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La prevenci�n y su incidencia en el consumo de drogas en adolescentes Distrito 10D02 2021-2022
The prevention and its impact on drug consumption in adolescents in District 10D02 2021-2022
A preven��o e sua incid�ncia no consumo de drogas em adolescentes no Distrito 10D02 2021-2022
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Correspondencia: santiago.andrade.t@gmail.com
Ciencias T�cnicas y Aplicadas
Art�culo de Investigaci�n
* Recibido: 16 de abril de 2024 *Aceptado: 23 de mayo de 2024 * Publicado: �08 de junio de 2024
I. Investigador Independiente, Ecuador.
II. Investigador Independiente, Ecuador.
Resumen
En la actualidad se destina una cantidad alta de recursos hacia programas de prevenci�n de consumo de drogas en adolescentes, sin conocer si estos realmente est�n dando resultado, mediante la presente investigaci�n, se pretende determinar, las estrategias y acciones de prevenci�n aplicadas en las Instituciones Educativas hacia los adolescentes y padres de familia, y c�mo estas influyen en la reducci�n del consumo de drogas en la poblaci�n determinada y dentro de un marco de tiempo propuesto. Esto, a trav�s del establecimiento de la metodolog�a utilizada en los programas de prevenci�n, relacionando con la edad de inicio de consumo en los adolescentes, la incidencia en la reducci�n de la frecuencia de consumo ya sea de alcohol u otras drogas, y por �ltimo, la incidencia en las problem�ticas psicosociales como violencia, falta de cumplimiento a las normas y reglas institucionales, deserci�n y ausentismo escolar, y otras ligadas al consumo continuo y nocivo. Para lograr estos objetivos propuestos, se emplea el m�todo inductivo de investigaci�n, donde si bien la naturaleza de la informaci�n es cualitativa, ser� necesario para su an�lisis un enfoque cuali-cuantitativo. Los resultados revelaron un m�nimo uso de los programas de prevenci�n como medidas de acci�n y mayor uso de talleres y charlas, donde el inicio de consumo predomina entre 11 a 12 a�os, esto sugiere una clara ausencia de eficiencia de las acciones utilizadas actualmente y se insta a realizar investigaciones para obtener resultados que representen la poblaci�n estudiantil ecuatoriana y no solo el distrito 10D02.
Palabras clave: Abuso de drogas; prevenci�n de drogas; adolescentes; psicosociolog�a; eficacia.
Abstract
Currently, a high amount of resources are allocated towards drug use prevention programs in adolescents, without knowing if these are really giving results. Through this research, we aim to determine the prevention strategies and actions applied in Educational Institutions. towards adolescents and parents, and how these influence the reduction of drug consumption in the specific population and within a proposed time frame. This, through the establishment of the methodology used in prevention programs, relating to the age of initiation of consumption in adolescents, the impact on the reduction of the frequency of consumption of either alcohol or other drugs, and finally, the impact on psychosocial problems such as violence, lack of compliance with institutional norms and rules, school dropouts and absenteeism, and others linked to continuous and harmful consumption. To achieve these proposed objectives, the inductive research method is used, where although the nature of the information is qualitative, a qualitative-quantitative approach will be necessary for its analysis. The results revealed a minimal use of prevention programs as action measures and greater use of workshops and talks, where the beginning of consumption predominates between 11 to 12 years, this suggests a clear absence of efficiency of the actions currently used and is urged to conduct research to obtain results that represent the Ecuadorian student population and not just district 10D02.
Keywords: Drug abuse; drug prevention; teenagers; psychosociology; effectiveness.
Resumo
Atualmente, uma grande quantidade de recursos � destinada a programas de preven��o do uso de drogas em adolescentes, sem saber se estes est�o realmente dando resultados. Atrav�s desta pesquisa, pretendemos determinar as estrat�gias e a��es de preven��o aplicadas em institui��es de ensino, e. como estes influenciam a redu��o do consumo de drogas na popula��o espec�fica e dentro de um prazo proposto. Isto, atrav�s do estabelecimento da metodologia utilizada nos programas de preven��o, relativa � idade de in�cio do consumo em adolescentes, ao impacto na redu��o da frequ�ncia do consumo de �lcool ou outras drogas e, por fim, ao impacto em problemas psicossociais como como viol�ncia, descumprimento de normas e regras institucionais, abandono escolar e absente�smo, e outros ligados ao consumo cont�nuo e nocivo. Para atingir estes objetivos propostos, utiliza-se o m�todo de pesquisa indutivo, onde embora a natureza da informa��o seja qualitativa, ser� necess�ria uma abordagem quali-quantitativa para a sua an�lise. Os resultados revelaram uma utiliza��o m�nima de programas de preven��o como medidas de a��o e maior utiliza��o de oficinas e palestras, onde predomina o in�cio do consumo entre 11 a 12 anos, isso sugere uma clara aus�ncia de efici�ncia das a��es utilizadas atualmente e insta a realiza��o de pesquisas obter resultados que representem a popula��o estudantil equatoriana e n�o apenas o distrito 10D02.
Palavras-chave: Abuso de drogas; preven��o de drogas; adolescentes; psicossociologia; efic�cia.
Introducci�n
El problema socioecon�mico de las drogas afecta a toda la poblaci�n mundial sin excepci�n, sobre todo dirigida a poblaci�n adolescente, seg�n el informe mundial sobre las drogas 2022, 284 millones de personas desde los 15 a�os consumieron drogas a nivel mundial en el a�o 2020 (Organizaci�n de las Naciones Unidas [ONU], 2022). Considerando que en el Ecuador seg�n una encuesta del 2016 se estima que la prevalencia de consumo en personas entre 10 y 19 a�os, fue del 25.2% de alcohol, el 28.4% de tabaco y marihuana el 9.6% (Comit� Interinstitucional de Drogas [CID], 2017-2021). Siendo Otavalo una de las zonas a estudiar, se detalla un estudio reciente realizado en adolescentes de 15 a 19 a�os en una Unidad Educativa de este cant�n en el a�o 2021 donde se concluye, despu�s del alcohol y el tabaco que son de f�cil acceso, el 80% de los estudiantes consumi� cannabis y un 20% a consumido drogas m�s fuertes. (Rivadeneira, y otros, 2021)� Las acciones de prevenci�n empleadas durante los �ltimos a�os en la educaci�n b�sica media, superior y bachillerato con adolescentes y padres de familia de los cantones Antonio Ante y Otavalo parecen insuficientes, en vista del incremento de los �ndices de consumo de alcohol y otras drogas, as� como las problem�ticas relacionadas con el consumo continuo. Los programas de prevenci�n carecen de fundamento probatorio en el sentido de eficacia, as� como la demanda de recursos podr�a ser ineficiente en el sentido de costo beneficio en t�rminos de prevenci�n, lo que significa en ocasiones un costo mayor para el estado y para las propias familias, debido a que al no tener resultados positivos, en un corto plazo deben solucionar las consecuencias resultantes, as� como iniciar procesos terap�uticos de rehabilitaci�n y reinserci�n, y peor a�n, enfrentar deserci�n escolar y la desocupaci�n completa de esos adolescentes. Para ello es menester enfocar el objeto de investigaci�n, definido como las acciones de prevenci�n empleadas en los adolescentes escolarizados, el an�lisis y su evaluaci�n en la incidencia sobre el alcance de la investigaci�n, las acciones preventivas inciden en la reducci�n del consumo de drogas en adolescentes de 12 a 17 a�os de las Unidades Educativas p�blicas del Distrito 10d02 Antonio Ante - Otavalo a�o 2021-2022 de manera eficiente y eficaz. Seg�n la Constituci�n Pol�tica de Ecuador, en su Art. 54 De la protecci�n al ni�o �la familia, la sociedad y el estado tienen la obligaci�n de garantizar al ni�o su desarrollo arm�nico e integral, as� como el ejercicio pleno de sus derechos, protegiendo contra el abandono, la desnutrici�n, la violencia, el abuso, el tr�fico y la explotaci�n� (2008).
Las acciones empleadas no siempre logran su objetivo, ni presentan un resultado que se acerque a la motivaci�n inicial, sin duda todo ciudadano com�n estar� en posibilidad de exigir el cumplimiento de este mandato.
Es as� que se vuelve imperioso el an�lisis y evaluaci�n de las orientaciones, de las acciones y directrices que demarcan los programas y proyectos destinados a la prevenci�n del consumo de drogas, siendo esta la principal causa de un sinn�mero de problemas psicosociales.
Seg�n la ONU, Objetivo 3 salud y bienestar: �garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades es esencial para el desarrollo sostenible� (2023). La organizaci�n de las Naciones Unidas mantiene como uno de los objetivos vigentes para el desarrollo de la regi�n, un aspecto fundamental como es la garant�a de una vida sana, el cual es lograr el desarrollo sostenible, es decir, que garantice la vida y permanencia del ser humano.
Se considera este como un objetivo transversal en toda decisi�n gubernamental, donde los recursos econ�micos sean direccionados a este fin, no solo en las entidades de salud, sino sobre todo en aquellas otras carteras de estado inherentes a la educaci�n, al bienestar social, a las actividades deportivas, de arte y a la conservaci�n del medio ambiente.
Seg�n el Manual de Funcionamiento DECE, se establecen �estrategias para cada estudiante, grupo de estudiantes, dirigidas a la atenci�n psicosocial de la poblaci�n estudiantil en situaci�n inestabilidad emocional, conflictos, desastre natural, vulneraci�n de derechos, o riesgo psicosocial que pueda afectar el desarrollo integral de la poblaci�n estudiantil�. (2023, p31). Donde la investigaci�n tendr� un enfoque cuali-cuantitativo y una recolecci�n de datos inductiva a trav�s de una encuesta a los departamentos de consejer�a de la zona.
Que si bien estos programas, en buena parte son propuestos por el MINEDUC, se piensa que la metodolog�a empleada, o a su vez, la destreza que pudieran haber desarrollado quienes abordan esta problem�tica, no son suficientes para lograr un impacto significativo en la disminuci�n del consumo problem�tico de drogas, si bien un manual sugiere qu� hacer, el establecer el c�mo, es el componente medular que se encontrar�a en discusi�n.
La prevenci�n, sin duda es una ciencia que contiene procesos espec�ficos que deben ser determinados antes de la planificaci�n y de la ejecuci�n de acciones.
Tanto el Ministerio de Educaci�n, como las autoridades y los Departamentos de consejer�a estudiantil requieren de un an�lisis que explique la incidencia de su labor en cuanto a prevenci�n, as� como una estad�stica real sobre el consumo de drogas en esta poblaci�n, garantizando as� la aplicaci�n oportuna de la prevenci�n en todo su contexto. Sin olvidar la interrogante a la cual encontraremos respuesta �Cu�nto las acciones de prevenci�n han incidido en la reducci�n del consumo de las drogas en adolescentes de 12 a 17 a�os de las unidades educativas del distrito 10d02 per�odo 2021 � 2022?
Desarrollo
Los programas de prevenci�n deben incluir acciones de promoci�n de la salud tanto f�sica y mental, que fomente h�bitos alimenticios, de ejercicio y de uso adecuado del tiempo libre, entendida la salud no como la ausencia de enfermedad sino un estado de completo bienestar integral, todo esto dirigido a adolescentes, sus familias y dem�s personas que interact�an en un mismo espacio.
Si bien hay acciones dirigidas a la poblaci�n adolescente que fomenten h�bitos saludables y el bienestar, estas pasan a ser aisladas, son ocasionales y no son permanentes, ya que no son parte de un mismo programa integral de prevenci�n de consumo de drogas, sino eventuales y de bajo impacto. Esto de lo encontrado y planificado en el pa�s y desde luego dirigido a adolescentes y otros grupos etarios.
Se determina entonces que, bajo este contexto, todo programa de prevenci�n debe incluir acciones de promoci�n saludable, alternativas y una gu�a de c�mo mantener un desarrollo integral adecuado en los adolescentes, en un sentido propositivo.
Los programas independientes no pueden proporcionar los elementos necesarios de amplitud y desarrollo continuo que fomentan el crecimiento de valores, habilidades personales y sociales. (ONUDDV, 2004)
El uso, consumo o abuso de drogas no se presenta sino como parte de todo lo que involucra la vida del joven, las intervenciones de prevenci�n deben incluir otros aspectos de importancia para los j�venes, entre ellas el psico y neuro desarrollo en la adolescencia, el estr�s y su manejo, la sexualidad, la interrelaci�n en el hogar y el medio educativo y las relaciones sociales entre pares y dem�s personas.
Esto indica que la funci�n de integralidad va en el sentido de interrelacionar m�ltiples aspectos en un mismo programa de prevenci�n de consumo de drogas, pero as� mismo, en el sentido de integrar y unificar en bajo un solo plan que perdure en el tiempo y sea consistente, pues de la revisi�n de los programas en el pa�s no se evidencia estas caracter�sticas fundamentales.
Ser� necesario entonces replantear los modelos de intervenci�n que tengan el fin de prevenir el consumo principalmente en adolescentes, ya que es una poblaci�n con necesidades espec�ficas y m�ltiples.
Al buscar el origen del consumo en adolescentes, se debe de considerar lo expresado por Hern�ndez L�pez et al. (2009) en su estudio donde expresa que:
La edad de inicio de consumo de las diversas drogas es una variable explorada cl�sicamente en los estudios de base poblacional sobre consumo, b�sicamente en los referidos a poblaci�n adolescente y joven, ya que directamente se�ala edades diana en las cuales deben implantarse acciones preventivas eficaces tanto de prevenci�n primaria universal como de prevenci�n de trastornos de abuso y dependencia. (p.200)
Ecuador sin ser la excepci�n, se establece la implementaci�n de diversos programas orquestados desde el Ministerio de Educaci�n.
He aqu� la importancia de tener cifras actualizadas, siendo en nuestro pa�s la �ltima encuesta nacional sobre el consumo de drogas en adolescentes, en el a�o 2016, dejando una clara imagen sobre la ausencia de estos datos, que llegado al momento pasan a ser una de las maneras de evaluar y verificar si los planes de prevenci�n est�n dando los resultados deseados.
Y al no ser el caso, se podr�a trabajar con la informaci�n antigua, siempre y cuando se tenga la noci�n de que es un aproximado y que realmente el conocer si la prevalencia de consumo se ha adelantado en los adolescentes en estos 7 a�os, es primordial.
Los programas de prevenci�n deben pasar por una etapa de planificaci�n, donde siempre se debe considerar a la evaluaci�n, de ejemplo se puede mencionar al plan Por un buen vivir donde Cabrera Palacios y Chancay Quiroz (2018) nombran que como �dificultades se consider� que la objetividad de los talleres propuestos sean objetos de estudio en la evaluaci�n del programa, adem�s de que se present� un restringido acceso a las Instituciones. Estas debilidades presentadas en el proceso de planificaci�n� (p.20). Siendo as� que a pesar de contar con un proceso de sistematizaci�n que consideraba algunos ejes, como experiencia sistematizada, pregunta eje y fuente de informaci�n.
Se infiere, que desde los fundamentos al planificar y crear el programa de prevenci�n, deben estar claros, ser concisos y detallando los par�metros a considerar para la conformaci�n de elementos, din�micas y actividades que deben formar una estructura predetermida, para evitar dificultades y preveer situaciones que mediante la planificaci�n se puedan corregir.
Se puede asegurar, teniendo bases s�lidas y concretas del prop�sito del programa y que se quiere obtener por medio de este, con teor�a y futuras revisiones contar con validez y m�s seguridad de que dar� buenos resultados.
Con el programa de prevenci�n de consumo �Estas a tiempo de vivir�, se investig� respecto a su grado de efectividad donde se observ� el siguiente impacto: aumento en las medias de asertividad, mientras que la intenci�n de consumir aumento junto a la edad de los adolescentes, no hubo reducci�n en cuanto a la cantidad de estudiantes que probaron alcohol por primera vez, pero se pueden notar diferencias significativas en el primer a�o de intervenci�n, de las intervenciones realizadas, el resumen de los resultados obtenidos fueron a favor de la eficacia a la hora de prevenir el consumo de alcohol (Maza Rufas, 2016).
El tener informaci�n que ayude a corroborar los resultados y que deje en evidencia los cambios, sean positivos o negativos, beneficiar�a en tener el conocimiento de todas las intervenciones realizadas, y si los resultados fueron los esperados, para que se pueda ejecutar una retroalimentaci�n en forma de modificaciones, que podr�an ser nuevas versiones que se acoplen al entorno educativo en espec�fico.
Por medio de cambios o mejoras, se pueden pulir a los programas de prevenci�n de consumo de drogas, consiguiendo aumentar buenos resultados, pero si al comprobar que un programa no es eficaz en absoluto, la soluci�n ser�a empezar desde cero con otro.
Coinciden varios autores en que el inicio del consumo de drogas se compone de m�ltiples factores interactivos, determinando la prevalencia de adicciones. Se identifican factores de riesgo influyentes para el consumo y factores protectores que pueden mitigarlo, incluyendo relaciones emocionales estables, redes sociales s�lidas, clima educativo positivo, modelos sociales constructivos y competencias cognitivas, donde se conoce a la adolescencia, como una etapa de desarrollo del pre frontal del cerebro y de gran carga hormonal y emocional. Estos elementos, como autoeficacia y actitud proactiva ante el estr�s, influyen en la prevenci�n (Cid-Monckton & Pedr�o, 2011).
El consumo de sustancias en adolescentes es un fen�meno complejo que involucra factores sociales, psicol�gicos y biol�gicos. La curiosidad, la presi�n de grupo y la b�squeda de identidad pueden influir en el inicio del consumo. La falta de desarrollo completo del juicio y la toma de decisiones en esta etapa puede aumentar la vulnerabilidad. Por ello son importantes de los programas de prevenci�n.
La prevenci�n del consumo en adolescentes requiere enfoques que consideren las influencias sociales y emocionales, promoviendo a trav�s de la educaci�n, la importancia del crecimiento saludable en los adolescentes.
Se debe saber sobre las cifras m�s recientes de prevalencia, donde la tasa de dependencia del consumo de drogas en Ecuador es la m�s elevada en comparaci�n con otros pa�ses sudamericanos, seg�n una investigaci�n realizada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, junto al Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotr�picas. De acuerdo con la Secretar�a T�cnica de Drogas de Ecuador, aproximadamente uno de cada diez j�venes de entre 12 y 17 a�os ha experimentado el consumo de alguna sustancia estupefaciente en alg�n momento, y el 39 % ha probado m�s de un tipo de droga. (Sarduy-Lugo et al., 2021)
La cifra anterior, plantea preocupaciones en cuanto a salud p�blica y bienestar juvenil, siendo un porcentaje realmente alto, es inquietante inducir que la efectividad de los programas de prevenci�n, no est�n funcionando como se esperar�a de un programa que el Ministerio de Educaci�n, lo implementa y exige su aplicaci�n por parte de los departamentos de consejer�a estudiantil.
Por este alto �ndice se ve en la necesidad de analizar la eficiencia de los programas de prevenci�n, acaso su rendimiento se ha vuelto un desperdicio, debido a que los adolescentes del ahora necesitan de otras medidas que precautelen su bienestar.
La de los programas de prevenci�n, en el Ecuador se puede tomar de ejemplo a la gu�a y programa Educando en familia que entra en vigencia para su implementaci�n en el a�o 2016. Realizando una comparativa los �datos de encuestas realizadas a 36.000 alumnos en centros de educaci�n revelaron que el 12,65% de los j�venes (de 12 a 17 a�os) hab�an consumido alg�n tipo de droga en el a�o 2015 lo que equivale a 4554 alumnos.� (Baquerizo Cabrera et al., 2020) Esto nos dan un punto de referencia respecto a los resultados de reducci�n del consumo de drogas que se deber�an de obtener en a�os posteriores, ya que en la actualidad este programa sigue vigente y simplemente se ha ido modificando.
Estos datos del 2015 dejan a relucir un claro desfase y el aumento del consumo ante el 39% que declara la Secretar�a T�cnica de Drogas de Ecuador en 2021 y de lo que se esperar�a de un programa que se ha venido ejecutando a lo largo de los a�os por parte del Ministerio de educaci�n, tratando de cumplir con Objetivos de desarrollo sostenible planteados a nivel mundial.
Por lo que se puede deducir que el costo beneficio de actualizaci�n de la gu�a, la capacitaci�n y su desarrollo en las instituciones en este tiempo no cumple con su principal funci�n, que es la disminuir la prevalencia e incidencia de consumo en los adolescentes.
El Ministerio de Salud en el a�o 2017, establece un Modelo de Atenci�n integral ambulatoria intensiva para el consumo problem�tico de alcohol y otras drogas, en establecimientos de salud del primer nivel. Donde su poblaci�n objetivo es adolescentes mujeres y adolescentes hombres de 12 a 17 a�os 11 meses de edad, adultas mujeres y adultos hombres que tengan problemas de salud mental relacionados al consumo problem�tico de alcohol y otras drogas. La intervenci�n terap�utica consta de profesionales de medicina y psiquiatr�a, atenci�n psicosocial, control de medicamentos, evaluaci�n, tratamiento, rehabilitaci�n, abordaje de la familia, con frecuencia diaria a semanal. (Ministerio de Salud P�blica [MSP], 2017)
Este es un claro ejemplo de los proyectos que se implementan a nivel nacional con el mismo objetivo de intervenir, por lo que se asume que los costos que abarcan siguen un plan estrat�gico y normas que son puestos en marcha en el pa�s. Al ir en aumento el porcentaje de consumo por primera vez y de la dependencia tanto en adolescentes, j�venes y adultos, se puede inducir que el gasto en esta acci�n es amplio.
Por lo que se afirma que, a pesar de existir distintos programas de intervenci�n, el tiempo que conlleva el tratamiento y los relapsos resultantes, no es una se�al positiva de que sean medidas suficientes para contener a esta problem�tica.
El constructo social negativo y la percepci�n que se tiene de un consumidor es que se les considera a estos ciudadanos como individuos de segunda clase, como marginados, ellos enfrentan desprecio y rechazo debido a la conexi�n del consumo con actos de delictivos, enfermedad y desvinculaci�n social. As�, la clasificaci�n de quienes usan drogas como delincuentes o drogadictos, sin considerar la frecuencia o circunstancias, los despoja a los sujetos de su humanidad y les otorga el reconocimiento social solamente a partir de la etiqueta asignada, generando estigma social y as� una cultura de repudio. Tirado-Ot�lvaro (2018)
Y es as� que la estigmatizaci�n de los adolescentes que consumen drogas agrava su vulnerabilidad, afectando su autoestima y desarrollo. Al tener presencia de ostracismo en las instituciones educativas, sea por parte de sus pares, docentes, autoridades o padres de familia, hacia los estudiantes que consumen o tienen una dependencia, provoca aislamiento.
De esta manera los estudiantes que consumen, son fichados como malas influencias, provocando as� la exclusi�n dentro de la comunidad educativa y esto a su vez reduce el avance que se puede esperar de un tratamiento terap�utico que siga el estudiante.
El dise�o de la investigaci�n que se empleo fue no experimental-descriptivo.
La investigaci�n presenta un enfoque mixto por que ofrece una visi�n m�s completa y profunda de los fen�menos estudiados, al aprovechar las fortalezas de ambos m�todos. Esto puede conducir a resultados m�s robustos y a una comprensi�n m�s rica y contextualizada del tema a investigar.
El tipo de investigaci�n que se llev� a cabo es no experimental explicativo ya que busca comprender y explicar las relaciones causales o las conexiones entre las acciones tomadas como medidas de prevenci�n y su incidencia en la reducci�n del consumo de drogas en adolescentes de 12 a 17 a�os de las unidades educativas p�blicas del distrito 10d02 a�o 2021-2022.
Los datos se recolectaron bajo un m�todo inductivo a trav�s de aplicaci�n de una encuesta y entrevista dirigida al Departamento de Consejer�a Estudiantil del distrito, donde se registra la informaci�n requerida de parte del total de estudiantes de octavo a�o de educaci�n general b�sica, hasta tercer a�o de bachillerato, de Instituciones educativas P�blicas del Distrito 10d02 Antonio Ante � Otavalo. Se hizo uso de la herramienta Microsoft Forms a modo de encuesta con el m�todo mixto ya que contiene preguntas cerradas para datos num�ricos y preguntas abiertas para evaluar la experiencia de los DECE respecto a los programas de prevenci�n de consumo establecidos.
Se utiliz� un Modelo de Muestreo por conglomerados, debido a que el universo de estudiantes del Ecuador del per�odo 2021-2022 fue de 4389668 estudiantes matriculados a nivel Nacional, poblaci�n, la poblaci�n de estudiantes del per�odo 2021-2022 del distrito 10d02 se considera a todas las instituciones educativas que se lleg� a tener acceso, la muestra no se define debido a que ser� tomado en cuenta en base a cada instituci�n
Resultados
Tabla 1
Presencia de an�lisis demogr�fico
No. |
Opciones de respuesta |
Frecuencias |
Porcentajes |
1 |
Si |
11 |
61,11% |
2 |
No |
7 |
38,89% |
Total |
18 |
100% |
Fuente: Coordinadores DECE Distrito 10D02
Realizado por: Andrade Tirado Santiago Alfonso
En la Tabla 1 �al ser el 61,11% que respondi� �Si�, menciona que al considerarse distintos programas, se seleecionan y aplican en base a un an�lisis demogr�fico de variables como: g�nero, etnia, cultura, la edad, el idioma, el grado de desarrollo, el grado de capacidad de entendimiento, la religi�n y la orientaci�n sexual, resaltando la importancia de tener conocimiento de estas dentro de la poblaci�n a la que se quiere brindar la prevenci�n, mientras que el 38,89% no realiza un an�lisis demogr�fico, previo a la selecci�n y ejecuci�n de una acci�n de prevenci�n.
Tabla 2
Edad de inicio de la prevalencia de consumo de sustancias
No. |
Edad de inicio de consumo |
Frecuencias |
Porcentajes |
1 |
11-12 a�os |
11 |
61,11% |
2 |
13-14 a�os |
6 |
33,33% |
3 |
15-16 a�os |
1 |
5,56% |
Total |
18 |
100% |
Fuente: Coordinadores DECE Distrito 10D02
Realizado por: Andrade Tirado Santiago Alfonso
En la Tabla 2 predomina como rango de 11 a 12 a�os edad donde m�s se da el inicio de consumo de drogas, siendo el porcentaje de 61,11%, luego le sigue el rango de 13 a 14 a�os con un 33,33% y pocos casos de inicio de consumo a la edad de 15 a los 16 a�os.
Tabla 3
Indicadores de efectividad de los programas de prevenci�n
No. |
Opciones de respuesta |
Frecuencias |
Porcentajes |
|
1 |
Si |
7 |
38,89% |
|
2 |
No |
11 |
61,11% |
|
Total |
18 |
100% |
||
Fuente: Coordinadores DECE Distrito 10D02
Realizado por: Andrade Tirado Santiago Alfonso
En la Tabla 3 los coordinadores DECE que respondieron �Si� siendo el 38,89%, mencionan como sus indicadores: registro de casos reportados por los docentes tutores e intervenciones realizadas por el Departamento de Consejer�a Estudiantil, cuadros estad�sticos anuales, indicadores de prevalencia de consumo, �ndice de conocimiento, �ndice de habilidades para la vida obtenido, asistencia regular a clases, manejo de actitudes positivas, colaboraci�n y corresponsabilidad de los padres de familia y voluntariedad de ingreso a centros de rehabilitaci�n. Mientras que el 61,11% que seleccion� �No� representa al pocentaje que no cuenta con indicadores que midan la efectividad de los programas que estan llevando a cabo.
Tabla 4
Frecuencia de consumo en estudiantes
No. |
Opciones de Respuesta |
Frecuencias |
Porcentajes |
1 |
Disminuye mes a mes o anualmente |
7 |
38,88% |
2 |
No es posible saber |
5 |
27,78% |
3 |
Se incrementa mes a mes o anualmente |
1 |
5,56% |
4 |
Se mantiene mes a mes o anualmente |
5 |
27,78% |
Total |
18 |
100% |
Fuente: Coordinadores DECE Distrito 10D02
Realizado por: Andrade Tirado Santiago Alfonso
En el distrito 10D02 encontramos una frecuencia de consumo que resulta interesante, ya que en la Tabla 4 su mayor porcentaje es del 38,88% siendo la afirmaci�n de �Disminuye mes a mes o anualmente� la predominante, comparado a la ligera diferencia que hay ante los porcentajes de 27,78% en cuanto a la afirmaci�n �Se mantiene mes a mes o anualmente� y �No es posible saber� correspondientemente. En cuanto a �Se incrementa mes a mes o anualmente� se establece con un 5,56% dentro del estudio.
Tabla 5
Acciones de prevenci�n de consumo aplicadas
Opciones de Respuesta |
Frecuencia de ejecuci�n en Distrito 10D02 |
|||||
0 |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
|
Talleres |
16,67% |
22,22% |
38,89% |
11,11% |
0 |
11,11% |
Charlas |
16,67% |
33,33% |
16,67% |
22,22% |
0 |
11,11% |
Programas |
66,67% |
16,67% |
22,22% |
5,56% |
0 |
0 |
Otros |
44,44% |
33,33% |
22,22% |
0 |
0 |
0 |
Total (%) |
144,45 |
105,55 |
100% |
38,89 |
0 |
22,22 |
Fuente: Coordinadores DECE Distrito 10D02
Realizado por: Andrade Tirado Santiago Alfonso
En la Tabla 5 se observa como predominante a los Talleres como acci�n a realizar dentro de las instituciones educativas con un 61,11% del total encuestado, el uso de Charlas informativas que representa el 33,33% y el porcentaje m�nimo fue del 5,56% en cuanto aplicar Programas como medida de prevenci�n.
Tabla 6
Frecuencia de acciones ejecutadas
No. |
Opciones de Respuesta |
Frecuencias |
Porcentajes |
1 |
Charlas |
6 |
33,33% |
2 |
Talleres |
11 |
61,11% |
3 |
Programas |
1 |
5,56% |
Total |
18 |
100% |
Realizado por: Andrade Tirado Santiago Alfonso
Fuente: Coordinadores DECE Distrito 10D02
En el total de acciones ejecutadas, se observa en la Tabla 6 que un 105,55% representa a una vez aplicada la acci�n en todo el a�o lectivo, las charlas y talleres son los �nicas medidas que llega con un 11,11% a ser empleadas hasta 5 veces en el a�o lectivo. En cuanto a los programas con un 66,67% es la acci�n que menos se ocup� en el a�o lectivo 2021-2022 del distrito 10D02.
Entre las entrevistas realizadas a el personal DECE, se recopila las respuestas similares o m�s destacables, en cuanto a la interrogante de los factores que se pueden asociar a las problem�ticas debido al consumo de drogas esta: abandono familiar, familias disfuncionales, violencia intrafamiliar, falta de comunicaci�n con los padres, dificultades socioemocionales no resueltas de los estudiantes, ausentismo escolar, presi�n social, decepciones amorosas, falta de sentido de pertenencia, ansiedad, depresi�n, trauma, espacios p�blicos peligrosos sin control ni vigilancia, problemas econ�micos de la familia.
Los procesos que aplican los Departamentos de Consejer�a Estudiantil del distrito 10D02 para adaptar los programas de prevenci�n de consumo de drogas en cuanto a las necesidades individuales de los estudiantes son: considerar los factores internos y externos que influyen en el estudiante, contar con el apoyo de los padres de familia haciendo uso del di�logo y sensibilizaci�n en conjunto con el DECE, evaluar los factores de riesgo y las necesidades de los estudiantes mediante un diagn�stico situacional de la poblaci�n, elegir un programa que m�s se asemeje a la realidad local, una parte de los entrevistados consideran que actualmente no existen programas de prevenci�n del consumo de drogas entregados desde el Ministerio de Educaci�n que consten con una metodolog�a de evaluaci�n para estos de su efectividad a corto y largo plazo. Entre las recomendaciones para fortalecer la efectividad de los programas de prevenci�n dadas por el personal DECE entrevistado esta: Hacer uso de estrategias como el realizar actividad f�sica o el juego como reforzadores de las conductas deseadas, cumplir con las rutas y protocolos ante un caso de posible consumo de sustancias, ofrecer el debido seguimiento de casos, acompa�ar los programas con la construcci�n del proyecto de vida, como pilar base, para crear un camino que sirva como gu�a para el futuro de los estudiantes.
Conclusiones
Tras completar esta investigaci�n, se ha constatado que el inicio de consumo de sustancias en adolescentes en edad precoz va en aumento y las acciones preventivas tomadas por las instituciones son indispensables para su reducci�n, a pesar de que al nivel nacional no se cuenta con un ente regulador de que evalu� la eficacia de los programas, el tener un registro anual de casos de consumo de los estudiantes para analizar el crecimiento de esta problem�tica es una estrategia que utilizan los Departamentos de consejer�a estudiantil para contrastar con la que se manejan algunas unidades educativas mientras que alrededor del 27,78% de establecimientos educativos desconocen si hay avances positivos en cuanto a la prevenci�n del consumo de estas sustancias, al desconocer las cifras exactas de la frecuencia de consumo.
El evaluar los factores de riesgos y de protecci�n como medida preventiva, donde se consideren todas las variables sociodemogr�ficas y as� enfocar programas para su intervenci�n es de vital importancia para llegar a todas las necesidades que tienen los adolescentes.
Varios programas de prevenci�n basados en la evidencia aclaran que las sesiones informativas como m�todo efectivo no son suficientes para generar un cambio de conocimientos y aprendizajes, por lo que es necesario la implementaci�n de capacitaciones sobre habilidades socio-emocionales, medios de afrontamiento, uso del asertividad en situaciones estresantes, etc.
Considerar a los integrantes de la familia, docentes y autoridades dentro de las intervenciones de prevenci�n como clave importante al decidir sobre sus propuestas y medidas a tomar, para garantizar la buena obtenci�n de resultados, debido a su importancia dentro de los factores determinantes dentro posible consumo.
Aunque las acciones de prevenci�n han sido implementadas en el distrito 10d02, su efectividad ha sido limitada debido al enfoque predominante en talleres y charlas. La investigaci�n sugiere que el camino hacia la reducci�n sostenida del consumo de drogas entre adolescentes radica en la adopci�n de programas m�s avanzados y respaldados por evidencia.
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