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Enfermedades exantematicas en pediatr�a
Rash diseases in pediatrics
Doen�as eruptivas em pediatria
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Correspondencia: adrianaborjasanchez16@gmail.com
Ciencias de la salud
Art�culos de revisi�n
*Recibido: 16 de marzo de 2021 *Aceptado: 22 de abril de 2021 * Publicado: 05 de mayo de 2021
I. Medica, Investigador Independiente, Ecuador.
II. Medica, Investigador Independiente, Ecuador.
III. Medica, Investigador Independiente, Ecuador.
IV. Medica, Investigador Independiente, Ecuador.
Resumen
Esta investigaci�n tuvo como objetivo analizar las enfermedades exantem�ticas m�s frecuentes en pediatr�a. Para ello, se realiz� una revisi�n documental-bibliogr�fica de un n�mero significativo de art�culos cient�ficos publicados, la base de datos de revistas nacionales e internacionales como Scielo, Dialnet, Medline, y Elsevier. As� como documentos emanados e instituciones como la Organizaci�n Panamericana de la Salud (OPS) y la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS). Para la selecci�n de los materiales literarios se asumieron criterios de calidad metodol�gica y cient�fica, aportes y a�o de publicaci�n entre 2016 a 2021. Sin embargo, se incluy� trabajos de otros a�os por considerarlos valiosos para este estudio. Los resultados obtenidos dan cuenta de que: los exantemas, son infecciones frecuentes en el �mbito pedi�trico que se presenta como una erupci�n en la piel, en la mayor�a de los casos son de evoluci�n auto limitada, pero acertar en el diagn�stico puede tener importancia epidemiol�gica y para realizar un tratamiento espec�fico e incluso urgente que evite complicaciones.
Palabras clave: Exantemas; pediatr�a; infecciones; erupci�n cut�nea.
Abstract
This research aimed to analyze the most frequent exanthematic diseases in pediatrics. For this, a documentary-bibliographic review of a significant number of published scientific articles was carried out, the database of national and international journals such as Scielo, Dialnet, Medline, and Elsevier. As well as documents issued by institutions such as the Pan American Health Organization (PAHO) and the World Health Organization (WHO). For the selection of literary materials, criteria of methodological and scientific quality, contributions and year of publication between 2016 and 2021 were assumed. However, works from other years were included as they were considered valuable for this study. The results obtained show that: rashes are frequent infections in the pediatric field that appear as a rash on the skin, in most cases they have a self-limited evolution, but getting the diagnosis right can have epidemiological and to carry out a specific and even urgent treatment that avoids complications.
Keywords: Rash; pediatrics; infections; skin rash.
Resumo
Esta pesquisa tamb�m teve como objetivo analisar as doen�as eruptivas mais frequentes em pediatria. Para ele, foi realizada uma revis�o bibliogr�fica documental de um n�mero significativo de artigos cient�ficos publicados, com base em dados de peri�dicos nacionais e internacionais como Scielo, Dialnet, Medline e Elsevier. Como documentos provenientes de institui��es como a Organiza��o Pan-Americana da Sa�de (OPAS) e a Organiza��o Mundial da Sa�de (OMS). Para a sele��o do material liter�rio, foram acrescentados crit�rios de qualidade metodol�gica e cient�fica, contribui��es e ano de publica��o entre 2016 e 2021. No entanto, foram inclu�dos trabalhos de terceiros por serem considerados valiosos para este estudo. Os resultados obtidos ao levar em considera��o que: erup��es cut�neas, infec��es freq�entes no ambiente pedi�trico que se apresentam como erup��es cut�neas, na maioria dos casos de evolu��o autolimitada, mas para fazer o diagn�stico correto, pode ter import�ncia epidemiol�gica e Realizar um tratamento espec�fico e urgente que evita complica��es.
Palavras-chave: Erup��es cut�neas; pediatr�a; infec��es; erup��o cut�nea.
Introducci�n
Las enfermedades exantem�ticas son motivo de consulta frecuente en pediatr�a, se trata de una erupci�n cut�nea de morfolog�a, extensi�n y distribuci�n variables que pueden ser causados por virus, bacterias, medicamentos o estar asociados con enfermedades sist�micas. (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015). As�, las enfermedades exantem�ticas, corresponden a un conjunto de entidades cl�nicas de diverso origen, generalmente de etiolog�a infecciosa, cuya manifestaci�n cardinal es una erupci�n cut�nea, difusa, de aparici�n brusca, constituida por distintos elementos: m�culas, p�pulas, ves�culas, p�stulas, petequias, etc. (Cuevas, Contreras, Rostion, & Mira, 2015).
En concordancia con estos planteamientos (Escalante, Escalante, Del Castillo, & Delgado, 2018), han se�alado que los exantemas en pediatr�a se pueden deber a m�ltiples causas, pero seg�n el agente etiol�gico, se clasifican en: (a) Infecciosos (virales, bacterianos, multietiol�gicos); (b) Medicamentosos; (c) En enfermedades sist�micas y, (d) De etiolog�a no aclarada.
Es importante se�alar que las enfermedades exantem�ticas cl�sicas son conocidas desde hace tiempo y se fueron clasificando con una disposici�n num�rica que corresponde a su orden de descubrimiento. A este respecto, (Polin & Ditmar , 1998), han esbozado que los seis exantemas �originales� de la ni�ez son los siguientes:
� Primera enfermedad: Sarampi�n
� Segunda enfermedad: Fiebre Escarlatina
� Tercera enfermedad: Rub�ola o sarampi�n alem�n
� Cuarta enfermedad: Filatow-Dukes (descrito en 1900, era un tipo distinto escarlatiniforme de rub�ola que ya no se ve)
� Quinta enfermedad: Megaloeritema o Eritema Infeccioso�
� Sexta enfermedad: Exantema s�bito o Ros�ola Infantum
Hoy en d�a, nuevos microorganismos como bacterias, virus, hongos y par�sitos, entidades al�rgicas y el uso de nuevas vacunas, han expandido y modificado, el espectro de las enfermedades infecciosas con manifestaciones cut�neas que se suman a las enfermedades exantem�ticas cl�sicas. (Quezada, 2011).
Siguiendo la misma orientaci�n, (Silva & Torres, 2014), dicen que el aislamiento de nuevos virus y de otros agentes infecciosos, y la emergencia de antiguos pat�genos, ha cambiado el espectro de las enfermedades exantem�ticas, variando la incidencia y la cl�nica de algunos de los exantemas �cl�sicos�. Tambi�n, han permitido identificar nuevos agentes relacionados con enfermedades exantem�ticas que hasta ahora eran de etiolog�a desconocida.
En este marco, la historia de los exantemas� da cuenta de los progresos de la medicina moderna, el desarrollo del� m�todo cient�fico y la aplicaci�n de estrategias preventivas contra ciertas enfermedades. (Cuevas, Contreras, Rostion, & Mira, 2015). Como forma de ilustrar esta afirmaci�n, se tiene que en las tres �ltimas d�cadas, la incidencia y el n�mero de muertes causadas por el sarampi�n han disminuido gracias al uso de las vacunas atenuadas. (Herrera, Rodr�guez, Mascare�as, & et al, 2018)
De manera similar, en un documento emitido por instituciones de corte internacional como la Organizaci�n Panamericana de la Salud y la Organizaci�n Mundial de la Salud, (OPS & OMS, 2019), se asevera que� en 2015, la Regi�n de las Am�ricas fue la primera Regi�n de la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) en ser declarada libre de la transmisi�n end�mica del virus de la rub�ola, por el Comit� Internacional de Expertos (CIE) de Documentaci�n y Verificaci�n de la Eliminaci�n del Sarampi�n, Rub�ola y el s�ndrome de rub�ola cong�nita en las Am�ricas.
Dado que la mayor�a de las enfermedades exantem�ticas constituyen una consulta usual en Atenci�n Primaria durante la edad pedi�trica, surgi� la necesidad de realizar una revisi�n bibliogr�fica actualizada de los exantemas m�s importantes y frecuentes.
Desarrollo
Las enfermedades exantem�ticas son de inter�s en el �mbito pedi�trico, a raz�n que, aunque la mayor�a se deben a infecciones autolimitadas (Wolfrey , Billica , Gulbrason , & et al, 2003), en ocasiones son la manifestaci�n de una enfermedad grave que puede poner en peligro la vida del ni�o. (Ru�z & Gonz�lez, 2011)
En tal sentido, (Silva & Torres, 2014), indican que el exantema puede ser, en algunos casos, la manifestaci�n m�s importante de la enfermedad, pero no siempre es patognom�nico, ni la �nica manifestaci�n y, de ah�, el inter�s de abordarlos a trav�s de una sistem�tica que integre todos los datos cl�nicos y permita un amplio diagn�stico diferencial.
A este prop�sito, (Ru�z & Gonz�lez, 2011), se�alan que el manejo inicial del ni�o con exantema debe ir dirigido a distinguir los casos que pueden ser graves y requerir una atenci�n urgente [�] de aquellos que son enfermedades benignas y autolimitadas. Refuerzan estas afirmaciones (Silva & Torres, 2014), cuando aducen que los exantemas, en la mayor�a de los casos, son enfermedades sin un tratamiento etiol�gico y de evoluci�n auto limitada, pero acertar en el diagn�stico puede tener importancia epidemiol�gica y para realizar un tratamiento espec�fico e incluso urgente que evite complicaciones.
A tal efecto, (Ru�z & Gonz�lez, 2011), advierten que el estado general del ni�o es quiz�s el par�metro que mejor define la gravedad de un cuadro, as�, la fiebre es un dato que ayuda en este sentido, ya que, con pocas excepciones, no hay exantemas que requieran enfermedad urgente si no hay fiebre. En este orden,� (Navia, 2021), reitera que en funci�n de la evoluci�n del exantema, su distribuci�n y localizaci�n o los s�ntomas acompa�antes (fiebre, adenopat�as, etc.), ser� posible llegar a un diagn�stico en la mayor�a de los casos. Por tanto, (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015), se�alan que al explorar a un ni�o con exantema se debe evaluar:
� Morfolog�a de las lesiones individuales
� Patr�n de distribuci�n
� S�ntomas prodr�micos y concurrentes
� Exposiciones conocidas
� Enantema asociado (erupci�n en membranas mucosas)
� Epidemiolog�a local
� Hallazgos de examen f�sico y aparatos y sistemas
Tambi�n manifiestan (Silva & Torres, 2014), que definir las caracter�sticas del exantema es un aspecto fundamental. El tipo morfol�gico de las lesiones cut�neas, su coloraci�n, su distribuci�n, si son o no confluentes, la forma de inicio, la progresi�n y regresi�n, son el punto de partida para establecer el diagn�stico diferencial. Junto a ello, (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015), reafirman que al finalizar la evaluaci�n se deben tomar en cuenta todos los datos cl�nicos con el aspecto general del paciente en el cometido de realizar el diagn�stico. De manera similar, (Escalante, Escalante, Del Castillo, & Delgado, 2018), consideran que para aproximarse a un� diagn�stico del exantema debe estudiarse a estos pacientes en forma global, con una prolija anamnesis, un buen examen f�sico, y los estudios complementarios que sean necesarios.
Es importante resaltar que seg�n (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015), atendiendo a su morfolog�a, se tienen los siguientes tipos de exantemas:
� Maculares o manchas: cambio de coloraci�n de la piel, lesi�n plana.
� Eritematosos: de color rojo
� Vesiculares: con ves�culas (colecciones de l�quido seroso hasta de 3 mm)
� Papulares: p�pula, lesi�n s�lida elevada en la superficie de menos de 1 cm
� Pustulares: lesi�n elevada en la superficie con contenido purulento
� Petequiales: manchas purp�ricas
Asimismo, (Silva & Torres, 2014), destacan que el exantema puede ser variable y cambiante, tanto en su forma de presentaci�n, como en su evoluci�n, desde su inicio hasta su desaparici�n.
Exantemas Infecciosos
a) Sarampi�n
El sarampi�n es una enfermedad muy contagiosa y grave causada por el virus del sarampi�n, un ARN virus (Paramyxoviridae) (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015). De acuerdo con la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS, 2019), el sarampi�n se suele transmitir a trav�s del contacto directo y del aire. El virus infecta el tracto respiratorio y se extiende al resto del organismo. El periodo de incubaci�n es de 8 a 12 d�as. El pr�dromo se presenta de 7 a 11 d�as despu�s de la exposici�n con fiebre, tos, coriza y conjuntivitis. (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015). Se acompa�a de eritema orofar�ngeo y enantema patognom�nico, en forma de punteado blanquecino sobre la mucosa yugal hiper�mica, conocido como manchas de Koplik, que pueden visualizarse en el 50-80% de los casos y persistir hasta dos d�as despu�s de la aparici�n del exantema. (Silva & Torres, 2014). El exantema aparece en el d�a 14 despu�s de su exposici�n y entre dos y cuatro d�as despu�s del pr�dromo. (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015).
Aunque existe una vacuna segura y econ�mica, en 2017 la enfermedad caus� 110000 defunciones en todo el mundo, la mayor�a entre ni�os menores de cinco a�os. (OMS, 2019). No obstante, se estima que entre 2000 y 2017, la vacuna contra el sarampi�n evit� unos 21,1 millones de muertes, lo que la convierte en una de las mejores inversiones en salud p�blica.
Complicaciones
Los pacientes inmunodeprimidos tienen unas elevadas tasas de mortalidad. En los ni�os con hipovitaminosis A, el sarampi�n es tambi�n m�s grave y exacerba su carencia vitam�nica, con riesgo de ceguera y mala evoluci�n del proceso. (Silva & Torres, 2014).
Poblaciones en riesgo
Los ni�os peque�os no vacunados son quienes corren mayor riesgo de sufrir el sarampi�n y sus complicaciones, entre ellas la muerte. Las mujeres embarazadas sin vacunar tambi�n constituyen un importante grupo de riesgo. Sin embargo, puede infectarse cualquier persona que no est� inmunizada (es decir, que no haya sido vacunada y no haya sufrido la enfermedad) (OMS, 2019)
Tratamiento
No existe ning�n tratamiento antiviral espec�fico contra el virus del sarampi�n. Las complicaciones graves del sarampi�n pueden reducirse con un tratamiento de apoyo que garantice una buena nutrici�n, una ingesta suficiente de l�quidos y el tratamiento de la deshidrataci�n con las soluciones de rehidrataci�n oral. Se deben prescribir antibi�ticos para tratar la neumon�a y las infecciones de los o�dos y los ojos. Todos los ni�os diagnosticados de sarampi�n deben recibir dos dosis de suplementos de vitamina A, ya que se ha demostrado que los suplementos de vitamina A reducen la mortalidad por sarampi�n. (OMS, 2019).
Prevenci�n
La vacunaci�n sistem�tica de los ni�os contra el sarampi�n, combinada con campa�as de inmunizaci�n masiva en pa�ses con elevada incidencia y mortalidad son estrategias de salud p�blica fundamentales para reducir la mortalidad mundial por sarampi�n. (OMS, 2019).
b) Rub�ola
La rub�ola es una infecci�n v�rica aguda y contagiosa (OMS, 2019). Tiene una distribuci�n mundial. Es producida por un ARN virus de la familia Togaviridae. (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015) Se transmite por contagio directo y es moderadamente contagiosa desde 7 d�as antes y hasta 5-7 d�as despu�s de la desaparici�n del exantema. (Silva & Torres, 2014) Hasta 50% de los casos de rub�ola son asintom�ticos y es frecuente la enfermedad leve con remisi�n espont�nea. (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015). La infecci�n durante el embarazo, sobre todo en el primer trimestre, puede ser causa de aborto espont�neo, muerte fetal, muerte prenatal o malformaciones cong�nitas, que constituyen el llamado s�ndrome de rub�ola cong�nita. (OMS, 2019) La vacunaci�n sistem�tica ha contribuido a disminuir la incidencia de la enfermedad. (Silva & Torres, 2014).
S�ndrome de rub�ola cong�nita
Los ni�os con s�ndrome de rub�ola cong�nita pueden padecer defectos de audici�n, defectos oculares y card�acos y otros trastornos permanentes como autismo, diabetes mellitus y disfunci�n tiroidea, muchos de los cuales requieren tratamiento costoso, cirug�a y otras modalidades de atenci�n caras. (OMS, 2019)
c) Eritema infeccioso o Megaloeritema
Es causado por el parvovirus B19. Afecta especialmente a ni�os en edad escolar. Es contagioso desde 5 d�as antes y hasta la aparici�n del exantema. Tiene un periodo de incubaci�n entre 4-28 d�as. (Silva & Torres, 2014) El exantema inicia con el enrojecimiento de mejillas caracter�stico (signo de la bofetada); aparece a los dos o tres d�as de los s�ntomas prodr�micos. En la segunda fase aparece un exantema reticulado �como encaje� sobre el tronco y las extremidades; puede haber prurito. (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015) La evoluci�n es benigna y la repercusi�n cl�nica es m�nima. (Silva & Torres, 2014)
Complicaciones
Las raras complicaciones que pueden aparecer son artritis o artralgias, y aplasia en inmunodeprimidos. (Silva & Torres, 2014).
d) Exantema s�bito o Ros�ola infantil
Suele manifestarse en ni�os peque�os, generalmente menores de 2 a�os, y se caracteriza por la aparici�n de unas lesiones rosadas de peque�o tama�o en el tronco y, a veces, tambi�n en la cara tras haber estado unos d�as antes con fiebre. Es t�pico que aparezcan al quitarse la fiebre. Est� producido por el virus herpes humano tipo 6. No precisa tratamiento y desaparece espont�neamente en 2-3 d�as. (Navia, 2021)
Exantemas Bacterianos
Fiebre Escarlatina
La fiebre escarlatina, es debida a la toxina eritr�gena del estreptococo betahemol�tico del grupo A. Se observa en ni�os de 1 a 10 a�os de edad y se transmite a trav�s de secreciones respiratorias. (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015) En su forma m�s cl�sica, la escarlatina se presenta tras un periodo prodr�mico con s�ntomas de faringomigdalitis aguda febril. Pasadas 24-48 horas, se manifiesta el exantema escarlatiniforme eritrod�rmico. (Silva & Torres, 2014). El exantema es maculopapular, eritematoso, se describe como �papel de lija�. Afecta el tronco y las extremidades y puede acentuarse en zonas de pliegues en antebrazos, donde se observan petequias (l�neas de Pastia). (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015).
Complicaciones
Las complicaciones de la escarlatina son neumon�a, pericarditis, meningitis, hepatitis, glomerulonefritis y fiebre reum�tica. (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015)
Tratamiento
Seg�n, los Centros para el Control y la Prevenci�n de Enfermedades (CDC, 2018), la escarlatina se trata con antibi�ticos. La penicilina o la amoxicilina son los antibi�ticos de primera elecci�n recomendados para las personas no al�rgicas a la penicilina. Por su parte, (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015) , se�ala que el tratamiento con penicilina debe iniciarse antes de nueve d�as de la aparici�n de los s�ntomas far�ngeos. En caso de alergia a la penicilina se dar� eritromicina.
Exantemas enterov�ricos
Los enterovirus son un grupo de los picornavirus. Pueden causar varios s�ndromes cl�nicos con exantema. La mayor�a de las infecciones por enterovirus son benignas y se manifiestan con fiebre o con diferentes s�ntomas entre los que se encuentran: exantema viral de manos, pies y boca; herpangina, conjuntivitis hemorr�gica y pleurodinia. (Palacios, Dur�n, Orozco, & et al, 2015).
Conclusiones
Los exantemas, son infecciones frecuentes en el �mbito pedi�trico que se presenta como una erupci�n en la piel, en la mayor�a de los casos son de evoluci�n auto limitada, pero acertar en el diagn�stico puede tener importancia epidemiol�gica y para realizar un tratamiento espec�fico e incluso urgente que evite complicaciones.
La literatura consultada da cuenta de que generalmente, los exantemas en la infancia son diagnosticados y tratados por el m�dico de atenci�n primaria y por el pediatra, por lo que es deseable que ambos est�n familiarizados con los exantemas cl�sicos y los at�picos.
Entre los aspectos que se deben vigilar son el estado general del ni�o o si presenta fiebre de m�s de 4-5 d�as de evoluci�n. La mayor�a de exantemas no precisan tratamiento, ya que lo normal es que se deban a una infecci�n viral, por lo que desaparecer�n dentro de la evoluci�n normal de la enfermedad. En el caso requerido, se recomienda el uso de� anti-histam�nicos cl�sicos orales para el prurito, hidrataci�n, entre otros.
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� 2020 por los autores. Este art�culo es de acceso abierto y distribuido seg�n los t�rminos y condiciones de la licencia Creative Commons Atribuci�n-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0)
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