Bolivarianismo vs. Monrosmo, una mirada crtica a nuestro derecho a la autodeterminacin y la independencia

 

Bolivarianism vs. Monroism, a critical look at our right to self-determination and independence

 

Bolivarianismo vs. Monrosmo, um olhar crtico sobre nosso direito autodeterminao e independncia

 

 
 

 

 

 

 

 


Correspondencia: perezalonso.antonio@gmail.com

 

 

Ciencias Sociales y Polticas

Artculos de investigacin

 

*Recibido: 16 de julio de 2021 *Aceptado: 30 de agosto de 2021 * Publicado: 22 de septiembre de 2021

 

        I.            Licenciado en Ciencias y Artes Militares (AMV - 1997). Especialista en Infantera (Escuela de Infantera de la UMBV - 2009). Maestra en Historia Militar (Instituto de Altos Estudios de Seguridad de la Nacin Gran Mariscal de Ayacucho Antonio Jos de Sucre 2014). Actualmente participante del Doctorado en Defensa Integral de la Nacin, en el Instituto de Altos Estudios de Seguridad de la Nacin Gran Mariscal de Ayacucho Antonio Jos de Sucre.

 

 


Resumen

La arremetida imperialista del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamrica, en el devenir de los recientes acontecimientos de la geopoltica mundial, que en la mayora de los casos se circunscribe a causalidades producto del deterioro del medio ambiente y a la cada vez mayor escases de los recursos energticos, solo puede ser interpretada como un resurgimiento de la ancestral y no menos devastadora Doctrina Monroe, en donde actores polticos y sobretodo econmicos de la nacin estadounidense, con una marcada tendencia nacionalista y recolonizadora, pretenden imponer a sangre y fuego sus pretensiones imperiales, que para el caso de la Repblica Bolivariana de Venezuela, se han estrellado contra el legado de la doctrina del Padre Libertador Simn Bolvar, valores y principios que cada da se encuentran ms arraigados en la consciencia de un pueblo, que al arribar a doscientos aos de la gesta inmortal de Carabobo, le grita al mundo que no est dispuesto a doblegar por imperio alguno, en su determinacin de seguir siendo libre, soberano e independiente.

Palabras Clave: Bolivarianismo; monrosmo; libertad; autodeterminacin; soberana.

 

Abstract

The imperialist onslaught of the Government of the United States of North America, in the course of recent events in world geopolitics, which in most cases is limited to causalities resulting from the deterioration of the environment and the increasing scarcity of resources energy, can only be interpreted as a resurgence of the ancestral and no less devastating "Monroe Doctrine", where political and above all economic actors of the American nation, with a marked nationalist and recolonizing tendency, intend to impose their imperial pretensions with blood and fire. , which in the case of the Bolivarian Republic of Venezuela, have crashed against the legacy of the doctrine of Father Liberator Simn Bolvar, values ​​and principles that every day are more rooted in the consciousness of a people, than when reaching two hundred years of the immortal deed of Carabobo, he shouts to the world that he is not willing to bend for any empire , in his determination to remain free, sovereign and independent.

Keywords: Bolivarianism; monroism; liberty; self determination; sovereignty.

 

 

 

Resumo

A investida imperialista do Governo dos Estados Unidos da Amrica, no curso dos acontecimentos recentes da geopoltica mundial, que na maioria dos casos se limita a causalidades decorrentes da degradao do meio ambiente e da crescente escassez de recursos energticos, s pode ser interpretada como um ressurgimento da ancestral e no menos devastadora Doutrina Monroe, onde os atores polticos e sobretudo econmicos da nao americana, com uma marcada tendncia nacionalista e recolonizadora, pretendem impor suas pretenses imperiais com sangue e fogo. caso da Repblica Bolivariana da Venezuela, colidiram contra o legado da doutrina do Padre Libertador Simn Bolvar, valores e princpios que a cada dia esto mais arraigados na conscincia de um povo, do que ao atingir duzentos anos do feito imortal de Carabobo, ele grita ao mundo que no est disposto a se curvar por nenhum imprio , em sua determinao de permanecer livre, soberano e independente.

Palavras-chave: Bolivarianismo; monrosmo; liberdade; autodeterminao; soberania.

 

Introduccin

Al realizar un anlisis retrospectivo de lo que ha representado para el continente americano, la declaracin de James Monroe, quinto Presidente de los Estados Unidos, en su sexto discurso ante el Congreso (1823), en el cual su expresin de: Amrica para los americanos, podemos interpretar que, este hecho sent las bases para que a partir del gobierno de John Quincy Adams se comenzara a dar forma a una doctrina que, bajo el velo de una supuesta proteccin ante eventuales procesos de reconquista y recolonizacin en Amrica por parte de Europa y en particular por las naciones de la denominada Santa Alianza, lo cual se tradujo en una Patente de Corso, para que durante las siguientes dcadas hasta el presente, los distintos gobiernos de EE.UU. hayan venido desarrollando una poltica exterior basada en la ocupacin y la dominacin de naciones de centro y Sudamrica, empleando para ello todo su podero poltico, econmico y militar.

El Monrosmo, trmino acuado por el lder poltico peruano Vctor Ral Haya de la Torre en 1924, no tuvo en los inicios de su aplicacin, la contundencia que esperaban algunos lderes de las naciones al sur del Ro Grande, que incluso llegaron a aplaudir la iniciativa estadounidense, ante las amenazas de la Europa Colonialista, producindose hechos que dejaron en entredicho los preceptos de la altisonante declaracin de James Monroe, presidente de una nacin que para la poca, no contaba con el poder militar necesario para honrar lo prometido con su proclama y fue as como entre 1833 y 1865 se produjeron eventos que dieron al traste con las anunciadas acciones que emprenderan los Estados Unidos ante una eventual invasin por parte de Europa, entre ellos se pueden mencionar: la ocupacin de las Islas Malvinas por parte de Gran Bretaa (1833), el bloqueo anglo-francs a los puertos argentinos (1839-1840), el bloqueo anglo-francs al Ro de la Plata (1845-1850), la ocupacin de la Guayana Esequiba por parte de Gran Bretaa (1855), la invasin espaola a Repblica Dominicana (1861-1865) y la intervencin francesa a Mxico (1862-1865).

No fue hasta 1880, cuando el presidente Rutherford Hayes , invocando los principios de la Doctrina Monroe, mediante un Corolario que hoy lleva su nombre, se enfatizaba que: Para evitar la injerencia de imperialismos extra continentales en Amrica, los Estados Unidos deban ejercer el control exclusivo sobre cualquier canal interocenico que se construyese , esta accin fue el primer paso para lo que a posterior se traducira en el proceso de secesin del para entonces Departamento de Panam de la Repblica de Colombia y la apropiacin de la construccin (iniciada por Francia y abandonada en 1888) y el control durante ms de cien aos por parte de Estados Unidos de Norteamrica del futuro Canal de Panam.

Aos ms tarde, el Presidente Theodore Roosevelt, tomando como excusa el bloqueo naval realizado por el Imperio Britnico, el Imperio Alemn y el Reino de Italia, a las costas venezolanas en 1902, emiti su tristemente clebre Corolario Roosevelt (1904), en el cual el gobierno estadounidense siguiendo los patrones de la Doctrina Monroe, se abogaba la proteccin de las naciones americanas, sumndolas a su rea de influencia, en dicho documento se estableca entre otros aspectos que, si una nacin europea, amenazaba o pona en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses en cualquier parte del continente, Estados Unidos estaba en la obligacin de intervenir en los asuntos del pas agredido para "reordenarlo", restableciendo los derechos y el patrimonio de su ciudadana y de sus empresas.

Pero la tambin denominada poltica del Gran Garrote, implementada a travs del Corolario Roosevelt, lejos de fungir como garante de los intereses americanos, puso al descubierto las verdaderas intenciones del gigante del norte y su oferta engaosa de Amrica para los americanos, ya que el documento tambin sealaba que, cualquier pas latinoamericano o del Caribe, situado bajo la influencia de EE.UU. y que pusiera en riesgo los intereses de personas o empresas estadounidenses en su territorio, obligara a la nacin norteamericana, a una intervencin en los asuntos internos del pas desquiciado, para reordenarlo y proteger los derechos y patrimonio de sus conciudadanos, legitimando a partir de ese momento, el uso de la fuerza militar para el logro de los intereses de Estados Unidos en el Continente.

A pesar del fuerte rechazo que tuvo en Amrica Latina y el Caribe, la implementacin del Corolario Roosevelt, Estados Unidos no detuvo el avasallador avance de sus proyectos de dominacin regional bajo las banderas de la nefasta Doctrina Monroe y es as como luego de su participacin en la Segunda Guerra Mundial, continu con un sistemtico plan de dominacin global, teniendo como tubo de ensayo nuestro continente.

En 1945, ahora en el marco de la Guerra Fra y bajo la Presidencia de Harry Truman y su Doctrina de Contencin del Comunismo, el Monrosmo cambia su traje de superhroe y protector de los destinos del mundo, en una encarnizada lucha contra el comunismo representado por su principal rival: la Unin de Repblicas Socialistas Soviticas, cuya influencia sobre los pases que la nacin norteamericana ha llegado a denominar su Patio Trasero, no estaba dispuesto a tolerar.

Es entonces cuando EE.UU. inicia un largo proceso de injerencia en nuestro Continente, que estuvo marcado por la intervencin directa (pero siempre solapada) en los asuntos internos de los pases de la regin, la cual incluy el derrocamiento de gobiernos contrarios a sus designios, asesinatos selectivos o desapariciones forzadas de lderes polticos o sociales en el marco del denominado Plan Cndor , la instauracin de dictaduras militares o gobiernos complacientes a sus intereses e incluso la intervencin militar directa como ocurri en la Isla de Granada (1983) o Panam (1989), invocando el Tratado Interamericano de Asistencia Recproca (TIAR), creado bajos sus auspicios en 1947.

En la actualidad Monrosmo, ha continuado siendo invocado por los distintos gobiernos de Estados Unidos de Norteamrica, los cuales han venido incrementando su ataque contra los gobiernos progresistas del Continente, desde Bill Clinton, pasando por G. W. Bush y Obama hasta Donald Trump, se han encargado de mantener vivo sus principios de dominacin e intervencin de las naciones latinoamericanas y caribeas, entorpeciendo, retardando y en algunos casos impidiendo los procesos de integracin, cooperacin y complementariedad al que aspiran los pases de la regin, basados en los preceptos que establece nuestra principal arma contra la injerencia de la Doctrina Monroe: El Bolivarianismo.

Intangibles recolonizadores en la geopoltica mundial, un debate sobre identidad, cultura y nacin

En el marco del desarrollo de la geopoltica mundial, se ha venido estudiando en las ltimas dcadas, la incidencia que pudiesen tener algunos parmetros intangibles como la cultura y la identidad dentro de las naciones, en el marco del relacionamiento internacional, de esto ha nacido un fuerte debate, en donde los estudios e investigaciones de tericos y expertos en el tema han llegado a polarizar las opiniones sobre si estos intangibles puedan o no estar afectando la asimilacin de los conceptos de Estado, Nacin o Patria y en como esto pudiese incidir sobre la seguridad y defensa de las naciones libres del mundo.

Desde el origen de la formacin de grupos sociales y el asentamiento de la humanidad en el territorio, (cabe decir despus de la etapa nmada del hombre en la tierra) los valores, tradiciones, smbolos, creencias y hasta los modos de comportamiento, han servido como elementos cohesionadores de estos grupos sociales, generando en ellos un sentido de arraigo y pertenencia al espacio territorial donde cohabitan y determinando una identidad.

En base a lo anterior tenemos que, los conceptos de identidad y cultura estn estrechamente relacionados con la conexin que existe entre el hombre y lo territorial, no queriendo decir con esto que los grandes movimientos migratorios y los procesos de conquista y colonizacin que se han producido a lo largo de la historia, no hayan podido influir en esa identidad, llegando a transfigurarla, modificarla o en casos ms extremos a sustituirla.

El surgimiento del concepto de Estado-Nacin, luego de la firma del tratado de paz de Westfalia en 1648, es quizs uno de los hitos ms relevantes en el afianzamiento de los postulados sobre identidad nacional, cultural y social dentro de las diferentes naciones y que a pesar de ser factores intangibles dentro de los grupos humanos, dan un sentido de arraigo territorial y de identificacin del hombre con su espacio vital.

Pero junto con la aparicin de los imperios (romano, chino, persa, espaol, entre otros) en el mundo y su afn de conquista, colonizacin y dominio, vinieron tambin complejos procesos de transculturizacin, que en algunos casos pudieron incluso venir acompaados de la aniquilacin de la identidad o la sustitucin de una por otra.

Para el caso de Latinoamrica, los conceptos de identidad y cultura ya se encontraban afianzados en las civilizaciones precolombinas, tales como la Inca, la Azteca, la Maya e incluso la Caribe, las cuales fueron fuertemente atacadas y casi aniquiladas en su totalidad durante los procesos de la conquista y colonizacin, en donde las costumbres europeas fueron imponiendo una forma de vida muy distinta a sus costumbres ancestrales, lo que aunado al hecho de un complejo proceso de mestizaje, dieron como resultado, una civilizacin indoamericana caracterizada en una mezcla de identidades del blanco, el negro y el indio.

Luego de trescientos aos de la poca colonial en Amrica, se dio paso, a partir del Siglo XVIII a la etapa independentista, en donde los libertadores, buscaron a semejanza de procesos ya experimentados en la Europa medieval, establecer el concepto de nacin en cada uno de nuestros pases ahora liberados y con ello, tratar de fijar en el colectivo, una identidad propia, distinta a la impuesta por la Corona espaola, durante tres siglos en toda la regin.

Para varios autores, hablar de una identidad latinoamericana seria osado, ya que, en la etapa de refundacin de los pases, luego de la independencia, los procesos de conquista y coloniaje, acompaados de la mezcla de culturas propias del mestizaje, transfiguraron nuestra identidad autctona, es por ello que hablar de nacin en esta etapa de la historia americana, sera hasta confuso, si se parte del principio que en muchos de los habitantes de estas tierras, no exista un verdadero arraigo por la tierra e incluso para muchos la misma independencia de Espaa, resultaba un error y una aventura romntica de los que hoy enaltecemos como los libertadores de la Patria Grande.

Bolvar afirmaba: No somos europeos no somos indios somos un pequeo gnero humano y ms adelante deca: Poseemos un mundo aparte, cercado por dilatados mares, nuevo en casi todas las artes y ciencias aunque, en cierto modo, viejo en los usos de la sociedad civil. (Bolvar citado en Prez, 1976). Bolvar haciendo clara referencia al mestizaje, no solo circunscriba esto a la simple idea de la mezcla de la sangre, sino a la combinacin de la cultura espaola, la africana y la india, de donde haba surgido este pequeo gnero humano, que estaba llamado a sentar las bases de una cultura autctona propia de las nuevas naciones que se estaban conformando.

Pero en el periodo poscolonial y la fundacin de repblicas independientes, con sus particularidades, costumbres y tradiciones culturales se fueron afianzando y con ellas el concepto de nacin, que ms o menos se mantuvo desde mediados del Siglo XIX, hasta los aos 20 del siglo XX, en donde afamados intelectuales y tericos latinoamericanos de la talla de Arturo Uslar Pietri, Rmulo Gallegos, Jos Carlos Maritegui y Jos Mart, entre otros, ya avizoraban y elevaban sus voces y escritos sobre la amenaza que representaba la intervencin que un siglo antes, adverta el Padre Bolvar.

Los diferentes gobiernos del imperio estadounidense, apegados a sus ambiciones expansionistas, basadas en el Destino Manifiesto y de la no menos tristemente clebre Doctrina Monroe, vean hacia el sur de sus fronteras, la necesidad de imponer su cultura y forma de vida, en tierras ahora bajo sus dominio econmico y para ello se haca indispensable romper con la costumbres y tradiciones de los pases en su rea de influencia, en un proceso que algunos autores han llegado a denominar Neocolonialismo. A propsito de esto tenemos que:

El neocolonialismo se entiende como una forma de colonialismo adaptada, la cual se ayuda de la debilidad de los Estados recin independizados; todo con el propsito de obtener beneficios de tipo econmico, poltico y cultural, lo que se lleva a cabo generalmente otorgando poder poltico a las lites del Estado, an dependiente, que favorezcan a los pases dominantes. (Macas, 2015).

En este sentido, tenemos que la prdida de nuestra identidad cultural, que se ha venido manifestando en los pases latinoamericanos en los ltimos aos viene marcada no solo por una imposicin cultural de los pases dominantes, sino por la complaciente permisividad de los gobiernos, que lejos de ponerle un coto a este nefasto proceso de transculturizacin, dejan de defender lo que por herencia tenemos, como nuestras ms ancestrales costumbres y tradiciones.

Pero es importante sealar, que en todo este proceso impositivo de lo cultural y que sin duda alguna ha llegado a transfigurar incluso la identidad de nuestros pueblos, surge un concepto que ha tratado de suavizar, el neocolonialismo y que no es otro que el de la Globalizacin. El desarrollo acelerado de nuevas Tecnologas de Informacin y la Comunicacin, el Internet de las cosas y la Sociedad 5.0, se han convertido para algunos ventajas y para otros un arma de doble filo.

Que la informacin viaje a la velocidad de un clic, es para quienes desarrollan y venden la tecnologa a nivel mundial, una herramienta de gran utilidad para alcanzar sus fines polticos, econmicos y culturales. La Globalizacin ha representado en esta etapa de la historia, una verdadera arma para que el gran emporio capitalista mundial, incremente sus redes de dominacin, a travs de la imposicin de una forma de vida uniforme para toda la sociedad mundial, en donde, por ejemplo, Mc. Donalds nos dice que debemos comer, Levis como vestirnos, CNN que noticia creer, Disney y Marvel nos crean hroes a su medida y MTV nos vende gneros musicales que muchas veces ni entendemos, pero como estn de moda, entonces estn bien.

Es la cultura de lo superfluo, la identidad prestada, la homogeneizacin de la cultura, una forma nica de pensar, que no es otra cosa que la dominacin de los ms desarrollados sobre la periferia del mundo, en donde poco a poco nos han ido robando nuestra capacidad de discernimiento, nuestra cultura y hasta nuestra identidad como sociedades libres.

Ante este escenario, en el Siglo XXI han emergido nuevas voces que, conscientes del deterioro de nuestra identidad indoamericana, que vena padeciendo en las ltimas dcadas del siglo pasado, levantaron las banderas de la cultura y la identidad nacional, que honraran las costumbres y tradiciones que nos legaron nuestros ancestros y que sustentan el concepto de Naciones libres por la que lucharon Miranda, Bolvar, Sucre, San Martn, OHiggins, Artigas y muchos otros.

Entre esas voces, una de la que ms retumb en los cimientos de los proyectos de recolonizacin del imperio capitalista, fue indudablemente la del Comandante Hugo Chvez Fras, quien desde su llegada el poder en el ao 1999, puso todo su empeo en rescatar las ms fervientes manifestaciones culturales de la identidad nacional de su natal Venezuela. Desde lo constitucional hasta en los mbitos de la Defensa Integral, la cultura del pueblo ha venido teniendo un repunte en favor del rescate de las costumbres y tradiciones del pueblo venezolano, respetando por supuesto, todas las vertientes de las manifestaciones culturales de la tierra de Bolvar, que se pasean por lo indgena, lo afrodescendiente y algunas otras provenientes de las combinacin de las anteriores con migraciones pasadas y cuya mezcla se han arraigado en gentilicio nacional de la nacin Sudamericana.

Tanto era la preocupacin del Comandante Chvez por lo cultural y el rescate de la identidad nacional que, haciendo referencia a este particular, en los primeros aos de su gobierno, lanzaba esta frase que hoy mantiene plena vigencia: No hay herramienta, en verdad, como la cultura, para lograr esa recuperacin de conciencia, resurreccin de pueblos, profundizacin de quienes hemos sido, quienes somos, y quienes podemos ser (Chvez, 2004).

A partir del anlisis de los conceptos anteriormente explicados, debemos tener claro que, ms all de cualquier debate que pueda surgir (y que seguramente surgir) sobre el desarrollo y los avances tecnolgicos versus la cultura y la identidad nacional, siempre deber prevalecer una postura que apunte haca la defensa a ultranza de lo nuestro, de todo aquello que nos da sentido de pertenencia por nuestras ms arraigadas costumbres y tradiciones que forman parte de nuestra identidad y que son la base del concepto de naciones libres a la que aspiran la mayora de los pases del mundo y que hoy se sienten amenazados por el resurgir de los preceptos de la Doctrina Monroe, en buena parte de nuestro continente y cuya mejor arma para combatirla son los ideales de Libertad, Soberana y autodeterminacin que nos leg el Padre Libertador Simn Bolvar y que hoy se traduce en la doctrina bolivariana.

El Bolivarianismo una doctrina contra las pretensiones de dominacin

Simn Bolvar, el genio poltico y militar venezolano, cuya espada invicta, llev libertad a seis naciones del Continente y que bajo los principios de una doctrina original, producto de aos de estudio, experiencia y mucha reflexin, buscaba establecer una confederacin de pases que, respetando sus caractersticas y particularidades, se convirtiera en una autntica Sociedad de Naciones, regida por un supremo rbitro, quien estara representado por un Consejo con sede en Panam, y que servira para dirimir cualquier divergencia, conservando los lmites establecidos en 1810 como base de su derecho internacional y auspiciando la unin para evitar cualquier tipo de intervencin europea.

Aunado a lo anterior, el Libertador pensaba que esta Confederacin de la Amrica Meridional, buscara de alguna forma, contener la influencia de los Estados Unidos de Norteamrica, que ya para su poca, avizoraba como una amenaza para los destinos de las recin independizadas colonias hispanoamericanas, tal y como lo dej plasmado para la historia en su respuesta a la carta enviada por el Coronel Patricio Campbell y su propuesta al Libertador de nombrar como sucesor de su autoridad en Colombia, a un prncipe europeo, a la que Bolvar con la sagacidad que lo caracterizaba le respondi: Cunto no se opondran todos los nuevos Estados americanos, y los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia para plagar la Amrica de miserias a nombre de la Libertad?

El Libertador, a lo largo de su carrera poltica y militar, lego para las generaciones futuras una prolfica obra, que comprende una serie de documentos, entre los que se conservan innumerables cartas, misivas, decretos y discursos que no solo dejan ver la grandeza de su intelecto poltico y sus dotes de gran estratega militar, sino que adems no dejan duda de su profundo amor por la libertad y la autodeterminacin de los pueblos de la Amrica Meridional por la que tantos sacrificios ofrend. Toda su obra reunida en compendios de enseanza, muestran como producto de lujo para los hijos de la Patria Grande, una Doctrina Bolivariana, basada en ideales de independencia, libertad, soberana, unin y cooperacin entre los pueblos que su espada liber y que contraria a los ideales de dominacin y subyugacin de la ya mencionada Doctrina Monroe, le muestra al mundo como la grandeza de una nacin no se representa por su fuerza material o blica, sino por la humildad y solidaridad de sus pueblos.

La Doctrina Bolivariana, al igual que su contra parte imperialista, ha logrado trascender en el tiempo, a pesar de los ataques y vilipendios a la que ha sido sometida por propios y extraos, ya que, inmediatamente a la muerte fsica del Padre Libertador, una corriente anti-bolivariana, recorri no solo Venezuela sino buena parte de nuestro Continente, con la nica intencin de tratar de borrar la memoria histrica de su genio inmortal y el de su obra, hacindole un flaco favor a las pretensiones del imperialismo norteamericano, que muy a su pesar, ante cada una de sus arremetidas contra la patria bolivariana, se ha encontrado en diferentes momentos de nuestra historia republicana, con la respuesta de un pueblo que fiel a sus principios libertarios, ha tenido en el Bolivarianismo las herramientas necesarias para derrotarlo y preservar su independencia y soberana.

A lo largo de la historia, la Doctrina de Simn Bolvar, ha tenido un sinfn de detractores, as como tambin de grandes hombres y mujeres que han sabido defender su legado y enseanzas, para mantener vivo el Fuego Sagrado de su espritu libertario. Es as como nos encontramos con pasajes de la historia que narran como el llamado General del Pueblo Soberano, Ezequiel Zamora, durante la Guerra Federal iz las banderas del Bolivarianismo para luchar contra la oligarqua criolla, que traicionando a todo un pueblo, se haban abrogado los beneficios de la independencia, para satisfacer sus ambiciones particulares.

Siguiendo el hilo de la historia venezolana, para el ao de 1902, el Presidente Cipriano Castro, se arm del coraje que caracteriza a los Bolivarianos, y sin miramientos se propuso enfrentar a las grandes potencias europeas del Imperio de la Gran Bretaa, el Imperio de Alemania y el Reino de Italia, que mediante un bloqueo naval en nuestras costas, pretendan cobrar por la fuerza deudas fraudulentas en contra de Venezuela, es entonces cuando el presidente Castro, invocando un profundo sentir nacionalista, con su clebre proclama, en la cual resaltaba la frase: La Planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria e inspirado en los ideales de Simn Bolvar y las glorias de nuestros libertadores, llam al pueblo a defender la soberana de la nacin.

Aos ms tarde, luego de la traicin y posterior golpe de estado al Presidente Cipriano Castro por su compaero de luchas y compadre, el General Juan Vicente Gmez, quien a partir de la segunda dcada del Siglo XX, y con la clara intencin de aprovecharse de la figura del Libertador con fines polticos, buscando de alguna forma legitimar su ya consolidada dictadura, mientras estableca pactos con los seguidores de la Doctrina Monroe, inicio una campaa por recuperar la memoria histrica de la Patria al cumplirse el primer centenario del ciclo de la Independencia de Venezuela, as como de la vida y obra del Padre de la Patria, realizando obras de restauracin de sitios emblemticos como es el caso del icnico Samn de Gere y de la hacienda de San Mateo, adems de la construccin de otros monumentos y plazas que bajo el lema Unin, Paz y Trabajo, acciones con las que pretendi mitigar los nimos y las acciones de los opositores a su gobierno y ganar adeptos, tocando la fibra histrico-patritica de los venezolanos.

Luego de la desaparicin fsica de Gmez y el fin de su larga dictadura de veintisiete aos, se inici un largo periodo de ms de siete dcadas, en donde la figura de Bolvar y de su doctrina en general, fueron relegados a los actos protocolares propios de la conmemoracin de su biografa, lo que en palabras del cantautor Al Primera en la letra de su cancin declamatoria: Cancin Bolivariana, claramente expone: el Pueblo en su engao cree que la alta burguesa va a llevarte flores al Panten Nacional cada aniversario de tu muerte; y entonces a que van pequeo compatriota?; A asegurarse de que ests bien muerto LibertadorBien muerto! . Fueron aos de gobiernos de una derecha entreguista y anti-bolivariana, en donde los venezolanos fueron inoculados con el veneno del capitalismo, el consumismo y un desapego por sus valores histricos y su identidad nacional.

El Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 y el renacer de la esperanza

Pero en medio de este oscuro panorama, de la poca del Puntofijismo, Hugo Chvez, quien con un grupo de compaeros de armas, fund en 1982, el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), que en la clandestinidad y basados en los fundamentos e ideales de Simn Bolvar, Simn Rodrguez (Samuel Robinson) y Ezequiel Zamora, conformaron un verdadero Ejrcito Revolucionario, que diez aos despus, se rebelaron contra el poder constituido y representativo de la derecha venezolana, e intentaron dar al traste con un gobierno que en virtud de la debacle econmica en el que se hallaba subsumido, haba entregado las arcas del pas (o lo que quedaba de ellas) al Fondo Monetario Internacional, incrementando el sufrimiento y las angustias de todo un pueblo que clamaba por un destino mejor.

El Movimiento fue develado y posteriormente derrotado, pero en la poblacin venezolana volvi a nacer la motivacin, en aquel amanecer de la esperanza, un hombre, nieto del poco conocido para la poca, Pedro Prez Delgado Maisanta , con su altiva boina roja y un brazalete tricolor, le deca a sus compaeros y al pueblo que: Por ahora no se lograban los objetivos planteados, pero que vendran nuevas situaciones y con el mayor acto de valenta asuma la responsabilidad de lo que se empezaba a conocer como el Movimiento Militar Bolivariano.

Para el ao de 1999, con la llegada a la Presidencia de la Repblica, del Comandante Hugo Chvez Fras, toda esta estrategia de enterrar la figura de Bolvar y en general de toda la doctrina bolivariana, comenz a cambiar y ms que cambiar, a brillar con refulgente luz, la luz de la llama sagrada, que por doscientos aos se neg a apagarse, a pesar de los innumerables intentos que los enemigos del Libertador procuraron realizar, con la firme intencin de opacar el genio de su obra.

El Comandante Chvez, hombre preclaro y profundamente bolivariano, entendiendo que la situacin poltica, econmica y social que sobrellevaban tanto Venezuela como la gran mayora de los pases de Latinoamrica, era el resultado de la aplicacin sostenida y sistemtica de un plan neoliberal de dominacin, que fundamentado en la Doctrina Monroe, conducido por los EE.UU., mantena en un estado de sumisin a los pueblos del Continente y que slo un proyecto de integracin regional basado en el ideal bolivariano poda cambiar este triste panorama e impulsar un resurgir y consolidacin de todo nuestro potencial.

Fue as como a partir de un indito y muy particular proceso constituyente, inici un proyecto de refundacin de la patria venezolana, que rompi con cuarenta aos de una ineficiente democracia representativa, que haba mantenido dormido al pueblo venezolano, un plan estratgico que sumando a todos los factores de la sociedad, Hugo Chvez cual artista, comenz a esculpir la magnanimidad de su obra poltica, que tena como prioridad el ser humano y su entorno social, de all su intencionalidad se basaba en crear un Hombre Nuevo, tal y como lo sealaba en los inicios de la Revolucin Cubana, el Comandante Ernesto Che Guevara: Todos y cada uno de nosotros paga puntualmente su cuota de sacrificio, conscientes de recibir el premio en la satisfaccin del deber cumplido, conscientes de avanzar con todos hacia el Hombre Nuevo que se vislumbra en el horizonte. (Guevara, 1965, p. 22).

Pero el Comandante Chvez, saba que por ms esfuerzo que hiciera, para sacar a Venezuela haca adelante, no lograra materializar el sueo de Simn Bolvar sino incorporaba al resto de los pases de la regin a un proyecto de integracin, cooperacin y complementariedad, que como lo deca el Libertador, nos uniera en nuestra diversidad y respetando nuestras soberanas y fue entonces cuando, contando con el apoyo de Fidel Castro en Cuba, Rafael Correa en Ecuador, Nstor Kirchner en Argentina, Lula Da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Tabar Vsquez en Uruguay y el Comandante Daniel Ortega en Nicaragua, se comenz a dar forma un proyecto regional Nuestroamericano, que inclua la creacin de organismos de integracin, entre los que se cuentan: ALBA-TCP, UNASUR, CELAC, TELESUR, PETROCARIBE, entre otros, mecanismos que buscaban romper con los esquemas de dominacin que vena imponiendo por dcadas EE.UU., subyugando la soberana y autodeterminacin de los pueblos latinoamericanos.

Como resultaba lgico deducir, el imperialismo internacional, encabezado por los Estados Unidos de Norteamrica, no se quedara de brazos cruzados ante esta afrenta a sus planes de dominacin y comenz a atacar con mucha fuerza todas estas iniciativas de unidad Centro y Sudamericana, que atentaban contra sus intereses y la permanencia de su modelo capitalista y consumista en su principal rea de influencia.

Pero Hugo Chvez investido de la moral y el espritu del Bolivianismo, jams declin en sus intenciones y apoyado en la correlacin de fuerzas progresistas que gobernaban en Amrica Latina, empu nuevamente la espada del Libertador y ante cada arremetida del Monrosmo, responda con mayor fuerza, para hacer respetar nuestra originaria y ancestral determinacin de ser libres, independientes y soberanos.

La arremetida del Monrosmo contra la Revolucin y el Bolivarianismo

Desde la llegada al poder del Comandante Hugo Chvez Fras en el ao 1999 y la aplicacin de medidas polticas, econmicas y sociales en favor de las mayoras, que por dcadas haban sido excluidas de los beneficios de la renta petrolera y subsumidas a altos niveles de pobreza, Venezuela y su gobierno, comenzaron a ser vistos con recelo por parte de los grandes emporios de poder en el mundo, que siempre haban tenido a al pas sudamericano, como una fuente segura y barata de materias primas, sin importar el desequilibrio que a lo interno carcoma las bases de una sociedad, cada vez ms pobre, ms desigual y ms alejada del desarrollo.

Por supuesto que al irse materializando los anhelos de autodeterminacin y la diversificacin de las relaciones internacionales de Venezuela con un mundo pluripolar y multicntrico, en donde destacaban nuevos acercamientos con pases como Rusia, China, Bielorrusia, Irn, entre otros, fue despertando las alarmas del imperialismo internacional, orquestado por el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamrica, que nunca ha estado dispuesto a permitir la intromisin de naciones fuera del Continente, en su rea de influencia en Amrica Latina, muy al estilo de la tristemente clebre, doctrina Monroe.

Venezuela de la mano del Comandante Chvez y posteriormente del Presidente Nicols Maduro, fue generando un gran nivel de liderazgo, sobretodo en el concierto de naciones de los llamados pases no alineados, que al igual que Venezuela, buscan el despertar de sus pueblos, guiados por gobiernos progresistas, capaces de enfrentarse a los designios del imperialismo y de esta forma salir del atraso y la pobreza a los que fueron relegados por el capitalismo mundial.

Estas acciones en contra del poder constituido en el mundo, despertaron los demonios y desde las diferentes administraciones de la Casa Blanca, comenzaron los ataques en contra la Revolucin Bolivariana, los cuales se acentuaron durante el Gobierno Barack Obama, quien poco antes de terminar su segundo mandato en 2015, declar a Venezuela una amenaza inusual y extraordinaria de los EE.UU. y posteriormente con la llegada de Donald Trump al poder, los ataques fueron decantando en una verdadera guerra hibrida, marcada por una serie de embargos financieros y sanciones econmicas ilegitimas y unilaterales, que han buscado doblegar la voluntad de lucha del pueblo venezolano y su gobierno constitucional.

Pero gracias al juego estratgico de las alianzas internacionales, establecidas entre Venezuela y otros polos de poder distintos a la hegemona capitalista mundial, durante el gobierno del Comandante Hugo Chvez y afianzadas durante el periodo gubernamental del Presidente Nicols Maduro, han colocado al pas en el centro de la turbulencia geopoltica actual, en donde los intereses imperialistas por la obtencin de recursos materiales y energticos, ha encontrado una frrea resistencia por parte del grupo de pases no alineados, apoyados por las potencias emergentes, principalmente por la Repblica Popular China y la Federacin Rusa.

Ante este escenario, comenzaron a surgir algunas interrogantes dignas de un profundo anlisis, ms an si se toman en consideracin las ciertas acciones realizadas por la administracin de Donald Trump, entre las cuales la ms notoria fue la retirada de EE.UU. del acuerdo de no proliferacin de misiles de mediano alcance, que pudiese tomarse como un movimiento tctico previo a la promocin y ejecucin de un conflicto nuclear con su archirrival ruso, el cual tendra como teatro de la guerra al continente europeo y para lo cual la obtencin de petrleo barato y constante apuntara a un ataque focalizado contra Venezuela, a fin de destruir la organizacin interna del Estado-Nacin y apoderarse de los recursos energticos de la nacin bolivariana, a semejanza como lo hicieron en el pasado reciente contra pases Tanques como es el caso de Irak, Libia o Siria.

En un intento por materializar el logro de sus objetivos, el imperio norteamericano ha desatado una serie de acciones, que solo buscan la desestabilizacin del gobierno y el establecimiento de un gobierno ttere que favorezca sus intenciones de hacerse del control de los grandes yacimientos de petrleo y otros minerales estratgicos que yacen en el subsuelo venezolano, entre estas acciones podemos mencionar:

a.       La campaa mundial de descrdito en contra de la Revolucin Bolivariana.

b.      El apoyo a la autoproclamacin del Presidente de Asamblea Nacional, como presidente interino o encargado, bajo el desconocimiento de las elecciones presidenciales de 2018 y la supuesta usurpacin del cargo por parte del Presidente Nicols Maduro.

c.       La apropiacin ilegal de los activos de PDVSA en el exterior, entre ellos CITGO en Estados Unidos o Monmeros en Colombia.

d.      La promocin y financiamiento de grupos paramilitares en el territorio venezolano.

e.       Los intentos de Magnicidio contra el Presidente de la Repblica Bolivariana de Venezuela Nicols Maduro.

f.       Los reiterados ataques a los servicios pblicos, para generar un clima de ingobernabilidad.

g.      La constante amenaza de intervencin militar armada contra Venezuela, con el apoyo de pases satlites, principalmente Colombia, Brasil y Guyana.

Es importante reconocer que, a pesar de la intensidad y continuidad de los ataques perpetrados por Estados Unidos contra Venezuela, desde todos los frentes conocidos (excepto el militar), el imperio norteamericano se ha encontrado con un pueblo fortalecido y en resistencia, que en ningn momento ha dudado en apoyar a sus autoridades legtimamente constituidas y que, aunado al hecho de haber establecido importantes alianzas internacionales, el crecimiento de la consciencia poltica del pueblo, desde la llegada del Comandante Hugo Chvez en el ao 1999 hasta la actualidad, han sido determinantes para la derrota del imperio en sus pretensiones en contra de la nacin venezolana.

Si hacemos una mirada retrospectiva, a la correlacin de fuerzas polticas en Latinoamrica en los ltimos veinte aos, podemos darnos cuenta, que solo en los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, en el resto de los pases de la regin, los ataques del imperialismo mundial han encontrado tierra frtil para la siembra de sus proyectos neocolonialistas.

Es as como podemos observar como a travs de la aplicacin de maniobras semejantes a las implementadas contra Venezuela, Estados Unidos y sus lacayos internos han logrado forzar cambios de regmenes progresistas por gobiernos proclives a los intereses imperiales, tal es el caso de Brasil, Ecuador, Paraguay, El Salvador, y en el ao 2019 en Bolivia con el Golpe de Estado contra el hermano Presidente Evo Morales, que un ao despus fue derrotado por las fuerzas populares bolivianas en elecciones libres, una leccin que quedar para la historia como el resultado de la accin de la consciencia de un pueblo que est resuelto a ser libre.

En todos estos casos, sumado al hecho de establecer un control poltico y econmico en estos pases, EE.UU. tambin ha venido desarrollando una estrategia de aislamiento de Venezuela en la regin, al obligar a los gobiernos de estos pases, a separarse de mecanismos de integracin, que en otrora se impulsaron desde la nacin bolivariana hacia buena parte del Continente, como lo son el ALBA-TCP, la UNASUR, PETROCARIBE y la CELAC.

Por supuesto que, ante todas estas acciones, ha privado siempre la consciencia del pueblo y ms all de las medidas coercitivas implementadas desde las diferentes administraciones de Washington, fundamentadas en la Doctrina Monroe, contra muchas de las naciones al Sur del Ro Grande, han tenido un peso fundamental todas las estrategias emprendidas por lderes progresistas como fue el caso del Comandante Hugo Chvez, que basados en el ideal Bolivariano, supo diversificar y fortalecer las relaciones internacionales, generando la creacin de un mundo pluripolar y multicntrico, en apoyo a la Revolucin Bolivariana y que a su vez han servido de inspiracin para todos aquellos movimientos en el mundo que abogan por un mundo ms justo y equilibrado.

 

Conclusin

En el ao 2013, el Comandante Hugo Chvez parti hacia un sitial de honor en el universo de los inmortales de la patria y desde entonces, Nicols Maduro acept el reto de darle continuidad al Proyecto Bolivariano y sorprendiendo a propios y extraos, sobre todo a quienes lo desestimaron polticamente, ha venido demostrando su gran capacidad para conducir los destinos del pas sudamericano, colocndose a la altura de las exigencias propias del cargo y de la altsima responsabilidad que su Padre Poltico le encomend.

Sabemos que la lucha del Bolivianismo contra el Monrosmo, no ha terminado y muy por el contrario pareciera que amenaza con acrecentar su accionar con el pasar de los aos, ya que, los Estados Unidos de Norteamrica. en su afn de apropiarse de los recursos materiales y energticos que necesitan para sostener su aparato consumista, no se detendr hasta satisfacer sus necesidades, en la mayora de los casos con la aplicacin de medidas polticas, econmicas y hasta militares, para coercitivamente hacerse de bienes de los pueblos libres que siguen luchando por el respeto a sus ideales de libertad, soberana y autodeterminacin.

En atencin a lo anterior, es importante sealar que, en el marco de la lucha contra la recolonizacin emprendida por EE.UU. bajo las banderas de la Doctrina Monroe, se plantea la necesidad de establecer en los pueblos de Nuestra Amrica, una geopoltica internacional Liberadora, fundamentada en el Bolivarianismo y con el Socialismo del Siglo XXI, como plan de accin y motor principal de los cambios necesarios, que permitan impulsar y consolidar la construccin de un mundo Multicntrico y Pluripolar que desde nuestros pases (primero en la regin y posteriormente en el mundo), se conforme en centros o polos de poder, que le ofrezcan a todos los pases de la denominada periferia y que todava estn subsumidos en la dependencia (poltica, econmica, industrial o tecnolgica), la oportunidad de alcanzar niveles de independencia, soberana y autodeterminacin, que los lleven en condiciones de igualdad, y poder as alcanzar el desarrollo integral de sus pueblos.

Es por esta razn que, en la conciencia de los hombres y mujeres de bien, que hemos asumido al Bolivarianismo, como razn de vida y gua de actuacin, debemos entender que, ante cada arremetida del imperialismo, solo nos queda empuar con mucha fuerza la espada de Bolvar, para qu, con la fuerza moral de su espritu indomable, sigamos librando las batallas por preservar nuestro legtimo derecho a la autodeterminacin y la independencia de los pueblos de la Patria Grande que el so y que nosotros estamos obligados a construir y defender.

 

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