Manejo clínico del melasma en la población femenina. Una revisión de la literatura
Resumen
El melasma es un trastorno común, caracterizado por áreas hiperpigmentadas en zonas fotoexpuestas, principalmente en el rostro. Afecta mayoritariamente a mujeres en edad fértil, llegando al 40% en Asia y al 30% en Latinoamérica. Los factores etiológicos incluyen la exposición a radiación UV, predisposición genética y hormonal. Además del impacto estético, el melasma afecta la calidad de vida y está asociado con ansiedad y depresión. Se realizó una revisión bibliográfica en bases de datos como Scielo, Redalyc y Science Direct, centrada en estudios del periodo 2019-2024. Los tratamientos principales incluyen agentes despigmentantes tópicos como hidroquinona, retinoides, ácido azelaico, ácido kójico y ácido tranexámico. La hidroquinona es eficaz en reducir la pigmentación al inhibir la tirosinasa, aunque puede causar irritación. Los retinoides y el ácido azelaico ayudan en la renovación celular y reducen la inflamación, mientras que el ácido tranexámico presenta buenos resultados tanto tópicos como orales. Tratamientos emergentes como tiamidol y cisteamina ofrecen alternativas viables. Los peelings químicos y terapias láser se utilizan en casos más severos. Sin embargo, el melasma es una condición crónica y recurrente, requiriendo tratamientos personalizados y expectativas realistas sobre los resultados.