La “muerte cruzada” en la Constitución del Ecuador: disolución de la Asamblea Nacional y elecciones anticipadas

Resumen

La configuración constitucional del Ecuador permite que el Presidente de la República pueda disolver a la Asamblea Nacional, y, también que la Asamblea Nacional pueda destituir al Presidente de la República, a través de causales específicamente detalladas en la Constitución ecuatoriana. El foro del Ecuador a esta posibilidad la ha denominado como “muerte cruzada” en el entendido que al aplicar esta competencia constitucional tanto el órgano que la requirió, así como la institución en contra de la que se la aplica van a cesar en sus funciones, toda vez que una de las consecuencias de la misma es la convocatoria a elecciones anticipadas tanto para el poder legislativo y el poder ejecutivo. De ahí que, si cualquiera de estos dos poderes del Estado viabiliza esta facultad constitucional, los mismos tendrán que ser reemplazados por otros representantes elegidos mediante voto popular para que integren la Función Ejecutiva y Legislativa. La aplicación de esta figura constitucional no debe quedar al libre albedrío de quien la intenta instrumentar, sino que, debe ceñirse a las causales previstas en la norma constitucional. Las causales por las cuales se puede activar a la “muerte cruzada” constituyen en la práctica un resquebrajamiento o anomalía constitucional que merman la eficacia de la Constitución, y, por ende, a través de esta potestad constitucional, se busca “sancionar” con la destitución no solo al poder del Estado que supuestamente ha incurrido en esto, sino también con la cesación de funciones a la función del Estado que la ha requerido.