Territorial planning and sociology of urban space: maneuvers of resistance and civil legal implications of the new false self-employed (The case of Rappi in the city of Quito)
Planejamento territorial e sociologia do espao urbano: manobras de resistncia e implicaes jurdicas civis dos novos falsos autnomos (O caso Rappi na cidade de Quito)
Correspondencia: re.sarzosa@uta.edu.ec
Ciencias Tcnicas y Aplicadas
Artculo de Investigacin
* Recibido: 10 de diciembre de 2024 *Aceptado: 06 de enero de 2025 * Publicado: 18 de febrero de 2025
I. Universidad Tcnica de Ambato, Ecuador.
II. Universidad Tcnica de Ambato, Ecuador.
III. Universidad Tcnica de Ambato, Ecuador.
Resumen
Las plataformas digitales de economa colaborativa se han convertido en un modelo de mercado que progresivamente se ha implantado en la ciudad de Quito. La empresa Rappi la cual propone este modelo de mercado, se ha posicionado en los ltimos meses de 2019 como una nueva plataforma que oferta el servicio de entrega de productos de consumo, dando lugar a que personas con baja cualificacin profesional imposibilitadas de acceder al mercado laboral formal, apliquen a una plaza de trabajo y se subscriban a esta aplicacin digital como maniobra de supervivencia ante su condicin de inestabilidad laboral. Las trminos y condiciones legales de trabajo que tiene la empresa por sobre los nuevos repartidores evidencian procesos de flexibilizacin laboral que reflejan diversas relaciones de control y poder por sobre los repartidores. La presente investigacin busca responder si las maniobras de resistencia de repartidores de la plataforma digital Rappi frente a la precarizacin laboral son producto de estrategias colaborativas reflejadas en la formacin incipiente de un capital social comunitario (Durston, 2000) y de una segregacin espacial positiva (Sabatini, Cceres y Cerd, 2001).
Palabras clave: flexibilizacin laboral; control y poder; capital social comunitario; segregacin espacial positiva.
Abstract
Collaborative economy digital platforms have become a market model that has progressively been implemented in the city of Quito. The company Rappi which proposes this market model has positioned itself in the last months of 2019 as a new platform that offers the delivery service of consumer products, giving rise to people with low professional qualifications unable to access the formal labor market, to apply for a job and subscribe to this digital application as a survival maneuver in the face of their condition of job instability. The legal terms and conditions of work that the company has over the new delivery drivers show processes of labor flexibility that reflect various relations of control and power over the delivery workers. The present research seeks to answer whether the resistance maneuvers of delivery drivers of the Rappi digital platform in the face of job insecurity are the product of collaborative strategies reflected in the incipient formation of a community social capital (Durston, 2000) and of a positive spatial segregation (Sabatini, Cceres and Cerd, 2001).
Keywords: labor flexibility; control and power; community social capital; positive spatial segregation.
Resumo
As plataformas digitais de economia colaborativa tornaram-se um modelo de
mercado que tem sido progressivamente implementado na cidade de Quito. A
empresa Rappi que prope este modelo de mercado posicionou-se nos ltimos
meses de 2019 como uma nova plataforma que oferece o servio de entrega de
produtos de consumo, fazendo com que pessoas com baixa qualificao
profissional e impossibilitadas de acessar o mercado formal de trabalho, se
candidatem a um emprego e se inscrevam neste aplicativo digital como uma
manobra de sobrevivncia diante de sua condio de instabilidade laboral. Os
termos e condies legais de trabalho que a empresa possui sobre os novos
entregadores evidenciam processos de flexibilizao trabalhista que refletem
diversas relaes de controle e poder sobre os entregadores. A presente
pesquisa busca responder se as manobras de resistncia dos motoristas de
entrega da plataforma digital Rappi diante da insegurana laboral so produto
de estratgias colaborativas refletidas na formao incipiente de um capital
social comunitrio (Durston, 2000) e de uma segregao espacial positiva
(Sabatini, Cceres e Cerd, 2001).
Palavras-chave: flexibilidade trabalhista; controle e poder; capital social comunitrio; segregao espacial positiva.
Introduccin
Los nuevos modelos de economas colaborativas surgieron a raz de la crisis mundial de 2008, lo cual provoc un aumento del desempleo y la precariedad laboral (De Rivera, Gordo y Cassidy 2017, 22) globalmente. Dentro de este panorama, la crisis econmica repercuti en que un importante sector de la poblacin mundial busque maneras alternativas de ingresos como estrategia de supervivencia (De Rivera, Gordo y Cassidy, 2017); es decir, el modelo capitalista busca maneras de reinvencin para lograr un equilibrio (Harvey, 2014a) y reestablecer la acumulacin neoliberal del capital, adems del poder de lites econmicas globales (Harvey, 2014b).
Este proceso influy en los nuevos modos de consumo de la ciudadana (Alonso, Fernndez e Ibez, 2016), lo cual provoc un escenario marcado por un incremento notable de la desigualdad econmica y social (De Rivera, Gordo y Cassidy 2017, 22), adems del desarrollo de un mercado laboral emergente de falsos autnomos desregulados (De Rivera, Gordo y Cassidy 2017, 27) caracterizado por sus bajos ingresos econmicos y precariedad laboral, los cuales forman parte del conglomerado social al que Julius (1999) denomina como los nuevos pobres urbanos; a su vez, Standing (2011) lo identifica como precariado, el cual define como:
() un entronque entre la precariedad y el proletariado, dado que es una clase trabajadora que se enfrenta a una enorme inseguridad laboral, una volatilidad del mercado laboral y una indefinicin de una identidad concreta como clase trabajadora, lo que afecta directamente a su salud emocional y sus condiciones materiales de vida (Hidalgo y Valencia 2019, 5).
En este contexto, surgen las economas colaborativas de plataformas digitales, las cuales distan bastante del modelo de economa social y solidaria (Coraggio, 2009) o la economa del bien comn (Vila-Vias y Barandiaran, 2015); y ms bien, son presentadas como una marea sociocultural (Botsman y Rogers, 2012) de revolucin colaborativa (Caigueral, 2014), que extienden su actividad globalmente perpetuando importantes impactos econmicos y sociales (De Rivera, Gordo y Cassidy 2017, 23).
Este nuevo nicho de mercado responde al afianzamiento del neoliberalismo, como poder econmico, poltico y cultural, basado en la idea de la libertad individual (Hidalgo y Valencia 2019, 20) y forma parte del constante crecimiento de un nuevo precario mercado laboral, el cual sirve como maniobra de supervivencia de reproduccin material de la vida (Hidalgo y Valencia, 2019) para personas excluidas del mercado laboral formal que necesitan una fuente de empleo para hacer frente a su inestabilidad econmica (Vega y Saltzmann, 2015).
En el contexto ecuatoriano, las economas colaborativas de entrega de productos aparecen a mediados de 2018 (El Universo, 2019), en un escenario de vulnerabilidad econmica y social (Hidalgo y Valencia, 2019), lo que desencaden en un constante aumento de personas que optan por vincularse a este mercado laboral en ciudades como Quito (Ver mapa 1). Este proceso est fuertemente influenciado por el:
() retorno al neoliberalismo emprendido en el gobierno de Rafael Correa, que se profundiza y acelera en el gobierno del actual presidente Lenin Moreno, dejando alrededor de 12 mil personas del sector pblico sin empleo; y la creciente presencia de poblacin migrante y refugiada venezolana en busca de empleo, que, segn la Asociacin Civil Venezuela en Ecuador, supera las 350 mil personas. Frente a esta situacin de desempleo, inestabilidad laboral, y precarizacin, las plataformas aparecen como fuente de trabajo; volvindose, para muchas personas, su nica forma de subsistencia (Hidalgo y Valencia 2019, 1).
Mapa 1: Puntos de encuentro de trabajadores de Glovo y Uber Eats en Quito (Escala macro)
Elaboracin: Extrado de: Entre la precarizacin y el alivio cotidiano. Las plataformas Uber Eats y Glovo en Quito (Hidalgo y Valencia 2019, 10)
En base a esta realidad, Hidalgo y Valencia (2019) disgregan el modus operandi de las plataformas digitales Uber Eats y Glovo en Quito, e identifican diversas relaciones de control y poder (Janoschka, 2011) dentro de este mercado, las cuales presentan como elemento articulador al repartidor, de lo cual se desprende:
Plataforma digital/ Repartidor |
Establecimiento comercial/ Repartidor |
Consumidor (Cliente)/ Repartidor |
|
RELACIONES DE CONTROL Y PODER |
|||
CONTROL Y DISCIPLINAMIENTO DESDE VARIAS ARISTAS |
|||
NORMALIZACIN DE LA INESTABILIDAD Y DESPROTECCIN LABORAL |
SITUACIN DE CONTROL |
SITUACIN DE INDIFERENCIA |
|
Deslinde de vnculo de dependencia laboral. (Flexibilizacin laboral) |
Indiferencia con el repartidor. (No enviar los productos envueltos correctamente) |
No importa quien ni como lo hace, con tal de que realice su trabajo. |
|
Control de los trminos y condiciones del intercambio (Sin derecho a reclamo o rplica) |
Prohibicin de ingresar con insumos de trabajo a ciertos locales. |
Clasismo, racismo y machismo de ciertos clientes. |
|
Deslinde de responsabilidad con el estado, debido a la presencia de sus dependencias en parasos fiscales. |
Ingresar por puertas de servicio de establecimientos comerciales. |
Poder de calificacin de los clientes, la cual muchas veces se sustenta en prejuicios y estereotipos. |
|
Miedo del repartidor de acudir al soporte de ayuda de la plataforma ante la posible calificacin negativa, lo cual provocara una posible exclusin de la plataforma digital. |
Realizar chequeo exhaustivo al repartidor, comprobando inclusive las rutas a tomar. |
Tabla 1: Relaciones de control y poder en el mercado de plataformas digitales de economas colaborativas en Quito
Elaboracin: Autor, en base al artculo Entre la precarizacin y el alivio cotidiano. Las plataformas Uber Eats y Glovo en Quito (Hidalgo y Valencia 2019)
La tabla 1 evidencia que las plataformas digitales de economa colaborativa en Quito, promueven relaciones de control y poder (Hidalgo y Valencia, 2019) hacia los trabajadores, dndoles la sensacin de que en cierto modo su trabajo es un privilegio, uno en condiciones de amenaza y fragilidad (Bourdieu, 2000), pero realmente, estas plataformas digitales usan los puntajes para medir el trabajo que se realiza y no para garantizar, por ningn lado, la seguridad y buen trato, ni de los clientes ni de los comercios, hacia l o la trabajadora (Hidalgo y Valencia 2019, 26).
Ante esta situacin Hidalgo y Valencia (2019) discuten sobre la organizacin de los repartidores como medio de resistencia para reivindicar sus derechos humanos y laborales y dar cuenta de la supuesta autonoma, de lo cual se desprenden dos hallazgos fundamentales; en primera instancia, un mecanismo de tercerizacin del mercado donde algunos repartidores lo usan para generar rentabilidad y otros como mecanismo de solidaridad:
() aquellos/as que alquilan su cuenta a bajo costo, o muchas veces gratis, como una forma de solidaridad con sus compatriotas, mayormente migrantes, porque conocen que sus condiciones materiales de vida no les permiten acceder a ningn empleo, y necesitan una mano para generar ingresos, que les permita poco a poco sostener sus condiciones de vida. Es decir, alquilar la aplicacin para unos/as se vuelve un negocio ms, mientras que, para otros/as es una forma de solidaridad. (Hidalgo y Valencia 2019, 20).
Y complementariamente el uso de redes sociales digitales como WhatsApp para generar redes colaborativas:
() existen grupos de WhatsApp creados de acuerdo con los puntos de encuentro de los y las repartidoras, en donde no se diferencian si son de Uber Eats o Glovo. Estos grupos funcionan para tejer solidaridades y son usados para: ayudarse en caso de accidentes y/o cuando la moto o bicicleta sufre algn dao; en caso de inseguridad o de ser vctima de un robo; en el caso de Uber Eats, tambin ayuda para que, si una persona debe realizar una entrega en un punto bastante lejano y se halla en bicicleta, pueda ser apoyada por algn compaero/a motorizado. (Hidalgo y Valencia 2019, 20).
En base a lo expuesto, la presente investigacin propone responder la presente interrogante: Cules son las maniobras de resistencia frente a la precarizacin laboral, de los repartidores de plataformas digitales de economa colaborativa que desarrollan su trabajo en las inmediaciones de espacios de consumo Centros comerciales, restaurantes, cafeteras ?
La hiptesis presupone que las maniobras de resistencia de los repartidores de plataformas digitales de economa colaborativa frente a la precarizacin laboral se deben a estrategias colaborativas reflejadas en la formacin incipiente de un capital social comunitario (Durston, 2000) y de una segregacin espacial positiva (Sabatini, Cceres y Cerd 2001, 18)
La zona de estudio se delimit en funcin de la observacin de repartidores de plataformas digitales de economa colaborativa en las inmediaciones del parque La Carolina en Quito durante los meses de noviembre y diciembre de 2019. En base a la cantidad de repartidores observados, se seleccion como permetro de la zona de estudio a las calles que bordean los espacios de consumo en las inmediaciones del parque La Carolina. En una primera aproximacin se evidenciaron varios puntos de concentracin de repartidores (Ver Mapa 2). Para la investigacin se tom como muestra las inmediaciones del Patio de Food Trucks La Pradera (Ver Mapa 3).
Mapa 2: Delimitacin fsica de la zona preliminar de estudio (Escala meso)
Elaboracin: Delimitacin (Autores, 2019). Mapa base (Catastro del DMQ, 2019)
Mapa 3: Delimitacin fsica de la zona de estudio (Escala Micro)
Elaboracin: Delimitacin (Autores, 2019). Mapa base (Catastro del DMQ, 2019)
Fundamentacin terica
El sistema capitalista de acumulacin perpetua (Harvey 2013, 16), en bsqueda de crecimiento econmico y competitividad (Harvey 2013, 105) provoca una ascendente desigualdad social a nivel global en donde la proclividad posmoderna a la formacin de nichos de mercado (Harvey 2013, 34) de lugar a que los nuevos fenmenos globales dentro de la era de la digitalizacin y el comercio electrnico (Hidalgo y Valencia 2019, 5) como la uberizacin del mercado del trabajo (Editorial Virginia Bolten, 2018) creen nuevas geografas urbanas bajo el capitalismo (Harvey 2013, 39) dando lugar a:
cambios en el patrn de consumo, en los derechos laborales, en las relaciones capital-trabajo, en la soberana estatal, en la organizacin social, en la seguridad social; pero, sobre todo, en la produccin de bienes y servicios que estn siendo fuertemente impactados por la digitalizacin y el comercio electrnico. (Hidalgo y Valencia 2019, 5).
Las plataformas digitales de economas colaborativas pretenden mantener el halo de informalidad asociado a su actividad (De Rivera, Gordo y Cassidy 2017, 23), lo cual repercute en que la poblacin inmersa en este modelo de consumo forme parte de un mercado de flexibilizacin laboral (Sabatini, Cceres y Cerd, 2001) que tiende a la informalidad y que adems, no garantice un estado de bienestar reflejado en la calidad de empleo y la proteccin social (Gonzlez 2017, 12) y provoque un debilitamiento de las condiciones laborales (Gonzlez 2017, 25), por medio de actividades depredadoras y explotadoras en el terreno del consumo (Harvey 2013, 94) perpetuando escenarios de pobreza absoluta (Davis 2004, Katzman 2001), precariedad urbana, marginalidad (de Mattos 2006, Hidalgo y Valencia, 2019), segregacin (Janoschka 2002, Sabatini, Cceres y Cerd, 2001) y desigualdad econmica y social (Davis 2004, Soja 2000, De Rivera, Gordo y Cassidy 2017, Hidalgo y Valencia, 2019).
Bajo este modelo de economa colaborativa se desarrollan nuevas geografas urbanas (Harvey 2013, Janoschka 2011) donde el decaimiento econmico de un amplio sector de las clases medias (Schapira 2002, Katzman y Retamoso, 2005), ha dado lugar a que los falsos autnomos desregulados (De Rivera, Gordo y Cassidy, 2017) carezcan de posibilidades de reascensin laboral formal (Schapira 2002, Vega y Saltzmann 2015) y se vean inmersos en la necesidad de empleo frente a un mercado que propicia inestabilidad, precariedad laboral y marginalizacin debido a la falta de cualificacin profesional (Sabatini, Cceres y Cerd 2001, Katzman y Retamoso 2005). De esta manera, el vincularse a este nicho de mercado da lugar a procesos de segregacin socio-espacial (Sabatini, Cceres y Cerd 2001, Schapira 2002, Katzman y Retamoso 2005) debido a las relaciones de control y poder que ejercen las plataformas digitales de economas colaborativas por sobre los repartidores (Hidalgo y Valencia, 2019).
En ese contexto, el rgimen de acumulacin neoliberal (Harvey, 2014) a partir de la ltima crisis mundial (De Rivera, Gordo y Cassidy 2017) fue un factor determinante para que personas en condiciones de desempleo e inestabilidad econmica como migrantes desregulados, personas despedidas de sus empleos debido a escenarios de crisis econmica (Hidalgo y Valencia 2019) y personas sin cualificacin profesional (Schapira 2002, Vega y Saltzmann 2015) vean en el mercado de la digitalizacin y el comercio electrnico (Scaserra, 2017) una posibilidad de (re)insercin al mercado laboral, pese a las condiciones de precariedad laboral que estas plataformas ofrecen (Hidalgo y Valencia, 2019).
Ante esta problemtica, los territorios que han instaurado un modelo de estado neoliberal donde las lites globales promueven la libre circulacin de capital y restringen la capacidad regulatoria del estado frente al mercado (Hidalgo y Valencia 2019, 34), se enfrenten a la incapacidad de desarrollar polticas regulatorias ante a la "flexibilizacin laboral (Sabatini, Cceres y Cerd, 2001) ya que sus legislaciones son incapaces de controlar capitales financieros transnacionales, que circulan sin una personera jurdica, sin domicilio nacional, alojados en parasos fiscales y cuya nica materialidad es una aplicacin de smartphone (Hidalgo y Valencia 2019, 35).
De esta manera, ante la desregularizacin estatal de este nicho de mercado, el cual obstaculiza la construccin de una accin colectiva (Mrquez, 2003) de los trabajadores de estas plataformas digitales, se promueven relaciones de control y poder que los perjudican (Hidalgo y Valencia, 2019) y, ante la inestabilidad econmica y la precariedad laboral (De Mattos, 2006), se ven obligados a formar parte de un mercado que no garantiza su desarrollo en el espacio urbano, el cual necesita espacios de transformacin y resistencia ciudadana, debido a la inseguridad que provocan las polticas urbanas contemporneas de la era neoliberal (Janoschka, 2011).
Con este precedente, se evidencia que el espacio urbano adquiere significado social y juega diferentes roles dentro de los procesos sociales (Soja 2000, Sabatini, Cceres y Cerd 2001). Lo cual se manifiesta en que esos mismos espacios urbanos, en conjunto con las aglomeraciones y los lugares construidos sean el resultado de factores como las estrategias de poder, los discursos y las luchas; los cuales se transfieren simblica y materialmente (Harvey, 1996). Frente a ello es urgente promover una reinstitucionalizacin urbana desde abajo, que garantice una plena y verdadera implicacin de los ciudadanos en todas las cuestiones relacionadas con el medio urbano (Janoschka 2011, 120) a travs de maniobras de resistencia como la formacin de un capital social comunitario y de una segregacin espacial positiva (Sabatini, Cceres y Cerd 2001, 18); ambos pensados como expresiones de identidad como capacidad de accin y movilizacin (Mrquez, 2003) , ciudadana y reivindicacin social que hagan frente a las exclusiones y transformaciones que implica el paradigma neoliberal (Janoschka, 2011).
El capital social comunitario integra las normas culturales de confianza entre individuos, por un lado, con las prcticas de cooperacin entre todos los miembros de un sistema social (Durston 2000, 24), es decir que los aspectos particulares y comunitarios se compaginan a razn de que el capital social comunitario forma una institucionalizacin donde lo verdaderamente importante no es la individualidad, sino ms bien la construccin de la institucionalidad de un ideal, as:
El capital social comunitario es constructible. Por ende, el marco terico del capital social puede servir para enriquecer una poltica pblica de empoderamiento de sectores sociales excluidos y de extrema pobreza. Una poltica de empoderamiento debe promover la minera y la arqueologa del capital social. La minera involucra la bsqueda de yacimientos de los precursores del capital social que todava no han sido trasformados en esto. La arqueologa, en cambio, implica la bsqueda de capital social enterrado y conservado en la memoria histrica de los grupos, que existi en el pasado, pero fue debilitado por rivalidades internas o reprimido por fuerzas externas (Durston 2000, 37).
A su vez, la segregacin espacial positiva suele ser parte de procesos sociales normales o comprensibles, como la bsqueda de identidades sociales o el afn de las personas por alcanzar una mejor calidad de vida (Sabatini, Cceres y Cerd 2001, 8). Es decir, que los individuos se sienten ms a gusto en territorios donde puedan recurrir a redes de ayuda, las cuales suelen ser ms fuertes que en espacios de segregacin negativa forzada (Sabatini, Cceres y Cerd, 2001). Es necesario tomar en cuenta que:
Lo importante es que la concentracin espacial de los grupos sociales, por fuerte que sea, es una forma de segregacin que, en el extremo, podra ser resultado del ejercicio de la libre voluntad de las personas. Esta forma voluntaria de segregacin podra catalogarse como comprensible, por estar ligada a la afirmacin de identidades sociales, al respeto de ciertos valores o a la bsqueda de una mayor calidad de vida, adems de estar originada en las opciones de localizacin de los individuos y las familias, lo que es un valor en s mismo. (Sabatini, Cceres y Cerd 2001, 18).
En sntesis; dentro de la era de la digitalizacin y el comercio electrnico, el nuevo pobre urbano se ha transformado en un ente que ante la inestabilidad laboral dentro del mercado laboral formal, ha visto una oportunidad de supervivencia involucrndose como trabajador repartidor de las nuevas plataformas de economa colaborativa, pese a que las condiciones de precariedad laboral que sufre, sean parte de un escenario de constante amenaza y fragilidad laboral y viva sumido en un estado de control y poder de parte de todos quienes forman parte de este modelo econmico. Esta condicin es y representa un gran problema debido a que, ante la inexistencia de regulaciones estatales para hacerle frente a estos procesos de precariedad laboral, los repartidores se ven en la necesidad de buscar maneras de afrontarlo, a travs de ciertas maniobras de resistencia como la formacin de un capital social comunitario y una segregacin espacial positiva; las cuales dan razn de que el espacio urbano es un territorio en constante cambio y evolucin; y la ciudadana como su protagonista, es un ente en permanente negociacin y pugna desde una identidad colectiva, la cual siente la necesidad de crear o generar espacios sociales donde es posible reclamar la posibilidad de la participacin y de cuestionar los paradigmas hegemnicos (Janoschka 2011, 129).
A raz de la fundamentacin terica, la pregunta de investigacin y la hiptesis, se dise el presente modelo de anlisis para su posterior desarrollo investigativo:
MACRO |
MESO |
MICRO |
||||
Variables |
Dimensiones |
Subdimensiones |
Indicadores |
Fuente |
||
GLOBALIZACIN
NUEVAS ECONOMAS COLABORATIVAS
FLEXIBILIZACIN LABORAL
SEGREGACIN
POBREZA
(Harvey 2013, Harvey 2014, de Mattos 2006, Davis 2004, Katzman 2001, Janoschka 2002, Julius 1999, Soja 2000) |
INDEPENDIENTE |
(Standing 2011, De Rivera, Gordo y Cassidy 2017, Hidalgo y Valencia 2019) |
(De Rivera, Gordo y Cassidy 2017, Hidalgo y Valencia 2019) |
(Hidalgo y Valencia 2019) |
Instrumentos de gestin regulatorios a empresas de economas colaborativas |
Fuente secundaria |
Relaciones de control y poder (Hidalgo y Valencia 2019) |
Porcentaje de repartidores que sufren represin laboral, Rasgos comunes |
Entrevista, fuente secundaria |
||||
Condiciones laborales (Hidalgo y Valencia 2019) |
Acceso a herramientas de trabajo (Hidalgo y Valencia 2019) |
Porcentaje de repartidores con acceso a herramientas de trabajo |
Observacin, entrevista |
|||
(Hidalgo y Valencia 2019) |
Porcentaje de repartidores satisfechos con las condiciones del ambiente laboral |
Observacin, entrevista |
||||
DEPENDIENTE |
Maniobras de resistencia (Durston 2000, Sabatini, Cceres y Cerd, 2001) |
Capital social comunitario (Durston, 2000) |
Lazos de solidaridad (Durston, 2000) |
Porcentaje de repartidores que intercambian favores |
Entrevista |
|
Identidad colectiva (Janoschka, 2011) |
Rasgos comunes, sentido de pertenencia, deseos compartidos de los repartidores |
Entrevista |
||||
Segregacin espacial positiva (Sabatini, Cceres y Cerd, 2001) |
Formacin de enclaves en el territorio (Sabatini, Cceres y Cerd, 2001) |
Nmero de repartidores aglomerados en espacios definidos |
Observacin, mapeo, entrevista |
|||
Redes de organizacin social (Sabatini, Cceres y Cerd, 2001) |
Desarrollo de chats comunitarios |
Entrevista |
Tabla 2: Modelo de anlisis de la investigacin
Elaboracin: Autores
Resultados, hallazgos y conclusiones
Irregularidades laborales: Normalizacin de la inestabilidad y la flexibilizacin laboral
El anlisis de los trminos y condiciones de la empresa Rappi Ecuador evidencia la inexistencia de vnculo laboral con los repartidores, lo cual repercute directamente en deslindarse de las responsabilidades que Rappi, como patrono laboral deberan beneficiar a los rappitenderos, ya que al no existir un contrato laboral no existe ningn documento que garantice el derecho al acceso a la seguridad social seguridad fsica y legal de los repartidores ante cualquier eventualidad , ni existe documentacin tributaria en las transacciones entre repartidores con clientes (Rappi, 2019).
Al analizar la Constitucin de Ecuador y al Cdigo del Trabajo de Ecuador (Ministerio del Trabajo de Ecuador, 2019) se evidencia la inexistencia de legislaciones que controlen las condiciones laborales de la empresa, debido a que al ser una empresa transnacional (Rappi, 2019) no tiene personera jurdica ni domicilio en el estado que puedan responder ante un proceso judicial, ya que la nica condicin material de relacin laboral responde a la suscripcin a una aplicacin digital. (Hidalgo y Valencia, 2019).
Las condiciones de la relacin laboral entre empresa y repartidor inexistencia de relacin contractual (Rappi, 2019) responden a un emergente modelo de negocio, el cual no ha podido ser regulado por el estado, pese a la inconformidad de repartidores que trabajan junto a empresas con el mismo modelo que Rappi (Metroecuador, 2019).
Se concluye que la reinvencin del modelo capitalista (Harvey, 2014a) a travs de los nuevos modos de consumo de la ciudadana (Alonso, Fernndez e Ibez, 2016), dentro del mercado de la digitalizacin (Scaserra, 2017), establecen condiciones de flexibilizacin laboral (Sabatini, Cceres y Cerd 2001) y desproteccin laboral en territorios incapaces de desarrollar polticas regulatorias del estado frente al mercado (Hidalgo y Valencia, 2019).
Todos los repartidores experimentan en el desarrollo de sus actividades laborales cotidianas, diferentes relaciones de control y poder identificadas en la siguiente tabla:
Plataforma digital/ Repartidor |
Establecimiento comercial/ Repartidor |
Consumidor (Cliente)/ Repartidor |
Polica metropolitana/Repartidor |
|
RELACIONES DE CONTROL Y PODER |
||||
CONTROL Y DISCIPLINAMIENTO DESDE VARIAS ARISTAS |
||||
NORMALIZACIN DE LA INESTABILIDAD Y DESPROTECCIN LABORAL |
SITUACIN DE CONTROL |
SITUACIN DE INDIFERENCIA |
MIEDO E INSEGURIDAD |
|
Deslinde de vnculo de dependencia laboral. (Flexibilizacin laboral) |
Indiferencia con el repartidor. (No enviar los productos envueltos correctamente) |
No importa quien ni como lo hace, con tal de que realice su trabajo. |
Expectativa a que aparezca un oficial en operativo de revisin de documentos y estado de la motocicleta |
|
Control de los trminos y condiciones del intercambio. (Sin derecho a reclamo o rplica) |
Prohibicin de ingresar con insumos de trabajo. (Moto, maleta) |
Clasismo, racismo, xenofobia de ciertos clientes. |
||
Deslinde de responsabilidad de la empresa en la seguridad fsica y legal de los repartidores ante cualquier eventualidad. |
Poder de calificacin de los clientes, la cual muchas veces se sustenta en prejuicios y estereotipos. |
|||
Deslinde de responsabilidad con el estado, debido a la inexistencia de polticas regulatorias. |
Clasismo, maltrato verbal. |
Maltrato verbal |
Necesidad de implorar a oficiales que no lo multen por no contar con documentacin |
|
Realizar chequeo exhaustivo al repartidor en las condiciones del producto (Desconfianza) |
Tabla 3: Relaciones de control y poder identificadas en la muestra
Elaboracin: Autores
Bajo su propia percepcin, el 90% de rappitenderos ha tenido problemas con la plataforma digital, el 60% con los establecimientos comerciales, el 80% con los clientes y el 100% con la polica metropolitana. (Ver Grfico 1) Lo cual da cuenta de que, como se muestra en la Tabla 3, existen diferentes procesos de control y disciplinamiento desde todos los actores que forman parte del ambiente laboral de los repartidores.
Grfico 1: Resultados de anlisis de muestra (a) Repartidores con problemas con plataforma digital, (b) establecimientos comerciales, (c) consumidores y (d) polica metropolitana
Elaboracin: Autores
En la investigacin de Hidalgo y Valencia (2019), se exponen relaciones de control y poder hacia los repartidores desde 3 actores diferentes: plataforma digital, establecimiento comercial y cliente. La presente investigacin da cuenta de un cuarto actor: la polica metropolitana, la cual provoca miedo e inseguridad en los repartidores.
Todos los repartidores estn a la expectativa de que aparezca un oficial en operativo de revisin de documentos y estado de su motocicleta. Varios mencionan que su condicin migratoria no les facilita contar con todos los documentos para circular libremente por las calles para poder trabajar, lo cual aumenta ms el miedo y la incertidumbre durante toda la jornada laboral de encontrarse con oficiales metropolitanos que revisen su licencia de conducir.
La inexistencia de relacin contractual entre empresa y repartidor (Rappi, 2019) repercute en que desarrollen y reproduzcan condiciones de control y poder (Janoschka, 2011) por sobre los rappitenderos desde varias aristas. El anlisis de la desregularizacin estatal da cuenta de una normalizacin de la inestabilidad y desproteccin laboral hacia los repartidores (Hidalgo y Valencia, 2019), a su vez la muestra permite identificar la existencia de diferentes violencias reflejadas en diversas situaciones de control e indiferencia, adems de una constante sensacin de miedo e inseguridad que no permite desarrollar su trabajo a los rappitenderos.
La relacin de control y poder (Janoschka, 2011) por sobre los repartidores, evidencia un debilitamiento en las condiciones de calidad de empleo y proteccin social (Gonzlez, 2017) que promueve actividades depredadoras y explotadoras (Harvey, 2013). La exclusin del mercado laboral formal (Vega y Saltzmann, 2015), promueve que estas personas formen parte de este tipo de mercado, como maniobra de supervivencia de reproduccin material de la vida (Hidalgo y Valencia, 2019) y se vean obligados a desarrollar su actividad en condiciones de constante amenaza y fragilidad (Bourdieu, 2000).
Condiciones laborales: Consecuencias directas de la flexibilizacin laboral en los repartidores
Acceso a herramientas de trabajo
El anlisis de la muestra permite identificar que todos los repartidores entrevistados utilizan una motocicleta como principal herramienta de trabajo, adems de su telfono mvil con la aplicacin de Rappi instalada para poder recibir notificaciones de pedidos. El 60% menciona que la motocicleta que ocupan es propia, mientras que un 40% paga alquiler a algn amigo o familiar que le presta la herramienta. El valor del alquiler es variable, el cual va desde los $10 diarios a los $150 al mes, o tambin se aplica el mtodo de dividir las ganancias en porcentajes iguales en relacin a la ganancia diaria.
Todos los repartidores mencionan que las condiciones de su trabajo los obligaron a adquirir implementos por su cuenta como guantes y botas para las condiciones climticas , motocicleta y casco por la condicin propia de su trabajo: para comodidad con la moto y para seguridad con el casco , y acceso a internet es necesario para conectarse a la aplicacin ; adems de implementos extra como cargador para el telfono celular y herramientas de soporte para la motocicleta.
La condicin de flexibilizacin laboral reflejada en la normalizacin de la inestabilidad y desproteccin laboral (Hidalgo y Valencia, 2019), condiciona a los repartidores y los obliga a aceptar ciertos trminos y condiciones legales (Rappi, 2019) para poder acceder a una plaza laboral. La investigacin da cuenta que es necesario contar con ciertos insumos de trabajo obligatorios para poder formar parte de la empresa medio de transporte y smartphone con acceso a internet , lo cual repercute en diferencias de condicin de acceso al insumo de trabajo entre varios repartidores, ya que algunos deben buscar maneras de acceder a el a travs del pago un alquiler.
La desproteccin laboral de los repartidores (Hidalgo y Valencia, 2019) est ligada a las condiciones propias de precariedad laboral en las que desarrollan su trabajo, las cuales se materializan en relaciones de control (Janoschka, 2011) y obligan a aceptar trminos y condiciones legales (Rappi, 2019) que normalizan una (auto)explotacin laboral. Ante la inestabilidad econmica y la relativa facilidad de formar parte de este nicho de mercado (Hidalgo y Valencia, 2019), los repartidores buscan acceder a el a como d lugar. Como estrategia de supervivencia ante las condiciones de este tipo de empleo, la mayora de repartidores indagan maneras de obtener las herramientas necesarias de trabajo mnimas a toda costa para poder solventar su situacin econmica, a travs de inversin monetaria propia o recurrir a favores, como alquileres camuflados como lazo de solidaridad.
El 30% de los entrevistados trabaj en un empleo similar previamente, el 50% en trabajos con baja remuneracin econmica y el 20% no tena trabajo (Ver Grfico 2a). Los repartidores se desplazan desde la zona norte, sur y centro de la ciudad hacia el hipercentro para desarrollar su trabajo. (Ver Mapa 4)
Mapa 4: Relacin de ubicacin de residencia en comparacin a lugar itinerante de trabajo (La Pradera)
Elaboracin: Autores
En promedio, el tiempo que llevan trabajando con la empresa es de 3 meses, y el 90% trabaja ms de 8 horas al da; en promedio la jornada laboral es de 12 horas diarias, a lo cual el 60% responde que trabajar ese periodo de tiempo al da le parece adecuado (Ver Grfico 2b). El 50% de entrevistados menciona que la ganancia mensual que percibe no le alcanza para vivir, un 40% dice que si y un 10% aade que es variable, dependiendo del mes.
Respecto a las condiciones de su trabajo, los problemas de lo que ms se quejan son la lluvia, el frio y el sol (Ver Grfico 2c); es decir, su principal problema son las condiciones climticas. Frente a complicaciones laborales, el 50% menciona que no siente respaldo, el 30% que s, mientras que el 20% menciona que no ha tenido problemas con la empresa.
En funcin de los antecedentes presentados, se consult a los repartidores si sentan satisfaccin con su ambiente laboral, a lo cual el 70% respondi que no, mientras un 30% que s. (Ver Grfico 2d). Adems, todos los repartidores sufren relaciones de control y de poder, pese a que algunos mencionan que as son las condiciones de trabajo y deben aguantarlas para poder tener un sustento econmico diario.
Grfico 2: Resultados de anlisis de muestra: (a)Empleo anterior, (b) Cree que la cantidad de tiempo que trabaja es adecuada?, (c) Condiciones de trabajo, (d) Satisfaccin con el ambiente laboral.
Elaboracin: Autores
La insatisfaccin laboral de los repartidores est estrechamente relacionada con las condiciones de precariedad laboral en las cuales desarrollan su trabajo, como la excesiva cantidad de horas de trabajo diario, las condiciones climticas adversas, la flexibilizacin laboral y las relaciones de control y poder sobre ellos (Hidalgo y Valencia, 2019). El esfuerzo de los repartidores no se ve retribuido con una ganancia econmica adecuada, pues a una gran mayora, esta no le alcanza para vivir, pero se ven obligados a continuar con ese empleo, debido a la imposibilidad de formar parte del mercado laboral formal debido a su falta de cualificacin profesional (Katzman y Retamoso 2005).
El surgimiento de nuevas geografas bajo el capitalismo (Harvey, 2013) ha dado lugar a que procesos como la uberizacin del mercado del trabajo (Editorial Virginia Bolten, 2018) condicionen las formas en como el nuevo pobre urbano reaccione frente a la normalizacin de la inestabilidad y desproteccin laboral (Hidalgo y Valencia, 2019), la cual trae como consecuencia inmediata, relaciones contractuales de flexibilizacin laboral, que repercuten en procesos de precariedad laboral. Los repartidores son seducidos por este modelo de mercado pese a su insatisfaccin con las condiciones de trabajo , ya que ven en l una alternativa inmediata a una fuente de empleo, a la cual les resulta difcil acceder dentro del mercado laboral formal (Schapira, 2002) debido a su baja o nula cualificacin profesional (Sabatini, Cceres y Cerd 2001).
Capital social comunitario: formacin incipiente de reconocimiento del otro
El 90% los entrevistados realizan o han sido beneficiados por algn tipo de favor dentro de su jornada de trabajo, con la intencin de mejorar su rendimiento laboral y/o estado fsico/anmico (Ver Grfico 3). Se corrobora la existencia de lazos de solidaridad entre los repartidores, ante las condiciones laborales en las que desarrollan su jornada laboral.
Pese a eso, las entrevistas evidencian que existe un lmite en los lazos de solidaridad, pues es la propia aplicacin de Rappi, quien en casos de que un repartidor no se encuentre en condiciones falla mecnica de la motocicleta o accidente de entregar el pedido, se comunica con otro repartidor para que pueda recuperar el pedido y en caso de la buena voluntad del repartidor, dar soporte y auxilio inmediato. Esto evidencia que existen mecanismos de cero prdida desde la propia empresa, camuflados como lazos de solidaridad.
Grfico 3: Resultados de anlisis de muestra: Tipos de favores que realizan o han recibido entre repartidores
Elaboracin: Autores
Las condiciones de precariedad laboral en las cuales desarrollan sus actividades los repartidores, han dado lugar a la construccin de lazos de solidaridad (Durston, 2000) que se reproducen e institucionalizan emprica y simblicamente, se territorializan en el espacio y perduran en el tiempo en funcin de la necesidad colectiva. De esta manera surge un capital social comunitario que, ante la carencia de institucionalizacin jurdica, es una manera de hacerle frente a las relaciones de control y poder que ejerce el mercado por sobre los repartidores.
Ante la flexibilizacin laboral (Hidalgo y Valencia, 2019) y la inseguridad que provocan las polticas neoliberales (Janoschka, 2011) dentro del emergente mercado de la digitalizacin (Scaserra, 2017), los repartidores de plataformas digitales de economas colaborativas, construyen (micro) acciones colectivas (Mrquez, 2003) como respuesta y reaccin ante el miedo y la (in-)seguridad (Janoschka, 2011).
Estas (micro) acciones estrategias de resistencia se transfieren simblica y materialmente (Harvey, 1996) en el espacio urbano como contestacin a las relaciones de control y poder a travs de una transformacin emancipadora y una conciencia de oposicin (Katz, 2004).
Los entrevistados comparten ciertos rasgos comunes, de donde se desprende que el 90% son hombres, el 90% son extranjeros, el 40% trabaja acompaado por algn familiar y el 90% reside con su familia. Todos usan como herramienta principal de trabajo una motocicleta; adems, el 70% no est satisfecho con el ambiente laboral y todos sufren o han sufrido relaciones de control y de poder hacia ellos.
Respecto al sentido de pertenencia a un grupo, uno de los entrevistados menciona:
() yo creo que nos reunimos ms por la nacionalidad que por ser repartidores, porque somos venezolanos ms que todo; entonces uno all se ve con los mismos de Rappi o con los de las otras aplicaciones, uno cuando los ve, aunque no los conozca uno se saluda () (Entrevista a repartidor de Rappi, autor 2019).
Todos los entrevistados concuerdan que se renen en espacios especficos en las inmediaciones de espacios de consumo por estrategia logstica, ya que pueden acceder con mayor facilidad a recibir notificaciones para la entrega de pedidos. El sentido de pertenencia al grupo est relacionado con la condicin de ser extranjero, ya que comparten ese rasgo en comn. En complemento, las actividades que ms realizan los rappitenderos mientras esperan notificaciones de pedidos (Ver Grfico 4), es hablar con sus compaeros sobre como les ha ido en su trabajo diario (100% de entrevistados) y hablar sobre temas no laborales como la situacin en el pas o como se encuentra su familia (60% de entrevistados).
Finalmente, se evidencia que todos los repartidores comparten la nocin de que al finalizar el da hayan tenido una buena jornada laboral para poder solventar sus gastos y dar soporte econmico a su familia.
Al igual que los lazos de solidaridad (Durston, 2000), la identidad colectiva se construye a partir de las condiciones de precariedad laboral. El caso de estudio no identifica una identidad colectiva vinculada a maniobras de organizacin y resistencia frente a las precarias condiciones del trabajo de los repartidores como supona el autor, ms bien se identifican rasgos comunes y deseos compartidos que los llevan a generar un sentido de pertenencia, no como grupo de trabajo de una empresa, sino como un conglomerado de personas en condiciones de inestabilidad y flexibilizacin laboral incapaces de ser reaccionarios, debido a lo efmero que resulta ser este trabajo para la mayora de los repartidores, adems de que su mayor inters es obtener la mayor cantidad de rditos para poder solventar sus necesidades y las de su familia.
Grfico 4: Resultados de anlisis de muestra: Actividades que realizan los repartidores en el espacio donde se renen
Elaboracin: Autores
Los procesos de flexibilizacin laboral que promueve este nicho de mercado, crean escenarios que obligan a los repartidores a desarrollar su actividad en el espacio urbano, el cual, debido a su condicin, adquiere un significado social y juega diferentes roles dentro de los procesos sociales (Soja, 2000). Es en ese espacio donde se construyen (micro) acciones colectivas (Mrquez, 2003) no necesariamente reaccionarias como forma de protesta, pero si vinculantes; las cuales se desarrollan adems en el espacio virtual; y se materializan como redes de organizacin social fsicas y digitales con el nico fin de beneficio mutuo entre repartidores, lo cual se refleja en el surgimiento de lazos sociales.
La identidad colectiva no responde a procesos de contestacin frente a relaciones de control y poder; ms bien, a la formacin de una relacin vinculante entre personas en condiciones de precariedad laboral y deseo de mayores beneficios econmicos similares, que los lleva a tener un sentido de pertenencia y reciprocidad ya que ven su condicin reflejada en el otro.
Segregacin espacial positiva: (micro) acciones colectivas frente a las relaciones de control y poder
Formacin de enclaves en el territorio
Existe una aglomeracin de repartidores, los cuales se renen fuera del espacio de consumo Patio de Food Trucks La Pradera. Se desprenden dos grupos importantes: el primer grupo se rene en la esquina de la Av. Repblica y Pradera y los repartidores estacionan sus motocicletas all, se renen de 6 a 8 personas dependiendo de la hora. El segundo grupo de entre 2 a 3 personas se rene en el ingreso a un edificio frente al patio de Food Trucks La Pradera y dicen reunirse all por comodidad, ya que pueden sentarse y descansar en las gradas, pero en ocasiones el guardia del edificio los corre de all, ya que es un espacio privado. (Ver Mapa 5)
Todos los entrevistados se renen por estrategia logstica cercana a espacios de consumo para recibir notificacin de pedidos y realizar las entregan con mayor rapidez en las inmediaciones de diferentes espacios de consumo del hipercentro de la ciudad donde destacan los sectores de La Pradera, CCI, Plataforma Financiera o McDonalds de la Av. Orellana. (Ver Grfico 5b)
20% de los entrevistados menciona que se rene con sus compaeros para realizar actividades fuera del espacio de trabajo, como actividades deportivas con compaeros en La Carolina, Cumbay y El Recreo; adems de actividades como hacer reuniones en casa para conversar, pasar el tiempo o descansar de la jornada laboral.
Todos concuerdan en que se ubican en esos espacios por comodidad, adems de que no pueden estacionarse al interior del patio de Food Trucks ya que deben pagar una tarifa, lo cual no les resulta rentable.
Mapa 5: Ubicacin de repartidores en las inmediaciones del patio de Food Trucks La Pradera
Elaboracin: Autores
Grfico 5: Resultados de anlisis de muestra: (a) Percepcin de los repartidores de la cantidad de compaeros ubicados en las inmediaciones del patio de Food Trucks La Pradera, (b) Lugares donde se renen los repartidores (Por trabajo)
Elaboracin: Autores
Pese a que el espacio de consumo cuenta con suficiente espacio para que los repartidores puedan estacionar en su parqueadero privado, existe una condicin de indiferencia (Hidalgo y Valencia, 2019) de parte de los administradores del espacio los cuales cobran una tarifa de ingreso, lo cual obliga a los rappitenderos a estacionar sus motocicletas en las inmediaciones. Como maniobra de agrupacin y contestacin, los repartidores se ven obligados a invadir espacios pblicos como la calle y espacios privados como las gradas de ingreso a un edificio, lo cual los deja en condicin de vulnerabilidad, miedo e inseguridad ante el posible aparecimiento de policas metropolitanos que impongan multas o guardias de seguridad que corran a los repartidores de las instalaciones de un espacio privado. Este hallazgo evidencia que el espacio pblico es un escenario donde se despliegan mltiples resistencias desde diversas aristas.
La incipiente formacin de un capital social comunitario (Durston, 2000) a travs del desarrollo de una identidad colectiva reflejada en el reconocimiento de rasgos comunes da lugar a (micro) acciones colectivas (Mrquez, 2003) como estrategia de resistencia, que se materializa en el espacio urbano a travs de la formacin de enclaves en el territorio que reinterpretan la condicin del espacio urbano y lo transforman en pblico, pese a que este sea privado. Esta ocupacin del espacio urbano funge como contestacin reaccionaria a relaciones de indiferencia ante las condiciones de precariedad en la que los repartidores desarrollan su trabajo diario.
Redes de organizacin social
El 70% de los entrevistados pertenece a al menos un grupo de redes sociales digitales (Ver Grfico 6a) Todos los grupos estn dentro de la red de mensajera WhatsApp. La cantidad de personas dentro de los grupos es heterognea, hay grupos de entre 3 a 4 personas que responden a relaciones de amistad, as como hay grupos de 200 personas, los cuales son de carcter informativo. Las actividades dentro de ese grupo corresponden a conversaciones laborales y amistosas adems de establecer lazos de solidaridad a travs del intercambio de favores. (Ver Grfico 6b)
Dentro de los temas de reclamo de los repartidores destaca el desconocimiento de la existencia de beneficios laborales y el alza de tarifas (Ver Grfico 6c). Dentro de esos grupos el 60% no ha conversado sobre las condiciones de trabajo, 10% no, pero si lo ha conversado, 10% no, pero considera que es necesario y 20% si, pero lo ha realizado en reclamo a otra empresa donde trabajaba previamente. (Ver Grfico 6d) Adicional, ningn repartidor tiene conocimiento de algn tipo de soporte legal frente a problemas laborales.
Las redes de organizacin social fsica estn ntimamente vinculadas con las digitales, pues servicios de mensajera como WhatsApp, actan como elemento vinculante entre los repartidores, ya que la condicin de estar constantemente en movimiento, vuelve a esta herramienta digital un mecanismo de reconocimiento de la ubicacin de los compaeros de trabajo. Las redes de organizacin social se relacionan con la formacin de enclaves en el territorio, pues es a travs de herramientas de mensajera digital, la manera en como los repartidores pueden reconocerse y aglomerarse en diferentes espacios de consumo de la ciudad donde exista una mayor afluencia de pedidos.
Los hallazgos evidencian que las redes de organizacin social digital no fungen como instrumento organizativo de contestacin frente a las condiciones de precariedad laboral, ms bien sirven como instrumento que posibilita la creacin de lazos de solidaridad y propicia la formacin de enclaves en el territorio.
La segregacin espacial positiva dentro de servicios de mensajera digital es una (micro) accin colectiva de contestacin a las condiciones de control y poder que se ejerce sobre los repartidores de plataformas digitales, pues es a travs de estos medios digitales que se generan lazos de solidaridad frente a la normalizacin de la inestabilidad y la precariedad que ha provocado la flexibilizacin laboral del modelo de mercado que fomentan plataformas digitales como Rappi. Adems, la organizacin por estos medios digitales posibilita la formacin de enclaves en el territorio como estrategia de supervivencia dentro del vivir cotidiano de los repartidores.
Grfico 6: Resultados de anlisis de muestra: (a) Pertenece a algn grupo por redes sociales digitales, (b) Actividades que realizan en el grupo, (c) Temas de reclamo, (d) Organizacin sobre condiciones laborales
Elaboracin: Autores
Conclusiones
Se corrobora que la hiptesis planteada es vlida, pues ante condiciones de inestabilidad y flexibilizacin laboral (Hidalgo y Valencia, 2019) que normalizan relaciones de control y poder (Janoschka, 2011), los repartidores de plataformas digitales de economas colaborativas, construyen como una contestacin a su condicin, (micro) acciones colectivas (Mrquez, 2003) que se transfieren simblica y materialmente (Harvey, 1996) en el espacio urbano a travs de la formacin incipiente de un capital social comunitario (Durston, 2000) reflejado en la formacin de lazos de solidaridad y reconocimiento mutuo de los repartidores; adems de la formacin de una segregacin espacial positiva (Sabatini, Cceres y Cerd, 2001) reflejada en la formacin de enclaves en el territorio formados a travs de redes de organizacin social.
El autor presupona que los repartidores tenan una identidad colectiva y formaban redes de organizacin social para resistir a los trminos y condiciones de trabajo que fomentan la precarizacin y la (auto)explotacin laboral, pero no se identific esta situacin. El autor presupone que esto se debe a la condicin migratoria del 90% de entrevistados, lo cual repercute en miedo e inseguridad ante polticas estatales que no garantizan el acceso al mercado laboral para estas personas el cual no las acoge de igual manera.
La condicin para los rappitenderos de formar parte de este tipo de trabajos resulta efmera, lo cual no permite el desarrollo de un capital social comunitario capaz de institucionalizarse y prevalecer en el tiempo; pues, los repartidores son tratados como entes reciclables que aparecen y desaparecen en la ciudad dependiendo de la necesidad, y dentro de sus planes no est el velar por sobre sus condiciones laborales, ms bien, esta el preocuparse por su propia supervivencia pues, su condicin actual los obliga.
Esto provoca ciertas dudas en el autor que se podra abordar en futuras investigaciones: Est el estado preparado para hacer frente a las condiciones de flexibilizacin laboral dentro del emergente mercado de economas colaborativas en el pas?
Los nuevos pobres urbanos tienen nicamente como alternativa laboral este tipo de empleos?
El status migratorio determina las condiciones laborales en un pas como Ecuador?
Pueden de alguna manera los estudios urbanos ser una herramienta para mermar este tipo de fenmenos en las ciudades?
Referencias
1. Alonso Luis Enrique, Fernndez Carlos e Ibaez Rafael. 2016. Entre la austeridad y el malestar: discursos sobre consumo y crisis econmica en Espaa. Revista Espaola de Investigaciones Sociolgicas 155: 21-36.
2. Asamblea Nacional Constituyente. 2008. Constitucin de la Repblica del Ecuador. Quito
3. Botsman Rachel y Rogers Roo. 2011. Whats mine is yours: The Rise of Collaborative Consumption. Nueva York: Harper Collins.
4. Bourdieu, Pierre. 2000. Contrafuegos. Reflexiones para servir a la resistencia contra la invasin neoliberal.
5. Coraggio, Jos Luis. 2009. Los caminos de la economa social y solidaria. Presentacin del dossier. Iconos. Revista de Ciencias Sociales 33: 29-38.
6. Caigueral, Albert. 2014. Vivir mejor con menos. Descubre las ventajas de la nueva economa colaborativa. Barcelona: Penguin Random House.
7. Davis, Mike. 2014. Planeta de ciudades miseria. Madrid: New Left Review, n. 26, mar-abr, 2004.
8. De Mattos, Carlos. 2006. Modernizacin capitalista y transformacin metropolitana en Amrica Latina: cinco tendencias constitutivas. Amrica Latina: cidade, campo e turismo 1: 41-73.
9. De Rivera Javier, Gordo ngel y Cassidy Paul. 2017. La economa colaborativa en la era del capitalismo digital. Revista de Estudios para el Desarrollo Social de la Comunicacin 15: 20-31.
10. Durn, Luis. 2011. Miradas urbanas sobre el espacio pblico: el flneur, la deriva y la etnografa de lo urbano. Reflexiones. Vol. 90 (2):137-144.
11. Durston, John. 2000. Qu es el capital social comunitario? Cepal.
12. Editorial Virginia Bolten. (2018). Uberizacin del trabajo, precarizacin de la vida. Rebelin. Acceso el 15 de noviembre de 2019. http://www.rebelion. org/noticia.php?id=249289&titular=uberiza ci%F3n-del-trabajo-precarizaci%F3n-de-lavida
13. El Universo. 2019. Glovo Ecuador cumple un ao de operaciones en el pas. Acceso el 15 de noviembre de 2019. https://www.eluniverso.com/noticias/2019/06/15/nota/7377975/glovo-ecuador-cumple-ano-operaciones
14. Gonzlez-Pramo, Jos. 2017. Cuarta Revolucin Industrial, Empleo y Estado de Bienestar. Real Academia de las Ciencias Morales y Polticas.
15. Harvey, David. 1996. Justice, Nature & the Geography of Difference. Blackwell, Cambridge y Oxford.
16. Harvey, David. 2013. Ciudades rebeldes: del derecho de la ciudad a la revolucin urbana. Ediciones Akal.
17. Harvey, David. 2014a. 17 contradicciones y el fin del capitalismo. IAEN. Quito.
18. Harvey, David. 2014b. Breve Historia del Neoliberalismo. Madrid: Ediciones Akal.
19. Hidalgo Kruskaya y Valencia Beln. 2019. Entre la precarizacin y el alivio cotidiano. Las plataformas Uber Eats y Glovo en Quito.
20. Janoschka, Michael. 2002. El nuevo modelo de la ciudad latinoamericana: fragmentacin y privatizacin. EURE (Santiago) [online], 28 (85): 11-20.
21. Janoschka, Michael. 2011. Geografas urbanas en la era del neoliberalismo. Una conceptualizacin de la resistencia local a travs de la participacin y la ciudadana urbana. Investigaciones geogrficas. (76): 118-132.
22. Julius, Wilson William. 1999. When work disappears: new implications for race and urban poverty in the global economy. Londres: Routledge.
23. Katz, Cindi. 2004. Growing up global: economic restructuring and childrens everyday lives, University of Minnesota Press, Minneapolis.
24. Katzman, Rubn. 2001. Seducidos y abandonados: el aislamiento social de los pobres urbanos., Revista de la Cepal 75:171-190.
25. Kaztman Rubn y Retamoso Alejandro. 2005. Segregacin espacial, empleo y pobreza en Montevideo Revista de la CEPAL 85:131-148.
26. Mrquez, Francisca. 2003. Resistencia y sumisin en sociedades urbanas y desiguales: poblaciones, villas y barrios populares en Chile. En: Ziccardi Alicia, Procesos de urbanizacin de la pobreza y nuevas formas de exclusin social. Los retos de las polticas sociales de las ciudades latinoamericanas del siglo XXI, Bogot: Siglo del Hombre Editores, Clacso-Crop, 2008: 347 369
27. Metroecuador, 2019. Quito: Repartidores de Uber Eats rechazan la reduccin en el pago de entregas a domicilio. Acceso el 21 de diciembre de 2019. https://www.metroecuador.com.ec/ec/noticias/2019/08/01/quito-repartidores-uber-eats-rechazan-la-reduccion-pago-entregas-domicilio.html
28. Ministerio del Trabajo de Ecuador, 2019. Cdigo del Trabajo. Acceso el 21 de diciembre de 2019. http://www.trabajo.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2012/11/C%C3%B3digo-de-Tabajo-PDF.pdf
29. Rappi, 2019. Acceso el 20 de diciembre de 2019. https://legal.rappi.com/ecuador/terminos-y-condiciones-ecuador/
30. Sabatini Francisco, Cceres Gonzalo y Cerda Jorge. 2001. Segregacin residencial en las principales ciudades chilenas: Tendencias de las tres ltimas dcadas y posibles cursos de accin. EURE (Santiago). vol.27. n.82.
31. Scaserra, Sofa. 2017. El costo laboral. Agencia latinoamericana de informacin. Acceso el 13 de noviembre de 2019. https://www.alainet.org/es/articulo/189945
32. Schapira Marie-France Prvt. 2002. Fragmentacin espacial y social: conceptos y realidades. Perfiles Latinoamericanos: Revista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Mxico. Nm. 19. diciembre, 2002. 33-56.
33. Soja, Edward. 2000. La metrpolis industrial postfordista. Reestructurar la economa geopoltica del urbanismo. En: Postmetrpolis Estudios crticos sobre las ciudades y las regiones, 231 -274. Ed. Traficantes de Sueos, Madrid.
34. Standing, Guy. 2011. The precariat: The New Dangerous Class. London&New York: Bloomsbury.
35. Vega, Cristina y Saltzmann, Lucrecia. 2015. Trabajo informal en la ciudad de Quito. Trayectorias laborales de mujeres en el entorno de la Asociacin Martha Bucaram. Ponencia presentada en el XXX CONGRESO ALAS Pueblos en movimiento: un nuevo dilogo en las ciencias sociales. en Costa Rica. Quito, Ecuador: FLACSO Ecuador.
36. Vila-Vias, David y Barandiarn, Xabier. 2015. FLOK Society. Buen Conocer. Modelos sostenibles y polticas pblicas para una economa social del conocimiento comn y abierto en Ecuador.
2025 por los autores. Este artculo es de acceso abierto y distribuido segn los trminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribucin-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)
(https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/).
Enlaces de Referencia
- Por el momento, no existen enlaces de referencia
Polo del Conocimiento
Revista Científico-Académica Multidisciplinaria
ISSN: 2550-682X
Casa Editora del Polo
Manta - Ecuador
Dirección: Ciudadela El Palmar, II Etapa, Manta - Manabí - Ecuador.
Código Postal: 130801
Teléfonos: 056051775/0991871420
Email: polodelconocimientorevista@gmail.com / director@polodelconocimiento.com
URL: https://www.polodelconocimiento.com/