El presente estudio determinó el impacto que tiene la aplicación de los juegos tradicionales (la cuerda, la rayuela, los ensacados, los quemados y la pañoleta) en el desarrollo de la coordinación motriz, en una muestra de 30 niños de 4to año de educación básica media de la Unidad Educativa Buen Pastor Esmeraldas, aplicando el test 3JS, estos juegos se insertaron dentro de la asignatura de educación física con una frecuencia de 36 clases durante 12 semanas, la finalidad fue desarrollar y mejorar la coordinación motriz, se aplicó una investigación cualitativa  y cuantitativa de tipo cuasi experimental, con un muestreo no probabilístico por conveniencia, se analizó los resultados con el programa estadístico SPSS, donde se reveló que los datos no cumplieron una normalidad, aplicando la prueba T de Wilcoxon, verificando que la significancia fue menor a 0,05 además se utilizó las tablas de frecuencia para comprobar el comportamiento de la escala de muy óptimo donde los niños mejoraron más del 20% en las 7 pruebas. En conclusión, los juegos tradicionales mejoran de manera significativa la coordinación motriz de los niños, ya que la característica del juego es el trabajo activo donde prevalece la agilidad, equilibrio y ritmo.