Nuevas estrategias en el manejo de la sepsis y shock séptico. Una revisión de la evidencia actual

Resumen

La sepsis y el shock séptico representan una de las principales causas de mortalidad en pacientes críticos, con una carga significativa en los sistemas de salud a nivel mundial. A pesar de los avances en la comprensión de su fisiopatología, el manejo sigue siendo un desafío, dado su carácter dinámico y la heterogeneidad de los pacientes afectados. En los últimos años, nuevas estrategias terapéuticas han surgido para optimizar la reanimación hemodinámica, modular la respuesta inflamatoria y mejorar los desenlaces clínicos. Esta revisión analiza la evidencia más reciente sobre el abordaje de la sepsis y el shock séptico, con énfasis en las innovaciones en el diagnóstico temprano, el manejo hemodinámico personalizado y el uso de terapias adyuvantes. Materiales y Métodos: Se realizó una búsqueda exhaustiva en bases de datos biomédicas como PubMed, Scopus y Cochrane Library, incluyendo artículos publicados entre 2021 y 2025. Se seleccionaron estudios clínicos, metaanálisis y guías de práctica clínica relevantes. Los criterios de inclusión abarcaron investigaciones centradas en el diagnóstico temprano mediante biomarcadores y cuyo tratamiento se basó en nuevas estrategias de fluidoterapia, el uso de vasopresores y corticoides, así como terapias inmunomoduladoras emergentes. Resultados: Los estudios recientes han demostrado que el uso de biomarcadores como la procalcitonina y la interleucina-6, junto con herramientas de aprendizaje automático, pueden mejorar la detección temprana de la sepsis. En cuanto a la fluidoterapia, se ha priorizado una estrategia restrictiva y personalizada basada en la monitorización dinámica de la respuesta a los líquidos, evitando sobrecarga hídrica y sus complicaciones. La combinación de norepinefrina con vasopresina ha mostrado mejores resultados en la optimización hemodinámica en pacientes con shock séptico refractario. Además, la evidencia sugiere que el uso de corticoides, especialmente hidrocortisona en dosis bajas, puede reducir la duración del shock y la mortalidad en ciertos subgrupos de pacientes. Finalmente, terapias inmunomoduladoras, como los inhibidores de la IL-6 y la purificación sanguínea mediante hemoadsorción, están en evaluación como potenciales herramientas para modular la respuesta inflamatoria y mejorar la evolución clínica de los pacientes críticos.