La desvinculante planificacin territorial generadora de desigualdades en el Ecuador

 

The disconnected territorial planning that generates inequalities in Ecuador

 

O planeamento territorial desconectado que gera desigualdades no Equador

Rolando Fabin Zambrano-Andrade I
fzambrano0404@yahoo.es
https://orcid.org/0000-0001-9842-1628


,Mara Ivonne Guillem-Lpez II
ivonne_guillem@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0001-5880-5125
Ral Alberto Andrade-Naveda III
raulalbertoandrade@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-2238-1284



,Juan Carlos Suarez-Quishpe IV
juancarlosuarez@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-7458-7639
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: fzambrano0404@yahoo.es

 

 

Ciencias Tcnicas y Aplicadas

Artculo de Investigacin

 

* Recibido: 23 de agosto de 2022 *Aceptado: 28 de septiembre de 2022 * Publicado: 06 de octubre de 2022

 

 

        I.            Licenciado en Gestin Local y Magster en Proyectos de Desarrollo Endgeno, Universidad Politcnica Salesiana, Investigador, Chone, Ecuador.

     II.            Licenciada en Ciencias de la Educacin y Magster en Administracin Pblica y Literatura Infantil, Docente Investigador del Instituto Superior Tecnolgico San Pedro de Portoviejo, Baha de Carquez, Ecuador.

   III.            Licenciado en Administracin de Empresas, y Maestra en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Salamanca, Chone, Ecuador.

  IV.            Socilogo Universidad Tcnica de Machala, Magster en Gnero y Desarrollo, FLACSO Ecuador, Quito, Ecuador.

 


 

Resumen

La planificacin estratgica y el ordenamiento territorial es un aspectos esencial en el Ecuador contemporneo en sus jurisdicciones internas, cobrando importancia y pertinencia para con la poblacin y el territorio abordado en el presente ensayo delimitado en el periodo correspondiente al 2009-2019, siendo reciente, no es producto presente, sino parte de la configuracin colonial Inca-espaol que instal semnticas, formas y pragmticas organizativas reforzadas en la repblica a travs de tres marcos: 1. institucionales, 2. normativos y 3. programticos, los que siguen vigente en la dominante estatalidad poltica centralista y por el uso capitalista del territorio, enfoque que ha incidido e incide en las jurisdicciones internas, de: provincias, cantones y parroquias a las que se les hace una revisin documental mostrada en evidentes desigualdades generadas social y territorialmente, insumos sustancial a ser puesto en perspectiva que deben ser superadas: estructural, estatal y socialmente.

Palabras claves: Planificacin territorial; Centralismo; Policentrismo; Desigualdades.

 

Abstract

Strategic planning and territorial ordering is an essential aspect in contemporary Ecuador in its internal jurisdictions, gaining importance and relevance to the population and territory addressed in this essay delimited in the period corresponding to 2009-2019, being recent, not It is not a present product, but part of the Inca-Spanish colonial configuration that installed organizational semantics, forms and pragmatics reinforced in the republic through three frameworks: 1. institutional, 2. normative and 3. programmatic, which are still in force in the dominant centralist political statehood and for the capitalist use of the territory, an approach that has affected and affects the internal jurisdictions, of: provinces, cantons and parishes to which a documentary review is made, shown in evident inequalities generated socially and territorially, substantial inputs to be put into perspective that must be overcome: structural, state and socially nt.

Keywords: Territorial planning; Centralism; polycentrism; Inequalities.

 

Resumo

O planejamento estratgico e ordenamento territorial um aspecto essencial no Equador contemporneo em suas jurisdies internas, ganhando importncia e relevncia para a populao e territrio abordado neste ensaio delimitado no perodo correspondente a 2009-2019, sendo recente, no No um produto presente , mas parte da configurao colonial inca-espanhola que instalou semnticas, formas e pragmticas organizacionais reforadas na repblica por meio de trs marcos: 1. institucional, 2. normativo e 3. programtico, que ainda vigoram no estado poltico centralista dominante e para o uso capitalista do territrio, uma abordagem que afetou e afeta as jurisdies internas, de: provncias, cantes e parquias para as quais feita uma reviso documental, mostrada em evidentes desigualdades geradas social e territorialmente, insumos substanciais a serem colocados em perspectiva que deve ser superado: estrutural, estatal e socialmenten.

Palavras-chave: Planejamento territorial; Centralismo; policentrismo; Desigualdades.

 

Introduccin

El Ecuador republicano de 1830 est llegando a su bicentenario, tiempo en el cual paso de la colonizacin Inca-espaol, a ser gobernado por una criolla oligarquizacin latifundista que sostuvo la dominacin y control estatal en disputa entre facciones regionales sierra-costa, superada con el desarrollismo de los 50 del s. XX que indujo a la modernizacin estatal mediante la penetracin socio-territorial constituyendo jurisdicciones internas, en: provincias, cantones y parroquias a las que se les dot de marcos normativos e institucionales, acompaado de sentidos programticos para el ejercicio de competencias poltico-administrativas. (Maiguashca, 1994: 357-358).

La transicin en mencin no alcanza para superar el modo de desarrollo pre-capitalista agroexportador, ni con el extractivismo petrolero-minero desde los 70 del s. XX, tampoco con el dbil industrialismo urbano que instal el modelo de Estado nacional moderno y democrtico, coartado tempranamente por el poderoso neoliberalismo planetario desde 1980, desarmando la mnima estatalidad desarrollada, descentralizando disparidades regionales (Barrera, 1999), sin que haya logrado cierto nivel de desarrollo e igualdad extendido hasta el vigente ensayo neo-constitucionalista del 2008 sin resolver los dficits esenciales para la vida de la poblacin, menos la solvencia econmica condicionante que refunde el Estado nacional.

Este Ecuador es parte constitutiva de la regin Latina de Amrica en el mapa estatal, poltico, lingstico, institucional, vecindario, correspondindole los sentidos comunes dados desde el siglo XV con la inicial conquista Inca, la posterior espaola-europea, hasta llegar al republicanismo con el vigente Estado liberal eurocntrico, adoptando y adaptando una suerte de republicanismo anglo-latino, mezcla que pari el civilizatorio mestizaje, no solo como producto racial, sino de dominacin estatal-societal.

Las transiciones identificadas, la repblica ensaya implantar un modelo de Estado nacional a la par de los de la regin, intento fallido, debido a que no fue convenido el sentido de Estado-nacin, sino de la supremaca del Estado elitista de corte oligrquico-burgus desarrollista; es con la versin desarrollista que se redefine una nueva geografa de poder de dominio interno, determinando categoras y subcategoras espaciales para las jurisdicciones-territorios tanto centrales y urbanas, como para la periferia, dependiendo del peso especfico poblacional, econmico y poltico anclados al dominio estatal-centralista (Deller, 1978:100-102).

En esta etapa moderna-desarrollista, es donde el Estado nacional se configura, sin despojarse del dominio elitista, sentido extendido al dominio y control territorial, reforzando la accin educativa y la presencia militar con la estructuracin de niveles de gobierno que reforz al colonial cabildo municipal como eje central, introduciendo al provincial desde 1945, pero como nivel de gobierno a partir de 1970, terminando en el 2000 con la conformacin de las juntas parroquiales como nivel de gobierno rural; con toda esta capacidad estatal no se logra el ansiado bienestar colectivo y la democratizacin socio-territorial-institucional porque el poder est cada vez ms centralizado en el Estado, mientras la ciudadana se vuelve ms autnoma (Domnguez, 2020: 275); esta autonoma ciudadana obviamente desvinculada del Estado-centrismo que se despoj de pertinencia socio-territorial.

En el corto periodo desarrollista se ha dotado a los territorios de jurisdicciones con representacin o gobierno poltico-administrativo, sustentado mediante normas especficas, ensayando proceso de planificacin nacional-local con la inicial JUNAPLA en 1954, hasta llegar al periodo 2009-2020, mismo que es acogido en el presente trabajo como campo de anlisis, pasando revista a los atrasos y pobrezas estructurales presente con y por la accin estatal mediante el uso instrumental de la planificacin nacional-territorial, ms cuando esta no fue demandada interna y/o socialmente, sino influida por el desarrollismo en mencin, que reconociendo avances sociales, pero con dominio elitista impide se superen los bienes bsicos, que no deja pasar a un segundo estadio que logre ndices medio de desarrollo humano, instalando desigualdades por el esencial uso capitalista del territorio, provocando los desequilibrios evidentes en la geografa nacional.

Es en este periodo que se define la nueva geografa de poder facilitando su estructuracin de la mano con el neoliberalismo desestatizador que instal la pobreza socio-territorial en la amplia periferia nacional, la que llega hasta la periferia urbana, escenarios que concentran los mayores atrasos, pobrezas y desigualdades sustentado como imaginario dominante, que los y con los niveles de gobierno, aunque tengan las condiciones de iguales no superaran desigualdades que altere a la periferia rural y urbana ni con los ensayos planificadores local del periodo definido, debido a que el sentido conceptual y metodolgico sigue siendo centralista.

Situacin nada contribuyente que pase del estructural estadio primario rural-agrario, al prioritario urbano semi-industrial, aunque se haya dotado de los necesarios aspectos bsicos esenciales, a pesar de aquello se han configurado asentamientos humanos estratificados prioritariamente urbanos en desmedro de la ruralidad, prioridad que ha distribuido una morfologa entre la centralidad del poder, con una mayoritaria periferia como determinante del control capitalista del territorio con una marcada ausencia de democratizacin institucional-territorial sin que logre justicia social y territorial.

 

Metodologa

El presente trabajo se sustent metodolgicamente por medio de la revisin documental al ejercicio de la planificacin territorial estatal, enfoque asociado a la comprensin de la planificacin no slo como un fenmeno individual, sino colectivo que se manifiesta en la realidad, haciendo una aproximacin como si fuese un objeto de estudio. Mediante este punto de vista, se tiene en cuenta que el proceso de planificacin se interrelaciona estrechamente y modifica la estructura e interrelaciones presentes a nivel regional o local objeto de estudio de intervencin. Aqu es posible asumir que la planificacin no es neutra con el objeto, ya que lo modifica: antes, durante y despus del proceso favorable a la perspectiva del bloque dominante. Este fenmeno tiene mayor nitidez al analizar las metodologas en aplicacin respecto de los resultados del proceso de planificacin; los efectos aqu observados se limitan al periodo 2009-2020, periodo prudencial por su posterior intervencin; aunque la dinmica impuesta sigue siendo obtener un plan jurisdiccional, lamentablemente a este se lo ha convertido en un documento, que aunque contenga un supuesto imaginario de cambios y modificacin socio-territorial, en el fondo resulta la profundizacin hegemnica estatal-centralista.

 

La planificacin y el ordenamiento territorial del ecuador

 

El devenir de la planificacin territorial del ecuador

El actual Ecuador republicano liberal desde 1830, es producto del independentismo que no lo deslig de la colonialidad, gobernado por un criollismo oligrquico llegando hasta los 50 del siglo XX, periodo en el que se instala una incipiente estatalidad de la mano del desarrollismo cepalino que intenta imprimir la modernizacin necesaria similar al de la regin, donde el Estado nacional deba estructurarse internamente en jurisdicciones: provincias, cantones y parroquias; a cada una de stas se les otorg un nivel de gobierno y/o representacin poltica que han terminado fraccionando y fragmentando la gestin del Estado conformada actualmente por 24 provincias, 221 cantones y 825 parroquias rurales, limitando la ansiada unidad nacional ensayada sin lograrlo con 20 Constituciones (1830-2008), las que han pretendido sustentar condiciones objetivas y subjetivas que creen, conformen y/o configuren un sistema poltico y rgimen de gobierno nacional-local.

A pesar del fraccionamiento-fragmentacin interna, este se sostiene por los sentidos y dominio centralista abordado narrativamente en Ecuador Drama y Paradoja (Bentez, 1950), el que presenta los acontecimientos y actores polticos desde el colonial incaico-espaol, trasladado a la repblica liberal, llegando hasta la frontera de la constitucin estatal desarrollista aqu mencionada; ubicando al Ecuador: del espacio al Estado Nacional (Deler, 1987), que estructur la geografa de poder ms all de las jurisdicciones internas con categoras espaciales al territorio nacional, ratificando el desequilibrio nacional sin contener la policntrica visin que hiciera una equilibrada unidad nacional; diferencias identificadas y profundizadas en, Ecuador un Pas en Ciernes (Quinteros, 1991), por la inexistencia estatal antes de la repblica sustentado en un pre-capitalismo no superado con/por el extractivismo petrolero-minero de los 70 del s. XX, ni con el dbil industrialismo, afectado tempranamente por el neoliberalismo desde 1980, profundizando el desarme descentralizador, con disparidades regionales y modo de desarrollo (Barrera, 1999). Estos insumos sustanciales han dado soporte al propuesto y vigente ensayo neo-constitucionalista del 2008, apropindose tericamente de los aspectos inconclusos que han evitado refundar el deseado Estado nacional democrtico ecuatoriano.

Al descrito Ecuador parte de la Amrica Latina indo-hispana-republicana, se pasa revista a los atrasos estructurales y pobrezas presente en la accin estatal mediante y por el uso instrumental de la planificacin, presente a fines del siglo XIX incorporada como nocin de previsin, asociada a una etapa dentro de un ciclo de administracin del Estado. Esta previsin calculaba el porvenir, especficamente en la utilidad y validez en relacin con el Estado del Gobernar es prever (Fayol, 1916); en este Estado incipiente fue necesario conformar una institucionalidad decidora guiada desde 1948 por la creada Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL); en esta poca el Ecuador est poblado por 71,7% de ruralidad (CEPAL, 2017), necesitando orientar no solo polticas, de la mano de la accin planificadora desarrollista, inicindose la transformacin de la esencial estructura comunal agraria, a la tendencial estructuracin social donde el Estado ha cumplido un rol director en la construccin del dominante espacio urbano-industrial nacional.

Este sentido planificador estado-centrista no fue demandado interna y socialmente, sino influido por el desarrollismo global, logrando avances sociales sin que se superan los elementales bienes bsicos que lo ubique con ndices medio de desarrollo humano, sosteniendo un Gini a junio de 2021 de 0,493 a nivel nacional, 0,478 en lo urbano, y 0,477 en lo rural; nada comparable con el registro ms bajo del 2017, que en lo nacional estaba en 0,462, donde el urbano fue del 0,442, y el rural de 0,434; determinando que este Gini se ha incrementado (INEC, 2021); independientemente de la comparacin temporal y/o espacial, las desigualdades estn estructuralmente presente por el uso capitalista del territorio provocador de desigualdades en toda la geografa nacional.

Aqu es pertinente ubicar el origen de la desigualdad tomando en cuenta la perspectiva crtica vinculada al proceso del desarrollo del capitalismo, caracterizado por un conjunto de contradicciones entre las que se destacan el desarrollo desigual en el tiempo (crisis peridicas) y en el espacio (brechas rural-urbano, brechas geogrficas entre pases) as como por la creciente desigualdad en la distribucin de la riqueza y el bienestar social presente en todos los niveles de la estructura social (Cueva, 2004) (Harvey, 2021).

Lo anterior tiene que ver en cuanto a pasar del estructural estadio primario rural-agrario, al prioritario urbano semi-industrial, donde al Ecuador le fue necesario dotarse de aspectos bsicos esenciales configurador de asentamientos humanos estratificados de primera, segunda, y la obvia periferia por el determinante control capitalista del territorio; es aqu donde el ejercicio planificador abordado no concibi el sentido nacional policntrico, tampoco la democratizacin institucional-territorial que da como resultante una mayoritaria periferia nacional.

Donde el significado social de la planificacin como accin y fuerza vitalizadora no ha sido la mxima estatal, sino el instrumento ideal de la expansin del capital y la reproduccin de la pobreza socio territorial capitalista, ya que con la inicial dotacin de bienes bsicos y servicios sociales deban crearse las condiciones para un mayor aprovechamiento intencional de la economa, que con la introduccin externa modifique la estructura productiva territorial, solo llevndolo a la consecuente mercantilizacin esquilmadora, pero con mayores ventajas hasta empresariales inducidas por el Estado vs la sobreviviente subsistencia de la local, donde esta ltima ha salido perdiendo, adems de haberse sometido a la externa. (Bielza de Ory, 1991).

Esta planificacin como acto de proyectar tiene variadas connotaciones y usos, los cuales pueden y deben darle sentido siendo continua y temporal, en la mayora de los casos se redujo a ser instrumental; aun as en todos los casos toma en cuenta o parte del pasado como antecedente, insumo que sirve para ubicarse en la temporal realidad presente y pensar proyectarse al futuro; todas han sido y son parte de los ejercicios o ensayos implementados en Amrica Latina, de estos un relevante enfoque es el Prospectivo, con el que anticipa lo que debe suceder en el futuro interviniendo deliberadamente con lo propuesto o corregir distorsiones propias en este caso del territorio y en los niveles subnacionales de gobierno aplicados en periodos gubernamentales (cada 4 aos), que debiendo aprovechar las oportunidades que ofrecen los contextos externos, como: la tecnologa, cooperacin financiera, hacerlos efectivos siempre que haya una cartera de proyectos o programas diseados por especialistas.

Otro enfoque es la Planeacin Estratgica, esencial para el empresariado privado, trasladado a la estatalidad con el fin de darle eficiencia en la prestacin de servicios, ms que nada en lo social; este se concentra focalizando objetivos, y la estrategia mediante la adopcin de un curso de accin o de los criterios que lo definen encaminados a influir en una transformacin deliberada de la realidad, desde una situacin inicial hasta un estado final que se define como deseable (Medina-Echeverra, 1977), enfoque estatalmente bastante institucionalizado.

El enfoque estratgico en la planificacin jurisdiccional se asocia a las condiciones cambiantes de la relacin del Estado, territorio y ciudadana, en un contexto internacional caracterizado por la creciente influencia global en el desarrollo de entidades territoriales como las ciudades, por ejemplo, las globales y las crecientes demandas por parte de la comunidad por respuestas descentralizadas ms rpidas y eficientes del Estado (Fernndez Gell, 2006). Lo estratgico parte del diagnstico mediante la tan conocida matriz FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), insumo necesario para disear la visin estratgica, con objetivos futuros que se desean alcanzar, formulando estrategias de un conjunto de ejes temticos que sealan el camino para el logro de los objetivos definidos, aterrizando en un conjunto de actividades.

Estos enfoques metodolgicos no han hecho que la descentralizacin sea la respuesta ms adecuada para incidir creativa y polticamente en el territorio, ya que se sigue ensayando espacios de coordinacin desde las potencialidades del Estado central con y entre los niveles de gobierno. Esta coordinacin ha logrado ciertos mrgenes de gobernabilidad, pero reafirmando la centralista dominacin estatal nacional, que no es nueva en cuanto a la centralizacin poltica y descentralizacin administrativa (Ayala Mora, 2002) como frmula en el Ecuador, usada a fines del s. XIX durante los gobiernos del progresismo. Es por esto que el estatal dominio se arroga metodolgica y normativamente la visin estructural de la planificacin a las jurisdicciones sin que sean decididas por estas, adems resulta evidente que una multiplicacin de instancias de gobierno encarece el costo del funcionamiento del Estado y dificulta la gestin pblica por la yuxtaposicin de administraciones, a las que el ciudadano debe recurrir para resolver sus problemas, los cuales muchas veces acaban colisionando entre s, y fruto de la descoordinacin, no resuelven las necesidades sociales (Viciano, 2009: 106).

A los enfoques planificadores en mencin les fue necesario incorporar ms que una metodologa, la participacin de la sociedad, involucrando a los actores territoriales claves y en este caso ms que decisores, han sido testigos de las pretensiones de la gobernanza en cuanto a crear un espacio de legitimidad ms all de la ilusoria ficcin electoral que pretende provocar equidades, ms que igualdades, cubriendo con glamour a la democracia estatal, reforzando mucho ms a la igualdad de mercado definida por lvaro Garca (2020), suponiendo democratizacin a la descentralizacin neoliberal, coincidiendo con la eleccin de gobernantes locales en Latinoamrica a partir de los 70 del s. XX; esta participacin contempl todo el ciclo de la planificacin, desde el diagnstico, hasta el ejercicio de la toma de decisin con la definicin de objetivos, estrategias, seguimiento y control de todo el proceso planificador; adems de los mecanismos prcticos mediante mesas locales de participacin, presupuestos participativos, hasta conformacin de consejos de planificacin participativa, consultas ciudadanas, cabildos abiertos, asambleas locales; esta gama metodolgica, tericamente efectiva ha seguido la lnea de la instrumentalizacin, debido a que la rendicin de cuentas no ha tenido el mismo procedimiento significativo y vinculante a la accin de la gobernanza local.

Es por esto que hasta la actualidad la estrategia de la planificacin territorial sigue siendo y es la nueva forma de reafirmacin Estado-cntrica que ampla el territorio estatal y como tal la extensin del poder poltico esencialmente por va regulatoria, territorializando el disfraz e intencin de resolver la problemtica socio-territorial, aunque en el fondo sigue aprovechando los recursos y el trabajo de la poblacin extendiendo la dominacin del capital. (Lucero, 2019), resumido por Monedero (2012), este proceso planificador estatal-centralista ha tendido a: (1) menor participacin popular en la poltica; (2) primaca de lo individual sobre lo colectivo; (3) sustitucin del Estado por el mercado, como de determinados actores sociales; (4) preponderancia de lo tcnico sobre el poltico; con este ltimo se pretende sustituir mediante una ingeniera planificadora por sobre la estatal gestin de la poltica.

 

Anlisis de la implementada planificacin territorial del Ecuador

Con los procesos de planificacin jurisdiccional del Ecuador se reafirma el territorio desde el 2009, afianzando la centralizacin con descentralizacin ineficiente dejando sin cabida un nuevo contrato Estado-sociedad-territorio mediante el ejercicio planificador y de ordenamiento territorial, convertidos solo en instrumentos polticos de incidencia nacional-local sin logros definitivos en cubrir los an existentes dficits socio-territoriales tan necesarios para entrar a un segundo estadio de desarrollo territorial y hasta de cierto autodominio que minar el centralismo estatal.

Ms bien este tipo y enfoque planificador sostiene los dficits bsicos, sin surtir efecto que dinamice el territorio, este sigue inmvil y mnimamente asistido, sin alterarse, ms all del crecimiento poblacional vegetativo que solo ensancha la espacialidad de los asentamientos; las dinmicas mnimas acaecidas han sido producto de atractividades por la instalacin de proyectos emblemticos, explotacin productiva o de recursos naturales, como: petrleo, camarn, minas, y en las vecindades fronterizas internas o binacionales.

La estatal metodologa planificadora ha profundizado la segmentacin jurisdiccional de provincias, cantones y parroquias, que para nada ha contribuido a lograr equidad o justicia policntrica que acerquen a las jurisdicciones de la mayoritaria periferia a los espacios centrales de Quito-Guayaquil y algo Cuenca; con lo mencionado se ha solventado mnimamente carencias bsicas, aunque comprometido con los Objetivos del Milenio hasta el 2015, y los vigentes de Desarrollo Sostenible al 2030, la tabla que sigue muestra la evolucin de las an no resuelta pobreza por Necesidades Bsicas Insatisfechas (NBI).

 

Figura 1: Necesidades Bsicas Insatisfechas

Pobreza por Necesidades Bsicas Insatisfechas

AO

Nacional

Urbano

Rural

2011

39,4

22,1

73,7

2012

36,8

19,5

70,8

2013

38,7

25,7

65,7

2014

35,4

24,8

57,8

2015

32,9

22,0

55,8

2016

32,0

22,3

52,6

2017

31,8

20,5

56,1

2018

33,5

21,4

59,5

2019

34,2

21,4

61,6

2020

32,6

21,8

55,7

2021

33,15

22,0

57,0

Fuente y elaboracin: INEC, 2022

 

La tabla anterior da cuenta que en una dcada las NBI se han reducido, sin que haya variado en lo urbano y una mayor reduccin en lo rural; en lo urbano el dficit sigue localizado en la periferia, donde sus gobiernos locales pudieron causar mayores efectos en justicia o equidad territorial.

Otro de los indicadores estructurales relevantes que evidencian desigualdad son los ingresos, la tabla que sigue registra la dcada 2011-2021 (diciembre).

 

Figura 2: Pobreza por ingresos

AO

Nacional

Urbano

Rural

Nacional

Urbano

Rural

Pobreza %

Pobreza extrema %

2011

28,6

17,4

50,9

11,6

5

24,6

2012

27,3

16,1

49,1

11,2

5

23,3

2013

25,6

17,6

42

8,6

4,4

17,4

2014

22,5

16,4

35,3

7,7

4,5

14,3

2015

23,3

15,7

39,3

8,5

4,4

17

2016

22,9

15,7

38,2

8,7

4,5

17,6

2017

21,5

13,2

39,3

7,9

3,3

17.9

2018

23,2

15,3

40

8,4

4,1

17,7

2019

25,0

17,2

41,8

8,9

4,3

18,7

2020

33,0

25,4

49,2

15,4

9

29,1

2021

27,7

20,8

42,4

10,5

5,9

20,6

Fuente y elaboracin: ENEMDU, 2022

 

La tabla 2 evidencia disparidades ms all de las sociales, las territoriales de la pobreza por ingreso, esta se mantiene en lo nacional y urbano y el ao ms bajo es el 2017, mientras en lo rural se ha reducido en un poco ms de 8 puntos, mientras que la pobreza extrema sigue inalterada en lo nacional y urbano, ligeramente reducida en lo rural, donde el ao 2020 es el pico de mayor incremento registrado producto de la alta incidencia del COVID 19.

Estos registros de carcter estructural estn directamente relacionados por la agravada situacin que afecta a la economa y por ende a los sectores productivos que son determinantes tanto en lo privado, como en lo pblico, adems que el Estado dej de participar de manera significativa en la economa a partir del 2014, afectando la fuerte significacin en las responsabilidades sociales de manera sustancial; para mayor muestra la tabla que sigue evidencia indicadores que relacionan poblacin y empleo al ao 2018.

 

Figura 3: Poblacin e indicadores de empleo

Indicadores

2018

Nacional

Quito

Guayaquil

Poblacin en Edad de Trabajar (PET)

8.534.515

1.525.709

1.970.806

Poblacin Econmicamente Activa (PEA)

5.384.306

936.072

1.248.607

Poblacin Econmicamente Inactiva

3.150.209

589.637

722.199

Empleo Adecuado/Pleno %

49,3

57,9

52,6

Subempleo %

16,3

9,7

18,9

Desempleo %

4,8

8,2

3,1

Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) 2018

 

De la poblacin en edad de trabajar y la PEA del Ecuador, Quito y Guayaquil concentran el 40%, concentracin natural atrada por el capital en los espacios centrales por el uso capitalista del territorio evidenciando un mayor % de pleno empleo; la lectura ratifica la sostenida centralizacin capitalista vs la pobreza y desigualdad de la periferia urbana y nacional.

Los registros estadsticos son relevantes y esenciales porque diagnostican la intervencin estatal, la que supone debe corregir las disparidades diseando un modelo deseado logrando territorios equilibrados. La geografa poblacional ecuatoriana demuestra su preponderancia urbana sin que se haya detenido su crecimiento, al 2010 las dos ciudades centrales con ms de dos millones de habitantes cada una dominan el contexto, seguida por 20 que estn entre los 100-500 mil habitantes; otro nivel ms bajo estn 103 que aglomeran entre 20-100 mil habitantes, y 98 con menos de 20 mil habitantes cada una (INEC); lo dicho determina que la totalidad urbana concentran el 62,76% de la poblacin nacional.

Es por la importancia urbana identificada que ONU-Hbitat seleccion 27 ciudades para realizar un estudio de Prosperidad Urbana (tabla 4) coincidente con la realizacin de Hbitat III en Ecuador al 2016. A pesar de aquello, el contexto urbano hasta ahora no logra universalizar sus bienes bsicos, solo aventaja lo rural, porque en lo urbano residen recursos y servicios superiores potencialmente ms poderosos, por la diversidad de habilidades y medios con que cuenta, como a las posibilidades de aprendizaje y de inventiva alcanzado, la existencia de redes de cooperacin y de movilizacin social logrado. (Zambrano, 2012: 96).

 

 

 

 

 

 

Figura 4: Poblacin de 27 ciudades seleccionadas que se midieron la prosperidad urbana.

Orden de Prioridad

CIUDAD

Productividad

Infraestructura

Calidad de Vida

Equidad e inclusin Social

Sostenibilidad Ambiental:

Gobernanza y Legislacin

Promedio CPI

Resultado de Prosperidad Urbana Global

1

Cuenca

64,78

63,34

64,48

68,68

47,25

62,37

61,4

Moderadamente slida

2

Ambato

62,67

61,89

61,89

67,81

52,07

57,66

60,46

3

Quito

61,34

66,83

61,15

68,55

42,08

65,04

60,08

4

Latacunga

61,45

69,34

58,96

63,55

43,14

54,72

57,9

Moderadamente dbil

5

Ibarra

54,52

65,79

61,4

68,08

45,17

49,82

56,85

6

Manta

57,86

60,24

58,94

54,16

39,36

66,06

55,41

7

Santo Domingo

56,62

55,7

56,68

64,97

37,28

65,97

55,29

8

Machala

57,48

70,24

58,21

60,35

29,13

67,41

55,06

9

Otavalo

59,74

69,02

61,24

64,3

27,26

61,64

54,87

10

Guayaquil

57,93

61,25

57,32

67,04

30,59

62,18

54,4

11

Portoviejo

52,94

61,06

60,9

54,57

42,44

51,61

53,53

12

Riobamba

57,22

68,29

62,51

57,56

30,73

54,07

53,47

13

Loja

52,94

77

65

58,3

30,87

45,79

52,87

14

Chone

55,03

62,11

61,35

56,96

31,23

56,2

52,51

15

Zamora

57,63

65,35

56,36

57,08

30,99

55,19

52,41

16

Quevedo

51,12

53,93

55,22

65,91

31,11

65,21

52,26

17

Duran

58,99

56,19

60,41

62

29,7

54,98

52,22

18

Tena

60,17

59,24

55,95

57,31

31,18

52,86

51,58

19

Daule

54,8

55,4

59,18

64,5

30,38

53,09

51,51

20

Santa Elena

53,87

54,87

57,89

53,55

31,09

64,31

51,35

21

Milagro

56,5

58,81

56,38

64,9

27,29

47,46

50,07

22

Quinind

55,91

50,14

51,8

57,21

30,97

56,43

49,39

Dbil

23

Babahoyo

53,39

54,93

55,34

54,93

30,66

50,07

48,91

24

Esmeraldas

48,09

62,82

56,48

59,11

25,68

44,37

47,51

25

Orellana

57,77

56,04

53,97

56,28

26,78

42,61

47,32

26

Morona

53,84

58,18

53,64

53,14

30,99

39,89

47,18

27

Lago Agrio

54,26

53,5

50,03

57,94

27,19

47,25

47,02

Fuente y elaboracin: reporte del ndice de Prosperidad Urbana (CPI) para 27 ciudades ecuatorianas. ONU-Hbitat, 2016

 

Ests 27 ciudades constituyen una significativa representacin poblacional, en sus cantones promedian el 63,22% como el mayoritario 76,4% de la urbana nacional y el 47,98% de la poblacin nacional al 2010 (INEC); hay que identificar que esta composicin poblacin urbana no es uniforme, sino asimtrica en el conjunto de las 27 ciudades, donde Quito y Guayaquil concentran el 55,92%.

De los seis ndices que hacen la rueda de prosperidad, dos de las tres ciudades centrales del Ecuador la encabezan: Cuenca y Quito con calificaciones que llegan al 60% sin que sea lo ms ptimo, debido a que los ejercicios de planificacin que ejecutan sigue subordinado a la dotacin de infraestructura, insumo esencial para subir de nivel, pero abona a la expansin y sostenimiento del capital privado inmobiliario y comercial; esta intervencin no ha contribuido a la organizacin espacial, ms bien mantiene y administra el desorden o los desequilibrios que demuestra el lmite o fracaso planificador estatal, mucho ms en el neoliberalismo.

En la planificacin de infraestructura, la inmobiliaria es central, a pesar de aquello no ha tomado en cuenta la oferta y demanda que pudo alcanzar autonoma con sus tres vertientes: autoconstruccin, privada y pblica; en todos los casos esta variable es excluyente, debido a que requiere de inversin de la que no dispone el pas, este sector representa el 9,47% de PIB nacional (Banco Central, 2020).

Para mayor fundamentacin de lo anterior parte, las cuentas nacionales que registra el Banco Central al 2020, en este se inscriben los 14 sectores ms relevantes de las economas cantonales y del contexto nacional, con este registro se da cuenta la esencial concentracin territorial del capital, y de la evidente distribucin de la pobreza en la periferia mostrada en la tabla que sigue.

 

Figura 5: Per cpita de cantones capitales de provincia

N

Cantones

Per cpita (USD)

N

Cantones

Per cpita (USD)

1

Orellana

10.600

5

Cuenca

6.706

2

Esmeraldas

8.916

6

Lago Agrio

6.892

3

Quito

8.610

7

Machala

6.813

4

Guayaquil

7.697

Per cpita media nacional

5.670

8

San Cristbal

5.458

17

Loja

4.262

9

Latacunga

5.454

18

Tulcn

4.181

10

Pastaza

4.956

19

Santo Domingo

4.170

11

Babahoyo

4.819

20

Azogues

3.899

12

Ambato

4.645

21

Guaranda

3.380

13

Ibarra

4.473

22

Morona

3.346

14

Riobamba

4.443

23

Tena

2.890

15

Zamora

4.321

24

Santa Elena

2.343

16

Portoviejo

4.318

Fuente: Banco Central, 2020

 

De la tabla anterior, 12 capitales provinciales tienen mayor per cpita que el resto de sus cantones: Guaranda, Latacunga, Riobamba, Machala, Esmeraldas, Ibarra, Loja, Morona, Pastaza, Quito, Santo Domingo y Azogues; 7 capitales de provincias tienen un per cpita mayor que el promedio nacional (5.670 USD): Orellana, Esmeraldas, Quito, Guayaquil, Cuenca, Lago Agrio y Machala, el resto est por debajo del per cpita medio nacional.

Solo 27 cantones (12,21%) de los 221 del Ecuador sobrepasan el per cpita medio nacional, estas son el mayor asiento de la concentracin del capital nacional: Quito, Guayaquil, Cuenca, Rumiahui, Samborondn, Durn, Machala, Montecristi, Manta, Jaramij; por industria petrolera (explotacin y refinacin) 8: Esmeraldas, Libertad y Shushufindi, aqu se identifica el mayor per cpita nacional que es Cuyabeno (45.186 USD), Joyas de los Sachas, Orellana, Aguarico y Lago Agrio; Yantzaza (minas), 3 por ubicacin de hidroelctricas: Sevilla de Oro, Chaco, Baos; el atractivo turstico de Santa Cruz; la agricultura tambin tiene los destacados cantones: Espejo, Pueblo Viejo y Valencia, acompaado de Junn con la relevante avicultura. Del total de cantones el que tiene la economa ms pobre es Salitre del Guayas (773 USD) de per cpita al 2020, siendo 7,3 veces menos que la media nacional, acompaado de los cantones: Jama, Pucar y Tiwintza que estn por debajo de los 1.000 USD per cpita.

Lo anterior hace determinar, que el crecimiento econmico diferencial de los cantones del Ecuador, segn el modelo de interaccin espacial para el anlisis del crecimiento regional del Ecuador (Correa, Quintana y Mendoza, 2019: 72-78) para su impacto positivo est relacionado esencialmente por los indicadores de aos de escolaridad (desempeo educativo), la tasa de crecimiento poblacional y el peso que tienen las empresas manufactureras y de servicios en los cantones del pas. Por otro lado, este crecimiento es afectado negativamente por el consumo de energa, y por la mayor distancia en relacin a los centros econmicos relevantes y el crecimiento de la informalidad representado por el autoempleo. Con la especfica y necesaria aclaracin, que el ndice per cpita cantonal en nada significa superacin de pobreza, ni mejora econmica de la poblacin, aunque al cantn se le carga la generacin de la explotacin o refinacin petrolera, hidroelctricas, estas son administradas por el centralista Estado y distribuido los recursos por parte de la hacienda nacional, la cual contempla criterios comunes en asimtricas condiciones comparativas.

A pesar de lo anotado lo local o sub-nacional sigue estando subordinado y funcional al capital y como tal al control de la planificacin centralista nacional, impidiendo ensayar mnimos esfuerzos y/o capacidades que posibiliten ganar mrgenes de autonoma y se cubran los esenciales dficits bsicos; es por esto que hasta ahora se sigue justificando la accin de los tres niveles de gobierno sin que hayan mejorado el ejercicio fiscal, siendo insuficiente no se han obligado a concurrir o mancomunar.

Por lo dicho, es en el espacio donde se produce o reproduce la desigualdad urbana, ms en lo rural, entre urbanos, entre rurales, al interior de los urbanos y rurales, aqu el Estado debe ser nico creador de equidades sociales y territoriales; ms cuando el capital como lo evidenciado se sigue sirviendo para sostener atrasos, pobrezas, extrayendo renta; la importancia crucial de la fijeza geogrfica de la organizacin territorial del Estado radica entonces, en proveer infraestructuras institucionales estables para el conjunto de intercambios entre lmites fronterizos estatales, y con ello imponerse como un soporte regulatorio de igual estabilidad para los flujos de capital, tales como fuerza laboral, materias primas y dinero (Brenner 1997: 11).

Asentado territorialmente el capitalismo, se reinventa mediante la progresiva destruccin de paisajes geogrficos y su progresivo rediseo. As, la regulacin de este irregular desarrollo capitalista depende de la acertada confeccin de planes regionales de gobierno y de proyectos sociales que acomoden las condiciones cambiantes en su beneficio, aprovechando de la mejor manera las posibilidades emergentes que reestructuran permanentemente la red global. Estos mismo planes, programas y proyectos, que se elaboran en el seno de la dinmica sociopoltica, estn sujetos a los momentos de destruccin y construccin del capitalismo, por lo que dichos planes deben orientarse hacia un horizonte lejano (planes de largo plazo), advirtiendo que lo local se retroalimenta de lo global en una red de espacios y paisajes geogrficos (Lucero, 2019).

Esta configuracin desigual del desarrollo es coincidente con la caracterizacin de naturaleza centrpeta del poblado europeo, al carcter centrfugo del latinoamericano (Roberts, 1980: 60), similar en lo econmico en acuerdo con la lnea afirmada por Samir Amn, donde el capitalismo perifrico tiene una estructura bastante diferente de la del capitalismo central. Mientras el capitalismo central experimenta una acumulacin centrada en s misma, las formaciones sociales perifricas poseen una estructura inherente de desarrollo desequilibrada. En el centro, el desarrollo gira en torno a la produccin de bienes de capital y al impulso del consumo de masas; en la periferia, en cambio, la base de la economa viene formada por la produccin para la exportacin y el consumo de bienes suntuarios, lo que resulta en una estructura desigual (1974: 9-26).

Es por esto que la accin poltica y econmica prioriz en determinados territorios la construccin del Estado, ms que de la nacin, aqu se fue dando la centralizacin de espacio y a partir de estos se fueron armando los otros como satlites del centro (periferia), nada fue autnomo, ni ser tampoco, est articulado a una taxonoma territorial; el capital copa o cubre el espacio o territorio, pero le da roles diferenciados el desarrollo desigual es una funcin de la universalidad contempornea del capitalismo (Smith, 2008: 141).

Muy a tono con lo dicho por Mbembe (2020), que vivimos en un cambio epocal, por un lado, el mundo se ha empequeecido o contrado espacialmente, tocando de algn modo sus lmites fsicos, hasta el punto de que probablemente ningn rincn de la tierra sea desconocido, est deshabitado o sin explotar (por parte del capital). Al mismo tiempo, la historia humana atraviesa una fase caracterizada por lo que llama la repoblacin del planeta, que demogrficamente se traduce en un envejecimiento de las sociedades del norte y un rejuvenecimiento del continente africano y asitico en particular. Por otro lado, en cuanto a la estructura de las poblaciones, estamos viendo el crecimiento de una gran segregacin social, una suerte de gigantesco apartheid, junto a enormes olas migratorias a escala planetaria que recuerdan a los primeros tiempos de la colonizacin; lo dicho reafirma la configuracin desigual social y territorial en los escenarios locales, nacionales, continental y planetario.

Con lo afirmado los lineamientos hasta ahora expedidos por la matriz de planificacin nacional en el Ecuador desde el 2009, para lo territorial no cumplen, ni logran los propsitos de igualdad para el logro de la justicia espacial, tampoco le sigue siendo favorable a la social de los 5 grupos de atencin prioritaria identificados en la Constitucin inscrito en el Art. 35, ms porque siguen siendo una falsa disyuntiva entre los derechos de las as llamadas minoras de nios, nias y mujeres y el derecho a la diferencia de los pueblos indgenas sealado por Rita Segato (2011: 2).

 

Resultados de la aplicacin de la planificacin jurisdiccional del Ecuador

El Ecuador del 2020 entra a su tercer ensayo continuo de planificacin jurisdiccional para los niveles de gobiernos locales o autnomos descentralizados desde la vigente Constitucin del 2008: empez en 2009-2014, continuado en el 2015-2019, extendido hasta el presente 2019-2023; estos ensayos estn respaldados con los creados dispositivos institucionales: Consejo Nacional de Competencias, Consejo Nacional de Planificacin, Secretara Nacional de Planificacin (SENPLADES), Superintendencia de Ordenamiento Territorial; dispositivos que han reemplazado a las plataformas asociativas de los niveles de gobierno local, como: Consejo Nacional de Gobiernos Provinciales (CONGOPE), Asociacin de Municipalidades del Ecuador (AME), y Consejo Nacional de Gobiernos Parroquiales (CONAGOPARE); plataformas que han demandado una mayor participacin del presupuesto estatal, sin haber contribuido a mejorar la organizacin en o de la gobernanza territorial, posicionando disputas de hegemonas polticas electorales dominantes con/por los gobiernos de turno.

En este periodo la variable territorial cobra relevancia desde el 2017, con un enfoque tericamente transversal, pero sigue primando la poltica pblica de enfoque sectorial, a pesar de esto es valorado en la regin porque toma en cuenta la sostenibilidad y gestin ambiental, el impulso de la economa urbana y rural sobre la base del uso sostenible y agregador de valor de recursos renovables, y propiciar la corresponsabilidad social y el desarrollo de la bioeconoma; abordando y proponiendo sistemas de gestin integral del medio ambiente, los desechos y las emisiones; priorizando la reforestacin, la investigacin en produccin sostenible y el ordenamiento de actividades de explotacin de recursos naturales, con nfasis en la geografa amaznica y costera. Adems de promover la conservacin del recurso hdrico y la creacin de un sistema integral de reas protegidas (ILPES, 2019: 171). Aunque esta poltica pblica regional y nacional sigue siendo lenta, costosa, ineficiente y solo evaluada desde la ejecucin presupuestaria, que evita el filtro en el cumplimiento de la reduccin de inequidades o desigualdades.

A este ensayo planificador le son vinculantes el mandato Constitucional (2008), y los orgnicos: Cdigo del Rgimen Autnomo Descentralizado (COOTAD, 2010), y de Planificacin y Finanzas Pblicas (2010), articulado a los Planes Nacional de Desarrollo y de Descentralizacin 2012-2015; las Estrategias Territorial Nacional integradas a los planes de desarrollo nacional, la del Buen Vivir Rural del 2012, la del Cambio Climtico del Ecuador (ENCC 2012-2025), de la Gran Minga Nacional Agropecuaria 2017-2021, asentadas en las Agendas de las nueve zonas de planificacin diseada desde el 2008, sin dejar de mencionar a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030; la asignacin presupuestaria proveniente de la hacienda nacional e ingresos propios, extendido al apoyo financiero del Banco de Desarrollo (BEDE), como de la cooperacin externa, reforzado con la Ley Orgnica de Ordenamiento Territorial, Uso y Gestin de Suelo del 2016; adems de todas las versiones metodolgicas de actualizacin de los Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial para provincias, cantones y parroquias desde el 2009.

A este marco normativa e institucional no le es correspondida por el desbalanceado Sistema Nacional que brinda informacin para la planificacin jurisdiccional en lo: nacional, provincial, local por diversas periodicidades: decenal, quinquenal, anual, mensual actualizado al 2018 (http://sni.gob.ec/inicio). Este desbalance est dado sin que coincidan las temporalidades de la informacin relevante Censal, el Agropecuario del 2000, el de Poblacin y Vivienda 2010, la informacin cartogrfica generada por el Instituto Espacial Ecuatoriano el 2013, extendida al programa Sigtierras del 2015; este ltimo proporciona informacin para la planificacin del desarrollo y ordenamiento territorial; todo este desbalance debilita las pertinentes y oportunas actualizaciones de los planes de desarrollo y ordenamiento territorial que se realizan en periodos gubernamentales de cuatro aos.

Con lo mencionado, el centro estratgico la constituyen las sustanciales Estrategias Territorial Nacional (ETN), marco en el cual integra y relaciona la planificacin nacional con la jurisdiccional, aplicando el criterio del cierre de brechas territoriales en lo social (salud y educacin), pero se vuelve complejo porque estas variables son competencia del gobierno nacional en las que hay poca o nula incidencia local que dificulta la interrelacin entre niveles.

Es por esto que las ETN son y se convierten en la herramienta de ordenamiento territorial del plan nacional de desarrollo, desde donde se supone deben provocar sinergias con lineamientos que orientan y dan pertinencia a la implementacin de las polticas pblicas en el territorio, aterrizados en las peridicas actualizaciones de los Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PD y OT); desde este enfoque la prioridad es el plan nacional, dejando sin cabida para la configuracin de la planificacin territorial con autodominio; por lo dicho, los PD y OT dejan de ser el sustancial insumos de la planificacin territorial, solo vinculante al nivel de gobierno que lo realiza, y no al conjunto de la estatalidad que intervienen en el territorio. Este ejercicio planificador es esencialmente vertical (de arriba hacia abajo), logrando la territorializacin de la estrategia nacional que espacializar los grandes proyectos y metas nacionales que sigue sosteniendo la centralizacin del Estado afectando al an terico propuesto policentrismo en los vigentes y consecuentes planes nacionales.

Los instrumentos generados hacen de las ETN la base de las polticas de largo y mediano plazo, jalonando a los niveles internos y actores esencialmente institucionales, por lo que los PD y OT dejan de ser vinculantes, y los actores que no sean GADs hacen planes y polticas sectoriales por fuera de estos contribuyendo a debilitar la planificacin territorial, y como tal a la superacin de las desigualdades. Por lo que los planes nacionales, aunque contemplen las ETN, no necesariamente tienen una dimensin espacial, si es que estas no expresan pertinentemente la complejidad y diversidad del territorio, sino el enfoque Estado centrista.

Si estas ETN se convierten en amenazas sin haberse impertinentemente territorializadas, se le quita peso y rigor en la materializacin o territorializacin de toda poltica, lineamiento y bsqueda de consecucin al estar centrada en la consecucin de los objetivos del Plan Nacional y las agendas sectoriales, sin darle un peso especfico como corresponde a los PD y OT. Adems, hasta ahora no se cuentan con mecanismos que permitan medir el impacto de los lineamientos establecidos en las ETN que impide determinar el alcance real de estas y el aporte de cada nivel de gobierno para alcanzarlo. Adems, puede ser que la participacin de los diferentes actores en la definicin de las metas y los lineamientos haya sido baja, escasa o nula. Esto implicara que es necesario fortalecer el ejercicio de planificacin territorial desde abajo (Mttar-Cuervo, 2017: 88-90).

Como la planificacin responde a la visin centralista por el consecuente dominio poltico y el obvio control territorial; es con el neoliberalismo que se acudi a la descentralizacin reforzando los encargos estrictamente administrativos en bienes bsicos en y para lo local que dotar de cierto nivel de infraestructura y servicios para su sobrevivencia y que esta sea funcional al capital y al obvio control estatal central, este sentido debilita an ms la fragmentada y/o ruptura del enfoque de espacio neutral entre lo rural-urbano, y ms bien sigue la induccin deliberada del desigual reforzamiento del mismo contexto urbano y de este con el rural.

Otra de las peculiaridades espaciales del Ecuador es su diferencial situacin del Estado interno en jurisdicciones-territorios de primera, segunda o tercera categora, contradictoria a una supuesta igualdad entre provincias, cantones y parroquias o entre niveles, aunque sigue primando la mxima normativa de ser iguales ante la Ley, pero las diferencias son muy marcadas por la configurada organizacin capitalista del territorio inducida por la infraestructura, y actuacin del Estado, y la obvia concentracin urbana.

Este sentido sigue arrastrando a la actual planificacin jurisdiccional que no rebasa el umbral de las insatisfacciones bsicas, tampoco lograr hacer efectivo derecho alguno, entre estos la plena habitabilidad, condicin de un mbito determinado de poder estar adecuado a las necesidades humanas, como a las actividades que esta desarrolla, extendida al contexto natural, al derecho al lugar, para su uso, ocupacin, produccin, con el obvio y responsable gobierno, el que sea justo, inclusivo, seguro y sostenible en la perspectiva de lo comn. (ONU-Hbitat, 2016), efectivizando la funcin social de la propiedad y del asentamiento; con espacios pblicos de calidad; vnculos rurales-urbanos equilibrados y sostenibles; una economa diversa e incluyente; con una ciudadana inclusiva que participe en la poltica; donde estos derechos estn relacionados con la no discriminacin, la igualdad de gnero y la diversidad cultural.

Rompiendo que la planificacin jurisdiccional slo supla carencias o necesidades, para nada proyectada en superarlas, las que siguen siendo una constante que mide dficits, debido a que la poblacin vive y siente un estado de insatisfaccin que impide pasar a un estadio superior del desarrollo humano y territorial, este enfoque localiza problemticas, las cuales deben ser dotadas esencialmente de infraestructura y/o servicios que equilibre en la perspectiva de la justicia territorial resiliente, reduciendo amenazas en riesgos y desastres como las permanentes inundaciones, deslaves y frecuentes sismos como el ultimo acaecido el 16 de abril del 2016 producto de la alta sismicidad del litoral ecuatoriano.

La expansin del asentamiento humano ha sido y es desordenado, rompiendo con la estructura compacta de los aglomerados poblacionales y urbanos, instalndose en otros espacios por fuera de estos, como: en el curso de los accidentes naturales (ros), o culturales como caminos y vas aprovechados o inducidos por la expansin del capital que ha ido colonizando la periferia para habitarla, donde cre las condiciones de conectividad y transitabilidad manifestada por Harvey (2012); por lo que la planificacin instrumental tampoco apunta a resolver y/o detener esta expansin, debido a que es negocio del capital inmobiliario y una forma de colonizacin de la dominante vida urbana des-ruralizando cultural y espacialmente a la periferia. Esta expansin inmobiliaria es esencialmente elitista, acumula capital, concentrando la atencin estatal en la dotacin bsica de bienes, disminuyendo la pertinente atencin a la poblacin pobre de la periferia.

Los ltimos tres ejercicios de planificacin jurisdiccional del Ecuador (2009-2019) han intentado cumplirse normativa y metodolgicamente, vinculantes para todos los niveles de gobierno: provincial, municipal y parroquial por igual, estos deciden a su haber y entender, cumpliendo lo estrictamente necesario que viabilice el normal funcionamiento del nivel de gobierno, sin que interfiera al uso capitalista del espacio.

Esta planificacin jurisdiccional no alcanza a ser estatalmente vinculante, solo para el nivel de gobierno que la disea-decide y no para el nacional, aunque el eje central de la planificacin local es el plan nacional que impide la territorializacin, ni siquiera con la estructuracin de 7 zonas de planificacin del Estado central, extendida a 9 con los dos mayores centros urbanos: Quito y Guayaquil; esta lgica de planificacin estatal se superpuso al rgimen autonmico, como es del caso de las emergencias o riesgos como el terremoto del 16A, donde la estatalidad central se instal a gobernar Manab y Esmeraldas; con las 9 zonas de planificacin se fortaleci la gestin desconcentrada del gobierno central, imponindose la lgica centralista sin haber dotado de capacidades de gestin real para el desarrollo jurisdiccional, sino de control poltico; justo en este periodo no se han desarrollado capacidades institucionales o de respuestas territorializadas de la informacin y la presupuestacin pblica-estatal.

Hasta el 2008 la variable territorial para el Ecuador es vista exclusivamente como instrumental para el rgimen seccional, enfocada a darle cierta visin de carcter estratgico, herencia de la planificacin desarrollista de la Junta Nacional de Planificacin (JUNAPLA, 1954), evolucionado con el Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE, 1988), reducindose a una Oficina de Planificacin Nacional (ODEPLAN, 1998), re institucionalizando en la Secretara Nacional de Planificacin (SENPLADES, 2007). En este periodo, los lineamientos de la planificacin se han gestado desde el mandato constitucional de la planificacin nacional para los Gobiernos Autnomos Descentralizados, los lineamientos ensayados se muestran en la tabla que sigue.

 

Figura 6: Lineamientos de la planificacin estratgica y territorial para las jurisdicciones internas: provincias, cantones y parroquias.

2010-2011

2014

2019

Aspectos diferenciales

Se definen seis componentes o sistemas: 1. Biofsico, 2, Sociocultural, 3. Econmico-productivo, 4. Asentamientos Humanos, 5. Movilidad, Energa y Conectividad; 6. Poltico-institucional.

Se reduce a cinco componentes: 1. Biofsico, 2, Sociocultural, 3. Econmico-productivo, 4. Asentamientos Humanos, Movilidad, Energa y Conectividad; 5. Poltico-institucional.

Se disean Categoras de Ordenamiento Territorial.

Se clasifica y subclasifica el suelo.

Aspectos comunes

Se establecen tres momentos de la planificacin y el ordenamiento territorial: 1. Diagnstico, 2. Propuesta de Desarrollo y Modelo deseado de Territorio, y 3. Modelo de Gestin.

PRINCIPIOS:

1. Reduccin de inequidades y satisfaccin de necesidades bsicas a travs de una estrategia de desarrollo endgeno y de un ordenamiento territorial equilibrado.

2. Coordinacin y gestin transectorial (coordinacin horizontal).

3. Articulacin intergubernamental (entre niveles de gobierno).

4. Articulacin con el Plan Nacional de Desarrollo.

5. Fomento de la planificacin participativa, la rendicin de cuentas y el control social en los procesos de planificacin y de ordenamiento territorial que reconozca la diversidad de identidades.

No se establece un orden de prelacin de los componentes o sistemas, estos resultan de las prioridades que determine cada GAD o nivel de gobierno.

Los lineamientos hasta ahora implementados no inducen a la interseccin de los componentes o sistemas como base de los enfoques planificadores en sinergias mutuas e integrales.

Los sistemas o componentes parte integral de los PD y OT no necesariamente son competencias de los GADs.

Los modelos deseados de territorio son un diseo cartogrfico sin incidencia en la modificacin territorial.

La participacin ciudadana o de actores de la sociedad civil local que participan en el proceso de actualizacin y ejecucin de los PD y OT responden a la visin dominante de los gobernantes locales.

Se adolece de instrumentos normativos que someten el cumplimiento obligatorio de la planificacin territorial.

La rendicin de cuentas de los gobernantes o instancias locales no est basadas en la planificacin estratgica-territorial.

Es inexistente un sistema de evaluacin institucionalizada del cumplimiento de los PD y OT.

Inexistente observatorios sociales que auditen el cumplimento de los PD y OT.

Fuente: SENPLADES, 2011/2014/2019.

 

Los lineamientos identificados tienen una estructura y carcter abarcador al contexto jurisdiccional-territorial desde el diagnstico, apartado denso que no sirve de insumo sustancial para la propuesta de desarrollo y ordenamiento territorial, con una visin y misin que aterriza en objetivos estratgico, los cuales se quedan sin piso o base en las reducidas metas e indicadores que se vuelven vinculante solo al nivel de gobierno que lo impulsa; en el ordenamiento territorial, aqu se hace un juego de modificacin cartogrfica prospectiva denominadas categoras que hasta ahora no logra permear a la estatalidad y sociedad civil local, que intentan incidir en ensayos de polticas estrictamente cantonal; lo anterior choca en la definicin de programas y proyectos sujetas a los dficits presupuestarios disponible para cada nivel de gobierno.

A pesar del esfuerzo aqu sustentado en tres periodos de gobierno local no se superan los atrasos y pobrezas jurisdiccionales histricas, menos ha contribuido instalar democracia institucional-territorial contemplada en la normativa del COOTAD que otorga competencias exclusivas y concurrentes en el marco de la planificacin y ordenamiento territorial sealados en los artculos 363, 364 y 367 de la Constitucin (2008).

El cuello de botella estructural de la planificacin jurisdiccional es que est anclada exclusivamente a los recursos fiscales, dependiente del presupuesto proveniente de las transferencias intergubernamentales, aunque se haya multiplicado en 1.7 veces son de alta volatilidad y provocan inseguridades financieras ulteriores que dificultan la formulacin de agendas programticas de largo plazo (Mencias, 2017). Las transferencias a los gobiernos locales representan el 4.7% del PIB, mientras los ingresos propios equivalen al 1.0% del PIB, con lo que la relacin entre transferencias/ingresos es del 79%, indicativa de su excesiva dependencia del presupuesto nacional, con consecuencias en la no mejora de la calidad de servicios (Viscarra, 2016). La descentralizacin administrativa formalmente consumada, junto a una tenue descentralizacin fiscal, pone en evidencia el dilema de la descentralizacin poltica, su efectiva viabilidad en escenarios signados por el fraccionamiento de los gobiernos seccionales.

De esta dependencia presupuestaria fiscal asignada a los GADs al 2018 fue de 3.129,01 millones de USD (MEF, 2018), que de acuerdo al Art. 192 del COOTAD (2010) se distribuye el 67% a los municipales, 27% a los provinciales y 6% a los parroquiales, el manejo autnomo interno el Art. 198 de esta norma condiciona que las transferencias que efecta el Gobierno Central a los GADs podrn financiar hasta el treinta por ciento (30%) de gastos permanentes y un mnimo del setenta por ciento (70%) de gastos no permanentes necesarios para el ejercicio de sus competencias exclusivas con base en la planificacin de estos, a este mandato normativo, reducen de manera deliberada el rubro de inversin, debido a que sobrepasa el operativo, como el de administracin directa.

Con estas formalidades normativas se han sorteado los endebles GADs, adems de sus desiguales capacidades institucionales, ms de sus gobernantes de turno en los tres niveles que han repercutido y repercute sustancialmente el proceso planificador, donde los tres niveles de gobierno local sigue sin conformar la necesaria intermediacin con el central que evite las disputas entre el reciente Consejo Provincial (1945), con el colonial cabildo Municipalista que tienen atrapado al clientelar nivel parroquial.

Sostener este estado de situacin es inviable y re-centraliza lo pblico a costa de una dbil descentralizacin, por lo que el futuro pende de calibrar una nueva relacin entre el centro y las localidades, la que reconfigure vnculos, desactivando mesuradamente la recentralizacin pblica, este pblico es muy contrario al concebido por Karina Oliva (2021) en lo pblico, lo comn y la lucha por la igualdad, debido a que la democracia de la regin es un sistema de representacin estrictamente electoral, donde el centro es el Estado, porque este no promueve una real subsidiariedad a los actores, intereses y procesos locales. Hay que avanzar en democratizar lo pblico territorial, en simultneo a escalas nacional y local, replanteando las relaciones entre el Estado, la sociedad y la economa.

En esa direccin y ante una eventual saturacin de la dispersin poltica territorial, podra abrirse un ciclo de gobernanza multinivel (Subirats, 2014), en los gobiernos y actores locales que les permita superar, en la accin pblica, muchos de los problemas que les son comunes. Cabe estimular la asuncin de modalidades de gobernanza multinivel con competencias integradas en los niveles sub-nacionales y central, flexibles a la complejidad territorial: en las ciudades metropolitanas les corresponde a los municipios metropolitanos, en las provincias a las prefecturas en condicin de gobiernos intermedios, instalando modalidades de gobernanza multinivel orientadas a la ruralidad, a las ciudades intermedias y conurbadas. Las competencias descentralizadas de fomento productivo, cuencas hidrogrficas, vialidad, trnsito y movilidad, y patrimonio cultural, al igual que realidades como las ruralidades estancadas y la expansin urbana requieren polticas de alcance regional solo posibles bajo formas de gobierno multinivel.

La agregacin de intereses territoriales, el apalancamiento de recursos pblicos y privados, y las polticas de alcance regional podran materializarse con acuerdos estratgicos en agendas integradas entre provincias, municipios y parroquias rurales, convirtiendo a la actual cmara provincial en el espacio de la gobernanza multinivel. Sin embargo, junto a los acuerdos intergubernamentales y a los rediseos institucionales que sienten certidumbres de descentralizacin, sus alcances tambin estn en relacin al fortalecimiento de las organizaciones y fuerzas populares que demanden la democratizacin de los gobiernos locales (Torres, 2019: 171). En todo esto es donde la planificacin jurisdiccional debe territorializar.

El entre nivel debe tener su centralidad en lo programtico, plasmada en el proceso planificador que aterrice en la operatividad que se ejecuta, surtiendo efecto positivo en las acciones que se desplieguen eficientemente en el territorio; este proceso planificador debe tener importancia como mecanismo efectivo para la gestin con sentidos: 1. Vertical (nacional, regional, provincial, cantonal y parroquial) y 2. Horizontal (articulado en el mismo territorio) del Estado. Esta planificacin en lo local debe dejar de mirarse a s misma, requiriendo una alta dosis local-global-local insumo sustancial de la poltica pblica estatalizada.

 

Conclusiones

En la perspectiva de construir territorios polticamente organizados, los procesos modernos de la gestin pblica deben pretender imprimir un predominio del ordenamiento planificado, siendo importante, debe ser armonizado con el social; el enfoque tcnico siendo el horizonte a seguir debe lograr una convivencia estratgica mediante la interaccin con y de los actores locales; este horizonte debe superar la tendencia que lo que se planifica necesariamente es lo tangible, se mide o presupuesta, dejando de lado lo intangible que puede ser ms o igual de importante como la Cultura Ciudadana; las dos pticas deben contribuir a hacer de la planificacin cultura institucional y ciudadana en las localidades.

En los espacios sociales y planificadamente se inscriben en los planes estratgicos y de ordenamiento territorial sin que se concentren exclusivamente en NBI, siendo preferentes y meritorias (educacin, salud, seguridad y justicia) por su arrastre histrico de incumplimiento, deben tender tambin a enfocarse en la garanta y proteccin de derechos.

La planificacin propuesta, siendo esencialmente social, no es debe ser ms que la intervencin deliberada por parte del Estado sobre una situacin inicial no aceptable (reflejo de realidad-lnea de base de partida), enfocada al propsito de transformarse en una situacin objetiva deseable (proyectada en el tiempo con indicadores que miden logros y avances), en el caso de los GADs, esta nueva forma de hacer planeacin no se la debe hacer a distancia o realizada por expertos, porque sin actores locales no se hace planificacin, ms an participativa.

Despojarse de la voluntad poltica dominante donde el ordenamiento territorial no es el nuevo mapa jurisdiccional de decisin gobernante, sino el resultado acordado mediante la interrelacin de actores locales que legitimen la poltica pblica; aqu los instrumentos no son la poltica pblica, sino su proceso desde la construccin y la consecuente concrecin; este proceso debe tomar en cuenta que el ordenamiento del territorio es un espacio de disputa del y por el poder, por lo que en el proceso de interrelacin de actores determinantes debe diluirse la visin dominante de los gobernantes jurisdiccionales y del capital.

El proceso de planeacin tampoco solo debe arrojar la deteccin de NBI, sino que este permita establecer entre gobernantes y sociedad civil prioridades en cobertura, inversin, responsabilidad presupuestaria con seguras fuentes de financiamiento, resultados satisfactorios, vida til duradera de las realizaciones, porque los recursos estatales siendo escasos, con estos se deben hacer sacrificios que anulen despilfarro y/o corrupcin, detener crecimiento en gasto corriente, y concebir el costo de oportunidad (verdadero valor de los recursos cuando estos se dedican a su uso ms valioso), logrando calidad de la inversin en componentes esenciales.

Lo analizado y planteado requiere de una fortalecida gobernanza territorial, sujetada en regulacin normada localmente, garantizando y sosteniendo la democracia y el desarrollo local inscrita en los PD y OT contribuyentes a la cultura, sistema y rgimen poltico local del Ecuador.

 

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