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An�lisis detallado de la composici�n flor�stica y la estructura ecol�gica en un bosque siempre verde de tierras bajas en la costa del Cant�n Urdaneta, Ecuador

 

Detailed analysis of the floristic composition and ecological structure in a lowland evergreen forest on the coast of Urdaneta Canton, Ecuador

 

An�lise detalhada da composi��o flor�stica e estrutura ecol�gica numa floresta perene de v�rzea na costa do cant�o de Urdaneta, Equador

 

Fernando Javier Morejon-Troya I
fmorejon@uagraria.edu.ec
https://orcid.org/0009-0001-7568-6655
,Juan Jose Soriano-Saltos II
Juanjos0712@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-5785-8858
Nuvia Lucrecia Moran-Sanchez III
nsanchez@uagraria.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-4238-2241
,Kevin Daniel G�mez-G�mez IV
kgomez@uagraria.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-6011-6222
Ricardo Andres Viera-Aguilera V
Rviera@uagraria.edu.ec
https://orcid.org/0009-0002-6601-4854
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: fmorejon@uagraria.edu.ec

 

Ciencias T�cnicas y Aplicadas

Art�culo de Investigaci�n

 

* Recibido: 02 de septiembre de 2024 *Aceptado: 12 de octubre de 2024 * Publicado: �26 de noviembre de 2024

 

        I.            Universidad Agraria del Ecuador, Ecuador.

      II.            Prefectura de Los R�os, Ecuador.

   III.            Universidad Agraria del Ecuador, Ecuador.

   IV.            Universidad Agraria del Ecuador, Ecuador.

     V.            Universidad Agraria del Ecuador, Ecuador.


Resumen

Este estudio tuvo como objetivo analizar la composici�n flor�stica, la cobertura y la estructura ecol�gica de un bosque siempreverde en el cant�n Urdaneta, Ecuador, para aportar al manejo sostenible y conservaci�n de estos ecosistemas. Con un enfoque descriptivo de campo, se realizaron inventarios forestales ne las fincas de Roberto Olivo y Vicente Ruiz, utilizando m�todos de an�lisis estructura tanto vertical como horizontal. Las parcelas fueron georreferenciadas, y se registraron par�metros como el �rea basal, la densidad y la dominancia relativa, empleando �ndices de biodiversidad como Shannon y Simpson. Los resultados indicaron una composici�n diversa con 13 familias y trece g�neros en ambas fincas, totalizando 186 individuos en la finca de Roberto Olivo y 134 en la de Vicente Ruiz. Ochroma pyrimidale, Acacia melanoxylon y Schizolobuim parahybum mostraron altos valores de dominancia, lo cual resalta su importancia en la estructura de estas comunidades. La finca de Vicente Ruiz una mayor diversidad y equitatividad, con un �ndice de Shannon de 1,015 y un �ndice de Simpson de 0,911, en comparaci�n con los valores de 0,988 y 0,887 obtenidos en la finca de Roberto Olivo. Estos hallazgos reflejan que el bosque posee un potencial de resiliencia alto, con capacidad de regeneraci�n natural, si se emplean pr�cticas de manejo adecuadas. En conclusi�n, la diversidad y distribuci�n de especies que ambos sitios poseen una estructura equilibrada y favorables para la estabilidad ecol�gica.

Palabras clave: Resiliencia ecol�gica; Inventario forestal; Biodiversidad; Dominancia relativa; an�lisis estrucutual.

 

Abstract

This study aimed to analyze the floristic composition, cover, and ecological structure of an evergreen forest in the Urdaneta canton, Ecuador, to contribute to the sustainable management and conservation of these ecosystems. With a descriptive field approach, forest inventories were carried out on the farms of Roberto Olivo and Vicente Ruiz, using both vertical and horizontal structural analysis methods. The plots were georeferenced, and parameters such as basal area, density, and relative dominance were recorded, using biodiversity indices such as Shannon and Simpson. The results indicated a diverse composition with 13 families and thirteen genera on both farms, totaling 186 individuals on Roberto Olivo's farm and 134 on Vicente Ruiz's. Ochroma pyrimidale, Acacia melanoxylon, and Schizolobuim parahybum showed high dominance values, which highlights their importance in the structure of these communities. Vicente Ruiz's farm showed greater diversity and evenness, with a Shannon index of 1.015 and a Simpson index of 0.911, compared to the values ​​of 0.988 and 0.887 obtained at Roberto Olivo's farm. These findings reflect that the forest has a high resilience potential, with a capacity for natural regeneration, if appropriate management practices are used. In conclusion, the diversity and distribution of species in both sites have a balanced structure and are favorable for ecological stability.

Keywords: Ecological resilience; Forest inventory; Biodiversity; Relative dominance; structural analysis.

 

Resumo

Este estudo teve como objetivo analisar a composi��o flor�stica, a cobertura e a estrutura ecol�gica de uma floresta perene no cant�o de Urdaneta, Equador, para contribuir para a gest�o sustent�vel e conserva��o destes ecossistemas. Com uma abordagem descritiva de campo, foram realizados invent�rios florestais nas explora��es de Roberto Olivo e Vicente Ruiz, utilizando m�todos de an�lise de estrutura vertical e horizontal. As parcelas foram georreferenciadas e registados par�metros como a �rea basal, a densidade e a domin�ncia relativa, utilizando �ndices de biodiversidade como o Shannon e o Simpson. Os resultados indicaram uma composi��o diversificada com 13 fam�lias e treze g�neros nas duas explora��es, totalizando 186 indiv�duos na explora��o de Roberto Olivo e 134 na explora��o de Vicente Ruiz. Ochroma pyrimidale, Acacia melanoxylon e Schizolobuim parahybum apresentaram valores de domin�ncia elevados, o que evidencia a sua import�ncia na estrutura destas comunidades. A explora��o de Vicente Ruiz apresentou maior diversidade e equidade, com um �ndice de Shannon de 1,015 e um �ndice de Simpson de 0,911, face aos valores de 0,988 e 0,887 obtidos na explora��o de Roberto Olivo. Estas conclus�es reflectem que a floresta tem um elevado potencial de resili�ncia, com capacidade de regenera��o natural, se forem utilizadas pr�ticas de gest�o adequadas. Concluindo, a diversidade e distribui��o das esp�cies que ambos os locais apresentam apresentam uma estrutura equilibrada e s�o favor�veis ​​� estabilidade ecol�gica.

Palavras-chave: Resili�ncia ecol�gica; Invent�rio florestal; Biodiversidade; Domin�ncia relativa; an�lise estrutural.

 

 

Introducci�n

Ecuador, Per� y Brasil has llevado a cabo numerosos estudios en la flor�stica, la composici�n flor�stica y la diversidad amaz�nica, lo que refleja un inter�s creciente en esta rica regi�n. Sin embargo, a pesar de que estos pa�ses albergan el 42.42% de territorio amaz�nico, que representa la mayor cobertura vegetal natural, las caracter�sticas biol�gicas de esta �rea a�n son poco conocidas en comparaci�n con otros pa�ses de la cuenca. Esta brecha en el conocimiento res�ltala necesidad de realizar investigaciones adicionales que profundicen en los aspectos biol�gicos de la amazonia, lo que podr�a contribuir significativamente a su conservaci�n y maneje sostenible (Cano & Stevenson, 2009).

La adopci�n de un enfoque estrat�gico y sostenible para el manejo de los recursos h�dricos es fundamental para el desarrollo de nuestras comunidades. Por ello, las entidades estatales responsables de esta gesti�n deben promover pol�ticas y planes que integren de manera coordinada el uso del agua, el suelo y el clima. Este enfoque integral no solo busca maximizar el bienestar social y econ�mico, sino tambi�n garantizar un futuro sostenible para las pr�ximas generaciones. Al fomentar una gesti�n coherente y colaborativa, podemos asegurar que los recursos naturales se utilicen de manera responsable beneficiando tanto la poblaci�n actual como a la del futuro (Andrade & Ullauri, 2015).

Los bosques siempre h�medos en las zonas bajas del cant�n Urdaneta est�n siendo gravemente afectados por actividades humanas, lo que los convierte en un recurso natural altamente vulnerable. Debido a la limitada extensiones ocupan en el territorio ecuatoriano, esta formaci�n forestal est� en peligro de extinci�n. Se encuentran en la regi�n ecol�gica conocida como bosque h�medo tropical premontano y valle tropical, donde e las precipitaciones superan los 3.00 m anuales y las temperaturas son mayores a 24�C. estos bosques ubicados entre 0 � 1.000 metros sobre el nivel del mar, se distribuyen a lo largo de ambas vertientes a los andes, extendi�ndose hacia las llanuras de la amazonia. A pesar de su riqueza espec�fica, su estructura y crecimiento se ven afectados por una composici�n alterada (Galvez, 2023; Pesantes & Bonifaz, 2022).

El presente estudio tiene por objeto analizar la forma de evaluaci�n de la composici�n flor�stica, cobertura y diversidad de la estructura ecol�gica del bosque siempreverde a las balsas de tierras bajas del cant�n Urdaneta, pudiendo obtener resultados que contribuyan a una l�nea de acci�n para la conservaci�n y planificaci�n en el manejo del bosque siempreverde h�medo de la costa ecuatoriana, en la cual el siempreverde se enmarca, mejor conocido como la provincia de la costa por su amplia red de sistemas. Se han realizado numerosos estudios de bosques h�medos de zonas bajas, sobre todo en los bosques h�medos de la cuenca del laurel monta��s de los Andes de Ecuador. Escasas son las investigaciones relatadas y publicadas acerca del tema; algunas de estas hacen referencia a un inventario, censo y estudio demogr�fico en unidades de manejo.

 

Revisi�n

La regi�n en donde se encuentra el cant�n se caracteriza por poseer un clima h�medo tropical a hiperh�medo, factor que provoc� la existencia de varios ecosistemas de importancia nacional y global. Sin embargo, el modelo de desarrollo ha derivado en la p�rdida significativa de estos elementos, adem�s de diversos problemas de contaminaci�n, manejo de desechos, entre otros impactos de incidencia no solo local sino global. Todos estos problemas pudieron ser generados por una falta de conocimiento de la diversidad ecol�gica, bi�tica como abi�tica de la que posee en este territorio. La mayor�a del territorio de Santo Domingo-Zona de Planificaci�n 5 posee coberturas vegetales con problem�ticas que pasan desde moderada hasta relevante, llevando consigo algunas p�rdidas de la matriz de conectividad entre las coberturas (Chac�n & Su�rez, 2020).

Otra de las problem�ticas que preocupan a las autoridades competentes es que, a pesar de haber adelantado medidas como la reforestaci�n del ex vivero agropecuario destinado para aquellas �reas con relevante observaci�n de p�rdida, el bosque no ha logrado tener una recuperaci�n acorde a las similitudes ecol�gicas ni la biof�sica que ten�a antes de iniciar el proceso de empresarizaci�n regional. Es decir, no hubo un trabajo local para lograr establecer las �reas de jerarquizaci�n para la reforestaci�n antes mencionada ni un estudio estructural que revele con claridad la composici�n y estructura flor�stica de la que pose�a cada �rea, de tal manera que se puedan incluir las biotecnolog�as acordes con las �reas yacimientos donde se desea proyectar (Sierra et al., 2022).

 

Bosques tropicales

Los bosques tropicales se caracterizan por ser ecosistemas complejos, ubicados en zonas de bajas latitudes con climas c�lidos y lluviosos todo el a�o. Estas �reas presentan una notable diversidad biol�gica, siendo el hogar de una gran cantidad de especies de flora y fauna. Adem�s, se destacan por su densa cobertura vegetal, con varios estratos de vegetaci�n que incluye desde arboles altos hasta las plantas herb�ceas. La constante precipitaci�n y la temperatura estable constituyen a la alta productividad y biodiversidad de estos ecosistemas (Karger et al., 2021).

Por otro lado, la estructura de los bosques tropicales incluye desde un denso dosel de �rboles altos que bloquea gran parte d ella luz solar, hasta un sotobosque lleno de especies adaptadas a bajos niveles de luz. Estos ecosistemas no solo regulan el clima local, sino que tambi�n juegan un papel crucial en el ciclo global del carbono y del agua. Sin embargo, estos bosques est�n bajo presi�n debido a la deforestaci�n y la expansi�n agr�cola, lo que amenaza su integridad ecol�gica y su funci�n en el equilibrio clim�tico (Naime et al., 2020).

 

Importancia ecol�gica y funci�n de bosques en tierras bajas

Los bosques de tierras bajas desempe�an un papel fundamental en la regulaci�n ecol�gica a nivel local y global en su capacidad de actuar como sumideros de carbono, contribuyendo de forma significativa a la mitigaci�n de cambio clim�tico. Adem�s, estos ecosistemas almacenan gran cantidad de biomasa facilitando la captura de carbono atmosf�rico, reduciendo la presencia de gases de efecto invernadero. La estructura de estos bosques se caracteriza por una densa vegetaci�n, influye en el ciclo hidrol�gico, actuando como regulador de flujo de agua y previene la erosi�n (Anderegg et al., 2020).

En t�rminos de biodiversidad, los bosques de tierras bajas son unos de los ecosistemas mas ricos del mundo. Al ser h�bitats diversos y complejos, sustentan a una amplia gama de especies, muchas de las cuales son end�micas o en peligro de extinci�n. Estos ecosistemas tambi�n proporcionan servicios ecosist�micos esenciales, como la polinizaci�n, dispersi�n de semilla, y mantenimiento de fertilidad del suelo. Sin embargo, la expansi�n de actividades humanas, como la agricultura y la desforestaci�n, representan una amenaza critica para su conservaci�n y para la estabilidad de los procesos ecol�gicos que sostienen (Lukina et al., 2021).

 

Relevancia de los bosques siempreverdes en el cant�n Urdaneta

Los bosques siempre verdes del canto Urdaneta, ubicados en tierras bajas de la costa ecuatoriana, son de vital importancia ecol�gica debido a su rol de conservaci�n de la biodiversidad y regulaci�n clim�tica local. Estos bosques mantienen su follaje durante todo el a�o gracias a las condiciones de alta humedad y precipitaciones regulares, creando un entorno que alberga una gran variedad de especies vegetales y animales. La estructura continua y densa del dosel tambi�n contribuye a la protecci�n del suelo, minimizando los riesgos de erosi�n y manteniendo la fertilidad del mismo, lo cual es crucial para la productividad agr�cola en �reas circundantes (Mariscal et al., 2022).

Adem�s, los bosques siempre verdes en Urdaneta son esenciales para el ciclo hidrol�gico de la regi�n, pues act�an como reguladores naturales de flujo de agua, garantizando un suministro constante a las cuencas hidrogr�ficas locales. Sin embargo, estos ecosistemas se ven amenazados por la expansi�n agr�cola y la deforestaci�n, lo que pone en riesgo no solo la estabilidad ecol�gica, sino tambi�n los servicios ecosist�micos que brindan a las comunidades locales. Es imperativo que se implementen pol�ticas de conservaci�n y manejos sostenible para preservar su integridad y asegurar la provisi�n de estos beneficios a largo plazo (Cerda et al., 2018).

 

Desaf�os y oportunidades para la conservaci�n en ecuador

Ecuador enfrenta una serie de desaf�os cr�ticos debido a la acelerada deforestaci�n, la expansi�n de la frontera agr�cola y el desarrollo de infraestructuras agr�colas que ponen en riesgo sus ecosistemas diversos. Aunque el pa�s posee un marco legal s�lido para la protecci�n ambiental. Los ecosistemas como los bosques tropicales y paramos, que son vitales para la regulaci�n clim�tica y suministros de agua, est�n particularmente amenazados por la sobreexplotaci�n y la fragmentaci�n del h�bitat (H�nggli et al., 2023).

A pesar de estos desaf�os, existen oportunidades significativas para la conservaci�n en el ecuador. La creciente conciencia sobre la importancia de los servicios ecosist�micos, junto con el inter�s global en la sostenibilidad, ha impulsado proyectos de conservaci�n comunitarias y programa de pago por servicios ambientales. Estos incentivos brindan apoyo a las poblaciones locales para la gesti�n y conservaci�n de sus territorios. Adem�s, el desarrollo de tecnolog�as para el monitoreo ecol�gico ofrece nuevas herramientas para evaluar el estado de los ecosistemas y mejorar su manejo a largo plazo (Mestanza et al., 2020).

 

Pol�ticas y marcos normativos para la protecci�n de bosques

En el Ecuador est�n cimentados en diversos instrumentos legales, tanto nacionales como internacionales. Uno de los pilares fundamentales en la Constituci�n de la Rep�blica del Ecuador del 2008, que establece el derecho a la naturaleza a ser protegida y regenerada, y asigna responsabilidades al Estado a promover la conservaci�n de los ecosistemas. Adem�s, complementa con la Ley de Gesti�n Ambiental de 1999, que crea un marco general para el manejo y conservaci�n de recursos naturales, imponiendo normas claras para la protecci�n de bosques.

Otro instrumento clave es el C�digo Org�nico del Ambiente del 2017, el cual regula el uso sostenible de los recursos forestales y establece sanciones para actividades que provoquen degradaci�n de los ecosistemas. Este c�digo tambi�n establece la implementaci�n de �reas protegidas, como el Sistema Nacional de �reas Protegidas (SNAP), que resguarda una significativa proporci�n de los bosques siempreverdes y otras �reas cr�ticas de biodiversidad en el pa�s.

Ecuador tambi�n ha ratificado acuerdos internacionales como el Convenio sobre la Diversidad Biolog�a de 1992 y el Acuerdo de Paris de 2015, los cuales refuerzan el compromiso del pa�s con la protecci�n de sus bosques como parte de los esfuerzos globales por mitigar el cambio clim�tico y preservar la biodiversidad. Estas normativas buscan promover la restauraci�n de los ecosistemas y el uso responsable de los recursos naturales.

A nivel de pol�ticas, se destacan los Planes Nacionales de Desarrollo, como el PND 2017 � 2021(plan toda una vida), que incluye objetivos espec�ficos para la conservaci�n de los bosques y la promoci�n de pr�cticas agr�colas sostenibles. Estas pol�ticas buscan equilibrar el desarrollo econ�mico con la sostenibilidad ambiental, estableciendo incentivos econ�micos para la conservaci�n y promoviendo la participaci�n comunitaria en el manejo de los recursos forestales.

En resumen, el marco normativo ecuatoriano para la protecci�n de bosques es robusto y est� alineado a los compromisos internacionales, aunque su efectividad depende de gran medida de su aplicaci�n y fiscalizaci�n, as� como la educaci�n ambiental y fortalecimiento de capacidades locales para asegurar un uso sostenible y responsable de los bosques.

 

Metodolog�a�

Esta investigaci�n es de tipo descriptiva, mediante la cual se describi� y analiz� la informaci�n mediante la recolecci�n de datos para posteriormente obtener los resultados de la investigaci�n.

         Investigaci�n Descriptiva: Se describe los objetivos de la investigaci�n, analizando la informaci�n recopilada y estableciendo resultados para as� llegar a la soluci�n del problema planteado.

         Investigaci�n de campo: Se la utiliz� para la primera parte del proyecto de la composici�n flor�stica, as� como la estructura horizontal y vertical del bosque mediante un inventario forestal.

 

M�todos utilizados en la investigaci�n

El m�todo de investigaci�n aplicado es el m�todo hipot�tico � deductivo, el cu�l parte de conocimientos particulares y los extiende a conocimientos generales. En este caso, a trav�s de las unidades de muestreo se puede concluir acerca de la estructura y diversidad vegetal en la zona baja del Bosque siempre verde.

 

Construcci�n metodol�gica

�rea de estudio

�La siguiente investigaci�n se realiz� en las propiedades de Vicente Ruiz y Roberto Olivo ubicado en el sector La Unidad- Subjunta 2 del Cant�n Urdaneta. El �rea del bosque siempre verde comprende entre 5.04 Ha y 3.03 Ha. Se encuentra en una altitud de 150 msnm, con una topograf�a regular con una temperatura media de 25.5 �C y precipitaci�n anual de 1800 a 2500 mm.

 

Figura 1: Levantamiento topogr�fico en las zonas de evaluaci�n.

Unidad de investigaci�n

Las unidades de muestreo evaluadas comprenden una superficie de 1000 𝑚2 cada una, tomando datos de los individuos en las parcelas, las cual fueron georeferenciadas mediante un Recepctor GPS Navegador.

 

Registro de datos de la fase de campo

Se identific� cada uno de los individuos (�rboles), de acuerdo a unidades de muestreo. campo se registraron las caracter�sticas dasom�tricas, nombre cient�fico, nombre com�n y familia y todos los �rboles previamente numerados con pinturas en spray. Para la identificaci�n de la especie se utiliz� el sistema de clasificaci�n del grupo de las Angiosperma Phylogeny Group (AGP, 2009).

 

An�lisis de la diversidad y composici�n flor�stica

El �rea Basal parcela junto con la Densidad y Dominancia Relativa se calcul� mediante el di�metro del �rbol, posteriormente se obtuvo el �ndice de Valor de Importancia (IVI), para especies y familias.

 

�rea basal (ab) en m�

Se define como el �rea del DAP en corte transversal del tallo o tronco del individuo. El �rea basal de una especie es determinada en una parcela por la suma de las �reas basales de todos los individuos con DAP ≥ 10 cm.

𝐴 = 𝜋 𝐷2/4

 

Densidad relativa (DnR)

Est� determinada por el n�mero de individuos de una especie con relaci�n al total de individuos de la poblaci�n en este caso con respecto al n�mero total de �rboles de la parcela.

𝐷𝑛𝑅 =

 

Dominancia relativa (DMR)

Representa el porcentaje de biomasa que aporta una determinada especie. Se expresa por la relaci�n entre el �rea basal del conjunto de individuos de una especie y el �rea muestreada.

 

 

�ndice de valor de importancia (IVI)

El �ndice de valor de importancia (IVI) es la suma de dos par�metros dominancia y densidad. Este valor revela la importancia ecol�gica relativa de cada especie en una comunidad vegetal. Para obtener el IVI es necesario transformar los datos de �rea basal y densidad en valores relativos.

IVI = DnR + DmR

 

Biodiversidad especifica �ndice de Shannon

El �ndice de Shannon, de Shannon-Weaver o de Shannon-Wiener se usa en ecolog�a u otras ciencias similares para medir la biodiversidad espec�fica. Este �ndice se representa normalmente como H� y se expresa con un n�mero positivo, que en la mayor�a de los ecosistemas naturales var�a entre 0,5 y 5, aunque su valor normal est� entre 2 y 3; valores inferiores a 2 se consideran bajos en diversidad y superiores a 3 son altos en diversidad de especies. No tiene l�mite superior o en todo caso lo da la base del logaritmo que se utilice. Los ecosistemas con mayores valores son los bosques tropicales y arrecifes de coral, y los menores las zonas des�rticas. La ventaja de un �ndice de este tipo es que no es necesario identificar las especies presentes; basta con poder distinguir unas de otras para realizar el recuento de individuos de cada una de ellas y el recuento total. Pla (2006) La f�rmula del �ndice de Shannon es la siguiente:

𝑠

− ∑ 𝑝𝑖 log 2 𝑝𝑖

𝑖=1

donde:

         S � n�mero de especies (la riqueza de especies)

 

         pi � proporci�n de individuos de la especie i respecto al total de individuos (es decir la abundancia relativa de la especie i):

         pi � n�mero de individuos de la especie i

         N � n�mero de todos los individuos de todas las especies

De esta forma, el �ndice contempla la cantidad de especies presentes en el �rea de estudio (riqueza de especies), y la cantidad relativa de individuos de cada una de esas especies (abundancia) (Pla, 2006).

 

�ndice de diversidad de Simpson

�ndice de diversidad de Simpson (tambi�n conocido como el �ndice de la diversidad de las especies o �ndice de dominancia) es uno de los par�metros que nos permiten medir la riqueza de organismos. El �ndice de Simpson representa la probabilidad de que dos individuos, dentro de un h�bitat, seleccionados al azar pertenezcan a la misma especie (Simpson, 1960). La f�rmula para el �ndice de Simpson es:

Donde:

S es el n�mero de especies

N es el total de organismos presentes (o unidades cuadradas) n es el n�mero de ejemplares por especie (Simpson, 1960).

 

Abundancia relativa

La abundancia relativa se obtuvo mediante el n�mero de individuos de una especie aplicando la siguiente f�rmula.

 

Ar = Abundancia relativa (%).

Aa = Abundancia absoluta

 

Frecuencia relativa (FR)

La frecuencia relativa (n�mero de subparcelas en que se presenta una especie) se calcul� mediante la siguiente f�rmula.

Siendo:

𝐹𝑎 =�� 𝑁𝑢𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑏𝑝𝑎𝑟𝑐𝑒𝑙𝑎 𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑒

𝑁𝑢𝑚𝑒𝑟𝑜 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑏𝑝𝑎𝑟𝑐𝑒𝑙𝑎𝑠

 

Procesamiento de la informaci�n

Para digitalizar la informaci�n geogr�fica se utiliz� el paquete de SIG ArcGIS 9.3; una vez obtenida la informaci�n de campo, se procedi� a procesarla mediante el uso de paquetes inform�ticos como hoja electr�nica Excel, Biodiversity Pro 2.

 

Resultados

Individuos, especies y familias del bosque siempre verde del cant�n Urdaneta.

Especies en las fincas investigada

La tabla 1 presente las familias, y especies presentan el bosque siempre verde del cant�n Urdaneta, se encontraron 13 familias.

Tabla 1: Nombres de familias y especies encontradas.

N�

Nombre com�n

Familia

Especie

1

Palo prieto

Leguminosaceae

Acacia melanoxylon

2

Balsa

Malvaceae

Ochroma pyramidale

3

Fernansanchez

Polygonaceae

Triplaris cumingiana

4

Laurel

Boraginaceae

Cordia alliodora

5

Saman

Leguminosaceae

Samanea saman

6

Pachaco

Caesalpinaceae

Schizolobium parahybum

7

Zapote

Malvaceae

Quararibea cordata

8

Ca�a

Poaceae

Bambusa vulgaris

9

Guarumo

Urticaceae

Cecropia peltata

10

Aguacate

Lauraceae

Persea americana

11

Mamey

Sapotaceae

Pouteria sapota

12

Pechiche

Lamiaceae

Vitex gigantea

13

Fruta de Pan

Moraceae

Artocarpus communis

 

N�mero de familias, g�neros especies e individuos presentes en la finca de Roberto Olivo

La composici�n flor�stica de la finca Roberto Olivo est� conformada por 13 familias, 13 g�neros, 13 especies y un total de 181 individuos. Distribuidos en 3 parcelas que representan el 100% de los datos registrados, teniendo como resultado que la parcela 2 y 3 cuenta con un 90,91 % del total de familias. La parcela 2 que mostr� un 84,62 % del total de los g�neros y especies registradas.

 

Tabla 2: N�mero de familias, g�neros y especies por parcelas finca 1.

Variables

Parcela 1

Parcela 2

Parcela 3

Total

Familias

8

10

10

11

G�neros

9

11

10

13

Especies

9

11

10

13

Individuos

58

65

63

186

 

N�mero de familias, g�neros especies e individuos presentes en la finca de Vicente Ruiz

La composici�n flor�stica de la finca Vicente Ruiz est� compuesta por 13 familias, 13 g�neros, 13 especies y 134 individuos. Distribuidos en 3 parcelas que representan el 100% de los datos registrados, mostrando que la parcela 1 fue la que alcanzo los mayores promedios de diversidad teniendo un 90,91 % de familias registradas, 92,31% de los g�neros y un 92,31% del total de las especies.

 

Tabla 3: N�mero de familias, g�neros y especies por parcelas finca 2.

Variables

Parcela 1

Parcela 2

Parcela 3

Total

Familias

10

9

6

11

G�neros

12

11

8

13

Especies

12

11

8

13

Individuos

45

38

51

134

 

�ndice de diversidad y dominancia

�ndice de Shannon

El �ndice de diversidad de Shannon de las parcelas de la finca Roberto Olivo oscilan entre 0,960 y 0,907. Lo que significa que existi� una baja riqueza de especies en la zona evaluada que compone un bosque secundario. Los valores de equitabilidad fluct�an entre 0,950 y 0,909 lo cual significa que existi� una baja distribuci�n de las especies entre las parcelas de la finca Roberto Olivo.

 

Tabla 4: �ndice de Shannon finca 1.

�ndices

Parcela 1

Parcela 2

Parcela 3

�ndice-Diversidad-Shannon (H�)

0,907

0,96

0,909

�ndice-equitabilidad-Shannon (e�)

0,95

0,922

0,909

 

El �ndice de diversidad de Shannon las parcelas de la finca Vicente Ruiz oscilan entre 0,988 y 0,833. Lo que significa que existi� una baja riqueza de especies en la zona evaluada que compone un bosque secundario. Los valores de Equitabilidad fluct�an entre 0,949 y 0,913 lo cual significa que existi� una baja distribuci�n de las especies entre las parcelas de la finca Vicente Ruiz.

 

Tabla 5: �ndice de Shannon finca 2.

�ndices

Parcela 1

Parcela 2

Parcela 3

�ndice-Diversidad-Shannon (H�)

0,986

0,988

0,833

�ndice-Equitabilidad-Shannon (E�)

0,913

0,949

0,922

 

Los datos arrojados por el programa estad�stico Biodiversity pro 2.0 demuestran que la finca 2 correspondiente a Vicente Ruiz supera en bajo porcentaje la finca 1 Roberto Olivo lo que indica que la finca 2 presenta mayor riqueza de especies.

 

Tabla 6: Datos estad�sticos de comparaci�n de diversidad.

�ndices

Finca 1

Finca 2

�ndice-Diversidad-Shannon (H�)

0,988

1,015

�ndice-Equitabilidad-Shannon (E�)

0,887

0,911

 

�ndice de Simpson

El �ndice de diversidad Simpson de las parcelas de la finca Roberto Olivo oscilan entre 0,135 y 0,109. Lo que significa que existi� una baja dominancia de especies en la zona evaluada que compone un bosque secundario. Los valores de diversidad de Simpson fluct�an entre 9,204 y 7,398 lo que significa que existi� una alta diversidad de especies entre las parcelas de la finca Roberto Olivo.

 

Tabla 7: �ndice de dominancia y diversidad de Simpson finca 1 Roberto Olivo

�ndices

Parcela 1

Parcela 2

Parcela 3

Dominancia de Simpson

0,119

0,109

0,135

�ndice de diversidad de Simpson

8,391

9,204

7,398

 

El �ndice de diversidad Simpson de las parcelas de la finca Vicente Ruiz oscilan entre 0,151 y 0,098. Lo que significa que existi� una baja dominancia de especies en la zona evaluada que componen un bosque secundario. Los valores de diversidad de Simpson fluct�an entre 11,339 y 6,606 lo que significa que existi� una alta diversidad de especies entre las parcelas de la finca Vicente Ruiz.

 

Tabla 8: �ndice de dominancia y diversidad de Simpson Finca 2 Vicente Ruiz.

�ndices

Parcela 1

Parcela 2

Parcela 3

Dominancia de Simpson

0,098

0,088

0,151

�ndice de diversidad de Simpson

10,206

11,339

6,606

 

Los datos registrados y analizados con el programa estad�stico Biodiversity pro 2.0 demuestran que la finca 2 presenta una baja dominancia en relaci�n a la finca 1 y una alta diversidad con valores de 9,803 superando la finca 1 que presento valores de 8,505 dichos resultados se comparan con los datos del �ndice se Shannon.

 

Tabla 9: Comparaci�n del �ndice de Dominancia y diversidad de Simpson Finca 1 y 2.

�ndices

Finca 1

Finca 2

Dominancia de Simpson

0,118

0,102

�ndice de diversidad de Simpson

8,505

9,803

 

�rea basal

En la finca 1 correspondiente a Roberto Olivo, el �rea basal del total de �rboles por especie oscil� entre 30.592 m2 correspondiente a la balsa (Ochoa pyramidale), mientras que el de menor �rea basal obtuvo 2.9401 m2 correspondiente a Fruta de Pan (Artocarpus communis).

 

Tabla 10: �rea Basal Finca 1. Roberto Olivo

N. Com�n

Familia

Especies

N� DE ESPECIES

Total m2

Palo prieto

Leguminosaceae

Acacia melanoxylon

5

3,558

Balsa

Malvaceae

Ochoa pyramidale

37

30,592

Fernansanchez

Polygonaceae

Triplaris cumingiana

16

13,603

Laurel

Boraginaceae

Cordia alliodora

31

22,4198

Saman

Leguminosaceae

Samanea saman

4

6,7551

Pachaco

Caesalpinaceae

Schizolobium parahybum

27

23,9439

Zapote

Malvaceae

Quararibea

4

4,6502

cordata

Ca�a

Poaceae

Bambusa vulgaris

9

3,6485

Guarumo

Urticaceae

Cecropia peltata

17

10,6362

Aguacate

Lauraceae

Persea americana

19

22,8226

Mamey

Sapotaceae

Pouteria sapota

5

5,935248

Pechiche

Lamiaceae

Vitex gigantea

10

6,728074

Fruta de Pan

Moraceae

Artocarpus communis

2

2,9401

 

En la finca 2 correspondiente a Vicente Ruiz, el �rea basal del total de �rboles por especie oscil� entre 19,5853 m2 correspondiente al Pachaco (Schizolobium parahybum), mientras que el de menor �rea basal obtuvo 0,6897 m2 correspondiente al Pechiche (Vitex gigantea).

 

Tabla 11: �rea Basal Finca 2. Vicente Ruiz.

N. Comun

Familia

Especies

Especies

Total 𝑚2

 

Palo prieto

Leguminosaceae

Acacia melanoxylon

12

9,2145

Balsa

Malvaceae

Ochroma pyramidale

22

16,9747

Fernansanchez

Polygonaceae

Triplaris cumingiana

12

9,7281

Laurel

Boraginaceae

Cordia alliodora

9

6,0655

Saman

Leguminosaceae

Samanea saman

8

11,4977

Pachaco

Caesalpinaceae

Schizolobium parahybum

15

19,5853

Zapote

Malvaceae

Quararibea cordata

7

3,1167

Ca�a

Poaceae

Bambusa vulgaris

23

5,2004

Guarumo

Urticaceae

Cecropia peltata

10

10,6362

Aguacate

Lauraceae

Persea americana

11

11,2794

Mamey

Sapotaceae

Pouteria sapota

3

2,0648

Pechiche

Lamiaceae

Vitex gigantea

1

0,6897

Fruta de Pan

Moraceae

Artocarpus communis

1

1,2345

 

Dominancia relativa

La especie con mayor dominancia en la finca 1 correspondiente a Roberto Olivo fue Ochroma pyramidale con un valor de 19,32 % y la de menor dominancia corresponde a la especie Bambusa vulgaris con un valor de 2,29 %.

 

Tabla 12: Dominancia relativa Finca 1.

Nombre Com�n

Familia

Especies

N� DE ESPECIES

Total de dominancia relativa

Palo prieto

Leguminosaceae

Acacia melanoxylon

5

2,30860569

Balsa

Malvaceae

Ochroma pyramidale

37

19,3270806

Fernansanchez

Polygonaceae

Triplaris cumingiana

16

8,66550593

Laurel

Boraginaceae

Cordia alliodora

31

14,0536309

Saman

Leguminosaceae

Samanea saman

4

4,16416807

Pachaco

Caesalpinaceae

Schizolobium parahybum

27

15,1433202

Zapote

Malvaceae

Quararibea cordata

4

2,99587343

Ca�a

Poaceae

Bambusa vulgaris

9

2,29512366

Guarumo

Urticaceae

Cecropia peltata

17

6,72686497

Aguacate

Lauraceae

Persea americana

19

14,570319

Mamey

Sapotaceae

Pouteria sapota

5

3,61372197

Pechiche

Lamiaceae

Vitex gigantea

10

4,2551712

Fruta de Pan

Moraceae

Artocarpus communis

2

1,88061447

 

La especie con mayor dominancia en la finca 2 correspondiente a Vicente Ruiz fue Ochroma pyramidale con un valor de 15,88 % y la de menor dominancia corresponde a la especie Vitex gigantea con un valor de 0,64 %.

 

Tabla 13: Dominancia relativa Finca 2.

N. Comun

Familia

Especies

N� DE ESPECIES

Total de Dmr

Palo prieto

Leguminosaceae

Acacia melanoxylon

12

8,57648963

Balsa

Malvaceae

Ochroma pyramidale

22

15,8770579

Fernansanchez

Polygonaceae

Triplaris cumingiana

12

9,48598603

Laurel

Boraginaceae

Cordia alliodora

9

5,96232303

Saman

Leguminosaceae

Samanea saman

8

8,4210101

Pachaco

Caesalpinaceae

Schizolobium parahybum

15

13,5264895

Zapote

Malvaceae

Quararibea cordata

7

4,0828193

Ca�a

Poaceae

Bambusa vulgaris

23

11,6387308

Guarumo

Urticaceae

Cecropia peltata

10

7,24180677

Aguacate

Lauraceae

Persea americana

11

10,9476875

Mamey

Sapotaceae

Pouteria sapota

3

2,46246848

Pechiche

Lamiaceae

Vitex gigantea

1

0,63698535

Fruta de Pan

Moraceae

Artocarpus communis

1

1,14014559

 

Densidad relativa

Los valores porcentuales expresados en la Densidad Relativa de las especies demostraron que Ochroma pyramidale alcanzo los mayores valores con 21,52 % en la finca 1 correspondiente a Roberto Olivo y la especie Artocarpus communis presento los menores valores 1,02%.

 

Tabla 14: Densidad relativa finca 1

N. Comun

Familia

Especies

N� de especies

Total de Dnr

 

Palo prieto

Leguminosaceae

Acacia melanoxylon

5

3,26797386

Balsa

Malvaceae

Ochroma pyrimidale

37

21,5288851

Fernansanchez

Polygonaceae

Triplaris cumingiana

16

9,0986138

Laurel

Boraginaceae

Cordia alliodora

31

11,5425315

Saman

Leguminosaceae

Samanea saman

4

5,36809597

Pachaco

Caesalpinaceae

Schizolobium parahybum

27

9,87382987

Zapote

Malvaceae

Quararibea cordata

4

2,98642534

Ca�a

Poaceae

Bambusa vulgaris

9

12,5073619

Guarumo

Urticaceae

Cecropia peltata

17

6,23524623

Aguacate

Lauraceae

Persea americana

19

8,95783953

Mamey

Sapotaceae

Pouteria sapota

5

3,9526922

Pechiche

Lamiaceae

Vitex gigantea

10

3,65486367

Fruta de Pan

Moraceae

Artocarpus communis

2

1,02564103

 

Los valores porcentuales expresados en la Densidad Relativa de las especies demostraron que Schizolobium parahybum alcanzo los mayores valores con 18,20% en la finca 2 correspondiente a Vicente Ruiz y las especies Vitex gigantea y Artocarpus communis presento los menores valores 0,74% en ambas especies.

 

Tabla 15: Densidad relativa Finca 2

N. Comun

Familia

Especies

N� DE

Total de

INDIVIDUOS

DNR

Palo prieto

Leguminosaceae

Acacia melanoxylon

12

10,2534113

Balsa

Malvaceae

Ochroma pyramidale

22

9,70760233

Fernansanchez

Polygonaceae

Triplaris cumingiana

12

7,48538013

Laurel

Boraginaceae

Cordia alliodora

9

9,70760233

Saman

Leguminosaceae

Samanea saman

8

3,23586745

Pachaco

Caesalpinaceae

Schizolobium parahybum

15

18,2066277

Zapote

Malvaceae

Quararibea cordata

7

6,00389863

Ca�a

Poaceae

Bambusa vulgaris

23

12,2027291

Guarumo

Urticaceae

Cecropia peltata

10

12,4756335

Aguacate

Lauraceae

Persea americana

11

7,48538013

Mamey

Sapotaceae

Pouteria sapota

3

1,75438597

Pechiche

Lamiaceae

Vitex gigantea

1

0,74074074

 

IVI

El mayor IVI en la finca 1 correspondiente a Roberto Olivo fue para la especie Ochroma pyramidale con un valor de 61,28 y la especie con los valores m�s bajos fue Artocarpus communis con promedios de 4,35.

 

N. Comun

Familia

Especies

N� DE

TOTAL

INDIVIDUOS

IVI

Palo prieto

Leguminosaceae

Acacia melanoxylon

5

8,3648693

Balsa

Malvaceae

Ochroma pyramidale

37

61,2839485

Fernansanchez

Polygonaceae

Triplaris cumingiana

16

26,6461796

Laurel

Boraginaceae

Cordia alliodora

31

38,3942437

Saman

Leguminosaceae

Samanea saman

4

14,298396

Pachaco

Caesalpinaceae

Schizolobium parahybum

27

37,5257251

Zapote

Malvaceae

Quararibea cordata

4

8,97344815

Ca�a

Poaceae

Bambusa vulgaris

9

22,2037284

Guarumo

Urticaceae

Cecropia peltata

17

19,4431669

Aguacate

Lauraceae

Persea americana

19

35,2922378

Mamey

Sapotaceae

Pouteria sapota

5

11,3496212

 

El mayor IVI en la finca 2 correspondiente a Vicente Ruiz fue para la especie Schizolobium parahybum con un valor de 47,59 y la especie con los valores m�s bajos fue Vitex gigantea con promedios de 2,06.

 

N. COMUN

FAMILIA

ESPECIES

N� DE INDIVIDUOS

Total

Palo prieto

Leguminosaceae

Acacia melanoxylon

12

28,2448514

Balsa

Malvaceae

Ochroma pyramidale

22

38,3769904

Fernansanchez

Polygonaceae

Triplaris cumingiana

12

25,4570493

Laurel

Boraginaceae

Cordia alliodora

9

23,5048881

Saman

Leguminosaceae

Samanea saman

8

17,4853164

Pachaco

Caesalpinaceae

Schizolobium parahybum

15

47,5996758

Zapote

Malvaceae

Quararibea cordata

7

15,1300769

Ca�a

Poaceae

Bambusa vulgaris

23

35,7621898

Guarumo

Urticaceae

Cecropia peltata

10

29,5761604

Aguacate

Lauraceae

Persea americana

11

27,6496014

Mamey

Sapotaceae

Pouteria sapota

3

6,32528165

 

Conclusiones

las fincas en estudio presentan una notable diversidad de especies arb�reas, con una densidad poblacional suficientemente alta para facilitar la recuperaci�n ecol�gica a mediano plazo de los ecosistemas evaluados. En particular, se registraron 186 individuos en la finca 1 y 134 en la finca 2. Entre las familias y especies identificadas se encuentran: Legumonoseare (Acasia melanoxulon, Samanea saman), Malvaceae (Ochroma pyramidale, Quararibea cordata), Polygonaceae (Triplaris cumingiana), Boraginaceae (Corida olliodora), Caesalpinaceae (Schizolobium parahybum), Poaceae (Bombusa vulgaris), Urticaceae (Cecropia peltata), Lauraceae (Persea americana), Sapotaceae (Pouteria sapota), Lamiaceae (Vitex gigantea) y Moraceae (Artocarpus communis).

En cuanto, a los �ndices de diversidad y auditabilidad, el �ndice de diversidad de Shannon en la finca 1 oscilo en 0.0988, mientras que el �ndice de auditabilidad alcanzo 0,887, en la finca 2 estos valores fueron 1,015 y 0,911, respectivamente, lo cual refleja una distribuci�n de especies ligeramente m�s equitativa en esta �ltima. Asimismo, el �ndice de dominancia de Simpson fue de 0,118 en la finca 1 y 0,102 en la finca 2, con niveles de diversidad de 8,505 9,803 respectivamente, lo que indica una mayor diversidad de especies en la finca 2. La especie Ochroma pyramidale (balsa) domin� en ambas fincas, representando el 19,32% de la poblaci�n de la finca 1 y 15,88% en la finca 2, lo que evidencia su relevancia en la estructura de estas comunidades vegetales.

 

Discusi�n

La evaluaci�n de la diversidad y estructura de especies en las fincas estudiadas revela una composici�n ecol�gica rica y una densidad de individuos que favorece procesos de recuperaci�n y resiliencia del ecosistema, un hallazgo que coincide con investigaciones previas sobre el impacto de la densidad poblacional en la estabilidad ecol�gica (Ruggirello et al., 2023). Seg�n Klock et al. (2022), los ecosistemas forestales que albergan una diversidad amplia de especies arb�reas y alta densidad de individuos muestran una mayor capacidad para resistir perturbaciones ambientales, pues las interacciones biol�gicas entre especies fomentan la estabilidad del sistema y mejoran los procesos de sucesi�n ecol�gica a mediano plazo. En las fincas bajo estudio, la presencia de 186 individuos en la finca 1 y 134 en la finca 2, distribuidos entre 11 familias bot�nicas, sugiere un alto potencial para la regeneraci�n natural, aline�ndose con el concepto de resiliencia ecol�gica planteado en estudios recientes.

Por otro lado, la estructura de la comunidad vegetal, evaluada a trav�s de �ndices de diversidad y equitabilidad, se�ala diferencias importantes entre las fincas. El �ndice de Shannon, con valores de 0.988 en la finca 1 y 1.015 en la finca 2, respalda la idea de una diversidad levemente superior en esta �ltima, lo cual sugiere que la finca 2 posee una comunidad m�s equilibrada, un factor clave para la sostenibilidad del ecosistema (Ao et al., 2021). As� mismo, el �ndice de equitabilidad es mayor en la finca 2 (0.911) en comparaci�n con la finca 1 (0.887), lo cual indica una distribuci�n m�s equitativa de especies en la finca 2, contribuyendo a un sistema menos vulnerable a la dominancia de unas pocas especies (Strahan et al., 2016). La dominancia relativa medida con el �ndice de Simpson tambi�n refleja esta diferencia, con 0.118 en la finca 1 y 0.102 en la finca 2, sugiriendo una dominancia menor y, por ende, mayor diversidad efectiva en la finca 2 (Parsons et al., 2021).

Es interesante observar que Ochroma pyramidale, una especie de alta plasticidad ecol�gica, muestra una dominancia significativa en ambas fincas, representando un 19.32% en la finca 1 y un 15.88% en la finca 2. Esta especie, seg�n Guzman et al. (2021), desempe�a un papel fundamental en la recuperaci�n de suelos degradados y en la provisi�n de recursos alimentarios para la fauna local, promoviendo la biodiversidad al facilitar condiciones favorables para la colonizaci�n de otras especies. De esta manera, la presencia de O. pyramidale en las fincas no solo contribuye a la estabilidad estructural del ecosistema, sino que tambi�n fortalece las interacciones ecol�gicas esenciales para la resiliencia del sistema.

En conclusi�n, los resultados obtenidos concuerdan con estudios recientes que enfatizan la importancia de mantener la diversidad de especies y una estructura poblacional equilibrada en ecosistemas forestales, lo cual no solo incrementa la biodiversidad, sino que tambi�n optimiza la funcionalidad ecol�gica del �rea (Klock et al., 2022; Ruggirello et al., 2023). La implementaci�n de estrategias de manejo que promuevan la equitatividad y reduzcan la dominancia de ciertas especies podr�a, en el futuro, potenciar a�n m�s la capacidad de recuperaci�n de estos ecosistemas.

 

Recomendaciones

Debido a la alta densidad observada y diversidad observada, es recomendable establecer un monitorea peri�dico de la diversidad de especies, evaluando con indicadores de diversidad como los �ndices de Shannon y Simpson. Esto permitir� detectar cambios en la composici�n de especies y anticipar posibles problemas de dominancia o perdida de equitatividad.

Considerando la dominancia de Ochroma pyrimidale en ambas fincas, se recomienda introducir otras especies nativas que complementes la funcionalidad ecol�gica, aumenta la resiliencia del ecosistema y reduciendo la posibilidad de dominancia excesiva de una sola especie. Estas acciones pueden mejorar la estructura de las comunidades y su resistencia a perturbaciones.

Dada la diferencia en equitatividad entre las fincas, ser�a beneficioso ajustar la densidad poblacional en �reas espec�ficas, favoreciendo una distribuci�n m�s homog�nea de especies para aumentar la equitatividad y evitar la sobre carga de ciertas �reas. Una distribuci�n equitativa refuerza la biodiversidad y mejora la estabilidad del sistema en largo plazo.

Algunas especies identificadas, como Cecropia peltata y Bambusa vulgaris, pueden ayudar a la protecci�n contra la erosi�n y el mantenimiento del ciclo h�drico. La implementaci�n de pr�cticas de conservaci�n del suelo es crucial para mantener la salud ecol�gica de las fincas, especialmente en zonas de alta pendiente o con suelos m�s vulnerables.

Involucrar a la comunidad en actividades de restauraci�n y la importancia de conservar la biodiversidad local puede incrementar el valor ecol�gico y social del proyecto, logrando una conservaci�n sostenible a largo plazo.

 

Referencias

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