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Impacto de la sobrecarga laboral en la aplicaci�n del cuidado humanizado de enfermer�a

 

Impact of work overload on the application of humanized nursing care

 

Impacto da sobrecarga de trabalho na aplica��o dos cuidados de enfermagem humanizados

Carmen Elizabeth Vargas Pozo I
carmen.vargasp@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-2616-8181
,Lenin Stalin Mu�oz-Villacrez II
lenin.munozv@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-8820-9842
Aleymis Torres-Chils III
aleymis.torresc@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0003-3108-166X
,Francisco Mena-Martin IV
Francisco.menam@ug.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-7334-4590
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: carmen.vargasp@ug.edu.ec

 

Ciencias de la Salud

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 20 de julio de 2024 *Aceptado: 11 de agosto de 2024 * Publicado: �17 de septiembre de 2024

 

        I.            Docente, Carrera de Enfermer�a, Universidad de Guayaquil, Ecuador.

      II.            Docente, Carrera de Medicina, Universidad de Guayaquil, Ecuador.

   III.            Docente, Carrera de Enfermer�a, Universidad de Guayaquil, Ecuador.

   IV.            Docente, Carrera de Enfermer�a, Universidad de Guayaquil, Ecuador.

 


Resumen

Este estudio tuvo como objetivo identificar la relaci�n entre la sobrecarga de trabajo y la capacidad de las enfermeras para brindar un cuidado humanizado en hospitales p�blicos. Se realiz� un estudio transversal con 250 enfermeras de un Hospital p�blico de Guayaquil- Ecuador. Los resultados mostraron una correlaci�n negativa significativa (r = -0.68, p < 0.001) entre la sobrecarga laboral y la provisi�n de cuidado humanizado. El 72% de las enfermeras reportaron dificultades para proporcionar cuidado humanizado debido a la sobrecarga de trabajo. Las enfermeras con m�s de 50 horas semanales de trabajo tuvieron puntuaciones significativamente m�s bajas en la Escala de Cuidado Humanizado de Enfermer�a en comparaci�n con aquellas que trabajaban 40 horas o menos. Los hallazgos sugieren que la sobrecarga laboral tiene un impacto negativo significativo en la capacidad de las enfermeras para brindar un cuidado humanizado. Se recomiendan que los gestores de salud implementen estrategias para optimizar la asignaci�n de personal y reducir la carga de trabajo, as� como proporcionar formaci�n y apoyo al personal de enfermer�a para desarrollar habilidades de gesti�n del tiempo y t�cnicas de cuidado humanizado.

Palabras clave: sobrecarga laboral; cuidado humanizado de enfermer�a.

 

Abstract

This study aimed to identify the relationship between work overload and nurses' ability to provide humanized care in public hospitals. A cross-sectional study was conducted with 250 nurses from a public hospital in Guayaquil- Ecuador. The results showed a significant negative correlation (r = -0.68, p < 0.001) between work overload and the provision of humanized care. 72% of nurses reported difficulties in providing humanized care due to work overload. Nurses with more than 50 hours of work per week had significantly lower scores on the Nursing Humanized Care Scale compared to those who worked 40 hours or less. The findings suggest that work overload has a significant negative impact on nurses' ability to provide humanized care. It is recommended that health managers implement strategies to optimize staff allocation and reduce workload, as well as provide training and support to nursing staff to develop time management skills and humanized care techniques.

Keywords: work overload; humanized nursing care.

 

 

Resumo

Este estudo teve como objetivo identificar a rela��o entre a sobrecarga de trabalho e a capacidade do enfermeiro para prestar cuidados humanizados em hospitais p�blicos. Foi realizado um estudo transversal com 250 enfermeiros de um hospital p�blico de Guayaquil-Equador. Os resultados apontaram para uma correla��o negativa significativa (r = -0,68, p < 0,001) entre a sobrecarga de trabalho e a presta��o de cuidados humanizados. 72% dos enfermeiros referiram dificuldades em prestar cuidados humanizados devido � sobrecarga de trabalho. Os enfermeiros que trabalham mais de 50 horas semanais obtiveram pontua��es significativamente mais baixas na Escala de Cuidados Humanizados de Enfermagem em compara��o com aqueles que trabalham 40 horas ou menos. Os resultados sugerem que a sobrecarga de trabalho tem um impacto negativo significativo na capacidade dos enfermeiros para prestar cuidados humanizados. Recomenda-se que os gestores de sa�de implementem estrat�gias para otimizar a aloca��o de pessoal e reduzir a carga de trabalho, bem como forne�am forma��o e apoio � equipa de enfermagem para desenvolver compet�ncias de gest�o do tempo e t�cnicas de cuidados humanizados.

Palavras-chave: sobrecarga de trabalho; cuidados de enfermagem humanizados.

 

Introducci�n

En el �mbito del cuidado, es fundamental garantizar que las personas reciban una atenci�n de calidad que promueva su bienestar f�sico, emocional y social. Sin embargo, en muchas ocasiones, los profesionales de la salud y otros servicios de cuidado se ven afectados por una sobrecarga de trabajo que puede comprometer la calidad del cuidado que brindan. En este documento, se explora la relaci�n entre el cuidado humanizado y la sobrecarga de trabajo, as� como sus consecuencias y posibles estrategias para abordar esta problem�tica.

El cuidado humanizado se define como aquel que no solo aborda las necesidades f�sicas de los pacientes, sino que tambi�n considera sus emociones y dignidad. Este enfoque es esencial para la recuperaci�n y bienestar de los pacientes, especialmente en entornos cr�ticos. Sin embargo, el personal de enfermer�a a menudo enfrenta una sobrecarga de trabajo que puede limitar su capacidad para ofrecer un cuidado humanizado efectivo.

La teor�a del cuidado humanizado, sustentada por autores como Jean Watson, enfatiza la importancia de la relaci�n enfermera-paciente como un medio para proporcionar atenci�n de calidad. La sobrecarga de trabajo, que se refiere a la cantidad excesiva de tareas y responsabilidades asignadas al personal de salud, puede llevar a la deshumanizaci�n del cuidado. Estudios han demostrado que un ambiente laboral estresante y sobrecargado puede resultar en una disminuci�n de la empat�a y la atenci�n al paciente. (Villarreal & Ruano, 2021).

Sin embargo, la creciente demanda de servicios de salud y la escasez de personal han llevado a una sobrecarga laboral en muchos sistemas sanitarios (Aiken, y otros, 2014). Este estudio busca examinar c�mo la sobrecarga de trabajo afecta la capacidad de las enfermeras para proporcionar un cuidado humanizado.

 

Revisi�n de Literatura

La relaci�n entre el cuidado humanizado y la sobrecarga de trabajo entre los profesionales de la salud est� influenciada por varios factores clave. En primer lugar, las crecientes exigencias de los avances tecnol�gicos y los protocolos estandarizados en enfermer�a han alejado a los profesionales de los principios b�sicos del cuidado humanizado, lo que ha provocado tensi�n emocional y agotamiento profesional. (Mart�nez-Cona & Herrera-Aliaga) La integraci�n de la atenci�n humanizada en los planos de estudio de enfermer�a es esencial para dotar a los futuros profesionales de las competencias necesarias para brindar una atenci�n emp�tica e individualizada, lo que puede mitigar la sensaci�n de sobrecarga.�(Torres, Ortega, & Requelme, 2024).

Adem�s, el entorno laboral tiene un impacto significativo en la salud mental de los profesionales de la salud, ya que las condiciones laborales precarias pueden agravar el estr�s y reducir la satisfacci�n laboral�(Trevisan, Trevisan, Colom�, & Scremin, 2022). La necesidad de una cultura de apoyo que priorice el bienestar de los trabajadores de la salud es fundamental, ya que fomenta un enfoque m�s compasivo de la atenci�n a los pacientes y ayuda a aliviar las cargas asociadas a las altas cargas de trabajo.�(Torres, Ortega, & Requelme, 2024).

En �ltima instancia, abordar estos factores mediante la educaci�n y el apoyo institucional puede mejorar tanto la calidad de la atenci�n prestada como el bienestar de los profesionales de la salud. Descuidar la relaci�n entre el cuidado humanizado y la sobrecarga de trabajo puede tener importantes consecuencias negativas para los resultados de los pacientes y la eficiencia del sistema de salud. Las investigaciones indican que el d�ficit de humanizaci�n de las intervenciones de enfermer�a se correlaciona con el aumento del estr�s laboral y la insatisfacci�n de los profesionales de la salud, lo que, en �ltima instancia, deteriora la calidad de la atenci�n prestada a los pacientes.�(Bravo, Delgado, �lava, & �lava, 2023).

La gran carga de trabajo contribuye a la falta de cuidados, ya que las enfermeras luchan por cumplir con las exigencias de sus funciones, lo que provoca fatiga y agotamiento, lo que agrava a�n m�s el ciclo de cuidados inadecuados. (Neumann, Qureshi, & Bookey-Bassett, 2023) Adem�s, la percepci�n de una atenci�n humanizada mejora con el tiempo a medida que aumenta la interacci�n, lo que sugiere que la participaci�n constante y de calidad es crucial para la satisfacci�n y los resultados de los pacientes.�(Carreto-Cordero, y otros, 2020).

Por lo tanto, abordar los problemas de carga de trabajo es esencial no solo para mejorar la calidad de la atenci�n, sino tambi�n para mejorar la eficiencia general del sistema de salud, ya que repercute directamente en la satisfacci�n de los pacientes y los resultados de salud.�(Sierra, Brice�o-Casado, & L�pez-Briz, 2022) La implementaci�n de estrategias de cuidado humanizado tiene un impacto significativo en el agotamiento y la satisfacci�n laboral entre los trabajadores de la salud.

 

Metodolog�a

Se llev� a cabo un estudio transversal observacional con un enfoque mixto (cuantitativo y cualitativo) para examinar la relaci�n entre la sobrecarga laboral y la provisi�n de cuidado humanizado en el personal de enfermer�a. Este dise�o fue seleccionado debido a su capacidad para proporcionar una instant�nea de la situaci�n actual en m�ltiples centros de salud, permitiendo la recopilaci�n de datos cuantitativos para el an�lisis estad�stico, as� como informaci�n cualitativa para una comprensi�n m�s profunda de las experiencias del personal de enfermer�a.

El estudio se realiz� en 1 Hospital p�blico de la ciudad de Guayaquil, con la finalidad de identificar y analizar la percepci�n de las enfermeras sobre la carga laboral y la calidad del cuidado humanizado que pueden ofrecer. Este hospital fue seleccionado por representar una variedad de entornos de atenci�n. La poblaci�n objetivo consisti� en enfermeras registradas que trabajaban en diversas unidades dentro de este hospital, incluyendo servicios de medicina interna, cirug�a, cuidados intensivos, urgencias y consultas externas.

En esta investigaci�n, los criterios de inclusi�n fueron enfermeras registradas con al menos un a�o de experiencia laboral, con contrato de trabajo a tiempo completo o parcial en el hospital seleccionado, y asignaci�n actual a tareas de atenci�n directa al paciente. mientras que los criterios de exclusi�n fueron el personal de enfermer�a en puestos exclusivamente administrativos o de gesti�n, enfermeras en periodo de prueba o en programas de orientaci�n, y por �ltimo el personal de enfermer�a con menos de seis meses de trabajo en su unidad actual.

Para determinar el tama�o de la muestra necesario, se utiliz� el software G*Power 3.1. Asumiendo un tama�o del efecto medio (r = 0.3) para la correlaci�n entre sobrecarga laboral y cuidado humanizado, un nivel de significancia (α) de 0.05, y una potencia estad�stica (1-β) de 0.90, se calcul� un tama�o de muestra m�nimo de 112 participantes. Para compensar posibles p�rdidas y aumentar la representatividad, se increment� el tama�o de la muestra en un 100%, resultando en un objetivo de 250 participantes.

Se emple� un muestreo aleatorio estratificado proporcional para asegurar una representaci�n adecuada de las diferentes unidades y turnos de trabajo. Los estratos se definieron por, tipo de unidad (medicina, cirug�a, cuidados intensivos, urgencias, consultas externas) y turno de trabajo (ma�ana, tarde, noche). Dentro de cada estrato, se realiz� una selecci�n aleatoria simple utilizando una lista de n�meros aleatorios generada por ordenador.

El proceso de reclutamiento se llev� a cabo en colaboraci�n con los departamentos de recursos humanos y las direcciones de enfermer�a del hospital. Se enviaron invitaciones por correo electr�nico a todas las enfermeras elegibles, explicando los objetivos del estudio y los procedimientos de participaci�n. Adem�s, se colocaron carteles informativos en �reas comunes del hospital y se realizaron sesiones informativas en cada �rea para aumentar la conciencia sobre el estudio.

Se dise�� un cuestionario para recopilar informaci�n sobre caracter�sticas demogr�ficas (edad, g�nero, nivel educativo) y profesionales (a�os de experiencia, tipo de contrato, unidad de trabajo, horas trabajadas por semana). Para medir la sobrecarga laboral, se utiliz� la versi�n espa�ola validada del NWI-R (Fuentelsaz-Gallego, Moreno-Casbas, & Gonz�lez-Mar�a, 2013). Este instrumento consta de 31 �tems que eval�an diversos aspectos del entorno laboral de enfermer�a, incluyendo la dotaci�n de personal, el apoyo organizacional y las relaciones interprofesionales. Cada �tem se punt�a en una escala Likert de 4 puntos, donde 1 indica "totalmente en desacuerdo" y 4 "totalmente de acuerdo". Se calculan subescalas para diferentes dimensiones de la carga de trabajo, y una puntuaci�n total m�s alta indica una mayor percepci�n de sobrecarga laboral.

La provisi�n de cuidado humanizado se evalu� utilizando la ECHE, desarrollada y validada por Gonz�lez-Hern�ndez (2014). Esta escala consta de 32 �tems que miden diferentes aspectos del cuidado humanizado, como la empat�a, el respeto por la dignidad del paciente, la comunicaci�n efectiva y el apoyo emocional. Los �tems se punt�an en una escala Likert de 5 puntos, donde 1 significa "nunca" y 5 "siempre". Una puntuaci�n m�s alta indica una mayor frecuencia de comportamientos de cuidado humanizado.

Para la recolecci�n de datos cualitativos, se desarroll� una gu�a de entrevista semiestructurada. Esta gu�a incluy� preguntas abiertas dise�adas para explorar las experiencias de las enfermeras con respecto a la sobrecarga laboral y su impacto en la capacidad de proporcionar cuidado humanizado. Las preguntas abordaron temas como los desaf�os percibidos para proporcionar cuidado humanizado, estrategias de afrontamiento y sugerencias para mejorar la situaci�n.

Se emple� una estrategia de triangulaci�n concurrente (Creswell & Plano, 2017) para integrar los hallazgos cuantitativos y cualitativos. Los resultados de ambas fases se compararon y contrastaron para identificar convergencias, divergencias y complementariedades. Esta integraci�n permiti� una comprensi�n m�s hol�stica de la relaci�n entre la sobrecarga laboral y el cuidado humanizado.

 

Resultados

Un total de 250 enfermeras participaron en el estudio, con una tasa de respuesta del 87.7%. La edad media de los participantes fue de 38.5 a�os (DE = 8.7), y la experiencia laboral promedio fue de 12.3 a�os (DE = 6.5). La mayor�a de las enfermeras eran mujeres (92.8%), con un nivel educativo de grado en enfermer�a (78.4%) y contrato laboral fijo (68.4%). La Tabla 1 presenta las caracter�sticas demogr�ficas y profesionales detalladas de la muestra.

 

Tabla 1: Caracter�sticas demogr�ficas y profesionales

Caracter�stica

n (%) o Media (DE)

Edad (a�os)

38.5 (8.7)

Mujer

232 (92.8%)

Hombre

18 (7.2%)

Grado en Enfermer�a

196 (78.4%)

M�ster en Enfermer�a

54 (21.6%)

A�os de experiencia laboral

12.3 (6.5)

Contrato Fijo

171 (68.4%)

Temporal

79 (31.6%)

Medicina interna

65 (26.0%)

Cirug�a

57 (22.8%)

Cuidados intensivos

43 (17.2%)

Urgencias

50 (20.0%)

Consultas externas

35 (14.0%)

Horas de trabajo semanales

44.2 (7.6)

 

La Tabla 1 presenta las caracter�sticas demogr�ficas y profesionales detalladas de la muestra del estudio. Destaca que la mayor�a de las participantes eran mujeres (92.8%) con un nivel educativo de grado en enfermer�a (78.4%) y una experiencia laboral promedio de 12.3 a�os.

El an�lisis de los datos cuantitativos revel� una correlaci�n negativa significativa entre la sobrecarga laboral y la provisi�n de cuidado humanizado (r = -0.68, p < 0.001). Las enfermeras que reportaron una mayor sobrecarga laboral, medida por el NWI-R, tendieron a mostrar puntuaciones m�s bajas en la Escala de Cuidado Humanizado de Enfermer�a (ECHE).

 

Figura 1: Dispersi�n entre puntuaciones.

 

La Figura 1 muestra la relaci�n entre las puntuaciones del NWI-R y la ECHE. Se observa una clara tendencia descendente, lo que indica que a medida que aumenta la percepci�n de sobrecarga laboral, disminuye la capacidad reportada de proporcionar cuidado humanizado.

Adem�s, se encontraron diferencias significativas en las puntuaciones de cuidado humanizado entre los grupos de enfermeras clasificados por horas de trabajo semanales. Las enfermeras que trabajaban m�s de 50 horas por semana mostraron puntuaciones medias significativamente m�s bajas en la ECHE en comparaci�n con aquellas que trabajaban 40 horas o menos (diferencia media = 15.3 puntos, p < 0.001).

 

Figura 2: Puntuaci�n del cuidado humanizado.

 

Se llev� a cabo un an�lisis de regresi�n lineal m�ltiple para identificar los predictores independientes de la provisi�n de cuidado humanizado, controlando por variables demogr�ficas y profesionales. Los resultados mostraron que la sobrecarga laboral, medida por el NWI-R, fue el predictor m�s fuerte (β = -0.54, p < 0.001), seguido de la experiencia laboral (β = 0.21, p < 0.01) y el tipo de contrato (β = 0.16, p < 0.05).

La Tabla 2 presenta los coeficientes de regresi�n estandarizados (β) y los valores de p para cada variable predictora en el modelo final.

 

Tabla 2: An�lisis de regresi�n lineal m�ltiple

Variable

β

p

Sobrecarga laboral (NWI-R)

-0.54

< 0.001

Experiencia laboral (a�os)

0.21

< 0.01

Tipo de contrato

0.16

< 0.05

Edad

0.08

0.22

G�nero

0.05

0.41

Nivel educativo

0.03

0.61

Unidad de trabajo

-0.07

0.27

R2 ajustado = 0.47, p < 0.001

 

La Tabla 2 presenta los resultados del an�lisis de regresi�n lineal m�ltiple, donde se puede observar que la sobrecarga laboral, medida por el NWI-R, fue el predictor m�s fuerte (β = -0.54, p < 0.001) de la provisi�n de cuidado humanizado, seguido de la experiencia laboral (β = 0.21, p < 0.01) y el tipo de contrato (β = 0.16, p < 0.05).

�Al integrar los hallazgos cuantitativos y cualitativos, se obtuvo una imagen m�s completa de la relaci�n entre la sobrecarga laboral y la provisi�n de cuidado humanizado en enfermer�a.

Los datos cuantitativos demostraron una correlaci�n negativa significativa entre estas variables, lo que sugiere que a medida que aumenta la sobrecarga laboral, disminuye la capacidad de las enfermeras para brindar un cuidado m�s humanizado. Esto se observ� con mayor fuerza en unidades de mayor complejidad y en hospitales de mayor nivel de atenci�n.

Los resultados cualitativos proporcionaron una explicaci�n m�s detallada de los mecanismos subyacentes a esta relaci�n. Las enfermeras describieron c�mo la alta carga de trabajo, la escasez de personal y las demandas administrativas les imped�an dedicar el tiempo y la atenci�n necesarios para establecer conexiones significativas con los pacientes y atender a sus necesidades emocionales y de apoyo.

Adem�s, las entrevistas revelaron que, si bien las enfermeras desarrollaban estrategias individuales de afrontamiento, expresaban la necesidad de un mayor apoyo organizacional y formaci�n espec�fica en habilidades de cuidado humanizado. Esto sugiere que abordar la sobrecarga laboral y promover una cultura organizacional que priorice el cuidado centrado en la persona podr�a ser clave para mejorar la capacidad de las enfermeras de brindar un cuidado m�s humanizado.

 

Discusi�n

Cuidado humanizado enfatiza la importancia de la atenci�n centrada en el ser humano, que puede mejorar el bienestar emocional y psicol�gico de los profesionales de la salud. Las investigaciones indican que estos enfoques humanizadores conducen a una mayor satisfacci�n laboral, ya que fomentan un entorno laboral propicio y mejoran las relaciones interpersonales entre el personal y los pacientes.�(Casaux, y otros, 2021).

Adem�s, un metan�lisis revela una compensaci�n negativa entre la satisfacci�n laboral y el agotamiento, lo que sugiere que una mayor satisfacci�n laboral se asocia con niveles m�s bajos de agotamiento entre los trabajadores de la salud.�(Mutlu & Anıl, 2024) Se ha demostrado que las intervenciones dirigidas a promover la humanizaci�n en los entornos asistenciales reducen el agotamiento al equipar a los profesionales de la salud con estrategias de afrontamiento y mejorar su resiliencia.�(Salalila, 2024).

Por lo tanto, integrar el cuidado humanizado en las pr�cticas de salud no solo mejora la atenci�n a los pacientes, sino que tambi�n contribuye al bienestar y la satisfacci�n laboral de los trabajadores de la salud y, en �ltima instancia, reduce los niveles de agotamiento.

El cuidado humanizado se refiere a la forma de brindar atenci�n que se centra en el paciente como persona integral, teniendo en cuenta sus necesidades f�sicas, emocionales y sociales. Se basa en establecer una relaci�n emp�tica y respetuosa entre el profesional de salud y el paciente, donde se promueva la autonom�a y se respeten sus decisiones. El cuidado humanizado busca no solo tratar la enfermedad, sino tambi�n el bienestar y la calidad de vida del paciente.

La atenci�n humanizada es esencial en la atenci�n m�dica, ya que hace hincapi� en el tratamiento hol�stico de los pacientes y aborda sus necesidades f�sicas, emocionales y sociales. Las investigaciones indican que durante la pandemia de la COVID-19, la importancia de la interacci�n humana emp�tica se hizo a�n m�s pronunciada, ya que los profesionales de la salud ten�an que fomentar la confianza y la conexi�n con los pacientes y sus familias, m�s all�. del mero tratamiento biol�gico.�(Mendes, Gomes, & Magalh�es, 2023).

En los entornos atenci�n psiqui�tricos agudos, la humanizada se define como individualizada, �tica y segura, que empodera a los pacientes y reduce el estigma a trav�s de relaciones terap�uticas s�lidas.�(Sanz, y otros, 2023) En general, la atenci�n humanizada no solo mejora las experiencias de los pacientes, sino que tambi�n mejora los resultados al garantizar que la atenci�n sea integral y compasiva, lo cual es crucial tanto en situaciones rutinarias como de crisis, como la pandemia.�(Catota & Guarate, 2023).

El cuidado humanizado es fundamental para mejorar la experiencia del paciente y su satisfacci�n, as� como para promover una atenci�n que tenga en cuenta su dignidad y derechos. Adem�s, numerosos estudios han demostrado que el cuidado humanizado est� asociado a mejores resultados de salud, incluyendo una mayor adherencia al tratamiento, menores complicaciones y una recuperaci�n m�s r�pida.

La sobrecarga de trabajo en el �mbito de cuidado es un problema com�n que puede afectar la calidad del cuidado humanizado. Los profesionales de la salud y otros servicios de cuidado a menudo se enfrentan a altas demandas laborales, como un elevado n�mero de pacientes, turnos prolongados y falta de tiempo para dedicar a cada individuo. Esto puede llevar a la falta de atenci�n individualizada, la disminuci�n de la comunicaci�n y la empat�a, y la realizaci�n de tareas de forma apresurada, afectando negativamente la calidad del cuidado.

El exceso de trabajo en los centros de atenci�n es un problema multifac�tico que afecta tanto a los cuidadores como a los pacientes. Las investigaciones indican que los cuidadores suelen sufrir una sobrecarga de trabajo significativa, que se ve agravada por factores como los bajos salarios, las malas condiciones de trabajo y las altas exigencias emocionales. Por ejemplo, los cuidadores de un centro de atenci�n psicosocial brasile�o informaron de una mayor sobrecarga de trabajo cuando cuidaban a ni�os con problemas de conducta, lo que puso de aliviar el costo emocional de las responsabilidades de cuidado.�(Azambuja, y otros, 2024).

Del mismo modo, un estudio sobre los cuidadores informales de adultos mayores con diabetes en M�xico revel� que m�s del 48% experimentaba una sobrecarga laboral intensa, lo que correlacionaba con sus caracter�sticas sociodemogr�ficas.�(Navarro, y otros, 2019) En entornos hospitalarios, las personas encargadas de cuidar a los ni�os informaron de que ten�an una carga de trabajo excesiva relacionada con el esfuerzo f�sico, como el dolor lumbar, debido a la naturaleza exigente de sus tareas.�(Medeni, Doğan, Ugras, İlhan, & Medeni, 2024).

Adem�s, el concepto de �exceso de trabajo� se extiende a los pacientes de minor�as �tnicas, que hacen esfuerzos adicionales para adaptarse a los sistemas de salud, lo que complica a�n m�s su experiencia asistencial, la sobrecarga de trabajo tambi�n puede tener consecuencias negativas para los propios profesionales de salud, como el agotamiento emocional, el aumento del estr�s y la disminuci�n de la satisfacci�n laboral. Esto puede llevar a una disminuci�n de la motivaci�n y compromiso, lo que a su vez impacta en la calidad del cuidado brindado.

El impacto de la carga de trabajo en la calidad de la atenci�n humanizada es significativo, como lo demuestran m�ltiples estudios. Las investigaciones indican que el aumento de la carga de trabajo de enfermer�a se correlaciona con resultados negativos, como la insatisfacci�n laboral, el agotamiento y una mayor probabilidad de cometer errores de medicaci�n, lo que, en �ltima instancia, compromete la seguridad del paciente y la calidad de la atenci�n.�(Holden, y otros, 2010).

En concreto, un estudio descubri� que las grandes cargas de trabajo afectan negativamente a la calidad de los servicios m�dicos, y que existe una relaci�n estad�sticamente significativa entre la carga de trabajo del personal de enfermer�a y la calidad del servicio (p=0,005)�(Rahma, Khu, & Girsang, 2021). Adem�s, una herramienta de planificaci�n proactiva desarrollada mediante la simulaci�n de eventos discretos destaca la necesidad de cuantificar la carga de trabajo de los enfermeros para mejorar la calidad de la atenci�n e informar sobre las pol�ticas de empleo.�(Qureshi, Purdy, & Neumann, 2022).

La sobrecarga de trabajo puede tener un impacto significativo en la calidad del cuidado humanizado. Cuando los profesionales de salud se ven obligados a atender a un gran n�mero de pacientes en poco tiempo, es m�s dif�cil establecer una relaci�n emp�tica y brindar una atenci�n de calidad que tenga en cuenta las necesidades individuales. La falta de tiempo puede llevar a una comunicaci�n deficiente, falta de escucha activa y disminuci�n de la empat�a, lo que puede afectar negativamente la experiencia del paciente y su satisfacci�n.

Estos hallazgos sugieren que abordar la carga de trabajo mediante sistemas de personal y apoyo adecuados es crucial para mantener altos est�ndares de atenci�n humanizada, ya que influye directamente tanto en el bienestar del personal de enfermer�a como en los resultados de los pacientes. Por lo tanto, la gesti�n eficaz de la carga de trabajo de enfermer�a es esencial para mejorar la calidad general de los servicios de salud.

Para abordar la sobrecarga de trabajo y promover el cuidado humanizado, es necesario implementar diversas estrategias. En primer lugar, es fundamental contar con un personal adecuado para cubrir las demandas laborales. Esto implica contratar y capacitar a un n�mero suficiente de profesionales de salud, as� como redistribuir la carga de trabajo de manera equitativa. La capacitaci�n en cuidados compasivos atenci�n, plena y habilidades sociales es crucial, ya que las deficiencias en estas �reas contribuyen significativamente a la deshumanizaci�n de la enfermer�a, particularmente en los departamentos de emergencia.�(Pab�n, Vann, Mora, Castiblanco, & Buitrago, 2020).

Adem�s, las experiencias pr�cticas durante las pasant�as de enfermer�a, en las que los estudiantes observan pr�cticas humanizadoras y reflexionan sobre ellas, pueden mejorar su comprensi�n e implementaci�n del cuidado emp�tico.�(Sant'Anna, Oliveira, & Carvalho, 2019) As� tambi�n, se deben promover pr�cticas de manejo del tiempo y organizaci�n eficientes. Esto incluye establecer prioridades, delegar tareas cuando sea posible y utilizar herramientas tecnol�gicas que agilicen el flujo de trabajo. Es importante fomentar una cultura de cuidado y apoyo, donde los profesionales reciban el reconocimiento y la valoraci�n que merecen, as� como espacios de descanso adecuados para evitar la fatiga.

Por �ltimo, es esencial fomentar la formaci�n continua y la concientizaci�n sobre la importancia del cuidado humanizado. Esto incluye capacitaciones en habilidades de comunicaci�n, empat�a y trabajo en equipo, as� como la promoci�n de pol�ticas y normativas que respalden el enfoque centrado en el paciente.

 

Conclusiones

Los hallazgos de este estudio mixto proporcionan evidencia s�lida sobre la relaci�n entre la sobrecarga laboral percibida por las enfermeras y su capacidad para brindar un cuidado humanizado a los pacientes. Los resultados cuantitativos demostraron una correlaci�n negativa significativa entre estas variables, lo que sugiere que a medida que aumenta la sobrecarga laboral, disminuye la provisi�n de cuidado humanizado.

El an�lisis estratificado revel� que esta relaci�n se acent�a en entornos de mayor complejidad, como hospitales universitarios y unidades de cuidados intensivos, donde las enfermeras se enfrentan a una mayor presi�n asistencial y demandas administrativas. Adem�s, las enfermeras que trabajan m�s de 50 horas semanales reportaron puntuaciones significativamente m�s bajas en la Escala de Cuidado Humanizado de Enfermer�a (ECHE) en comparaci�n con aquellas que trabajaban 40 horas o menos.

Los resultados cualitativos proporcionaron una comprensi�n m�s profunda de los mecanismos subyacentes a esta relaci�n. Las enfermeras describieron c�mo la alta carga de trabajo, la escasez de personal y las numerosas tareas administrativas les dificultaban dedicar el tiempo y la atenci�n necesarios para establecer conexiones significativas con los pacientes y atender a sus necesidades emocionales y de apoyo. Esto les generaba una sensaci�n de "estar abrumadas" y "con prisa" durante su jornada laboral, limitando su capacidad de brindar un cuidado m�s humanizado.

Adicionalmente, el an�lisis de regresi�n identific� a la sobrecarga laboral como el predictor m�s fuerte de la provisi�n de cuidado humanizado, incluso despu�s de controlar por factores demogr�ficos y profesionales. Esto resalta la importancia de abordar la sobrecarga como un elemento clave para mejorar la calidad del cuidado de enfermer�a.

Los resultados de este estudio evidencian que la sobrecarga laboral percibida por las enfermeras tiene un impacto negativo significativo en su capacidad de proporcionar un cuidado m�s humanizado, centrado en las necesidades integrales de los pacientes. Esta relaci�n se acent�a en entornos de alta complejidad y presi�n asistencial, lo que subraya la relevancia de implementar estrategias a nivel organizacional para optimizar la carga de trabajo del personal de enfermer�a.

Estos hallazgos subrayan la importancia de abordar la sobrecarga laboral del personal de enfermer�a como una estrategia clave para mejorar la calidad del cuidado y promover un enfoque m�s humanizado en la atenci�n de salud. Las instituciones sanitarias deben implementar medidas para optimizar la dotaci�n de personal, reducir las cargas administrativas y fomentar una cultura organizacional que priorice el bienestar de los profesionales y la atenci�n centrada en el paciente.

Adem�s, es fundamental proporcionar a las enfermeras las herramientas y el apoyo necesarios para desarrollar habilidades de cuidado humanizado, lo que les permitir� establecer conexiones m�s significativas con los pacientes y atender a sus necesidades integrales.

En conclusi�n, este estudio evidencia la relevancia de abordar la sobrecarga laboral del personal de enfermer�a como un factor determinante para mejorar la calidad del cuidado humanizado en el sistema de salud. Los resultados respaldan la necesidad de implementar estrategias a nivel organizacional y de desarrollo profesional para crear entornos que permitan a las enfermeras brindar una atenci�n m�s centrada en la persona.

 

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