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Agricultura sostenible, oportunidad para el desarrollo local. Caso de estudio: Ayacucho-Ecuador

 

Sustainable agriculture, opportunity for local development. Case study: Ayacucho-Ecuador

 

Agricultura sustent�vel, oportunidade para o desenvolvimento local. Estudo de caso: Ayacucho-Equador

 

Jandre Xavier Bazurto-Vinces II
jandrebazurto@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-4351-2351
Blanca Lisette G�mez-Pinargote I
blanca.gomez@utm.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-9669-1736
Viviana Paola Arregui-Valdivieso III
vivianaarregui@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-2574-3439
Argenis Gabriel Rodr�guez-Bravo IV
argenisrodriguez@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-7518-1788
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: blanca.gomez@utm.edu.ec

 

 

Ciencias Sociales y Pol�ticas ���

Art�culo de Investigaci�n

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* Recibido: 23 de abril de 2022 *Aceptado: 12 de mayo de 2022 * Publicado: 20 de junio de 2022

 

  1. Mag�ster en Organizaci�n y Gesti�n Empresarial, Ingeniera Comercial, Docente de la Universidad T�cnica de Manab�, Ecuador.
  2. Mag�ster en Gerencia de Proyectos Educativos y Sociales, Ingeniero Civil, Docente de la Universidad T�cnica de Manab�, Ecuador.
  3. Mag�ster en Administraci�n de Empresas, Ingeniera Comercial, Docente de la Universidad Estatal del Sur de Manab�, Ecuador.
  4. Mag�ster en Administraci�n de Empresas, Ingeniero Comercial, Docente de la Universidad Estatal del Sur de Manab�, Ecuador.

Resumen

La parroquia Ayacucho del cant�n Santa Ana en la provincia de Manab�, es uno de tantos subterritorios ecuatorianos, con abundancia de recursos naturales, cuyo uso no es aprovechado eficientemente, lo cual se traduce en un insipiente est�mulo para potenciar el sector agr�cola de la zona.

Entre los aspectos que, han incidido, para el insuficiente aprovechamiento de los recursos naturales de la parroquia Ayacucho, consta la falta de estudios que promuevan el desarrollo local, a partir del uso adecuado del potencial end�geno, sum�ndose a este, situaciones de inequidad socioecon�mica, que se traducen en servicios y recursos financieros, que promuevan el desarrollo de actividades agr�colas especialmente.

Dadas las condiciones que anteceden, el Gobierno Aut�nomo Descentralizado (GAD) cantonal y parroquial, han dise�ado un conjunto de acciones concretas, con la participaci�n de productores agr�colas y la comunidad en general, buscando con ello, delinear estrategias para una producci�n m�s eficiente, que ponga en evidencia una forma de desarrollo sustentada en el crecimiento.

Palabras Clave: Agricultura sostenible; desarrollo local; dinamismo econ�mico; recursos naturales; inequidad.

 

Abstract

The Ayacucho parish of the Santa Ana canton in the province of Manab�, is one of many Ecuadorian sub-territories, with an abundance of natural resources, whose use is not used efficiently, which translates into an incipient stimulus to promote the agricultural sector in the area.

Among the aspects that have affected the insufficient use of the natural resources of the Ayacucho parish, there is the lack of studies that promote local development, based on the adequate use of the endogenous potential, adding to this, situations of socioeconomic inequity, that are translated into services and financial resources, that promote the development of agricultural activities especially.

Given the foregoing conditions, the cantonal and parish Decentralized Autonomous Government (GAD) have designed a set of concrete actions, with the participation of agricultural producers and the community in general, thereby seeking to outline strategies for more efficient production, which demonstrate a form of development based on growth.

Keywords: Sustainable agriculture; local development; economic dynamism; natural resources; inequity.

 

Resumo

A par�quia de Ayacucho, do cant�o de Santa Ana, na prov�ncia de Manab�, � um dos muitos subterrit�rios equatorianos, com abund�ncia de recursos naturais, cujo uso n�o � eficiente, o que se traduz em um est�mulo incipiente para promover o setor agr�cola no �rea.

Entre os aspectos que t�m afetado o uso insuficiente dos recursos naturais da freguesia de Ayacucho, est� a car�ncia de estudos que promovam o desenvolvimento local, baseado no uso adequado do potencial end�geno, somando-se a isso, situa��es de desigualdade socioecon�mica, que s�o traduzidos em servi�os e recursos financeiros, que promovem especialmente o desenvolvimento das atividades agropecu�rias.

Dadas as condi��es anteriores, o Governo Aut�nomo Descentralizado (GAD) cantonal e paroquial concebeu um conjunto de ac��es concretas, com a participa��o dos produtores agr�colas e da comunidade em geral, procurando assim tra�ar estrat�gias de produ��o mais eficientes, que demonstrem uma forma de desenvolvimento baseado no crescimento.

Palavras-chave: Agricultura sustent�vel; desenvolvimento local; dinamismo econ�mico; recursos naturais; desigualdade.

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Introducci�n

Ayacucho es una de las 1140 parroquias rurales que tiene el Ecuador, �sta, como otras comarcas productivas que, se encuentran descritas en el Plan de Desarrollo Territorial 2015-2019, revela un aspecto similar a otras, en la que, el recurso natural que sustenta la econom�a del territorio, es la agricultura; es por esta raz�n que, aproximadamente, el 50.2% de su poblaci�n, se dedica a la actividad agr�cola; sin embargo, sus beneficios no se ven reflejados en una mejor calidad de vida de sus pobladores.

Ante la situaci�n planteada, constituye objetivo general �Determinar la importancia de la agricultura sostenible para el desarrollo local[1] de la parroquia Ayacucho del cant�n Santa Ana�, en la que, la noci�n de desarrollo es entendida como �la mejora continua de los procesos de cambio socioecon�mico de tipo estructural, delimitados geogr�ficamente, que tienen por finalidad �ltima, el progreso permanente del territorio� (Boisier, 1996, P.33)., definici�n que suscribe este art�culo, toda vez que guarda relaci�n, con lo planteado en el Plan Nacional de Desarrollo Ecuatoriano.

Al abordar el estudio sobre el �desarrollo�, es com�n encontrase con varias interpretaciones y modelos, que hist�ricamente han estado nutridos por enfoques te�ricos, metodol�gicos y t�cnicos, por lo que, unos se centran es aspectos puramente econ�micos, mientras que otros lo hacen desde el punto de vista social, lo que, a criterio de los autores de este trabajo, han dado paso a situaciones que oscilan entre la inclusi�n y la exclusi�n social.

Lo manifestado en el p�rrafo anterior, pudiera ser la resultante de no haber considerado al desarrollo con sentido de totalidad, lo que amerita analizar su evoluci�n desde la pol�tica econ�mica como parte del entretejido de propuestas de la econom�a pol�tica; de all� que, para ciertos analistas, el desarrollo ha sido entendido como sin�nimo de crecimiento, mientras que, para otros constituye una alternativa de soluci�n al subdesarrollo.

Este trabajo sostiene que, el desarrollo es un fen�meno que trasciende el crecimiento econ�mico, ubicando su atenci�n en la forma de vida de los habitantes, en la que confluyen aspectos tales como: la paz, los derechos humanos, la democracia, el medio ambiente, la cultura y los estilos de vida de las personas, todo lo cual, hace que el desarrollo sea visto como un proceso multidimensional, sintetizado en un hecho pol�tico y de pol�tica.

Un acercamiento al concepto de desarrollo local, es aquel que plantea Sergio Boisier, atribuy�ndolo al conjunto de procesos sociales, culturales, econ�micos y ambientales que son promovidos desde un territorio (�rea metropolitana, centro urbano, regi�n, provincia, o municipio), en el que, el dinamismo econ�mico y la mejora de la calidad de vida de la poblaci�n, son sus principales objetivos. (Boisier, 2001)

En este sentido, al concebir lo local como un espacio geogr�fico determinado, se hace alusi�n al concepto de desarrollo end�geno, siendo este �ltimo el que representa un modelo alternativo ante dos hechos importantes; por una parte, el agotamiento del modelo de desarrollo y avance universal del proceso de globalizaci�n, y por otra parte, la agudizaci�n de la problem�tica social producto del ajuste estructural aplicado a las econom�as.

Por lo antes anotado, el desarrollo local cobra importancia al concebirlo como forma de ajuste productivo y flexible para el territorio; esto significa que, no se sustenta en los principios del desarrollo concentrador y jerarquizado, sino que busca un impulso de los recursos potenciales de car�cter end�geno, construyendo as� un entorno institucional, pol�tico y cultural que, fomenta las actividades productivas y de generaci�n de empleo en los diferentes espacios geogr�ficos.

Con referencia a lo anterior, este trabajo concuerda con otros escritos, al considerar que, todo pa�s necesita del uso de recursos naturales para el crecimiento de su econom�a, con lo cual, se busca generar dinamismo en los sectores econ�mico y social entre otros; estos bienes naturales, al ser transformados en bienes de consumo, generan efectos derrame sobre toda la econom�a, como lo expone (Bravo, 2013), quien establece que: �Sin la naturaleza el buscado desarrollo es inviable�.

De lo anteriormente expresado, se puede deducir que, cuando el desarrollo es visto como crecimiento econ�mico, estar�amos frente a la aplicaci�n de modelos que van desde la sustituci�n de importaciones, del desarrollo hacia afuera, de aprovechamiento de ventajas competitivas o de modelos de industrializaci�n, entre otros, todo lo cual, configura un proceso de ajuste estructural.

 

Desarrollo

Al concebir la definici�n de agricultura sostenible, Salgado (2015), la define como: �El manejo de ecosistemas, donde tienen lugar y se coordinan interacciones complejas entre suelo, agua, plantas, animales, clima y seres humanos; con la meta de integrar todos estos factores en un sistema de producci�n qu,e es apropiado para el ambiente, la sociedad y las condiciones econ�micas donde se localiza�. Desde otro punto de vista, al conceptualizar el termino desarrollo econ�mico, Castillo (2011), sostiene que, es un �proceso en virtud del cual, la renta real per c�pita de un pa�s aumenta durante un largo per�odo de tiempo�.

Con referencia a lo anterior, durante a�os, se ha afirmado que, el desequilibrio natural y sus consecuencias, es provocado por las personas tanto en forma individual como en asociaciones, en la que, el apetito por la generaci�n de riquezas, ha conllevado al deterioro y degradaci�n del medio natural, el que, a su vez, se inserta en los diferentes modelos de desarrollo econ�mico y productivo que han operado en diferentes territorios y a diferentes escalas.

Brazales (2000), se�ala que, �La naturaleza se est� degradando r�pidamente y con ella todo. La econom�a depende de la naturaleza, de sus recursos; la sociedad y la cultura interact�an con ella. Sin la naturaleza el buscado desarrollo es inviable�.

En Ecuador, siendo la actividad petrolera una de las que genera mayores ingresos al presupuesto del Estado, es a su vez, una de las que mayormente a afectado al ecosistema, por lo que, esta situaci�n ha hecho posible delinear otras estrategias productivas, entre las que sobresale, el rengl�n de la explotaci�n agr�cola y pecuaria; sin embargo, al tratar de compensar los ingresos generados por la actividad petrolera, lo que se ha logrado, es una sobre explotaci�n de bosques y �reas verdes, que han contribuido significativamente en procesos de deforestaci�n.

En este proceso de cambio sobre la Matriz Productiva, tambi�n se ha puesto en evidencia la llamada crisis estructural, que afecta, no solo los intereses econ�micos del pa�s en su conjunto, sino tambi�n, a la seguridad alimentaria del pa�s y sus territorios.

Al respecto, Salazar (2016), ha sostenido que: �El uso inadecuado de tecnolog�as, asociadas al desconocimiento de los efectos que genera la degradaci�n de los recursos naturales, ha provocado una serie de problemas ambientales que ponen en peligro la capacidad de los agro-ecosistemas para producir alimentos en forma sostenida en el tiempo�.

Siendo esta, una problem�tica nacional, los territorios subnacionales, como parte del Estado ecuatoriano, tambi�n se han visto afectados, siendo uno de ellos, el cant�n Santa Ana en la provincia de Manab�, y particularmente, la parroquia Ayacucho. Algunos datos oficiales sobre la parroquia Ayacucho, dan cuenta de las condiciones de vida que en esta localidad se gesta; entre ellas, el nivel de pobreza, que para el a�o 2017 se situaba en 80.4%; (PDOT Ayacucho, 2019), las familias que acceden al suministro de agua potable por tuber�a, alcanza el 50.68%; alcantarillado 2,81%; eliminaci�n de desechos s�lidos 42,60%; entre otros datos estad�sticos.

Frente a la inadecuada distribuci�n y accesibilidad a los servicios p�blicos, los habitantes de la parroquia Ayacucho, han visto en la agricultura, una forma de mejorar su nivel de vida; sin embargo, al no poseer los recursos financieros necesarios para desarrollar su actividad, han tenido que recurrir a intermediarios, para el proceso de producci�n, acopio y distribuci�n de los bienes que se producen, vendiendo por adelantado sus cosechas, con lo cual enfrentan dos problemas b�sicos: 1) acelerar los procesos de cosecha, mediante el uso de qu�micos y pesticidas; y, 2) estar supeditados, a la fijaci�n de precios sobre sus productos, por parte del intermediario.

Dadas las condiciones que anteceden, el Plan de Desarrollo Territorial para el per�odo 2015-2019, da cuenta que �(�) en la parroquia Ayacucho, existe bajo rendimiento de la tierra, debido a que, los suelos se encuentran empobrecidos, como producto de una explotaci�n intensiva de los monocultivos, uso excesivo y no controlado de agroqu�micos, que han propiciado la degradaci�n del suelo y la contaminaci�n de las fuentes h�dricas cercanas, ya sean de car�cter superficial o subterr�neo�, por lo que, ante esta problem�tica surge la interrogante: c�mo lograr el desarrollo econ�mico para la parroquia Ayacucho a partir de una agricultura sustentable?

 

Caracterizaci�n de la parroquia Ayacucho en la agricultura sostenible

El cant�n Santa Ana, ubicado geogr�ficamente en el centro este de la provincia de Manab�, en su divisi�n pol�tica interna, cuenta con dos parroquias urbanas y cuatro rurales, siendo una de ellas, Ayacucho, la que a su vez cuenta con 30 comunidades. A esta parroquia, se le atribuye su surgimiento a partir del a�o 1887 como territorio rural perteneciente al cant�n Santa Ana.

Respecto del sistema hidrogr�fico, el R�o Portoviejo es su principal fuente de abastecimiento, el cual se ubica en el sector central del �rea de influencia del sistema de trasvases de Manab�. Esta cuenca h�drica, nace en la parroquia Honorato V�squez, donde est� construida la Represa Poza Honda; sin embargo, en los cauces de Ayacucho existen muchos esteros que mantienen la humedad del suelo.

En los marcos de las observaciones anteriores, y frente a las caracter�sticas de la parroquia Ayacucho, es preciso revisar algunos aportes te�ricos que, permiten comprender las dimensiones ambiental, social y econ�mica para el desarrollo sustentable; en este sentido, este trabajo, revisa varios aportes te�ricos, con sentido cr�tico para el logro de los objetivos.

Hist�ricamente, los pa�ses y naciones han reconocido que, la prosperidad de sus econom�as se basa en el uso intensivo de recursos naturales finitos, en la que, adem�s de las cuestiones econ�micas y sociales, un tercer aspecto suele siempre estar descuidado: el medio ambiente. En fen�meno, durante a�os ha venido acrecent�ndose, por lo que, desde mediados de la d�cada de los a�os 70, surge la denominada huella ecol�gica mundial, que, excedi� la capacidad "biol�gica" de la Tierra para reponerse.

Para algunos analistas[2], el modelo de desarrollo industrial, ha dado muestras de insostenibilidad, desde el punto de vista medioambiental; es decir, que no ha permitido un "desarrollo" perdurable. Esta aseveraci�n, se fundamenta, cuando se observa el agotamiento de los recursos naturales (como las materias primas y los combustibles f�siles), la destrucci�n y fragmentaci�n de los ecosistemas, la p�rdida de diversidad biol�gica, todo lo cual, reduce la capacidad de resistencia del planeta.

El ansiado desarrollo (industrial, agr�cola, urbano), por el cual existe una �permanente� preocupaci�n, ha generado contaminaciones inmediatas y pospuestas, que en muchos casos provoca una p�rdida inestimable de diversidad biol�gica en t�rminos de extinci�n (y por lo tanto irreversibles), de las especies de plantas o animales. Este desequilibrio, ha provocado en muchos casos, un agotamiento de los combustibles f�siles y de las materias primas, con lo cual, nos acercarnos al agotamiento de muchos recursos naturales vitales.

Frente a este problema, habr�a de a�adirse, el problema de inequidad, en la que, los seres humanos con menos recursos monetarios y productivos, son los que m�s sufren la crisis, por lo que, el deseo leg�timo de crecimiento y prosperidad, implique una degradaci�n mayor en la biosfera. Bajo el supuesto que, las naciones del mundo adopten el modo de vida americano (que consume casi la cuarta parte de los recursos de la Tierra para el 7% de la poblaci�n), significar�a necesitar por lo menos, cinco o seis planetas como la Tierra para abastecerlas. Por otra parte, si todos los habitantes del planeta optaran por un nivel de vida como la media de Francia, se necesitar�an al menos tres planetas como la Tierra.

Con referencia a lo anterior, el objetivo del desarrollo sostenible ser�a entonces, definir proyectos viables que garanticen la reconciliaci�n de los aspectos econ�mico, social, y ambiental de las actividades humanas, en las que deber�n actuar las comunidades, empresas, y personas.

Desde el punto de vista econ�mico, al adoptar una forma de funcionamiento financiero "cl�sico", esta deber� expresar su capacidad para contribuir al desarrollo econ�mico en el �mbito de creaci�n de empresas de todos los niveles; as�, desde lo social[3], se deber� garantizar la satisfacci�n de las necesidades humanas b�sicas, de las generaciones actuales, sin afectar los intereses de las generaciones futuras; adicionalmente, en lo ambiental[4], deber�n dise�arse estrategias, para un an�lisis minucioso de los impactos del desarrollo social de los actores, as� como, de los productos en t�rminos de flujos, consumo de recursos dif�cil o lentamente renovables, y la generaci�n de residuos y emisiones, en la que este �ltimo pilar es preponderante para la estabilidad de los otros factores.

Dada las condiciones que anteceden, la justificaci�n del desarrollo sostenible, estar� determinada por el hecho de contar con unos recursos naturales limitados (nutrientes en el suelo, agua potable, minerales, etc.), que, son susceptibles de agotarse, siempre que exista una creciente actividad productiva centrada �nicamente en la explotaci�n irracional, por lo que, como ya se ha indicado, los problemas medioambientales, tanto a escala local como planetaria, se seguir�an agravando torn�ndose en un futuro no muy lejano como algo irreversible.

Significa entonces que, para aumentar la producci�n agr�cola, mediante el uso de regad�o, de fertilizantes, agricultura intensiva, entre otros, habr�a de considerarse los costes que esto representa, por lo que, siendo el agua un recurso limitado, al obtenerla de acu�feros (pozos), se debe prever que sea de forma sostenible; es decir, conocer las reservas, cantidad y calidad susceptible de explotar en el espacio y en el tiempo, tasa de recarga, lugares hidro-geol�gicamente m�s convenientes de explotaci�n, construcci�n de perforaciones, entre otros, asegurando la aplicaci�n de una correcta gesti�n y protecci�n del acu�fero a nivel legal e institucional.

En lo referente al uso de abonos y fertilizantes, si bien incide en el aumento de la producci�n, habr� de considerarse que, gran parte de ellos, se disuelven con el agua lluvia o con el riego, formando lixiviados que se acumulan en acu�feros y, por tanto, resultan contaminantes. Caso similar ocurre con el uso de plaguicidas que en muchos casos no son biodegradables.

Frente a estas particularidades, la agricultura intensiva, orientada al aumento de la producci�n por metro cuadrado, requiere de la utilizaci�n de maquinarias, con lo cual, se est� atentando contra los nutrientes del suelo (que se retiran con la cosecha y no vuelven al suelo), situaci�n que amerita programar una rotaci�n de cultivos y barbechos para limitar la proliferaci�n de par�sitos.

De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, el tema de la alimentaci�n humana no es catastrofista en s� mismo, tal como predec�a Malthus en su ensayo sobre el principio de la poblaci�n, por lo que, la escasez de los recursos no depender�a del consumo poblacional, sino de la forma como se organiza su producci�n.

De los anteriores planteamientos se deduce que, hay dos formas de abordar los estudios sobre el desarrollo sostenible; por una parte, por la construcci�n de instrumentos que midan el impacto del desarrollo en el medio ambiente (medici�n f�sica); y, por otra. mediante las actitudes y opiniones de las personas respecto del deterioro del medio ambiente.

Ante la situaci�n planteada, habr�a que determinar, cu�l de las dos formas de abordar el problema, es aplicable al contexto de la realidad territorial-local de Santa Ana y Ayacucho, por lo que, se deber� considerar si en estos territorios es viable, ya sea por la posibilidad econ�mica o por la situaci�n cultural. A este respecto, en la contemporaneidad se han planteado alternativas, para fortalecer el desarrollo sostenible en la producci�n y los servicios; entre ellas, la de desarrollar actividades de producci�n m�s limpia, por lo que, este concepto toma como punto de partida, el principio de sostenibilidad para suplir necesidades b�sicas y complementarias, incorporando aspectos de la producci�n con m�nimas emisiones, buenas pr�cticas de producci�n y operaci�n, manejo adecuado y aprovechamiento del subproducto y el residuo, disminuci�n en el consumo de insumos, entre otros factores.

En relaci�n con este �ltimo, el desarrollo sostenible, no es en s� mismo un elemento sociol�gico, constituye parte importante de un tejido, en el que, la producci�n, la econom�a, el bienestar y el ambiente, juegan del mismo lado. La aplicaci�n de este concepto, privilegia la oferta ambiental, y con ella, la obtenci�n de rendimientos firmes. En efecto, lo que se busca es propiciar una forma de producci�n coherente con la capacidad que pueden suministrar los ecosistemas. Otra dimensi�n del concepto, es aquella relacionada al contexto donde se enfoca el desarrollo, logrando as�, diferenciar los aspectos de la sustentabilidad y sostenibilidad del territorio objeto de estudio, frente a otros territorios nacionales y de naturaleza local.

A lo largo de los planteamientos realizados, la evoluci�n del pensamiento sobre el desarrollo, en t�rminos hist�ricos, ha sido la resultante de luchas sociales y pugnas entre el capitalismo y el socialismo, entre la clase obrera y el capital y, entre el pensamiento humano y las fuerzas de la naturaleza. Siendo evidente entonces que, a lo largo de las �ltimas siete d�cadas del siglo XX, y de la primera d�cada del siglo XXI, este concepto, se encuentre fortalecido, a la vez que, ha puesto en evidencia la gravedad del problema.

 

Metodolog�a

El desarrollo de este trabajo, est� sustentado en una investigaci�n primaria, exploratoria, descriptiva, de campo, sint�tica, no experimental y longitudinal, en la que, adem�s, se emplean herramientas y programas inform�ticos, como el software estad�stico SPSS y hojas de c�lculo en Excel, obre los cuales, se aplica un proceso de interpretaci�n que, obedece a los niveles de dispersi�n de las variables, y de los gr�ficos que de ellos se derivan.

En t�rminos generales, el proceso seguido en este trabajo, incluye la percepci�n de la poblaci�n, respecto del problema de desarrollo local de la parroquia Ayacucho, en la que, la formulaci�n de pol�ticas, el seguimiento y la evaluaci�n de las mismas, han permitido estructurar determinados instrumentos en tres categor�as: instrumentos de presi�n; instrumentos de estado; e instrumentos de respuesta. Respecto de los instrumentos de presi�n, se aplicaron encuestas a 288 agricultores de la parroquia Ayacucho, eentrevistas con preguntas estructuradas y no estructuradas a autoridades del cant�n Santa Ana y del GAD parroquial de Ayacucho y, sondeo de opini�n a la poblaci�n con respecto a la percepci�n del desarrollo en su territorio.

 

Resultados

La investigaci�n brindo lo siguientes resultados:

Tabla 1 �Su trabajo agr�cola es por cuenta propia?

 

Opci�n

Frecuencia

Porcentaje

Si

187

65

No

101

35

Total

288

100

Fuente: Elaboraci�n propia a partir de la informaci�n proporcionada en la encuesta.

Elaboraci�n: Autores.

 

 

 

 

 

 

Gr�fico 1

Fuente: Elaboraci�n propia a partir de la informaci�n proporcionada en la encuesta. Elaboraci�n: Autores.


 

An�lisis. Los agricultores de la parroquia Ayacucho, son en su mayor�a propietarios de la tierra que cultivan (65%), mientras que, el 35% de ellos, trabajan por un salario en tierras ajenas. Esta particularidad de trabajo asalariado, manifiesta otra connotaci�n, como es que, los trabajadores asalariados, o por cuenta propia, no se encuentran protegidos por �rganos competentes como pudiera ser: Ministerio del Trabajo, Seguro Social, entre otros.

No obstante, tambi�n se conoci� que un grupo no mayoritario de ellos (20 agricultores), ha logrado insertarse en el Seguro Campesino, por lo que, reciben atenciones gratuitas seg�n su condici�n de salud.

Si bien es conocido que, la salud es un derecho de los ciudadanos y una obligaci�n del Estado ecuatoriano, lo cierto es que, este servicio no llega a toda la poblaci�n, lo que en t�rminos de desarrollo es conocido como inequidad y exclusi�n social. Por lo ya indicado, esta evidencia nos hace conocer que, uno de los problemas que enfrenta la poblaci�n de Ayacucho y particularmente los agricultores, es la inequidad en la asistencia social.

 

Tabla 2. �Tradicionalmente, qu� tipo de cultivo desarrolla?

Opci�n

Frecuencia

Porcentaje

De ciclo corto

215

75

De circo largo

42

14

Otros: especifique

31

11

Total

288

100

Fuente: Elaboraci�n propia a partir de la informaci�n proporcionada en la encuesta. Elaboraci�n: Autores.�����������������������������������������������������

Gr�fico 2

Fuente: Elaboraci�n propia a partir de la informaci�n proporcionada en la encuesta. Elaboraci�n: Autores.


 

An�lisis. En la parroquia Ayacucho predomina la agricultura de ciclo corto, debido a dos factores; por una parte, la falta de recursos financieros, para incursionar en actividades agr�colas de mayor inversi�n; y, por otra parte, a la necesidad de los prestamistas intermediarios, que demandan la recuperaci�n de los pr�stamos concedidos, en el menor tiempo posible; con lo cual, se estar�a acelerando, la velocidad de circulaci�n del dinero.

Desde otro punto de vista, se pudo conocer que, un grupo minoritario de agricultores, han orientado su quehacer agr�cola a la producci�n maderera, a partir de la disponibilidad de �reas para este tipo de actividad, en la que, las monta�as o lugares de poca accesibilidad, constituyen los principales espacios madereros.

 

Tabla 3. �Cu�l es la modalidad para el comercio de su producci�n agr�co���������������������������������

Opci�n

Frecuencia

Porcentaje

De manera directa en los mercados de abasto

62

22

A trav�s de intermediarios

154

53

Abastecimiento a empresas

12

4

Mediante entrega a centros de acopio

24

8

Otros: especifique

36

13

Total

288

100

Fuente: Elaboraci�n propia a partir de la informaci�n proporcionada en la encuesta.

Elaboraci�n: Autores.

Gr�fico 3


Fuente: Elaboraci�n propia a partir de la informaci�n proporcionada en la encuesta.

Elaboraci�n: Autores.

 

An�lisis. En l�neas anteriores, se ha manifestado que, entre otras caracter�sticas del agricultor de la parroquia Ayacucho, est� la limitaci�n financiera, la accesibilidad a cr�ditos oportunos, la falta de asistencia t�cnica, el no contar con centros de abastecimientos, la falta de medios de transporte propio, entre otros, con lo cual la fase de comercializaci�n se transforma en un proceso arduo que, los conduce muchas veces, a asumir, modalidades que no necesariamente responden a sus propios intereses.

Una de las formas de comercializaci�n que predomina en la zona, es a trav�s de intermediarios que, con capital suficiente y veh�culos propios llegan hasta el lugar de producci�n; esta modalidad, la aplican m�s del 50% de los agricultores.

Otra caracter�stica, es la de comercializar en mercados cercanos, como son: Santa Ana y Portoviejo, lo cual, si bien le genera mayor beneficio al agricultor, incide en el costo de la canasta b�sica familiar de los consumidores urbanos.

Finalmente, un grupo minoritario de agricultores (entre 15 y 20), comercializan a trav�s de centros de acopio y de abastecimientos a empresas; esta modalidad es considerada poco rentable, toda vez que los precios son regulados de manera oficial.

Tabla 4 �Acude usted a solicitar pr�stamos financieros para su actividad agr�cola?

 

Opci�n

Frecuencia

Porcentaje

Si

139

48

No

86

30

Ocasionalmente

63

22

Total

288

100

Fuente: Elaboraci�n propia a partir de la informaci�n proporcionada en la encuesta.

Elaboraci�n: Autores.

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Gr�fico 4

 


Fuente: Elaboraci�n propia a partir de la informaci�n proporcionada en la encuesta. Elaboraci�n: Autores.

 

An�lisis. Siendo uno de los grandes problemas del agricultor de Ayacucho, la falta de recursos financieros para sus actividades agr�colas, al momento de solicitar estos rubros de financiamiento, se enfrentan a problemas tales como trasladarse a la ciudad capital a gestionar sus requerimientos financieros; otro problema es que, frente a la falta de asesoramiento t�cnico-financiero, no siempre logran satisfacer los requisitos solicitados por la entidad financiera.

Frente a estos inconvenientes y otros que se derivan de aquellos, el 48% de los encuestados, coinciden al responder que, si han acudido a solicitar pr�stamos; sin embargo, solo el 15% de ellos han logrado el financiamiento requerido. Es esta situaci�n en particular, se ha dado paso para que, aproximadamente el 30% de los encuestados opten por no iniciar ning�n tr�mite de financiamiento, vi�ndose �obligados� a acudir a los intermediarios (chulqueros e inversionistas) para que sean ellos quienes financien sus necesidades financieras.

En este punto, si recordamos que, no es suficiente el asesoramiento t�cnico-financiero, si no hay seguridad en precios de mercado, y, si no existe asistencia social, lo m�s probable es que, los agricultores no logren ser aceptados como sujetos de cr�dito, situaci�n que agrava m�s la ya dif�cil situaci�n del campesinado de la parroquia Ayacucho.

 

Tabla 5 �Considera usted que recibe un pago justo por sus productos?

 

Opci�n

Frecuencia

Porcentaje

Si

24

8

No

252

88

Ocasionalmente

12

4

Total

288

100

Fuente: Elaboraci�n propia a partir de la informaci�n proporcionada en la encuesta.

Elaboraci�n: Autor.

 

Gr�fico 5

 


Fuente: Elaboraci�n propia a partir de la informaci�n proporcionada en la encuesta.

Elaboraci�n: Autor.

 

 

 

 

An�lisis. Es conocido que, en Ecuador y sus territorios subnacionales, existe fijaci�n de precios oficiales, en la pr�ctica, estos suelen ser modificados en funci�n de los niveles de oferta y demanda, y de manera particular, en los productos agr�colas, estos se encuentran influenciados por los ciclos productivos, en las que, en muchas oportunidades, por la abundante producci�n, los precios de mercado de estos, caen por debajo del costo de producci�n, ocasionando p�rdidas sustanciales a sus productores.

Como se ha manifestado en l�neas anteriores, al no existir el asesoramiento necesario al momento de la siembra y cosecha de productos agr�colas, lo m�s frecuente es encontrar en ciertas �pocas del a�o, abundantes productos de una misma especie, con lo cual, muchos productores prefieren dejar perder la cosecha, pues consideran que, los costos de cosecha, sumados al traslado, no son reconocidos v�a precios en los mercados; de all� que, aproximadamente el 87% de los encuestados, han sostenido que no reciben un precio justo por sus productos.

Por la arriba indicado, es frente a la inestabilidad de los precios de los productos agr�colas que, las personas dedicadas al agro, se sienten poco estimuladas para permanecer en el campo, constituyendo esto, un motivo m�s para la migraci�n campo ciudad y con ello la ampliaci�n de los cinturones de pobreza, especialmente en las zonas urbano � marginal de las ciudades, con lo cual, surge la siguiente interrogante: �est�n preparadas las urbes para recibir una poblaci�n adicional a la estimada?

 

Discusi�n

En la contemporaneidad, autores como Cuj� (2012), definen a la agricultura convencional, como aquella que se basa en t�cnicas comunes ya desarrolladas, en donde la obtenci�n de la producci�n se basa en el manejo de acelerantes qu�micos en el proceso del cultivo; esta forma de definir a la agricultura convencional, lo aleja de lo que hoy conocemos como agricultura ecol�gica, por tanto, de su relaci�n con el medio ambiente y con la sensibilidad social, por lo que, se centra no s�lo en la producci�n sino tambi�n en la sostenibilidad ecol�gica del sistema de producci�n.

Blanco (2016), por su parte, sostiene que, �una agricultura sustentable es la que se sucede de manera tal que la base de recursos naturales utilizada se conserva o se mejora; constituye un negocio remunerativo para los diferentes actores del circuito agroalimentario, comenzando por los productores hasta llegar a los consumidores�. A partir de esta definici�n, V�squez (2016), al referirse al desarrollo econ�mico local, lo define como un proceso de crecimiento y cambio estructural que, mediante la utilizaci�n del potencial de desarrollo existente en el territorio, conduce a elevar el bienestar de la poblaci�n de una localidad o una regi�n.

Razeto (2001), aborda el problema del desarrollo y la producci�n, como un proceso de transformaci�n y perfeccionamiento de la econom�a en el tiempo, en la que, el cuerpo central de sus estudios, est� orientado al an�lisis de los contenidos, las formas y las implicaciones de la expansi�n, diversificaci�n, cualificaci�n y unificaci�n de los procesos de producci�n, distribuci�n, consumo y acumulaci�n, constitutivos del desarrollo econ�mico.

En esta misma l�nea y direcci�n, Pe�aranda (2013), considera que, �el desarrollo econ�mico local es un enfoque alternativo al de las pol�ticas asistenciales de superaci�n de la pobreza, y que busca, por tanto, incidir en la generaci�n de empleo e ingresos mediante la mejora de la productividad y competitividad�, por lo que, Reiche (2016), ha afirmado que, uno de los retos importantes es contribuir a lograr el equilibrio entre producir m�s alimentos, pero al mismo tiempo proteger el ambiente; agrega: �por una parte, se requiere aumentar la productividad biol�gica de los sistemas de producci�n y elevar los ingresos de los productores, pero por otra, se necesita crear fuentes de empleo e ingresos fuera del sector agropecuario y movilizar el potencial econ�mico de la regi�n a fin de dirigir esfuerzos hacia un desarrollo sostenible�.

Vuelta (2017), explora un conjunto de variables insertas en los procesos de producci�n para el desarrollo, as�, sostiene que, la producci�n agropecuaria puede aportar de diferentes maneras al desarrollo sustentable, en lo social, si se producen alimentos nutritivos e inocuos a precios razonables, se generar�an empleos, se reducir�an los riesgos en la salud y la pobreza; en lo ambiental: si se usan eficientemente los recursos renovables y no renovables, disminuir�an las p�rdidas de agroqu�micos por percolaci�n, volatilizaci�n y erosi�n, se mejorar�a la calidad del suelo y se minimiza el riesgo de contaminaci�n; en lo econ�mico, si se genera riqueza y se promueve el comercio de alimentos.

Por lo expuesto, el desarrollo sustentable como base para la sostenibilidad de las generaciones presentes y futuras, es por tanto una propuesta post modernista que emerge de la reflexi�n sobre las consecuencias actuales y futuras de la sociedad industrializada, que busca soluciones a los problemas de degradaci�n ambiental y productiva que d�a a d�a se incrementan, diversifican y extienden.

Aunque existen diversos aportes te�ricos que buscan explicar los problemas del desarrollo sostenible, parece haber un cierto consenso de significado, cuando se trata de revitalizar el crecimiento econ�mico, reorient�ndolo hacia cuestiones ambientales y econ�micos. Esto significa, mantener el crecimiento econ�mico, ajust�ndolo t�cnicamente a las limitaciones del capital natural. En este mismo sentido, el desarrollo sustentable, puede ser entendido, como una especie de crecimiento doblemente concienciado; es decir, un crecimiento econ�mico donde las necesidades sociales de las generaciones presentes sean tenidas en cuenta, al igual que la de las generaciones futuras.

Entonces, resulta interesante, reconocer que, el desarrollo sustentable, es analizado sobre la base de un amplio horizonte, donde se pretende habitualmente ser aplicado; esto incluye, una gran diversidad de �reas, el mundo industrializado y el mundo en v�as de desarrollo, el medio urbano y el medio rural, cualquier sector productivo o combinaci�n funcional de actividades productivas. Desde otro punto de an�lisis, esta forma de desarrollo, tambi�n pretende cubrir una gran diversidad de problemas: cuestiones de distribuci�n de la riqueza y lucha contra la pobreza, preservaci�n de la diversidad biol�gica, optimizaci�n del crecimiento econ�mico, de producci�n y transferencias de tecnolog�as limpias, entre otras.

Con referencia a lo anterior, el desarrollo sostenible cobra importancia, toda vez que hace referencia a la utilizaci�n racional de los recursos naturales de un lugar; sin embargo, si bien procede de la preocupaci�n por el medio ambiente, no es un concepto fundamentalmente ambiental, por lo que trata de superar la visi�n del medio ambiente como un aspecto independiente de la actividad humana que hay que preservar.

En efecto, el concepto de desarrollo sustentable y sostenible, incluye aspectos tales como lo ambiental, lo econ�mico y lo social, en la que, lo social no se introduce como una concesi�n de justicia humana, sino, por la evidencia de que el deterioro ambiental est� asociado con la opulencia y los estilos de vida de los llamados pa�ses desarrollados, as� como de aquellos en v�a de desarrollo, en la que destaca la pobreza y la lucha por la supervivencia de la humanidad marginada. (WWF, Fondo Mundial para la Naturaleza, 2008).

 

Conclusiones

  La parroquia Ayacucho del cant�n Santa Ana, cuenta con abundante agua subterr�nea, al mismo tiempo posee potencialidades de recursos naturales que a�n no han sido aprovechadas adecuadamente para la producci�n agr�cola.

  La agricultura sustentable, es uno de los sectores potenciales en la econom�a del pa�s y por tanto, puede dar un impulso al desarrollo local, esto permitir�a que, se generen espacios de agroindustria, emprendedorismo rural, dinamizaci�n de la econom�a local.

  Los GADs cantonal y parroquial, deben velar por el bienestar del territorio, especialmente de las comunidades que se dedican a la actividad agr�cola para que no emigren a la ciudad, evitando as�, el desaprovechamiento de las tierras f�rtiles que presenta la parroquia Ayacucho.

  Se necesita fomentar proyectos agr�colas que contribuyan al desarrollo econ�mico, aprovechando los recursos naturales del sector, para de esta forma dinamizar la econom�a local.

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� 2022 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

(https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/).



[1] �Uno de los cambios m�s importantes que han tenido lugar en la teor�a del desarrollo econ�mico en los �ltimos veinte a�os, es la formaci�n de un nuevo paradigma que se conoce como �desarrollo end�geno�. En un escenario caracterizado por la incertidumbre, el aumento de la competitividad en los mercados y el cambio institucional, han surgido paralelamente, formas m�s flexibles de acumulaci�n y regulaci�n del capital, que caracterizan a los procesos de crecimiento y cambio estructural y que se han convertido en un instrumento preferente de la pol�tica industrial y regional� (V�zquez, 1999b, P.27).

[2] Incluidos los precursores del Club de Roma, Rene Dumont, el soci�logo Jacques Ellul, Ivan Illich, Nicholas Georgescu-Roegen, as� como el economista Serge Latouche y el f�sico y fil�sofo Vandana Shiva.

[3] Entendido como las consecuencias sociales de la actividad de la empresa en todos los niveles, donde participan los trabajadores, los proveedores, los clientes, las comunidades locales y la sociedad en general.

[4] Se refiere a la compatibilidad entre la actividad social de la empresa y la preservaci�n de la biodiversidad y de los ecosistemas.

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