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An�lisis de las actividades econ�micas de tres comunidades altoandinas y su relaci�n con el cambio de uso de suelo y cobertura vegetal en la Reserva de Producci�n de Fauna Chimborazo

 

Analysis of the economic activities of three high Andean communities and their relationship with the change in the use of oil and vegetation in the Chimborazo Fauna Production Reserve

 

Guicela Margoth Ati-Cutiupala I
guicela.ati@espoch.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-9779-2758
Eduardo Antonio Mu�oz-J�come II
eduardo.munoz@espoch.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-6870-3787
An�lise das atividades econ�micas de tr�s comunidades altoandinas e sua rela��o com a mudan�a de uso de suelo e cobertura vegetal na Reserva de Produ��o de Fauna Chimborazo

 

 

Diego Francisco Cushquicullma-Colcha IV
diego.cushquiculma@espoch.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-6265-8164
Daniel Adri�n Vist�n-Guamantaqui III
daniel.vistin@espoch.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-8313-9176
 

 

 

 


Correspondencia: guicela.ati@espoch.edu.ec ��

Ciencias de la educaci�n

Art�culo de investigaci�n

 

*Recibido: 18 de junio de 2021 *Aceptado: 15 de julio de 2021 * Publicado: 10 de agosto de 2021

            I.             Ingeniera en Ecoturismo, Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo, Facultad de Recursos Naturales, Instituto de Investigaciones, Riobamba, Ecuador.

         II.            Magister en Gerencia de Proyectos de Desarrollo, Magister en Docencia Universitaria e Investigacion Educativa, Ingeniero Agronomo, Formaci�n de Formadores, Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo, Facultad de Recursos Naturales, Instituto de Investigaciones, , Riobamba, Ecuador.

       III.            Phd en Ciencias Forestales, Ingeniero Forestal, Formaci�n de Formadores, Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo, Facultad de Recursos Naturales, Instituto de Investigaciones, Riobamba, Ecuador.

       IV.            Ingeniero en Ecoturismo, Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo, Facultad de Recursos Naturales, Instituto de Investigaciones, Riobamba, Ecuador.


Resumen

Conservar y proteger la biodiversidad son objetivos primordiales de las �reas protegidas a nivel mundial, no obstante, la mayor�a soportan una intensa presi�n antr�pica, los recursos naturales son utilizados para satisfacer las necesidades de la poblaci�n local, es importante comprender la din�mica productiva de las comunidades y su impacto en la gesti�n de las �reas protegidas. La investigaci�n eval�a variables socio-econ�micas de tres comunidades alto andinas de la Reserva de Producci�n de Fauna Chimborazo, y su relaci�n con el cambio de uso de suelo y cobertura vegetal; se aplicaron encuestas a los jefes/as de familia de las comunidades Pachancho, C�ndor Samana y La Esperanza, determinando sus caracter�sticas socioecon�micas, posteriormente se realiz� un an�lisis geoespacial multi temporal, con informaci�n vectorial sobre el uso del suelo. Las principales actividades productivas de las tres comunidades son ganader�a de ovinos, bovinos y la agricultura. En la comunidad �La Esperanza� se evidencia la transici�n de zonas con cobertura vegetal natural a �reas cultivables y productivas, registra ingresos econ�micos significativos. Pachancho durante 18 a�os no experiment� cambios significativos en el uso de suelo tiene ingresos econ�micos bajos, C�ndor Samana registra ingresos econ�micos medios y bajos, el cambio de uso de suelo en su territorio es considerable, actualmente el desarrollo econ�mico de las comunidades de la RPFCH est� supeditado a la p�rdida de paramos, es trascendental implementar un modelo de aprovechamiento sostenible compatible con los lineamientos de manejo del �rea protegida.

Palabras clave: Comunidades; altoandinas; cambio de uso de suelo reserva; Chimborazo; socio-econ�mico; p�ramos.

 

Abstract

Conserving and protecting biodiversity are primary objectives of protected areas worldwide, however, most of them bear intense anthropic pressure, natural resources are used to meet the needs of the local population, it is important to understand the productive dynamics of communities and its impact on the management of protected areas. The research evaluates socio-economic variables of three high Andean communities of the Chimborazo Fauna Production Reserve, and their relationship with the change in land use and vegetation cover; Surveys were applied to the heads of families of the Pachancho, C�ndor Samana and La Esperanza communities, determining their socioeconomic characteristics, then a multi-temporal geospatial analysis was carried out, with vector information on land use. The main productive activities of the three communities are sheep, cattle and agriculture. In the �La Esperanza� community, the transition from areas with natural vegetation cover to cultivable and productive areas is evident, with significant economic income. Pachancho for 18 years did not experience significant changes in land use has low economic income, C�ndor Samana registers medium and low income, the change in land use in its territory is considerable, currently the economic development of the communities of the RPFCH is contingent To the loss of paramos, it is essential to implement a sustainable use model compatible with the management guidelines of the protected area

Keywords: Communities; high Andes; land use change reserve; Chimborazo; socio-economic; paramos.

 

Resumo

Conservar y proteger la biodiversidad son objetivos primordiales de las �reas protegidas a nivel mundial, no obstante, la mayor�a soportan una intensa presi�n antr�pica, los recursos naturales son utilizados para satisfacer las necesidades de la poblaci�n local, � importante comprender la din�mica productiva de las comunidades y su impacto na gest�o das �reas protegidas. A investiga��o avalia as vari�veis ​​socioecon�micas de tr�s comunidades alto andinas da Reserva de Produ��o da Fauna Chimborazo, e sua rela��o com o c�mbio de uso de suelo e cobertura vegetal; se aplicar on encuestas a los jefes / as de familia de las comunidades Pachancho, C�ndor Samana y La Esperanza, determinando suas caracter�sticas socioecon�micas, posteriormente se realizou uma an�lise geoespacial multi temporal, con informa��o vetorial sobre el uso do suelo. Las principais atividades produtivas de las tr�s comunidades filho ganader�a de ovinos, bovinos y la agricultura. Na comunidade �La Esperanza� se evidencia a transi��o de zonas com a cobertura vegetal natural a �reas cultiv�veis ​​y produtivas, registra ingresos econ�micos. Pachancho durante 18 a�os sem mudan�as experimentais en el uso de suelo tiene ingresos econ�micos bajos, C�ndor Samana registra ingresos econ�micos medios y bajos, el cambio de uso de suelo en su territ�rios � consider�vel, atualmente el desarrollo econ�mico de las de la RPFCH supeditado a la p�rdida de paramos, es transcendental implementar um modelo de aprovechamiento sostenible compat�vel con los lineamientos de manejo del area protegida.

Palabras clave: Comunidades; altoandinas; c�mbio de uso de suelo reserva; Chimborazo; socioecon�mico; p�ramos.

 

Introducci�n

En la actualidad la p�rdida de biodiversidad se ha acelerado a niveles insospechados (Kobayashi et al., 2014), sin embargo la creaci�n de �reas protegidas(AP) ha crecido sustancialmente (Jones et al., 2018; Urquiza Garc�a, 2019), hoy existen m�s de 200,000 AP a nivel mundial, cubriendo aproximadamente el 14.9% de las �reas terrestres y las aguas continentales y el 7.3% de las �reas marinas y costeras(UNEP-WCMC et al., 2018).

Las zonas con mayor dinamismo en la creaci�n de nuevas AP son: Centro Am�rica y el Caribe, esto se asocia con la alta diversidad de especies y la presencia de las culturas humanas en los tr�picos. (Burnside et al., 2012; Collard & Foley, 2002; McClanahan & Rankin, 2016), conjug�ndose las variables diversidad cultural y biol�gica; la primera representada por los pueblos ind�genas (Bernal Camargo, 2013; Burnside et al., 2012; Collard & Foley, 2002; Mu�oz Barriga, 2017; Shi et al., 2005), la segunda la constituyen los endemismos biol�gicos y la gran diversidad de ecosistemas .(McClanahan & Rankin, 2016; Urquiza Garc�a, 2019).

Las AP suponen el control, mantenimiento y la protecci�n de los recursos naturales ah� localizados(Riemann et al., 2011), sin embargo la mayor�a de las AP de pa�ses en desarrollo sufren una intensa presi�n antr�pica (Mukul et al., 2017), la protecci�n esta orientada a restringir la explotaci�n de los recursos naturales y el desarrollo agropecuario, considerados incompatibles con el crecimiento econ�mico, (Andam et al., 2010)particularmente para los residentes locales donde las oportunidades de trabajo son limitadas (Mardones Rivera, 2018; Sims et al., 2019)

Para superar estas dificultades la UICN (Bland et al., 2016; Ipenza Peralta, 2008) propone algunas categor�as de manejo para las AP, una de ellas son las Reservas de Producci�n de Flora y Fauna(RPFF) enfocadas en disminuir la brecha entre conservaci�n y producci�n y resolver conflictos sobre el establecimiento de ANP en territorios ancestrales.

El Ecuador en 1998 institucionaliz� el Sistema Nacional de �reas Protegidas (SNAP)(Lozano Rodr�guez, 2017), conformado por 4 subsistemas: Estatal, Comunitario, de Gobiernos Aut�nomos Descentralizados y Privado, actualmente existen 60 �reas protegidas, la legislaci�n ecuatorian reconoce cinco categor�as de manejo una de ellas son las RPFF.

En la regi�n sierra �nicamente existe una AP bajo esta categor�a, la Reserva de Producci�n de Fauna Chimborazo(RPFCH)(Ministerio del Ambiente del Ecuador, 2019), creada en 1987 y localizada en las provincias de Tungurahua, Chimborazo y Bol�var, (Caranqui et al., 2016; Paula et al., 2018; Rodr�guez Gonz�lez & Morales De La Nuez, 2017), entre sus objetivos de creaci�n mas relevantes se destacan ; Mantener los recursos de los ecosistemas p�ramo; Precautelar y desarrollar el h�bitat de los cam�lidos nativos de los Andes para la cr�a y fomento de las especies valiosas ligadas a la identidad cultural.(Ministerio del Ambiente del Ecuador, 2014)

La RPFCH tiene una extensi�n de 52.683 ha, su rango altitudinal var�a entre 6310 msnm, y 3650 msnm(Caranqui et al., 2016; Jara et al., 2019)� la temperatura m�nima es de -4,80 �C y la m�xima de 11,40 �C correspondiente a los meses de diciembre y noviembre respectivamente,� registra una precipitaci�n anual de 998 mm (Ministerio del Ambiente del Ecuador, 2014; Vistin Guamantaqui et al., 2020), la mayor parte de cobertura vegetal de la RPFCH est� compuesta por el ecosistema p�ramo considerado uno de los m�s importantes por el alto grado de endemismo y uno de los 25 hotspost de la biodiversidad mundial, de ellos dependen directa o indirectamente varios millones de personas. (Myers et al. 2000; Llamb� et al. 2012; Urgiles et al. 2018).

La RPFCH posee un alto valor cultural en su territorio concurren tres pueblos de la nacionalidad Kichwa: Puruh�es(Chimborazo), Warankas (Bol�var) y Kichwas de Tungurawa (Tungurahua)(Ariza-Velasco et al., 2019; Ministerio del Ambiente del Ecuador, 2014), se registran comunidades que han estado en el �rea desde tiempos ancestrales, convirtiendo a la RPFCH en una� de las �reas protegidas m�s pobladas del Ecuador al punto que el 80% del AP est� en propiedad de 45 comunidades ind�genas(Ministerio del Ambiente del Ecuador, 2014), cuyo grupo poblacional en Ecuador constituye el 18,7% (Ariza-Velasco et al., 2019).

En el AP se presentan amenazas para la conservaci�n, siendo la agricultura y ganader�a una de las actividades econ�micas m�s importantes y recurrentes en la zona (Ministerio del Ambiente del Ecuador, 2014; Qualitas & 2016, 2016; Y�nez et al., 2011) generando gran presi�n sobre el �rea de conservaci�n. (Hofstede et al., 2015;� Romero et al., 2018).

El presente estudio realiza un an�lisis en tres comunidades cuyo territorio se asienta dentro de los l�mites de la RPFCH, C�ndor Samana con un �rea total de 2144,79 hect�reas (ha)perteneciente a la provincia de Chimborazo, La Esperanza con una extensi�n de 4174,07 (ha) inserta en la jurisdicci�n de Tungurahua y Pachancho� con una superficie de 295,20 (ha) pertenece a la provincia de Bol�var, se observa una marcada diferencia en el acceso a la tierra en las comunidades objeto de estudio, lo que constituye un factor imperante para el desarrollo de actividades econ�micas por parte de los habitantes de las comunidades, que de acuerdo a los gestores del AP se contraponen con los objetivos de conservaci�n� de la misma. Bajos estas condiciones se plantean dos interrogantes que sustentan el desarrollo de la investigaci�n �Cu�les son las actividades socioecon�micas que desarrollan las comunidades de la RPFCH?

�Las actividades socioecon�micas de las comunidades tienen relaci�n con el cambio de uso de suelo en la RPFCH?

 

Metodolog�a

Los m�todos de investigaci�n cient�fica aplicados fueron; emp�rico en la caracterizaci�n socio econ�mica de las tres comunidades en estudio, para lo cual se realizaron encuestas durante los meses de noviembre y diciembre de 2019, en base a la operacionalizaci�n de variables dise�adas por (Mu�oz & Mal�n, 2020), que se presenta en el anexo 1, luego de lo cual se hizo el an�lisis estad�stico correspondiente aplicando las t�cnicas de la estad�stica descriptiva, trabaj�ndose en talleres bajo el m�todo acci�n-reflexi�n para analizar las dimensiones social, econ�mico y ambiental del territorio en forma participativa con los miembros de las comunidades. El m�todo emp�rico-anal�tico se aplic� tambi�n para contrastar la informaci�n primaria en base al an�lisis geoespacial� de cobertura y uso del suelo con informaci�n vectorial oficial de (MAE & MAGAP, 2013), y determinar el cambio de uso en la RPFCH, mediante la utilizaci�n de la matriz de p�rdidas y ganancias (Pontius et al., 2004)para determinar la transici�n de categor�as en la RPFCH durante dos per�odos de tiempo (2000-2018) y su relaci�n con las actividades econ�micas de las tres comunidades.

La selecci�n de comunidades se bas� en los criterios: a)ubicaci�n en el �rea protegida, b) nivel de incidencia( cambio de uso de suelo) en el AP, c)ubicaci�n pol�tica administrativo.(Torrescano Valle et al., 2018) de las 45 existentes en la RPFCH.

La informaci�n primaria fue recolectada mediante talleres efectuados en las reuniones mensuales que se realizan en las tres comunidades seleccionadas; La Esperanza, C�ndor Samana, Pachancho, el an�lisis se bas� en encuestas aplicadas a todos los jefe/as de familia, alcanzando un total de 207 encuestas realizadas durante los meses de noviembre y diciembre de 2019; 84 en la Esperanza, 60 en C�ndor Samana, y 63 en Pachancho, para establecer caracter�sticas sociodemogr�ficas y econ�micas y su relaci�n con la conservaci�n de los recursos naturales. El intervalo de confianza fue de 95% y el error de estimaci�n 5%, se aplic� la prueba Chi-cuadrado de Pearson para determinar la existencia de diferencias significativas en el valor de las variables se�aladas entre las tres comunidades, los an�lisis fueron efectuados utilizando el entorno estad�stico R studio.

Se realiz� la encuesta a los jefes de familia para tener mayor especificidad en los datos tanto econ�micos (fuentes de ingreso, acceso a cr�ditos, entre otros.) como ambientales (Kim et al., 2018), respecto a cada grupo familiar.

El an�lisis de la cobertura vegetal y el uso del suelo permite determinar el grado de transformaci�n del paisaje y su estado de conservaci�n (Otavo & Echeverr�a, 2017), se utiliz� informaci�n vectorial oficial sobre la Cobertura y uso de la Tierra en Ecuador Continental, generados por (MAE & MAGAP, 2013) a escala 1: 100000, utilizando im�genes satelitales landsat 8 y rapid Eye, y t�cnicas de extracci�n y generaci�n de informaci�n complementado con sistemas de informaci�n geogr�fica, se realiz� el an�lisis geoespacial muti temporal� en dos per�odos de tiempo (2000 y 2018), utilizando el software ARCGIS 10.8 (ESRI, EE.UU) (Sep�lveda-Varas et al., 2019),� las coberturas fueron revisadas y homologadas a proyecci�n UTM, datum WGS 84, huso 17 Sur extendido, posteriormente procesadas utilizando matrices de cambio. La transici�n de uso del suelo est� vinculada con mecanismos causales de dos tipolog�as: socioecol�gico (modificaci�n del uso resultante del menoscabo de servicios ecosist�micos) y socioecon�mico (modificaci�n del uso resultante de cambios en el entorno productivo externo) (Lambin & Meyfroidt, 2010; Sep�lveda-Varas et al., 2019). Se extrajeron los datos para los mapas de las comunidades mediante la herramienta CLIP de Analysis Tool, se recort� la capa vectorial de Cobertura y uso de la tierra para los pol�gonos de las tres comunidades, posteriormente se procedi� a calcular el �rea de cada pol�gono de las diferentes clases en el �rea total del AP.

 

Resultados y discusi�n

La tenencia de la tierra en la Reserva de Producci�n de Fauna Chimborazo es comunitaria, estatal y privada, en la zona noroccidental se registra tenencia de tierra comunitaria y privada, en contraste en la zona suroriental existe menor presencia de asentamientos humanos a t�tulo privado.(Lozano Rodr�guez, 2017)

En relaci�n a bienes y servicios b�sicos; en la comunidad la Esperanza habitan 430 personas evidenciando un decrecimiento (494 habitantes) difiere de los datos del (Gobierno Autonomo Descentralizado Parroquia Pilahuin, 2017), con 83 jefes de familia, constituido por 5 miembros por familia, todas las viviendas de la comunidad son propias, la mayor�a de ellas son de tipo mixta, al menos tres cuartas partes de habitantes no tiene acceso a la seguridad social lo que concuerda con la realidad a nivel provincial (INEC, 2010a), la comunidad cuenta con acceso a la red p�blica de energ�a el�ctrica, carece de un sistema de alcantarillado. La mayor parte de la poblaci�n recibe asistencia t�cnica agropecuaria y en manejo de p�ramo, no tiene acceso a comunicaciones (fija, m�vil e internet). Disponen de agua para consumo y para riego, el territorio comunitario comprende 4400 hect�reas de las cuales apenas 800 ha se destinan para conservaci�n, y 3577 ha, para cultivos y pastos.

Por otro lado, la comunidad C�ndor Samana alberga a 240 habitantes concordando con proyecciones para el a�o 2015 de (INEC, 2010c), se registran 60 jefes de familia con un promedio por familia de 4 miembros, la mayor�a de las viviendas son propias, de construcci�n mixta, dos tercios de los residentes de la comunidad cuenta con acceso al seguro social campesino. Disponen de agua para riego y consumo. Cuentan con servicio de energ�a el�ctrica, no reciben asesoramiento t�cnico agropecuario, pero reciben asesoramiento sobre el manejo del p�ramo. La comunicaci�n es limitada no existe telefon�a fija, la mayor�a tiene telefon�a m�vil. De acuerdo a (Sierra, 1999) el uso de la tierra en esta zonas est� condicionada a la disponibilidad de riego, profundidad y contenido de materia org�nica de suelo e indudablemente la pendiente. La comunidad posee 2150, 76 hect�reas de superficie, las mismas que est�n destinadas para el uso de la agricultura, el pastoreo y reforestaci�n

Pachancho est� ubicado a 4.040 msnm(GOBIERNO AUT�NOMO DESCENTRALIZADO PARROQUIAL RURAL SALINAS, 2015) en la zona alta, el rango de temperatura es de 6 y 8 �C, tiene 309 habitantes, 63 familias constituidos por grupos familiares de 4 y 6 personas, evidenciando un incremento considerable de habitantes en relaci�n al a�o 2015(188 habitantes)(INEC, 2010b), sin acceso a la seguridad social, la mayor�a de familias disponen de casas propias las cuales tienen caracter�sticas tradicionales. No reciben asesor�a t�cnica agropecuaria tampoco t�cnicas de manejo de p�ramo, dispone de agua para uso dom�stico proveniente del r�o y de vertientes, no poseen agua para riego lo cual limita el desarrollo de actividades agr�colas, carecen de un sistema de alcantarillado, usan pozos s�pticos, la comunidad tiene acceso a la red p�blica de energ�a el�ctrica, al igual que en los casos anteriores tienen acceso �nicamente a telefon�a m�vil,

Existe una mayor densidad poblacional en la comunidad La Esperanza, en su mayor�a son mujeres� confirmando lo indicado por (INEC, 2010a)en datos para el nivel cantonal y provincial , mientras que en C�ndor Samana la mayor parte son hombres, en cuanto a Pachancho existe un equilibrio entre ambos g�neros. En las tres comunidades se auto identifican como ind�genas,en efecto en Am�rica latina algunas �reas protegidas esta ocupadas por etnias ind�genas (G�mez, 2020), a pesar de que en Tungurahua y Bol�var la mayor parte de su poblaci�n se considera mestiza(INEC, 2010a), no obstante, su idioma principal es el espa�ol evidenciando el reemplazo de su lengua ancestral (Villal�n, 2011) . El proceso de la reforma agraria ocurrida en los a�os 60 y 70 permiti� el asentamiento legal de las comunidades(Mu�oz Barriga, 2017; Paula et al., 2018) en el territorio de la RPFCH. Existen diferencias significativas en cuanto al nivel de estudio en las tres comunidades (PearsonX2(6)= 174.28� P<0.001). Cabe indicar que la mayor�a de habitantes de las comunidades La Esperanza y C�ndor Samana tienen instrucci�n primaria y secundaria, la situaci�n es ligeramente mejor en La Esperanza, dos tercios de la poblaci�n ha concluido la primaria, mientras que en Pachancho existe un mayor n�mero de habitantes sin ning�n tipo de instrucci�n el resultado(Ariza-Velasco et al., 2019; Hirmas et al., 2005; UNESCO, 2013),los niveles de acceso a la educaci�n, escolarizaci�n� los sectores de los ind�genas y de las zonas rurales son consistentemente los m�s bajos en comparaci�n con el resto de los grupos sociales(INEC, 2010a), el nivel de escolaridad se mantiene entre un rango de 5,4 y 7,2 para las zonas rurales de las tres provincias, no obstante con relaci�n a la d�cada de los 80 la situaci�n educativa en la regi�n ha mejorado notablemente (Madrid-Tamayo, 2019), las generaciones m�s recientes asisten casi en su totalidad y en paridad de g�nero a los primeros a�os de Educaci�n General B�sica y ello ofrece una oportunidad �nica para impulsar el desarrollo econ�mico y social.(M�rquez Jim�nez & Mu�oz Izquierdo, 2000)

 


Figura 1: N�mero de hombres y mujeres en cada Comunidad

Fuente: Elaboraci�n propia con base en encuestas aplicadas en noviembre y diciembre del 2019.

 


Figura 2: Nivel de educaci�n de los habitantes de la Esperanza y C�ndor Samana.

Fuente: Elaboraci�n propia basada en encuestas aplicadas en noviembre y diciembre de 2019.

 

Asimismo, se encontraron diferencias significativas entre las actividades que desarrollan los habitantes (PearsonX2(6)= 37.54� P<0.0001). La ganader�a de ovinos, bovinos y cam�lidos es la actividad econ�mica que prevalece en las tres comunidades, le siguen actividades como comercio, agricultura y elaboraci�n de artesan�as. El desarrollo de estas actividades exceptuando la elaboraci�n de artesan�as est�n relacionadas con la disminuci�n de la cobertura vegetal natural y la ampliaci�n de la frontera agr�cola (Ministerio del Ambiente del Ecuador, 2014; Paula et al., 2018; Rodr�guez Gonz�lez & Morales De La Nuez, 2017; Romero et al., 2018).

La elaboraci�n de artesan�as est� ligada al turismo que se desarrolla en la parroquia Salinas de Guaranda que es donde se asienta Pachancho, por lo que� generar estrategias que incluyen fortalecimiento de capacidades en diferentes �reas podr�an desencadenar en la generaci�n de nuevas estrategias de conservaci�n comunitaria(Caro & Davenport, 2016).� Empero, el manejo de la RPFCH es a�n complejo, y requiere un� adecuado� mecanismo de� manejo� de� acuerdo� a las realidades particulares de cada lugar, en este sentido existen a�n desaf�os importantes� en� los� pa�ses� andinos.(Ipenza Peralta, 2008)

 

 

 

 


Figura 3: Actividades econ�micas de los habitantes de la Esperanza, C�ndor Samana y Pachancho.

Fuente: Elaboraci�n propia basada en encuestas aplicadas en noviembre y diciembre de 2019.


Figura 4: Nivel de ingresos econ�micos de los habitantes de la Esperanza, C�ndor Samana y Pachancho.

Fuente: Elaboraci�n propia basada en encuestas aplicadas en noviembre y diciembre de 2019.

 

Los ingresos econ�micos de las 3 comunidades, se clasificaron en rangos alto (m�s de $300); medio ($150-300) y bajo ($150-$0) acorde a los datos obtenidos en las encuestas.

Se hallaron diferencias significativas entre el nivel de ingresos de las tres comunidades (PearsonX2(4)= 151.39� P<0.0001). La Esperanza es la comunidad que registra mayores ingresos, al menos las tres cuartas partes obtienen ingresos mayores a los $ 300 d�lares mensuales superando incluso los $ 600, la mayor parte ligados a la ganader�a. Por su parte C�ndor Samana y Pachancho perciben ingresos bajos, de los dos casos destaca la situaci�n de Pachancho debido a que la mayor�a de ingresos obtenidos por la comunidad no superan los $150 mensuales, las poblaciones ind�genas contin�an entre los grupos m�s pobres del mundo (Oficina Internacional del Trabajo, 2018), se reafirma que las AP han sido declaradas con frecuencia en �reas remotas con altas tasas de pobreza y tierras agr�colas de baja calidad(Andam et al., 2010), lo que impide el desarrollo de diversas actividades productivas, siendo la ganader�a la actividad que prevalece en las tres comunidades, empero el desarrollo de la misma no se realiza en igual intensidad, esto se debe a tres factores importantes; el primero es el acceso a la tierra, pues la Esperanza posee 4400 hect�reas(ha) mientras que Pachancho tiene apenas 290 ha, y C�ndor Samana 2150 ha, lo que permite destinar mayor tierra para ganader�a (Paredes Mamani & Escobar-Mamani, 2018).

En el sector rural el n�mero de hect�reas de tierra y el n�mero de parcelas est� altamente relacionado a la pobreza situaci�n que se evidencia en Pachancho, otro factor es el acceso al agua de riego, fundamental para la ganader�a y agricultura, la carencia o disminuci�n de la misma merma los ingresos que se perciben por estas actividades (Quevedo et al., 2019), el rango altitudinal tambi�n ha jugado un papel fundamental pues La Esperanza y C�ndor Samana se encuentran en un rango altitudinal que va desde los 3502 hasta los 4196 msnm, entre tanto Pachancho va desde 4196-4891 msnm, las condiciones clim�ticas extremas de la zona limitan el desarrollo de actividades agro productivas, es relevante generar estrategias para reducir la pobreza por ingresos basados en diversificaci�n de las fuentes de ingresos optando por desarrollar actividades no agr�colas (Luna, 2019) y evitar una disminuci�n del bienestar de la poblaci�n local (Borrego & Hern�ndez, 2014)

 

Cambio de uso de suelo y cobertura vegetal en la Reserva de Producci�n de Fauna Chimborazo periodo 2000-2018

El an�lisis geoespacial implic� la realizaci�n de las matrices de transici�n( nxn), que muestra la relaci�n de cambio de un a�o al otro, en uno de los ejes se encuentran los tipos de vegetaci�n y usos del suelo en el tiempo 1 (T 1), y en el otro eje, las mismas categor�as para el tiempo 2 (T2), la diagonal principal de la matriz representa la superficie de cada clase que no sufri� cambios denominadas zonas de persistencia, mientras que las celdas restantes muestran la superficie de una determinada clase que se modific� a otra (Balay D�Agosto, 2018; Vist�n, 2018), las clases fueron extra�das utilizando la herramientas Artc tool del software Arcgis utilizando como m�scara los shapes correspondientes a la RPFCH en ocho categor�as determinadas por (MAE & MAGAP, 2013).

 

 

 

Cuadro 1: Categor�as de uso de suelo y cobertura vegetal

 

Uso/cobertura

Abreviaci�n

1

�rea sin cobertura vegetal

ASCV

2

Glaciar

GL

3

Mosaico Agropecuario

MA

4

Cuerpo de agua

CA

5

P�ramo

PA

6

Plantaci�n forestal

PF

7

Vegetaci�n arbustiva

VA

8

Vegetaci�n herb�cea

VH

Fuente: Ministerio del Ambiente & Ministerio de Agricultura, 2013.

 

Matriz de transici�n obtenida de la tabulaci�n cruzada

Mediante la transici�n por tabulaci�n cruzada del mapa de uso de suelo en un lapso de 18 a�os y la sobreposici�n de l�neas vectoriales se determin� con el ArcGis 10.8 la din�mica del cambio de uso de suelo.

Tabla 2. Matriz de cambio uso de suelo RPFCH. Cada columna co�rresponde a las hect�reas totales de cobertura en 2018, cada fila corresponde a las hect�reas totales de cobertura en 2000.

 

Cuadro 2: Matriz de p�rdidas y ganancias de cambios de usos de suelo y cobertura vegetal

A�o 2018

A�o 2018

A�o

2000

 

ASCV

GL

MA

CA

PA

PF

VA

VH

Total(2000)

Perdida bruta

ASCV

15234,0

234,45

81,2

1,98

5164,68

16,14

0,00

50,1

20782,55

5548,56

GL

984,2

0

0,0

0

0,00

0

0,0

0,0

984,24

984,24

MA

0,0

0

735,3

0

139,03

0

4,14

0,0

878,43

143,17

CA

0,0

0

0,0

0

1,08

0

0,0

0,0

1,08

1,08

PA

427,6

0

1821,5

0

26535,04

87,81

312,86

0,3

29185,06

2650,02

PF

0,0

0

21,9

0

18,08

3,19

1,17

0,0

44,29

41,10

VA

0,0

0

41,2

0

435,55

5,15

16,18

0,0

498,05

481,87

VH

3,2

0

218,0

0

88,41

0,00

0,00

0,0

309,57

309,57

Total(2018)

16649,0

234,45

2918,9

1,98

32381,87

112,29

334,35

50,4

52683,27

 

Ganancia bruta

1414,99

230,45

2183,7

1,98

5846,82

109,10

318,17

50,4

 

 

Fuente: Elaboraci�n propia

 

De acuerdo con(Farf�n Guti�rrez et al., 2016) se agregan las columnas y filas que representan la ganancia, la p�rdida y el intercambio entre categor�as. La sumatoria de los valores de persistencia (indicados en la diagonal) establece que un total de 42523,7 ha no modificaron su categor�a de ocupaci�n lo que representa el 80.44% del total de la superficie de la Reserva de Producci�n de Fauna Chimborazo.

Con la informaci�n colocada en la matriz, se calcularon las ganancias y las p�rdidas basados� en la metodolog�a de (Pontius et al., 2004). La ganancia (Gij) es la diferencia entre la fila del total del tiempo 1 (P + j) y la persistencia (Pij).

Gij = P + j - Pij

Asimismo, la p�rdida (Lij) es la diferencia entre la columna del total del tiempo 2 (Pj+) y la persistencia (Pij).

Lij = Pit + Pij

Los totales de categor�as representan la totalidad del �rea de estudio, adem�s expresan los cambios y exponen los impactos y consecuencias que han alterado el paisaje del �rea de la Reserva de Producci�n de Fauna Chimborazo.

Figura 5: Mapa de cambio y transici�n en la RPFCH.


Fuente: Ministerio del Ambiente, Ministerio de Agricultura y Ganader�a, 2013.

 

Las �reas sin cobertura vegetal tuvieron una ganancia bruta de 1414.99 y una p�rdida bruta de 5548,56, la zona de glaciar experiment� un incremento de 230,45 y una p�rdida de 984,24. El mosaico agropecuario tuvo un incremento de 2183,7 ha y una p�rdida de 143,17 ha. Los cuerpos de agua sufrieron una p�rdida de 1,08 y una ganancia de 1,98 ha. El p�ramo tuvo una ganancia de 5846,82 y una p�rdida de 2650,02, se incrementaron 109.10 ha de plantaciones forestales y 41,10 disminuyeron, en cuanto a la vegetaci�n arbustiva se evidencia un importante incremento de 318,17 ha y una p�rdida de 481,87 ha, la vegetaci�n herb�cea experiment� una ganancia de 50,4 y una p�rdida de 309,57.

 

An�lisis multi temporal del cambio de uso de suelo y cobertura vegetal en las comunidades de La Esperanza, C�ndor Samana y Pachancho

La comunidad la Esperanza ha experimentado un crecimiento intermitente en el cambio de uso del suelo y cobertura vegetal, al a�o 2000 no se aprecian mosaicos o pol�gonos que muestren agricultura, sin embargo, para el a�o 2018 se presenta una transici�n de p�ramo o vegetaci�n natural a tierra agropecuaria destinado principalmente al cultivo de productos como papas, ajo y pastos abarcando un total de 261,119 hect�reas de cultivos basados en el an�lisis geoespacial.

C�ndor Samana inicia con un mosaico agropecuario de 51,98 hect�reas en el a�o 2000 y al a�o 2018 el �rea total destinada a uso agropecuario es de 82,47 hect�reas, evidenciando una transici�n de zona de p�ramo a zona de uso agropecuario. En el caso de Pachancho no se evidencia la existencia de mosaico agropecuario, puesto que utilizan el p�ramo de vegetaci�n herb�cea para pastoreo de ovinos, bovinos y cam�lidos andinos en menor proporci�n, otra raz�n que explica el crecimiento moderado de la zona dedicada a producci�n agropecuario es la altura a la que se encuentra su territorio supera los 4000 msnm lo que imposibilita la producci�n agr�cola

Se evidencia que los modos de vida conllevan a cambios de uso del suelo y la generaci�n de ingresos est� altamente relacionado con el cambio de uso de suelo (Borrego & Hern�ndez, 2014; L�pez Vazquez et al., 2015; Ponce et al., 2013), que resulta incompatible con los objetivos de desarrollo ambiental y socioecon�mico si las actividades econ�micas est�n basadas en el uso utilitarista de los recursos naturales(Cabral et al., 2020; Oldekop et al., 2016), no obstante (Sims et al., 2019) indica que la protecci�n de tierras estuvo asociada con un crecimiento modesto del n�mero de personas empleadas y en la fuerza laboral, la poblaci�n o al promedio de ingresos.

Identificar los beneficios de vivir en un AP, para combinar acciones y pr�cticas de uso de la tierra que apoyen la utilizaci�n sostenible y equitativa de estos beneficios y el mantenimiento de los objetivos de conservaci�n de un sitio(Kettunen et al., 2013) resulta relevante, as� como resolver los aspectos del bienestar humano y la incorporaci�n a la comunidad local en la gesti�n del AP considerando que la biodiversidad depende en gran medida de la situaci�n local (Kobayashi et al., 2014), m�s a�n cuando es conocido que el principal impulsor de la disminuci�n de la diversidad biol�gica de las AP es el incremento de la presi�n humana sobre los ecosistemas. (Geldmann et al., 2014; Otavo & Echeverr�a, 2017),

As� mismo, (Kauano et al., 2020) indica que la expansi�n de las AP no limitan el crecimiento econ�mico local general en el caso de Latinoam�rica, en contraposici�n (Tauli-Corpuz et al., 2020) menciona que en zonas donde coexisten las �reas protegidas y� poblaci�n ind�gena o local los l�mites de AP se superponen a sus tierras, pues las pol�ticas de AP los separan de sus tierras, lo que ha convergido en la p�rdida de medios de vida y de identidad, por lo que es importante resaltar el bagaje cultural que traen consigo cada una de las comunidades ind�genas y tomar aquello como una ventaja al momento de optar por otro tipo de actividades econ�micas que pongan de relieve las tradiciones culturales y la identidad de las comunidades.

En algunos casos la conservaci�n se ha sobrepuesto al bienestar de las personas lo que inflige un da�o real en las comunidades ind�genas y pasa por alto soluciones sostenibles (Dom�nguez & Luoma, 2020), apoyar esfuerzos liderados por la comunidad para crear nuevos v�nculos con la naturaleza podr�a empoderar a las comunidades rurales para adoptar el desarrollo sostenible, y contribuir a la conservaci�n de la biodiversidad, adem�s generar nuevos conocimientos a nivel local para puede ser necesario para evitar un punto de inflexi�n y conseguir un manejo efectivo de las �reas protegidas y los territorios ind�genas.� (Fischer et al., 2012; Gullison & Hardner, 2018; Mu�oz Barriga, 2017; Sims et al., 2019)

 

Conclusiones

En comparaci�n con las comunidades del presente estudio, La Esperanza tiene los ingresos m�s altos que oscilan entre los $300 y $ 600 mensuales, por otra parte, en las comunidades de C�ndor Samana y Pachancho registran ingresos bajos (0-$150 mensuales), en ambos casos los ingresos se� derivan de la ganader�a y agricultura, sin embargo los ingresos econ�micos difieren significativamente en las tres comunidades , lo cual se asocia a factores como; el acceso a la tierra, el rango altitudinal y el acceso al agua de riego, siendo la m�s afectada Pachancho cuyo territorio� es inferior a las 500 ha, un rango altitudinal superior a los 4000 msnm y carencia de agua de regad�o, condiciones que indudablemente inciden en el desarrollo de actividades productivas y la generaci�n de ingresos adecuados como ocurre en el caso de la Esperanza, cuyas condiciones son totalmente distintas a las de Pachancho.

Se evidencia un cambio significativo en el uso de la tierra y cobertura vegetal en la RPFCH durante el periodo comprendido entre 2000 y 2018, los mayores cambios se reflejan en la categor�a p�ramo la cual tuvo una ganancia de 5846,82 ha y una p�rdida de 2650,02 ha. El mosaico agropecuario tuvo un incremento de 2183,7 ha y una p�rdida de 143,17 ha. 2183,7 ha, respecto a los territorios comunales se evidencia una creciente conversi�n en el uso del suelo (zonas con vegetaci�n natural por �reas cultivables y productivas), m�s acentuada en la comunidad La Esperanza (261,119 ha) debido a la actividad ganadera y agr�cola, por otra parte, Pachancho no registra cambio de usos de suelo y cobertura vegetal, no obstante, sus ingresos son realmente bajos, otra actividad econ�mica importante en la comunidad es la elaboraci�n de artesan�as, esto podr�a ser considerado como un punto de partida importante para desarrollar actividades que concilien tanto el desarrollo econ�mico como la conservaci�n del AP, m�s a�n si consideramos que la RPFCH fue la s�ptima �rea protegida con mayor n�mero de visitantes en el a�o 2019.

Finalmente, las din�micas productivas de las comunidades en el AP, se basan en el uso de las tierras f�rtiles para la producci�n ganadera y agr�cola, en este escenario se hace imprescindible emprender en un proceso de concertaci�n y articulaci�n para generar un modelo de desarrollo sostenible, donde el Estado Ecuatoriano como administrador de las �reas protegidas, fomente actividades productivas diferenciadas y sostenibles para cada comunidad que habita dentro de la Reserva de Producci�n de Fauna Chimborazo tomando en cuenta sus particularidades.

 

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� 2020 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

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