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Agroforester�a como tecnolog�a social para la transformaci�n territorial: repensando el secuestro de carbono bajo el eje de la justicia clim�tica

 

Agroforestry as a social technology for territorial transformation: rethinking carbon sequestration under the axis of climate justice

 

Agroflorestas como tecnologia social para a transforma��o territorial: repensando o sequestro de carbono sob a �tica da justi�a clim�tica

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Correspondencia: kenner.clevel.altafuya@utelvt.edu.ec

 

 

Ciencias T�cnicas y Aplicadas

Art�culo de Investigaci�n

 

 

* Recibido: 01 octubre de 2025 *Aceptado: 08 de noviembre de 2025 * Publicado: �09 de diciembre de 2025

 

        I.            Universidad T�cnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas, Ecuador.

      II.            Universidad T�cnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas, Ecuador.

   III.            Universidad T�cnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas, Ecuador.

   IV.            Universidad T�cnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas, Ecuador.

Resumen

La agroforester�a se ve a la luz de una tecnolog�a social como una forma hol�stica de abordar la crisis clim�tica porque la mitigaci�n, la adaptaci�n y la justicia socio-territorial se co-definen. Este art�culo discute la agroforester�a como una alternativa al modelo agr�cola extractivista y representa una estrategia pragm�tica para la captura de carbono y la restauraci�n ecol�gica, mejorando la autonom�a productiva local. Se analiza c�mo los sistemas agroforestales diversifican los ingresos, reducen la dependencia de insumos externos y permiten mejorar las funciones del ecosistema, como la regulaci�n del agua, la acumulaci�n de carbono y la resistencia del suelo. Por ejemplo, desde un punto de vista biotecnol�gico, se muestra que el microbioma del suelo es un componente natural de la Agricultura Inteligente para el Clima, y su papel en la fertilidad, la estructura del suelo y la mitigaci�n de gases de efecto invernadero se vuelve mucho m�s fuerte. Se aborda adem�s el dilema �tico y pol�tico inherente a los mercados de carbono, y con ello la necesidad de la captura de carbono, porque solo la captura de carbono puede traer justicia clim�tica cuando los beneficios han sido repatriados y devueltos a los gestores de tierras en control de sus comunidades. Por �ltimo, se necesitar�a un sistema de implementaci�n regulatorio, financiero y de monitoreo s�lido para hacer de la agroforester�a una pol�tica integrada y sostenible, capaz de unir el conocimiento tradicional y los avances biotecnol�gicos para fortalecer la resiliencia clim�tica de Am�rica Latina.

Palabras clave: Agroforester�a; justicia clim�tica; captura de carbono; microbioma del suelo; agricultura inteligente para el clima.

 

Abstract
Agroforestry is viewed through the lens of social technology as a holistic approach to addressing the climate crisis because mitigation, adaptation, and socio-territorial justice are intertwined. This article discusses agroforestry as an alternative to the extractive agricultural model and represents a pragmatic strategy for carbon sequestration and ecological restoration, enhancing local productive autonomy. It analyzes how agroforestry systems diversify income, reduce dependence on external inputs, and improve ecosystem functions such as water regulation, carbon sequestration, and soil resilience. For example, from a biotechnological perspective, it demonstrates that the soil microbiome is a natural component of Climate-Smart Agriculture, and its role in soil fertility, structure, and greenhouse gas mitigation becomes significantly stronger. The ethical and political dilemma inherent in carbon markets is also addressed, and with it the need for carbon capture, because only carbon capture can bring climate justice when the benefits have been repatriated and returned to the land managers in control of their communities. Finally, a robust regulatory, financial, and monitoring implementation system would be needed to make agroforestry an integrated and sustainable policy, capable of uniting traditional knowledge and biotechnological advances to strengthen Latin America's climate resilience.

Keywords: Agroforestry; climate justice; carbon sequestration; soil microbiome; climate-smart agriculture.

 

Resumo

A agrofloresta � vista sob a �tica da tecnologia social como uma abordagem hol�stica para enfrentar a crise clim�tica, pois mitiga��o, adapta��o e justi�a socioterritorial est�o interligadas. Este artigo discute a agrofloresta como uma alternativa ao modelo agr�cola extrativista e representa uma estrat�gia pragm�tica para o sequestro de carbono e a restaura��o ecol�gica, fortalecendo a autonomia produtiva local. Analisa como os sistemas agroflorestais diversificam a renda, reduzem a depend�ncia de insumos externos e melhoram fun��es ecossist�micas como a regula��o h�drica, o sequestro de carbono e a resili�ncia do solo. Por exemplo, sob uma perspectiva biotecnol�gica, demonstra que o microbioma do solo � um componente natural da Agricultura Inteligente em Rela��o ao Clima, e seu papel na fertilidade, estrutura e mitiga��o dos gases de efeito estufa se torna significativamente mais forte. O dilema �tico e pol�tico inerente aos mercados de carbono tamb�m � abordado, assim como a necessidade de captura de carbono, pois somente ela pode trazer justi�a clim�tica quando os benef�cios s�o repatriados e devolvidos aos gestores de terras que controlam suas comunidades. Por fim, um sistema robusto de implementa��o regulat�ria, financeira e de monitoramento seria necess�rio para tornar a agrofloresta uma pol�tica integrada e sustent�vel, capaz de unir o conhecimento tradicional e os avan�os biotecnol�gicos para fortalecer a resili�ncia clim�tica da Am�rica Latina.

Palavras-chave: Agrofloresta; justi�a clim�tica; sequestro de carbono; microbioma do solo; agricultura climaticamente inteligente.

 

 

 

Introducci�n

El r�pido inicio de la crisis clim�tica tiene el potencial de acelerar la transici�n de la humanidad hacia sistemas agroalimentarios y pol�ticas territoriales profundamente alterados. Para reforzar la resiliencia de las comunidades en el manejo de un clima global incierto y asegurar el suministro de alimentos, las pr�cticas sostenibles se est�n convirtiendo en el tema estrat�gico esencial del presente. En tal situaci�n, la Agroforester�a (AF) constituye en este sentido no solo un enfoque agro-econ�mico convencional, sino tambi�n un sistema socio-ecol�gico completo que tiene grandes oportunidades para el control y la adaptaci�n al cambio clim�tico (Barlagne et al., 2021; Gonz�lez de Molina & L�pez-Garc�a, 2021). La agroforester�a incluye un esquema definido para el desarrollo sostenible de cultivos, �rboles, arbustos y ganado y tierra bajo la cobertura de la misma �rea productiva, y de esta manera, puede dar lugar a beneficios ambientales, econ�micos y sociales al mismo tiempo (Lacerda et al., 2020). Este m�todo de cultivo se implementa en modalidades, como el cultivo en callejones, sistemas silvopastoriles y diferentes situaciones cuando la biomasa arb�rea se incorpora en actividades agr�colas o ganaderas (Chamorro Vargas, 2024). Su car�cter interdisciplinario exige un conocimiento concurrente de las din�micas biof�sicas, la biomasa, los ciclos de nutrientes, las funciones del ecosistema y los aspectos socioecon�micos, culturales y organizativos de su viabilidad que subyacen a su sostenibilidad (Barrera-Siabato et al., 2025). Estas t�cnicas son necesarias para entender las tecnolog�as agroforestales (por ejemplo, la poda o el sombreado) como una innovaci�n cient�fica que mejora la gesti�n de la tierra (Morais-da-Silva et al., 2024). Adoptar la agroforester�a como una Tecnolog�a Social es la �nica manera de implementarla con �xito en las comunidades y depende de validarla en el n�cleo de la comunidad, lo que significa que debe adaptarse a las formas culturales locales y tradiciones locales, al conocimiento local y a las necesidades genuinas de los habitantes para la continuidad y apropiaci�n (De Gir�o Rodrigues Mello et al., 2025). Se ha demostrado que la AF tiene el potencial de ser un agente de restauraci�n ecol�gica, regeneraci�n del suelo y mejora de la biodiversidad en varios estudios, si el proceso se basa firmemente en una gobernanza territorial s�lida y la participaci�n de la comunidad (Jennison et al., 2023; Zerbe, 2022). Experiencias como el Proyecto de Agroforester�a Comunitaria Sostenible en Centroam�rica tambi�n mostraron que la existencia de t�cnicos locales, la comunicaci�n intercultural y el consentimiento libre, previo e informado son determinantes en el �xito de los procesos de innovaci�n territorial (Pinto & Almeida, 2025). Esta es una l�nea en la que la agroforester�a se estructura como un sistema complejo y hol�stico de mecanismos que finalmente logran la sostenibilidad ecol�gica como una pol�tica de incentivos co-construida social, financiera y ambientalmente basada en comunidades, instituciones y actores cient�ficos (Calero et al., 2025; Sosa et al., 2023). En consecuencia, avanzar hacia modelos de innovaci�n forestal respetuosos e inclusivos es crucial, dado que las soluciones basadas en ecosistemas deber�n ser parte de la ecuaci�n de mitigaci�n del cambio y justicia clim�ticos (Barlagne et al., 2021). Tres preguntas clave se han planteado para este art�culo al pensar en una transici�n agroforestal justa desde esta perspectiva:

1.      �Deber�a la captura de carbono beneficiar solo a los mercados internacionales o tambi�n a las comunidades rurales que est�n all� para proteger los territorios?

2.      �Puede la agroforester�a convertirse en una forma de resistencia contra el modelo agr�cola extractivo dominante?

3.      �Qu� papel juega la biodiversidad microbiana del suelo en la agricultura inteligente para el clima y la captura de carbono?

Este art�culo tiene como objetivo conceptualizar la agroforester�a como una Tecnolog�a Social de transformaci�n territorial y evaluar su potencial para remodelar la captura de carbono sobre la base de la justicia clim�tica a trav�s de una lectura integradora que articule frentes ecol�gicos, socioecon�micos y pol�ticos.

 

Desarrollo

Agroforester�a como Resistencia: Una Alternativa al Modelo Agr�cola Extractivista

1.      La L�gica del Extractivismo y Sus Consecuencias Socioambientales

En varios pa�ses de Am�rica Latina, el modelo dominante de agricultura todav�a opera bajo un enfoque extractivista: fuerte dependencia de los monocultivos, dependencia de insumos externos y especializaci�n del trabajo productivo. Estos sistemas producen fragilidades sustanciales en t�rminos econ�micos ya que dependen de mercados globales vol�tiles, fertilizantes a base de f�siles y cadenas de suministro externas que condicionan la estabilidad fiscal y productiva de las tierras rurales (Chamorro Vargas, 2024; Calero et al., 2025).

Esta dependencia replica injusticias hist�ricas y somete a las poblaciones locales a interrupciones ecol�gicas peri�dicas. El despojo de tierras y el crecimiento del agroextractivismo han provocado movimientos de resistencia territorial (por ejemplo, en la Pen�nsula de Yucat�n) contra la deforestaci�n y el desarrollo de la agricultura (Sosa et al., 2023). Este tipo de escenario indica que el extractivismo agr�cola no es solo un proceso productivo, sino una estructura de poder que cambia el lugar y socava la autodeterminaci�n comunitaria.

2.      Enfoque AF como estrat�gico para la diversificaci�n, resiliencia y multifuncionalidad

Frente a tal fragilidad estructural, la Agroforester�a proporciona una soluci�n alternativa impulsada por la diversificaci�n ecol�gica y econ�mica. Los Sistemas Agroforestales (AFS) consisten en combinar cultivos temporales con �rboles end�micos (por ejemplo) que proporcionan un ingreso continuo y facilitan una mayor estabilidad del sistema (Lacerda et al., 2020; Jennison et al., 2023).

Los AFS con cacao a menudo combinan pl�tano u otras especies herb�ceas como medio para obtener ingresos a corto plazo, y los �rboles forestales proporcionan sombra y, a largo plazo, almacenamiento de carbono y biomasa (Chamorro Vargas, 2024). Esta hibridaci�n proporciona una defensa efectiva contra los riesgos clim�ticos y econ�micos del monocultivo. Adem�s de esto, los �rboles en los AFS contribuyen a la supervivencia de importantes servicios ecosist�micos, incluyendo la gesti�n del agua, la retenci�n del suelo y los recursos de humedad en la estaci�n seca (Zerbe, 2022).

Y m�s especialmente en regiones tropicales, especies como Leucaena leucocephala a�aden nitr�geno al suelo, disminuyendo as� la dependencia de fertilizantes externos y facilitando la soberan�a productiva en un territorio (Barrera-Siabato et al., 2025). La agroforester�a en esta perspectiva es un m�todo, as� como una respuesta econ�mica y ecol�gica a esta expansi�n de la explotaci�n global, (De Gir�o Rodrigues Mello et al., 2025).

3.      Resistencia a Trav�s de los Ojos Epist�micos y Culturales

La agroforester�a tambi�n representa una negativa epist�mica. Los usos pasados de ella existen en la ancestralidad donde ocurri� antes de la agricultura industrial y data su origen desde la Edad Media europea hasta los sistemas andinos prehisp�nicos (Gonz�lez de Molina & L�pez-Garc�a, 2021). Cada territorio tiene su propio tipo de agroforester�a, su ubicaci�n, asociaciones de especies y t�cnicas adaptadas a su ecolog�a y sus cosmovisiones (Lacerda et al., 2020).

Esta variaci�n desaf�a la uniformidad impuesta por el monocultivo industrial y reafirma la relevancia del conocimiento local en la gesti�n sostenible del territorio (Sosa et al., 2023). Movimientos como la resistencia maya al agroextractivismo demuestran que la AF no se centra solo en el extremo de la productividad: se utiliza pol�ticamente como parte de la estrategia pol�tica y m�todo de defensa del territorio y el bosque (Sosa et al., 2023; De Gir�o Rodrigues Mello et al., 2025).

La Captura de Carbono: El Nudo Cr�tico Entre la Justicia Territorial y la Mercantilizaci�n

El potencial f�sico-ecol�gico de la captura de carbono (CC) en AF

De todos los mecanismos de recolecci�n de energ�a aplicados para generar carbono de manera sostenible a partir del uso del suelo (CC), la agroforester�a es uno de los tipos con mayor potencial para la captura de carbono (CC), ya que la biomasa arb�rea juega un papel central en la captura de CO₂ atmosf�rico (Jennison et al., 2023; Zerbe, 2022). En los sistemas silvopastoriles (como es el caso en M�xico con Leucaena leucocephala), los datos en proyectos de manejo agroecol�gico han reportado tasas de captura significativas (por encima de 100 t C ha⁻� a�o⁻�) (Barrera-Siabato et al., 2025). En la misma l�nea, especies vegetales del bosque como Tectona grandis (teca) tienen un alto crecimiento y biomasa a�rea, por lo que son una especie atractiva para el control clim�tico en el �rea SAF (Calero et al., 2025).

El cacao (Theobroma cacao) juega un papel significativo en t�rminos de la captura de carbono y la recuperaci�n de la estructura ecol�gica de los paisajes intervenidos (Chamorro Vargas, 2024; Jennison et al., 2023).

Problemas de financiamiento: mercados mundiales versus bien comunitario

Cuando la captura de carbono se entrelaza en los mercados voluntarios de carbono, surgen tensiones intensas entre la l�gica global de compensaci�n y los derechos territoriales de las comunidades locales (Barlagne et al., 2021). A pesar de la capacidad de los mercados de carbono para movilizar fondos para construir conservaci�n y restaurar, su l�gica transaccional a menudo privilegia las m�tricas mundiales sobre los impactos socioecol�gicos locales, reproduciendo desigualdades y produciendo decisiones que invisibilizan la complejidad territorial (Calero et al., 2025). Los proyectos de carbono a menudo pasan por alto que la mitigaci�n clim�tica est� conectada a la adaptaci�n territorial y no puede separarse de los estilos de vida de quienes controlan los bosques (Sosa et al., 2023). Esto transforma el carbono en un campo de contenci�n pol�tica y epistemol�gica.

Gobernanza del carbono y distribuci�n equitativa de beneficios

La justicia clim�tica requiere que vayamos m�s all� del 'derecho global a compensar' y cambiemos nuestra preocupaci�n: a nivel local, deber�amos mirar al derecho local a beneficiarse del carbono capturado en estos territorios (De Gir�o Rodrigues Mello et al., 2025). Esto requiere:

Definir derechos de propiedad sobre el carbono, por ejemplo, asegurar la participaci�n comunitaria: Es esencial que haya arreglos de gobernanza (Pinto & Almeida, 2025) que acepten a los actores principales como custodios del territorio. Una referencia paradigm�tica es el Sistema de Incentivos para Servicios Ambientales (SISA) en Acre (Brasil), que reconoce a los pueblos ind�genas y comunidades tradicionales como titulares leg�timos de los beneficios derivados de la reducci�n de la deforestaci�n (Barlagne et al., 2021; De Gir�o Rodrigues Mello et al., 2025). De esta manera, el carbono no es una nueva especie de apropiaci�n territorial, lo que enfatiza que la justicia clim�tica solo puede implementarse cuando sus beneficiarios son cuidadores de los bosques (Sosa et al., 2023).

 

Tabla 1. An�lisis comparativo del secuestro de carbono en SAF y su relevancia socioecon�mica

 

Frontera Biotecnol�gica: Microbioma del Suelo en la Agricultura Inteligente para el Clima (CSA)

El ecosistema del suelo es clave tanto para la captura de carbono como para la fertilidad: Para entender verdaderamente la agroforester�a, primero debemos comprender la salud del suelo, que es la piedra angular de la mitigaci�n clim�tica de la agricultura, de la fertilidad y de la resiliencia ecol�gica. Los microorganismos del suelo modulan la disponibilidad de nutrientes y determinan, adem�s de la estructura f�sica del suelo, la acumulaci�n de carbono org�nico, que es cr�tico para la adaptaci�n al cambio clim�tico (Barrera-Siabato et al., 2025; Lacerda et al., 2020).

En cultivos con altos niveles de agroforester�a, como el cacao, los �rboles de sombra proporcionan un entorno atractivo para que los microorganismos funcionales obtengan y utilicen el nitr�geno, mineralicen nutrientes, descompongan materia org�nica y mantengan el control biol�gico, los procesos funcionales b�sicos para la Agricultura Inteligente para el Clima (CSA).

La CSA tambi�n busca aumentar la resiliencia, la productividad y la reducci�n de emisiones, objetivos que requieren un microbioma saludable que resista el estr�s h�drico, t�rmico y qu�mico (Gonz�lez de Molina & L�pez-Garc�a, 2021; Jennison et al., 2023).

Agroforester�a como promotora de la salud del suelo

Un ecosistema que depende de especies de �rboles tropicales aut�ctonas apoya funciones clave del ecosistema en la fertilidad y la captura de carbono. Los sistemas agroforestales mejoran la diversidad microbiana; la retenci�n de agua; el ciclo de nutrientes; y facilitan la acumulaci�n de carbono tanto en la biomasa a�rea como en el suelo (Zerbe, 2022; De Gir�o Rodrigues Mello et al., 2025).

Los sistemas silvopastoriles y forestales contienen los materiales org�nicos acumulados m�s altos seg�n un an�lisis comparativo, lo que lleva a una mayor capacidad del suelo para almacenar carbono con el tiempo. De manera similar, se observa una relaci�n positiva entre mayor diversidad de �rboles y mayor diversidad microbiana, especialmente bacterias fijadoras de nitr�geno y solubilizadoras de fosfato, que apoyan a�n m�s la conexi�n entre pr�cticas tradicionales y la resiliencia del suelo (Barrera-Siabato et al., 2025).

Indicadores biotecnol�gicos y evaluaci�n del suelo

La evaluaci�n de la salud del suelo desde un punto de vista biotecnol�gico se ha desarrollado desde una perspectiva hist�rica y t�cnica, integrando indicadores ecol�gicos, biol�gicos y moleculares. La evoluci�n de herramientas m�s modernas permite una mejor comprensi�n de la estructura y funcionalidad de las comunidades microbianas, esencial para monitorear las intervenciones agroforestales (Calero et al., 2025).

Uno de los principales indicadores es:

�         Respiraci�n del suelo Refleja la actividad metab�lica microbiana y de las ra�ces, y sigue siendo uno de los indicadores m�s directos de la mineralizaci�n y el ciclo del carbono. Su medici�n es barata y accesible, lo que permite a los agricultores y laboratorios comunitarios implementarla.

�         Diversidad microbiana Esto implica la presencia de peque�os grupos con fijadores de nitr�geno o solubilizadores de fosfato u otros catalizadores de solubilizaci�n como importadores de nitr�geno. Pero medirlo es m�s f�cil decirlo que hacerlo, ya que el an�lisis de par�metros moleculares metagen�micos a menudo est� fuera del alcance de las comunidades rurales que carecen de sistemas de apoyo institucional robustos.

�         Materia org�nica del suelo Es cr�tico evaluar la salud, sostenibilidad, resiliencia y capacidad de captura de carbono. Pero su an�lisis es t�cnico y requiere equipo, y es una forma b�sica de evaluar proyectos de carbono.

Adem�s, las herramientas de transcript�mica y gen�mica funcional apoyan la detecci�n de especies vegetales mejor capacitadas para enfrentar el estr�s bi�tico y abi�tico, lo que juega un papel importante en el monitoreo, reporte y verificaci�n (MRV) para la captura de carbono (Barlagne et al., 2021).

Desaf�os con la accesibilidad e integraci�n, para que se pueda establecer una CSA justa; A pesar de los desarrollos metodol�gicos, estos avances no tienen un impacto directo en qu� indicadores biotecnol�gicos son accesibles (o c�mo se ve la accesibilidad real) y c�mo los agricultores y las comunidades pueden adoptarlos. Los esfuerzos para incorporar sensores, gen�mica o "gemelos digitales" en este contexto frecuentemente implican inversi�n, con competencias t�cnicas particulares y configuraciones institucionales que pueden no estar siempre disponibles en entornos rurales (Calero et al., 2025).

Para que la CSA y la agroforester�a sirvan como habilitadores de la justicia clim�tica, la biotecnolog�a debe convertirse en un habilitador de equidad y no en un obst�culo. Esto implicar�a el uso de laboratorios comunitarios, recursos de monitoreo f�cilmente disponibles y programas de capacitaci�n que confirmen cient�ficamente el conocimiento tradicional (Sosa et al., 2023).

Un enfoque estrat�gico no solo es utilizar parte de la financiaci�n de los cr�ditos de carbono para la infraestructura local en el monitoreo del suelo, sino tambi�n minimizar las brechas tecnol�gicas, mientras se mejora la capacidad de las comunidades para impulsar sus propios procesos de adaptaci�n.

 

 

Tabla 2. Indicadores de salud del suelo en agroforester�a: relevancia biotecnol�gica y accesibilidad

 

Conclusiones

De nuestro an�lisis, el concepto socio-tecnol�gico de la agroforester�a describe tres dimensiones importantes en t�rminos estrat�gicos: mitigaci�n de gases de efecto invernadero (GEI), adaptaci�n a la variabilidad clim�tica y justicia socio-territorial.

La agroforester�a es una resistencia estructural al modelo extractivista que restaura suelos, diversifica ingresos y reduce la dependencia de insumos externos como mecanismos para avanzar en la autonom�a productiva y ecol�gica de la comunidad.

Para desarrollarla a�n m�s, las pol�ticas p�blicas deben fomentar los sistemas de agroforester�a y promover la colaboraci�n comunitaria, institucional y de centros cient�ficos. Am�rica Latina, con su historia de resistencia territorial y su potencial biocultural, est� en una buena posici�n para liderar respuestas globales a la justicia clim�tica. La captura de carbono solo es justicia clim�tica si los beneficios se devuelven a quienes gestionan los territorios.

Modelos como el Sistema de Incentivos Ambientales de Acre demuestran que se pueden desarrollar reg�menes legales para reconocer los derechos territoriales sobre el carbono.

Finalmente, es imperativo que la biotecnolog�a se incluya de manera inclusiva y gradual, mediante la construcci�n de capacidades locales y el respeto al conocimiento tradicional. Solo de esta manera se puede confirmar la agroforester�a como el instrumento predominante para la transici�n ecol�gica equitativa, duradera e inclusiva.

 

 

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