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La casa de papel (2017) �crimen organizado o emancipaci�n?

 

Money Heist (2017), organized crime or emancipation?

 

Money Heist (2017), crime organizado ou emancipa��o?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: idu046655@usal.es

 

Ciencias Sociales y Pol�ticas

Art�culo de Investigaci�n

 

* Recibido: 30 de enero de 2024 *Aceptado: 22 de febrero de 2024 * Publicado: �04 de marzo de 2024

 

       I.          Universidad de Salamanca, Ecuador.

     II.          Profesor del �rea de Derecho Universidad Cat�lica de Cuenca, Ecuador.

 

Resumen

En el presente art�culo, se realiza un an�lisis dogm�tico penal de la serie �La casa de Papel� de Alex Pina, centr�ndose en el atraco planificado a la F�brica Nacional de la Moneda y Timbre de Espa�a; para su desarrollo se emple� una investigaci�n de tipo cualitativo con enfoque anal�tico; la investigaci�n examin� la evoluci�n de las organizaciones criminales, las nuevas estructuras en red y las caracter�sticas del terrorismo, mediante una revisi�n comparada de la legislaci�n espa�ola y ecuatoriana. As� mismo se indag� doctrinariamente la legitimidad del avance de las barreras de punici�n, en especial en el contexto del derecho penal del enemigo. Se plante� la importancia de generar un material sistem�tico jur�dico-art�stico que permitan promover un pensamiento cr�tico y reflexivo en investigadores, docentes, estudiantes. Finalmente, el estudio concluye cuestion�ndose si los personajes de la casa de papel, pueden ser categorizados como delincuentes organizados o terroristas, defendiendo la necesidad de un enfoque legal m�s equitativo, donde la protesta social sea considerado como un medio leg�timo en la b�squeda de democracia y justicia y no v�ctima del poder punitivo del Estado.

Palabras Clave: Derecho penal del enemigo; Estado democr�tico; organizaciones criminales; terrorismo.

 

Abstract

In this article, a dogmatic criminal analysis of the series �La casa de Papel� by Alex Pina is carried out, focusing on the planned robbery of the National Mint and Stamp Factory of Spain; For its development, qualitative research with an analytical approach was used; The research examined the evolution of criminal organizations, new network structures and the characteristics of terrorism, through a comparative review of Spanish and Ecuadorian legislation. Likewise, the legitimacy of the advancement of punishment barriers was investigated doctrinally, especially in the context of the enemy's criminal law. The importance of generating systematic legal-artistic material that allows promoting critical and reflective thinking in researchers, teachers, and students was raised. Finally, the study concludes by questioning whether the characters of the paper house can be categorized as organized criminals or terrorists, defending the need for a more equitable legal approach, where social protest is considered a legitimate means in the search for democracy and justice and not a victim of the punitive power of the State.

Keywords: criminal law of the enemy; democratic state; Criminal organizations; terrorism.

Resumo

Neste artigo � realizada uma an�lise criminal dogm�tica da s�rie �La casa de Papel� de Alex Pina, com foco no roubo planejado da Casa da Moeda e da F�brica Nacional de Selos da Espanha; Para o seu desenvolvimento utilizou-se pesquisa qualitativa com abordagem anal�tica; A pesquisa examinou a evolu��o das organiza��es criminosas, as novas estruturas de redes e as caracter�sticas do terrorismo, atrav�s de uma revis�o comparativa da legisla��o espanhola e equatoriana. Da mesma forma, a legitimidade do avan�o das barreiras punitivas foi investigada doutrinariamente, especialmente no contexto do direito penal do inimigo. Foi levantada a import�ncia de gerar material jur�dico-art�stico sistem�tico que permita promover o pensamento cr�tico e reflexivo em pesquisadores, professores e alunos. Por fim, o estudo conclui questionando se os personagens da casa de papel podem ser categorizados como criminosos organizados ou terroristas, defendendo a necessidade de uma abordagem jur�dica mais equitativa, onde o protesto social seja considerado um meio leg�timo na busca pela democracia e pela justi�a e n�o v�tima do poder punitivo do Estado.

Palavras-chave: direito penal do inimigo; Estado democr�tico; Organiza��es criminosas; terrorismo.

 

Introducci�n

En el presente art�culo se analiza de forma cr�tica la serie la Casa de Papel creado por �lex Pina, (2017) que trata sobre una �banda organizada de ladrones� que se propone cometer el atraco m�s grande de todos los tiempos en la F�brica Nacional de Moneda y Timbre de Espa�a. Cinco meses de preparaci�n y luego de clases magistrales quedar�n reducidos a once d�as para poder llevar a cabo con �xito el gran golpe, el equipo formado por ocho miembros con diferentes habilidades (el profesor autor intelectual del atraco re�ne y lidera el grupo de asaltantes y dirige todo el plan desde una guarida cercana a la f�brica de moneda, los dem�s Rio el hacker; Helsinki inteligencia en el combate; Berl�n ladr�n a guante blanco de joyas enfermo terminal sin nada que perder; Tokio� audaz en atracos y de pronta reacci�n; Nairobi falsificadora experta; Mosc� h�bil en cavar paredes por estar varios a�os en prisi�n; Denver llevado al atraco por petici�n de su padre Mosc� y por su fuerza) y nombres de ciudades dirigido por su l�der el profesor que ha planificado toda su vida entrar a la casa de papel e imprimir dos mil cuatrocientos millones de euros, se enfrentan a la elite policial con sesenta y siete rehenes, desde la f�brica de moneda entre ellas Alison Parker la hija de embajador brit�nico que sirve como medio para las negociaciones entre el profesor y las autoridades, el profesor manipula a la polic�a para cumplir su plan que implica que t�cnicamente no le robar� a nadie.

Existe escenas de tortura cuando el profesor es capturado por la inspectora Murillo (jefa de la polic�a y experta en negociar con atracadores), quien al final se enamora del profesor y es acusada de c�mplice, posteriormente tras un tiroteo entre la polic�a, los atracadores salen con el mot�n por un t�nel que comunica con la guarida del profesor,� parte del mot�n en forma de lluvia de billetes son dispersadas en las calles de Madrid; es de mencionar que el presente trabajo har� referencia �nicamente al primer atraco (que por ser de gran fama se realiz� otras partes), en este contexto la presente investigaci�n� �se analiza la delincuencia organizada y sobre todo el adelanto de las barreras de punici�n que establecen los estados para su neutralizaci�n y que fomenta un derecho penal del enemigo.

Para este efecto se reflexionar� sobre la evoluci�n de la estructura de las organizaciones criminales, caracter�sticas de las nuevas estructuras criminales �en red., de manera suscita las caracter�sticas del terrorismo: en concreto, el pron�stico de reiteraci�n delictivo., para finalmente indagar sobre el terrorismo individual, y la legitimidad sobre el avance de las barreras de punici�n dentro de un derecho penal garantista.

 

1. Generalidades

 

Se considera importante la creaci�n de un material sistem�tico art�stico jur�dico para el abordaje de nuevas tem�ticas, y que investigadores, docentes y estudiantes universitarios desarrollen un pensamiento cr�tico e innovador, a partir de la realidad� social que tan poco explorada esta y que nos invita a ser reflexivos y a desarrollar teor�as que ser�n un gran aporte a nuestro pa�s que tan estigmatizado esta al tacharnos de simples reproductores de doctrinas,� tal como lo afirma Bourdieu (2000) al tratar sobre la apropiaci�n del campo jur�dico cuando hace referencia a los �te�ricos dedicados a la construcci�n doctrinal en latinoamericana� (p.168).� El an�lisis parte con las interrogantes �C�mo funciona un grupo organizado?, �C�mo ha evolucionado la estructura de las organizaciones criminales terroristas? �Qu� caracter�sticas tiene las nuevas estructuras criminales en red?

El grupo organizado debe planificar ex ante cometer delitos en el futuro de forma continuada. �En un mundo globalizado las amenazas transcienden fronteras y las redes criminales aprovechan cualquier situaci�n que les favorezca para efectuar su actividad delictiva� (S�nchez Moreno & Yubero, 2017, p.3), afectando bienes jur�dicos suprainvidividuales como la paz p�blica o jur�dica como apunta Jakobs (1997), donde los ciudadanos no pueden confiar que los sujetos no cometer�n delitos, por lo que se relaciona con la seguridad o anticipar las lesiones bienes jur�dicos individuales como la vida y la integridad de las personas (Silva S�nchez, 2004). La nueva tecnolog�a ha influido tambi�n, y ha facilitado a las organizaciones criminales su expansi�n y multiplica los riesgos y amenazas de una sociedad internacionalizada y son los mayores enemigos de los estados. Las nuevas formas de operar los grupos criminales han cambiado y a diferencia del grupo del crimen organizado tradicional, estas mantienen ahora conexiones con todo tipo de redes especialmente las terroristas (siendo su conformaci�n de tres personas, delitos graves por la fragmentariedad del derecho penal) que fluyen por medio del internet que actualmente es su continente.

En los grupos organizados la jerarqu�a es determinante, si en su origen las organizaciones criminales disfrutaban de una organizaci�n criminal horizontal o vertical, actualmente esa estructura ha evolucionado a una en red que es lo que permite el establecimiento de bases criminales en diversos pa�ses autonom�a de la c�pula central la consolidaci�n de una marca y sobre todo una mayor impunidad por la dificultad de su seguimiento.� (Anguita & Campos, 2014). No es un delito es una forma de cometer delitos como fin en t�rminos de Welsel.

Las caracter�sticas de la organizaci�n criminal son, por tanto: 1) la pluralidad de sujetos m�s de dos personas; 2) el car�cter estable o por tiempo indefinido; y 3) que tenga por finalidad o por objeto la comisi�n concertada de delitos (Sentencia 7/2015, de 20 de enero. Bolet�n Oficial del Estado 47, de 24 de febrero de 2015, 2015). �Y algo que resalta la doctrina entre los elementos que caracterizan a una organizaci�n criminal debe ser estable y duradero en el tiempo en el caso de la pertenencia o colaboraci�n (Llobet Angl�, 2020), pues de lo contrario estar�amos hablando de codelincuencia o simple organizaci�n. Teniendo en cuenta siempre que se trata de un derecho penal de sospecha o indiciario, pero aquello tendr� que probarse m�s all� de toda duda razonable que es el est�ndar de prueba en materia penal.

 

Por su parte, el terrorismo es la manifestaci�n m�s grave de la delincuencia organizada y el delito por antonomasia, una estrategia de relaci�n pol�tica basada en el uso de la violencia y de las amenazas de violencia por un grupo organizado con el objeto de inducir al terror en una colectividad humanada no beligerante (M�ndez, 2012) y con la finalidad de planificar delitos a cometer a futuro.

 

2. Caracter�sticas del terrorismo: en concreto, el pron�stico de reiteraci�n delictivo.

 

En el �mbito del terrorismo cada acto concreto no s�lo lesiona el bien jur�dico personal atacado por ese atentado, sino que trasciende al da�o espec�fico. De este modo, la actividad delictiva contra las personas cuya caracter�stica de este fen�meno tiene que realizarse de modo reiterado, es decir, continuo e indiscriminado esto es, aleatorio. El mensaje de un atentado terrorista es que volver� a ejecutarse ese hecho u otro igual de destructivo, mientras el statu quo que se pretende modificar siga inalterado de aqu� la importancia de la continuidad o la reiteraci�n delictiva. As�, a la concreta persona atacada no s�lo se le lesionan sus bienes m�s fundamentales, sino que tambi�n es instrumentalizada, y lo es en un doble nivel. Y, �los hechos aislados, sin que exista pron�stico de reiteraci�n delictiva no son m�s que eso, delitos comunes� (Otto Ritter Mendez, 2012); defender lo contrario implica afectar el Estado de derecho. Se debe afectar adem�s al gobierno de un Estado para cambiar sus pol�ticas o el sistema.

 

3. Legitimidad sobre el avance de las barreras de punici�n en un Derecho penal: en concreto, el Derecho penal del enemigo.

 

Dicho lo anterior, se debe analizar si las conductas lesionan de manera grave o no los bienes jur�dicos m�s importantes o los ponen en peligro de manera efectiva y razonable, para que exista legitimidad sobre el avance de las barreras de punici�n, en Espa�a por parte del sujeto se debe al menos haber comenzado a realizar actos que, presuntamente, podr�an desembocar en la comisi�n de atentados (conspiraci�n) aun as� el sustento es d�bil, pues se requiere �nicamente que la persona muestre s�ntomas de peligrosidad que denotan una ideolog�a violenta esto favorece el derecho penal del enemigo y en la inocuizaci�n de los sujetos que presenten un pron�stico futuro de peligrosidad (Jakobs 1997); t�rmino inocuizaci�n es una manifestaci�n del derecho penal de autor, puesto que no interviene en base a un hecho� objetivamente peligroso, sino �nicamente de que el autor est� predispuesto al crimen y que se presume en ciertos casos del an�lisis de la adherencia a ciertas ideolog�as., y que nos acercan a�n m�s a el derecho penal del enemigo (autor y no acto) , y un derecho penal simb�lico (tranquilizador) ante la inseguridad ciudadana que es un concepto de extrema derecha en t�rminos criminol�gicos� la ley y el orden.

 

4. Legitimidad sobre el castigo del enaltecimiento o la justificaci�n de los delitos de terrorismo o de sus autores

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El Tribunal de Luxemburgo en su jurisprudencia ha establecido que en virtud de la LO 7/2000 la justificaci�n de la prohibici�n enaltecimiento al terrorismo no radica en prohibir el elogio o la defensa de ideas o doctrinas, si no en perseguir la exaltaci�n de m�todos terroristas que producen perplejidad e indagaci�n en la sociedad, puesto que no se pueden afectar derechos fundamentales como la libertad de expresi�n, que se debe proteger en un Estado constitucional de derecho �(Caso Okguo contra Turqu�a, 1999).

 

El permitir que se impute un delito por ejercitar el derecho a la libertad de expresi�n solo conllevar�a una expansi�n del poder punitivo del Estado y el fomento del Derecho Penal del Enemigo en busca de la neutralizaci�n de sujetos peligrosos, para la seguridad del Estado que viene desde Lombroso, olvidando que el sistema penal es selectivo (Becker 1964). Persigue a ideolog�as progresistas y de izquierda, por lo que se debe limitar en lo posible este sentido utilitarista del sistema penal que pretende dar seguridad jur�dica y con ello fomentar un derecho penal simb�lico.

 

5. �Se calificar�a de delincuencia organizada a los miembros dirigidos por el profesor en la casa de papel?

 

El terrorismo es el delito de delincuencia organizada por antonomasia y ha llevado a la expansi�n del derecho penal en la parte especial y general de los c�digos penales no solo en Europa sino en Latinoam�rica en mayor o menor medida se castiga todo. Aunque como se�ala Llobet Angl� (2017), el terrorismo, se caracteriza por atentar reiterada e indiscriminadamente contra los bienes m�s esenciales de las personas con un fin pol�tico y se pretende proteger bienes jur�dicos individuales, esta conducta dista mucho de la codelincuencia o simple organizaci�n, pues depende mucho de la permanencia en el tiempo, y estabilidad como toda organizaci�n criminal,� por lo que los delitos a cometer deben de ser graves, y este �ltimo es importante, pues lo contrario se criminalizar�a cualquier tipo de organizaci�n independientemente de sus fines como la organizaci�n de vecinos con cualquier fin.

En el derecho penal la imputaci�n se hace de conductas determinadas, en base a la teor�a del dominio del hecho, seg�n la intervenci�n del Estado mediante su poder punitivo, solo deber�a ser aplicado para aquellas afecciones m�s graves a los bienes jur�dicos m�s importantes. (Mir Puig, 2003)

 

Por lo tanto la casa de papel, no es un delincuencia organizada ni terrorismo, es solo un robo con violencia, puesto que atenta contra uno de los bienes jur�dicos constitucionalmente protegido como es la propiedad, pero no se evidencia un pron�stico de reiteraci�n e indiscriminada delictiva, contra los bienes jur�dicos m�s importantes del ser humano, con fines pol�ticos, y hay que tener en cuenta que el principio de legalidad en sus fases de lex estricta constituye un mecanismo de contenci�n del poder punitivo del Estado y sobre todo se debe pasar el filtro de la antijuridicidad material, ya que sin aquello no debe existir persecuci�n penal, salvo que se tenga el enfoque de �C. Meli� de que se afectan bienes jur�dicos supranacionales como la paz p�blica (Cancio Meli�, 2010). Se podr�a decir que se hace apolog�a de delitos en los t�rminos que se�ala el art 365 del COIP, por la vestimenta que se utiliza, sin embargo, no es as�, ya que no se configuran los elementos objetivos y subjetivos del tipo.

Figura 1. Mascara del Salvador Dali, ya que el artista era un s�mbolo de resistencia.

Imagen de la serie Netflix.

 

Salvador Dali fue el m�ximo exponente del surrealismo, y que seg�n el Diccionario de la Real Academia (2014) describe como �movimiento art�stico y literario que intenta sobrepasar lo real impulsado lo irracional y on�rico mediante la expresi�n autom�tica del pensamiento o del subconsciente�., la cual fue utilizado por los atracadores, en la casa de papel como un s�mbolo de resistencia.

Figura 2: El Profesor y Berlin cantando la canci�n m�s famosa de la serie Bella Ciao

Imagen de la serie Netflix.

 

 

La canci�n bella ciao es cantado por los hermanos el Profesor & Berl�n (2018). Lleva consigo un gran mensaje de emancipaci�n, resistencia a la opresi�n del invasor en la b�squeda de la libertad como ha sido la cultura europea en el genocidio mal llamado descubrimiento de Am�rica y el saqueo de toda la riqueza (materia prima) de los pa�ses latinos. Colonizaci�n moral y arrebato de procesos de industrializaci�n que impiden hoy en d�a so�ar en tratados de libre comercio, sumado la imposici�n de religi�n, cultura y costumbres, creaci�n de instituciones estatales no para garantizar derechos, de los nativos americanos, sino para la persecuci�n del menos favorecido hasta la actualidad considerados enemigos de los poderosos.

�Figura 3: El partisano en la monta�a.

 

Una mattina mi son svegliato,

o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!

Una mattina mi son svegliato

e ho trovato l�invasor.

O partigiano, portami via,

o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!

O partigiano, portami via,

ch� mi sento di morir.

E se io muoio da partigiano,

o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!

E se io muoio da partigiano,

tu mi devi seppellir.

E seppellire lass� in montagna,

o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!

E seppellire lass� in montagna

sotto l�ombra di un bel fior.

E le genti che passeranno

o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!

E le genti che passeranno

Mi diranno �Che bel fior!�

�E questo � il fiore del partigiano�,

o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!

�E questo � il fiore del partigiano

morto per la libert�!�

�E questo � il fiore del partigiano

morto per la libert�!� (El Profesor & Berl�n, 2018)

 

La canci�n refiere de una persona que una ma�ana despierta y encuentra al invasor. Quiere que le lleve el partisano, quiere ser partisano que, si muere ser enterrado en una monta�a, bajo la sombra de una bella flor y que la gente que pase diga esta flor es del partisano muerto por la libertad. Hist�ricamente los partisanos italianos de los grupos resistentes para hacer frente al fascismo y a las tropas de ocupaci�n Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Se trataba de guerrillas que hac�an frente al ej�rcito de ocupaci�n y que pelearon en la monta�a de la Valsesia en Italia, por eso que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Espa�ola (2014), lo relaciona con la �guerrilla�.

La idea del profesor giraba en torno de la resistencia conforme se narra en la pel�cula su abuelo hab�a sido partisano para vencer a los fascistas y le ense�� la canci�n. Cuando en la pel�cula los dirigidos por el profesor excavan el t�nel superando la barrera de acero suena la canci�n, el mono de color rojo exalta el color de la revoluci�n. Por ello el profesor una persona que se dedic� toda su vida hacer la revoluci�n intelectual ataca un sistema socioecon�mico que no garantiza los m�nimos vitales en un Estado liberal de derecho como es el espa�ol y hace frente al poder policial que protege los intereses del Estado Leviat�n�(Hobbes, 2005).

Lo interesante de la serie es que al final luego de imprimir billetes euros, se dio una lluvia de aquellos en la plaza de Callao en Madrid, con un reparto de dinero o riqueza, ideas progresistas o actos que hoy en d�a son considerados terroristas o como la lucha de los hermanos ind�genas contra las pol�ticas de gobierno en Latinoam�rica. Sin salir del tema fundamental de este trabajo es de recordar adem�s que en la serie Palermo quien participa del atraco posterior al Banco de Espa�a en el desenlace de la serie grita nos �llevaremos el oro que nos saquearon�, siendo su origen argentino y de Latinoam�rica, la revoluci�n siempre ha estado en el coraz�n latino por el genocidio de coste europeo, y colonizaci�n jur�dica que a�n persiste como se evidencian en las citas de este trabajo.

�La rotulaci�n de terrorista, para actos realizados por gente progresista en el marco de un Estado democr�tico de Derecho, implica que la delincuencia terrorista, como cualquier otra forma de criminalidad, ha de prevenirse respetando ciertos principios y garant�as, pues �los derechos son l�mites y v�nculos al poder punitivo del Estado�. �(Ferrajoli, 2007). �En la casa de papel en el atraco a la F�brica Nacional de Moneda y Timbre (raz�n del nombre de la pel�cula) no se determina la pertenencia o colaboraci�n en base al rol estable a un grupo organizado y respeto la colaboraci�n ideol�gica en lo pol�tico, tampoco existe el compromiso de ayudar en el futuro respecto su peligrosidad de cometer delitos, siendo este el fin.�

En todo caso los actos tampoco quedar�an en la impunidad, aunque no se castigue como delincuencia organizada o terrorismo (delitos diferentes en el ordenamiento jur�dico ecuatoriano), se podr�a sancionar por los delitos fin con criterios de proporcionalidad y sobre todo con criterios restrictivos de estos tipos penales tan amplios creados por el legislador ecuatoriano.� Una mirada panor�mica al C�digo Org�nico Integral Penal (2020) evidencia una p�sima t�cnica legislativa y represiva que ha criminalizado la protesta social, con delitos como la Rebeli�n (Art. 336), sabotaje (Art. 345), paralizaci�n de servicio p�blico (Art. 346), terrorismo (Art. 366), delincuencia organizada (Art. 369). Estos �ltimos engloba varias conductas t�picas y que los jueces con criterio lege lata deben interpretar alej�ndose de la jurisprudencia del derecho penal del enemigo, y con creatividad judicial al violarse derechos se debe utilizar la consulta de norma a la Corte Constitucional con criterio lege ferenda.

 

Lo manifestado son casos en los cuales las leyes muchas veces vulneran arbitrariamente los derechos por lo que el pueblo mandante debe tomar las ense�anzas de Ant�gona. (Espinoza, 2010),� y reclamar sus derechos a sus mandatarios; tal cual nos ense�a �vila Santamar�a (2012 ) y como lo vuelve a recalcar en una conferencia sobre Caso Presos Pol�ticos de Luluncoto- al decir que siempre el pueblo debe generar opini�n en cada uno de nuestros espacios, sea en una conversaci�n, sea en una conferencia, sea en las redes sociales, sobre el actuar de quienes ostentan los poderes p�blicos, pues cuando se concentra el poder o est�n amenazados pol�ticamente estos actores sean jur�dicos o pol�ticos la �nica salida de hacer el cambio es la presi�n del pueblo.

En Espa�a el terrorismo se encuentra contemplado en Art. 572 y siguientes del C�digo Penal Espa�ol, actualmente se comete de manera individualizada, o unidos por una ideolog�a, pero esto devino de una inflaci�n legislativa y que se caracterizan por el adelanto de las barreras de punici�n. La casa de papel no se trata de un grupo organizado que ha planificado ex ante cometer delitos en el futuro de forma continuada. En el caso ecuatoriano �nicamente existe la Apolog�a del delito como contravenci�n contra la seguridad p�blica (Art. 366 del COIP)

No es menos cierto que desde una tendencia derechista y conservadora, este tipo de delitos, debe ser evitado mediante una pol�tica criminal inocuizadora para en base a indicios de la comisi�n futura. Considerar que hay razones suficientes para castigarlos jur�dicamente encerrarlos y evitar la comisi�n f�ctica de futuros delitos, por ello de la vinculaci�n con el derecho penal del enemigo. Sin embargo, no se legitima la pesquisa penal por razones utilitaristas dentro de un derecho penal garantista, pues aquello atenta con sus m�s b�sicos postulados de un Estado constitucional de Derecho.

El derecho penal del enemigo permite a quienes ostentan el poder dentro de un gobierno trata de neutralizar a sus enemigos (el excluido) llegado a extremos de sancionar hasta el fuero interno. No se castiga el hecho sino el c�mo piensa y en derecho penal no se hacen juicios morales sino jur�dicos.

Los detenedores del poder (extrema derecha que protegen la seguridad del Estado) consideran como peligroso a todo aquel que piense distinto (realismo de izquierda), donde no se puede considerar el cambio como alternativa y se asegura fuertes represiones a los disidentes, construyendo as� tipificaciones penales que buscan criminalizar lo diferente y lo que se considera peligroso. Desde la visi�n de un Estado de derecho no se puede ser delincuente por ser simplemente acusado de la comisi�n o de ser terroristas en base al etiquetamiento por el empresario moral en este caso medios de comunicaci�n. Se debe cumplir con una imputaci�n objetiva y subjetiva esto es el dolo consciencia y voluntad o seg�n la teor�a monista el conocimiento, de pertenecer a una organizaci�n, colaborar y que esta est� dedicada a la comisi�n reiterada de delitos como fin a futuro.

Actualmente, se castiga m�s la ideolog�a que el hecho o la colaboraci�n, por lo que se debe optar por un derecho penal con m�s garant�as y l�mites y aquello con una interpretaci�n restrictiva o la consulta de norma respecto la estabilidad o gravedad de los delitos en cuanto al m�nimo criminol�gico y la interpretaci�n, teniendo no solo en cuenta la conducta sino tambi�n la pena a imponer.

Finalmente se debe hacer hincapi� que las marchas realizadas por los hermanos ind�genas en Ecuador buscando equidad y mejores pol�ticas de Estado y de las mujeres contra la agresi�n patriarcal, son un grito a favor de la libertad de expresi�n y la defensa de la democracia, el Estado de derecho, las libertades individuales, el derecho a la vida digna y la tolerancia en la convivencia. Hacia all� debe apuntar el derecho la b�squeda de la convivencia social y el bienestar de sus ciudadanos con pol�ticas p�blicas efectivas, que muchas veces es un llamado a la humanizaci�n del derecho o al sentido com�n.

 

MATERIAL Y M�TODOS

Metodolog�a

El presente art�culo se bas� en una fundamentaci�n te�rica y en la revisi�n de aspectos legales, doctrinales y jurisprudenciales de derecho comparado Espa�a-Ecuador, relacionados con la trama. El nivel de profundidad fue anal�tico, considerando aspectos fundamentales que han sido aportados por expertos en derecho y que sirven como antecedentes

 

Los m�todos empleados son principalmente inductivo-deductivo, comenzando con la evaluaci�n de aspectos jur�dicos espec�ficos de la serie para luego llegar a conclusiones generales. El an�lisis se centra en cuestiones relacionadas con las organizaciones criminales, y para esto, se utiliza el m�todo anal�tico-sint�tico, permitiendo descomponer y recomponer la informaci�n encontrada en el contexto jur�dico.

 

 

RESULTADOS Y CONCLUSIONES

 

v Actualmente, por razones de pol�tica criminal vinculadas con planteamientos propios del llamado Derecho Penal del Enemigo, la legislaci�n espa�ola y ecuatoriana relativa a organizaciones criminales, y especialmente en materia de terrorismo que es el delito de delincuencia organizada por antonomasia su contenido es de dif�cil determinaci�n y es muy expansiva, aconteciendo un proceso de inflaci�n penal tanto a nivel cuantitativo como cualitativo (LLobet Angl�, �2017 ). De este modo, las penas previstas por los tipos son desproporcionadas, y los elementos que configuran el delito de organizaci�n o grupo criminal son poco exigentes en comparaci�n con los est�ndares internacionales, en determinados tipos no se requiere estabilidad de la estructura y la gravedad del delito-fin de la organizaci�n es siempre irrelevante.

v En base a un derecho penal del enemigo cada vez se exige menor estructura organizativa para apreciar la existencia de una organizaci�n delictiva y es menor la gravedad de los il�citos que han de constituir el objeto de una organizaci�n para que esta sea calificada como criminal.� Mucho depende de los poderosos que dirigen el pa�s el determinar que conductas van a perseguir para neutralizar a quienes considera sus enemigos, que en Ecuador en varias ocasiones son los movimientos sociales progresistas y defensores de derechos colectivos y de todos y, no los narcotraficantes que muchas veces tienen conexi�n pol�tica con los gobiernos de turno.

v Debe negarse la legitimidad del Derecho Penal del enemigo, puesto que en una sociedad democr�tica no todo vale en la lucha contra la delincuencia. El coste de la evoluci�n del Derecho Penal en esta l�nea es inasumible el aumento de la intervenci�n penal sobre los sujetos progresistas, la desproporci�n de sanciones penales, y la flexibilizaci�n de garant�as procesales que solo empeora el grado de opresi�n de los poderosos a los �peores situados�.

v La organizaci�n criminal debe tener dos presupuestos b�sicos la estabilidad en el tiempo, la gravedad de los delitos fin y adicional aquello la verticalidad de la organizaci�n, lo cual no ocurre a los dirigidos por el profesor, es importante la permanencia en el tiempo. Si es solo para un atraco a la casa de papel y timbre no se configurar�a en delincuencia organizada, aquel grupo de la primera temporada que se re�ne para cometer un �nico delito que es el delito fin en los t�rminos de Welsel. De no se diferenciar entre la delincuencia organizada y la codelincuencia se estar� adelantando las barreras punitivas de manera innecesaria, pues no puede haber crimen organizado sin estabilidad y sin gravedad de delitos, por ejemplo, perseguir hurtos leves cometidos de forma reiterada haciendo caso omisi�n a la Convenci�n ONU, Palermo del 2000 que exige cuatro a�os de pena para los delitos fin. Por lo tanto, no se puede subsumir en delincuencia organizada esta conducta, no se trata de dejar en la impunidad, pues el delito de robo con violencia donde podr�a ser objeto de subsunci�n las conductas de los personajes.

v Cuando se habla de organizaci�n criminal se debe siempre conchabar para ex ante planificar la actividad delictiva y de forma continuada. si eso no es as� se tendr� solo una planificaci�n para un delito concreto, debe existir la uni�n de unas personas con el fin de cometer delitos de forma continuada.

v Los sujetos que son perseguidos por delincuencia organizada en Ecuador son los enemigos del gobierno de turno, sobre todo de los de derecha conservadores. Se vulnera el derecho a la libertada de expresi�n y el derecho a la resistencia y protesta social, constitucionalmente reconocidos y que es justamente ejercitado por movimientos sociales como el ind�gena o de intelectuales que hacen la nueva revoluci�n.

v Con criterio lege ferenda en Ecuador se debe eliminar varios de los delitos considerados contra la estructura del Estado constitucional, o reconstruirlos con mejor t�cnica legislativa, porque lo que hacen es limitar el ejercicio de derechos constitucionales como el derecho a la resistencia, libertada de expresi�n y cambio del estatus quo. El Estado mediante el contrato social esta para garantizar los derechos de sus mandantes no vulnerarlos, como en el caso de Luluncoto los perseguidos fueron representantes de movimientos sociales progresistas, mujeres como Abigail Heras y enemigos de gobiernos conservadores y lo mismo sucede en la casa de papel gente que est� harta de un sistema econ�mico pol�tico que no garantiza las necesidades m�nimas a sus ciudadanos y contra ellos arremete el poder punitivo del Estado con toda su violencia, sin que los jueces realicen la contenci�n de poder punitivo estatal.

v Resulta importante se adopte una pr�ctica interpretativa garantista y adopci�n de un derecho penal m�nimo que constituye un reto para los Tribunales Especializados en lucha contra la Corrupci�n y Crimen Organizado, en Ecuador, de manera especial en la lucha de la reivindicaci�n social ejercida por los ind�genas a la hora de hacer efectivo el derecho constitucional a la resistencia. Y utilizar el poder punitivo del Estado de forma progresiva contra la verdadera delincuencia organizada que controlan las c�rceles en Ecuador y de cierta forma el poder pol�tico, que cumplen los requisitos expuestos en este trabajo, pero permanecen en la impunidad.

El cambio de este sistema patriarcal, capitalista consumista, corrupto y estatus quo est� en cada uno de nosotros, ya sea como hijo, padre, madre, operador de justicia, ciudadano, legislador, maestro, estudiante, en cada uno de nuestros espacios, por lo que presente trabajo no es conclusivo, sino el inicio de nuevos debates en pro del desarrollo legal y jurisprudencial con criterios de lege lata y sobre todo lege ferenda, sobre la delincuencia organizado y su correcto tratamiento y combate.

 

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-Sentencia 7/2015, de 20 de enero. Bolet�n Oficial del Estado 47, de 24 de febrero de 2015., 7/2015, de 20 de enero. (Tribunal Constitucional de Espa�a 24 de 02 de 2015).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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