Polo del Conocimiento, Vol 10, No 2 (2025)

 

                                                                                  

 

 

El Impacto de la Disciplina Positiva en el Aula de Educación Básica y Secundaria: Un Enfoque Transformador

 

The Impact of Positive Discipline in the Elementary and Secondary Education Classroom: A Transformative Approach

 

O Impacto da Disciplina Positiva na Sala de Aula do Ensino Básico e Secundário: Uma Abordagem Transformadora

Melania Natividad Peralta-Escobar I
melania.peralta@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0004-6089-3872 
,Janeth Magali Cayambe-Gordillo II
janeth.cayambe@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0004-5973-0742
Mariana Cristina Torres-Sánchez III
marianac.torres@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0009-7283-7786 
,Diana Patricia Ojeda-Azuero IV
diana.ojeda@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0006-4313-5994
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: melania.peralta@educacion.gob.ec

 

Ciencias de la Educación

Artículo de Investigación

 

 

* Recibido: 27 de diciembre de 2024 *Aceptado: 17 de enero de 2025 * Publicado:  24 de febrero de 2025

 

        I.            Ministerio de Educación, Ecuador.

      II.            Ministerio de Educación, Ecuador.

   III.            Ministerio de Educación, Ecuador.

   IV.            Ministerio de Educación, Ecuador.

 


Resumen

La disciplina positiva ha emergido como una estrategia educativa efectiva para promover un ambiente de aprendizaje respetuoso, seguro y motivador en las aulas de educación básica y secundaria. A diferencia de los modelos de disciplina tradicionales, que se centran en el castigo y la imposición de normas rígidas, la disciplina positiva fomenta la autorregulación, el respeto mutuo y la construcción de relaciones saludables entre docentes y estudiantes.

Este artículo tiene como objetivo analizar el impacto de la disciplina positiva en el desarrollo socioemocional y académico de los estudiantes, comparando su efectividad con modelos punitivos de gestión del aula. A través de una revisión bibliográfica, se examinarán los beneficios de la disciplina positiva en términos de reducción de conductas disruptivas, mejora del clima escolar y fortalecimiento de la autoestima de los alumnos.

Los hallazgos evidencian que la disciplina positiva contribuye a un aprendizaje más significativo al promover la empatía, la comunicación asertiva y el establecimiento de normas claras y consensuadas. Además, su implementación requiere de una formación docente adecuada, estrategias de refuerzo positivo y un cambio de paradigma en la forma en que las instituciones abordan la convivencia escolar.

Palabras clave: Disciplina positiva; clima escolar; autorregulación; educación socioemocional; convivencia en el aula; estrategias pedagógicas; gestión del comportamiento.

 

Abstract

Positive discipline has emerged as an effective educational strategy to promote a respectful, safe, and motivating learning environment in elementary and secondary education classrooms. Unlike traditional discipline models, which focus on punishment and the imposition of rigid rules, positive discipline encourages self-regulation, mutual respect, and the building of healthy relationships between teachers and students.

This article aims to analyze the impact of positive discipline on the socio-emotional and academic development of students, comparing its effectiveness with punitive models of classroom management. Through a literature review, the benefits of positive discipline will be examined in terms of reducing disruptive behavior, improving school climate, and strengthening students' self-esteem.

The findings show that positive discipline contributes to more meaningful learning by promoting empathy, assertive communication, and the establishment of clear and agreed-upon rules. In addition, its implementation requires adequate teacher training, positive reinforcement strategies, and a paradigm shift in the way institutions approach school coexistence.

Keywords: Positive discipline; school climate; self-regulation; socio-emotional education; classroom coexistence; pedagogical strategies; behavior management.

 

Resumo

A disciplina positiva surgiu como uma estratégia educativa eficaz para promover um ambiente de aprendizagem respeitoso, seguro e motivador nas salas de aula do ensino básico e secundário. Ao contrário dos modelos tradicionais de disciplina, que se centram na punição e na imposição de regras rígidas, a disciplina positiva encoraja a autorregulação, o respeito mútuo e a construção de relações saudáveis ​​entre professores e alunos.

Este artigo tem como objetivo analisar o impacto da disciplina positiva no desenvolvimento socioemocional e académico dos alunos, comparando a sua eficácia com os modelos punitivos de gestão da sala de aula. Através de uma revisão de literatura, serão examinados os benefícios da disciplina positiva em termos de redução de comportamentos disruptivos, melhoria do clima escolar e reforço da autoestima dos alunos.

Os resultados mostram que a disciplina positiva contribui para uma aprendizagem mais significativa ao promover a empatia, a comunicação assertiva e o estabelecimento de normas claras e acordadas. Além disso, a sua implementação exige uma formação adequada dos professores, estratégias de reforço positivo e uma mudança de paradigma na forma como as instituições abordam a convivência escolar.

Palavras-chave: Disciplina positiva; clima escolar; auto-regulação; educação socioemocional; convivência em sala de aula; estratégias pedagógicas; gestão do comportamento.

 

Introducción

Planteamiento del problema

La gestión del comportamiento en el aula ha sido tradicionalmente un desafío para los docentes, especialmente en educación básica y secundaria, donde los estudiantes están en un proceso de desarrollo emocional y social. Durante décadas, los modelos disciplinarios punitivos han dominado la educación, imponiendo sanciones, castigos y medidas coercitivas para corregir conductas inapropiadas. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que estos enfoques no solo son ineficaces a largo plazo, sino que del mismo modo generan ansiedad, desmotivación y resentimiento en los estudiantes (Dweck, 2017; Nelsen, 2015).

En este contexto, la disciplina positiva surge como una alternativa basada en el respeto, la comunicación y la enseñanza de habilidades socioemocionales. Su objetivo no es castigar la mala conducta, sino comprender sus causas, establecer normas claras y fomentar el autocontrol en los estudiantes. Según Jane Nelsen (2015), pionera en la disciplina positiva, esta metodología ayuda a los alumnos a desarrollar responsabilidad, cooperación y habilidades de resolución de conflictos, promoviendo un clima escolar más armonioso y propicio para el aprendizaje.

Justificación

El interés en la disciplina positiva ha crecido en los últimos años debido a la creciente preocupación por los problemas de convivencia escolar, el bullying y el impacto de la salud mental en el aprendizaje. Diversos estudios han demostrado que los ambientes educativos basados en la confianza y la comunicación asertiva favorecen la participación activa de los estudiantes y reducen significativamente las conductas disruptivas en el aula (Bear, 2012; Ross, 2020).

Además, la disciplina positiva se alinea con los principios de la educación socioemocional, un enfoque que ha sido respaldado por organismos como la UNESCO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una estrategia clave para el desarrollo integral de los estudiantes. La importancia de este enfoque radica en que no solo mejora la convivencia en las escuelas, sino que del mismo modo fortalece habilidades esenciales para la vida, como la empatía, la resiliencia y la toma de decisiones responsables.

Objetivos del estudio

El presente artículo tiene los siguientes objetivos:

      1.            Analizar el impacto de la disciplina positiva en la conducta y el rendimiento académico de los estudiantes.

      2.            Comparar la disciplina positiva con otros modelos disciplinarios, evaluando sus ventajas y limitaciones.

      3.            Explorar las estrategias más efectivas para implementar la disciplina positiva en el aula.

      4.            Identificar los desafíos que enfrentan los docentes al aplicar este enfoque y proponer soluciones basadas en evidencia científica.

Fundamentación teórica

El enfoque de disciplina positiva se basa en los principios de la psicología humanista y la teoría del aprendizaje social. Su origen se remonta a los estudios de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs, quienes argumentaban que las conductas inadecuadas de los niños no son un intento de desafiar la autoridad, sino una expresión de necesidades emocionales insatisfechas (Dreikurs, 1964).

Además, la disciplina positiva está estrechamente relacionada con el concepto de mentalidad de crecimiento, propuesto por Carol Dweck (2017), quien sostiene que los estudiantes aprenden mejor en entornos donde se les brinda apoyo emocional y oportunidades para reflexionar sobre sus errores en lugar de ser castigados por ellos.

En términos de neurociencia, se ha demostrado que el cerebro responde mejor a la corrección basada en el refuerzo positivo que a la sanción y el castigo. Estudios recientes han evidenciado que los enfoques disciplinarios coercitivos activan el sistema de respuesta al estrés en los niños, afectando su capacidad de aprendizaje y toma de decisiones (Siegel, 2016). En contraste, la disciplina positiva fomenta la activación del córtex prefrontal, responsable de la autorregulación emocional y el pensamiento reflexivo.

Investigaciones realizadas en contextos educativos han demostrado que las escuelas que adoptan estrategias de disciplina positiva experimentan una reducción en los índices de agresividad y conflictos, así como una mejora en la participación y motivación de los estudiantes (Bear, 2012; Ross, 2020).

 

Metodología

Para evaluar el impacto de la disciplina positiva en el aula de educación básica y secundaria, se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica sistemática basada en estudios previos publicados en revistas indexadas y documentos de organismos internacionales. La metodología utilizada se enfoca en la recopilación, análisis y síntesis de información relevante sobre la aplicación de la disciplina positiva y sus efectos en la conducta y el aprendizaje de los estudiantes.

Diseño de la revisión bibliográfica

La investigación se fundamenta en una revisión de literatura académica extraída de bases de datos reconocidas, como Scopus, Web of Science, ERIC, Google Académico y SciELO. Se utilizaron palabras clave como:

 Disciplina positiva en educación
 Estrategias de gestión del aula
 Impacto de la educación socioemocional
 Clima escolar y convivencia estudiantil
 Aprendizaje y comportamiento en niños y adolescentes

La selección de estudios se realizó con base en criterios de pertinencia y rigor metodológico, asegurando que las fuentes estuvieran respaldadas por investigaciones empíricas o revisiones teóricas con una base científica sólida.

Criterios de selección de fuentes

Para garantizar la calidad de la revisión, se establecieron los siguientes criterios de inclusión y exclusión:

Criterios de inclusión:

Artículos y libros publicados entre 2010 y 2024 para garantizar información actualizada.

Investigaciones empíricas sobre la implementación y efectividad de la disciplina positiva en el aula.

Estudios comparativos entre la disciplina positiva y otros enfoques disciplinarios.

Documentos de organismos internacionales como la UNESCO, OCDE y OMS sobre convivencia escolar y gestión del comportamiento.

Criterios de exclusión:

Publicaciones sin revisión por pares.

Estudios exclusivamente teóricos sin aplicación práctica en entornos escolares.

Documentos centrados en la disciplina positiva en el ámbito familiar sin relación con la educación formal.

Análisis de datos

Los estudios seleccionados fueron organizados en cuatro categorías para analizar su impacto en diferentes aspectos del entorno escolar:

Estrategias de implementación de la disciplina positiva en el aula.
Comparación con enfoques disciplinarios tradicionales y su impacto en la convivencia.
Efectos de la disciplina positiva en el desarrollo socioemocional y el rendimiento académico.
Desafíos en la aplicación de la disciplina positiva y estrategias para superarlos.

Los hallazgos fueron sintetizados y comparados para identificar patrones comunes, limitaciones y propuestas de mejora en la implementación de este enfoque.

 

Resultados y Discusión

El análisis de la literatura permitió identificar cuatro áreas clave en las que la disciplina positiva tiene un impacto significativo en el entorno educativo: 1) Mejora del clima escolar y reducción de conductas disruptivas, 2) Desarrollo de habilidades socioemocionales, 3) Comparación con enfoques disciplinarios tradicionales y 4) Desafíos y estrategias para su implementación.

Mejora del clima escolar y reducción de conductas disruptivas

Uno de los efectos más documentados de la disciplina positiva es su capacidad para mejorar el clima escolar, promoviendo relaciones basadas en el respeto, la empatía y la comunicación efectiva. Según Ross (2020), las escuelas que implementan estrategias de disciplina positiva experimentan una reducción en los incidentes de violencia escolar, bullying y conflictos entre estudiantes.

En comparación con modelos disciplinarios punitivos, la disciplina positiva enfatiza la importancia de la prevención en lugar de la reacción. En lugar de castigar la mala conducta con sanciones, se identifican las causas del comportamiento inapropiado y se trabaja con el estudiante para desarrollar estrategias de regulación emocional y resolución de conflictos.

Según un estudio de Bear (2012), la aplicación de técnicas como el refuerzo positivo, el establecimiento de normas consensuadas y el aprendizaje socioemocional ha llevado a una disminución del 30% en las conductas disruptivas en las aulas de educación secundaria.

Desarrollo de habilidades socioemocionales

La disciplina positiva no solo mejora la convivencia en el aula, sino que del mismo modo fortalece el desarrollo socioemocional de los estudiantes. Nelsen (2015) argumenta que cuando los niños y adolescentes se sienten escuchados y valorados, aprenden a manejar sus emociones de manera más efectiva y a resolver problemas sin recurrir a la agresión o la desobediencia.

En este sentido, se han identificado tres áreas clave en las que la disciplina positiva impacta el desarrollo personal de los estudiantes:

      1.            Autorregulación emocional: Los estudiantes aprenden a identificar sus emociones y aplicar estrategias para manejarlas adecuadamente, evitando reacciones impulsivas.

      2.            Habilidades de comunicación: Se fomenta el uso de un lenguaje respetuoso y asertivo, promoviendo el diálogo en lugar del conflicto.

      3.            Empatía y resolución de conflictos: La disciplina positiva enseña a los estudiantes a ponerse en el lugar del otro y buscar soluciones constructivas en situaciones de desacuerdo.

Según Dweck (2017), los estudiantes que aprenden en entornos donde se aplican estas estrategias desarrollan una mayor resiliencia ante la frustración y un mayor sentido de pertenencia dentro de la comunidad escolar.

Comparación entre la disciplina positiva y enfoques disciplinarios tradicionales

La gestión del comportamiento en el aula ha estado históricamente dominada por enfoques punitivos, basados en castigos, detenciones y medidas coercitivas. Sin embargo, la evidencia científica sugiere que estos modelos tienen efectos negativos en la autoestima y el aprendizaje de los estudiantes.

·         Enfoques punitivos:

Generan miedo y resentimiento, afectando la relación entre estudiantes y docentes.

No enseñan habilidades de autorregulación, ya que los alumnos obedecen por temor al castigo y no por comprensión de la norma.

Pueden incrementar conductas disruptivas a largo plazo, al no abordar la raíz del problema.

·         Disciplina positiva:

Favorece la cooperación y el respeto mutuo en el aula.

Enseña habilidades de resolución de conflictos, reduciendo la recurrencia de conductas inadecuadas.

Fomenta la autonomía, ya que los estudiantes asumen la responsabilidad de sus acciones.

Un estudio de la UNESCO (2020) concluyó que las escuelas que implementan disciplina positiva tienen estudiantes con mayor autoestima, mejor rendimiento académico y menor tasa de deserción escolar.

Desafíos en la implementación de la disciplina positiva

A pesar de sus múltiples beneficios, la implementación de la disciplina positiva enfrenta diversos desafíos en los sistemas educativos:

      1.            Resistencia al cambio: Muchos docentes han sido formados en modelos disciplinarios tradicionales y pueden percibir la disciplina positiva como una falta de control en el aula.

      2.            Falta de formación docente: La mayoría de los programas de formación inicial no incluyen capacitación en educación socioemocional ni estrategias de gestión positiva del comportamiento.

      3.            Dificultad en la evaluación del impacto: A diferencia de los enfoques punitivos, que generan cambios inmediatos, la disciplina positiva requiere tiempo y constancia para observar sus efectos en la conducta estudiantil.

Para superar estos desafíos, es fundamental que las instituciones educativas proporcionen capacitación continua a los docentes y establezcan normativas claras sobre la convivencia escolar basada en el respeto y la comunicación.

Conclusiones, Recomendaciones y Líneas de Investigación Futura

La disciplina positiva ha demostrado ser un enfoque efectivo para la gestión del aula, transformando la forma en que los docentes abordan el comportamiento de los estudiantes. A diferencia de los métodos punitivos, la disciplina positiva se enfoca en el desarrollo socioemocional, la construcción de relaciones basadas en el respeto y la enseñanza de habilidades de autorregulación.

Los hallazgos de esta revisión bibliográfica confirman que las escuelas que implementan estrategias de disciplina positiva experimentan una reducción significativa en las conductas disruptivas, una mejora en el clima escolar y un aumento en la motivación de los estudiantes. Sin embargo, su aplicación aún enfrenta desafíos importantes, como la falta de capacitación docente y la resistencia institucional a abandonar modelos disciplinarios tradicionales.

Para lograr una implementación efectiva de la disciplina positiva, es necesario un cambio estructural en las políticas educativas, la formación docente y las estrategias de evaluación del comportamiento estudiantil.

 

Conclusiones

El análisis de la literatura ha permitido identificar varios beneficios clave de la disciplina positiva:

Reducción de la violencia y el acoso escolar: La enseñanza de habilidades socioemocionales permite que los estudiantes resuelvan conflictos de manera pacífica y constructiva.
 Mayor motivación y compromiso académico: Los estudiantes se sienten más involucrados en el proceso de aprendizaje cuando el entorno es seguro y basado en el respeto.
 Fortalecimiento de la autorregulación y la toma de decisiones responsables: En lugar de obedecer por temor al castigo, los estudiantes aprenden a asumir la responsabilidad de sus acciones y a corregir su comportamiento de manera consciente.

Mejor relación entre docentes y estudiantes: La comunicación efectiva y la empatía generan un ambiente escolar más positivo y colaborativo.

Sin embargo, la aplicación de la disciplina positiva no es inmediata ni sencilla. Su éxito depende de una formación docente adecuada, el respaldo institucional y la integración de la educación socioemocional dentro del currículo escolar.

 

Recomendaciones

Para facilitar la implementación de la disciplina positiva en los sistemas educativos, se sugieren las siguientes estrategias:

Formación Docente Especializada

 Incluir la disciplina positiva en los planes de formación inicial del profesorado.
Ofrecer cursos de capacitación continua para docentes, brindando herramientas prácticas para la gestión del aula basada en la educación socioemocional.
 Crear redes de aprendizaje y comunidades de práctica docente para compartir experiencias sobre disciplina positiva.

Reformas Curriculares y Aplicación en el Aula

 Incorporar la educación socioemocional como un componente obligatorio del currículo en todos los niveles educativos.
Promover actividades de mediación escolar y resolución pacífica de conflictos.
Aplicar metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos (ABP), fomentando la colaboración y el desarrollo de habilidades sociales.

Evaluación del Impacto y Seguimiento

 Establecer sistemas de monitoreo para evaluar el impacto de la disciplina positiva en la convivencia escolar.
Utilizar estrategias de evaluación formativa, basadas en la autoevaluación y la reflexión sobre las conductas individuales y colectivas.
Implementar herramientas digitales para el seguimiento del bienestar emocional de los estudiantes.

Políticas Educativas de Apoyo

 Diseñar normativas que prohíban el uso de castigos físicos y estrategias disciplinarias punitivas en las escuelas.
 Invertir en recursos y materiales educativos que promuevan la enseñanza de la disciplina positiva.
 Fomentar la colaboración entre familias, docentes y comunidades educativas para reforzar la disciplina positiva dentro y fuera del aula.

Líneas de Investigación Futura

A pesar de los avances en la implementación de la disciplina positiva, aún existen áreas que requieren mayor exploración. Se proponen las siguientes líneas de investigación para futuros estudios:

·         Relación entre disciplina positiva y rendimiento académico: Analizar cómo la mejora del clima escolar influye en el desempeño de los estudiantes en diferentes asignaturas.

·         Aplicación de la disciplina positiva en contextos de alta vulnerabilidad social: Estudiar cómo adaptar este enfoque en comunidades con altos niveles de violencia y exclusión.

·         Uso de la tecnología para reforzar la disciplina positiva: Evaluar el impacto de plataformas digitales y aplicaciones de educación socioemocional en la regulación del comportamiento estudiantil.

·         Comparaciones internacionales sobre la implementación de la disciplina positiva: Analizar cómo varía su aplicación en distintos países y modelos educativos.

·         Desarrollo de herramientas de evaluación para medir el impacto de la disciplina positiva: Crear instrumentos de medición para cuantificar su efectividad en la convivencia y el bienestar estudiantil.

Reflexión Final

La disciplina positiva representa un cambio de paradigma en la educación, alejándose de modelos punitivos para centrarse en la enseñanza de habilidades socioemocionales, la construcción de relaciones de respeto y la promoción del aprendizaje basado en la cooperación.

Para consolidar este enfoque en los sistemas educativos, es fundamental que los docentes reciban capacitación adecuada, que las escuelas implementen estrategias de evaluación del impacto y que las políticas educativas respalden su uso como un componente estructural de la enseñanza.

En un mundo donde la convivencia escolar es un factor determinante en la calidad educativa, la disciplina positiva se perfila como una herramienta clave para transformar el aula en un espacio de aprendizaje más inclusivo, equitativo y respetuoso.

 

Referencias

      1.            Libros y Manuales Académicos

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      4.            Dreikurs, R. (1964). Children: The challenge. Hawthorn Books.

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      6.            Ross, S. (2020). Classroom management strategies based on positive discipline: A meta-analysis. Journal of Educational Psychology, 112(3), 452-467.

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  30.            Libros de Consulta Adicional

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