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El estr�s como desencadenante de la ros�cea

 

Stress as a trigger for ros�cea

 

Estresse como gatilho para ros�cea

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: danielaenea@gmail.com

 

Ciencias de la Salud

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 30 de diciembre de 2023 *Aceptado: 02 de enero de 2024 * Publicado: �01 de febrero de 2024

 

        I.            M�dica, Investigadora Independiente, Guayaquil, Ecuador.

      II.            M�dica, Investigadora Independiente, Guayaquil, Ecuador.

   III.            M�dica, Investigadora Independiente, Guayaquil, Ecuador.

   IV.            Mag�ster en Seguridad y Salud Ocupacional, M�dica, Investigadora Independiente, Guayaquil, Ecuador.

 

Resumen

La ros�cea es una enfermedad de la piel cr�nica que se presenta con manifestaciones de enrojecimiento, telangiectasias, eritema, p�pulas, p�stulas y, en casos graves, rinofima. Con frecuencia sus signos aparecen en el rostro y pueden presentar episodios transitorios. El manejo de los factores desencadenantes es parte importante del tratamiento de estos pacientes. Uno de los factores desencadenantes de la ros�cea m�s importantes es el estr�s. En consecuencia, el prop�sito de la presente investigaci�n consiste en plasmar los aspectos generales de la ros�cea, especialmente del estr�s como desencadenante de esta enfermedad. El enfoque metodol�gico de la investigaci�n es una revisi�n bibliogr�fico � documental, apoyado por diversas bases de datos, para la obtenci�n de informaci�n relevante en base al tema de estudio. De la revisi�n se desprende que el estr�s es uno de los principales factores desencadenantes de la ros�cea, por tanto, resulta indispensable su manejo en el tratamiento de esta patolog�a. Las fuentes revisadas coinciden en que las enfermedades dermatol�gicas se asocian con el estado emocional de estos pacientes, sobre todo cuando las manifestaciones cl�nicas ocurren en sitios m�s visibles, lo que causa un impacto negativo, entre los que se puede mencionar el estr�s. La evidencia revisada demostr� que el estr�s emocional es un factor que exacerba la aparici�n de los signos y s�ntomas de la ros�cea y que disminuyen en nivel de calidad de vida de estos pacientes. Por tal raz�n, las intervenciones psicol�gicas deben estar orientadas al adecuado enfrentamiento de la enfermedad, con la finalidad de obtener mejores resultados en el tratamiento y una mejor calidad de vida de estos pacientes.

Palabras Claves: Estr�s; Desencadenante; Ros�cea; Tratamiento; Psicol�gico.

 

Abstract

Rosacea is a chronic skin disease that presents with manifestations of redness, telangiectasias, erythema, papules, pustules and, in severe cases, rhinophyma. Its signs frequently appear on the face and may present transient episodes. Management of triggering factors is an important part of the treatment of these patients. One of the most important rosacea triggers is stress. Consequently, the purpose of this research is to capture the general aspects of rosacea, especially stress as a trigger of this disease. The methodological approach of the research is a bibliographic - documentary review, supported by various databases, to obtain relevant information based on the topic of study. From the review it is clear that stress is one of the main triggering factors of rosacea, therefore, its management is essential in the treatment of this pathology. The sources reviewed agree that dermatological diseases are associated with the emotional state of these patients, especially when the clinical manifestations occur in more visible sites, which causes a negative impact, among which stress can be mentioned. The evidence reviewed demonstrated that emotional stress is a factor that exacerbates the appearance of the signs and symptoms of rosacea and decreases the quality of life of these patients. For this reason, psychological interventions must be aimed at adequately confronting the disease, with the aim of obtaining better results in the treatment and a better quality of life for these patients.

Keywords: Stress; Trigger; Rosacea; Treatment; Psychological.

 

Resumo

A ros�cea � uma doen�a cut�nea cr�nica que se apresenta com manifesta��es de vermelhid�o, telangiectasias, eritema, p�pulas, p�stulas e, em casos graves, rinofima. Seus sinais aparecem frequentemente na face e podem apresentar epis�dios transit�rios. O manejo dos fatores desencadeantes � parte importante do tratamento desses pacientes. Um dos gatilhos mais importantes da ros�cea � o estresse. Consequentemente, o objetivo desta pesquisa � captar os aspectos gerais da ros�cea, especialmente o estresse como desencadeador desta doen�a. A abordagem metodol�gica da pesquisa � uma revis�o bibliogr�fica - documental, apoiada em diversas bases de dados, para obter informa��es relevantes com base no tema de estudo. Pela revis�o fica claro que o estresse � um dos principais fatores desencadeantes da ros�cea, portanto, seu manejo � essencial no tratamento desta patologia. As fontes consultadas concordam que as doen�as dermatol�gicas est�o associadas ao estado emocional desses pacientes, principalmente quando as manifesta��es cl�nicas ocorrem em locais mais vis�veis, o que causa um impacto negativo, entre os quais pode-se citar o estresse. As evid�ncias revisadas demonstraram que o estresse emocional � um fator que agrava o aparecimento dos sinais e sintomas da ros�cea e diminui a qualidade de vida desses pacientes. Por esse motivo, as interven��es psicol�gicas devem ter como objetivo o enfrentamento adequado da doen�a, com o objetivo de obter melhores resultados no tratamento e melhor qualidade de vida para esses pacientes.

Palavras-chave: Estresse; Acionar; Ros�cea; Tratamento; Psicol�gico.

 

 

Introducci�n

La piel es el �rgano m�s grande del cuerpo, el m�s visible y es el medio, a trav�s del cual, la persona se comunica con el mundo. La piel tiene impacto en las percepciones personales y el bienestar psicol�gico. En consecuencia, una enfermedad de la piel puede estar relacionada con el bienestar psicol�gico de una persona o viceversa (Paucar Lescano, 2018).

Se puede definir el estr�s como un estado de preocupaci�n o tensi�n mental generado por una situaci�n dif�cil. Todas las personas tienen un cierto grado de estr�s, ya que se trata de una respuesta natural a las amenazas y a otros est�mulos. Es la forma en que reaccionamos el estr�s lo que marca el modo en que afecta al bienestar de la persona, por ejemplo, el estr�s sostenido puede tener consecuencias psicol�gicas y mentales (Organizaci�n Mundial de la Salud - OMS, 2023).

Muchas veces este mecanismo de defensa de constante tensi�n obliga al cuerpo a dar el m�ximo y a la larga termina, generalmente, en forma de alg�n tipo de enfermedad o problema de salud (�vila, 2014).

El estr�s puede actuar como desencadenante brotes de una enfermedad, esto quiere decir, que no la produce, pero si empeorar sus signos y s�ntomas. Tal es el caso de la ros�cea, donde el estr�s juega un papel importante en su exacerbaci�n (Salleras Redonnet, 2021).

La ros�cea se trata de una afecci�n cr�nica de la piel que provoca enrojecimiento y sarpullido en la piel, por lo general en la nariz y las mejillas. Tambi�n puede causar problemas en los ojos. Con frecuencia, afecta el centro de la cara, pero en casos poco comunes tambi�n puede afectar otras partes del cuerpo, como los lados de la cara, las orejas, el cuello, el cuero cabelludo y el pecho (Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesquel�ticas y de la Piel de los Estados Unidos, 2021).

Por ser una patolog�a cr�nica, a menudo se controla, pero no tiene cura. En consecuencia, es importante el conocimiento general de la enfermedad, as� como el manejo de sus desencadenantes para lograr la mejor calidad de vida posible en estos pacientes. Por lo tanto, el prop�sito de la presente investigaci�n consiste en plasmar los aspectos generales de la ros�cea, especialmente del estr�s como desencadenante de esta enfermedad.

 

 

 

Materiales y m�todos

El presente trabajo de investigaci�n se desarroll� enfocado en una metodolog�a de revisi�n documental bibliogr�fica. Para la b�squeda de informaci�n concerniente al tema investigado se utilizaron diversas bases de datos, entre las que figuran: PubMed, Biblioteca Virtual de la Salud (BVS), SciELO, Medigraphic, Dialnet y ELSEVIER, Cochrane, entre otras. Se llev� a cabo una b�squeda aleatoria y consecutiva, usando las expresiones o descriptores siguientes: �ros�cea�, �ros�cea + factores desencadenantes�, y �ros�cea + estr�s�. Los resultados se filtraron seg�n criterios de idioma, el cual se consider� �nicamente el espa�ol, relevancia, correlaci�n tem�tica y fecha de publicaci�n en los �ltimos siete a�os, con excepci�n de un registro de data anterior pero que se consider� vigente y relevante para la investigaci�n.

El material bibliogr�fico recolectado consisti� en art�culos cient�ficos, en general, gu�as cl�nicas, e-books, ensayos cl�nicos, consensos, protocolos, tesis de posgrado y doctorado, noticias cient�ficas, boletines y/o folletos de instituciones oficiales o privadas de reconocida trayectoria en el �mbito cientificoacad�mico y dem�s documentos e informaciones, considerados de inter�s y con valor de la evidencia cient�fica a criterio del equipo investigador.

 

Resultados

La ros�cea

La ros�cea es una enfermedad inflamatoria cr�nica que afecta predominantemente la regi�n central del rostro, la cual incluye, mejillas, barbilla, nariz, frente, y la regi�n ocular. Se caracteriza por episodios recurrentes de p�stulas, p�pulas, eritema persistente o transitorio, telangiectasias y cambios cut�neos fimatosos. En el 2002 el Comit� de Expertos de la Sociedad Nacional de Ros�cea, NRSEC, por sus siglas en ingl�s (National Rosacea Society Expert Committee), clasific� la ros�cea en cuatro subtipos principales basado en las caracter�sticas cl�nicas: eritemato-telangiect�sica, p�pulo-pustulosa, fimatosa y ocular. En el 2017, 15 a�os despu�s de su primera clasificaci�n, la NRSEC recomend� un nuevo enfoque basado en el fenotipo, esto debido a la posibilidad de ocurrencia de varios subtipos simult�neamente y progresi�n de un subtipo a otro, adem�s de nuevos conocimientos sobre la patog�nesis de la ros�cea (Ord��ez, 2023).

Algunos autores prefieren comentar las fases en las que se presenta la ros�cea, las cuales son las siguientes:

�         Preros�cea: en la fase preros�cea, los pacientes describen rubor y enrojecimiento molestos, a menudo acompa�ados de un prurito desagradable. Los desencadenantes m�s comunes parecen ser la exposici�n a la luz solar, el estr�s emocional, el agua fr�a o caliente, el alcohol, las comidas picantes, el ejercicio, el viento, los cosm�ticos y los ba�os o bebidas calientes. Estos s�ntomas persisten en todas las fases del proceso.

�         Vascular: en la fase vascular, los pacientes desarrollan eritema y edema faciales con telangiectasias m�ltiples, tal vez como resultado de la inestabilidad vasomotora persistente.

�         Inflamatoria: a menudo sigue una fase inflamatoria, en la cual se desarrollan p�pulas y p�stulas est�riles (que conduce al concepto de ros�cea como "acn� del adulto").

�         Tard�a: algunos pacientes llegan a desarrollar la fase tard�a de la ros�cea, que se caracteriza por una hiperplasia tisular macrosc�pica de las mejillas y la nariz (rinofima) causada por la inflamaci�n tisular, el dep�sito de col�geno y la hiperplasia de las gl�ndulas seb�ceas.

Las fases de la ros�cea suelen ser secuenciales. Algunos pacientes pasan directamente al estadio inflamatorio sin pasar antes por los estadios previos. El tratamiento puede hacer que un paciente retroceda hasta el estadio previo. La progresi�n hacia el estadio tard�o no es inevitable. (Keri, 2022).

La incidencia de la ros�cea es similar en hombres y mujeres, aunque es algo m�s frecuente en �stas �ltimas. En hombres puede ser m�s grave. Suele debutar entre los 30-50 a�os, en el 80% de los casos, aunque puede aparecer a cualquier edad, incluso en la infancia. Predomina en la raza cauc�sica y la prevalencia en adultos estimada en Europa es de un 5% de la poblaci�n general (0.5-22% seg�n los distintos pa�ses) (Salleras Redonnet, 2021).

La fisiopatolog�a de la ros�cea no est� muy clara. No obstante, se han evidenciado posibles factores contribuyentes como lo son: anomal�as en la inmunidad, reacciones inflamatorias a microorganismos cut�neos, disfunci�n vascular, exposici�n a la luz ultravioleta y factores gen�ticos. Estos factores interact�an entre s� y resultan en lesiones que pueden cursar con hinchaz�n, eritema, taponamiento glandular y p�stulas. La cronificaci�n de cualquiera de las formas de inflamaci�n descritas puede progresar a cicatrices en c�rnea o cambios fimatosos (Jabbehdari, Memar, Caughlin, & Djalilian, 2020).

La ros�cea es una enfermedad cr�nica; esto significa que, una vez aparece, permanece en el tiempo, con per�odos de remisi�n (espont�nea, o gracias a los tratamientos) y con per�odos de exacerbaci�n (espont�neos o secundarios a los distintos est�mulos desencadenantes comentados m�s arriba). Pero se ha constatado una tendencia a la mejor�a o incluso desaparici�n de la enfermedad con los a�os. Algunos pacientes (varones principalmente) pueden ver como se les produce un engrosamiento progresivo de la piel, especialmente en la nariz (rinofima). Esto es excepcional en mujeres. Algunos casos, que suelen ser mujeres, pueden padecer formas fulminantes, pero son muy infrecuentes. En estos casos aparecen p�stulas, edema e inflamaci�n de la cara, de forma severa y aguda, que suelen acompa�arse de s�ntomas generales (fiebre, malestar general, artritis etc.) (Salleras Redonnet, 2021).

Existen varios factores que pueden desencadenar episodios de enrojecimiento y brote, los cuales se recomienda tratar de evitarlos. Estos factores son los siguientes: exposici�n solar, ambientes c�lidos (jacuzzis, termales, hornos u otras fuentes de calor), licor, alimentos �cidos, condimentados o picantes, corrientes de aire frio en la cara, estr�s, entre otros (Mesa Villegas, 2019).

El diagn�stico de la ros�cea se basa en el aspecto cl�nico; no existen pruebas diagn�sticas espec�ficas. La edad de aparici�n y la ausencia de comedones ayudan a diferenciar la ros�cea del acn�. El diagn�stico diferencial de la ros�cea incluye el acn� vulgar, el lupus eritematoso sist�mico, la sarcoidosis, la fotodermatitis, los exantemas farmacol�gicos (sobre todo por yoduros y bromuros), los granulomas cut�neos y la dermatitis peribucal (Keri, 2022).

En cuanto al tratamiento, con el objetivo de disminuir el malestar e impacto est�tico que produce la ros�cea, la estrategia al momento de la consulta debe considerar el tiempo de evoluci�n, el s�ntoma y signo predominantes y el grado de alteraci�n emocional del paciente. Algunas de las medidas generales consideran:

�         Educar e informar sobre la ros�cea, as� como del beneficio y la real expectativa de los diferentes tratamientos t�picos y sist�micos disponibles para mejorar la adherencia del paciente.

�         Evitar desencadenantes y agravantes: viento, calor, fr�o, ejercicios f�sicos extremos, comidas picantes, alcohol, bebidas calientes, estr�s f�sico y psicol�gico, medicamentos (niacina, vasodilatadores, corticosteroides, inhibidores de calcineurina).

�         Promover h�bitos de cuidado de la piel, fotoprotecci�n, cosmec�uticos. � Instruir en el uso de maquillaje adecuado.

�         Promover conductas que mejoren la calidad de vida y la comorbilidad emocional de los individuos (Troielli et al, 2016).

 

El estr�s. Factor desencadenante de la ros�cea

Las emociones y el estr�s son los desencadenantes m�s frecuentes de ros�cea. Parte del tratamiento consiste en evitar los factores desencadenantes, en consecuencia, es importante tratar el estr�s (Asociaci�n Argentina de Dermatolog�a, 2020).

En las consultas dermatol�gicas las personas reportan m�ltiples aspectos referidos con su estado psicoafectivo y emocional y lo relacionan con los empujes de la enfermedad. En la literatura tambi�n aparecen los factores psicol�gicos como desencadenantes. Se sabe que emociones como enojo, rabia y verg�enza ofician como tales, al igual que estar frente a situaciones de stress (Ugartemend�a Maclean, 2017).

Para Halioua, Cribier, Frey, & Tan, (2017) los pacientes con ros�cea presentan con m�s frecuencia ansiedad, y disminuci�n de la calidad de vida comparada con la poblaci�n general. En los resultados de su estudio encontr� que el estr�s y la ansiedad producen un impacto negativo en estos pacientes, en su mayor�a hombres, quienes manifestaron las formas m�s graves de la ros�cea.

Los pacientes con condiciones visibles de la piel han incrementado las tasas de depresi�n, ansiedad y disminuci�n de autoestima; demostr�ndose beneficios emocionales usando terapia m�dica-cosm�tica, como el camuflaje cosm�tico, en condiciones como acn�, psoriasis, vit�ligo y ros�cea. Al respecto, Bewley, Fowler, Sch�fer, Kerrouche, & Rives, (2016) en un metan�lisis se�alaron que la ros�cea causa una disminuci�n en la calidad de vida, en pacientes con eritema, produciendo estigmatizaci�n, impacto emocional negativo e inadecuado bienestar psicol�gico tambi�n afecta el trabajo y la vida social.

Jabbehdari, Memar, Caughlin, & Djalilian, (2020) con base en sus fundamentos manifiestan que ha quedado demostrado que el estr�s emocional exacerba la ros�cea. Los pacientes con ros�cea sometidos a estr�s emocional han demostrado hiperactividad simp�tica de la piel supraorbitaria. El estr�s emocional puede activar el sistema nervioso simp�tico, liberando neurop�ptidos que afectan la presentaci�n del ant�geno de c�lulas de Langerhans y el m�stil degranulaci�n celular. Dado que la degranulaci�n de los mastocitos es un paso clave en la ros�cea, los aspectos neurovasculares de la ros�cea juegan un papel importante en la patog�nesis de la enfermedad, especialmente en su fase de inicio. La actividad simp�tica desregulada puede causar vasodilataci�n y el uso de agonistas de los receptores adren�rgicos α2 puede reducir el enrojecimiento y el eritema de la ros�cea. De hecho, en un evento vital cr�tico, los pacientes propensos a la ros�cea pasar�n a desarrollan su primer brote en comparaci�n con personas no propensas a la ros�cea. (p. 27)

Asimismo, Drummond & Su, (2017) en su estudio prospectivo acerca de los aumentos del estr�s psicol�gico que preceden a los brotes de ros�cea, concluyeron que sus resultados respaldan la opini�n de que el estr�s psicol�gico exacerba los s�ntomas de la ros�cea. Se requieren m�s estudios para determinar si un aumento repentino del flujo sangu�neo cut�neo se asocia con el estr�s y el enrojecimiento, y esto agrava la inflamaci�n en los vasos faciales vulnerables, o si las hormonas del estr�s como la corticotropina, el factor liberador, activa los mastocitos cut�neos que, a su vez, liberan mediadores vasoactivos y proinflamatorios en la piel. La inflamaci�n neurog�nica (caracterizada por dolor punzante) podr�a intensificar a�n m�s el proceso inflamatorio cuando los s�ntomas son graves, de modo que los s�ntomas y la angustia aumentan en un c�rculo vicioso. En cuyo caso, el tratamiento psicol�gico, como la terapia cognitivo-conductual podr�a no s�lo ayudar a aliviar la angustia relacionada con los s�ntomas, sino que tambi�n podr�a disminuye la frecuencia y/o intensidad de los brotes de ros�cea.

Ugartemend�a Maclean, (2017) explica que, si el flushing o enrojecimiento en la ros�cea puede ser provocado por factores externos, entre ellos el estr�s psicol�gico prolongado, las intervenciones psicol�gicas podr�an orientarse a lograr un m�s adecuado enfrentamiento de los hechos, bas�ndose en el conocimiento de los mecanismos psicol�gicos que aparecen como desbloqueados y protectores en parte en esta poblaci�n. Las personas con ros�cea necesitan del conocimiento de s� para estar mejor instrumentadas para manejarse adecuadamente con los factores disparadores de los empujes. Conocer sus debilidades, recursos internos y fortalezas puede actuar como protector y generador de conductas saludables.

Veerkamp, Mousdicas, & Bednarek, (2016) manifiestan en su investigaci�n que el estr�s es uno de los factores precipitantes comunes de la ros�cea, sin embargo, no suele abordarse en el tratamiento o no se le da la debida importancia. El manejo del estr�s y la modificaci�n de la dieta son terapias complementarias claves en el tratamiento de la ros�cea fulminante y deben abordarse con m�s frecuencia en el tratamiento. En los casos en que los pacientes se muestran reacios o no pueden tomar isotretino�na, un enfoque integrador puede ser eficaz para lograr una mejor�a sintom�tica.

Por su parte, Azrumelashvili & Kituashvili, (2022) coinciden en que el estr�s emocional ocupa un lugar destacado en la lista de desencadenantes de muchos enfermos de ros�cea. Basado en la Encuesta de la National Rosacea Society (NRS) de m�s de 700 pacientes con ros�cea, el 67 por ciento encontr� sus estrategias de afrontamiento psicol�gico, los cuales pudieron reducir la cantidad de ataques que experimentaron a trav�s de t�cnicas de manejo del estr�s. El afrontamiento se define como "un esfuerzo cognitivo conductual para dominar, reducir o tolerar los factores internos y/o demandas externas que son creadas por una situaci�n estresante". La calidad de vida y la estrategia de afrontamiento en pacientes con ros�cea difieren entre individuos y entre diferentes culturas. Por tanto, es necesario estudiar la calidad de vida de los pacientes y la estrategia de afrontamiento en cada poblaci�n en particular.

Entre las t�cnicas generales de afrontamiento del estr�s m�s relevantes, se encuentran tener una dieta adecuada, basada en el consumo de frutas, verduras y pescado. Disminuir o suprimir excitantes, como el alcohol, el tabaco y el caf�. La pr�ctica del ejercicio f�sico diario es muy importante porque dota al organismo de mayor energ�a y potencia el sistema inmunitario. Adem�s, las personas f�sicamente activas tambi�n tienden a cuidar su dieta, lo que, a su vez, redunda en un mejor manejo del estr�s. Procurar distraerse, aumentar el tiempo de ocio y dedicar parte del mismo a tareas con las que se disfrute y aprenda (Garc�a & Gil., 2016).

 

Conclusi�n

La ros�cea es una importante patolog�a dermatol�gica que se caracteriza por enrojecimiento y sarpullido en la piel, con frecuencia en la cara (nariz y mejillas), pero tambi�n puede aparecer en otras partes del cuerpo como en el pecho y la espalda. Su etiolog�a se desconoce hasta la fecha. Es una enfermedad de tipo cr�nica, sin cura, no obstante, con tratamiento de los signos y s�ntomas. Existen factores que la desencadenan o exacerban, entre los que se puede destacar el estr�s.

El estr�s es uno de los principales factores desencadenantes de la ros�cea, por tanto, es importante incluir su manejo en el tratamiento de la enfermedad. La mayor�a de los estudios coinciden en que las patolog�as dermatol�gicas est�n relacionadas con el estado emocional de las personas, sobre todo aquellas cuyas manifestaciones cl�nicas son m�s visibles, ocasionando un impacto negativo, entre ellos el estr�s.

Asimismo, la evidencia revisada demostr� que el estr�s emocional es un factor que exacerba la aparici�n de los signos y s�ntomas de la ros�cea y que disminuyen en nivel de calidad de vida de estos pacientes. Estas emociones, consecuencia de la enfermedad son enojo, rabia, verg�enza.

Las intervenciones psicol�gicas podr�an orientarse a lograr el m�s adecuado enfrentamiento de vivir con la enfermedad. A pesar de la demostrada importancia de la intervenci�n psicol�gica para mejorar la ros�cea y la calidad de vida de estos pacientes, en muchas ocasiones, no se le da la importancia que merece. En este sentido, es fundamental que se incluya, dentro del manejo de esta patolog�a dermatol�gica, la intervenci�n del estr�s emocional con la finalidad de obtener mejores resultados.

 

Referencias

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