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Funcionalidad familiar y estilos de vida de los adolescentes tard�os
Family functionality and lifestyles of late adolescents
Funcionalidade familiar e estilos de vida dos adolescentes tardios
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Correspondencia: carlosescobar.josue@gmail.com
Ciencias de la Salud
Art�culo de Investigaci�n
* Recibido: 17 de enero de 2025 *Aceptado: 27 de febrero de 2025 * Publicado: �26 de marzo de 2025
I. Mag�ster en Salud P�blica. Universidad T�cnica del Norte, Pontificia Universidad Cat�lica del Ecuador. Ibarra-Ecuador.
II. Mag�ster en Enfermer�a Quir�rgica. Docente en la Universidad Nacional de Chimborazo. Riobamba-Ecuador.
Resumen
Los estilos de vida adoptados en la adolescencia tard�a pueden influir significativamente en la salud futura. Factores como la disfuncionalidad familiar, la falta de apoyo emocional y entornos poco saludables pueden promover conductas de riesgo. Sin embargo, existe poca investigaci�n espec�fica sobre c�mo la funcionalidad familiar impacta directamente los estilos de vida de adolescentes en la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga. Esta investigaci�n busca caracterizar la poblaci�n estudiantil, identificar sus estilos de vida y evaluar la funcionalidad familiar. El estudio emple� un enfoque cuantitativo, con un dise�o no experimental y transversal, basado en encuestas y entrevistas. Se aplic� el test APGAR familiar y un cuestionario sobre estilos de vida. Se analizaron datos de 180 estudiantes, utilizando herramientas estad�sticas para interpretar los resultados. Los hallazgos indican que la mayor�a de los adolescentes realiza actividad f�sica regularmente, aunque el sedentarismo sigue siendo un problema. La alimentaci�n es en general saludable, pero persisten h�bitos de alto consumo de grasas saturadas y carnes rojas. El tabaquismo y consumo de alcohol son bajos, aunque la automedicaci�n y la ingesta excesiva de cafe�na requieren atenci�n. La funcionalidad familiar mostr� una relaci�n directa con los estilos de vida: los estudiantes con mayor disfunci�n familiar presentaron h�bitos menos saludables. Se concluye que la disfunci�n familiar impacta negativamente en los h�bitos de salud de los adolescentes, resaltando la necesidad de fortalecer el apoyo familiar y fomentar estrategias de promoci�n del bienestar.
Palabras Clave: Adolescentes tard�os; estilos de vida; funcionalidad familiar.
Abstract
The lifestyles adopted in late adolescence can significantly influence future health. Factors such as family dysfunction, lack of emotional support, and unhealthy environments can promote risky behaviors. However, there is little specific research on how family functioning directly impacts the lifestyles of adolescents at the Luis Plutarco Cevallos Educational Unit in Quiroga. This research seeks to characterize the student population, identify their lifestyles, and assess family functioning. The study used a quantitative approach, with a non-experimental, cross-sectional design based on surveys and interviews. The family APGAR test and a lifestyle questionnaire were administered. Data from 180 students were analyzed, using statistical tools to interpret the results. The findings indicate that most adolescents engage in regular physical activity, although a sedentary lifestyle remains a problem. Diet is generally healthy, but high consumption of saturated fats and red meat persists. Smoking and alcohol consumption are low, although self-medication and excessive caffeine intake require attention. Family functioning was directly related to lifestyle choices: students with greater family dysfunction had less healthy habits. It is concluded that family dysfunction negatively impacts adolescents' health habits, highlighting the need to strengthen family support and promote well-being strategies.
Keywords: Late adolescents; lifestyles; family functionality.
Resumo
Os estilos de vida adotados no final da adolesc�ncia podem influenciar significativamente a sa�de futura. Fatores como disfun��es familiares, falta de apoio emocional e ambientes pouco saud�veis podem promover comportamentos de risco. No entanto, existem poucas pesquisas espec�ficas sobre como a funcionalidade familiar impacta diretamente o estilo de vida dos adolescentes da Unidade Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga. Esta investiga��o procura caracterizar a popula��o estudantil, identificar os seus estilos de vida e avaliar a funcionalidade familiar. O estudo utilizou uma abordagem quantitativa, com um desenho n�o experimental e transversal, baseado em inqu�ritos e entrevistas. Foram aplicados o teste APGAR de fam�lia e um question�rio de estilo de vida. Foram analisados dados de 180 alunos, utilizando ferramentas estat�sticas para interpreta��o dos resultados. Os resultados indicam que a maioria dos adolescentes pratica atividade f�sica regular, embora o estilo de vida sedent�rio continue a ser um problema. A alimenta��o � geralmente saud�vel, mas persistem h�bitos de elevado consumo de gorduras saturadas e carne vermelha. O tabagismo e o consumo de �lcool s�o baixos, embora a automedica��o e o consumo excessivo de cafe�na exijam aten��o. A funcionalidade familiar apresentou uma rela��o direta com os estilos de vida: os alunos com maior disfun��o familiar apresentaram h�bitos menos saud�veis. Conclui-se que a disfun��o familiar impacta negativamente os h�bitos de sa�de dos adolescentes, evidenciando a necessidade de refor�ar o apoio familiar e promover estrat�gias para promover o bem-estar.
Palavras-chave: adolescentes tardios; estilos de vida; funcionalidade familiar.
Introducci�n
En la adolescencia tard�a, los estilos de vida que se adoptan pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar futuro. Sin embargo, factores como la disfuncionalidad familiar, la falta de apoyo emocional y la influencia de entornos poco saludables pueden llevar a comportamientos de riesgo. Los cambios en la estructura y din�mica familiar han generado desaf�os en la formaci�n de h�bitos positivos, afectando el desarrollo de los adolescentes. Comprender la relaci�n entre la funcionalidad familiar y los estilos de vida en esta etapa es clave para identificar factores que promuevan el bienestar juvenil.
La funcionalidad familiar se refiere a la capacidad de la familia para cumplir su rol como el principal entorno de desarrollo de sus miembros, proporcionando apoyo emocional, socializaci�n y estabilidad, es el contexto donde se aprenden valores, derechos, obligaciones y roles, permitiendo el crecimiento personal y la preparaci�n para la vida adulta (Esteves et al., 2020).
Una familia funcional es aquella que fomenta la comunicaci�n clara y directa, delimita roles entre sus miembros, y tiene la habilidad de resolver problemas con cohesi�n y comprensi�n, en contraste, una familia disfuncional se caracteriza por la falta de normas claras, crisis recurrentes y problemas en el cumplimiento de los roles parentales, lo que puede generar dificultades en la autoestima, la toma de decisiones y la interacci�n social de los adolescentes (Pilco & Jaramillo, 2023).
La funcionalidad familiar act�a como un factor protector en situaciones de riesgo y problemas propios de la adolescencia, la familia debe ser un pilar de apoyo en la formaci�n emocional de sus miembros, permitiendo su desarrollo y crecimiento respetando su espacio personal, privacidad y libertad, si la din�mica familiar se ve alterada, los miembros pueden experimentar diversas alteraciones psicol�gicas, como la ansiedad, en este sentido, una familia funcional promueve el bienestar de los adolescentes, mientras que una familia disfuncional puede generar dificultades emocionales y afectar su salud mental (Caguana-Sopa & Tobar-Viera, 2022).
Para Pinillos-Pati�o et al. (2022) los estilos de vida se conciben como un comportamiento cotidiano que se mantiene en el tiempo y refleja los patrones individuales de conducta de una persona, est� determinado por factores sociales, culturales y personales, e influye en la calidad de vida y la salud a largo plazo, en el contexto universitario, se considera una etapa clave para la formaci�n de h�bitos saludables o de riesgo, ya que los cambios en la alimentaci�n, la actividad f�sica y el manejo del estr�s pueden impactar en el bienestar presente y futuro del individuo.
Los estilos de vida son el conjunto de comportamientos y h�bitos adquiridos que influyen en la salud y el bienestar de los individuos, estos h�bitos incluyen factores como la alimentaci�n, la actividad f�sica, el consumo de sustancias, el descanso y la gesti�n del estr�s, el estilo de vida de los estudiantes universitarios, en particular, puede verse afectado por factores psicol�gicos, sociales y acad�micos, impactando su estado f�sico y mental (Serna et al., 2022).
El estilo de vida impacta directamente en la salud y el bienestar de los individuos, abarcando diversas dimensiones como la actividad f�sica, la nutrici�n, el manejo del estr�s, el sue�o, las relaciones sociales y el consumo de sustancias, seg�n la calidad de las conductas adoptadas, los estilos de vida pueden clasificarse como saludables o de riesgo (Guerrero & Contreras-Orozco, 2020).
La adolescencia tard�a es una etapa del desarrollo humano comprendida entre los 17 y 21 a�os de edad, se considera un per�odo de transici�n entre la adolescencia y la adultez joven, en el cual se consolidan aspectos clave del desarrollo, como la madurez emocional, la identidad personal, las habilidades sociales y la autonom�a, durante esta fase, los individuos enfrentan desaf�os relacionados con la toma de decisiones, la construcci�n de su proyecto de vida y la integraci�n en el mundo laboral o acad�mico (Soler & Garc�a, 2021).
La adolescencia tard�a se caracterizada por la transici�n hacia la adultez, durante este per�odo, los adolescentes contin�an consolidando su identidad, autonom�a y relaciones interpersonales, enfrentando desaf�os como la presi�n social, la construcci�n de su autoconcepto y la toma de decisiones sobre su futuro acad�mico y laboral (Gil et al., 2023).
Para Dulanto-Ramos et al. (2022) la adolescencia tard�a se caracteriza por el desarrollo de la identidad personal, la independencia y la preparaci�n para la vida adulta, durante este periodo, los j�venes enfrentan desaf�os relacionados con la educaci�n, el empleo y la toma de decisiones sobre su futuro, mientras consolidan h�bitos y estilos de vida que pueden impactar su bienestar a largo plazo.
No se han encontrado estudios previos que aborden espec�ficamente la relaci�n entre la funcionalidad familiar y los estilos de vida de los adolescentes tard�os. Sin embargo, existen investigaciones relacionadas que exploran aspectos vinculados con el bienestar y desarrollo de los adolescentes en funci�n del entorno familiar.
Como el estudio realizado por Valdez (2021) cuyo objetivo analizar en qu� medida la funcionalidad familiar predice la resiliencia en adolescentes tard�os de Lima Metropolitana. Se evaluaron 346 estudiantes de entre 15 y 18 a�os, de tercero, cuarto y quinto de secundaria en instituciones privadas, utilizando la Escala de Resiliencia de Wagnild y Young y el APGAR Familiar de Smilkstein. Dado que las propiedades psicom�tricas de la primera escala no eran claras, se realiz� un an�lisis previo para validar su estructura, confirmando que mantiene una dimensi�n �nica con 20 �tems. Los resultados mostraron una asociaci�n positiva y significativa entre la funcionalidad familiar y la resiliencia, lo que indica que un entorno familiar funcional contribuye en cierta medida a la capacidad de los adolescentes tard�os para afrontar situaciones adversas.
Del mismo modo el estudio realizado por Zambrano & Mayo (2022) donde se analiz� el conocimiento existente sobre la funcionalidad familiar y sus efectos en la adolescencia. Para ello, se realiz� una revisi�n sistem�tica de art�culos en espa�ol publicados entre 2017 y 2022 en bases de datos como Dialnet, ScieLo, Scopus, Redalyc, OpenAIRE y OJS/PKP, siguiendo la metodolog�a PRISMA. Se establecieron criterios de inclusi�n y exclusi�n, aplicando la gu�a STROBE para evaluar el riesgo de sesgo, y se emple� un enfoque mixto para el an�lisis de la informaci�n. Se seleccionaron 16 estudios, organizados en l�neas tem�ticas, identificando las variables m�s significativas relacionadas con la funcionalidad familiar. Los hallazgos indicaron que el funcionamiento familiar puede actuar tanto como un factor protector como un riesgo para el desarrollo integral de los adolescentes.
Adem�s del estudio realizado por Romero & Giniebra (2022) analizaron la correlaci�n entre la funcionalidad familiar y la autoestima en adolescentes durante la pandemia por COVID-19, tomando como muestra a 35 adolescentes del club �Unidos por la Vida� del proyecto �Esperanza�. Se adopt� un enfoque cuantitativo con un dise�o descriptivo-correlacional, empleando una ficha sociodemogr�fica para caracterizar a los participantes, el Cuestionario de Funcionamiento Familiar (FF-SIL) para evaluar la funcionalidad familiar y la Escala de Autoestima de Rosenberg para medir la autoestima. Los resultados indicaron que la mayor�a de los adolescentes pertenec�an a familias moderadamente funcionales y presentaban niveles de autoestima media. Sin embargo, no se encontr� una correlaci�n estad�sticamente significativa entre la funcionalidad familiar y la autoestima, ni se evidenciaron asociaciones relevantes entre la funcionalidad familiar y las caracter�sticas sociodemogr�ficas de la muestra.
As� tambi�n la investigaci�n realizada por Carrasco & Garc�a (2023) sobre funcionalidad familiar y asertividad en estudiantes de Educaci�n General B�sica Superior y Bachillerato, tuvo como objetivo analizar la relaci�n entre la funcionalidad familiar y las dimensiones de asertividad en 87 estudiantes. Se adopt� un enfoque cuantitativo, con un dise�o no experimental, de corte transversal y alcance correlacional. Para la recolecci�n de datos, se aplicaron el Test de Percepci�n del Funcionamiento Familiar y la Escala Multidimensional de Asertividad. Los resultados indicaron una relaci�n positiva moderada entre la funcionalidad familiar y la dimensi�n de asertividad (R= 0.605, p < 0.01). Se encontr� que el 46% de los participantes pertenec�an a familias moderadamente funcionales, y en las tres dimensiones de asertividad, la mayor�a present� niveles dentro de la normalidad, se determin� que una mayor funcionalidad familiar favorece un mayor nivel de asertividad.
La funcionalidad familiar desempe�a un papel fundamental en el desarrollo y bienestar de los adolescentes, influyendo en sus comportamientos, toma de decisiones y h�bitos de vida. En la adolescencia tard�a, los j�venes experimentan cambios f�sicos, emocionales y sociales que pueden verse afectados por la din�mica y estructura de su entorno familiar. Sin embargo, los estudios previos han abordado esta relaci�n de manera general, sin ofrecer una comprensi�n clara y espec�fica sobre c�mo la funcionalidad familiar impacta directamente en los estilos de vida de los adolescentes tard�os.
Adem�s, no se han identificado investigaciones aplicadas a la poblaci�n de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga que analicen esta relaci�n en profundidad. Esto hace necesaria una investigaci�n que permita caracterizar sociodemogr�ficamente a los adolescentes de esta instituci�n, identificar sus estilos de vida y evaluar el nivel de funcionalidad familiar en el que se desarrollan.
Esta investigaci�n tiene como objetivo determinar la funcionalidad familiar y los estilos de vida de los adolescentes tard�os de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga, 2017. Para ello, se busca caracterizar sociodemogr�ficamente a la poblaci�n en estudio, identificar los estilos de vida de los adolescentes, definir la funcionalidad familiar de los estudiantes e implementar un proyecto sobre estilos de vida saludable dentro de la instituci�n.
Comprender estos aspectos permitir� generar informaci�n clave para el dise�o de estrategias que fomenten h�bitos de vida saludables y refuercen la din�mica familiar, contribuyendo as� al bienestar y desarrollo integral de los adolescentes.
Metodolog�a
La presente investigaci�n adopta un enfoque cuantitativo, ya que los datos recopilados se presentan en forma num�rica y se analizan mediante herramientas estad�sticas para interpretar objetivamente los resultados. Adem�s, se emplea una investigaci�n documental y bibliogr�fica, basada en la revisi�n de estudios previos, art�culos cient�ficos y literatura relacionada con la funcionalidad familiar y el estilo de vida en adolescentes.
El dise�o de la investigaci�n es no experimental, debido a que no se realiz� manipulaci�n de las variables, sino que se limit� a la observaci�n y recolecci�n de informaci�n conforme a los objetivos planteados. Asimismo, el estudio es de tipo transversal, ya que los datos fueron recolectados en un solo momento del tiempo, sin realizar un seguimiento longitudinal.
En cuanto a la clasificaci�n del estudio, se considera observacional, ya que se basa en la observaci�n para identificar la problem�tica sin intervenir en los fen�menos analizados. Se registra el comportamiento de los adolescentes en su entorno educativo sin modificar su din�mica habitual. Tambi�n es un estudio descriptivo, pues permite caracterizar de manera detallada a los adolescentes de la instituci�n, recopilando informaci�n sobre sus caracter�sticas y comportamientos en relaci�n con las variables de estudio. Adicionalmente, la investigaci�n posee un enfoque anal�tico, dado que analiza la relaci�n entre la funcionalidad familiar, el estilo de vida y otras variables, con el objetivo de evaluar posibles efectos sobre la salud de los adolescentes tard�os.
El estudio se llev� a cabo en la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, ubicada en la parroquia Quiroga, en el a�o 2017. La poblaci�n estuvo conformada por los 808 estudiantes matriculados en la instituci�n educativa. Para la selecci�n de la muestra, se utiliz� un muestreo probabil�stico a conveniencia, conformado por 180 estudiantes de bachillerato. Como criterios de inclusi�n, se consideraron a los adolescentes presentes el d�a de la recolecci�n de datos y que aceptaron voluntariamente participar en la investigaci�n. Por otro lado, los estudiantes que no otorgaron su consentimiento fueron excluidos del estudio.
Para la recolecci�n de informaci�n, se emple� el m�todo deductivo, mediante el cual se estructur� la investigaci�n partiendo del tema central y desarrollando los cap�tulos, subcap�tulos y variables de an�lisis. Se utilizaron dos t�cnicas principales: la encuesta, que permiti� evaluar a un gran n�mero de estudiantes de manera econ�mica y eficiente, y la entrevista, aplicada a docentes, estudiantes y padres de familia con el fin de obtener informaci�n m�s detallada sobre la problem�tica investigada.
En cuanto a los instrumentos, se utiliz� el test de APGAR familiar, dise�ado por Smilkstein (1978) compuesto por cinco preguntas cerradas con respuestas en escala de Likert. Este instrumento eval�a cinco componentes de la funci�n familiar: adaptabilidad, participaci�n, crecimiento, afecto y resoluci�n. Asimismo, se aplic� un cuestionario sobre estilo de vida validado por un grupo de psic�logos de la Facultad de Psicolog�a de la Universidad de La Habana, el cual eval�a siete �reas mediante preguntas cerradas con opciones de respuesta y puntajes predefinidos. Adicionalmente, se elabor� una gu�a de entrevista con nueve preguntas abiertas dirigidas a los actores involucrados en el estudio.
El an�lisis de los datos se realiz� mediante la tabulaci�n en Microsoft Excel y el programa Epi Info, herramientas que permitieron la elaboraci�n de gr�ficos y tablas para una mejor visualizaci�n de los resultados. Estos insumos facilitaron la interpretaci�n de la informaci�n y el an�lisis estad�stico de las variables en estudio.
Resultados
Se identific� que la poblaci�n en estudio la mayor�a (55.6%) se encuentra entre los 15 a 16 a�os de edad, los hombres representan el 56,1%, frente al 43,9% de mujeres; la etnia ind�gena predomina en este estudio con un 70%, el tercer a�o de bachillerato particip� con el mayor n�mero de estudiantes con un porcentaje del 36,1%, y el sector rural constituye el mayor porcentaje de procedencia en un 75,6%. Seg�n Paqui, menciona que en un estudio realizado en la Zona 7 de Ecuador se obtuvo que existe una distribuci�n uniforme en cuando a edad y sexo, est� conformada por un 51,5% de hombre y un 48,5% de mujeres, el 85,9% de los encuestados provienen de parroquias urbanas, y el 39,7% cursa el tercero de bachillerato (55). Se puede observar que los datos del presente estudio son muy semejantes al de Paqui, considerando que son poblaciones similares. Llama la atenci�n que siga existiendo inequidad en el acceso a la educaci�n entre hombres y mujeres, pese a que en la parroquia de Quiroga son m�s mujeres que hombres, en el colegio se ve la diferencia, puesto que existe un porcentaje mayor de hombres.
Condici�n F�sica
La Tabla 1 muestra la distribuci�n de la poblaci�n estudiada en la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, ubicada en la parroquia Quiroga en el a�o 2017, en relaci�n con su estilo de vida y condici�n f�sica. La poblaci�n total estuvo conformada por 808 estudiantes matriculados. Se observa que el 78.3% (141 estudiantes) realizan actividad f�sica al menos 30 minutos, 3 o m�s veces a la semana, mientras que el 22% (39 estudiantes) no cumplen con esta pr�ctica, lo que indica que una mayor�a mantiene h�bitos saludables de ejercicio. En cuanto al peso adecuado seg�n altura y sexo, el 65.6% (118 estudiantes) considera que tiene un peso acorde a su contextura, mientras que el 34.4% (62 estudiantes) no lo percibe de esa manera, lo que sugiere que una parte significativa de la poblaci�n podr�a estar en riesgo de problemas de peso. En relaci�n con el uso de escaleras en lugar de elevadores, el 66.7% (120 estudiantes) reporta preferir esta opci�n, mientras que el 33.7% (60 estudiantes) no lo hace, lo que refleja que una proporci�n considerable opta por una elecci�n m�s saludable en su movilidad cotidiana. Sin embargo, un aspecto preocupante es que el 68.3% (113 estudiantes) indica que sus actividades diarias son sedentarias, en contraste con solo un 31.7% (57 estudiantes) que afirma lo contrario. Esto implica que, a pesar de que una mayor�a realiza actividad f�sica y adopta ciertos h�bitos saludables, el sedentarismo sigue siendo prevalente en la poblaci�n estudiada, lo que podr�a tener consecuencias en su bienestar a largo plazo. Se recomienda fomentar estrategias para aumentar la actividad f�sica diaria, reducir el tiempo sedentario y generar conciencia sobre la importancia del equilibrio entre ejercicio y h�bitos saludables en los estudiantes.
Tabla 1
Poblaci�n distribuida de acuerdo a Condici�n F�sica.
ESTILO DE VIDA / Condici�n f�sica |
||||
Variables |
SI |
NO |
||
Freq |
% |
Freq |
% |
|
Hace usted ejercicio o practica alg�n deporte durante al menos 30 minutos, 3 o m�s veces a la semana |
141 |
78.3% |
39 |
22% |
Tiene usted el peso adecuado para su altura y sexo. |
118 |
65.60% |
62 |
34.40% |
Usa usted las escaleras, en lugar de elevadores, cada vez que sea posible. |
120 |
66.70% |
60 |
33.70% |
Las actividades que usted realiza son sedentarias. |
57 |
31.70% |
113 |
68.30 |
Nota. Datos obtenidos de la tesis Funcionalidad familiar y estilos de vida de los adolescentes tard�os de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga 2017 (Escobar, 2018).
H�bitos alimentarios
La tabla 2 presenta la distribuci�n de la poblaci�n en funci�n de sus h�bitos alimentarios, evidenciando tendencias tanto saludables como poco favorables en la dieta de los estudiantes. Se observa que el 35% (63 estudiantes) prefieren las comidas con alto contenido de sal o a�aden sal adicional a sus comidas, mientras que el 65% (117 estudiantes) no lo hacen, lo que indica que la mayor�a mantiene un consumo moderado de sal. En cuanto al consumo de productos dulces y az�car a�adida, el 30.6% (55 estudiantes) tiene este h�bito, mientras que el 69.4% (125 estudiantes) no lo mantiene, lo que sugiere que una proporci�n significativa evita el consumo excesivo de az�car. La mayor�a de los estudiantes, 78.9% (142 estudiantes), reporta seguir una dieta balanceada que incluye vegetales, frutas, cereales, productos l�cteos y fuentes adecuadas de prote�nas, mientras que el 21.1% (38 estudiantes) no lo hace, lo que evidencia un patr�n general de alimentaci�n saludable. En relaci�n con el consumo de grasas saturadas, el 56.7% (102 estudiantes) limita su consumo, mientras que el 43.3% (78 estudiantes) no lo restringe, lo que refleja que una parte importante de la poblaci�n a�n mantiene h�bitos de consumo de grasas poco saludables. En cuanto a la preferencia por carnes blancas sobre carnes rojas, el 43.9% (79 estudiantes) opta por pescados y aves con mayor frecuencia, mientras que el 56.1% (101 estudiantes) no lo hace, lo que indica que la mayor�a mantiene una mayor ingesta de carnes rojas. Respecto a la limitaci�n del consumo de colesterol proveniente de alimentos como huevos, h�gado y carnes, el 58.9% (106 estudiantes) indica que modera su consumo, mientras que el 41.1% (74 estudiantes) no lo hace, lo que muestra una tendencia favorable en la reducci�n de este tipo de alimentos. Finalmente, se destaca que el 85.6% (154 estudiantes) consume alimentos ricos en fibra varias veces al d�a, mientras que solo el 14.4% (26 estudiantes) no lo hace, lo que es un indicador positivo en cuanto al consumo de vegetales, frutas y granos enteros. En general, los datos sugieren que, aunque hay buenos h�bitos alimentarios en la mayor�a de los estudiantes, a�n existen �reas de mejora, especialmente en la reducci�n del consumo de carnes rojas, grasas saturadas y alimentos con alto contenido de sal. Se recomienda fortalecer la educaci�n alimentaria para promover una alimentaci�n equilibrada y saludable dentro de la poblaci�n estudiantil.
Tabla 2
Poblaci�n distribuida de acuerdo a los h�bitos alimentarios.
ESTILO DE VIDA / H�bitos alimentarios |
||||
Variables |
SI |
NO |
||
Freq |
% |
Freq |
% |
|
Prefiere usted las comidas subidas de sal, acostumbra a�adir sal a las comidas. |
63 |
35% |
117 |
65% |
Mantiene usted un consumo elevado de productos dulces, acostumbra a a�adir az�car a los alimentos. |
55 |
30.6% |
125 |
69.4% |
Su dieta es balanceada, incluye vegetales, frutas, cereales, productos l�cteos y fuentes adecuadas de prote�nas. |
142 |
78.9% |
38 |
21.1% |
Limita usted su consumo de grasas saturadas (manteca animal, mantequilla, queso crema). |
102 |
56.7% |
78 |
43.3% |
Come usted pescados y aves m�s frecuentemente que carnes rojas. |
79 |
43.9% |
101 |
56.1% |
Limita usted su consumo de colesterol (huevos, h�gado, carnes). |
106 |
58.9% |
74 |
41.1% |
Come usted alimentos ricos en fibras varias veces al d�a (vegetales, frutas, granos enteros). |
154 |
85.6% |
26 |
14.4% |
Nota. Datos obtenidos de la tesis Funcionalidad familiar y estilos de vida de los adolescentes tard�os de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga 2017 (Escobar, 2018).
H�bitos t�xicos
El an�lisis de los h�bitos t�xicos en la poblaci�n estudiantil revela tendencias en el consumo de sustancias y automedicaci�n. La mayor�a de los estudiantes no fuma, ya que solo el 9.4% (17 estudiantes) reporta consumir tabaco en alguna de sus formas, mientras que el 90.6% (163 estudiantes) no presenta este h�bito. Asimismo, el consumo de alcohol es bajo, con apenas un 3.9% (7 estudiantes) que admite ingerir 3 a 4 tragos al d�a, frente al 96.1% (173 estudiantes) que no lo hace, lo que indica que el abuso de bebidas alcoh�licas no es una problem�tica significativa en este grupo.
Seg�n la Tabla 3, el consumo elevado de caf� es m�s frecuente que el de tabaco y alcohol, pues 12.8% (23 estudiantes) bebe 4 o m�s tazas de caf� al d�a, mientras que el 87.2% (157 estudiantes) no tiene este h�bito, lo que sugiere que algunos estudiantes pueden estar expuestos a niveles elevados de cafe�na. Por otro lado, la automedicaci�n es una pr�ctica m�s extendida, con un 21.7% (39 estudiantes) que admite recurrir a medicamentos sin indicaci�n m�dica, en comparaci�n con el 78.3% (141 estudiantes) que evita esta conducta.
Estos datos reflejan que el tabaquismo y el consumo de alcohol no son prevalentes en la poblaci�n estudiada, lo cual es positivo para la salud general de los estudiantes. Sin embargo, el consumo excesivo de cafe�na y la automedicaci�n siguen siendo pr�cticas comunes, lo que sugiere la necesidad de campa�as de concienciaci�n sobre los riesgos asociados a estos h�bitos y la importancia de acudir a un profesional de la salud para el uso adecuado de medicamentos.
Tabla 3
Poblaci�n distribuida de acuerdo a los h�bitos t�xicos.
ESTILO DE VIDA / H�bitos t�xicos |
||||
Variables |
SI |
NO |
||
Freq |
% |
Freq |
% |
|
Fuma usted cigarrillos, tabacos, pipa o mastica tabaco. |
17 |
9.4% |
163 |
90.6% |
Consume usted bebidas alcoh�licas de 3 a 4 tragos al d�a. |
7 |
3.9% |
173 |
96.1% |
Consume usted 4 o m�s tazas de caf� al d�a. |
23 |
12.8% |
157 |
87.2% |
Acostumbra usted a utilizar medicamentos auto indicado. |
39 |
21.7% |
141 |
78.3% |
Nota. Datos obtenidos de la tesis Funcionalidad familiar y estilos de vida de los adolescentes tard�os de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga 2017 (Escobar, 2018).
Sexualidad
El an�lisis de los h�bitos relacionados con la sexualidad en la poblaci�n estudiada permite identificar patrones de comportamiento y medidas de prevenci�n utilizadas. La mayor�a de los estudiantes, 83.3% (150 estudiantes), no reporta cambios frecuentes de pareja, mientras que el 16.7% (30 estudiantes) s� los tiene, lo que sugiere que las relaciones estables son predominantes dentro del grupo. Sin embargo, en cuanto a la protecci�n durante las relaciones sexuales, solo el 29.4% (53 estudiantes) indica que usa m�todos seguros como el cond�n, mientras que el 70.6% (127 estudiantes) no los utiliza, lo que representa un riesgo significativo de infecciones de transmisi�n sexual (ITS) y embarazos no planificados.
De acuerdo con la tabla 4, el 35% (63 estudiantes) mantiene relaciones de pareja estables y utiliza m�todos anticonceptivos, mientras que el 65% (117 estudiantes) no lo hace, lo que puede estar relacionado con la baja prevalencia del uso de protecci�n en general. Estos resultados reflejan la necesidad de fortalecer la educaci�n sexual dentro de la poblaci�n estudiantil, promoviendo el uso de m�todos anticonceptivos y fomentando la importancia de la protecci�n en las relaciones sexuales para reducir riesgos. La baja utilizaci�n del cond�n y otros m�todos de prevenci�n pone en evidencia una posible falta de informaci�n o acceso a estos recursos, lo que podr�a abordarse mediante campa�as educativas enfocadas en la salud sexual y reproductiva.
Tabla 4
Poblaci�n distribuida de acuerdo a la sexualidad.
ESTILO DE VIDA / Sexualidad |
||||
Variables |
SI |
NO |
||
Freq |
% |
Freq |
% |
|
Tiene cambios frecuentes de pareja. |
30 |
16.7% |
150 |
83.3% |
Realiza pr�cticas sexuales protegidas o seguras (uso del cond�n). |
53 |
29.4% |
127 |
70.6% |
Mantiene relaciones de pareja estables y utiliza medidas anticonceptivas. |
63 |
35% |
117 |
65% |
Nota. Datos obtenidos de la tesis Funcionalidad familiar y estilos de vida de los adolescentes tard�os de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga 2017 (Escobar, 2018).
Autocuidado
La Tabla 5 indica el an�lisis del autocuidado en la poblaci�n estudiada muestra h�bitos saludables en algunos aspectos, pero tambi�n revela �reas que requieren mayor atenci�n. La gran mayor�a, 97.8% (176 estudiantes), se lava los dientes diariamente, mientras que solo un 2.2% (4 estudiantes) no lo hace, lo que refleja una adecuada higiene bucal en la poblaci�n. En cuanto a la realizaci�n de chequeos m�dicos anuales, el 61.1% (110 estudiantes) acude al menos una vez al a�o a un control m�dico, mientras que el 38.9% (70 estudiantes) no lo hace, lo que sugiere que una parte significativa de la poblaci�n no prioriza la prevenci�n en su salud.
El descanso adecuado es otro aspecto evaluado, donde el 64.4% (116 estudiantes) reporta dormir lo suficiente, mientras que el 35.6% (64 estudiantes) indica no descansar lo necesario, lo que podr�a estar relacionado con factores como el estr�s acad�mico, el uso excesivo de pantallas o una mala higiene del sue�o. Un aspecto preocupante es que solo el 43.3% (78 estudiantes) tiene la vacunaci�n actualizada y, en el caso de las mujeres, se ha realizado la prueba citol�gica, mientras que el 53.7% (102 estudiantes) no lo ha hecho, lo que pone en evidencia la necesidad de reforzar campa�as de concienciaci�n sobre la importancia de la inmunizaci�n y la prevenci�n de enfermedades.
En general, los resultados muestran que, si bien existen h�bitos positivos en el autocuidado, como la higiene bucal y el descanso adecuado en la mayor�a de los estudiantes, a�n es necesario mejorar la frecuencia de chequeos m�dicos, garantizar un mayor acceso y concienciaci�n sobre la vacunaci�n, as� como promover la importancia del sue�o para el bienestar general. Fortalecer la educaci�n en salud preventiva y el acceso a estos servicios podr�a contribuir significativamente a mejorar la calidad de vida de la poblaci�n estudiada.
Tabla 5
Poblaci�n distribuida por autocuidado.
ESTILO DE VIDA / Autocuidado |
||||
Variables |
SI |
NO |
||
Freq |
% |
Freq |
% |
|
Se lava usted los dientes diariamente. |
176 |
97.8% |
4 |
2.2% |
Se efect�a usted un chequeo m�dico por lo menos una vez al a�o. |
110 |
61.1% |
70 |
38.9% |
Duerme usted lo suficiente generalmente. |
116 |
64.4% |
64 |
35.6% |
Tiene la vacunaci�n actualizada y en el caso de las mujeres la prueba citol�gica. |
78 |
43.3% |
102 |
53.7% |
Nota. Datos obtenidos de la tesis Funcionalidad familiar y estilos de vida de los adolescentes tard�os de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga 2017 (Escobar, 2018).
Tiempo libre
El an�lisis sobre el uso del tiempo libre en la poblaci�n estudiada muestra una tendencia positiva hacia la recreaci�n y el disfrute de actividades personales. De acuerdo con la tabla 6, el 90% (162 estudiantes) dispone de tiempo para su entretenimiento, mientras que solo el 10% (18 estudiantes) indica no contar con este espacio. Adem�s, el 91.1% (164 estudiantes) disfruta las actividades que realiza en su tiempo libre, en contraste con un 8.9% (16 estudiantes) que no lo hace, lo que refleja una percepci�n mayoritariamente positiva sobre el uso del tiempo de ocio.
En cuanto a la relaci�n entre el tiempo libre y el desarrollo personal, el 80% (144 estudiantes) considera que sus actividades contribuyen al enriquecimiento de su vida espiritual, mientras que el 20% (36 estudiantes) no lo percibe as�. Sin embargo, un dato relevante es que el 39.4% (71 estudiantes) admite no realizar ninguna actividad recreativa o de entretenimiento, frente al 60.6% (109 estudiantes) que s� las desarrolla.
Estos resultados evidencian que la mayor�a de los estudiantes logra equilibrar sus responsabilidades con el disfrute de su tiempo libre, lo que puede influir positivamente en su bienestar general. Sin embargo, el porcentaje de quienes no participan en actividades recreativas sigue siendo considerable, lo que sugiere la necesidad de fomentar espacios y estrategias para promover el uso del tiempo libre de manera enriquecedora, incentivando la recreaci�n activa y el desarrollo personal en la comunidad estudiantil.
Tabla 6
Poblaci�n distribuida de acuerdo al tiempo libre.
ESTILO DE VIDA / Tiempo libre |
||||
Variables |
SI |
NO |
||
Freq |
% |
Freq |
% |
|
Dispone usted de tiempo libre para su recreaci�n y entretenimiento. |
162 |
90% |
18 |
10% |
Cuando est� en su tiempo libre disfruta con las actividades que realiza. |
164 |
91.1% |
16 |
8.9% |
Considera usted que las actividades que realiza en su tiempo ayudan a enriquecer su vida espiritual. |
144 |
80% |
36 |
20% |
Generalmente no desarrolla ning�n tipo de actividad recreativa o de entretenimiento. |
71 |
39.4% |
109 |
60.6% |
Nota. Datos obtenidos de la tesis Funcionalidad familiar y estilos de vida de los adolescentes tard�os de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga 2017 (Escobar, 2018).
Estados emocionales
El an�lisis de los estados emocionales en la poblaci�n estudiada permite identificar tendencias en la gesti�n de emociones y el manejo del estr�s. De acuerdo con la Tabla 7, un 42.2% (76 estudiantes) reprime sus sentimientos de disgusto y no acostumbra a expresarlos, mientras que un 57.8% (104 estudiantes) s� lo hace, lo que indica que una parte significativa de la poblaci�n podr�a tener dificultades en la expresi�n emocional. Por otro lado, el 82.2% (149 estudiantes) considera que re�rse le resulta f�cil, mientras que solo el 17.2% (31 estudiantes) no lo percibe de esa manera, lo que sugiere que la mayor�a encuentra momentos de alegr�a en su d�a a d�a.
Respecto a la capacidad para tomar decisiones importantes con un m�nimo de tensi�n, la poblaci�n se divide equitativamente, con un 50% (90 estudiantes) que indica poder hacerlo y otro 50% (90 estudiantes) que no, lo que evidencia que el manejo del estr�s ante decisiones cruciales var�a significativamente dentro del grupo. Adem�s, el 36.1% (65 estudiantes) reporta sentirse generalmente tenso y nervioso, mientras que el 63.9% (115 estudiantes) no experimenta esta sensaci�n con frecuencia, lo que indica que una parte de los estudiantes podr�a estar lidiando con altos niveles de ansiedad.
En cuanto al control emocional ante situaciones desagradables, el 48.3% (87 estudiantes) se�ala que logra manejarse con facilidad, mientras que el 51.7% (93 estudiantes) tiene dificultades en este aspecto, lo que sugiere que una parte de la poblaci�n podr�a beneficiarse de estrategias para mejorar la regulaci�n emocional. Finalmente, un aspecto positivo es que el 85% (153 estudiantes) afirma dedicar un tiempo al d�a para relajarse, mientras que solo el 15% (27 estudiantes) no lo hace, lo que muestra una tendencia favorable hacia el autocuidado emocional.
En general, los datos reflejan que, aunque la mayor�a de los estudiantes encuentra formas de relajaci�n y disfrute, a�n existen desaf�os en la gesti�n del estr�s, la expresi�n de emociones y la toma de decisiones bajo presi�n. Ser�a recomendable implementar estrategias de apoyo emocional y talleres de manejo del estr�s para mejorar la salud mental y el bienestar general de los estudiantes.
Tabla 7. Poblaci�n distribuida por estilo de vida y estados emocionales.
ESTILO DE VIDA / Estados emocionales |
||||
Variables |
SI |
NO |
||
Freq |
% |
Freq |
% |
|
Reprime sus sentimientos de disgusto, no acostumbra a expresarlos |
76 |
42.2% |
104 |
57.8% |
Es f�cil para usted re�rse |
149 |
82.2% |
31 |
17.2% |
Puede usted tomar decisiones importantes con un m�nimo de tensi�n |
90 |
50% |
90 |
50% |
Generalmente est� usted tenso y nervioso |
65 |
36.1% |
115 |
63.9% |
Cuando le ocurre algo desagradable logra controlarse f�cilmente |
87 |
48.3% |
93 |
51.7% |
Durante el d�a utiliza un tiempo para relajarse |
153 |
85% |
27 |
15% |
Nota. Datos obtenidos de la tesis Funcionalidad familiar y estilos de vida de los adolescentes tard�os de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga 2017 (Escobar, 2018).
APGAR Familiar
El an�lisis del APGAR familiar permite evaluar el nivel de satisfacci�n de los estudiantes con el apoyo y la funcionalidad de su n�cleo familiar. Seg�n la Tabla 8, un 47.8% (86 estudiantes) siempre se siente satisfecho con la ayuda que recibe de su familia cuando tiene un problema o necesidad, mientras que solo un 3.3% (6 estudiantes) nunca se siente respaldado en estas situaciones. En cuanto a la comunicaci�n familiar, un 36.1% (65 estudiantes) siempre se siente satisfecho con la forma en que su familia habla y comparte problemas, aunque un 5.6% (10 estudiantes) nunca encuentra esta din�mica en su hogar, lo que sugiere que una parte de la poblaci�n podr�a experimentar dificultades en la comunicaci�n familiar.
Respecto al apoyo recibido para emprender nuevas actividades, el 46.7% (84 estudiantes) siempre siente que su familia lo respalda, mientras que el 6.1% (11 estudiantes) nunca experimenta este apoyo, evidenciando que, si bien la mayor�a tiene un ambiente favorable, a�n existen estudiantes que podr�an requerir m�s motivaci�n dentro de su entorno familiar. En cuanto a la expresi�n de afecto y la respuesta emocional de la familia, el 31.7% (57 estudiantes) siempre se siente satisfecho, mientras que un 10% (18 estudiantes) nunca percibe estas manifestaciones, lo que podr�a impactar en su bienestar emocional.
Por otro lado, la satisfacci�n con el tiempo compartido en familia y la disponibilidad de apoyo en momentos de necesidad es un factor clave. Un 45.6% (82 estudiantes) siempre se siente satisfecho con la convivencia y el acceso a recursos como espacios en el hogar y apoyo econ�mico, mientras que un 4.4% (8 estudiantes) nunca encuentra este respaldo.
Estos datos reflejan que, aunque la mayor�a de los estudiantes tiene un buen nivel de satisfacci�n familiar, a�n existen sectores de la poblaci�n que experimentan deficiencias en la comunicaci�n, el apoyo emocional y el tiempo compartido con sus familias. Esto sugiere la necesidad de fortalecer la integraci�n familiar y promover espacios de di�logo que mejoren las relaciones interpersonales en el hogar.
Tabla 8
Poblaci�n distribuida por valoraci�n de APGAR familiar.
APGAR FAMILIAR |
||||||||||
Variables |
Nunca |
Casi Nunca |
Algunas Veces |
Casi Siempre |
Siempre |
|||||
Freq |
% |
Freq |
% |
Freq |
% |
Freq |
% |
Freq |
% |
|
Me satisface la ayuda que recibo de mi familia cuando tengo alg�n problema y necesidad |
6 |
3.3% |
5 |
2.8% |
48 |
26.7% |
35 |
19.5% |
86 |
47.8% |
Me satisface como en mi familia hablamos y compartimos nuestros problemas |
10 |
5.6% |
21 |
11.7% |
50 |
27.8% |
34 |
18.9% |
65 |
36.1% |
Me satisface como mi familia acepta y apoya mi deseo de emprender nuevas actividades |
11 |
6.1% |
13 |
7.2% |
37 |
20.6% |
35 |
19.4% |
84 |
46.7% |
Me satisface como mi familia expresa afecto y responde a mis emociones tales como rabia, tristeza, amor |
18 |
10% |
49 |
27.2% |
38 |
21.1% |
49 |
27.2% |
57 |
31.7% |
Me satisface como compartimos en mi familia el tiempo para estar juntos, los espacios en la casa, el dinero; usted tiene un amigo cercano a quien puede buscar cuando necesita ayuda |
8 |
4.4% |
10 |
5.6% |
40 |
22.2% |
40 |
22.2% |
82 |
45.6 |
Nota. Datos obtenidos de la tesis Funcionalidad familiar y estilos de vida de los adolescentes tard�os de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga 2017 (Escobar, 2018).
Estilo de vida y funcionalidad familiar
El an�lisis de la relaci�n entre el estilo de vida y la funcionalidad familiar permite identificar c�mo la din�mica en el hogar influye en los h�bitos de salud y bienestar de los estudiantes. Seg�n la tabla 9, el grupo con disfunci�n leve se distribuye principalmente en la categor�a de poco saludable con un 68% (34 estudiantes), mientras que solo un 6% (3 estudiantes) presentan un estilo de vida nada saludable y un 20% (10 estudiantes) se encuentran en la categor�a de con riesgo. Esto sugiere que, aunque la disfunci�n leve no representa un problema severo, s� influye en la adopci�n de h�bitos menos saludables.
En el caso de la disfunci�n moderada, la mayor�a de los estudiantes, 81.3% (26 estudiantes), tienen un estilo de vida poco saludable, mientras que un 9.4% (3 estudiantes) est�n con riesgo, y solo un 3.1% (1 estudiante) se consideran con un estilo de vida saludable. Esto indica que una mayor disfunci�n familiar puede estar asociada con una disminuci�n en el bienestar general y en los h�bitos saludables.
Para los estudiantes con disfunci�n severa, se observa que 83.3% (25 estudiantes) tienen un estilo de vida poco saludable, mientras que un 16.7% (5 estudiantes) est�n con riesgo, sin presencia en las categor�as de estilo de vida saludable. Esto evidencia que una disfunci�n severa en la familia est� fuertemente relacionada con la adopci�n de h�bitos poco saludables y de mayor riesgo.
Por otro lado, en los estudiantes con una funcionalidad familiar normal, se observa una mejor distribuci�n en cuanto a h�bitos de vida, con 61.8% (42 estudiantes) en la categor�a de nada saludable y 38.2% (26 estudiantes) con un estilo de vida saludable. En general, del total de la poblaci�n analizada, el 70.6% (127 estudiantes) presenta un estilo de vida poco saludable, mientras que solo el 16.7% (30 estudiantes) se consideran saludables.
Estos resultados reflejan que la funcionalidad familiar influye directamente en el estilo de vida de los estudiantes. A mayor disfunci�n familiar, mayor es la prevalencia de h�bitos poco saludables, lo que sugiere la importancia de fortalecer el apoyo familiar y fomentar programas de educaci�n en salud para mejorar el bienestar general de los estudiantes.
Tabla 9
Poblaci�n distribuida por valoraci�n cruzada de estilo de vida y funcionalidad familiar.
APGAR Familiar |
ESTILO DE VIDA |
Total |
|||
Con riesgo |
Nada saludable |
Poco saludable |
Saludable |
||
Disfunci�n leve |
10 |
3 |
34 |
3 |
50 |
20,0 |
6,0 |
68,0 |
6,0 |
100,0 |
|
Disfunci�n moderada |
3 |
2 |
26 |
1 |
32 |
9,4 |
6,3 |
81,3 |
3,1 |
100,0 |
|
Disfunci�n severa |
5 |
0 |
25 |
0 |
30 |
16,7 |
- |
83,3 |
- |
100,0 |
|
Normal |
0 |
0 |
42 |
26 |
68 |
- |
- |
61,8 |
38,2 |
100,0 |
|
Total |
18 |
5 |
127 |
30 |
180 |
10,0 |
2,8 |
70,6 |
16,7 |
100,0 |
Nota. Datos obtenidos de la tesis Funcionalidad familiar y estilos de vida de los adolescentes tard�os de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga 2017 (Escobar, 2018).
Discusi�n
Los hallazgos de esta investigaci�n reflejan una relaci�n estrecha entre la funcionalidad familiar y los estilos de vida de los adolescentes tard�os de la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga. Como se ha evidenciado en estudios previos, la familia desempe�a un papel fundamental en la formaci�n de h�bitos saludables y en la protecci�n frente a comportamientos de riesgo (Esteves et al., 2020). Se observ� que aquellos adolescentes que pertenecen a familias funcionales tienden a adoptar estilos de vida m�s saludables, mientras que quienes provienen de familias con niveles de disfuncionalidad muestran una mayor propensi�n a conductas poco saludables (Caguana-Sopa & Tobar-Viera, 2022).
Uno de los aspectos m�s relevantes de los resultados obtenidos es la influencia de la funcionalidad familiar en la actividad f�sica de los adolescentes. Se identific� que un porcentaje significativo de estudiantes con familias funcionales realiza ejercicio regularmente, lo que concuerda con los hallazgos de Guerrero & Contreras-Orozco (2020) quienes se�alan que el apoyo familiar favorece la pr�ctica de actividad f�sica y la adopci�n de h�bitos saludables.
En cuanto a los h�bitos alimentarios, se observ� que los adolescentes con familias funcionales presentan un mejor patr�n de alimentaci�n, con menor consumo de alimentos ultraprocesados y un mayor equilibrio en su dieta (Serna et al., 2022). En contraste, aquellos provenientes de familias con disfunci�n moderada o severa mostraron tendencias a dietas poco balanceadas, con mayor consumo de grasas saturadas y az�cares refinados, lo que refuerza lo expuesto por Pinillos-Pati�o et al. (2022) sobre la relaci�n entre la disfuncionalidad familiar y los h�bitos alimentarios deficientes.
El consumo de sustancias tambi�n se vio influenciado por la funcionalidad familiar. Los datos muestran que la prevalencia de h�bitos t�xicos, como el tabaquismo y el consumo excesivo de cafe�na, es m�s alta en adolescentes provenientes de familias con mayor disfunci�n, lo cual coincide con estudios previos como los de Zambrano & Mayo (2022) quienes reportan que la disfuncionalidad familiar incrementa el riesgo de adopci�n de conductas perjudiciales para la salud.
Otro hallazgo importante se relaciona con la vida sexual de los adolescentes. Se identific� que el uso de m�todos anticonceptivos es m�s frecuente en aquellos que provienen de familias funcionales, lo que indica una mejor comunicaci�n y educaci�n en salud sexual en el entorno familiar. Estos resultados son consistentes con los de Romero & Giniebra (2022) quienes encontraron que el apoyo y la comunicaci�n en la familia influyen directamente en la adopci�n de pr�cticas sexuales seguras.
En el �mbito emocional, la investigaci�n revel� que los adolescentes de familias funcionales presentan niveles m�s bajos de ansiedad y mejor regulaci�n emocional en comparaci�n con aquellos que provienen de familias con disfunci�n severa. Carrasco & Garc�a (2023) tambi�n reportan que la funcionalidad familiar contribuye a una mayor asertividad y estabilidad emocional en los adolescentes.
Finalmente, se evidenci� que los adolescentes con familias funcionales tienen un uso del tiempo libre m�s estructurado, participando en actividades recreativas y de desarrollo personal, lo que coincide con Soler & Garc�a (2021) quienes afirman que el entorno familiar influye en la gesti�n del ocio y la organizaci�n del tiempo libre en los adolescentes.
Estos hallazgos refuerzan la importancia de la funcionalidad familiar en la promoci�n de estilos de vida saludables y en la prevenci�n de conductas de riesgo en los adolescentes tard�os. Se recomienda la implementaci�n de programas de apoyo a las familias, as� como estrategias de intervenci�n educativa orientadas a fortalecer la comunicaci�n y la cohesi�n familiar, con el fin de mejorar el bienestar integral de los adolescentes.
Conclusiones
El presente estudio permiti� analizar la relaci�n entre la funcionalidad familiar y los estilos de vida de los adolescentes tard�os en la Unidad Educativa Luis Plutarco Cevallos, Quiroga. Los hallazgos evidenciaron que una mayor funcionalidad familiar se asocia con estilos de vida m�s saludables, mientras que la disfunci�n familiar tiende a relacionarse con h�bitos de riesgo, tales como sedentarismo, consumo inadecuado de alimentos, automedicaci�n y bajo uso de m�todos anticonceptivos.
Los resultados resaltan la importancia del entorno familiar como un factor clave en la adopci�n de conductas saludables. La comunicaci�n efectiva, el apoyo emocional y la convivencia arm�nica dentro del n�cleo familiar pueden promover el bienestar f�sico y emocional en los adolescentes. No obstante, se identificaron �reas cr�ticas, como el bajo uso de protecci�n en relaciones sexuales y la automedicaci�n, que requieren intervenciones educativas y preventivas dentro del entorno escolar y comunitario.
Dado que el estudio se enfoc� en una muestra espec�fica y en un contexto geogr�fico determinado, se recomienda que investigaciones futuras ampl�en la poblaci�n de estudio para evaluar si estas tendencias se replican en otras instituciones educativas o comunidades con diferentes caracter�sticas socioecon�micas y culturales. Asimismo, ser�a pertinente realizar estudios longitudinales que permitan observar la evoluci�n de los estilos de vida a lo largo del tiempo y su relaci�n con la funcionalidad familiar en distintas etapas del desarrollo.
Otro enfoque a considerar en investigaciones futuras es la evaluaci�n de estrategias de intervenci�n para mejorar los estilos de vida en adolescentes con disfunci�n familiar, explorando el impacto de programas educativos, talleres de orientaci�n familiar y estrategias de apoyo psicol�gico. Adem�s, la inclusi�n de m�todos mixtos, combinando enfoques cuantitativos y cualitativos, permitir�a comprender con mayor profundidad las din�micas familiares y sus efectos en la formaci�n de h�bitos saludables.
En conclusi�n, fortalecer la funcionalidad familiar y fomentar un entorno de apoyo en el hogar y la comunidad puede ser una estrategia clave para mejorar la calidad de vida de los adolescentes tard�os, reduciendo riesgos y promoviendo su bienestar integral. Asimismo, estudios futuros podr�an profundizar en la implementaci�n y evaluaci�n de intervenciones que promuevan la funcionalidad familiar como un factor protector en la adopci�n de h�bitos saludables. En particular, ser�a valioso dise�ar programas de fortalecimiento familiar y educaci�n en salud que incluyan tanto a los adolescentes como a sus familias, con el objetivo de fomentar din�micas m�s equilibradas y mejorar los estilos de vida en esta etapa crucial del desarrollo.
Referencias
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�
� 2025 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)
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