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Gesti�n municipal y su relaci�n en el comercio informal de mercados y plataformas comerciales de la municipalidad provincial de San Rom�n Juliaca 2023

 

Municipal management and its relationship with informal trade in markets and commercial platforms of the provincial municipality of San Rom�n Juliaca 2023

 

A gest�o municipal e a sua rela��o no com�rcio informal de mercados e plataformas comerciais do munic�pio provincial de San Rom�n Juliaca 2023

 

 

 

 

Graciela Magdalena Vargas-Ugarte ^I

gramvu_tv@hotmail.com

https://orcid.org/0009-0008-7143-3547

 

 

 

Correspondencia: gramvu_tv@hotmail.com

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Ciencias T�cnicas y Aplicadas

Art�culos de investigaci�n

 

 

*Recibido: 11 de junio de 2024 *Aceptado: 01 de julio de 2024 * Publicado: 12 de agosto de 2024

 

 

            I.            Bachiller en Trabajo Social, Universidad Nacional del Altiplano, Puno, Per�.

Resumen

La gesti�n p�blica e institucional desempe�a un papel crucial en la administraci�n eficiente de las entidades gubernamentales y en la implementaci�n efectiva de pol�ticas p�blicas. A trav�s de la planeaci�n, organizaci�n, direcci�n y control, se busca alcanzar los objetivos establecidos y mejorar la calidad de vida de la ciudadan�a. Sin embargo, la gesti�n enfrenta desaf�os significativos, incluyendo la corrupci�n y la falta de recursos, que impactan negativamente en su efectividad. La integraci�n de sistemas de informaci�n y la transparencia en el manejo del presupuesto son fundamentales para superar estas dificultades y garantizar un gobierno eficiente.

Por otro lado, el comercio informal, a pesar de operar fuera del marco regulatorio formal, representa una parte importante de la econom�a, especialmente en �reas urbanas como Juliaca. Aunque este tipo de comercio se enfrenta a problemas como la falta de regulaci�n y garant�as, cumple un rol crucial al ofrecer empleo y acceso a bienes a precios accesibles. Para abordar los desaf�os que presenta, es necesario que la gesti�n p�blica y municipal implementen pol�ticas que no solo regulen el comercio informal, sino que tambi�n fomenten su formalizaci�n. Esto permitir� mejorar la calidad de los productos y servicios, proteger a los consumidores y asegurar el cumplimiento de las obligaciones fiscales, contribuyendo as� al desarrollo econ�mico y a la equidad social.

Palabras claves: Gesti�n p�blica; comercio; Econom�a; plataformas comerciales; municipio.

 

Abstract

Public and institutional management plays a crucial role in the efficient administration of government entities and in the effective implementation of public policies. Through planning, organization, direction and control, the aim is to achieve established objectives and improve the quality of life of citizens. However, management faces significant challenges, including corruption and lack of resources, which negatively impact its effectiveness. The integration of information systems and transparency in budget management are essential to overcome these difficulties and ensure efficient government.

On the other hand, informal trade, despite operating outside the formal regulatory framework, represents an important part of the economy, especially in urban areas such as Juliaca. Although this type of trade faces problems such as lack of regulation and guarantees, it plays a crucial role in offering employment and access to goods at affordable prices. To address the challenges it presents, it is necessary for public and municipal management to implement policies that not only regulate informal trade, but also encourage its formalization. This will improve the quality of products and services, protect consumers and ensure compliance with tax obligations, thus contributing to economic development and social equity.

Keywords: Public management; commerce; economy; commercial platforms; municipality..

 

Resumo

A gest�o p�blica e institucional desempenha um papel crucial na administra��o eficiente das entidades governamentais e na implementa��o eficaz das pol�ticas p�blicas. Atrav�s do planeamento, organiza��o, dire��o e controlo, procuramos atingir os objetivos estabelecidos e melhorar a qualidade de vida dos cidad�os. No entanto, a gest�o enfrenta desafios significativos, incluindo a corrup��o e a falta de recursos, que t�m um impacto negativo na sua efic�cia. A integra��o dos sistemas de informa��o e a transpar�ncia na gest�o or�amental s�o essenciais para ultrapassar estas dificuldades e garantir um governo eficiente.

Por outro lado, o com�rcio informal, apesar de operar fora do quadro regulamentar formal, representa uma parte importante da economia, especialmente em �reas urbanas como Juliaca. Embora este tipo de com�rcio enfrente problemas como a falta de regulamenta��o e de garantias, desempenha um papel crucial na oferta de emprego e no acesso a bens a pre�os acess�veis. Para fazer face aos desafios que apresenta, � necess�rio que a gest�o p�blica e aut�rquica implemente pol�ticas que n�o s� regulem o com�rcio informal, como tamb�m incentivem a sua formaliza��o. Isto melhorar� a qualidade dos produtos e servi�os, proteger� os consumidores e garantir� o cumprimento das obriga��es fiscais, contribuindo assim para o desenvolvimento econ�mico e a equidade social.

Palavras-chave: Gest�o p�blica; com�rcio; Economia; plataformas comerciais; munic�pio.

 

Introducci�n

En Am�rica Latina, la gobernanza en las entidades gubernamentales se enfrenta al desaf�o de abordar una amplia gama de problemas, incluyendo la desigualdad en la gesti�n p�blica. La implementaci�n de sistemas de informaci�n, como los softwares de gesti�n, ha intentado mejorar el control de las cuentas nacionales y la gesti�n p�blica. Sin embargo, hasta la fecha, estos esfuerzos no han cerrado el c�rculo de control y eficiencia esperados. En este contexto, Vidaurre (1971) afirmaba que "el mayor recurso natural del Per� no est� en sus minas ni en su mar; est� en su gente", resaltando la importancia del capital humano en el desarrollo nacional. Sin embargo, el Per� sigue siendo un pa�s donde gran parte de la poblaci�n adopta una actitud conformista, satisfecha con cubrir solo sus necesidades b�sicas de subsistencia.

La informalidad, caracterizada por sectores sociales sin acceso al poder pol�tico ni econ�mico, ha sido una respuesta espont�nea a la incapacidad del Estado para satisfacer las aspiraciones de los m�s pobres (De Soto, 2006). Esta situaci�n se refleja en el comercio informal, una actividad predominante en �reas urbanas como Juliaca, donde la falta de oportunidades laborales formales obliga a muchos a recurrir al comercio ambulatorio.

El caso de Juliaca es emblem�tico. Desde la construcci�n del Mercado Santa B�rbara en 1964 hasta el presente, la ciudad ha visto una sucesi�n de autoridades municipales que, en su mayor�a, no han logrado implementar pol�ticas efectivas para organizar el comercio informal. La poblaci�n de Juliaca ha crecido significativamente, alcanzando aproximadamente medio mill�n de habitantes en 2017, y la proliferaci�n de mercados y plataformas comerciales no ha sido suficiente para acomodar a todos los comerciantes, resultando en un notable desorden urbano.

La estructura organizativa de la Municipalidad Provincial de San Rom�n Juliaca, seg�n las diversas ordenanzas municipales, muestra una compleja red de gerencias y subgerencias que, en teor�a, deber�an gestionar de manera eficiente los servicios p�blicos y el control del comercio informal. Sin embargo, la realidad es otra: la gesti�n municipal se ve entorpecida por pr�cticas de corrupci�n y falta de criterio profesional en la asignaci�n de cargos, lo cual impacta negativamente en la calidad de vida urbana.

Estudios anteriores, como el de Osterflin (1981), categorizan a los vendedores ambulantes en diferentes grupos seg�n sus niveles de capital y tipo de actividad. De Soto, Ghersi y Ghibellini (1986) describen el comercio informal fijo y ambulante, se�alando que ambos son respuestas a la falta de oportunidades formales y a las deficiencias en la planificaci�n urbana.

 

Antecedentes

El comercio informal ha sido objeto de estudio en diversas investigaciones que abordan su impacto socioecon�mico, las condiciones laborales de los trabajadores informales, y las implicaciones de las pol�ticas p�blicas sobre este sector. En la regi�n del Maule, Chile, se ha observado que la mayor�a de los comerciantes ambulantes tienen un bajo nivel educativo y promedian los 45 a�os de edad, muchos cuentan con permisos municipales, pero carecen de condiciones sanitarias y laborales adecuadas. A pesar de estas dificultades, estos trabajadores no cambiar�an su ocupaci�n actual, lo que sugiere que el comercio informal se ha convertido en un estilo de vida para ellos (Bustamante, D�az P�rez, & Villareal Navarrete, 2009).

En Ecuador, el comercio informal en ciudades intermedias ha demostrado tener efectos significativos en la obstrucci�n de calzadas, en el precio de viviendas, en la competencia de precios, y en los ingresos tanto del sector formal como del Estado debido a la evasi�n tributaria (Quispe Fernandez, Ayaviri Nina, Villa Villa, & Velarde Flores, 2020). En M�xico, el proceso de privatizaci�n de empresas p�blicas no ha logrado los resultados esperados y ha llevado a la creaci�n de monopolios privados o extranjeros, afectando la competencia y la pol�tica econ�mica del pa�s (Ram�rez Cedillo, 2007). La gesti�n municipal en la Ciudad de M�xico durante el periodo 1824-1840 mostr� desaf�os significativos en la administraci�n de plazas y mercados, con problemas de falta de recursos econ�micos, organizaci�n, y rendici�n de cuentas, lo que result� en corrupci�n y mala planificaci�n (Moncada Gonz�lez, 2016).

En el contexto de la pandemia de COVID-19, el comercio informal en Huancayo, Per�, ha demostrado ofrecer ventajas en t�rminos de ingresos inmediatos y flexibilidad, adapt�ndose mejor a la crisis que las actividades formalizadas (Clark, Chanda-Flores, & Vincent, 2023). En Tacna, Per�, el comercio de ropa y calzado de segundo uso genera un movimiento econ�mico significativo, aunque reproduce desigualdades basadas en g�nero y edad, y enfrenta abusos de autoridad y conflictos con instituciones gubernamentales (Jim�nez Palacios, 2019).

El capital social de los comerciantes ambulantes est� organizado alrededor de v�nculos de confianza media o baja, con una mayor incidencia en los planos de mercado y cooperaci�n (Aliaga Linares, 2002). En Desaguadero, Puno, se encontr� una baja relaci�n entre el comercio informal y el desarrollo econ�mico (Sarmiento Delgado, 2022). En Puno, las ordenanzas municipales generan expectativas negativas entre los comerciantes informales, dificultando su progreso econ�mico y social (Pari Paye, 2016). La inserci�n de mujeres migrantes rurales al comercio informal en Puno est� influenciada por su acceso a servicios b�sicos, nivel educativo, tipo de familia, e ingresos econ�micos, lo que refleja la precariedad de su situaci�n (De la Riva Valle, 2016).

 

Metodolog�a

Tipo de Investigaci�n

La presente investigaci�n es de tipo cuantitativo, ya que se basa en la recolecci�n de datos num�ricos y en el an�lisis estad�stico para probar hip�tesis y establecer pautas de comportamiento. Seg�n Hern�ndez Sampieri, et al. (2014), este enfoque permite probar teor�as mediante la medici�n num�rica.

Nivel de Investigaci�n

Se trata de una investigaci�n b�sica, que se centra en un tema espec�fico y busca ampliar el conocimiento sobre el mismo, creando nuevas leyes o refutando las existentes. Este tipo de investigaci�n es tambi�n conocido como fundamental o pura.

 

Dise�o de Investigaci�n

El dise�o de investigaci�n es no experimental, ya que los fen�menos se observan tal como ocurren en su contexto natural, sin intervenci�n del investigador para modificar o controlar las variables. Se observar�n y analizar�n situaciones ya existentes.

Adem�s, la investigaci�n es de car�cter transeccional o transversal, lo que implica que la recolecci�n de datos se realizar� en un solo momento en el tiempo, permitiendo obtener una "fotograf�a" de las variables en estudio en un punto espec�fico (Hern�ndez Sampieri, et al., 2014).

 

Alcance de la Investigaci�n

La investigaci�n tiene un alcance explicativo-causal, buscando no solo describir los fen�menos observados, sino tambi�n entender las relaciones de causa y efecto entre las variables.

 

M�todos de Razonamiento

Se utilizar�n tanto el m�todo deductivo como el inductivo. El razonamiento deductivo permitir� aplicar principios generales para explicar casos espec�ficos dentro del contexto de estudio. Por otro lado, el razonamiento inductivo ayudar� a generar conclusiones generales a partir de observaciones particulares y espec�ficas recolectadas durante la investigaci�n.

 

Poblaci�n y Muestra

El �mbito del estudio se centra en las empresas ubicadas en el distrito de Desaguadero. La poblaci�n de estudio incluir� a todas las empresas formales e informales dentro de esta jurisdicci�n.

Para determinar la muestra, se emplear� un muestreo aleatorio simple, que garantiza que cada empresa dentro de la poblaci�n tenga una probabilidad igual de ser seleccionada. El tama�o de la muestra se calcular� utilizando f�rmulas estad�sticas que aseguren representatividad y precisi�n en los

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Desarrollo

Gestiones

La gesti�n p�blica se entiende como el conjunto de acciones mediante las cuales las entidades gubernamentales buscan alcanzar sus fines, objetivos y metas, enmarcados por las pol�ticas establecidas por el Poder Ejecutivo (Transparencia, 2009). Este concepto abarca los espacios institucionales y procesos a trav�s de los cuales el Estado dise�a e implementa pol�ticas, suministra bienes y servicios y aplica regulaciones para cumplir sus funciones. La importancia de una gesti�n p�blica eficiente radica en su capacidad para traducir las pol�ticas gubernamentales en acciones concretas que beneficien a la sociedad.

Dentro de la gesti�n p�blica, la gesti�n institucional se refiere a las acciones realizadas por las dependencias y organismos municipales para cumplir con los objetivos y metas establecidos en sus planes y programas de trabajo. Flores (2019) sostiene que la gesti�n municipal incluye la intervenci�n e integraci�n de recursos humanos, materiales y financieros, siendo crucial para atender, priorizar y solucionar las demandas de la poblaci�n. A trav�s de esta gesti�n, se establece una relaci�n efectiva entre el gobierno nacional y regional, facilitando la coordinaci�n y ejecuci�n de pol�ticas p�blicas.

Las dimensiones de la gesti�n institucional, seg�n Hitt citado por Romero (2017), comprenden la planeaci�n, organizaci�n, direcci�n y control. La planeaci�n implica calcular las situaciones actuales y futuros escenarios para elegir las mejores alternativas de acci�n. La organizaci�n se refiere a clasificar y observar las relaciones entre los puestos de trabajo y las personas que los ocupan, determinando los canales de comunicaci�n dentro de la estructura organizacional. La direcci�n es el proceso mediante el cual se influye en los trabajadores para lograr los objetivos organizacionales. Finalmente, el control sigue modelos preestablecidos y permite la mejora continua y perfeccionamiento en el trabajo.

En cuanto a la gesti�n operativa, Durango (2014) indica que, aunque de alcance m�s limitado que la gesti�n estrat�gica, es igualmente importante. Los objetivos operativos se derivan de los objetivos t�cticos e involucran cada una de las actividades de la cadena de valor interna, incluyendo la gesti�n de distribuci�n, producci�n, log�stica, marketing y financiera. Esta gesti�n es fundamental para asegurar que las operaciones diarias de una organizaci�n se realicen de manera eficiente y eficaz, contribuyendo al logro de los objetivos estrat�gicos.

El presupuesto p�blico es un instrumento representativo de la planificaci�n operativa normativa, mediante el cual se manejan las posibilidades fundamentales de ejercer la funci�n de la planificaci�n en econom�as mixtas o capitalistas. Olikveira (1984) explica que esto incluye la determinaci�n del sistema de precios a trav�s de la tributaci�n, subsidios y est�mulos derivados de las variables presupuestarias. Un presupuesto bien planificado y ejecutado es esencial para la gesti�n financiera y operativa de una entidad gubernamental, permitiendo una distribuci�n eficiente de los recursos y una rendici�n de cuentas transparente.

La capacidad operativa de las organizaciones de la administraci�n es crucial para el cumplimiento de sus funciones. Celle, Sotomarino y Ugarte (2011) se�alan que, en Per�, a pesar de iniciativas como el Presupuesto por Resultados (PpR) y la reforma del servicio civil, el Estado no ha podido generar una respuesta sist�mica e integral para resolver las limitaciones en la capacidad operativa. Esta capacidad es esencial para asegurar que los gobiernos puedan implementar pol�ticas y programas de manera efectiva, respondiendo a las necesidades y demandas de la poblaci�n.

La gesti�n financiera se define como un conjunto de procesos dirigidos a planificar, organizar y evaluar los recursos econ�mico-financieros para lograr los objetivos de la empresa de manera eficaz y eficiente. Pradales (2014) destaca que una buena administraci�n financiera permite prevenir desviaciones o irregularidades, adem�s de incrementar los ingresos econ�micos y aumentar la rentabilidad. Robles (2012) a�ade que el uso apropiado del capital es fundamental para el progreso de las operaciones y las inversiones que realiza una organizaci�n, asegurando su sostenibilidad y crecimiento a largo plazo.

La importancia de una gesti�n p�blica y financiera efectiva es resaltada en diversas investigaciones. Por ejemplo, Guerrero (2018) en su estudio sobre la administraci�n p�blica en Latinoam�rica, subraya que la capacidad de implementar pol�ticas eficaces depende en gran medida de la gesti�n de recursos y la transparencia en la ejecuci�n de los presupuestos. Del mismo modo, G�mez y Ram�rez (2019) analizan c�mo la gesti�n operativa eficiente en las municipalidades puede mejorar significativamente la prestaci�n de servicios p�blicos, impactando positivamente en la calidad de vida de los ciudadanos.

La gesti�n p�blica, por lo tanto, no solo se trata de implementar pol�ticas y administrar recursos, sino de establecer un sistema de gesti�n integral que permita el seguimiento y evaluaci�n continua de las acciones gubernamentales. La implementaci�n de sistemas de control interno y auditor�as peri�dicas es esencial para asegurar la transparencia y eficacia en la gesti�n p�blica (L�pez, 2020). Adem�s, la participaci�n ciudadana en la gesti�n p�blica es fundamental para fortalecer la democracia y asegurar que las pol�ticas p�blicas respondan a las verdaderas necesidades de la poblaci�n (Mart�nez, 2021).

En conclusi�n, la gesti�n p�blica e institucional, junto con la gesti�n operativa y financiera, son pilares fundamentales para el desarrollo econ�mico y social de un pa�s. Estas pr�cticas aseguran la administraci�n eficiente de recursos y la implementaci�n efectiva de pol�ticas y programas que beneficien a la sociedad. La coordinaci�n entre diferentes niveles de gobierno, la transparencia en la gesti�n de recursos y la participaci�n ciudadana son elementos clave para lograr una gesti�n p�blica efectiva y sostenible.

 

El comercio informal

El comercio informal, seg�n Pitman (2012), se asocia a las calles y a la econom�a informal, caracteriz�ndose por la falta de inscripci�n en registros formales, la no contribuci�n fiscal y la ausencia de garant�as sobre los productos ofrecidos. La Real Academia Espa�ola (RAE, 2010) define el comercio como la negociaci�n que se hace comprando y vendiendo o permutando g�neros o mercanc�as. Este tipo de comercio, debido a su naturaleza, frecuentemente se desarrolla en la v�a p�blica y puede implicar desde comerciantes ambulantes hasta aquellos que se establecen en un lugar fijo sin la debida autorizaci�n municipal.

El comercio informal, tambi�n conocido como buhoner�a, se expande en distintos lugares p�blicos de la ciudad, siendo visto por algunos sectores como problem�tico y molesto. No obstante, los bajos precios y el f�cil acceso a distintos productos que ofrece el buhonero lo convierten en una alternativa rentable y eficiente para una gran parte del mercado consumidor. Este tipo de comercio est� estrechamente relacionado con la econom�a informal, que incluye actividades econ�micas no registradas y que no contribuyen con impuestos ni cumplen con regulaciones oficiales. En muchos pa�ses, la actividad comercial en la v�a p�blica sin autorizaci�n municipal est� prohibida, aunque esta regulaci�n no siempre se cumple rigurosamente.

El comercio ambulante, en particular, no suele estar ligado a un punto geogr�fico espec�fico, lo que lleva a muchos comerciantes a recorrer ciudades enteras con sus productos, organiz�ndose de manera que la gente de cada barrio sepa cu�ndo estar�n cerca. Las razones para esta naturaleza ambulante son diversas y no siempre est�n relacionadas con cuestiones legales, sino tambi�n con la b�squeda de mercados y la adaptaci�n a las necesidades de los consumidores.

Zabaleta y Fernando (2017) se�alan que el comercio informal admite diversas subdivisiones y puede ser apreciado desde la perspectiva de la formalidad, aunque todas las formas son esencialmente informales. Algunas de estas actividades tienen cierto v�nculo municipal a trav�s de permisos, supervisiones y programas especiales. Tambi�n puede ser clasificado seg�n la afluencia de p�blico en lugares como estadios, consultorios, terminales de metro, estacionamientos educacionales, municipalidades, hip�dromos, hospitales y paraderos de buses. Adem�s, existe el t�pico comerciante que deambula por las calles, transitando por lugares p�blicos.

Desde una perspectiva funcional del sistema socioecon�mico, el comercio informal juega un papel en paliar el desempleo, canalizar a personas con escasa especializaci�n o a aquellos que tienen dificultades para encontrar trabajo formal. Adem�s, puede ser una v�a para fomentar el emprendimiento, proporcionando una salida econ�mica para quienes no encajan bien en el mercado laboral formal debido a la falta de disciplina o aptitudes de subordinaci�n.

La econom�a solidaria o de solidaridad, seg�n Guerra (2013), busca formas alternativas de hacer econom�a basadas en la solidaridad y el trabajo cooperativo. Este enfoque no es f�cil de implementar, ya que requiere que aquellos con mayores beneficios est�n dispuestos a compartirlos para dar a otros la oportunidad de progresar econ�micamente. La econom�a solidaria tiene como objetivo principal favorecer el desarrollo humano y permitir que cada persona alcance el m�ximo bienestar posible en su vida personal y familiar. Este modelo econ�mico plantea un desaf�o a las estructuras econ�micas tradicionales, promoviendo la equidad y la justicia social.

La econom�a dom�stica, definida por la Biblioteca Virtual MANES, es la ciencia que aplica conocimientos de las ciencias f�sicas, biol�gicas y sociales para mejorar la vida familiar (Nacikonal, 1994). Esta disciplina busca optimizar los recursos y la administraci�n del hogar para mejorar el bienestar de las familias, abarcando aspectos como la alimentaci�n, la higiene, la educaci�n y la gesti�n del presupuesto familiar.

La econom�a subterr�nea, por su parte, se refiere a actividades econ�micas que se realizan fuera del marco legal y regulatorio. Escobar (2008) menciona que este concepto abarca una amplia gama de actividades, desde personas y establecimientos hasta actividades ilegales y posiciones ocupacionales no registradas. La informalidad se utiliza para describir estas actividades, que no se ajustan a los est�ndares del mercado laboral formal. La econom�a subterr�nea es dif�cil de medir debido a su naturaleza oculta y diversificada, pero su impacto en la econom�a general es significativo, afectando la recaudaci�n fiscal, la competencia y la protecci�n social de los trabajadores.

En la literatura, se han explorado diversas dimensiones del comercio informal y su impacto en la econom�a y la sociedad. Estudios como el de Maldonado (2015) en Am�rica Latina destacan c�mo el comercio informal sirve como una v�lvula de escape para el desempleo y proporciona una fuente de ingresos para muchas familias que de otro modo estar�an excluidas del mercado laboral formal. Sin embargo, tambi�n subraya los desaf�os que presenta, como la falta de protecci�n social para los trabajadores informales y la competencia desleal para los comercios formales.

G�mez y Castillo (2016) analizan la relaci�n entre el comercio informal y la urbanizaci�n, se�alando que la expansi�n urbana y la falta de planificaci�n adecuada contribuyen al crecimiento del comercio informal. Adem�s, identifican que las pol�ticas p�blicas hacia el comercio informal a menudo oscilan entre la represi�n y la tolerancia, sin abordar las causas subyacentes de la informalidad.

Es importante considerar que el comercio informal no es un fen�meno aislado, sino parte de una din�mica m�s amplia que incluye la econom�a formal, las pol�ticas p�blicas y las condiciones socioecon�micas de una regi�n. Para abordar de manera efectiva los desaf�os y oportunidades que presenta el comercio informal, se requiere un enfoque integral que incluya la mejora de la regulaci�n, el apoyo al emprendimiento, la protecci�n social y la formalizaci�n gradual de estas actividades.

 

Conclusi�n

La gesti�n p�blica y la gesti�n institucional son fundamentales para el funcionamiento eficiente de las entidades gubernamentales y la implementaci�n de pol�ticas que buscan satisfacer las necesidades de la poblaci�n. En el �mbito de la gesti�n p�blica, se destacan las acciones orientadas al logro de fines y metas establecidos por las pol�ticas gubernamentales, as� como la provisi�n de bienes y servicios y la aplicaci�n de regulaciones. La gesti�n institucional, por su parte, se enfoca en las actividades realizadas por las dependencias municipales para cumplir con los objetivos locales, coordinando recursos y buscando soluciones para las demandas de la ciudadan�a.

El comercio informal, a pesar de su falta de formalidad y regulaci�n, representa una parte significativa de la econom�a, especialmente en �reas urbanas. Este sector, que opera fuera del marco regulatorio formal, se caracteriza por la ausencia de registros oficiales, el incumplimiento de obligaciones fiscales y la falta de garant�as sobre los productos ofrecidos. Aunque su presencia en las calles y espacios p�blicos puede ser vista como un problema por algunos sectores, el comercio informal cumple un rol importante al ofrecer empleo y acceso a bienes a precios accesibles para muchos consumidores.

Para enfrentar los desaf�os que plantea el comercio informal, la gesti�n p�blica y la institucional deben desarrollar estrategias equilibradas que fomenten la integraci�n de estos comercios en la econom�a formal. Esto implica la implementaci�n de pol�ticas que no solo regulen y controlen el comercio informal, sino que tambi�n promuevan su formalizaci�n. Al hacerlo, se busca mejorar la calidad de los productos y servicios, asegurar la protecci�n de los derechos de los consumidores y garantizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales. Una gesti�n eficiente y bien dirigida puede transformar el comercio informal en una parte constructiva de la econom�a, contribuyendo al desarrollo econ�mico sostenible y a la equidad social.

 

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