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Estudio de abundancia y distribuci�n del Caracol Africano (Achatina fulica) en la Isla Santay, Provincia del Guayas

 

Study of the abundance and distribution of the African Snail (Achatina fulica) on Santay Island, Guayas Province

 

Estudo da abund�ncia e distribui��o do caracol africano (Achatina fulica) na ilha de Santay, prov�ncia de Guayas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: gabrielsolano@gmail.com

 

 

Ciencias Naturales, Artes y Letras ���

Art�culo de Investigaci�n

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* Recibido: 23 de abril de 2022 *Aceptado: 12 de mayo de 2022 * Publicado: 29 de junio de 2022

 

1. Profesional Independiente, Villa Club, Guayaquil, Ecuador.
2. Universidad Agraria del Ecuador, Universidad Central de Venezuela, Guayaquil, Ecuador.

Resumen

Las especies ex�ticas representan un peligro para la biodiversidad nativa de un �rea determinada, as� mismo se establecen problemas de �ndole agr�cola, inconvenientes en la salud y ambientales en las zonas afectadas. El caracol africano (Achatina fulica Bowdich, 1822) conocido como una de las plagas de invertebrado m�s importante a nivel global por su caracter�stica de invasor, ha sido observado en isla Santay, por lo que este trabajo tuvo como objetivo determinar la abundancia, densidad, frecuencia, distribuci�n y patr�n de dispersi�n del caracol africano (A. fulica) en isla Santay bajo dos intensidades de perturbaci�n Para ello se realizaron muestreos sistem�ticos utilizando trampas de ca�da, resultando en� la captura de otra especie Bithynia tentaculata (con gran abundancia y primer registro para Ecuador), mientras que A. fulica no fue capturada.

Palabras Clave: biodiversidad; especie exotica; invertebrado; plaga.

 

Abstract

Exotic species represent a danger to the native biodiversity of a given area, as well as problems of an agricultural nature, health and environmental problems in the affected areas. The African snail (Achatina fulica Bowdich, 1822) known as one of the most important invertebrate pests globally due to its invasive characteristics, has been observed on Santay Island, so this work aimed to determine the abundance, density, frequency, distribution and dispersal pattern of the African snail (A. fulica) on Santay Island under two disturbance intensities. For this, systematic sampling was carried out using pitfall traps, resulting in the capture of another species Bithynia tentaculata (with great abundance and first record for Ecuador), while A. fulica was not caught.

Keywords: biodiversity; exotic species; invertebrate; plague.

 

Resumo

As esp�cies ex�ticas representam um perigo para a biodiversidade nativa de uma determinada �rea, bem como problemas de natureza agr�cola, de sa�de e ambientais nas �reas afetadas. O caracol africano (Achatina fulica Bowdich, 1822) conhecido como uma das pragas de invertebrados mais importantes do mundo devido �s suas caracter�sticas invasoras, tem sido observado na Ilha de Santay, por isso este trabalho teve como objetivo determinar a abund�ncia, densidade, frequ�ncia, distribui��o e padr�o de dispers�o do caramujo africano (A. fulica) na Ilha de Santay sob duas intensidades de perturba��o, para isso foi realizada amostragem sistem�tica usando armadilhas de queda, resultando na captura de outra esp�cie Bithynia tentaculata (com grande abund�ncia e primeiro registro para o Equador), enquanto A. fulica n�o foi capturado.

Palavras-chave: biodiversidade; esp�cies ex�ticas; invertebrado; praga.

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Introducci�n

La introducci�n de especies ex�ticas representa una amenaza para la biodiversidad, y solo algunas especies pueden ser controladas, representado un peligro para la flora y fauna nativas, as� mismo se establecen problemas de �ndole agr�cola, inconvenientes en la salud y ambientales en las regiones perjudicadas [5].

El traslado de especies de un �rea a otra perjudica a un n�mero considerable de especies animales y vegetales, y esto provoca un da�o en la estabilidad ecol�gica de regiones importantes del planeta [17].

 

Figura 1. Imagen del caracol africano (Achatina fulica), obtenido en sendero La Huaquilla, isla Santay.

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El caracol africano (Achatina fulica, Fig. 1) es conocido como una de las especies invasoras m�s reportada en el mundo, procedente del este de �frica donde es originario [14].

Mack et al. [9] resaltan la importancia que tiene conocer los efectos que producen las invasiones biol�gicas ya que causan una gran alteraci�n en la biodiversidad modificando la abundancia de especies hasta llegar a la probable extinci�n de varias.

Thiengo et al. [15] describen los motivos y la fecha en que se introdujo A. fulica en Brasil, las consecuencias por las que se convirti� en plaga y su distribuci�n en el pa�s.

Stocks, White y Hodges [14], divulgaron el ciclo biol�gico de este caracol, los impactos generados al ambiente, as� como otras especies con las que se puede confundir y la rivalidad que presenta con otros caracoles.

En Venezuela, Quero y Riera [12], detectaron la presencia, periodo clim�tico y hora del d�a en el cual se puede observar este caracol en el Estado Miranda, Venezuela.

En Ecuador Correoso [5], con su grupo de trabajo, evaluaron la introducci�n del animal y elaboraron estrategias para erradicar su amenaza, para posteriormente realizar una gu�a para la prevenci�n de p�rdidas de diversidad biol�gica por especies ex�ticas invasoras.

La especie de caracol que se ha detectado en la isla es conocida internacionalmente como un organismo invasor, de r�pida propagaci�n, ya que se reproduce y dispersa masivamente, y puede causar efectos da�inos en plantas nativas por ser pol�fagos [16], por lo que resulta de gran importancia realizar un estudio para determinar el estatus poblacional del molusco en isla Santay.

Esta investigaci�n nos permitir� conocer el grado de afectaci�n que presenta el �rea Nacional de Recreaci�n isla Santay y Gallo producto de la presencia del caracol africano organismo descrito en la literatura como invasor.

 

 

 

 

 

 

 

 

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Figura 2. Mapa de la isla Santay y sitios de muestreo.

 

I. 

Materiales y m�todos

1Enfoque de la investigaci�n

Esta investigaci�n b�sica experimental de campo, descriptiva � explicativa, permitir� la comparaci�n de atributos poblacionales de A. fulica bajo dos niveles de perturbaci�n determinadas por las diferencias de abundancia de otro organismo ex�tico, la palma Roystonea oleracea.

 

 

 

 

�rea de muestreo

En la Figura 2, se presenta la localizaci�n de la isla Santay en el r�o Guaya, entre el Cant�n Dur�n y la ciudad de Guayaquil, en la provincia del Guayas, donde se muestra la ubicaci�n de los puntos de muestreo.

En esta isla se ubicar�n 2 parcelas de 0,5 ha c/u, una con alta perturbaci�n y otra con baja perturbaci�n, producto de la presencia de diferentes densidades de la palma ex�tica Roystonea oleracea. Las coordenadas geogr�ficas de las parcelas de estudio de encuentran en la Tabla 1.

 

Tabla 1. Ubicaci�n geogr�fica de sitios de muestreo

Temporalmente el estudio se desarrollar� entre los meses de mayo y agosto.

 

Recolecci�n de datos

Se realizar� el muestreo utilizando trampas de ca�da o �pitfall� (Fig. 3), las cuales son envases semienterrados a ras del suelo y por encima del mismo, con un se�uelo o cebo [8].

 

Figura 3. Trampa de ca�da.

 

El envase a utilizar ser� una botella de 3 litros, a la cual se remover� la parte superior, coloc�ndola en forma invertida en el envase a manera de embudo. Este debe sobresalir unos mil�metros y estar cerca de las plantas. En el interior de la trampa se colocar� un cebo, para atraer a los individuos objeto de estudio. Se debe colocar un techo anclado al suelo con alambres, para evitar que la acci�n del viento o lluvia da�en la muestra, con este m�todo los caracoles sucumben al deslizarse por las paredes lisas del envase que contiene el l�quido. Se revisar�n las trampas cada dos d�as por 90 d�as, para extraer los animales atrapados [8].

Las trampas se colocar�n en un �rea de 5000 m² sistem�ticamente, siguiendo un patr�n regular. Este patr�n consiste en colocar en 10 subparcelas de 50 m2 (5 m X 10 m), una trampa distanciada 2 m lineales de la pr�xima trampa de tal forma que en cada subparcela de 50 m2 se tendr� 18 trampas, y en cada parcela de 5000 m² se tendr� un total de 180 trampas. Este mismo procedimiento se repetir� en cada parcela.

 

An�lisis Estad�stico

Una vez colectada la informaci�n de campo, se estimar�n los siguientes par�metros: Abundancia, Densidad, Frecuencia, los cuales ser�n comparados mediante an�lisis de varianza no param�trico Kruskal-Wallis [18], obteniendo las posibles diferencias temporales, espaciales y por nivel de perturbaci�n presentes en la isla.

En la determinaci�n de la dispersi�n espacial, se obtendr� el patr�n de dispersi�n mediante el �ndice de proporci�n varianza-media [3], que se basa en la igualdad entre la varianza y la media.

Cuando este �ndice se aproxima a 1 la distribuci�n es Poisson. Este �ndice normalmente se desv�a de 1 y la significancia de esta desviaci�n se estima mediante una prueba de ji cuadrado (X²). Cuando los valores del �ndice de Dispersi�n (I) son menor, igual o mayor de 1 indican patrones de dispersi�n de tipo uniforme, Poisson o agregada.

 

I. 

II. 

Resultados

Identificaci�n de los espec�menes capturados

En los muestreos realizados en las �reas experimentales no se encontraron individuos de Achatina fulica, a pesar de la evidencia fotogr�fica obtenida en el �rea de trabajo (Fig. 1).

La especie capturada durante el muestreo de campo que se presenta en la Figura 4, fue identificada por la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (AGROCALIDAD), mediante el an�lisis de las caracter�sticas del individuo y del lugar donde fueron capturados, determinando que los moluscos pertenecen a la especie Bithynia tentaculata Linnaeus, 1758, seg�n se observa en el Informe de An�lisis expedido por la Agrocalidad (Fig. 5).

Seg�n Agrocalidad la clasificaci�n taxon�mica del organismo colectado es:

 

Clasificaci�n taxon�mica

Reino: Animalia

Filo: Mollusca

Clase: Gastropoda

Orden: Apogastropoda

Familia: Bithyniidae

G�nero: Bithynia

Especie: Bithynia tentaculata

 

Figura 4. Imagen de Bithynia tentaculata

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Figura 5. Informe de An�lisis expedido por AGROCALIDAD.

 

 

Abundancia, densidad y frecuencia del caracol en isla Santay en el �rea de alta y baja perturbaci�n

En la Tabla 2 se presentan para las �reas consideradas de baja y alta perturbaci�n las abundancias de individuos encontrados.

Tabla 2: Abundancia de individuos presentes en �rea de baja perturbaci�n de palma imperial por parcela por trampa

 

Como se muestra en la Tabla 2 no se encontraron caracoles en el �rea de baja perturbaci�n, pero en las parcelas 2 y 4, se encontraron dos individuos de la mariposa azul (Morpho sp) y en la parcela 7 dos individuos de cangrejos violinistas (Uca Sp).

En el �rea de alta perturbaci�n se encontraron 1540 individuos de caracoles. La mayor abundancia de dichos organismos se present� en la parcela 4 con 706 individuos y un promedio por trampa de 39,22, seguida de la parcela 3 con 346 individuos y un promedio de 19,22, la parcela 2 con 80 individuos y un promedio de 4,44 y la parcela 1 con 408 y un promedio de 22,67 individuos. As� mismo, fueron capturados en la parcela 5 un individuo de la mariposa azul (Morpho sp) y en la parcela 8 dos individuos de cangrejos violinistas (Uca sp).

Las evidentes diferencias entre las abundancias del caracol monitoreado entre las �reas de alta y baja perturbaci�n se corroboraron mediante la aplicaci�n del test no param�trico Kruskal-Wallis (Tabla 3).

 

 

 

Tabla 3: Prueba de Kruskal-Wallis para abundancia del caracol en alta perturbaci�n

 

Como se observa en la Tabla 3, el valor de P da 0,000 por lo que al buscar en la tabla de chi cuadrado X² se encuentra que da menor al nivel de significancia establecido de 0,05, por lo tanto, se rechaza la hip�tesis nula H₀ y se acepta la hip�tesis ecol�gica H_eco, es decir las medianas de los par�metros obtenidos son distintas. En el �rea de baja perturbaci�n no se presentaron caracoles, por lo tanto, su valor es 0.

En relaci�n a la densidad de caracoles capturados en el �rea de Alta Perturbaci�n, la mayor densidad se present� en la parcela 4 con un valor de 392 individuos/m2, seguida de la parcela 3 con 192 individuos/m2, la parcela 2 con 44 individuos/m2 y la parcela 1 con 226 individuos/m2. As� mismo, la densidad de otros organismos capturados en el �rea de Alta Perturbaci�n, como la mariposa azul (Morpho sp) en la parcela 5 con 0,5 individuos/m² y el cangrejo violinista (Uca sp) en la parcela 8 con 1 individuos/m².

En el �rea de baja perturbaci�n, la mariposa azul (Morpho sp), est� presente en las parcelas 2 y 4 con una densidad de 0,5 individuos/m², mientras que en la parcela 7 se encontr� al cangrejo violinista (Uca sp) con una densidad de 1 individuo/m².

En el �rea de Alta Perturbaci�n la mayor frecuencia de aparici�n se present� en la parcela 4 con un 77,78%, seguida de la parcela 3 con 72,2%, la parcela 2 con 5,56% y la parcela 1 con 33,3%, mientras que en la parcela 5 se registra una frecuencia de aparici�n de la mariposa azul (Morpho sp) de 5,56% y el 11,11% para el cangrejo violinista (Uca sp) en la parcela 8.

En el �rea de baja perturbaci�n, la mariposa azul (Morpho sp) en las parcelas 2 y 4 presenta una frecuencia de aparici�n de 5,56%, en la parcela 7 se encontr� al cangrejo violinista (Uca Sp) con una frecuencia de aparici�n de 11,11%. En cuanto al caracol su frecuencia de aparici�n fue de 0%.

 

Distribuci�n del caracol en el �rea de alta y baja perturbaci�n

La distribuci�n espacial del caracol se represent� mediante el uso de mapas tem�ticos, en donde inicialmente se representa la distribuci�n de las abundancias obtenidas en los dos sitios de muestreo.

Estos sitios se corresponden con �reas definidas por la densidad de la palma imperial (Roystonea oleracea), como �reas de Alta Perturbaci�n (alta densidad de palmas) y �reas de Baja Perturbaci�n (baja densidad de palmas) (Fig. 6A). En la Figura los puntos se representan con colores siendo el blanco donde no hay individuos y rojo donde hay un mayor n�mero de individuos.

Conociendo la distribuci�n de la palma imperial en isla Santay ([1, 6], en la Figura 6B, se presenta la distribuci�n potencial de los caracoles colectados, asociados a las �reas ubicadas en la isla donde la palma imperial se presenta con alta densidad, representada por las �reas de color celeste.

 

Figura 6. Representaci�n gr�fica de la distribuci�n del caracol en los puntos de muestreo de alta densidad y baja densidad de palma R. oleracea en isla Santay (A) y densidad de Roystonea oleracea en Isla Santay, adaptado de Herrera [6].

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Patr�n de dispersi�n del caracol en isla Santay en �rea de alta y baja perturbaci�n

El patr�n de dispersi�n se obtuvo mediante el �ndice de proporci�n varianza-media [3], siendo menor a 1 uniforme, igual a 1 aleatorio y mayor a 1 agregada.

Los valores del �ndice de dispersi�n obtenido para los organismos muestreados en cada una de las parcelas donde se encontraron caracoles son mayores a uno, indicando un patr�n de dispersi�n agregado. En la parcela 2 se presenta el mayor valor de este �ndice (80), seguida de la parcela 1 con 51,95, la 4 con 22,97 y por �ltimo la 3 con 11,83, en las dem�s parcelas su valor fue de 0, debido a la ausencia de animales capturados en todas las trampas colocadas en dichas parcelas.

El valor del �ndice de dispersi�n total para la parcela de alta perturbaci�n fue de 49,64, este valor es mayor a uno se�alando un patr�n de dispersi�n agregado. En el �rea de baja perturbaci�n no se capturaron caracoles, por lo tanto, no se pudo obtener un �ndice de dispersi�n.

El valor del ꭕ² calculado resulto en 8864,08, que al contrastarlo con el valor tabulado de ꭕ² para una probabilidad de 0,001 de 86,66 nos indica que el valor calculado es significativo con una probabilidad de 99,99%, determinando que el patr�n de dispersi�n del caracol Bithynia tentaculata en el �rea de alta perturbaci�n es agregado.

 

I. 

II. 

III. 

Discusi�n

Es dif�cil hacer comparaciones directas con otros estudios por la poca informaci�n disponible, ya que existen muy pocos estudios acerca de la especie B. tentaculata, por lo que el presente trabajo es un acercamiento inicial acerca de esta especie invasora que se encuentra dentro de un �rea protegida.

La especie de caracol encontrado (Bithynia tentaculata), posee una concha con un largo de hasta 12 mil�metros y llega a la madurez sexual cuando alcanza los 8 mil�metros de tama�o, tiene un color marr�n p�lido, es c�nica redondeada con 5 a 6 vueltas de espiral y un op�rculo en forma oval [2].

Esta especie predomina en el �rea de alta perturbaci�n donde se encontr� una abundancia de 1540 individuos, una densidad de 854 individuos/m² y una frecuencia relativa de aparici�n del 40%, mientras que en el �rea de baja perturbaci�n no se encontraron caracoles.

Nieto et al. [10], indican que la abundancia de individuos de cada especie de gaster�podos en el Caribe colombiano depend�a de su preferencia de h�bitat ya que el m�s abundante (S. pugilis. 8912 individuos) se correlacion� con el sustrato arenoso mientras que el menos abundante (S. gigas 3 individuos) se correlacion� con el h�bitat de cascajo compuesto.

Beissinger [4] afirma que la abundancia de los caracoles en un ambiente es funci�n de varios factores ambientales como la profundidad del agua, la temperatura, la concentraci�n de ox�geno disuelto y la densidad de la vegetaci�n.

En nuestro estudio la mayor abundancia, densidad y frecuencia de aparici�n de B. tentaculata, parece estar relacionada con la presencia de una mayor densidad de la palma R. oleracea y las condiciones ambientales en las que ella se encuentra.

�lvarez et al. [2] mencionan a B. tentaculata como una especie que se encuentra en estanques, lagos poco profundos y canales. Esta especie se encuentra en el sustrato incluyendo grava, arena, barro o debajo de las rocas y es conocida por saturar los sistemas acu�ticos donde se encuentra.

Seg�n Jimenez & Larraz [7], en su �Estudio malacol�gico del r�o Arga (Navarra)�, la especie B. tentaculata se encontr� en aguas poco corrientes y formando colonias en canales de regad�o en el curso del r�o Arga.

Para Ecuador este ser�a el primer registro oficial de esta especie. En isla Santay, este caracol (B. tentaculata) se ha presentado en un �rea con caracter�sticas similares a las ya descritas por �lvarez et al. [2] y Jimenez & Larraz [7], las cuales, aparentemente son adecuadas para su desarrollo.

En cuanto a la distribuci�n de este caracol (B. tentaculata), lo ubican como un molusco nativo de Europa, y cuya presencia en Estados Unidos fue reportada por primera vez en el lago Michigan en 1871 [2].

Un estudio acerca de moluscos acu�ticos en la cuenca del Ebro en Espa�a realizado por Oscoz et al. [11], menciona que B. tentaculata se localiz� en el rio Arga afluente del rio Ebro en el que se hallaron tambi�n ejemplares vivos, conchas y op�rculos.

Soler et al. [13] en su estudio �Diversidad y distribuci�n de los moluscos de agua dulce en la comunidad de Madrid (Espa�a)�, recolect� moluscos dulceacu�colas en aguas estancadas (lagunas, embalses, charcas) y en zonas de elevada humedad (paredes h�medas, m�rgenes de r�os, arroyos o lagunas), encontrando a la especie B. tentaculata.

 

 

 

 

Conclusi�n

En el presente estudio realizado en isla Santay, se puede concluir en base a las evidencias encontradas durante la investigaci�n que el caracol africano A. fulica no est� presente en el �rea de estudio en la �poca de lluvia.

Se logr� identificar otro molusco en isla Santay como lo es B. tentaculata especie nativa de Europa.

Los caracoles de la especie B. tentaculata se encontraron �nicamente en el �rea de alta perturbaci�n de R. oleracea donde se obtuvo una abundancia de 1540 individuos, una densidad de 85,4 individuos/m² y una frecuencia relativa de aparici�n del 40%.

El caracol B. tentaculata se encuentra potencialmente distribuido en las �reas de alta perturbaci�n de R. oleracea.

Se determin� durante el estudio en isla Santay que el caracol B. tentaculata posee un patr�n de dispersi�n agregado en el �rea de alta perturbaci�n de palma imperial (R. oleracea), en el �rea de baja perturbaci�n de palma imperial (R. oleracea) no fueron capturados individuos de esta especie.

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Referencias

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2. �lvarez Halc�n R, Oscoz Escudero J & Larraz Azc�rate M. Moluscos Acu�ticos de la Cuenca del Ebro (1st ed., pp. 39-40). Pamplona. Confederaci�n Hidrogr�fica del Ebro; 2012.
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� 2022 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

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