Las habilidades socioafectivas y su relación con el aprendizaje en estudiantes del nivel secundaria – 2021

 

Socio-affective skills and their relationship with learning in high school students – 2021

 

Habilidades socioafetivas e sua relação com a aprendizagem em estudantes do ensino médio – 2021

 

Segundo Graciano Narro-Sáenz I
segundo.narro@gmail.com  
https://orcid.org/0000-0002-1787-7090
 


                   

 

 

José Eduardo Maguiña-Vizcarra II
jose.maguiña@gmail.com  
https://orcid.org/0000-0003-4951-3934
 

 

 

 

 

 


Correspondencia: segundo.narro@gmail.com    

 

 

 

Ciencias de la Educación       

Artículo de Investigación

                                                                         

*Recibido: 30 de enero de 2022 *Aceptado: 18 de febrero de 2022 * Publicado: 15 marzo de 2022

 

         I.            Universidad César Vallejo, Trujillo, Perú.

       II.            Universidad César Vallejo, Trujillo, Perú.

 

 

                                                                                                            


Resumen

El presente artículo tiene como objetivo analizar la relación existente entre habilidades socioafectivas y el aprendizaje en estudiantes del nivel secundario durante el año escolar 2021. Para ello, se utiliza el método documental en su modalidad de revisión, a fin de indagar sobre las investigaciones  publicadas en las bases de datos de Scopus, EBSCO y Scielo; que guardan relación con repositorios y revistas indexadas en periodo preferencial de los últimos 10 años, de igual forma se tomaron algunas fuentes de mayor antigüedad por su importante aporte en la información. Como resultado del arqueo bibliográfico, se sistematizaron dos tablas.  En la primera, se muestran autores de las 27 producciones organizadas según el año de publicación, pudiéndose apreciar estudios sobre la temática investigada durante el intervalo que va desde el 2016 hasta el 2021. En la segunda, se recoge información de acuerdo con la metodología aplicada, para clasificar los trabajos según su estructura de tesis o artículos. Se concluye que el basamento para buscar recursos que permitan generar el desarrollo de estas habilidades socioafectivas son los pilares de la educación: Aprender a Conocer: Factores cognitivos y afectivos, Aprender a Hacer: Operatividad – habilidad – trabajo en equipo, Aprender a Convivir: Sentido de servir y empatía,  y Aprender a Ser: Trascender con el ejemplo, los cuales se hacen más vigentes en la sociedad actual.

Palabras claves: Habilidades socioafectivas; aprendizaje en estudiantes.

 

Abstract

The objective of this article is to analyze the relationship between socio-affective skills and learning in secondary school students during the 2021 school year. For this, the documentary method is used in its review modality, in order to inquire about the research published in the Scopus, EBSCO and Scielo databases; that are related to repositories and journals indexed in the preferential period of the last 10 years, in the same way some older sources were taken for their important contribution to the information. As a result of the bibliographic accounting, two tables were systematized. In the first, authors of the 27 productions organized according to the year of publication are shown, being able to appreciate studies on the subject investigated during the interval that goes from 2016 to 2021. In the second, information is collected according to the methodology applied , to classify the works according to their thesis or article structure. It is concluded that the foundation to search for resources that allow generating the development of these socio-affective skills are the pillars of education: Learning to Know: Cognitive and affective factors, Learning to Do: Operability - ability - teamwork, Learning to Coexist: Meaning of serving and empathy, and Learning to Be: Transcend by example, which are becoming more relevant in today's society.

Keywords: Socio-affective skills; student learning

 

Resumo

O objetivo deste artigo é analisar a relação entre habilidades socioafetivas e aprendizagem em alunos do ensino médio durante o ano letivo de 2021. Para isso, utiliza-se o método documental em sua modalidade de revisão, a fim de indagar sobre as pesquisas publicadas no periódico bases de dados Scopus, EBSCO e Scielo; que estão relacionados a repositórios e periódicos indexados no período preferencial dos últimos 10 anos, da mesma forma que algumas fontes mais antigas foram tomadas por sua importante contribuição para a informação. Como resultado da contabilização bibliográfica, foram sistematizadas duas tabelas. Na primeira, são apresentados os autores das 27 produções organizadas de acordo com o ano de publicação, podendo apreciar estudos sobre o tema investigado durante o intervalo que vai de 2016 a 2021. Na segunda, as informações são coletadas de acordo com a metodologia aplicada. , para classificar os trabalhos de acordo com sua estrutura de tese ou artigo. Conclui-se que a base para a busca de recursos que permitam gerar o desenvolvimento dessas habilidades socioafetivas são os pilares da educação: Aprender a Conhecer: Fatores cognitivos e afetivos, Aprender a Fazer: Operabilidade - habilidade - trabalho em equipe, Aprender a Coexistir: Significado de servir e empatia, e Aprender a Ser: Transcender pelo exemplo, cada vez mais relevante na sociedade atual.

Palavras-chave: Habilidades socioafetivas; aprendizagem do aluno

 

Introducción

A lo largo de la vida, intervienen múltiples factores tangibles en el proceso de formación de la personalidad, en los cuales se incluye la familia, los amigos, la comunidad y la escuela, así como las circunstancias particulares de cada persona que influyen en mayor o menor grado en la formación.  Por tal razón, es menester se conscientes de estas habilidades, dado que las mismas requieren mucho tiempo para ser consolidadas, en aras de que sean puestas en práctica. (Isidora y Valdez 2007).

En ese sentido,  la educación del siglo XXI debe propender a la potencialización del desarrollo humano para que éste pueda convivir en una sociedad que se encuentra en constante transformación gracias a la tecnología y la digitalización de todos los procesos en forma global que hace del mundo un lugar más competitivo, en aras de fortalecer la habitualidad de los sujetos en un ambiente afectivo, donde exista la capacidad de interacción, y discernimiento ético. (Mena et al., 2009).

De manera que, si se enfoca la misión de la escuela en su doble dimensión de desarrollo humano y transmisión de saberes, y se une a eso un cambio en la concepción del paradigma de relaciones y ambientes que forman, se podrá avanzar no sólo en el desarrollo de las personas, sino también en aprendizajes y resultados en pruebas nacionales e internacionales aunque el cambio no es fácil, por lo complejo del cambio cultural, hacerlo significaría trascender a la escuela para asignarle un rol más fuerte de transformación social/cultural, respecto del reproductor.

La formación socio afectiva exige que se tome en cuenta las habilidades de los estudiantes, tales como  la dimensión cognitiva (currículo) y la emocional, es decir, la empatía y valores como la solidaridad, a pesar de que muchos de los docentes no poseen la formación adecuada para ello, ejerciendo esta acción de manera autodidacta en eventos puntuales. (Andueza, 2019).

En consecuencia, cuando no existe la coordinación necesaria entre los agentes educativos (directivos – docentes), el trabajo resulta ser poco productivo en la formación de valores,  en virtud de que no se destacan las ventajas de este factor por su  un profundo valor en sí mismo al ofrecer una cantidad de herramientas pertinentes para que los niños y adolescentes puedan desenvolverse y relacionarse con los demás, además genera seguridad, aumenta el autoestima  y contribuye a la toma de decisiones de acuerdo a sus prioridades valóricas, que lo ayudan a vivir en un mundo complejo lleno de contravalores y  contradicciones. (Romagnoli et al., 2007).

Con base a lo señalado, se plantea como objetivo general del presente artículo de investigación, analizar la relación existente entre habilidades socioafectivas y el aprendizaje en estudiantes del nivel secundaria durante el año escolar 2021, que pueden ser inherentes o formadas en los estudiantes a lo largo de la vida y cómo estas influyen en su desarrollo social, emocional y cognitivo.

Habilidades socioafectivas  

Se entiende por habilidades socioafectivas al conjunto de capacidades propias del ser humano que contribuyen a dar respuesta de manera adaptativa a las diferentes situaciones que se le presentan en su vida personal y social, cuyos recursos se consideran necesarios para conseguir los objetivos y metas que se planteen; además orienta la conducta, así como la gestión de sus emociones y pensamientos desde la coherencia interna, lo cual los dota de competencias para vivir y convivir socialmente de forma saludable y respetuosa. Armada (2017)

A juicio de Previamente, Trianes y García (2002), el hecho de desarrollar el ejercicio pedagógico bajo concepciones denominadas socioafectivas y emocionales, se fundamentan en las teorías de inteligencias personales (inter e intra), inteligencia emocional y sus componentes propuestas por Gadner, Salovey y Mayer y Goleman, respectivamente, quienes  enuncian una serie de principios que justifican la importancia de una educación socioafectiva-emocional.

Principios de la educación socioafectiva-emocional según Trianes y García (2002):

·         La finalidad de la educación es el pleno desarrollo de la personalidad integral del alumno, que incluye el desarrollo cognitivo, instrucción y desarrollo socio-afectivo-emocional.

·         La educación es un proceso caracterizado por la relación interpersonal, impregnada por fenómenos socio-afectivo-emocionales, en cuyo proceso de aprendizaje individual y autónomo también está presente la dimensión social. Todo esto exige que se le preste una atención especial por las múltiples influencias que ejerce en el aprendizaje de los alumnos.

·         Lo índices elevados de fracaso escolar, dificultades de aprendizaje, estrés ante los exámenes, abandonos en los estudios, aburrimiento, indisciplina escolar y otros fenómenos relacionados con el fracaso escolar pudieran ser provocados por estados negativos, como la apatía, depresión, y algunas veces intentos de suicidio. Todo esto ello está relacionado con déficits en la madurez y el equilibrio socio-emocional.

·         Es aceptado que las relaciones sociales pueden ser una fuente de conflictos, no solo en el ámbito de la educación sino también en la profesión, familia, comunidad, tiempo libre y cualquier contexto en el que se desarrolle la vida de una persona. Estos conflictos afectan a los sentimientos, de tal manera que a veces pueden llegar a producir respuestas violentas incontroladas.

·         La sociedad recibe una serie de estímulos que crean y producen tensiones emocionales. Estos pueden proceder de estrés del trabajo, conflictos familiares, noticias (guerras, desastres naturales, hambre, tortura, entre otros.), reveses económicos, pérdidas de personas queridas, enfermedades, etc. Ante estas tensiones puede adoptarse las siguientes consecuencias: irritabilidad, falta de equilibrio emocional, problemas de relación, ansiedad, estrés, depresión.

Ahora bien, desde la segunda mitad de la década de los noventa se ha tenido una amplia difusión de la teoría de las inteligencias múltiples acuñada por Gadner (1995), entre ellas se encuentran  las inteligencias interpersonal e intrapersonal. Esta teoría supone un reto para el futuro de la educación, en el cual deben tener en cuenta aspectos educativos hasta ahora olvidados, debido a que el proceso de enseñanza y aprendizaje se ha enfocado en desarrollar las capacidades lingüísticas y matemáticas durante la escolaridad formal obviando otras inteligencias.

Por lo tanto, el no tomar en consideración la inteligencia emocional en el sistema educativo puede suponer una atrofia de considerables consecuencias para el desarrollo personal y social, con lo cual ocasionaría un analfabetismo emocional, que se el individuo puede manifestar a través de conflictos internos y externos, violencia familiar o con amigos, enfrentamientos con compañeros de clase, malas decisiones como el suicidio, tener ansiedad, estrés o depresión.

En los tiempos actuales, con la entrada de la sociedad en las tecnologías de la información y la comunicación, se corre el peligro de que las relaciones interpersonales queden sustituidas por las nuevas tecnologías tales como el internet, la telemática, la televisión, los vídeos, y las redes sociales como sustituto de la relación de afecto. Así mismo, se incluye muchas veces la compañía de animales para llenar el vacío o carencia afectuosa.

Cada vez se ve más claro que el rol tradicional del profesor, centrado en la transmisión de conocimientos, está cambiando. Actualmente se dan como mínimo dos fenómenos interrelacionados que obligan a este cambio de rol: la obsolescencia del conocimiento y las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Esto abre un escenario en el cual el alumno adquiere conocimientos en el momento que los necesita a través de los medios tecnológicos. En función de estas tecnologías el rol del profesor cambia, pasando de la enseñanza solo instructiva al desarrollo integral. Esto va a suponer un constante reciclaje del profesorado para ponerle en situación de impartir una educación cognitiva y socio-afectiva-emocional.

En los centros educativos se presentan comportamientos violentos e indisciplinados que tienen en su base sentimientos de insatisfacción e inadaptación socioemocional en alumnos que, por distintos motivos, no se integran en el trabajo académico. Una vía para prevenir y afrontar estas situaciones es la llamada educación para la convivencia, que incluye una educación integral del ámbito social, emocional y moral, mediante programas integrados que persiguen objetivos de mejora de las relaciones sociales, madure personal, educación emocional y moral, abordando estos aspectos en una educación y construcción de la persona.

Este conjunto de habilidades socioafectivas se traduce en habilidades que todas las personas deben fortalecer en especial los adolescentes. Según Castañeda y Herrera (2018), son las siguientes:

Las habilidades de comprensión de sí mismo: Son habilidades donde las personas son capaces de reconocer sus emociones, describir sus intereses, valores y habilidades en forma certera con sus fortalezas. Así mismo, tienen un profundo sentido de confianza, aprenden a relacionarse con otros, son empáticos y buscan entender lo que están pensando y sintiendo. Además, le permiten  organizarse y planificar el propio aprendizaje desde la auto-comprensión o auto-conocimiento.

Habilidades de autorregulación: Son aquellos sujetos que saben cómo manejar sus emociones y comportamientos, son capaces de manejar la ansiedad, el estrés, controlar sus impulsos y persistir para superar los obstáculos, logran automotivarse y monitorear su progreso a través de resultados tangibles del cumplimiento de objetivos académicos y personales, y expresar sus emociones de manera apropiada en diversas situaciones.

Habilidades de comprensión del otro: Son los sujetos que capaces de evaluar y emitir juicios al empatizar con otros, reconociendo la existencia de similitudes y diferencias individuales y grupales en su entorno social. Conforme a su edad buscan usar adecuadamente los recursos que les brindan la familia, la escuela, la comunidad y la sociedad.

Habilidades de relación interpersonal: Es la capacidad necesaria para lograr establecer y mantener relaciones gratificantes y saludables basadas en la cooperación y el trabajo en equipo, donde se resisten a la presión social inadecuada; están predispuestos a prevenir, manejar y resolver constructivamente conflictos sociales dentro del medio en el cual interactúan; brindando apoyo y ayuda cuando se necesita, otorgándole la posibilidad de relacionarse con los demás, ser parte activa dentro de su grupo, comunicarse de manera asertiva, dialogar, llegar a consensos, negociar, resolver discrepancias y apoyar el aprendizaje de los que lo requieran.

 

Materiales y métodos

El artículo se trabajó asumiendo el paradigma interpretativo-hermenéutico, mismo que busca reconocer la existencia de los fenómenos sociales con la participación del hombre, cuyo interés fundamental va dirigido al significado de las acciones humanas desde las experiencias  de vida reales para los involucrados en los procesos en los que se desenvuelven. (Barrero, et al., 2011).

El enfoque es cualitativo, el cual utiliza la recolección de la información para ser analizada en aras de dar respuesta a las interrogantes planteadas una vez observado el fenómeno de investigación por parte del investigador, de manera que mediante la profundización de las opiniones de los actores sociales, se pueda develar nuevos hallazgos a través de la interpretación del discurso. (Hernández, 2014)

El método es el documental en su modalidad de revisión de literatura que en palabras de Baker (2016), tiene como principales propósitos definir conceptos relevantes sobre el tema que se estudia, sintetizar evidencias en torno a la temática abordada, identificar metodologías utilizadas previamente y distinguir los vacíos en investigación sobre el área de interés.

Para recabar información se combinaron los siguientes criterios de inclusión y exclusión como técnica de búsqueda, a saber: trabajos publicados entre los años 2000 y 2021, artículos científicos y tesis bien sea de índole nacional e internacional, estudios cuantitativos, cualitativos o mixtos y que además tengan relación directa con el tema de la investigación.

La información recabada se analizó mediante el estudio hermenéutico profundo de los trabajos de investigación que fueron seleccionados, los cuales fueron publicados de manera preferencial en los últimos 20 años en las bases de datos de las revistas científicas Scopus, Ebsco y Scielo que guardan relación con repositorios institucionales y revistas arbitradas e indexadas.

Hallazgos

La siguiente Tabla muestra autores de las 27 producciones entre artículos y tesis objeto de análisis, organizados según el año de publicación. Como se puede apreciar, la mayoría de estudios se aglutinan en el intervalo que va desde 2016 hasta 2021, siendo menor en los primeros años de clasificación, por tal motivo, se infiere que la preocupación de estudiar y promover el desarrollo de las habilidades socioafectivas en los últimos años ha sido consecuente.

 

 

 

 

 

 

 

 

Tabla 1. Producción científica de artículos y tesis sobre el tema desde 2016 hasta 2021

Periodo

Autores

2000-2005

1

Trianes Torres, M. y García Correa, A. (2002).

 

 

 

2006-2010

 

 

 

6

Berger, C. Milicic, N., Alcalay, L., Torretti, A., y Arab, M. (2009). Cuervo Martínez, Á. (2010); Fernández Domínguez, M., Palomero Pescador, J. y Teruel Melero, M. (2009); Isidora Mena, C., y Valdés A. (2007); Mena Edwards M., Romagnoli Espinosa. C. y Valdés Mena, A. (2009) Vivas, M., Chacón, M., y Chacón, Ed. (2010).

 

2011-2015

 

5

Berger, C., Milicic, N., Alcalay, L. y Torretti, A. (2014) Carrillo, G. G. (2015); Castro, P., Krause, M., y Frisancho, S. (2015); Díaz Fouz, T. (2014); Ortega Ramos, D.y Ramos Cevallos, N. (2011)

 

 

 

 

 

 

2016-2020

 

 

 

 

 

12

Andueza Quezada, D. (2019); Armada Crespo, J. M. (2017); Barceló Berrio, Y. (2018); Baker, J. D. (2016); Castañeda Purizaca, M. y Herrera Castañeda, M. (2018); Correa Villa, E. M. (2020); Cuadra Martínez, D., Salgado Roa, J., Lería Dulčič, F. y Menares Ossandón, N. (2018); Idme Mamani S.V. (2017); López Martínez, G. (2020); Martínez González, A. M., y Rosales Pertuz, P. I. (2020); Reggiardo Romero, R. (2017); Tonato Ortega B.M (2020).

Fuente: Revisión bibliográfica realizado por el autor (2022), elaboración propia

 

 

En la segunda tabla, se presenta información de las producciones académicas (artículos y tesis), que permiten conocer las tendencias investigativas realizadas a partir de los fenómenos observados desde las instituciones universitarias, por cuanto se demuestra con ello la preocupación de los autores por estudiar los temas de interés en relación al aprendizaje de las habilidades socioafectivas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tabla 2. Las producciones académicas y sus tipos en torno al tema de estudio

Producción

Autores

 

 

 

Tesis de investigación

 

 

 

13

Andueza Quezada, D. (2019); Armada Crespo, J. M. (2017) Barceló Berrio, Y. (2018); Carrillo, G. G. (2015); Castañeda Purizaca, M. y Herrera Castañeda, M. (2018); Correa Villa, E. M. (2020); Déley, A. A. (2021); Idme Mamani S.V. (2017); López Martínez, G. (2020); Martínez González, A. M., y Rosales Pertuz, P. I. (2020); Ortega Ramos, D.y Ramos Cevallos, N. (2011); Reggiardo Romero, R. (2017); Tonato Ortega B.M (2020).

 

 

 

 

 

Artículos científicos

 

 

 

 

 

14

Baker, J. D. (2016); Berger, C., Milicic, N., Alcalay, L. y Torretti, A. (2014); Berger, C. Milicic, N., Alcalay, L., Torretti, A., y Arab, M. (2009); Castro, P., Krause, M., y Frisancho, S. (2015); Cuadra Martínez, D., Salgado Roa, J., Lería Dulčič, F. y Menares Ossandón, N. (2018); Cuervo Martínez, Á. (2010); Díaz Fouz, T. (2014); Fernández Domínguez, M., Palomero Pescador, J. y Teruel Melero, M. (2009); González, A. y Arce, M. (2021); Huerta Cuervo, R. y Vicario Solórzano, M. (2021); Isidora Mena, C., y Valdés A. (2007); Mena Edwards M., Romagnoli Espinosa. C. y Valdés Mena, A. (2009); Trianes y García (2002).

Fuente: Revisión bibliográfica realizado por el autor (2022), elaboración propia

 

 

Relación de las habilidades sociafectivas y el aprendizaje

Las habilidades sociafectivas inciden positiva o negativamente en el aprendizaje de los estudiantes debido a la complejidad del ser humano y la forma en que se vincula con el mundo externo que forma parte de su proceso evolutivo en el que participa la maduración psicológica y biológica que se caracteriza por otorgar un sentido lúdico al mundo y la escuela, por lo que la diversión es la prioridad y la enseñanza es vista como un juego; las experiencias e inseguridades; y lo que se asocia a vulnerabilidad emocional y dependencia. (Cuadra et al 2018).

De allí se deriva la importancia de promover el desarrollo socioemocional, a fin de obtener resultados favorables en el desarrollo socioemocional de los estudiantes, lo que representa un desafío educativo de cara a la dicotomía que aún persiste entre el desarrollo cognitivo, asociado al logro académico, y el desarrollo socioemocional, el cual es considerado secundario y queda supeditado a la existencia de tiempo y otros recursos. (Berger, 2014; González y Arce, 2021).

A todas luces resulta pertinente la implementación de las estrategias relacionadas con las habilidades socio-afectivas, ya que estas permiten una autorregulación de los sentimientos y emociones, y la definición de los alcances personales, deseos, angustia, decisiones asertivas, empatía, apatía, entre otros elementos relevantes para detectar los problemas de aprendizaje, elevando además el autoestima, por eso es necesario concebirlo como un elemento académico.

La desatención del desarrollo de la dimensión socioafectiva pudiera ocasionar conductas negativas en las personas como la falta de compromiso, débil gestión de las emociones, baja autoestima, trayendo como consecuencia una salud mental deficiente, violencia, consumo de drogas, delincuencia y marginación, en detrimento del bienestar psicosocial. (Correa, 2020).

Otro de los aspectos a considera es la formación de los docentes aunque haya quedado demostrada la influencia que tienen sus competencias socioemocionales sobre el autoconcepto y rendimiento del alumno; por otra, se ha comprobado también su influencia sobre su propio bienestar y trabajo docente. Sin embargo, si tal y como se ha expuesto desde diferentes modelos teóricos e investigaciones empíricas, no es posible enseñar aquello que no se ha desarrollado, el siguiente punto será necesariamente conocer qué nivel de formación se está dando a los docentes en estas competencias socioemocionales, cómo se están integrando en las mallas formativas y qué tipo de pruebas de evaluación se está llevando a cabo para su medición. (Díaz, 2014).

Sin duda que tanto la labor docente como su formación son aspectos importantes a tomar en cuenta en el desarrollo de habilidades socioafectivas en los estudiantes, porque son los docentes que con sus valores y principios enseñan con el ejemplo. Por lo tanto, es importante reforzar esta capacidad, lo que favorecería el crecimiento personal y profesional, multiplicando los conocimientos adquiridos en sus estudiantes. (Fernández et al., 2009).

Para promover dichas competencias en su práctica pedagógica e ir de la mano con las exigencias sociales actuales y los cambios en la sociedad y en la familia, es importante la incorporación a la escuela de nuevos colectivos que se apropien de las nuevas competencias exigidas a los profesores, contribuyendo a que la docencia sea una profesión ejercida en medio de situaciones que pueden generar tensión emocional mediante programas específicos para consolidar competencias socioafectivas en los espacios de enseñanza-aprendizajeSegún. (Vivas et al., 2010).

Según Huerta y Vicario (2021), eso ayudaría a enfrentar cualquier evento catastrófico como lo ha sido la pandemia por COVID-19, donde los centros educativos reprodujeron en ambientes virtuales las actividades formativas que ya realizaban de manera presencial, pero dejaron de lado la atención de las competencias socioemocionales ya que, no cuentan con planes específicos para ello. En el mejor de los casos, en los centros educativos se atienden problemas graves que se observan en el comportamiento de algunos alumnos, pero, no hay planes generales para abordar de manera transversal el aspecto socioafectivo, como parte de la formación integral. A pesar de que, como se ha informado públicamente, los problemas de violencia intrafamiliar crecieron durante la pandemia, la escuela pública, especialmente en el nivel medio superior y superior, no generó alternativas para propiciar la socialización entre los jóvenes, dejando sin llenar un espacio de convivencia muy importante en su formación.

Hasta este momento el enfoque ha sido tanto en el docente como en el estudiante, pero no hay que descuidar la función de la familia, pues es bien sabido que el aprendizaje fundamental de valores y principios viene del hogar. Por lo tanto, su papel en el desarrollo de habilidades socioafectivas es trascendental en niño, adolescente y Joven.

Dicho de otro modo, la falta de afectividad por parte de la familia y cuidadores, afecta el nivel académico. El aspecto anímico y afecto del niño se fortalece dentro de una familia integrada, que constituye en una base sólida para el desarrollo académico en la escuela. Los problemas en el aprendizaje, en la socialización y vacíos afectivos se originan en familias disfuncionales. El estudiante que tiene vínculo afectivo de la familia interactúa con sus pares manteniendo el clima socioafectivo favorable; en el caso de los criados por cuidadores manifiestan el clima socioafectivo desfavorable. (Reggiardo, 2017):

Como es evidente la construcción de habilidades socioemocionales en estudiantes a temprana edad es muy importante, incluso diríamos que es necesario por la forma como se manifiesta en algunos hogares. Según López (2020): Si la emocionalidad aprendida en la familia es la base para establecer relaciones sociales y de aprendizaje en el aula, entonces, lo ideal sería que las y los alumnos crecieran en un ambiente familiar emocionalmente estable, basado sobre todo, en muestras de afecto, de cariño, de respeto, de aceptación, de tolerancia, de comprensión y de diálogo como instrumento primordial para la resolución de conflictos; y que la expresión y regulación de sus emociones sea útil para la mejora de las relaciones interpersonales, la colaboración y participación de todas y todos los miembros de la familia.

Además de las relaciones familiares las personas, a temprana edad, forman vínculos fuera del hogar, esto es, la comunidad. Por lo tanto, ésta se convierte en otro medio de desarrollo de la emocionalidad. Sin embargo, al igual que en el caso del entorno familiar, esta educación informal puede convertirse en un arma de doble filo, porque si bien aquí surgen los parámetros sociales del comportamiento y emanan las formas en la que el individuo actúa conforme a los estereotipos establecidos, éstos muchas veces lejos ser positivos pueden considerarse adversos en el desarrollo de una emocionalidad estable

Para Andueza (2019), los padres de los estudiantes en muchas ocasiones representan un factor obstaculizador para fortalecer las habilidades socio-afectivas, ya que, los profesores no solo deben preocuparse del fortalecimiento de estas habilidades en sus estudiantes, sino que además deben intentar el desarrollo de estas en los padres, madres o adultos significativos, dado que se evidencian carencias en el manejo de habilidades socio-afectivas.

Al respecto, necesidad de apoyar a las familias en la formación de sus hijos, mediante algunas estrategias que la escuela pueda desarrollar son la sensibilización a los padres y cuidadores sobre su rol y su responsabilidad en la optimización del desarrollo, las habilidades sociales y emocionales en la infancia y la influencia de los modelos en la familia para el desarrollo de competencias sociales, es trascendental para facilitar la autorregulación emocional o para generar conductas prosociales en la infancia. (Cuervo, 2010).

Por consiguiente, la familia debe considerar los cambios en la estructura y dinámica familiar que pueda alterar las pautas de crianza (valores, normas, comunicación, solución de problemas y regulación emocional, entre otros) para evitar generar inconsistencias y conflictos durante la infancia o para generar estrategias de afrontamiento y de resolución de problemas que faciliten el desarrollo adecuado durante la infancia.

Por lo tanto, la adquisición de habilidades sociales en los estudiantes es un proceso que tiene su origen en la familia y se va consolidando paralelamente en la escuela o institución educativa. En ese orden de ideas, Déley (2021), expresa que en la infancia se aprende en mayor medida a interrelacionarse con los demás, sin embargo, algunas personas tienen dificultades en habilidades sociales bien por no haberlas aprendido directo de un adulto como un patrón de comportamiento o porque existen factores como pensamientos negativos que generan ansiedad o nerviosismo y por tanto interfieren con la ejecuciónde tales habilidades e impiden la aparición de las conductas.

Cabe destacar que de acuerdo a Ortega y Ramos. (2011), desde los pilares fundamentales de la educación se puede consolidar la formación del ser humano. Pero siempre es necesario tener programas o estrategias que los traduzcan en acciones prácticas y de fácil comprensión a todos los agentes educativos porque existe el riesgo que no se tomen en cuenta y dejar de consolidar las habilidades socioafectivas de los estudiantes, los cuales son:

Aprender a Conocer: Equivale al dominio de los instrumentos del conocimiento. Asegura que los métodos a utilizar favorezcan el placer de comprender y descubrir. En consecuencia, surge la potenciación y la estimulación de los aprendizajes a partir de la implicación de factores emocionales.

Aprender a Hacer: Consiste en adquirir la formación necesaria para poder realizar solo un trabajo y / o la construcción de una serie de competencias personales, como por ejemplo trabajar en grupo, tomar decisiones y crear sinergias, como habilidades que forman parte de la inteligencia emocional.

Aprender a Convivir: Sirve para trabajar en proyectos sociales a favor del bien común como el gran desafió del siglo XXI, para asegurar la convivencia armónica entre personas diferentes, lo que obliga a descubrir lo que se tiene en común y a comprender que todos son interdependientes. Pero es necesario saber que, para descubrir al otro, antes hay que conocerse a sí mismo, por cuanto se adquieren habilidades propias de la inteligencia emocional, tales como el autoconocimiento, la empatía y la destreza social.

Aprender a Ser: Implica el máximo desarrollo integral posible de toda persona en su proceso de autorrealización. Esta referencia a la educación total justificarla por sí misma la necesidad de educar con inteligencia emocional.

En el campo educativo, las competencias socioafectivas tienen actualmente un gran auge producto de la implementación de políticas nacionales con miras a fortalecer el desarrollo no solo cognitivo sino social y afectivo de los niños y niñas. En última instancia, para poder diseñar un plan de formación de habilidades socioafectivas que promueva una mejor calidad de convivencia escolar y mejores aprendizajes, sin duda que hay que conocer cuáles son y cómo se organizan estas habilidades. En este contexto, es oportuno señalar que el entrenamiento en comunicación asertiva se convierte en una herramienta básica. (Barceló, 2018).

Lo que significa un avance en la formación de los individuos sin la intervención del vertiginoso desarrollo científico y tecnológico que presenta la sociedad actual, lo cual ha generado una serie de cambios y desafíos que no han sido necesariamente acompañados por un desarrollo paralelo de habilidades, competencias e instancias orientadas a favorecer una convivencia social más justa y armónica. (Berger et al., 2009).

A todo esto, el cambio desde el ámbito profesional se debe gestar desde el órgano directivo tomando en cuenta los valores institucionales y las necesidades institucionales de trascender en su comunidad, desde cuatro manifestaciones que son: eficacia instruccional, mejor manejo y control de la interacción profesor-alumno, revaloración de las relaciones interpersonales con colegas como contexto de la educación en valores. (Castro et al., 2015).

 De todo los anteriormente planteado se puede afirmar que los retos que implica desarrollar o promover las habilidades socioafectivas en los estudiantes básicamente del nivel secundaria, busca un equilibro emocional que se logra con la comprensión interna del sujeto, autogestión y empatía, es decir, si la aceptación y/o reconocimiento de los propios sentimientos, emociones, fortalezas y debilidades son tomadas en cuenta, el accionar individual de cada ser humano se verá canalizada por el uso de la razón, esto en diferentes contextos resultará beneficioso, porque se generará un ambiente de confianza, armonía y/o justicia. (Tonato, 2020).

En efecto, la importancia de las relaciones interpersonales e intrapersonales suman valor al momento de comunicarse y/o tener mesura emocional, que de manera inevitable abran situaciones en las que será necesario utilizar una interacción comunicacional, negociación, defensa de ideas- paradigmas-concepciones, exposición de los propios sentimientos, dudas y preocupaciones, para ello es importante implementar la comunicación asertiva, que es un elemento transcendental del equilibrio emocional, en este sentido toda emoción defensivaagresora o en contante turbulencia se verán mermadas.

A lo largo de todo este análisis es bueno acotar sobre la existencia de aspectos propios de la personalidad de todo estudiante que debe ser fortalecida con la práctica pedagógica como son la autoestima y el autoconcepto que coadyuvan al conocimiento de sí mismo para generar conocimientos, ideas y actitudes que se distinguen por una valoración, mediante connotaciones de carácter afectivo como un proceso intrínseco y mental. (Martínez y Rosales, 2020).

De cualquier modo, es imperante conocer las características que debe tener una persona asertiva así como la no asertiva. Las personas asertivas conocen los propios derechos y los defienden, respetan a los demás, es decir no van a ganar sino a llegar a un acuerdo y demuestran las siguientes actitudes según Idme (2017):

Comportamiento externo: incluye aspectos como habla fluida o habilidad para expresarse de manera que no encuentra obstáculos para utilizar las palabras que necesite al emitir un mensaje, además es importante demostrar seguridad en lo que se dice y para ello debe considerar mantener una relajación corporal, comodidad en la postura sin descuidar que se demuestre un aspecto desinteresado, defensa sin agresión del pensamiento que expresa, honestidad y el desarrollo de la capacidad para hablar de los propios gustos e intereses.

Patrones de pensamiento: el individuo conoce y cree en los derechos para sí y para los demás, sus convicciones son en su mayoría “racionales” es decir que tienen lógica, coherencia y no se apartan de la realidad objetiva en la cual los beneficios no son individuales sino colectivos, en la producción del pensamiento no se percibe como víctima de las circunstancias.

Sentimientos y emociones: los sujetos poseen buena autoestima apreciándose a sí mismos como personas que tienen valor y merecen ser apreciados por otros como tales, no se sienten inferiores ni superiores a los demás sin importar el nivel económico que posean, saben respetarse a sí mismos y a los demás demostrándolo con actitudes externas, también tienen sensación del control emocional que poseen de sí mismos bajo circunstancias de presión no pierden el dominio propio con facilidad.

Por su parte, las personas no-asertivas, no defienden los derechos e interese personales, respeta a los demás, pero no a sí mismo, las características de una persona no asertiva son: Comportamiento externo: el volumen de voz tiende a ser bajo, habla poco fluido, las manos se notan nerviosas, tartamudez, se mantiene en silencio, puede también utilizar muletillas en el habla, huye del contacto ocular, mirada baja, cara tensa y frecuentes quejas a terceros.

Patrones de pensamiento: son personas sacrificadas pues piensan que son más importantes las emociones de los demás que las propias, constante sensación de ser incomprendido, manipulado, que no se le toma en cuenta en los pensamientos y deseos.

Sentimientos y emociones: impotencia para manifestar sentimientos de inconformidad ante situaciones que en el interior le producen malestar, invierte mucha energía mental para pensar en la manera que los demás no noten las emociones, sentimientos de culpabilidad, autoestima baja, ansiedad y frustración.

Finalmente, los estilos de relacionarse que guardan relación con las formas de ser asertivo y no asertivo, En los estudiantes es muy usual ver estas conductas o estilos de relacionarse. Según Carrillo (2015) son los que se expresan a renglón seguido:

Estilos de relación interpersonal: pasivo, agresivo y asertivo. Cuando las personas se comunican con el estilo pasivo tienden a ser inseguras, se les dificulta exigir sus derechos, les cuesta expresarse y en la mayoría de veces suelen demostrar por medio de sus expresiones corporales timidez, usar un tono de voz baja, entre otros. El usar constantemente el estilo pasivo puede llegar a generar sentimientos y patologías a las personas.

El estilo agresivo no permite tener una sana comunicación, ya que en ella suele usarse la violencia, la descalificación, la manipulación y otro tipo de comportamientos inadecuados socialmente. Y el estilo asertivo es el que permite expresarse sin sentimientos de culpa ni vulnerando los derechos del otro, definitivamente el mejor estilo para comunicarse.

Conclusiones

Sin duda alguna, el reto para la escuela de hoy es el de promover y generar las condiciones adecuadas para el desarrollo de las habilidades socioafectivas en los estudiantes, desde sus dimensiones afectiva y cognitiva, dado que no es posible desligar estas dos dimensiones en virtud de que una se nutre de la otra y entre ambas se consolidan para formar seres humanos identificados con los principios ciudadanos, solidarios y empáticos con la problemática de la sociedad actual.  Por lo tanto, urge que los docentes tomen conciencia y generen situaciones de cambio en la práctica pedagógica.

A tales efectos, la familia constituye un factor fundamental en el desarrollo de las habilidades socioafectivas, primero porque por naturaleza divina es su rol o función el de enseñar con el ejemplo, debido a que en el seno del hogar el niño asimila los valores que no se enseñan, sino que se practican, además es el espacio en el que el niño ve la figura del adulto como un modelo o ejemplo a seguir.

Por todos los aspectos antes señalados, surge la necesidad de reforzar o apoyar como escuela esta función formadora de los padres y madres, por lo tanto es menester asumir el reto como una estrategias de enseñanza dentro de la escuela, dirigido incluso a los padres, y a toda la familia a través de talleres psicológicos y la asesoría personalizada del docente tutor o Psicólogo institucional.

Finalmente, se considera que cuando se trata de buscar recursos para generar el desarrollo de estas habilidades socioafectivas, se pueden tomar en cuenta los grandes pilares de la educación como lo son: Aprender a Conocer: Factores cognitivos y afectivos, Aprender a Hacer: Operatividad – habilidad – trabajo en equipo, Aprender a Convivir: Sentido de servir y empatía y Aprender a Ser: Trascender con el ejemplo. Estos pilares se hacen más vigentes en una sociedad materialista y consumista, con poco criterio Justicia, solidaria y verdad.

 

 

 

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