Estrategias de intervención educativa para manejar conductas disruptivas en alumnos con Trastornos de la conducta en educación básica media
Educational intervention strategies to manage disruptive behaviors in students with conduct disorders in basic secondary education
Estratégias de intervenção educativa para a gestão de comportamentos disruptivos em alunos com perturbações de conduta no ensino básico
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Correspondencia: gabrielaeespinoza4@gmail.com
Ciencias de la Educación
Artículo de Investigación
* Recibido: 26 de febrero de 2025 *Aceptado: 24 de marzo de 2025 * Publicado: 13 de abril de 2025
I. Psicóloga Clínica, Magister en Neuropsicología y Educación, UEE Agustín Cueva Tamariz, Azuay, Cuenca, Ecuador.
II. Licenciada en Psicología Educativa Especialización Psicología Infantil, Magíster en Psicoterapia del Niño y la Familia, UEE Agustín Cueva Tamariz, Azuay, Cuenca, Ecuador.
III. Licenciada en Psicología Educativa en la Especialización de Orientación Profesional, Magister en Educación Básica, UEE Agustín Cueva Tamariz, Azuay, Cuenca, Ecuador.
IV. Licenciada en Ciencias de la Educación Mención Educación Básica, UEM Manuela Garaicoa de Calderón Azuay, Cuenca, Ecuador.
Resumen
El tema de las conductas disruptivas preocupa a los educadores. Cada vez es más frecuente oír la frase «conductas disruptivas», que se maneja para referirse a los niños que son agresivos, violentos, desobedecen las normas, hablan en clase, molestan a los compañeros, etc. La frase se refiere a cualquier mal comportamiento por parte del pequeño. La frase se refiere a cualquier mal comportamiento por parte del joven. Los llamados problemas de comportamiento empiezan a preocupar a las familias, los colegios y la colectividad en general. Cuando a los niños o adolescentes se les obliga a seguir unas normas y a soportar un cierto nivel de castigo, no se sienten satisfechos de inmediato. El desarrollo de la identidad propia, el autocontrol y la capacidad de crecimiento personal dependen de algunos comportamientos de oposición en distintos momentos de la vida. Sin embargo, la frecuencia y la fuerza de las emociones de ciertos niños son obviamente superiores a lo que puede considerarse típico para su edad o grupo de referencia. Cuando a los niños o adolescentes se les obliga a seguir unas normas y a soportar un cierto nivel de castigo, no se sienten satisfechos de inmediato. El desarrollo de la identidad propia, el autocontrol y la capacidad de crecimiento personal dependen de algunos comportamientos de oposición en distintos momentos de la vida. Sin embargo, la frecuencia y la fuerza de las emociones de ciertos niños son obviamente superiores a lo que puede considerarse típico para su edad o grupo de referencia.
Palabras Clave: Conducta; Disrupción; Comportamiento; Desajuste; Escolar.
Abstract
The issue of disruptive behavior is a source of concern for educators. We increasingly hear the phrase "disruptive behavior," used to refer to children who are aggressive, violent, disobey rules, talk in class, bother their classmates, etc. The phrase refers to any misbehavior on the part of children. These so-called behavior problems are beginning to worry families, schools, and the community in general. When children or adolescents are forced to follow rules and endure a certain level of punishment, they are not immediately satisfied. The development of self-identity, self-control, and the capacity for personal growth depend on certain oppositional behaviors at different times in life. However, the frequency and strength of some children's emotions are obviously higher than what might be considered typical for their age or reference group. When children or adolescents are forced to follow rules and endure a certain level of punishment, they are not immediately satisfied. The development of self-identity, self-control, and the capacity for personal growth depend on some oppositional behaviors at different times in life. However, the frequency and strength of some children's emotions are obviously higher than what can be considered typical for their age or reference group.
Keywords: Conduct; Disruption; Behavior; Maladjustment; School.
Resumo
A questão do comportamento disruptivo é uma fonte de preocupação para os educadores. Está a tornar-se mais comum ouvir a frase "comportamento disruptivo", que se refere a crianças que são agressivas, violentas, desobedecem a regras, conversam na sala de aula, incomodam os colegas, etc. A frase refere-se a qualquer mau comportamento por parte da criança. A frase refere-se a qualquer mau comportamento por parte do jovem. Os chamados problemas comportamentais começam a preocupar as famílias, as escolas e a comunidade em geral. Quando as crianças ou adolescentes são obrigados a seguir regras e a suportar um certo nível de punição, não ficam imediatamente satisfeitos. O desenvolvimento da autoidentidade, do autocontrolo e da capacidade de crescimento pessoal dependem de determinados comportamentos de oposição em diferentes momentos da vida. No entanto, a frequência e a força das emoções de algumas crianças são obviamente maiores do que aquilo que pode ser considerado típico para a sua idade ou grupo de referência. Quando as crianças ou adolescentes são obrigados a seguir regras e a suportar um certo nível de punição, não ficam imediatamente satisfeitos. O desenvolvimento da autoidentidade, do autocontrolo e da capacidade de crescimento pessoal dependem de determinados comportamentos de oposição em diferentes momentos da vida. No entanto, a frequência e a força das emoções em certas crianças são obviamente maiores do que aquilo que pode ser considerado típico para a sua idade ou grupo de referência.
Palavras-chave: Conduta; Perturbação; Comportamento; Desajustamento; Escola.
Introducción
Suele ser difícil y duro tratar con jóvenes que muestran un comportamiento disruptivo o problemas de conducta. Hay muchos otros ámbitos en los que pueden surgir dificultades, como las circunstancias y los problemas complejos en general, la falta de colaboración de los adultos y los niños implicados o la falta de ayuda institucional, por nombrar algunos. Dado que las intervenciones implican un cambio de actitudes y pautas de comportamiento, a menudo llevan mucho tiempo y son caras (Marrero, 2022).
Además, los profesionales contratados no siempre pueden brindar el tiempo y la atención precisos ni tienen la formación requerida. Sin embargo, tratar este problema ofrece al niño, así como a los adultos y compañeros que conviven con él, la oportunidad de crecer y evolucionar. Para abordar eficazmente los problemas de conducta, todas las partes implicadas en el desarrollo psicosocial del niño deben colaborar y coordinar sus esfuerzos (Calvo, 2022).
Para proporcionar al niño un ambiente sano y afectuoso, se requieren medidas preventivas y programas guiados a los padres y al entorno escolar. Estos programas, sobre todo los basados en pruebas, suelen tener éxito en el fomento del autocontrol, la medida de la violencia, el impulso de técnicas ajustadas a la determinación de conflictos, el fomento de un autoconcepto verdadero, la mejora de la competencia social y académica, y el impulso de la tolerancia y el respeto a la diversidad. Una serie de factores y situaciones, como la edad del niño, su estado general de salud, los síntomas que manifieste y la topografía y el funcionamiento de las conductas, influirán en la solución cuando surja el problema (Marrero, 2022).
Mejorar las habilidades de comunicación, controlar los comportamientos impulsivos y acrecentar la capacidad del niño para manejar los problemas por sí mismo son los objetivos de la intervención de gestión. Los objetivos de las terapias relacionadas con la familia serán modificar la dinámica familiar, mejorar la comunicación dentro de la familia y disminuir los comportamientos inadaptados. En el ambiente educativo, las proposiciones se ajustarán en optimizar la capacidad de comunicación de los docentes en sus relaciones o interacción con los niños, así como su alcance y capacidad para aceptar y tratar los problemas de conducta del niño (Calvo, 2022).
Además, es inevitable el perfeccionamiento de un trabajo particular con el grupo de compañeros que ineludiblemente están involucrados en la situación. Desarrollar la socialización grupal la cual es fundamental, ya que, en decisiva, las complicaciones en la conducta son una frustración en el proceso de socialización del sujeto. La función y organización de los problemas de conducta se favorecerá considerablemente de este tipo de mediación (Marrero, 2022).
Conductas disruptivas
El ambiente de aprendizaje se ve perturbado por estas conductas, que entorpecen en el desarrollo normal de las labores en el aula. Estas actuaciones pueden manifestarse de varias maneras. Las condiciones particulares, las formas de enseñanza y los aspectos convergen en el aula en un contenido educativo. Aunque esta complejidad puede demostrar conflictos, también el incremento el proceso de enseñanza.
Causas de las conductas disruptivas
Las causas son numerosas y múltiples. No obstante, para conocer el problema de forma apropiada y profunda, es primordial alcanzar estos elementos. En primer lugar, una señal característica es el entorno familiar del estudiante. Los alumnos inseguros pueden verse concisamente perturbados por problemas en el entorno familiar, desidia o falta de apoyo. Asimismo, algunos niños pueden cambiar su comportamiento ante conflictos y dificultades de aprendizaje no manifestados interviniendo de forma inoportuna. El fracaso congruente con el interés académico puede conllevar a actitudes rebeldes. La conducta disruptiva es a veces la consecuencia de requerimientos sentimentales insatisfechos. Los alumnos que no poseen apoyo emocional y manejan estos comportamientos para exclamar más atención.
Los factores desencadenantes aumentan aún más por la presión social y los retos en las interacciones interpersonales. En un intento de encontrar identificación o reconocimiento en el entorno escolar, las personas pueden recurrir a estos comportamientos por la necesidad de encajar y ser aceptadas por el grupo.
Por último, el comportamiento disruptivo es un medio de expresión emocional para los niños que carecen de las capacidades y los recursos necesarios para controlar eficazmente sus emociones.
Conductas disruptivas más habituales
Se creó una lista de comportamientos problemáticos, y examinaremos varios de ellos en las secciones que siguen:
ü Llamar la atención y ser descortés.
ü Dureza y amenazas.
ü Falta de preocupación.
ü Ser cobarde y mentir.
ü Sueños.
ü Engaños, astucia y falsedad.
ü Desobediencia.
ü Discusiones y uso frecuente del ímpetu.
ü Deterioro de atención.
ü Insolencia y falta de respeto.
ü No prestar suficiente atención.
ü Falta de atención habitual.
ü Llegar tarde constantemente.
ü Inactividad y pereza.
Los comportamientos se clasifican por frecuencia (máxima, regular, escasa) y gravedad (extremadamente grave, grave, poco grave, nada grave). Enumeran otros comportamientos problemáticos en clase:
Comportarse
con violencia y pegar a los alumnos.
Entablar
batallas.
Romper
objetos.
Interrumpir
a los compañeros en mitad de su trabajo.
Amenazar.
- Tipos de conductas disruptivas en el aula
Comprender las numerosas formas de comportamiento perturbador es esencial para crear tácticas de enseñanza más específicas y exitosas. A continuación, se enumeran algunos de los comportamientos más frecuentes que afectan negativamente a la dinámica del aula: Interrupciones continuas
Debido a problemas de concentración o motivación, algunos estudiantes interrumpen la clase con frecuencia. Además de entorpecer su propio estudio, este comportamiento desvía la atención de otros estudiantes y dificulta la concentración en general.
Disputas con la autoridad
Resulta más difícil mantener un ambiente de aprendizaje educado y organizado cuando algunos alumnos cuestionan la autoridad del profesor. Este tipo de comportamiento puede ir desde cuestionar el criterio del profesor hasta desobedecer las normas.
Agresión verbal o física
Tanto la agresión verbal como la física hacen que el aula sea peligrosa y difícil. Este comportamiento puede ser el resultado de disputas no resueltas entre compañeros, problemas emocionales o decepciones personales.
Retirada de la sociedad
Esta conducta se manifiesta cuando un alumno se aísla del grupo y se abstiene de interactuar con los demás debido a problemas emocionales, falta de habilidades sociales o experiencias desagradables del pasado.
Pasividad y desinterés
Entre las actuaciones disruptivas que pasan desapercibidas en el aula se encuentran la apatía y la falta de atención. Sin embargo, si siempre están a la vista, pueden ralentizar la clase y dificultar la participación de los alumnos.
Engaño y manipulación
Ciertos alumnos díscolos recurren a estas tácticas para eludir responsabilidades u obtener ventajas. Mentir, hacer trampas en los exámenes o intentar persuadir a los compañeros son algunos ejemplos de este tipo de comportamiento.
Los elementos que contribuyen a las conductas disruptivas
Los comportamientos perturbadores en el aula pueden tener diversas causas. Mientras que algunos académicos sostienen que el comportamiento disruptivo está relacionado con el contexto educativo, otros sostienen que las razones son principalmente externas al entorno educativo. Dada la complejidad del problema, no podemos identificar una única causa del comportamiento perturbador; en su lugar, debemos considerar todas las posibles explicaciones para comprender plenamente las razones que subyacen al comportamiento inadecuado de un niño en el aula, que es perjudicial para el crecimiento de la transformación de enseñanza-aprendizaje.
En este sentido, (Uruñuela,2020) asevera que: El estudio de la disrupción debe abordarse desde la complejidad, no desde la sencillez; a menudo se cae en el estímulo de buscar causas y elementos simples, una única causa, pensando que así es posible entender y revelar lo que ocurre en los centros escolares en materia de disciplina; y si a esto le añadimos la tendencia a buscar factores ajenos a la escuela, atribuyendo la responsabilidad de los problemas de conducta a los propios estudiantes, a sus padres, a los medios de comunicación o a la colectividad innovadora en general, es muy fácil quedarse en la superficie y no entender y explicar realmente cómo se produce la convivencia en los centros escolares.
Necesitamos comprender los elementos que son tanto internos como externos al entorno escolar para abordar la cuestión del comportamiento de una manera más significativa y práctica. Debemos recordar que hay otros elementos, los aspectos internos de la escuela, que contribuyen al comportamiento disruptivo, pero las causas externas son aquellas que no están relacionadas con la escuela. Las que tienen lugar en el aula y conducen al comportamiento disruptivo son estas últimas. Son modificables por el instructor y, junto con las influencias externas del alumno, son la razón de la mayoría de las veces, que los estudiantes tomen estos comportamientos.
Algunos elementos internos que pueden contribuir al comportamiento disruptivo son los siguientes:
La disposición del aula y del centro: Este tipo de comportamiento se fomenta en determinados centros porque se agrupa a los alumnos de forma rigurosa e inflexible.
En la mayoría de las aulas expositivas, el instructor es el centro de atención y al alumno solo se le permite escuchar mientras el profesor habla. Esto se conoce como metodología del profesor. Falta el contacto alumno-profesor: El docente debe iniciar una relación con el alumno preguntándole ¿Cómo le va?, y si comprende el material.
Las conductas disruptivas desde la psicopedagogía
- La psicopedagogía es esencial en el contexto educativo para reconocer y abordar las conductas disruptivas. Seguidamente se exponen algunas tácticas de éxito que incorporan el punto de vista de la psicopedagogía:
- Para identificar los rasgos únicos de cada alumno y crear intervenciones individualizadas, realizar una evaluación individualizada.
- Crear iniciativas de apoyo que atiendan a las carencias emocionales e intelectuales de los niños.
- Colaborar estrechamente con los padres y tutores para abordar conjuntamente los problemas en el aula y en casa.
- Establecer procedimientos de comunicación eficaces para una atención coordinada entre educadores, personal escolar y psicólogos educativos.
- Para reducir los posibles conflictos entre los estudiantes, cultive un ambiente de aprendizaje inclusivo.
- Aplique una disciplina constructiva cuando se reconozca el buen comportamiento.
- Establecer rutinas en el aula ayuda a los niños con necesidades educativas específicas al crear un ambiente predecible.
- Fomente programas de mentoría estudiantil para fomentar vínculos saludables y el apoyo de los compañeros.
- Para ayudar a los niños con comportamientos disruptivos a manejar el estrés y desarrollar el autocontrol, incluya métodos de enseñanza basados en la atención plena y la relajación en el currículo.
- Cree actividades extracurriculares que enfaticen el desarrollo de las competencias socioemocionales.
- Planifique conferencias y seminarios para educar a toda la comunidad escolar sobre la importancia de utilizar un enfoque psicopedagógico para abordar el comportamiento disruptivo.
- Los docentes deben recibir instrucción continua sobre cómo abordar el comportamiento disruptivo.
Al comprender las conductas disruptivas y utilizar la psicopedagogía para desarrollar métodos, podemos reducir los problemas en el aula y adoptar un enfoque educativo más inclusivo y enriquecedor para todos. Para crear entornos de aprendizaje que fomenten el desarrollo personal de cada estudiante, la cooperación y la comprensión son cruciales.
La Pirámide Evolutiva
Según (Lahey, 2021), es imposible comprender un patrón de conducta desadaptativo sin considerar su desarrollo, el cual, según ellos, no es aleatorio. La "pirámide evolutiva" es el término que utilizan para describir la estructura que explican las conexiones entre estos rasgos. Según (Fernández y Olmedo, 2019), la dimensión vertical de esta pirámide, que va de abajo a arriba, indica la edad de iniciación de las conductas, mientras que la dimensión horizontal denota predominio. Los trastornos de conducta se encuentran en la cúspide, mientras que las actividades de conducta oposicionista se encuentran en la base. Algunos niños adquieren suficientes conductas desadaptativas como para ser etiquetados como trastornos de conducta, aunque muchos niños en la comunidad general presentan conductas oposicionistas, según su modelo.
Si bien algunos niños continuarán mostrando estos hábitos a medida que crecen, otros dejarán de hacerlo. Con el tiempo, algunos niños que muestran estas tendencias oposicionistas crecerán y presentarán conductas más graves que se ajustan a los criterios del trastorno de conducta. La progresión del desarrollo de un grado de gravedad o desvío a otro es acumulativa, según estos autores. Según su presentación, este modelo es un continuo con límites imprecisos. Ciertas conductas, como las rabietas, se clasifican obviamente en un nivel determinado, pero otras, como el robo que puede implicar juguetes o útiles escolares cuando un niño es pequeño, y el robo de automóviles cuando es mayor son difíciles de determinar.
Figura 1.
Pirámide Evolutiva describe la conducta desde la dimensión horizontal.
Nota: La imagen muestra los hábitos de crecimiento desde el progresivo desarrollo.
Figura 2.
Trastorno de la conducta
diagnóstica un posible trastorno
Nota: La imagen muestra los momentos, estados conflictivos y las intervenciones tanto familiares como educativas.
Trastorno de Conducta
Los alumnos que muestran conductas disruptivas en el plantel educativo suelen ser diagnosticados con un posible Trastorno de Conducta (TC), y las solicitudes de intervención a los servicios de disposición escolar o al Programa de Educación y Formación Profesional (EOEP) suelen presentarse durante los momentos y estados conflictivos que estas circunstancias generan en la dinámica de aprendizaje y convivencia. Estas disputas requieren una resolución rápida, ya que se derivan de episodios graves de hostilidad, desprecio grave a la autoridad adulta, lesiones corporales graves, etc.
Estas manifestaciones no solo afectan al estudiante involucrado, sino que también alteran el ambiente escolar y dificultan el proceso de enseñanza-aprendizaje para el resto del grupo. La intervención de especialistas es fundamental para valorar la situación de forma integral y establecer estrategias de apoyo efectivas. Además, es importante considerar el contexto familiar y social del alumno, ya que muchos de estos comportamientos tienen raíces más profundas. La prevención, a través de programas de educación emocional y resolución pacífica de conflictos, puede ser clave para reducir este tipo de conductas. Finalmente, el trabajo colaborativo entre docentes, orientadores y familias fortalece la respuesta institucional frente a estos desafíos.
Figura 3.
Recogida de información del trastorno de conducta
Nota: La imagen muestra información sobre la evaluación en un trastorno de conducta.
En la última década, se han publicado diversas investigaciones y guías de acción que ofrecen a los centros educativos la posibilidad de gestionar conflictos dentro de sus normas internas y marco de convivencia (Fernández, 2023). Las series establecidas de actividades que muestran estas formalidades de gestión buscan solucionar los aprietos de forma grupal. Para impulsar una visión holística y completa de la armonía, estos criterios deben contextualizarse y adecuarse a los centros educativos y su contexto. Para optimizar el entorno escolar, es ineludible acoger medidas anticipadas y la corresponsabilidad de la colectividad educativa en el manejo de conflictos.
Figura 4.
Fase de Intervención en la conducta disruptiva.
Nota: La imagen muestra las fases de la intervención en un trastorno de conducta.
Materiales y métodos
Durante esta práctica se apreciaron algunos factores, abarcando el efecto en el entorno de atención, la conformidad y la injerencia. Estas particularidades se identificaron con exactitud mediante una observación minuciosas de las necesidades específicas del entorno. Se enfocó en una investigación exploratoria, descriptiva y documental. Según (Polanía, 2020), la revisión bibliográfica realizada convirtió la investigación en documental. Fue tanto exploratoria como descriptiva, comprendiendo un tema poco afrontado a pesar de su importancia en el aula. Se especificaron las conductas disruptivas, las habilidades de enseñanza y las opiniones de los padres y el DECE sobre los procedimientos y tácticas empleados por los docentes en las unidades académicas.
Población y Muestra
Población
En este proyecto de estudio la población está comprendida por estudiantes, padres de familia y docentes de segundo y tercer grado de educación general básica, en total son 140 personas. Se realizó la encuesta en los 140 participantes, permitiendo obtener un resultado más confiable. En la tabla 1. Se detalla la población y muestra de docentes, padres y alumnos.
Tabla 1.
Población y muestra de docente, padres y alumnos.
Población |
números |
Porcentaje |
Docentes |
6 |
4% |
Padres de familia |
67 |
48% |
Alumnos |
67 |
48% |
Total |
140 |
100% |
Nota: La tabla 1 muestra la población docente, padres y alumnos.
Recolección de información
Dado que la herramienta de formularios facilita la gestión de la técnica, el alcance y los datos, se utilizó para crear el "Cuestionario", una herramienta de recopilación de datos. Como afirman (Tamayo y Tamayo, 2019), "el cuestionario aísla ciertos problemas que nos afectan principalmente; reduce la realidad a un número determinado de datos esenciales y especifica el objeto de estudio; abarca los aspectos del fenómeno que se consideran esenciales".
Resultados de la encuesta
Pregunta 1.- ¿Es Frecuencia de contacto del Docente con el alumno?
Tabla 2
Población y muestra sobre la frecuencia de contacto del Docente.
Respuesta |
Participación |
porcentaje |
Frecuentemente |
110 |
80% |
Ocasionalmente |
10 |
7% |
Nunca |
10 |
7% |
Raramente |
10 |
7% |
Total |
140 |
100% |
Nota: Población y muestra de la encuesta sobre la frecuencia de contacto del Docente (2023).
Interpretación
La Tabla 2 revela que el 80% de los padres afirman que los profesores los llaman regularmente para hablar sobre problemas de conducta con sus hijos, mientras que solo el 7% afirma no haber recibido ninguna llamada. Esto implica que los niños se comportan de forma disruptiva, lo que deteriora el ambiente de aprendizaje en la escuela.
Pregunta 2.- ¿Principales Problemas de conducta disruptiva?
Tabla 3
Principales Problemas de conducta disruptiva en el año 2023
Nota: Datos tomados de la encuesta
realizada a los padres.
Interpretación
La Tabla 3, muestra que los principales inconvenientes de comportamiento detectados son la falta de respeto y la violencia (ambos con un 13%), la falta de entusiasmo por aprender (4%) y el incumplimiento de las normas (46%). Por lo tanto, los docentes deben implementar técnicas eficaces para evitar y controlar las conductas disruptivas en el aula, fomentando un ambiente de disciplina, respeto y enfoque en el aprendizaje. Esto se debe a que se observa que las instituciones tienen estudiantes con diversos comportamientos disruptivos.
Pregunta 3.- ¿Impacto en el rendimiento académico del niño?
Tabla 4
Rendimiento Académico en el año 2023
Nota: Datos tomados de la encuesta realizada a los padres sobre el
rendimiento académico.
Interpretación
Como se observa en la Tabla 4, la mayoría de los padres un porcentaje del (47%) considera que las conductas disruptivas perturban el interés académico de sus hijos. Los estudiantes son más propensos a presentar comportamientos disruptivos cuando tienen malos hábitos de estudio y ocio, como faltar a clase, ver demasiada televisión, no mostrar interés en la lectura y usar internet para divertirse. Las únicas escuelas donde el fracaso académico tiene un impacto sustancial son aquellas con una alta tasa de repetición. Sin embargo, quienes reprueban más de una asignatura se asocian con mayor disrupción que quienes reprueban pocas o ninguna.
Pregunta 4.- ¿Impacto en el entorno social del niño?
Tabla 5
Impacto en el entorno social en el año 2023
Nota: Datos tomados de la encuesta realizada a los padres sobre el impacto en el entorno social. Fuente (2023)
Interpretación
El 80% de los padres considera que estas acciones afectan el entorno social de sus hijos (Tabla 5). Dado que impactan en su entorno social y familiar, las conductas disruptivas se clasifican como destructivas, interferentes y restrictivas. Por lo tanto, es importante comprender sus causas y propósitos, a la vez que se toman medidas cuando estas conductas representan un riesgo, tienen el potencial de empeorar, dificultan la inclusión social o interrumpen la educación de los niños.
Pregunta 5.- ¿Estrategias utilizadas por los docentes?
Tabla 6.
Estrategias
utilizadas por los docentes en el año 2023
Nota: Datos tomados de la encuesta realizada a los padres sobre las estrategias utilizadas.
Interpretación
Según la Tabla 6, el 100 % de los funcionarios del DECE coinciden en que la implementación de técnicas metódicas para erradicar la conducta disruptiva promueve un ambiente escolar agradable. Esto demuestra la dedicación de los educadores a fomentar un entorno de aprendizaje positivo.
Pregunta 6.- ¿Ajustes curriculares para alumnos con inconvenientes conductuales?
Tabla 7
Ajustes curriculares
para alumnos con inconvenientes conductuales en
el año 2023
Nota: Datos tomados de la encuesta realizada a los padres sobre Ajustes curriculares.
Interpretación
Según la Tabla 7, el 75 % de los encuestados del DECE cree que se deben tener en cuenta las necesidades de los estudiantes al diseñar las clases. Para abordar las necesidades específicas de estos niños, el 50% se divide en un 25% discrepa y reconoce que puede haber una brecha en la implementación de las adaptaciones curriculares.
Conclusión
La calidad de la educación se está viendo perjudicada por el acrecentamiento de conductas problemáticas en el aula a nivel mundial. Numerosos estudios demuestran que los factores socioculturales, las disparidades socioeconómicas y las modificaciones en la estructura familiar son los responsables de esto. Dado que los métodos de enseñanza y la motivación influyen en la implementación de los estándares, los docentes son esenciales para la gestión del aula. Cuando el estilo de enseñanza de un docente es poco atractivo y su sensibilidad es insuficiente, tiene menos poder para gestionar la clase y establecer su autoridad.
Los padres comprenden la importancia de reconocer los problemas de conducta y la necesidad imperiosa de establecer políticas y procedimientos en toda la comunidad escolar para crear programas personalizados que ayuden a sus hijos a comportarse mejor. En este contexto, los educadores mencionan la necesidad de mejores recursos y métodos para abordar los problemas de conducta desafiantes en el aula. Finalmente, todo método o perspectiva de apoyo demanda la contribución activa de los padres, representantes y la institución educativa, así como una estrecha ayuda y una relación abierta entre todos los implicados en el proceso de enseñanza.
Debido a que el método educativo de nuestro país no se ajusta a las medidas implantadas por las autoridades educativas ni exige a los estudiantes a actuar emocionalmente de compromiso con las carencias de la educación moderna, los cuales se enfrentan a graves inconvenientes. La pauta escolar, comprendiendo el discernimiento de la percepción de conducta disruptiva, que incluye cualquier paradigma de actuación disruptivo, desde pequeñas dificultades en clase hasta imprudencias más o menos graves, en donde se ha hecho indiferente durante mucho tiempo.
Para responder a una enseñanza exitosa, la formación es un proceso complicado que pretende buscar la atención en numerosos sitios. Uno de los retos que desafían los educadores es el comportamiento disruptivo, el cual entorpece el aprendizaje de los alumnos y el avance de las clases. Por lo tanto, detallar de forma precisa los procedimientos educativos apropiados es decisivo para abordarla y iniciar un entorno profesional tangible y pertinente.
A los educadores y a las instituciones en general se les exige con periodicidad que cumplan con las tareas ajenas al diseño curricular para afrontar las dificultades emocionales y de conducta, lo que podría derivar de su principal compromiso como docentes que es la educación. Dado que los casos de desobediencia impactan el progreso del currículo escolar, se exhorta mediación. La falta de valores es indudable en la actuación de los estudiantes, lo que obstaculiza la enseñanza y el aprendizaje positivos debido a problemas que acontecen tanto internamente como externamente del aula.
En relación, los efectos señalan la magnitud del empleo de enfoques exhaustivos e interdisciplinarios para afrontar el comportamiento disruptivas de los niños. En este contexto, es esencial mejorar la colaboración y la comunicación entre los profesores, el Departamento de Educación (DECE), los responsables y la escuela. Además, es primordial instruir de forma perenne y eficaz a los docentes en la construcción de reformas curriculares y enfoques metodológicos que promuevan un entorno de enseñanza acogedor y constructivo, además de lograr habilidades determinadas para afrontar este comportamiento.
Referencias
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