Mindfulness: una técnica que
puede aportar a la educación de niños y niñas con discapacidades
Mindfulness: a
technique that can contribute to the education of children with disabilities
Mindfulness: uma técnica que
pode contribuir para a educação de crianças com deficiência
Erolita Jexenia
Casquete-Tamayo I flacahay87@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0003-3632-2872
Alicia Carolina Caicedo-Hurtado II aliciacaicedohurtado16@gmail.com https://orcid.org/0000-0003-3467-2609
Correspondencia: flacahay87@hotmail.com
Ciencias de la educación
Artículos de revisión
*Recibido: 10
de agosto de 2021 *Aceptado: 30 de agosto
de 2021 * Publicado: 06 de septiembre
de 2021
I.
Doctorando en Educación Superior en la
Universidad UAI Argentina, Máster en Innovación Educativa, Licenciada en
Ciencias de la Educación, Tecnóloga en Ciencias de la Educación Nivel Primario,
Diplomado en Educación Inclusiva, Diplomado en Neurociencia universitaria,
Diplomado en Inteligencia Emocional, Docente Investigadora de la Escuela de
Educación General Básica Fiscal Guiomar Verá Ramírez en Esmeraldas, Ecuador.
II.
Magister
en Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad, Licenciada en Ciencias de la
Educación Mención Sistemas Multimedia, Docente en Admisión y Nivelación en la
Universidad Técnica de Esmeraldas Luis Vargas Torres, Ecuador.
Resumen
En
los últimos años se ha extendido en numerosas latitudes la ideal del
Mindfulness como una de las técnicas utilizadas para mejorar y enriquecer la
vida de los individuos. Sin embargo, esta manera de pensar al ser humano y sus
potencialidades cuenta con una rica historia y numerosas características que
deben ser desarrolladas para luego poder reflexionar sobre su utilización en la
educación de niñas y niños en edad con discapacidades que se encuentren en edad
escolar, que es el objetivo principal del presente artículo.
Palabras
clave: Técnica; educación; discapacidades;
potencialidades; reflexionar.
Abstract
In recent years, the ideal of Mindfulness has spread in many latitudes
as one of the techniques used to improve and enrich the lives of individuals.
However, this way of thinking about the human being and its potentialities has
a rich history and numerous characteristics that must be developed in order to
later be able to reflect on its use in the education of girls and boys of age
with disabilities who are of school age, which is the main objective of this
article.
Keywords:
Technique; education; disabilities; potential; reflect.
Resumo
Nos
últimos anos, o ideal de Mindfulness se espalhou em muitas latitudes como
uma das técnicas utilizadas para melhorar e
enriquecer a vida dos indivíduos. Porém,
esta forma de pensar o ser humano e suas
potencialidades possui uma rica história
e inúmeras características que devem ser desenvolvidas para posteriormente podermos
refletir sobre sua utilização na educação
de meninas e meninos com deficiência que estão na escola. idade, que é o objetivo principal deste
artigo.
Palavras-chave:
Técnica; educação; deficiencia; potencial; refletir.
Introducción
En
primer lugar, debe aclararse que el término Mindfulness proviene de una
traducción que no es exacta sino compuesta, ya que no existe ninguna palabra en
otros idiomas que pueda asemejarse a su significado original. Al español puede
verse traducido como atención plena, conciencia plena, presencia mental, entre
toras, pero ninguno de esos conceptos se asemeja al sentido que originalmente
se le ha dado al término. A su vez, el concepto mindfulness proviene de una de
las primeras traducciones realizadas a la palabra “sati”
que en idioma pali, que es el que se hablaba cuando Buda impartía sus
enseñanzas, significa recordar o rememorar . Ya que la
concepción de recordar se relaciona con la idea de traer algo al presente,
puede decirse que, en última instancia, mindfulness es la capacidad que tiene
todo ser humano de estar situado en el momento reciente y de poder recordarse
siempre a sí mismo concentrarse ahí mismo, en el tiempo presente, volver
permanentemente al aquí y ahora.
La
capacidad de vivir en el presente, permitiéndose percibir la vida, las nuevas
experiencias, las oportunidades de nuevos aprendizajes abre infinitas
posibilidades a cada individuo de conectarse con sus sentimientos, sus
capacidades y sus deseos, que son piezas claves para pensar la educación y las
diferentes instancias en las que se puede aprender en los tiempos que se viven
en la actualidad. Esta forma de pensarnos también implica batallar contra
aquellos pensamientos que son del pasado o del futuro, que no significan que
sean malos o nocivos en sí mismos, pero que no permiten darnos el espacio y el
momento para reconocer lo que estamos viviendo o pensando en el momento: si
estamos bien, mal, a gusto, si estamos disfrutando de determinada experiencia,
si deseamos continuarla o suspenderla, entre otras cosas. Teniendo este tipo de
visiones y reflexiones, las personas son capaces de tomar decisiones y encarar
diferentes caminos y procesos desde un lugar de autopercepción y de
reconocimiento de capacidades y deseos que no deben dejarse de lado.
Desarrollo
Mindfulness
en occidente
En
las últimas décadas, se ha desarrollado en una poción importante de países de
occidente y su área de influencia, la introducción de la técnica de mindfulness
en disciplinas como la medicina o la psicología propia y característica de
occidente. Esta práctica ha sido objeto de numerosas investigaciones
científicas mediante las cuales ha sido reconocida como una forma eficiente y
segura para reducir los síntomas tanto físicos como psicológicos propios del
estrés y mejorar el bienestar de las personas en términos generales.
Según
Dolores Gil Montoya, existe un acercamiento entre las culturas orientales y
occidentales que fueron dando lugar a la penetración de nuevas formas de ver el
mundo y al ser humano. Siguiendo las reflexiones de la autora:
“Precisamente
y gracias al más reciente encuentro entre el pensamiento oriental y occidental
que se viene produciendo desde mediados del siglo XX, la filosofía oriental ha
tomado especial relevancia en la sociedad occidental. Buena muestra de ello es
el interés creciente por parte de filósofos, historiadores de las religiones,
psicólogos y científicos (físicos, matemáticos) entre otros, por dicha
filosofía. Como consecuencia de este acercamiento a las sabidurías orientales,
se ha generado un importante movimiento filosófico que retoma la expresión
clásica philosophia perennis
otorgándole un nuevo sentido”.
El
exponente más importante de esta corriente y el responsable de la introducción
de esta técnica a la vida en occidente Jon Kabat-Zinn, planteó en uno de sus
trabajos una definición que parece ser la más adecuada para describir tos los
aspectos que abarca el mindfulness:
“Es
el proceso de observar expresamente cuerpo y mente, de permitir que nuestras
experiencias se vayan desplegando de momento en momento y de aceptarlas como
son. No implica rechazar las ideas ni intentar fijarlas ni suprimirlas ni controlar
nada en absoluto que no sea el enfoque y la dirección de la atención... La
atención plena no implica intentar ir a ningún sitio ni sentir algo especial,
sino que entraña el que nos permitamos a nosotros mismos estar donde ya estamos
familiarizados más con nuestras propias experiencias presentes un momento tras
otro”.
Kabat
Zin se encargó, además, de fundar la Clínica de
Reducción de Estrés en el Centro Medico que depende de la Universidad de
Massachusetts, en la que los tratamientos basados en dicha práctica se han
orientado a los problemas tanto físicos como psicológicos, situaciones de dolor
crónico, además de los síntomas propios del estrés, ganando cada vez más
legitimidad y lugares en los círculos académicos y en la comunidad científica
occidental. Según sus propias palabras, mindfulness no es simplemente una
técnica cognitiva – conductual como existen en la actualidad, y no debe ni
puede ser reducida a la necesidad de un cambio de paradigma en cuanto a la
conducta, sino que se constituye como una manera de entender y vivir la propia
vida, de otorgarse la posibilidad de entender la manera en la que la mente
humana funciona, para que de esta manera pueda entenderse el sentido de las
cosas que pensamos y hacemos en nuestra vida cotidiana y cómo se puede ser
mejor.
No
se puede dejar de lado que hace décadas que la vida de las personas se ha
convertido en un permanente caos, donde todo es expeditivo, fluye y cambia de
manera constante. Los ritmos de trabajo, de vida y de ocio, como así también el
sistemático agravamiento de la desigualdad y la violencia terminan siendo
nocivos para el conjunto de las personas cuya vida transcurre a través de estos
ritmos vertiginosos y autoexigentes. La cultura occidental se ha encargado de
internalizar en cada uno de nosotros que la prioridad es cumplir con las metas
laborales, tener la vida en orden, criar bien a los hijos, y la exigencia más
difícil de todas, ser felices. Esto empuja inevitablemente a las personas a
vivir en piloto automático, respondiendo a contragolpe a las vicisitudes
cotidianas que se presentan como forma de vida.
Es
por este motivo, que la práctica de mindfulness no solo como modo de vida sino
también como tratamiento médico y psicológico ha ido ganando terreno en los
países con culturas occidentales arraigadas, permitiendo a los individuos
encontrar la manera de vivir el presente
y de autopercibirse, de quitarle el peso
innecesario a las preocupaciones propias y las cargas que se traen del pasado,
y la ansiedad que reviste la incertidumbre de la venida de futuro en una
sociedad con las características que se desarrollaron anteriormente.
Mindfulness
en educación
Como
puede observarse en el desarrollo precedente, esta forma de pensar el mundo y
esta filosofía propia de oriente y milenaria, se ha ido introduciendo en
numerosos ámbitos tanto profesionales como cotidianos. Además de los ya
planteados, el mindfulness se utiliza en el deporte, en los ámbitos familiares,
en las empresas con el personal y también en las cárceles y lugares de
reclusión como una forma de desarrollar nuevas herramientas y abonar el
bienestar y la tranquilidad en momentos que usualmente se consideran críticos y
tensos. Sin embargo, como coinciden varios autores, en el terreno en el que se
han observado buenos resultados y que se ha podido instalar como práctica
cotidiana es en el área de la educación. Los estudios y desarrollos realizados
por Mañas, Franco, Gil y Montoya plantean algunas cuestiones que refuerzan esta
idea, dando cuenta de que en el ámbito educativo existen numerosos resultados y
ejemplos que demuestran lo positivo que puede resultar la introducción de la
práctica del mindfulness en el desarrollo cotidiano del proceso de enseñanza –
aprendizaje:
“Uno
de los contextos, donde más exitosamente se está empleando es en el ámbito
educativo, tanto con el profesorado, para reducir el estrés docente y mejorar
el bienestar y la satisfacción personal y profesional, como con el alumnado,
para aumentar su nivel de atención en la era de las distracciones, y reducir la
agresividad y la violencia, así como generar actitudes hacia la inclusión, la
cooperación, la tolerancia, la empatía y la compasión”.
La
práctica educativa que se centra en la posibilidad de aplicar esta técnica a la
vida escolar cotidiana, configura en cada uno de los niños y niñas y en los
docentes que se encargan de educarlos, la posibilidad de adquirir un compromiso
serio y constante con el desarrollo de la propia conciencia, que se va a ver
condicionado y determinado por el deseo de cada persona de alcanzar el
autoconocimiento y mayores grados de libertad interior. La existencia de esta
oportunidad debe ser tenida en cuenta por todos los actores que forman parte de
la comunidad educativa, ya que son ellos los encargados de que el proceso de
enseñanza – aprendizaje pueda desarrollarse de manera exitosa y de acuerdo a
las necesidades generales y particulares de cada uno de los estudiantes
involucrados en él.
El
sistema educativo y los aspectos que este abarca se encuentra en una crisis
importante en la actualidad. Es sabido que tanto en las escuelas como en los
niveles superiores de educación adulta, convergen una cantidad cada vez más
numerosa de estudiantes que cuentan con características conductuales que no son
las que la sociedad de conjunto y algunos especialistas consideran como
“funcionales”, entre las cuales se encuentran la dificultad para concentrarse,
la carencia de habilidades sociales como la cooperación y la solidaridad, la
hiperactividad, el desarrollo de conductas de violencia entre pares o bullying, llegando a extremos como los trastornos de la
alimentación, depresión infantil y ataques de pánico. En el otro lado, se
encuentran los docentes que a menudo no están formados ni capacitados para
abordar este tipo de problemáticas complejas, mientras se desarrollan en un
contexto de precariedad laboral, desprestigio profesional y sueldos
insuficientes para afrontar las dificultades propias de la actualidad.
Numerosos
estudios han demostrado que existe una relación directa entre la situación en
la que se encuentra la persona encargada de la educación con las condiciones y
configuraciones psicológicas y conductuales que se desarrollan en el aula de la
clase. Si el educador se encuentra atravesando una realidad de agotamiento
emocional, se ve afectada negativamente la manera en la que los estudiantes se
relacionan social y emocionalmente . Cuando los docentes se
encuentran en un permanente estado de estrés o atravesando el conocido síndrome
de burnout, cuentan con menos posibilidades de empatizar con los niños o
ejercer tareas de cuidado y suelen desarrollar menos tolerancia a este tipo de
conductas que son más complejas.
En
el medio de la complejidad de la situación planteada, la posibilidad de
implementar y practicar mindfulness permite contribuir al desarrollo de
numerosas habilidades tanto emocionales como sociales en los maestros y
profesores, por un lado, y en los estudiantes de todos los niveles, por el
otro. En los resultados de las investigaciones de quienes se dedican a estudiar
estos procesos, se puede observar que a medida de que las personas se van
haciendo más conscientes de las vivencias y de los sentimientos que
experimentan a partir de la aplicación de dicha técnica, se desarrolla la auto-
observación y la auto – conciencia, y con ello la habilidad de estar atentas a
las emociones en el momento en que se desarrollan y entender qué incidencia
tienen las mismas en las conductas diarias . De este
modo, practicar regularmente la atención plena termina contribuyendo a mantener
conciencia sobre las emociones y regularlas, a comprender cuales son los
patrones propios de la conducta que se relacionan con las reacciones a los
sentimientos del momento, y también otorga las herramientas necesarias para
poder elegir conscientemente entre las posibilidades existentes, la más
adecuada y eficiente para dar respuesta ante cada situación.
Mindfulness
para la educación de niños y niñas con necesidades especiales
Dentro
de las posibilidades y los beneficios que ofrece la aplicación de mindfulness
en el ámbito escolar, en todos sus niveles, se encuentra la formación de niños
y niñas que cuentan con algún tipo de discapacidad, tanto motriz como
cognitiva, o que cuentan con necesidades especiales. Davis y Hayes en su
trabajo sobre los beneficios de la práctica, se encargan de identificar tres
grandes grupos de beneficios que trae aparejada la incorporación de este tipo
de programas en la educación: afectivos, intrapersonales e interpersonales:
“Los
beneficios afectivos incluirían una reducción de la sintomatología ansiosa y
depresiva en una amplia gama de problemas clínicos. Los beneficios intrapersonales
supondrían una mejora en otros parámetros relacionados con el bienestar y la
calidad de vida como, por ejemplo, la reducción del dolor o el aumento de la
capacidad atencional. Por último estarían los
beneficios interpersonales, que incluirían un mayor nivel de satisfacción en la
relación, así como una mejora en las habilidades de gestión y regulación
emocional”.
Los
efectos positivos del mindfulness que se desarrollan en el presente trabajo,
traen resultados beneficiosos para la totalidad de los estudiantes. Sin
embargo, pueden observarse especiales beneficios en aquellos alumnos que
revisten diversas dificultades que ponen un límite u obstaculizan el
aprendizaje, entre los que se encuentran niños con déficit de atención, con
problemas conductuales tanto personales como sociales, con problemáticas en
cuanto a la autonomía, a autorregulación de la conducta, como así también niños
y jóvenes que deban transitar los problemas propios de las discapacidades
visuales, auditivas, motoras e intelectuales, entre otros.
Como
se ha desarrollado en las páginas precedentes, la incorporación de mindfulness
en la educación desde edades muy tempanas, no solo permite a los estudiantes
ponerse en contacto con sus sentimientos, sus emociones y pensamientos para de
ese modo poder comprenderlas y regularlas, sino que también impacta en la
generación de valores como la solidaridad, la aceptación, el respeto por la
diversidad y la empatía. Esto quiere decir que utilizando dicha práctica se
termina por generar en las aulas un doble movimiento, no solo porque puede
contribuir en que los niños con necesidades especiales puedan tomar conciencia
de sus sentimientos, del bienestar o el malestar y de sus propios deseos y
necesidades del momento, permitiendo así un mejor manejo de las emociones, sino
que a su vez, constituye un elemento central para general un ambiente inclusivo
de trabajo y aprendizaje por parte de todos los integrantes del aula y del
proceso educativo por el que atraviesan los niños.
Si
tenemos en cuenta los aspectos de la discapacidad intelectual, que resulta una
problemática relativamente frecuente dentro de las escuelas integradas en la
actualidad, es necesario aclarar que en las últimas décadas se han desarrollado
nuevas conceptualizaciones y, por ende, nuevas formas de acompañar a los niños
y niñas en su cotidianidad. Siguiendo las reflexiones de Carlota de Miguel
Ruiz:
“El
nuevo concepto de discapacidad intelectual no pretende solo definir y
diagnosticar la discapacidad sino identificar las capacidades y debilidades de
esa persona en cinco áreas de un modelo teórico multidimensional: habilidades
intelectuales (razonamiento, planificación, solución de problemas, pensamiento
abstracto, comprensión de ideas complejas, aprender con rapidez y aprender de la
experiencia); conducta adaptativa (habilidades conceptuales, sociales y
prácticas); salud (física, mental y social); participación, interacciones y
roles; y contexto (ambientes y cultura). A partir de estos resultados se
elabora el sistema de apoyos apropiado para mejorar el funcionamiento
individual”.
Los
estudios realizados a partir de la detección de la relación positiva existente
entre mindfulness y la educación de niños con discapacidades intelectuales,
demuestran que la aplicación de dicha práctica también desarrolla efectos
positivos al ser aplicara a quienes se encargan del cuidado de niños con estas
necesidades y los beneficios pueden ser compartidos por ambas partes . Muchos programas educativos de estas
características se han enfocado en reducir las restricciones físicas que los
cuidadores imponen a los niños y a mejorar los niveles de felicidad, reduciendo
el estrés y la ansiedad.
Consideraciones
finales
A
través de las páginas del presente artículo se han desarrollado teóricamente
los fundamentos del mindfulness y la importancia de incorporar esta práctica en
el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje y en la comunidad educativa,
para la formación de los estudiantes en general, y de aquellos que cuentan con
algún tipo de discapacidad en particular. A partir de ello, es posible concluir
que dicha práctica permite que tanto docentes como estudiantes puedan optimizar
sus capacidades cognitivas, desarrollando especialmente la atención y la
auto-conciencia, y aportando elementos que ayuden a desarrollar mejores modos y
más responsables de relacionarse con las demás personas con las que
interactúan.
Es
sabido que aún resta mucho por explorar sobre los beneficios y los límites de
la atención plena en la educación ya que existen muchos estudios en curso y
numerosos profesionales de la educación, psicólogos y acompañantes terapéuticos
dispuestos a recorrer el camino del mindfulness. No obstante, las evidencias
existentes demuestran que es una alternativa valiosa para incorporar a la
cotidianidad, y, en especial, como apoyo para quienes revistan necesidades
especiales en un mundo y un contexto vertiginoso, estresante y en permanente
transformación.
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