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Orientaci�n familiar como aporte significativo al proceso de ense�anza aprendizaje de los estudiantes con carencia afectiva

 

Family guidance as a significant contribution to the teaching-learning process of students with affective deprivation

 

Orienta��o familiar como contribui��o significativa para o processo ensino-aprendizagem de alunos com priva��o afetiva

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: magdalena-lucas@hotmail.com

 

 

Ciencias de la Educaci�n

Art�culo de Investigaci�n

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* Recibido: 18 de febrero de 2023 *Aceptado: 12 de marzo de 2023 * Publicado: 11 de abril de 2023

 

               I.         Doctora en Ciencias Pedag�gicas, Posdoctorante en Filosof�a y Letras de la Educaci�n en Universidad Central de Venezuela, Magister en Gerencia Educativa, Profesora de Segunda Ense�anza, Licenciada en Psicolog�a y Orientaci�n Vocacional en Ciencias de la Educaci�n, Docente de la Unidad Educativa Fiscal Lorenzo Luzuriaga, Manab�, Ecuador.

Resumen

El� presente art�culo� plantea como� objetivo de investigaci�n, el� proceso de orientaci�n familiar en el contexto educativo y la implementaci�n de una estrategia educativa, para fomentar la orientaci�n familiar enfocada en la atenci�n a los� problemas de carencia afectiva con intervenci�n familiar, lo que permite� perfeccionar el v�nculo de la escuela y la familia a trav�s de� estrategias educativas� como v�a eficaz y eficientes para obtener la calidad requerida en el proceso formativo de los estudiantes que cursan la educaci�n general b�sica. Adem�s, se destacan�� los escenarios y espacios que ofrece la instituci�n para alcanzar los aprendizajes establecidos por la propuesta educativa del Ministerio de Educaci�n. Este trabajo investigativo est� enmarcado en los m�todos de la revisi�n bibliogr�fica, An�lisis de documentos y fuentes, acompa�ado de las t�cnicas de la encuestas y observaci�n. Que sientan las bases en los enfoques pedag�gicos, psicol�gicos y sociol�gicas. La poblaci�n est� conformada por 27 estudiantes, 27 padres de familias o representantes legales, 1 docente y la psic�loga del departamento de DECE. Como resultado se obtiene la caracterizaci�n individual de los integrantes que conforman la trilog�a educativa, en conclusi�n el estudio realizado justifica la importancia de la preparaci�n de la familia para que en su v�nculo con la escuela puedan lograr la meta educativa planteada y por ende se enfatice y se active la afectividad, motivaci�n para elevar el autoestima� por parte de la� sociedad� ecuatoriana en t�rminos de la educaci�n de los estudiantes de la Unidad Educativa Fiscal Lorenzo Luzuriaga de la provincia de Manab�.

Palabras Claves: Orientaci�n Familiar; Ense�anza- Aprendizaje; Afectividad.

 

Abstract

This article proposes as a research objective, the process of family counseling in the educational context and the implementation of an educational strategy, to promote family counseling focused on attention to problems of affective deprivation with family intervention, which allows perfecting the link between school and family through educational strategies as an effective and efficient way to obtain the quality required in the training process of students enrolled in basic general education. In addition, the scenarios and spaces offered by the institution to achieve the learning established by the educational proposal of the Ministry of Education are highlighted. This investigative work is framed in the methods of bibliographic review, analysis of documents and sources, accompanied by the techniques of surveys and observation. They lay the foundations in pedagogical, psychological and sociological approaches. The population is made up of 27 students, 27 parents or legal representatives, 1 teacher and the psychologist from the DECE department. As a result, the individual characterization of the members that make up the educational trilogy is obtained, in conclusion, the study carried out justifies the importance of preparing the family so that in its link with the school they can achieve the educational goal set and therefore emphasize and affectivity is activated, motivation to raise self-esteem on the part of Ecuadorian society in terms of the education of students of the Lorenzo Luzuriaga Fiscal Educational Unit of the province of Manab�.

Keywords: Family Orientation; Teaching-Learning; Affectivity.

 

Resumo

Este artigo prop�e como objetivo de investiga��o, o processo de orienta��o familiar em contexto educativo e a implementa��o de uma estrat�gia educativa, para promover a orienta��o familiar centrada na aten��o aos problemas de car�ncia afetiva com interven��o familiar, que permita melhorar o v�nculo entre os a escola e a fam�lia por meio de estrat�gias educativas como forma eficaz e eficiente de obter a qualidade necess�ria no processo de forma��o dos alunos que frequentam a educa��o geral b�sica. Al�m disso, s�o destacados os cen�rios e espa�os oferecidos pela institui��o para alcan�ar o aprendizado estabelecido pela proposta educacional do Minist�rio da Educa��o. Este trabalho investigativo enquadra-se nos m�todos da revis�o bibliogr�fica, An�lise de documentos e fontes, acompanhado das t�cnicas de levantamentos e observa��o. Que lan�am as bases em abordagens pedag�gicas, psicol�gicas e sociol�gicas. A popula��o � composta por 27 alunos, 27 pais ou respons�veis, 1 professora e a psic�loga do DECE. Como resultado, obt�m-se a caracteriza��o individual dos membros que comp�em a trilogia educacional, em conclus�o o estudo realizado justifica a import�ncia de preparar a fam�lia para que em seu v�nculo com a escola possam atingir o objetivo educacional definido e, portanto, � enfatizada e ativada a afetividade, motiva��o para elevar a auto-estima por parte da sociedade equatoriana em rela��o � educa��o dos alunos da Unidade Educacional Fiscal Lorenzo Luzuriaga da prov�ncia de Manab�.

Palavras-chave: Orienta��o Familiar; Ensino-Aprendizagem; Afetividade.

 

 

 

Introducci�n

Aprender a convivir en armon�a es una de las actividades primordiales del ser humano, adem�s de ser uno de los objetivos de todo sistema educativo, est� considerado como uno de los retos fundamentales para la educaci�n del siglo XXI. Por ello, el estudio y an�lisis de los problemas y conflictos que surgen o se detectan en los centros educativos y la propuesta de medidas que pueden adoptarse para prevenir y tratar adecuadamente diversos conflictos, se ha convertido en foco de atenci�n de la comunidad educativa.

Un/una hijo/a debe ser fruto del amor de pareja, el cual llega con unas necesidades f�sicas, emocionales y psicosociales que ambos padres deben satisfacer. Por esa raz�n, lo ideal ser�a que el nacimiento se produjera en uni�n de dos personas donde exista el cari�o, que es una estructura que determina los derechos y deberes tanto de la familia como de los hijos/as, bajo circunstancias adecuadas. Al respecto Borja (2010) ha se�alado:

Toda persona que haya vivido en un hogar donde sus padres se han amado y respetado, sabe perfectamente lo f�cil que es crecer y desarrollarse. Toda persona que ha vivido bajo un hogar donde la familia ha tenido conflictos sabe lo dif�cil que es salir adelante. Toda persona que ha crecido con sus padres separados sabe lo dolorosa que es esta dicotom�a para los hijos. Sin lugar a dudas, un hijo necesita de un padre y una madre para crecer en armon�a y con facilidad.

Otros estudios citan algunos aspectos que suelen ir asociados a la orientaci�n, participaci�n e implicaci�n de la familia en las actividades de la escuela de sus hijos/as, que incluyen mayor rendimiento acad�mico, actitudes positivas hacia el estudio, menor ausentismo escolar, aumento de la afectividad y mejores niveles acad�micos (Shepard & Carlson, 2003).

Hoy en d�a, las carencias afectivas, durante los primeros a�os de vida, es el principal factor que desencadena ese problema y se�ala la situaci�n en que se encuentra un/a alumno/a que ha sufrido o sufre la privaci�n de la relaci�n de sus padres y/o padece el d�ficit de atenci�n afectiva necesaria en la edad temprana (Soule, 1982). Seg�n V�laz (1998), ello se pone de manifiesto, por ejemplo, en aquellas situaciones en que la maduraci�n de la personalidad del/de la alumno/a es interferida por la falta grave de estimulaci�n afectiva.

En el Ecuador, en las instituciones educativas no se tiene impl�cito, dentro de la orientaci�n a la familia, soluciones factibles que permitan prevenir las alteraciones en el comportamiento que pueden surgir en esas edades y, por ende, no explican las causas que las originan, lo que limita la prevenci�n de dichas alteraciones.

Adem�s, se ha comprobado, a trav�s de entrevistas y visitas a los hogares, que un gran n�mero de familias no est� suficientemente preparado para ello; as� como tampoco las soluciones implementadas, provenientes de la literatura han surtido efecto. De ah� que, a partir de la experiencia de la autora de la tesis como psic�loga educativa, haya podido realizar algunas afirmaciones de corte emp�rico, que inicialmente la acercan a la problem�tica objeto de estudio:

La familia considera, en muchos casos, que la actitud del docente influye en el bajo resultado acad�mico de sus hijos/as; con poco conocimiento sobre las dificultades de los aprendizajes encontrados; as� tambi�n se involucra poco en actividades especiales organizadas por la escuela; tienen poca comunicaci�n con el docente y se implican escasamente en la ense�anza y educaci�n de los hijos/as.

 

Tipos de investigaci�n aplicada en este trabajo investigativo

Investigaci�n cualitativa. - �Es un proceso destinado a resolver inquietudes a partir de la recolecci�n y an�lisis de datos� (Nelly L�pez e Irma Sandoval). Por su parte, la metodolog�a cualitativa, consistente en la realizaci�n de los estudios de casos (distintos al dise�o experimental de caso �nico, que seg�n, Hern�ndez, Fern�ndez y Baptista, 2014, tambi�n puede aplicarse desde el enfoque cuantitativo), el m�todo cl�nico, el m�todo etnogr�fico. as� como las t�cnicas de la entrevista y observaci�n, los grupos de discusi�n y los m�todos biogr�ficos; tienen como finalidad profundizar en los datos hasta lograr una estrecha comprensi�n global del fen�meno estudiado (Katayama, 2014; Orbegoso, 2015; S�nchez & Reyes, 1998).

Investigaci�n cuantitativa: �Se base en t�cnicas muchos m�s estructuradas, ya que buscan la medici�n de las variables previamente establecidas� (Nelly L�pez e Irma Sandoval) Rodriguez Pe�uelas (2010, p.32), se�ala que el m�todo cuantitativo se centra en los hechos o causas del fen�meno social, con escaso inter�s por los estados subjetivos del individuo. Este m�todo utiliza el cuestionario, inventarios y an�lisis demogr�ficos que producen n�meros, los cuales pueden ser analizados estad�sticamente para verificar, aprobar o rechazar las relaciones entre las variables definidas operacionalmente, adem�s regularmente la presentaci�n de resultados de estudios cuantitativos viene sustentada con tablas estad�sticas, gr�ficas y un an�lisis num�rico.

Investigaci�n bibliogr�fica: para el an�lisis de los fundamentos te�ricos sobre la orientaci�n familiar y el tratamiento a las carencias afectivas. La investigaci�n bibliogr�fica se puede comprender (Stewart, 1984; McMillan y Kennedy 1981; Hart, 2001; Pritchard y Scott, 1996, citado en M�ndez, 2008) como: un proceso mediante el cual recopilamos conceptos con el prop�sito de obtener un conocimiento sistematizado. El objetivo es procesar los escritos principales de un tema particular. Este tipo de investigaci�n adquiere diferentes nombres: de gabinete, de biblioteca, documental, bibliogr�fica, de la literatura, secundaria, resumen. (p. 16).

T�cnica de la encuesta: se emplearon para explorar el nivel de conocimientos que sobre la tem�tica poseen los/las docentes y los familiares. Hern�ndez, Fern�ndez y Baptista (2006, p. 310) definen la encuesta como el instrumento m�s utilizado para recolectar datos, consiste en un conjunto de preguntas respecto a una o m�s variables a medir.

T�cnica de la observaci�n: se realiz� a los talleres efectuados por docentes y orientadores para determinar los logros y dificultades que presenta la familia para prevenir las carencias afectivas. Seg�n Tamayo (2007, p. 193), la observaci�n directa �es aquella en la cual el investigador puede observar y recoger datos mediante su propia observaci�n�.

 

Fundamentos pedag�gicos

Lo expuesto por Selvini et al (2003), quienes aportaron la visi�n sist�mica sobre el conjunto de la escuela. Berzosa (2007) sus ideas acerca de que la orientaci�n familiar en el contexto escolar, vista desde la perspectiva sist�mica va m�s all� de trabajar s�lo con los padres, madres y/o representantes de familia y madres, sino que debe ser m�s abarcadora.

Lo aducido por Caplan & Caplan (1993) y Onrubia (2009), sobre el papel del psic�logo escolar en su interrelaci�n con la familia y la escuela para facilitar la comunicaci�n padre, madres y/o representantes de familia-los/las docentes y coordinar los esfuerzos generales y espec�ficos.

El modelo ecol�gico de Bronfenbrenner (2001, 2005)� desde una perspectiva hist�rico-cultural, desde el cual se considera la orientaci�n familiar como un tipo de orientaci�n educativa que tiene en cuenta las relaciones existentes entre la escuela, el/la alumno/a, la familia y la comunidad, que comprende un proceso de desarrollo individual tendente a una transformaci�n personal en la manera de comprender y de tratar a sus hijos/as y en la propia din�mica familiar, en la que cada ni�o/a es percibido como una totalidad y como parte de otras totalidades (la familia, la escuela).

Fundamentos psicol�gicos

La teor�a de Vigotsky (1964, 1979,1984) y sus seguidores, referidos esencialmente a considerar la orientaci�n como una relaci�n de ayuda que se establece en el proceso de la educaci�n de la personalidad del sujeto en un contexto hist�rico-concreto determinado, en los conceptos de zona de desarrollo pr�ximo y las relaciones evidentes entre el desarrollo y el aprendizaje. De Lobato (1999) las maneras de manifestarse el papel del/de la orientador/a en relaci�n a la familia.

Las consideraciones sobre las carencias afectivas seg�n Sanz (2001) y Sobrado & Ocampo (1997) como respuesta a la situaci�n social en la que se desarrollen, pudiendo establecer unos patrones que definan el comportamiento de estas personas desde su infancia a la edad adulta.

Fundamentos Sociol�gicos

Del Ministerio de Educaci�n (Vallejo, 2007), el C�digo de Convivencia para el fortalecimiento y desarrollo integral de los actores de la comunidad educativa conformada por los/las docentes, alumnos/as y la familia, la necesidad de promover el respeto. Annan (2003) su aseveraci�n acerca de la necesidad de poner a la familia m�s cerca del centro del proceso de las pol�ticas p�blicas

 

La orientaci�n familiar en el contexto educativo

La Constituci�n Pol�tica del Estado Ecuatoriano, en su art�culo 49, expresa que los ni�os y adolescentes gozar�n de los derechos comunes al ser humano, adem�s de los espec�ficos de su edad. El Estado les asegurar� y garantizar� el derecho a la vida desde su concepci�n; a la integridad f�sica y s�quica; a su identidad, nombre y ciudadan�a; a la salud integral y nutrici�n; a la educaci�n y cultura, al deporte y recreaci�n; a la seguridad social; a tener una familia y disfrutar de la convivencia familiar, a la participaci�n social, al respeto a su libertad y dignidad, y a ser consultado en los asuntos que les afecten (Asamblea Constituyente, 2008).

Al respecto, el Ministerio de Educaci�n, en voz de su Ministro (Vallejo, 2007) se�al�, como prop�sito de la aplicaci�n del C�digo de Convivencia, el fortalecimiento y desarrollo integral de los actores de la comunidad educativa conformada por los/las docentes, alumnos/as y la familia, la necesidad de promover el respeto y reconocimiento a alumnos/as, educadores/as y de sus familias como ciudadanos/as en sus individualidades y expresiones culturales, planificando y ejecutando procesos de informaci�n, comunicaci�n y preparaci�n sobre el contenido y aplicaci�n del C�digo de Convivencia con alumnos/as, docentes; y padres, madres y/o representantes de familia.

En el Ecuador la orientaci�n educativa es una tarea de todos, las responsabilidades educativas deben ser compartidas por el gobierno central, los gobiernos seccionales, las escuelas, y los padres, madres y/o representantes de familia, los/las docentes, las empresas privadas y la sociedad civil. Para ello se requiere, por un lado, de un sistema flexible que posibilite las acciones de estos actores, sobre todo en el nivel local; y por la otra, alta capacidad de rector�a y coordinaci�n para que el sistema no se disperse ni divida en la b�squeda de las garant�as de una educaci�n de calidad.

Figura 1.���� Modelo educativo de orientaci�n familiar para la atenci�n de afectividad

Fuente:�� Modelo educativo de orientaci�n familiar para la atenci�n de las carencias afectivas.

Elaborado por: Mar�a Magdalena Lucas Vidal

 

El subsistema, b�sicamente a trav�s del psic�logo educativo y de los/las docentes, tiene como funci�n preparar a la familia para que trasmitan conocimientos coherentes y adaptados a las circunstancias del hogar; y formarlos para trabajar adecuadamente aspectos b�sicos, tales como las actitudes y los comportamientos relacionados con su actuaci�n en el hogar para la educaci�n de sus hijos.

Por lo tanto, es en la familia, donde se desarrollan relaciones y lazos horizontales, v�nculos interpersonales y cohesi�n social; y verticales, tales como el sentido de pertenencia e identificaci�n, donde el fin es el cambio social racional e informado que llevar� a un desarrollo humano sostenible, con una constante b�squeda de alternativas, dentro de las normas sociales establecidas que permitan la realizaci�n personal de los/las hijo/as en un entorno de respeto.

 

Figura 2. Subsistema proceso de la prevenci�n familiar

Fuente:� Procesos de la prevenci�n familiar

Elaborado por: Mar�a Magdalena Lucas Vidal

 

El prop�sito es mejorar la educaci�n de la familia para evitar el surgimiento de factores de riesgo; desde la estrategia, como instrumentaci�n, ello se concreta en cursos, seminarios y jornadas de formaci�n, que incluyen diversos m�todos y procedimientos de trabajo, donde se desarrollar�n dis�miles temas en el contexto escolar. Este subsistema consta de tres componentes.

El componente procesos de desarrollo de habilidades de cuidado familiar tiene como funci�n, desarrollar en la familia habilidades relativas al logro de la comunicaci�n asertiva, la soluci�n de conflictos y el establecimiento de normas y l�mites a su interior, lo que muestra una significativa eficacia en la reducci�n de conductas de riesgo en los/las hijo/as y beneficia sus procesos de crecimiento y desarrollo.

En tal sentido, el trabajo de orientaci�n debe dirigirse a desarrollar habilidades para el cuidado de los/las hijo/as y a satisfacer adecuadamente sus necesidades desde la perspectiva de crear en ellos posibilidades para generar y coordinar est�mulos que garanticen el fortalecimiento de afectos, conocimientos, la comunicaci�n, comportamientos flexibles y adaptables a corto y a largo plazo ante las demandas asociadas a la realiza�ci�n de tareas vitales; as� mismo, poder generar estrategias para aprovechar las oportuni�dades que se les brindan. A partir de inferencias de la autora, las habilidades m�nimas de cuidado familiar que deben ser objeto de atenci�n poseen tres funciones:�

Funci�n nutriente, la cual se relaciona con experiencias sensoriales y emocionales que permiten, por un lado, construir un apego seguro y por otro, percibir el mundo familiar como un espacio seguro. Tanto lo sensorial como lo emocional, permiten el desarrollo de un v�nculo de apego entre padres, madres y/o representantes de familia e hijo/as; sin embargo, ello requiere, para hacer efectivo el reconocimiento mutuo, que los canales de comunicaci�n sensorial no sean en ning�n caso obstruidos, de lo contrario se quiebra el normal proceso emocional de familiarizaci�n.

Ahora bien, cabe la posibilidad de que, en ausencia de los padres, madres y/o representantes de familia biol�gicos, alguna persona pueda actuar como una figura sustitutiva, esta figura tambi�n ha de proporcionar adecuados aportes afectivos, sociales, �ticos, culturales y materiales, facilit�ndose de ese modo, un proceso positivo de maduraci�n biol�gica, psicol�gica y social para el/la alumno/a.

Funci�n socializadora: para el desarrollo de habilidades de cuidado familiar adecuadas, lo que coadyuva a que los padres, madres y/o representantes de familia contribuyan a la construcci�n del concepto de s� mismo o identidad de sus hijo/as; por otra parte, corresponde a la facilitaci�n de experiencias relacionales que sirvan como modelos de aprendizaje para vivir de una forma respetuosa, adaptada y arm�nica en la sociedad.

Funci�n educativa: ya que entre m�s herramientas culturales tengan los padres, madres y/o representantes de familia, mayor influencia moralmente positiva tendr�n sobre sus hijo/as. Este es quiz�s uno de los problemas m�s complejos de abordar en contextos familiares donde los riesgos y las expresiones de vulnerabilidad son mayores.

El componente procesos de la educaci�n actitudinal positiva, tiene en cuenta que la familia constituye una comunidad en la que se ense�an valores, as� como el adecuado uso de la libertad, pues tanto las relaciones personales como la estabilidad en el grupo familiar, son fundamentos de la libertad, de la seguridad y de la fraternidad en el seno de la sociedad. De igual manera, en la familia se inicia la vida social. Gracias a los valores entre los miembros de una familia, se establecen relaciones que entra�an afinidad de sentimientos y afectos e intereses que se basan en el respeto mutuo; por lo que es importante cultivarlos.

De ah� que, el componente tiene como funci�n que el/la orientador/a trabaje para educar a la familia en dos sentidos; primero, para que se respete a s� misma, a las opiniones y a los sentimientos propios, y a los dem�s miembros, a quienes debe respet�rsele tambi�n su privacidad, sus decisiones; ya que es en la familia donde el/la alumno/a aprende que sus ideas y sentimientos deben ser tenidos en cuenta y valorados por todos.

El componente procesos informativos de educaci�n familiar, tiene como funci�n, a trav�s del/de la orientador/a, proveer a la familia de informaci�n concisa y actualizada sobre los asuntos que afectan a los/las alumnos/as y a ellos mismos. tiene como objetivo de la orientaci�n, ense�ar a los padres, madres y/o representantes de familia determinadas prescripciones para resolver cada problema que se le presenten, sino que ellos razonen acerca de su vida familiar, y asimilen c�mo autorregularse conscientemente, y a auto desarrollarse conscientemente como grupo humano; que lleguen a conocer el ambiente familiar y a sensibilizarse por la necesidad de ayuda continua que deben darle a sus hijo/as en las diferentes actividades que se desarrollan en la escuela. Es importante que la orientaci�n a la familia tenga un car�cter reflexivo, ya que es necesario prevenir de manera oportuna en cuanto a los errores que se cometen, brind�ndoles los conocimientos pedag�gicos que posee el/la orientador/a. Cada padre, madre o tutor/a debe conocer perfectamente qu� es lo que desea inculcar a sus hijo/as.

 

Figura 3. Subsistema proceso del desarrollo familiar

Fuente:� Subsistema procesos del desarrollo familiar

Elaborado por: Mar�a Magdalena Lucas Vidal

 

El subsistema procesos del desarrollo familiar, tiene como funci�n lograr en la familia el autoconocimiento, autoestima, autodirecci�n y autoeficacia, que conlleva a una vida de bienestar familiar y social, cuyo fin es lograr un camino de transformaci�n y excelencia familiar para el logro de un liderazgo ante sus hijo/as. Para ello, en el proceso de orientaci�n, son utilizados conceptos te�ricos y procedimientos pr�cticos en la medida que sea necesario, toma en cuenta el contexto de la relaci�n donde la conducta se da, en virtud de que las personas aprenden de la interacci�n con los dem�s; es decir, sin establecer patrones r�gidos, pues permite tomar en cuenta la variabilidad humana.

Por ello, los procesos de desarrollo familiar, a trav�s de la orientaci�n, se constituyen en una opci�n te�rica y en una pr�ctica orientada a potenciar la capacidad de la familia, para procurar estructuras, formas de interacci�n y comportamientos que den lugar a relaciones m�s igualitarias, equitativas y justas para lograr el progreso humano de sus integrantes y de ese modo crear condiciones para la transformaci�n en el �mbito familiar, como grupo social con capacidades para ello.

Tradicionalmente en Ecuador, la familia ha sido vista como unidad pasiva, receptora de los beneficios del desarrollo, responsable de reproducir y garantizar el orden social en la vida cotidiana; justificaci�n de aquellos que culpan de los problemas solo a la sociedad. En contraposici�n a esta mirada acr�tica de familia, los procesos de desarrollo familiar, destacan su papel din�mico en el cambio social, mediante el reconocimiento de la capacidad de actuaci�n que individuos y grupos poseen para modificar pr�cticas y discursos que restringen las posibilidades del desarrollo en ese sentido.

El proceso de comunicaci�n es muy importante en la familia, ya que la mayor parte de los problemas se debe a la ausencia de asertividad. La buena o mala relaci�n entre padres, madres y/o representantes de familia e hijo/as son el resultado de un inadecuado proceso comunicativo; las relaciones familiares dependen de lo que se dice, c�mo se dice, del tono de la voz, de la claridad del mensaje, de los gestos que acompa�an las palabras y por supuesto de todas las percepciones que de ello se formen.

Los/las hijos/as aprenden a comunicarse en la interacci�n con la familia. Es �sta la que favorece el aprendizaje de la comunicaci�n cuando se demuestra y se aceptan los sentimientos y pensamientos de cada miembro, por lo que es de suma importancia la preparaci�n de los padres, madres y/o representantes de familia en ese sentido. El estilo o la forma que empleen los/las hijos/as para comunicarse, lo aprender�n esencialmente de su ambiente familiar; sin embargo, existen din�micas familiares que no lo fomentan; sino que m�s bien son un espacio donde se fomentan las dificultades comunicativas.

 

El respeto hacia todos los integrantes de la familia

Tomar en cuenta lo que se dice y se escucha, consider�ndose el momento en que se da la comunicaci�n. Tener firmeza en la transmisi�n del mensaje. Considerar el papel que juegan los dem�s (padre, madre, hijo/a, etc.) y la forma de aproximaci�n entre ellos.

No repetir mensajes insistentemente.

Saber qu� decir y qu� escuchar.

Reconocer a los otros mediante una actitud positiva.

Congruencia en los mensajes verbales y no verbales.

En lo que respecta a la conversaci�n de la familia con los/las hijos/as, esta debe prepararse para transmitir la informaci�n directa; preguntarles qu� piensan de lo que se est� hablando; escuchar atentamente sus opiniones; emitir una o varias opiniones sobre lo que se est� hablando y concluir la conversaci�n con acuerdos. El componente procesos de la interacci�n familiar denota que, en la orientaci�n educativa se debe prestar atenci�n al hecho de que familia y escuela son sistemas interrelacionados, cuya influencia en los estudiantes en su desarrollo no pueden separarse del contexto hist�rico y socio-cultural.

La escuela y la familia han mantenido tradicionalmente relaciones desde el proceso de formaci�n, y aunque tienen fines en com�n y complementarios, parecen transitar en ocasiones, por lugares diferentes y no coordinan esfuerzos en el logro de sus fines educativos y sus caminos corren paralelos y distantes. De ah� la importancia de la cooperaci�n, que requiere una integraci�n de los comportamientos de la familia y de la escuela.

El componente procesos de valoraci�n familiar; tiene como funci�n que los/las orientadores/as preparen a la familia para autoconocerse y sea portadora de autoconceptos, autoevaluaci�n, autoaceptaci�n y autorespeto con el fin de mejorar la comunicaci�n consigo misma, con la escuela y con sus hijo/as; obviamente, esos procesos deben haberse iniciado antes de que la familia hubiera conocido del nacimiento de su hijo/a y lo que este nuevo ser significar�a en sus vidas. Estos y muchas otras reflexiones son los que conforman el entorno donde sus hijo/as se desarrollar�n.

Con estos procesos se prev� que la familia llegue a asumir y aceptar la propia historia.  De la misma manera, tiene por prop�sito que est� reconciliada consigo misma y que acepte positivamente sus limitaciones. Desde el punto de vista del desarrollo intelectual, implica alcanzar la madurez y desarrollo de las operaciones mentales y funciones cognitivas, reconociendo, valorando y desarrollando las capacidades, destrezas y habilidades de las que se le puede dotar y adquirir los m�todos que le favorezcan en el aprendizaje familiar.

La evaluaci�n y comprensi�n adecuada que se logre del funcionamiento y din�mica interrelacional de una familia permitir� conseguir tratar con �xito a un/a alumno/a que aqueja cualquier clase de carencia afectiva y adem�s, que sean capaces de ayudarse entre s� para conseguir progresivamente una individualizaci�n diferenciada dentro de la familia misma, considerada como grupo.

Son significativas las dificultades presentadas por los padres, madres y/o representantes de familia durante el proceso educativo de sus hijo/as a pesar de ser los protagonistas m�s importantes para la formaci�n de ellos, por lo que indica la necesidad de prepararlos para que logren una reflexi�n y autorreflexi�n en su seno sobre dicho proceso. A trav�s de los procesos de valoraci�n familiar, se requiere aportar los recursos necesarios para que los padres, madres y/o representantes de familia sean capaces de acompa�ar efectivamente el proceso de maduraci�n personal de los/las hijos/as.� En ese �mbito est�n implicados una serie de logros que la familia debe alcanzar, entre los que se destaca la toma de conciencia de s� misma, el desarrollo de la autoestima y la elaboraci�n de una adecuada autoimagen y autoconcepto.�

En lo que concierne a su concreci�n en la estrategia educativa, estas funciones pueden satisfacerse a trav�s de la utilizaci�n de t�cnicas de Integraci�n y animaci�n, de an�lisis de contenido, de sensibilizaci�n y autorreflexi�n, dramatizaci�n y valoraci�n cr�tica, elaboraci�n de carteles y su presentaci�n por parte de la familia haciendo ver su importancia en la educaci�n de sus hijos/as, valoraci�n de casos hipot�ticos y c�mo ellos actuar�an en situaciones semejantes a las presentadas. La cualidad actitud vital positiva est� dada en el logro, por parte de la familia, de una autoimagen positiva, para que se sienta capaz de solucionar situaciones que les plantea la vida cotidiana, transmitir a sus hijo/as dichas actitudes, que las lleva a darse cuenta de que tienen recursos suficientes para desenvolverse satisfactoriamente en el entorno escolar y social.

La familia, sean padres o madres, representantes de familia u otros/as que se relacionan con el/la alumno/a de la educaci�n b�sica, tiene varias formas para la mejora de su propia autoestima. Las m�s importantes se centran en la autoexploraci�n y en la comunicaci�n, aunque no son procesos que produzcan resultados a corto plazo. Manteniendo un buen nivel de confianza como adultos en el seno de la familia, los/las hijos/as aprehender�n de sus padres, madres y/o representantes de familia las actitudes ante la vida y ante s� mismos, para m�s adelante reproducirlas en su propio mundo interior. La familia, adem�s, ocupa una posici�n privilegiada para influir por otras v�as en sus hijo/as a partir de los mensajes, positivos, de afecto o apoyo.

 

Figura 4. Subsistema espec�fico de intervenci�n familiar

Fuente: �Subsistema espec�fico de intervenci�n familiar

Elaborado por: Mar�a Magdalena Lucas Vidal

 

El subsistema procesos espec�ficos de intervenci�n familiar, denota el trabajo de orientaci�n educativa concreto que se realiza acerca de la las carencias afectivas; situaci�n en que se encuentra un/a alumno/a que ha sufrido o sufre la privaci�n de la relaci�n con su familia o de un sustituto y que padece el d�ficit de atenci�n afectiva necesaria en la edad temprana. Por dicha raz�n, se debe trabajar sobre aquellas situaciones en que la maduraci�n de la� personalidad del/de la escolar se interfiere por la falta grave de estimulaci�n afectiva, ya que en el ser� humano no existe la posibilidad de una maduraci�n correcta sin el calor afectivo del amor,� en cualquier circunstancia cualquier persona puede� sentir no haber amado lo suficiente o� no haber sido amada de forma adecuada y puede manifestarse cualitativamente de distintas maneras y a trav�s de diversas modalidades, sea por negligencia y abandono o bien por situaciones de ruptura debido a sucesivas y repetidas hospitalizaciones, separaci�n de los padres, madres y/o representantes de familia.

As�, la funci�n del subsistema est� dado en que el/la orientador/a prepare a la familia para utilizar procedimientos de actuaci�n asertiva, comunicativa y desarrolladora para que sus hijo/as recuperen la afectividad y logren vencer el miedo de p�rdida o de ser abandonado, tanto si han padecido en la realidad una privaci�n afectivo-maternal como si lo ha sentido como tal; todo lo cual provoca un cierto estado de b�squeda afectiva, de necesidad de saturaci�n, que se manifiesta por una actitud de reasegurarse de la existencia permanente del afecto del otro y as� sentirse seguro/a (Ver Fig.4). Este subsistema consta de dos componentes.

El componente procesos de direcci�n formativa para la orientaci�n familiar, denota un aprendizaje compartido por parte de la escuela y de la familia, pues se asimila algo nuevo sobre la base de lo que se conoce o se posee, implica una modificaci�n del esquema conceptual que se ten�a acerca de las carencias afectivas por uno nuevo, diferente al anterior, pero, m�s eficaz que permite dar un tratamiento y seguimiento eficaz por parte de todos los involucrados en el proceso formativo del escolar.

Para poder llevarlo adelante, el/la orientador/a necesita de puntos de orientaci�n y de distintos niveles de ayuda que le permiten lograr sus objetivos. De ah� que este subsistema tiene como funci�n que el/la orientador/a prepare a la familia para el desempe�o de sus funciones sobre todo la socializadora y permita coordinar entre ellas y los educadores las acciones educativas necesarias para influir sobre los/las hijos/as. Son un espacio de reflexi�n y debate en torno a temas de inter�s colectivo referentes a las carencias afectivas de sus hijo/as y est�n encaminadas a elevar la preparaci�n de los padres, madres y/o representantes de familia y estimular su participaci�n activa en su descendencia.

El componente procesos estrat�gicos para el logro de la vinculaci�n afectiva, tiene como funci�n que el/la orientador/a, en lo espec�fico, prepare a la familia para crear lazos afectivos saludables con los/las hijos/as; pero no solo desde la perspectiva de dedicarles m�s tiempo, sino buscar la calidad en esas relaciones a trav�s de una relaci�n dual adecuada, de comunicaci�n y expresi�n de sentimientos. El/la orientador/a debe utilizar din�micas comunicativas, resilientes, grupos focales, t�cnicas de opini�n cr�tica, reflexiones individuales y colectivas, para que la familia:

�        Sepa escuchar a sus hijo/as, a trav�s de la comprensi�n de la importancia de participar en las peque�as an�cdotas de la escuela u otras que el/la hijo/a pueda explicar sobre sus propios problemas m�s all� de pretender solucionar el problema puntual; sino que ello conlleve un mensaje de que su familia est� all� para escucharlo.

�        Logre desarrollar empat�a parental para poder percibir los signos emocionales del/de la alumno/a por las que manifiestan sus necesidades de atenci�n afectiva y saberles dar la respuesta adecuada por parte de los padres, madres y/o representantes de familia sin necesidad de reprenderles o a recordarles las normas de conducta que se esperan de ellos.

�        El logro de la resiliencia parental, para poder hacer frente a los factores y circunstancias adversas que les depara la vida y seguir construyendo su futuro de forma equilibrada y sana, pese a las experiencias dif�ciles, los traumas vividos y las carencias afectivas tempranas que afectan a los/las hijos/as.

Los padres, madres y/o representantes de familia resilientes tienen la capacidad de establecer un v�nculo afectivo (apego) a partir de procurar los necesarios cuidados tanto f�sicos (comida, higiene) como afectivos (amor incondicional, tiempos comunes, proximidad afectiva. No obstante, deben ser capaces, paralelamente a estos cuidados b�sicos, de compartir con sus hijo/as la idea de que el crecimiento y el desarrollo de todos los seres humanos y el de ellos, en particular.

�        Aprenda a hablar de sus sentimientos y emociones, para ser capaces de introducir el factor emocional. As�, se les debe ense�ar a identificar las emociones de los/las hijos/as para que puedan encauzarlas debidamente. No se trata de que los padres, madres y/o representantes de familia aprendan a hacerles a sus hijo/as un interrogatorio exhaustivo cada d�a, sino que sean capaces de introducir estos elementos cuando se produzcan situaciones que as� lo aconsejan.

�        Incrementar los tiempos de ocio juntos, a trav�s de la utilizaci�n de diversas variantes que involucren espacios comunes de juego y comunicaci�n. Ense�arles juegos familiares, la lectura de cuentos a los m�s peque�os, el poder hablar de temas de inter�s a los adolescentes, etc. son actividades esenciales para potenciar los lazos afectivos.

Producto de las relaciones sin�rgicas y de coordinaci�n entre los subsistemas y componentes del modelo, surge la cualidad VINCULACI�N EMOCIONAL-AFECTIVA la cual se�ala la preparaci�n emocional que se debe lograr en la familia para atender los intereses de los/las hijos/as; el logro de una sensaci�n de confianza en su rol que les permita reconocer las capacidades de ellos, materializadas en que existan y se verbalicen estas expectativas positivas, reconocimiento y refuerzo de los logros. La posibilidad de ejercer un estilo de gesti�n familiar claro, consistente y respetuoso, que incluya relaciones ordenadas y estructuradas entre padres, madres y/o representantes de familia e hijo/as donde existan reglas de conducta claras que se apliquen de forma coherente y consistente; capacidad paterno-filial de escucha de las necesidades percibidas.

 

Conclusiones

El trabajo con la familia se limita a visitas espor�dicas y reuniones de padres, madres y/o representantes de familia donde generalmente se limita la discusi�n a la valoraci�n del estado acad�mico de los/las alumnos/as y a problemas formales organizativos; no se realizan en la mayor�a de los casos preparaciones de orientaci�n familiar; ni se vinculan estas con las otras formas de trabajo con la familia, por lo que no existen respuestas a las necesidades de la familia en correspondencia con el diagn�stico de cada grupo escolar sino a los intereses de la escuela.

Los resultados que se obtuvieron con la aplicaci�n de la estrategia evidencian el cambio que se produce en el comportamiento y actuaci�n de los padres, madres y/o representantes de familia lo que puede considerarse al menos, un referente para contribuir a la preparaci�n de la familia en el cumplimiento de su gesti�n educativa. La estrategia fue elaborada en la pr�ctica escolar a partir de las experiencias y la investigaci�n, desde la aplicaci�n del sistema de trabajo para la escuela b�sica, teniendo como antecedente todo un proceso de sistematizaci�n, que constituye una v�a de perfeccionamiento de la labor educativa.

En la familia de la muestra existen necesidades de preparaci�n a partir de los resultados del diagn�stico, lo que se manifiesta en la forma en la que ejecutan las acciones de las diferentes dimensiones, lo que atenta con la calidad del cumplimiento de la gesti�n educativa. El modelo y la estrategia que se proponen se sustentan te�ricamente en la concepci�n de que el v�nculo escuela-familia resulta necesario para el tratamiento de los problemas de carencias afectivas y adem�s para influir en ese n�cleo esencial de la sociedad, dado que son importantes espacios de socializaci�n pr�ximos al ni�o/a y mediatizan la influencia de la sociedad en el desarrollo de la personalidad.

 

Recomendaciones

Las actividades desarrolladas para dar soluci�n a los problemas detectados en la Escuela de Educaci�n B�sica Fiscal �Lorenzo Luzuriaga�, por sus resultados, niveles de implicaci�n de la familia, alumnos/as y orientadores/as demuestra que, cuando el proyecto escolar es planificado, intencionado y concientizado desde la pr�ctica contrastada con el conocimiento te�rico y su materializaci�n en una pr�ctica renovadora, se logra la interacci�n entre los diferentes componentes en un proceso que contribuye al perfeccionamiento de la labor educativa.

Considerar la preparaci�n de la familia para que en su v�nculo con la escuela puedan lograr la meta educativa planteada por la sociedad ecuatoriana en t�rminos de la educaci�n de los/las alumnos/as. El diagn�stico realizado a los/las alumnos/as, docentes, orientadores y padres, madres y/o representantes de familia de la muestra seleccionada, manifiesta las insuficiencias que a�n persisten con respecto al trabajo con la familia para dar atenci�n a sus hijos/as con problemas de carencia afectiva, expresada en dificultades para proyectar acciones desde una estrategia educativa teniendo en cuenta los resultados del diagn�stico.

Aplicar el modelo educativo de orientaci�n familiar para la atenci�n de las carencias afectivas y su estrategia tienen posibilidades de ser aplicado en la pr�ctica educacional,� dada su particularidad de integrar procesos de prevenci�n familiar, del desarrollo familiar y de intervenci�n familiar con un enfoque ecol�gico, todos los cuales tributan sist�micamente a la preparaci�n de la familia de los/las alumnos/as con carencias afectivas y en lo cual radica su novedad.

 

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