Percepción sobre el parto en libre posición y el horizontal en mujeres que asisten al Centro de Salud de Biblián 2018

 

Perception about free birth and horizontal delivery in women attending the Biblián Health Center 2018

 

Percepção sobre parto gratuito e parto horizontal emmulheres atendidas no Centro de SaúdeBiblián 2018

 

 

 

Delia Narcisa Crespo-Antepara I

deliacrespo57@hotmail.com

https://orcid.org/0000-0002-5287-5074

 

 

 

 

Correspondencia: deliacrespo57@hotmail.com

 

 

Ciencias de la salud

Artículo de investigación

                                                                                           

*Recibido: 05 de octubre de 2019 *Aceptado: 14 noviembre de 2019 * Publicado: 21 de diciembre de 2019

 

 

 

  1. Magíster en Gerencia Clínica en Salud Sexual y Reproductiva. Diplomado en Docencia Superior. Obstetriz. Obstetriz. Docente Investigadora Universidad de Guayaquil, Guayaquil. Ecuador.

Resumen

El objetivo de la investigación fue determinar la percepción sobre el parto en libre posición y el horizontal en mujeres que asisten al Centro de Salud de Biblián 2018. El tipo de estudio fue observacional, comparativo, transversal. La población estuvo conformada por 160 mujeres que asisten al Centro de Salud de Biblián. El instrumento de recolección de datos fue un cuestionario contentivo de 18 preguntas cerradas validadas previamente por Calderón y col. (2008). Los resultados encontrados han dado cuenta de que el 75% de las entrevistadas desconocen el parto vertical; posterior al parto, lo perciben como más rápido (93,8% vs 75%), más cómodo (63,8% vs 72,5%) y menos doloroso (62,5% vs 81,3%) el parto vertical; la mayoría de las mujeres con parto vertical tuvo la satisfacción de ver la salida de su bebé (96,3% vs. 42,5%) y la mayoría de la mujeres de ambos grupos recomendaría el parto vertical (81,9% de las 160 mujeres). Conclusiones: El parto vertical ofrece ventajas significativas frente al parto horizontal, ofreciéndole a la parturienta un expulsivo más corto, menos doloroso, más cómodo y más satisfactorio.

Palabras clave: Expulsión; cultura; alumbramiento.

Abstract

The objective of the research was to determine the perception of free birth and horizontal delivery in women attending the Biblián Health Center 2018.The type of study was observational, comparative, and cross-sectional. The population was made up of 160 women attending the Biblián Health Center. The data collection instrument was a contentious questionnaire of 18 closed questions previously validated by Calderón et al. (2008). The results found were that 75% of the respondents are unaware of vertical delivery; postpartum, they perceive it as faster (93.8% vs. 75%), more comfortable (63.8% vs. 72.5%) and less painful (62.5% vs. 81.3%) vertical delivery; The majority of women with vertical delivery were satisfied to see the output of their baby (96.3% vs. 42.5%) and the majority of women in both groups would recommend vertical delivery (81.9% of the 160 women). Conclusions: Vertical childbirth offers significant advantages over horizontal childbirth, offering the parturient a shorter, less painful, more comfortable and more satisfying expulsion.

Keywords: Expulsion; culture; birth

Resumo

O objetivo da pesquisa foi determinar a percepção do parto livre e do parto horizontal em mulheres atendidas no Centro de Saúde Biblián 2018. O tipo de estudo foi observacional, comparativo e transversal. A população era composta por 160 mulheres atendidas no Centro de Saúde Biblián. O instrumento de coleta de dados foi um questionário contencioso de 18 perguntas fechadas, previamente validadas por Calderón et al. (2008) .Os resultados encontrados foram que 75% dos entrevistados desconhecem a distribuição vertical; pós-parto, eles percebem o parto vertical mais rápido (93,8% vs. 75%), mais confortável (63,8% vs. 72,5%) e menos doloroso (62,5% vs. 81,3%); A maioria das mulheres com parto vertical ficou satisfeitaao ver a produção do bebê (96,3% vs. 42,5%) e a maioria das mulheres nos dois grupos recomendaria o parto vertical (81,9% dos 160 mulheres). Conclusões: O parto vertical ofrece vantagens significativas sobre o parto horizontal, oferecendoao parturiente uma expulsãomais curta, menos dolorosa, mais confortável e mais satisfatória.

Palavras-chave: Expulsão; cultura; nascimento.

Introducción

El hombre, por naturaleza ha estado ligado al acto de dar a luz, por tanto, desde tiempos inmemoriales el parto ha acompañado a la existencia humana. A lo largo de la historia de la humanidad la mujer ha elegido parir en diferentes variantes de posición, siendo la de mayor popularidad la horizontal en contraposición a la de pie, a pesar de que, como lo demuestran los grabados, ceramios y esculturas de prácticamente todas las culturas en el mundo han practicado el parto en posición erguida.

La posición adoptada naturalmente por las mujeres durante el parto ha sido descrita, en 1882, por Engelmann, (1882) quien observó que las mujeres primitivas alcanzaban diferentes posiciones erectas, mediante el uso de palos, hamacas con cabestrillo, muebles, suspensión con cuerdas o con prendas de vestir anudadas, en posición de rodillas, de cuclillas, sentadas, semisentadas, usando ladrillos, piedras, pilas de arena o bancos de parto. Sin embargo, a través de la tecnificación y medicalización del parto una gran parte de las mujeres deciden por el parto horizontal como resultado del temor al dolor, la búsqueda de la seguridad asistencial, entre otros factores.

Partiendo de los señalamientos anteriores el presente estudio tuvo como objetivo analizar la percepción sobre el parto en libre posición y el horizontal en mujeres que asisten al Centro de Salud de Biblián 2018, con la finalidad de contrastar las opiniones sobre las dos formas de dar a luz  en las mujeres Ecuatorianas que asisten al mencionado centro de salud.

Desarrollo

La comprensión del proceso del alumbramiento de pie pasa en primera instancia por la revisión histórica sobre el parto y sus significados tanto culturales como para la Obstetricia como especialidad médica, acompañado del análisis de las implicaciones legislativas sobre el derecho a tener un parto Humanizado existente en el Ecuador. Es por ello que se presenta el presente ensayo cuyo objetivo es Analizar desde diferentes perspectivas teóricas el parto en libre posición como derecho constitucional en el Ecuador.

Es importante señalar que, culturalmente este hecho natural, ha sido revestido de estereotipos muchas veces asociados a creencias sobre impureza por parte de la mujer. Tal es el caso que en la Prehistoria según O’Dowdla atención del parto sólo las mujeres estaban presentes. Lo normal para el momento del parto era que la mujer se apartaba de la vista de su sociedad y sólo en algunos casos, se le permitía al hombre cortar el cordón umbilical (Petrucelli: 1998). Otra referencia es la señalada por Mayorga (1976) en cuanto a la Antigüedad, hacia 1500 a. C. indicando que en esta época el alumbramiento se producía en cobertizos especiales, con techos de paja y que la madre mordía la placenta después del parto.

 

Uno de los datos relevantes en materia de obstetricia es el primer libro de Sorano de Éfeso (98–138 d. C) “Sobre las enfermedades de las mujeres”, en el que incluyó un tratado sobre el parto y que se usó como guía por más de quince siglos. Fue el primer obstetra reconocido de la historia. En su obra describió maniobras para la atención del parto en podálica, cómo cambiar la posición del feto hacia cefálica y el desprendimiento de los hombros. Escribió sobre distocias, cómo proteger periné en el parto semejante a lo actual, así como también sobre siete instrumentos para destruir los fetos muertos y extraerlos del vientre materno. No hizo referencia alguna sobre instrumentos para el extraer el feto vivo (Lattus: 2012).

Carvajal (2007) menciona que la primera representación de un parto normal fue hecha por Hipócrates (460-377 a.C.), en su libro Naturaleza del Niño. Este filósofo, en sus diálogos dejó sentado que tenía la teoría de que el feto adoptaba la presentación cefálica, debido a que:

El peso de la parte superior del cuerpo, desde el ombligo a la cabeza, era mayor que el peso de la parte inferior, desde el ombligo a los pies y que la rotura espontánea de las membranas ovulares se producía porque el feto hacía movimientos de sus manos o pies para romperlas. Además, postuló que el trabajo de parto se producía cuando el feto extendía sus piernas y se propulsaba a si mismo fuera del útero. (p.86)

 

El mismo autor menciona, coincidiendo con los autores citados anteriormente que Soranos (138-98 a.C.) a quien presenta como un médico griego, ya más adelantado en el conocimiento del arte y la ciencia de los procesos inherentes a la obstetricia, describe el parto el cual debe ser preferiblemente atendido por una comadrona y sus ayudantes, y que el propio proceso del alumbramiento debía realizarse en una cama. Menciona Carvajal que en los escritos de Sorano, se describe que, durante el período expulsivo, la comadrona y aquellas personas que la asistían pasaban a la mujer en trabajo de expulsión a la silla de parto. La comadrona se colocaba “delante de los muslos de la embarazada y un ayudante se colocaba cerca de la cabeza para disminuir la ansiedad, otra ejercía presión a nivel del fondo uterino y una tercera protegía el ano para evitar que se lesionara”.

 

En el antiguo Egipto, continúa afirmando Carvajal (2017) la situación era parecida, en jeroglíficos encontrados en una tumba se muestra a las mujeres en el momento de dar a luz en posición de cuclillas o sentadas, protegidas por conjuros contra los demonios que les impedían parir, y por dioses protectores que las ayudaban durante el proceso. No se hace mención alguna a parto de pie.

 

Como se puede comprender la mayoría de los relatos antiguos señalan que casi todos los partos eran, por un lado, atendidos por mujeres y que este arte era enseñado de una mujer a otra. Por lo que la comadrona ha sido la persona encargada de ayudar en el trabajo de parto a lo largo de la historia, manteniendo en la mayor parte de los casos una actitud expectante y no intervencionista. Por otra parte, se hace poca o casi nula mención al parto de pie, a pesar de ser común en la cultura antigua. Es así como en la historia del proceso del parto, que comienza con el inicio mismo de la humanidad, ilustra su recorrido con mujeres que durante siglos eligieron sentarse o ponerse en cuclillas, de rodillas, sentadas o semi sentadas para pujar.

 

Todo lo antes expuesto permite afirmar que, según la revisión bibliográfica realizada, y partiendo de lo señalado por El Espectador de Azogues (2017) partir del siglo XVI y XVII se adoptó la posición acostada sobre la espalda, quizá impulsada por las consideraciones de aquellos que fueron identificados como instruidos en el arte de dar a luz. Por lo que las mujeres comenzaron a parir en una posición anti-fisiológica, lo que implicaba el uso de la tecnología necesaria para esta posición. Después de la medicalización del parto, la incorporación de los cirujanos en la atención al parto, el uso de la instrumentación con fórceps, se inició de este modo la tecnificación de la asistencia al nacimiento y, por tanto, la posición ginecológica durante el período expulsivo comenzó a ser considerada como la más adecuada.

 

Estas ideas sobre la necesidad de asistencia y cuidados especiales de carácter asistencial  fueron reforzadas desde finales del siglo XIX, cuando en los albores del florecimiento de las investigaciones científicas, los adelantos médicos, y lo modelos mecanicistas de la salud y de la enfermedad  paulatinamente, se formalizó la concepción del parto atendido en los hospitales, a los que acuden las mujeres con partos complicados y en los que se representa a la gestante como una mujer enferma que requiere asistencia médica.

 

Desde hace más de 30 años, la Organización Mundial de la Salud viene realizando campañas educativas propugnando el parto vertical, en la pretensión de brindarle a la mujer la oportunidad de retomar el rol que siempre tuvo de participar activamente durante su parto y proporcionarle el entorno familiar y emocional que conlleva este acontecimiento para la madre y su niño. Otra de las iniciativas de esta organización mundial fue en 1985 cuando convocó al Encuentro en Brasil donde surgió la declaración “El nacimiento no es una enfermedad”, que inició el proceso de transformación del modelo de atención del parto, lo que actualmente se conoce como parto humanizado.

Es así como en las últimas décadas se viene hablando, sobre todo en el Ecuador, del parto intercultural cuyo propósito es humanizar el parto, situando a la mujer como protagonista de este proceso. Se trata del “parto en libre posición con pertinencia intercultural”, se conoce como parto respetado, una técnica que promueve el Ministerio de Salud Pública en diversas comunidades. (El Telégrafo: 2014)

Como prácticas culturales que acompañan el parto en el Ecuador, según Collaguazo y Espinoza (2014) están:

La posición vertical o libre posición, asistencia del esposo o acompañamiento de otra familiar mujer, la partera junto al médico o personal especializado, ambiente cálido, uso de hierbas (albahaca, piripri, hierba luisa) para regular las contracciones, para relajamiento, baño caliente y caldo de gallina criolla después del parto para relajamiento y fortalecimiento, entrega de la placenta, el corte del cordón

 

Estas prácticas ancestrales en el Ecuador se deben a que este país es muy diverso, tanto en lengua como en cultura, reconociéndose en la actualidad 14 nacionalidades y 21 pueblos. Las mujeres indígenas, con el objetivo de mantener sus costumbres, características, demandas y derechos, han optado por parir en manos de la comadrona o partera de su comunidad o pueblo, quien había hecho lo mismo con sus familiares anteriormente, mediante esto se ha provocado partos domiciliarios.

 

En Ecuador, está práctica existió desde siempre, misma que  es  evidenciada  en  estatuillas de  cerámicas,  que  representan   a  la  mujer  en  posición  vertical, exhibida  en  el  museo nacional  de  medicina “Eduardo Estrella” (Flores, 2007), está práctica ha venido disminuyendo, menos en las culturas de los aborígenes en este país. En tal sentido, como forma de conservar los saberes ancestrales en la constitución de 2008 artículo 363 garantiza las prácticas de la medicina ancestral mediante el reconocimiento, respeto y promoción de sus conocimientos.

 

Del mismo modo es relevante en virtud del reporte de 35 muertes maternas ocurridas en     la provincia  del  Guayas en el mismo año, por  complicaciones del  embarazo,  parto  y puerperio,  y por  los  reportes estadísticos  realizados  por  ENDEMAIN  en  que las  mujeres  campesinas  preferían   la  atención  tradicional  del parto. Estas razones han impulsado   al Ministerio de Salud  Pública a la creación del plan  de  reducción  de  muertes  maternas  dentro  del  Modelo  de  Atención  Integral  de  Salud  Familiar,  Comunitaria  e  Intercultural, y  capacitando al   personal, e  implementando   áreas  de  atención  en el parto  vertical.  

Por otra parte, actualmente  en  la  Asamblea  Nacional  se analiza  y  discute  el  proyecto  del  parto  humanizado  que  entre  otros  componentes  incorpora  la  libre  posición  de  la mujer  para  parir,  con  la  finalidad  de  reducir  la  razón  de  partos  por  cesárea,  que  en el Ecuador supera  la  recomendada  por  la  Organización Mundial  de  la  Salud (OMS),  siendo  las  provincias  de  Guayas y  de  Pichincha  las  que   reportan  las  tasas  más altas (EL UNIVERSO, 2016). 

 

Por  lo  tanto el  parto   culturalmente  adecuado se  convierte en una  estrategia para cumplir con los  objetivos  del  Plan  Nacional  de Reducción Acelerada  de la  Mortalidad Materna  y Neonatal  y  del  Plan Nacional  del  Buen Vivir  (PNBV),cuyas  metas  van encaminadas   a  reducir  en  un 35% la  mortalidad  materna  y neonatal precoz  e  incrementar  al 70% la  cobertura  del parto  institucional.

 

Este mismo ministerio, como parte de los derechos constitucionales establecidos, promociona el parto intercultural, humanizado, instalado en los centros de salud del país, la Sala de Parto Intercultural, espacio donde se practica un método que se realiza ancestralmente en las comunidades indígenas, con la participación del médico.

Es importante señalar la existencia de evidencia científico-médica sobre las ventajas e inconvenientes del parto vertical, tal como lo señala Carvajal (2006) las cuales han de tenerse en cuenta al momento de realizar la atención:

·        La gravedad mejora el descenso del feto y produce contracciones uterinas más fuertes y eficientes.

·        Mayores diámetros pélvicos.

·        Menos partos instrumentados.

·        Menor número de episiotomías.

·        Menos dolor del expulsivo.

·        Menos patrones anormales de FCF.

·        Libertad de movimientos.

·        Contracciones de mayor intensidad.

Dentro de los inconvenientes:

·        Más desgarros perineales.

Otro de los autores que señalan las ventajas del parto de pie es el Ministerio de Sanidad y Política Social de Galicia (2010), según el cual:

Es preciso evaluar, por tanto, las pruebas disponibles acerca de la efectividad, los beneficios y las posibles desventajas del uso de diferentes posiciones durante el período expulsivo del trabajo de parto. Las posiciones verticales o laterales, comparadas con supina o litotomía, se asocian a una menor duración de la segunda etapa de parto, menos nacimientos asistidos, tasas menores de episiotomías, menor dolor agudo durante la segunda etapa y menos patrones anormales de la FCF. También se asocian a un mayor número de desgarros de segundo grado y mayor número de hemorragias posparto de más de 500 ml (p.56)

Partiendo de las ideas expuestas existen evidencias científicas sobre los beneficios del parto humanizado en vertical versus el parto horizontal, allí se pueden distinguir aspectos como la corriente creciente sobre el parto vertical en detrimento de la arraigada costumbre del parto horizontal, el mismo que se instauró para que los profesionales especialistas en la atención de parto, tengan más comodidad en su trabajo.

El parto humanizado (Pozzio, 2016), habla sobre la integración de varios aspectos a tomar en cuenta, tales como el entorno, acompañamiento familiar, vestimenta de la parturienta, ingesta de bebidas, libre posición, ritual de la placenta, etc.  al hacer un recorrido histórico, se encuentra como evidencia que las distintas posiciones adoptadas en el  parto  fueron (Engelman, 1997) analizadas en  el  año  1984, donde se discrimino y clasificó las  diferentes posturas  que  adoptaban  las  mujeres  de  las distintas  épocas, para  observar  los beneficios  de  unas  sobre  otras. Esa investigación generó un  nuevo  campo  de  estudio,  donde  varios  investigadores continuaron  analizando   la  evolución  de  las  posiciones  durante  el  expulsivo y  la  influencia  que  cada  una  de  ellas  tiene  sobre  la  anatomía  de  la  mujer,  especialmente  en el  suelo  perineal.

La  autora (Walker, 2008)  del libro “Cambio de  la  verticalidad  a  la  horizontalidad  para  el parto”,  señala que  además  la  importancia  que tiene tomar en cuenta  la  mala  posición   respecto  de  los  riesgos  maternos  y  fetales, los cuales pasan  desapercibidos en la mujer, pero  que  suponen  un problema  grave  de  salud, tanto  individual  como  colectivo,  riesgos como desgarro de primero y segundo grado del periné, mayor sangrado y más consecuencias a tomar en cuenta, existe las condiciones del neonato evaluados por el test de APGAR.

En el parto vertical según (Paniagua , 2016) indica la autora, que hoy se toma en cuenta más “la comodidad para los profesionales sanitarios más que para las propias madres”, menguando así los beneficios para la parturienta. Los beneficios naturales que gana una mujer en posición vertical, son entre otros: efectos respiratorios, mecánicos y de la gravedad, musculares, disminución de los riesgos de compresión de la aorta, eficiencia de la combinación matriz, disminución del trabajo del parto, menos dolor agudo en el expulsivo y postparto, amniorrexis espontánea más tardía, terminación espontánea, disminución de posibilidad de prolapso de cordón y mejora el estado anímico y psicológico de la  mujer (Martínez, y otros, 2016), de igual manera se presentan las desventajas: aumenta el riesgo de pérdida de sangre, más frecuencia de desgarros de poca profundidad, sobre todo en primíparas, puede resultar incómodo para los asistentes del parto, la posición en cuclillas algunas mujeres no la pueden soportar porque no tienen resistencia muscular,  o  porque  tienen sobre  peso. Esta misma autora señala que el parto horizontal presenta las siguientes ventajas: menor riesgo de pérdida de sangre, facilita el movimiento de la mujer.

Existen recomendaciones (OMS, 1985) que advierten “no  es  recomendable colocar  a  la  parturienta  en  posición  dorsal,  durante  los  períodos   de dilatación  y  expulsivo”, incluso estas recomendaciones van más allá “que  cada  mujer  debe  decidir  libremente  la posición  para  realizar  el  expulsivo”. Por lo  que  en   países como Colombia  y  Perú,  la práctica  del  parto  en  posición vertical  es muy  frecuente.

Si bien  es  cierto que  la  posición  vertical   es  la  más  fisiológica  para  el  parto desde  el  punto  de  vista anatómico y  biológico,  seguimos con  la  cultura  de  hacer  parir  a  la  mujer  en posición  de  litotomía por  falta  de  información  hacia  la  mujer  sobre  sus  derechos  a  elegir  la  posición  deseada;  porque  las  instituciones  de  salud  y  los  profesionales  no  están  preparados para  ofrecer este  tipo  de  atención,  y  porque  la mayoría de las  mujeres  consideran  esta  posición,  propia  de  las  culturas  incivilizadas.  No es menos  cierto  que  aún  faltan  variables  por  analizar, las mismas que están siendo tomadas en cuenta en el proyecto de investigación científica presentado por la  autora del  ensayo.

Metodología

El presente es un estudio observacional, comparativo, transversal. Se incluyó 160 mujeres aseguradas, sin complicaciones, en trabajo de parto, atendidas de junio de 2018 a diciembre de 2018, en Centro de Salud de Biblián. A 80 mujeres se atendió el parto en forma vertical (variedad sentada) y a 80 mujeres se atendió el parto en forma horizontal. Se realizó en el mismo lapso 113 partos verticales, pero se excluyeron 33 por haber recibido analgesia o inducción-acentuación del trabajo de parto. Se incluyó en el trabajo a las embarazadas con 36 semanas de amenorrea o más, sin complicación obstétrica ni antecedente de cesárea o solo una cesárea previa segmentaria transversa, feto único en presentación cefálica, compatibilidad fetopélvica. Es importante mencionar que se informó a las pacientes incluidas las dos alternativas de posición para el parto y se obtuvo la aceptación por una de las dos opciones.

En las pacientes que decidieron por el parto horizontal, éste fue realizado en la mesa de partos mecánica convencional que existe en la institución. El parto vertical fue realizado en la misma mesa, pero para alcanzar las exigencias propias de este parto, se hizo empleó el mecanismo para elevar el respaldar hasta 70º. Se mantiene a la paciente en esa posición hasta terminado el parto y el alumbramiento, luego de lo cual se la recuesta para realizar la sutura.  Las variables estudiadas fueron la percepción materna sobre variables relacionadas a la posición del parto.

La recolección de los datos de la historia y la entrevista fue realizada en formatos ad-hoc dentro de las dos horas del puerperio, en la Unidad de Puerperio Inmediato (UPI) a través de un cuestionario de 18 preguntas con opciones de respuestas cerradas, validado previamente por Calderón y col (2008). Se consideró dos formatos, uno para filiación y características de la atención del parto y el otro, un formulario de preguntas en relación a la percepción de la sensación de rapidez del parto, comodidad (escala numérica de comodidad), dolor (escala numérica para el dolor), satisfacción de ver o no la expulsión de su niño, la posibilidad de experimentar esta forma de parto vertical en un siguiente embarazo y si lo recomendaría a otras mujeres gestantes; así como, la comparación en relación al parto vaginal anterior para las que lo tuvieron.

Se realizó análisis descriptivos de las variables consideradas en frecuencia, porcentajes, promedios y desviación estándar para los dos grupos. Para el análisis estadístico, se utilizó las pruebas no paramétricas chicuadrado, U de Mann Whitney y la prueba paramétrica z de diferencias de proporciones. Se consideró un valor < 0,05 como significativo. Para el procesamiento de datos se usó el software estadístico SPSS. V.13, 0

Resultados y discusión

Al observar las respuestas dadas por las entrevistadas se pudo encontrar lo siguiente:

Cuadro n°1 Conocimiento en las mujeres embarazadas que asisten al Centro de Salud de Biblián sobre la existencia del parto vertical. 2018

 

Opción de respuesta

No

f

%

f

%

¿Conoce la opción de parto vertical?

40

25,0

120

75,0

                                        Fuente: Datos arrojados por el instrumento de recolección de datos.

 

En relación al conocimiento sobre la existencia de parto vertical se pudo encontrar que el 75% de las entrevistadas desconocía está practica de parto; sin embargo, un porcentaje considerable la conocía como opción. Es importante resaltar que 50% decidieron por alguna de las dos opciones y de éstas un 25%   a pesar de este porcentaje de desconocimiento prefirió la opción de parto vertical en lugar del tradicional parto horizontal.

 

Cuadro n°2 Experiencia de parto previo en las mujeres embarazadas que asisten al Centro de Salud de Biblián 2018

 

Opción de respuesta

No

f

%

f

%

¿Ha tenido parto horizontal previo?

99

61,9

61

38,1

¿Ha tenido parto vertical previo?

2

1,25

158

98,8

Tuvo parto horizontal, ¿el expulsivo fue rápido?

60

75,0

20

25,0

Tuvo parto vertical, ¿el expulsivo fue rápido?

75

93,8

5

6,3

                                                Fuente: Datos arrojados por el instrumento de recolección de datos.

 

 

 

Al analizar los resultados encontrados se pudo evidenciar que de las 160 mujeres entrevistadas 101ya habían tenido experiencia con algún tipo de parto, siendo el parto más frecuente el horizontal (61,9%).  Por otra parte se encontró que de aquellas que optaron por el parto horizontal, dentro de las ventajas el 75% consideró que el período expulsivo fue rápido. En ambos casos el período expulsivo fue considerado como rápido; sin embargo la mayor ponderación la obtuvo el parto vertical.

 

Cuadro n°3.  Percepción de comodidad en las mujeres embarazadas que asisten al Centro de Salud de Biblián 2018

 

Opciones de respuesta

Ninguno

Poco

Bueno

Muy cómodo

f

%

f

%

f

%

f

%

Qué tan cómodo fue este parto horizontal?

2

2,5

11

13,8

58

72,5

9

11,3

¿Qué tan cómodo fue este parto vertical?

0

0

0

0

51

63,8

29

36,3

                          Fuente: Datos arrojados por el instrumento de recolección de datos.

Con relación a la percepción de comodidad para la posición, existen diferencias significativas en la proporción de mujeres que percibieron la comodidad del parto vertical en relación a quienes tuvieron parto horizontal, encontrándose mayor comodidad entre quienes tuvieron parto vertical, al sumar las categorías de buena y muy cómoda. Esta investigación difiere en cuanto a los resultados encontrados en Giraldo y Cols quienes señalan al parto vertical relacionándolo con síntomas desagradables.

Cuadro n°3 Percepción sobre la naturalidad del parto y opciones futuras de las mujeres que asisten al Centro de Salud de Biblián 2018

Opciones de respuesta

Parto Horizontal

Parto vertical

Igual

f

%

f

%

f

%

¿Qué forma de parto le parece más fisiológica?

26

16,2

111

69,4

23

14,4

Si tuviera un nuevo parto, ¿qué opción preferiría?

29

18,1

112

70,0

19

11,9

                                              Fuente: Datos arrojados por el instrumento de recolección de datos.

 

En relación a la opción que preferiría, esta investigación concuerda con Cabrera y ArotingoL quienes señalan que en su investigación la posición de parto que prefirieron las madres entrevistadas fue la posición tradicional vertical, indicando que sigue una lógica natural por la gravedad y les permite sentirse más cómodas y relajadas. Según puede evidenciarse en esta investigación el 69,4% de las entrevistadas consideraron el parto vertical como fisiológico y del mismo modo el 70% señalaron que de tener otro parto elegirían el parto vertical.

Opciones de respuesta

Leve

Moderado

Intenso

Inimaginable

f

%

f

%

f

%

f

%

¿Qué tan doloroso fue este parto horizontal?

1

1

14

17,5

45

56,3

20

25,0

 ¿Qué tan doloroso fue este parto vertical?

8

10

22

27,5

40

50,0

10

12,5

                         Fuente: Datos arrojados por el instrumento de recolección de datos.

En cuanto a la percepción del dolor, se encontró que el 62,5% de quienes prefirieron el parto vertical el dolor fue catalogado como intenso y moderado, resultado que difiere de las evidencias médicas señaladas en la investigación de Cuestas y Delgados (2018) según la cual “las posturas verticales reducen las molestias lumbares y el dolor de las contracciones. Se liberan más endorfinas las "hormonas de la felicidad", que ejercen un poderoso efecto calmante en el organismo”. Al contrastarlo con el parto vertical se tiene que el 81,3% de aquellos que prefirieron el parto horizontal, manifestaron que el dolor es entre intenso e inimaginable.

Referencias

1.             Cabrera V, Arotingo F. Conocimiento, actitudes y prácticas culturales asociadas al parto de las madres y parteras Kayambis, pertenecientes a la comunidad de Angla de la provincia de Imbabura, septiembre a noviembre del 2016. Otavalo:; 2016

2.             Carvajal J, Ralph, C. (2017) Manual Obstetricia y Ginecología. Octava Edición Universidad Católica de Chile. Carvajal S. A., Colombia

3.             Diario “El Comercio. Intercultaridad y Sumakkawsay.2016 Disponible en a. http://www.elcomercio.com/opinion/interculturalidad-sumakkawsay-buenvivir-constitucion-juanvaldano.html

4.             Diario El telégrafo. El parto intercultural no solo está dirigido para madres indígenas. Agosto 2014.Disponible en: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/4/el-parto-intercultural-no-solo-esta-dirigido-para-madres-indigenas

5.             El Universo (2016) Parto por cesárea en las mujeres ecuatorianas. (Mayo 5 de 2016)

6.             Engelmann GJ. Labor among primitive peoples. St Louis: JH Chambers,1882.

7.             Flores R(2007). Historia del parto en el Ecuador. Guayaquil. Editorial  INDOAMERICA

8.             Giraldo I, Gonzales M, Claudia H. Experiencias de las mujeres durante el trabajo de parto y parto. AvEnferm. 2015; 33(2): p. 271-281.

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