La investigación examina cómo el uso intensivo de tecnologías digitales impacta el desarrollo motor fino de los niños. Utilizando una revisión sistemática según el protocolo PRISMA, se consultaron bases de datos académicas. Además, se seleccionaron artículos y libros publicados entre 2018 y 2024 que cumplieran con criterios relacionados con el tema de estudio. Los resultados indican que, aunque el uso excesivo de pantallas puede llevar a problemas tales como el sedentarismo y la torpeza motriz, ciertas tecnologías, entre ellas la realidad virtual y los juegos digitales, tienen el potencial de mejorar la coordinación ojo-mano cuando se utilizan de manera controlada. En primer lugar, es fundamental alcanzar un equilibrio entre tecnología y actividad física para el desarrollo integral. La revisión sugiere que balancear el tiempo de pantalla con actividades físicas es crucial, ya que el uso excesivo puede impactar negativamente las habilidades motoras y lingüísticas. Además, el contexto en el que se desarrolla un niño influye en su desarrollo motor; los entornos rurales ofrecen oportunidades valiosas para habilidades prácticas, mientras que los urbanos requieren estrategias educativas que incluyan más actividad física. Finalmente, para maximizar los beneficios de tecnologías emergentes, es esencial invertir en capacitación para docentes y profesionales, así como en recursos tecnológicos adecuados.