Introducción: La enfermedad de Lyme representa un desafío diagnóstico importante debido a su amplia variabilidad clínica y a las limitaciones de las herramientas diagnósticas disponibles. El diagnóstico temprano y diferencial es esencial para evitar complicaciones graves y tratamientos inapropiados.

Métodos: Se realizó una revisión sistemática de la literatura siguiendo las directrices PRISMA 2020. La búsqueda bibliográfica se llevó a cabo en las bases de datos PubMed, Scopus y Web of Science, abarcando publicaciones entre enero de 2020 y diciembre de 2025. Se aplicaron criterios de inclusión y exclusión definidos previamente, y el proceso de selección fue realizado de forma independiente por tres revisores.

Resultados: Los estudios seleccionados evidenciaron múltiples desafíos en el diagnóstico temprano de la enfermedad de Lyme, entre ellos la baja sensibilidad de las pruebas serológicas en etapas iniciales, la variabilidad en las manifestaciones clínicas, la dificultad para diferenciar la enfermedad de otras patologías autoinmunes e infecciosas, y la necesidad de herramientas diagnósticas más específicas y sensibles.

Conclusiones: El diagnóstico temprano y diferencial de la enfermedad de Lyme continúa representando un reto significativo. Es imprescindible mejorar las estrategias diagnósticas, desarrollar biomarcadores más precisos y fomentar la educación médica continua para optimizar el reconocimiento y manejo oportuno de esta enfermedad.