�n infantil, Educaci�n; Salud p�blica.
Abstract
Proper nutrition can be a response to restoring nutrients that can reduce malnutrition. Properly introducing these foods into the daily diet of children aged 1 to 3 years through attractive and easy-to-consume recipes can ensure a balanced combination of macronutrients. The objective was to determine the impact of ancestral knowledge on nutrition to prevent childhood malnutrition in children aged 1 to 3 years in the Mulalillo parish. A mixed or qualitative-quantitative approach and a descriptive-explanatory design were used, combining field observation, a survey of 25 parents, and documentary review. Using techniques such as Google Forms and Microsoft Excel 2019, dietary patterns and local knowledge were analyzed. Methodological triangulation allowed the results to be validated with a diagnosis, and a matrix of recipes with high nutritional value using ancestral foods was then structured. The findings highlighted a 96% preference for natural and traditional foods, although other foods were underconsumed. Furthermore, vegetables and medicinal plants are also valued in the local diet. The conclusion underscored the importance of rescuing and promoting ancestral nutritional knowledge, integrating it with public health strategies. This approach will contribute not only to preventing ICD, but also to preserving cultural heritage and strengthening food sustainability in rural communities, such as the parish of Mulalillo.
Keywords: Chronic childhood malnutrition; Ancestral nutrition; Child nutrition; Education; Public health.
Resumo
Uma nutri��o adequada pode ser uma forma de recuperar nutrientes que podem ajudar a reduzir o DCI. A introdu��o adequada destes alimentos na dieta di�ria das crian�as dos 1 aos 3 anos atrav�s de receitas apelativas e f�ceis de consumir pode garantir uma combina��o equilibrada de macronutrientes. O objetivo foi determinar o impacto do conhecimento ancestral sobre nutri��o para prevenir a malnutri��o infantil em crian�as dos 1 aos 3 anos na par�quia de Mulalillo. Para tal, recorreu-se a uma abordagem mista ou quali-quantitativa e a um desenho descritivo-explicativo, combinando a observa��o de campo, o question�rio com 25 pais e a revis�o documental. Recorrendo a t�cnicas como o Google Forms e o Microsoft Excel 2019, foram analisados os padr�es alimentares e os conhecimentos locais. A triangula��o metodol�gica permitiu validar os resultados com um diagn�stico e, de seguida, estruturar uma matriz de receitas de elevado valor nutricional utilizando alimentos ancestrais. Os resultados evidenciaram uma prefer�ncia de 96% por alimentos naturais e tradicionais, embora outros alimentos tenham sido consumidos em pequena quantidade. Al�m disso, os vegetais e as plantas medicinais tamb�m s�o valorizados na dieta local. A conclus�o destacou a import�ncia de recuperar e promover o conhecimento nutricional ancestral, integrando-o nas estrat�gias de sa�de p�blica. Esta abordagem contribuir� n�o s� para prevenir a DCI, mas tamb�m para preservar o patrim�nio cultural e fortalecer a sustentabilidade alimentar nas comunidades rurais, como a par�quia de Mulalillo.
Palavras-chave: Subnutri��o cr�nica na inf�ncia; Nutri��o ancestral; Nutri��o infantil, Educa��o; Sa�de p�blica.
Introducci�n
La nutrici�n infantil temprana es un componente esencial para garantizar el desarrollo integral de los ni�os y ni�as desde los primeros a�os de su infancia, particularmente en contextos donde los saberes ancestrales desempe�an un papel fundamental en las pr�cticas alimenticias. Estos conocimientos, transmitidos de generaci�n en generaci�n, representan un patrimonio cultural que integra pr�cticas tradicionales, uso de alimentos aut�ctonos y remedios naturales que no solo enriquecen la dieta, sino que tambi�n fomentan la identidad y sostenibilidad cultural de las comunidades Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2019).
En Am�rica Latina, la combinaci�n de saberes ancestrales con estrategias de salud p�blica se ha convertido en un enfoque importante para abordar problemas de desnutrici�n y promover un desarrollo saludable durante los primeros a�os de vida. La Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS, 2023) estima que cerca del 45% de las muertes infantiles est�n relacionadas con desnutrici�n, muchas de las cuales podr�an prevenirse con intervenciones nutricionales tempranas, particularmente en los primeros 1.000 d�as de vida.
En este contexto, el rescate y fortalecimiento de pr�cticas ancestrales puede ofrecer soluciones sostenibles y culturalmente apropiadas, por la familiaridad que estas pr�cticas representan para las comunidades. Estudios recientes destacan la relaci�n entre la cosmovisi�n ind�gena y el desarrollo sustentable, enfatizando que las pr�cticas tradicionales no solo abordan aspectos nutricionales, sino tambi�n psicosociales y ambientales, contribuyendo al bienestar integral de las comunidades Comisi�n Econ�mica para Am�rica Latina y el Caribe (CEPAL, 2022).
En este sentido, en Ecuador los saberes ancestrales han sido documentados como herramientas clave en comunidades rurales para mejorar el estado nutricional de los ni�os, a trav�s del uso de cultivos locales como la quinua y el amaranto, ricos en prote�nas y micronutrientes esenciales (Carranza et al., 2021). Sin embargo, la preservaci�n de estos saberes enfrenta desaf�os significativos, entre ellos la falta de protecci�n jur�dica adecuada, la globalizaci�n y la migraci�n que debilitan los v�nculos con las tradiciones locales. Las instituciones internacionales y gobiernos han comenzado a valorar estos conocimientos como recursos invaluables para abordar problemas globales de seguridad alimentaria y desarrollo sostenible (ONU, 2023).
Asimismo, la relevancia de estos conocimientos no se limita al �mbito nutricional, tambi�n abarca la formaci�n de valores y pr�cticas comunitarias que fortalecen el tejido social. La integraci�n de saberes ancestrales en pol�ticas p�blicas podr�a ser clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente el ODS 2 (Hambre Cero) y el ODS 3 (Salud y Bienestar). Por tanto, resulta imprescindible continuar investigando y promoviendo el valor de estos conocimientos, especialmente en comunidades donde la vulnerabilidad econ�mica y social aumenta el riesgo de malnutrici�n en la infancia.
Importancia del problema
En la �ltima encuesta nacional sobre desnutrici�n infantil se determin� que actualmente el 27,2% de los ni�os menores de 2 a�os en Ecuador tiene desnutrici�n. Esta problem�tica repercute en la productividad del pa�s y tiene un impacto a lo largo de la vida de las personas (Ver Figura 1), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en el Ecuador (UNICEF/ECU, 2021) afirma que �Un ni�o o ni�a con desnutrici�n cr�nica puede tener problemas de aprendizaje en la edad escolar, sobrepeso, obesidad y enfermedades no transmisibles, como hipertensi�n o diabetes en la vida adulta, y dificultades para insertarse en el mercado laboral�.
Figura 1
Cifras de la desnutrici�n cr�nica en ni�os y ni�as menores de 5 a�os en Ecuador
Nota: Tomado de UNICEF/EC (2021). En Ecuador los gastos asociados a la malnutrici�n, como salud, educaci�n y p�rdida de productividad representan el 4,3% del producto interno bruto (PIB) ecuatoriano.
En este orden de ideas, el Ecuador tiene una de las tasas m�s altas de Desnutrici�n Cr�nica Infantil (DCI) de Am�rica Latina y la incidencia en las provincias como Chimborazo (39,4 %) o Santa Elena (39,3 %), superan la incidencia promedio en pa�ses como Malawi (39%), Afganist�n (38,2 %) o Nigeria (36,8 %), pa�ses con las prevalencias m�s altas del mundo (Fundaci�n CRISFE, 2023). Particularmente, en la provincia de Cotopaxi se registra un DCI del 27%, es as� que dentro de los factores que se han determinado como desencadenantes de esta problem�tica se tiene; la mala alimentaci�n, consumo de agua no potable, dificultades en la lactancia materna y bajos servicios de salud seg�n la Coordinaci�n de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador (CORAPE, 2024).
Al analizar estos problemas se puede incluir que la alimentaci�n est� basada en comidas que no proveen de todos los nutrientes necesarios que deber�an adquirir los ni�os menores de 6 a�os, provocando p�rdida de peso lo cual desencadena en una DCI. Las dietas establecidas por cada uno de los hogares han hecho que reemplacen alimentos nutritivos por alimentos no garantizados para una alimentaci�n saludable. Es as� que se ha observado que los ni�os que presentan mayores �ndices de desnutrici�n infantil, provienen de las zonas rurales, los mismos que por sus bajos recursos econ�micos no tienen calidad de vida, afectando directamente a la alimentaci�n.
Esto incurre en una contradicci�n, siendo de vital importancia el aprovechamiento del conocimiento sobre cultivo de alimentos ancestrales, que son ricos en nutriente y proveen altos valores nutricionales a los ni�os y ni�as en su etapa de crecimiento, tomando en cuenta lo expresado por Gua�a et al. (2020) cuando afirma que
La regi�n andina de Ecuador se caracteriza por su biodiversidad, es considerado como uno de los mayores centros de domesticaci�n de plantas cultivadas para la alimentaci�n. La FAO (2000) afirm� que cada planta que all� se cultiva es una clara evidencia de la cultura ancestral; siendo este concepto un fundamento para el estudio de la di�spora de los saberes culinarios y la cultura alimentaria de los pueblos andinos (p.02).
Sin embargo, es necesario reconocer que estos han dejado de ser consumidos por la poblaci�n rural, perjudicando la alimentaci�n de los ni�os y ni�as en esas zonas. Esta situaci�n generada en parte por la globalizaci�n y la migraci�n, ha provocado que las nuevas generaciones no tengan un conocimiento ancestral sobre alimentaci�n, nutrici�n y la salud. Los pueblos originarios ten�an gran conocimiento sobre plantas medicinales, granos, frutas, el agua y la tierra (Y�pez, 2022) y la reivindicaci�n de la herencia de los antepasados andinos posee altos valores gastron�micos que pueden contribuir a disminuir la DCI.
En vista de la importancia de la alimentaci�n ancestral para disminuir las DCI, la presente investigaci�n se realiz� con el prop�sito de identificar los saberes ancestrales en la alimentaci�n de ni�os y ni�as de 1 a 3 en la parroquia de Mulalillo, para prevenir y/o reducir la DCI, por medio de recetas con alimentos de calidad, ajust�ndose a los recursos aut�ctonos de la comunidad. De tal manera este proyecto investigativo aportar� a la Estrategia gubernamental Ecuador Crece sin Desnutrici�n, considerando que la provincia de Cotopaxi mantiene altos �ndices de desnutrici�n infantil en los sectores rurales.
En este sentido, la adecuada ingesta nutricional en la primera infancia es crucial, debido a que hay que considerar que el organismo se encuentra en un proceso de desarrollo y necesita de todos los nutrientes y vitaminas para conseguir una mejor salud, un crecimiento acorde a su edad, un ni�o bien alimentado tiene m�s oportunidades de tener un buen rendimiento acad�mico y una mejor calidad de vida, por ello es importante incluir a la ingesta diaria de los ni�os y ni�as alimentos ancestrales que son ricos en nutriciones y proveen de gran aporte nutricional en la primera infancia.
Esta investigaci�n adem�s de contribuir a la reducci�n de la DCI, tambi�n fortalecer� la conservaci�n de la identidad alimenticia de la comunidad, que con la aparici�n de los alimentos poco nutritivos, alimentos procesados, contaminados y con contenidos qu�micos, se ha ido perdiendo el consumo de alimentos propios de la zona y con ello la identidad alimentaria de la comunidad, recuperar los saberes ancestrales al consumir alimentos de origen natural, frescos, sin conservantes ni artificiales, consiguiendo la correcta ingesta de vitaminas, minerales, lo que asegurar�a un aporte de nutrientes adecuado para prevenir la desnutrici�n infantil en ni�os.
Uno de los principales debates y desaf�os de otorgar completa aceptaci�n de los alimentos y preparaciones ancestrales es precisamente en coincidencia con lo expresado por Y�pez (2022) �su tiempo de producci�n y preparaci�n, as� como las propiedades vitam�nicas, los ancianos contin�an en la lucha de mantener esa visi�n de que somos parte del todo� (p. 225). Es por ello que, dentro de las metas de esta investigaci�n, corresponde el aporte de la descripci�n nutricional en una matriz que explica los c�lculos por gramaje de los ingredientes de cada preparaci�n identificada como alimento ancestral, con la finalidad de visibilizar la importancia de estos alimentos para ayudar a disminuir la DCI.
Antecedentes y fundamentos te�ricos
En vista de la importancia que implica la reducci�n de la DCI, la Secretar�a T�cnica del Ecuador lidera la estrategia nacional Ecuador Crece sin Desnutrici�n Infantil cuyo objetivo principal es reducir la DCI en menores de 5 a�os, especialmente en los primeros 1,000 d�as de vida. La estrategia incluye un paquete priorizado de bienes y servicios dirigidos a madres gestantes y ni�os menores de dos a�os, promoviendo intervenciones en salud, educaci�n y asistencia social. Este enfoque est� alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS, 2030) de la Agenda 2030 de la Organizaci�n de las Naciones Unidas (ONU), donde tambi�n est� incluido el Plan Estrat�gico Institucional 2024-2025 y el Decreto Ejecutivo No. 404 (2022) que garantiza financiamiento basado en resultados y se fomenta el consumo de alimentos locales y ancestrales como parte de una dieta saludable y culturalmente apropiada para combatir la desnutrici�n.
����������� Asimismo, desde el Ministerio de Salud P�blica (MSP, 2024) se promueve el consumo de alimentos ancestrales, como quinua, amaranto y chocho, para aprovechar su alto valor nutricional y su conexi�n cultural. En el Plan Nacional de Salud, el MSP enfatiza la importancia de fortalecer la educaci�n alimentaria y garantizar el acceso a estos productos en comunidades vulnerables, particularmente en los informes de la Estrategia Nacional de Nutrici�n y el Acuerdo Ministerial 00026-2023.
Tambi�n el Ministerio de Inclusi�n Econ�mica y Social (MIES) lidera programas como Creciendo con Nuestros Hijos y los Centros de Desarrollo Infantil, que brindan asistencia a familias vulnerables. Estas iniciativas integran educaci�n nutricional y transferencia monetaria condicionada para promover una alimentaci�n saludable, incluyendo alimentos tradicionales, seg�n el Plan Toda una Vida, el MIES busca integrar las pol�ticas de nutrici�n con pr�cticas culturales y conocimientos ancestrales en comunidades ind�genas.
En este sentido, los saberes ancestrales est�n enfocados en la medicina, restauraci�n silvicultura, obra artesan�as, lenguas ancestrales, t�cnicas de conservaci�n, microclimas, extracci�n y alimentaci�n, labor, baldeo entre otros. Son importantes, ya que permiten una usanza de habitar e inspeccionar los usos, costumbres y tradiciones que han desastrado los ancestros a trav�s del tiempo, los saberes ancestrales abarcan una gran gama de conocimientos y t�cnicas que deben ser protegidos, promovidos, reconocidos y consolidados en descuento de toda la limosna y de a trav�s de las generaciones presentes y futuras.
En Ecuador existen alrededor de 18 pueblos y 15 nacionalidades ind�genas (Ver Tabla 1) cuyos saberes y tradiciones ancestrales se han invisibilizado, deslegitimado y desprestigiado, coloc�ndolos en la dependencia de saberes que corresponden a pueblos que igualmente viven en el subdesarrollo. Los saberes y tradiciones ancestrales forman parte de la identidad de un pa�s, cuyo prototipo de haza�as se postula como el buen vivir o Sumak Kawsay.
Tabla 1
Pueblos originarios que cultivan alimentos ancestrales andinos
Pueblos |
Provincias actuales |
Caranqui |
Imbabura |
Natabuela |
Imbabura |
Otavalo |
Imbabura |
Kayambi |
Pichincha, Imbabura |
Kitukara |
Pichincha |
Panzaleo |
Cotopaxi |
Chibuleo |
Tungurahua |
Salasaca |
Tungurahua |
Kichwa |
Tungurahua, Chimborazo |
Waranka |
Bol�var |
Puruh� |
Chimborazo |
Ka�ari |
Ca�ar, Azuay |
Saraguro |
Loja, Zamora |
Nota: Tomado y adaptado de (Y�pez, 2022)
En este contexto, investigaciones como la de Ruiz (2014), en su estudio sobre la identificaci�n de saberes alimentarios ancestrales y sus aportes nutricionales para los problemas de malnutrici�n infantil. Profundiz� en el conocimiento de su relaci�n con los problemas de malnutrici�n infantil, reflexionado en el marco de seguridad y soberan�a alimentaria, concluyendo que las pr�cticas alimentarias tradicionales de la comunidad, ofrecen aportes nutricionales significativos al ser ricos en calor�as, carbohidratos, prote�nas, calcio y hierro, aunque presentan deficiencias en grasa y vitamina A. Aunque los problemas nutricionales en ni�os eran m�nimos, la frecuente aparici�n de enfermedades indic� otros desaf�os para la salud, adem�s, se destac� que los cambios en las pr�cticas alimentarias podr�an incrementar la inseguridad alimentaria en la comunidad.
Por otro lado, Vargas (2021) se�ala que seg�n datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2015), los ni�os ind�genas enfrentan una prevalencia alarmante del 42,3% de retardo en el crecimiento en comparaci�n con otros grupos raciales. Este antecedente investigativo pretendi� determinar las conductas alimentarias de la poblaci�n ind�gena, espec�ficamente en relaci�n con la DCI, en ni�os mayores de 1 a�o y menores de 5 a�os. En cuanto al grado de desnutrici�n cr�nica, seg�n la curva de crecimiento del AIEPI, el 76,7% se ubic� en el percentil -2, y el 23,3% en el percentil -3. Todos los ni�os recibieron lactancia materna exclusiva, pero el 73,3% desconoci� los beneficios de esta pr�ctica. El 86,7% de los ni�os recibi� lactancia materna hasta m�s de un a�o, mientras que se inici� entre los 6 y 8 meses en el 73,3% de los casos, mayormente con una dieta l�quida tipo "sopa" de la alimentaci�n familiar.
El apoyo institucional, gubernamental y los estudios que se realizan demuestran la importancia que tiene enfocar los esfuerzos por una infancia m�s saludable, con la reducci�n del DCI y los mecanismos adecuados para lograrlo se pueden obtener resultados que beneficien a la poblaci�n m�s vulnerable. Estas investigaciones que anteceden demuestran que es posible hacerlos a trav�s de la alimentaci�n y los saberes ancestrales.
Desarrollo de conductas alimentarias y patrones de alimentaci�n
Mantener una dieta equilibrada durante la edad preescolar permite que el ni�o crezca de forma �ptima, mantenga un desarrollo adecuado y mejore su salud, una nutrici�n adecuada en la infancia ayuda a prevenir enfermedades como la anemia ferrop�nica, la desnutrici�n, las caries, el sobrepeso y la obesidad (Borja, 2021). En la infancia se desarrolla la motricidad del ni�o, con la que controla el uso de los utensilios de comida y tambi�n participa en la preparaci�n de platos sencillos. En esta etapa es posible compartir tareas alimentarias como; preparar la mesa, cortar la comida, pelar verduras, hacer un s�ndwich, etc., por lo que practicando estas tareas aprender�s a cooperar con la familia, fortalecer�s el desarrollo de la autoestima y mejorar�s tus conocimientos y habilidades en el campo de la nutrici�n (Cisneros, 2021).
�Los padres y hermanos mayores influyen mucho en el comportamiento del ni�o hacia la alimentaci�n y las preferencias alimentarias durante esta etapa, adem�s, los padres son responsables de los alimentos disponibles en el ambiente de comedor del hogar y a la hora de servir las preparaciones, mientras que el ni�o es responsable de la cantidad ingerida. Es importante que los padres sean modelos positivos para sus hijos, mostrando conductas alimentarias adecuadas que orienten al ni�o a elegir alimentos saludables, especialmente cuando est�n fuera de casa.
Otro punto muy importante a considerar es la hora de comer, ya que el ni�o comienza a participar en diversas actividades escolares, y a medida que los horarios de los miembros de la familia cambian, reunirse para compartir las comidas se vuelve a�n m�s dif�cil. contin�a a la hora de las comidas cuando se fortalecen las conexiones emocionales, inician conversaciones, comparten tiempo de calidad, afecto, generan confianza a trav�s de la nutrici�n, el aprendizaje, el vocabulario, las relaciones y la mejora de la salud emocional (Cisneros, 2021).
Cuando un ni�o crece, pasa m�s tiempo fuera de casa durante la edad escolar, lo que contribuye mucho a su desarrollo y crecimiento normal, moldea su personalidad, crea diversos gustos y aversiones, tambi�n aqu� se puede ver la influencia de los dem�s, cambian sus deseos, lo que lleva a cambios en las actitudes hacia la comida, porque estas actitudes se extienden m�s all� de la familia, lo que puede llevar al rechazo de la comida, porque los ni�os piden alimentos nuevos o nuevos de momento en momento, rechazar a alguien que sol�a ser uno de sus favoritos bas�ndose en las recomendaciones de otro ni�o.
En este contexto, surge la interrogante de c�mo el rescate de los saberes ancestrales en la alimentaci�n podr�a constituir una estrategia eficaz y culturalmente arraigada para mitigar la desnutrici�n cr�nica infantil en la Parroquia Mulalillo. La falta de incorporaci�n de conocimientos tradicionales en las pr�cticas alimentarias contempor�neas podr�a ser un elemento clave en la perpetuaci�n de la desnutrici�n cr�nica, justificando as� la necesidad apremiante de explorar este enfoque como una soluci�n potencial. La comprensi�n profunda de los saberes ancestrales en la alimentaci�n, espec�ficos de la comunidad de Mulalillo, puede revelar pr�cticas y recursos valiosos que han sido subestimados o pasados por alto en los esfuerzos previos de prevenci�n.
Materiales y m�todos
Enfoque de la investigaci�n
El paradigma utilizado en el estudio fue de enfoque mixto o cuali - cuantitativo, el cual permiti� tanto obtener informaci�n documental como del campo o la realidad objeto de estudio, esto permiti� a su vez tener una visi�n m�s integral de la DCI en el pa�s y la importancia de conocer los acervos culturales aut�ctonos y que su rescate pueden dar respuestas a problemas sociales, de salud y alimentarios en la actualidad. Mencionan Hern�ndez y Mendoza (2018) que la investigaci�n mixta �permite obtener una comprensi�n m�s completa y enriquecedora de un fen�meno estudiado� (p.35).
Dise�o y nivel de investigaci�n
El documento que se presenta forma parte del proyecto del grupo de investigaci�n Alimentaci�n Saludable de la Coordinaci�n de Tecnolog�a Superior en Desarrollo Infantil Integral del Instituto Superior Tecnol�gico Cotopaxi (ISTC), bajo la l�nea de investigaci�n Inclusi�n Social y Econ�mica, la finalidad principal fue determinar la incidencia de los saberes ancestrales en la alimentaci�n para prevenir la desnutrici�n infantil en ni�os y ni�as de 1 a 3 a�os en la parroquia Mulalillo.
Se utiliz� como dise�o la investigaci�n de campo, con apoyo en documental y como nivel la investigaci�n descriptiva � explicativa. Primeramente, el estudio se centr� en la recolecci�n de datos in situ, permitiendo captar informaci�n actualizada y espec�fica de la realidad estudiada, esto se logr� mediante t�cnicas como la observaci�n no participante y/o la encuesta aplicada directamente en el contexto. Por otro lado, se complement� con la revisi�n de fuentes documentales como libros, art�culos, y registros hist�ricos para establecer antecedentes y enriquecer el an�lisis, la combinaci�n de ambos dise�os permitieron la triangulaci�n de informaci�n, mejorando la validez de los resultados.
����������� En este orden de ideas, la investigaci�n descriptiva busc� identificar las caracter�sticas y particularidades del problema, proporcionando una base detallada y estructurada del objeto de estudio. El nivel explicativo profundiz� en las relaciones de causa � efecto con la interrelaci�n de las variables implicadas, clave para comprender la din�mica subyacente de la investigaci�n y generar conocimiento aplicado.
Tipo de investigaci�n
����������� El tipo de investigaci�n tuvo su enfoque por su �rea de estudio en human�stica y/o cient�fico social, por su objetivo aplicada no experimental. Este tipo de estudio fue fundamental para entender c�mo los conocimientos tradicionales sobre alimentaci�n impactan en el DCI. Mediante la investigaci�n human�stica se interpretaron los saberes y pr�cticas culturales relacionadas con la alimentaci�n ancestral, explorando su valor simb�lico y pr�ctico en la prevenci�n de la desnutrici�n. Por otro lado, desde una perspectiva cient�fico-social, se analizaron las din�micas sociales y econ�micas que condicionan el acceso a alimentos nutritivos y culturalmente relevantes (Hern�ndez et al., 2018).
����������� El enfoque aplicado del estudio permiti� vincular los hallazgos te�ricos con soluciones pr�cticas, dirigidas a mejorar las condiciones de vida de los ni�os en la parroquia Mulalillo. Esto implic� evaluar c�mo los conocimientos tradicionales pueden integrarse con estrategias de salud p�blica para abordar un problema de impacto cr�tico como la DCI. La investigaci�n no experimental, caracter�stica de este dise�o, se bas� en la observaci�n y an�lisis de variables en su entorno natural, sin la manipulaci�n de estas (Dankhe y Torres, 2021).
En este caso, se identificar�n las pr�cticas alimenticias ancestrales utilizadas en la comunidad y su relaci�n con los indicadores de salud infantil, siendo la DCI un problema complejo que requiere intervenciones culturalmente sensibles y basadas en evidencia. Al vincularlos con enfoques cient�ficos, se fomenta una integraci�n que puede ser replicada en otras comunidades con caracter�sticas similares, y que sirva de pilotaje para extender el conocimiento a otras provincias de la regi�n y del pa�s. Para ello se establecieron tres objetivos estrat�gicos operacionales que se describen en la Tabla 2.
Objetivos espec�ficos del proyecto
|
Objetivos Espec�ficos |
Resultado de cada objetivo espec�fico |
Valor (%) |
1 |
Determinar el porcentaje de desnutrici�n cr�nica infantil en la parroquia de Mulalillo |
Base de datos MIES - MSP |
33.3% |
2 |
Determinar el consumo de alimentos ancestrales en la parroquia de Mulalillo |
Encuesta |
33.3% |
3 |
Implementar a la dieta diaria recetar alimenticios a base de productos ancestrales
|
Plan alimenticio |
33.3% |
La relevancia de este estudio radic� en su capacidad para promover un aporte de desarrollo inclusivo que respete y aproveche los conocimientos ancestrales, estos saberes no solo forman parte del patrimonio cultural, sino que tambi�n ofrecen soluciones sostenibles y accesibles para prevenir la desnutrici�n.
Unidad y/o colectivo a investigar
Los beneficiarios directos fueron los ni�os y ni�as de 1 a 3 a�os de edad de la parroquia de Mulalillo, siendo los beneficiarios indirectos los padres de familia, educadores y autoridades del GAD Parroquial. Esta parroquia se caracteriza porque a pesar de que la agricultura familiar desarrollada en las comunidades aporta y genera ingresos econ�micos familiares y abastece a los mercados locales, la pobreza por NBI alcanza el 87,6% de su poblaci�n, contradiciendo la riqueza y abundancia de su tierra (Gobierno Aut�nomo Descentralizado Parroquial Mulalillo, 2024).
T�cnicas y procesamiento de la informaci�n y/o datos
Para determinar la incidencia de los saberes ancestrales en la alimentaci�n y su influencia en la prevenci�n de la desnutrici�n cr�nica infantil (DCI) en ni�os y ni�as de 1 a 3 a�os en la parroquia Mulalillo, se desarroll� un enfoque metodol�gico estructurado que incluy� t�cnicas de recolecci�n y an�lisis de datos con herramientas modernas y una estrategia de muestreo adecuada al contexto de estudio.
La encuesta fue de 15 preguntas mixtas, estructuradas de la siguiente manera: preguntas de selecci�n m�ltiple, orientadas a identificar las opciones alimenticias m�s comunes, y preguntas dicot�micas cerradas, que permitieron obtener respuestas claras y concretas sobre la percepci�n de los alimentos ancestrales y su posible impacto en la salud infantil. Este instrumento fue aplicado a trav�s de la herramienta tecnol�gica Google Forms, lo que facilit� tanto su distribuci�n como la recopilaci�n autom�tica de las respuestas en una base de datos inicial. Hern�ndez, Fern�ndez y Baptista (2014) �La encuesta es un m�todo efectivo para recopilar informaci�n de una poblaci�n espec�fica, especialmente cuando se trata de explorar conocimientos, actitudes y pr�cticas sobre temas determinados� (p. 202).
Los datos recopilados mediante Google Forms fueron migrados al software Microsoft Excel 2019, donde se llev� a cabo el procesamiento estad�stico. En primer lugar, se construyeron tablas de frecuencia para resumir y organizar las respuestas de los participantes. Estas tablas permitieron identificar patrones y tendencias significativas en las preferencias alimentarias y el conocimiento de los padres sobre los alimentos ancestral. Los datos se representaron gr�ficamente para facilitar la visualizaci�n de los resultados, esto permiti� comunicar de manera m�s efectiva los hallazgos preliminares y evaluar la percepci�n general sobre la relevancia de los alimentos tradicionales en la dieta de los ni�os.
Como parte del tratamiento de los datos, se desarroll� una matriz alimenticia en la segunda fase del estudio. Esta matriz, construida a partir de los conocimientos recopilados en las encuestas y la revisi�n bibliogr�fica, tuvo como prop�sito confirmar las bondades nutricionales de los alimentos ancestrales identificados por los participantes.
La matriz alimenticia sirvi� como herramienta clave para estructurar una propuesta fundamentada en el uso de alimentos ancestrales, tales como quinua, amaranto y ma�z, entre otros, para combatir la desnutrici�n infantil. Fajardo y Torres (2018) afirman que �La matriz alimenticia es una herramienta que permite relacionar las propiedades nutricionales de los alimentos con las necesidades espec�ficas de una poblaci�n, facilitando la elaboraci�n de dietas balanceadas y culturalmente adaptadas� (p.45).
Los resultados obtenidos subrayaron la importancia de rescatar y promover estos saberes en las comunidades rurales, donde su aplicaci�n puede tener un impacto significativo en la salud y el bienestar de los ni�os y ni�as. Tal como expresan Zambrano et al. (2020) �El dise�o de una matriz alimenticia implica la identificaci�n de alimentos locales, su composici�n nutricional y los beneficios espec�ficos que estos pueden ofrecer en la prevenci�n de enfermedades como la desnutrici�n cr�nica infantil� (p. 88).
Resultados y discusi�n
����������� Para iniciar fue necesario realizar una exploraci�n sobre los h�bitos alimenticios de los ni�os de 1 a 3 a�os de la muestra seleccionada para el estudio. Se encontraron hallazgos que permitieron determinar la incidencia de los saberes ancestrales en la alimentaci�n para prevenir la DCI en ni�os y ni�as de 1 a 3 a�os en la parroquia Mulalillo. Los resultados obtenidos permitieron explorar la relaci�n entre las pr�cticas alimenticias tradicionales y la prevalencia de desnutrici�n, as� como identificar patrones de consumo de alimentos en las familias locales.
Resultados encuesta a padres opini�n sobre alimentos ancestrales
Nota: Por las Autoras (2024) a partir de la informaci�n tomada del campo
Uno de los hallazgos m�s relevantes es la marcada preferencia de las familias de Mulalillo por los alimentos naturales, tradicionales, ancestrales y aut�ctonos. Un 96% de los encuestados indic� que prefieren estos alimentos sobre los procesados de r�pida cocci�n, que solo representan un 4% del consumo. Asimismo, en el Gr�fico 1 se puede apreciar que coincide con que un 100% tiene preferencias por los alimentos de consumo local, preparados tradicionalmente. Esto subraya el fuerte arraigo de los saberes ancestrales en la comunidad, donde los alimentos como el ma�z (72%), las habas (48%) y el fr�jol (24%) son altamente valorados por sus propiedades nutricionales, que se pueden observar en el Gr�fico 2 y 3.
Resultados encuesta a padres opini�n sobre consumo de alimentos ancestrales
Nota: Por las Autoras (2024) a partir de la informaci�n tomada del campo
El morocho y el chocho, aunque son alimentos tradicionales, tienen un menor nivel de consumo (4% cada uno), lo que podr�a estar relacionado con factores de disponibilidad o conocimiento limitado sobre su preparaci�n. Por otro lado, la m�chica, un cereal ancestral, alcanza un consumo del 16%, destac�ndose como una opci�n accesible y nutritiva. En la categor�a de cereales, el ma�z es el alimento dominante con un 72% de preferencia, seguido del mote (4%). Esto indica que las familias reconocen el valor nutricional del ma�z, que no solo es una fuente de carbohidratos, sino tambi�n un componente fundamental de la dieta andina.
Gr�fico 3
Resultados encuesta a padres opini�n sobre consumo de alimentos ancestrales
Nota: A partir de la informaci�n tomada del campo (2024)
En el Grafico 3, se puede observar que, en cuanto a las leguminosas, las habas son las m�s consumidas (48%), seguidas del fr�jol (24%) y la arveja (12%). El garbanzo (12%) y la alfalfa (4%) tienen menor consumo, posiblemente debido a que no son cultivos tradicionales de la regi�n o porque su preparaci�n no es ampliamente conocida. Las leguminosas son esenciales por su contenido en prote�nas, lo que resalta la importancia de fomentar su inclusi�n en la dieta infantil.
La papa (80%) y el melloco (20%) son los tub�rculos m�s accesibles y econ�micos para las familias rurales. Esto confirma su papel como pilares en la alimentaci�n cotidiana, especialmente en comunidades donde los recursos econ�micos son limitados. Entre las frutas, el capul� destaca con un 52% de consumo, seguido de la manzana (20%) y la mora (12%). El taxo tiene una representaci�n m�nima (4%), lo que podr�a deberse a su disponibilidad estacional.
Por su lado, las hortalizas como la acelga (60%) y el br�coli (32%) tienen un alto nivel de consumo, mientras que el sambo es menos representativo (8%). Este patr�n de consumo podr�a estar relacionado con la facilidad de acceso o con el conocimiento sobre los beneficios espec�ficos de cada hortaliza. El consumo de plantas medicinales tambi�n es significativo, destacando la manzanilla (40%), el eucalipto (24%) y el or�gano (20%). Estas plantas son valoradas por sus propiedades curativas y refuerzan la conexi�n entre los saberes ancestrales y la salud infantil.
Luego de obtener los resultados descritos, se procedi� a elaborar una matriz alimenticia que parti� de recetas sencillas basadas en la disponibilidad de alimentos ancestrales en la parroquia (Tabla 3).
Tabla 3
Matriz recetas nutritivas a partir de alimentos ancestrales
Alimento Ancestral |
Receta/Preparaci�n |
Ingredientes Clave |
Nutrientes Principales |
Impacto Nutricional |
Quinua |
Papilla de quinua con pl�tano y leche |
Quinua, pl�tano maduro, leche entera |
Prote�nas (quinua), fibra (pl�tano), calcio (leche), hierro, zinc, magnesio |
Favorece el desarrollo muscular y fortalece el sistema inmunol�gico. |
Amaranto |
Atole de amaranto con canela |
Amaranto, leche entera, canela, miel |
Calcio (amaranto y leche), hierro, prote�nas, vitamina B6 |
Apoya la formaci�n de huesos y la producci�n de hemoglobina. |
Camote (batata) |
Pur� de camote con mantequilla y miel |
Camote, mantequilla, miel |
Vitamina A (camote), carbohidratos complejos, grasas saludables |
Mejora la salud ocular y proporciona energ�a sostenida. |
Ma�z |
Mazamorra de ma�z con frutas |
Harina de ma�z, agua, trozos de frutas (mango, papaya o pl�tano), panela |
Antocianinas, carbohidratos (ma�z y frutas), hierro, vitamina C |
Antioxidante, previene da�os celulares y fortalece la sangre. |
Ch�a |
Pud�n de ch�a con leche y mango |
Semillas de ch�a, leche entera, mango |
Omega-3 (ch�a), calcio, fibra, vitamina A (mango) |
Estimula el desarrollo cerebral y promueve la digesti�n saludable. |
Yuca |
Croquetas de yuca rellenas de pollo o queso |
Yuca, pollo desmenuzado o queso fresco, huevo, pan rallado |
Carbohidratos (yuca), prote�nas (pollo o queso), vitamina C |
Proporciona energ�a y refuerza el sistema inmunol�gico. |
Pl�tano (verde o maduro) |
Bolitas de pl�tano maduro con queso al horno |
Pl�tano maduro, queso fresco, mantequilla |
Potasio (pl�tano), vitamina B6, carbohidratos complejos, calcio (queso) |
Promueve el equilibrio electrol�tico y energ�a sostenida. |
Guayusa (infusi�n) |
Bebida de guayusa con miel |
Hojas de guayusa, agua, miel |
Antioxidantes (guayusa), vitaminas B y C |
Mejora la energ�a y refuerza las defensas. |
Man� |
Crema de man� natural con pan integral |
Man� tostado, pan integral |
Grasas saludables (man�), vitamina E, prote�nas, fibra |
Apoya el desarrollo cerebral y mejora la absorci�n de vitaminas. |
Aguacate |
Pur� de aguacate con lim�n y trocitos de huevo cocido |
Aguacate, lim�n, huevo cocido |
Grasas saludables (aguacate), vitamina E, prote�nas (huevo), potasio |
Fortalece el cerebro y el sistema nervioso. |
Lentejas |
Papilla de lentejas con zanahorias y aceite de oliva |
Lentejas, zanahorias, cebolla, aceite de oliva |
Hierro (lentejas), vitamina A (zanahorias), prote�nas, �cidos grasos saludables |
Previene la anemia y mejora la energ�a. |
Papa andina |
Guiso de papas con leche y queso fresco |
Papas andinas, leche entera, queso fresco, cebolla |
Carbohidratos (papas), calcio (leche y queso), vitamina C |
Proporciona energ�a y mejora la inmunidad. |
Mora |
Compota de mora con miel o panela |
Moras, miel o panela, agua |
Vitamina C (moras), hierro, antioxidantes |
Mejora la absorci�n de hierro y combate el estr�s oxidativo. |
Nota: A partir de la informaci�n tomada del campo (2024)
En la Tabla 3 se present� de forma sintetizada las propiedades de algunas recetas basadas en alimentos ancestrales disponibles, de f�cil acceso, con poco uso de ingredientes, pero con un alto valor nutritivo, id�neo para alimentar a ni�os de 1 a 3 a�os por su variedad y balance, las recetas son atractivas para los ni�os y ofrecen una combinaci�n de sabores y texturas para estimular el apetito. Tambi�n son culturalmente relevantes por utilizar alimentos ancestrales, lo que asegura que las familias puedan adoptar estas pr�cticas f�cilmente y son f�ciles de preparar, la mayor�a de las recetas requieren ingredientes locales y m�todos de cocci�n simples.
El an�lisis revel� que el 44% de los encuestados afirma tener conocimientos ancestrales sobre la alimentaci�n en la primera infancia, mientras que el 56% no los posee. Esto sugiere una brecha en la transmisi�n intergeneracional de estos saberes, lo que plantea un desaf�o para su preservaci�n y aplicaci�n en contextos modernos. Los resultados indicaron que los saberes ancestrales tienen un impacto positivo en la prevenci�n de la DCI, especialmente cuando se integran alimentos naturales como el ma�z, las habas y las frutas locales en la dieta diaria.
Conclusiones
Determinar la incidencia de los saberes ancestrales en la alimentaci�n para prevenir la DCI en ni�os y ni�as de 1 a 3 a�os en la parroquia Mulalillo permiti� visibilizar el desconocimiento sobre pr�cticas alimenticias saludables y la limitada transmisi�n de saberes ancestrales que representan barreras importantes para maximizar su incidencia.
La promoci�n de programas educativos que combinen los conocimientos ancestrales con enfoques modernos puede ser clave para mejorar la nutrici�n infantil. Asimismo, fomentar el acceso a alimentos aut�ctonos y resaltar sus beneficios nutricionales es esencial para reducir la DCI en la parroquia Mulalillo.
La falta de conocimiento sobre pr�cticas alimentarias saludables es una de las principales causas identificadas en DCI, con un 80% de los encuestados se�alando este factor. Esto evidencia la necesidad de promover programas educativos que integren los saberes ancestrales con conocimientos modernos sobre nutrici�n infantil.
Por otro lado, un 20% de los participantes identific� la prevalencia de enfermedades infecciosas como una causa subyacente de la desnutrici�n, esto sugiere que, adem�s de una dieta adecuada, es esencial abordar factores de salud p�blica para prevenir la desnutrici�n.
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� 2025 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)
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