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La comunicaci�n de liderazgo y los comportamientos eficaces de los discentes del aula�����

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Leadership communication and effective classroom behaviors of learners

 

Comunica��o de lideran�a e comportamentos eficazes do aluno em sala de aula

 

Luis Gerardo Santill�n-L�pez ^I

luis.santillanlo@ug.edu.ec�

https://orcid.org/0000-0002-7696-8400

 

Eva Leonor Medrano-Freire ^II

eva.medranof@ug.edu.ec�

https://orcid.org/0000-0002-5956-9416

 

Francisco Roberto Silva-Vera ^III

francisco.silvav@ug.edu.ec

https://orcid.org/0000-0003-3320-2875

 

Correspondencia: luis.santillanlo@ug.edu.ec�

 

Ciencias de la comunicaci�n

Art�culo de revisi�n

 

 

*Recibido: 30 de septiembre de 2020 *Aceptado: 29 de octubre de 2020 * Publicado: 23 de noviembre de 2020

 

        I.            M�ster en Administraci�n de Empresas, Profesores de la Universidad de Guayaquil, Guayaquil, Ecuador.

     II.            Magister en Gerencia Educativa, M�ster en Administraci�n de Empresas, Profesores de la Universidad de Guayaquil, Guayaquil, Ecuador.

   III.            M�ster en Investigaci�n de Mercados, M�ster en Administraci�n de Empresas, Profesores de la Universidad de Guayaquil, Guayaquil, Ecuador.

 

Resumen

El objetivo general de la investigaci�n es analizar la comunicaci�n de liderazgo y los comportamientos eficaces de los discentes del aula. La metodolog�a a estudiar se bas� en un dise�o bibliogr�fico con un tipo de investigaci�n documental. Los resultados se basaron en un an�lisis de la comunicaci�n de liderazgo y comportamientos eficaces del discente, pero desde perspectivas separadas. Como conclusi�n, existen m�ltiples factores que inciden en el desarrollo del estudiante dentro de un aula de clase, estas son la comunicaci�n y el comportamiento, regidas por el liderazgo que puedan tener sobre otros compa�eros, por lo que obtener una comunicaci�n efectiva de tipo horizontal donde busque valorar las opiniones e ideas de los dem�s, a trav�s de la confianza, respeto y valoraci�n, aunado a un comportamiento con valores morales y �ticos permitir�n forjar a los nuevo l�deres de las sociedades; son las unidades educativas las catalizadoras de este desarrollo a trav�s de pr�cticas de liderazgo transformador, fomentando as� comportamientos eficaces que busquen solucionar problemas, pero a su vez enfrente los grandes retos acad�micos por medio del conocimiento de las habilidades como la perseverancia, el autoconocimiento y autoeficacia de s� mismo para enfrentar las adversidades y tomar las mejores decisiones.

Palabras clave: Comunicaci�n; liderazgo; comportamiento; discentes.

 

Abstract

The general objective of the research is to analyze the leadership communication and effective behaviors of classroom learners. The methodology to be studied was based on a bibliographic design with a type of documentary research. The results were based on an analysis of effective learner behavior and leadership communication, but from separate perspectives. In conclusion, there are multiple factors that affect the development of the student within a classroom, these are communication and behavior, governed by the leadership they may have over other classmates, so obtaining an effective horizontal communication where seek to value the opinions and ideas of others, through trust, respect and appreciation, coupled with behavior with moral and ethical values will allow forging the new leaders of societies; The educational units are the catalysts for this development through transformative leadership practices, thus promoting effective behaviors that seek to solve problems, but at the same time face great academic challenges through knowledge of skills such as perseverance, self-knowledge and self-efficacy of himself to face adversity and make the best decisions.

Keywords: Communication; leadership; behavior; learners.

 

Resumo

O objetivo geral da pesquisa � analisar a comunica��o da lideran�a e os comportamentos eficazes dos alunos em sala de aula. A metodologia a ser estudada baseou-se em um desenho bibliogr�fico com modalidade de pesquisa documental. Os resultados foram baseados em uma an�lise do comportamento eficaz do aluno e na comunica��o da lideran�a, mas a partir de perspectivas diferentes. Em conclus�o, s�o m�ltiplos os fatores que afetam o desenvolvimento do aluno dentro de uma sala de aula, estes s�o a comunica��o e o comportamento, regidos pela lideran�a que possam ter sobre os demais colegas, obtendo-se assim uma comunica��o horizontal efetiva onde buscar valorizar as opini�es e ideias dos outros, por meio da confian�a, do respeito e da valoriza��o, aliadas a comportamentos com valores morais e �ticos que permitir�o forjar os novos l�deres das sociedades; as unidades educacionais s�o os catalisadores desse desenvolvimento por meio de pr�ticas transformadoras de lideran�a, promovendo comportamentos efetivos que buscam solucionar problemas, mas ao mesmo tempo enfrentam grandes desafios acad�micos por meio do conhecimento de habilidades como perseveran�a, autoconhecimento e autoefic�cia de si mesmo para enfrentar as adversidades e tomar as melhores decis�es.

Palavras-chave: Comunica��o; Lideran�a; comportamento; aprendizes.

 

Introducci�n

La investigaci�n engloba a los discentes del aula, lo cual significa que su centro de atenci�n son las personas que reciben ense�anza, los estudiantes (VISOR, 1999). Seg�n las nuevas metodolog�as pedag�gicas, los estudiantes tienen un protagonismo en su misma formaci�n basada en las teor�as constructivistas del conocimiento, por supuesto junto a la orientaci�n de los docentes. Es decir, construyen entre ambos, un conocimiento diferente. Con sus caracter�sticas propias. Con la posibilidad de que se agreguen elementos cada vez m�s desde el enfoque constructivista del aprendizaje (Maroto & Rodr�guez, 2009).

Esto ha permitido transformar los paradigmas de la educaci�n, donde anteriormente era propulsado por las teor�as conductistas, la cual el docente era quien pose�a el conocimiento y solo transfer�a el mismo hacia los estudiantes. En la actualidad eso ha cambiado, y m�s por el auge de la tecnolog�a. Seg�n Espinoza (2008) el estudiante ha de cambiar su rol hacia uno m�s activo en la construcci�n de su propio proceso de aprendizaje, por lo que no sirve solo para asimilar informaci�n, sino que ha de ser cr�tico, indagador, reflexivo, investigador, creativo (citado por Souali, 2011).

En este sentido, la madurez acad�mica y la personalidad del estudiante va cambiando con el pasar del tiempo, pasando de una formaci�n de car�cter, en los primeros a�os de vida producto de la formaci�n del ser, a una totalmente abierta y con protagonismo en la toma de decisi�n de lo que desea aprender. Esto es producto del propio conformado de su futuro, como persona y como profesional. En especial esto �ltimo, porque se forjan los valores que se concretan en la cultura profesional en y desde la cual cada estudiante ha de asumirla en su perspectiva y proceder en coherencia con la axiolog�a, que estime m�s coherente y responsable (Medina Rivilla, Dom�nguez Garrido, & S�nchez Romero, 2008).

Es as�, como el discente se hace responsable de su misma formaci�n, mediante la implicaci�n en los aspectos de su propio aprendizaje, tal como lo refleja L�pez-Fern�ndez (2016) a continuaci�n:

La planificaci�n (objetivos de aprendizaje definidos y negociados).

La implementaci�n (realizaci�n de actividades/tareas/problemas, detecci�n de errores y correcci�n facilitada por la retroacci�n did�ctica).

La evaluaci�n (conocimiento de los criterios de evaluaci�n, los momentos y formas en que se proceder� durante y/o al final del proceso). (p�g. 98)

Adem�s, de estos aspectos metodol�gicos se deben agregar otros par�metros para el desarrollo de los estudiantes en su formaci�n acad�mica como lo son la comunicaci�n, el liderazgo y los comportamientos eficaces. De estas, una base fundamental para el desarrollo de cualquier relaci�n es la comunicaci�n. De forma general, es el proceso de interacci�n social democr�tica que se basa sobre el intercambio de s�mbolos por los cuales los seres humanos comparten voluntariamente sus experiencias bajo condiciones de acceso libre e igualitario, di�logo y participaci�n (Beltr�n, 2006).

Es de destacar, que existen dos factores que se deben resaltar en la interacci�n entre las personas y no es mas que diferenciar entre la comunicaci�n y la informaci�n. La primera se entiende como el proceso de compartir un mismo objeto de conciencia con sus relaciones con otras; y la informaci�n dice respecto de la organizaci�n los rasgos materiales para una conciencia, o sea, la comunicaci�n expresa la totalidad del proceso (Br�nstrup, Godoi, & Ribeiro, 2007). A raz�n de este particular, la comunicaci�n se engloba con la informaci�n. Por lo cual, es un fen�meno inherente a la relaci�n grupal de los seres vivos, mediante el cual se obtiene informaci�n de su entorno y de otros entornos, a trav�s de sus investigaciones, interrogantes, di�logos, comentarios y exposiciones (Souali, 2011).

De la misma manera, los sistemas organizativos se basan en un buen clima de trabajo ya para ello cuentan con el valor agregado que da la comunicaci�n en todos los niveles. Es por ello, que es el eslab�n que integra y da sentido a las partes del sistema; de manera que la unidad, armon�a y secuencia de las actividades organizadas en un sistema se logran gracias a la comunicaci�n (Vota, Balderrama, & Murga, 2008). Dentro de estos sistemas organizativos est�n las unidades educativas. En este sentido, la comunicaci�n en los contextos educativos es de suma importancia porque los mecanismos de comunicaci�n se estableen a cada momento lo cual se evidencia en las interacci�n docente-estudiante, docente-docente, estudiante-estudiante, docente-estudiante-contexto (Souali, 2011).

Otro de las variables que conciernen al desarrollo de los estudiantes durante la formaci�n acad�mica es el liderazgo. Esta constituye un fen�meno fundamental en la evoluci�n de la sociedad humana y por consiguiente en el desarrollo y perdurabilidad de las organizaciones sociales (Ram�rez M�ndez, 2013). Adem�s, Salazar (2006) y Gonz�lez (2011) afirman que el liderazgo se constituye en la capacidad de inspirar y guiar a individuos o grupos; orientada a un cambio voluntario, en el modo de pensar y de actuar, buscando metas comunes, haci�ndoles conscientes de sus propias necesidades y las del otro (Gonz�lez, Gonz�lez, R�os, & Le�n, 2013).

Por esta raz�n existen diferentes tipolog�as de los liderazgos, las cuales tendr�n como perspectiva la funcionalidad y la incidencia de las personas o los objetivos a perseguir. Estas se pueden observar a trav�s de la Tabla 1.

 

Tabla 1: Tipolog�a de los estilos de liderazgos.

Fuente: (Pedraja R & Rodr�guez P, 2004)

 

Tambi�n, el liderazgo tiene la facultad de poder incidir en el clima cualquier organizaci�n. Es as� que, seg�n Evkall, L y Ryhammar (1997) establecen que el estilo de liderazgo influye sobre el clima y el clima influye sobre la creatividad y la productividad; adem�s, el liderazgo influye en forma directa sobre la productividad (citado por Pedraja R & Rodr�guez P, 2004). En este particular, para que el liderazgo sea eficaz �esto es, que cree y desarrolle un clima en el que todos puedan expresar sus potencialidades y maximizar sus rendimientos� se han de tener en cuenta cuatro componentes (Alves, 2000), tal como se puede visualizar en la Figura 1.

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Figura 1: Componentes del liderazgo eficaz.

Fuente: (Alves, 2000)

 

Sin dida alguna, el liderazgo lo ejerce el docente dentro de las instituciones educativas, pero en especial en las aulas de clases, pero tambi�n es fundamental el liderazgo estudiantil para poder conseguir los objetivos del aprendizaje y en tal sentido el rendimiento acad�mico. Estos componentes que conforman el liderazgo eficaz deben ser tomados en cuenta por los discentes a la hora de desarrollar la vida formativa como futuros profesionales.

Esta situaci�n est� asociada al comportamiento que se pueda tener para enfrentar las diversas situaciones que puedan ocurrir en el trayecto del aprendizaje. De manera general, los comportamientos humanos est�n constituidos por las conductas observables y no observables de las personas frente a diferentes est�mulos y situaciones, los cuales se ven influenciados por factores tales como la personalidad y la cultura donde se encuentre inmersa la persona en cuesti�n (Espinosa Pineda, 2015). Los comportamientos est�n referidos a dos estructuras. Estos incorporan la comunicaci�n y la ejecuci�n (Mart�n Serrano, Acci�n/comunicaci�n, en las ciencias y en los comportamientos, 2008). Estas estructuras se detallan en la Tabla 2.

En consecuencia, el comportamiento que asume el estudiante es de vital importancia en los dem�s aspectos desarrollados, como la comunicaci�n y liderazgo. Si su comportamiento es positivo con acciones participativas en b�squeda del conocimiento, aunado a la comunicaci�n efectiva que pueda tener, tendr� la capacidad de convertirse en un l�der o gu�a para los dem�s compa�eros.

Por lo tanto, el objetivo general de la investigaci�n es analizar la comunicaci�n de liderazgo y los comportamientos eficaces de los discentes del aula. La metodolog�a a estudiar se bas� en un dise�o bibliogr�fico con un tipo de investigaci�n documental.

 

Tabla 2: Estructuras de los comportamientos

Fuente: (Mart�n Serrano, Un modelo de los comportamientos interactivos que incorpora la comunicaci�n y la ejecuci�n. , 2011)

 

Metodolog�a

La investigaci�n se bas� en un dise�o bibliogr�fico de tipo documental. El dise�o se fundamenta en la revisi�n sistem�tica, rigurosa y profunda de material documental de cualquier clase, donde se efect�a un proceso de abstracci�n cient�fica, generalizando sobre la base de lo fundamental, partiendo de forma ordenada y con objetivos precisos (Palella Stracuzzi & Martins Pestana, 2010). Para lograr este prop�sito se utiliz� herramientas como textos, documentos y art�culos cient�ficos publicados disponibles en la web.

 

Resultados y discusi�n

Comunicaci�n de liderazgo de los discentes del aula

Una base fundamental para el desarrollo de los discentes en el aula de clase es el efecto de liderazgo que pueda tener con respecto a los dem�s compa�eros. Existen investigaciones que afirman que el liderazgo se hace m�s no se nace, porque depende de la voluntad de las personas para motivar. Por lo que, se puede deducir que el liderazgo en un proceso personal y social que se construye desde la condici�n de g�nero, clase y etnia (Mata & Gamero, 2018). Adem�s, los lideres deben tener la capacidad de formular y cumplir los objetivos que se plantean en ciertas circunstancias. Estos objetivos deben tener ciertas condiciones como son capacidad, compromiso y claridad.�

En primer lugar, las personas cuyos esfuerzos son necesarios para la consecuci�n del objetivo, deben sentir que poseen las capacidades para lograrlo o que en el proceso las desarrollar�n mediante la experticia y el apoyo de otros. Segundo, el compromiso se genera cuando las personas perciben que hay una conexi�n entre un objetivo y lo que valoran. Por ejemplo, si los docentes valoran la visi�n del l�der en cuanto a propiciar que todos los estudiantes sean alumnos comprometidos y exitosos, respaldar�n las metas espec�ficas tendientes a mejorar los logros y el compromiso de determinados grupos de estudiantes. La tercera condici�n para establecer objetivos efectivos es la claridad. Cuando los objetivos son claros y espec�ficos se puede efectuar un seguimiento de los progresos realizados e introducir los ajustes necesarios. Por el contrario, cuando son vagos, hay incertidumbre en cuanto al objetivo y a los progresos realizados. (Robinson, 2019, p�g. 126)

Sin duda, estos tres factores influyen en la determinaci�n de los objetivos de los l�deres por lo que debe existir una forma de poder incentivar el liderazgo dentro de los estudiantes y para ello est�n los docentes como primer factor clave para este cambio o transformaci�n. Esta consideraci�n es tomada en cuenta por la experiencia de investigadores que relacionan el �xito de la productividad acad�mica con la eficacia y eficiencia del trabajo de los l�deres en las aulas de clases. Esto lo confirma Murillo (2010), Anderson (2010) y Bol�var (2010) que comentan que el liderazgo escolar es un factor clave para lograr cambiar las escuelas y mejorar la educaci�n (citado por Alfaro & Gui�ez, 2018).

En este sentido, se han planteado estrategias, tanto dentro como fuera del aula de clase, para incentivar el desarrollo de l�deres. Los docentes son los que llevan esta batuta principalmente porque imparten las estrategias para poder impulsar esta nueva transformaci�n del estudiante. Tambi�n, debe existir un compromiso por parte de las autoridades universitarias en el cambio de curr�culo de las carreras, donde se incluya la formaci�n de l�deres. De este modo, las aspiraciones al liderazgo se conforman antes del ingreso formal a la carrera, lo que necesitar�a de estrategias formativas que logren atraer a estos estudiantes para potenciar sus capacidades y prepararlos en las competencias necesarias de este �mbito (Alfaro & Gui�ez, 2018).

Estas estrategias formativas deben ir en funci�n de generar estudiantes con liderazgo transformacional porque buscan cambiar la perspectiva de los dem�s compa�eros. Seg�n Burns (1978) estos l�deres ofrecen nuevos niveles de energ�a, compromiso y prop�sito moral, obteniendo una visi�n com�n de transformaci�n de la organizaci�n mediante el desarrollo de su capacidad para trabajar en colaboraci�n y as� superar los retos y alcanzar metas ambiciosas (citado por Robinson, Lloyd, & Rowe, 2014). De manera general, existen formas de como incentivar el liderazgo transformacional en organizaciones a trav�s de pr�cticas, por lo que pueden ser tomadas en cuenta para ser desarrolladas en las aulas de clase por los docentes para generar los l�deres de los grupos de estudio. Estas se detallan en la Tabla 3.

 

Tabla 3: Pr�cticas de liderazgo transformacional educativo.

PR�CTICAS	CARACTER�STICAS
Desarrollo de una visi�n compartida y construcci�n de metas consensuadas.	Incluidas en varias conceptualizaciones relativas al desarrollo de una visi�n compartida y la construcci�n de metas consensuadas, se incluye la identificaci�n, desarrollo y articulaci�n de una visi�n compartida que sea atractiva y estimulante para el equipo; alcanzar metas consensuadas entre el equipo; motivar al equipo con metas desafiantes pero alcanzables; comunicar optimismo sobre las metas futuras; como dar al equipo un sentido general del prop�sito de su trabajo y monitorizar y referir a las metas de la escuela cuando el equipo est� tomando decisiones.
Provisi�n de est�mulo intelectual.	Los incluidos en la conceptualizaci�n de esta pr�ctica son l�deres que desaf�an los supuestos del personal; estimulan y motivan su creatividad; y proporcionan informaci�n al equipo para ayudarles a evaluar sus pr�cticas, refinarlas y llevar a cabo sus tareas m�s efectivamente.
Provisi�n de apoyo individualizado.	Esta pr�ctica incluye a los l�deres que escuchan y atienden individualmente las opiniones y necesidades, que act�an como mentores o entrenadores de los miembros del equipo, que les tratan como individuos con capacidades y necesidades �nicas y apoyan su desarrollo profesional.
Modelizaci�n del comportamiento.	Este grupo de pr�cticas conlleva l�deres que "predican con el ejemplo", que proveen un rol modelo de conducta �tica; aquellos que inculcan orgullo, respeto y confianza dentro del equipo; simbolizan el �xito; y demuestran una voluntad de cambiar sus propias pr�cticas como resultado de nuevos conocimientos.
Mantenimiento de expectativas de alto rendimiento.	Esta pr�ctica incluye a l�deres que demuestran a trav�s de su conducta que ellos esperan un alto nivel de profesionalismo del equipo, mantienen altas expectativas para los estudiantes y esperan que los miembros del equipo sean innovadores efectivos.
Provisi�n de recompensas contingentes.	Los l�deres que efect�an esta pr�ctica recompensan a sus seguidores por completar el trabajo acordado.
Gesti�n por excepci�n.	Los l�deres monitorizan el trabajo de sus adeptos, pero intervienen �nicamente cuando las acciones de los adeptos se desv�an de la norma o de las expectativas del l�der.
Construcci�n de estructuras colaborativas.	Esta pr�ctica conlleva que los l�deres aseguren que el equipo tiene un adecuado involucramiento en las decisiones sobre los programas y la instrucci�n, estableciendo condiciones de trabajo que faciliten la colaboraci�n en planificaci�n y crecimiento profesional y que distribuyan el liderazgo entre los miembros del equipo.
Fortalecimiento de la cultura del centro.	Los l�deres que realizan esta pr�ctica promueven una atm�sfera de cuidado y confianza en el equipo, construyen una cultura de colaboraci�n que refleja la visi�n del centro y fomentan una colaboraci�n continua en la implementaci�n del programa.
Involucrar a las comunidades.	Conceptualizada e incluida solo en el modelo de LTE de Leithwood, en esta pr�ctica los l�deres demuestran sensibilidad para comunicar aspiraciones y solicitudes, para considerar en el centro las caracter�sticas y valores de la comunidad y para promover que los padres y tutores se involucren en la educaci�n de sus hijos e hijas.
Mejoramiento del programa instructivo.	Esta pr�ctica, conceptualizada tanto en el modelo de LTE de Leithwood y en el modelo de Willet, incluye planificar y supervisar la instrucci�n, proveer apoyo instruccional, monitorizar y regular con frecuencia el progreso del centro y contener a los miembros del distrito o las iniciativas estatales que distraen al centro de sus prioridades.

Fuente: (Sun & Leithwood, 2014)

 

Para que estas actividades de liderazgo transformacional sean tomadas en la educaci�n, los docentes deben cumplir con �reas de acciones claves. Estas �reas son: distribuir el liderazgo escolar, comprometiendo y reconociendo una participaci�n m�s amplia en los equipos de liderazgo y desarrollar habilidades para un liderazgo escolar eficaz a lo largo de diferentes etapas de la pr�ctica (Castillo Armijo, Puigdellivol Aguad�, & Ant�nez Marcos, 2017).

Una base fundamental, que no se debe olvidar dentro de las actividades o pr�cticas que se deben fomentar en la catalizaci�n de los l�deres estudiantiles, es la comunicaci�n. La consecuci�n de los objetivos y la productividad acad�mica es una de las prioridades del sistema y para ello la comunicaci�n efectiva entre todos los miembros del equipo debe ser el valor principal. El l�der debe plantear la misi�n y visi�n de las metas planteadas a trav�s de cualquier medio de comunicaci�n. Aunado a la influencia que pueda dar a trav�s de la motiva y sentido de pertenencia. Por lo cual, este tipo de comunicaci�n debe comportarse como la comunicaci�n organizacional que genera un clima estable dentro de cualquier instituci�n.

Existen dimensiones que abarcan la comunicaci�n organizacional, pero para este �mbito educativo se destaca el de la participaci�n. En este punto se da la palabra al otro, se le escucha y se le reconoce, a trav�s del trabajo en equipo, la ampliaci�n de los �mbitos de toma de decisiones y las m�ltiples maneras de permitir y reconocer la iniciativa (Restrepo, 1995). Para lograr estas acciones es necesario orientar la comunicaci�n a todos los niveles para lograr un mejor desempe�o y una mayor satisfacci�n en el empleo, permitiendo que los individuos comprendan mejor su trabajo, sinti�ndose m�s comprometidos con lo que hacen (Rivera, Rojas, Ram�rez, & de Fern�ndez, 2005).

Por supuesto, estas situaciones de comunicaci�n est�n arraigadas a las caracter�sticas de los lideres de grupo, en especifico por la conducta que tienen con los dem�s. Estas son:

La confianza (logra que sus colaboradores sean capaces de confiar en �l y, adem�s, en ellos mismos); la integridad, que se relaciona fundamentalmente con la honestidad y responsabilidad que demuestra el l�der en sus actos y, muy especialmente, la credibilidad. En el liderazgo basado en la credibilidad intervienen factores claves como: la comunicaci�n interpersonal efectiva, el cumplimiento de promesas, la delegaci�n de responsabilidades, la motivaci�n, la valoraci�n de la creatividad y esfuerzo personal, la valoraci�n del trabajo en equipo y la veracidad como paradigma de comportamiento del l�der. (Pacheco, 2005, p�g. 73)

 

Comportamientos eficaces de los discentes del aula

Para poder lograr un liderazgo efectivo debe existir un comportamiento eficaz. Este �ltimo aspecto es considerado como la punta del iceberg para el desarrollo y rendimiento acad�mico. Desde el punto de vista de liderazgo el comportamiento del l�der debe ser ejemplar con valores de �tica y moral. Ahora, visto como rendimiento acad�mico, es un comportamiento no solo del l�der sino de todos los participantes que hacen vida en el aula. Este punto de vita es m�s global.

La manera de buscar el rendimiento acad�mico �ptimo es una tarea que tienda a transformarse en dif�cil por diversas razones. Por lo que, el logro de la eficiencia en este t�rmino produce una reacci�n positiva en la conducta del estudiante. En otras palabras, una situaci�n que produce felicidad en los estudiantes es la b�squeda de metas instrumentales, tales como mejorar el rendimiento y alcanzar objetivos acad�micos (Deik, Moyano-D�az, & P�ez, 2014). Esta averiguaci�n de los diversos m�todos, t�cnicas o estrat�gicas son herramientas que van a acompa�adas del comportamiento del estudiante a realizar las labores acad�micas de manera de conseguir el objetivo. En consecuencia, los patrones de comportamiento incid�an claramente a favor o en contra en la predicci�n de la calificaci�n de los estudiantes (Serrano & Agust�, 2011).

En este sentido, el comportamiento eficaz en el rendimiento acad�mico o en cualquier �mbito que involucre el desarrollo profesional requiere de seguir ciertas pautas. Los discentes deben entender cual es el comportamiento adecuado para conseguir las metas pautadas. Seg�n Good y Bophry (1987) y Anderson (2004) el establecimiento de reglas y rutinas contribuye eficazmente a crear las condiciones que permitan el aprendizaje de los estudiantes (Murillo Torrecilla, Mart�nez Garrido, & Hern�ndez Castilla, 2011).

Del mismo modo, el comportamiento es un par�metro que conduce a diversas respuestas, una de ellas es la perseverancia. Esta se define como la entrega que el estudiante hace con el contenido acad�mico durante el tiempo asignado (Mart�nez-Garrido, 2011). Otro es el autoconocimiento del estudiante. Este hecho incita a modificar y adaptar su comportamiento en el seno del grupo, incrementando as� las habilidades comunicativas; adem�s, permite ser conscientes y valorar aquellos aspectos que suponen un aumento de su motivaci�n hacia la tarea (Chiva Bartoll, Pallar�s Piquer, & Gil-G�mez, 2018).

De la misma manera, tambi�n se involucra la autoeficacia en el comportamiento ante diversas situaciones. Seg�n Bandura (1987) define la autoeficacia como las creencias que tiene un individuo acerca de sus capacidades para realizar una acci�n determinada (citado por De La Roca, 2012).

La autoeficacia percibida desempe�a un papel fundamental en el funcionamiento humano puesto que afecta el comportamiento no s�lo de manera directa, sino tambi�n por su impacto en otros determinantes claves tales como metas y aspiraciones, expectativas de resultados, tendencias afectivas y percepci�n de los impedimentos y oportunidades que se presentan en el medio social. (De La Roca, 2012, p�g. 9)

En consecuencia, los comportamientos espec�ficos y caracter�sticas de los estudiantes son las �nicas variables necesarias para predecir el aprendizaje en la escuela (Mart�nez-Garrido, 2011). Sin duda, son los comportamientos y las habilidades las que demuestran el verdadero car�cter de los estudiantes frente a las adversidades que puedan presentar, tanto acad�mico como de trabajo en equipo. Es as� que Richardson y Mcbryde Wilding (2009) comentan que son las m�ltiples habilidades las que resaltan la capacidad para ser capaces de hacer frente a la sobrecarga de informaci�n en la toma de decisiones eficaz (citado por Serrano & Agust�, 2011).

 

 

�Referencias

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