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Eficacia del diagn�stico temprano de c�ncer de pr�stata por
medio de biopsia y ex�menes plasm�ticos
Early diagnosis effectiveness of prostate cancer
through biopsy and plasma tests
Efic�cia do diagn�stico precoce do c�ncer de pr�stata por
meio de bi�psia e exames de plasma
Yanelis Su�rez Anger�I yanelisuarezangeri75@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-1626-8063 �� |
Correspondencia:
yanelisuarezangeri75@gmail.com
Ciencias
de la Salud ���
Art�culo de Investigaci�n
��
*
Recibido:
23 de noviembre de 2023 *Aceptado: 12 de enero de 2024
* Publicado: �27 de marzo de 2024
- M�ster en Urgencias M�dicas; Licenciada en Enfermer�a;
Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador.
- M�dica; Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador.
- M�dica; Investigadora Independiente; Guayaquil, Ecuador.
- M�dico;
Investigador Independiente; Guayaquil, Ecuador.
Resumen
El
c�ncer de pr�stata es una enfermedad que se desarrolla en la pr�stata, una
gl�ndula del tama�o de una nuez ubicada debajo de la vejiga en los hombres. La
pr�stata es responsable de producir parte del l�quido seminal que protege y
nutre a los espermatozoides. El c�ncer de pr�stata puede ser de crecimiento
lento y confinado a la pr�stata, lo que lo hace tratable, o puede ser agresivo
y propagarse a otras partes del cuerpo, lo que lo hace m�s dif�cil de tratar.
En el presente estudio, se emple� una metodolog�a de revisi�n bibliogr�fica
exhaustiva para investigar la eficacia del diagn�stico temprano del c�ncer de
pr�stata mediante biopsia y an�lisis plasm�ticos. Se realiz� una b�squeda
sistem�tica en bases de datos pertinentes, incluyendo PubMed, Scopus y Web of Science, utilizando t�rminos de b�squeda espec�ficos
relacionados con el tema. El diagn�stico temprano del c�ncer de pr�stata
mediante biopsia y ex�menes plasm�ticos es crucial para mejorar los resultados
del tratamiento. Aunque la biopsia prost�tica es el est�ndar de oro, su invasividad y riesgos han generado inter�s en ex�menes
plasm�ticos como el PSA. Sin embargo, la precisi�n de estos m�todos es
limitada, lo que ha llevado a la b�squeda de biomarcadores m�s espec�ficos y
pruebas gen�micas. La integraci�n de m�ltiples enfoques podr�a mejorar la
detecci�n precoz y reducir la morbimortalidad, pero se requiere una validaci�n
rigurosa antes de su implementaci�n generalizada.
Palabras Clave: Pr�stata, Biopsia, PSA, Biomarcadores, Estadios.
Abstract
Prostate
cancer is a disease that develops in the prostate, a walnut-sized gland located
beneath the bladder in men. The prostate is responsible for producing part of
the seminal fluid that protects and nourishes sperm. Prostate cancer can be
slow-growing and confined to the prostate, making it treatable, or it can be
aggressive and spread to other parts of the body, making it more difficult to
treat. In the present study, an exhaustive literature review methodology was
employed to investigate the effectiveness of early diagnosis of prostate cancer
through biopsy and plasma analysis. A systematic search was conducted in
relevant databases, including PubMed, Scopus, and Web of Science, using
specific search terms related to the topic. Early diagnosis of prostate cancer
through biopsy and plasma tests is crucial for improving treatment outcomes.
While prostate biopsy is the gold standard, its invasiveness and risks have led
to interest in plasma tests such as PSA. However, the accuracy of these methods
is limited, prompting the search for more specific biomarkers and genomic
tests. Integration of multiple approaches could enhance early detection and
reduce morbidity and mortality, but rigorous validation is required before
widespread implementation.
Keywords: Prostate, Biopsy, PSA, Biomarkers, Stages.
Resumo
O c�ncer de pr�stata � uma doen�a que se desenvolve na
pr�stata, uma gl�ndula do tamanho de uma noz localizada abaixo da bexiga nos
homens. A pr�stata � respons�vel pela produ��o de parte do l�quido seminal que
protege e nutre os espermatozoides. O c�ncer de pr�stata pode ter crescimento
lento e estar confinado � pr�stata, tornando-o trat�vel, ou pode ser agressivo
e se espalhar para outras partes do corpo, tornando-o mais dif�cil de tratar.
No presente estudo, uma metodologia exaustiva de revis�o da literatura foi
empregada para investigar a efic�cia do diagn�stico precoce do c�ncer de
pr�stata por meio de bi�psia e an�lise plasm�tica. Uma pesquisa sistem�tica foi
realizada em bases de dados relevantes, incluindo PubMed, Scopus e Web of
Science, utilizando termos de pesquisa espec�ficos relacionados ao tema. O
diagn�stico precoce do c�ncer de pr�stata por meio de bi�psia e exames de
plasma � crucial para melhorar os resultados do tratamento. Embora a bi�psia da
pr�stata seja o padr�o ouro, sua invasividade e seus riscos levaram ao
interesse em testes de plasma como o PSA. No entanto, a precis�o destes m�todos
� limitada, motivando a busca por biomarcadores e testes gen�micos mais
espec�ficos. A integra��o de m�ltiplas abordagens poderia melhorar a detec��o precoce
e reduzir a morbilidade e a mortalidade, mas � necess�ria uma valida��o
rigorosa antes da implementa��o generalizada.
Palavras-chave: Pr�stata, Bi�psia, PSA, Biomarcadores, Est�gios.
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Introducci�n
En
2020 el c�ncer de pr�stata (CaP) represent� el cuarto
con mayor incidencia mundial y el octavo en mortalidad. En Am�rica Latina se
observa una incidencia creciente, la cual se espera se duplique para el a�o
2030. El c�ncer de pr�stata inicialmente no produce s�ntomas y se manifiesta
mediante un aumento del ant�geno prost�tico espec�fico (PSA) sangu�neo o por un
tacto rectal anormal, que deben ser seguidos por un estudio ecogr�fico
transrectal o transperineal con extracci�n de una
biopsia prost�tica de 12 a 14 cilindros. Generalmente el valor de PSA total
mayor a 4 ng/mL ha sido considerado el umbral para
realizar una biopsia, aunque tambi�n se reportan casos de c�ncer de pr�stata
con niveles bajos de PSA total (1).
La
incidencia analizada de c�ncer de pr�stata ha mostrado una amplia variabilidad
(hasta 25 veces) entre los diferentes pa�ses del mundo, siendo esta diferencia
m�s alta en Australia/ Nueva Zelanda y Norteam�rica (encontrando en estos una
tasa de incidencia estandarizada por edad de 111,6 y 97,2 casos por cada
100.000 varones, respectivamente) y en Europa Occidental y del Norte. Esto
puede deberse, en parte, al uso sistem�tico de m�todos de diagn�stico precoz
como la prueba del ant�geno prost�tico espec�fico (PSA) y a la mejora y
extensi�n del uso de m�todos de diagn�stico por imagen (2).
Esta
patolog�a a nivel mundial, de acuerdo al Observatorio Mundial del C�ncer del
2020, se estim� 1414259 nuevos casos, representando el 14.1%, adem�s del
reporte de 375304 personas fallecidas, estableci�ndose as�, como la quinta
causa de muerte en hombres con un 3.8%. Ahora bien, se ha previsto que 01 de
cada 06 hombres ser� diagnosticado con esta patolog�a durante el transcurso de
su vida y que para el a�o 2018 se notificar�n 1276106 nuevos casos y 358989
muertes alrededor del mundo. Su incidencia var�a en funci�n espacio geogr�fico,
el estilo de vida del paciente y los factores de riesgo ambientales que
presenta. Respecto a la Latinoam�rica, sustentado en la Organizaci�n Mundial de
la Salud, esta neoplasia presenta el 54.2 de incidencia anual, con 214522 casos
(15%) ubic�ndolo en el primer lugar y con una mortalidad del 15.7%. En
Argentina, se report� 11686 (8.9%) nuevos casos en el 2020 y 3964 fallecimiento
(5.7%). En Chile se reportaron 8157 (15%), siendo la neoplasia con mayor n�mero
de casos nuevos y con 2296 fallecimientos lo que supone un 8%, convirti�ndose
en la tercera causa de mortalidad (3).
La
etapificaci�n inicial del c�ncer de pr�stata es de
gran importancia al ser determinante en la estimaci�n del pron�stico y la
consiguiente decisi�n respecto a la mejor estrategia terap�utica.
Hist�ricamente, la evaluaci�n de extensi�n tumoral m�s all� del compromiso locorregional se ha reservado para los pacientes en los que
se estima un alto riesgo de recidiva posterior al tratamiento con intenci�n
curativa. Los m�todos de imagen convencionales utilizados para este prop�sito
son la cintigraf�a �sea y la tomograf�a computada de abdomenpelvis, para la evaluaci�n de extensi�n a esqueleto
y partes blandas, respectivamente (4).
Metodolog�a
En
el presente estudio, se emple� una metodolog�a de revisi�n bibliogr�fica
exhaustiva para investigar la eficacia del diagn�stico temprano del c�ncer de
pr�stata mediante biopsia y an�lisis plasm�ticos. Se realiz� una b�squeda
sistem�tica en bases de datos pertinentes, incluyendo PubMed, Scopus y Web of Science, utilizando t�rminos de b�squeda espec�ficos
relacionados con el tema. Se seleccionaron estudios que cumpl�an con criterios
predefinidos de inclusi�n, como ensayos cl�nicos controlados, trabajos de grado,
revisiones sistem�ticas y metaan�lisis. Se examinaron detenidamente los
resultados de cada estudio, evaluando la sensibilidad, especificidad, valores
predictivos y otras m�tricas relevantes de los m�todos diagn�sticos estudiados.
Los hallazgos fueron sintetizados y presentados de manera coherente. Este
enfoque metodol�gico permiti� obtener una visi�n completa y actualizada sobre
la eficacia de las t�cnicas de diagn�stico temprano del c�ncer de pr�stata,
proporcionando una base s�lida para futuras investigaciones y pr�cticas
cl�nicas.
Resultados
Factores de riesgo
En
la actualidad, solo la edad, la raza y los antecedentes familiares se
establecen como factores de riesgo constatados.
- Edad:
Cerca del 80% de los canceres de pr�stata aparecen en varones de 64 o m�s
a�os de edad. La probabilidad de desarrollarlo antes de los 40 a�os es de
1/10.000, de 1/103 entre 40 y 49 a�os y de 1/8 entre 60 y 79 a�os.
- Raza:
es m�s frecuente en hombres afroamericanos (100 casos�100.000) que en
hombres blancos (70 casos�100.000).
- Factores
gen�ticos. En torno a un 9-10% de los casos
tienen una base gen�tica. En los varones diagnosticados de c�ncer
prost�tico antes de los 50 a�os de edad, esta proporci�n es superior al
40%. El riesgo es 2 veces mayor entre los hijos de varones con c�ncer
prost�tico. Se ha identificado un locus causante en el cromosoma 1 en su
brazo largo q, existiendo asociaci�n con el gen Brest Cancer
1 o en espa�ol gen del c�ncer de mama que tiene como siglas BRCA-1, sobre
todo en familias con tres o m�s varones afectos de c�ncer prost�tico (5).
Otros
factores que a�n faltan comprobar son:
- Factores
ambientales: se piensa que existen factores
ambientales asociados a la exposici�n a plaguicidas, metales como cinc,
cadmio, etc.
- Factores
diet�ticos: la dieta �ltimamente se constata
como un posible elemento de prevenci�n del riesgo para el c�ncer
prost�tico. Se puede disminuir el riesgo de padecer c�ncer prost�tico
siguiendo una dieta baja en grasas y rica en verduras, frutas y cereales.
Se ha publicado en el a�o 2014 un estudio en el que se aboga por la dieta
mediterr�nea y la toma de br�coli como medidas preventivas contra el
c�ncer prost�tico. Diversos estudios epidemiol�gicos han mostrado una
relaci�n directa entre la obesidad, el s�ndrome metab�lico y el c�ncer
prost�tico. El Cancer Prevention
Study demostr� que los hombres con un �ndice de
masa corporal superior a 32,5 kg/m2 presentaban m�s probabilidad de morir
de c�ncer prost�tico.
- Niveles
elevados de andr�genos y testosterona. Se han
relacionado con la presencia de c�ncer prost�tico. Con base en esta
premisa se han realizado 2 estudios preventivos, uno con el f�rmaco finasterida y otro con el f�rmaco dutasterida.
Ambos f�rmacos neutralizan la acci�n de la 5 alfa reductasa de la
pr�stata. El f�rmaco dutasterida disminuy�
significativamente el n�mero total de c�ncer prost�tico, sobre todo de
bajo y medio grado, y aument� muy ligeramente el diagn�stico de c�ncer
prost�tico de alto grado. En pacientes con hiperplasia benigna de pr�stata,
la dutasterida podr�a aportar una disminuci�n en
el riesgo de presentar c�ncer prost�tico.
- Virus:
Se sospecha que distintos virus como el del herpes, citomegalovirus,
papiloma e infecciones bacterianas de transmisi�n sexual puedan ser una
causa de c�ncer prost�tico en varones con susceptibilidad gen�tica.
- Antiinflamatorios:
Algunos estudios relacionan la toma habitual de antiinflamatorios
(ibuprofeno, aspirina, etc.) con la disminuci�n del riesgo de presentar
c�ncer prost�tico (5).
Clasificaci�n del c�ncer
de pr�stata
Si
se confirma el diagn�stico de c�ncer de pr�stata mediante biopsia resulta
necesario realizar un estudio de extensi�n y proceder a su clasificaci�n.
Existen diferentes maneras de clasificar al paciente con c�ncer de pr�stata,
aunque fundamentalmente se agrupan en dos: estadio y riesgo. Para ello resulta
imprescindible el conocimiento de otros componentes o subclasificaciones como
son la extensi�n del tumor (TNM), si la fase en que se encuentra el paciente es
cl�nica o patol�gica, el grado histopatol�gico o Gleason y el valor de PSA (6).
- TNM
(tumor-nodes-metastasis)
- TX El tumor primario no puede
evaluarse
- T0 Sin evidencia de tumor
primario
- T1 Tumor no evidenciado
cl�nicamente mediante tacto rectal o diagn�stico por im�genes
- T1a Hallazgo histol�gico
incidental de tejido tumoral en ≤ 5% del total de la muestra
resecada
- T1b Hallazgo histol�gico
incidental de tejido tumoral en >5% del total de la muestra resecada
- T1c Tumor identificado mediante
punci�n biopsia con aguja (por ejemplo, debido a un PSA elevado)
- T2 Tumor confinado a la gl�ndula
prost�tica
- T2a Tumor confinado a ≤
50% de un l�bulo prost�tico
- T2b Tumor confinado a >50% de
un solo l�bulo prost�tico
- T2c Tumor que compromete ambos
l�bulos prost�ticos
- T3 Tumor que se extiende a
trav�s de la c�psula prost�tica (implica extensi�n extracapsular, no solo
contacto capsular)
- T3a Extensi�n extracapsular (uni o bilateral)
- T3b Tumor que invade ves�cula(s)
seminal(es)
- T4 Tumor fijo o que invade
estructuras adyacentes: pared pelviana, recto, esf�nteres externos, vejiga
o m�sculos elevadores (excepto ves�culas seminales) (6).
- N:
Ganglios linf�ticos regionales
- NX Ganglios linf�ticos regionales
no pueden ser evaluados.
- N0 Sin ganglios linf�ticos
regionales comprometidos.
- N1 Presencia de met�stasis en
ganglios linf�ticos regionales (6).
- M: Met�stasis a distancia*
- M0 Ausencia de met�stasis a
distancia
- M1 Presencia de met�stasis a
distancia
- M1a Presencia de met�stasis en
ganglio(s) linf�tico(s) no regionales
- M1b Presencia de met�stasis en
tejido �seo
- M1c Existencia de met�stasis a
distancia en otro(s) sitio(s) (con o sin compromiso �seo) *
Cuando
hay presencia de met�stasis en m�s de un sitio, se usa la categor�a m�s
avanzada: la pM1c (6).
Estadio
Figura 1. Estad�os cl�nicos del c�ncer de pr�stata.
Fuente: Alonso
Prieto (7).
- Estad�o I: C�ncer restringido �nicamente a pr�stata.
- Estad�o
II: El c�ncer est� m�s avanzado que en el estad�o
I, pero a�n no se ha extendido fuera de la pr�stata.
- Estad�o
III: El c�ncer se ha extendido m�s all� de la capa externa de la pr�stata
hasta los tejidos vecinos. Afecta a ves�culas seminales.
- Estad�o
IV: El tumor se ha extendido a ganglios linf�ticos cerca o lejos de la
pr�stata o a otras partes del cuerpo como recto, vejiga, pulm�n o hueso
(met�stasis) (7).
Diagn�stico
Biopsia prost�tica
En
su comienzo la biopsia de pr�stata se realizaba a ciegas sobre las zonas
sospechosas seg�n el tacto rectal; autores como Rifkin, introducen en 1983 la
biopsia de pr�stata ecodirigida como t�cnica
diagn�stica en el c�ncer de pr�stata. Otros autores como Torp-Pedersen
continuaron con el desarrollo de la biopsia ecodirigida,
convirti�ndose, hoy en d�a, en elemento diagn�stico fundamental en la detecci�n
del c�ncer de pr�stata (7).
Biopsia est�ndar
La
necesidad de una biopsia de pr�stata (10 o 12 cilindros) ha de determinarse en
funci�n de la concentraci�n de PSA, un tacto rectal sospechoso o ambos. Tambi�n
debe tenerse en cuenta la edad del paciente, enfermedades concomitantes (�ndice
ASA e �ndice de comorbilidad de Charlson) y las
consecuencias terap�uticas. El primer valor elevado de PSA no deber�a conllevar
una biopsia inmediata. El valor de PSA debe repetirse tras varias semanas en
condiciones �ptimas: sin eyaculaci�n previa ni manipulaci�n (sondas,
cistoscopia o resecci�n transuretral, y sin infecci�n urinaria) en el mismo
laboratorio, utilizando los mismos m�todos (grado de comprobaci�n cient�fica:
2a) (7).
Biopsias de repetici�n
Las
indicaciones de las biopsias de repetici�n son:
- Elevaci�n del PSA o PSA
persistente, y tacto rectal sospechoso.
- Proliferaci�n microacinar at�pica (ASAP).
El
momento �ptimo para repetir la biopsia es muy controvertido, depende del
resultado histol�gico de la biopsia basal y de una sospecha persistente de
c�ncer de pr�stata (PSA alto o elevaci�n importante, tacto rectal sospechoso,
antecedentes familiares). Cuanto m�s tarde se practique la biopsia de
repetici�n, mayor es la tasa de detecci�n�
(7).
Limitaciones de la
biopsia prost�tica
Las
limitaciones de la biopsia prost�tica pasan por la incapacidad de diagnosticar
un c�ncer prost�tico en primeras biopsias, siendo necesario llevar a cabo
biopsias de repetici�n (incluso con un gran n�mero de cilindros), y sobre todo
en esas situaciones d�nde el PSA contin�a subiendo y la biopsia previa es
negativa. Esto es entendible, ya que no es posible mapear toda la gl�ndula,
siendo necesarios elementos de imagen como el power doppler y/o el contraste sonogr�fico
que permiten incluir cilindros de las zonas sospechosas y reducir el n�mero
total de cilindros de la biopsia aleatoria est�ndar, cuestiones que se
mencionaran al explicar estos m�todos diagn�sticos de imagen (7).
Ant�geno Prost�tico
Espec�fico (APE)
Es
una glicoprote�na producida por las c�lulas glandulares y ductales prost�ticas.
Su funci�n es lisar el co�gulo de semen. Normalmente circula en concentraciones
plasm�ticas muy bajas, con una vida media de 2,2 a 3,2 d�as. En el suero se
detecta por t�cnicas de anticuerpos monoclonales con una variabilidad menor al
10%. En la confiabilidad del marcador intervienen principalmente variables
preanal�ticas y anal�ticas. Entre las primeras mencionaremos que no presenta
ritmo circadiano, tiene una variabilidad biol�gica baja cercana al 10%. Entre
las modificaciones iatrog�nicas que pueden modificar su titulaci�n, la m�s
importante es la biopsia prost�tica que induce un significativo aumento en APE,
que persiste por m�s de dos semanas. El tacto rectal no produce cambios
significativos, sin embargo, se recomienda un intervalo mayor de 2 horas entre
ambos ex�menes. Para la ecograf�a transrectal y el masaje prost�tico el
intervalo recomendado es mayor de 24 horas (8).
En
resumen, las recomendaciones son evitar cualquier manipulaci�n prost�tica
previa a la toma de la muestra y realizar las determinaciones seriadas con un
mismo m�todo. Desde su introducci�n en cl�nica como un detector de riesgo de
c�ncer prost�tico, el APE se ha convertido en el marcador tumoral m�s eficiente
que existe en medicina. No obstante hoy d�a, incluso sus m�s fervientes
partidarios lamentan su especificidad todav�a baja. Se estima que la
sensibilidad de APE est� en el rango del 70% y el valor predictivo positivo
entre 26 y 52%. Los m�todos m�s recomendados para mejorar la especificidad de
APE son: ajuste a la edad, velocidad de APE y % de APE libre (8).
El
ajuste de APE con la edad consiste en variar la cifra de corte de acuerdo con
la edad del paciente. Los l�mites de normalidad aconsejados al emplear este
m�todo son los siguientes: para 40 a 49 a�os 0 a 2.5 ng/ml, 50 a 59 a�os 0 a
3.5 ng/ml, 60 a 69 a�os 0 a 4.9 ng/ml y 70 a 79 a�os 0 a 5.8 ng/ml (8).
Ant�geno Prost�tico Libre
En
el �ltimo tiempo ha ganado importancia la determinaci�n de la fracci�n libre de
APE y su proporci�n con el valor total. Un % menor del 22% de fracci�n libre es
sospechoso de c�ncer. Esta medida puede ser una ayuda especialmente en la
llamada zona gris de APE, con valores entre 4 y 10 ng/ml y mejorar la
especificidad del examen, con el consecuente ahorro de biopsias innecesarias (8).
Seg�n
la American Cancer Society,
la sensibilidad del PSA para valores de referencia de 4 ng/ml y 3 ng/ml para el
diagn�stico de c�ncer es del 21% y 32% respectivamente. Una especificidad de
91% para valores de corte de 4 ng/ml y de 85% para valores de 3 ng/ml de PSA (9).
Examen 4K (panel
4-calicre�nas s�ricas)
El
4K score test (por su descripci�n en ingl�s), como su nombre indica, combina
los valores plasm�ticos de 4 calicre�nas usadas como marcadores prost�ticos:
PSA total (tPSA), PSA libre (fPSA),
PSA intacto (iPSA) y la calicre�na-2 (hK2). En su
mayor�a el PSA en plasma se encuentra unido a inhibidores de proteasas y una
peque�a cantidad se encuentra libremente (fPSA), este
PSA libre asume 3 formas moleculares: iPSA, pro-PSA y
BPSA. Un menor valor de fPSA en proporci�n con tPSA se relaciona m�s con CP, mientras que un mayor valor
se asocia con enfermedad benigna. La calicre�na-2 se ha encontrado aumentada en
pacientes con CP de alto grado. Adicionalmente, en el 4K test se toman datos
como la edad de la persona, hallazgos al tacto rectal (n�dulos) y antecedente
de biopsia previa (9).
En
conclusi�n, el panel 4K permite individualizar la predicci�n de CP aun si
previamente no se le ha realizado al paciente la prueba de tamizaci�n o una
biopsia. Este panel disminuye alrededor de 41-71% de biopsias practicadas
innecesariamente. Sin embargo, existen limitaciones en cuanto a la
disponibilidad del panel en el escenario cl�nico cotidiano. Actualmente solo se
encuentra disponible en los Estados Unidos y el costo para los pacientes oscila
alrededor de 1.185 d�lares americanos (9).
Pruebas gen�micas
Tabla 1. Pruebas gen�micas de diagn�stico para
c�ncer de pr�stata.
Fuente: Urology
Care Fundation
(10)
Las
pruebas para el c�ncer de pr�stata avanzaron mucho con el pasar del tiempo. Su
m�dico/a realizar� pruebas en las c�lulas cancerosas para descubrir c�mo tratar
su afecci�n bas�ndose en el ADN de la c�lula. Esto se llama prueba gen�mica.
Nuestros genes pueden informar acerca de por qu� contraemos ciertas
enfermedades. Las pruebas gen�ticas informan sobre los problemas de salud que
son transmisibles en una familia (10).
Conclusi�n
La
eficacia del diagn�stico temprano del c�ncer de pr�stata mediante biopsia y
ex�menes plasm�ticos es crucial dada la naturaleza asintom�tica de esta
enfermedad en sus etapas iniciales y la necesidad de intervenir antes de que
progrese a estados m�s avanzados y potencialmente letales. La biopsia
prost�tica, a pesar de ser invasiva y estar asociada con riesgos como
hematuria, infecci�n o retenci�n urinaria, sigue siendo la t�cnica de
referencia para confirmar la presencia de c�ncer de pr�stata. Sin embargo, la
variabilidad en la interpretaci�n de los resultados y el riesgo de detecci�n
err�nea de c�nceres de bajo riesgo son preocupaciones importantes.
En
este contexto, los ex�menes plasm�ticos, como el ant�geno espec�fico de la
pr�stata (PSA), han sido ampliamente utilizados como herramientas de detecci�n,
aunque su precisi�n es limitada debido a la posibilidad de resultados falsos
positivos y falsos negativos. Adem�s, el PSA puede elevarse por diversas
razones adem�s del c�ncer, como la hiperplasia benigna de pr�stata o la
prostatitis, lo que genera confusi�n en la interpretaci�n cl�nica.
La
b�squeda de biomarcadores plasm�ticos m�s espec�ficos y sensibles, as� como el
desarrollo de pruebas gen�micas que analicen la expresi�n de genes relacionados
con el c�ncer de pr�stata, ofrecen promesas significativas para mejorar la
precisi�n diagn�stica. Sin embargo, la validaci�n rigurosa y la estandarizaci�n
de estas pruebas son fundamentales antes de su implementaci�n generalizada en
la pr�ctica cl�nica.
Una
estrategia �ptima de diagn�stico temprano del c�ncer de pr�stata podr�a
implicar la integraci�n de m�ltiples enfoques, aprovechando las fortalezas de
cada m�todo para mejorar la detecci�n precoz y reducir la morbimortalidad
asociada con la enfermedad. Esto requerir� una colaboraci�n estrecha entre
investigadores, cl�nicos y reguladores para garantizar que las decisiones
cl�nicas se basen en evidencia s�lida y actualizada, maximizando as� los
beneficios para los pacientes y minimizando los riesgos asociados con
intervenciones innecesarias o inadecuadas.
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