Polo del Conocimiento, Vol 10, No 5 (2025)

 

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Parasitosis intestinal y par�metros hem�ticos en pacientes que acuden al Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical, Montecristi

 

Intestinal parasitosis and blood parameters in patients attending the Godmedical Clinical Bioanalysis Laboratory, Montecristi

 

Parasitoses intestinais e par�metros sangu�neos em doentes observados no Laborat�rio de Bioan�lise Cl�nica Godmedical, Montecristi

Narcisa Jes�s Carre�o Palma I
Carreno-narcisa5433@unesum.edu.ec
https://orcid.org/0000-0003-2875-2602
Anita Mar�a Murillo Zavala II
Anita.murillo@unesum.edu.ec
https://orcid.org/0000-0003-2896-6600
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: narcisa0397@hotmail.com

 

 

Ciencias de la Salud

Art�culo de Investigaci�n

 

* Recibido: 26 de marzo de 2025 *Aceptado: 24 de abril de 2025 * Publicado: �13 de mayo de 2025

 

       I.          Universidad Estatal del Sur de Manab�, Estudiante de la Maestr�a de Laboratorio Cl�nico, Departamento de Posgrado, Jipijapa, Ecuador

     II.          Universidad Estatal del Sur de Manab�, PhD., Docente Titular de la Carrera Laboratorio Cl�nico, Facultad Ciencias de la Salud, Jipijapa, Ecuador.

 


Resumen

La parasitosis intestinal es un problema de salud p�blica mundial que afecta predominantemente a la poblaci�n debido a sus elevados �ndices de morbilidad. Esta infecci�n parasitaria desencadena alteraciones hematol�gicas debido al grado de infestaci�n, aqu� toma parte la variaci�n de la respuesta inmune, las consecuencias cl�nicas y puede variar seg�n la edad. Teniendo como objetivo evaluar la parasitosis intestinal y par�metros hem�ticos en los pacientes que acuden al Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical, Montecristi 2023 - 2024. La metodolog�a de estudio fue anal�tica transversal con enfoque retrospectivo, los datos fueron analizados mediante el programa SPSS Statistic 27, con una muestra de 255 pacientes, el 58.04% eran mujeres y el 41.96% eran hombres, la edad media fue x̄= 33 a�os. El 66.7% estaban monoparasitados y el 33.3% poliparasitados, el par�sito m�s frecuente ante la poblaci�n de estudio fue Entamoeba coli con el 71.8%, seguido por complejo de Entamoeba con el 50.6%, Iodamoeba butschlii 11.4%, Giardia lamblia 0.8%, Blastocystis hominis 0.08% y en menor proporci�n Endolimax nana 0.04%. En los valores hematol�gicos solo el VCM tuvo asociaci�n significativa p=0.05 con Endolimax nana y Blastocystis hominis. En conclusi�n, los valores hematol�gicos se encontraron dentro de los niveles normales, por lo tanto, no hay relaci�n entre ambas variables, si, embargo estad�sticamente el VCM mostr� una asociaci�n entre Endolimax nana y Blastocystis hominis, esto no implica necesariamente la existencia de una relaci�n entre el VCM y las formas parasitarias, porque el porcentaje de los pacientes parasitados por Endolimax nana y Blastocystis hominis eran relativamente bajos.

Palabras Clave: �ndices hematol�gicos; par�sitos y VCM.

 

Abstract

Intestinal parasitosis is a global public health problem that predominantly affects the population due to its high morbidity rates. This parasitic infection triggers hematological alterations due to the degree of infestation, here the variation of the immune response, the clinical consequences take part and can vary according to age. With the objective of evaluating intestinal parasitosis and hematological parameters in patients attending the Godmedical Clinical Bioanalysis Laboratory, Montecristi 2023 - 2024. The study methodology was cross-sectional analytical with a retrospective approach, the data were analyzed using the SPSS Statistic 27 program, with a sample of 255 patients, 58.04% were women and 41.96% were men, the average age was x̄ = 33 years. 66.7% were monoparasitized and 33.3% polyparasitized, the most frequent parasite in the study population was Entamoeba coli with 71.8%, followed by Entamoeba complex with 50.6%, Iodamoeba butschlii 11.4%, Giardia lamblia 0.8%, Blastocystis hominis 0.08% and to a lesser extent Endolimax nana 0.04%. In the hematological values ​​only the VCM had a significant association p = 0.05 with Endolimax nana and Blastocystis hominis. In conclusion, the hematological values ​​were found within normal levels, therefore, there is no relationship between both variables, however, statistically the MCV showed an association between Endolimax nana and Blastocystis hominis, this does not necessarily imply the existence of a relationship between the MCV and the parasitic forms, because the percentage of patients parasitized by Endolimax nana and Blastocystis hominis were relatively low.

Keywords: Hematological indices; parasites and MCV.

 

Resumo

As parasitoses intestinais s�o um problema de sa�de p�blica mundial que afeta predominantemente a popula��o devido �s suas elevadas taxas de morbilidade. Esta infe��o parasit�ria desencadeia altera��es hematol�gicas devido ao grau de infesta��o. Este � influenciado por varia��es na resposta imunit�ria e consequ�ncias cl�nicas, que podem variar consoante a idade. O objetivo foi avaliar as parasitoses intestinais e os par�metros sangu�neos em doentes atendidos no Laborat�rio de Bioan�lise Cl�nica Godmedical, Montecristi 2023 - 2024. A metodologia do estudo foi anal�tica transversal com uma abordagem retrospetiva, os dados foram analisados ​​utilizando o programa SPSS Statistic 27, com uma amostra de 255 doentes, 58,04% eram mulheres e 41,96% eram homens, a m�dia de idades foi de x̄= 33 anos. 66,7% eram monoparasitados e 33,3% poliparasitados, o parasita mais frequente na popula��o estudada foi Entamoeba coli com 71,8%, seguido de Entamoeba complex com 50,6%, Iodamoeba butschlii 11,4%, Giardia lamblia 0,8%, Blastocystis hominis 0,08% e em menor extens�o Endolimax nana 0,04%. Nos valores hematol�gicos apenas o VCM apresentou uma associa��o significativa p=0,05 com o Endolimax nana e Blastocystis hominis. Concluindo, os valores hematol�gicos encontraram-se dentro dos n�veis normais, n�o existindo, por isso, rela��o entre ambas as vari�veis, no entanto, estatisticamente o VCM apresentou uma associa��o entre o Endolimax nana e o Blastocystis hominis, isto n�o implica necessariamente a exist�ncia de uma rela��o entre o VCM e as formas parasit�rias, uma vez que a percentagem de doentes parasitados por Endolimax nana e Blastocystis hominis foi relativamente baixa.

Palavras-chave: �ndices hematol�gicos; parasitas e VCM.

 

Introducci�n

La parasitosis intestinal representa un asunto de salud p�blica de gran relevancia que afecta predominantemente a los ni�os, causando resultados negativos como la anemia leve o moderada (1). Esta situaci�n tiene implicaciones profundas en el progreso de los infantes, afectando tanto su rendimiento escolar como su desarrollo adecuado (2). Son afecciones con un elevado �ndice de morbimortalidad en los infantes, asociadas a la pobreza condiciones deficientes de higiene y salud (3). Se ha notado una incidencia debido a la inmigraci�n, viajes a nivel nacional o mundial y adopciones de ni�os provenientes de otros pa�ses (4).

La Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS) indica que cerca de 450 millones de individuos padecen de infecciones parasitarias, esto se atribuye a la inmadurez inmunol�gica y malos h�bitos higi�nicos de los ni�os ocasionado por el contacto directo con la tierra, generando un problema de salud p�blica, en las indagaciones internacionales detallan que en �reas rurales se observan m�s casos de parasitosis (5).

En los pa�ses de Am�rica Latina la incidencia de la parasitosis intestinal es superior en comparaci�n con los pa�ses o lugares que se encuentran desarrollados, en donde totalmente es inferior al 30% en contraste con Am�rica que presenta una prevalencia entre el 20% al 30%, este fen�meno est� �ntimamente vinculado con la falta de medidas de higiene, consumo de agua sin tratar,� manejo incorrecto de los residuos y la� falta de conocimiento sobre la propagaci�n de enfermedades parasitarias, todo esto constituyen factores relacionados a la alta prevalencia en pa�ses en v�as de desarrollo (6).La parasitosis intestinal en Ecuador es un problema de salud p�blica, por sus altos �ndices de morbilidad amonestando sobre todo a la poblaci�n m�s sensible que son los ni�os que est�n en la etapa vital de su desarrollo f�sico y cognitivo, provocando un numero relevante de contaminaciones en la poblaci�n inofensiva que es la m�s afectada del pa�s (7).

 

La detecci�n de la parasitosis intestinal se fundamenta en la identificaci�n microsc�pica su forma parasitaria, como los trofozo�tos, quistes y huevos o larvas de helmintos de las heces fecales, en donde su identificaci�n (8) para un buen diagn�stico hay que tomar en cuenta varios factores que son importantes al otorgar o dar un resultado: la entrega de muestras apropiadas, la calidad de las mismas y formaci�n del personal (9).

Las infecciones parasitarias establecen un problema significativo de salud p�blica en las poblaciones susceptibles de los pa�ses en v�a de desarrollo (10). Esta patolog�a es una complicaci�n de salud a nivel mundial (11). La formaci�n de los individuos en las localidades es importante en temas de infecciones parasitarias, en donde la falta de educaci�n higi�nica es uno de los componentes para el crecimiento de la parasitosis �(12).

Esta afecci�n parasitaria desencadena una alteraci�n hematol�gica debido al grado de infestaci�n, aqu� toma parte la variaci�n de la respuesta inmune, las consecuencias cl�nicas y puede variar seg�n el grupo etario (13, 14). Es de suma importancia recordar que el hemograma es una ayuda relevante utilizada en la pr�ctica cl�nica que nos permite hacer diagn�stico por s� mismo, siendo la cl�nica del paciente el hecho orientador fundamental (15, 16).

Cabe mencionar que en Ecuador la parasitosis intestinal infantil forma parte de las enfermedades infecciosas desatendidas, el cual, la zona rural predomina con el parasitismo (17). Con estos antecedentes esta problem�tica merece un trabajo posterior de investigaci�n, de relevancia cl�nica en diferentes edades.

Objetivo General

Evaluar la parasitosis intestinal y par�metros hem�ticos en pacientes que acuden al Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical, Montecristi 2023 � 2024

 

 

Objetivo espec�fico

  • Describir las formas parasitarias de las muestras de heces en los pacientes que acuden al Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical
  • Analizar par�metros hem�ticos en pacientes que acuden al Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical.
  • Relacionar las formas parasitarias y par�metros hem�ticos de los pacientes atendidos en el Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical

Justificaci�n

Con esta investigaci�n se busca analizar la relaci�n entre la parasitosis intestinal y los par�metros hem�ticos en los pacientes que acuden al Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical, tras realizar esta b�squeda no se hall� suficiente informaci�n local, no obstante, existen estudios que indican que la parasitosis intestinal en mujeres embarazadas reduce los niveles de HGB, HCT, MCV, MCH, MCHC (18), lo que result� de gran relevancia para la idea de esta investigaci�n.

De acuerdo a la investigaci�n ��Prevalencia de parasitosis intestinal en ni�os, h�bitos de higiene y consecuencias nutricionales�� se indica que los ni�os en etapa escolar poseen una prevalencia moderada de par�sitos (19), el �ndice parasitario se encuentra en las poblaciones de diversas edades y cultura por el cual esto respalda la importancia de realizar valoraciones anal�ticas utilizando biometr�as hem�ticas completas (20).

El saber cient�fico acerca de la parasitosis intestinal (PI) sigue siendo un asunto de salud p�blica en pa�ses en desarrollo y sus elementos relacionados han aportado de manera id�nea a la sociedad para reducir la contaminaci�n, transmisi�n e infecci�n de esta enfermedad (21).

Algunas investigaciones han revelado que las infecciones parasitarias suelen causar variaci�n en los resultados de los par�metros hem�ticos, el estudio de estas variaciones puede otorgar informaci�n precisa para un diagn�stico cl�nico. Al mismo tiempo, esta indagaci�n puede tener un impacto positivo a una intervenci�n futura tanto educativa como preventiva y poder incentivar a los profesionales de salud a generar programas orientados a mejorar las condiciones de higiene en la poblaci�n de estudio para prevenir las infecciones parasitarias. Es por esta raz�n que la presente investigaci�n es de gran relevancia en el contexto, por lo que aspira a continuar contribuyendo significativamente al saber cient�fico, de esta manera poder llenar esos vac�os que existen ante los profesionales de salud y aclarar dudas acerca de la tem�tica, mediante esta indagaci�n se busca dar a conocer a la poblaci�n que aunque parezca un tema no tan relevante en el cant�n Montecristi, sin duda alguna, la parasitosis intestinal se presenta en las diferentes etapas de la vida desestabilizando la salud humana y ocasionando una alteraci�n en los resultado hematol�gico del paciente.

Fundamentaci�n te�rica

Antecedentes

Tarqui y col. (22), en Per� del 2019, llevaron a cabo la investigaci�n de ��Evaluaci�n y m�todos de concentraci�n y purificaci�n de Giardia spp a partir de muestras coprol�gicas�� en su estudio observacional descriptivo, utilizaron 100 muestras fecales humanas positivas a Giardia spp obtenidas por muestreo no probabil�stico, en donde, aplicaron cuatros m�todos de concentraci�n por sedimentaci�n espontanea en tubo (TSET), Faust, gradiente de sacarosa de una fase y gradiente de sacarosa de dos fases, el cual, alcanzo resultados significativos (121 903 quistes/ml). Se concluye que el m�todo m�s eficaz para la concentraci�n y purificaci�n de quiste de Giardia spp a partir de muestras coprol�gicas es el m�todo de gradiente de sacarosa de dos fases lo que facilitar� los cultivos in vitro.

Cando y col. (23), de acuerdo al estudio publicado en Ecuador del 2023 acerca de ��Parasitosis intestinal y su relaci�n con el estado nutricional en personas de la tercera edad��, indicaron en su estudio transversal que el 54% de la poblaci�n estudiada presento par�sitos intestinales, en donde, el 28% present� Entamoeba coli, el 15% Entamoeba hystolitica y el 5% Endolimax nana. Se concluye que para determinar la correlaci�n entre el estado nutricional y parasitosis en los pacientes no existe relaci�n significativa como tal entre las variables como hemoglobina, glucosa, albumina y fosfatasa alcalina frente a la parasitosis intestinal.

Graterol y col. (24), en Venezuela del 2023, en la investigaci�n ��Relaci�n de parasitosis intestinal y par�metros bioqu�micos y hematol�gicos en ni�os de la comunidad de Trincheras��, mediante su estudio descriptivo correlacional y dise�o de campo transversal obtuvieron que el 79.5% de los ni�os estudiados presentaron poliparasitismo siendo los m�s notables Blastocystis spp. y Endolimax nana, los valores de hemoglobina, hematocrito y leucocitos fueron normales en la mayor�a de la poblaci�n estudiada, mientras que, el 45.2% de los poliparasitados presentaron neutrofilia y linfopenia, as� mismo, el 19.4% de los ni�os monoparasitados presentaron eosinofilia leve. En s�ntesis, no existe asociaci�n estad�sticamente significativa entre los par�metros hematol�gicos, bioqu�micos y la presencia de parasitismo, sin embargo, las variaciones hematol�gicas como neutrofilia, linfopenia y eosinofilia leve se da por geohelmintos, factor asociado a helmintiasis intestinal y podr�an indicar h�bitos de fecalismo dentro de la comunidad.

Acosta J. (25), Ambato en el 2023 llevo a cabo su estudio de ��Parasitosis intestinal y su relaci�n con anemia y desnutrici�n�� de manera descriptiva, cuantitativa y transversal, con participaci�n de 103 ni�os, el 49.5% de la poblaci�n se encontr� parasitada y el 50.5% no presento par�sitos predominando Blastocystis spp con el 42.2%, Entamoeba coli 37.5%, Endolimax nana 17.2%, Giardia lamblia 1.5% y Hymenolepis nana 1.5%. Se concluye que la presencia de par�sitos estuvo en la mayor�a de los pacientes con los niveles hematol�gicos como la hemoglobina normal.

De la Torre y col. (26), Ecuador en el 2023 propuso realizar un estudio de ��Parasitosis intestinal en ni�os en el cant�n de Ambato-Ecuador��, por medio de un an�lisis observacional, descriptivo, prospectivo y transversal donde se estudiaron 153 ni�os mediante un estudio probabil�stico, en donde, el 77.1% era de ni�os poliparasitados, el 23% eran ni�os monoparasitados, siendo el Blastocystis spp. el m�s frecuentado en los ni�os con un 47.6%. Los ni�os de aquella comunidad presentan una alta frecuencia de parasitosis intestinal, por lo que es importante fomentar campa�as de prevenci�n y tratamiento antiparasitarios y as� poder disminuir la prevalencia de estos agentes.�

Andrade y col. (27), Guayas en el a�o 2022 en su publicaci�n de ��Anemia, estado nutricional y parasitosis intestinal�� en su estudio descriptivo de corte transversal obtuvieron que el 24.14% de los ni�os estudiados presentaron anemia, al igual que los ni�os parasitados tambi�n ten�an anemia siendo los protozoarios m�s predominantes que los helmintos. Se evidenci� en este estudio de manera concluyente que la deficiencia nutricional esta significativamente asociadas a anemia e infestaci�n por par�sitos intestinales en ni�os menores de cinco a�os en la provincia del Guayas.

Trujillo y col. (28), M�xico en la publicaci�n del 2022 de ��Parasitosis y anemia en ni�os�� mediante un estudio descriptivo, prospectivo y longitudinal, se encontr� una prevalencia de parasitosis del 46.4% en donde predomino la infecci�n por protozoarios con un 98.7% de los casos, el 11.6% de los ni�os ten�an anemia y el 4.4% correspondi� a anemia por deficiencia de hierro. Se concluye que la anemia que presentaba los ni�os estudiados se asoci� con la presencia de par�sitos (p=0.05), no se observaron factores de riesgos relacionados a la poblaci�n de estudio, pero parad�jicamente se encontr� E. nana.

Oceguera y col. (29), M�xico en el 2022 en la publicaci�n de parasitosis en las escuelas mediante su estudio prospectivo transversal, a trav�s de tres muestras coproparasitol�gicas seriadas y encuestas dio como resultado el 30.3% de infestaci�n por par�sitos intestinales y se identificaron m�s de cinco par�sitos, Blastocystis spp 76.4%, y Entamoeba histolytica 11.7%. La frecuencia de parasitosis intestinal en los ni�os de la escuela es relevante, ayudar a implementar estrategias para su prevenci�n.

Delgado y col. (30), Per� en el 2021, realizaron un estudio descriptivo para evaluar la prevalencia de anemia en ni�os y adultos con parasitosis, los resultados indicaron que el 35% de la poblaci�n estudiada presentaba par�sitos intestinales y la poblaci�n que presento anemia fue el 4% prevaleciendo en ni�os menores a cinco a�os. Los investigadores concluyeron que se encontr� una correlaci�n positiva y relevante entre la variable anemia estudiada y el parasitismo presentado en la poblaci�n de estudio.

Blas y col.(31), en Per� en el a�o 2021, de acuerdo a la publicaci�n de parasitosis y anemia en ni�os, mediante un estudio descriptivo y retrospectivo con un dise�o no experimental, se estudiaron 1097 ni�os que acuden al centro de salud Altoandina, en donde el 83% de los ni�os parasitados presentan anemia leve, el 17% padec�an anemia moderada; el 83.7% eran ni�as y el 82.3% eran ni�os, de los cuales el 53.3% fueron ni�as parasitadas y el 46.7% fueron ni�os parasitados. En los lugares alto de Per� los ni�os presentan anemia leve significativamente, se evidencio un porcentaje considerable de parasitosis intestinal en ambos sexos lo que implica que la parasitosis intestinal no necesariamente es un factor predominante para la anemia.

Parasitosis intestinal

Las parasitosis intestinales son afecciones del sistema digestivo que pueden originarse al consumir quistes de protozoos, huevos o larvas de gusanos, o por la penetraci�n de larvas por v�a transcut�nea desde el suelo. Cada par�sito llevara a cabo un trayecto particular en el hu�sped e impactara a uno o varios �rganos, seg�n sea el recorrido. Estas alteraciones se pueden categorizarse en funci�n del tipo del par�sito y la afectaci�n que provoquen en los diferentes �rganos y sistemas.

Dientamoeba fragilis

Dientamoeba fragilis es un protozoo del tracto intestinal fue identificado hace un siglo, y se defini� como responsable de diversos (32). La fase vital de D. fragilis no est� a�n establecida como tal, es por esto que se desconoce la v�a de transmisi�n y parte de sus propiedades morfol�gicas, ya que estas eran m�s similares a la de un flagelo, aunque carece de aquello, pertenece a la clase Zoomastigophorea del orden Trichomonadidae y de la familia Monocercomonadidae, los hospedadores de este par�sito aparte de los humanos tambi�n se han identificado como reservorio en animales� (33). Cabe mencionar que los progresos moleculares de la serie del ARN de la subunidad menor ribosomal (ssARNr) de los parabas�lidos han dado a conocer una conexi�n familiar profunda entre estos dos par�sitos, D. fragilis e H. meleagridis y han evidenciado que ambos son protozoos microaer�filos, carentes de mitocondrias y peroxisomas que forman vacuolas de diferentes tama�os (34).

Cl�nica

Se ha estimado como un organismo comensal, se asocia a cuadros de enteritis y enterocolitis, molestia gastrointestinal, evacuaci�n liquida de color verde amarillento, heces sanguinolentas y blandas, agotamiento, angustias, v�mitos, p�rdida de peso, flatulencia, tenesmo (35).

Diagn�stico

El an�lisis de la biometr�a completa puede demostrar eosinofilia hasta con el 50% de pacientes infectados, para confirmar el diagn�stico es a trav�s de un frotis con heces frescas con tinci�n, ya que los protozoos se deterioran al poco tiempo de dejar el hospedador. Existen otros m�todos como la inmunofluorescencia y PCR en tiempo real (reacci�n en cadena de la polimerasa) Metronidazol 500-750 mg/8h, Paramomicina: 500 mg/8h por 7 d�as (36) (37).

Balantidium coli

Balantidium coli es el �nico parasito protozoario humano con cilios primero se describi� en las heces de los pacientes con diarrea disent�rica (38). Se localiza en zonas t�rridas con situaci�n sanitaria deficiente, este protozoo usa ciertos animales como reservorios en primera l�nea como cerdos, ratas, entre los hospedadores homeotermos (39).

Cl�nica

Las deposiciones fecales incluyen una cantidad considerable de moco, pero casi nunca hay presencia de sangre en las heces. Puede presentarse �lceras fulminantes con orificios en el intestino produciendo hemorragias internas, shock e inclusive el fallecimiento (40).

Diagn�stico

Examen directo de heces utilizando t�cnicas de sedimentaci�n como el formol-acetato de etilo y t�cnicas como la flotaci�n a trav�s de Willis con soluci�n saturada de cloruro de sodio y Sheather con soluci�n sobresaturada de sacarosa (41).

Tratamiento

Metronidazol, calculando el peso del paciente para su correcta posolog�a (42).

 

 

Giardia lamblia

La giardiasis es una enfermedad provocada por el protozoario Giardia lamblia, tambi�n conocido como G. intestinalis y G. duodenalis, que habita en el duodeno y la parte superior del yeyuno (43).

Cl�nica

Expresan fatigas disp�pticas, vinagreras o regurgitaciones, desechos grasos con mal olor, dolor abdominal o diarrea y en situaciones graves s�ndrome de malabsorci�n (44).

Diagn�stico

Determinar directamente quistes en las heces o de trofozo�tos, se aconseja realizar la t�cnica de ELISA en heces frescas (Ag de G. lamblia) (45).

Tratamiento

Metronidazol 15-30 mg tres veces diarias, durante 5-7 d�as, tinidazol, 50 mg una dosis diaria y solo por un d�a o mepacrina a 8 mg cada ocho horas durante 5 d�as (46).

Entamoeba histolytica

Es un protozoo que viene del filo Sarcomastigophora la infecci�n es por la ingesti�n de quistes que se encuentren en aguas y alimentos contaminados (47).

Cl�nica

Deposiciones con moco y sangre en las heces, dolor o molestia abdominal se presenta con c�lico intestinal (48).

Diagn�stico

A trav�s de la observaci�n de quistes en deposici�n fecal o de trofozo�tos, tambi�n la prueba reacci�n de cadena de polimerasa en tiempo real (49).

Tratamiento �

Emetina dosis de 1 mg al d�a durante 10 d�as, metronidazol para amebiasis intestinal 400 a 800 mg por cinco d�as, ioduro de bismuto y emetina 180 mg por la noche por 10 d�as de preferencia tomarlo 30 minutos antes de ingerir un antiem�tico y cloraquina 600 mg e ir bajando la dosis (50).

Cryptosporidium parvum

Es un coccidio protozoario de distribuci�n global, id�nea en generar infecci�n en los humanos, son causa com�n de enfermedades parasitarias en donde la infecci�n acontece al consumir los oocitos existentes en v�veres y aguas contaminadas. Despu�s de consumir oocitos en alimentos o aguas contaminadas, se liberan esporozo�tos que tienen la destreza de ajustarse al borde del cepillo de las c�lulas epiteliales del intestino. Este se reproduce de manera asexual o sexualmente estando esta �ltima mediante formaci�n de gametos, su alianza y la formaci�n de nuevos oocitos son descartados junto a la deposici�n fecal ocasionando la posible infecci�n del paciente (51).

Cl�nica

Las manifestaciones cl�nicas pueden ser variadas en las que se pueden ser con s�ntomas o sin s�ntomas, mostrando malestar abdominal, fiebre elevada, n�useas, v�mitos y se�ales de deshidrataci�n con p�rdida de peso (52).

Diagnostico

Examen de microscopia directa de heces fecales, t�cnicas de PCR y para la identificaci�n t�cnicas como la de EIA (enzimoinmunoan�lisis) en las heces, con alta sensibilidad y especificidad (53).

Tratamiento

Nitazoxamida, en dosis de 100 mg dos veces al d�a por 3 d�as; paramomicina,en dosis de 25-35 mg por ocho horas, durante 10 d�as (54).

-        Helmintos

Los helmintos son seres multicelulares con ciclos de vida compuestos y que pueden inducir enfermedades en sus v�as de infestaci�n, estos par�sitos pluricelulares forjan resistencias a un ritmo m�s pausados que los unicelulares. El contagio se produce a trav�s de la degluci�n de alimentos contaminados, sin embargo, ciertas especies tambi�n tienen la capacidad de infiltrarse en el cuerpo a trav�s de la piel o mediante vectores (55).

Nem�todos (gusanos cil�ndricos)

Los nem�todos son gusanos esf�ricos y cil�ndricos que infectan al ser humano, entre ellos son: Enterobius vermicularis, Trichuris trichiura (tricocefalosis), �scaris lumbricoides, Necator americanus, Ancylostomas duodenale (uncinarias), Strongyloides stercoralis (56).

Enterobius vermicularis

La hembra se traslada hasta la regi�n perianal especialmente en las noches para la puesta de sus huevos el cual se quedan adheridos en piel y en los m�rgenes de ano, en su totalidad la infecci�n puede ser asintom�tica (57).

Cl�nica

Prurito anal o sensaci�n de presentar cuerpo extra�o, incursi�n genital provocando molestias de vulvovaginitis, trastornos de conducta, molestias nocturnas, irritabilidad y mayor agresividad en el rascado que en ocasiones puede ser repetido, suele pasar que se relacione con que el paciente haga rechinar los dientes cuando este expuesto ante la infecci�n, pero cient�ficamente no est� demostrada su correlaci�n con este tipo s�ntomas que tradicionalmente se relacionen con la presencia de la infecci�n por enterobiasis (58).

Diagnostico

Uno de los m�todos m�s mencionados es el reconocimiento mediante el Test de Graham aqu� se apoya con una cinta adhesiva transparente, se la coloca en la zona perianal del paciente por la noche para despu�s ser visualizada directamente en caso de que se encuentren huevos del par�sito.

Tratamiento

Mebendazol con dosis �nica de 100 mg es recomendable repetir el tratamiento despu�s de quinces d�as (59).

Trichuris trichiura

Es un geohelminto su ciclo de vida comienza con la liberaci�n de huevos no embrionados procedente de alimentos, tierra o aguas contaminadas, la carga global de la infecci�n est� estrechamente relacionada con la alta intensidad de infecci�n ya que a veces suelen ser cl�nicamente asintom�ticas (60) .

Cl�nica

La cl�nica depende del grado de la carga parasitaria como el dolor estomacal, diarrea, vomito, deposiciones diarreicas, deposiciones con moco sanguinolentas con prolapso rectal, p�rdida de apetito y en ocasiones retraso en el desarrollo f�sico (61).

Diagn�stico

En base a su diagn�stico su observaci�n de huevos es en heces fecales, con preparaci�n de soluci�n salina o con tinci�n de Lugol para poder visualizar de mejor manera su estructura (62).

Tratamiento y prevenci�n

El m�s utilizado es el mebendazol de 100 mg con dosis �nica, seguido del albendazol de 200 o 400 mg (63).

Nematodos

Ascaris lumbricoides

Es el m�s usual siendo el gusano que m�s parasita al ser humano, tiene forma cil�ndrica y se puede diferenciar de su g�nero seg�n el tama�o de las larvas, cabe mencionar que los huevos f�rtiles son ovalados y su ciclo de vida es directo solo tiene un hospedador y este comienza cuando se ingiere los huevos embrionados, estando estos huevos en el intestino eclosionan y recorren algunos �rganos como los pulmones y el coraz�n, finalmente se alojan en el intestino, lugar en donde se aparean y la hembra pone sus huevos para ser eliminados por la regi�n anal del paciente (64).

Cl�nica

El cuadro cl�nico de un paciente que posea la infecci�n se presenta en ocasiones con dolor abdominal, llega a presentar v�mitos y deposiciones leves en ciertas ocasiones, la infecci�n respiratoria se puede notar como el s�ndrome de Loeffler, que es una manifestaci�n que ocasiona temperatura por varios d�as presentando cuadros de deshidrataci�n, persistiendo la tos en el paciente con expectoraci�n exuberante, esto se da por la transicion de las larvas en el paso pulmonar, tambi�n hay otros s�ntomas que se hacen presente en la parasitosis como la desnutrici�n, obstrucci�n intestinal y absceso hep�tico (65).

Diagn�stico

Identificaci�n microsc�pica mediante una muestra de hece fecal fresca o se puede realizar la identificaci�n tambi�n mediante una muestra de esputo para su respectiva visualizaci�n de huevos� (66).

Tratamiento y prevenci�n

Su dosificaci�n es mediante el mebendazol en 100 mg cada 12 horas por 3 d�as o 500 mg en dosis �nica y albendazol en presentaci�n de 200 a 400 mg dosis �nica (67).

Ancylostoma duodenale y Necator americanus (Uncinarias)

La uncinaria es end�mica perteneciente de regiones tropicales, se presenta en los ni�os escolares y en menor proporci�n en lactantes a partir del sexto mes de vida debido al mecanismo de transmisi�n por su contacto directo de la piel con la superficie contaminada (68).

Cl�nica

Ocasiona el s�ndrome de larva migrans debido al recorrido que ejerce en la piel produciendo ciertas enfermedades dermatol�gicas, tambi�n puede causar el s�ndrome de Loeffler, los s�ntomas en espec�fico son el dolor epig�strico, pirosis, n�useas, y rara vez diarrea (69).

Diagn�stico

Su diagn�stico es mediante la observaci�n microsc�pica del cual se requiere de muestras fecales frescas (69).

Tratamiento

Albendazol de 400 mg por d�a en dosis �nica, mebendazol de 100 mg cada doce horas durante tres d�as y considerar las condiciones higi�nicas (68).

Nematodos con afectaci�n cut�nea, digestiva y pulmonar

�Strongyloides stercoralis

Este par�sito presenta un ciclo complejo ya que son las hembras que protagonizan la parasitosis, afecta principalmente la v�a digestiva, pulmonar y cut�nea (70). La infecci�n se produce por el contacto directo de superficies, agua o v�veres contaminados por la larva, el cual penetra a trav�s de la piel en el aparato circulatorio, de esta manera llegando hasta el sistema cardiaco derecho y a la circulaci�n pulmonar trasciende por las v�as respiratorias hasta ser ingerida y desviarse a la mucosa del intestino delgado (71).

Cl�nica

Problemas de dermatitis, tos con leve expectoraci�n y s�ndrome de Loeffler, dolor epig�strico, v�mitos, anorexia, deposiciones, sistema inmunol�gico deprimido, genera prurito o urticaria, sibilancias, fiebre y neumon�a eosinof�lica, duodenitis, dolor de garganta u odinofagia (70).

Tratamiento y prevenci�n

Ivermectina al 0,2 mg cada 24 horas, m�ximo 12 mg y durante tres d�as, tambi�n se puede utilizar el albendazol 200 mg cada doce hora de 3 a 5 d�as (71).

-        Cestodos

Hymenolepis nana

La Hymenolepis nana es un cestodo de tama�o diminuto parasitando al ser humano, en Am�rica Latina los infantes son los m�s propensos a infectarse, su v�a de trasmisi�n es mediante la deposici�n de huevos, en donde, logran llegar al duodeno adhiri�ndose y penetrando en la mucosa digestiva, una vez all� logran adquirir su forma de cisticercoide. Despu�s, se trasladan a la luz intestinal para formarse en el par�sito adulto (72).

Cl�nica����������

El cuadro cl�nico que presenta es digestivo no son de gravedad, suele aparecer con molestias abdominales, deposiciones liquidas y en ocasiones suelen perder peso.

Diagn�stico

Su diagn�stico es microsc�pico, t�cnica de Ritchie, si el par�sito esta circulante se puede encontrar una eosinofilia en el hemograma completo (72).

Tratamiento

Praziquantel 25 mg/kg, niclosamida 40 mg/kg (73).

 

Taenia solium y Taenia saginata

La infecci�n por el g�nero Taenia es una zoonosis cuya tasa de incidencia var�a de acuerdo a los factores que se presenten en la parasitaci�n, entre esos factores son los socioecon�micos y culturales, estos par�sitos suelen medir de 2 a 8 metros, son de color blanco marfil, la T. solium tiene cuatro ventosas en su esc�lex y su rostelo con ganchos, suelen tener hasta cincuenta mil huevos por cada anillo. La T saginata mide hasta 12 metros de largo, su esc�lex es inerme, posee cuatro ventosas y no posee ganchos y tienen hasta 100 000 huevos por anillo.

Cl�nica

Meteorismo, molestias digestivas como n�useas y dolor abdominal, prurito anal (74).

Diagn�stico

An�lisis de las muestras fecales, la t�cnica de la cinta adhesiva, an�lisis de sangre, tomograf�as computarizadas (TC), radiograf�as, ecograf�as de quistes o resonancias magn�ticas (RM)

Tratamiento

Praziquantel de 10 mg/kg en una solo dosis, niclosamida de 50 mg/kg una sola dosis por 1 d�a. Para la cisticercosis el albendazol de 15 a 20 mg/kg cada doce horas, m�ximo administrar 800 mg por 14 a 28 d�as, o praziquantel de 50 mg/ kg/cada ocho horas durante 15 d�as (75).

Trem�todos

Fasciola hep�tica

La fascioliasis es una afectaci�n por trematodos zoon�ticas, que son tramitadas por los suministros y agua contaminadas, su distribuci�n es a nivel mundial, hay dos tipos de fascioliasis: Fasciola hep�tica y Fascioala gigantica; no solo afecta a los animales, sino que, a los seres humanos tambi�n, estos trematodos adultos residen en los conductos biliares, ves�cula biliar y en otros lugares ect�picos. Los huevos que est�n en las heces eclosionan y durante 4 a 7 semanas surge la cercaria y se enquista en plantas acu�ticas berros u otro tipo de plantas, los mam�feros herb�voros se infectan al consumir agua o pasto contaminado (76).

Cl�nica

Temperatura alta, variaci�n leucocitaria como la eosinofilia y dolor epig�strico, rara vez viene acompa�ado de ascitis o derrame pleural derecho. Dentro del examen bioqu�mico los niveles s�ricos como las transaminasas hep�ticas, bilirrubina directa e indirecta y los valores de fosfatasa alcalina pueden presentarse anormales (77). En severidad de la infecci�n incluyen complicaciones como hemorragia aguda del �rbol biliar, que puede mostrar cl�nicamente como hematemesis o melena o en ocasiones la migraci�n aberrante de larvas del par�sito da inicio a presentar abscesos ect�picos o n�dulos en la dermis, intestino, pulm�n, coraz�n y hasta en el cerebro (78).

Diagn�stico

Primero se hace una valoraci�n f�sica del paciente, observar la coloraci�n de la piel del paciente, exploraci�n abdominal, examen hematol�gico, examen coproparasitario y examen de serolog�a espec�fica para confirmaci�n del diagn�stico (79).

Tratamiento

Triclabendazol, de 10 mg en una o dos dosis por v�a oral, bithionol de 30 o de 50 (79).

Esquistosomiasis

Los humanos se contagian por el contacto directo con aguas infestadas por el parasito, la forma larvaria del parasito va a penetrar en la piel de la persona que tiene contacto con el agua infectada, estas larvas son liberadas por caracoles de agua dulce; una vez que la larva ejerce su proceso de infecci�n llega al organismo humano y es aqu� que las larvas se transforman en esquistosomas adultos, posteriormente a esto ellas viven en los vasos sangu�neos de su hospedador, las larvas hembras depositan sus huevos en su proceso de reproducci�n, para poder localizar la huevos va a depender de la especie del hospedador en que se encuentren y ser� mediante muestras de heces o en orina, por donde, ellas salen del organismo y contin�an nuevamente su ciclo vida parasitaria. En ocasiones hay algunos que quedan atrapados en los tejidos corporales causando una reacci�n inmunitaria y un da�o gradual de los �rganos del paciente (80).

Cl�nica

Esquistosomiasis aguda

Cabe destacar que luego de 30 d�as de la infecci�n inicial puede aparecer signos de temperaturas corporal elevadas, coincidiendo con el proceso de maduraci�n de las larvas hembras y la puesta de huevos, a esta fiebre corporal se la conoce como Katayama, los signos cl�nicos se presentan mediante molestias abdominal, escalofr�os, tos, evacuaciones liquidas, n�useas, regurgitaci�n, cefalea y sarpullido, en comparaci�n con la esquistosomiasis cr�nica la eosinofilia es m�s usual (81).

Esquistosomiasis intestinal y enfermedad hep�tica

La esquistosomiasis intestinal presenta molestia gastrointestinal, evacuaci�n liquida sanguinolenta, hepatomegalia cl�nicamente asociada con ascitis e hipertensi�n y la esplenomegalia, puede haber presencia de varices esof�gicas generando hemorragias severas (82).

Esquistosomiasis urinaria

En muchos pacientes la esquistosomiasis urinaria es producida exclusivamente por el Schistosoma haematobium siendo m�s frecuente en �frica y en medio Oriente, es una enfermedad que puede causar cistitis hemorr�gicas y asociarse en ocasiones a c�ncer vesical (83).

Diagn�stico

Observaci�n microsc�pica pudiendo identificar los huevos del par�sito en muestras fecales y en otros casos recurrentes se pueden contemplar en muestras de orina, hemograma completo para ver los valores eosinof�licos ya que puede ser un signo indirecto de tener esquistosomiasis (84).

Prevenci�n, control y tratamiento

La terapia de elecci�n es el f�rmaco llamado praziquantel en presentaci�n de 20 a 40 mg diaria por tres d�as (85).

Par�metros hem�ticos

En la actualidad la biometr�a hem�tica es una de las pruebas m�s solicitadas para el diagn�stico m�dico, este incluye contajes totales de la serie blanca, serie roja y plaquetas (86).

Gl�bulos rojos

Las c�lulas sangu�neas de la serie roja son un componente importante en el cuerpo humano, su funci�n es de transportar ox�geno hasta los tejidos corporales del ser vivo haciendo un intercambiarlo por di�xido de carbono, mediante este proceso es transportado y eliminado posteriormente por los pulmones. Sus valores van a depender del laboratorio seg�n el g�nero y la edad. La dimensi�n de los eritrocitos es aproximadamente 7 a 8 �m� (87).

Hemoglobina

La hemoglobina se encuentra considerablemente en los gl�bulos rojos, estas son conocidas como prote�nas globulares porque su funci�n es fijar ox�geno en los pulmones y as� poder transportarlo por el torrente sangu�neo hacia los tejidos y c�lulas que asedian el lecho capilar del sistema vascular, al regresar a los pulmones a partir la red de capilares, la hemoglobina interviene como transportador di�xido de carbono (88).

Hematocrito

El vocablo hematocrito procede del prefijo ingl�s hemato y de la palabra griega krites, �ste b�sicamente mide el volumen de gl�bulos rojos concentrados (RBC) en relaci�n con los gl�bulos rojos completos (WBC). Es un examen o una t�cnica simple, pero de gran utilidad que se manipula para reconocer patolog�as como anemia o policitemia vera que se encuentren presente en el organismo, aqu� nos damos cuenta de c�mo est� la salud corporal en cuanto a la hidrataci�n, p�rdida de sangre, y en la transportaci�n de ox�geno (89)

Volumen corpuscular medio

  • El volumen corpuscular medio abreviado ��VCM�� es un �ndice en la serie roja que se calcula dentro en una biometr�a hem�tica completa, este indicador calcula el volumen promediar de los eritrocitos, los valores de referencia son de 80 a 100 fentolitros, cabe destacar que sus valores suelen var�a de acuerdo a la casa comercial del laboratorio (90).

Hemoglobina corpuscular media

La hemoglobina corpuscular media abreviada como ��HCM�� es un �ndice que establece la cantidad de hemoglobina que hay presente en cada uno de los gl�bulos rojos que se encuentra circulando por el torrente sangu�neo, sus valores referenciales son de 27 a 32 picogramos dependiendo del laboratorio, esta prueba cumple con la finalidad de ayudar a diagnosticar una posible anemia en el ser humano (91).

Concentraci�n de hemoglobina corpuscular media

Este �ndice mide la cantidad promedio de hemoglobina en un solo gl�bulo rojo (GR) en relaci�n con el volumen de la c�lula, el examen de MCHC es una de las pruebas que ayudan a definir las distintas caracter�sticas fisiol�gicas de los gl�bulos rojos (92). 

Gl�bulos blancos

Los gl�bulos blancos tambi�n conocidos como leucocitos, inicia su producci�n en la m�dula �sea forma parte del sistema inmunitario el cual protegen al cuerpo contra las infecciones presentadas por invasores externos (93).

Linfocitos

Existen dos tipos de c�lulas linfocitarias, entre ellas est�n las c�lulas B, ellas elaboran los anticuerpos para poder combatir ciertos cuerpos invasores como los son las bacterias y virus; en cambio, las c�lulas T destruyen aquellas c�lulas propias que se encuentran en el cuerpo que han sido infectadas por virus o que se hayan vuelto c�lulas malignas cancer�genas (94).

Monocitos

Los monocitos pertenecen a la l�nea de los gl�bulos blancos que combaten hacia ciertas infecciones y colaboran con otros leucocitos a descartar tejidos muertos, tejidos que se encuentren en mal estado, c�lulas cancerosas y a normalizar la inmunidad contra agentes invasores extra�os (95).

 

Granulocitos

Los granulocitos se caracterizan por tener gr�nulos sumamente peque�os en el interior de la c�lula el cual contienen prote�nas, los granulocitos corresponden a los neutr�filos, eosin�filos y bas�filos (96).

Neutr�filos

Los neutr�filos son c�lulas pertenecientes a la serie leucocitaria sus mecanismos esenciales del sistema inmunitario, son las vitales c�lulas fagoc�ticas que se localizan en el torrente sangu�neo, se las encuentra alrededor del 50 al 70% del total de c�lulas de la serie blanca. Son consideradas como la primera l�nea de defensa contra infecciones bacterianas y f�ngicas (96).

Eosin�filos

Este granulocito microsc�picamente cuando dieron con su existencia al observarlo era muy brillante predomina en el nivel tisular y se activa cuando hay la presencia de enfermedades al�rgicas, su desarrollo se da en el trascurso de dos a seis d�as y all� tiene una vida media de 12 a 18 horas antes de desplazarse hacia los tejidos, ciertamente se ubican en varios �rganos (97).

Bas�filos

Estas c�lulas son las m�s raras y las menos frecuentes y se reflejan aproximadamente el 0,5 % de los leucocitos perif�ricos. Estas c�lulas tienen una vida �til mucho m�s corta que los mastocitos, cuando los bas�filos est�n disminuidos es porque hay un aumento en la inflamaci�n por la enfermedad, si bien es cierto estas c�lulas cumple una funci�n muy importante dentro del organismo� (98).

Marco metodol�gico

El dise�o del estudio es anal�tico transversal con enfoque retrospectivo.

La poblaci�n fueron todos los pacientes de diferentes edades que se realizaron ex�menes coproparasitarios y hematol�gicos en el Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical. El per�odo de estudio fue desde julio del 2023 a julio del 2024, se preseleccionaron los resultados seg�n las variables a estudiar mediante el programa de Excel y se analizaron en el programa estad�stico SPSS en su versi�n 27.

 

 

Criterios de inclusi�n

       Pacientes de todas las edades

       Pacientes con datos de examen coproparasitario y hematol�gico

       Pacientes que acudieron por ex�menes de rutina coproparasitarios y hematol�gicos

       Pacientes con datos de alguna patolog�a hematol�gica

       Pacientes que solo tienen datos del examen coprol�gico sin el hemograma

 

Resultados

Tabla 1. Sexo

Descripci�n

Frecuencia

Porcentaje

Mujer

148

58,04

Hombre

107

41,96

Total

255

100

Se recopilaron 255 pacientes en la base de datos del Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical de los cuales cumpl�an con los criterios de inclusi�n establecidos dentro de la investigaci�n. La edad media fue de 33.33 a�os, lo que indica una poblaci�n relativamente joven. El 58.08% correspond�an al sexo femenino y el 41.96% eran del sexo masculino.

Tabla 2. Parasitados

Descripci�n

Frecuencia

Porcentaje

Monoparasitados

170

66,67

Poliparasitados

85

33,33

Total

255

100

En el presente an�lisis se detalla la frecuencia de los pacientes que padecieron de parasitosis intestinal, la informaci�n extra�da de la base de datos durante el periodo establecido revela que hubo 170 pacientes monoparasitados, lo que representa que el 66.67% del total present� �nicamente un tipo de parasito intestinal. En contraste, 85 pacientes equivalentes al 33.33% fueron diagnosticados con la presencia de m�ltiples par�sitos intestinales.

 

Tabla 3. Formas parasitarias de las muestras de heces en los pacientes que acuden al Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical.

Descripci�n

Frecuencia

Porcentaje

Positivo��������������

Negativo

Positivo��������������

Negativo

Entamoeba coli

183

72

71,8

28,2

Complejo Entamoeba

129

126

50,6

49,4

Endolimax nana

1

254

0,4

99,6

Giardia lamblia

2

253

0,8

99,2

Iodamoeba butschlii

29

226

11,4

88,6

Blastocystis hominis

2

253

0,8

99,2

Los par�sitos con m�s frecuencia en la poblaci�n fueron E. coli con n=183 pacientes representaban el 71.8% y E. histolytica causante de amebiasis fue encontrada en n=129 pacientes, lo que representa un 50.6%. Por otro lado, Iodamoeba butschlii en n=29 pacientes alcanzando un 11.4%, adicionalmente se registraron n=2 casos 0.8% de Giardia lamblia y n=2 casos m�s de Blastocystis hominis tambi�n con el 0.08%. Finalmente, se report� n=1 caso de Endolimax nana 0.04%.

 

Tabla 4. Par�metros hem�ticos en pacientes que acuden al Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical.

Descripci�n

M�nimo

M�ximo

Media

Mediana

Rango intercuartil

Desviaci�n est�ndar

Coeficiente de Variaci�n %

Gl�bulos blancos

3,00

19,20

7,805

7,6

2,7

2,281

29,22

Linfocitos

0,30

10,00

2,673

2,6

1,3

1,187

50,00

Monocitos

0,10

2,50

0,629

0,5

0,3

0,316

60,00

Granulocitos

1,37

16,40

4,523

4,1

2,4

1,988

58,54

Gl�bulos rojos

3,62

6,82

5,022

5,05

0,46

0,417

8,30

Hemoglobina

10,70

19,30

14,578

14,5

2,1

1,456

9,99

Hematocrito

29,80

57,90

44,637

44,2

4,8

3,824

8,57

VCM

69,70

104,90

91,635

92,2

7,9

5,758

6,28

HCM

20,90

37,30

28,831

28,9

2,4

2,076

7,20

CHCM

27,50

36,00

31,45

31,8

2,3

1,489

4,73

Plaquetas

62,00

491,00

295,2

294

99

75,477

25,57

 

Es fundamental resaltar que, a pesar de que algunos par�metros hem�ticos presentan alta variabilidad, los otros par�metros analizados se encuentran dentro del rango de normalidad, esto indica que, si bien hay elementos a considerar, el perfil general hem�tico de la muestra no revela alteraciones significativas.

 

Tabla 5. Formas parasitarias y par�metros hem�ticos en pacientes que acuden al Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical

Descripci�n

Chi-cuadrado de Pearson

GB

Linfocitos

Monocitos

Granulocitos

GR

Hb

Ht

VCM

HCM

CHCM

Plaquetas

Entamoeba coli

0,45

0,52

0,38

0,22

0,34

0,81

0,49

0,40

0,64

0,73

0,11

Complejo Entamoeba

0,14

0,24

0,85

0,38

0,41

0,55

0,32

0,34

0,38

0,43

0,39

Endolimax nana

1,00

1,00

1,00

1,00

1,00

1,00

1,00

0,00

1,00

1,00

1,00

Giardia lamblia

1,00

0,93

1,00

0,77

0,18

1,00

0,99

0,92

0,15

0,94

0,07

Iodamoeba butschlii

0,59

0,25

0,25

0,97

0,16

0,23

0,78

0,46

0,22

0,51

0,56

Blastocystis hominis

1,00

1,00

0,99

0,94

0,99

1,00

1,00

0,01

1,00

0,96

1,00

 

En este contexto, el uso de la prueba de Chi-cuadrado de Pearson se convierte en la metodolog�a esencial para evaluar la asociaci�n entre las formas parasitarias y par�metros hem�ticos, se observ� que, la mayor�a de las pruebas de Chi-cuadrado mostraron valores superiores p=0.05, lo que indica que no exist�a una diferencia estad�sticamente significativa en las formas parasitarias y los par�metros hem�ticos. Esta falta de significaci�n sugiere que en t�rminos generales los par�metros hem�ticos podr�an no estar fuertemente afectados por la infecci�n parasitaria. Sin embargo, se presentaron excepciones notables en la prueba de VCM, en donde, E. nana el valor p fue 0.00 y en Blastocystis hominis el valor p fue de 0.01, indicando una diferencia estad�sticamente significativa.

 

Discusi�n

Cabe destacar que, en la investigaci�n realizada, los par�sitos que m�s prevalecen son los protozoos, lo cual coinciden con los hallazgos en el estudio realizado por Graterol y col. (24), en donde destacan que las especies parasitarias m�s comunes eran los protozoos, entre ellos el Blastocystis spp y Endolimax nana, el cual, el 72.2% de la poblaci�n se encontraban presente estos organismos, lo que constata una elevada tasa de infestaci�n por protozoos en la localidad estudiada. Sin duda alguna este patr�n epidemiol�gico se debe a condiciones higi�nicas ya que ambos pat�genos tienen una alta prevalencia de patogenicidad.�

Los resultados alcanzados y evidenciados en esta investigaci�n fue que en efecto la poblaci�n total estaba parasitada y que el 66.7% eran pacientes monoparasitados, es decir, que los pacientes si presentaban alg�n tipo de par�sitos, siendo una carga elevada de parasitismos, el cual es alarmante ante la perspectiva de la salud p�blica. En contrate, el estudio realizado por Castellano y col. (99) mencionaron que el 34.4% de los pacientes presentaron parasitismo siendo el g�nero masculino que prevaleci� m�s, cabe recalcar que son valores significativos ante el contagio de estos organismos.

Seg�n los resultados de esta investigaci�n no se encontraron alteraciones hematol�gicas como los niveles de hemoglobina o gl�bulos rojos bajos que den indicios a presentar un cuadro de anemia relacionado a la presencia de par�sitos, los resultados fueron normales sin alteraci�n alguna. Sin embargo, en el estudio de Abarca y col. (100) en el a�o 2024, se demostr� que el 24% de los pacientes residentes en las zonas rurales presentaban cuadros de anemia leve y moderada, lo que indica que podr�a estar relacionado a factores o condiciones socioecon�micas y a mayor exposici�n ante las infecciones parasitarias. La discrepancia entre ambos resultados se debe a que puede ser que la poblaci�n estudiada contara con mejores condiciones sanitarias o por ubicaci�n geogr�fica, no obstante, en este estudio no se observaron principios de anemia, esto no quiere decir que anula o invalida los hallazgos de otras investigaciones, sino que resalta la importancia del argumento de cada indagaci�n hecha y la necesidad de realizar m�s estudios comparativos acerca de esta tem�tica.

No se encontr� relaci�n alguna en cuesti�n a las formas parasitarias con los par�metros hem�ticos ya que estos par�metros dieron valores normales, esto puede suceder porque la presencia de par�sitos no siempre se traduce en alteraciones hematol�gicas evidentes o que la carga parasitaria fue baja y no fue suficiente para provocar un efecto notable en el sistema hematol�gico, los pacientes pueden tener un sistema inmunitario recio que controle la infecci�n parasitaria sin provocar alteraciones, sin embargo, estad�sticamente el VCM tuvo un valor p significativo < 0.05 en Endolimax nana y Blastocystis Hominis siendo unos de los par�sitos menos frecuente en este estudio. A diferencia de otros estudios en donde destacan que la anemia se encontr� asociada con la presencia de par�sitos (p=0.05) ((28) ,(30).

 

Conclusiones

En conclusi�n, queda demostrado que la mayor�a de los pacientes que participaron fueron del sexo femenino, representando m�s de la mitad de la muestra, esta distribuci�n sugiere una mayor participaci�n de mujeres en el proceso de recolecci�n de datos, lo cual, puede ser indicativo de diversos factores como la predisposici�n a buscar atenci�n m�dica, las diferencias en la salud o posiblemente factores socio culturales que influyen en la b�squeda de servicios de bioan�lisis. Estos datos subrayan la importancia de la vigilancia parasitol�gica y el tratamiento adecuado de las infecciones parasitarias, dado que una significativa proporci�n de pacientes se encuentran afectados por poliparasitismo.

Se evidenci� al momento de analizar los datos correspondientes de los par�metros hem�tico que no hubo alteraci�n significativa, ya que la mayor�a de los valores se encontraban dentro del rango normal. Sin embargo, cabe destacar que el par�metro del conteo de CHCM present� una ligera discrepancia con los dem�s valores hem�ticos, lo que sugiere una posible variaci�n que podr�a ser objeto de un an�lisis m�s detallado.

En relaci�n a las formas parasitarias y par�metro hem�ticos se dedujo que los valores se encontraron dentro de los niveles normales, por lo tanto, no hay relaci�n alguna entre las variables, si, embargo el VCM dio una asociaci�n entre dos par�sitos, aunque este hallazgo es relevante desde una perspectiva estad�stica, no implica necesariamente la existencia de una relaci�n causal entre el VCM y las variables estudiadas, ya que los resultados pueden estar sujetos a factores externos no relacionados directamente con las formas parasitarias.

 

Recomendaciones

Los resultados obtenidos son relevantes no solo para el Laboratorio de Bioan�lisis Cl�nico Godmedical sino tambi�n para profesionales de la salud e investigadores interesados en el comportamiento de las distintas poblaciones, en relaci�n con el acceso y uso de servicios m�dicos. La predominaci�n del sexo femenino puede abrir l�neas de investigaci�n adicionales sobre las razones detr�s de esta tendencia y c�mo �stas pueden afectar el diagn�stico y tratamiento en el �mbito cl�nico.

Se recomienda realizar investigaciones adicionales que permitan entender mejor las causas y efectos del poliparasitismo en la salud de los pacientes, as� como el desarrollo de estrategias de prevenci�n y control m�s efectivas.

Se sugiere a los profesionales de salud consideraciones cl�nicas como el monitoreo regular de los pacientes con par�sitos, incluso cuando los par�metros hem�ticos est�n normales, deben estar atento y dar seguimiento oportuno para poder constatar. Mientras que el par�metro de plaquetas se comporta con un patr�n de distribuci�n normal, los linfocitos, monocitos y granulocitos presentan distintas proporciones de variabilidad, que merecen una evaluaci�n m�s profunda para comprender su relevancia cl�nica y diagn�stica ya que no se ven asociadas a la parasitosis.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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