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Hacinamiento carcelario y el derecho al buen vivir

 

Prison overcrowding and the right to a good life

 

Superlota��o carcer�ria e o direito a uma boa vida

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: Roxana_guerrerop@hotmail.com

 

 

Ciencias Sociales y Pol�ticas ����

Art�culo de Investigaci�n

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* Recibido: 23 de marzo de 2023 *Aceptado: 12 de abril de 2023 * Publicado: �10 de mayo de 2023

 

1. Investigador Independiente, Ecuador.
2. Investigador Independiente, Ecuador.
3. Investigador Independiente, Ecuador.
4. Investigador Independiente, Ecuador.

Resumen

Durante la investigaci�n se abord� el tema del hacinamiento carcelario y su relaci�n con el derecho al buen vivir en Ecuador. Se identific� que el hacinamiento es una problem�tica grave en las c�rceles del pa�s, lo que ha generado violaciones a los derechos humanos y una situaci�n de inhumanidad en la que los reclusos no tienen acceso a servicios b�sicos como agua potable, atenci�n m�dica y alimentaci�n adecuada. Adem�s, se evidenci� que existe una normativa en el pa�s que reconoce el derecho al buen vivir, el cual implica que las personas tienen derecho a una vida digna y en armon�a con la naturaleza. Sin embargo, el hacinamiento carcelario representa una barrera para que los reclusos puedan ejercer este derecho. Se destac� la importancia de abordar este tema desde una perspectiva integral que incluya medidas para la prevenci�n del delito y la reinserci�n social de los reclusos, as� como la necesidad de una pol�tica penitenciaria que contemple la construcci�n de nuevas c�rceles y la mejora de las condiciones de las ya existentes. Tambi�n se mencion� la importancia de fortalecer los mecanismos de control y supervisi�n de las instituciones encargadas de la administraci�n de justicia y el sistema penitenciario para garantizar el respeto de los derechos humanos de los reclusos.

Palabras Clave: Hacinamiento carcelario; Derechos humanos; Buen vivir; Privados de libertad; Constitucionalismo andino.

 

Abstract

During the investigation, the issue of prison overcrowding and its relationship with the right to good living in Ecuador was addressed. It was identified that overcrowding is a serious problem in the country's prisons, which has generated human rights violations and an inhumane situation in which inmates do not have access to basic services such as drinking water, medical care, and adequate food. In addition, it was evidenced that there is a regulation in the country that recognizes the right to good living, which implies that people have the right to a dignified life in harmony with nature. However, prison overcrowding represents a barrier for inmates to exercise this right. The importance of addressing this issue from a comprehensive perspective that includes measures for crime prevention and the social reintegration of inmates was highlighted, as well as the need for a prison policy that contemplates the construction of new prisons and the improvement of prison conditions. the existing ones. Mention was also made of the importance of strengthening the control and supervision mechanisms of the institutions responsible for the administration of justice and the prison system to guarantee respect for the human rights of inmates..

Keywords: Prison overcrowding; Human rights; Good living; Deprived of liberty; Andean constitutionalism.

 

Resumo

Durante a investiga��o, foi abordado o tema da superlota��o carcer�ria e sua rela��o com o direito � boa vida no Equador. Identificou-se que a superlota��o � um grave problema nos pres�dios do pa�s, que tem gerado viola��es de direitos humanos e uma situa��o desumana em que os detentos n�o t�m acesso a servi�os b�sicos como �gua pot�vel, atendimento m�dico e alimenta��o adequada. Al�m disso, ficou evidenciado que existe no pa�s uma regulamenta��o que reconhece o direito ao bem viver, o que implica que as pessoas t�m direito a uma vida digna e em harmonia com a natureza. No entanto, a superlota��o carcer�ria representa uma barreira para que os presos exer�am esse direito. Foi destacada a import�ncia de abordar esta quest�o numa perspetiva abrangente que inclua medidas de preven��o da criminalidade e de reinser��o social dos reclusos, bem como a necessidade de uma pol�tica prisional que contemple a constru��o de novas pris�es e a melhoria das condi��es prisionais. uns. Mencionou-se tamb�m a import�ncia de fortalecer os mecanismos de controle e supervis�o das institui��es respons�veis ​​pela administra��o da justi�a e do sistema penitenci�rio para garantir o respeito aos direitos humanos dos internos.

Palavras-chave: Superlota��o prisional; Direitos humanos; Bom viver; Privado de liberdade; constitucionalismo andino.

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Introducci�n

El hacinamiento carcelario es un problema que ha sido identificado en muchas partes del mundo. En Ecuador, este problema se ha vuelto cada vez m�s preocupante debido a la sobrepoblaci�n de las c�rceles y la falta de una soluci�n adecuada para abordar esta problem�tica. La sobrepoblaci�n en las c�rceles ha generado numerosos problemas, incluyendo la violaci�n de los derechos humanos de los reclusos y el deterioro de las condiciones de vida. Este art�culo tiene como objetivo examinar el problema del hacinamiento carcelario en Ecuador y su impacto en el derecho al buen vivir.

La Constituci�n de la Rep�blica del Ecuador reconoce que todas las personas tienen derecho a vivir en un ambiente sano y ecol�gicamente equilibrado (Asamblea Nacional del Ecuador, 2008). Adem�s, el art�culo 3 de la Constituci�n establece que el buen vivir es un derecho de todas las personas y una obligaci�n del Estado (Asamblea Nacional del Ecuador, 2008). El derecho al buen vivir es un concepto amplio que incluye el acceso a servicios b�sicos como la salud, la educaci�n, la alimentaci�n y la vivienda adecuada. El hacinamiento carcelario es una clara violaci�n de este derecho.

El hacinamiento carcelario en Ecuador ha sido un tema recurrente en la literatura especializada en el pa�s. Seg�n el informe del Observatorio de Derechos Humanos de las Personas Privadas de Libertad, las c�rceles ecuatorianas tienen una capacidad para albergar a 29.032 personas, sin embargo, en la actualidad, hay alrededor de 39.434 personas privadas de la libertad (Observatorio de Derechos Humanos de las Personas Privadas de Libertad, 2019). Esto significa que la poblaci�n carcelaria ecuatoriana supera la capacidad de las c�rceles en un 35%.

El hacinamiento carcelario ha generado un conjunto de problemas para los reclusos, incluyendo la violaci�n de sus derechos humanos. Las c�rceles sobrepobladas de Ecuador no cuentan con las condiciones m�nimas necesarias para que los reclusos vivan en condiciones dignas. Adem�s, el hacinamiento ha llevado a una falta de acceso a servicios b�sicos como la atenci�n m�dica, la educaci�n y la alimentaci�n adecuada (Corte Nacional de Justicia, 2020). La falta de acceso a estos servicios tambi�n ha aumentado la tasa de mortalidad en las c�rceles ecuatorianas.

En conclusi�n, el hacinamiento carcelario en Ecuador es una problem�tica que ha generado numerosos problemas para los reclusos y ha llevado a una clara violaci�n del derecho al buen vivir. Este art�culo examinar� m�s a fondo el impacto del hacinamiento carcelario en los reclusos y en la sociedad en general, as� como las posibles soluciones para abordar esta problem�tica.

 

Desarrollo

La situaci�n de hacinamiento carcelario en el Ecuador ha sido una preocupaci�n constante en los �ltimos a�os. De acuerdo con el informe presentado por la Defensor�a del Pueblo en el 2020, se evidenci� que la poblaci�n carcelaria en el pa�s supera el 40% de su capacidad total (Defensor�a del Pueblo, 2020). Esta situaci�n genera una serie de consecuencias negativas en el bienestar de la poblaci�n carcelaria, as� como en la seguridad y estabilidad del sistema carcelario del pa�s.

El hacinamiento carcelario es un problema que afecta el derecho al buen vivir de la poblaci�n carcelaria en Ecuador. El derecho al buen vivir se encuentra reconocido en la Constituci�n de la Rep�blica del Ecuador y tiene como objetivo garantizar una vida digna y plena para todas las personas en el pa�s (Asamblea Nacional Constituyente, 2008). Sin embargo, la situaci�n de hacinamiento carcelario en el pa�s es un obst�culo importante para la consecuci�n de este derecho.

El hacinamiento carcelario tiene un impacto negativo en la salud y el bienestar de la poblaci�n carcelaria. El contacto cercano y constante entre las personas en espacios reducidos favorece la propagaci�n de enfermedades infecciosas y la aparici�n de problemas de salud mental como ansiedad, depresi�n y estr�s (Lavaca, 2017). Adem�s, el hacinamiento carcelario puede aumentar la violencia y el conflicto entre la poblaci�n carcelaria debido a la falta de espacio y recursos b�sicos como alimentos, agua y atenci�n m�dica (Lavaca, 2017).

La sobrepoblaci�n en las c�rceles tambi�n tiene un impacto negativo en el trabajo de los funcionarios penitenciarios. La falta de espacio y recursos puede dificultar la implementaci�n de medidas de seguridad y el control de la poblaci�n carcelaria, lo que aumenta el riesgo de motines y fugas (Carnesi, 2014). Adem�s, el hacinamiento carcelario puede generar tensiones y conflictos entre los funcionarios y la poblaci�n carcelaria, lo que puede afectar negativamente la calidad del trabajo y la seguridad de los funcionarios.

El hacinamiento carcelario tambi�n puede tener un impacto negativo en la reinserci�n de la poblaci�n carcelaria en la sociedad. La falta de espacio y recursos puede limitar el acceso de los reclusos a programas educativos, laborales y de rehabilitaci�n, lo que disminuye sus posibilidades de reintegraci�n en la sociedad y aumenta el riesgo de reincidencia (Acosta, 2019). Adem�s, el hacinamiento carcelario puede aumentar la desesperanza y la frustraci�n de la poblaci�n carcelaria, lo que puede afectar negativamente su actitud hacia la reinserci�n y el cambio.

El hacinamiento carcelario es un problema que ha sido identificado en muchos pa�ses del mundo, incluido Ecuador. Este problema tiene consecuencias graves para los derechos humanos de las personas privadas de libertad, especialmente en lo que se refiere al derecho al buen vivir. El hacinamiento carcelario se produce cuando la poblaci�n carcelaria supera la capacidad de la prisi�n, lo que resulta en condiciones de vida inhumanas para los reclusos (Tupiza, 2019). En este sentido, el hacinamiento carcelario es una violaci�n a los derechos humanos de las personas privadas de libertad y es un problema que requiere atenci�n inmediata.

El hacinamiento carcelario en Ecuador ha sido documentado por varias organizaciones, incluyendo la Defensor�a del Pueblo. Seg�n un informe de la Defensor�a, la poblaci�n carcelaria en el pa�s ha aumentado significativamente en los �ltimos a�os, mientras que la capacidad de las c�rceles ha permanecido sin cambios. Esto ha resultado en un aumento en el hacinamiento carcelario en todo el pa�s (Defensor�a del Pueblo, 2018). El hacinamiento carcelario es especialmente grave en las c�rceles de la costa del pa�s, donde la poblaci�n carcelaria ha superado la capacidad de las instalaciones en un 200% (Tupiza, 2019).

El hacinamiento carcelario tiene muchas consecuencias negativas para la vida de las personas privadas de libertad. En primer lugar, el hacinamiento carcelario puede aumentar el riesgo de enfermedades contagiosas y puede dificultar la atenci�n m�dica adecuada para los reclusos (Grijalva & Aguirre, 2019). En segundo lugar, el hacinamiento carcelario puede aumentar la violencia en las prisiones, ya que los reclusos se ven obligados a compartir celdas y espacios comunes en condiciones precarias (Reyes & Ruiz, 2018). En tercer lugar, el hacinamiento carcelario puede limitar la capacidad de los reclusos para participar en programas de rehabilitaci�n y reintegraci�n a la sociedad (Tupiza, 2019).

Es importante destacar que el hacinamiento carcelario en Ecuador no es un problema nuevo y ha sido abordado por diferentes gobiernos a lo largo de los a�os. Sin embargo, los esfuerzos realizados para solucionar este problema han sido insuficientes y no han logrado resolver la situaci�n de manera efectiva. Seg�n la Defensor�a del Pueblo, una de las razones por las cuales el hacinamiento carcelario persiste en el pa�s es la falta de inversi�n en la construcci�n de nuevas instalaciones y la falta de recursos para mejorar las condiciones existentes en las c�rceles (Defensor�a del Pueblo, 2018).

En este contexto, es importante reconocer que el hacinamiento carcelario es una problem�tica compleja que requiere la implementaci�n de pol�ticas integrales y sostenibles. Estas pol�ticas deben abordar no solo la construcci�n de nuevas instalaciones, sino tambi�n la implementaci�n de programas de rehabilitaci�n y reinserci�n social, la mejora de las condiciones de vida en las c�rceles y el fortalecimiento de la justicia penal para reducir la poblaci�n carcelaria (Grijalva & Aguirre, 2019).

Derechos al buen vivir

En el Ecuador, el concepto de buen vivir se ha establecido como un principio fundamental en la Constituci�n de 2008, reconociendo que todos los seres humanos tienen derecho a vivir en una sociedad justa y equitativa, que promueva su bienestar y respete su diversidad cultural y ambiental (Asamblea Nacional Constituyente, 2008). El buen vivir se enfoca en la b�squeda de un equilibrio entre la sociedad, la econom�a y la naturaleza, y se basa en valores como la solidaridad, la igualdad, la justicia, la participaci�n y la responsabilidad (Acosta, 2013).

Los derechos al buen vivir est�n estrechamente ligados a la satisfacci�n de necesidades b�sicas como la alimentaci�n, el agua potable, la salud, la educaci�n, el trabajo y la vivienda (Defensor�a del Pueblo, 2017). Adem�s, la Constituci�n establece que las pol�ticas p�blicas deben garantizar el acceso a servicios de calidad y a infraestructura adecuada para el disfrute de una vida digna (Asamblea Nacional Constituyente, 2008).

El acceso a la justicia y la seguridad son otros aspectos importantes de los derechos al buen vivir en el Ecuador. Seg�n la Defensor�a del Pueblo (2021), es esencial que el sistema de justicia sea eficiente y efectivo para garantizar la protecci�n de los derechos de todos los ciudadanos, y especialmente de aquellos que son m�s vulnerables, como las personas en situaci�n de pobreza o los privados de libertad. Por su parte, el Ministerio del Interior del Ecuador destaca la importancia de promover la seguridad ciudadana y la prevenci�n del delito como un derecho fundamental para el bienestar de la sociedad (Ministerio del Interior, 2021).

En el contexto actual, la pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de garantizar los derechos al buen vivir en el Ecuador. Seg�n Lavaca (2020), la crisis sanitaria ha evidenciado las desigualdades sociales existentes en el pa�s, especialmente en cuanto al acceso a la salud y la protecci�n social. Es necesario fortalecer las pol�ticas p�blicas para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios de calidad y que se proteja especialmente a las personas m�s vulnerables.

En resumen, los derechos al buen vivir en el Ecuador son esenciales para garantizar una vida digna y satisfacer las necesidades b�sicas de todos los ciudadanos. Es necesario fortalecer las pol�ticas p�blicas para garantizar el acceso a servicios de calidad, la justicia, la seguridad y la protecci�n social. El cumplimiento de estos derechos es fundamental para lograr una sociedad m�s justa, equitativa y sostenible en el Ecuador (Gudynas, 2011).

 

Constitucionalismo andino

El constitucionalismo andino se ha desarrollado en la regi�n de Am�rica Latina con la finalidad de impulsar el reconocimiento de los derechos humanos y el buen vivir como una forma de garantizar la vida digna de los ciudadanos. En este sentido, el hacinamiento carcelario y la problem�tica que ello representa para el derecho al buen vivir se convierte en un tema de inter�s para el constitucionalismo andino. Seg�n Oviedo (2014), "el constitucionalismo andino busca integrar y complementar las distintas normas y tradiciones jur�dicas de los pa�ses de la regi�n, con el fin de lograr una protecci�n m�s efectiva de los derechos humanos".

El constitucionalismo andino, al reconocer al buen vivir como un derecho, tiene la tarea de garantizar que todas las personas tengan acceso a una vida digna, en la cual se respeten sus derechos y libertades fundamentales. En este sentido, el hacinamiento carcelario se convierte en una problem�tica que vulnera el derecho al buen vivir de las personas privadas de libertad. Como se�ala Naranjo (2017), "el hacinamiento carcelario no solo afecta la dignidad de las personas privadas de libertad, sino que tambi�n se convierte en un obst�culo para su rehabilitaci�n y reinserci�n en la sociedad".

El constitucionalismo andino tambi�n tiene el deber de garantizar la protecci�n de los derechos humanos de las personas privadas de libertad. Como se�ala Moya (2018), "el derecho a la vida, la integridad f�sica y psicol�gica, el derecho a la salud, a la educaci�n y a la reinserci�n social son algunos de los derechos humanos que deben ser protegidos por el constitucionalismo andino en relaci�n al hacinamiento carcelario". Es decir, el hacinamiento carcelario no solo vulnera el derecho al buen vivir, sino que tambi�n puede generar violaciones a los derechos humanos de las personas privadas de libertad.

En conclusi�n, el constitucionalismo andino tiene la tarea de garantizar la protecci�n de los derechos humanos y el derecho al buen vivir de todas las personas, incluyendo a las personas privadas de libertad. La problem�tica del hacinamiento carcelario en la regi�n debe ser abordada desde una perspectiva que contemple tanto la garant�a de los derechos humanos como el reconocimiento del derecho al buen vivir. Como se�ala la Corte Constitucional del Ecuador (2013), "el constitucionalismo andino debe buscar la armonizaci�n entre los derechos humanos y el buen vivir, con el fin de garantizar una vida digna para todas las personas".

 

 

�Integridad

La integridad es un concepto fundamental que se relaciona directamente con la dignidad humana y los derechos humanos en general. En el contexto del hacinamiento carcelario y el derecho al buen vivir, la integridad cobra una importancia a�n mayor, ya que la privaci�n de libertad en condiciones inhumanas puede ser considerada una violaci�n a la integridad f�sica y psicol�gica de las personas.

La integridad es entendida por la Comisi�n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como "la inviolabilidad f�sica y psicol�gica de la persona, incluyendo la ausencia de violencia, tortura, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la protecci�n contra ellos" (CIDH, 2020, p. 36). Esta definici�n se alinea con los est�ndares internacionales en materia de derechos humanos y establece una base s�lida para la protecci�n de la integridad de las personas privadas de libertad.

En el contexto del hacinamiento carcelario, la integridad puede verse amenazada por diversas condiciones, tales como la falta de espacio, la falta de higiene, la violencia entre reclusos, el acceso limitado a servicios de salud y otros servicios b�sicos, entre otros factores. Es por ello que la promoci�n y protecci�n de la integridad de las personas privadas de libertad debe ser una prioridad para el Estado y la sociedad en su conjunto.

Naranjo (2017) destaca que la protecci�n de la integridad de las personas privadas de libertad es una obligaci�n del Estado, y que la privaci�n de libertad en condiciones inhumanas puede considerarse una forma de tortura. Moya (2018), por su parte, se�ala que la falta de recursos y pol�ticas p�blicas adecuadas para abordar el problema del hacinamiento carcelario puede tener consecuencias graves para la integridad de las personas privadas de libertad. Oviedo (2014) hace hincapi� en la importancia de una pol�tica penitenciaria orientada a la rehabilitaci�n y reinserci�n social de las personas privadas de libertad, como una forma de proteger su integridad y dignidad humana.

 

Resultados

El hacinamiento carcelario en Ecuador ha sido un problema constante en los �ltimos a�os. Seg�n la Defensor�a del Pueblo (2021), en el a�o 2020 la poblaci�n carcelaria del pa�s alcanz� un total de 41.039 personas, mientras que la capacidad de las c�rceles solo era de 29.736. Esto significa que la poblaci�n carcelaria supera la capacidad de las c�rceles en un 38,8%, lo que evidencia una situaci�n de hacinamiento cr�nico.

Este hacinamiento carcelario ha llevado a que los derechos al buen vivir de las personas privadas de libertad no sean respetados. En la Constituci�n del Ecuador de 2008 se establece que el Estado tiene la obligaci�n de garantizar el respeto a los derechos humanos y al buen vivir de todas las personas, incluyendo a las personas privadas de libertad (Asamblea Nacional Constituyente, 2008). Sin embargo, la realidad es que el hacinamiento y las malas condiciones en las c�rceles han llevado a que estos derechos no sean respetados.

La Defensor�a del Pueblo (2017) en un informe sobre las c�rceles en Ecuador, se�ala que las condiciones en las que se encuentran las personas privadas de libertad son inhumanas, crueles y degradantes. Adem�s, se han reportado casos de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, as� como tambi�n de violencia sexual en las c�rceles del pa�s. Todo esto viola los derechos humanos y al buen vivir de las personas privadas de libertad.

Es importante destacar que el Ministerio del Interior (2021) ha tomado medidas para mejorar la situaci�n en las c�rceles del pa�s, como la construcci�n de nuevas c�rceles y la implementaci�n de programas de resocializaci�n y rehabilitaci�n de las personas privadas de libertad. Sin embargo, estas medidas son insuficientes para solucionar el problema del hacinamiento carcelario y garantizar el respeto a los derechos humanos y al buen vivir de las personas privadas de libertad.

Adem�s, es necesario mencionar que el derecho al buen vivir no solo se refiere a las condiciones materiales en las que viven las personas, sino tambi�n a su desarrollo personal, social y cultural. Como se�ala Lavaca (2020), el derecho al buen vivir implica la construcci�n de una sociedad justa, solidaria y equitativa, en la que todas las personas tengan la posibilidad de desarrollarse plenamente. Por lo tanto, es necesario que se tomen medidas no solo para mejorar las condiciones materiales en las c�rceles, sino tambi�n para garantizar el desarrollo personal y social de las personas privadas de libertad.

 

Conclusiones

En primer lugar, es necesario reconocer que el hacinamiento carcelario es una problem�tica compleja y multidimensional, que afecta no solo a los privados de libertad, sino tambi�n a sus familias y a la sociedad en su conjunto. El sistema penitenciario ecuatoriano enfrenta varios desaf�os para garantizar los derechos humanos y el bienestar de las personas privadas de libertad, como la falta de recursos, la sobrepoblaci�n, la violencia, la corrupci�n y la falta de acceso a servicios b�sicos.

En segundo lugar, es importante destacar la relevancia del derecho al buen vivir como un enfoque hol�stico y transformador de la justicia social y ambiental. El buen vivir implica una concepci�n m�s amplia y profunda de la vida, que va m�s all� del mero consumo y la acumulaci�n de riquezas, y que valora la solidaridad, la diversidad, la equidad, la autonom�a y la armon�a con la naturaleza. Es fundamental que el Estado y la sociedad en general promuevan el buen vivir como un valor �tico y pol�tico, y que lo apliquen en todas las esferas de la vida, incluyendo el sistema penitenciario.

En tercer lugar, se requiere una acci�n decidida y coordinada de todas las instituciones y actores involucrados para enfrentar el problema del hacinamiento carcelario y garantizar los derechos humanos y el bienestar de las personas privadas de libertad. Es necesario que el Estado invierta recursos suficientes y adecuados para mejorar la infraestructura, los servicios y las condiciones de vida en las c�rceles, y que adopte medidas efectivas para prevenir y sancionar la violencia, la corrupci�n y otros delitos dentro del sistema penitenciario.

En conclusi�n, la problem�tica del hacinamiento carcelario en el Ecuador es un desaf�o complejo y urgente que requiere la atenci�n y el compromiso de todos los sectores de la sociedad. La adopci�n del enfoque del buen vivir puede ser un marco conceptual y pr�ctico valioso para enfrentar este desaf�o, y para promover una visi�n m�s justa, inclusiva y sostenible de la justicia social y ambiental en el pa�s.

 

Referencias

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� 2023 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

(https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/).