Percibiendo y concibiendo el espacio como sagrado

 

Perceiving and conceiving space as sacred

 

Percebendo e concebendo o espao como sagrado

 

Mara Giuseppina Vanga Arvelo I
maria.vanga@utm.edu.ec
https://orcid.org/0000-0003-0143-8381

,Edison Xavier Buitrn Nieto II
edison.buitron@utm.edu.ec
https://orcid.org/0009-0003-6239-6397
Jos Fabin Vliz Prraga III
fabian.veliz@utm.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-5356-4537
 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: maria.vanga@utm.edu.ec

 

Ciencias Tcnicas y Aplicadas

Artculo de Investigacin

 

* Recibido: 30 de enero de 2024 *Aceptado: 22 de febrero de 2024 * Publicado: 22 de marzo de 2024

 

       I.          Universidad Tcnica de Manab, Ecuador.

     II.          Universidad Tcnica de Manab, Ecuador.

   III.          Universidad Tcnica de Manab, Ecuador.

 


Resumen

El espacio es el resultado de la forma en cmo se relaciona el humano con el mundo, y la espacialidad es diferente de aquello que se considera como espacio medible. En ambos, el observador juega un importante papel. La experiencia como ser en el espacio hace que el espacio se aferre a la existencia y por ende el observador. Se plasmar como se percibe el espacio desde el punto de vista fenomenolgico, sin el cual no tendra sentido la bsqueda de conocimiento asociado a lo que debe ser un Espacio Sagrado. Dicha comprensin ser un viaje en el que, a travs de los ojos de eruditos, se trae a la consciencia todo lo que implica el espacio. Una vez trado a la conciencia ha pasado por un proceso cognitivo en el que, a travs de los filtros del entendimiento es que es revelado ste, el nuevo entender fenomenolgico de todo lo que implica percepcin, espacialidad, corporalidad y sagrado. Dicha inspiracin viene del encuentro con Merleau Ponty, Edmund Husserl y Martin Heidegger. Estudiar el ncleo constituyente de las cosas y su esencia es encontrarse fenomenolgicamente ante la cosa. Si se es capaz de definir la esencia de la percepcin y la esencia de la conciencia, se es capaz de volver a las cosas mismas en un ser aparecer sagrado.

Palabras Clave: espacio sagrado; fenomenologa de la percepcin; percepcin del espacio.

 

Abstract

Space is the result of the way humans relate to the world, and spatiality is different from what is considered measurable space. In both, the observer plays an important role. The experience as a being in space makes the space cling to existence and therefore the observer. It will reflect how the space is perceived from the phenomenological point of view, without which the search for knowledge associated with what a Sacred Space should be would not make sense. Such understanding will be a journey in which, through the eyes of scholars, everything that space entails is brought to consciousness. Once brought to consciousness, it has gone through a cognitive process in which, through the filters of understanding, this is revealed, the new phenomenological understanding of everything that implies perception, spatiality, corporality and sacredness. This inspiration comes from the meeting with Merleau Ponty, Edmund Husserl and Martin Heidegger. To study the constituent core of things and their essence is to find oneself phenomenologically before the thing. If one is able to define the essence of perception and the essence of consciousness, one is capable of turning things themselves into a being that appears sacred.

Keywords: sacred space; phenomenology of perception; perception of space.

Resumo

O espao o resultado da forma como o ser humano se relaciona com o mundo, e a espacialidade diferente do que considerado espao mensurvel. Em ambos, o observador desempenha um papel importante. A experincia como estar no espao faz com que o espao se agarre existncia e, portanto, ao observador. Refletir como o espao percebido do ponto de vista fenomenolgico, sem o qual a busca pelo conhecimento associado ao que deveria ser um Espao Sagrado no faria sentido. Tal compreenso ser uma jornada em que, atravs do olhar dos estudiosos, tudo o que o espao acarreta ser trazido conscincia. Uma vez trazida conscincia, passou por um processo cognitivo em que, atravs dos filtros da compreenso, se revela esta, a nova compreenso fenomenolgica de tudo o que implica percepo, espacialidade, corporalidade e sacralidade. Esta inspirao vem do encontro com Merleau Ponty, Edmund Husserl e Martin Heidegger. Estudar o ncleo constituinte das coisas e sua essncia encontrar-se fenomenologicamente diante da coisa. Se algum for capaz de definir a essncia da percepo e a essncia da conscincia, ser capaz de transformar as prprias coisas em um ser que parece sagrado.

Palavras-chave: espao sagrado; fenomenologia da percepo; percepo do espao.

 

Introduccin

Segn Merleau Ponty (1945), La estructura de la percepcin efectiva es la nica que pueda ensearnos lo que sea percibir. La impresin pura no slo es, pues, imposible de hallar, sino tambin imperceptible y, por ende, impensable como momento de la percepcin (p. 26). Indica que Cada parte anuncia ms de lo que contiene, con lo que esta percepcin elemental est ya cargada de un sentido (p. 25). La afectividad subyace en la percepcin, concibindola de forma nica dentro de la esfera del observador, y es por eso que la pureza dentro de cada percepcin es vlida slo para ese observador. Cada cara de lo que se percibe por eso, en su formato individual, es elemental, ms en su contexto, es ms rica de lo que ese acto individual de percepcin concibe.

Por eso Husserl habla de que el objeto primario de la percepcin es cosa particular, y es la atencin lo que hace que se capte el momento, la caracterstica y la determinacin de algo. La percepcin se vive y es lo que nos contacta con el mundo. Los objetos que percibimos no son conscientes y por tanto tampoco lo son las caractersticas que le atribuimos a ellos. Si el objeto no existe, tampoco existen sus particularidades. La percepcin no capta sensaciones ni cualidades sino objetos particulares del mundo y el estado de las cosas; se dirige no solo a cosas del mundo externo sino tambin a sucesos enlazados a esas cosas. Se ven cosas, pero tambin se ven momentos (Husserl, 1984a) (Husserl, 1984b) (Paredes, 2012).

Para Heidegger, lo que aparece se muestra inmediatamente como lo que es, a merced del uso previo de ese aparecer, apareciendo la cosa como determinada. Esta conexin entre lo que aparece y lo que trae consigo la ve como un volver o un retornar (Heidegger, 1925). La percepcin se mueve en un campo ya constituido donde se lleva a cabo la interpretacin, la percepcin es un modo de dirigirse a, es un permitir que las cosas se muestren tal y como son cindose a ellas, es dejar aparecer a la cosa misma, retira lo oculto y libera a la cosa para que se muestre en si misma (Heidegger, 1927a) (Rodrguez, 2013).

Ahora bien, etimolgicamente concebir, viene del latn concipere, que significa tomar enteramente, contener (Etimologas, 2024). Para la Real Academia Espaola es formarse una idea, comprender algo (RAE, 2024). Se pretende con esta reflexin, que se conciba al espacio como sagrado, para que de esta manera se le de su debido respeto y se aprecie la coleccin de valores que trae consigo en su aparecer. La concepcin misma primaria como sagrado en la mente del arquitecto antes de ser concebido, har que el objeto brindado al mundo, fruto de su percepcin, permita que aparezca la cosa misma como sagrada.

 

Reflexin

Percibiendo el espacio fenomenolgicamente

Para Merleau Ponty (1945), la realidad no se construye ni se constituye, sino que se describe. Las percepciones son estados cambiantes constantes y a pesar de no poderlas vincular a ciencia cierta con el contexto, son situadas en el mundo a diferencia de los ensueos. Hablemos de la percepcin del espacio a la luz de Merleau.

La fenomenologa re-sita la esencia dentro de la existencia y es comprensible al mundo y al hombre a partir de su facticidad. Es una descripcin directa de la experiencia tal y como es, sin importar su procedencia ni las definiciones que expertos puedan dar de ella. Solo se puede encontrar el verdadero sentido de la fenomenologa dentro de s mismo.

En la fenomenologa se describe y no se explica ni analiza. Es el volver a las cosas mismas. Volver a las cosas mismas implica saber que no se es el resultado de causalidades que determinan al cuerpo o la psiquis, al no poderse pensar como solo una parte del mundo como un objeto. Todo se sabe a partir de una experiencia del mundo.

La ciencia es una explicacin del mundo percibido. No se es un ser viviente con las catalogaciones de las ciencias. Se es la fuente absoluta y las experiencias no vienen dadas por lo que antecede al ser. Es la fuente la que va a lo que lo antecede y lo mantiene, al ser el mismo quien hace ser para s. Se es un sujeto de la experiencia, capaz de generar el ser del objeto si capta su esencia.

No se es un momento en el mundo, el mundo est ah antes de poderse haber hecho algn anlisis, el mundo es el medio natural donde yacen todos los pensamientos y percepciones. El hombre est en el mundo y es en l donde se conoce, de all que se es un sujeto brindado al mundo.

En el descubrimiento de la esencia, encontramos que la esencia es el ncleo constituyente de las cosas, es atenerse a lo dado sin interferencia de lo que no le pertenece a eso. Cuando se busca la esencia de las cosas, es el buscar lo que es, es esa parte invariable de algo, captada por la intuicin, remitiendo a lo absolutamente real.

En cuanto a la expresin del fenmeno, ir detrs de las cosas mismas es saber que consisten en un ser un aparecer. Se muestran y se manifiestan donde aparece todo aquello a lo que es atribuido ser. El fenmeno no es algo asociado a lo exterior. No hay cosas detrs del fenmeno, no tiene apariencia de ser, es imagen de su propio aparecer.

El lugar del aparecer tiene lugar en la conciencia, no concebida sta como un ente ni un mbito en el cual aparecen las representaciones de las cosas exteriores.

La conciencia es intencional porque tiende hacia algo y constituye al objeto como objeto, descartndose su existencia fuera de la mente.

La intencionalidad como algo que se aparece, es una referencia a, es un dirigirse hacia algo, pero este algo no es la intencin misma, no se aparece jams la propia conciencia.

En el algo como objeto, cuando la conciencia se dirige a algo, y constituye al objeto, ste no es real, sino ideal, sin implicar subjetividad.

La percepcin no es el resultado casual de las sensaciones, tiene una dimensin activa que representa una apertura al mundo de la vida. La percepcin es un proceso cognoscitivo en el que se unifican mltiples sensaciones y es esta unificacin la que permite distinguir un objeto del sujeto y de otros objetos, concedindole la importancia merecida a aquellos que impliquen sacralidad.

Concebir un Espacio Sagrado debe provenir de conocer la esencia de la conciencia: percibirse a s mismo en el mundo y por tanto entender el lugar que se ocupa en el espacio; debe provenir de conocer la esencia de la percepcin de ese espacio.

El no poderse pensar como solo una parte del mundo en tanto objeto, y que lo que se sabe es sabido a travs de la experiencia, se deben usar las causalidades que determinan la mente en funcin de la bsqueda del equilibrio energtico.

Si no se es producto de lo que antecede pues ya no se es aquel que se era, y que se es s mismo la propia fuente, se debe buscar lo que es e ir detrs de las cosas mismas para que se manifiesten en ser en su aparecer. El aparecer que se da en la conciencia, que es intencional, tiende hacia algo y ese algo se puede diferenciar de otros mediante la cognicin perceptiva. El espacio es percibido al percatarse del mundo, no mediante simples sensaciones. Ir detrs de la bsqueda de un espacio especial hace surgir la manifestacin del ser, que por medio del aparecer es escogido y se le da el valor diferencial respecto a otros.

 

La espacialidad del Dasein y el espacio

Martin Heidegger (1927b) adopt el termino Dasein para develar en el ser humano su modo de ser, determinando su existencia, el ser ah, cuando en este humano se produce la apertura al Ser.

El estar en el mundo es un modo constitucional del Dasein. El Dasein descubre al mundo en la forma en que el mundo es mundo y deja al ente en libertad. El estar en del Dasein no implica espacialidad, el estar-en-el-mundo circunspectivo s. El mundo circundante implica que se est ah y que hay cosas que rodean a. El Dasein es espacial en relacin a la des-alejacin, y es l quien se da cuenta que algo est lejos o cerca, en relacin a s mismo no hay espacialidad, ya que no se est lejos respecto de s. El Dasein es quien se va abriendo espacio en el mundo en cuanto se ocupa de, forma el mundo parte de su estructura, sin valer separacin con l, ya que sin el Dasein no hay mundo porque es la existencia, el ah ser, el estar ah haciendo algo. En el ah el Dasein se hace accesible a la verdad del ser, conocindose as a s mismo y conociendo as todas las cosas.

En esta apertura del mundo, todava no se vislumbra el espacio en funcin de posicionamiento. El espacio es descubierto al Dasein cuando se entiende la zona, que no es ms que donde se ha asignado que estn el conjunto de tiles. Esta asignacin de lugar no tiene nada que ver con el lugar propio de las cosas, sino ms bien desde el punto de vista de la direccionalidad. Las cosas tienen un adnde estar y ese adnde estar es considerado como su zona. Cuando se habla del adnde se es remitido a ocuparse de, es decir, cuidar de, que implica el dejar-ser en libertad. Las cosas estn all por su utilidad, dejarlas libres es dejar que cada cosa sirva para lo que fue creada. Aquello que est a la mano refiere a espacialidad, el ser de lo a la mano referido a circundante, est asociado espacialmente con la zona en donde se encuentra. Lo a la mano por ende tiene direccin. Dentro de la circunspeccin del ocuparse, lo a la mano dentro del mundo queda desalejado y puede orientarse en direcciones. Es el propio Dasein quien desaleja.

El ser a la mano y el ser ante los ojos son los entes que estn en el mundo (tiles - cosas), dejar que comparezcan, es decir, que estn en el mundo, es abrir espacio. Cuando se abre espacio, se habla nuevamente de dejar en libertad: lo de a la mano, a la razn de ser de los entes, permitirle a las cosas que (dejar surgir su esencia).

Para el Dasein y la ocupacin del mundo (en cuanto a lo que le rodea), solo puede ser un ordenador de cosas en el espacio, un ordenador de tiles, ya que cada Dasein organiza su cotidianeidad. La zona y su espacialidad no estn explcitas ante las miradas. La espacialidad est asociada, en cuanto a lo que rodea al ser, no en lo inmediatamente a la mano, sino a su estar ah, sin ser llamativo sino siendo, siendo absorbido por la misma circunspeccin. El estar en, est asociado a la existencia, en donde por ese estar ah es descubierta la espacialidad.

El Dasein viene con su propio espacio. El espacio est en el mundo en la medida en que el Dasein lo abre, la espacialidad es una caracterstica del Dasein y no de los entes del mundo. La espacialidad de lo inmediatamente a la mano cae bajo la mirada, en la medida en que se convierte en medible.

Cuando se descubre el espacio, las zonas de lo de a la mano son pasadas a dimensiones puras. Todos los lugares que el Dasein ha organizado y le ha asignado cono lugares propios a los tiles, son en realidad lugares que pueden ser ocupados por cualquier cosa, al ser el Dasein quien los ordena. El mundo pierde lo de lo de circundante al convertirse en el mundo natural, las cosas solo estn ah; se est ah en el mundo, las cosas rodean independientemente de s.

El Dasein ya ha descubierto un espacio, ya que el espacio es una posibilidad pura, el espacio es todo el tiempo porque est en el Dasein. El hecho de que el espacio se muestre al mundo, todava no deja ver su ser. El espacio no necesita de espacialidad, en el sentido de medicin o de lo a la mano. Todava no se est claro con el ser del espacio, ya que no basta solo con el conocimiento cientfico que se tenga de l, tambin se debe estar claros en cuanto al ser en general. Para comprender el espacio se debe, atender al fenmeno que ste representa, y no encuadrarse en el ser del espacio, sino atender al ser en general.

El espacio solo puede concebirse si es concebido el mundo. El mundo y el espacio van en pareja, ya que son y se abren con el Dasein, estn en el mundo del Dasein. La espacialidad solo puede ser descubierta en la espacialidad del mundo, es decir, estar en l (aunque no sea posible salir de l, sino, a partir de l). En el estar en el mundo del Dasein, el espacio es constitutivo del mundo, debido a la esencia de su espacialidad.

La existencia descubre al mundo en su forma y libera los objetos, pero el hecho de estar en un lugar no implica espacialidad, es la existencia la que se abre espacio en el mundo. El estar en l haciendo algo, permite llegar a la verdad del ser. Si se sabe que las cosas tienen un dnde estar se ocupar de dejar que cada cosa sirva para lo que fue creada. Si se le da libertad a eso que se ha creado como Espacio Sagrado, se habr dejado surgir su esencia, se habr liberado y dejado-ser y ser entonces cuando la existencia ser brindada al mundo descubrindolo, descubriendo su sacralidad.

La especialidad de un Espacio Sagrado no est circunscrita a lo que se tiene inmediatamente a la mano en l, sino a, en quien el ser se convierte cuando est en l. Si se est en, se descubre la magia de la espacialidad de ese espacio. La caracterstica de ese Espacio Sagrado y su forma de estar en el mundo depende de cmo la existencia se abre a l, es la existencia quien lo ordena. Concebir un Espacio Sagrado depende de si se concibe al mundo o no. El mundo y el espacio van de la mano en tanto se abren a la existencia.

 

Habitar corporalmente en el espacio

Waldenfels (2004), resea cmo es el habitar corpreamente en el espacio.

Todo comienzo implica un regreso del espacio manifestado. Existen espacios inhabitables, como el cartesiano, en contraste con el espacio fenomenolgico. El espacio habitable est formado por un aqu y ahora que son corporales y cuya extensin es de varias dimensiones y se dispone en espacio prximo y lejano, interior y exterior.

Todo regreso cuestiona la localizacin y virtualidad del espacio, al no estar por completo en el sitio donde se est. La diferencia de un lugar propio y otro que no es familiar no encaja en ningn lugar comn.

Para comprender el punto de partida de cmo es habitar corporalmente en el espacio, en un espacio, se recorrer el camino de retorno, los marcadores espaciales y el lugar.

 

 

 

 

 

. El retorno del espacio

Hay conceptos centrales en los que cotidianamente no se piensa, sino que son tomados junto con otros que conforman generalidades. Estos conceptos constituyen una red que encierra lo que es la cultura, y todos llevan implcita una cultura impregnada de filosofa. Se reflexiona a continuacin sobre estos conceptos medulares como lo son cuerpo y espacio.

Cuando se habla de espacio, es ineludible pensar en el concepto de tiempo, habindose ganado ste un lugar importante porque parece estar ms cerca de lo que envuelve a la vida que el espacio mismo, concentra el ahora lo que fue, lo que es y lo que ser en el futuro. El tiempo se concientiza, ms no tiene un lugar. La ventaja del tiempo en relacin al espacio es la relacin de ste con el dinamismo de la historia, en contraste con la quietud del espacio. El tiempo es vertido hacia fuera, al ser el espacio una vasija sin estructura cuya exterioridad proviene de un interior reforzado y mientras ms se alejan las cosas en el espacio, ms se adentra la persona en el alma y el espritu.

El concepto de espacio y el del tiempo estn vinculados al observador segn la teora de la relatividad y la cuntica, as como un smbolo lingstico permanece en la lengua, en el que, el hablar se convierte entonces en algo nico. No se puede dar espacio al tiempo para darle una estructura, ms bien son los procesos relativos al tiempo los que se escriben en el espacio.

El espacio concurre como lugar, sitio o regin. La teora cuntica y de la relatividad, han hecho que se incluya en el concepto de espacio y el del tiempo lo que es el observador o el hecho de medir. As como el lenguaje escenificado lleva implcito un escenario de dilogo, los lugares de conmemoracin no dan lugar a la espacializacin del tiempo sino al apunte de los procesos temporales en el espacio como huellas que intervienen en la memoria. El trmino de globalizacin tan usado rememora a la espacialidad amenazada con desaparecer por la presencia de internet. Las lneas fronterizas de la psique segn Freud se han extendido, aunque no se sepa hasta donde, lo que hace que estos conceptos deban ser peridicamente analizados.

Al extenderse las lneas de la psique y al estar amenazada de desaparicin la espacialidad, tambin se ve amenazado el espacio (cuya exterioridad proviene de un interior), ya que mientras ms se acercan las cosas en el espacio ms se aleja el ser del alma y el espritu. Es aqu donde el espacio sagrado representa un punto de partida en el que se retorna a al ser interior.

 

 

 

. Marcadores espaciales

Al ser revisado el concepto de espacio es necesario tener en cuenta la suposicin de que el espacio es una estructura o esquema vaco en el que, el estar de las cosas se revela al estar unas junto a las otras o fuera. La otra suposicin es la de que el espacio no funge como esquema sino como vasija o contenedor vaco, que puede ser llenado con el cuerpo u objetos corpreos. Habitar el espacio trae de vuelta, al pensar en l, el trmino de observador y la relacin con el lugar en que se encuentra circunscrito.

El aqu: cuando surge la pregunta qu significa el aqu?, se est asumiendo que de hecho existe ya un lugar, como un sitio diferente de otros en el espacio. El aqu es donde se encuentra el que dice aqu, pero para saber el lugar se debe saber tambin su correspondiente ubicacin. El dnde y el quin estn ntimamente ligados en una relacin, ya que el aqu es aqu y no cualquier lugar. Esta correspondencia indisoluble pone de manifiesto el dnde de la espacialidad y el quin de la corporalidad en el enunciado del aqu. Al hablar de corporalidad, se habla del lugar del cuerpo, y al hablar del lugar del cuerpo tambin est implcito el lugar del discurso. En este lugar algo es mostrado y es en esta muestra en donde encuentra expresarse. El espacio poco absorbe el aqu del discurso, as como poco absorbe el tiempo el ahora del discurso.

Ejes espaciales: existe un centro de orientacin determinado por el aqu corporal del que parten los ejes espaciales denominados arriba y abajo, delante y detrs, derecha e izquierda. El aqu espacial conforma un punto cero (segn Husserl), en relacin a las coordenadas, ya que el aqu espacial no est ni a la derecha ni a la izquierda, ni arriba ni abajo, ni delante ni detrs, simplemente es aqu. Pero esto no implica que no exista como punto en el espacio, sino que seala un lugar en el que comienza un orden espacial y es a partir de all donde se orienta un arriba y un abajo, una derecha y una izquierda o un arriba y un abajo... un no-lugar.

Las orientaciones espaciales estn sujetas a la valoracin que se haga de ellas. El arriba y el abajo, por ejemplo, van ms all de las implicaciones de la gravedad, implican opuestos. El contraste entre delante y detrs est marcado por el cuerpo, por el rostro que posee ojos que miran lo que est delante, aunque no visualicen lo que est detrs. Cuando se habla de derecha e izquierda, se juega un papel especial para algunas partes del cuerpo como las manos, pero no as para los odos y ojos. Lo derecho y lo izquierdo tambin se asocian a implicaciones de otra ndole, ya que se considera que algo derecho es algo legtimo, algo torpe es algo zurdo derecho implica un estado normal, izquierdo algo contrario, desviado o rebelde.

Estos ejes espaciales mencionados anteriormente, que sirven de orientacin espacial, no forman una estructura espacial como tal, en la que el cuerpo pudiera sujetarse. Las direcciones simplemente nacen en un movimiento de dirigirse hacia, en el que la direccin espacial puede ser transformada en otra... por ejemplo el movimiento de levantarse nuevamente, puede implicar simplemente restablecer un estado anterior relativo a la orientacin que se tena.

Estas orientaciones no slo son las que se ponen en movimiento, tambin pasa lo mismo con el hecho de volverse hacia y el volverse desde, as como el adelantarse y el retroceder, sin los cuales no tendra sentido la experiencia. El dirigirse est aferrado a un procedimiento abierto que posee desviaciones y que es constantemente sacado del camino no se lidia con un simple movimiento en el espacio, sino con un movimiento que en s constituye un espacio.

Proximidad y lejana: la proximidad y la lejana es una experiencia que forma continuamente el espacio con la aproximacin y el alejamiento, no tiene que ver solamente con la distancia medible entre las cosas, sino que puede ser medido en relacin a la forma de traslado. En el cuerpo se arraiga el poder de hacer del espacio un espacio de esparcimiento, permitiendo que, al cruzarse con el espacio, no sea un simple espacio que est entre objetos. La forma de traslado en un espacio sagrado determinar el poder de hacer del espacio un espacio sagrado.

Dentro y fuera: el aqu es ms que un centro de orientacin y un punto del que parten los movimientos disparados en diferentes direcciones, no es un cualquier parte en un espacio abierto al relacionarlo a alguien que est en su lugar es donde el aqu se profundiza para ser un lugar propio cuando lo que toma a un sitio se encierra a s mismo en ese lugar. El aqu se transforma en lugar de estancia, tomndolo como lugar propio y no como lugar cualquiera. El aqu sirve para auto-referenciar desde un hacia adentro y hacia fuera de distinto valor: un adentro y un afuera una zona interior y una exterior. El dentro es el lugar en el que se da la separacin de lmites es el lugar donde algo a alguien se aparta. La diferencia entre adentro y afuera viene dada al ver el espacio como una vasija la cual tiene un contenido, o lo que es lo mismo, la constitucin de la espacialidad como exterioridad. El adentro cobra sentido slo para un s mismo que se encuentra aqu en las manifestaciones de aqu y all. El lmite de adentro tiene comienzo en el propio cuerpo pudindose denominar a las cosas que rodean al hombre como extensiones o prolongaciones suyas por ejemplo la casa, que es una extensin de la esfera corporal interna y propia.

El espacio sagrado no es un en cualquier parte sino el lugar propio convertido en aqu, en donde se vuelca hacia dentro para luego regresar afuera. Este en cualquier parte est asociado slo a la corporalidad en el espacio sagrado, a un evento externo que gua a un evento interno. Pero en lo interno, se debe tomar en cuenta de que no existe el all pues es siempre aqu (un aqu de dentro, interno, y no un aqu de corporalidad), y el estado ideal sera el estar aqu siempre sin depender de cmo est all. Juega entonces un papel importante el lugar sagrado, ya que es un afuera que ayuda a permanecer en el aqu. Y en la medida en que se familiariza con permanecer en el aqu, en esa misma medida se ir no necesitando el all porque se habr descubierto una nueva forma de mostrarse al mundo.

Lleno y vaco: el lleno y vaco lo constituyen la forma en que alguien o algn objeto ocupan su espacio y comparte con su entorno un espacio interior. El lleno y el vaco son medidos por el grado de ocupacin, y la distribucin en el espacio muestra un grado determinado de densidad pero esta densidad no puede ser calculada por medidas mesurables como los metros cuadrados. De la persona depender la forma en que ocupe el espacio sagrado y como comparta su espacio interior en l.

 

. Entre el lugar y la alocalidad

Cuando se habla del retornar del espacio, esto no implica un regreso al espacio en el que se tiene un lugar seguro el retornar del espacio, es redescubrirlo es sentir que el cuerpo no es de una pieza y que entre los espacios hay siempre desplazamientos o hendiduras que hacen que nadie est completamente en su lugar dentro de la espacialidad misma.

Aqu y en otra parte: el lugar y la alocalidad de la pregunta: dnde se est? implica una distancia entre el lugar de la pregunta y el lugar por el cual se est preguntando. An cuando se pregunta lo mismo en otro lugar, tambin se est aqu. El aqu define cualquier tipo de orientacin y a pesar de que desde el aqu se anclan todas las orientaciones, se es un ser corporal y nunca se ancla el aqu est consigo en todas partes. Cuando se est fijo en un lugar, el movimiento se detiene, sin ancla, sin races. La existencia espacial del individuo se mueve cambiante entre dos polos determina la existencia espacial el individuo se mueve entre una espacialidad difusa y un sitio fijo representa el aqu cualquier parte que puede convertirse en todas partes.

Se considera tambin espacial a la denominada globalizacin, en donde la espacialidad corporal es prcticamente indiferente. El aqu de la globalizacin se resume a un aqu donde se encuentre el dispositivo de conexin. El cuerpo se mueve como cuerpo y como un cuerpo, es decir, se abre y proporciona un mundo en el que l aparece paralelamente. Esta duplicidad es claramente expresada al entender que se puede ser visto y ser tocado, y se puede ver y tocar expresa el modo de ser del cuerpo al estar aqu y en otra parte en el mismo tiempo.

Actualidad, habitabilidad y virtualidad del movimiento corporal: la dualidad mencionada se ve reflejada tambin cuando se habla y toma en cuenta el movimiento con el que un espacio es cruzado. Si se mira con lentes de tiempo, el lugar donde se puede estar remite a posibilidades futuras, mientras que el lugar en donde se ha estado toma forma de un aqu. Este carcter temporal remite a la existencia espacial. El aqu de un cuerpo en el presente momento es el aqu habitual y representa un cuerpo habitual donde puede surgir el ancla no en el cuerpo, sino en la orientacin corporal y los movimientos en s y el lugar de asentamiento del ancla es precisamente la habituacin del cuerpo y es aqu donde entra en juego la intuicin de orientacin en la que no se necesitan ni mapas ni mucho menos brjula.

El cuerpo tiene memoria y por consiguiente es capaz de redescubrir un lugar. Es por ello que al levantarse cada maana la persona recuerda la ubicacin inmediatamente anterior se amanece en el mismo lugar y cuando se amanece en un lugar diferente, se reubica casi inmediatamente. Pero, a pesar de esta localidad asentada, la localidad es relativa porque se suele estar siempre ya en otro lugar aquel lugar en donde se encuentra el deseo, convirtindose en un juego virtual en el que se est y no est es el sentido de posibilidad y de realidad ser nmada o ser sedentario.

Caer en esos extremos puede tener sus consecuencias, mucho sentido de la realidad deja caer al individuo en una realidad sin posibilidades, mucho sentido de posibilidad lleva a una virtualidad sin anclaje en la realidad. Se puede cruzar el espacio sin siquiera identificarlo efectuar solo un mero movimiento corporal en el que realmente no se est all.

El espacio sagrado es un espacio ideal para ser llevados all donde la mente decida. El estar y no estar permitir entrar y salir del all y el aqu (interno).

Lugares conmemorativos: la denominada costumbre corporal no comulga con separar y denominar al tiempo como interior y el espacio como exterior espritu y objetos. El cuerpo funciona como una especie de herramienta, como una representacin de lo que se es realmente. La espacializacin del cuerpo en donde se est no es lo que proporciona los vestigios de vejez o esas seales del paso del tiempo. Es ms bien en estas seales donde se refleja el poder del tiempo al dejar marca a su paso.

Esas seales son muestras de acciones realizadas. En la medida en la que se acta con el tiempo, se acostumbra en la media en que la persona se mueve corpreamente en un espacio y conoce su limitacin, encara el espacio de lo temporal pasado. En el espacio, la persona se encuentra con objetos de uso o denominados tambin objetos culturales que tienen su destino y su lugar en el espacio y que extienden su espacio alrededor de s.

Hay lugres en el espacio de una persona, que se convierten en lugares sentimentales, ya que representan lugares en su memoria. Al igual que en las personas, estos lugares tambin tienen cicatrices o seales. Cuando se hace crecer el recuerdo, se mezcla con el modo y el grado en que toma cuerpo aquello que se olvida y que luego se recuerda. Si bien es cierto que con la vida moderna todo parece ser sustituible, la singularidad propia del objeto hace que no sea posible.

Hacer del espacio sagrado un lugar conmemorativo devendr en la persona aquellas seales que bien escoja, y har insustituible ese espacio en tanto aprende a estar en l al simplemente evocarlo con su memoria.

Telepresencia: la proximidad y la lejana dependen de puntos de vista, en el sentido en que, si se aproximan o no a la omnipresencia del todo. Se crean entonces los denominados crculos de vida, en los que se organizan en su entorno la vida familiar de los mundos cercanos y lejanos. Esta organizacin del mundo alrededor de algo, se ve en tela de juicio en los presentes das al salir a flote el egocentrismo, que tiene como lugar preferido el mismo yo. Es aqu donde la proximidad y la lejana son vistas desde el punto de vista de conquista del espacio, en donde el hombre domina el espacio. Cabe destacar que este egocentrismo en el que se prefiere como lugar el mismo yo, no tiene nada que ver con el buscar siempre el aqu interno del que se ha hablado.

Cuando el espacio es construido a partir de un punto de vista unitario, la lejana es vista como un punto de fuga al que el movimiento es incapaz de alcanzar. Con las nuevas tecnologas, se ha introducido la telepresencia, en la que han sido eliminados el aqu y el all, asistiendo, por ejemplo, a lo que ocurre en lugares lejanos en tiempo real, parecindose esto a una omnipresencia divina. El escenario de la vida y las calles, puede convertirse en cualquier momento en un escenario mundial. Se puede estar aqu y en cualquier otra parte, lo que hace que la lejana se convierta en proximidad. Ya no se tienen distancias, la lejana nace en la fuente de los ojos, se han superado las distancias que dan sentido a las posibilidades.

Esta lejana de la que se habla, no est asociada con los medios electrnicos a distancia como la televisin, sino con el deseo de lo extrao y lo lejano en la persona aquello donde no se est ni se puede estar. Esta lejana que surge de este deseo extrao, de esta visin extraa se muestra como una imposibilidad vivida, en donde el ver es empleado por el deseo de ver. Los nuevos medios de comunicacin logran el milagro de que las obras se muevan por s mismas. Con la telepresencia no hacen falta las distancias y es all donde nace un no-lugar.

El concepto de no-lugar aprehendido de la telepresencia hace que el subconsciente se habite lentamente a esa evocacin del espacio sagrado como lugar conmemorativo y lo que es ms deseable an, el entrar fcilmente en el aqu interno independientemente del lugar, al ser ste aqu un no-lugar y un lugar en todas partes.

Lugares comunes y lugares extraos: lo extrao est asociado con lejana y al mismo tiempo recuerda los lmites del espacio, pero un lmite no de distancias sino de un hacia adentro y hacia afuera. Comienza a surgir entonces la limitacin entre lo propio y lo extrao. Este lmite comienza con el propio cuerpo, con la propia piel. Es a partir del propio cuerpo en donde se comienza a descubrir el espacio, lo que une para saber hasta dnde llega el propio lmite. Pero, lo que une tambin separa, lo externo puede cambiar el contenido de realidad del espacio y del espacio de la persona. Ante el cuerpo no existe la contraposicin de las cualidades del espacio y las significaciones no espaciales. Se habita un espacio que no est dividido en mitades.

Cuando un lugar es reconocido como inaccesible o sentido como que no se pertenece a l, es denominado extrao, toma la categora de exclusivo. Pero, si bien es cierto que se toma como propio lo que rodea a la persona, incluyendo a las personas, implica algo extrao el darle la importancia que se le da a estos lmites que rodean y las caractersticas que se le atribuyen. La limitacin entre lo que es propio y lo extrao incluye de por s ya una inclusin de lo uno con lo otro. Los lugares que se consideran propios son parte de un lugar que forma parte de un lugar total... una parte de un sistema espacial total. Con los individuos pasa tambin lo mismo, hay individuos que son exteriores entre s, pero el cosmos en donde estn no contiene ningn afuera. En el cosmos, todo lo que es, est en su propia morada, incluyendo a los seres humanos. A pesar de que el ser humano es libre, puede someter el mbito propio a una ordenacin legal que tenga validez ilimitada. Pero... todos los seres humanos, pertenecen a una misma comunidad, abierta a todos los seres humanos sin exclusiones, aunque se conozcan los lmites, careciendo de un afuera al igual que el cosmos.

Los puntos de conexin y las reglas de enlace estn en la denominada red, que no es un lugar donde encontrar el propio sitio, sino ms bien, el lugar al cual hay que tener acceso para estar conectados. La red en su interior tiene puntos de conexin y reglas que establecen esas conexiones. La capacidad de conectarse implica una virtud. En el interior de la red no puede hablarse ya de lo propio y lo extrao. Todo es familiar, nada es extrao... existen diferenciaciones, pero no extraezas. Las extraezas aparecen en los huecos y en los mrgenes de una red al alguien no tener acceso a ella o caer fuera de ella.

El espacio sagrado debe ser un lugar sin extraezas (desde el punto de vista de la corporalidad), sin lmites de espacio, ya que el ser se descubre a l y es por medio de l que es brindado al mundo. Y por qu sin lmites? Porque al estar en el aqu interno se est en un no-lugar y al ser interno es propio y al ser propio es accesible. Y por qu es que se brinda al mundo? Porque la limitacin de lo propio y lo extrao contiene la inclusin de lo uno con lo otro y si se est incluido en lo exterior y extrao (desde el punto de vista externo), tambin se est ah manifestado.

Hospitalidad: para regresar a la tierra desde el punto de vista de esfera se puede hacer la pregunta de: quin habla a quin desde dnde? Surge aqu el concepto de hospitalidad... el que lleva de regreso a la extraeza del espacio. El espacio que se habita es simplemente un lugar en el que se recibe a extraos admitidos o no. Es en esta medida en que lo propio se convierte en extrao. Estas intrusiones de extraos, pueden inducir a tomar medidas que transformarn el propio espacio en una especie de fortaleza, aunque estas medidas no liberen de la exposicin ante extraos. Transitar entre el espacio de dentro y el de fuera es difcil de hacer... es como traspasar la propia sombra. Hay una extraeza ante la que no se tiene eleccin que busca al sujeto desde lo ms propio de s... se es husped dentro de la propia casa. Extraeza quiere entonces decir "que nada ni nadie est siempre por completo en un sitio".

Depender de cada quien la hospitalidad que decida dar a su espacio sagrado, ser su eleccin admitir extraos o no. Pero, si se toma en cuenta que, en la medida en que se admiten extraos, lo propio se convierte en extrao, es de aconsejar, que en las primeras de cambio cuando an en el lugar la persona se siente como husped, reservarlo slo para s y su estar.

 

Lo sagrado del espacio

Los espacios sagrados son sitios o lugares propios destacados. Lo sagrado lo impone la transformacin de un lugar al darle la connotacin de sagrado. Un sitio no es sagrado a causa de santificarlo, es la santidad del sitio y la disposicin de l lo que hace que se genere la santificacin del lugar.

El espacio vvido es heterogneo en contraposicin del geomtrico que es homogneo. El espacio cotidiano es un espacio vvido que al ser habitado permite hallarse en l. Los lugares vvidos tienen densidad afectiva, as como el techo sobreviene en refugio. Los espacios vvidos son dinmicos al poder intencionarlos. Para un espacio ser sagrado, tienen que ocurrir en l transformaciones sagradas. El espacio deja de ser sagrado si no se le confiere una accin de respeto, si no se efectan rituales al considerarlo un simple espacio geomtrico. Un espacio es sagrado si se plasma en l arquitectnicamente lo sagrado. Espacio sagrado implica tomarlo como signo, es hacer de l un mapa de un lugar vvido donde su creador se halle sagradamente.

Un lugar sagrado es aquel que ha sido consagrado, no ha sido elegido sino encontrado y una vez encontrado ste es revelado. Es un lugar cotidiano consagrado, distinto de los otros lugares. Es un lugar en donde se le da relevancia a lo ritual confirindole una accin diferenciadora de cualquier otro lugar vvido. La intencin de un espacio sagrado debe ser la de superarse a s mismo, de manera natural, de su condicin humana a una condicin divina, lo que podra llamarse, el retorno a casa. Un espacio sagrado no puede ser construido mecnicamente ya que en l transcurrir un tiempo sagrado diferenciado de un tiempo cotidiano, pudiendo convertir cualquier tiempo en tiempo sagrado. Y es el uso de este tiempo, el que mantiene en el camino de retorno a casa a s.

 

Conclusin

El acto de percibir es un acto privado, nico e irrepetible, que le permite al observador que la cosa se muestre y se brinde al mundo. Desde antes de ser concebido el espacio, debe dotrsele de sacralidad, para que en el momento de brindarse al mundo lo haga en un ser un aparecer.

Las percepciones, as como los estados son cambiantes, pero la sacralidad subyace desde antes de la concepcin misma del espacio. Por tanto, en su aparecer, el espacio brindar su experiencia como algo sagrado, ya que solo se puede encontrar el verdadero sentido de la fenomenologa dentro de s mismo, y si dentro de si mismo esta concebido el espacio como sagrado, ser como volver a las cosas mismas a travs de experimentar lo sagrado.

Conocer la esencia de la conciencia deviene en la concepcin de un espacio como sagrado, donde se percibe a si mismo en el mundo y por ende se entiende el lugar que se ocupa en el mundo, de conocer la esencia de la percepcin de ese espacio. Buscar un espacio especial hace surgir la manifestacin del ser, que por medio del aparecer es escogido al drsele un valor diferencial respecto a otros. He aqu la diferencia de una concepcin de un espacio cualquiera a un espacio sagrado, he aqu la importancia del ser del arquitecto en su temprana concepcin del espacio como sagrado.

El Dasein devela en el ser humano su esencia, en el ah del Dasein se accede a la verdad del ser, conocindose as a s mismo y conociendo as todas las cosas. Las cosas estn all por su utilidad, dejarlas libres es dejar que cada cosa sirva para lo que fue creada; si fue creada bajo el contexto sagrado, su esencia se develar. Para comprender el espacio hay que atender al fenmeno que ste representa, y no encuadrarse en el ser del espacio, sino atender al ser en general.

El mundo es descubierto en su forma por la existencia y es cuando las cosas son liberadas. El estar en no implica espacialidad, es la existencia la que permite el paso al mundo. El dejar que cada cosa sirva en su esencia para lo que fue creada es darle libertad a la cosa, eso que es creado como espacio sagrado dejar surgir su esencia y la existencia ser brindada al mundo descubrindolo. La especialidad de un Espacio Sagrado no se circunscribe a lo inmediatamente a la mano en l, sino a en quien el ser se convierte cuando est en l. Si se est en se descubre la magia de la espacialidad de ese espacio. Concebir un Espacio Sagrado depende de si se concibe al mundo o no. El mundo y el espacio van de la mano en tanto se abren a la existencia.

El espacio sagrado no debe ser concebido como un en cualquier parte sino el lugar propio convertido en aqu, en donde se vuelca hacia dentro para luego regresar afuera imbuido en su sacralidad; se constituye en un afuera que incita a permanecer en el aqu. El espacio sagrado debe ser un lugar sin extraezas desde el punto de vista de la corporalidad, sin lmites de espacio, ya que el ser se descubre a l y es por medio de l que es brindado al mundo. Un sitio no es sagrado a causa de santificarlo, es la santidad del sitio y la disposicin de l lo que hace que se genere la santificacin del lugar. Es un lugar cotidiano consagrado, distinto de los otros lugares.

Estas reflexiones nos hacen decir:

Desde la esencia como ncleo, encontrando lo que es,

voy detrs de las cosas mismas manifestando todo aquello a lo que he atribuido ser,

simplemente aparezco mediante la percepcin y me abro al mundo de la vida

y es entonces cuando vuelvo a las cosas mismas experimentando el mundo,

redescubro que somos la fuente absoluta y que no soy nada de lo que a m me antecede,

pues me renuevo a m misma en cada instante y en el instante este ya no soy aquel que era.

Somos nosotros quienes volamos a aquello que nos antecedi slo para mantenerlo,

al ya no ser siendo yo quien hace ser para m.

Me conozco al estar en el mundo y me brindo a l y comienzo

comienzo regresando a este espacio manifestado en el aqu y en el ahora

esto slo para darme cuenta de que en verdad slo estoy regresando.

 

Referencias

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