La violencia intrafamiliar en el Ecuador, causas y posibles soluciones

 

Domestic violence in Ecuador, causes and possible solutions

 

Violncia domstica no Equador, causas e possveis solues

 

Juan Fernando Valarezo Cordero I
jvalarezo@ucacue.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-9366-1331

,Segundo Germn Vlez Crespo II
segundo.velez@ucacue.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-5446-2524
Nube Fabiola Tenecota Saldaa III
nube.saldana.83@est.ucacue.edu.ec
https://orcid.org/0009-0003-0900-7743
 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: jvalarezo@ucacue.edu.ec

 

Ciencias Sociales y Polticas

Artculo de Investigacin

 

* Recibido: 30 de enero de 2024 *Aceptado: 22 de febrero de 2024 * Publicado: 19 de marzo de 2024

 

       I.          Docente, Universidad Catlica de Cuenca, Cuenca, Ecuador.

     II.          Docente, Universidad Catlica de Cuenca, Cuenca, Ecuador.

   III.          Estudiante, Universidad Catlica de Cuenca, Cuenca, Ecuador.

 


Resumen

La violencia contra las mujeres ha sido normalizada y naturalizada durante mucho tiempo, lo que dificulta que incluso las propias vctimas la reconozcan y respondan adecuadamente. Es necesario aumentar la concienciacin sobre este problema arraigado y trabajar para cambiar los factores de riesgo, como las construcciones de gnero, el patriarcado y la legitimacin de la violencia. La investigacin se realiz a travs de un enfoque cualitativo, empleando un profundo anlisis de fuentes bibliogrficas.

Se examinaron cuidadosamente los textos ms relevantes y actualizados sobre la temtica, as como documentos doctrinales, jurisprudenciales. Adems, se utiliz el mtodo de induccin analtica. Pero tambin hay que abordar otras causas como la pobreza, la exclusin social, el consumo de sustancias, la historia familiar de violencia o las experiencias traumticas en la infancia. Adems de visibilizar y denunciar, es crucial reparar los daos explcitos e implcitos en las mujeres y ofrecer apoyo. Slo un enfoque integral que trabaje en mltiples frentes puede lograr una disminucin real de la violencia contra las mujeres.

Palabras Clave: Violencia; Mujer; Familia; Causas; Intrafamiliar.

 

Abstract

Violence against women has long been normalized and naturalized, making it difficult for even victims themselves to recognize and respond appropriately. There is a need to raise awareness of this entrenched problem and work to change risk factors, such as gender constructs, patriarchy, and the legitimization of violence. The research was carried out through a qualitative approach, using a deep analysis of bibliographic sources.

The most relevant and updated texts on the subject, as well as doctrinal and jurisprudential documents, were carefully examined. In addition, the analytical induction method was used. But other causes must also be addressed such as poverty, social exclusion, substance use, family history of violence or traumatic experiences in childhood. In addition to making visible and reporting, it is crucial to repair explicit and implicit harm to women and offer support. Only a comprehensive approach that works on multiple fronts can achieve a real decrease in violence against women.

Keywords: Violence; Women; Family; Causes; intrafamilial.

 

 

Resumo

A violncia contra as mulheres foi normalizada e naturalizada h muito tempo, tornando difcil at mesmo para as prprias vtimas reconhecerem e responderem adequadamente. necessrio aumentar a sensibilizao para este problema enraizado e trabalhar para mudar os factores de risco, tais como as construes de gnero, o patriarcado e a legitimao da violncia. A pesquisa foi realizada por meio de abordagem qualitativa, utilizando anlise aprofundada de fontes bibliogrficas.

Foram examinados criteriosamente os textos mais relevantes e atualizados sobre o tema, bem como documentos doutrinrios e jurisprudenciais. Alm disso, foi utilizado o mtodo de induo analtica. Mas outras causas tambm devem ser abordadas, como a pobreza, a excluso social, o consumo de substncias, os antecedentes familiares de violncia ou as experincias traumticas na infncia. Alm de tornar visvel e denunciar, crucial reparar os danos explcitos e implcitos s mulheres e oferecer apoio. Somente uma abordagem abrangente que funcione em mltiplas frentes pode conseguir uma diminuio real da violncia contra as mulheres.

Palavras-chave: Violncia; Mulheres; Famlia; Causas; intrafamiliar.

 

Introduccin

La violencia machista constituye un flagelo enraizado en la sociedad ecuatoriana desde pocas ancestrales. Histricamente, las mujeres han padecido mltiples modalidades de violencia y segregacin, fundamentadas en una cultura patriarcal que las relega a un plano de subordinacin y desigualdad. Pese a los avances legislativos y sociales de las ltimas dcadas para reconocer y resguardar los derechos de las fminas, la violencia de gnero persiste como un acuciante problema pblico de magnitud generalizada que demanda medidas integrales para su erradicacin.

Esta investigacin encuentra sus fundamentos en las situaciones concretas de violencia que padecen a diario miles de mujeres en el pas, a partir del anlisis de la normativa legal vigente en Ecuador, como el Cdigo Orgnico Integral Penal y la Ley Orgnica de Erradicacin de Violencia contra la Mujer. La especialista enfatiza que resulta indispensable enmarcar todo proceder bajo el principio de legalidad, de modo que las vctimas puedan acudir ante los organismos de administracin de justicia para demandar la aplicacin de los preceptos legales establecidos cuando estos resulten vulnerados en casos especficos de violencia de gnero.

Un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadsticas y Censos (2023) pone de relieve que la violencia de gnero representa un acuciante problema social en Ecuador, donde 6 de cada 10 mujeres han sido vctimas de algn tipo de violencia machista. La investigadora feminista Daniela Torres (2023) advierte que la modalidad ms recurrente corresponde a la violencia psicolgica, con una prevalencia del 56,9% a escala nacional. Le siguen en orden de frecuencia la violencia fsica (35,4%), la violencia sexual (32,7%), la violencia econmica y patrimonial (16,4%) y finalmente la violencia gineco-obsttrica (47,5%). En ms de dos tercios de los casos, el agresor resulta ser la pareja o expareja. Pese a diversas iniciativas pblicas y privadas para hacer frente al problema, la sociloga Adriana Bez (2023) constata que los ndices de violencia machista en el pas siguen evidenciando un sostenido y alarmante aumento.

El objetivo de esta investigacin es analizar violencia intrafamiliar en el Ecuador, causas y posibles soluciones, as como las acciones que debe emprender la vctima ante este problema. Segn la jurista feminista Gabriela Mendoza (2022), el Estado ecuatoriano ha asumido el compromiso de formular leyes y polticas pblicas encaminadas a garantizar la asistencia y resguardo integral de las mujeres en situacin de violencia. Asimismo, el pas ha suscrito diversos Pactos y Convenciones Internacionales en materia de derechos de las mujeres, como la Convencin de Belm Do Par, orientados a instaurar acciones integrales de prevencin, penalizacin y futura erradicacin de la violencia de gnero en sus diferentes expresiones.

No obstante, la politloga Carmen Antonieta Ricaurte (2021) considera que an persisten importantes vacos y limitaciones tanto en la implementacin efectiva de marcos legales como en el diseo de programas pblicos que brinden proteccin real y oportuna frente a escenarios de violencia machista. La especialista advierte importantes obstculos operativos y estructurales que es preciso abordar para materializar los compromisos formalmente asumidos por el Estado frente a organismos internacionales en trminos de resguardo de integridad y garanta de acceso a la justicia para las sobrevivientes.

De ah la relevancia de ejecutar este estudio cualitativo para determinar las causas y posibles soluciones de la violencia intrafamiliar en el pas, examinando en profundidad los temas ms destacados para abordar apropiadamente esta problemtica.

Marco Referencial

La investigadora feminista Estefana Vela (2023) plantea que resulta indispensable conceptualizar y contextualizar la problemtica de la violencia contra la mujer desde una perspectiva de gnero para un adecuado abordaje. El concepto de gnero, segn la sociloga Luisa Garca (2023), alude a las construcciones socioculturales que delimitan las identidades, caractersticas y roles de hombres y mujeres en una determinada sociedad. Tales esquemas referenciales han configurado vnculos de poder histricamente desiguales donde las mujeres han sido ubicadas en una posicin subyugada y secundaria respecto a los varones.

La abogada especialista en derechos humanos Daniela Torres (2023) precisa que la violencia machista contra la mujer, de acuerdo a lo estipulado en la Convencin Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer suscrita en Belm do Par en 1994, implica cualquier conducta o accin, sustentada en su condicin de gnero femenino, que ocasione menoscabo fsico, sexual, psquico o incluso la muerte de la mujer, tanto en el rea pblica como privada. Ello incluye amenazas, coercin, privacin arbitraria de libertad, maltrato corporal, sexual, sicolgico y todo tipo de abusos y atropellos.

La filsofa Valeria Campos (2023) explica que este tipo de violencia encuentra sus bases en un contexto estructural de desigualdad y relaciones de poder dominantes que han legitimado en la cultura y el imaginario colectivo la supremaca histrica masculina. De ah que la violencia por razn de gnero contra la mujer represente, en palabras de Campos, la ms atroz manifestacin de segregacin, que dificulta severamente su pleno desarrollo personal y el ejercicio integral de sus derechos y libertades fundamentales.

Diversos pactos internacionales como CEDAW, Belm do Par y la Declaracin de Naciones Unidas reconocen la violencia machista como una flagrante violacin de derechos humanos bsicos y un modo de opresin contra la mujer en razn de su gnero, concluye la experta.Segn Lagarde (2005), esta violencia cumple cuatro funciones bsicas:

1. Destruir la identidad subjetiva de las mujeres

2. Aterrorizarlas para dominarlas y controlar su conducta dentro de los lmites de la obediencia y la sumisin

3. Degradarlas o destruir su cuerpo para anular su sexo y capacidad reproductiva

4. Privarlas de libertad, cosificarlas y convertirlas en esclavas sexuales y domsticas

La investigadora en temas de gnero Gabriela Aguilar (2023) plantea que la violencia contra la mujer constituye la mxima expresin de opresin de gnero, cimentada en estructuras sociales y culturales patriarcales y androcntricas que an predominan. Su futura erradicacin demanda un abordaje integral y polticas activas destinadas a la transformacin de imaginarios que perpetan estas violencias.

En Ecuador, la violencia machista representa un acuciante problema sanitario y una sistemtica transgresin de derechos humanos fundamentales, segn advierte la sociloga feminista Olivia Gallegos (2023) en un reciente estudio. La Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Gnero del 2011 evidencia que 6 de cada 10 mujeres han padecido alguna modalidad de violencia machista.

 

Las formas ms frecuentes son la violencia sicolgica (56,9%), fsica (35,4%), sexual (32,7%) y patrimonial (16,4%), siendo el agresor la pareja o ex pareja en 7 de cada 10 casos. La abogada en derechos humanos Adriana Rolds (2023) precisa que esta violencia atraviesa todos los segmentos sociales, pero se agrava en zonas rurales, indgenas, afrodescendientes y montubias.

Histricamente, las leyes avalaban al varn para reprimir incluso con violencia a sus consortes. Recin en 1995 se aprob la primera Ley Contra la Violencia a la Mujer y la Familia para penalizar la violencia domstica, explica la experta en estudios de gnero Carla Gonzales (2021). Si bien existen avances normativos integrales de los ltimos aos, factores culturales como el patriarcado y la normalizacin de la violencia dificultan an su aplicacin efectiva y la erradicacin del problema.

Causas y factores asociados

La violencia contra las mujeres responde a mltiples causas interrelacionadas. La principal es la construccin social de gnero que reproduce esquemas de dominacin masculina y subordinacin femenina. Ello se expresa en diversos mbitos:

- En las relaciones de pareja, donde los celos, el control, la apropiacin del cuerpo femenino y la concepcin de la mujer como objeto sexual y reproductor perpetan el ciclo de violencia.

- En la familia, que transmiten pautas machistas y roles de gnero tradicionales. La violencia hacia nias y adolescentes prepara el camino para la violencia en la edad adulta.

- En la sociedad, que culpabiliza y encuentra causas para justificar la violencia contra la mujer, en vez de condenar al agresor.

- En el Estado, cuyas instituciones no garantizan el acceso a la justicia ni la proteccin adecuada a las vctimas.

Otros factores asociados son la pobreza y la exclusin social, que incrementan la vulnerabilidad de las mujeres. Tambin el consumo de alcohol y drogas, que desinhibe y potencia las conductas violentas. Asimismo, tener antecedentes de violencia en la familia de origen o haber sufrido abusos en la niez suelen correlacionar con ejercer/sufrir violencia en la adultez.

En el plano individual, la baja autoestima, dependencia econmica del agresor y el aislamiento social dificultan que las mujeres salgan del ciclo de violencia. Muchas veces sienten que merecen el maltrato o no son capaces de valerse por s mismas.

Tipos y modalidades de violencia contra la mujer

La Ley Orgnica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Ecuador (2018) establece 7 modalidades de violencia:

  1. Violencia fsica: acciones que provoquen riesgo o dao en el cuerpo de la mujer, como golpes, empujones, quemaduras, heridas. Puede ser sancionada como delito.

 

  1. Violencia psicolgica: acciones para controlar la conducta y decisin de las mujeres a travs de intimidacin, manipulacin, amenazas, humillacin, aislamiento, ridiculizacin. Es un delito.

 

  1. Violencia sexual: acciones como acoso, abuso, estupro, violacin que atentan contra la integridad sexual y reproductiva de la mujer. Constituye un delito.

 

  1. Violencia econmica y patrimonial: limitar el ingreso de recursos econmicos, control abusivo de finanzas, impedir la herencia o propiedad de bienes. Puede ser sancionada como contravencin penal.

La violencia contra nias y adolescentes perpetrada en el entorno escolar prepara el camino para la victimizacin femenina en la vida adulta, segn un reciente estudio cualitativo de Lpez y Santos (2022). El acoso sexual, el abuso por parte de autoridades educativas, el hostigamiento basado en gnero de parte de compaeros, el menosprecio de capacidades intelectuales, as como el refuerzo de estereotipos negativos sobre lo femenino en espacios pedaggicos generan trauma, miedo al entorno formativo y erosionan la autoestima de estudiantes mujeres, factores que correlacionan con mayor vulnerabilidad para involucrarse en dinmicas de pareja violentas durante la edad adulta. Romper estos esquemas discriminatorios resulta indispensable para impulsar la prevencin y erradicacin de la violencia machista a largo plazo mediante la transformacin de imaginarios desde temprana edad

 

  1. Violencia simblica: mensajes, valores e imposiciones sociales y culturales que reproducen relaciones de dominacin, desigualdad y discriminacin contra las mujeres.

La difusin de mensajes e imposiciones culturales que naturalizan la supremaca masculina y subordinacin de lo femenino constituyen violencia simblica segn la sociloga Rita Segato (2021) en su anlisis sobre las estructuras de opresin patriarcal latinoamericanas. La objetivacin sexual de los cuerpos de nias y mujeres en los medios, la descalificacin de voces y liderazgos femeninos en la arena poltica y digital, as como los estereotipos negativos sobre la histeria, irracionalidad y debilidad como rasgos inherentes de lo femenino impregnan la cotidianidad y contribuyen a perpetuar las relaciones asimtricas de gnero, ba se de mltiples tipos de violencia

  1. Violencia poltica: acciones que impidan el ejercicio de derechos polticos de las mujeres, incluyendo el derecho al voto, a ser elegidas, a desempear cargos pblicos.

La politloga Mara Esperanza Casullo (2019) advierte que negar a las mujeres el derecho al sufragio, obstruir sus postulaciones a cargos de eleccin popular mediante descrditos y ataques misginos o impedir la participacin igualitaria en el diseo e implementacin de polticas estatales constituyen modalidades de violencia poltica basada en gnero, pues anulan su ciudadana plena

  1. Violencia gineco-obsttrica: tratos deshumanizados, abusos mdicos o malas prcticas durante la atencin del embarazo, parto y postparto que afectan los derechos sexuales y reproductivos.

La medicalizacin innecesaria de procesos fisiolgicos como el parto y la lactancia, as como el trato deshumanizado, impersonal o lesivo durante la atencin materna, constituyen violencia obsttrica segn la investigacin de la antroploga feminista Camila Esguerra (2021). Este tipo de abuso gineco-obsttrico se enraza en la apropiacin mdica y poltica sobre el cuerpo femenino que menoscaba la autonoma de las mujeres sobre sus procesos reproductivos. La sociloga Mara Weckel (2022) seala que el parto respetado y humanizado es un derecho que debe garantizarse desde instituciones de salud y legislaciones hasta la transformacin de imaginarios negativos sobre las capacidades innatas de gestacin, alumbramiento y cuidado de las mujeres.

Adems, esta ley contempla medidas de proteccin frente a la violencia en distintos mbitos:

-        Violencia en el sistema educativo: maltrato, acoso o abuso sexual contra nias y adolescentes en el sistema educativo.

 

-        Violencia laboral: acoso, chantaje sexual o impedir el acceso al empleo por razones de gnero.

 

Ms all del control econmico y financiero, la violencia econmica contra las mujeres tambin implica explotacin laboral, brechas salariales de gnero, concentracin en empleos precarios y devaluacin social del trabajo domstico y de cuidados que sostienen el sistema pero no son remunerados ni reconocidos, segn datos de la CEPAL (2022). Todo ello relega a las mujeres fuera del mercado formal, sin acceso a proteccin social. Reformas para la equidad retributiva e inclusin previsional son apremiantes.

 

-        Violencia en el espacio pblico: conductas que limiten la libertad de circulacin o comunicacin en espacios pblicos.

 

-        Violencia en redes sociales y medios de comunicacin: difusin de mensajes e imgenes que reproduzcan estereotipos sexistas, misoginia, homofobia, lesbofobia o transfobia.

 

Asimismo, las nuevas tecnologas han propiciado modalidades de violencia machista como el ciberacoso, la difusin no consentida de imgenes ntimas, el acecho ciberntico o las amenazas virtuales. Segn la Vicepresidencia de Ecuador (2021), 6 de cada 10 mujeres fueron vctimas de estas violencias digitales por parte de su pareja o ex pareja como mecanismo de control, chantaje y sabotaje de oportunidades educativas, laborales y sociales. Se requieren medidas legales y programas especficos para encarar estas nuevas vertientes de la dominacin masculina en lnea

 

-        Violencia institucional: acciones u omisiones en la atencin a vctimas que impliquen un trato discriminatorio, tardo o la revictimizacin.

 

-        Existen otras manifestaciones de la violencia de gnero. El matrimonio forzoso infantil, la mutilacin genital femenina, la trata de personas con fines de explotacin sexual de mujeres y nias, la utilizacin de la violacin como arma de guerra, las esterilizaciones forzadas que coartan los derechos reproductivos, y las prcticas obsttricas deshumanizadas constituyen manifestaciones de violencia basada en el gnero que requieren mayor penalizacin y acciones integrales acordes a sus devastadoras consecuencias (UNICEF, 2021; OMS, 2022; UNODC, 2020; Gonzles, 2021; Center for Reproductive Rights, 2021; Sadler et al., 2021).

 

-        Efectos y consecuencias

Los efectos de la violencia contra la mujer son graves y multidimensionales, pudiendo persistir mucho tiempo despus de que haya cesado la situacin de maltrato. Las principales consecuencias son:

- Lesiones fsicas que pueden ir desde moretones y dolores crnicos hasta discapacidades permanentes o incluso la muerte en casos extremos de femicidio.

- Trastornos ginecolgicos y obsttricos: complicaciones del embarazo, abortos, partos prematuros, infecciones de transmisin sexual.

- Problemas de salud mental como depresin, ansiedad, trastornos alimenticios, trastornos del sueo, baja autoestima, fobias, estrs postraumtico. Mayor riesgo de consumo de drogas y suicidio.

- Aislamiento social de la vctima, que se distancia de sus redes de apoyo por vergenza o control del agresor.

- Consecuencias laborales: ausentismo, disminucin del rendimiento, prdida del empleo.

- Consecuencias sobre los hijos como problemas emocionales, cognitivos y conductuales por presenciar la violencia. Mayor riesgo de involucrarse tambin en relaciones violentas.

- Costos sociales y para el Estado en trminos de salud, justicia, servicios sociales, seguridad y productividad laboral.

Como afirma Crenshaw (1991), la violencia de gnero se ve potenciada por otras opresiones entrecruzadas como la etnia, la clase o la zona de procedencia. Mujeres racializadas, empobrecidas y rurales padecen ensaamiento y tienen menos herramientas de proteccin. Se necesitan polticas interseccionales y alianzas entre movimientos.

En definitiva, la violencia contra las mujeres tiene un enorme costo para la salud, el bienestar, la economa y el desarrollo de la sociedad en su conjunto.

Ciclo y dinmica de la violencia

Muchas mujeres atrapadas en relaciones de violencia sufren un ciclo que se repite y va en aumento con el paso del tiempo. Este ciclo fue descrito por Walker (1979) y consta de 3 fases:

1) Acumulacin de tensiones: incidentes menores que crean un ambiente tenso y lleno de conflictos. Los reclamos o intentos de la mujer por dialogar son respondidos con agresividad. Se incrementa el estrs y la sensacin de caminar sobre cascaras de huevo.

2) Incidente agudo de violencia: estalla la violencia fsica, sexual, psicolgica o econmica de forma descontrolada. Puede haber lesiones graves. La mujer queda traumatizada.

3) Arrepentimiento y luna de miel: el hombre se muestra arrepentido, afectuoso y promete que no volver a ocurrir. Regala flores, pide perdn. La mujer lo perdona creyendo que cambiar. Se restaura la calma momentneamente hasta que el ciclo se reinicia.

En esta dinmica se combinan episodios de violencia con periodos de arrepentimiento y calma relativa lo que lleva a la mujer a justificar y perpetuar la relacin. Con el tiempo, los periodos de tensin y violencia se hacen ms frecuentes e intensos.

La teora del ciclo de la violencia explica por qu muchas mujeres no abandonan estas relaciones pese a los malos tratos: la etapa de luna de miel da esperanzas de que la pareja puede cambiar. Pero esto casi nunca ocurre, y la violencia contina en un crculo vicioso que es difcil de romper.

Marco legal y de polticas pblicas

En Ecuador se han producido avances legislativos importantes para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres:

Constitucin 2008: Establece la igualdad formal y material entre hombres y mujeres (Art. 66). Obliga al Estado a adoptar medidas para erradicar la violencia intrafamiliar y de gnero (Art. 66.3).

Ley Contra la Violencia a la Mujer y la Familia (1995): Primer instrumento legal integral para abordar la violencia intrafamiliar con perspectiva de gnero.

Ley Orgnica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (2018): Tipifica y sanciona varias modalidades de violencia. Crea protocolos, medidas de proteccin y reparacin.

Cdigo Orgnico Integral Penal (2014): Tipifica el femicidio, la violencia fsica, psicolgica y sexual contra la mujer como delitos.

Ley Orgnica de Salud (2006): Obliga al sistema de salud a detectar y atender casos de violencia.

Agenda Nacional de las Mujeres y la Igualdad de Gnero: Poltica intersectorial para transversalizar el enfoque de gnero en todas las instituciones del Estado.

A nivel internacional, Ecuador ha suscrito tratados clave como la Convencin sobre Eliminacin de todas formas de Discriminacin contra la Mujer (CEDAW), la Convencin Belem Do Par para prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra la mujer y la Convencin Interamericana de Derechos Humanos.

Sin embargo, pese a estos avances formales, en la prctica persisten brechas y deficiencias para la aplicacin de leyes y polticas pblicas que protejan efectivamente a las mujeres de la violencia machista. La naturalizacin del problema en la sociedad, its ineficiencias en el sistema de administracin de justicia y servicios pblicos, y la falta de recursos econmicos suficientes para programas de prevencin y atencin integral son obstculos que superar.

Rol de los servicios de salud

Los servicios de salud juegan un papel fundamental en la deteccin, primer apoyo y referencia de las mujeres vctimas de violencia. De acuerdo a la Ley Orgnica de Salud (2006), los operadores de salud estn obligados a:

Deteccin obligatoria de situaciones de violencia a travs de una anamnesis exhaustiva.

Atencin integral: valoracin fsica y psicolgica, tratamiento de lesiones y apoyo emocional.

Informacin clara y oportunidad sobre derechos, recursos jurdicos y redes de apoyo.

Referencia y contrareferencia a servicios especializados (psicologa, trabajo social, asesora legal) que puedan hacer una evaluacin y seguimiento ms profundos.

Registro detallado en la historia clnica preservando la confidencialidad.

Presentar certificados mdicos de lesiones para procesos legales.

Capacitacin continua a todo el personal de salud para mejorar la respuesta frente a casos de violencia de gnero.

Al tener mayor cercana con las mujeres, el personal sanitario puede generar un clima de confianza para la revelacin espontnea de situaciones de violencia. Pero tambin debe indagar activamente sobre indicios de maltrato, sin esperar a que la mujer lo relate directamente.

Junto con proveer atencin clnica y primeros auxilios psicolgicos a la vctima, los servicios de salud cumplen un rol esencial en la activacin de rutas de referencia para proteccin legal, social y seguimiento interdisciplinario que rompan el ciclo de violencia.

Rol del sistema educativo

La pedagoga feminista Marcela Lagarde (2022) plantea que el sistema educativo cumple una funcin primordial en la prevencin de la violencia de gnero, al ser el segundo agente de socializacin donde nias y adolescentes transitan a diario. Escuelas libres de discriminacin y acoso constituyen espacios protectores necesarios en sua formacin. Sin embargo, en la prctica las instituciones educativas suelen reproducir y perpetuar imaginarios y dinmicas machistas aprendidas del entorno familiar y social.

Segn la Ley Orgnica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (2018), el sistema educativo debe:

Transversalizar el enfoque de gnero y derechos humanos en el currculo estudiantil de todos los niveles.

Implementar programas de prevencin de violencia en base a la equidad de gnero.

Capacitar al personal docente en deteccin y actuacin frente a situaciones de violencia.

Informar y derivar los casos a las entidades especializadas de proteccin de derechos.

Establecer mecanismos internos para investigar y sancionar la violencia sexual en el mbito educativo.

Fomentar entre estudiantes, padres y comunidad educativa una cultura de paz, resolucin de conflictos y derechos humanos.

Segn las expertas en gnero Ana Buquet y Jennifer Cooper (2020), la omisin de las mujeres en la historia enseada, la imposicin de roles de gnero tradicionales, la descalificacin de capacidades femeninas en las ciencias y los deportes, as como permitir el hostigamiento entre estudiantes, naturalizan la desigualdad y violencia de gnero desde las aulas.

La acadmica feminista Alison Woodward (2021) plantea que la paridad en cargos directivos, contratacin de docentes mujeres, incorporacin obligatoria de la perspectiva de gnero en textos y programas educativos, protocolos frente al acoso y capacitacin al personal sobre violencia machista, constituyen polticas educativas bsicas para impulsar la igualdad.

Las psiclogas Andrea Parra y Susan Gmez (2020) advierten que las nias vctimas de violencia escolar desarrollan graves secuelas psicoemocionales que impactan su desempeo acadmico y autoestima de por vida. La proteccin integral es un imperativo tico para las escuelas a fin de resguardar su desarrollo.

El socilogo Danilo Caicedo (2021) recalca que los programas de sensibilizacin sobre equidad de gnero, respeto a la diversidad sexual e identificacin de violencia machista para docentes, estudiantes y padres son indispensables para transformar imaginarios desde temprano.

Incorporar transversalmente ejes como derechos de las mujeres, resolucin pacfica de conflictos, crtica al sexismo en medios y corresponsabilidad familiar en las materias mediante dinmicas vivenciales y anlisis de casos, tambin aporta segn la terica de gnero Natalie Rodas (2020).

El pedagogo Ricardo Santos (2022) enfatiza que las capacitaciones obligatorias al personal sobre nuevas masculinidades, lenguaje inclusivo, prevencin del acoso escolar y educacin sexual integrar favorecen la igualdad de gnero en las instituciones educativas.

Segn la investigadora de polticas pblicas Daniela Hidalgo (2022), la deficiente formacin en gnero de los operadores educativos ha impedido la implementacin efectiva de iniciativas para prevenir, detectar y actuar oportunamente frente a situaciones de violencia contra nias y adolescentes en las escuelas.

La sociloga Sara Garca (2020) plantea que para contrarrestar la cultura adultocntrica es clave generar espacios de escucha activa y confianza donde las estudiantes se sientan cmodas revelando situaciones de violencia sexual o de pareja, activando rutas de proteccin con sus familias y redes externas de apoyo.

En suma, el sistema educativo juega un papel protagnico para desnaturalizar la violencia contra nias y mujeres desmontando las bases del sexismo y garantizando entornos protectores de relacionamiento igualitario desde edades tempranas, como plantea la especialista en poltica educativa Montserrat Boix (2021).

nivel regional, diversos instrumentos reconocen el rol estratgico de la educacin para prevenir la violencia contra nias y mujeres, como la Convencin Belm do Par (1994) o la Convencin sobre Eliminacin de Todas las Formas de Discriminacin contra la Mujer (1979).

En Ecuador, la Constitucin (2008) proclama el derecho a la educacin libre de violencia de gnero. La Ley Orgnica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (2018) establece obligaciones especficas para el sistema educativo en la prevencin, sancin y erradicacin de estas violencias.

Segn la jurista Lorena Merino (2021), el marco legal reconoce la necesidad de transversalizar la igualdad de gnero en la educacin, pero hace falta voluntad poltica y asignacin de fondos para implementar reformas curriculares, capacitacin docente, protocolos internos y seguimiento efectivo de casos de violencia reportados en los planteles educativos.

Tipos y modalidades de violencia contra nias y adolescentes en el mbito escolar

Dentro del sistema educativo se reproduce mltiples modalidades de violencia p

Violencia verbal y simblica: uso lenguaje sexista, chistes y descalificaciones misginas por parte de los docentes

Violencia fsica: empujones, zancadillas, agresiones durante formaciones. Acoso escolar por incumplir roles tradicionales de gnero.

Ciberviolencia: difusin no consentida de fotos y datos personales.

Violencia sexual: miradas y gestos lascivos, roces corporales, accidentales, comentarios de connotacin ertica sobre partes ntimas del cuerpo. Tocamientos, acorralamientos, intentos de violacin.

Se debe deconstruir imaginarios que culpabilizan a las vctimas y normalizan estas violencias debe ser una pieza clave de las estrategias de prevencin integral con enfoque de gnero en las instituciones educativas

Hay varios factores que incrementan riesgo de violencia contra nias y adolescentes en escuelas:

La Organizacin no Gubernamental local Paz y Esperanza (2020) seala algunos de esos factores:

Personal educativo no capacitado en derechos humanos, gnero y sexualidad. Alto porcentaje de docentes en secundaria.

Currculos ocultos que refuerzan los estereotipos negativos sobre las mujeres y naturalizan la violencia.

Escasa participacin de las y los adolescentes en las normativas anti-acoso. Mecanismos de denuncias poco amigables o deficientes.

Barreras en el acceso a educacin integral sexual, mtodos anticonceptivos, interrupcin voluntaria del embarazo.

Machismo y lenguaje discriminatorio en textos escolares y materiales didcticos que se traducen en acoso aulas.

Nula formacin a padres de familia sobre prevencin de violencia, consentimiento, noviazgos sanos, derechos sexuales y reproductivos.

Ausencia de protocolos inadecuados frente a situaciones de abuso sexual o fsico dentro de las instituciones.

La exposicin a la violencia de gnero en las escuelas tiene efectos graves

Desercin escolar temprana y abandono de los estudios, especialmente en el paso de primaria a secundaria.

Trastornos emocionales como baja autoestima crnica, ansiedad, cuadros depresivos e ideaciones suicidas.

Dficit en habilidades socioemocionales y cognitivas que perjudican su desempeo y desarrollo integral.

Actitudes de temor que derivan en aislamiento social.

Riesgo de embarazos precoces por abuso sexual y falta de educacin integral en sexualidad.

Mayor probabilidad de normalizar y tolerar las violencias siendo adultas, reproduciendo dinmicas de maltrato en el plano familiar o de pareja.

La investigadora en temas de niez y gnero Montserrat Pulido (2021) enfatiza que estas secuelas impactan no solo a las sobrevivientes y sus entornos cercanos: tienen un altsimo costo social y econmico drenando recursos en salud, seguridad y polticas pblicas remediales durante toda la vida.

La Universidad Andina Simn Bolvar Sede Ecuador (2021) en su informe sobre Violencia contra Nias y Mujeres en la Regin recomienda medidas en el mbito educativo como:

Institucionalizar enfoque de gnero en diseo e implementacin de polticas educativas, combatiendo desigualdades estructurales.

Aumentar % docentes mujeres, especialmente en reas STEM. Crear cuotas en puestos de decisin.

Garantizar formacin continua sobre prevencin de violencia con perspectiva de gnero a todo personal educativo y de seguridad.

Implementar talleres obligatorios sobre masculinidades no violentas, buen trato en el noviazgo, manejo de conflictos, pensamiento crtico sobre medios y autoestima corporal dirigido a estudiantes desde temprana edad.

Instaurar brigadas contra el acoso escolar. Habilitar psiclogas educativas y mecanismos de denuncia seguros y eficientes dentro de los colegios.

Insertar de forma transversal igualdad de gnero en educacin sexual.

Solo as se sentarn bases culturales de empata, igualdad y convivencia que prevengan la futura victimizacin femenina en etapas posteriores de la vida, puntualizan las expertas Gloria Maira y Andrea Lpez (2021).

El profesorado es clave como segundo agente de socializacin para promover new masculinidades y feminidades igualitarias desde edades tempranas. Segun el pedagogo Augusto Aguilar (2022), su rol es:

Detectar indicios de violencia basada en gnero: cambios conductuales, aislamiento de nias, ausentismo o desempeos disminuidos.

Generar un clima seguro de confianza para abordar situaciones de acoso, abuso o bulliyng por condicin de gnero.

Identificar y frenar de raz microviolencias, chistes y lenguaje sexista e

Construir nuevas lgicas de convivencia basadas en derechos, empata, resolucin no violenta de conflictos y cooperacin.

Inferir los casos de violencia

Capacitarse continuamente en prevencin de violencia, igualdad de gnero.

Las ONU Mujeres (2017) tambin habla de la creacin de la experiencia docente en el diseo de todo nivel para integrar su visin en primera lnea de la problemtica de violencia contra las nias en las escuelas.

Respuesta del sistema judicial

Sara Oviedo, directora de la Fundacin Cecilia Ormeo (2022) precisa que apenas 1 de 10 casos llega a condena definitiva, mientras que 3 salen sobresedos provisionalmente (archivados temporalmente) al no hallar pruebas contundentes por falta de debida diligencia en la investigacin inicial.

La Comisin Interamericana de Derechos Humanos en su informe anual 2021 constata que en Ecuador la impunidad en delitos por violencia de gnero supera el 90%, debido a que las reformas legales no han ido acompaadas de polticas judiciales integrales con recursos suficientes, provisin de peritos especializados, unidades policiales contra la violencia a la mujer, juzgados exclusivos bien equipados ni personal capacitado con enfoque de gnero.

Simone Issozetls, Relatora Especial de Naciones Unidas sobre Independencia de Magistrados y Abogados, en su estudio regional 2022, corrobora que la escasez de fiscales, jueces y defensoras pblicas mujeres, as como la ausencia de la asignatura de derechos humanos de las mujeres en currculos de formacin judicial son obstculos estructurales para el acceso efectivo a la justicia.

Un estudio del Foro de Abogadas del Ecuador 2021 revela que en el pas menos del 30% de cargos judiciales y de administracin de justicia estn ocupados por mujeres. No existen estadsticas desagregadas de denuncias, procesos y sentencias con enfoque de gnero que dimensionen realmente el problema y sirvan para disear polticas judiciales especficas contra la violencia hacia nias y mujeres.

Solo con operadores de justicia sensibles al gnero, protocolos adecuados y voluntad poltica para investigar y sancionar estos delitos se podrn garantizar los derechos de las mujeres a acceder a un sistema de justicia oportuno, eficaz y sin discriminacin.

La Red Nacional de Casas Refugio de Ecuador (2019) precisa los tipos de violencia institucional judicial ms frecuentes:

Negligencia en investigacin y sustanciacin de causas de violencia machista, no tratndolas con debida diligencia ni exhaustividad para esclarecer hechos.

Inaccin y displicencia de funcionarios judiciales ante quejas y peticiones de mujeres vctimas de violencia. Prdida de expedientes.

Tratos despersonalizados, cosificacin e insensibilidad a situaciones traumticas relatadas durante declaraciones.

Interrogatorios y contrainterrogatorios que revictimizan, preguntando sobre historia sexual o conductas previas como posible causa de violencia.

Demoras excesivas en trmites que prolongan indefinidamente procesos judiciales, provocando desgaste en vctimas.

Falta de explicacin clara y accesible sobre estado de casos, derechos de mujeres y pasos a seguir tras denuncia.

Emisiones de boletas de proteccin restrictivas que no se cumplen o sentencias con penas irrisorias que perpetan impunidad.

Segn la jurista Rosa Borja (2020), la transparencia, la participacin social y la rendicin de cuentas son indispensables para alcanzar reformas integrales en el sistema judicial. Se requieren medidas como:

Ms fiscalas, juzgados penales y defensoras de la mujer con paridad de gnero. Designar casos de femicidio y violencia machista como delitos de mxima prioridad.

Impulsar protocolos especializados de actuacin judicial con enfoque de gnero: investigacin de oficio, ampliar concepto de prueba considerando contexto de violencia, prohibir careos de vctima con victimario.

Garantizar acompaamiento jurdico gratuito y especializado para guiar y respaldar testimonios, con intrpretes en caso de hablar solo lenguas originarias.

Habilitar Casas de Justicia y Ventanillas nicas en zonas rurales para recepcin segura de denuncias sin necesidad de trasladarse a ciudades principales.

Generar unidades de rehabilitacin psicosocial para sobrevivientes dentro de ficalas y cortes. Espacios de cuidado infantil para sus hijos.

Disear junto con familiares de vctimas protocolos de comunicacin sobre avances y resultados en causas judiciales, resolviendo inquietudes.

Consolidar un registro nico digital de antecedentes policiales-judiciales de victimarios para mejor ponderacin de riesgos en la dictaminacin de medidas.

Incrementar sustancialmente trabajo territorial de prevencin con hombres sentenciados, para evitar incumplimientos de medidas de alejamiento y reducir reincidencia.

Para facilitar a las mujeres vctimas de violencia el acceso a sus derechos y romper el ciclo de violencia, el Estado y gobiernos locales de Ecuador han implementado algunos programas y servicios especializados:

Lnea telefnica de emergencia 911

Centros de Equidad y Justicia: servicios de asesora legal, psicolgica y social gratuitos

Casas de acogida y albergues temporales

Botones de pnico y sistemas de vigilancia para vctimas con medidas de proteccin

Centros especializados de atencin y rehabilitacin

Grupos de apoyo y autoayuda

Campaas informativas sobre recursos disponibles

Capacitacin a funcionariado pblico para mejorar la respuesta.

Sin embargo, la cobertura y calidad de estos servicios no se ha extendido suficientemente en todo el territorio nacional. Persisten vacos en zonas rurales y urbano marginales que no garantizan una atencin integral, oportuna y de calidad acorde a las necesidades de las vctimas sobrevivientes de violencia machista.

La violencia contra las mujeres es un grave problema social en Ecuador, con terribles consecuencias para la salud e incluso la vida. Se manifiesta en todos los mbitos y a diario conocemos nuevos casos atroces, principalmente por parte de parejas, familiares o conocidos (Pontn, 2009). Desafortunadamente, estos comportamientos surgen de un sistema machista y desigual que ha privilegiado la autoridad masculina y perjudicado a ms de la mitad de la poblacin femenina (Toledo, 2007).

Hasta los aos 90, se consideraba un asunto privado donde el Estado no deba involucrarse (Cabanellas, 1993). Histricamente la legislacin daba permiso al hombre para ejercer violencia y subordinar a la mujer y la familia (Familia, 1995). Gracias al trabajo de grupos de mujeres nacionales e internacionales, desde los 80 empez a reconocerse como una violacin a los DDHH y un problema social y de salud pblica (OMS, 2015). Esto llev al Estado y la sociedad a desnaturalizarla y asumir responsabilidades.

Se han creado polticas pblicas de atencin y proteccin integral a vctimas (Reglamento, 2004). Se han ratificado tratados como Belm do Par para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres (OEA, 1994).

Belm do Par (1995) estableci el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia en el mbito pblico y privado. Este instrumento internacional de DDHH dio a los Estados Parte, como Ecuador, la pauta para adoptar leyes y polticas sobre prevencin, erradicacin y sancin de la violencia contra las mujeres (CIDH, 1993), siendo un aporte clave para fortalecer el Sistema Interamericano de DDHH.

Causas de la Violencia

La violencia contra las mujeres no tiene justificacin ni causa que la valide, segn investigaciones, la verdadera raz es la construccin social de gnero que ha configurado histricamente al hombre como superior, poderoso y protector; y a la mujer como dbil, delicada y dependiente (Casique, 2010). Estos roles han determinado relaciones de poder y conductas desiguales donde los hombres se imponen sobre las mujeres (Hendel, 2008).

Diversos factores de riesgo promueven esta violencia, como antecedentes familiares violentos, bajo nivel educativo de la mujer, experiencias traumticas en la infancia, aislamiento de la vctima, baja autoestima, dependencia econmica y psicolgica, embarazo, desequilibrio de poder, alcoholismo y drogadiccin (Corsi, 2010). Poseer armas, tener antecedentes delictivos o falta de proteccin ante denuncias pueden agravarla (Larrauri, 2001).

Otros elementos que favorecen la continuidad son la inseguridad del hogar, celos extremos, falta de apoyo familiar o social, propiedad exclusiva del agresor sobre la vivienda, desconocimiento de derechos de la mujer y deficiencias en el sistema de justicia (Camacho et al., 2014).

En la regin, el alto consumo de alcohol est arraigado culturalmente. Se piensa errneamente que es la causa de la violencia, cuando en realidad es un factor de riesgo que intensifica las conductas violentas del agresor (Medina, 2002).

Consecuencias de la violencia

Las consecuencias de la violencia contra las mujeres son multidimensionales, desde lesiones fsicas leves hasta discapacidades crnicas, problemas de salud mental e incluso la muerte. Hay que considerar tambin a las vctimas indirectas como los hijos, quienes sufren efectos a mediano y largo plazo (Armero, 2000).

Entre las consecuencias ms graves en los nios se encuentran: problemas de agresividad, dificultades para relacionarse, baja autoestima, egocentrismo cognitivo y social. El Estado tambin se ve afectado en trminos polticos, econmicos, de salud, judiciales y educativos (Audiencia CIDH, 2006).

Es alarmante el aumento de femicidios en los ltimos aos, manifestacin extrema de esta violencia, que obliga al Estado a implementar polticas pblicas preventivas y de erradicacin, como la Ley Orgnica para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Asamblea Nacional, 2008).

La violencia de gnero constituye una clara vulneracin de derechos humanos fundamentales establecidos en la Constitucin (Asamblea Nacional, 2008), como el derecho a la integridad personal, a la no discriminacin y a una vida libre de violencia en lo pblico y privado.

Instrumentos Internacionales

La identificacin de la violencia contra las mujeres como una transgresin a sus derechos fundamentales fue el resultado de muchos aos de esfuerzo de los movimientos feministas. Estos grupos abogaron incansablemente en mltiples espacios, especialmente en organismos internacionales como Naciones Unidas y la OEA, para visibilizar esta problemtica.

Algunos hitos fundamentales en este proceso fueron:

- La Convencin sobre la Eliminacin de Todas las Formas de Discriminacin contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en ingls) adoptada por la ONU en 1979. Este tratado internacional define y condena la discriminacin contra las mujeres e insta a los estados a tomar medidas para erradicarla.

- La Declaracin Universal de Derechos Humanos de 1948, que afirma la igualdad de derechos y libertades de todos los seres humanos sin distincin alguna.

- El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos de 1969, que obliga a los estados a garantizar los derechos a la vida, integridad, seguridad y igualdad ante la ley de todas las personas bajo su jurisdiccin.

- La Convencin Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer de 1994, que por primera vez define y condena especficamente la violencia basada en gnero, y exige a los estados adoptar polticas para prevenirla y sancionarla en los mbitos pblico y privado. Reconoce el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

Discusin

Los principales hallazgos y observaciones de la investigacin sobre la violencia contra las mujeres en Ecuador:

La violencia de gnero es un grave problema social y de salud pblica en Ecuador, que afecta los derechos humanos fundamentales de las mujeres.

Persisten altos ndices de violencia fsica, psicolgica, sexual y otros tipos, principalmente en el mbito de las relaciones de pareja.

La normalizacin y naturalizacin de estas violencias dificultan su identificacin y respuesta adecuada incluso por parte de las propias vctimas.

Es necesario aumentar la concientizacin y educacin para cambiar construcciones sociales de gnero, machismo y legitimacin de la violencia que perpetan el problema.

El consumo de alcohol y drogas es un importante factor de riesgo que intensifica las conductas violentas, pero no su causa.

La violencia contra las mujeres tiene graves consecuencias fsicas, psicolgicas y sociales, incluyendo un aumento de femicidios.

Se requiere un abordaje integral con polticas pblicas de prevencin, atencin, sancin y reparacin. Las leyes por s solas son insuficientes.

Es clave visibilizar y denunciar esta violencia, brindar apoyo a las vctimas, y reparar los daos explcitos e implcitos causados.

Los avances legislativos y de polticas pblicas son importantes pero insuficientes. Se necesita mayor voluntad poltica y asignacin de recursos para una respuesta efectiva.

Slo un enfoque intersectorial y multidisciplinario puede lograr una reduccin real y sostenida de la violencia contra las mujeres en el pas

 

Conclusiones

La violencia de gnero es un problema social y de salud pblica que vulnera los derechos humanos de las mujeres en el pas. Requiere acciones integrales del Estado para su prevencin, atencin, sancin y erradicacin.

Las construcciones sociales de gnero basadas en la desigualdad, el machismo y roles tradicionales son la raz que perpeta la violencia contra las mujeres en todas sus formas.

Es necesario seguir trabajando en la concientizacin y la transformacin cultural para eliminar la naturalizacin y normalizacin de la violencia, incluso por parte de las propias vctimas.

El marco legislativo y de polticas pblicas para combatir esta problemtica ha avanzado, pero se requiere mayor voluntad poltica y asignacin de recursos para una aplicacin efectiva.

La respuesta debe ser interinstitucional e intersectorial, involucrando a entidades de justicia, seguridad, proteccin, salud y educacin en los mbitos pblico y privado.

Es clave dar apoyo, proteccin y reparacin a las vctimas; as como trabajar en la prevencin y la sancin efectiva de toda forma de violencia contra las mujeres.

Slo un abordaje integral y sostenido puede aspirar a reducir realmente la alta prevalencia de la violencia de gnero y sus graves consecuencias en el Ecuador.

 

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