�

������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������

���������������������������������������������������������������������������������

���������������������������������������������������������������������������������

Servicios ecosist�micos generados por el fomento de la agrobiodiversidad, manejo del suelo y del territorio en el Centro de Bioconocimiento de la Estaci�n experimental Tunshi-ESPOCH

 

Ecosystem services generated by the promotion of agrobiodiversity in the Biological Research Center of the Tunshi-ESPOCH Experimental Station

 

Servi�os ecossist�micos gerados pela promo��o da agrobiodiversidade, manejo do solo e do territ�rio no Centro de Bioconhecimento da Esta��o Experimental Tunshi-ESPOCH �

 

 

�

 

 

 

 

Correspondencia: vicente.parra@espoch.edu.ec

Ciencias t�cnicas y aplicadas

Art�culo de investigaci�n

 

 

*Recibido: 14 de abril de 2021 *Aceptado: 15 de mayo de 2021 * Publicado: 09 de junio de 2021

                               I.            Ingeniero Agr�nomo, Master en Agroecosistemas con Menci�n en Agroecolog�a, Docente Investigador Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo, Grupo de Investigaci�n y Transferencia en Recursos H�dricos, Riobamba, Ecuador.

                            II.            Ingeniero Agr�nomo, Magister en Biodiversidad y Recursos Gen�ticos, Docente Investigador Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo, Grupo de Investigaci�n y Transferencia en Recursos H�dricos, Riobamba, Ecuador.

                         III.            Ingeniera Ge�grafa y del Medio Ambiente, Master of Science in Geospatial Thecnologies, Docente� Investigador Escuela Superior Polit�cnica de Chimborazo, Grupo de Investigaci�n y Transferencia en Recursos H�dricos, Riobamba, Ecuador.

                        IV.            Ingeniera en Biotecnolog�a Ambiental, Docente Investigador Independiente, Riobamba, Ecuador. �

Resumen

El uso intensivo de los recursos naturales y los procesos de modernizaci�n de la agricultura caracterizada principalmente por el uso excesivo de insumos externos y la eliminaci�n de la biodiversidad han generado consecuencias no pretendidas que afectan cada vez m�s a los agroecosistemas y al territorio, es as�, cambio clim�tico, desertificaci�n, deforestaci�n, hambrunas. Esta problem�tica, se debe principalmente a que las caracter�sticas inherentes de autorregulaci�n natural, se pierden cuando los seres humanos modifican los ecosistemas y agro-ecosistemas para el aprovechamiento no sustentable de los recursos naturales comprometiendo la biodiversidad y los servicios ecosist�micos inherentes a ella. En la b�squeda de posibles soluciones a esta problem�tica ambiental, la carrera de Recursos Naturales Renovables de la ESPOCH ha planteado la implementaci�n de un Centro de Bioconocimiento en el cual se desarroll� la presente investigaci�n cuyo objetivo fue determinar la relaci�n entre la agrobiodiversidad, el manejo del suelo y los servicios ecosist�micos generados, se compar� un sistema agr�cola diverso y un monocultivo. Para el efecto se utilizaron dise�os agroecol�gicos para la implementaci�n y m�todos participativos para su identificaci�n. En el Centro de Bioconocimiento se encontraron 37 especies que generaron 17 servicios ecosist�micos y en el cultivar de Tuna (Opuntia ficus-indica) se identific� una especie que gener� 4 servicios, con lo que concluimos que a mayor diversidad se incrementan los servicios ecosist�micos generando adem�s agroecosistemas m�s sustentables y resilientes a variaciones clim�ticas y eventos extremos que son controlados por los servicios ecosist�micos inherentes.

Palabras clave: Agroecosistemas; sustentable; Agroecolog�a; sistemas agr�colas diversificados; ordenamiento territorial.

 

Abstract

The intensive use of natural resources and the modernization processes of agriculture, characterized mainly by the excessive use of external inputs and the elimination of biodiversity has generated unintended consequences that increasingly affect Agroecosystems and the territory, as well, climate change, desertification, deforestation, hambrunas. This problem is mainly due to the inherent characteristics of natural self-regulation, if pierden when human beings modify ecosystems and agro-ecosystems to improve the sustainability of natural resources, compromising biodiversity and ecosystem services inherent to it. In the search for possible solutions to this environmental problem, the ESPOCH Natural Resources Renewable Resource Center has planted the implementation of a Biochemistry Center in the course of the present investigation with the objective of determining the relationship between agrobiodiversity and ecosystem services. generates, if compared to a diverse agricultural system and a monoculture. For the sake of it, agroecological designs were used for the implementation and participatory methods for their identification. In the Bioconocimiento Center there will be 37 species that will generate 17 ecosystem services and in the cultivar of Tuna (Opuntia ficus-indica) a species will be identified that will generate 4 services, with the conclusion that the greater diversity will increase the ecosystem services generating furthermore Agroecosystems but sustainable and resilient to climatic variations and extreme events that are controlled by inherent ecosystem services.

Keywords: Agro-ecosystems; sustainable; Agroecology; diversified agricultural systems; territory ordering.

 

Resumo

O uso intensivo dos recursos naturais e os processos de moderniza��o da agricultura, caracterizados principalmente pelo uso excessivo de insumos externos e elimina��o da biodiversidade, t�m gerado consequ�ncias indesejadas que afetam cada vez mais os agroecossistemas e o territ�rio. Mudan�as clim�ticas, desertifica��o, desmatamento, fome. Esse problema se deve principalmente ao fato de que as caracter�sticas inerentes � autorregula��o natural se perdem quando os seres humanos modificam ecossistemas e agroecossistemas para o uso n�o sustent�vel dos recursos naturais, comprometendo a biodiversidade e os servi�os ecossist�micos a ela inerentes. Na busca de poss�veis solu��es para este problema ambiental, a carreira de Recursos Naturais Renov�veis da ESPOCH prop�s a implanta��o de um Centro de Bioconhecimento no qual foi desenvolvida a presente pesquisa cujo objetivo foi determinar a rela��o entre a agrobiodiversidade, o manejo do solo e os servi�os ecossist�micos gerados, um sistema agr�cola diversificado e uma monocultura foram comparados. Para tanto, foram utilizados desenhos agroecol�gicos para a implanta��o e m�todos participativos para sua identifica��o. No Bioknowledge Center, foram encontradas 37 esp�cies que geraram 17 servi�os ecossist�micos e na cultivar de Opuntia ficus-indica foi identificada uma esp�cie que gerou 4 servi�os, com os quais conclu�mos que quanto maior a diversidade os servi�os ecossist�micos, tamb�m gerando agroecossistemas mais sustent�veis e resilientes �s varia��es clim�ticas e eventos extremos que s�o controlados por servi�os ecossist�micos inerentes.

Palavras-chave: Agroecossistemas sustent�veis; Agroecologia; sistemas agr�colas diversificados; planejamento do uso da terra.

 

Introducci�n

La degradaci�n ambiental causada por los procesos de modernizaci�n de la agricultura, que se caracterizan principalmente por el uso excesivo de insumos externos, tecnolog�a, monocultivos y expansi�n de la frontera agr�cola. Estas acciones han tra�do diversas consecuencias no pretendidas�� como la erosi�n de la biodiversidad, cambio clim�tico, contaminaci�n de fuentes h�dricas, erosi�n y desertificaci�n del suelo, y problemas de salud p�blica� (Giraldo & Rosset, 2017; C. Nicholls et al., 2015). En el mismo sentido, el uso intensivo de los recursos naturales (suelo, agua, biodiversidad) para diferentes fines, ha provocado deforestaci�n en �reas protegidas, escasez de agua, p�rdida de biodiversidad, agotamiento del suelo y consecuentes concentraciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), principales causantes del cambio clim�tico antropog�nico.�

Esta problem�tica, se debe principalmente a que las caracter�sticas inherentes de autorregulaci�n natural, se pierden cuando los seres humanos modifican los ecosistemas y agro-ecosistemas para el aprovechamiento no sustentable de los recursos naturales. Esto compromete la biodiversidad y los servicios ecosist�micos que provee la naturaleza a los humanos, creando adem�s ecosistemas vulnerables al cambio clim�tico, que ya no son socio-econ�micamente y ecol�gicamente sustentables al perder la base productiva (suelo y biodiversidad) (Miguel A. Altieri et al., 2015; Stepehn R. Gliessman, 2002). La biodiversidad constituye el conjunto de plantas, animales y microorganismos y su interacci�n con el ecosistema donde se desarrolla. Por otro lado, los polinizadores, las lombrices de tierra, enemigos naturales y microorganismos que crecen en el suelo, son componentes claves y juegan papeles ecol�gicos muy importantes como equilibrio de especies, descomposici�n de materia org�nica, polinizaci�n, etc. Como parte fundamental de la biodiversidad, est� la diversidad agr�cola o agrobiodiversidad, ya que esta abastece de alimentos, fibras y energ�a para la especie humana.

La agrobiodiversidad considera a todas aquellas especies vegetales o animales que forman parte de las actividades agr�colas o pecuarias, para la producci�n de alimentos que cubran la necesidad de los seres humanos (Stepehn R. Gliessman, 2002; Torres, 2012). La agrobiodiversidad vegetal abarca cultivos alimenticios de variedades tradicionales, los materiales desarrollados por los mejoradores, los parientes silvestres, los organismos del suelo, los insectos, las bacterias, los hongos y los componentes f�sicos de los agroecosistemas. En lo que se refiere a la agrobiodiversidad, se afirma que juega un rol determinante en el planeta, sin embargo, existen pocos trabajos hasta la fecha, sobre la relaci�n de las especies vegetales, su importancia, y su uso, con los servicios ecosist�micos (Ministerio de Ambiente del Ecuador, 2012). Los sistemas agr�colas productivos dependen de la agrobiodiversidad para dar respuestas al desarrollo y demanda de la agricultura y, por lo tanto, a la necesidad actual de tener alimentos en cantidad y calidad necesarios.

El constante crecimiento poblacional humano es uno de los factores que est�n provocando la p�rdida de la diversidad vegetal y agrobiodiversidad de plantas cultivadas por la presi�n de este incremento, por los cambios en los patrones alimentarios y la industrializaci�n de la alimentaci�n (Gal et al., 2012). Las plantas han jugado un papel fundamental en la alimentaci�n del hombre, pero esta diversidad se ha ido perdiendo a tal punto que, de las 10000 especies de plantas utilizadas en la producci�n de alimento en tiempos pasados, hoy en d�a apenas 150 cubren las necesidades de alimentaci�n de la poblaci�n mundial. Aproximadamente el 35% de la producci�n mundial de alimentos proviene de los recursos gen�ticos de la regi�n andina y amaz�nica, adem�s, de los conocimientos tradicionales relacionados a estos recursos que son componentes determinantes e integrantes de esta diversidad. Es decir, el uso de alimentos, la culinaria asociada a �stos, las tecnolog�as de conservaci�n tanto de alimentos como de fertilidad de los suelos y las t�cnicas de riego e infraestructura de manejo, drenaje y uso del clima, son tan importantes como los propios recursos gen�ticos asociados a estos cultivos y t�cnicas (Torres, 2012).

Por otro lado, es importante mencionar que del 20 al 50% de la tierra han sido convertidas en �reas de cultivo y pastura, donde la agricultura moderna y actividad pecuaria son las mayores amenazas de extinci�n de la biodiversidad, tanto en �reas naturales como en agroecosistemas ya establecidos. Por lo tanto, agroecosistemas que son considerados de alta biodiversidad, como los ubicados en los hotspots o puntos calientes de la biodiversidad, pueden irse perdiendo en el tiempo (Miguel �ngel Altieri & Nicholls, 2012; Lores, 2008). Esta biodiversidad y su componente, la agrobiodiversidad, generan diversos beneficios al ser humanos conocidos como servicios ecosist�micos. Se consideran servicios ecosist�micos a los bienes, servicios, procesos y condiciones, mediante las cuales los ecosistemas naturales satisfacen las necesidades de los seres humanos, Este t�rmino empez� a conocerse a principios de los a�os 80, y posteriormente durante los a�os 90 (Garc�a et al., 2016).

Los servicios ecosist�micos se han clasificado en base a sus funciones, en cuatro grupos: (1) servicios de aprovisionamiento (2) servicios de regulaci�n, (3) servicios culturales, y (4) servicios de soporte (FAO, 2016). La identificaci�n y valoraci�n de los servicios ecosist�micos es de gran importancia puesto que estos mantienen el buen estado de salud de los suelos, permiten la polinizaci�n y regulan las plagas y las enfermedades, entre otros servicios. Por tal raz�n, es necesario continuar fomentando pr�cticas productivas con una alta diversidad de recursos gen�ticos o agrobiodiversidad para que beneficien tambi�n a las generaciones futuras (Balvanera & Cotler, 2007a). Las pr�cticas de agricultura ecol�gica han sido identificadas como claves para garantizar la permanencia en el tiempo de los bienes y servicios que nos brindan los ecosistemas (FAO, 2016). La agricultura ecol�gica se caracteriza principalmente por manejo sustentable de fertilidad de suelo, agrobiodiversidad en tiempo y espacio, y optimizaci�n del recurso h�drico. Al incrementar los servicios ecosist�micos se generan agroecosistemas sustentables, es decir que sean econ�micamente viables, socialmente aceptados y ambientalmente sustentables (G�mez et al., 2015).

Se han identificado tres aspectos que justifican la interrelaci�n entre los ecosistemas agr�colas diversificados y los servicios ecosist�micos: los agroecosistemas diversificados generan la retenci�n y humedad del suelo, alimento y la generaci�n de valores est�ticos y paisaj�sticos. Como segundo punto, est� la polinizaci�n, que mejora funciones clave del agroecosistema como productividad y control biol�gico. Y finalmente, como tercer punto, los servicios ecosist�micos son afectados por las pr�cticas agr�colas implementadas por el agricultor (Dale & Polasky, 2007).� En ese contexto, las pr�cticas agroecol�gicas generan principalmente servicios ecosist�micos de regulaci�n, provisi�n y de soporte. Como ejemplo, entre los de regulaci�n est� el control biol�gico, prevenci�n de erosi�n de suelo, y regulaci�n clim�tica. Los de provisi�n son la obtenci�n de alimento, fibras, energ�as, entre otros. Mientras que los de soporte son relacionados con los servicios de mantener la fertilidad del suelo, y que los agroecosistemas agroecol�gicos pueden transformase en h�bitat de diferentes especies (Calvet-Mir et al., 2012; Quinn et al., 2013).

Frente a este sinn�mero de funcionalidades de los agroecosistemas agroecol�gicos, la carrera de Recursos Naturales Renovables de la ESPOCH, ha planteado la implementaci�n de un Centro de Bioconocimiento (CBio). En el CBio, estudiantes, agricultores y personas relacionadas con los Recursos Naturales, implementan pr�cticas agroecol�gicas para medir la provisi�n de servicios ecosist�micos sobre todos lo relacionado con la agrobiodiversidad. Es as� que este art�culo tiene como objetivo presentar los resultados de una evaluaci�n sobre los servicios ecosist�micos generados por agroecosistemas diversificados implementados en el CBIO. Se plante� una investigaci�n de enfoque cuantitativo experimental. La hip�tesis planteada en esta investigaci�n es que las pr�cticas agroecol�gicas incrementan la agrobiodiversidad y por lo tanto un mayor n�mero de servicios ecosist�micos generados en el agroecosistema. El presente art�culo est� conformado por una introducci�n, la descripci�n metodol�gica usada en la investigaci�n y los resultados y discusi�n encontrados en an�lisis de datos.

 

Metodolog�a

Las parcelas de experimentaci�n se implementaron en el Centro de Bioconocimiento. Este centro, que pertenece a la Escuela de Recursos Naturales y forma parte de la Estaci�n Experimental Tunshi de la Escuela Polit�cnica del Chimborazo (ESPOCH). La estaci�n se encuentra la parroquia rural de Licto, a 20 minutos al Sur de Riobamba, en el sector de Tunshi (Ver Mapa 1). Las principales actividades del sector son las relacionadas con la producci�n agr�cola, sobre todo del cultivo de tomate de mesa, frutilla y una diversidad de hortalizas. El sector tiene un relieve plano a ligeramente inclinado, con pendientes menores al 5%. Los suelos tienen una textura arena franca, con un contenido de materia org�nica de 0,6% y la precipitaci�n es baja con 531 mm/a�o.

 

 

 

 

 

Figura 1: Localizaci�n geogr�fica del �rea de estudio

Fuente: Elaborado por el grupo de Investigaci�n

 

Caracter�sticas del ensayo experimental

�rea total del ensayo

El ensayo de pr�cticas agroecol�gicas fue implementado en un �rea de 8.880 m2. Esta �rea fue dividida en tres bloques para su evaluaci�n, con un �rea de 2960 m2 cada uno, para que pueda adaptarse a las t�cnicas de producci�n agroecol�gica, debido a la intensidad de trabajo que requiere no es posible dividir en unidades al azar. Adem�s, se contempl� tres unidades de monocultivo existente ubicado a continuaci�n de las parcelas agroecol�gicas. Cada bloque estuvo conformado por nueve unidades experimentales, como se observa en la Tabla 1.�

 

Tabla 1: Distribuci�n de los bloques de estudio

Fuente: Elaborado por el grupo de Investigaci�n

 

Tipo de dise�o y descripci�n de las unidades experimentales

El dise�o experimental propuesto es Bloques Completos al Azar, con tres bloques y nueve unidades experimentales por bloque, de un �rea de 300 m2. Dentro de cada bloque se implementaron diferentes pr�cticas agroecol�gicas (PAE) identificadas como claves para el incremento de la agrobiodiversidad (Stephen R Gliessman, 2006). La Tabla 2 presenta una descripci�n de las pr�cticas agroecol�gicas de cada una de las unidades experimentales. Como ya se acot�, la unidad experimental nueve ten�a un manejo convencional de producci�n (monocultivo, uso de insumos externos, herbicidas, entre otros)

 

Tabla 2: Dise�o espacial para la implementaci�n de pr�cticas agroecol�gicas en el Centro de Bioconocimiento

Fuente: Elaborado por el grupo de Investigaci�n

 

Inventario de la agrobiodiversidad

Para el inventario de las especies agr�colas presentes en el �rea de investigaci�n se utiliz� la t�cnica de observaci�n y conteo directo de especies siguiendo el protocolo respectivo (Sarand�n & Flores, 2014) , es decir se midi� la composici�n de la agrobiodiversidad, es decir genes, especies y familias. Por lo tanto, se cont� el n�mero de especies y n�mero de individuos por especie, lo que permiti� determinar la riqueza y diversidad en dicha zona. Posterior a ello se identificaron y clasificaron taxon�micamente y se agruparon seg�n su valor utilitario, para esta �ltima fase se hizo un trabajo participativo con familias de agricultores familiares campesinas de la zona, utilizando una adaptaci�n de la herramienta �matriz de recursos en finca� (Geilfus, 2002). Estos datos se tomaron a los tres meses de instalado el ensayo, y las herramientas participativas aplicadas en tres ocasiones durante el crecimiento de los cultivos.�

 

Identificaci�n de los servicios ecosist�micos

Para la identificaci�n de los servicios ecosist�micos se procedi� de la misma manera, utilizando la t�cnica de observaci�n de campo para la identificaci�n de los servicios ecosist�micos. La evaluaci�n se hizo a trav�s de los cuatro grupos de servicios: regulaci�n, soporte, abastecimiento y paisaj�stico/cultural. Para lo cual se construy� una matriz con los servicios propuestos de cada uno de estos grupos y en campo se realizaron observaciones sobre la provisi�n de la lista de beneficios. Para los servicios relacionados con el suelo se hizo una evaluaci�n r�pida de la calidad de suelo.(Miguel A Altieri, 2016).

 

An�lisis de la informaci�n recolectada

Las variables usadas para el an�lisis de datos fueron n�mero de especies y n�mero de servicios ecosist�micos contados en cada una de las unidades experimentales. Como muestra la Figura 1, el bloque 4 estuvo conformado por el cultivar de tuna (Opuntia Ficus-Indica) con la misma superficie y ubicado a 10 metros del �rea de estudio, en el que se tomaron las mismas variables. A partir de los datos recolectados se hicieron an�lisis de estad�stica descriptiva y prueba de ANOVA para ver si existe diferencia estad�stica entre unidades experimentales, los datos fueron analizados con el programa IBM SPSS Statistics 25.

 

Resultados

Agrobiodiversidad y servicios ecosist�micos

El objetivo de este estudio fue identificar si las pr�cticas agroecol�gicas incrementan la agrobiodiversidad y por lo tanto el n�mero de servicios ecosist�micos. Como muestra la Figura 2 y 3 en las parcelas que se implementaron pr�cticas agroecol�gicas, hay un mayor n�mero de especies y un mayor n�mero de servicios ecosist�micos. Encontrando diferencia estad�stica para las variables n�mero de especies (<0,0001) y n�mero de servicios ecosist�micos (p=0,02), como muestra el an�lisis ANOVA en la Tabla 3.��

 

Tabla 3: An�lisis ANOVA

Fuente: Elaborado por el grupo de Investigaci�n

 

�Las pr�cticas agroecol�gicas (unidades experimentales del 1 al 8) presentan mayor n�mero de especies (Figura 2) debido a que incluyen pr�cticas como asociaci�n y rotaci�n de cultivos, implementaci�n de especies agroforestales y se hace un manejo sustentable de las hierbas espont�neas (). Como puede verse en la figura, las parcelas 3, 7 y 5, que son las de mayor asociaci�n de cultivos, presentan un mayor n�mero de especies. En estas unidades experimentales se identificaron 37 especies que corresponden a cultivos, as� como a hierbas espont�neas. Para la evaluaci�n, las llamadas malezas fueron consideradas parte del agroecosistema ya que corresponden a nichos ecol�gicos importantes para el control biol�gico de plagas, h�bitat de insectos, reducen erosi�n por cobertura de suelo y otros servicios a los seres humanos (M�squera et al., 2012).� La agroecolog�a se basa en agroecosistemas diversificados ya que esto permite que se den los procesos ecol�gicos de regulaci�n (C. I. Nicholls et al., 2015) , en una comparaci�n entre la agricultura intensiva y las granjas agroecol�gicas de campesinos en Latinoam�rica, identificaron que en las segundas hay aproximadamente 1.9 millones de especies y variedades de cultivos locales, lo que genera una diversidad de beneficios para el mundo.

Figura 2: Gr�fico de barras del promedio de n�mero de especies por unidad experimental. PAE: Pr�cticas Agroecol�gicas. PC: Pr�cticas de manejo convencional. Letras iguales pertenecen al mismo grupo.

Fuente: Elaborado por el grupo de Investigaci�n

 

Como se puede ver en la Figura 3, existe un mayor n�mero de servicios ecosist�micos en las unidades experimentales que se implementaron pr�cticas agroecol�gicas por su relaci�n con la presencia de mayor biodiversidad. En este caso, la parcela de manejo convencional es la que m�s se diferencia de las otras parcelas, por presentar un menor n�mero de servicios ecosist�micos.

 

Figura 3:� Gr�fico de barras del promedio de n�mero de servicios ecosist�micos por unidad experimental. PAE: Pr�cticas Agroecol�gicas. PC: Pr�cticas de manejo convencional. Letras iguales pertenecen al mismo grupo.

Fuente: Elaborado por el grupo de Investigaci�n

 

En la evaluaci�n r�pida se identificaron 16 servicios ecosist�micos que fueron categorizados en los cuatro grupos que sugiere la FAO. La Tabla 4 presenta una descripci�n de los servicios ecosist�micos encontrados en las parcelas agroecol�gicas, as� como su descripci�n. Las parcelas con pr�cticas agroecol�gicas presentan una variedad de servicios ecosist�micos, principalmente los de abastecimiento y medicinales, por la diversidad de especies sembradas que pueden ser usadas como alimentaci�n o remedio natural. Tambi�n es muy notorio el servicio ecosist�mico de regulaci�n, en este caso las plantas pueden influir en la regulaci�n clim�tica convirtiendo el di�xido de carbono en ox�geno a trav�s de la fotos�ntesis, es decir regula la cantidad de CO2, adem�s regula la temperatura del ambiente� (S R Gliessman et al., 2007), lo que torna el clima fresco y con sombra.

 

Tabla 4: Servicios ecosist�micos identificados en el Centro de Bioconocimiento

Fuente: Elaborado por el grupo de Investigaci�n

 

Por el lado de la parcela con pr�cticas convencionales de manejo, se identificaron 4 servicios ecosist�micos como lo demuestra la Tabla 5. Algunos autores, afirman que los monocultivos, al romper el equilibrio ecol�gico, disminuyen los servicios ecosist�micos y aten�an el ataque de las llamadas plagas, enfermedades, erosi�n del suelo, entre las m�s importantes. (Balvanera & Cotler, 2007b)

 

Tabla 5: Servicios ecosist�micos identificados en el cultivar de tuna

Fuente: Elaborado por el grupo de Investigaci�n

 

Al categorizar los servicios ecosist�micos, observamos que las 37 especies identificadas en el Centro de Bioconocimiento generaron 3 servicios ecosist�micos de Abastecimiento, 3 de Soporte, 7 de regulaci�n y 3 culturales, lo que concuerda con otros estudios (P�rez, 2013), que aseguran que las pr�cticas de manejo agroecol�gico y principalmente la Biodiversidad generan m�s Servicios Ecosist�micos de Regulaci�n que las otras categor�as como se puede apreciar en la Figura 4.

 

Figura 4: Cantidad de servicios ecosist�micos encontrados en el Centro de Bioconocimiento

Fuente: Elaborado por el grupo de Investigaci�n

 

Conclusiones

El presente art�culo tuvo como objetivo evaluar si las pr�cticas de manejo agroecol�gico incrementan la agrobiodiversidad y a su vez los servicios ecosist�micos, con fin de promover agroecosistemas sustentables a trav�s de la investigaci�n-acci�n. Con la investigaci�n realizada se concluye que, la agrobiodiversidad fomentada por las pr�cticas agroecol�gicas en el Centro de Bioconocimiento, espec�ficamente la riqueza espec�fica representada por 37 especies, gener� 16 servicios ecosist�micos, siendo en su mayor�a de regulaci�n clim�tica.

Al ser la mayor cantidad de servicios ecosist�micos de Regulaci�n (8 servicios) los identificados en el Centro de Bioconocimiento, concluimos que estamos al mismo tiempo produciendo alimento y conservando los Recursos Naturales, pues al incidir en la regulaci�n clim�tica estamos construyendo un agroecosistema resiliente al cambio clim�tico y a eventos extremos.

Las unidades experimentales con pr�cticas agroecol�gicas del Centro de Bioconocimiento result� ser el ecosistema m�s sustentable y con m�s servicios ecosist�micos (17 servicios), en contraposici�n con el cultivar de Tuna que present� solamente 4 servicios. Es decir, con la investigaci�n se demostr� que los sistemas agr�colas diversificados generan condiciones propicias para la generaci�n de Servicios ecosist�micos, en tanto que, los monocultivos los disminuyen.

Esta primera fase de la investigaci�n arroj� resultados que son necesarios seguir entendiendo para generar espacios de investigaci�n y aprendizaje con las comunidades del entorno para promover agroecosistemas sustentables en la zona y reducir la presi�n hacia los recursos naturales.

 

Agradecimientos

Un cordial agradecimiento a los estudiantes de la Carrera de Recursos Naturales de la ESPOCH que participaron en la investigaci�n recolectando la informaci�n primaria. Al grupo de Investigaci�n y Transferencia de Tecnolog�a en Recursos H�dricos (GITRH) por el apoyo y las facilidades brindadas para el desarrollo de la presente investigaci�n.

 

Referencias

1.              Altieri, Miguel A. (2016). Design , Management and Assessment of Resilient (Issue January).

2.              Altieri, Miguel A., Nicholls, C. I., Henao, A., & Lana, M. A. (2015). Agroecology and the design of climate change-resilient farming systems. Agronomy for Sustainable Development, 35(3), 869�890. https://doi.org/10.1007/s13593-015-0285-2

3.              Altieri, Miguel Angel, & Nicholls, C. I. (2012). AGROECOLOG�A : �NICA ESPERANZA PARA LA SOBERAN�A ALIMENTARIA Y LA RESILIENCIA SOCIOECOLOGICA. 7(2), 65�83.

4.              Balvanera, P., & Cotler, H. (2007a). Los servicios ecosist�micos y la toma de decisiones: retos y perspectivas. Gaceta Ecol�gica, 84, 117�122.

5.              Balvanera, P., & Cotler, H. (2007b). Los servicios ecosist�micos y la toma de decisiones: retos y perspectivas. Gaceta Ecol�gica, 84, 117�122.

6.              Calvet-Mir, L., G�mez-Baggethun, E., & Reyes-Garc�a, V. (2012). Beyond food production: Ecosystem services provided by home gardens. A case study in Vall Fosca, Catalan Pyrenees, Northeastern Spain. Ecological Economics, 74, 153�160. https://doi.org/10.1016/J.ECOLECON.2011.12.011

7.              Dale, V., & Polasky, S. (2007). Measures of the effects of agricultural practices on ecosystem services. Ecological Economics, 64, 286�296. https://doi.org/10.1016/j.ecolecon.2007.05.009

8.              FAO. (2016). Aprovechar los beneficios de los servicios ecosist�micos para una intensificaci�n ecol�gica eficaz en la agricultura. 123, 7.

9.              Gal, L., Lores, A., Agr, C., Postal, G., Jos, S., Lajas, L., & Universitario, C. (2012). Nuevos �ndices para evaluar la agrobiodiversidad 1. 109�115.

10.          Garc�a, L. R., Curetti, G., Garegnani, G., Grilli, G., Pastorella, F., & Paletto, A. (2016). La valoraci�n de los servicios ecosist�micos en los ecosistemas forestales: Un caso de estudio en Los Alpes Italianos. Bosque, 37(1), 41�52. https://doi.org/10.4067/S0717-92002016000100005

11.          Geilfus, F. (2002). 80 HERRAMIENTAS PARA EL DESARROLLO PARTICIPATIVO.

12.          Giraldo, O. F., & Rosset, P. M. (2017). Agroecology as a territory in dispute: between institutionality and social movements. The Journal of Peasant Studies, 0(0), 1�20. https://doi.org/10.1080/03066150.2017.1353496

13.          Gliessman, S R, Jedlicka, J., Cohn, A., Mendez, V. E., Cohen, R., Trujillo, L., & Bacon, C. (2007). Agroecolog�a : promoviendo una transici�n hacia la sostenibilidad. 16(1), 13�23.

14.          Gliessman, Stepehn R. (2002). Agroecolog�a: Procesos ecol�gicos en agricultura sostenible. In Diversidad y estabilidad del agroecosistema. CATIE. https://doi.org/10.1007/s13398-014-0173-7.2

15.          Gliessman, Stephen R. (2006). Agroecology (2nd ed.). CRC Press.

16.          G�mez, L. F., R�os-Osorio, L., & Eschenhagen, M. L. (2015). Las bases epistemol�gicas de la agroecolog�a. Agrociencia, 49(6), 679�688. https://doi.org/10.13140/RG.2.1.2235.9763

17.          Lores, A. (2008). EVALUACI�N ESPACIAL Y TEMPORAL DE LA AGROBIODIVERSIDAD EN LOS SISTEMAS CAMPESINOS DE LA COMUNIDAD � ZARAGOZA .� 29(1), 5�10.

18.          Ministerio de Ambiente del Ecuador. (2012). Sistema de clasificaci�n de los ecosistemas del Ecuador continental. Subsecretar�a de Patrimonio Natural (a). 143. https://doi.org/10.1017/CBO9781107415324.004

19.          M�squera, M. P., Reyes, O. E. S., Prager, M. S. De, Gallego, J. M., Iv�n, D., & S�nchez, �. (2012). Abonos verdes: tecnolog�a para el manejo agroecol�gico de los cultivos. 53�62.

20.          Nicholls, C., Altieri, M., Vázquez, L., Nicholls, C., Altieri, M., & V�zquez Moreno, L. (2015). Agroecolog�a: Principios para la conversi�n y el redise�o de sistemas agr�colas. Agroecolog�a, 10(1), 61�72.

21.          Nicholls, C. I., Altieri, M. A., Salazar, A. H., & Lana, M. A. (2015). MUDAN�AS CLIM�TICAS AGROECOLOGIA E O DESENHO DE SISTEMAS.

22.          Perez, M. (2013). Servicios de regulaci�n y pr�cticas de manejo : aportes. 22(1), 36�43.

23.          Quinn, J. E., Brandle, J. R., & Johnson, R. J. (2013). A farm-scale biodiversity and ecosystem services assessment tool: The healthy farm index. International Journal of Agricultural Sustainability, 11(2), 176�192. https://doi.org/10.1080/14735903.2012.726854

24.          Sarand�n, S., & Flores, C. (2014). Agroecolog�a : bases te�ricas para el dise�o y manejo de agroecosistemas sustentables. https://doi.org/E-Book

25.          Torres, M. (2012). Agrobiodiversidad y Biotecnolog�a (Vol. 2).

 

 

 

� 2020 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)

(https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/)