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La democracia en el Ecuador desde un enfoque institucional
Democracy in Ecuador from an institutional approach
A democracia no Equador a partir de um enfoque institucional
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Correspondencia: katherinemata2011@hotmail.com
Ciencias de la Educaci�n ���
Art�culo de Investigaci�n
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* Recibido: 23 de noviembre de 2022 *Aceptado: 12 de diciembre de 2022 * Publicado: 5 de enero de 2023
- Abogada, Mag�ster, Ecuador.
Resumen
El presente trabajo busca realizar un an�lisis de mayor conocimiento a cerca de una materia que est� presente e influye de una u otra manera en el destino y en la forma de vida de cada una de las personas que son parte de un r�gimen, as� como de las instituciones que fortalecen la democracia como forma de Estado, pues no se podr�a prescindir de ellas sin dejar de faltar a la democracia.
Un mayor enfoque de lo que debemos entender por democracia, las formas a trav�s de las cuales podemos ejercerla y las instituciones que nos permiten efectivamente y ya en el plano real ser parte de ella, es el objetivo que se busca con esta investigaci�n.
S�lo conociendo nuestros derechos y las formas de participar a trav�s de ellos en la organizaci�n y en las tareas de inter�s general del Estado, es como nos podemos convertir en elementos activos de la Democracia, y as� pensar en un presente y futuro con una cultura popular con conocimiento y formaci�n para no ser v�ctimas de la demagogia.
Palabras Clave: democracia; derechos; estado; institucional; participaci�n.
Abstract
The present work seeks to carry out an analysis of greater knowledge about a matter that is present and influences in one way or another in the destiny and way of life of each of the people who are part of a regime, as well as the institutions that strengthen democracy as a form of State, since they could not be dispensed with without ceasing to lack democracy.
A greater focus of what we should understand by democracy, the ways through which we can exercise it and the institutions that allow us to effectively and already in the real plane be part of it, is the objective sought with this research.
Only knowing our rights and the ways to participate through them in the organization and in the tasks of general interest of the State, is how we can become active elements of Democracy, and thus think about a present and future with a popular culture. with knowledge and training so as not to be victims of demagogy.
Keywords: democracy; Rights; condition; institutional; stake.
Resumo
O presente trabalho procura realizar uma an�lise de maior conhecimento sobre um assunto que est� presente e influencia de uma forma ou de outra no destino e modo de vida de cada uma das pessoas que fazem parte de um regime, bem como das institui��es que fortalecer a democracia como forma de Estado, pois n�o poderiam prescindir sem deixar de carecer de democracia.
Um maior enfoque daquilo que devemos entender por democracia, as formas pelas quais podemos exerc�-la e as institui��es que nos permitem efetivamente e j� no plano real fazer parte dela, � o objetivo buscado com esta pesquisa.
S� conhecendo os nossos direitos e as formas de participar atrav�s deles na organiza��o e nas tarefas de interesse geral do Estado, � que poderemos tornar-nos elementos ativos da Democracia, e assim pensar um presente e um futuro com uma cultura popular. e treinamento para n�o ser v�tima da demagogia.
Palavras-chave: democracia; Direitos; doen�a; institucional; estaca.
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Introducci�n
La democracia es un t�rmino utilizado con gran frecuencia y m�s por los pol�ticos de turno sin embargo no se le da ni la importancia ni se la utiliza como realmente se lo deber�a hacer, a esto se suma el desconocimiento de la poblaci�n en cuanto a su verdadero significado.
La democracia como se analizar� no es simplemente acudir a las urnas para elegir de entre los candidatos que se nos presentan y que en la mayor�a de las ocasiones no simpatizamos con ninguno de ellos, la democracia va m�s all�.
No se debe utilizar el t�rmino democracia de manera superficial y como vemos en nuestra realidad diaria m�s con fines pol�ticos, como ofrecimientos de campa�a o hasta para realizar cr�ticas a los opositores.
Este es un tema que afecta a todos y cada una de las personas que habitamos en un territorio, ya que del uso o mal uso que se haga de ella va a depender e influir en las condiciones de vida que se ver�n afectadas por las decisiones que en la mayor�a de los casos no son favorables para quienes de manera pasiva nos conformamos con mirar o escuchar c�mo se la manipula de acuerdo con los intereses y la conveniencia de quienes estando con el gobierno de turno, buscan ser favorecidos.
Es importante que las personas que somos afectadas hagamos conciencia de lo que significa la democracia y del grado que afecta la incorrecta utilizaci�n o manejo de ella desde los diferentes rangos de poder. Solo estando preparados para reclamarla y no qued�ndonos callados frente a los atropellos que recibe la democracia, conoceremos que estamos avanzando y no conform�ndonos con creer que porque nos denominamos un Estado democr�tico lo somos y de ser as� que ya no podemos avanzar o dar un paso hacia adelante de lo que ella significa y permitirnos avanzar. Porque sabemos que la democracia es un logro, pero, no que ah� termina la lucha, buscar avanzar, ampliar o mejorar debe ser la aspiraci�n de los individuos.
La democracia
El Diccionario Enciclop�dico SALVAT al definir a la Democracia dice: viene del vocablo demos que significa pueblo y Kratos autoridad. �Sistema pol�tico basado en el reconocimiento de principio de que toda autoridad emana del pueblo y que se caracteriza por la participaci�n de �ste en la administraci�n del Estado, garantiza las libertades b�sicas del individuo, as� como la efectividad de la libre elecci�n para los cargos de gobierno y la posibilidad de control, por parte del pueblo, de la gesti�n gubernativa�.
Hist�ricamente la primera forma de gobierno basada en la democracia se da en las ciudades griegas en el siglo V , adoptaron principalmente la forma directa de democracia, a trav�s de las asambleas donde cada ciudadano gozaba del derecho de presentar propuestas as� como participar de las votaciones, los cargos p�blicos eran electivos o depend�an de un sistema mixto de elecci�n y sorteo; con la particularidad de que los esclavos, extranjeros residentes y descendientes de extranjeros quienes conformaban un elevado n�mero de la poblaci�n constitu�a una parte negativa de la democracia griega.
La nobleza inglesa a finales de la Edad Media, en su lucha contra el poder de la monarqu�a alcanz� que se promulgue la Carta Magna, que ya contemplaba algunos de los principios fundamentales de la Democracia.
En Inglaterra Hobbes, Hume y Locke en teor�a ya manifiestan los principios del nuevo orden social en base de las ideas democr�ticas.
Los conceptos de la democracia ya se dieron en la revoluci�n inglesa, norteamericana y francesa, dando lugar a que los nuevos estados en nacimiento lo adoptaran.
Al igual de lo que sucede en la actualidad el mayor obst�culo que se encontraron las democracias ha sido su aplicaci�n a estructuras socioecon�micas arcaicas.
La doctrina marxista a cerca de la democracia ve en la lucha de clases que enfrenta a la burgues�a y el proletariado el camino para llegar a una democracia popular.
Con el fascismo sucede lo contrario que por un lado rechaza la democracia liberal, y piensa que la verdadera democracia reside en la superaci�n de la lucha de clases mediante el acceso al gobierno de un partido �nico. En Europa a finales del siglo XX surgieron partidos de orientaci�n democristiana que al finalizar la Segunda Guerra Mundial accedieron al poder en varios pa�ses; posteriormente extendi�ndose la democracia cristiana extendi� su influencia a Iberoam�rica y a Chile y Venezuela.
Para Kelsen la democracia consiste en que 2 �el orden jur�dico es producido por aquellos sobre quienes va a regir y supone por tanto un alto grado de participaci�n popular en la gesti�n de los negocios p�blicos�. Considera adem�s que un hombre es libre en la medida en que est� sujeto a un ordenamiento en cuya creaci�n participa, y si coincide que aquello que debe hacer es lo que quiere hacer, pues democracia significa que la voluntad representada en el orden legal del Estado es id�ntica a la voluntad de los s�bditos.
Ahora la democracia no es solo y simplemente una forma de Estado, una forma de organizaci�n de la sociedad en su conjunto. Esta se manifiesta para los individuos en la participaci�n pol�tica del estado a trav�s de los distintos medios de manifestaci�n de la voluntad popular esto desde el aspecto pol�tico y econ�mico implica la equitativa distribuci�n de la renta nacional y el acceso popular a los bienes y servicios sociales como el bienestar, la cultura, educaci�n, trabajo, seguridad social, medicina recreaci�n y m�s.
Con lo expuesto queda claro que la democracia no implica �nica y exclusivamente la facultad de los individuos de elegir a sus representantes, dejando as� atr�s la era en que les eran impuestos o llegaban a gobernar por sucesos ajenos a su esp�ritu. Este es quiz�s el rango que nos permite
identificar un sistema de gobierno, pero no es la �nica manifestaci�n de la democracia dentro de un estado. La democracia va m�s all�, es vida social e individual, plena y comprometida con su filosof�a y esencia.
Clases de democracia
La democracia puede ser democracia directa o democracia indirecta.
La democracia es directa cuando es el pueblo quien ejerce el gobierno del estado sin intermediarios, por s� mismo de manera directa e inmediata, en la pr�ctica esto resulta muy dif�cil por no decirlo imposible ya que debido a lo extenso de un estado, no se podr�a llegar a tomar una decisi�n que afecte a un pueblo entero en el que haya sido participe el pueblo de manera directa, si nos referimos a la democracia directa como la activa e inmediata participaci�n del pueblo en la direcci�n de los negocios p�blicos. Sin embargo, quienes defienden esta teor�a es as� que se mencionan como formas directas de democracia el refer�ndum, la iniciativa popular, el plebiscito, la revocatoria y otras manifestaciones de igual �ndole.
La democracia es indirecta cuando el pueblo haciendo uso de sus facultades y derechos, encarga la funci�n gubernativa a ciertas personas quienes a su vez lo hacen a nombre y en representaci�n del pueblo. As� Maritan sostiene:3 �el pueblo est� gobernado por hombres elegidos por �l y a los cuales ha confiado el derecho de mandar para cumplir funciones de naturaleza y duraci�n determinadas y sobre cuya actuaci�n conserva una fiscalizaci�n regular, la primera de todas por medio de sus representantes y de las asambleas as� constituidas�. Por lo dicho la democracia ejercida y manifestada a trav�s de los representantes es una forma de democracia indirecta que cabe vivirla en la realidad pues como lo manifestamos la democracia directa no es ni f�sica ni materialmente posible, aunque quienes la defienden sostengan que bien puede darse a trav�s de la iniciativa popular, el refer�ndum, el plebiscito, la revocatoria u otras manifestaciones populares.
En definitiva, la democracia, en la actualidad, solo se la pondr�a en pr�ctica por medio de representantes (quienes tomaran decisiones a nuestro nombre) Elegidos por el pueblo a trav�s del voto, a lo que se le llama democracia indirecta o representativa.
Estado
El diccionario jur�dico elemental de Guillermo Cabanellas de Torres lo define 4�como la sociedad jur�dicamente organizada, capaz de imponer la autoridad de la ley en el interior y afirmar su personalidad y responsabilidad frente a las similares exteriores�.
Para el tratadista Carr� de Moberg el Estado 5�es una comunidad de hombres fijada sobre un territorio propio y que posee una organizaci�n de la que resulta para el grupo, considerado en sus relaciones con sus miembros, una potestad superior de acci�n, de mando y de coacci�n�.
El profesor Aurelio Garc�a lo entiende como 6�la sociedad organizada pol�tica y jur�dicamente dentro de los l�mites de un territorio determinado y bajo el imperio de una autoridad suprema e independiente�.
Roberto Mohl expresa7�que el Estado es un organismo permanente unitario cuyas ordenaciones, dirigidas por una voluntad colectiva a la vez que sostenidas y ejecutadas por la fuerza com�n tienen por objeto procurar la realizaci�n de los fines de la vida de una poblaci�n dada�.
Engels manifiesta que 8�el conjunto de la sociedad civilizada se resume en el Estado, que en todos los periodos cl�sicos modelo, es exclusivamente el Estado de la clase directora y sigue siendo en todos los casos una m�quina esencialmente destinada a tener a raya a la clase oprimida y explotada�.
Adler concediendo el alg�n punto con Lenin afirma que se entiende por Estado a 9�la organizaci�n de la sociedad basada sobre el antagonismo econ�mico de clases con el dominio de una o varias clases sobre las otras�.
Para varios autores la definici�n que mejor explica el pensamiento marxista es la de Stacey que sostiene que 10�el Estado es un aparato de coerci�n apto para respaldar la voluntad de la clase que ha alcanzado a poder suficiente para dictar las leyes. La funci�n del Estado consiste en resolver los conflictos y crisis que provoca la divisi�n de la sociedad en clases distintas con intereses opuestos. Resuelve estos conflictos principalmente, aunque no de modo exclusivo mediante el empleo de la fuerza o de la amenaza de la fuerza, con la mira de hacer prevalecer la voluntad de la clase dominante o directora�.
Pero no se puede limitar lo que hemos de entender por estado a una definici�n basada en tendencias doctrinarias pues �ste es un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado y siendo una categor�a hist�rica que no ha existido siempre ni aspira a una vida eterna y que por el contrario se encuentra abierto a la acci�n transformadora del tiempo.
Muchos tratadistas pretenden definir el estado partiendo de los elementos que estructuran el estado es decir a trav�s de lo que es el pueblo, territorio, soberan�a y poder pol�tico.
Ahora bien, contando con lo que entendemos por democracia y por estado, debemos establecer si se puede concebir a la primera sin la existencia de un estado. Si partimos de que el estado es una instituci�n (organismo social) que busca organizar el poder pol�tico y no como un instrumento de dominaci�n de una clase social sobre otras, entonces podemos decir que democracia sin estado no es posible, �nicamente quienes comparten el pensamiento marxista para quienes el estado es ileg�timo y perjudicial para la sociedad.
�El estado es un fin o un medio? ante este interrogante debemos averiguar si el estado es fruto de una demanda socialmente sentida o en una entidad in�til en la vida de los hombres, este tema es de inter�s filos�fico, as� como pol�tico.
Evoluci�n de la democracia
Se da por primera vez en algunas ciudades de la Antigua Grecia en especial en Atenas ciudad peque�a y con escaza poblaci�n lo que hizo posible la existencia de una asamblea del pueblo, en dicha democracia. Es en 1776 con la Independencia de Estados Unidos que el ideal para las instituciones pol�ticas con base democr�tica tiene lugar, as� en la Revoluci�n Francesa de 1789, la guerra de independencia hispanoamericana (1809- 1824) mediante las que se difundi� ideas liberales, derechos humanos que tienen su origen en la Declaraci�n de los Derechos de Virginia y la declaraci�n de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, adem�s del Constitucionalismo y el derecho a la Independencia, todos estos Principios constituyeron la base ideol�gica sobre la que se desarroll� la evoluci�n pol�tica de los siglos XIX y XX.
La Constituci�n de 1787 de Estados Unidos, la de Venezuela de 1811, de Espa�a de 1812, Francia de 1848 y Argentina de 1853 tiene caracter�sticas de tipo democr�tico que registran tanto avances como retrocesos para la democracia.
La evoluci�n democr�tica Inglesa fue m�s lenta lo que se manifiesta en las repetidas reformas electorales que tuvo lugar a partir de 1832 culminando en 1911 a�o en que tuvo lugar la supremac�a de la C�mara de los Comunes sobre la C�mara de los Lores.
Es en el siglo XX en que en realidad puede hablarse de la aspiraci�n progresiva de pa�ses democr�ticos, dejando atr�s la esclavitud consiguiendo logros como el sufragio universal, la igualdad entre hombres y mujeres poni�ndole fin al colonialismo europeo, con el reconocimiento de los derechos de los trabajadores y las garant�as de No discriminaci�n para las minor�as �tnicas.
En Europa con el rechazo a la autoridad del Papa, desde el punto cat�lico se atac� el poder de los reyes por designio divino, defendiendo que era el pueblo el receptor de la soberan�a. En 1653 en Inglaterra se consagra la idea de limitaci�n del poder pol�tico a trav�s del establecimiento de garant�as frente al abuso existente del poder real.
En Am�rica en 1735 los comuneros de Paraguay mediante una revoluci�n sostienen el Principio democr�tico �LA VOLUNTAD DEL COMUN ES SUPERIOR A LA DEL PROPIO REY�. En Brasil los afroamericanos que lograban huir de la esclavitud a la que fueron sometidos se organizaban en rep�blicas democr�ticas llamadas QUILOMBOS.
En los Estados democr�ticos juega un papel muy importante los partidos pol�ticos, pues se encuentran entre el gobierno y la sociedad, incluso algunos autores se atreven a decir que no existe democracia sin partidos pol�ticos y ni partidos pol�ticos sin democracia. Los individuos se agrupan o re�nen para formar partidos pol�ticos en miras a conseguir o llegar al poder y en caso de no llegar al poder hacen oposici�n por lo que su rol adem�s se vuelve fiscalizador del gobierno de turno, �sta es una pr�ctica muy com�n en la sociedad Latinoamericana, pero �sta debe ser bien entendida es decir oposici�n con base y fundamento no oponerse por oponerse, debe servir para vigilar y tener mejores gobernantes, no sacar a quienes est�n ejerciendo el poder, derrocarlos o dar un golpe de Estado, cosa que m�s bien pone en peligro el sistema, este no es el objetivo, le corresponde vigilar de integridad de las libertades p�blicas, la honradez de los actos de gobierno, su oportunidad y acierto administrativo.
En definitiva, hablar de democracia en teor�a resulta ser un concepto bastante difuso, con variantes que van de la derecha a la izquierda, que dependen de la realidad social o de la ideolog�a pol�tica o si se quiere de la situaci�n econ�mica de cada individuo, o tal vez de la funci�n que desempe�e en la b�squeda del cambio. Por esto es por lo que en los pa�ses hermanos Latinoamericanos, se busca la superaci�n del subdesarrollo por medio de los partidos pol�ticos, basando el objetivo en el cambio social.
Democracia no es solo partidos o movimientos pol�ticos no se resume a su existencia y operatividad o participaci�n en los procesos, va m�s all�. Reconoce derechos que son el fundamento y el par�metro de la libertad e igualdad, pues esta constituye la dimensi�n sustancial de la democracia, a la vez que los derechos son l�mites del poder.
La democracia en el ecuador y formas de participaci�n
La teor�a sin la pr�ctica no tendr�a raz�n de ser, es por eso por lo que al referirnos a la democracia es fundamental hablar de la realidad que se ha vivido en nuestro pa�s, pues solo sabiendo lo que ha sucedido en nuestro �mbito social y pol�tico podremos proyectarnos hacia el futuro y plantearnos metas para convertirlas en realidad.
Haciendo un breve resumen de la democracia en el Ecuador durante los treinta y dos a�os que tenemos bajo �ste r�gimen, el que comenz� en el a�o 1979 con las elecciones para Presidente Constitucional del Ecuador, de las cuales result� triunfador Jaime Rold�s Aguilera, primer Presidente en la nueva etapa de democracia de�� nuestro pa�s, luego de una d�cada de dictadura. Pero qu� ha sucedido en el Ecuador desde que regresamos a la democracia hasta nuestros d�as; c�mo se ha manejado el t�rmino y c�mo se ha abusado de �l, que atrocidades se han cometido a nombre de ella, quienes han resultado aventajados con las manipulaciones cometidas.
Luego de la muerte del electo Presidente Jaime Rold�s asume la presidencia Oswaldo Hurtado, termina el periodo y asume la presidencia Le�n Febres- Cordero, seguido por Rodrigo Borja Cevallos y Sixto Dur�n Ball�n; despu�s de ellos no podemos hablar en realidad de estabilidad dentro de la vida pol�tica del Ecuador, pues en su mandato Abdal� Bucaram no concluye el per�odo para el cual fue electo debido a levantamientos populares en rechazo a las medidas de tipo econ�mico que tom� y que afectaban directamente al pueblo, pero todav�a nos queda la duda de que si fue realmente el pueblo el que decidi� e influy� en la salida del poder de Abdala Bucaram o �ste solo fue utilizado por los opositores y grupos de poder que estaban siendo afectados en sus intereses econ�micos, y de esta manera justificar la destituci�n; aunque la causal, por la cual lo hicieron fue incapacidad mental, dentro de un proceso irregular si se podr�a llamar proceso, lo que s� es cierto y la historia se ha encargado de demostrarlo es que al Presidente Constitucional no se le someti� a un proceso legal y su destituci�n no se lo hizo dentro de las normas constitucionales, tampoco quien asumi� el poder en su lugar.
A este gobierno le sigue el de Jamil Mahuad, quien tampoco logra terminar su periodo presidencial pues desde el inicio de su gobierno no logra compaginar con los grupos pol�ticos como tampoco convence su plan econ�mico. Ante esto y la decadente situaci�n bancario dif�cil de olvidar para la mayor�a de los ecuatorianos, directamente afectados pues dej� a muchos de ellos en la miseria, sumado a un feriado bancario que no se esperaba, congelamiento de los ahorros, se produce incertidumbre y vislumbra un futuro sin cambios, y una recesi�n de la que apenas si hemos podido salir. En la memoria del pueblo a�n est� gravado el enriquecimiento de unos pocos con �sta situaci�n, lo que llev� a la salida del mandatario quedando en su lugar Gustavo Noboa.
El �ltimo presidente que no logra terminar el per�odo dentro de estos treinta y dos a�os de regreso a la democracia es Lucio Guti�rrez, no se puede dejar de resaltar que su triunfo se debi� al apoyo de un sector que se encontraba olvidado por los gobiernos anteriores (ind�gena), el detonante para su ca�da fue los actos de corrupci�n visiblemente notorio a los ojos de las masas, la creaci�n arbitraria de una Corte Suprema que principalmente lo que buscaba era el regreso del expresidente de la Rep�blica Abdala Bucaram, anulando los juicios pendientes que este ten�a con la justicia ecuatoriana, esto sumado a la falta de experiencia pol�tica que le cobr� factura, a las alianzas pol�ticas que debilitaron su credibilidad, y al gabinete as� como al grupo de colaboradores todo esto frente a las opiniones contrarias; perdiendo el apoyo de quienes lo llevaron al poder pues estos sintieron que se les hab�a traicionado y desacuerdos de los grupos de poder, terminaron por sacarle de la silla presidencial.
Pasando de los presidentes que lograron llegar al poder patrocinados y financiados por partidos pol�ticos, dentro de los treinta y dos a�os de regreso a la democracia encontramos a Rafael Correa, quien alcanza la Presidencia de la Rep�blica con el apoyo de un movimiento pol�tico nuevo, tratando de dejar atr�s la teor�a de la partidocracia, siendo reelecto en el a�o 2009 para un nuevo periodo, sin embargo aunque tenga concepciones e ideolog�as renovadoras, no ha resultado ajeno su gobierno a los actos de corrupci�n que tanto ha criticado de los gobiernos anteriores, dentro de las m�s altas esferas y las m�s delicadas dignidades, que les confi� a algunos colaboradores.
Tampoco ha sido ajeno a la inestabilidad pol�tica, econ�mica e institucional que vive el resto de los pa�ses Latinoamericanos, con mayores o menores falencias, pero esta es una caracter�stica t�pica en los pa�ses subdesarrollados. Sus adversarios critican su alianza y su incondicional apoyo a gobiernos de Cuba, Venezuela, Bolivia, los dos primeros han hecho declaraciones y han intentado realizar injerencias en nuestro pa�s lo que ha resultado ser molesto para quienes creen que lo que se busca es formar una Gran Naci�n, perdiendo nuestra identidad, nuestra libertad y nuestras tradiciones.
Luego de haber hecho un breve resumen de los gobiernos que hemos tenido en el Ecuador desde que en 1979 regresamos a la Democracia, es indispensable referirnos a las instituciones democr�ticas y los derechos que nos est� reconocido a los individuos que formamos parte de ella.
La Constituci�n del 2008 con una nueva visi�n de los derechos, libertades, reconocimientos y posibilidades de participaci�n de los ciudadanos y las ciudadanas consagra diferentes formas de ser parte de la vida pol�tica y todo lo que esto significa y conlleva a las personas comunes, a trav�s de las diferentes leyes y normas.
Solo conociendo la realidad que hemos vivido, la que estamos viviendo, podremos pasar a construir el futuro que queremos, y proponernos desaf�os y metas sustentables en �stas bases a fin de proseguir en el camino que estamos buscando.
La democracia tiene desaf�os que enfrentar, si por estos hemos de entender, el camino que busca reconocer de manera Constitucional el Estado para conseguir que el mayor n�mero de personas logren acceder a los servicios p�blicos, a la gratuidad de la educaci�n incluso en su nivel m�s alto, que los ciudadanos tengan una vida digna, acceso al trabajo como derecho constitucional, que sean considerados en el momento de tomar decisiones que tambi�n les afecta, que el poder pol�tico piense en el inter�s general y no de un grupo reducido con poder econ�mico, que las decisiones que van a convertirse en obligaciones sean tomadas, estudiadas, canalizadas y aprobadas tambi�n por quienes las van acatar, tener la certeza de que somos parte activa de la creaci�n, reformas y cambios de las normas constitucionales, que se est�n creando y que van a formar parte de nuestra vida. Lo que nos har� ciudadanos m�s libres y comprometidos a cumplir aquello que por voluntad propia decidimos que queremos se haga.
Hablando de nuestra realidad, podemos decir que los desaf�os m�s grandes que enfrenta la Democracia, el gobierno de turno, los partidos pol�ticos, la oposici�n, los asamble�stas y el pueblo en general, constituye la mayor participaci�n de las y los ciudadanos en la organizaci�n y vigencia de nuestro ordenamiento jur�dico, en dejar de ser sujetos pasivos en el cambio que queremos para las instituciones que rigen nuestra convivencia en general, de poder fiscalizar y controlar que los gobernantes a quienes elegimos y quienes nos representan en las distintas �reas del aparato gubernamental cumplan a cabalidad con la funci�n para la cual fueron designados, el derecho que tenemos todos los ecuatorianos a ser elegidos a cualquiera de las dignidades de elecci�n popular cumpliendo claro con los requisitos establecidos en la ley correspondiente, a pedir que se nos rinda cuentas del cumplimiento del deber y c�mo est�n procediendo.
El art�culo 95 de la Constituci�n y siguientes reconoce y regula la participaci�n ciudadana, los principios, la participaci�n democr�tica, la organizaci�n colectiva, etc.
El C�digo de la Democracia de una manera m�s amplia se refiere a las formas de participaci�n, los requisitos para formar parte de un movimiento, cuando y en qu� casos se puede revocar el poder, el financiamiento econ�mico de las candidaturas, la indiscriminaci�n de g�nero, que se d� una equidad en la participaci�n de hombres y mujeres.
Podemos decir que en textos, en intenciones, en teor�a en nuestro ordenamiento jur�dico casi se cumple con lo mencionado o en gran parte se est� buscando llegar a cumplir, ahora la parte que mayormente trae consigo dificultades es el momento de aplicar a cada una de las situaciones el contenido de los textos, pues nos encontramos que no contamos con los medios necesarios, con la posibilidad de llevarlos a cabo, ni con la infraestructura requerida para de �ste modo plasmar en la realidad lo que generosamente se encuentra consagrado en las normas constitucionales.
Los desaf�os que tiene la Democracia en general y no solo la ecuatoriana es avanzar con la ideolog�a propuesta , creando una pol�tica social que considere a las mayor�as en sus decisiones, que los grupos vulnerables sean la prioridad y los recursos que se deban distribuir para ellos no sean desviados hac�a gastos que no son necesarios, que no se creen instituciones que solo busquen colocar a simpatizantes y grupos que apoyaron la candidatura sino que el compromiso SEA CUMPLIR con los ofrecimientos hechos en campa�a y el plan de gobierno presentado al inscribir su candidatura
El art�culo 1 de Constituci�n de la Rep�blica del Ecuador lo define como un Estado Constitucional de derechos y justicia, social, democr�tico, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de Rep�blica y se gobierna de manera descentralizada. La soberan�a radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a trav�s de los �rganos del poder p�blico y de las formas de participaci�n directa previstas en la Constituci�n.
Estas y otras declaraciones contenidas en la Constituci�n del 2008 lo identifican como un Estado que lleva la bandera en cuanto a reconocer derechos y libertades que en pleno siglo XXI; podemos decir que ya se lo esperaba, sin embargo, el gobierno y el pueblo ecuatoriano en general, nos encontramos frente a una dura prueba por alcanzar. Estamos preparados en principio, gozamos de una cultura participativa o estamos abiertos y dispuestos a ser parte activa y no meros espectadores que se limitan a prejuzgar y juzgar de manera ponderativa los errores, las falencias, los desaciertos del gobierno en �sta b�squeda. Estamos preparados y con el mayor deseo de que cuando se nos presente un PLAN DE GOBIERNO, de acuerdo con la nueva Constituci�n, requisito indispensable para inscribir la candidatura sea analizado con seriedad, para cuestionarlo si es realizable o proponer medios para alcanzarlo y no simplemente acudir a las urnas el d�a de las elecciones a fin de cumplir con un derecho, que m�s se lo ve como una obligaci�n para contar con un certificado indispensable en cualquier tr�mite p�blico o privado.
Contamos con preparaci�n y disposici�n de ideas y tiempo para proponer reformas a las leyes o proponer iniciativas a fin de que nuestra voz sea escuchada y de ser el caso aprobada como la ley lo prev�. No nos conformaremos con ser un pa�s con una buena y particular Constituci�n pero que en la pr�ctica no significa un avance en los derechos de los ciudadanos sino una redacci�n que no ha logrado los prop�sitos para los que fue plasmada.
No puedo dejar de mencionar que, aunque a los ojos del mundo Ecuador es un pa�s pac�fico, multicultural, con una seguridad relativamente buena y con una poblaci�n que de una manera ordenada y pac�fica acude a las urnas, quiere decir que vive la democracia que se aspira. El Presidente Correa de una manera, no s� si voluntaria, consciente o inconsciente, ha terminado haciendo una Constituci�n personal, dedicada completamente a su ejercicio del poder, porque si hablamos, por ejemplo, de revocatoria del mandato, ser�a casi imposible de acuerdo con los requisitos y porcentajes.
Esperaremos o vale decir seamos protagonistas de reformas que nos lleven a gozar y ser parte de una verdadera DEMOCRACIA, sin confundirla con arbitrios, no m�s presidentes derrocados por grupos de poder, por intereses particulares, utilizando la desesperaci�n y la pobreza como armas en su contra.
Formas de participaci�n del pueblo en las tareas del estado
PARTICIPACION POLITICA: La participaci�n pol�tica se podr�a decir que es una forma de relacionar al Estado con sus ciudadanos, que lo que busca la participaci�n es que el pueblo se involucre de manera significativa en la toma de decisiones p�blicas.
El ideal que buscan los gobiernos actuales es contar con la participaci�n del pueblo en la toma de decisiones, porque en la pr�ctica el �ndice de participaci�n es relativamente bajo ya que existe una cultura de desconexi�n entre el individuo y los gobernantes, es que tal vez lo com�n ha sido conformarnos con ser entes pasivos que a lo mucho nos dedicamos a criticar o rechazar aquello que consideramos no est� bien, pero no somos conscientes de que no es suficiente ni correcto, porque debemos buscar ser escuchados a trav�s de los medios que se nos ofrece haciendo uso de las formas de participaci�n pol�tica que se nos ha dado, a fin de que nuestra facultad de participaci�n no solo quede escrita en textos .
Es evidente que para que exista participaci�n debemos tener en cuenta que las personas debemos poseer una cultura democr�tica y la decisi�n firme de participar ya sea para cubrir necesidades, acceder a servicios, desarrollar capacidades o involucrarse en los procesos de toma de decisiones; pues los supuestos de interiorizaci�n y pr�ctica de una cultura democr�tica son fundamentales para potenciar la participaci�n.
La Participaci�n Pol�tica es un t�rmino que va unido a la Democracia pues para que �sta sea leg�tima es necesario que haya participaci�n, que es la posibilidad que tienen los ciudadanos para incidir en el curso de los acontecimientos pol�ticos es decir de las acciones que en mayor o menor grado realicen los ciudadanos �stas se ver�n reflejadas e incidir�n en los asuntos del Estado.
La participaci�n pol�tica es la suma de todas aquellas actividades voluntarias mediante las cuales los miembros de una sociedad intervienen en la elecci�n de gobernantes y de manera directa o indirecta en la formaci�n de pol�ticas de gobierno.
LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA: ofrece mayor pronunciamiento en la toma de decisiones pol�ticas que las que otorga la democracia representativa, que es una de las democracias m�s usadas en el mundo. Es el modelo pol�tico que facilita la capacidad de asociarse y organizarse de un modo que puedan ejercer influencia directa en las decisiones p�blicas, puede ser por medio de referendos que los representantes elaboran, para consultar de iniciativas de consulta que los ciudadanos presentan.
La participaci�n es una forma de inclusi�n que no ser�a posible en situaciones de violencia. Con la Constituci�n de 1998 se ofrece mecanismos a trav�s de los cuales los grupos que han sido relegados puedan tener acceso a formular sus propias pol�ticas e intereses, sin embargo no ofrec�a las posibilidades que hoy nos presenta la nueva Constituci�n que no ha dado lugar a grandes cambios en la actuaci�n de los gobernantes y gobernados quienes siguen mostrando una actitud pasiva ya que la realidad que vivimos es que el movimiento Alianza Pa�s liderado por el actual Presidente de la Rep�blica es el que m�s se ha visto involucrado de alguna manera aunque relativa en las actuaciones del gobierno. En cuanto a la oposici�n �sta ha intentado hacerse escuchar y participar, pero debido a la falta de apoyo sus proyectos, as� como sus reclamos se han quedado a mitad del camino.
FORMAS DE PARTICIPACION: 13�El Dr. Rodrigo Borja Cevallos de entre las formas de participaci�n popular en la conducci�n de un Estado Democr�tico las clasifica en dos: formas de participaci�n confusa dentro de las que ubica la opini�n p�blica, los partidos pol�ticos y los grupos de presi�n y concretas que se ejerce a trav�s de las distintas modalidades del sufragio�. Hace la diferenciaci�n en que las primeras obedecen a una forma de participaci�n en que el pueblo simplemente influye sobre quienes tienen la responsabilidad de los asuntos pol�ticos y trata de expresar su voluntad para obtener la promulgaci�n de una ley o la adopci�n de una medida administrativa, mientras que con las formas de participaci�n concretas la resoluci�n final referente a determinados temas p�blicos depende directamente de la voluntad de los gobernados y su expresi�n se condensa inmediatamente en un resultado concreto.
La corte constitucional
Las garant�as a trav�s de las cuales la Constituci�n asegura su primac�a respecto a las dem�s normas del ordenamiento jur�dico son dos: la reforma a la Constituci�n y el control de constitucionalidad de la ley, �stas garant�as constitucionales son instituciones por medio de las cuales se produce el tr�nsito de la constituci�n de pol�tica a tambi�n norma jur�dica y del Derecho pol�tico al Derecho Constitucional.
Hist�ricamente el control constitucional hasta el siglo XX no se ha introducido en Europa al derecho constitucional, no as� en Estados Unidos que con un siglo antes ya gozaba de �sta garant�a as� en 1803 a ra�z de una sentencia conocida en todo el mundo como es el caso de Marbury vs. Madison en la que el Tribunal Supremo de Estados Unidos argumenta su decisi�n en tres pasos:
a.- Que la Constituci�n est� por encima de todos los poderes incluidos el poder legislativo federal y que �ste no puede modificar a su antojo el dise�o constitucional donde se establece un sistema de competencias tanto entre �rganos supremos federales, entre la federaci�n y los estados que la integran.
b.-Que la misi�n de los jueces es �nicamente aplicar la ley correspondiente a cada caso, que si se da el caso en que hay dos leyes aplicables y �stas son contradictorias entre s�, le toca al juez decidirse por una de ellas.
c.-Que si una de dichas leyes es la Constituci�n el juez debe optar por darle preferencia a la Constituci�n sobre cualquier otra norma.
Caracter�sticas del control constitucional
- Es un �rgano encargado del control constitucional, que es distinto de los poderes del Estado (CORTE CONSTITUCIONAL).
- Es un control concentrado �nico, que tiene el control de constitucionalidad de la ley.
- La Corte Constitucional s�lo puede actuar a petici�n de parte lo que la convierte en una instituci�n compatible con el Estado Democr�tico pues si pudiera actuar de oficio el sistema democr�tico desaparecer�a.
- La sentencia de la Corte Constitucional tiene fuerza de ley que deroga formalmente el precepto que se declara anticonstitucional y este deja de formar parte del ordenamiento jur�dico, por eso es por lo que se ha considerado a la Corte Constitucional legislador negativo que no puede crear ley, pero s� puede derogar una ley.
La Corte Constitucional en Ecuador: El art�culo 429 de la Constituci�n del 2008 define a la Corte Constitucional como el m�ximo �rgano de control, interpretaci�n constitucional y de administraci�n de justicia dentro de la materia.
Funciones de la corte constitucional
En el art�culo 436�� de la Constituci�n se establece que adem�s de las que la ley prev� son funciones de la corte constitucional las siguientes:
1.- Ser la m�xima instancia de interpretaci�n de la Constituci�n, de los Tratados Internacionales de derechos humanos ratificados por el Estado ecuatoriano a trav�s de sus dict�menes y sentencias.
2.- Conocer y resolver las acciones p�blicas de inconstitucionalidad por el fondo o por la forma contra actos normativos de car�cter general emitidos por �rganos autoridades del Estado.
3.-Declarar de oficio la inconstitucionalidad de normas conexas cuando en los casos sometidos a su conocimiento concluya que una o varias de ellas son contrarias a la Constituci�n.
4.-Conocer y resolver a petici�n de parte la inconstitucionalidad de actos administrativos con efectos generales emitidos por toda autoridad p�blica.
5.-Conocer y resolver a petici�n de parte las acciones por incumplimiento que se presenten, as� como para el cumplimiento de sentencias o informes de organismos internacionales de protecci�n de Derechos Humanos que no sean ejecutables por las v�as judiciales ordinarias.
6.-Expedir sentencias que constituyan jurisprudencia vinculante respecto de las acciones de protecci�n, cumplimiento, habeas corpus, habeas data, acceso a la informaci�n p�blica y dem�s procesos constitucionales, as� como casos seleccionados por la Corte para su revisi�n.
7.-Dirimir conflictos de competencias o de atribuciones entre funciones del Estado u �rganos establecidos en la Constituci�n.
8.- Efectuar de oficio y de modo inmediato el control de constitucionalidad de las declaratorias de los estados de excepci�n cuando impliquen la suspensi�n de derechos constitucionales.
9.-Conocer y sancionar el incumplimiento de las sentencias y dict�menes constitucionales.
10.-Declarar la inconstitucionalidad en que incurran las instituciones del Estado o autoridades p�blicas que por omisi�n inobserven en forma total o parcial los mandatos contenidos en normas constitucionales, dentro del plazo establecido en la Constituci�n o en un plazo considerado razonable por la Corte Constitucional.
Las sentencias y los autos de la Corte Constitucional tendr�n el car�cter de definitivos e inapelables.
La democracia y los medios de comunicaci�n
En uno de los cap�tulos anteriores hab�amos mencionado que una forma de participaci�n es la acci�n pol�tica difusa y dentro de ella est� la opini�n p�blica, ahora al referirnos a los medios de comunicaci�n es necesario se�alar que dicha opini�n p�blica ha cobrado impulso precisamente a trav�s de los medios de comunicaci�n.
Dentro de las democracias modernas debido al gran desarrollo e influencia que los medios de comunicaci�n han alcanzado no se puede prescindir de ellos en cualquiera de sus diversas modalidades como son la televisi�n, radio, prensa, escrita y otros medios de comunicaci�n colectiva.
No podemos negar que los medios de comunicaci�n se han convertido en los mejores intermediarios superando incluso el papel que realizan o desarrollan los partidos pol�ticos, porque todo lo p�blico est� en los medios, porque lo que pasa en los medios existe, aquello que no, simplemente no existe.
La Constituci�n en el art�culo 16 y 18 promulga el derecho a la informaci�n y comunicaci�n y en el art�culo 19 establece que la ley regulara la prevalencia de contenidos con fines informativos, educativos y culturales en la programaci�n de los medios de comunicaci�n y fomentara la creaci�n de espacios para la difusi�n de la producci�n nacional independiente.
Adem�s, se proh�be la publicidad que induzca a la violencia, la discriminaci�n el racismo, la toxicoman�a, el sexismo, la intolerancia religiosa o pol�tica y toda aquella que atente contra los derechos.
Cabe recalcar que al respecto se formul� una pregunta en la Consulta Popular espec�ficamente la pregunta n�mero nueve a fin de poder regular y prohibir aquello que a consideraci�n del Consejo sea necesario, pero no podemos olvidar que bien pudo la tarea realizarla la Asamblea Nacional, es m�s ya se hab�an llevado a cabo algunas reuniones en las que se trat� sobre el tema, no siendo indispensable haberlo incluido dentro del formulario que a la postre la ciudadan�a no lleg� a conocer el contenido �ntegro de la pregunta peor a�n la entendi� para poder analizarla y as� emitir su voto el d�a de las elecciones con la certeza de pronunciarse sobre qu� es lo que quer�a o no. O ser� que se utiliz� esta pregunta para promocionar con mayor volumen la campana y utilizar una vez un tema trascendental con fines pol�ticos a trav�s de maquillajes y distracciones al pueblo.
Es evidente que en la Constituci�n est� regulado el derecho a la informaci�n, el que se concibe desde un doble punto de vista como un derecho a comunicar y como un derecho a recibir informaci�n de manera libre, informaci�n que debe ser veraz, de inter�s general y relevante para la formaci�n de la opini�n p�blica, adem�s debe ser transmitida por profesionales de la informaci�n a trav�s de un medio de comunicaci�n institucionalizado, esta �ltima caracter�stica es relevante ya que esto podr�a garantizar objetividad a la hora de dar una noticia que tenga trascendencia en los diferentes aspectos de la vida o en la vida pol�tica de quien la reciba.
Entonces los comunicadores o quienes est�n al frente de un medio de comunicaci�n deben estar sujetos a l�mites en el ejercicio de su derecho a informar respetando derechos al honor, a la intimidad, a la propia imagen, a los adolescentes, a los infantes, etc.
La forma de obtener informaci�n tambi�n es importante porque no se puede utilizar armas o medios que no sean legales a fin de conseguir una noticia o primicia como com�nmente y con frecuencia manifiestan los comunicadores.
No debemos olvidar quienes recibimos la informaci�n y quienes la transmiten que la informaci�n goza de una fuerza que tiene, porque es esencial para la formaci�n de la opini�n p�blica libre, que es �sta una instituci�n ligada al pluralismo pol�tico valor esencial del Estado democr�tico.
Quiz� la forma de obtener informaci�n unido al tema de la veracidad, hayan sido las causas que llevaron a que el gobierno consiga el apoyo de la poblaci�n respecto a que se regule el contenido de la informaci�n en los medios de comunicaci�n, mismo que ha encontrado muchos grupos opositores en el camino pues los profesionales de la comunicaci�n, los propietarios de medios de comunicaci�n y todos quienes se encuentran de una u otra manera involucrados en la tarea de trasmitir informaci�n, quienes consideran que lo que busca el primer mandatario no es otra cosa que poseer el control total de los medios de comunicaci�n, para difundir s�lo la informaci�n que le resulte favorable a sus intereses y los del movimiento pol�tico que lidera, lo que significar�a reservarse aquella informaci�n que considere afecta a su imagen, a su �ndice de popularidad o aceptaci�n ciudadana, las responsabilidades de la gente que gobierna con el Presidente Rafael Correa, seria anulada frente a la opini�n p�blica, en definitiva, estando los medios de comunicaci�n bajo el control del ejecutivo ya no se podr�a hablar de un derecho real a la informaci�n sino de manipulaci�n a ella. Estas son algunas de las aseveraciones opositoras y temores a la creaci�n de un Consejo de Comunicaci�n que adem�s estar�a encabezada por el gobierno.
La realidad que vive el ecuador a ra�z de la nueva constituci�n
Frente al texto de la nueva Constituci�n nos encontramos con la realidad del d�a a d�a de los ciudadanos, realidad que es muy distante de ella, problemas de tipo econ�mico, abusos en la prestaci�n de servicios p�blicos, desempleo, migraci�n a pa�ses como Estados Unidos o Espa�a, falta de educaci�n de
grupos que no tienen acceso a ella, corrupci�n a la hora de realizar los llamados concursos de m�ritos y oposici�n, falta de informaci�n real, una seguridad social sin recursos, una salud publica ineficiente, etc.
No por ello se puede negar que la Constituci�n busque reconocer derechos que hab�an sido relegados, dar mayor seguridad y garantizar el ejercicio de los mismos, as� como la inserci�n de grupos vulnerables, una vida digna, etc. Pero no podemos dejar de lado que ese es el esp�ritu idealista si se quiere porque en la realidad se encuentra m�ltiples obst�culos entre ellos que los medios econ�micos con los que cuenta el estado son insuficientes o que la cultura democr�tica, no est� preparada para llevar adelante los cambios deseados o tal vez que dichos anhelos quedaran s�lo en el texto, pero no llegar�n a tornarse realidad.
Como no reconocer que nuestra Constituci�n ha logrado a trav�s de pol�ticas p�blicas llegar a grupos o sectores que por cuestiones de racismo no hab�an sido considerados, que en el �rea de atenci�n a discapacitados efectivamente �ste grupo de personas sean insertados en el mundo laboral, o que quienes realizaban su trabajo en estado de precariedad en la actualidad hayan conseguido la estabilidad con la implementaci�n de una acci�n de protecci�n que garantiza nuestra actual carta magna.
Hay falencias y no precisamente en la Constituci�n que trata de desplazar el �mbito privado en la prestaci�n de servicios p�blicos sino en las pol�ticas de gobierno que rechazan la econom�a privada y quieren prescindir de ella olvidando que el progreso de una naci�n tambi�n se logra con el aporte de la econom�a privada.
Una realidad que no se puede negar es que el actual gobierno gasta importantes sumas de dinero en propaganda con el fin de mantener una imagen, de cuidar su imagen y de informar al pa�s sobre las actividades que realiza, cuando estos recursos podr�an ser invertidos correctamente en obras de beneficio popular.
Ahora est� en las manos de todos los ciudadanos lograr que los derechos reconocidos y garantizados, sean efectivamente tutelados por quienes tienen tal responsabilidad, luchar porque se creen pol�ticas p�blicas guiadas hacia el bienestar de quienes verdaderamente lo necesitan, el primer paso este dado, en el camino habr� muchos obst�culos, pero se puede lograr con cambios en la cultura democr�tica.
Conclusiones
La democracia entendida no solo como una forma de Estado o sistema pol�tico, sino como que de ella depende e influye en las condiciones materiales de existencia de los ciudadanos, que la democracia no se limita �nicamente a cada cierto periodo ser convocados a elecciones, que la democracia requiere de un verdadero cambio en el pensamiento de los individuos que se traduzca en activismo y esfuerzo de participaci�n en el manejo del Estado.
Que para vivir una democracia de verdad se requiere de una divisi�n de poderes sin injerencia de una funci�n en la otra, que exista verdadera independencia de cada una de las funciones, porque solo de esta manera se puede garantizar que las decisiones de cada una de ellas ser�n en base del inter�s general y no de intereses de unos pocos, que no sea el poder econ�mico el que controle el destino del pa�s.
Con la Constituci�n del 2008, en el Ecuador se busca un cambio estructural y de fondo en la gesti�n p�blica pero este es un paso que debe ir acompa�ado de acciones, pues no basta que nuestra actual Carta Magna empieza denomin�ndonos como un Estado constitucional de Derechos ( que al inicio de su promulgaci�n se lleg� a pensar que se trataba de un error , que se hab�a aumentado una �s� a la palabra derecho); y justicia, social, democr�tico: que evidencia un cambio en lo que se refiere a constituciones anteriores, dicho sea de paso que hemos tenido bastantes, peculiaridad de pa�ses subdesarrollados e inestables. Pero es la ciudadan�a consiente por esto es indispensable educar a la ciudadan�a, fomentar un esp�ritu democr�tico, con conocimiento de lo que significa vivir en una naci�n democr�tica, que no resuma su participaci�n a tener que por obligaci�n acudir a votar que es su derecho tambi�n y elegir de entre los candidatos que se nos presenta y que en ultimo podr�a ser aquel que se considere el menos malo, no el candidato con el que comparte ideolog�as o con el que presenta un plan de gobierno que mire sus necesidades, el ciudadano com�n debe conocer que su voto debe ser �til, contribuir en alguna forma a un cambio, de lo contrario abstenerse de votar puede resultar m�s valorativo si se lo hace como una forma de denuncia a la mala democracia. Si la democracia cambia y evoluciona con la sociedad, es �sta la que debe luchar por irla mejorando, desarrollarla y ampliarla, no contentarnos con la que en un momento determinado tenemos y es aqu� donde tendr� un rol muy importante la concienciaci�n y la educaci�n a fin de conducirla correctamente.
Como se ha analizado la democracia toma importancia en la medida en que est� presente en nuestras vidas en lo cotidiano, porque la vivienda, salud, educaci�n, empleo son temas que todos los individuos tocamos a diario y en muchas ocasiones requerimos de ellos y tambi�n en ese momento sabremos en qu� grado la democracia est� presente.
En la actualidad contamos de entre los derechos de los ciudadanos la participaci�n en las gestiones del Estado, pero estas dif�cilmente se logran como se lo espera sin embargo se debe trabajar para que estos derechos sean llevados a la pr�ctica, para que se permita un verdadero control a la gesti�n p�blica lo que significar�a mayor transparencia en las actividades del gobierno de turno, que no se contin�e con la entrega de cargos a quienes forman el movimiento pol�tico, ni se conduzcan los recursos para estos grupos que por el contrario se inviertan en bienestar, en necesidades prioritarias.
El actual gobierno menciona con frecuencia la revoluci�n ciudadana, pero tambi�n debe referirse a la revoluci�n democr�tica.
El tema de la democracia en nuestro pa�s en estos �ltimos meses ha sido muy cuestionado por lo que es importante hacer referencia al muy publicitado 30-S que tiene que ver con los hechos suscitados el 30 de septiembre de 2011 en el
seno de la Polic�a Nacional: o a las declaraciones vertidas por el expresidente de la Asamblea Nacional Alberto Acosta quien de paso debo mencionar pertenec�a al partido de gobierno, quien sostiene que �en el Ecuador no existe democracia�. Situaciones como las mencionadas hacen ver lo importante de tener un conocimiento real de lo que debemos concebir como democracia.
Un papel importante desempe�a la Funci�n Legislativa en la democracia de un Estado, no solo por su funci�n de crear normas y fiscalizar, as� como el resto de las actividades que la constituci�n y la ley le facultan, sino porque es un �rgano que representa a la sociedad en la que coexisten diferentes intereses y opiniones, siendo �ste �rgano el encargado de dar lugar a la diversidad, representar a las mayor�as sin dejar de lado las minor�as.
Referencias
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11. Diccionario Enciclop�dico SALVAT. Editorial Salvat S.A. Costa Rica- Demy.1985.
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