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Acciones de manejo de sustancias qu�micas en fincas agr�colas de la parroquia Colon

 

Actions to manage chemical substances on agricultural farms in the Colon parish

 

A��es de gest�o de subst�ncias qu�micas nas explora��es agr�colas da freguesia de Col�n

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: miguel.moran@unesum.edu.ec

 

Ciencias T�cnicas y Aplicadas

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 11 de enero de 2024 *Aceptado: 18 de febrero de 2024 * Publicado: �12 de marzo de 2024

 

        I.            Ingeniero, Universidad Estatal del Sur de Manab�, Carrera de Ingenier�a Ambiental, Jipijapa, Ecuador.

      II.            Ingeniero, Universidad Estatal del Sur de Manab�, Carrera de Ingenier�a Ambiental, Jipijapa, Ecuador.

    III.            Ingeniero, Universidad Estatal del Sur de Manab�, Carrera de Ingenier�a Ambiental, Jipijapa, Ecuador.

    IV.            Ingeniero, Universidad Estatal del Sur de Manab�, Carrera de Ingenier�a Forestal, Jipijapa, Ecuador.

Resumen

La investigaci�n tiene como prop�sito principal identificar el uso de qu�micos en los agroecosistemas de la Parroquia Col�n, situada en el cant�n Portoviejo. El enfoque se centra en examinar las pr�cticas de manejo y almacenamiento de estos productos qu�micos, con el fin de comprender los tipos de sustancias utilizadas por los agricultores locales. Dado que los suelos pueden sufrir impactos negativos debido a la aplicaci�n de qu�micos, los cuales son conocidos por sus efectos contaminantes, esta investigaci�n busca arrojar luz sobre la situaci�n actual. Para llevar a cabo este estudio, se emple� una metodolog�a que combina el m�todo descriptivo y estad�sticos cualitativos, as� como t�cnicas de observaci�n y entrevista. Entre los productos qu�micos identificados se encuentran plaguicidas y fertilizantes, tales como Reglone, Evergreen y el fertilizante Kaliumin, entre otros. Es relevante destacar que se observ� que muchos de estos productos no son almacenados de manera adecuada, lo que podr�a generar riesgos para la salud y el medio ambiente. En este contexto, se propone la aplicaci�n de la matriz de incompatibilidad, basada en el anexo K de la norma t�cnica ecuatoriana 22:66, como medida para mejorar la gesti�n de almacenamiento y manipulaci�n de estos insumos qu�micos. Esta propuesta tiene como objetivo principal proporcionar a los agricultores pautas claras y pr�cticas para minimizar los riesgos asociados con la utilizaci�n de qu�micos, evitando as� posibles repercusiones negativas tanto para la salud humana como para el entorno ambiental. Con esta iniciativa, se busca fomentar pr�cticas agr�colas m�s seguras y sostenibles en la Parroquia Col�n.

Palabras clave: Qu�micos; Agricultores; Almacenamiento; Incompatibilidad; Salud.

 

Abstract

The main purpose of the research is to identify the use of chemicals in the agroecosystems of the Col�n Parish, located in the Portoviejo canton. The focus is on examining the handling and storage practices of these chemicals, in order to understand the types of substances used by local farmers. Given that soils can suffer negative impacts due to the application of chemicals, which are known for their polluting effects, this research seeks to shed light on the current situation. To carry out this study, a methodology was used that combines the descriptive method and qualitative statistics, as well as observation and interview techniques. Among the chemicals identified are pesticides and fertilizers, such as Reglone, Evergreen and Kaliumin fertilizer, among others. It is relevant to highlight that it was observed that many of these products are not stored properly, which could generate risks to health and the environment. In this context, the application of the incompatibility matrix, based on Annex K of the Ecuadorian technical standard 22:66, is proposed as a measure to improve the management of storage and handling of these chemical inputs. This proposal's main objective is to provide farmers with clear and practical guidelines to minimize the risks associated with the use of chemicals, thus avoiding possible negative repercussions for both human health and the environmental environment. This initiative seeks to promote safer and more sustainable agricultural practices in Col�n Parish.

Keywords: Chemicals; Farmers; Storage; Incompatibility; Health.

 

Resumo

O objetivo principal da pesquisa � identificar o uso de produtos qu�micos nos agroecossistemas da Freguesia de Col�n, localizada no cant�o de Portoviejo. O foco est� na an�lise das pr�ticas de manuseamento e armazenamento destes produtos qu�micos, a fim de compreender os tipos de subst�ncias utilizadas pelos agricultores locais. Dado que os solos podem sofrer impactos negativos devido � aplica��o de produtos qu�micos, conhecidos pelos seus efeitos poluentes, esta investiga��o procura lan�ar luz sobre a situa��o atual. Para a realiza��o deste estudo foi utilizada uma metodologia que combina o m�todo descritivo e a estat�stica qualitativa, bem como t�cnicas de observa��o e entrevista. Entre os produtos qu�micos identificados est�o pesticidas e fertilizantes, como o fertilizante Reglone, Evergreen e Kaliumin, entre outros. � relevante destacar que foi observado que muitos desses produtos n�o s�o armazenados adequadamente, o que pode gerar riscos � sa�de e ao meio ambiente. Neste contexto, prop�e-se a aplica��o da matriz de incompatibilidade, baseada no Anexo K da norma t�cnica equatoriana 22:66, como medida para melhorar a gest�o do armazenamento e manuseio desses insumos qu�micos. O principal objectivo desta proposta � fornecer aos agricultores orienta��es claras e pr�ticas para minimizar os riscos associados � utiliza��o de produtos qu�micos, evitando assim poss�veis repercuss�es negativas tanto para a sa�de humana como para o ambiente. Esta iniciativa visa promover pr�ticas agr�colas mais seguras e sustent�veis ​​na freguesia de Col�n.

Palavras-chave: Produtos Qu�micos; Agricultores; Armazenar; Incompatibilidade; Sa�de.

 

 

Introducci�n

Desde el a�o 1950, la producci�n agr�cola ha experimentado un crecimiento constante, superando significativamente el aumento en la poblaci�n. Este incremento ha permitido alcanzar una producci�n de calor�as alimenticias que ser�an adecuadas para toda la poblaci�n mundial. Es importante destacar que este aumento se ha logrado principalmente mediante el aumento de la productividad por unidad de superficie, sin necesidad de dedicar nuevas tierras al cultivo. Este fen�meno es com�nmente conocido como la revoluci�n verde (Andrade y Chata, 2016).

El papel fundamental de la agricultura en el crecimiento econ�mico se ha visto marcado por aumentos significativos en la productividad. Durante esa d�cada, se evidenci� un incremento notable en las disparidades de productividad entre pa�ses desarrollados y subdesarrollados. Mientras que el crecimiento del producto por trabajador alcanz� un 4.7% en los pa�ses desarrollados, en los subdesarrollados solo lleg� al 1.4%. Se destaca que la superficie de cultivo por trabajador en los pa�ses desarrollados experiment� un aumento anual del 2.6%, mientras que en los pa�ses subdesarrollados se redujo en un 0.4% (Regidor, 1987).

De acuerdo con el art�culo de Pinargote et al. (2019), se se�ala que la provincia de Manab� destaca como la principal productora agr�cola en Ecuador, aprovechando de manera integral los recursos naturales ante la actual demanda poblacional. Este contexto ha generado inter�s en llevar a cabo el proyecto de investigaci�n, ya que las actividades humanas realizadas est�n provocando modificaciones en la composici�n del suelo y del agua en los ecosistemas.

Los productos qu�micos empleados en la agricultura se dividen en categor�as que incluyen herbicidas, dise�ados para gestionar las especies vegetales perjudiciales o invasivas, como las malezas;

insecticidas, destinados a controlar los diversos insectos que pueden afectar los cultivos; y acaricidas o fungicidas, dise�ados para combatir hongos y enfermedades bacterianas.

Los efectos adversos derivados de pr�cticas inadecuadas en el uso de qu�micos incluyen s�ntomas como dolores de cabeza, n�useas, v�mitos, dolores estomacales y diarreas. Adem�s, se observan consecuencias a nivel ambiental, como la erosi�n, compactaci�n y salinizaci�n del suelo, agotamiento de nutrientes y contaminaci�n del aire, tierra y agua, con repercusiones directas en la salud de los organismos vivos. Otros problemas asociados incluyen la resistencia de los insectos a los plaguicidas, la deforestaci�n, la reducci�n del agua subterr�nea y la presencia de residuos t�xicos, con efectos perjudiciales tanto para la salud humana como para el entorno ambiental.

Los habitantes agr�colas de la parroquia Col�n generan sus recursos econ�micos mediante la producci�n de cultivos de ciclo corto, empleando para ello una variedad de productos qu�micos. Estos productos incluyen herbicidas para la gesti�n de malezas, fertilizantes qu�micos y plaguicidas y fungicidas destinados al control de plagas y enfermedades.

En virtud de lo anterior, este estudio tiene la relevancia y amplitud de comprender la utilizaci�n de productos qu�micos en sus labores, as� como la implementaci�n de una matriz para garantizar su almacenamiento y manejo adecuados. Esto se lleva a cabo con el prop�sito de prevenir reacciones qu�micas perjudiciales tanto para el medio ambiente como para la salud.

 

Metodolog�a

Selecci�n del �rea de estudio

La parroquia Col�n se encuentra en la provincia de Manab�, dentro del cant�n Portoviejo. La mayor�a de sus residentes se dedican a actividades agr�colas, ganaderas y a la gesti�n de negocios de abarrotes, las cuales constituyen las principales fuentes de ingreso tanto para las familias individuales como para la comunidad en su conjunto.

En sus propias fincas, las familias han establecido diversos cultivos, destacando entre ellos el pl�tano, ma�z, cacao y c�tricos.

La parroquia Col�n es un �rea poblada ubicada en el Cant�n Portoviejo de la Provincia de Manab�, su latitud es de -1.11667 y longitud de -80.4167. Sus parroquias cercanas Pachinche y Lodana del cant�n Santa Ana.

Clima: La parroquia col�n posee Temperaturas m�ximas de 29�C y m�nimas de 22 �C.

Col�n se caracteriza por tener una poblaci�n muy activa en la producci�n agr�cola y ganadera, es una zona altamente productiva con suelos muy f�rtiles.

 

Procedimiento

La naturaleza de la investigaci�n es exploratoria, misma que desempe�a un papel fundamental al establecer de manera precisa el problema en cuesti�n. Mediante la consulta de fuentes primarias y secundarias que abarcaron folletos, revistas, internet y otros documentos esenciales para el estudio, se aplic� un m�todo estad�stico cualitativo para analizar las entrevistas llevadas a cabo con agricultores de las quince fincas seleccionadas. Este enfoque ha resultado crucial para destacar e interpretar los resultados relacionados con las pr�cticas y el uso de productos qu�micos en dichas fincas.

Para evaluar el manejo de productos qu�micos por parte de los agricultores, resulta esencial utilizar la observaci�n como t�cnica principal, esta metodolog�a se fundamenta en una percepci�n cuidadosa de los fen�menos pertinentes, y se ejecuta mediante la elaboraci�n de matrices de lista de verificaci�n, mismas matrices que posibilitan la identificaci�n detallada de los productos qu�micos empleados en el proceso agr�cola.

Identificar y evaluar las sustancias qu�micas aplicadas y asociados al uso de agroqu�micos en los agroecosistemas asociados.

Se llevan a cabo entrevistas con los agricultores de cada finca, abordando temas relacionados con pr�cticas agr�colas y gesti�n de recursos naturales. Luego, se procede a sistematizar los datos recolectados con el objetivo de obtener de manera objetiva informaci�n sobre el grado de impacto de las actividades agr�colas, ya sea de manera positiva o negativa, en la salud humana y el medio ambiente. Este proceso incluye la elaboraci�n de una matriz que detalla las caracter�sticas y usos de cada uno de los elementos evaluados.

 

Manejo y almacenamiento de sustancia qu�micas

En la matriz, se detallan los tipos de qu�micos empleados por los agricultores en las quince fincas para cultivar sus productos, clasific�ndolos seg�n su nivel de peligrosidad y los efectos que provocan en los seres humanos y el medio ambiente. Tras obtener los resultados, se procede a analizar cu�l agroqu�mico se utiliza con mayor frecuencia y evaluar su impacto en los agroecosistemas de la zona.

 

Valoraci�n de la Matriz de Compatibilidad

Significado de la T�cnica del Sistema Globalmente Armonizado de Clasificaci�n y Etiquetado de Productos Qu�micos (SGA)

 

Tabla.1: Indicadores de almacenamiento

 

Tabla2: Clase o Divisi�n de Peligro Norma T�cnica Ecuatoria INEN 22:66

 

Fuente: NTE INEN 2266:2013

 

Resultados

Tipos de cultivos distribuido en la parroquia Col�n

 

Tabla 3: Tipos de Cultivos en la parroquia Col�n

 

La Tabla 3 proporciona informaci�n crucial sobre el porcentaje de producci�n agr�cola en la Parroquia Col�n, destinado a la comercializaci�n de productos con el objetivo de impulsar el desarrollo social y econ�mico en la regi�n.

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Qu�micos presentes en los diferentes cultivos del �rea de estudio

 

Tabla 4: Listado de qu�micos

 

De acuerdo con los resultados presentados, se identific� la presencia de herbicidas, insecticidas, fungicidas, fertilizantes y fijadores en la aplicaci�n de cultivos en cada una de las fincas. Cada uno de estos componentes desempe�a funciones cruciales en el desarrollo de las plantas: los herbicidas, agentes qu�micos que se utilizan para inhibir o restringir el crecimiento de hierbas; los insecticidas, tambi�n conocidos como fitosanitarios, que repelen o controlan plagas durante el desarrollo del cultivo; los fungicidas, encargados de eliminar y prevenir diversos tipos de hongos y mohos que podr�an da�ar o incluso matar a la planta; y los fertilizantes, sustancias ricas en nutrientes dise�adas para mejorar el �rea de desarrollo del cultivo.

Cada sustancia qu�mica desempe�a un papel espec�fico en los cultivos, como, por ejemplo: impedir la germinaci�n de esporas de hongos, controlar y prevenir la resistencia, eliminar malezas de hojas tanto anchas como angostas, erradicar la presencia de gusanos en frutas o productos germinados, y abordar insectos mediante el contacto e ingesti�n.

Cada finca mantiene una variedad de producciones, como cacao, ma�z y banano, entre otras. En estas fincas, se utilizan productos qu�micos como Manzate 75 WG, Bravo 720 (un fungicida), Cerillo, Renglone y Arrasador 480 (herbicidas), as� como Solaris, Radiant y semevin (insecticidas) para combatir especies de hongos o pat�genos. La aplicaci�n de una matriz permiti� clasificar la toxicidad y peligrosidad de cada qu�mico. Se observ� que el fungicida Bravo 720, clasificado como sustancia y objeto peligroso de Clase 9 seg�n la norma t�cnica ecuatoriana 22:66, presenta un mayor riesgo de exposici�n a enfermedades y da�os para tanto el ser humano como el ambiente.

Los cultivos de banano, pl�tano, ca�a de az�car y papaya emplean fertilizantes y herbicidas con el prop�sito de mejorar la productividad de sus cosechas. Al realizar una clasificaci�n basada en peligrosidad y toxicidad, se determina que el herbicida Kripton 300 es considerado una sustancia corrosiva de Clase 8, esto implica que los da�os causados a los individuos son inmediatos al entrar en contacto con la sustancia, y, adem�s, presenta un alto grado de toxicidad para los organismos acu�ticos. Pr�cticas de uso y manejo de los qu�micos en fincas.

 

Tabla 5: Tipos de qu�micos utilizados en los cultivos

 

Mediante la formulaci�n de diversas preguntas y el posterior an�lisis de las entrevistas realizadas a los propietarios de las 15 fincas, se busc� obtener informaci�n detallada acerca de la situaci�n social, econ�mica y productiva de los agroecosistemas. El objetivo era verificar la caracterizaci�n de los tipos de productos qu�micos utilizados, todo ello en relaci�n con sus posibles impactos en la salud y el medio ambiente. Esta informaci�n result� crucial para llevar a cabo una caracterizaci�n cualitativa de las �reas de estudio y para comprender las pr�cticas, percepciones y motivaciones relacionadas con el uso de qu�micos en la producci�n de dichas fincas.

El an�lisis revel� que las medidas de prevenci�n y almacenamiento son insuficientes, ya que no se tiene en cuenta ni la clase ni la peligrosidad de los productos empleados. Esto conlleva a que los productos sean almacenados con el riesgo de desencadenar reacciones qu�micas perjudiciales tanto para la poblaci�n que los manipula como para el entorno ambiental.

 

Tabla 6: Matriz de Incompatibilidad para el clasificado y separado de agroqu�micos

 

La matriz que establece la incompatibilidad entre sustancias y mezclas qu�micas, considerando su base, composici�n o tipo, con el objetivo de determinar las medidas adecuadas para su transporte y almacenamiento. Este proceso sigue las directrices del Sistema Globalmente Armonizado de Clasificaci�n y Etiquetado de Productos Qu�micos (SGA), y en Ecuador, se lleva a cabo mediante la evaluaci�n establecida en la Norma T�cnica Ecuatoriana 2266:2013 del Instituto Ecuatoriano de Normalizaci�n (INEN) referente al transporte, almacenamiento y manejo de materiales peligrosos. Para evaluar la incompatibilidad de productos qu�micos, se emplean diversas t�cnicas, siendo una de las m�s utilizadas el sistema de sem�foro: Verde indica que las sustancias o mezclas pueden ser almacenadas juntas, siempre y cuando se verifique su compatibilidad mediante la hoja o ficha de seguridad; Amarillo implica restricciones en el almacenamiento de ciertas sustancias, requiriendo la revisi�n de su incompatibilidad o condiciones espec�ficas; Rojo indica que las mezclas, sustancias

o productos deben almacenarse por separado debido a su peligrosidad y riesgo para los trabajadores

o manipuladores. Este proceso de clasificaci�n se respalda con pictogramas que destacan las amenazas o peligros asociados con los productos qu�micos.

Esta matriz est� dirigido a personal de almacenes, laboratorios, servicios generales, as� como a aquellos que manipulan y aplican sustancias o productos qu�micos.

En el sector agr�cola, donde los agricultores se enfrentan constantemente a sustancias qu�micas, como agroqu�micos que, aunque beneficiosos para mejorar la productividad de los cultivos, contienen componentes peligrosos, es crucial que los agricultores reciban capacitaci�n y material informativo sobre las pr�cticas adecuadas de manipulaci�n, almacenamiento, mezcla y transporte de productos qu�micos, esto ayudar�a a reducir la probabilidad de da�os f�sicos, ambientales o para la salud asociados con el uso de estos productos.

Los productos qu�micos pueden venir con diferente etiquetado o informaci�n de composici�n, el sistema de rotulado por la Naciones Unidas, dividen las mercanc�as peligrosas en 9 grupos llamados �Clases�, los cuales se subdividen para detallar el tipo de peligrosidad que posee. Cada numeraci�n contempla un pictograma, color y forma, en donde describe la informaci�n necesaria de pertenencia.

 

Discusi�n

La gesti�n adecuada de sustancias qu�micas en fincas agr�colas es esencial para mitigar impactos adversos en la salud humana, el medio ambiente y la sostenibilidad agr�cola. Los resultados de nuestra investigaci�n respaldan la importancia de acciones espec�ficas para abordar este desaf�o implantando una matriz de incompatibilidad con los qu�micos utilizados com�nmente en producciones.

Seg�n lo se�alado por Yarto et al. (2003) de acuerdo con la definici�n establecida en la Ley General del Equilibrio Ecol�gico y la Protecci�n al Ambiente (LGEEPA) de M�xico, se requiere clasificar las sustancias qu�micas, incluyendo los residuos, considerando su nivel de riesgo en funci�n de propiedades, cantidades y peligrosidad, esta peligrosidad, como lo establece la propia legislaci�n, se determina mediante caracter�sticas tales como Corrosividad, Reactividad, Explosividad, Toxicidad, Inflamabilidad y la naturaleza Biol�gico-Infecciosa (CRETIB), en el estudio trayectorio se aplic� la normativa t�cnica ecuatoriana INEN 22:66 misma que tiene relevancias con normativas t�cnicas a nivel mundial, que brinda las indicaciones adecuadas para almacenar, manipular y transportar este tipo de componentes

En el estudio de Mendoza, (2011), la utilidad de las notas la NTP 725 indico una serie de pautas o criterios generales que fueron tenidos en cuenta para el almacenamiento de productos qu�micos, etiquetado. En cualquier caso, el anexo K refleja las incompatibilidades que debe usarse para almacenar las sustancias qu�micas, sin que exista el riesgo que materialicen un accidente o incidente, las formas d prevenci�n deber�n reflejarse con pictogramas de seguridad de aplicaci�n y las frases que indiquen las precauciones a considerar con cada sustancia.

Seg�n la toxicidad identificada en diversas sustancias, se observ� un predominio de alta peligrosidad, seguido de peligrosidad especial, media y baja, como indicado por la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) en 2006. La falta de equipos de medici�n para cuantificar las concentraciones de estas sustancias en el entorno laboral impide realizar una evaluaci�n dosis- respuesta precisa. Adem�s, las condiciones variables de exposici�n en t�rminos de tiempo y lugar de trabajo, junto con las interrupciones frecuentes de las operaciones, dificultan una caracterizaci�n exacta del riesgo en cada entidad.

A pesar de estas limitaciones, al considerar la peligrosidad de las sustancias utilizadas, la disponibilidad de equipos de protecci�n personal, la evaluaci�n de la ventilaci�n en los puestos de trabajo, la detecci�n de olores caracter�sticos de las sustancias y los s�ntomas referidos por algunos trabajadores bajo condiciones aparentemente similares de exposici�n detectadas en la actualidad en el desarrollo de la investigaci�n. Esto permiti� identificar aquellos con mayores riesgos de efectos adversos para la salud asociados con la presencia de sustancias qu�micas, un aspecto que no se hab�a abordado anteriormente en estas entidades desde una perspectiva toxicol�gica, (OMS,2000) y (D�az.,1999).

Asimismo, Montoya et al. (2011) las medidas sugeridas durante las entrevistas respaldan la implementaci�n de acciones concretas dirigidas a reducir el impacto negativo de los riesgos qu�micos en la salud de los trabajadores.

 

Conclusiones

En el proceso de sistematizaci�n de las entrevistas llevadas a cabo, se evidenciaron carencias de conocimiento en lo que respecta a la aplicaci�n y manejo de agroqu�micos, as� como a los impactos negativos que estos generan en el medio ambiente. Los agricultores, en su mayor�a, no han recibido capacitaciones peri�dicas acerca del uso de sustancias qu�micas, la utilizaci�n de equipos de protecci�n personal, las medidas de seguridad necesarias y las consecuencias que dichos productos pueden tener en el entorno.

Al examinar la composici�n de los fertilizantes, plaguicidas, fungicidas y herbicidas empleados en los diversos cultivos de las fincas, se lleva a cabo una evaluaci�n detallada del nivel de peligrosidad y toxicidad tanto para los seres humanos como para el medio ambiente. En este contexto, la matriz de incompatibilidad qu�mica resalta el fertilizante Kript�n como una sustancia corrosiva y t�xica, clasific�ndolo en la categor�a roja. Esto implica que, de manera obligatoria, debe ser almacenado de forma aislada de otros productos qu�micos y manipulado con precauci�n extrema.

 

Referencias

      1.            Andrade Bravo, V. A. y Chata Ch�vez, C. A. (2016). Caracterizaci�n de toxicidad en los agroqu�micos utilizados en la cuenca del R�o Portoviejo: sector El Mej�a-Los pocitos [Tesis de grado, Universidad Laica Eloy Alfaro de Manab�

      2.            D�az, H.; Linares, M.;Perdomo, M.; Rebelo, G. & Gonz�lez, P. (1999). Evaluaci�n de la exposici�n ocupacional a solventes en trabajadores de una f�brica de calzado. Revista Cubana de Higiene y Epidemiolog�a, 37 (3), 114-121.

      3.            IPCS INCHEM. [CD ROM]. Washington, DC: United Nations Environment Programme, International Labour Organization, World Health Organization; 1998.

      4.            Mendoza, M. (2011). El correcto manejo de sustancias qu�micas. Industria Qu�mica, 40, 32�35 Montoya ML, Restrepo FM, Moreno N, Mej�a PA. Impacto generado por el manejo de agroqu�micos,

      5.            parte alta de la microcuenca Chorro Hondo, Marinilla, 2011. Rev. Fac. Nac. Salud P�blica 2013; 32(2): 25-34

      6.            Rojas V�zquez, E. I., Dom�nguez Odio, A., Rodr�guez Tito, J. C., Mac�as Peacok, B., Garc�a Cabrera, L., Clap� Laffita, O., Berenguer Rivas, C. A., & Fong Lores, O. (2006). Identificaci�n y prevenci�n de riesgos de origen qu�mico en centros laborales de Santiago de Cuba. Salud de los Trabajadores, 14(1), 71-76.

      7.            OMS. (2006). Residuos de plaguicidas en los alimentos. Organizaci�n Mundial de la Salud. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/pesticide-residues-in-food

      8.            Pinargote Mora, V., Posligua Ponce, J. y Loor Cede�o, P. (2019). Manab�: territorio de producci�n hacia la Industrializaci�n. �C�mo aprovechar su productividad? Revista Ciencia e Investigaci�n, 4(3), 44 � 50.

      9.            Regidor, J. G. (1987). Innovaci�n tecnol�gica en la agricultura y acumulaci�n de capital: un an�lisis cr�tico de la revoluci�n verde. Estudios, (142), 7 � 30. https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/biblioteca/revistas/pdf_reas/r142_01.pdf

  10.            Yarto, M., Ize, I., & Gavil�n, A. (2003). El universo de las sustancias qu�micas peligrosas y su regulaci�n para un manejo adecuado. Gaceta Ecol�gica, 69, 57�56.

 

 

 

 

 

 

� 2024 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

(https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/).