Optimización en el tratamiento antimicrobiano de la sepsis y shock séptico
Resumen
La sepsis sigue estando como una causa significativa de morbimortalidad entre los paciente. No obstante han bajado las sepsis obtenidas en la comunidad en pacientes sanos vacunados, se han elevado las sepsis en pacientes con enfermedades de base, comorbilidades, inmunosupresión o con procedimientos invasivos, complicando el procedimiento antibiótico empírico inicial que debe individualizarse y adaptarse a cada paciente. Se habla de sepsis cuando existe una disfunción orgánica causada por una respuesta mal regulada a la infección. Shock séptico es un subnivel de la sepsis de mayor compromiso en el que existe una diferenciación hemodinámica con hipotensión arterial, demanda la aplicación de drogas vasoactivas, y/o presenta hipoperfusión tisular a pesar de un ajusto esparcimiento de volumen. La sepsis grave y el shock séptico con carencia orgánica múltiple relacionada a sepsis simbolizan la principal causa de las infecciones asociadas a mortalidad y siguen siendo el motivo más común de muerte en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los países desarrollados. Desde el progreso de los agentes antimicrobianos modernos, los patógenos bacterianos se han perfeccionado continuamente bajo la presión selectiva de esos agentes. También el evento de sepsis se ha acrecentado en forma progresiva. A pesar de los significativos adelantos tecnológicos y el mayor discernimiento de la fisiopatología de la sepsis, numerosos estudios clínicos no han podido comenzar el desarrollo de ningún fármaco nuevo con efectos fructuosos consistentes para esta población de pacientes.