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Tuberculosis m�s coinfecci�n de VIH orientado en el cuidado de enfermer�a: a prop�sito de un caso

 

Tuberculosis plus HIV coinfection oriented in nursing care: about a case

 

Tuberculose e coinfec��o HIV orientadas na assist�ncia de enfermagem: sobre um caso

 

		Milton Junior Requelme-Jaramillo III mjrequelme@utmachala.edu.ec https://orcid.org/0000-0002-7378-0453 ���

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: kramirez6@utmachala.edu.ec

 

 

 

Ciencias de la Salud ���

Art�culo de Investigaci�n

 

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* Recibido: 23 de junio de 2023 *Aceptado: 24 de julio de 2023 * Publicado: �05 de agosto de 2023

 

1. Universidad T�cnica de Machala, Ecuador.
2. Universidad T�cnica de Machala, Ecuador.
3. �Mag�ster en Gesti�n del Cuidado, Licenciado en Enfermer�a, Docente de la Universidad T�cnica de Machala, Ecuador.

Resumen

El an�lisis de caso tuvo como objetivo describir el accionar de enfermer�a en un paciente con Tuberculosis m�s coinfecci�n de VIH. Pues dichas patolog�as son importantes causas de morbilidad y mortalidad en el mundo, se convierten en una gran problem�tica de salud que repercute no solo en el sistema de salud, sino que, por la fisiopatolog�a de la enfermedad, la deficiente adherencia al tratamiento, el estereotipo social hacia los pacientes con esta infecci�n se convierte en un fen�meno social que se lucha constantemente con las poblaciones m�s susceptibles. El m�todo utilizado para el desarrollo del an�lisis de caso cl�nico es de investigaci�n cient�fica, anal�tico, descriptivo, explicativo, observacional, se evidencia un contraste entre la recopilaci�n bibliogr�fica de diversos art�culos cient�ficos, as� como la revisi�n de historia cl�nica completa del paciente y entrevista directa al objeto de estudio. De acuerdo al seguimiento realizado al paciente se observa una evoluci�n favorable, teniendo conocimiento sobre los riesgos de abandono al tratamiento farmacol�gico, lo que se evidencia mayor adherencia al tratamiento antituberculoso y antirretroviral. Es responsabilidad de los profesionales de enfermer�a en atenci�n primaria de salud brindar acompa�amiento y garantizar atenci�n, cuidados de calidad a pacientes inmunocomprometidos para disminuir recidivas y resistencia de la enfermedad y permita sobrellevar esta patolog�a a trav�s del autocuidado, adoptando comportamientos responsables en relaci�n a su salud y la de su entorno.

Palabras claves: Tuberculosis; Atenci�n de Enfermer�a; Atenci�n Primaria de Salud.

 

Abstract

The case analysis had as objective to describe the nursing actions in a patient with Tuberculosis plus HIV coinfection. Since these pathologies are important causes of morbidity and mortality in the world, they become a major health problem that affects not only the health system, but also, due to the pathophysiology of the disease, poor adherence to treatment, the stereotype towards patients with this infection becomes a social phenomenon that is constantly fought with the most susceptible populations. The method used for the development of the clinical case analysis is scientific, analytical, descriptive, explanatory, observational research, a contrast is evident between the bibliographic compilation of various scientific articles, as well as the review of the patient's complete clinical history and direct interview. to the object of study. According to the follow-up carried out on the patient, a favorable evolution is observed, having knowledge about the risks of abandoning the pharmacological treatment, which shows greater adherence to anti-tuberculosis and antiretroviral treatment. It is the responsibility of nursing professionals in primary health care to provide support and guarantee quality care to immunocompromised patients to reduce recurrences and resistance to the disease and allow them to cope with this pathology through self-care, adopting responsible behaviors in relation to their health. and that of your environment.

Keywords: Tuberculosis; Nursing care; Primary health care.

 

Resumo

A an�lise de caso teve como objetivo descrever as a��es de enfermagem em um paciente com coinfec��o Tuberculose e HIV. Por serem importantes causas de morbidade e mortalidade no mundo, essas patologias se tornam um grande problema de sa�de que afeta n�o s� o sistema de sa�de, mas tamb�m, devido � fisiopatologia da doen�a, a baixa ades�o ao tratamento, o estere�tipo em rela��o aos portadores dessa doen�a a infec��o torna-se um fen�meno social que � constantemente combatido junto �s popula��es mais suscept�veis. O m�todo utilizado para o desenvolvimento da an�lise do caso cl�nico � cient�fico, anal�tico, descritivo, explicativo, pesquisa observacional, sendo evidente o contraste entre a compila��o bibliogr�fica de v�rios artigos cient�ficos, bem como a revis�o da hist�ria cl�nica completa do paciente e entrevista direta .ao objeto de estudo. De acordo com o acompanhamento realizado ao paciente, observa-se evolu��o favor�vel, tendo conhecimento dos riscos de abandono do tratamento farmacol�gico, o que evidencia maior ades�o ao tratamento antituberculose e antirretroviral. � responsabilidade dos profissionais de enfermagem da aten��o prim�ria � sa�de apoiar e garantir atendimento de qualidade aos pacientes imunocomprometidos para diminuir as recidivas e a resist�ncia � doen�a e permitir que eles enfrentem essa patologia por meio do autocuidado, adotando comportamentos respons�veis ​​em rela��o � sua sa�de .e do seu ambiente.

Palavras-chave: Tuberculose; Cuidados de enfermagem; Aten��o Prim�ria � Sa�de.

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Introducci�n

La Tuberculosis (TB) se considera un problema de salud p�blica de gran impacto en el pa�s, as� como tambi�n a nivel mundial, de hecho, seg�n los datos estad�sticos de la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) esta patolog�a es la novena causa de muerte y la primera como enfermedades infecciosas (Cede�o et al, 2019). Etiol�gicamente, es una enfermedad que resulta de una serie de factores, estos son: variaciones demogr�ficas y ajustes territoriales, deficiencia de recursos b�sicos, y bajos ingresos personales y familiares, lo que deriva en migraciones, hacinamiento y desnutrici�n, entre otros. A esto se suman estilos de vida inadecuados, comorbilidades como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), la Diabetes Mellitus, el c�ncer y otras (Rivera et al, 2019).

De esta manera, la tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa que nace a partir del Mycobacterium tuberculosis, tambi�n llamado Bacilo de Koch, un bacilo anat�micamente largo, recto, algo incurvado con extremos redondeados, el mismo que es aerobio, inm�vil, no esporulado, y no capsulado, sus propiedades comprenden la resistencia al fr�o, la congelaci�n y la desecaci�n, pero muy sensible a la luz solar y el calor (Cepeda et al, 2019). La infecci�n a nivel pulmonar es la m�s contagiosa, debido a que habitualmente su contagio se da por inhalaci�n de microgotas expulsadas al toser, hablar o respirar (Vanzetti et al, 2020).�

Se considera que la tercera parte de la poblaci�n mundial mantienen de forma inactiva el Mycobacterium tuberculosis. Estudios de la OMS determinan que cerca del 95% de las muertes por tuberculosis se dan en pa�ses en desarrollo, consolid�ndose la India como el pa�s m�s infectado (Lozano et al, 2021). En Ecuador la incidencia de TB en los �ltimos a�os representa un 34,53% por cada 100 000 habitantes, mientras que la tasa de mortalidad comprende el 2.63%, en ese punto, la TB pulmonar represent� el 81.54% hacia el a�o 2021 mientras que, la TB extrapulmonar represent� el 18.46% de los casos totales (Ortiz et al, 2022).

En adici�n, el VIH es el principal factor de riesgo de tuberculosis en los pa�ses desarrollados y en v�as de desarrollo. De hecho, las personas con VIH llevan del 20%-30% de probabilidad de desarrollar TB activa postinfecci�n (Lozano et al, 2021). Generalmente, entre el 10% y el 15% de los infectados desarrollan la enfermedad de forma activa en una etapa posterior o muchos a�os despu�s, pero existe un riesgo de progresi�n mayor de un 10% por a�o en personas con VIH. La raz�n se explica en las condiciones que alteran la respuesta inmunol�gica y que por tanto incrementan el riesgo de progresi�n hacia la enfermedad con coinfecci�n por VIH (Vinces et al, 2021).

En consecuencia, la coinfecci�n por tuberculosis y VIH son importantes causas de morbilidad y mortalidad en el mundo que requieren cada vez m�s atenci�n. En referencia al VIH, se estima que aproximadamente 37 millones de personas viven con esta infecci�n y su distribuci�n, al igual que la TB, tiene una gran variabilidad, por ejemplo, en �frica oriental y meridional existen 19 millones de personas que viven con VIH, mientras que en Am�rica Latina y el Caribe 2 millones, y en Europa oriental y Asia central 1.5 millones (Higuita et al, 2019).

De esta manera la coinfecci�n de TB y VIH es un problema contundente de salud que repercute no solamente en el sistema de salud, sino que, por la fisiopatolog�a de la enfermedad, la poca adherencia al tratamiento, y el estereotipo social hacia los pacientes con esta afecci�n, se genera un impacto social y personal hacia ellos, causando elevados �ndices de p�rdidas laborales y econ�micas, episodios depresivos, que repercuten de manera significativa en las poblaciones m�s susceptibles a esta enfermedad (Hern�ndez et al, 2022).

Bajo este contexto, para un adecuado y oportuno manejo de los pacientes con TB Y VIH es importante garantizar que los servicios o recursos est�n a la mano para evaluar, tratar y monitorear pacientes, de manera que permita su disponibilidad en la poblaci�n (Nakata et al, 2021). En muchas �reas, estos servicios pueden ser proporcionados de manera directa por el programa nacional de control de tuberculosis, donde el personal de enfermer�a cumple un rol espec�fico e imprescindible a trav�s de la captaci�n y control de este tipo de pacientes, la finalidad, sobre todo, es empezar con el tratamiento de forma oportuna, disminuir la transmisi�n, y prevenir la tuberculosis farmacorresistente, esto en torno al nivel de adherencia terap�utica (Casona et al, 2019).

Enfermer�a de hecho, se basa en el cuidado extenso e imprescindible en los pacientes coinfectados, este parte desde la gesti�n del manejo integral para TB/VIH, abarcando de forma hol�stica, desarrollando los procedimientos necesarios como la prueba de detecci�n de TB en cada visita domiciliaria, y el conocimiento de que una persona infectada solo con TB debe hacerse la prueba del VIH cada 3 meses (Gengia et al, 2021). �Sobre todo, para los pacientes con TB, la promoci�n de salud por parte de enfermer�a es una de las pautas imprescindible, la misma genera el autocuidado que incluye adherirse a la medicaci�n y el tratamiento, mantener una dieta saludable y una cantidad adecuada de ejercicio, mantener un buen estado mental y fortalecer la capacidad personal para resolver problemas (Cajachagua et al, 2022). Por lo tanto, el nivel de conocimiento y comprensi�n de la enfermedad y el autocuidado de los pacientes con coinfecci�n de TB/VIH es de gran importancia para controlar su enfermedad, mejorar su calidad de vida, aumentar la tasa de curaci�n y disminuir la prevalencia (Bao et al, 2022).

Bajo esta perspectiva, el presente estudio tiene como objetivo describir el accionar de enfermer�a en un paciente con Tuberculosis m�s coinfecci�n de VIH.

 

Descripci�n del caso

En un centro de salud tipo C ubicado en el sur de Machala, se identifica a un paciente de sexo masculino de 52 a�os de edad con diagn�stico de tuberculosis m�s coinfecci�n VIH, antecedentes de VIH diagnosticada hace 12 a�os con tratamiento antirretroviral intermitente por mal apego al tratamiento, se evidencia hallazgo relevante de CD4: 89,0 CEL/UL, carga viral de VIH 91,400 CP/ML. Antecedentes personales de promiscuidad, historia de relaciones sexuales homosexuales, ingesta de alcohol, mientras que antecedentes familiares no refiere, inoculaci�n covid-19 con 4 dosis.

Al examen f�sico paciente consciente, orientado en tiempo, espacio y persona, piel rosada, cabeza normocef�lica, pupilas isoc�ricas, implantaci�n de cejas y pesta�as. Nariz con tabique nasal sim�trico, fosas nasales permeables. A nivel de la boca se evidencian mucosas orales semih�medas, o�dos sim�tricos, conducto auditivo externo permeable sin presencia de secreciones. Cuello m�vil, no doloroso a los movimientos de flexi�n, extensi�n, lateralizaci�n y rotaci�n. Extremidades superiores sim�tricas. T�rax sim�trico, con campos pulmonares ventilados. Abdomen blando y depresible no doloroso a la palpaci�n, miembros inferiores con tono y fuerza muscular conservada. Genitales normoconfigurados, micciones y deposiciones presentes con apariencia normal. Mientras tanto al examen neurol�gico no se evidencia perdida de la conciencia.

En la Captaci�n de TB, el Paciente acude al Centro de Salud con contrarreferencia de un Hospital B�sico de la ciudad de Machala con diagn�stico de VIH diagnosticado hace 12 a�os, con tratamiento antirretroviral intermitente por mal apego al tratamiento, sin embargo, dicho Hospital reinicia tratamiento antirretroviral con tenofovir, lamivudina, dolutegravir 1 tableta diaria de por vida. Trae resultados de Genexpert/ultra esputo no detectada, sin embargo, es detectado con Tuberculosis por Lipoarabinomanano (LAM) en orina de flujo lateral con resultado positivo, por lo que se inicia tratamiento antituberculoso con isoniazida, pirazinamida, rifampicina y etambutol (HZRE) 4 tabletas diarias como primera fase. A los ex�menes generales presenta Hb: 14.8 mg/dl, glicemia: 159 mg/dl, TGO: 13.9 U/L, TGP: 15.1 U/L, colesterol: 121.9 mg/dl, triglic�ridos: 153.5 mg/dl, urea: 26.3 mg/dl, creatinina: 0.84 mg/dl, VDRL: no reactivo. Paciente refiere dormir poco, alimentarse bien, y se evidencia diuresis y deposiciones normales.

En la cronolog�a de la atenci�n se detallan la interconsulta con psicolog�a, donde el paciente acude a consulta solo, refiere que hace 12 a�os le diagnosticaron VIH, realiz� tratamiento de forma intermitente y posterior a ello abandon� debido que ya se estaba sintiendo mejor. Sin embargo, menciona que, durante el inicio de la pandemia, se automedic� debido a que presentaba malestar corporal y se resist�a a reiniciar el tratamiento de su diagn�stico. Hace aproximadamente una semana inici� tratamiento con la especialista en Infectolog�a del Hospital al que acudi�, fue medicado y a la semana de tomar los medicamentos, comenz� a presentar malestar y fue internado por una semana en el Hospital, donde le realizaron ex�menes varios y le diagnosticaron Tuberculosis. Refiere que desde ese momento no ha podido dormir bien, siente ansiedad, tristeza. Menciona que recibi� la noticia solo, manifiesta: "sent� que el mundo se me vino encima". Actualmente se encuentra en tratamiento m�dico, manifiesta que llora con facilidad, se le dificulta mantener estabilidad emocional. Actualmente vive solo, menciona que su familia conoce acerca de sus diagn�sticos, no labora de forma estable, se realiza psicoeducaci�n y se interviene con terapia cognitivo conductual.

Posteriormente, en el control de personas viviendo con el virus del sida (PVVS), el paciente asintom�tico con un bajo nivel de adherencia terap�utica. En una visita domiciliaria realizada, el paciente manifiesta que vive solo, por lo cual le invaden sentimientos de tristeza cuando no est� ocupado realizando cualquier actividad, menciona que es presidente de la comunidad, por lo que le gusta realizar actividades que ayuden a los dem�s, cosa que tambi�n le ayuda ya que consigue hacer sesiones de bailo terapia. Paciente refiere que a los 18 a�os se va de su casa, debido a su orientaci�n sexual (homosexual) y sent�a que ser�a un problema para sus padres. Sin embargo, actualmente sus padres ya saben que �l es homosexual y no le ha causado mayores problemas, a pesar que no cuenta con su apoyo. Paciente refiere que lo invaden sentimientos de muerte que no los suele controlar al menos que salga de la casa para caminar o realizar cualquier actividad f�sica.

Con relaci�n a este caso, la teor�a de Promoci�n de la Salud de Nola Pender, plantea que es importante procurar el estado �ptimo de salud como objetivo principal y que se antepone frente a las acciones preventivas, por lo cual es necesaria la identificaci�n de aquellos factores que influyen en la toma de decisiones, a la vez, determina que se deben reconocer los factores cognitivos que son de gran impacto en este tipo de pacientes (Cassetti y Paredes, 2020).

De esta manera, Nola Pender comprende tres teor�as para el mejoramiento de la conducta, tales son: teor�a de acci�n razonada, teor�a de acci�n planeada y la teor�a social cognitiva (Vargas, 2019). Por un lado, la Teor�a de Acci�n Razonada tiene su origen en Ajzen y Fishben, quienes sostienen que el mayor determinante de la conducta es precisamente la intenci�n o prop�sito que tiene un individuo desde su intenci�n, es decir, es m�s probable que el paciente realice una acci�n solo si desea un resultado (Vega et al, 2020). Mientras tanto, la Teor�a de Acci�n Planteada adiciona que la conducta de un paciente se desarrollar� de mejor forma solo si este tiene la seguridad y control de su propia conducta, por lo que es importante que conozca sobre su enfermedad (Olivares et al, 2021).

Finalmente, la Teor�a Social � Cognitiva, se basa en Albert Bandura, donde se sostiene que la autoeficacia es el factor principal que determina el funcionamiento humano, consolidada en relaci�n a los juicios de las personas sobre sus propias capacidades para alcanzar metas a niveles determinados de rendimiento (Cotonieto y Rodr�guez, 2021).

 

Discusi�n

El afrontamiento de la enfermedad se asume partiendo desde la comprensi�n de la misma, desde su etiolog�a hasta su tratamiento y complicaciones, manejando las consecuencias hasta adaptarse a su nueva situaci�n de salud, por lo que se considera que el punto principal es el conocimiento, el mismo que se genera a trav�s de la promoci�n de salud, por lo que en el presente caso se brind� educaci�n en salud proporcionando la informaci�n necesaria para conllevar la coinfecci�n de este paciente. As� se afirma en el estudio realizado por Figueroa et al (2021) donde se establece que fortalecer los conocimientos de la tuberculosis en el paciente e incluso familiares mejora el control de la enfermedad, sostiene que la carencia de conocimiento influye en la falta de cuidado personal, inicio de tratamiento y escasa adherencia al mismo.

Por otra parte, se evidenci� que desde el componente afectivo es esencial abordar la salud mental de la persona enferma, el impacto que genera la enfermedad dificultando al ser humano adaptarse a su realidad, en este caso gener� una serie de sentimientos como la desesperanza, enojo, angustia, la percepci�n de estar enfermo, disminuci�n de la interacci�n social, inutilidad, cuadros de depresi�n y ansiedad, por lo que se gestion� en conjunto con el equipo de salud interconsultas con psicolog�a para el abordaje cl�nico necesario y mejorar su estado psicol�gico, as� como la implicaci�n de la familia en el acompa�amiento del proceso de la enfermedad. De esta forma, se puede evidenciar seg�n el estudio realizado por Agarwall y Sarthi (2020) que la ansiedad y depresi�n son problemas comunes que presenta la persona enferma pudiendo conducir a sentimientos de autoeliminaci�n como el suicidio. Siendo as� esencial el abordaje psicol�gico profesional, as� como el acompa�amiento de la familia durante todo el proceso de la enfermedad, puesto que el apoyo y el amor genera alivio para el enfermo.

El enfoque terap�utico para el tratamiento de tuberculosis en pacientes con VIH positivo es el mismo para una persona sin infecci�n y este se basa en la administraci�n de una combinaci�n de cuatro f�rmacos de primera l�nea que incluye Isoniacida, Pirazinamida, Rifampicina, Etambutol, con una fase inicial de 2 meses y posterior una fase de consolidaci�n de 4 meses, a trav�s del programa Tratamiento Directamente Observado o Supervisado por su siglas en ingl�s (DOTS) que maneja el Ministerio de Salud P�blica del Ecuador, se realiz� el manejo adecuado del caso, mediante la administraci�n de los f�rmacos de forma diaria y bajo la supervisi�n directa de la toma del mismo en el centro de salud o asistida a domicilio evitando as� recidivas o fracaso al tratamiento. Por lo expuesto anterior, seg�n Peinado et al (2022) en su estudio determinan que los tratamientos directamente observados o supervisados muestran una alta eficacia en la adherencia al tratamiento. De tal forma que el adecuado registro y notificaci�n facilita la evaluaci�n del paciente, acompa�ada de un seguimiento mensual durante todo el periodo de tratamiento de la TB.

Finalmente, en relaci�n al rol de enfermer�a en el manejo de pacientes con coinfecci�n de VIH/TB, se denota el Proceso de Atenci�n de Enfermer�a (PAE) partiendo desde la valoraci�n integral del paciente, desde donde se hizo uso de los patrones funcionales de Marjory Gordon para una detallada valoraci�n del estado f�sico y psicol�gico, de tal manera que se evidenci� aquellos patrones alterados como el de percepci�n y manejo de la salud, nutricional metab�lico, actividad � ejercicio, sue�o - descanso, perceptivo � cognitivo, rol � relaciones, y adaptaci�n - sexualidad y reproducci�n - tolerancia al estr�s. Esto se puede afirmar con lo descrito por Benites et al (2022) que se�ala que el proceso de atenci�n de enfermer�a se debe realizar con las actividades programadas en un plan de cuidados basados en una teor�a est�ndar como los patrones funcionales de Marjory Gordon. Esto permite una mayor atenci�n en los problemas o necesidades del paciente, por lo que se puede afrontar positivamente y mejorar el estado de salud del paciente.

 

Conclusiones

En conclusi�n, la tuberculosis (TB) coinfectada con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) presenta un desaf�o significativo para el cuidado de enfermer�a. Esta coinfecci�n complica a�n m�s el manejo de ambas enfermedades y requiere un enfoque integral y colaborativo por parte de los profesionales de la salud.

El cuidado de enfermer�a desempe�a un papel fundamental en el manejo de pacientes con coinfecci�n de TB y VIH. El profesional de enfermer�a debe estar capacitado en la detecci�n temprana, el diagn�stico adecuado y el tratamiento �ptimo de estas enfermedades. Adem�s, es fundamental que Enfermer�a brinde educaci�n y apoyo continuo a los pacientes, ya que la adherencia al tratamiento es esencial para lograr resultados exitosos. Adem�s de garantizar un entorno seguro y acogedor para los pacientes, fomentando la confianza y la comunicaci�n abierta. Tambi�n deben tener en cuenta los factores socioecon�micos y culturales que pueden influir en el acceso al cuidado y la adherencia al tratamiento.

 

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� 2023 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

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