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Impacto del cambio de cobertura y uso del suelo en el recurso h�drico de la subcuenca del r�o Luis, Ecuador: an�lisis de tendencias y gesti�n sostenible

 

Impact of land cover and use change on the water resources of the Luis River sub-basin, Ecuador: analysis of trends and sustainable management

 

Impacto da mudan�a de cobertura e uso da terra nos recursos h�dricos da sub-bacia do rio Luis, Equador: an�lise de tend�ncias e gest�o sustent�vel

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: aflores@utmachala.edu.ec

 

Ciencias T�cnicas y Aplicadas

Art�culo de Investigaci�n

 

* Recibido: 11 de noviembre de 2024 *Aceptado: 23 de diciembre de 2024 * Publicado: �07 de enero de 2025

 

          I.            Doctor en Bioqu�mica y Farmacia, Magister en Ingenier�a Ambiental y Seguridad Industrial, Docente de Ingenier�a Ambiental de la Universidad T�cnica de Machala, Machala, El Oro, Ecuador.

        II.            Estudiante de la carrera de Ingenier�a Ambiental de la Universidad T�cnica de Machala, El Oro, Ecuador.

      III.            Bioqu�mica Farmac�utica, graduada en la Universidad T�cnica de Machala, Machala, El Oro, Ecuador.

      IV.            Ingeniero Agr�nomo, Magister en Impacto Ambiental, Docente de Ingenier�a Ambiental de la Universidad T�cnica de Machala, Machala, El Oro, Ecuador.

        V.            Ingeniero Agr�nomo, Magister en Impacto Ambiental, Docente de Ingenier�a Ambiental de la Universidad T�cnica de Machala, Machala, El Oro, Ecuador.

Resumen

El art�culo analiza la cobertura y uso del suelo en la subcuenca del r�o Luis, ubicada en el cant�n Chilla, provincia de El Oro. Los resultados muestran una predominancia de pastizales (33.40%) y mosaicos agropecuarios (30.75%), lo que refleja un uso intensivo del suelo para actividades ganaderas y agr�colas. A pesar de esto, la subcuenca conserva ecosistemas estrat�gicos como bosque nativo (16.44%) y p�ramos (10.94%), esenciales para la regulaci�n h�drica y la biodiversidad. Sin embargo, la presi�n antropog�nica y la falta de pr�cticas sostenibles han generado impactos negativos en el ecosistema. Se proponen estrategias de conservaci�n, manejo agropecuario sostenible y ordenamiento territorial para equilibrar el desarrollo socioecon�mico con la preservaci�n ambiental.

Palabras claves: subcuenca del r�o Luis; uso del suelo; conservaci�n de ecosistemas; manejo sostenible; biodiversidad.

 

Abstract

The article analyzes the coverage and use of land in the sub-basin of the Luis River, located in the Chilla canton, province of El Oro. The results show a predominance of grasslands (33.40%) and agricultural mosaics (30.75%), which reflects a intensive use of land for livestock and agricultural activities. Despite this, the sub-basin preserves strategic ecosystems such as native forest (16.44%) and moors (10.94%), essential for water regulation and biodiversity. However, anthropogenic pressure and the lack of sustainable practices have generated negative impacts on the ecosystem. Conservation strategies, sustainable agricultural management and territorial planning are proposed to balance socioeconomic development with environmental preservation.

Keywords: Luis River subbasin; land use; ecosystem conservation; sustainable management; biodiversity.

 

Resumo

O artigo analisa a cobertura e o uso da terra na sub-bacia do rio Luis, localizada no cant�o de Chilla, prov�ncia de El Oro. Os resultados mostram uma predomin�ncia de pastagens (33,40%) e mosaicos agr�colas (30,75%), que. reflecte uma utiliza��o intensiva da terra para a pecu�ria e actividades agr�colas. Apesar disso, a sub-bacia preserva ecossistemas estrat�gicos como a floresta nativa (16,44%) e as charnecas (10,94%), essenciais para a regula��o da �gua e a biodiversidade. Contudo, a press�o antr�pica e a falta de pr�ticas sustent�veis ​​t�m gerado impactos negativos no ecossistema. S�o propostas estrat�gias de conserva��o, gest�o agr�cola sustent�vel e planeamento territorial para equilibrar o desenvolvimento socioecon�mico com a preserva��o ambiental.

Palavras-chave: Sub-bacia do Rio Lu�s; uso da terra; conserva��o dos ecossistemas; gest�o sustent�vel; biodiversidade.

 

Introducci�n

El agua es un recurso esencial para la vida y el desarrollo de las actividades humanas. Su disponibilidad y calidad est�n estrechamente vinculadas a los procesos de cobertura y uso del suelo en las cuencas hidrogr�ficas (Kothari et al., 2019). La subcuenca del r�o Luis, perteneciente a la cuenca del r�o Puyango en el suroeste de Ecuador, representa un ecosistema de gran importancia tanto por su biodiversidad como por los servicios ecosist�micos que brinda a las comunidades locales. Sin embargo, en las �ltimas d�cadas, los cambios en el uso del suelo, derivados de la expansi�n agr�cola, la urbanizaci�n y la deforestaci�n, han generado una presi�n significativa sobre este sistema, comprometiendo su funcionalidad h�drica (Gonzaga, 2019).

El an�lisis de los patrones de cambio de cobertura y uso del suelo es fundamental para comprender c�mo estas transformaciones afectan la cantidad y calidad del agua. Este tema adquiere especial relevancia en contextos como el de la subcuenca del r�o Luis, donde la interacci�n entre las actividades humanas y los ecosistemas naturales define los niveles de sostenibilidad ambiental y la seguridad h�drica de la regi�n. Actualmente, esta subcuenca enfrenta desaf�os relacionados con la p�rdida de bosques nativos, la expansi�n de mosaicos agropecuarios y la creciente urbanizaci�n, como lo evidencia el mapa tem�tico adjunto, que documenta la situaci�n actual de la cobertura terrestre en el �rea de estudio(Băd�rcea et al., 2021).

El objetivo de este art�culo es analizar los cambios hist�ricos y actuales en la cobertura y uso del suelo en la subcuenca del r�o Luis y evaluar c�mo estas transformaciones impactan el recurso h�drico. A trav�s de una revisi�n bibliogr�fica exhaustiva, se busca identificar las principales tendencias en la din�mica del uso del suelo, los factores que las impulsan y sus implicaciones para la gesti�n del agua. Asimismo, se explorar�n estrategias sostenibles que puedan mitigar los efectos negativos de estas transformaciones y garantizar la conservaci�n de los recursos h�dricos para las generaciones futuras.

En este contexto, la subcuenca del r�o Luis no solo es un objeto de estudio relevante por su contribuci�n al sistema hidrol�gico regional, sino tambi�n por el papel que desempe�a en la provisi�n de agua para uso dom�stico, agr�cola e industrial en las comunidades circundantes. Adem�s, la regi�n presenta una rica diversidad ecol�gica, que incluye ecosistemas de bosque nativo, p�ramo y vegetaci�n arbustiva, todos los cuales est�n estrechamente ligados al ciclo hidrol�gico.

A pesar de su importancia, la subcuenca enfrenta amenazas significativas, como la fragmentaci�n del paisaje, la erosi�n del suelo y la disminuci�n de la cobertura vegetal. Estos procesos no solo alteran el equilibrio ecol�gico, sino que tambi�n contribuyen a una disminuci�n en la capacidad de retenci�n y regulaci�n h�drica, aumentando la vulnerabilidad ante eventos extremos, como inundaciones y sequ�as. La expansi�n de infraestructuras y plantaciones forestales, aunque con fines productivos, tambi�n puede generar impactos negativos si no se gestionan adecuadamente (Wang et al., 2024).

Con base en los datos disponibles y en un enfoque interdisciplinario, este art�culo busca aportar informaci�n valiosa para la toma de decisiones en el manejo sostenible de la subcuenca del r�o Luis. La integraci�n de an�lisis hist�ricos, proyecciones futuras y estudios de caso permitir� proponer recomendaciones pr�cticas que equilibren las necesidades socioecon�micas con la conservaci�n de los recursos naturales (Zorraqu�n et al., 2020). En �ltima instancia, el objetivo es contribuir al dise�o de estrategias de planificaci�n territorial que fomenten una convivencia armoniosa entre el ser humano y la naturaleza.

 

Desarrollo

�rea de estudio

La subcuenca del r�o Luis, ubicada en el cant�n Chilla, provincia de El Oro, Ecuador, constituye un ecosistema clave dentro de la cuenca hidrogr�fica del r�o Puyango. El r�o Luis act�a como un afluente importante del sistema h�drico regional, alimentando actividades agr�colas, ganaderas y dom�sticas en las comunidades locales. Presenta un clima subtropical h�medo con precipitaciones estacionales que oscilan entre los 800 y 1,200 mm anuales, concentradas principalmente durante la temporada de lluvias entre diciembre y mayo. La vegetaci�n original de la regi�n incluye bosques nativos y p�ramos, pero estos han sido gradualmente reemplazados por pastizales, cultivos y �reas de infraestructura, alterando el balance hidrol�gico y los flujos ecol�gicos. Geogr�ficamente, la subcuenca se encuentra entre las coordenadas aproximadas de 640,000 a 680,000 UTM en longitud y 9,580,000 a 9,600,000 UTM en latitud. Su ubicaci�n estrat�gica en el cant�n Chilla le otorga una relevancia particular en la planificaci�n territorial de la provincia de El Oro, especialmente en lo relacionado con la gesti�n de recursos h�dricos y la adaptaci�n al cambio clim�tico (MAGAP, 2015).

 

Ilustraci�n 1 �rea de estudio

Fuente: Los autores, 2024

 

Materiales y m�todos

El an�lisis de los cambios en la cobertura y uso del suelo en la subcuenca del r�o Luis, as� como su impacto en el recurso h�drico, se desarroll� a partir de una combinaci�n de herramientas tecnol�gicas, datos geoespaciales y fuentes bibliogr�ficas. Para delimitar el �rea de estudio y llevar a cabo el an�lisis, se utilizaron mapas tem�ticos obtenidos de fuentes oficiales como el Ministerio del Ambiente, Agua y Transici�n Ecol�gica (MAATE). Esta fuente proporci� informaci�n en formato r�ster y vectorial, esencial para establecer los l�mites geogr�ficos de la subcuenca y caracterizar sus principales elementos f�sicos y ecol�gicos. Im�genes satelitales de alta resoluci�n, espec�ficamente de las misiones Landsat y Sentinel, fueron fundamentales para realizar un an�lisis multitemporal de la cobertura del suelo. Estas im�genes, correspondientes a diferentes periodos entre los a�os 2000 y 2023, permitieron identificar las transformaciones en el uso del suelo, tales como la p�rdida de bosque nativo, la expansi�n de �reas agr�colas y la aparici�n de nuevas infraestructuras. El procesamiento y an�lisis de las im�genes se realizaron mediante software especializado como ArcGIS, que facilitaron la clasificaci�n de los tipos de cobertura y la visualizaci�n de los cambios espaciales en el tiempo. La integraci�n de los datos geoespaciales con informaci�n sobre precipitaci�n, escorrent�a y calidad del agua permiti� evaluar c�mo los cambios en el uso del suelo impactan el r�gimen h�drico de la subcuenca, especialmente en t�rminos de la capacidad de retenci�n de agua y la regulaci�n de flujos.

 

Resultados

An�lisis socioambiental de la subcuenca del r�o Luis

El an�lisis de la cobertura y uso del suelo en la subcuenca del r�o Luis revela una diversidad de usos que impactan tanto los recursos naturales como las din�micas sociales de la zona. Utilizando im�genes satelitales y mapas geoespaciales, se identificaron las siguientes categor�as principales de uso del suelo que se detallan en tabla1.

 

Tabla 1 Cobertura y uso de suelo, Subcuenca del r�o Luis

Fuente: Los autores, 2024

 

La subcuenca del r�o Luis, ubicada en el cant�n Chilla, provincia de El Oro, presenta una diversidad de coberturas y usos del suelo, reflejando una marcada influencia de actividades humanas y naturales sobre su territorio. Seg�n los datos m�s recientes disponibles en el sistema, que corresponden al a�o 2022, la superficie total de la subcuenca es de 117,317.49 hect�reas, distribuidas en diferentes categor�as de cobertura.

El pastizal constituye la cobertura predominante, abarcando 39,185.81 hect�reas, lo que equivale al 33.40% del �rea total. Este dato sugiere un uso intensivo del suelo para actividades ganaderas, lo cual podr�a generar impactos significativos sobre el ecosistema, como la compactaci�n del suelo y la reducci�n de la biodiversidad nativa.

�El predominio del pastizal, responde a la extensa utilizaci�n de terrenos para actividades ganaderas. La alta proporci�n de esta cobertura se debe a una hist�rica conversi�n de ecosistemas naturales, como bosques y p�ramos, en �reas destinadas al pastoreo. Este patr�n es com�n en zonas rurales como Chilla, donde la ganader�a es una actividad econ�mica principal para las comunidades locales. Adem�s, el uso intensivo de pastizales puede ser favorecido por las caracter�sticas del terreno, que en muchas �reas presenta pendientes moderadas y suelos aptos para el crecimiento de pastos, aunque con el riesgo de erosi�n y degradaci�n si no se maneja adecuadamente (Caicedo et al., 2019).

En segundo lugar, el mosaico agropecuario ocupa 36,079.21 hect�reas, representando el 30.75% de la subcuenca. Este uso refleja una mezcla de cultivos y peque�as �reas de vegetaci�n natural, lo que evidencia una intensa actividad agr�cola. La alta proporci�n de mosaicos agropecuarios resalta la importancia de estas actividades para el sustento econ�mico de la poblaci�n local, aunque tambi�n podr�a implicar retos para la sostenibilidad ambiental, como la p�rdida de cobertura forestal y la degradaci�n del suelo (Useche et al., 2023).

�El mosaico agropecuario, refleja la combinaci�n de peque�as parcelas agr�colas con �reas de vegetaci�n natural remanente. Esta cobertura es indicativa de una agricultura de subsistencia y peque�a escala, t�pica de comunidades rurales como las de Chilla. El porcentaje relativamente alto se debe a la dependencia de la poblaci�n local de cultivos alimenticios como ma�z, pl�tano y otros productos agr�colas. Adem�s, la expansi�n de estas �reas puede estar vinculada a la presi�n demogr�fica y a la falta de estrategias de ordenamiento territorial, lo que lleva a un uso intensivo de terrenos cercanos a las �reas pobladas y carreteras.

El bosque nativo, que cubre 19,286.68 hect�reas (16.44%), representa una de las principales reservas de biodiversidad en la subcuenca. Sin embargo, su proporci�n relativamente baja respecto a otras categor�as de uso del suelo podr�a indicar una presi�n hist�rica de conversi�n a otros usos, como la agricultura y el pastoreo. La conservaci�n de este ecosistema resulta crucial para garantizar la estabilidad h�drica y ecol�gica de la subcuenca. La cobertura de bosque nativo, refleja la persistencia de fragmentos de vegetaci�n natural en la subcuenca. Sin embargo, el porcentaje limitado muestra la presi�n hist�rica ejercida por actividades humanas, como la agricultura, el pastoreo y la tala(Marcillo et al., 2021). La ubicaci�n de Chilla, en una zona de transici�n entre el bosque seco y el bosque montano, podr�a influir en la distribuci�n de estas �reas forestales. Aunque a�n se conserva una parte significativa del bosque, su reducci�n amenaza la biodiversidad y los servicios ecosist�micos, como la regulaci�n h�drica, el control de erosi�n y la captura de carbono (Llerena et al., 2021).

Las �reas de p�ramo, esenciales para la regulaci�n h�drica y la captura de carbono, abarcan 12,839.70 hect�reas, equivalente al 10.95%. Este ecosistema, caracter�stico de las zonas altas andinas, cumple un papel vital en el suministro de agua para las comunidades aguas abajo y en la mitigaci�n del cambio clim�tico (Ayala- et al., 2017). �El p�ramo corresponde como uno de los ecosistemas m�s representativos de las zonas altas andinas. Esta cobertura es fundamental para la regulaci�n h�drica, ya que act�a como una "esponja" que almacena agua y la libera gradualmente hacia los r�os y arroyos. Sin embargo, la presi�n ejercida por la expansi�n agr�cola y el sobrepastoreo ha reducido su extensi�n y funcionalidad en las �ltimas d�cadas(Harden, 1993).� La ubicaci�n de la subcuenca en una regi�n monta�osa y el clima caracter�stico de los p�ramos explican la presencia de este ecosistema, aunque su porcentaje moderado tambi�n refleja la intervenci�n humana y la falta de pr�cticas sostenibles en su manejo.

Por otro lado, las categor�as de vegetaci�n arbustiva y herb�cea (7.03%), �rea poblada (1.12%), plantaciones forestales (0.18%) y cuerpos de agua (0.10%) representan proporciones menores de la superficie total. Estas coberturas reflejan usos espec�ficos del suelo, como asentamientos humanos, iniciativas de reforestaci�n o plantaciones comerciales y la presencia de peque�os embalses o lagunas. Aunque estas categor�as ocupan una superficie menor, su manejo adecuado es fundamental para evitar conflictos de uso del suelo y promover la sostenibilidad ambiental (Ord��ez, 2011).

Finalmente, la infraestructura ocupa apenas 34.83 hect�reas (0.03%), destac�ndose como un uso poco significativo en t�rminos espaciales. Sin embargo, su ubicaci�n estrat�gica puede tener impactos relevantes sobre los ecosistemas y los flujos h�dricos de la subcuenca. Esto es consistente con la baja urbanizaci�n y desarrollo vial en la regi�n de Chilla. Aunque su impacto directo sobre el paisaje es peque�o, la infraestructura puede influir en la conectividad ecol�gica, alterar flujos h�dricos y fomentar el acceso a zonas previamente no intervenidas, acelerando la transformaci�n del paisaje(Guarderas et al., 2022).

El porcentaje de cada cobertura y uso del suelo en la subcuenca del r�o Luis es el resultado de una interacci�n compleja entre factores naturales y antropog�nicos. La topograf�a monta�osa, el clima andino y las caracter�sticas del suelo influyen en la distribuci�n de ecosistemas como el p�ramo y el bosque nativo (Ramirez, 2015). Al mismo tiempo, las actividades humanas, como la ganader�a, la agricultura y la expansi�n de �reas pobladas, han transformado significativamente el paisaje, priorizando usos econ�micos inmediatos sobre la conservaci�n a largo plazo.

El an�lisis de la cobertura y uso del suelo en la subcuenca del r�o Luis revela una predominancia de actividades agropecuarias y pastizales, con una proporci�n considerable de ecosistemas naturales como bosque nativo y p�ramos. Estos resultados destacan la necesidad de implementar estrategias sostenibles que permitan un manejo integral de los recursos, equilibrando las necesidades socioecon�micas de la poblaci�n local con la conservaci�n de los ecosistemas estrat�gicos. En este contexto, el dise�o de pol�ticas de conservaci�n, reforestaci�n, agroecolog�a y manejo sostenible de los pastizales se torna esencial para garantizar la funcionalidad ambiental y la resiliencia de la subcuenca frente a los desaf�os del cambio clim�tico y la presi�n antr�pica.(Tr�vez & Guarderas, 2023).

 

Ilustraci�n 2 Mapa de cobertura y uso de suelo de la subcuenca del r�o Luis

Fuente: Los autores, 2024

Dise�o de estrategias sostenibles para el manejo integral de la subcuenca del r�o Luis

1)                 Estrategia: Restauraci�n y Conservaci�n de Ecosistemas Estrat�gicos

Objetivo: Recuperar y conservar �reas cr�ticas como el bosque nativo, los p�ramos y los cuerpos de agua para mantener los servicios ecosist�micos, como la regulaci�n h�drica y la biodiversidad.

Programa de reforestaci�n con especies nativas

�         Restauraci�n de �reas degradadas con �rboles y arbustos aut�ctonos para mejorar la cobertura forestal.

�         Creaci�n de corredores ecol�gicos que conecten fragmentos de bosque nativo.

Programa de manejo sostenible del p�ramo

�         Delimitaci�n y protecci�n de �reas de p�ramo cr�ticas para la regulaci�n h�drica.

�         Reducci�n del sobrepastoreo mediante acuerdos con las comunidades locales.

Programa de conservaci�n de cuerpos de agua

�         Monitoreo de la calidad y cantidad de agua en r�os y lagunas.

�         Control de fuentes de contaminaci�n cercanas a cuerpos de agua, como desechos agr�colas o ganaderos.

Programa de educaci�n ambiental comunitaria

�         Campa�as de sensibilizaci�n sobre la importancia de los ecosistemas estrat�gicos y su rol en el bienestar humano.

2.      Estrategia: Manejo Agropecuario Sostenible

Objetivo: Promover pr�cticas agropecuarias sostenibles que reduzcan la presi�n sobre los ecosistemas, mejoren la productividad y preserven la calidad del suelo y el agua.

Programa de implementaci�n de sistemas agroforestales

�         Combinaci�n de cultivos con �rboles y arbustos para mejorar la biodiversidad en �reas agr�colas.

�         Incremento de la cobertura vegetal y reducci�n de la erosi�n del suelo.

Programa de manejo sostenible de pastizales

�         Introducci�n de t�cnicas de rotaci�n de pastoreo para evitar la compactaci�n y sobreexplotaci�n del suelo.

�         Uso de cercos vivos y siembra de forrajes mejorados para aumentar la productividad sin expandir �reas de pastizales.

Programa de agricultura regenerativa

�         Uso de pr�cticas como abonos org�nicos, rotaci�n de cultivos y cobertura del suelo para mejorar su fertilidad.

�         Capacitaci�n a los agricultores locales en t�cnicas que minimicen el uso de agroqu�micos y maximicen la resiliencia de los cultivos frente al cambio clim�tico.

Programa de certificaci�n de productos sostenibles

�         Creaci�n de un sello ecol�gico para productos agr�colas y ganaderos que se produzcan con pr�cticas sostenibles.

�         Fomento de mercados locales y nacionales para estos productos.

3.      Estrategia: Ordenamiento Territorial y Gesti�n Participativa

Objetivo: Garantizar el uso sostenible del suelo mediante la planificaci�n territorial y la participaci�n activa de las comunidades locales en la gesti�n de los recursos.

Programa de gobernanza comunitaria

�         Creaci�n de comit�s locales para la gesti�n de la subcuenca, con representaci�n de todas las comunidades.

�         Capacitaci�n en manejo de recursos naturales y resoluci�n de conflictos.

Programa de monitoreo y evaluaci�n participativa

�         Desarrollo de sistemas de monitoreo comunitario para evaluar cambios en la cobertura del suelo y los recursos h�dricos.

�         Uso de herramientas tecnol�gicas, como drones o GPS, para registrar datos y tomar decisiones basadas en evidencia.

Programa de diversificaci�n econ�mica sostenible

�         Promoci�n del ecoturismo y actividades econ�micas que dependan de la conservaci�n, como gu�as locales, venta de productos artesanales o actividades recreativas.

�         Apoyo a emprendimientos verdes y proyectos comunitarios que generen ingresos sin degradar los ecosistemas.

 

Conclusiones

El an�lisis de la cobertura y uso del suelo en la subcuenca del r�o Luis revela una transformaci�n significativa del paisaje, impulsada principalmente por actividades humanas como la ganader�a y la agricultura. Los pastizales y el mosaico agropecuario dominan la cobertura del suelo, ocupando en conjunto el 64.15% del �rea total. Esta predominancia indica un alto grado de intervenci�n humana, resultado de la conversi�n de ecosistemas naturales para satisfacer demandas econ�micas inmediatas. Aunque estas actividades son fundamentales para el sustento econ�mico de la poblaci�n local, generan impactos negativos en los ecosistemas, como la compactaci�n del suelo, la p�rdida de biodiversidad y la degradaci�n de servicios ecosist�micos esenciales, como la regulaci�n h�drica.

A pesar de la presi�n antr�pica, la subcuenca conserva importantes ecosistemas estrat�gicos, como los bosques nativos (16.44%) y los p�ramos (10.94%), que desempe�an un papel cr�tico en la regulaci�n del ciclo hidrol�gico y la mitigaci�n del cambio clim�tico. Sin embargo, su extensi�n limitada y su fragmentaci�n reflejan la necesidad urgente de implementar medidas de conservaci�n y restauraci�n que eviten su desaparici�n. El manejo insostenible del suelo y la falta de planificaci�n territorial han reducido la capacidad de la subcuenca para proporcionar servicios ecosist�micos, especialmente en lo que respecta al recurso h�drico, un elemento vital para las comunidades locales.

Los resultados evidencian una compleja interacci�n entre las din�micas socioecon�micas y ambientales de la subcuenca. La presi�n demogr�fica, la dependencia de actividades agropecuarias y la falta de pr�cticas sostenibles han llevado a un uso intensivo del suelo, comprometiendo la resiliencia de los ecosistemas frente a los desaf�os del cambio clim�tico. Este panorama destaca la importancia de dise�ar estrategias integrales que promuevan un equilibrio entre el desarrollo socioecon�mico y la conservaci�n ambiental.

 

Recomendaciones

Fortalecer la restauraci�n y conservaci�n de ecosistemas estrat�gicos: Se recomienda priorizar la reforestaci�n con especies nativas en �reas degradadas y la protecci�n de los p�ramos y bosques remanentes. Esto incluye establecer corredores ecol�gicos que conecten fragmentos de bosque y limitar el acceso a �reas cr�ticas para la regulaci�n h�drica. Estas acciones contribuir�n a mejorar la capacidad de la subcuenca para almacenar y regular el agua, garantizar la biodiversidad y mitigar los impactos del cambio clim�tico.

Promover pr�cticas agropecuarias sostenibles: Es fundamental introducir t�cnicas como la rotaci�n de pastoreo, el manejo sostenible de pastizales y la agricultura regenerativa. La implementaci�n de sistemas agroforestales tambi�n es clave para reducir la presi�n sobre los ecosistemas, incrementar la productividad y preservar la calidad del suelo. Capacitar a los agricultores y ganaderos locales en pr�cticas sostenibles ayudar� a reducir la degradaci�n ambiental mientras se mantienen los medios de vida.

Implementar un ordenamiento territorial efectivo: Se debe realizar una zonificaci�n ecol�gica y econ�mica que defina claramente las �reas de conservaci�n, restauraci�n y producci�n. Esto permitir� regular el uso del suelo de acuerdo con su capacidad y vulnerabilidad ambiental. Adem�s, es necesario promover la gesti�n participativa de la subcuenca, involucrando a las comunidades locales en la toma de decisiones y el monitoreo de los recursos.

Fomentar la diversificaci�n econ�mica: Para reducir la dependencia de actividades extractivas, se recomienda desarrollar actividades alternativas como el ecoturismo, la producci�n de productos sostenibles y el apoyo a emprendimientos verdes. Esto no solo generar� ingresos adicionales para las comunidades, sino que tambi�n incentivar� la conservaci�n de los ecosistemas.

Desarrollar programas de educaci�n y sensibilizaci�n ambiental: Las comunidades locales deben ser conscientes de la importancia de los ecosistemas estrat�gicos y su papel en el bienestar humano. Campa�as educativas y talleres pr�cticos ayudar�n a generar un cambio cultural hacia un manejo sostenible de los recursos naturales.

 

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