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El m�todo Montessori en la ense�anza b�sica
The Montessori method in basic education
O m�todo Montessori no ensino b�sico
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Correspondencia: ines.paredes@ueb.edu.ec
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������������������������������������������������������� Ciencias de la Educaci�n
Art�culo de Investigaci�n
* Recibido: 12 de enero de 2025 *Aceptado: 23 de febrero de 2025 * Publicado: �31 de marzo de 2025
I. Universidad Estatal de Bol�var, Direcci�n de Posgrado y Educaci�n Continua, Maestr�a en Educaci�n Inicial, Guaranda, Ecuador.
II. Universidad Estatal de Bol�var, Direcci�n de Posgrado y Educaci�n Continua, Maestr�a en Educaci�n B�sica, Guaranda, Ecuador.
Resumen
Palabras clave: Ense�anza; aprendizaje; m�todo Montessori; creatividad; autonom�a.
Abstract
Education is a process that responds to changes in the environment. In this sense, the use of methods that promote autonomy, critical thinking, and creativity from an early age is justified in order to guarantee quality education that fosters the comprehensive well-being of children. The article aimed to analyze the contribution of the Montessori method to basic education, which was established in response to the problem of the prevalence of the traditional educational model that prioritizes the mechanical transmission of knowledge and is oriented toward memorization. As an alternative, the elements, principles, and dimensions of the Montessori method were examined, as well as the challenges its implementation could face in educational institutions. The methodological approach established a qualitative focus and bibliographic design that combined data collection techniques such as documentary review, allowing for a deeper understanding of Maria Montessori's contribution to basic education. A database of 10 scientific articles available in journals in the Latindex database was selected. The results showed that this methodology, when properly implemented, provides multiple substantial teaching benefits, such as fostering children's independent development and meaningful learning, enhancing innate qualities such as curiosity, exploration, and critical thinking that define an absorbent mind, and providing prepared environments and the mediation of trained teachers to select appropriate materials and detect sensitive periods.
Keywords: Teaching; learning; Montessori method; creativity; autonomy.
Resumo
A educa��o � um processo que responde �s mudan�as do ambiente. Isto justifica a utiliza��o de m�todos que promovam a autonomia, o pensamento cr�tico e a criatividade desde tenra idade, de forma a garantir uma educa��o de qualidade que promova o bem-estar geral das crian�as. O artigo teve como objetivo analisar o contributo do m�todo Montessori para a educa��o b�sica, que foi institu�do em resposta ao problema da preval�ncia do modelo educativo tradicional, que prioriza a transmiss�o mec�nica do conhecimento e se centra na memoriza��o. Em alternativa, a abordagem proposta incluiu os elementos, princ�pios e dimens�es do m�todo Montessori, bem como os desafios que a sua implementa��o poderia enfrentar nas institui��es de ensino. A abordagem metodol�gica estabeleceu um enfoque qualitativo e um desenho bibliogr�fico que combinava t�cnicas de recolha de dados como a revis�o documental, permitindo uma compreens�o mais aprofundada do contributo de Maria Montessori para a educa��o b�sica. Foi selecionada uma base de dados de 10 artigos cient�ficos dispon�veis em revistas na base de dados Latindex. Os resultados mostraram que esta metodologia, quando implementada corretamente, proporciona m�ltiplos benef�cios substanciais para o ensino, tais como promover o desenvolvimento aut�nomo e a aprendizagem significativa nas crian�as, melhorar qualidades inatas como a curiosidade, a explora��o e o pensamento cr�tico que definem a capacidade de uma mente absorvente, e proporcionar ambientes preparados e a media��o de professores treinados para selecionar materiais apropriados e detetar per�odos sens�veis.
Palavras-chave: Ensino; aprendizagem; M�todo Montessori; criatividade; autonomia.
Introducci�n
La metodolog�a tradicional de ense�anza, hasta la actualidad sigue presente en la mayor�a de las instituciones educativas ecuatorianas, caracterizada por un enfoque inidireccional centrado en la transmisi�n pasiva de conocimientos, mediados por clases expositivas, presenta limitaciones para el desarrollo de los estudiantes, este modelo pedag�gico prioriza la memorizaci�n y repetici�n de contenidos, dejando en un segundo plano el pensamiento cr�tico, la creatividad y las habilidades de resoluci�n de problemas que constituyen competencias fundamentales en la formaci�n de los ni�os y ni�as.
Otro de los aspectos fuertemente criticados, en aquel modelo es la tendencia de homogenizaci�n, seg�n lo argumentado por D'Arbel y Lozano (2021) pasa por alto los diferentes estilos y ritmos de aprendizaje de los estudiantes, lo que gradualmente conduce a la desmotivaci�n� y desconexi�n con el proceso de ense�anza, principalmente en quienes tienen dificultades para adaptarse a este esquema estandarizado; puesto que la educaci�n de vuelve un proceso r�gido y eminentemente fragmentado que deja de lado las dimensiones socioemocionales que son trascendentales, que en definitiva terminan por influir negativamente sobre el desempe�o acad�mico.
Otra de las consecuencias, a mencionar en esta metodolog�a, es el m�nimo espacio que se proporciona a la creatividad, el hecho de centrarse en la parte cognitiva y de reducir el aprendizaje a la repetici�n de informaci�n transmitida unidireccionalmente, deja como resultado que los estudiantes se encasillen en un pensamiento lineal en detrimento de la exploraci�n e innovaci�n; de acuerdo con Estrella y Garc�s (2019) dicha ausencia de est�mulos puede conducir a un ambiente de aprendizaje donde la curiosidad natural e imaginaci�n, as� como la capacidad de generar ideas originales son paulatinamente son comprimidos.
El pensamiento cr�tico es otro de las habilidades desestimadas por la ense�anza tradicional, cuyo atributo primordial es la repetici�n de informaci�n, en este marco Carvajal (2022) en su estudio vislumbr� que el an�lisis y la reflexi�n escasamente tienen lugar en la ense�anza tradicional, porque los estudiantes ven reducidas las oportunidades de cuestionar, evaluar y formular argumentos propios, debido a la estructura m�nimamente flexible propia de aquella metodolog�a, que fue establecida a partir de la Revoluci�n Industrial, con el fin de instruir al recurso humano que pasar�a a convertirse en trabajadores de las f�bricas que por aquel entonces empezaban a proliferar.
Seg�n Pe�aherrera et al. (2022) los ni�os y ni�as que se encuentran inmersos en este enfoque muestran un menor desarrollo de habilidades vitales como la autonom�a, por lo tanto, dependen en mayor medida de las instrucciones de los padres o docentes para realizar sus actividades, eso implica en el corto y largo plazo una limitaci�n para tomar decisiones y resolver problemas de manera independiente, situaci�n que compromete el nivel de confianza en s� mismos.
En vista de la problem�tica, se cuestiona: �si la inclusi�n de la metodolog�a Montessori puede contribuir al mejoramiento de la ense�anza en Educaci�n B�sica, y cu�les son realmente sus beneficios?, esta interrogante surge en medio de la evidente necesidad de transformar el enfoque educativo tradicional que en muchos aspectos no es capaz de solventar las demandas de los estudiantes, cuyo proceso de formaci�n pide a gritos cambios que prioricen la autonom�a, creatividad, aprendizaje experiencial que justamente fueron considerados por Mar�a Montessori, hace un siglo, no obstante, hasta la actualidad su eco sigue reclamando un lugar en las instituciones educativas ecuatorianas.
Desarrollo
A principios del siglo XX por 1907, cuando el m�todo Montessori, vio sus albores en Italia, la corriente pedag�gica que prevalec�a era el conductismo, influenciado por las teor�as de Pavlov y Skinner, que concebian el aprendizaje como el resultado de est�mulos externos y refuerzos, con un enfoque en el control sobre el comportamiento observable, dando por sentado que los ni�os aprend�an mediante la recompensa o el castigo�(Medina, 2019). En este panorama, Mar�a Montessori revolucion� lo preconcebido por aquel entonces, al proponer una educaci�n con �nfasis en el ni�o, que promov�a la libertad, el aprendizaje autodirigido y el desarrollo natural por medio del descubrimiento activo.
En este escenario, el M�todo Montessori, surgi� como una de las pedagog�as de mayor influencia en la educaci�n contempor�nea, situando al ni�o como un ser activo en el proceso de aprendizaje, en la b�squeda de fortalecer su autonom�a a trav�s de la configuraci�n de un ambiente que potencia la exploraci�n y el descubrimiento a su propio ritmo y estilo, que busca fomentar un aprendizaje significativo, que valora la curiosidad y la capacidad innata de aprendizaje que todos como seres humanos poseen.
En contraste, con las premisas del sistema educativo de la �poca, la creadora de los cimientos de esta metodolog�a, marc� un hito al concebir una visi�n totalmente innovadora, de acuerdo a Hern�ndez et al. (2021) parti� de su trabajo con ni�os con necesidades especiales, en cuya experiencia evidenci� el potencial de aprendizaje que presentaban los menores cuando se les proporcionaba un entorno propicio y materiales did�cticos, dise�ados espec�ficamente para despertar su curiosidad. Seg�n G�mez (2023) con la observaci�n y la creaci�n de ambientes de aprendizaje enriquecidos, se estructur� un modelo que traspas� fronteras llegando a incidir en los sistemas educativos globales.
Con el pre�mbulo dado, Borba et al. (2019) asiente que las nociones de Mar�a Montessori, desafiaron por completo los conceptos establecidos, puesto que se trataba de un vuelco de 180�, es decir, que se cuestion� en profundidad, la forma de aprender y ense�ar, planteando una alternativa efectiva frente a la ense�anza predominante y generalizada, sent� las bases para un modelo educativo que ubic� en primera plana el desarrollo integral de los estudiantes, buscando empoderarlos como protagonistas de su educaci�n, que pueden y deben participar activamente en su proceso de aprendizaje, manteniendo equilibrio entre los cognitivo y lo emocional.
De acuerdo a Barros (2022), las ideas de diferentes te�ricos como Froebel, Rousseau y Pestalozzi constituyeron los cimientos del modelo Montessori, que emergi� como un enfoque innovador dejando una huella profunda en los sistemas educativos, marcando un punto de inflexi�n en el desarrollo de la pedagog�a moderna; su legado contin�a moldeando la concepci�n del proceso de ense�anza aprendizaje, en la b�squeda de una educaci�n m�s inclusiva, personalizada y enfocada en un desarrollo aut�ntico.
En la Tabla 1 se establecieron definiciones del M�todo Montessori, que evidenci� elementos en com�n, como el respeto por el ritmo individual de aprendizaje, la promoci�n de la autonom�a y la autodisciplina, as� como la presencia de ambientes preparados. Todos los autores coinciden en que los estudiantes deben situarse como el centro del proceso educativo, experimentando y aprendiendo de forma activa en el contexto de un entorno estructurado. Es posible notar que algunos autores enfatizan en el rol de estudiante, otros concentran su atenci�n en desarrollo sensorial y la curiosidad innata de la ni�ez; estas diferencias podrian explicarse con las m�ltiples dimensiones de este m�todo.
Tabla 1: Concepciones del m�todo Montessori
Autor |
Definici�n |
Llerena et al. (2023) |
Se basa en el respeto por el ritmo individual de cada ni�o, el aprendizaje pr�ctico y el ambiente preparado, que promueve el desarrollo integral a trav�s de la autonom�a y el autoeducaci�n. |
Es una filosof�a basada en la ciencia, que fomenta el aprendizaje aut�nomo y el descubrimiento, priorizando el desarrollo de la concentraci�n, la autodisciplina y la independencia. |
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D'Arbel y Lozano (2021) |
Es un modelo educativo que se enfoca en el ni�o como el centro del proceso de aprendizaje, donde los educadores gu�an sin interferir, permitiendo al ni�o explorar de manera libre en un entorno cuidadosamente dise�ado para el autoaprendizaje y la exploraci�n. |
Sanchidrian (2020) |
Es una forma de educar para la vida, donde el objetivo es desarrollar el potencial humano de cada ni�o en un ambiente de libertad y estructura, ayudando al a convertirse en un adulto responsable y aut�nomo. |
Scippo (2024) |
Es una educaci�n para la independencia, dise�ada para desarrollar la autodirecci�n del ni�o en un entorno ordenado, permitiendo la libertad dentro de l�mites, y centrada en el aprendizaje sensorial y concreto en los primeros a�os de vida. |
Scarpini (2020) |
Es una forma de educaci�n que cultiva la curiosidad natural del ni�o, utilizando materiales concretos que promueven el aprendizaje pr�ctico y autodirigido, en un entorno donde se respetan los intereses y ritmos individuales de cada ni�o. |
Borba et al. (2019) |
Se enfoca en la educaci�n como un proceso que respeta el desarrollo natural del ni�o, con �nfasis en las primeras etapas de la vida del ni�o, donde el movimiento y el desarrollo sensorial son esenciales para la construcci�n del intelecto y la personalidad. |
Nota. Elaborado a partir de la revisi�n bibliogr�fica
Tal como se registra en la Figura 1, la libertad, es una de las piedras angulares del m�todo Montessori, que seg�n Barros (2022) resalta la posibilidad de escoger las actividades y tomar decisiones que desarrollen paulatinamente su autodisciplina y desarrollo natural; aquel atributo es un medio necesario para que el aprendizaje sea m�s significativo y coincida con el ritmo personal de cada estudiante, para Carvajal (2022) la elecci�n personal al interior del proceso educativo fortalece en los los ni�os el sentido de responsabilidad sobre su propio aprendizaje, respetando su independencia y autogesti�n desde temprana edad; cabe se�alar que estas habilidades son determinantes para su futuro.
Otro de los elementos que sustenta esta metodolog�a es la actividad, como medio de materializaci�n del aprendizaje, pues la acci�n y la manipulaci�n sensorial son necesarias para que este ocurra; seg�n Sanchidrian (2020) se promueve el aprender haciendo, esto no solo enriquece sus habilidades cognitivas sino tambi�n las motoras y sociales. Acorde a Llerena et al. (2023) el empleo de diversos materiales facilita la experimentaci�n y comprensi�n de conceptos abstractos, mientras, el respeto por el ritmo de cada ni�o contribuye a un crecimiento profundo y aut�ntico que concibe la formaci�n desde las caracter�sticas intrinsecas, al mismo tiempo que los prepara para la vida adulta.
Figura 1: Elementos del m�todo Montessori
Nota. La figura muestra los elementos del m�todo Montessori elaborado en base a informaci�n tomada de Barros (2022).
Estudios que abordaron el M�todo Montessori
El m�todo Montessori, desde su postulaci�n hace ya unos 100, atrajo el inter�s de gran cantidad de expertos en el �mbito de la educaci�n, que han enriquecido con sus investigaciones la base conceptual�(Sanchidrian, El m�todo Montessori en la educaci�n infantil espa�ola: luces y sombras, 2020). Dentro del abanico de estudios contemplados, se evidencia heterogeneidad en los enfoques y t�cnicas de abordaje, algunas investigaciones son cualitativas y otras mixtas tal como se aprecia en la Tabla 2, No obstante, todos coinciden en la trascendencia de su enfoque y la validez de sus principios, llegando a sugerir la adopci�n de su esencia, a fin de potenciar el desarrollo integral de los estudiantes; dicha convergencia de criterios refleja la pertinencia de esta metodolog�a en contextos de educaci�n b�sica:
Tabla 2: Investigaciones que abordaron el m�todo Montessori
Objetivo |
Metodolog�a |
Evaluaci�n |
Items valorados |
Resultado |
|
�lvarez (2024) |
Comprender la esencia del enfoque Montessori como estrategia para la lectura en estudiantes de primaria. |
Enfoque cualitativo etnogr�fico, utilizando observaci�n directa y entrevistas a 5 docentes y 10 ni�os. |
Observaci�n directa Cuaderno de notas |
Lectura Fluidez Vocabulario Comprensi�n lectora
|
Promueve un ambiente que facilita el desarrollo del m�ximo potencial como lectores. |
Espinoza (2022) |
Liberar los potenciales del ni�o en un ambiente estructurado, formando personalidades aut�nomas y cr�ticas. |
Enfoque cualitativo con investigaci�n de tipo bibliogr�fico. |
Revisi�n bibliogr�fica |
Habilidades cognitivas Habilidades sociales |
Desarrolla habilidades cognitivas, sociales y emocionales en los ni�os, mejorando su autoestima y autodisciplina. |
Estrella y Garc�s (2019) |
Impulsar el h�bito del autoestudio y la autodisciplina en los ni�os a trav�s del m�todo Montessori. |
Investigaci�n bibliogr�fica y relatos narrativos sobre la implementaci�n del m�todo en Ecuador. |
Observaci�n directa Diario de clase |
Autonom�a Concentraci�n Autocontrol
|
El m�todo Montessori favorece la autonom�a, la concentraci�n y el autocontrol en los ni�os, promoviendo el aprendizaje significativo. |
Velastegui (2022) |
Adaptar el m�todo Montessori a las transformaciones tecnol�gicas actuales y analizar su aplicaci�n en educaci�n inicial. |
Revisi�n bibliogr�fica sobre el m�todo Montessori en Ecuador. |
Observaci�n directa Ficha de observaci�n |
Lenguaje � Fonol�gica � Sint�ctica � Sem�ntica |
La metodolog�a sigue vigente y aplicable a diversos contextos, incluyendo el uso de TICs en la educaci�n inicial ecuatoriana. |
Uma�a et al. (2020) |
Incorporar TIC en el enfoque Montessori para desarrollar el pensamiento l�gico sin alterar los principios pedag�gicos. |
An�lisis de la relaci�n entre el uso de TIC y la interacci�n social en el aula Montessori. |
Observaci�n no participante Entrevista de evocaci�n Entrevista libre |
Interaccion � Colaboraci�n � Ayuda Emociones � Positivas � Negativas Ambiente � Orden � Rutinas
|
El uso de TIC en el enfoque Montessori apoya el desarrollo del pensamiento l�gico y gu�a el aprendizaje tecnol�gico. |
Rosero (2023) |
Analizar la relevancia de la educaci�n no tradicional y la autonom�a en la pedagog�a Montessori. |
Revisi�n documental y an�lisis de textos relacionados con el m�todo Montessori, incluyendo art�culos y tesis. |
Revisi�n documental
|
Habilidades cognitivas Aprendizaje aut�nomo Motivaci�n |
El m�todo Montessori fomenta la autonom�a y motiva la participaci�n activa de los estudiantes, mejorando su aprendizaje significativo. |
Pl�a y Alay (2024) |
Implementar el m�todo Montessori en el �mbito de relaciones l�gico-matem�ticas en ni�os de educaci�n inicial. |
Enfoque mixto, con observaci�n directa en el aula y aplicaci�n de entrevistas a docentes. |
Observaci�n directa Ficha de observaci�n |
Matem�tica � Conceptos num�ricos � Resoluci�n de problemas � Conexiones y relaciones � Pensamiento abstracto � Aplicaci�n en contextos cotidianos |
La propuesta did�ctica acorde al m�todo Montessori tuvo una alta concordancia y aceptaci�n para el desarrollo de las relaciones l�gico matem�ticas. |
Llerena et al. (2023) |
Desarrollar una propuesta de gu�a de actividades pedag�gicas inspiradas en el m�todo Montessori para el desarrollo integral del ni�o. |
Estudio descriptivo, revisi�n bibliogr�fica, metodolog�a cualitativa. |
Observaci�n directa |
� Desarrollo sensorial � Desarrollo motriz � Desarrollo cognitivo |
La gu�a permiti� desarrollar la creatividad, libertad y autonom�a en el proceso de ense�anza aprendizaje. |
Nota. La tabla muestra una s�ntesis de los estudios de Alvarez (2024);� Espinoza (2022); Bobadilla y Cede�o (2022); Rosero (2023); Pl�a y Alay (2024); Llerena et al. (2023).
En la Tabla 2 se aprecia que estudios como los de Alvarez, Espinoza y Rosero enfatizaron en las generalidades del m�todo Montessori abordandolo desde una visi�n amplia, mientras que otros indagaron sobre su aporte en un �rea de aprendizaje en espec�fico, como fue el caso de Bobadilla y Cede�o, Uma�a et al., Loja y V�squez y Borja, quienes analizaron su pertinencia en el conteo num�rico, el pensamiento l�gico, lenguaje oral y relaciones l�gico num�ricas.Se destaca la uniformidad de los resultados alcanzados, indistintamente del enfoque y medios de recolecci�n, puesto que todo concluyeron sobre el significativo aporte del m�todo en el proceso de aprendizaje.
Principios elementales
M�s all� de la distinci�n que pudiera existir en torno a la edad, la capacidad observadora de Mar�a Montessori identific� hechos o situaciones que caracterizaban el desarrollo infantil, indistintamente del lugar geogr�fico o la cultura a la que pertenec�an los ni�os�(Rosero, 2023). En este contexto defini� la autonom�a, aprendizaje significativo, mente absorbente, atraviesan periodos sensibles, requieren de un ambiente y docentes plenamente capacitados:
Aprendizaje significativo
El aprendizaje significativo en el m�todo Montessori se sustenta en la conexi�n directa entre las experiencias de los estudiantes y los contenidos, la aplicaci�n de aquel enfoque se refleja en el uso de materiales manipulativos y espec�ficos para despertar la curiosidad natural de la ni�ez, permitiendo la apropiaci�n de los contenidos en forma profunda y duradera, sobre todo se trata de encontrar la aplicaci�n pr�ctica a los conocimientos asimilados. Por ejemplo, en Matem�tica los ni�os pueden aprender fracciones al preparar una receta de cocina, con el c�lculo de las cantidades de ingredientes; en ciencias, el cuidado de un huerto escolar posibilitar�a la comprensi�n del ciclo de vida de las plantas.
Mientras que en lenguaje, Barros (2022) se�ala que actividades como la redacci�n de� historias personales o cartas a personas de su familia o autoridad acerca de alg�n asunto de inter�s, para fortalecer las destrezas asociadas con la comunicaci�n y an�lisis cr�tico, estas iniciativas refuerzan la escritura y lectura desde la parte acad�mica, adem�s de generar espacios para la pr�ctica de valores esenciales para una convivencia sana, tales como la empat�a, el respeto y la responsabilidad en los estudiantes.
Autonom�a
Como parte de la metodolog�a Montessori, la autonom�a determina la importancia del desarrollo de los ni�os como seres independientes y seguros de s� mismos, por medio de un ambiente preparado y materiales dise�ados para brindar libertad de elegir sus actividades, realizarlas acorde a su ritmo y aprender de sus errores, fomentando el sentido de la responsabilidad y la confianza, buscando no solamente transmitir a los estudiantes conocimientos acad�micos sino habilidades para la vida. En educaci�n b�sica puede ser trabajada transversalmente reflejandose en la libre elecci�n y la motivaci�n intr�nseca, dividada en cuatro �reas principales:
Tabla 3: �reas para el desempe�o de la autonom�a
�rea� |
Alcance |
Ejemplo de implementaci�n |
Cuidado de la persona |
Todo lo relacionado con la higiene personal y el vestido |
� Diarios de h�bitos saludables para alimentaci�n, hidrataci�n y descanso. � Talleres pr�cticos de cuidado de la piel y protecci�n solar. � Simulaciones de primeros auxilios. |
Cuidado del ambiente |
Todo lo vinculado con el orden y la limpieza |
� Actividades de reciclaje. � Pr�cticas de jardiner�a � Plantaci�n y reforestaci�n |
Desarrollo de las relaciones sociales |
Conjunto de valores indispensables para la convivencia |
� Din�micas de grupo � Debates � Resoluci�n de conflictos. |
Conocimiento y control del propio cuerpo |
Relacionado con la motricidad fina y gruesa, la coordinaci�n ojo � mano. |
� Baile o expresi�n corporal � Pr�ctica de yoga � Ejercicios de respiraci�n. |
Nota: Elaborado a partir de la informaci�n de Arranz (2023)
Estas actividades pueden ser adaptadas para desarrollar la autonom�a de los ni�os por medio de cuatro �reas primordiales, inculc�ndoles el cuidado de su cuerpo, para eso, es necesario promover h�bitos de higiene personal, la planificaci�n de tareas y la toma de decisiones que beneficien su bienestar. El �rea de cuidado del ambiente tiene por eje inculcar el respeto hacia el ambiente comprendiendo su importancia en el equilibrio natural, para tal efecto, los estudiantes deben ser part�cipes de iniciativas como el reciclaje, ahorro de recursos, plantaci�n y reforestaci�n, entre otras.
En el de relaciones sociales, los estudiantes fortalecen habilidades como la comunicaci�n asertiva, la cooperaci�n y la resoluci�n de conflictos con actividades que impliquen interacciones respetuosas y responsables. En esta metodolog�a, el conocimiento y control del propio cuerpo puede ser potenciada con actividades pr�cticas como ejercicios de equilibrio, por ejemplo, movimiento libre y yoga, para que los estudiantes puedan reconocer sus capacidades f�sicas y a gestionarlas de forma segura.
Mente absorbente
Seg�n lo referido por Tolino y Ortega (2024) la mente absorbente es un concepto, arraigado en esta metodolog�a, cuya autora utiliz� para resaltar la capacidad innata que caracteriza a los ni�os de aprender por medio de la observaci�n y experimentaci�n en contextos naturales, en t�rminos etarios, aquello transcurrir�a durante los seis primeros a�os de vida, aquel lapso corresponder�a con el paso de los ni�os por la educaci�n b�sica; a decir de Montessori, los menores se asemejar�an a esponjas que asimilan informaci�n del ambiente pr�ximo, no solo desde una posici�n consciente sino tambi�n inconsciente.
Con una mirada reflexiva, Mas (2021) a�adi� que habilidades como el lenguaje o el reconocimiento de los objetos que lo rodean, no son precisamente aspectos que los progenitores inculcan, sino que son adquiridas como parte de un proceso natural, que no implican mayor empe�o; la aparici�n de la voluntad y la conciencia es atribuida al lapso de tres a seis a�os, a partir de los tres a�os desarrollan la memoria consciente relacionada directamente con la personalidad, la cual otorga capacidad de decisi�n respecto a lo quiere o no retener. Entonces la labor del educador deber�a posicionarse como facilitador por medio de la adecuaci�n de espacios de aprendizaje en forma organizada.
Figura 2: Metodolog�a Montessori vs Metodolog�a tradicional
Metodolog�a Montessori |
M�todolog�a tradicional |
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|
Fuente: Elaboraci�n propia
Periodos sensitivos
Seg�n expresa Mas (2021) esta etapa de la ni�ez est� claramente definida por la necesidad de mirar, tocar y manipular todo aquello que llama la atenci�n en el entorno pr�ximo, gener�ndose la oportunidad de aprender indagando en base a ese objeto que despierta su inter�s. En este sentido si se encuentran frente a un momento propicio para el lenguaje lo ideal ser�a poner a disposici�n materiales de lectura o escritura que sean de la predilecci�n del ni�o para aprovechar aquel trance; de la misma forma deber�a suceder con los padres, ignorarlo implicar�a la p�rdida de una oportunidad de aprendizaje. A continuaci�n, se presenta una s�ntesis de estas etapas:
Figura 3: Etapas de los periodos sensibles
Fuente: Elaborado a partir de la informaci�n de Caminero (2021)
El t�rmino periodos sensibles, de acuerdo a Rosero (2023) hace referencia a fases cr�ticas en las cuales, los menores muestran mayor susceptibilidad hacia el aprendizaje de determinadas habilidades, puede ser el caso de las interacciones sociales o el lenguaje, con la finalidad de ofrecer actividades y materiales que contribuyan al desarrollo del ni�o en forma oportuna, es necesario que el docente se muestre atento para detectar la presencia de estos lapsos. Acorde a Manuale (2021) junto con la memoria absorbente, los periodos sensibles se caracterizan por ser transitorios, que difieren por el tiempo de duraci�n, pueden ser de suceptibilidad al orden o movimiento.
Ambiente preparado
La creaci�n de un ambiente preparado es otro de los principios que a nivel visual resaltan dentro de esta metodolog�a, seg�n lo expuesto por Mas (2021) es necesario poner �nfasis en las condiciones �ulicas, que en general predispone un entorno equilibrado, tranquilo y pac�fico que inste a los estudiantes a sentirse a gusto, en el arreglo del aula prevalecen las actividades realizadas por ellos mismos, adem�s la disposici�n de espacios id�neos para el trabajo tanto personal como en din�mica grupal, complementado con materiales adecuados, pertinentes a las distintas materias que se imparte en las instituciones educativas.
Por su parte Ruiz et al. (2022) estima que los espacios del m�todo Montessori han de caracterizarse por su sencillez y orden, por ello es importante conocer la gesti�n del material did�ctico que se requiere para el acondicionamiento de las aulas. De acuerdo Tolino y Ortega (2024) en cada uno de los elementos que forme parte del espacio debe primar el objetivo de liberar el potencial de todo ni�o, es importante, seleccionar muy bien los recursos a incorporar cercior�ndose de que no representen un potencial riesgo para su integridad f�sica.
Docentes calificados
En el andamiaje de esta metodolog�a, Mas (2021) argumenta que ser un docente trasciende los t�tulos acad�micos y la experiencia obtenida en el modelo educativo tradicional, su alcance contempla dimensiones indiscutiblemente complementarias: los atributos personales, el desempe�o profesional, el �xito educativo y la interacci�n social; D'Arbel y Lozano (2021) indican que la importancia del educador yace en su papel de referente y ejemplo para los ni�os, de modo que su accionar debe mostrar responsabilidad y madurez en todo momento.
Paynel y Perrault (2021) sostienen que los docentes adoptan el rol de observadores cient�ficos cuyo prop�sito es identificar las posibilidades de aprendizaje y proporcionar a todos los ni�os el apoyo necesario en la forma y tiempo adecuados. Esta din�mica responde al proceso de formaci�n, donde el educador debe brindar especial atenci�n a las necesidades, predilecciones, expectativas y personalidad, con ese conocimiento debe organizar y brindar recursos did�cticos acordes al ritmo de aprendizaje del estudiante, su labor no contempla establecer respuestas o corregirlo de forma aprensiva, sino intervenir cuando el ni�o solicite ayuda para motivarlo y favorecer la seguridad y autoestima.
El m�todo Montessori en la ense�anza primaria
En Ley Org�nica de Educaci�n Intercultural se establece la necesidad de respetar los ritmos y singularidades que presenta cada estudiante, as� como la promoci�n de la autonom�a y el desarrollo desde una perspectiva integral; con un breve an�lisis se refleja que el m�todo Montessori es id�neo para la ense�anza primaria, en este campo sus resultados han sido satisfactorios y se dispone de amplia evidencia que prueba su eficacia, puesto que su enfoque presenta diversas ventajas, que se traducen en el desarrollo de la autonom�a y la motivaci�n, debido al reconocimiento de las necesidades que paulatinamente presentan los ni�os, a nivel cognitivo y socioemocional.
De acuerdo a lo expuesto por Pl�a y Alay (2024) el pensamiento montessoriano estructura el proceso de ense�anza aprendizaje a partir de cuatro dimensiones elementales, cuyo v�nculo da lugar al desarrollo integral de habilidades en los ni�os. Tal como se se�ala en la Figura 2 estas dimensiones corresponden: sensorial, matem�tica, lenguaje y pr�ctica para la vida. El alcance de la dimensi�n sensorial involucra la curiosidad como factor para la exploraci�n a trav�s de los sentidos, la Matem�tica se extiende a la comprensi�n de conceptos geom�tricos y de car�cter num�rico, mientras que en Lenguaje se encuentra impl�cito el desarrollo de las formas de comunicaci�n, con �nfasis en lo linguistico.
Figura 4: Dimensiones de la ense�anza en el M�todo Montessori
Nota. La figura muestra las dimensiones de la ense�anza en el M�todo Montessori, elaborado en base a la informaci�n de Pl�a y Alay (2024).
Estrella y Garc�s (2019) coinciden con las ideas expuestas y a�aden que el proceso cognitivo que llevan a cabo los estudiantes, como parte fundamental de la din�mica Montessori, es realmente aut�ntico, porque se brinda especial �nfasis en relacionar los conocimientos que el ni�o posee y los nuevos contenidos, aquello es fundamental para enriquecer las experiencias previas, adem�s de tomar en consideraci�n iniciativas dirigidas a la gesti�n de emociones y sentimientos.
Desaf�os primordiales en la implementaci�n de la metodolog�a Montessori
Los principales desaf�os visualizados en el proceso de adopci�n del m�todo Montessori derivan de la confusi�n que existente en torno al principio de libertad e independencia, que equ�vocamente ha sido tomado como �dejar a los ni�os sin orientaci�n o gu�a�, situaci�n que trae consigo generalmente caos y estr�s, tanto para los docentes como los estudiantes. Sobre la tem�tica, Rosero (2023) se�ala que el n�mero de participantes del grupo, puede ser un factor determinante, as� lo demuestran diversos estudios, cuyos resultados denotan que la efectividad de las pr�cticas asociadas al modelo Montessori, guardan relaci�n con la cantidad de estudiantes.
Es este sentido, G�mez (2023) argumenta que los grupos extensos en n�mero presentan una menor probabilidad de receptar los efectos positivos que trae consigo esta metodolog�a a trav�s de sus elementos y principios; para comprender esta perspectiva es necesario mirar en retrospectiva y recordar que esta metodolog�a surgi� precisamente en grupo reducidos, y al dar una vista general a la mayor�a de aulas de las instituciones educativas del sector p�blico, es claro que este aspecto, constituir�a un reto que deber�a ser analizada a fin de evitar que se convierta en un factor limitante.
Principalmente se ver�a dificultad en la dotaci�n de un enfoque personalizado, que permita detectar las fortalezas como debilidades que presenta cada estudiante, aspecto que es determinante para ofrecer actividades adaptadas a cada estilo y ritmo de aprendizaje. Otra de las limitaciones que pueden surgir, se asocia con la disponibilidad de recursos, materiales y espacio que se requiere para estructurar las aulas de trabajo en las instituciones educativas, este inconveniente, es recurrente en el sistema educativo p�blico ecuatoriano que en los �ltimos a�os ha venido recortando el presupuesto destinado al sector educativo (Llerena et al., 2023).
En la formaci�n docente se entreteje otra de las complejidades usualmente citadas, y es que los educadores deben contar con un alto nivel de experticia a nivel te�rico como pr�ctico sobre el m�todo Montessori, aquello implica la tenencia de un enfoque distinto al papel que desempe�an en el modelo de ense�anza tradicional (Sanchidrian, 2022). De otro modo, se genera la probabilidad de caer en sesgos, incurriendo en pr�cticas que limiten el potencial de los ni�os, unas de las m�s frecuentes son las de estilo directivo, que contradicen la premisa de situar a los estudiantes como sujetos activos y protagonistas de su aprendizaje.
Experiencias de aplicaci�n de la metodolog�a Montessori
Los beneficios, de la metodolog�a analizada se evidenciaron en la Unidad Educativa Lauro Damerval Ayora de Loja, con la aplicaci�n de una gu�a did�ctica basada en los principios Montessori en el Tercer A�o de Educaci�n B�sica, mediante un diagn�stico se detectaron deficiencias en la habilidad para recordar y comprender la informaci�n. El �rea que se evalu� fue la calidad y periodos de atenci�n de los ni�os, en un inicio un 60% de los estudiantes presentaron un nivel satisfactorio y luego de la ejecuci�n de las actividades propuestas, se increment� al 86% denotando que se alcanz� un mayor inter�s de los estudiantes, mejorando la concentraci�n y participaci�n� (Espejo, 2023).
En la Unidad Educativa Madre Gertrudis, de la ciudad de Ambato, considerando la presencia de dificultades notables en la lectura, por parte de la mayor�a del alumnado se aplic� una propuesta con estrategias basadas en la metodolog�a Montessori para el fortalecimiento de esta competencia b�sica. La intervenci�n se realiz� en el Cuarto A�o de Educaci�n General B�sica, dividi�ndolos en dos grupos de 15 estudiantes, para tener un mayor enfoque personalizado en el desarrollo de las actividades.
En esta iniciativa se resalt� el componente l�dico, adem�s de incluir retos, intuici�n, modelos lectores, vinculaci�n al medio, evaluaciones din�micas, retroalimentaci�n did�ctica, material concreto y materiales del medio. Con la valoraci�n de los avances de los estudiantes, se detect� una disminuci�n del 25% de dificultades en la decodificaci�n, mientras que el 80% de estudiantes present� una mayor comprensi�n de los textos le�dos, cuyos hallazgos fueron detectados a trav�s de una ficha de observaci�n (Carvajal, 2022).
De manera conjunta se detect� falencias en la formaci�n de los educadores, de modo que la intervenci�n se acompa�� de un programa de capacitaci�n docente, a fin de fortalecer el proceso de ense�anza aprendizaje bajo el m�todo Montessori, brindando herramientas y estrategias que favorecieron la comprensi�n sobre la forma de aplicaci�n de los principios y t�cnicas, as� los docentes se vieron en la capacidad de adaptar su enfoque pedag�gico a las necesidades de los estudiantes (Carvajal, 2022).
En la Escuela Montessori de Valpara�so, Chile, que dispon�a de limitados recursos se adopt� esa metodolog�a para la formaci�n de ni�os de 3 a 6 a�os de edad, bas�ndose en la observaci�n, el respeto y la libertad con l�mites. Los maestros adoptan el papel de gu�as, ocup�ndose de proveer los materiales did�cticos que fortalecen la exploraci�n y el aprendizaje aut�nomo. Los espacios �ulicos est�n acondicionados con materiales ergon�micos de gran variedad de texturas, formas, tama�os y colorido, la organizaci�n del mobiliario es dispuesta seg�n las necesidades de aprendizaje, los ni�os pueden trabajar tanto en las mesas como en el piso.
Los grupos de trabajo se organizan con un promedio de 15 a 20 estudiantes, la instituci�n tiene un espacio com�n para realizar tareas cotidianas, disponen de un huerto y jard�n que act�an como un laboratorio de experimentaci�n, donde los estudiantes junto con el docente pueden exploran sobre su entorno, al mismo tiempo que se fomenta el respeto por el medio ambiente, el reciclaje tiene un lugar preponderante porque gran parte del mobiliario se ha elaborado a partir de objetos reciclados. Gran parte de los aprendizajes son llevados a cabo manteniendo contacto directo con la naturaleza (Cuevas et al., 2021).
Los principales avances bajo el modelo Montessori se han evidenciado en el rendimiento acad�mico, con un 85% de los estudiantes obteniendo niveles de competencia por encima del promedio en evaluaciones estandarizadas de Matem�tica y Lenguaje. Otro de los puntos de mejora es el componente socioemocional, dado que el 95% de los ni�os asegur� sentirse c�modo y seguro en la instituci�n educativa, lo que reflej� un nivel satisfactorio de conformidad con la metodolog�a y motivaci�n hacia el aprendizaje.�
En la Escuela de Educaci�n Primaria San Jos� � Jesuitas de la ciudad de Valencia, Espa�a, se llev� a cabo una intervenci�n que se integr� con seis sesiones de 45 minutos cada una, el grupo de estudiantes contemplados fue de 23 con edades entre 6 y 7 a�os. La instituci�n al ser particular cuanta con suficientes recursos para el equipamiento a�lico e infraestructura. Las sesiones se realizaron con elementos como: c�scaras de huevo, hojas secas, flores, granos, adem�s de �tiles escolares b�sicos como: cartulinas de colores, hilos, goma y tijeras. En posteriores sesiones los materiales seleccionados fueron plantas para que los estudiantes perciban los aromas, las formas e imaginen su utilidad�(Mas, 2021).
Las competencias que se trabajaron fueron: competencias sociales, aprender a aprender, sentido de iniciativa, competencia en comunicaci�n ling��stica y de ciencia. El instrumento de evaluaci�n fue una ficha de observaci�n con una escala que iba de �menos favorable a totalmente favorable�. Finalmente se determin� el mejoramiento del nivel de atenci�n y motivaci�n de los estudiantes frente al aprendizaje, con la introducci�n de elementos naturales y mayor libertad en la selecci�n de actividades, se despert� la curiosidad e inter�s de los ni�os, as� la apropiaci�n de conocimientos sobre los tipos de ecosistemas, las partes y el ciclo de vida de las plantas, entre otros fueron significativos.
El Colegio Montessori Tres Cantos se sit�a en una comunidad rural de Madrid, trabajan con ni�os de hasta 6 a�os de edad, siguiendo los principios Montessori, los docentes se enfocan en fortalecer la confianza y la autoestima de los menores asumiendo un rol de observadores. El aprendizaje no se limita al aula escolar, se traslada a espacios donde los estudiantes mantienen contacto con la naturaleza, por ello la instituci�n cuenta con un huerto escolar donde los ni�os aprenden a sembrar y cultivar diferentes alimentos que son utilizados en preparaciones diarias.
El espacio �ulico se encuentran acondicionadas por diferentes rincones sensorial, matem�tica lenguaje y pr�ctica para la vida, en esta �ltima se acompa�a a los estudiantes en sus labores cotidianas, pero el docente nunca las realiza por ellos, se resalta la ense�anza de ingl�s, la cual se da en forma natural y los estudiantes practican entre ellos, los mayores ayudan a los menores, al salir de la instituci�n para continuar con su formaci�n hablan fluidamente el espa�ol como el ingl�s�(Puebla, 2022).
En esencia, cada uno de los contextos de las instituciones educativas de aplicaci�n, reflejaron particularidades, fortalezas y retos, sin embargo, existe coincidencia que el m�todo Montessori presenta un potencial significativo para cambiar la forma en que aprenden los estudiantes, dando un lugar relevante al medio ambiente como medio de experimentaci�n y aprendizaje, fomentando no solo las competencias acad�micas que efectivamente son importantes, sino tambi�n poniendo �nfasis en la parte social y emocional que son fundamentales porque moldean c�mo el ni�o se percibe a s� mismo y la forma en que se relaciona con los dem�s.
Metodolog�a
Para el desarrollo de esta investigaci�n se adopt� un enfoque cualitativo con un dise�o bibliogr�fico, cuya finalidad fue analizar la contribuci�n del m�todo Montessori en la ense�anza b�sica a partir de fuentes secundarias de informaci�n. La revisi�n de la literatura se llev� a cabo mediante un proceso sistem�tico de b�squeda y selecci�n de documentos relevantes en bases de datos acad�micas reconocidas, entre ellas Latindex, Scopus, Scielo y Redalyc, priorizando estudios publicados en los �ltimos cinco a�os con el fin de garantizar la actualidad y pertinencia de los hallazgos.
El proceso de selecci�n de fuentes sigui� criterios de inclusi�n y exclusi�n preestablecidos. Se incluyeron art�culos cient�ficos, libros y tesis que abordaran la aplicaci�n del m�todo Montessori en la educaci�n b�sica, sus principios pedag�gicos, impacto en el aprendizaje, as� como los desaf�os de su implementaci�n en diversos contextos educativos. Por otro lado, se excluyeron documentos con informaci�n redundante, investigaciones sin revisi�n por pares y aquellos estudios que se centraban exclusivamente en niveles educativos distintos a la ense�anza b�sica.
La muestra documental estuvo conformada por un total de 10 art�culos cient�ficos seleccionados de revistas indexadas y otras publicaciones especializadas en pedagog�a y educaci�n. Para el an�lisis de la informaci�n, se emple� una metodolog�a de revisi�n cr�tica, basada en la identificaci�n y comparaci�n de los enfoques te�ricos, metodol�gicos y emp�ricos de cada estudio. Se realiz� un an�lisis descriptivo y comparativo de los resultados, identificando patrones comunes, divergencias y vac�os en la literatura, lo que permiti� construir un marco te�rico s�lido sobre la efectividad del m�todo Montessori en la educaci�n b�sica.
Adicionalmente, la informaci�n fue sistematizada por categor�as tem�ticas, agrupando los hallazgos en funci�n de los elementos clave del m�todo Montessori, tales como sus principios fundamentales, materiales did�cticos, ambientes preparados y el rol del docente en el proceso de aprendizaje. Este enfoque permiti� establecer un panorama integral sobre la aplicabilidad de esta metodolog�a en distintos entornos educativos y generar un an�lisis reflexivo sobre sus beneficios y limitaciones en la ense�anza b�sica.
A partir de la revisi�n y an�lisis de los documentos seleccionados, se logr� obtener un conjunto de evidencias que respaldan el impacto positivo del m�todo Montessori en el desarrollo de la autonom�a, creatividad y aprendizaje significativo en los estudiantes. Asimismo, se identificaron desaf�os asociados a su implementaci�n, tales como la necesidad de una formaci�n docente especializada, la adecuaci�n de infraestructuras y la disponibilidad de recursos did�cticos apropiados. Los hallazgos obtenidos no solo permiten profundizar en la comprensi�n de esta metodolog�a, sino que tambi�n ofrecen una base para futuras investigaciones que busquen evaluar su efectividad en contextos educativos espec�ficos.
Conclusiones
El m�todo Montessori es un modelo innovador y disruptivo, cuyo enfoque es propicio para la ense�anza b�sica, as� lo determinan las evidencias recopiladas en diversas instituciones educativas internacionales como del pa�s que reafirman su efectividad en el fortalecimiento del rendimiento acad�mico como en el �mbito social, por su orientaci�n al aprendizaje aut�nomo, libertad con l�mites y el uso de materiales caracterizados por ser did�cticos y con un prop�sito espec�fico. Sus beneficios se extienden hacia �reas como Matem�tica, Lengua, Ciencias, Idiomas, hasta situarse en competencias socioemocionales con el fortalecimiento del autoestima, seguridad y valores.
El rol del docente es fundamental en esta metodolog�a, porque a diferencia de la ense�anza tradicional, ya no se limita a transmitir conocimientos, se transforma en un gu�a observador, que facilita y promueve el aprendizaje, por ello es importante que los educadores asimilen y se apropien de la esencia montesoriana, para tener la capacidad de ofrecer un entorno de aprendizaje que respeta y fomenta la autonom�a y el desarrollo natural de sus estudiantes, para tal efecto, debe poner una gran dosis de creatividad, ser observador y emp�tico. Por tal raz�n, ser�a enriquecedor el desarrollo de estrategias basadas en este m�todo, as� como su impacto en �reas espec�ficas de aprendizaje.
En la aplicaci�n del m�todo Montessori es importante contar con el espacio y recursos necesarios, en las instituciones educativas p�blicas del pa�s eso es una limitaci�n, por los recortes presupuestarios de los �ltimos a�os. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que la creatividad y adaptaci�n, pueden ir m�s all�, no solo se trata de comprar esos materiales que suelen tener costos elevados, es cuesti�n de dejar volar la imaginaci�n para acondicionar las aulas y rincones de trabajo escolar o llevando el aula a la misma naturaleza a trav�s de la creaci�n de jardines o huertos, as� se promueve un aprendizaje cercano a la realidad, donde los estudiantes interact�an directamente con su entorno.
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