Percepcin de inseguridad y violencia contra las mujeres en los espacios de uso pblico de los terminales terrestres

 

Perception of insecurity and violence against women in public spaces of land terminals

 

Percepo de insegurana e violncia contra a mulher em espaos pblicos de terminais terrestres

 

 

 

Samantha Aracely Estrada-Revelo I
sam.estra20@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-8661-7292
Jessica Geoconda Guadamud-Vera II
33ingcomjess@hotmail.es
   https://orcid.org/0000-0002-1515-4526
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: sam.estra20@gmail.com

 

 

 

Ciencias Sociales y Polticas

Artculo de Investigacin

 

* Recibido: 23 de agosto de 2022 *Aceptado: 28 de septiembre de 2022 * Publicado: 25 de octubre de 2022

 

        I.            Arquitecta, Investigador Independiente, Graduada en la Facultad de Ingeniera, Industria y Construccin de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manab, Ecuador.

      II.            Docente de la Facultad de Ciencias Administrativas, Contables y Comercio de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manab, Ecuador, Ingeniera Comercial, Magster en Administracin Pblica Mencin Desarrollo Institucional, Doctorante en Doctorado en Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.

 

 


 

Resumen

Esta investigacin muestra un panorama sobre la percepcin de inseguridad y violencia contra las mujeres en los espacios de uso pblico de los terminales terrestres; se desarroll utilizando una metodologa de tipo documental bibliogrfica. La informacin de inters se obtuvo a travs de la base de datos de portales digitales como Google Acadmico, revistas indexadas, bibliotecas digitales de universidades tanto nacionales como internacionales y pginas web de organismos como la CEPAL, ONU, InMujeres, CISCSA, entre otros. El criterio de seleccin de la informacin se ciment en la pertinencia, relevancia, rigor cientfico y acadmico que ofrecen las fuentes documentales consultadas. La sistematizacin de los datos se efectu mediante la tcnica del anlisis de contenido. Los resultados ms relevantes para el espacio pblico en algunas ciudades latinoamericanas dan cuenta que: en Lima, Per 9 de cada 10 mujeres entre 18 y 29 aos han sido vctimas de acoso callejero; en Bogot y Ciudad de Mxico 6 de cada 10 mujeres han vivido alguna agresin sexual en el transporte pblico, en Chile 5 de cada 10 mujeres entre 20 y 29 aos declaran haber vivido acoso sexual callejero y en Ecuador, 6 de cada 10 mujeres han experimentado alguna forma de violencia. Se concluye que, en materia de seguridad ciudadana por su dinmica en cuanto a movilidad y uso del transporte, en los espacios pblicos de los terminales terrestres se debe plantear desde su diseo y planificacin la prioridad para el desplazamiento seguro y eficaz de todos los usuarios y en particular de la poblacin femenina.

Palabras clave: Espacios pblicos; Transporte; Seguridad; Violencia de gnero.

 

Abstract

This research shows an overview of the perception of insecurity and violence against women in the spaces for public use of land terminals; It was developed using a bibliographical documentary type methodology. The information of interest was obtained through the database of digital portals such as Google Scholar, indexed journals, digital libraries of both national and international universities and web pages of organizations such as ECLAC, UN, InMujeres, CISCSA, among others. The information selection criteria was based on the pertinence, relevance, scientific and academic rigor offered by the consulted documentary sources. The systematization of the data was carried out using the content analysis technique. The most relevant results for the public space in some Latin American cities show that: in Lima, Peru, 9 out of 10 women between the ages of 18 and 29 have been victims of street harassment; In Bogot and Mexico City, 6 out of 10 women have experienced sexual assault on public transport; in Chile, 5 out of 10 women between the ages of 20 and 29 say they have experienced street sexual harassment; and in Ecuador, 6 out of 10 women have experienced some form of violence. It is concluded that, in terms of citizen security due to its dynamics in terms of mobility and use of transport, in the public spaces of the terrestrial terminals, the priority for the safe and effective movement of all users should be considered from their design and planning. particularly of the female population.

Keywords: Public spaces; Transportation; Security; Gender violence.

 

Resumo

Esta pesquisa apresenta um panorama da percepo de insegurana e violncia contra a mulher nos espaos de uso pblico dos terminais terrestres; Foi desenvolvido utilizando uma metodologia do tipo documental bibliogrfico. As informaes de interesse foram obtidas por meio de banco de dados de portais digitais como Google Scholar, peridicos indexados, bibliotecas digitais de universidades nacionais e internacionais e pginas web de organizaes como CEPAL, ONU, InMujeres, CISCSA, entre outros. O critrio de seleo das informaes baseou-se na pertinncia, relevncia, rigor cientfico e acadmico oferecidos pelas fontes documentais consultadas. A sistematizao dos dados foi realizada por meio da tcnica de anlise de contedo. Os resultados mais relevantes para o espao pblico em algumas cidades latino-americanas mostram que: em Lima, Peru, 9 em cada 10 mulheres entre 18 e 29 anos foram vtimas de assdio nas ruas; Em Bogot e na Cidade do Mxico, 6 em cada 10 mulheres sofreram agresso sexual em transporte pblico; no Chile, 5 em cada 10 mulheres entre 20 e 29 anos dizem ter sofrido assdio sexual na rua; e no Equador, 6 em cada 10 mulheres sofreram alguma forma de violncia. Conclui-se que, em termos de segurana cidad devido sua dinmica em termos de mobilidade e utilizao de transportes, nos espaos pblicos dos terminais terrestres, deve ser considerada a prioridade para a circulao segura e eficaz de todos os utilizadores desde a sua concepo e planejamento, particularmente da populao feminina.

Palavras-chave: Espaos pblicos; Transporte; Segurana; Violncia de gnero.

 

 

Introduccin

La desigualdad de gnero es una de las problemticas latentes en la comunidad, esta prevalece desde siglos atrs sustentada a una estructura de poder y cultura, la cual coloca a la mujer en una situacin de completa desventaja, siendo negados y limitados sus derechos y libertades, imponindoles distintas pautas de convivencia patriarcales basadas en la autoridad masculina.

Entre las funciones que cumple el Estado, brindar proteccin a la integridad fsica y de los bienes de sus ciudadanos, es una de las ms relevantes en virtud de que la seguridad de la poblacin est concebida como un derecho de todo ser humano, por su intrnseca relacin con la coexistencia segura y pacfica y como premisa indispensable para el pleno desarrollo de las personas. De acuerdo con el Centro de Justicia y Paz (Cepaz, 2018), el concepto de seguridad humana puede ser considerado como un bien pblico que implica la salvaguarda eficaz de los derechos humanos inherentes a la persona, especialmente el derecho a la vida, la integridad personal, la inviolabilidad del domicilio y la libertad de movimiento.

Es as que, la percepcin de seguridad resulta importante para comprender el uso del espacio pblico, asimismo representa un indicador primordial de la calidad de vida de los habitantes en el territorio (Participacin Ciudadana, 2021). Los espacios pblicos se entienden como parte del dominio pblico que mantiene un uso colectivo, por ser accesibles, ser utilizados de mltiples formas, facilitar la intensidad de los contactos sociales y favorecer la creacin de identidad social y el sentido de comunidad (de la Torre, 2015). Siguiendo con estas aportaciones, la citada autora destaca que el espacio pblico accesible, diverso e inclusivo, sigue siendo el mbito donde la sociedad se expresa, la mujer se visibiliza y se hace pblica, el joven se manifiesta, las minoras reivindican sus derechos y la poltica se construye (de la Torre, 2015).

Debe interpretarse de lo anteriormente esbozado que los espacios pblicos se configuran como lugares donde la persona tiene derecho a transitar libremente y al disfrute pleno de lo que le ofrece el entorno en consonancia con lo que significa el ejercicio de su derecho humano a la seguridad de su integridad fsica y emocional, pues es el escenario donde mayormente se producen las interacciones humanas que permiten los contactos sociales y que favorecen las actividades de tipo econmicas, polticas, culturales, educativas, religiosas, recreativas, entre otras muchas ms.

No obstante, a ello, en el seno del espacio pblico de las diversas naciones, en mayor o menor grado se producen actos que atentan contra la seguridad fsica y emocional del ciudadano, siendo tanto los hombres como mujeres y nios expuestos a ser vctimas de actos delincuenciales a menudo violentos. De acuerdo con la Comisin Econmica para Amrica Latina (CEPAL, 2015), en Amrica Latina, los grados de libertad vividos por hombres y mujeres al transitar los espacios pblicos, son distintos, evidencindose que las principales vctimas de la inseguridad en estos entornos son las mujeres.

Diversas cifras dan cuenta de lo expresado, de este modo, en Lima, Per 9 de cada 10 mujeres entre 18 y 29 aos han sido vctimas de acoso callejero; (2013), en Bogot y Ciudad de Mxico 6 de cada 10 mujeres ha vivido alguna agresin sexual en el transporte pblico (2014), y en el caso de Chile 5 de cada 10 mujeres entre 20 y 29 aos declaran haber vivido acoso sexual callejero (2015) (CEPAL, 2015).

El Instituto Nacional de las Mujeres de Mxico (InMujeres, 2020) , indica que la violencia contra las mujeres en el espacio pblico incluye comentarios incmodos, tocamientos, violencia fsica, violaciones sexuales y hasta homicidios, con diversos costos y, consecuencias personales y sociales (p.1). En Ecuador, segn la Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia contra las Mujeres, realizada por el Instituto Nacional de Estadstica y Censo (INEC, 2012); 6 de cada 10 mujeres han experimentado alguna forma de violencia en espacios pblicos.

Enmarcado en ello, en el documento emitido por el Centro de Intercambio y Servicios Cono Sur (CISCSA, 2006), se establece que las mujeres expresan una mayor sensacin de inseguridad que los hombres en las ciudades (p.14). Ms adelante, este mismo organismo seala que la diferencia en la percepcin de inseguridad se puede explicar por la mayor posibilidad de las mujeres de ser vctimas de agresiones, especialmente de connotacin sexual (p.14). Adems, expresa que contribuye tambin a dicha percepcin, la socializacin de las mujeres desde su niez respecto al espacio pblico, calificndolo desde temprana edad como un espacio potencialmente peligroso para ellas (CISCSA, 2006).

La percepcin de inseguridad de los ciudadanos en los mbitos pblicos puede presentarse en todo tiempo y en cualquier lugar, como en el caso de los terminales terrestres, en el que acuden a diario numerosas personas para movilizarse a diferentes destinos, ya sea intercantonal e interprovincialmente, y considerando que en cualquier localidad el servicio de transporte se requiere cotidianamente, es donde con mayor intensidad se debe implementar el control en seguridad, para evitar la ocurrencia de hechos delictivos y atentatorios contra la seguridad de los usuarios. De este modo, (Chauvin, 2008) indica que hablar de transporte urbano y de seguridad ciudadana, es referirse a dos de los temas ms importantes para el desarrollo de las ciudades medianas y grandes en cualquier lugar del planeta.

El contar con espacios pblicos de calidad en nuestras ciudades es un derecho ciudadano, pues garantiza la vida urbana y estimula el encuentro ciudadano libre y espontaneo (Herrera, 2019), no obstante, en cuanto las mujeres dejan de sentir un lugar como seguro para transitar, se empieza a violentar sus derechos, dejando de cumplir la funcin principal de los espacios pblicos que es la interaccin social de las personas con la comunidad.

As, bien puede decirse que las dependencias responsables del control social de la seguridad del desplazamiento de las personas en los espacios pblicos, como en el caso de los terminales terrestres, deben ejercer acciones para garantizar en todo momento que los distintos espacios que los conforman sean seguros y previsibles para todos, en especial para las mujeres, pues, tal como afirma (Ziga, 2014), a pesar de los cambios experimentados en el ltimo medio siglo, la mujer contina siendo un ente extrao en el espacio pblico, lugar que les genera un clima de incertidumbre a los que se ven a diario expuestas y, donde en cualquier momento pueden ser vctimas de algn tipo de violencia que va desde piropos ofensivos hasta tocamientos, pasando por formas variadas de hostigamiento, amedrentamiento, persecuciones y hasta ataques fsicos y verbales o en el menor de los casos, la experimentacin de sensacin de temor ante el riesgo de sufrir algn tipo de incidente.

Ante el escenario descripto, este estudio centra su objetivo principal en mostrar una panormica de la percepcin de inseguridad y violencia contra las mujeres originada en los espacios de uso pblico de los terminales terrestres, tomando como escenario para la contextualizacin de la problemtica sealada y como punto de partida de la presente indagacin a las instalaciones de uso pblico del terminal terrestre de la ciudad de Ibarra, de tal forma que las reflexiones logradas sirvan de direccionamiento en cuanto al diseo y planificacin de los distintos ambientes que caracterizan a estas instalaciones con relacin a la prevencin de escenarios que atenten contra la seguridad e integridad de todos los usuarios y en especial de las fminas.

 

Metodologa

El presente trabajo de titulacin se desarroll bajo la modalidad ensayo acadmico, atendiendo para el efecto las caractersticas propias de un artculo de revisin; es decir, la de un producto que aplica un mtodo de investigacin indirecta, de tipo cualitativo, exploratorio y diagnstico, donde se examina y resumen los estudios publicados anteriormente, en lugar de informar sobre nuevos hechos o anlisis, para finalmente exponer de manera sintetizada los conocimientos logrados sobre un tema especfico tratado por los distintos autores citados en el ensayo, que en el presente caso trata sobre la incidencia de los espacios de uso pblico que conforman los terminales terrestres en la percepcin que tiene el gnero femenino sobre la inseguridad y violencia de gnero en momentos de usarlos o permanecer en ellos por una u otra razn. La obtencin de la informacin de inters se obtuvo a travs de la base de datos de portales digitales como Google Acadmico, revistas indexadas, bibliotecas digitales de universidades tanto nacionales como internacionales, pginas web de organismos como la CEPAL, ONU, InMujeres, CISCSA y documentos institucionales tanto nacionales como extranjeros entre otros, que aportaron a la argumentacin de este informe y que irn siendo referenciados en funcin de sus citas. El criterio de seleccin de la informacin se ciment en la pertinencia, relevancia y en el rigor cientfico y acadmico que ofrecen las fuentes documentales consultadas, cuya sistematizacin de datos se efectu mediante la tcnica de anlisis de contenido, tomando como punto de partida para la contextualizacin de este ejercicio acadmico el Terminal Terrestre de la Ciudad de Ibarra.

 

Resultados

La seguridad ciudadana como un derecho humano y como un elemento indispensable para el pleno desarrollo de una nacin, y por ende de sus habitantes, supone importantes compromisos en el actuar de los gobiernos en la tarea de garantizar las posibilidades ciertas de crecimiento personal y social a todos los individuos. Siendo, por tanto, el espacio pblico, el escenario de interaccin social donde un gran nmero de personas se desplaza para desarrollar las actividades cotidianas de inters, por lo cual debe constituirse en un espacio seguro. Como afirma (Cepaz, 2018), en un Estado democrtico y progresista, la seguridad es un factor coadyuvante del bienestar social y de la calidad de vida.

En la misma lnea, (Tudela, 2006) opina que, en esencia, podra decirse que la seguridad ciudadana es un bien, una aspiracin, una condicin a alcanzar, en la que el riesgo y la amenaza se reducen o, al menos, contienen, y que no se concibe al margen de las condiciones de la democracia y tampoco alejada de una gestin pblica basada en la persona como principal beneficiario.

 

 

Inseguridad violencia de gnero en espacios pblicos

En las ltimas dcadas el tema de la inseguridad de las mujeres en los entornos pblicos ha tenido cobrada relevancia, entendindose que la inseguridad o percepcin de inseguridad de las fminas, debe ir ms all de lo que se tipifica como crimen y, por lo tanto, de lo marcado por ley (Ortiz, 2014). Tambin seala la autora, el miedo y la percepcin de inseguridad tambin estn condicionados por la diferencia que existe entre el tipo de violencia que pueden experimentar los hombres y la violencia que sufren las mujeres (Ortiz, 2014). A tono con esto, (Ziga, 2014) denota que el encuentro e interaccin de hombres y mujeres en los lugares pblicos tiene significados y consecuencias diferentes para unos y otras, dependiendo del contexto social e histrico especfico que los rodea.

Al respecto, enfatiza (Del Valle, 2006), el miedo, lo mismo que la seguridad, tiene referentes y significados distintos para hombres y mujeres. El miedo o la percepcin de inseguridad de las mujeres estn marcados por la violencia ejercida sobre nuestro cuerpo sexuado. Contina exponiendo la citada autora es muy diferente tener miedo a que te asalten o te den una paliza, de tenerlo a ser violada, las consecuencias son diferentes y tambin la respuesta (p.52).

El flagelo de la violencia contra la mujer ha evolucionado de tal manera que la Organizacin Mundial de la Salud (OMS, 2013), considera esta indeseada situacin como un problema de salud pblica que afecta a ms de un tercio de las mujeres en el mundo. En este punto resulta oportuno indicar que la violencia de gnero o contra la mujer ha sido definida por la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU, 1993) como todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un dao o sufrimiento fsico, sexual o psicolgico para la mujer, as como las amenazas de tales actos, la coaccin o la privacin arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pblica como en la vida privada.

En el caso especfico de violencia de gnero en espacios pblicos se considera que es un fenmeno multicausal, complejo y con mltiples impactos sobre la ciudadana y sentido de la comunidad. No se puede enfocar a un espacio puntual, pues los espacios pblicos son aquellos que se definen por su uso, por lo que no es un estatuto jurdico. El espacio pblico supone, pues, dominio pblico, uso social colectivo y diversidad de actividades (Segovia, 2007).

El espacio pblico no es la plaza por s sola, sino las personas que la llenan de vida y le dan significados al habitarla (Barrera, 2012); as mismo el espacio pblico es un campo donde confluyen mltiples y diversos escenarios, es un lugar de encuentro y socializacin, en el que cada cual puede gozar de los placeres de la pura sociabilidad, vida relacional sin objeto concreto (Delgado, 2007, pg. 225); tambin es un lugar donde coinciden y se confrontan relaciones de poder y bsqueda y ejercicio de libertades individuales y colectivas (Fuentes y Pea 2011, pg. 31).

En conformidad con lo anterior, los estudios realizados sobre la violencia basada en gnero (VBG) en contextos pblicos comienza a ser explicada en razn de la subordinacin histrica y las relaciones desiguales de gnero determinantes de los procesos de socializacin en la familia, la escuela, la comunidad y las calles (Montoya, 2013). En sentido similar (Fernndez, 2007) seala que la conducta violenta sobre la mujer se produce como patrones aprendidos, transmitidos de padres a hijos; transmisin que se origina en los mbitos de relacin y por medio de los agentes de socializacin primarios como son la familia, la escuela y el grupo de iguales donde se desenvuelven.

En estimacin de (Montoya, 2013), las principales manifestaciones de violencia urbana de las que son vctimas las mujeres son, entre otras, las violaciones, robos y atracos, manoseo, piropos ofensivos y limitaciones de movilidad. Tambin resalta esta autora que la violencia contra las mujeres en el espacio pblico, son llevados a cabo con mayor frecuencia en humedales, parques, lotes baldos, calles cerradas y espacios del sistema de transporte, identificando, entre ellos, lugares donde a las mujeres les es prohibido transitar sola (Montoya, 2013).

Si bien es cierto que, en diversos pases de Latinoamrica se han venido dando pasos importantes para incorporar la perspectiva de gnero en sus polticas pblicas de seguridad y de prevencin de la violencia, enfocndose no solo en los aspectos que define la ley que es violencia, y se tipifica como crimen o delito, an queda mucho camino por recorrer para erradicar en su totalidad las conductas violentas contra las mujeres en el espacio pblico.

 

Percepcin de inseguridad y violencia contra las mujeres en los terminales terrestres

La zona del terminal terrestre en las urbes se caracteriza por una dinmica de movilidad muy activa, esta movilidad puede ser interna hacia otros puntos de la ciudad o externa hacia otros territorios del pas, en la cual las personas utilizan los servicios del transporte urbano o extraurbano para trasladarse a realizar diferentes actividades. A tono con esto, la Corporacin Andina de Fomento (CAF, 2010), denota que los sistemas de transporte pblico constituyen el principal medio de transporte para millones de personas en Amrica Latina. Segn estudio realizado en 15 reas metropolitanas de la regin un promedio de 43% de los viajes diarios, se realizan en el transporte pblico.

En concordancia con lo anteriormente expresado, de acuerdo con (Rozas & Salazar, 2015), en el mbito de la movilidad urbana se tiene la expectativa de contar con un transporte colectivo que responda, en general, a su condicin de servicio pblico, necesario para trasladar a todas y cada una de las personas residentes en los mbitos urbanos por motivos laborales, de estudio, de acceso a servicios o de simple esparcimiento e interaccin social o cultural (p.12).

Por tanto, es responsabilidad inherente del Estado, entre otros importantes aspectos, garantizar que la prestacin de ese servicio se d en entornos seguros para toda la colectividad, en especial para la poblacin femenina, pues, a decir de (Rozas & Salazar, 2015), conforme se ha masificado el uso de los servicios de transporte pblico en los espacios urbanos, ha emergido una nueva arista de la seguridad del transporte vinculada a la denominada violencia de gnero (p.12). Destacan tambin estos autores que especficamente, se trata de conductas que corresponden a prcticas de acoso y abuso sexual ejercidas mayoritariamente (pero no exclusivamente) sobre mujeres y nias usuarias del transporte pblico, que son agredidas tanto en los medios de transporte como en la infraestructura o instalaciones de acceso a dichos medios (p.12).

A tono con lo anterior, (Chauvin, 2008), expone que la infraestructura y los medios de transporte son con mucha frecuencia el escenario de episodios violentos. Ms adelante aade, esto por lo general tiene lugar en espacios pblicos, y una buena parte de los robos y asaltos suceden a bordo de unidades que transportan pasajeros, en las paradas y terminales en las que los usuarios se concentran para acceder a este servicio (Chauvin, 2008).

En general, tanto en el mbito internacional como en el pas, el uso de los terminales terrestres es uno de los espacios pblicos que genera mayor movilidad, debido a que a este lugar acuden a diario numerosas personas para movilizarse a diferentes destinos y por diversas razones sociales, econmicas, acadmicas, culturales, ocio y esparcimiento, entre otros, por tanto, el desempeo en materia de seguridad del ciudadano debe representar una prioridad para la movilizacin segura y eficaz de todos los usuarios y en particular de la poblacin femenina.

Contextualizando esta investigacin, en Ecuador, diversos estudios dan cuenta de que el uso de los terminales terrestres es uno de los temas que actualmente lleva mayor controversia debido a las situaciones que se han dado en torno a la seguridad del usuario. Al respecto, (Pesntez, 2020) refiere que la inseguridad urbana es un fenmeno presente en el da a da de todas las ciudades, sin embargo, la percepcin de sta es ms fuerte en ciertos sectores sociales y territorios determinados de la urbe. En Cuenca, uno de los lugares ms estigmatizados por la delincuencia en todas sus formas, es el rea de influencia directa del Terminal Terrestre de la ciudad.

En este mismo orden, (Tubn Bao, 2019) indag sobre la percepcin que tiene el visitante de los servicios prestados en los terminales terrestres de Quitumbe y Carceln de Quito, a partir de la cual obtuvo como resultados que existe la necesidad de establecer pautas de seguridad que ayudaran a mejorar la experiencia del turista en estos lugares. Cabe agregar que tambin coadyuvara a la seguridad de los lugareos que por diversas razones hacen uso frecuente de estos dinmicos lugares de la ciudad.

En cuanto al Terminal Terrestre de la ciudad Ibarra provincia de Imbabura, tomado como punto de contextualizacin para el presente anlisis; se recalca que los ndices de inseguridad se han visto incrementados en los ltimos tiempos, dando como resultado la restriccin de las mujeres en cuanto a la concurrencia y usos de sus instalaciones, determinando para el caso horario de uso, tipos de vestimenta y acciones comunitarias de apoyo entre ellas, incluyendo el evitar acceder a este sitio a solas por temor a ser vctimas de algn tipo de violencia, amedrentamiento o acoso.

Es importante recalcar la apropiacin de las terminales terrestres como espacio destinado al uso pblico, comprendiendo en esta indagacin que las actividades que realizan los hombres y las mujeres dentro de estos espacios demuestra que el gnero masculino realiza las actividades en este lugar con mayor tranquilidad y libertad; no obstante, tomando como evidencia los distintos escenarios que se generan en el terminal terrestre de Ibarra, se considera que uno de los factores que produce mayor inseguridad en las mujeres es la soledad en sus espacios de usos pblico a lo cual se suma la presencia de personas en los exteriores que atentan contra los transentes.

Al interior de este terminal terrestre se evidencia que no todos los espacios satisfacen los requerimientos ciudadanos dado al limitado nmero de su mobiliario y al estado de deterioro que presentan, as como la poca afluencia de usuarios en ellos; por el contrario, existen tambin espacios que presentan una mayor aglomeracin de personas que los vuelven incomodos. Por lo tanto, la percepcin de miedo o inseguridad que la poblacin femenina siente en este lugar se lo considera una detonante para el limitado desarrollo tanto econmico como social y cultural de este equipamiento.

Tal como se ha venido indicando a lo largo de este documento, las mujeres estn ms expuestas a la inseguridad en los espacios de uso pblico de los terminales terrestres. En tal sentido, (CAF, 2010), hace hincapi en el hecho de que, tanto la percepcin como la situacin de inseguridad limitan o condicionan las opciones de transporte de las mujeres afectando directamente su movilidad, su oportunidad de participar al igual que los hombres en actividades generadoras de empleo, su acceso a servicios y su derecho a disfrutar libremente de la ciudad.

Esta realidad por tanto reduce la libertad de circulacin de las mujeres y nias. Limita su capacidad de participar en la educacin, el trabajo y la vida pblica. Dificulta su acceso a servicios esenciales y el disfrute de actividades culturales y recreativas, afectando negativamente a su salud y su bienestar.

 

Conclusiones

Los datos disponibles en la literatura consultada constituyen indicios para tomarlos como base y aventurarse a afirmar que, los sitios de uso pblico de los terminales terrestres eventualmente se convierten en lugares con una importante incidencia de percepcin de inseguridad y violencia contra las mujeres, manifestada en comentarios sexuales incmodos y machistas, acoso, burlas, manoseos, tocamientos, violencia fsica, violaciones sexuales y hasta homicidios.

A esta razn, las mujeres expresan una mayor sensacin de inseguridad que los varones en estos lugares, adems dicha percepcin tambin est influenciada por la socializacin de las mujeres desde su niez respecto a los espacios de uso pblico, ubicndolos como un entorno potencialmente peligroso para ellas.

Pese a que hoy en da existe un amplio reconocimiento de que la violencia contra mujeres y nias en el mbito privado y en el lugar de trabajo supone una violacin de los derechos humanos, a menudo se pasa por alto el acoso sexual y otras formas de violencia contra las mujeres y las nias, situaciones que se repiten constantemente en los espacios de uso pblico; de hecho, existen escasas leyes y polticas para prevenir y abordar este tipo de violencia.

La realidad estudiada muestra que las mujeres ms vulnerables son aquellas que mayor interaccin poseen con los espacios y medios pblicos, entre las que se destacan las trabajadoras, mujeres solteras y estudiantes universitarias. Los espacios donde mayormente son atacadas son las calles, los medios de transportes pblicos y en la infraestructura de acceso a dichos medios, sobre todo en aquellos espacios cerrados y desolados que conforman estos equipamientos.

El tipo de violencia ms practicada en estos lugares es el acoso y el amedrentamiento, ante lo cual se muestra indolencia por otros presentes ante los hechos, as como, la no denuncia de la propia vctima, manifestando su temor a no hacerlo por miedo a represalias y para que se no se divulgue lo sucedido, ya que usa estos espacios con frecuencia.

El flagelo de la violencia contra la mujer ha llegado a tales extremos que la Organizacin Mundial de la Salud (OMS, 2013), considera esta indeseada situacin como un problema de salud pblica que afecta a ms de un tercio de las mujeres en el mundo. Los estudios realizados sobre la violencia basada en gnero (VBG) en contextos pblicos, dan cuenta que estos hechos pueden ocurrir en cualquier tiempo y lugar, aunque son llevados a cabo con mayor frecuencia en humedales, parques, lotes baldos, calles cerradas y en espacios del sistema de transporte.

Si bien es cierto que, en diversos pases de Latinoamrica se han venido dando pasos importantes para incorporar la perspectiva de gnero en sus polticas pblicas de seguridad y de prevencin de la violencia, ms all de lo que est tipificado en la Ley como crimen, an queda mucho camino por recorrer para erradicar en su totalidad las conductas violentas contra las mujeres en los espacios de uso pblico, en especial, en las zona de los terminales terrestres, pues es uno de los sectores ms estigmatizados por los constantes actos delictivos que ah suscitan y donde la violencia de gnero no est exenta.

En materia de seguridad ciudadana en los terminales terrestres por su dinmica en cuanto a movilidad, debe representar una prioridad desde el momento mismo de su planificacin y diseo para lograr un desplazamiento seguro y eficaz por sus instalaciones de todos los usuarios y en particular para la poblacin femenina, de tal manera que se anticipe la formacin de escenarios que estimulen la inseguridad.

 

Discusin final

La investigacin revela que el incremento de crmenes, violencia y acoso hacia la comunidad femenina en los terminales terrestres se ha convertido en una limitante para el desarrollo de sus actividades tanto al interior como en los exteriores de sus instalaciones, donde adems de generar incertidumbre y sentimientos de temor e incomodidad, les niega de manera indirecta el mismo derecho y oportunidades que tiene la comunidad masculina en estos mismos escenarios.

La violencia y acoso hacia la mujer es un fenmeno social negativo que influye tanto en la persona como en la calidad y armona de los espacios de usos pblico de estas infraestructuras, convertidos hoy en escenarios que generan tensin e incomodidad, como al momento de esperar en las bancas, en las filas de boletera o desplazarse por los alrededores; de tal manera que el sentimiento de inseguridad e incertidumbre ha generado de manera equitativa en la poblacin femenina un sentimiento de dependencia, y de bsqueda de maneras alternativas para combatirla; como el asistir a estos lugares acompaadas por temor a convertirse en una vctima ms de la inseguridad.

Por otro lado, es evidente el empoderamiento y ocupacin de los espacios de uso pblico con los que cuentan los terminales terrestres; en los cuales, si bien se aprecia la presencia de las mujeres en el sitio, la frecuencia de su uso se ve limitada a ciertos horarios; tomada como una medida para precautelar su seguridad.

La prevencin de esta violencia de gnero es tarea de toda la sociedad en el que el peso fundamental recae en la familia, las instituciones pblicas y la propia universidad; por ello, este trabajo hace referencia a las formas de abuso que acontecen por lo general en este tipo de espacios y que aportan a esa percepcin de inseguridad y violencia hacia las mujeres, siendo necesario buscar a travs del diseo y la planificacin arquitectnica, la funcionalidad y seguridad de los espacios de uso pblico que conforman los terminales terrestres a fin de anticipar tales incidencias y se logre favorecer escenarios que inspiren seguridad tanto fsica como emocional a todos los usuarios, devolviendo de forma especial el derecho de propiedad de las mujeres a espacios de uso pblicos seguros y de calidad.

 

Referencias

1.      Academic. (2022). Los diccionarios y enciclopedias sobre lo acadmico. Obtenido de https://es-academic.com/dic.nsf/eswiki/1316328

2.      Barrera, A. (2012). Cartas de mujeres. Historias nicas. Quito: Base Five. Recuperado de http://www.acnur.org/t3/fileadmin/Documentos/Publicaciones/2012/8451.pdf

3.      CAF. (2010 ). Observatorio de Movilidad Urbana para Amrica Latina. Corporacin Andina de Fomento (CAF), Caracas .

4.      CEPAL. (2015). Acoso sexual en el espacio pblico: la ciudad en deuda con los derechos de las mujeres. Comisin Econmica para Amrica Latina (CEPAL). https://www.cepal.org/es/notas/acoso-sexual-espacio-publico-la-ciudad-deuda-derechos-mujeres.

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